CONTABILIDAD SUPERIOR.

Capítulo 12. Bienes de Uso Tangibles y Asimilables.

Introducción.

Los bienes de uso reúnen estas características: Se emplean continua o repetidamente en la actividad principal del ente. Tienen una capacidad de servicio que no se agota ni consume con el primer empleo. Mientras están en uso no se transforman en otros bienes ni están destinados a la venta.

Los bienes de uso no desaparecen físicamente con el primer uso, pero la mayoría de ellos se deprecian a medida que transcurre el tiempo debido a: El desgaste producido por su utilización normal. Su deterioro físico causado por terremotos, incendios y otros siniestros. Su obsolescencia económica, que puede deberse a diversos factores que afectan la

posibilidad de vender lo que se produce utilizando los bienes. En el caso de bienes sometidos a actividades extractivas, el agotamiento de su contenido.

Reconocimiento contable.

Bienes adquiridos.

Caso general.

Un bien de uso debe reconocerse como tal cuando ha pasado a ser de propiedad del ente.

Bienes tomados en leasing.

El leasing de bienes es un contrato por el cual: Una persona adquiere o produce un bien y lo entrega en uso a otra. Durante la vigencia del contrato el arrendatario paga una suma periódica y a su finalización

tiene la opción unilateral de adquirir el bien mediante el pago de un importe preestablecido.

Bienes construidos.

En los casos de un bien de uso construido, el ente adquiere la propiedad de los insumos y los va combinando hasta dejar el bien en condiciones de ser utilizado. En consecuencia: Los insumos adquiridos y no incorporados a las obras se registran en cuentas específicas. Los insumos incorporados se acumulan en rubros como obras en curso. Finalizada la obra se cancela el importe acumulado en obras en curso y se reconoce el

activo definitivo.

Valuación contable inicial.

La valuación contable inicial de los bienes de uso podría efectuarse sobre la base de: Sus costos históricos, o Sus valores corrientes, en cuyo caso las diferencias entre éstos y los costos históricos

deberían computarse como resultados.

Pero lo que suelen prever las Normas Contables es que: Los bienes adquiridos o producidos se ingresen a su costo. Los recibidos en donación se incorporen a sus valores corrientes.

El problema de las diferencias entre costos y valores corrientes se presenta básicamente con los bienes construidos. Los costos de los bienes adquiridos para su inmediata puesta en servicio no deberían diferir de los normales de mercado.

Medición y ajuste por inflación de los costos.

Criterio básico.

La fecha en la cual el bien está en condiciones de comenzar a prestar servicios marca el momento en el que debe cortarse la acumulación de sus costos.

Aplicación del criterio básico.

Por aplicación del criterio básico, se consideran integrantes del costo de un bien de uso adquirido, entre otros, los siguientes: El precio de compra del bien. Los impuestos y derechos aduaneros no susceptibles de recupero por el comprador. Los costos de transporte del bien. Los de montaje e instalación. Los de prueba y puesta a punto.

Cuestiones especiales.

Terrenos con edificios a demoler.

En el caso de terrenos adquiridos con edificios a demoler, forman parte del costo los importes erogados para la demolición y deben deducirse los productos de la venta de materiales pertenecientes al edificio.

Mejoras, reparaciones y mantenimiento.

Las inversiones que aumentan la capacidad de servicio de un bien o grupo de bienes (extendiendo su vida útil o incrementando su productividad) son mejoras que benefician a períodos futuros y que, por lo tanto, deben cargarse al activo.Cuando una mejora implica el reemplazo de una parte, el valor de ésta debería ser descargado de la valuación contable del bien.No se traducen en mejoras los costos incurridos para: Mantener la capacidad operativa del bien (mantenimiento). Subsanar problemas especiales que redujeron o detuvieron dicha capacidad (reparaciones).Los costos de mantenimiento y reparaciones deben cargarse al período en que se practican, pues no puede vinculárselos con ningún ingreso en particular.El ajuste por inflación de los cargos por mejoras, reparaciones y mantenimiento es similar al de las obras en curso.

Valuación periódica de los bienes.

“Valuación” a costos históricos menos depreciación.

Bajo la forma pura de esta alternativa: Se mantienen los costos históricos oportunamente ingresados. Si las Normas Contables sobre unidad de medida lo requieren, se los ajusta por inflación. Las depreciaciones se calculan sobre la base de los costos registrados (en su caso,

ajustados por inflación). Sólo se reconocen resultados de tenencia por desvalorizaciones.

Valuaciones a valores corrientes.

Los valores corrientes de los bienes de uso deberían basarse en valores de entrada al patrimonio.Si se emplean valores corrientes y se aplica el concepto de ganancia basado en el mantenimiento del capital financiero, los resultados de tenencia de los bienes de uso deberían

computarse como tales. Sin embargo, hay países (entre ellos la Argentina) en los cuales se admite el empleo de valores corrientes pero en general se requiere que las ganancias de tenencia se acrediten directamente a una cuenta de patrimonio, generalmente denominada con expresiones como saldo revalúo. Esto podría tener dos explicaciones: El empleo de valores corrientes para los Bu comenzó cuando no se practicaban ajuste por

inflación, contexto por el cual sería imprudente computar resultados de tenencia nominales que contienen importantes componentes inflacionarios.

Puede existir el temor de que los valores corrientes hayan sido mal determinados.La primera explicación no justifica la no consideración de resultados de tenencia que hayan sido determinados en moneda homogénea.Y el segundo argumento evidencia dudas que no sólo deberían alcanzar a la determinación de os resultados sino a la valuación de los activos, que es considerada por el público para evaluar la solvencia de los emisores de estados contables.

Depreciaciones.

Concepto.

La contabilidad registra depreciaciones de los Bu para: Considerar su desgaste, agotamiento, deterioro u obsolescencia, conceptos. Lograr una adecuada correlación en el cómputo de ingresos y gastos.

Cálculo.

El cálculo de la depreciación de cada período debería considerar: El criterio de medición empleado para el bien depreciado. El valor recuperable que se espera tenga el bien a la finalización de su vida útil, para cuya

estimación deben considerarse todos los costos necesarios para quitar el bien de servicio. La vida útil económica del bien.Los métodos de depreciación más utilizados son: Basados en la producción total del bien:

Según unidades de producción. Según horas de trabajo.

Basados en la duración esperada de la vida útil económica del bien: En línea recta. Creciente por el método de Ross – Heidecke. Creciente por suma de dígitos. Decreciente por suma de dígitos. Decreciente sobre la base de un porcentaje fijo sobre el valor residual.

Cuando los bienes de uso se valúan sobre lavase de sus valores corrientes, puede presentarse el problema práctico de que no se cuente con todos los elementos necesarios para asignar a casa período la depreciación basada en los valores del momento, cuya obtención implica un costo, en un caso así sería aceptable trabajar con promedios que puedan presumirse representativos de los valores corrientes durante el período al cual corresponde la depreciación.

Reexpresiones monetarias.

El importe no reexpresado de la depreciación de una partida integrante del costo o valores corrientes de un bien está medido en moneda del mismo poder adquisitivo que dicho bien, de modo que su corrección monetaria sigue a la del bien.

Imputación (criterio general).

Los cargos por depreciación se acumulan en cuentas regularizadoras de activo y deberían cargarse:

A cuentas de costos de producción de bienes y servicios las depreciaciones de los bienes de uso utilizados en ese proceso.

A gastos las depreciaciones de: Bienes alquilados a terceros. Bienes empleados en actividades de comercialización, administración y otras que no

puedan vincularse con ingresos específicos. A cuentas de resultados diferenciadas las depreciaciones extraordinarias por deterioro u

obsolescencia.

