constituciÓn de 1857

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CONSTITUCIÓN DE 1857 http://mx.answers.yahoo.com/question/ ¿Que principios establecian la constitucion del 1857 en los siguentes aspectos Libertades de las personas? Mejor respuesta - elegida por los votantes Esta fue promulgada el 5 de febrero de 1857 (en méxico). también la constitución de 1917 fue promulgada un 5 de febrero (en querétaro). entre los diputados notables del congreso constituyente de 1856 se encontraban ignacio ramírez, político y poeta conocido como "el nigromante", josé maría mata, ponciano arriaga, santos degollado, melchor ocampo, miguel y sebastián lerdo de tejada, benito juárez, y otros más. La mayoría de ellos de ellos eran fanáticos masones. como no había conservadores entre ellos, esta constitución salió puramente liberal, lo que provocó en los conservadores un descontento y rechazó absoluto, declarándose enemigos de ella y repudiándola. algunos de sus puntos eran:

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Page 1: CONSTITUCIÓN DE 1857

CONSTITUCIÓN DE 1857

http://mx.answers.yahoo.com/question/

¿Que principios establecian la constitucion del 1857 en los siguentes aspectos Libertades de las personas?

Mejor respuesta - elegida por los votantes

Esta fue promulgada el 5 de febrero de 1857 (en méxico). también la constitución de

1917 fue promulgada un 5 de febrero (en querétaro). entre los diputados notables

del congreso constituyente de 1856 se encontraban ignacio ramírez, político y poeta

conocido como "el nigromante", josé maría mata, ponciano arriaga, santos

degollado, melchor ocampo, miguel y sebastián lerdo de tejada, benito juárez, y

otros más.

La mayoría de ellos de ellos eran fanáticos masones. como no había conservadores

entre ellos, esta constitución salió puramente liberal, lo que provocó en los

conservadores un descontento y rechazó absoluto, declarándose enemigos de ella y

repudiándola. algunos de sus puntos eran:

1. no se reconoció la libertad de cultos, únicamente la religión cristiano-católica. esto

era un ardid político para que la juraran todos.

2. decretaba ya, parcialmente, la diferencia o separación entre la iglesia y el estado.

3. establecía un registro civil. con esto, el registro parroquial dejaba de ser el oficial.

4. no se nacionalizaban los bienes del clero; pero la iglesia no podía administrar o

poseer bienes raíces.

Page 2: CONSTITUCIÓN DE 1857

5. el respeto a las garantías individuales, llamados derechos humanos, declarados

por primera vez durante la revolución francesa.

6. establecía un sistema unicameral en el poder legislativo; con ello desaparecía la

cámara de senadores y quedaba solo la de diputados. esto no fue del agrado de

comonfort porque se dotaba de gran fuerza al poder legislativo y con ello el ejecutivo

perdía ventaja en el dominio del país.

7. se ratificaba la ley juárez, es decir se prohibía a los tribunales eclesiásticos y

militares conocer en materia que no fuera de su absoluta competencia.

8. proclamaba la libertad de pensamiento y expresión del hombre.

9. proclamaba la libertad de enseñanza y de prensa. esa libertad de prensa atacaba

a la iglesia; pero también era un arma de doble filo, porque se podía revertir contra

el gobierno mismo y presentarlo o exponerlo públicamente.

10. sé reimponía la exclaustración.

con todo esto y con la amenaza de la iglesia de excomulgar a quien jurara la

constitución, casi nadie la juró, salvo los empleados y funcionarios públicos, a

quienes se les obligo a hacerlo.

La constitución de 1857 formó parte de la legislación conocida como las Leyes de

Reforma, promulgadas por un grupo de liberales del que destacan Benito Juárez,

Miguel Lerdo de Tejada y Melchor Ocampo.

El Congreso Constituyente inició sus labores el 18 de febrero de 1856, y durante

casi un año la Asamblea Legislativa -conformada por hombres como Valentín

Gómez Farías, Francisco Zarco, Ponciano Arriaga, Guillermo Prieto, Ignacio

Ramírez e Ignacio Luis Vallarta- debatió temas fundamentales para la Nación: los

derechos del hombre, la forma de gobierno, la soberanía de los estados con

Page 3: CONSTITUCIÓN DE 1857

respecto al centro, la división de poderes y el respeto a la Constitución.

Los derechos del hombre fueron claramente formulados en veintinueve artículos, en

ellos se enfatizó que eran la base de las instituciones y que el ser humano era libre

e igual ante la ley, por lo que se excluían los tribunales especiales, los títulos de

nobleza y los honores hereditarios. La libertad fue extendida a la enseñanza, el

trabajo, la expresión de las ideas, la imprenta, así como la asociación, portación de

armas y el libre tránsito. En cuanto a la Soberanía Nacional (artículo 39), se hizo

residir "esencial y originalmente en el pueblo", lo cual modificó el precepto

establecido por el Acta y la Constitución de 1824, donde quedó plasmado que la

soberanía descansaba en la Nación.

Finalmente, estipulaba que la Nación estaría organizada como República

representativa, democrática y federal.

Uno de los temas más discutidos en el Congreso Constituyente de 1856-1857 fue el

concerniente a la religión. El proyecto elaborado por la comisión de la Constitución

propuso, en el artículo 15, que "no se expedirá en la República ninguna ley, ni orden

de autoridad que prohiba o impida el ejercicio de ningún culto religioso..."

Formalmente, la Constitución de 1857 siguió vigente hasta la aprobación en 1917 de

la actual.

Conclusión:

Pues finalmente el Congreso promulgó la nueva Constitución el 5 de febrero de

1857.

Esta declaraba la libertad de enseñanza, de imprenta, de industria, de comercio, de

trabajo y de asociación. Volvía a organizar al país como una república federal. Entre

otras cosas, incluía un capítulo dedicado a las garantías individuales, y un

procedimiento judicial para proteger esos derechos conocido como amparo.

Page 4: CONSTITUCIÓN DE 1857

También apoyaba la autonomía de los municipios, en que se dividen los estados

desde un punto de vista político.

El presidente Comonfort temía que las ideas liberales de la Constitución provocaran

un conflicto social y decidió no aplicarla. Los conservadores, dirigidos por Félix

María Zuloaga, se rebelaron contra la Constitución. Comonfort intentó negociar con

los sublevados pero fracasó,

El Nigromante, en voz de su bisnietoRevelan las memorias prohibidas del más liberal de los liberales.

