consideraciones sobre el apego los afectos y la regulacion afectiva

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  • 8/8/2019 Consideraciones Sobre El Apego Los Afectos y La Regulacion Afectiva

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    Consideraciones sobre el apego, los afectosy la regulacin afectiva

    Andr Sassenfeld J.

    La expresin emocional del individuo es capaz de evocar estados afectivos yconductas en los dems. Este proceso relacional adquiere especial relevancia enel contexto del vnculo temprano entre cuidador y nio, algo que ya Darwin(1872) haba insinuado en su estudio clsico sobre la expresin afectiva. Bowlbyelabor las intuiciones originales de Darwin y, de acuerdo a Diamond yMarrone (2003), su teora del apego es tambin una teora de los afectos. Enefecto, la teora del apego se ocupa de la emocin en s misma (Lay et al., 1995).

    Para la teora del apego, los afectos ocupan un lugar central porque larelacin de apego entre infante y cuidador es, en s misma, un lazo afectivo

    (Fonagy et al., 2002, p. 95) la comunicacin emocional se encuentra en elcorazn del apego y, ms especficamente, los distintos estilos clasificados deapego estn caracterizados por patrones distintivos de comunicacin emocional(Siegel, 2001) y emociones especficas (Mikulincer & Shaver, 2005). ParaBowlby, muchas de las emociones humanas ms intensas y significativas tienensus races en el fenmeno del apego y estn ligadas a sucesos vincularesimportantes para el apego, como la separacin del nio respecto del cuidador ola reunin con este. Bowlby crea que la mayora de las emociones son activadas

    o suscitadas por experiencias interpersonales concretas con figurasafectivamente relevantes. Adems, al mismo tiempo, puede suponerse que elsistema relacional del apego organiza las experiencias y los estados emocionalesde cuidador e infante (Krueger, 2002).

    En la actualidad, muchos afectos son entendidos como manifestacionesde sistemas organsmicos que apuntan a facilitar el establecimiento de vnculosde apego que promueven la supervivencia del infante (Benecke et al., 2005;Consedine & Magai, 2003; Fosha, 2004; Fosha & Slowiaczek, 1997; Magnavita,2006a; Schore, 2000, 2003a). As, en el contexto del apego temprano, las sealesemocionales de base constitucional indican las necesidades del infante al

    entorno social y, en el caso ideal, provocan respuestas apropiadas en loscuidadores (Consedine & Magai, 2003, p. 168). Pally (2001) y Benecke y suscolegas (2005) sugieren, en este sentido, que la expresin emocional del niotiende a gatillar, por ejemplo cuando involucra llanto que es percibido comogenuino, conductas no-verbales de cuidado, apoyo y empata por parte de lospadres. Incluso emociones como la rabia muchas veces sirven a la funcin demantener lazos de apego ya que sealan un descontento respecto del otro que,una vez comunicado, puede ser resuelto. Por supuesto, esta descripcinpresupone un grado aceptable de salud mental y un funcionamientopsicolgico suficientemente bueno por parte de los cuidadores del nio.

    La teora del apego ha descrito con detalle varias conductas no-verbalesque forman parte de la expresin emocional del nio, incluyendo el llanto, el

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    aferramiento y el seguimiento fsico (Fonagy, 2001; Goldberg, Muir & Kerr,1994; Krueger, 2002; Marrone, 2001). Pally (2001) enfatiza que, desde laperspectiva del apego, el comportamiento no-verbal que forma parte de laexpresin de afectos no slo sirve a la mera expresin, sino que tambin apuntaa suscitar ciertas formas concretas de interaccin social. Cree que incluso entre

    los adultos muchas expresiones conductuales no-verbales surgen con lafinalidad a menudo inconsciente de provocar determinadas respuestas yconductas en los dems. En la actualidad, se piensa que una de las funcionesfundamentales de las emociones es su potencial para promover la capacidad deadaptacin del organismo a las circunstancias del ambiente. La funcin ligada ala facilitacin del establecimiento y mantenimiento de vnculos de apego es,desde el punto de vista de la evolucin psicosocial y psicobiolgica, unafuncin concreta de los afectos que los hace relevantes en trminos de laadaptacin y la supervivencia. De hecho, puede considerarse que lasemociones primarias y secundarias son mecanismos comunicativossofisticados que tienen la finalidad de iniciar y mantener los lazos de apegopara las estructuras sociales cohesivas necesarias para el desarrollo de lacivilizacin (Magnavita, 2006a, p. 518).

    Afecto, comunicacin temprana y apego

    Dos aspectos fundamentales inseparables entre s e ntimamente vinculados conel desarrollo del self son la comunicacin temprana y el apego. Puedeconsiderarse, por ejemplo, que las caractersticas de la comunicacin afectiva

    predicen la cualidad del apego (Grienenberger & Slade, 2002). La investigacincontempornea de infantes ha dejado en claro que el logro de un lazo de apegode comunicacin emocional y la maduracin afectiva que tal lazo posibilita sonlos acontecimientos centrales del desarrollo infantil, siendo entendidos comorelativamente ms importantes que el desarrollo cognitivo complejo (Schore,2005a). Desde esta perspectiva, las caractersticas especficas que los afectos y elapego adoptan en los primeros vnculos parecieran representar las bases deldesarrollo posterior de otras facetas del self. La organizacin temprana delapego puede influenciar resultados futuros a travs del efecto mediador deciertas caractersticas bsicas del funcionamiento afectivo del nio (Kochanska,

    2001, p. 488), dando cuenta de muchas diferencias individuales posteriores envariadas competencias personales. Orbach (2004a) seala, en este sentido, quela relacin emocional original es el alimento psquico que sustenta elsurgimiento y la diferenciacin del self infantil. Tal como indican Hartmann(1995) y Milch (1995), la psicologa psicoanaltica del self concuerda en que elself se desarrolla en la infancia a partir de los intercambios afectivos del niocon sus figuras de apego.