Lo expuesto se refiere a la depreciación del ejercicio y no a las modificaciones de depreciaciones acumuladas motivadas por correcciones de errores o por cambios de método, que deberían tratarse como AREA.

La depreciación cuando existen “saldos de revalúo”.

Cuando los bienes depreciados han sido revaluados y los revalúos pusieron en evidencia mayores valores que se acreditaron a una cuenta de patrimonio del tipo saldo por revalúo, la contabilidad: No reflejaría como ganancia el mayor valor surgido del revalúo, pero Computaría costos y gastos por depreciaciones calculando considerando ese mayor valor,

de modo que a la larga, La depreciación atribuible al mayor valor surgido del revalúo quedaría acreditada a saldo

por revalúo y debitada a resultados acumulados.Para solucionar este último problema, el saldo de revalúo se reduce por las diferencias entre las depreciaciones calculadas sobre los importes revaluados y las que se habrían computado de no haberse efectuado el revalúo.Un segundo método consiste en: Computar los cargos a costos o gastos sobre la base de los importes revaluados, pero

simultáneamente. Recuperar la mayor depreciación reduciendo el saldo de revalúo con crédito a resultados

acumulados.

Cambios de estimaciones y correcciones de errores.

El cálculo de la depreciación de un bien se basa, entre otros elementos, en estimaciones sobre su vida útil, que deberían ser revisadas periódicamente y - si así correspondiere – modificadas.La realización de cambios en estimaciones conlleva dos problemas: Determinar si su efecto será retroactivo o tan solo futuro. Contabilizarlo.En relación con la primera cuestión hay no menos de dos alternativas: Modificar únicamente las cuotas de depreciación para el futuro, partiendo del valor residual

contable al momento, la vida útil restante y los demás elementos que se tienen en cuenta para calcular depreciaciones.

Recalcular la depreciación computada hasta el momento, para adecuarla al resultado de la nueva estimación.

Cambios de método.

En general, existe acuerdo en que las variaciones de métodos contables deben ser tratadas como los cambios de criterios de medición y, por lo tanto, dar lugar al cómputo de AREA.

Valores recuperables.

Dado su destino económico previsible, sería razonable considerar que el valor recuperable de un bien de uso es su valor de utilización económica (VUE), que surge de considerar: Los ingresos futuros que provocará el empleo futuro de los bienes. Los costos adicionales necesarios para obtener tales ingresos.

Sin embargo, las normas contables suelen aceptar el empleo del mayor importe entre el VUE y el VNR, lo que responde al criterio del empleo alternativo más rentable, que pocas veces se concreta en la práctica.

Bajas de bienes.

En caso de ventas de bienes de uso, la valuación contables de éstos debe ser dada de baja con cargo al resultado del período, salvo si incluyese ganancias de tenencia diferidas en saldo de revalúo, en cuyo caso esta cuenta debería ser desafectada tal como se lo hace con motivo del cómputo de mayores depreciaciones.Si un bien se retira de servicio, sería razonable mantener como valuación contable su VNR.Si un bien se entrega como parte de pago de otro, como precio de venta debería considerarse el valor establecido explícita o implícitamente a los fines de la operación.

Venta seguida de leasing o alquiler.

Para mejorar su liquidez, un ente podría vender un bien de uso e inmediatamente tomarlo en leasing (financiero) o en alquiler común.La primera operación podría tratarse de dos maneras: Como una venta y una compra con financiación, en cuyo caso se computaría una baja y un

alta del bien de uso, reconociéndose el resultado por su venta. Como una operación financiera pura, en cuyo caso no se modifica la valuación contable

previa del bien de uso ni se afecta el cálculo de las depreciaciones futuras.Preferimos el último criterio porque reconoce la realidad económica subyacente en la operación.

Los “revalúos técnicos” en la Argentina.

Concepto.

Revaluar es volver a valuar, que es la tarea de asignar valor a algo.

El revaluador.

Según la RT 10, los revalúos deben ser preparados por profesionales independientes o equipos interdisciplinarios de ellos, que cuenten con la correspondiente habilitación profesional. La RT 6 sólo exigía que los revalúos fueran efectuados por especialistas.

Métodos aceptables.

Los datos resultantes de revalúos sólo deberían contabilizarse si surgieran de métodos que satisfagan estos requerimientos: Ser valores de entrada. No superar a los valores recuperables. Ser susceptibles de verificación por parte de terceros independientes.

La RT 10 requiere que los revalúos se basen en los costos de reemplazar la capacidad de servicio de los bienes existentes.

Métodos usuales.

Es usual que los valores de tasación de los bienes de uso en servicio resulten de la aplicación de estos pasos: Determinar el costo de reposición de los bienes (en estado nuevo). Restarle la depreciación acumulada a la fecha de revalúo. En caso de calcularse la depreciación por el método de Ross – Heidecke, corregir el valor

residual calculado en el paso anterior en función del estado del bien.

Los “revalúos simplificados”.

Concepto.

A los revalúos ortodoxos se han agregado en los últimos años los que podrían denominarse revalúos simplificados, que se determinan así: Se actualiza un valor corriente anterior (o el costo) empleando un índice de precios que sea

adecuado para el bien en particular. Al resultado anterior se le resta la depreciación imputable al período comprendido entre las

dos valuaciones.Los revalúos simplificados no son meras actualizaciones monetarias porque consideran las evoluciones de índices de precios específicos y no de índices generales.

Costo y validez.

Consideran admisibles a los revalúos simplificados mientras no ocurra alguno de estos hechos: Haber transcurrido cinco años desde la fecha de incorporación o última tasación del bien. Haberse producido cambios en el contexto que generen dudas sobre la validez de los

resultados de aplicar esta alternativa. Haberse determinado resultados de tenencia que por su significación sea prudente

confirmar mediante la realización de nuevas tasaciones.

Normas.

La RT 10 admite los revalúos simplificados con la aclaración de que el procedimiento sólo es aceptable mientras no se hayan producido cambios que generen dudas sobre la validez de los resultados de aplicarlo.

Reexpresiones de datos de un revalúo anterior.

La RT 10 prevé la posibilidad de reexpresar los datos de un revalúo anterior empleado el Índice de Precios al Mayor Nivel General. Esto no produce un valor corriente sino la actualización monetaria de un valor corriente anterior.

Aprobaciones.

En nuestro país hay resoluciones que exigen que los revalúos practicados por los entes alcanzados por ellas sean aprobados tanto por el directorio como por la asamblea de accionistas.

Confiabilidad.

Los revalúos que incrementan la valuación contable de los bienes de uso suelen generar desconfianza, especialmente cuando son practicados por empresas que en el pasado inmediato a su realización venían sufriendo quebrantos reiterados.

Diferencias de valuación.

Causas.

Puede considerarse que las diferencias entre los importes revaluados y los registrados previamente obedecen a: Cambios de precios de los costos de reemplazo, que inciden sobre:

Los valores originales considerados a los efectos del revalúo, que deberían ser distintos a los costo históricos o valores corrientes previamente contabilizados.

Los correspondientes valores revalúos finales estimados a los fines de la depreciación. Salvo raras excepciones, cambios en el cómputo de la depreciación, que a su vez pueden

originarse en: Cambios de métodos. Correcciones de errores.

Tratamiento contable.

Para imputar la diferencia entre el valor surgido de la tasación de un bien y su valor residual contable anterior debería considerar que ella incluye: Una corrección de su depreciación acumulada. Un resultado acumulado de tenencia atribuible a la variación de su costo de reposición.

Corrección de depreciaciones.