2010-06-07•Cultura

Este 2010, año del Bicentenario, es buen momento para “analizar nuestros errores como nación y empezar un camino libre”, pues ahora, “el pueblo está preparado para analizar la historia con frialdad”, dijo el abogado Emilio Arellano, al presentar el libro Ignacio Ramírez ‘El Nigromante’. Memorias prohibidas en la ciudad de Puebla. “Esta obra confirma que sería un error calificar de aburrido al pasado,” señala una de las partes de este libro que en 205 páginas y 11 capítulos hace revelaciones históricas, como la copia de una carta en la que Porfirio Díaz renuncia a la Constitución de 1857 a cambio de la extremaunción de su esposa Delfina Ortega; o la relación de Lino Ramírez, padre de El Nigromante, con el levantamiento contra el gobierno español, quien elaboraba pólvora para los insurgentes.

A cien años del pacto de honor entre descendientes de los liberales para no hablar de sus antepasados, Emilio Arellano plasma parte de la vida de su bisabuelo, al que conoció desde 1980.

El jueves por la noche, en Profética, casa de la Lectura, Arellano relató anécdotas que pocos conocen de ‘El Nigromante’, quien desde su infancia desdeñó que “su prefector lo llevara a calvarios entre ostias y consagraciones”, y blasfemaba a propósito para que lo castigaran llevándolo a la biblioteca.

La apasionante lucha de su padre Lino Ramírez llevó a “El Nigromante” a ver de una manera revolucionaria la educación, los derechos de los campesinos, la relación entre el Estado y el clero y la libertad de expresión, viendo cristalizada esta última idea con la fundación de 14 diarios. A él se le atribuye la elaboración de los primeros libros gratuitos de texto hechos con papel de estraza, y la exclaustración de los conventos que, por lo menos en Puebla, tenían 116 mil cabezas de ganado.

El libro hace énfasis en la relación de Benito Juárez con “El Nigromante”, llena de estima en algún tiempo y resquebrajada por incongruencias que al parecer del luchador social tenía el entonces presidente, como la excesiva intervención del clero en asuntos del Estado.

Page 5: CONSTITUCIÓN DE 1857

Las acciones que El Nigromante emprendiera en el siglo XIX le costaron tres excomuniones, varias aprehensiones e incluso la muerte; por ello, Emilio Arellano consideró que es importante valorar la historia nacional, porque la ideología que provocó Ignacio Ramírez sin duda revolucionó a México.

La esperanza de libertad que dejó Ignacio Ramírez se reflejó en el interés de los asistentes, quienes al finalizar la presentación rodearon al autor para intercambiar opiniones.

Arellano informó que para conmemorar el aniversario 192 del natalicio de don Ignacio Ramírez, la Dirección de Educación y Cultura de San Miguel de Allende, Guanajuato –ciudad en donde nació El Nigromante– realizará eventos musicales, una exposición de documentos, sesión de cabildo y un desfile, del 19 al 22 de julio, que tendrán como tema central la historia de “El Nigromante”.

Ramírez, Ignacio "El Nigromante"

Nació en San Miguel el Grande, Guanajuato, el 22 de junio de 1818. Murió en julio

de 1879.

Su infancia se vio envuelta en las luchas que se dieron después del derrocamiento

del gobierno virreinal. Su padre, fue un luchador incansable del liberalismo y la

defensa de la República, por ello, su familia y él sufrieron persecuciones. Al llegar a

la ciudad de México, Ignacio Ramírez, que para entonces contaba con 16 años,

pudo ingresar al Colegio particular de San Gregorio donde tuvo una formación de

pensamiento racional y científico con ideas políticas y sociales avanzadas, en

particular las ideas liberales. A los 27 años fundó el periódico Don Simplicio junto

con otros compañeros; a través de él difundió las ideas liberales. Firmaba con el

pseudónimo del "Nigromante". En 1846 el gobierno de Mariano Paredes clausuró el

periódico y encarceló a los redactores por las críticas que hacían, debido a la

postura que tomó ante la invasión norteamericana. Al recuperar su libertad, el nuevo

gobierno lo nombró Ministro de Hacienda y Guerra del Estado de México; desde

esta posición elaboró una ley para que los alumnos más destacados fueran becados

al Instituto Literario de Toluca, la mejor escuela de ese entonces. Así fue como

muchos jovenes indígenas pudiern llegar a esta casa de estudios, entre éllos,

Ignacio Manuel Altamirano.

Tras la caída de la ciudad de México en la guerra de 1847 contra Estados Unidos,

Ignacio Ramírez participo como voluntario en la batalla de Padierna. Después de

ésta se dedicó a defender a los indios que vivían en condiciones miserables,

Page 6: CONSTITUCIÓN DE 1857

defendía el derecho a ser educados porque sólo así podían participar como

ciudadanos. Al triunfo de los liberales mexicanos "El Nigromante" participó en la

redacción de la Constitución de 1857, insistió en promulgar leyes que mejoraran a

los indios, a los trabajadores y a los huérfanos en abandono.

Bajo el gobierno de Juárez fue nombrado Ministro de Justicia e Instrucción Pública,

trabajó para aplicar los principios del liberalismo en la educación; dictó leyes sobre

instrucción pública para que el Estado se hiciera cargo de la educación; elaboró

planes de estudio; supervisó la labor educativa en las escuelas públicas y privadas y

se dedicó personalmente a la preparación de los maestros.

Se opuso a la imposición del emperador Maximiliano de Habsburgo, lo encarcelaron

y fue

enviado a San Juan de Ulúa; al quedar libre vio la restauración de la República.

Desde entonces se dedicó a promover actividades artísticas, científicas y literarias;

fundó revistas y creó un club literario llamado Liceo Hidalgo.

Fuentes Secundarias: Moreno y Kalbtk, Salvador (coord.), Diccionario Biográfico

Magisterial, T. I, México, SEP, 1994, pp. 89 - 90.

Sobre la Constitución del 57 y el trabajador actualLa Constitución de 1857, que para un buen número de estudiosos del derecho constitucional representa la máxima expresión jurídica producida en nuestra nación, no consagra derecho social alguno; sin embargo, en las discusiones llevadas a cabo por el constituyente, destacan sin duda alguna las palabras expresadas en favor de los obreros por Juan Ignacio Paulino Ramírez Calzada, mejor conocido como “El Nigromante”.