    Aparte de las conocidas contribuciones de Bowlby, Spitz (1965) fue unode los primeros en enfatizar la relevancia de los procesos de comunicacinafectiva que transcurren entre el nio y sus cuidadores. Adelantndose a su

    poca, Spitz comenz a formular una conceptualizacin sistmica de la dadamadre-hijo que subraya el carcter circular y recproco de los intercambios

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    comunicativos. Piensa que las interacciones emocionales mencionadas soncontinuas, muchas veces sin que los cuidadores sean conscientes de ellas, y queejercen una especie de presin constante pero imperceptible que da forma a laincipiente personalidad infantil. Este moldeo intangible es determinado en granmedida por el clima afectivo creado por la madre, haciendo posible la

    emergencia de las funciones psicolgicas ms importantes:

    Las seales afectivas que el nio ha recibido por parte de la madre, su calidad,su constancia, la certidumbre y la estabilidad que esas seales ofrecen al nio,aseguran su normal desarrollo psquico. Estas seales afectivas que le da lamadre estn determinadas por su actitud afectiva inconsciente; es decir, que sucomportamiento se manifestar bajo ciertas formas sin que ella lo adviertanecesariamente. (p. 78)

    Spitz (1965) supone que la presencia de una actitud afectiva de ternurapor parte de la madre le permite proveer al nio de una extensa gama de

    experiencias vitales, teniendo un papel primordial en el aprendizaje tempranodel infante en los distintos mbitos que componen su emergente mundosubjetivo. Ms all, el trabajo de Spitz muestra que algunos de los cambios mssignificativos de la organizacin psquica infantil estn ligados a la aparicin deciertas formas de expresin afectiva que tienen consecuencias interpersonales

    de gran envergadura las mencionadas por Spitz son, en particular, la sonrisasocial y la ansiedad frente a extraos (Fonagy, 2001; Tronick, 2002). En estesentido, tales expresiones de afecto que, entre otras cosas, contribuyen aestructurar la vida social del nio pueden ser visualizadas como organizadorespsicolgicos primarios y, con ello, determinantes cardinales del desarrollo del

    self.La existencia de un continuado proceso de intercambios afectivos no-

    verbales a menudo muy sutiles entre el infante y sus cuidadores y la realidaddel impacto de este proceso en el desarrollo del self infantil son, en laactualidad, hechos incuestionados entre los investigadores de infantes.Explicitando los elementos bsicos inherentes a este proceso, Lichtenberg y suscolegas (2002, 2003) sealan que la contribucin de la madre a estasinteracciones emocionales est compuesta por al menos tres modalidades decomunicacin: (1) la coordinacin de la mirada y el contacto visual, (2) elreconocimiento del afecto y el gesto del nio como seales que refieren a un

    cambio de su estado afectivo y sus necesidades, y (3) el significado simblicodel interjuego inmediato expresado en palabras que hacen referencia a afectos yel significado simblico ms profundo de la vinculacin, que durante unimportante perodo de tiempo no le est disponible al infante. La contribucindel nio, por otro lado, incluye especialmente su afecto, sus gestos y el procesode comunicacin cara-a-cara, la coordinacin del contacto visual y losmovimientos corporales y, adems, un creciente sentido de agencia e iniciativaque le permite buscar de modo activo seales afectivas que lo guen yresponder a estas.

    En el contexto del dilogo afectivo temprano, el estudio fundamental de

    Stern (1985) distingui un fenmeno relacional de crucial importancia en el

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    desarrollo ptimo del self. Stern lo llama entonamiento afectivo, un procesovincular anlogo a la empata adulta, y considera que

    para que haya un intercambio intersubjetivo acerca de los afectos, la imitacinestricta, por s sola, no basta. En realidad, tienen que producirse varios

    procesos. Primero, el progenitor tiene que poder leer el estado afectivo delinfante en su conducta abierta. Segundo, el progenitor debe poner en ejecucinalguna conducta que no sea una imitacin estricta, pero que sin embargocorresponda de algn modo a la conducta abierta del beb. Tercero, el infantedebe poder leer esa respuesta parental correspondiente como teniendo que vercon su propia experiencia emocional original, y no como mera imitacin. [...]De modo que el entonamiento de los afectos consiste en la ejecucin deconductas que expresan el carcter del sentimiento de un estado afectivocompartido, sin imitar la expresin conductual exacta del estado interior.(pp. 173-177)

    Segn Haft y Slade (1989), en el entonamiento afectivo el infante comienza aestructurar sus propios afectos a travs del prisma del mundo interno de sucuidador primario. La figura de apego le transmite cmo se siente respecto dediferentes tipos de experiencias emocionales al involucrarse con algunos de

    ellos y no con otros deja al infante saber lo que se puede compartir entre ellosy lo que no (p. 169).

    As, el entonamiento afectivo implica no slo reflejar el estado emocionaldel infante, sino tambin su devolucin elaborada por parte del adulto comoalgo que es tolerable, manejable e integrable en trminos de las capacidadesorgansmicas, psicolgicas y emocionales del infante (Dio Bleichmar, 2005;

    Fonagy et al., 2002; Fonagy & Target, 1998; Khler, 1998; Lyons-Ruth, 1999)Fonagy y sus colegas (2002) denominan a estas respuestas afectivas delcuidador que corresponden al afecto del nio pero que han sido elaboradaspara no sobrepasarlo expresiones emocionales marcadas. Dio Bleichmar (2005)explica que la madre est ayudando a crear algo que implica cambiar al otro,proporcionndole algo que antes no tena o consolidndolo si ya estabapresente (p. 72), siendo el entonamiento afectivo una forma especial deempata maternal y disponibilidad emocional (Haft & Salde, 1989). Beebe y suscolaboradores (2003, 2005) agregan que algunas de las funciones principales delentonamiento afectivo son la participacin interpersonal y la mantencin de la

    conexin emocional entre el nio y sus figuras de apego.El entonamiento afectivo puede ser conceptualizado como respuesta no-

    verbal espontnea y relativamente inconsciente de los cuidadores respecto delas emociones expresadas por el nio y, por lo tanto, en gran medida formaparte del procesamiento procedural implcito de la informacin que entreganlas claves emocionales expresivas (Beebe et al., 2003, 2005; Dio Bleichmar, 2005;Lyons-Ruth, 1999; Schore, 2001a). Maroda (1999a) y Diamond y Marrone (2003)piensan que las respuestas afectivas entonadas de los cuidadores estimulan alnio a comunicar sus propias reacciones frente a las respuestas que recibe. Enestos intercambios, el nio accede directamente a la comunicacin afectiva del

    adulto y el adulto, por su lado, est en contacto inmediato con los estadosemocionales del nio. Esta continua secuencia comunicativa recproca es uno de

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    los primeros procesos vinculares que le permite al infante comenzar a hacerseconsciente de sus afectos, a expresarlos, a manejarlos y, asimismo, a reconocerlos afectos que provoca en quienes lo rodean.