Cuando el revalúo se calcula al comienzo del ejercicio de contabilización, la modificación de la depreciación acumulada debería ser imputada a AREA pues sólo es atribuible a correcciones de errores y cambios de criterios.Si el revalúo se practica al cierre del ejercicio, la parte de la corrección de las depreciaciones que tenga que ver con el ejercicio corriente debería imputarse a las cuentas de costos y gastos que corresponda.

Resultados de tenencia.

Cuando el revalúo se practica al comienzo de un ejercicio, el cambio de valuación contable atribuible a modificaciones en los costos de reposición es un resultado de tenencia devengado en ejercicios anteriores, que: En una contabilidad a valores corrientes debería imputarse a AREA. Bajo las normas contables argentinas se acreditaría a una cuenta de patrimonio (como

saldo por revalúo) en caso de ser positiva y a AREA si fuese negativa.Si el revalúo se calculase y contabilizase al cierre de un ejercicio, resultaría necesario separar las diferencias de valuación en dos grupos, según que se hayan generado: En ejercicios anteriores. En el corriente.Identificados los ejercicios de origen de las diferencias, debería imputárselas así: Las atribuibles a ejercicios anteriores, a AREA. Las del ejercicio:

En una contabilidad pura a valores corrientes: a resultados. Aplicando las normas contables argentinas: al saldo por revalúo, salvo las

desvalorizaciones que lo superen, que deberían cargarse a resultados, ya que dicho saldo no puede ser deudor.

La RT 10 indica que: Los resultados de tenencia puestos en evidencia por los revalúos se traten así.

Los generados hasta el comienzo del ejercicio de revalúo, a AREA. Los imputables al ejercicio, a su resultado.

Los mayores valores provenientes de precios se acreditan a una reserva.

Ajustes por inflación.

Los valores surgidos de un revalúo deben considerarse expresados en moneda de la fecha a la cual se lo practicó. Los mismo ocurre con los importes acreditados a los saldos por revalúo, siempre que hayan sido calculados en moneda homogénea.

Depreciaciones, bajas y desvalorizaciones posteriores.

Cálculo.

Las depreciaciones posteriores a un revalúo deben calcularse sobre la base de los valores, las vidas útiles y las curvas de depreciación consideradas por el tasador.

Imputación.

Los saldos de revalúo deberían ser corregidos período tras período para que reflejen la diferencia entre la valuación contable que tienen los bienes revaluados y la que tendría si nunca se hubiera contabilizado el revalúo.

Para lograr tal propósito, las depreciaciones posteriores a un revalúo deberían dar lugar a débitos al saldo por revalúo por la diferencia entre las depreciaciones, calculadas sobe la base de los valores revaluados y las que se habrían contabilizado si no se hubiera practica ningún revalúo.

Por coherencia, también debería debitarse el saldo por revalúo con motivo de bajas y desvalorizaciones.

Otros usos del saldo por revalúo.

Los saldos por revalúos no deberían capitalizarse ni emplearse para absorber pérdidas. De hacérselo, se perdería la correspondencia entre ellos y las ganancias diferidas incluidas en la valuación del activo.La Comisión Nacional de Valores que admite la imputación de pérdidas finales contra los saldos de revalúos técnicos, una vez agotadas las reservas voluntarias, las estatutarias y las otras reservas (excepto la legal).Con mejor criterio, otras normas disponen expresamente que el saldo por revalúo no podrá afectarse en ningún caso a cubrir pérdidas.

Consideraciones finales.

Como hemos mencionado, el único tratamiento razonable de los revalúos técnicos puede darse en el marco de la contabilidad a valores corrientes que reconoce en resultados las ganancias y pérdidas de tenencia de los bienes del ente.Consideramos que los organismos emisores de las normas contables deberían optar entre: Requerir la realización de revalúos con la consiguiente imputación a resultados de las

ganancias y pérdidas de tenencias puestos en evidencia. Prohibir la contabilización de revalúos, sin perjuicio de admitir que los resultados de su

realización sean expuestos en los estados contables como información complementaria.

Normas contables vigentes en la Argentina.

Normas contables profesionales.

Normas de la RT 10 sobre costeo de bienes.

Con referencia al costo de los bienes cuya construcción se extiende en el tiempo, la RT 10: Requiere la inclusión de costos financieros. Permite (pero no exige) la activación de intereses propios.

Normas de la RT 10 específicas del rubro.

La RT 10 prevé estos criterios alternativos de valuación, en todos los casos con el límite del valor recuperable y debiéndose computar depreciaciones: Costo original ajustado por inflación. Valores corrientes.

Indexación del importe resultante de la última tasación o valuación técnica usando el Índice al por Mayor Nivel General.

El del método efectivo es el método de elección de valores corrientes que la RT considera más recomendable.Las amortizaciones acumuladas deben calcularse sobre los valores contables de los bienes.Y la admisión de costos históricos constituye una excepción al criterio general de aplicar valores corrientes. El Consejo Profesional de Ciencias Económicas parece dar a esta facilidad el carácter de transitoria.

Normas de la RT 6.

Las normas de la RT 6 estaban en línea con las de la RT 10, excepto en lo relativo al costo de los bienes de propia producción, ya que: La activación de costos financieros en los bienes cuya construcción demande cierto tiempo

era optativa. El cómputo de intereses sobre el capital propio no estaba previsto.

Normas internacionales de contabilidad.

Bienes de uso en general (NIC 16).

La NIC 16 requiere que la valuación contable bruta de los bienes de uso se haga sobre la base de sus costos históricos o de revaluaciones y fija normas específicas para cada uno de estos casos.

Capítulo 13. Bienes Intangibles.

Introducción.

Es intangible lo que no puede tocarse. Pero en la jerga contable denota a los que reúnen características similares a las de los habitualmente denominados bienes de uso, a saber: Se emplean continua o repetidamente en la actividad principal del ente. Tienen una capacidad de servicio que no se agota ni consume con el primer empleo. Mientras están en uso no se transforman en otros bienes ni están destinados a la venta.Los gastos adelantados suelen incluir: Servicios a recibir, que son créditos en especie. Materiales a consumir.

Principales intangibles.

Patentes.

Da derecho exclusivo al uso de lo patentado, a la cesión de su uso a terceros o a su venta. Finalizado el plazo de protección, los conocimientos patentados pueden ser empleados por cualquier persona.

Procesos secretos.

Como la exclusividad para el empleo de patentes tiene una limitación temporal, hay quienes prefieren no registrar sus descubrimientos, procedimientos, fórmulas, etc. Con esto pierden la protección legal pero (si saben conservar el secreto) prolongan el período de utilización exclusiva.

Marcas, nombres comerciales y asimilables.

Las marcas y nombres comerciales de prestigio tienen valores individuales que pueden justificar su adquisición. Las marcas se inscriben en registros especiales, lo que da derecho a su utilización exclusiva durante cierto lapso, generalmente renovable.

Concesiones o franquicias.

Las concesiones o franquicias otorgan a sus adquirentes derechos de explotación durante un período limitado o ilimitado. Los precios de las concesiones o franquicias pueden consistir en sumas fijas, en porcentajes sobre ingresos o resultados o en combinaciones de las variantes anteriores.

Derechos al uso de software.

El derecho al uso de determinado software puede nacer de: Su desarrollo. Su adquisición. La compra de una licencia para su uso.

Derechos de edición.

Un contrato de edición: Tiene por objeto una obra intelectual. Otorga a una persona la exclusividad de editar la obra en uno o más idiomas y en una o

más áreas geográficas. Obliga al editor a pagar derechos de autor que generalmente se convienen en:

Una suma fija de dinero. Uno o más sumas de dinero dependientes del número de unidades editadas o vendidas

y de los precios de la obra.

Derechos de autor.