Dijo El Nigromante: “El más grave de los cargos que hago a la comisión es de haber conservado la servidumbre de los jornaleros. El jornalero es un hombre que a fuerza de penosos y continuos trabajos arranca de la tierra, ya la espiga que alimenta, ya la seda y el oro que engalana a los pueblos. En su mano creadora el rudo instrumento se convierte en máquina y la informe piedra en magníficos palacios. Las invenciones prodigiosas de la industria se deben a un reducido número de sabios y a millones de jornaleros: donde quiera que exista un valor, allí se encuentra la efigie soberana del trabajo.”

“Pues bien, el jornalero es esclavo. Primitivamente lo fue del hombre; a esta condición lo redujo el derecho de la guerra, terrible sanción del derecho divino.

Page 7: CONSTITUCIÓN DE 1857

Como esclavo nada le pertenece, ni su familia, ni su existencia, y el alimento no es para el hombre máquina un derecho, sino una obligación de conservarse para el servicio de los propietarios. En diversas épocas el hombre productor, emancipándose del hombre rentista siguió sometido a la servidumbre de a tierra; el feudalismo de la Edad Media, y el de Rusia y el de la tierra caliente, son bastante conocidos para que sea necesario pintar sus horrores. Logró también quebrantar el trabajador las cadenas que lo unían al suelo como un producto de la naturaleza y hoy se encuentra esclavo del capital que, no necesitando sino breves horas de su vida, especula hasta con sus mismos alimentos. Antes el siervo era el árbol que se cultivaba para que produjera abundantes frutos, hoy el trabajador es la caña que se exprime y se abandona. Así es que el grande, el verdadero problema social, es emancipar a los jornaleros de los capitalistas: la resolución es muy sencilla y se reduce a convertir en capital el trabajo. Esta operación exigida imperiosamente por la justicia, asegurará al jornalero no solamente el salario que conviene a su subsistencia, sino un derecho a dividir proporcionalmente las ganancias con todo empresario. La escuela económica tiene razón al proclamar que el capital en numerario debe producir un rédito como el capital en efectos mercantiles y en bienes raíces; los economistas completarán su obra, adelantándose a las aspiraciones del socialismo, el día que concedan los derechos incuestionables a un rédito al capital trabajo. Sabios economistas de la comisión, en vano proclamaréis la soberanía del pueblo mientras privéis a cada jornalero de todo el fruto de su trabajo y lo obliguéis a comerse su capital y le pongáis en cambio una ridícula corona sobre la frente. Mientras el trabajador consuma sus fondos bajo la forma de salario y ceda sus rentas con todas las utilidades de la empresa al socio capitalista, la caja de ahorros es una ilusión, el banco del pueblo es una metáfora, el inmediato productor de todas las riquezas no disfrutará de ningún crédito mercantil en el mercado, no podrá ejercer los derechos de ciudadano, no podrá instruirse, no podrá educar a su familia, perecerá de miseria en su vejez y en sus enfermedades. En esta falta de elementos sociales, encontraréis el verdadero secreto de por qué vuestro sistema municipal es una quimera”

“He desvanecido las ilusiones a que la comisión se ha entregado, ningún escrúpulo me atormenta. Yo se bien que a pesar del engaño y de la opresión, muchas naciones han levantado su fama hasta una esfera deslumbradora; pero hoy los pueblos no desean ni el trono diamantino de Napoleón, nadando en sangre, ni el rico botín que cada año se dividen los Estados Unidos conquistado por piratas y conservado por esclavos. No quieren, no, el esplendor de sus señores, sino un modesto bienestar derramado entre todos los individuos. El instinto de la conservación personal, que mueve los labios del niño buscándole alimento y es el último despojo que entregamos a la muerte, he aquí la base del edificio social.”

“La nación mexicana no puede organizarse con los elementos de la antigua ciencia política, porque ellos son la expresión de la esclavitud y de las preocupaciones; necesita una constitución que le organice el progreso, que ponga el orden en el movimiento. ¿A qué se reduce esta constitución que establece el orden en la inmovilidad absoluta? Es una tumba preparada para un cuerpo que vive. Señores, nosotros acordamos con entusiasmo un privilegio al que introduce una raza de caballos o inventa un arma mortífera; formemos una constitución que se funde en el privilegio de los menesterosos, de los ignorantes, de los débiles, para que de este modo mejoremos nuestra raza y para que el poder público no sea otra cosa que la beneficencia organizada”.

Las emotivas palabras expresadas por “El Nigromante” desafortunadamente no tuvieron un efecto real en la constitución de 1857, quedan como anécdota para la

Page 8: CONSTITUCIÓN DE 1857

historia; sin embargo, no por ello deja de ser dramático que a ciento cincuenta años de distancia continúen vigentes; y es que el triunfo de los sofistas iniciado por los griegos y consolidado por Maquiavelo ha llevado a la humanidad a un estado de miseria moral; los políticos buscan el poder para beneficio de unos cuantos allegados y miembros de la clase gobernante, en cierta medida no hemos superado el sistema cortesano; son contados los países que se han convertido en auténticos estados constitucionales cuya carta magna es motor, dirección y control del progreso económico, político y social. Lamentablemente nuestro país no se encuentra entre ellos. Es lamentable escuchar loas a nuestra constitución vigente, que dicho sea de paso nació con vicios de origen, y que se refieren a ella como la primera constitución social de la historia; el problema, como todos sabemos, es que no basta un precepto constitucional para hacer que lo ordenado en el cuerpo del mismo sea cumplido; se requieren leyes secundarias que aseguren el cabal cumplimiento de lo señalado en la ley fundamental. Individuos como Ignacio Burgoa, elevado a los altares de la ciencia jurídica por algunos, no han sido sino mercaderes de su conocimiento al servicio del Estado; no dudamos de su capacidad como juristas, pero afirmamos que se vendieron al Estado y manipularon conceptos sustanciales de nuestra constitución vigente que han permitido a la clase gobernante permanecer en el privilegio y la opulencia mientras el pueblo de jornaleros es cada día más miserable. No en vano se le atribuye la frase “..hay que agitarlo todo para que no se mueva nada..”.