    Las interacciones emocionalmente sincronizadas que constituyen elentonamiento afectivo son entendidas como condicin indispensable para la

    conformacin de un self vital y cohesionado (Fosha & Slowiaczek, 1997; Milch,1995; Schore, 2000, 2001a; Stern, 1985). No obstante, tal como seala Fosha(2002) resumiendo un conjunto amplio de hallazgos de la investigacin deinfantes, las dadas tempranas que ponen de manifiesto un funcionamientoptimo con consecuencias evolutivas favorables para el nio no se caracterizanpor la presencia de perodos ms extensos de entonamiento afectivo, sino msbien por la efectividad de sus esfuerzos por reparar los inevitables episodios dedesentonamiento. En este sentido, puede asumirse que la mantencin del flujode la comunicacin emocional incluye tres procesos relacionales distintos:entonamiento afectivo o coordinacin de estados afectivos, disrupcin o falla dela coordinacin de estados afectivos, y reparacin o restablecimiento de lacoordinacin de estados afectivos.

    Las dadas exitosas son capaces de metabolizar colaborativamente losafectos negativos asociados a la disrupcin de la coordinacin y de recobrar lacoordinacin mutua y los afectos positivos que la acompaan [...] (Fosha, 2002,p. 14) en la experiencia de ambos participantes. En ellas, las disrupcionestienden a ser de corta duracin y se convierten en una motivacin fuerte queimpulsa y encauza los esfuerzos reparativos. Es decir, tales dadas minimizan eltiempo que el nio pasa en estados emocionales disruptivos y maximizan, a lavez, el tiempo que pasa en estados afectivos positivos. Esto no se logramediante la negacin o evitacin de las emociones negativas, sino ms bien atravs del procesamiento didico reparador de los estados emocionalesdisruptivos. Segn Schore (2001a), la posibilidad de experimentar afectospositivos despus de haber vivenciado estados afectivos negativos, tal comoocurre tpicamente en el proceso de disrupcin-reparacin que hemos descrito,es fundamental porque le ensea al nio de modo no-verbal e implcito que lasemociones negativas pueden ser toleradas y transformadas en el marco derelaciones entonadas.

    Una caracterstica central de las interacciones didicas ptimas es que lavariedad de los estados emocionales del infante son recibidos en general poruna actitud basal de apertura, responsividad y disposicin a ayudar por partede los cuidadores (Fosha, 2002; Haft & Slade, 1989; Lyons-Ruth, 1999). En otraspalabras, los afectos experimentados y expresados por el nio no perturban lacontinuidad del lazo afectivo, sino que tienen el potencial de profundizarlo yenriquecerlo. Lyons-Ruth (1999) piensa, desde este punto de vista, que laactitud deseable por parte de las figuras tempranas de apego involucra unintento continuado de aprehender la realidad subjetiva del nio y de

    comunicarse abiertamente esto es, se requiere la apertura de los padresrespecto del estado mental del nio, incluyendo el rango completo de suscomunicaciones, de manera que determinados estados afectivos omotivacionales del nio [...] no estn excluidos del compartir intersubjetivo y la

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    regulacin (p. 318). Sus investigaciones apoyan la idea de que las relaciones deapego que (1) estn abiertas a la variedad entera de los intentos comunicativosafectivos del infante, (2) que adems incluyen las iniciativas de ambosparticipantes en un dilogo balanceado y (3) que se caracterizan por lanegociacin y reparacin activa de episodios de conflicto y desentonamiento,

    estn asociadas a resultados positivos en el desarrollo del self infantil.Investigaciones anteriores han puesto al descubierto que, en efecto, las madrescon apego seguro tienden a ser capaces de entonar con un amplio rango de losafectos del infante, rara vez desentonan de manera negativa y, en general, soncapaces de ser relativamente objetivas en el reconocimiento de los estadospsicobiolgicos del nio (Haft & Slade, 1989).

    Por otro lado, el hecho de que el entonamiento afectivo involucra en granmedida la subjetividad del cuidador tambin puede tener consecuencias menosconstructivas para el nio. Al acentuar ciertos aspectos de la experiencia delinfante por sobre otros, [los] desentonamientos transmiten informacinprofundamente importante acerca del mundo interno de su madre [] (Haft& Slade, 1989, p. 169). Cuando el cuidador entona de modo selectivo condeterminadas emociones del nio, este aprende que tales estados emocionalestienen un estatus especial para la figura de apego y que recrearlo es una de laspocas formas de las que el infante dispone para lograr la unin intersubjetivacon su madre (p. 169). Este variante del proceso de desarrollo temprano a razdel entonamiento afectivo puede constituir el punto de partida de la aparicinde lo que Winnicott (1960) denominaba el falso self. Cuando esta estructuracindel self en el vnculo temprano de apego sobrepasa una cierta envergadura,pueden detectarse los inicios de una variedad de condiciones psicopatolgicas.

    Schore (2000) seala que los procesos comunicativos recprocos quehemos pormenorizado representan en esencia la dinmica relacional del apegotemprano. Para Schore, las transacciones cara-a-cara de sincrona afectiva oentonamiento pueden equipararse con las experiencias de apego respecto de loscuidadores que el infante requiere para asegurar su supervivencia fsica yemocional y para desarrollar un sentido cohesivo del self, una opinincompartida por Beebe y sus colegas (2003, 2005). Desde la perspectiva de lateora del apego, Holmes (1994) aclara que la modulacin del afecto infantil quelas respuestas entonadas de la madre introducen en el primer vnculo es unprecursor esencial del apego seguro y Crittenden (1994) agrega que los infantescon un apego seguro han aprendido a travs de las interacciones con la figurade apego a utilizar el valor predictivo y comunicativo de las seales expresivasinterpersonales, siendo posteriormente capaces de atribuir significadospersonales a sus afectos. Fosha (2002) tambin considera que el apego segurosurge a raz de la coordinacin didica de estados afectivos en el vnculo entremadre e hijo y, asimismo, puede considerarse que se basa en la comunicacinabierta a la que hicimos alusin con anterioridad (Lyons-Ruth, 1999).