Una alternativa a la firma de un contrato de edición de una obra es la compra de la propiedad de sus derechos de autor, lo que autoriza a editarla en el futuro sin limitaciones de ningún tipo o a revender dichos derechos.

Investigaciones y desarrollos en proceso.

Algunos entes desarrollan actividades de investigación y desarrollo.Investigación: es la búsqueda original y planeada que se emprende con la expectativa de obtener nuevos conocimientos y comprensión científicos o técnicos.Desarrollo: es la conversión de los descubrimientos u otros conocimientos obtenidos de la investigación.

Costos imputables contra ingresos futuros.

Estos activos forman parte de los que algunos denominan cargos diferidos. Incluyen costos como los incurridos: Durante la etapa preoperativa de una empresa o un segmento de ella. Con motivo de una reorganización conducente al incremente de los ingresos futuros. En el lanzamiento de campañas publicitarias de nuevos productos, siempre que ellas tengan

capacidad para generar ventas

Comentarios:

A diferencia de los anteriores, estos costos no pueden venderse separadamente y sólo pueden tener valor mientras el ente funcione.

No deberían considerarse activos los costos en publicidad que no puedan vincularse claramente con ingresos futuros.

El valor llave.

Una empresa posee un valor llave cuando tiene alguna ventaja comparativa sobre otras, en cuyo caso: Se espera que la rentabilidad ordinaria de su patrimonio esté por encima de la que podría

considerarse como normal. Debería haber interesados en pagar por la empresa una suma superior a la resultante de la

suma algebraica de las valuaciones de los activos identificables, los costos imputables contra ingresos futuros, los pasivos y la participación de los accionistas minoritarios sobre el patrimonio de las sociedades controladas.

Las ventajas comparativas podrían resultar de factores como: Su reputación. Su localización estratégica. La exclusividad en la utilización de algunos intangibles. La clientela. La eficacia de su organización. La inteligencia y capacidad de sus gerentes.

Clasificaciones relevantes.

Las clasificaciones de los intangibles se basan en: La posibilidad de comercializarlos separadamente del resto de los activos. Las restricciones temporales a la exclusividad de su utilización. Su forma de incorporación al activo.

Según la posibilidad de venderlos separadamente.

Tienen valores de cambio individuales. Y, dada su naturaleza no los tienen los costos vinculados con ingresos futuros y el valor llave, que sólo pueden enajenarse junto con la empresa o con el segmento de ella con el cual se relacionen.

Según las restricciones a su utilización.

Las restricciones a la utilización exclusiva de un intangible importan para la determinación de su vida útil legal y económica, elemento que debe considerarse para estimar la depreciación imputable a cada período. Puede hablarse de: Bienes de utilización restringida por ley o contrato. Bienes de utilización no restringida por ley o contrato.La ausencia de restricciones legales o contractuales al empleo de un bien hace que su vida útil sea indefinida pero no implica que sea ilimitada.

Según su forma de incorporación.

De acuerdo con la forma en que ingresan al activo, los intangibles pueden clasificarse en: Adquiridos. Desarrollados por el propio ente.

Reconocimiento contable.

Los “valores llaves” generados.

De los intangibles, el único que no cumple el requisito que el control de los beneficios debe tener su origen en una transacción, es el valor llave generado por una empresa, debido a las

dificultades que implican tanto la determinación periódica de sus valores corrientes como la medición de sus costos históricos.Por el problema de objetividad en la medición, la contabilidad no reconoce los valores llaves creados por el accionar de la propia empresa, lo que no significa que dicho activo no exista.

Los otros intangibles.

Los otros intangibles deberían reconocerse contablemente como activos.

Los intangibles sin valor de cambio.

De acuerdo con la caracterización general de los activos, basta con que tenga utilidad económica, que puede estar dada por un valor de cambio o de uso.Las normas contables vigentes en el mundo suelen requerir que los intangibles adquiridos a terceros se contabilicen como activos, con prescindencia del hecho de que puedan venderse por separado o no.

Los costos de investigación y desarrollo.

Los costos de actividades de investigación y desarrollo se cargan a resultados cuando se incurren. A menos que tengan usos futuros alternativos, caso este último en el cual: Se los reconoce como activos. Sus consumos o depreciaciones se cargan de inmediato a resultados.

El cargo inmediato a resultados de los costos de investigación y desarrollo implica una inadecuada correlación de ingresos y costos. Posteriormente, consideró que si las actividades de investigación y desarrollo o de publicidad resultan en la adquisición o incremento de futuros beneficios económicos, existe un activo.Que exista un alto grado de incertidumbre sobre los beneficios futuros de determinados proyectos de investigación y desarrollo, no implica que todos los proyectos deban fracasar, así que es falaz concluir que todos los costos de investigación y desarrollo deben ser cargados a gastos.Para la aplicación práctica del criterio de activar costos de investigación y desarrollo que generen ingresos futuros resulta de interés la siguiente lista de requisitos establecidos para el diferimiento de los costos de un proyecto: El producto o proceso debe estar claramente definido. Su factibilidad técnica debe estar demostrada. Debe existir una clara indicación de que el producto o proceso contará con un mercado para

su venta o proporcionará ventajas a la empresa. Sus costos deben poder ser identificados.

Valuación contable inicial.

La valuación contable inicial de los intangibles podría efectuarse sobre la base de: Costos históricos. Sus valores corrientes, en cuyo caso las diferencias entre éstos y los costos históricos

deberían computarse como resultados.Lo que suelen prever las normas contables es que los intangibles reconocidos como activos se incorporen: A su costo, si son adquiridos o desarrollados. A sus valores corrientes, en caso de ser recibidos en donación.

Medición y ajuste por inflación de los costos.

Cuestiones generales.

El costo de un intangible está dado por el sacrificio económico demandado por su adquisición o desarrollo.Los costos de los intangibles adquiridos se miden como los de cualquier activo comprado. Su ajuste por inflación es fácil porque tales costos suelen estar expresados en moneda de un momento determinado.Tradicionalmente, los costos de investigación y desarrollo de los intangibles desarrollados se han venido determinando sumando los costos de: Los materiales consumidos. Los servicios recibidos de terceros. Los servicios personales relacionados. La depreciación de los bienes utilizados.

La RT 10 ha introducido costos financieros e intereses sobre el capital propio en el costo de bienes cuya producción se prolonga en el tiempo.Cuando se desarrollan varios proyectos simultáneamente, debe asignarse a cada uno de ellos la porción que le corresponda de los costos indirectos, para lo cual debe mantenerse una contabilidad de costos.

“Llaves de negocio” pagadas.

Cuando se adquiere un fondo de comercio o un paquete importante de acciones de una empresa, el valor llave pagado puede ser determina por diferencia entre el importe pagado y: La suma algebraica de los valores corrientes de activos y pasivos, en el caso de los fondos

de comercio. El VPP de la inversión en el caso de las acciones.

Valuación periódica de los bienes.

Para la valuación periódica de los intangibles deben aplicarse: Un criterio primario, que podría basarse en:

El costo histórico de los bienes menos su depreciación acumulada. Sus valores corrientes, reconociendo como resultados de tenencia los cambios en ellos.

El límite del valor recuperable.

“Valuación” a costos históricos menos depreciación.

Bajo esta alternativa, que es la usual: Se mantienen los costos históricos oportunamente ingresados. Si se requiere, se los ajusta por inflación. Las depreciaciones se calculan sobre la base de los costos registrados. Sólo se reconocen resultados de tenencia cuando se reduce la valuación contable de los

activos a sus valores recuperables.Cuando se aplica este procedimiento, el valor residual de un intangible es un costo no consumido y no el resultado de una valuación propiamente dicha.