Hay quienes afirman que no tenemos opción porque somos un país pobre; pero si revisamos la historia nos daremos cuenta que México dista mucho de ser un país pobre, ha generado cuantiosa riqueza, desafortunadamente para unos cuantos; hay quien hoy en día afirma que los patrones no pueden pagar mejores jornales; nada más alejado de la realidad; vemos diariamente en nuestra experiencia profesional y en nuestra vida cotidiana como los patrones acumulan fortunas inmensas a costa de la explotación de los trabajadores; riqueza hay, pero la ley esta diseñada para que sea mal repartida; esa es la respuesta de los ochenta millones de mexicanos pobres; no la carencia de recursos económicos de los patrones y del estado; tenemos una de las burocracias mejor pagadas del planeta; irónicamente en un país que ellos mismos catalogan como pobre. En cierto sentido, la situación de la gran mayoría de los jornaleros mexicanos no ha mutado desde que “El Nigromante” pronunció para historia su memorable discurso. Triste realidad de la nación mexicana.

Debemos señalar que en otros escritos hemos reflexionado sobre la tenue línea que separa los derechos fundamentales y la protección del Estado al trabajador; pero ratificamos lo manifestado en el sentido que en la búsqueda de la justicia el legislador debe atender siempre al bien de la mayoría, porque al final el bienestar de la mayoría se verá reflejado en el bienestar de la nación y en la eficiencia del Estado para cumplir los fines teleológicos del mismo, que no es otro que la felicidad de cada uno de los integrantes de su población.

La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857 fue una constitución de ideología liberal redactada por el Congreso Constituyente de 1857 durante la presidencia de Ignacio Comonfort. Fue jurada el 5 de febrero de 1857. Estableció las garantías individuales a los ciudadanos mexicanos, la libertad de expresión, la libertad de asamblea, la libertad de portar armas. Reafirmó la abolición de la esclavitud, eliminó la prisión por deudas civiles, las formas de castigo por tormento incluyendo la pena de muerte, las alcabalas y aduanas internas. Prohibió los títulos de nobleza, honores hereditarios y monopolios.

Page 9: CONSTITUCIÓN DE 1857

Ciertos artículos fueron contrarios a los intereses de la Iglesia Católica, como la enseñanza libre de dogma, la supresión de fueros institucionales, y la enajenación de bienes raíces por parte de la misma. El Partido Conservador se opuso a la promulgación de la nueva Carta Magna polarizando así a la sociedad mexicana. A consecuencia, se inició la Guerra de Reforma, las pugnas entre liberales y conservadores se prolongaron por la Segunda Intervención francesa y por el establecimiento del Segundo Imperio Mexicano. Diez años más tarde, con la república restaurada, la Constitución tuvo vigencia en todo el territorio nacional.

Contenido

[ocultar]

1 Antecedentes

2 Contenido

3 Federación

4 Reacciones

5 Consecuencias

6 Véase también

7 Referencias

8 Bibliografía

9 Enlaces externos

[editar] Antecedentes

Una vez derrocada la dictadura de Antonio López de Santa Anna en 1855, Juan Nepomuceno Álvarez Hurtado ocupó la presidencia por un corto período. De acuerdo a lo establecido en el Plan de Ayutla convocó al Congreso Constituyente el 16 de octubre del mismo año, con la finalidad de establecer una sede en Dolores Hidalgo para redactar una nueva constitución de ideología liberal. Al año siguiente el presidente en turno, Ignacio Comonfort, ratificó la convocatoria trasladando la sede a la Ciudad de México.[1]

El Congreso se encontraba dividido entre dos facciones principales. Por un lado los liberales moderados que eran mayoría, su plan era restablecer la Constitución de 1824 con algunos cambios, entre ellos destacaron Mariano Arizcorreta, Marcelino Castañeda, Joaquín Cardoso y Pedro Escudero y Echánove. Por otra parte, los liberales puros[2] que pretendían realizar una nueva redacción de la Carta Magna, entre ellos destacaron Ponciano Arriaga, Guillermo Prieto, Francisco Zarco, José María Mata y Santos Degollado. Las discusiones fueron acaloradas y se prolongaron a lo largo de un año.[1]

Page 10: CONSTITUCIÓN DE 1857

El presidente Comonfort tuvo injerencia a través de sus ministros a favor de la facción moderada, pues esta era la ideología con la que él mismo simpatizaba. A pesar de la oposición del Poder Ejecutivo y de ser minoría, los puros lograron imponer sus propuestas. Las reformas más discutidas eran: la que prohibía la adquisición de propiedades a las corporaciones eclesiásticas, la exclusión de los eclesiásticos en puestos públicos, la abolición de los fueros eclesiástico y militar (Ley Juárez), y la libertad de cultos.

Estas reformas eran contrarias a los intereses de la Iglesia Católica. Durante el transcurso de las sesiones del Congreso, una insurrección a favor del clero, apoyada por los conservadores —acérrimos rivales de los liberales— tomó fuerza en Zacapoaxtla y Puebla. El presidente Comonfort envió a las tropas federales y sometió a los rebeldes.[3]

[editar] Contenido

La Constitución de 1857 estaba conformada por 8 títulos y 128 artículos, fue similar a la de carta magna de 1824, implantó de nueva cuenta el federalismo y la república representativa, la cual constaba de veinticinco estados, un territorio y el distrito federal. Apoyó la autonomía de los municipios en los que se divide políticamente cada estado. Los artículos más relevantes consistían en:

2. Abolición de la esclavitud.

3. Enseñanza libre (ninguna limitación en favor del dogma).

5. Libertad de vocación, prohibición de contratos con pérdida de libertad por

causa de trabajo, educación o voto religioso.

7. Libertad de expresión.

10. Libertad de portar armas.

13. Prohibición de fueros a personas o instituciones, supresión de tribunales

especiales (Ley Juárez).

12. No se reconocen títulos nobiliarios.

22. Prohibición de penas por mutilación, azotes, y tormento de cualquier

especie.

23. Abolición de pena de muerte, reservada solo al traidor a la patria,

salteadores de caminos, incendiarios, parricidas, y homicidas con el

agravante de alevosía, premeditación o ventaja. Así como delitos del orden

militar o piratería.