    Las experiencias vinculares tempranas del nio cristalizan en lo quemuchos investigadores contemporneos de infantes denominan conocimientorelacional implcito (Beebe & Lachmann, 2002; Fogel, 2004; Fosshage, 2005;

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    Lyons-Ruth, 1998, 1999, 2000; Stern et al., 1998; Tronick, 1998; Tyson, 2005).Lyons-Ruth (1998) lo define de la siguiente manera:

    Las representaciones procedurales son representaciones basadas en reglas decmo proceder, de cmo hacer cosas. Tales procedimientos pueden nunca ser

    codificados en forma simblica, como por ejemplo el conocimiento de cmoandar en bicicleta. Sin embargo, ms importante para nosotros que andar enbicicleta es el dominio de saber hacer cosas con otros. Gran parte de este tipo deconocimiento tambin es procedural, tal como saber divertirse, expresar afectoo conseguir atencin durante la infancia. A este conocimiento procedural decmo hacer cosas con otros lo hemos llamado conocimiento relacionalimplcito. (p. 284)

    Este conocimiento relacional implcito es en su mayor parte de naturalezaafectiva e interactiva y, ms all, se construye en gran medida fuera del mbitoverbal, incluyendo especialmente la diferenciacin de procedimientos de

    interaccin que incorporan un determinado rango de claves afectivasexpresivas. Guarda relacin, en particular, con los afectos que pueden o que nopueden ser exhibidos a los dems y con las reacciones sociales y emocionalesque el individuo suscita en quienes lo rodean. Tyson (2005) recapitulaafirmando que la forma caracterstica del infante de percibir, sentir y actuar enrespuesta a estmulos emocionales se organiza, en primera instancia, entrminos procedurales implcitos. El conocimiento procedural implcito, que esde carcter pre-reflexivo y habitualmente inconsciente tanto en la infancia comoen la adultez, es un elemento fundamental del self que contribuye a estructurarlas relaciones interpersonales que el individuo establece durante toda su vida.

    En resumen, el desarrollo ptimo del self requiere de la presenciacontinuada de cuidadores suficientemente buenos que sean capaces deresponder de modo entonado a las necesidades emocionales del infante y queestn dispuestos a intervenir cuando el nio se ve sobrepasado por laintensidad de su estado emocional para procesar el afecto presente hasta que elnio, con el tiempo, aprenda a hacerlo por s mismo (Fosha & Slowiaczek,1997). El desarrollo ptimo del self en la matriz relacional que lo contienedesemboca en la capacidad de establecer relaciones interpersonales profundas yduraderas, en la cristalizacin de conocimiento relacional implcito coherente,flexible y abierto a la integracin de nuevas experiencias vinculares, y en la

    existencia de un sentido del self como agente activo. Este complejo entramadode procesos de desarrollo posibilita al naciente individuo manejar y expresarsus afectos de modo saludable en las posteriores etapas evolutivas. Walden ySmith (1997) piensan, desde este punto de vista, que el apego seguro se basa enuna historia de disponibilidad afectiva del cuidador primario y en lasrespuestas confiables de este respecto de las expresiones afectivas positivas ynegativas del infante.

    Desarrollo, regulacin afectiva y apego

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    El concepto de la regulacin afectiva est al menos en parte basado en la teoradel apego y es, en consecuencia, compatible con sus planteamientosfundamentales (Diamond & Marrone, 2003; Fosha, 2003), aunque siguiendo aBraungart-Rieker y sus colegas (2001) an existen pocos estudios empricos quevinculen apego y regulacin emocional de manera sistemtica. No obstante, de

    acuerdo a Mikulincer y sus colaboradores (2003, 2005), en las ltimas dosdcadas la teora del apego se ha convertido en uno de los marcos conceptualesms importantes para comprender el fenmeno de la regulacin emocional y sudesarrollo, habiendo un nfasis creciente en su centralidad en las relacionestempranas de apego (Grienenberger & Slade, 2002). Efectivamente, los afectos yla regulacin emocional ocupan un lugar central en las teoras actuales acercadel comportamiento relacionado con la base segura y los modelos operativosinternos (Lay et al., 1995).

    El sistema de apego tiene un papel primordial en la regulacin afectiva(Lay et al., 1995). Hartmann y Lohmann (2004) han sealado que el desarrollode la auto-regulacin puede ser entendido como parte del desarrollo de larelacin de apego entre el infante y su cuidador primario. Dio Bleichmar (2005)asevera, por otro lado, que el apego implica inevitablemente un lazo emocionalen el seno del cual madre y beb se regulan psicobiolgicamente de formadidica y, ms all, que la regulacin realizada por el cuidador favorece elsistema de apego del infante. Otros investigadores piensan que los procesosregulatorios son precursores del apego y de las emociones asociadas a este yque corresponden al mecanismo que subyace a la misma formacin del lazo deapego en cuanto hacen posible la modulacin de las conductas emocionales ysociales y la mantencin del equilibrio homeosttico de los estados somticos ymotivacionales a travs del entonamiento psicobiolgico (Fosha, 2003; Ruiz,2006; Schore, 2000, 2001a, 2001b, 2003a, 2003b, 2005a, 2005b) y, asimismo, quelos estados afectivos y los procesos regulatorios subyacen a la motivacin deapego (Wehowsky, 2004). En general, podemos suponer que existe un vnculoclaro entre la regulacin de afectos y una relacin estrecha con un cuidadortemprano.

    El trabajo de Alan Sroufe (1989, 1996, 2000) ha jugado un rol significativoa la hora de fortalecer la ligazn de la nocin de la regulacin afectiva con lateora del apego en cuanto ha re-conceptualizado el apego en trminos de losprocesos que regulan los afectos. Sroufe (1996, 2000) define el apego comoregulacin didica de estados emocionales y afirma que el apego es el puntoculminante de la regulacin emocional didica, una culminacin de todo eldesarrollo en el primer ao y el precursor de la auto-regulacin que vendr(1996, p. 172). Schore (2000), por su parte, especifica que en la actualidad laconducta de apego es entendida como resultado de un sistema bio-conductualde base neurobiolgica, cuya funcin principal est vinculada con la regulacinde la coordinacin biolgica entre dos organismos. Para l, el

    apego puede ser, por lo tanto, conceptualizado como la regulacin interactivade la sincrona entre organismos entonados en trminos psicobiolgicos. Esta

    dinmica de apego, que opera en niveles por debajo de la consciencia, subyacea la regulacin didica de las emociones. (p. 34)

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    Ms recientemente, Fonagy y sus colegas (1999, 2002) han insistido en que elsistema de apego es, por lo tanto, un sistema regulatorio homeosttico bio-social abierto (2002, p. 46), subrayando que una de las funciones mssignificativas de la relacin de apego es, efectivamente, la regulacin de los

    estados afectivos del nio. As, el sistema de apego es, primero y por encima detodo, un regulador de la experiencia emocional (Marrone, 2001).