Valuaciones a valores corrientes.

Este criterio es preferible al anterior pero sólo en los casos en que los valores corrientes puedan ser determinados sobre bases razonablemente objetivas, lo que raramente es posible.De hecho, sólo tienen mercados con alguna continuidad y transparencia ciertas concesiones y franquicias.Otros activos con individualidad propia tienen un valor de cambio pero sólo de tanto en tanto existe algún tipo de oferta concreta que permite su estimación.Y en el caso de los intangibles sin valor individual de cambio, sólo podría determinarse el valor corriente de su conjunto a partir de varias valuaciones de su patrimonio referidas a la misma fecha, que pueden ser de obtención difícil o costosa.

Depreciaciones.

Criterios generales.

Deben computarse depreciaciones para reflejar las pérdidas de valor que sufran los intangibles activados. Por supuesto, no todo intangible pierde valor. Para determinar el método y tasas de depreciación deberían considerarse: La naturaleza de los activos. Los derechos que otorgan y su relación con la producción de ingresos. Su vida útil económica total esperada.Los bienes de vida útil indefinida no necesariamente deben ser depreciados. Sin embargo hay, en algunos países, normas contables que lo requieren.Para estimar la vida útil de una llave de negocio, la NIC 22 sugiere considerar, entre otros, estos factores: La vida previsible del negocio o industria. Los efectos de la obsolescencia de los productos, los cambios en su demanda y otros

factores económicos. Las expectativas de vida de los servicios de individuos o grupos de empleados clave. Las acciones esperadas de los competidores actuales o potenciales. Las disposiciones legales, reglamentarias o contractuales que afecten su vida útil.Le método de depreciación más empleado es el de la línea recta, pero hay casos en que sería más adecuado utilizar otro.

Guía para casos especiales.

Procesos secretos y patentes: distribuir su costo entre las unidades que se espera producir antes de su reemplazo u obsolescencia. En el caso de los procesos patentados, cuidar que el plazo de depreciación no supere al de protección legal.

Marcas, nombres comerciales (y asimilables) y concesiones y franquicias perpetuas: mientras la posibilidad de su utilización exclusiva sea perpetua, la única razón para su desvalorización es la eventual pérdida de su capacidad de generación de ingresos. Por lo tanto, la necesidad de computar depreciaciones y la determinación de su importe debería resultar de estudios especiales.

Concesiones y franquicias por tiempo determinado: amortizar su costo dentro de su vida legal o en un plazo más corto, lo que resulte más representativo de su utilidad económica.Derechos al uso de software: considerar el período de uso esperado antes de su reemplazo. Dado el continuo avance tecnológico deberían considerarse lapsos de depreciación cortos.

Derechos de edición: los pagaderos sobre la base de las unidades producidas deberían incorporarse directamente al costo de producción del número de unidades convenido. Los pagaderos sobre las ventas deberían imputarse en los períodos en que se las reconoce como ingresos.

Derechos de autor: es razonable que su depreciación se compute sobre la base de la cantidad de ejemplares que se espera producir y vender.

Investigaciones y desarrollos en proceso: tal como sucede con las obras en curso, normalmente no debería computarse depreciación alguna. Sin embargo, deberían darse de baja los costos de las investigaciones y desarrollos con poca probabilidad de éxito.

Costos de organización, otros preoperativos y de reorganización: no pudiéndoselos relacionar con ingresos específicos, el plazo de depreciación debe necesariamente ser arbitrario. En la Argentina existe la costumbre de hacerlo linealmente en cinco años.

Campañas publicitarias: debería considerarse el período que supuestamente se beneficiará con las mayores ventas de los bienes o servicios publicitados.

Valor llave: dada la naturaleza de este activo, lo que debería hacerse es evaluar (cada cierre de período contable): Si el negocio previamente adquirido tiene todavía una rentabilidad superior a la normal. De ser así, si ello obedece al mantenimiento de las condiciones existentes a la fecha de

adquisición o a la acción posterior de la gerencia.Para practicar las evaluaciones propuestas deberían compararse dos rentabilidades: La esperada cuando se pagó la llave. La esperada a la fecha de la evaluación.

En la práctica, algunos contadores adoptan criterios arbitrarios pero más simples, como el de depreciar el valor llave por el método de la línea recta y en un número dado de años.

Valores recuperables.

Dado su destino económico previsible, sería razonable considerar que el valor recuperable de un intangible es su VUE, que surge de considerar: Los ingresos futuros que provocará el empleo futuro de los bienes. Los costos adicionales necesarios para obtener tales ingresos.

Sin embargo, las normas contables suelen aceptar el empleo del mayor importe entre el VUE y el VNR.

Consideraciones especiales: El valor recuperable de los intangibles afectados a las operaciones debería calcularse junto

con el de los bienes de uso.

Bajas.

Cuando se venden bienes intangibles, debe darse de baja su valor residual, medido sobre la base del costo o del valor corriente, según cual sea el criterio de valuación contable del activo. Si éste se basa en los valores corrientes, por separado se computan los resultados de tenencia hasta la fecha e la baja o venta.

La llamada “llave negativa”.

Puede ocurrir que una empresa adquiera un negocio y que se espere que éste brinde ganancias futuras inferiores a las consideradas normales. En tal caso existe una llave negativa o badwill.Cuando la suma pagada por un negocio es inferior a la suma algebraica de los valores asignados a los activos identificables y a los pasivos debería procederse de este modo: Verificar que al asignar valores a los activos se ha tenido en cuenta el límite del valor

recuperable. Corregir las valuaciones contables que correspondiere. Si aún quedase una diferencia negativa a asignar, considerarla como una ganancia

proveniente de una compra ventajosa. En ningún caso considerar a la diferencia como un pasivo.

Normas contables vigentes en la Argentina.

Normas contables profesionales.

Normas de la RT 10 sobre costeo de bienes.

La RT 10 establece que el costo de los bienes cuya producción se extiende en el tiempo incluye los costos financieros relacionados con el total de la inversión y, por lo tanto:

Los costos financieros propiamente dichos. Un interés sobre el capital propio.El costo de producción de los intangibles producidos con un proceso de investigación y desarrollo extenso debe incluir intereses propios.

Normas de la RT 10 sobre valuación de intangibles.

Los intangibles vendibles en forma individual deben valuarse a sus valores corrientes si éstos pueden determinarse sobre la base de transacciones cercanas a la fecha de cierre.

Los restantes deben computarse al costo original reexpresado menos la depreciación que correspondiere, para cuyo cálculo deben considerarse plazos razonables de vida útil.

No se admiten los intangibles autogenerados, como el valor llave del propio ente.

Normas contables legales.

El manual de normas contables para entidades financieras del BCRA solo prevé la existencia de dos intangibles: la llave de negocio (adquirida) y los gastos de organización y desarrollo. Esto es razonable porque los otros activos son poco frecuentes en la actividad de intermediación financiera.

Normas internaciones de contabilidad.

Investigación y desarrollo.

La NIC admite el diferimiento de los costos de desarrollo pero exige el cargo a resultados de los de investigación, aun cuando parte de éstos se hubiesen incurrido en el mismo ejercicio que los de desarrollo. No nos parece coherente.

Valores llave en combinaciones de negocios (NIC 22).

Las diferencias positivas pueden: Tratarse como una llave (goodwill), en cuyo caso:

Se la activa. Se la deprecia a lo largo del período de su vida útil. Si en cualquier momento resultase evidente que la llave no está respaldada por

beneficios futuros, debe reducirse su valuación contable en la medida necesaria. Cargarse inmediatamente al patrimonio.