Page 11: CONSTITUCIÓN DE 1857

27. Ninguna corporación civil o eclesiástica tiene capacidad para adquirir o

administrar bienes raíces, a excepción de los edificios al servicio u objeto de

la institución (antecedente de la Ley Lerdo).

30. Definición de nacionalidad mexicana.

31. Obligaciones de los mexicanos.

36. Obligaciones de los ciudadanos.

39. La soberanía de la nación dimana del pueblo.

50. División de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

124. Prohibición de alcabalas y aduanas internas.

128. Inviolabilidad de la Constitución.

Entre otras cosas, incluía un capítulo dedicado a las garantías individuales, y un procedimiento judicial para proteger esos derechos conocido como amparo. También apoyaba la autonomía de los municipios, en que se dividen los estados desde un punto de vista político.

El artículo 15, que no fue aprobado, permitía la tolerancia de cultos, protegiendo y cuidando a la religión católica, siempre y cuando no se perjudicaran los intereses del pueblo y la soberanía de la nación. Su discusión fue la más controvertida, los moderados defendían la unidad religiosa para así mantener la unidad nacional. Los puros consideraron que el país requería de colonizar el territorio con extranjeros, y por tanto se debía admitir libertad religiosa. El poder Ejecutivo se pronunció en contra del artículo arguyendo que era contrario a la voluntad de la mayoría de la nación. No obstante, la mayor parte las propuestas de los puros fueron aprobadas.[1]

[editar] Federación

Artículo principal: Evolución territorial de México

Al momento de la promulgación de la constitución, la nación estaba compuesta por 23 estados y 1 territorio federal. Nuevo León se fusiona con Coahuila adoptando el nombre de este último, además, ratificó la creación de un nuevo estado y admitió 3 de los 4 territorios como estados libres de la federación.

Mapa de México según la Constitución de

1857Los 23 estados de la federación eran:

Page 12: CONSTITUCIÓN DE 1857

Los estados existentes desde la Constitución de 1824 eran:[4]

Ord

enNombre

Ord

enNombre

1 México 11Queréta

ro

2Guanaju

ato12 Sonora

3 Oaxaca 13 Tabasco

4 Puebla 14Tamauli

pas

5Michoac

án15

Nuevo

León

6

San

Luis

Potosí

16Coahuil

a

7Veracru

z17 Durango

8 Yucatán 18Chihuah

ua

9 Jalisco 19 Chiapas

10Zacatec

as20 Sinaloa

Se crea el estado de:

Ord

en

Nomb

re

Ingreso

a la

Federa

ción

Instalac

ion

del

Congre

Page 13: CONSTITUCIÓN DE 1857

so

21Guerr

ero

27-10-

1849[5]

30-01-

1850

Se admiten como estados a:

Ord

enNombre

Fec

ha

de

ingr

eso

Fecha

de

instala

ción

del

congre

so

22 Tlaxcala

09-

12-

185

6[6]

01-06-

1857

23 Colima

09-

12-

185

6[7] [8]

19-07-

1857

24Aguascali

entes

05-

02-

185

7[9]

El único territorio federal fue: Baja California, el Distrito Federal fue denominado Estado del Valle de México, pero solamente si los poderes de la Federación se movieran a otro sitio. El 26 de febrero de 1864, Nuevo León fue separado de Coahuila y recupero su estatus de Estado Libre y Soberano.[10]

[editar] Reacciones

En diciembre de 1856, el papa Pío IX se pronunció en contra de la nueva redacción, censurando a la Ley Juárez y al antecedente de la Ley Lerdo: "Se quita todo privilegio del fuero eclesiástico; establécese que nadie pueda gozar absolutamente de emolumentos que

Page 14: CONSTITUCIÓN DE 1857

sean una carga grave para la sociedad; prohíbese a todos que puedan ligarse con alguna obligación que implique ora un contrato, ora una promesa, ora votos religiosos; admítese el libre ejercicio de todos los cultos, y se concede a todos la plena facultad de manifestar pública y abiertamente todo género de opiniones y pensamientos". En marzo de 1857 el arzobispo Lázaro de la Garza y Ballesteros, declaró que los católicos no podían jurar la Constitución.[1]

El ministro de Justicia Ezequiel Montes se entrevistó en la Santa Sede con el Cardenal Secretario de Estado. El Papa aceptó la Ley Juárez y las enajenaciones de la Ley Lerdo, pero exigió la capacidad de adquirir derechos políticos. Las negociaciones fueron interrumpidas por la renuncia del presidente Comonfort.[1]

En México, el Congreso presidido por Valentín Gómez Farías y el titular del Ejecutivo Comonfort juraron la Constitución el 5 de febrero de 1857, la cual fue promulgada el 11 de marzo. A pesar de que Comonfort ganó las elecciones, y que en diciembre debería extender su mandato por un nuevo período presidencial, consideró que su popularidad estaba seriamente afectada por las reformas constitucionales en materia religiosa. En diciembre expresó su intención de dar marcha atrás a las reformas logradas por el poder Legislativo.

Se comenzó a gestar un golpe de Estado, el general conservador Félix María Zuloaga promovió a través de diversos escritos el desconocimiento de la Carta Magna. El 17 de diciembre de 1857 se proclamó el Plan de Tacubaya cuyo objetivo era abrogar la Constitución y convocar un nuevo Congreso Constituyente. Varios ministros del gabinete presidencial renunciaron, el presidente de la Suprema Corte de Justicia Benito Juárez, y el presidente del Congreso Isidoro Olvera fueron hechos prisioneros.