    En el contexto de las secuencias interaccionales que hemos descrito en laseccin anterior (coordinacin, disrupcin y reparacin), ha quedado aldescubierto que el comportamiento adoptado por la figura de apego del nio escentral en la regulacin de los estados afectivos que atraviesa el infante. Losprocesos de validacin, espejeamiento y reconocimiento de los estadosemocionales del nio que el cuidador primario lleva a cabo en el vnculotemprano no slo aumentan la confianza del infante en la efectividad de laregulacin mutua, sino que adems consolidan el apego del nio (Dio

    Bleichmar, 2005; Fosha, 2003). Desde esta perspectiva, la funcin primordial dela madre en la primera infancia es la regulacin de los afectos del infante y, enla medida en la que esta funcin se realiza de modo eficaz, la persona que laejerce se convierte en la figura bsica de apego. Adems, puede afirmarse que larelacin temprana de apego constituye una herramienta fundamental para laadquisicin y ampliacin de estrategias regulatorias por parte del nio,procesos que estn ligados a la internalizacin progresiva de patronesregulatorios interactivos. De hecho, Fonagy (2001) indica que el apego seguropuede concebirse como la adquisicin de mecanismos regulatorios codificadosen trminos de memoria implcita. De este modo, tal como seala Krueger

    (2002), el apego es la base de la regulacin emocional.Schore (1994, 2001a, 2001b, 2003a, 2005a) explica, en este sentido, que la

    consolidacin de los mecanismos auto-regulatorios depende de las experienciastempranas y que tales experiencias estn invariablemente arraigadas en elvnculo de apego. Piensa que las mismas transacciones afectivas recprocas quedan lugar al apego seguro influencian el desarrollo infantil en general y laexpansin de los sistemas de regulacin propios del nio en particular. Entrminos de estas transacciones, enfatiza especialmente que el entonamientopsicobiolgico de la madre media la formacin del lazo de apego. Desde estepunto de vista, la regulacin didica en el marco de la relacin de apego no es

    slo el restablecimiento de la seguridad despus de una experiencia de dis-regulacin y un estado estresante negativo, sino tambin la amplificacininteractiva de afectos positivos, como en los estados ldicos (2001a, p. 21).

    Los cuidadores que no estn entonados con las claves faciales, verbales yconductuales de sus infantes pueden fallar a la hora de responder no slo aseales de afliccin creciente, sino tambin a signos de crecienteinvolucramiento, excitacin e inters. Por ende, tales cuidadores fracasarn a lahora de captar y construir sobre la base de las experiencias afectivas positivasde los infantes. (Diamond & Aspinwall, 2003, p. 144, cursiva del original)

    As, el nio se apega a un cuidador modulador que ampla lasoportunidades de experimentar afectos positivos y que minimiza las

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    posibilidades de experimentar afectos negativos. Para Schore, los intercambiosemocionales regulados con un cuidador primario familiar y predecible generanel sentido fundamental de seguridad que forma parte del apego seguro y, almismo tiempo, una disposicin bsica de curiosidad positivamente cargada queimpulsa la naciente exploracin del entorno que caracteriza a un nio saludable

    lo que Bowlby (1988) denomin una base segura. En el contexto de este

    sentido primordial de seguridad, por otro lado, los infantes manifiestan unamayor probabilidad de regular sus experiencias de una variedad de emocionespositivas y negativas porque su experiencia relacional social de tales emocionestiene una historia de resolucin efectiva (Fogel, 2004, p. 5).

    Segn Magai y sus colaboradores (2000), hasta la fecha se ha realizadopoca investigacin acerca de las relaciones existentes entre estilos de apego yvariables emocionales. No obstante, puede afirmarse que los estilos de apegorepresentan un patrn didico aprendido de regulacin emocional entre el nioy su cuidador [] (Baylis, 2006, p. 70), que son un reflejo de la capacidad de ladada temprana para regular experiencias afectivas intensas mientras semantiene intacta la conexin relacional (Fosha, 2003) y que los patronesespecficos de apego que han sido descritos en la literatura tambin pueden serdefinidos en trminos de diferencias individuales de regulacin emocional y deexpresin afectiva (Hagekull & Bohlin, 2004; Magai et al., 2000; Walden &Smith, 1997). A la inversa, la regulacin del infante puede ser un reflejo de lacualidad del estilo de apego que se est desarrollando (Braungart-Rieker et al.,2001, p. 253).

    Desde el punto de vista de la relacin de apego, Mikulincer y sus colegas(2003) puntualizan que una de las fuentes principales de la variabilidad de las

    estrategias regulatorias

    es decir, de los patrones de apego

    es la disponibilidademocional de la figura de apego. Estos investigadores suponen que, en eldesarrollo ptimo, la disponibilidad emocional del cuidador primario pone enmarcha una secuencia evolutiva de las estrategias regulatorias que comprendedos pasos. Primero, es necesario que se produzca la consolidacin de la co-regulacin, vinculada con la ampliacin y el enriquecimiento de la estrategiabsica de apego (la bsqueda de proximidad) y el consiguiente mejoramientode la regulacin afectiva didica que se logra con la ayuda de figuras de apegoque estn accesibles. Segundo, surge una etapa posterior de consolidacin de laauto-regulacin, que consiste en la transicin desde la co-regulacin hacia laauto-regulacin y en el establecimiento del self como ejecutor central de lasestrategias regulatorias. Siguiendo a Mikulincer y sus colaboradores, los tresmecanismos que facilitan el progreso de esta secuencia son la ampliacin de lascapacidades psicolgicas del infante, la expansin gradual del self y lainternalizacin de las funciones regulatorias inicialmente llevadas a cabo por lasfiguras relevantes de apego.

    En todos aquellos patrones individuales de apego que son habitualmenteagrupados en la categora del apego seguro1 puede detectarse una historia

    1

    Omitiremos aqu una exposicin detallada de los diferentes patrones de apego seguro einseguro que han sido descritos en la literatura. Remitimos al lector a las sistematizaciones deCrittenden (1994), Fonagy (2001) y Marrone (2002).