Para el caso contrario, admiten tres alternativas: Tratar la diferencia como un ingreso diferido a ser reconocido en resultados sobre una base

sistemática. Imputarla contra la valuación contable de los activos no monetarios comprados en

proporción a sus valores razonables. Acreditarla inmediatamente al patrimonio.

Capítulo 17. Inversiones en general.

Introducción.

Normalmente, se efectúan inversiones para obtener: Rentas como alquileres o intereses. Ganancias por cambios en sus precios.

Bienes de fácil comercialización.

Características y casos usuales.

Una de las principales formas de colocar excedentes temporarios de fondos sin perder liquidez es adquirir bienes de fácil comercialización, que son los que reúnen las siguientes características: Ser fungibles. Tener un precio de mercado conocido. No requerir su venta un esfuerzo significativo.

Valuación.

Consideraciones generales.

Dadas sus características, la valuación contable de estos bienes debería hacerse a su VNR, incluso en los casos en que el ente planee su tenencia prolongada.Anteriormente, tenía predicamento el criterio de aplicar reglas más conservadoras como costo o mercado, el menor, que podría traducirse como costo o VNR, el menor.Al calcular el VNR para usarlo como criterio primario o como límite de la valuación contable, debe considerarse lo siguiente: Las cotizaciones a utilizar deberían ser las de pago inmediato al contado. Si hubiera más de un VNR, debería tomarse el mayor de los que el propietario de los bienes

podría obtener.

Títulos de deuda a largo plazo.

De acuerdo con las normas contables aplicables a los créditos en general, se considerarían: Como criterio primario de valuación el costo de los títulos más los resultados financiero ya

devengados. Como límite: su VNR.Si el título fuese en moneda extranjera, los cálculos deberían efectuarse en ésta y los importes obtenidos, deberían convertirse al tipo de cambio vigente correspondiente al mercado por el cual se liquidará la operación.Se hubiese cláusulas de actualización monetaria, los importes deberían calcularse en moneda de un momento dado y luego corregirse para contemplar la actualización del crédito (según cláusulas de emisión) hasta la fecha de la medición.

Tratamiento de los resultados.

Si los activos se revalúan permanentemente a sus valores corrientes, las variaciones de éstos implican ganancias o pérdidas de tenencia que se reconocen cuando cambian los VNR. Las ventas no dan lugar al cómputo de resultados porque los ingresos obtenidos deben igualar a las valuaciones contables de los activos enajenados.Si, en cambio, se usa la regla costo o VNR, el menor, se reconocen resultados: Por la venta de los activos. Por su desvalorización, cuando su VNR es inferior al costo.Para el ajuste por inflación debe considerarse que todos los resultados nominales contabilizados representan diferencias entre importes medidos en monedas de distinto poder adquisitivo.

Préstamos diversos.

Algunas colocaciones (generalmente transitorias) de fondos consisten en simples préstamos a otros entes. Esto incluye a los depósitos a plazo fijo, que son préstamos efectuados a entidades financieras.

También en estos casos corresponde aplicar los razonamientos efectuados para los créditos en general.

Normas contables vigentes en Argentina.

Normas contables profesionales.

Para la RT 10, las inversiones corrientes con cotización y las no corrientes en títulos de deuda con cotización, deben computarse a sus VNR. Es razonable pues se trata de bienes de fácil comercialización.

Capítulo 18. Participaciones permanentes en otros entes.

Introducción.

Un ente puede participar permanentemente en otros con propósitos tan variados como: Diversificar riesgos. Dar a terceros participación en algunos aspectos de su negocio pero no en todos. Participar en negocios que no podrían encararse sin asociarse con especialistas en ellos. Asegurarse el abastecimiento de determinadas materias primas. Obtener determinados servicios.

Los entes en los que se participa podrían ser: Sociedades comerciales o cooperativas. Organizaciones establecidas con fines determinados y temporales, con estos rasgos

salientes: No son sociedades ni tienen personalidad jurídica propia. Sus bienes y obligaciones definen un patrimonio indiviso que es propiedad de los

contribuyentes en las proporciones definidas en el contrato pertinente.

Con respecto a una sociedad, una inversora podría tener: Su control. Su control en conjunción con otra entidad. Influencia significativa sobre sus decisiones. Ninguna de las tres cosas.

Conceptos importantes.

Control.

Hay control sobre un ente cuando existe poder de decisión sobre sus actos. En el caso de una sociedad, hay control cuando se posee el número de votos suficientes para su manejo. Dada esta situación, se denominan: Controlante, a la tenedora de las acciones. Controlada o subsidiaria, a la emisora.Normalmente, la mayoría de votos va acompañada por la mayoría del capital.La posesión de la mayoría de los votos puede lograrse en forma directa o indirecta.

Joint ventures y control conjunto.

Se considera:

Joint ventures, al contrato por el cual dos o más partes emprenden una actividad económica sujeta a control conjunto.

Control conjunto (joint control), al compartimiento convenido de las decisiones sobre una actividad económica.

Hay tres tipos de joint ventures: Operaciones controladas conjuntamente, que son negocios en que los integrantes

conservan sus propios activos y liquidan a sus socios las participaciones en los ingresos y gastos correspondientes.

Activos controlados conjuntamente, que son entes no societarios que generan ingresos y costos a ser distribuidos a o soportados por los participantes.

Entidades controladas conjuntamente, como las sociedades en las que cada participante tiene un interés.

Influencia significativa.

Un ente posee influencia significativa sobre otro cuando tiene el poder de participar en sus decisiones pero no tiene el control sobre ellas. Cuando hay influencia significativa suele decirse que la tenedora y la emisora son sociedades vinculadas o asociadas. Hay quienes se refieren a la primera denominándola vinculante. Como en el caso del control, la influencia puede lograrse directamente o por medio de otras sociedades.A los efectos de evaluar si hay influencia significativa en las decisiones de la empresa, la RT 5 considera estas pautas: La posesión, por la empresa tenedora, de una porción del capital de la emisora que le

otorgue los votos necesarios para influir en la aprobación de sus estados contables y la distribución de ganancias.

La representación en el directorio u órganos administrativos superiores de la vinculada. La participación en la fijación de políticas. La existencia de operaciones importantes entre la inversora y la vinculada. El intercambio de personal directivo. La dependencia técnica de una de las sociedades con respecto a la otra.Al practicar la mencionada evaluación deben también considerarse: La forma en que se encuentre distribuido el resto del capital. La existencia de acuerdos o situaciones que pudieran otorgar la dirección a algún grupo

minoritario.

Valor patrimonial proporcional.

Caracterización usual.

El VPP de un conjunto de acciones de propiedad de una sociedad es la proporción del patrimonio de la emisora que le corresponde en virtud de su tenencia.Hay consenso en calcular el VPP de este modo: Del patrimonio de la sociedad emisora se restan los derechos del capital preferido, si los

hubiere. Sobre el importe obtenido en el paso anterior se aplica el porcentaje de acciones ordinarias

en poder de la inversora.Lo que surge de este cómputo es el VPP de una inversión en acciones ordinarias. El cálculo del VPP de una inversión en acciones preferidas se obtendría de este modo: Considerar los derechos del capital. Aplicar el importe obtenido el porcentaje de tenencia de acciones preferidas.

El VPP cuando hay aportes irrevocables.

Es posible que el patrimonio de la emisora incluya aportes irrevocables de los accionistas. En tal caso, el VPP de cada acción podría verse afectado por lo siguiente:

Si los aportes no fueron integrados en proporción a la tenencia de acciones, la futura entrega de títulos a los aportantes modificará la tenencia relativa de cada accionista.