El 19 de diciembre, el presidente Comonfort se adhirió al plan diciendo: "Acabo de cambiar mis títulos legales de presidente, por los de un miserable revolucionario".[1] Los estados de México, Puebla, San Luis Potosí, Tlaxcala y Veracruz se anexaron al Plan de Tacubaya. Este último estado cambió de parecer, a través de una contrarrevolución, se pasó al lado de los liberales, el acontecimiento fue un fuerte golpe estratégico para Comonfort. Zuloaga desconfió del mandatario, pues pensó que éste regresaba al lado de los liberales. Sin otra alternativa, Comonfort tuvo que recurrir a los puros, devolvió la libertad a Juárez el 11 de enero de 1858. Durante diez días el palacio de gobierno fue sitiado. Comonfort valoró la situación, decidió renunciar, con una guardia se dirigió a Veracruz, y el 7 de febrero zarpó hacia los Estados Unidos. Benito Juárez asumió la presidencia.[11]

[editar] Consecuencias

Juárez fue obligado a trasladar el gobierno liberal a Guanajuato. Félix Zuloaga estableció un gobierno conservador en la capital, a través de la promulgación de las Cinco Leyes derogó las reformas liberales. De esta forma inició la Guerra de Reforma. Los estados de Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Michoacán, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Colima y Veracruz apoyaron al gobierno de Benito Juárez y a la Constitución de 1857. Los estados de México, Puebla, San Luis Potosí, Chihuahua, Durango, Tabasco, Tlaxcala, Chiapas, Sonora, Sinaloa, Oaxaca y Yucatán apoyaron al gobierno conservador de Zuloaga.[11]

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Después de que el partido liberal ganara la Guerra de Reforma (1858-1860), Juárez que estaba al mando de la presidencia y su gabinete agregaron a dicha Constitución las Leyes de Reforma que habían sido dictadas en Veracruz. Por causa de la guerra, la Constitución permaneció sin efecto en gran parte del país hasta enero de 1861, cuando los liberales regresaron a la capital. En 1862, a consecuencia de la Segunda Intervención Francesa en México y de la creación del Segundo Imperio Mexicano, la vigencia de la Constitución fue nuevamente interrumpida. En 1867 los liberales consiguieron la victoria, con la República restaurada la Constitución tuvo nuevamente vigencia en el país.

El 5 de febrero de 1903 en protesta contra el régimen de Porfirio Díaz un grupo de liberales colocó en el balcón de las oficinas del periódico El hijo de El Ahuizote un gran crespo negro en señal de luto y la leyenda "La Constitución ha muerto", haciendo referencia a la promulgada en 1857. Este acontecimiento fue un antecedente de la revolución armada de 1910, que derrocó a Díaz y terminaría con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en 1917 durante el gobierno de Venustiano Carranza.

[editar] Véase también

Leyes de Reforma

Cinco Leyes

Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917

[editar] Referencias

↑ a b c d e f Tena Ramírez, Felipe Op.cit. capítulo "La Constitución de 1857"

↑ Reyes Heroles, Jesús Op.cit. p.200 : "El 14 de diciembre de 1838 surge un movimiento popular en la ciudad de México que invade Palacio Nacional, pronunciándose contra las autoridades constituida y según cuenta Bocanegra, bajo el grito de ¡Queremos Constitución sin cola y pura Federación!. De aquí proviene, según el mismo autor, el título de puros con que se conocía al sector radical de los liberales mexicanos (según el libro de 1858, era conseja popular que los puros se desbocaban, los moderados no se movían y los conservadores andaban hacía atrás)".

↑ Valadés, Diego; Carbonell, Miguel Op.cit. "Fernado Zertuche Muñoz" p.865-867

↑ Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos - http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/35716152323148053754491/ima0042.htm

↑ Portal Estado de Guerrero - http://www.guerrero.gob.mx/?P=readart&ArtOrder=ReadArt&Article=2177

Page 16: CONSTITUCIÓN DE 1857

↑ Portal Gobierno del Estado de Tlaxcala - http://www.tlaxcala.gob.mx/tlaxcala/nov-dic.html

↑ Portal Ciudadano de Baja California - http://www.bajacalifornia.gob.mx/portal/nuestro_estado/historia/efemerides/en-diciembre.jsp

↑ «el Comentario».

↑ Gobierno del Estado de Yucatán - http://www.yucatan.gob.mx/servicios/c_civico/fechas.jsp?mes=2

↑ Información turística INEGI - http://mapserver.inegi.gob.mx/geografia/espanol/estados/nl/nl-it.cfm?c=1219&e=19&CFID=2170463&CFTOKEN=18853805

↑ a b El Colegio de México, Op.cit. p.597-598

[editar] Bibliografía

El Colegio de México (2009) Historia general de México, versión 2000 capítulo "El liberalismo militante", Lilia Díaz, México, ed.El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos, ISBN 968-12-0969-9

REYES HEROLES, Jesús (2002) Los caminos de la historia, edición de Eugenia Meyer, México, ed.Universidad Nacional Autónoma de México, ISBN 978-968-36-9350-1 texto en la web consultado 3 de noviembre de 2009

TENA RAMÍREZ, Felipe (1997) Leyes fundamentales de México 1808-1992 México, ed.Porrúa ISBN 978-968-432-011-6 texto en la web consultado el 23 de octubre de 2009

VALADÉS, Diego; CARBONELL, Miguel (2007) El proceso constituyente mexicano: a 150 años de la Constitución de 1857 y 90 de la Constitución de 1917, "El congreso constituyente de 1856-1857: el decenio de su entorno" Fernando Zertuche Muñoz, México, ed.Universidad Nacional Autónoma de México, ISBN 978-970-32-3930-6 texto en la web consultado el 23 de octubre de 2009

[editar] Enlaces externos

Wikisource contiene obras originales de o sobre Constitución Mexicana 1857.

Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM Constitución Política de la República Mexicana de 1857 consultado el 23 de octubre de 2009

Archivo General de la Nación Constitución Política de la República Mexicana de 1857 consultado el 23 de octubre de 2009

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Instituto de Investigaciones Legislativas del Senado de la República, El federalismo mexicano (elementos para su estudio) consultado el 22 de noviembre de 2009

Obtenido de «http://es.wikipedia.org/wiki/Constituci

%C3%B3n_Federal_de_los_Estados_Unidos_Mexicanos_de_1857»

Categorías: Constituciones de México | Segunda República Federal (México)

Juan Ignacio Paulino Ramírez Calzada[1] , mejor conocido por su seudónimo periodístico de el Nigromante (San Miguel el Grande, Guanajuato, 22 de junio de 1818 - Ciudad de México, 15 de junio de 1879), fue un escritor, poeta, periodista, abogado, político e ideólogo liberal mexicano. Es considerado uno de los artífices más importantes del Estado laico mexicano.