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    subyacente de cuidados paternos responsivos y entonados que facilitaronniveles de estimulacin apropiados a las capacidades regulatorias del infante,siendo los episodios de activacin emocional desorganizadora poco frecuentesy breves. Dicho de otra manera, el apego seguro est relacionado con unaregulacin didica exitosa de los afectos durante la infancia que da lugar al

    surgimiento de capacidades auto-regulatorias efectivas (DeOliveira et al., 2004;Diamond & Marrone, 2003; Fonagy, 2001; Fonagy et al., 2002; Krueger, 2002;Marrone, 2001; Schore, 2001a, 2001b, 2005a; Sroufe, 2000; Sroufe et al., 2000). Eneste sentido, Fonagy (2001) asevera que la aparicin de estrategias auto-regulatorias cada vez ms elaboradas en el repertorio de habilidades del niotranscurre de modo consistente y coherente cuando los estados afectivos delnio le son reflejados de forma acertada y no abrumadora por parte de unafigura significativa de apego. De manera similar, la emergencia de laposibilidad del uso flexible de las dos modalidades regulatorias fundamentales

    auto-regulacin y regulacin interactiva en funcin de contextosinterpersonales cambiantes en la experiencia del nio y con posterioridad en laexperiencia del adulto, es el sello distintivo de una organizacin ptima del selfque se desarrolla en base a interacciones regulatorias insertas en una relacinsegura y entonada de apego con los cuidadores tempranos (Schore, 2000, 2001a,2001b, 2002, 2003a, 2003b; Klopstech, 2004, 2005). As, regulacin interactiva yauto-regulacin son mecanismos fundamentales de la seguridad de apego(Koulomzin et al., 2002). Ms all, puede considerarse que la capacidad deempata y de reconocimiento intersubjetivo de la experiencia de los dems es elresultado de una relacin segura de apego con un cuidadorpsicobiolgicamente entonado y regulador de los estados emocionales del nio(Schore, 2000).

    Uno de los conceptos centrales de la teora del apego que intenta explicarla internalizacin e influencia posterior de las experiencias tempranas de apegoes la nocin de los modelos operativos internos [internal working models].Segn Marrone (2001), se trata de

    todas las representaciones acerca del mundo y de nosotros mismos en l,construidas a lo largo de la experiencia, incluyendo personas, lugares, ideas,pautas culturales, estructuras sociales, etc. [En particular,] existen formasespecializadas de modelos operativos que pueden ser definidas como una serie

    de ideas conscientes o inconscientes acerca de uno mismo como persona y delotro como figura significativa en la vida de uno. [...] Los modelos operativos deuno mismo y de otros se forman durante acontecimientos relevantes conrespecto al apego y reflejan el resultado que han tenido las comunicaciones dedemanda de cuidados por parte del individuo. (pp. 74-75)

    Los modelos operativos incluyen, asimismo, un determinado nivel de atencina los afectos, el grado de percepcin de estados afectivos presentes, una ciertapredisposicin a expresar o inhibir ciertos afectos especficos y creencias acercadel estado emocional considerado ptimo (Bell & Calkins, 2000; Magai et al.,2000). La forma de los modelos operativos internos construidos en el transcurso

    de la infancia determina con posterioridad la manera en la que el individuo sevincula con otras personas, reflejando en alguna medida la cualidad de sus

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    experiencias vinculares tempranas. Por supuesto, para que la cualidad de lasexperiencias infantiles sea positiva y los modelos operativos internosconstruidos sean adaptativos es necesario que los modelos operativos delcuidador incluyan la representacin de que los afectos y los vnculos, el self ylos otros, y el sentimiento y la accin pueden funcionar de modo armnico,

    permitiendo a la figura de apego ayudar al infante a regular sus afectos (Fosha,2003).

    La idea original de los modelos operativos ha evolucionado hacia unaconcepcin de estos como representaciones que regulan la adaptacinrelacional del individuo mediante procesos interpretativos/atribucionales [...] yque codifican estrategias de regulacin afectiva [...] (Schore, 2000, p. 27).Diamond y Marrone (2003) los entienden, en trminos generales, comorepresentaciones interactivas con emociones asociadas. De acuerdo a Schore(2003a, 2003b), el apego seguro facilita la transmisin de capacidadesregulatorias del cuidador al infante, incorporndose la experiencia de estar conun otro auto-regulador en una representacin interactiva. En este sentido, losinvestigadores contemporneos visualizan los modelos operativos internoscomo representaciones procedurales implcitas del dilogo emocional delinfante con la madre que, una vez establecidas, apuntalan las funciones auto-regulatorias incipientes y que posteriormente estn disponibles como recursoque posibilita la regulacin plena del propio estado emocional. Corresponden alo que actualmente es conceptualizado como un tipo de memoria regulatoriarelacional implcita (Fogel, 2004). De hecho, puede afirmarse que estasrepresentaciones permiten al organismo mantener una regulacin emocionalbasal y un nivel afectivo positivo incluso frente a desafos externos. Schore(2005a) precisa que los modelos operativos internos organizados por lasexperiencias relacionales tempranas determinan la recepcin no consciente,expresin, comunicacin y regulacin de los afectos, todas ellas funcionesesenciales para el establecimiento y la mantencin de relaciones interpersonalessaludables.

    En torno a la relacin existente entre el apego y la regulacin afectivaquedan al menos dos asuntos que no han sido clarificados del todo. Por unlado, la pregunta acerca de si la regulacin afectiva constituye un sistemamotivacional especfico y una necesidad en s misma o si es un productosecundario concomitante del sistema motivacional del apego an no ha podidoser respondida satisfactoriamente (Diamond & Marrone, 2003). Dio Bleichmar(2005) piensa que ambos sistema de no deben confundirse, mientras queDiamond y Marrone (2003) opinan que son separables slo en trminosconceptuales dado que la evidencia muestra que, a lo largo de todo el ciclovital, los individuos disponen de una mayor capacidad regulatoria cuando seencuentran en vnculos seguros e ntimos. Por otro lado, Hartmann y Lohmann(2004) sealan que debe asumirse que el patrn de apego del cuidador primarioinfluencia tanto el establecimiento del patrn de apego del infante como eldesarrollo de su capacidad regulatoria. Ciertamente, la investigacincontempornea acerca de la transmisin generacional de los patrones de apegoapoya esta afirmacin (Fonagy, 1999, 2001; Fonagy et al., 2002; Goldberg et al.,

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    1994; Marrone, 2001). Fonagy (1999), por ejemplo, enfatiza que los adultos conpatrones seguros de apego se muestran ms sensibles frente a las necesidadesde sus hijos, promoviendo en el infante una expectativa de que la des-regulacin ser resuelta con rapidez y posibilitando la aparicin de un apegoseguro. Sin embargo, los procesos de transmisin generacional de patrones de

    apego y el impacto que las estrategias regulatorias principales del cuidadorprimario tienen en el desarrollo de la auto-regulacin del nio han sido pocoestudiados hasta este momento.