Podría ser posible y probable que parte del patrimonio se distribuyera a los accionistas preexistentes antes de la entrega de las nuevas acciones, en cuyo caso: El patrimonio de la emisora debería dividirse en dos partes: la atribuible a las acciones

preexistentes y la que corresponde a las nuevas. Los VPP de ambos grupos de acciones deberían calcularse separadamente.

Si es posible y probable que los accionistas preexistentes ejerzan su derecho de preferencia y efectúen aportes que les permitan mantener sus porcentajes de tenencia accionaria, en cuyo caso aumentarían tanto el patrimonio de la emisora como el número de acciones que fijan los derechos sobre él.

Si los aportes irrevocables fueran proporcionales a la tenencia previa de acciones, el VPP corregido sería igual al calculado considerando directamente la proporción de la tenencia sobre el patrimonio de la emisora.

El VPP cuando hay opciones que pueden modificar el patrimonio.

Otro caso que debería ser considerado especialmente se presenta cuando el número de acciones emitidas puede modificarse con motivo de: El ejercicio de opciones ya otorgadas a terceros para:

La suscripción de nuevas acciones. La conversión de títulos de deuda en acciones. La conversión de acciones preferidas en ordinarias.

La conversión de acciones preferidas ya emitidas en acciones ordinarias cuando la decisión está en manos de la empresa emisora.

Criterios de contabilización.

Participación en sociedades (excepto joint ventures).

Cuando la inversión en acciones de otras sociedades es permanente, la medición de sus beneficios guarda relación directa con su VPP, teniendo menos importancia: Las variaciones de las cotizaciones de las acciones en los mercados de valores, porque no

existe la intención de venderlas en ellos. Los dividendos declarados y pagados por la empresa emisora, que reducen su VPP.

Acciones ordinarias.

Lo más razonable para la valuación de acciones ordinarias de otras sociedades, es el empleo del método el VPP o método patrimonial según el cual las participaciones se computan sobre la base de la participación de la sociedad inversora en el patrimonio y los resultados del ente en el cual se ha invertido.Por otra parte, cuando se presentan tanto estados consolidados cono individuales, es imprescindible que en estos últimos, las valuaciones en controladas se hagan empleando el método del VPP.Pese a la superioridad del método del VPP, la doctrina y las normas contables también contemplan otros dos métodos de valuación: El de costo, por el cual:

Las inversiones se llevan al costo (en su caso ajustado por inflación). Se reconocen como ganancias los dividendos en efectivo declarados por la emisora y

luego percibidos por la inversora. Se reconocen resultados por las ventas de las inversiones.

El de costo más dividendos, que se diferencia del anterior en que también se contabilizan como resultados los mal llamados dividendos en acciones, en cuyo caso se los computa s u valor nominal.

Cualquiera sea el criterio primario de valuación, en ningún caso la inversión debería valuarse por encima de su valor recuperable.El método del VPP procura la aplicación correcta del concepto de devengamiento, pues asigna los resultados a los períodos en que se producen los hechos que los generan.En cambio, la valuación al costo conlleva el reconocimiento de resultados en los períodos en que se toman determinadas decisiones societarias.

Acciones preferidas.

Hay quienes consideran que las acciones preferidas son (siempre) un elemento de la financiación ajena y hay quienes opinan que los tenedores de accionistas preferidos son (siempre) socios y nunca acreedores.Si se concluyese que la valuación debe efectuarse al VPP, debe tenerse en cuenta que el de las acciones preferidas es distinto al de las acciones ordinarias.

Participaciones en joint ventures.

Casos en que no se crean entes separados.

Cuando el joint venture no da lugar a la creación de entes separados, es razonable que los intervinientes contabilicen sus propios activos y los débitos o créditos a los otros socios motivados en las participaciones en ingresos, gastos, ganancias pérdidas o resultados netos.

Casos en que se crean entes separados.

Parece razonables que quienes participan del control conjunto de un ente especialmente creado para encarar un emprendimiento incluyan en los registros contables las proporciones que les correspondan sobre los bienes, obligaciones y resultados del ente creado (además de los propios). Este método se denomina de la consolidación proporcional.Quienes no participen del control conjunto deberían tratar a la inversión como a cualquier otra,

Cambios de criterio.

Si no habiendo variado las situaciones se cambiase de criterio contable, debería darse a este hecho el tratamiento usual: considerarlo como un AREA y explicar en nota el cambio, sus motivos y sus efectos sobre los principales componentes de los estados contables.Pero si el cambio de criterio estuviese justificado por una modificación de las condiciones del caso, lo razonable sería afectar el resultado del período.

Valor recuperable.

El valor recuperable de las inversiones en otros entes es de muy difícil cálculo. Quizá por esto, suele aceptarse el criterio de considerar que la mejor expresión de dicho valor recuperable es su VPP.Sin embargo, no debe descartarse la posibilidad de que la inversión sea total o parcialmente irrecuperable y que su valor recuperable esté por debajo del VPP. En este caso, como valor recuperable debería tomarse lo que se espere recuperar a través de la venta de la inversión o como consecuencia de la liquidación del ente en el cual se participa.

Aplicación del método del VPP.

Requisitos referidos a los estados contables de la emisora.

Para aplicar el método del VPP, hay que disponer de estados contables de la emisora.

Fecha.

Lo más adecuado en esta materia es que las fechas de los estados contables de la inversora y la emisora coincidan.Si la fecha de los estados contables oficiales de la emisora fuese distinta a la fecha de los estados de la inversora, lo más razonable sería obtener de la primera estados contables especiales. Esto no debería ofrecer problemas cuando existe control o influencia significativa. De hecho, la imposibilidad de conseguir tales estados especiales sería una evidencia de que la referida influencia no existe.En cambio, cuando existe una diferencia de fechas y no se tienen ni control ni influencia significativa, una alternativa consistiría en aplicar estar reglas: Utilizar los últimos estados contables emitidos por la emisora antes de la finalización de las

tareas de preparación de los estados contables de la inversora. Dar consideración a los hechos importantes ocurridos entre ambos cierres y que afecten el

patrimonio de la inversora. Si se emplea una unidad de medida homogénea, en moneda de la fecha de cierre de la

tenedora.Hay normas contables que consideran que no debe admitirse una diferencia de fechas muy amplia.En la Argentina, cuando hay una diferencia entre las fechas de los estados de la emisora y la inversora, la RT 5: Requiere, con carácter general, que se preparen estados contables especiales a la fecha de

cierre de la sociedad inversora. Acepta que excepcionalmente se utilicen los últimos estados contables oficiales de la

emisora (previa reexpresión a moneda de la fecha de cierre de la inversora), siempre que la diferencia entre fechas de cierre no supere los tres meses.

Criterios contables utilizados en su preparación.

Para que exista homogeneidad entre la valuación de la inversión y de los restantes activos de la inversora, los estados contables de la emisora deberían haber sido: Preparados de acuerdo con normas contables similares a las empleados por la inversora. Adaptados a lo dispuesto por dichas normas. Esta adaptación incluye la corrección de los

errores contables que pueda haber cometido la emisora.En la Argentina, la RT 5 admite que los estados contables de inversiones en sociedades vinculadas no controladas estén preparados de acuerdo con las normas contables vigentes, interpretamos que la expresión se refiere a las normas contables profesionales en vigor en el domicilio de la emisora, aunque difieran de las que rigen en la jurisdicción de la inversora.

Auditoría.

La RT 5 requiere que los estados contables de las sociedades controladas o vinculadas utilizados para aplicar el método del VPP cuenten con la opinión de una auditor independiente.

Valuación de la inversión.

Consideraciones generales.