Contenido

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1 Vida y carrera o 1.1 El periodista o 1.2 Vida Política

1.2.1 Ramírez y la Reforma 2 Reconocimiento y homenajes

o 2.1 Mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central 3 Referencias 4 Bibliografía

[editar] Vida y carrera

Fue hijo de José Lino Ramírez, criollo, y de Ana María Guadalupe Sinforosa Calzada, indígena. Su padre fue un insurgente durante la Guerra de Independencia de México.[2]

Inició sus estudios en Querétaro, ciudad natal de su padre, y en 1835 fue llevado al Colegio de San Gregorio, en la Ciudad de México, donde estudió artes. En 1841 comenzó estudios en jurisprudencia y en 1845 obtuvo el grado de abogado en la Universidad Pontificia de México. Ingresó a los 19 años de edad en la Academia Literaria de San Juan de Letrán, integrada por los hombres más ilustrados de la época.[3] Es célebre en los anales literarios de México la presentación de Ramírez en dicha Academia, donde leyó un discurso sobre un tema tan controversial que entonces hizo el efecto de una explosión de dinamita. Ahí expresó: No hay Dios; los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos.[4] Fue aceptado no obstante las protestas que causó su tesis tan revolucionaria y el discurso que petrificó de estupor a la asamblea. Sin embargo, sería exaltado como el primer orador y más tarde como el mejor escritor de su tiempo.

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[editar] El periodista

Se inició en el periodismo en 1845 al fundar con Guillermo Prieto y Vicente Segura la publicación periódica Don Simplicio, firmando sus artículos con el seudónimo El Nigromante. Sus colaboraciones se distinguieron por ser encendidos artículos y agudos versos satíricos en donde hacía una terrible censura a los actos del gobierno conservador, abogando por la reforma del país en lo económico, religioso y político, lo que provocó que el periódico fuera suprimido y Ramírez encarcelado.

También fundó el periódico Themis y Deucalión, donde publicó un artículo titulado "A los indios", defendiendo a los indígenas y pugnado por su libertad a rebelarse contra la explotación a que eran sometidos; ello lo llevó a juicio pero resultó absuelto gracias a sus artículos editados en El Demócrata, en los cuales defendía su causa. Así mismo, en 1857, en compañía de Alfredo Bablot, fundaron El Clamor Progresista, con el que apoyaron la candidatura presidencial de Miguel Lerdo de Tejada.

En la ciudad de San Luis Potosí colaboró en el periódico La Sombra de Robespierre. También escribió para La Chinaca durante 1862; en La Opinión y la Estrella de Occidente, del estado de Sonora, a fines de 1864 y antes de su destierro a Estados Unidos. En unión a Ignacio Altamirano, Guillermo Prieto y otros liberales, en septiembre de 1867 fundó El Correo de México, financiado por Porfirio Díaz. En esta fase de su vida es de mencionarse que también colaboró con El Renacimiento, El Siglo XIX y El Monitor Republicano.[3]

[editar] Vida Política

En 1846 fundó el Club Popular, donde divulgó sus ideas liberales avanzadas en materia de reforma política, económica y religiosa, por lo que estuvo en prisión.[3] Al obtener la libertad, el gobernador del Estado de México, admirador de los talentos de Ramírez, lo invitó para organizar su gobierno y éste correspondió trabajando día y noche en la reconstrucción administrativa y también en la defensa del territorio nacional invadido por los norteamericanos. Para predicar con el ejemplo, asistió con el gobernador, Francisco Modesto de Olaguíbel, a la batalla de Padierna; y a pesar de los gastos que demandaba la guerra, restableció el Instituto Literario de Toluca, donde, con la República libre de la invasión, fue catedrático de Derecho y de Literatura, pero a pesar de la irreprochable conducta de Ramírez en su vida íntima, los padres de familia, alarmados por sus ideas liberales, intrigaron hasta lograr su separación.[5]

Entre fines de 1848 y principios de 1849, Ignacio Ramírez fue jefe político de Tlaxcala, regresando posteriormente a Toluca dedicándose a la docencia y al ejercicio de su profesión hasta fines de 1851, cuando se trasladó a Sinaloa donde ya se encontraba su hermano, Miguel Ramírez.[5]

En 1852 el gobernador de Sinaloa, Plácido Vega, promovió su candidatura a diputado federal por esta entidad, defendiendo el liberalismo en el Congreso de la Unión. A su regreso a Sinaloa, fue secretario del general Plácido Vega, sostuvo enérgicamente la extinción de las 'alcabalas' —un tipo de impuestos—, propuestas durante el gobierno de Pomposo Verdugo. Acompañó a Vega hasta Álamos, Sonora, cuando éste fue derrocado. Posteriormente viajó a Baja California donde descubrió la existencia de zonas perlíferas y canteras de mármol, sobre las que escribió brillantes artículos que revelaron aquella riqueza.

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En 1853 se fue a radicar por un tiempo a la ciudad de México ejerciendo como profesor en el Colegio Políglota. Criticó fuertemente a Santa Anna, lo que motivó que lo encerraran once meses en prisión y la mayor parte de ese tiempo lo tuvieron encadenado. Al triunfo de la Revolución de Ayutla fue liberado y fungió como secretario personal de don Ignacio Comonfort; al advertir que éste falseaba sus principios liberales, renunció a su puesto para afiliarse con Benito Juárez, Melchor Ocampo y Guillermo Prieto en el partido liberal y combatir con su pluma al renegado.

Regresó a Sinaloa como juez civil, pero volvió a la capital del país como diputado por el Estado de México al Congreso Constituyente de 1856-1857, donde fue el más notable orador y una de las más grandes figuras del ala izquierda jacobina; fue además miembro de la Comisión de Revisión de Credenciales; su suplente fue don Ramón Isaac Alcaraz, reconocido literato y liberal. Los otros dos diputados propietarios que representaron al estado de Sinaloa fueron los licenciados Antonio Martínez de Castro y Mariano Yáñez. Cabe mencionar que en la Historia del Congreso Constituyente, obra de don Francisco Zarco, el licenciado Ignacio Ramírez ocupó un altísimo lugar como orador parlamentario y líder del radicalismo.[5]