    Teora del apego y estrategias de regulacin afectiva

    Desde el punto de vista de la teora del apego, puede considerarse que lospatrones de regulacin de emociones (en su mayor parte negativas) de los niosevolucionan en parte como funcin de la historia de la relacin con la madre

    (Kochanska, 2001, p. 475) y que la organizacin individual de estrategiasemocionales corresponde a los patrones de apego y est arraigada en la historiadel nio de experiencias repetidas en encuentros afectivos con su cuidador(p. 475). En este contexto, todas las estrategias de regulacin ligadas al apegotienen una meta regulatoria concreta e involucran procesos afectivos ycognitivos que dan forma al logro de esa meta (Mikulincer & Shaver, 2005). Lospatrones de apego reflejan, en este sentido, estrategias conductuales coherentespara maximizar la disponibilidad del cuidador y, con ello, para regular estadosafectivos en base a las expectativas respecto de la disponibilidad yresponsividad de la figura de apego (DeOliveira et al., 2004). Esta concepcin

    destaca la participacin decisiva de otros significativos en los procesosregulatorios y permite a Hartmann y Lohmann (2004) afirmar que, en ltimainstancia, los patrones organizados de apego actan al servicio de la regulacinemocional del individuo.

    En trminos generales, en el marco de la teora del apego puedendiferenciarse al menos dos estrategias bsicas de regulacin emocional. Stifter(2002) y Feldman (2003) indican que la primera de estas es el acercamiento. Elacercamiento involucra conductas motoras y expresivas que mantienen unaorientacin consistente hacia el entorno y que, a travs del establecimiento decercana fsica con una o varias figuras de apego, intentan generar, preservar o

    recuperar una activacin afectiva de coloracin positiva o disminuir y eliminaruna activacin afectiva de coloracin negativa. La segunda estrategiaregulatoria es la retirada, cuya meta principal es regular afectos negativosmediante la interrupcin de la conducta presente y el alejamiento activorespecto de ciertos estmulos ambientales aparentemente implicados en elsurgimiento y el mantenimiento de las emociones negativas.

    Pueden detectarse diferencias importantes en trminos de los estilos deregulacin emocional entre los distintos tipos de apego (Braungart-Rieker et al.,2001; Consedine & Magai, 2003; DeOliveira et al., 2004; Diamond & Aspinwall,2003; Fonagy et al., 2002; Kochanska, 2001; Magai et al., 2000; Mikulincer &

    Shaver, 2005; Mikulincer et al., 2003; Schore, 2003a; Shaver & Mikulincer, 2002).En un resumen de los hallazgos de numerosas investigaciones, Shaver y

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    Mikulincer (2002) han descrito ciertas estrategias regulatorias desde laperspectiva de la teora del apego, destacando las diferencias de losmecanismos regulatorios existentes en el apego seguro e inseguro. SegnShaver y Mikulincer y Diamond y Marrone (2003), los individuos con apegosseguros tpicamente hacen uso de una mezcla particular de tres estrategias

    regulatorias principales:

    (1) Reconocimiento y expresin de estados emocionales de afliccin, angustia,malestar, etc. En consecuencia, la probabilidad de que un individuo con apegoseguro revele informacin personal y sentimientos a otros relevantes y de queexprese sus emociones de manera relativamente abierta y desinhibida es mayorque en individuos con apego inseguro. Puede suponerse que la capacidad derecurrir a esta estrategia de regulacin guarda relacin con el aprendizajetemprano de que el reconocimiento y la expresin emocional suscitarnrespuestas de acogida por parte de las figuras de apego.

    (2) Iniciacin de intentos de resolucin instrumental de las situaciones conflictivasque desencadenen y mantienen estados afectivos negativos. Por lo tanto, elapego seguro permite al individuo estar ms abierto a informacin nueva ancuando esta pueda percibirse como amenazante y desarrollar estrategiasrealistas y efectivas de accin. Debido a ello, tiende a tener confianza en que suspropios recursos lograrn establecer una regulacin exitosa de afectosdisruptivos. Puede presumirse que la existencia de esta estrategia tiene suorigen en experiencias de haber sido capaz de solucionar problemticas oremover obstculos y, con ello, de reducir los afectos negativos a travs de

    acciones propias en el marco de las relaciones iniciales con los cuidadores.

    (3) Bsqueda de apoyo en figuras significativas en trminos emocionales. Esprobable que la utilizacin de esta estrategia regulatoria tenga antecedentesconcretos en las vivencias infantiles de que el apoyo externo permite aliviarafectos disruptivos. Ms all, el apoyo de las figuras tempranas de apego tiendea transmitirle al individuo con apego seguro la capacidad de revisar sus erroresy creencias errneas sin miedo al rechazo o la crtica. Por ello, puedeexperimentar menos necesidad de emplear maniobras defensivas quedistorsionan sus percepciones del mundo exterior y sus auto-evaluaciones que,estando presentes mecanismos defensivos, pueden generar reacciones negativaspor parte de los dems.

    Puede concluirse que la regulacin afectiva de individuos con un apegoseguro corresponde a un estilo regulatorio flexible y abierto, que posibilita laexperiencia y expresin de una amplia variedad de emociones y que incluyetanto la expectativa de que la figura de apego responder de modo sensiblecomo la capacidad de ajustar las propias reacciones emocionales de formasapropiadas a las contingencias situacionales presentes (Braungart-Rieker et al.,2001; Consedine & Magai, 2003; DeOliveira et al., 2004; Fonagy et al., 2002;Hagekull & Bohlin, 2004; Kochanska, 2001; Magai et al., 2000; Sroufe et al.,

    2000). Asimismo, los individuos con un apego seguro manifiestan un patrnaltamente diferenciado de afectividad (Mikulincer & Shaver, 2005). En estas

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    personas a menudo priman afectos de alegra e inters, se manifiestan mayoresniveles de curiosidad respecto del entorno y tendencias disminuidas a la ira, lahostilidad y la ansiedad. Vivencian las emociones negativas con una sensacinreducida de amenaza y pueden relacionarse con los afectos en general comofenmenos significativos de carcter comunicativo. Ms all, los individuos con

    apego seguro tienden a experimentar ms emociones positivas en su vidacotidiana que los individuos con apego inseguro (Diamond & Aspinwall, 2003;Lay et al., 1995).