Se considera que el valor de la inversión está dado por su VPP. El problema a considerar para aplicar este concepto general es si debe utilizarse: El VPP que surge de los estados contables de la emisora, al que llamaremos VPP contable. Algún otro VPP más real.Si los estados contables contuviesen valuaciones adecuadas de todos los activos y pasivos de la emisora, la única alternativa razonable sería la primera. Pero el problema es que el VPP contable puede ser inadecuado por: No considerar los efectos de la inflación. Basarse en valuaciones distintas a las que se consideraría para fijar los precios de compra y

venta de las acciones de la emisora.

Una de las causas de que esto ocurra es que la contabilidad no suele reflejar los intangibles generados por el accionar de la empresa emisora.

Cálculo del VPP contable.

Si la información original estuviese en otra moneda debería convertirse en la unidad monetaria empleada por la tenedora.Las normas contables suelen requerir que del patrimonio contable de la emisora se excluyan los efectos de las operaciones con la inversora que no hayan trascendido a terceros, tal como se hace cuando se consolidan estados contables.Estas exclusiones fueron pensadas para una contabilidad histórica, por lo que no necesariamente son razonables.En definitiva, pensamos que sólo deberían formularse ajustes al patrimonio de la emisora cuando ésta sea una controlada y con el alcance necesario para que el patrimonio y el resultado que aparezcan en los estados contables individuales de la inversora coincidan con los que figuren en sus estados consolidados.La RT 5 requiere tanto los ajustes referidos como la eliminación de los resultados propios de la tenedora por operaciones con la emisora que no hayan trascendido a tercero, en la proporción correspondiente a su tenencia.Si esta regla se aplicase en un caso de control, debería eliminarse toda la ganancia y no sólo un porcentaje de ella. Y si no hay control, la operación debería considerarse hecha con un ente independiente y no sería razonable la ganancia ni parte de ella.

Diferencias entre el costo de compra y el VPP contable.

Si la inversión se valuase al VPP contable, en el momento de la compra debería imputarse a resultados la diferencia entre ese importe y el costo de adquisición. Y es claro que esto sería irrazonable si tal diferencia tuviese causas reales como: No coincidir las valuaciones contables de los activos identificables y de los pasivos de la

emisora con las consideradas a los efectos de la fijación del precio de las acciones compradas.

No reconocer la contabilidad de la emisora el valor de sus intangibles no identificables.Por lo expuesto, sería más razonable considerar siempre algún VPP más real que el VPP contable, pero no es fácil hacerlo con un mínimo de objetividad.La doctrina propone que las diferencias objetivamente calculadas y que satisfagan las condiciones para su reconocimiento como activos o pasivos al momento de la adquisición de las acciones sean: Contabilizadas como tales. Amortizadas con posterioridad para regularizar los resultados periódicos.Esto significa que en cualquier momento posterior al de la compra, la contabilidad de la tenedora mostraría activos medidos: Al VPP contable de la emisora a esa fecha, más (menos): La porción no amortizada de la participación de la tenedora en la diferencia entre el VPP

contable y el más real a la fecha de compra de las acciones que se haya reconocido como activo.

A medida que se amortiza la diferencia recién referida, la valuación contable de la inversión se acerca al VPP contable de la emisora.

Resultados a reconocer.

A la fecha de la primera compra de acciones se reconoce en resultados cualquier pérdida o ganancia atribuible al hecho de haber efectuado un mal o buen negocio.Cuando hay compras adicionales o ventas puede haber: Nuevos resultados por malos o buenos negocios. Resultados producidos por los cambios de situación que genere la operación y que

requieran (para la valuación de las inversiones anteriores) la adopción de criterios contables distintos a los previamente utilizados.

Variaciones patrimoniales de la emisora.

Todas las variaciones patrimoniales cuantitativas de la emisora afectan el VPP contable. En la contabilidad de la tenedora, la contrapartida de la variación de dicho VPP debe guardar una coherencia razonable con lo contabilizado por la tenedora.Las variaciones puramente cualitativas del patrimonio de la emisora que no afectan su cuantía tampoco lo hacen con el VPP registrado por la tenedora. Este es el caso de: Los dividendos en acciones. Las capitalizaciones del ajuste del capital o de ganancias.

Ventas.

La venta de acciones implica un resultado por la diferencia entre los ingresos obtenidos y su valuación contable previa, efectuada de acuerdo con el método descripto. Esto implica que no deben mezclarse los resultados de la inversión y de la venta.Un caso a analizar especialmente es el que se presenta cuando la venta no es total y hace desaparecer los supuestos que, de acuerdo con las normas contables, obligan (o permiten) el empleo del método del VPP.En consecuencia, correspondería: Cambiar el criterio contable. Imputar a resultados el efecto del cambio.

Ajustes por inflación.

La reexpresión monetaria del VPP, de sus ajustes y de sus variaciones no ofrece mayores problemas en tanto las cifras extraídas de los estados contables de la emisora y de otros antecedentes estén expresadas en moneda de poder adquisitivo definido.

Normas contables vigentes en la Argentina.

Normas contables profesionales.

Normas de la RT 10 y la RT 6.

La RT 10 requiere la aplicación de estos criterio de valuación de inversiones permanentes: Sociedades controladas o vinculadas sobre las que se ejerza influencia significativa: al VPP. Sociedades sobre las que no se ejerza influencia significativa:

Si las acciones tienen cotización en bolsas o mercados: aplicar la misma norma que para las inversiones corrientes.

Si no tienen cotización pero existe una expectativa razonable de poder acceder al mayor valor de la inversión vía recepción de dividendos o venta de la inversión: a su VPP.

Si no se da ninguna de las condiciones anteriores: al costo original (reexpresado) con el límite del VPP.

La RT 6 solo exigía el método del VPP para las inversiones en sociedades controladas.

Normas de la RT 5.

La RT 5 se refiere específicamente a las valuaciones de inversiones en sociedades sobre las que se ejerce control o influencia significativa. Ésta fue modificada en 1992 por la RT 10.

Normas internacionales de contabilidad.

Inversiones en sociedades controladas (NIC 27).

La NIC 27 admite que en los estados contables individuales de una controlante, sus inversiones en sociedades controladas consolidadas se contabilicen indistintamente: Usando el método del VPP. Al costo o sobre la base de revalúos.En el caso de inversiones en controladas no consolidadas, sólo puede aplicarse el segundo criterio.

Inversiones en sociedades asociadas (NIC 28).

Concepto de empresa “asociada”.

La NIC 28 denomina asociada a la empresa en la cual el inversor tiene influencia significativa y que no es ni una subsidiaria ni un joint venture del inversor.

Concepto de influencia significativa.

La NIC 28 establece que: Una participación del 20% o más sobre los votos de una empresa otorga influencia

significativa. Una participación menor indica que no hay tal influencia.

Normas para los estados consolidados.

Para preparar los estados consolidados, las inversiones en asociadas (empresas sobre las que se posee influencia significativa pero no control) se contabilicen al VPP, a menos que hayan sido hechas con vistas a su venta futura, en cuyo caso debe emplearse el método del costo.También dispone que debe cesarse en la aplicación del método del VPP cuando se pierda la influencia significativa.

Normas para estados individuales.

Si una empresa presenta estados consolidados e individuales, la valuación en éstos de las inversiones en asociadas puede contabilizarse: Por el método del VPP o el del costo (el que se emplee en los estados consolidados). Al costo o por sus valores revaluados.En el caso que se presenten estados individuales pero no consolidados, la contabilización debe efectuarse: Por el método del VPP o el del costo. Al costo o por sus valores revaluados.

Dividendos distribuidos (NIC 18).

La NIC 18 establece que los dividendos sobre inversiones no contabilizadas al VPP deben reconocerse cuando se establece el derecho del inversor a recibirlo.