[editar] Ramírez y la Reforma

El Nigromante también participó en la elaboración de las Leyes de Reforma, siendo uno de los liberales más puros. Al ser derrotados los conservadores, el presidente Benito Juárez lo nombró Secretario de Justicia e Instrucción Pública, cargo que desempeñó del 21 de enero al 9 de mayo de 1861. Durante su gestión creó la Biblioteca Nacional y unificó la educación primaria en el Distrito Federal y territorios federales. Del 19 de marzo al 3 de abril de 1861 ocupó la Secretaría de Fomento. Asumió la responsabilidad de la exclaustración de las monjas; reformó la ley de hipotecas; hizo efectiva la independencia del Estado de la Iglesia; reformó el plan general de estudios; dotó con equipo los gabinetes del Colegio de Minería; seleccionó un excelente cuadro de profesores de la Academia de San Carlos; salvó cuadros de pintura que existían en los conventos, con los cuales formó una rica colección y formó una galería completa de pintores mexicanos; designó a los pintores Clavé, Cavalari y Sojo para que salvaran del Colegio de Tepozotlán los tesoros de arte en arquitectura, pintura, tallado e incrustaciones que contenía aquel magnífico Museo. La honradez de Ramírez fue acrisolada, pues cuando fue ministro pasaron por sus manos millones de pesos y nadie osó decir que se hubiera apropiado lo más mínimo de los tesoros que manejó. No tomó jamás ni un solo libro de los millares de volúmenes sacados de las bibliotecas de los conventos, ni una pieza de los centenares de cuadros extraídos de los claustros. No insinuó ni aceptó la menor recompensa por sus persecuciones y miserias que pasó por largos años, ni se adjudicó la más pequeña propiedad para pasar holgadamente el resto de sus días.

En Puebla, trabajó en la desamortización de los bienes del clero y en septiembre de 1861 fue electo presidente del Ayuntamiento de la Ciudad de México.

Durante la guerra de intervención, combatió a los franceses en Mazatlán. En el período de 1863 a 1865, mantuvo correspondencia con Guillermo Prieto, la que posteriormente se publicaría como Cartas a Fidel. En noviembre de 1864, residiendo en Sinaloa, defendió a presos políticos y escribió para La Opinión y La Estrella de Occidente, hasta que fue desterrado a Estados Unidos.

Regresó a México antes de la caída de Maximiliano y fue encarcelado en San Juan de Ulúa y posteriormente en Yucatán.[5]

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El Congreso de la Unión lo nombró magistrado de la Suprema Corte de Justicia, cargo que ejerció durante doce años. De ese puesto no se separó sino al ser llamado por el presidente Porfirio Díaz, después de la batalla de Tecoac, para hacerlo Ministro de Justicia e Instrucción Pública, puesto que desempeñó pocos meses y por dos ocasiones, la primera del 28 de noviembre al 6 de diciembre de 1876, y la segunda del 17 de febrero al 23 de mayo de 1877. Después, regresó a ocupar el cargo de Magistrado de la Suprema Corte de Justicia, hasta su muerte registrada en la Ciudad de México el 15 de junio de 1879.

[editar] Reconocimiento y homenajes

Sepulcro de Ignacio Ramírez en la Rotonda de las Personas Ilustres (México).

La Secretaría de Fomento publicó en dos tomos la obra dispersa de Ramírez que pudo encontrarse en periódicos revolucionarios; pero con lo publicado, que no es una selección porque todo lo que escribió era selecto, basta para proclamar que Ignacio Ramírez es uno de los altos representativos de las letras mexicanas y digno de ocupar su puesto en la Rotonda de las Personas Ilustres de la Ciudad de México.[6]

Mediante el decreto número 56, publicado en el Periódico El Estado de Sinaloa, No. 18, del 14 de febrero de 1957, el Congreso del Estado de Sinaloa declaró Benemérito del Estado al ciudadano Licenciado Ignacio Ramírez, así mismo acordó se escribiera con letras de oro en el Salón de Sesiones del Palacio Legislativo la siguiente inscripción: "Lic. Ignacio Ramírez, "El Nigromante", Constituyente del Estado de Sinaloa. 1857." Una calle de la ciudad de Culiacán lleva su nombre.

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Un pueblo del Municipio de Guadalupe Victoria, Durango, lleva su nombre y esta dedicado a la agricultura y tiene alrededor de 5,000 habitantes, así mismo, en gran cantidad de ciudades del país existen calles con su nombre.

[editar] Mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central

Su ateísmo fue causa de escándalo cuando el muralista Diego Rivera pintó un mural en el hotel Del Prado con Ignacio Ramírez sosteniendo un letrero diciendo "Dios no existe". Rivera se rehusó a eliminar la frase por lo que el mural estuvo oculto por 9 años - luego de que Rivera acordara eliminarlo. El afirmó: "Para decir que Dios no existe, no tengo que esconderme detrás de don Ignacio Ramírez; soy un ateo y considero la religión una forma de neurosis colectiva. No soy enemigo de los católicos, así como no soy enemigo de los tuberculosos, los miopes o los paralíticos; uno no puede ser enemigo de alguien enfermo, sólo su buen amigo para ayudarlos a curarse". [7]

El fresco fue agredido por estudiantes católicos, hubo marchas de católicos indignados y tuvo que ser cubierto hasta que el pintor lo cambió por "Academia de Letrán 1836", en alusión al sitio donde el Nigromante pronunció la provocativa frase, durante su discurso de ingresó a dicha academia. [8]

[editar] Referencias

1. ↑ Arellano, Emilio. Ignacio Ramírez, El Nigromante, Memorias prohibidas. México D. F. Editorial Planeta, 2009. (205 páginas)

2. ↑ Poder Judicial de la Federación, Op.cit. p.11313. ↑ a b c Poder Judicial de la Federación, Op.cit. p.11324. ↑ Diccionario Enciclopédico de México, p. 16715. ↑ a b c d Poder Judicial de la Federación, Op.cit. p.11336. ↑ Rotonda de las Personas Ilustres. «Ignacio Ramírez "el Nigromante"». Segob.

Consultado el 21 de diciembre de 2009.7. ↑ [1]8. ↑ [2]

[editar] Bibliografía

Poder Judicial de la Federación (1990). «Perfil biográfico de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando fue su presidente Ignacio L. Vallarta (1877-1882)». La Suprema Corte de Justicia a principios del porfirismo (1877-1882). México: Suprema Corte de Justicia de la Nación. pp. 1131-1134. ISBN 968-6145-07-9. http://www.bibliojuridica.org/libros/2/933/105.pdf. Consultado el 18 de enero de 2010.

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