    En cuanto al apego inseguro, este est caracterizado por una regulacindesadaptativa de los afectos negativos (Diamond & Aspinwall, 2003) y esttpicamente asociado a experiencias tempranas con cuidadores que muestranuna participacin mnima o impredecible en los procesos regulatoriosinteractivos de los afectos del nio (Schore, 2003a). Shaver y Mikulincer (2002) yMikulincer & Shaver (2005) hacen referencia a dos diferentes estrategiasinseguras de regulacin afectiva2. Por un lado, se encuentra la hiperactivacin delsistema de apego, caracterizada por intentos recurrentes de minimizar ladistancia respecto de las figuras de apego y de suscitar su apoyo y amormediante respuestas de aferramiento y control (Shaver & Mikulincer, 2002,

    p. 141) un estilo de regulacin afectiva que tambin puede entenderse comoestilo maximizador o sub-regulador de la expresin emocional (Braungart-Rieker et al., 2001; Consedine & Magai, 2003; DeOliveira et al., 2004; Fonagy etal., 2002; Magai et al., 2000; Schore, 2003a). Esta estrategia regulatoria incluyecon frecuencia un foco atencional ansioso en los cuidadores primarios conhipervigilancia respecto de potenciales seales de rechazo, aumento general delmonitoreo de eventuales peligros ambientales, una hiperactivacin deemociones y pensamientos negativos, fracasos a la hora de desapegarse delsufrimiento psicolgico y falta de auto-confianza. La inclinacin por desplegaremociones intensificadas ha sido conceptualizada como una estrategia(funcional) compensatoria para obtener/mantener la atencin de parte de losdems [...] (Consedine & Magai, 2003, p. 167) y para establecer/mantener elcontacto con los dems a travs de la elevacin de las necesidades de

    dependencia en particular para movilizar la atencin de un cuidadorinconsistentemente disponible. A menudo, el individuo experimenta niveleselevados de ansiedad, tristeza y vergenza.

    Por otro lado, existe la estrategia de desactivacin del sistema de apego oestilo regulatorio minimizador o sobre-regulador de la expresin emocional,consistente en intentos de dejar de buscar las figuras de apego e incluso demaximizar la distancia respecto de estas con la finalidad de eludir sufrimientosy frustraciones debidas a su inaccesibilidad (Braungart-Rieker et al., 2001;DeOliveira et al., 2004; Mikulincer & Shaver, 2005; Mikulincer et al., 2003;Shaver & Mikulincer, 2002). La desactivacin del sistema de apego a menudoinvolucra la evitacin de la interdependencia, la bsqueda de autonoma ycontrol, la supresin de pensamientos que provocan afliccin y la represin derecuerdos dolorosos. Adems, el patrn minimizador de regulacin podra ser

    2 Para descripciones sistemticas de los diferentes estilos inseguros de apego, vanse entre otrosCrittenden (1994), Fonagy (2001) y Marrone (2001).

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    especfico a la evitacin de emociones que connotan debilidad, tales comomiedo y ansiedad (Consedine & Magai, 2003, p. 167), y que originalmentefueron experimentadas como amenaza a la cercana y disponibilidad de lafigura primaria de apego. Muchas veces, la persona pone de manifiesto nivelesaltos de defensividad, hostilidad y desprecio y un nivel bajo de ansiedad.

    Ms all, el apego ansioso trae consigo una tendencia a focalizarse en elpropio sufrimiento, rumiacin en torno a pensamientos negativos y la adopcinde estrategias regulatorias que tienden a exacerbar ms que disminuir losestados emocionales disruptivos (Shaver & Mikulincer, 2002). El apegoevitativo, por su parte, involucra el distanciamiento respecto de la fuente delmalestar emocional. Muchas veces, este distanciamiento se logra por medio delmanejo de la atencin y a travs de la inhibicin de la codificacin profunda dela informacin conflictiva ms que a travs de la represin activa. Respecto delapego desorganizado, DeOliveira y sus colegas (2004) especifican queconstituye una disregulacin fundamental de la afectividad, siendo el nioincapaz de regular sus estados afectivos negativos en su relacin de apego y,por lo tanto, incapaz de evitar o superar experiencias emocionales dificultosasde manera apropiada. Representa, en este sentido, un dficit global de lacapacidad regulatoria y, ms all, puede visualizarse como reflejo de unadisfuncin bsica de la regulacin emocional mutua que transcurre en elvnculo temprano.

    En contribuciones posteriores, Mikulincer y sus colegas (2003, 2005) handiferenciado entre tres tipos de estrategias regulatorias ligadas al sistema deapego. En primer lugar, el individuo puede recurrir a una estrategia primaria deregulacin afectiva, que corresponde a la bsqueda de proximidad con unafigura de apego en cuanto hacen aparicin estados emocionales disruptivos.Con posterioridad, la presencia de la sensacin internalizada de que la figura deapego est literal o simblicamente disponible en trminos afectivos constituyela base para la activacin de estrategias de regulacin basadas en la seguridad queutilizan mecanismos constructivos, flexibles y realistas para lograr susobjetivos. Estas estrategias consisten de conocimiento declarativo [o explcito]y procedural sobre el self, los dems y la regulacin de afectos (2003, p. 83). Enotras palabras, se trata de creencias y procedimientos implcitos que englobanlas tres estrategias regulatorias que mencionamos como vinculadas con el apegoseguro: reconocimiento y expresin de emociones, bsqueda de apoyo einvolucramiento en la resolucin concreta de situaciones problemticas. Porltimo, segn Mikulincer y sus colegas (2003, 2005), el apego inseguro da lugara estrategias regulatorias secundarias que, en esencia, son de naturaleza defensiva.La sensacin internalizada de inseguridad respecto de la disponibilidad de lafigura de apego hace surgir la necesidad de una decisin en torno a laviabilidad de la bsqueda de proximidad como estrategia de regulacinemocional. Si esta decisin resulta ser negativa, el individuo no tiene otraalternativa que hacer uso de las estrategias secundarias (p. ej., dependenciaexcesiva, hipervigilancia, etc.), que incluyen las estrategias ya descritas dehiperactivacin y desactivacin del sistema de apego.

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    Mikulincer y sus colaboradores (2003, 2005) sealan que todas lasestrategias regulatorias tienen una finalidad especfica; en el caso de lasestrategias basadas en la seguridad, la meta principal est ligada al manejoactivo y constructivo de los afectos negativos y al aprovechamiento de lacreatividad a la que dan acceso las emociones positivas. En el caso de las

    estrategias secundarias, esta finalidad, en vez de estar representada por laregulacin de estados afectivos conflictivos, pasa a ser la hiperactivacin o bienla desactivacin del sistema de apego. Por un lado, la hiperactivacin delsistema de apego suscita respuestas cognitivas que agravan el afecto negativo,excluyendo la experiencia y los efectos de los afectos positivos. La desactivacindel sistema de apego, por otro lado, distancia al individuo de sus propiasemociones, evitando con ello la experiencia de afectos negativos pero, al mismotiempo, imposibilitando el acceso a los efectos beneficiosos de las emocionespositivas.

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