conflicto y memoria

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Caquetá, conflicto y memoria Desde la conquista, los conflictos del país generan dinámicas migratorias de legiones de personas hacia regiones periféricas de la Nación, con débil presencia de autoridad, buscando refugio y seguridad que desapareció en sus lugares de origen. De esta manera el Caquetá se convierte en tierra propicia para perseguidos políticos, sociales y económicos quienes en esta selva inhóspita, pero acogedora encuentran un paisaje matizado con el verde del espeso follaje y las aguas cristalinas y a veces negras de la Amazonia. Por este mismo conducto y por las mismas razones, también llegan los verdugos que llenan de sangre, sufrimiento y dolor este pedazo de Colombia que resiste la pesada carga de un conflicto, donde su principal perjudicado es el indefenso ciudadano, víctima de los últimos cien años de historia. Estos documentos representados en imágines videos y audios, constituyen la memoria histórica de nuestro conflicto y se expone en cada una de sus modalidades, y sin ninguna clase de distingos políticos religiosos, económicos, raciales o sociales (hoy en imágenes), en recordación y homenaje a las víctimas de la barbarie. Es el punto de partida para que el olvido no siga empolvando nuestros recuerdos, también una invitación a la sociedad, para unirnos en esta forma de reparación simbólica, en torno a la solidaridad con cientos y miles de individuos y sus familias afectadas por el conflicto en el Caquetá. Nuestro propósito es la sensibilización con este proceso y aportar documentos, testimonios, memorias y evidencias de este triste evento de la sociedad en la que vivimos pero sobre todo para contribuir a la reparación que nos permita reclamar con autoridad un: NUNCA MAS. William Wilches Sánchez Director Museo Caquetá

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Un breve resumen de víctimas que ha dejado el conflicto en el Caquetá y que no queden en el olvido.

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Caquetá, conflicto y memoria

Desde la conquista, los conflictos del país generan dinámicas migratorias de legiones de personas hacia regiones periféricas de la Nación, con débil presencia de autoridad, buscando refugio y seguridad que desapareció en sus lugares de origen. De esta manera el Caquetá se convierte en tierra propicia para perseguidos políticos, sociales y económicos quienes en esta selva inhóspita, pero acogedora encuentran un paisaje matizado con el verde del espeso follaje y las aguas cristalinas y a veces negras de la Amazonia.

Por este mismo conducto y por las mismas razones, también llegan los verdugos que llenan

de sangre, sufrimiento y dolor este pedazo de Colombia que resiste la pesada carga de un conflicto, donde su principal perjudicado es el indefenso ciudadano, víctima de los últimos cien años de historia.

Estos documentos representados en imágines videos y audios, constituyen la memoria histórica de nuestro conflicto y se expone en cada una de sus modalidades, y sin ninguna clase de distingos políticos religiosos, económicos, raciales o sociales (hoy en imágenes), en recordación y homenaje a las víctimas de la barbarie.

Es el punto de partida para que el olvido no siga

empolvando nuestros recuerdos, también una invitación a la sociedad, para unirnos en esta forma de reparación simbólica, en torno a la solidaridad con cientos y miles de individuos y sus familias afectadas por el conflicto en el Caquetá. Nuestro propósito es la sensibilización con este proceso y aportar documentos, testimonios, memorias y evidencias de este triste evento de la sociedad en la que vivimos pero sobre todo para contribuir a la reparación que nos permita reclamar con autoridad un: NUNCA MAS.

William Wilches SánchezDirector Museo Caquetá

Caquetá, conflicto y memoria

A principios del siglo XX, al este del río Caguán, entre los ríos Caquetá y Putumayo, algunos caucheros entrevieron la existencia de una verdadera “tierra de promisión”. Allí no sólo existían grandes existencias de cierto tipo de cauchos, hasta la fecha inexplotados, sino un gran número de comunidades indígenas con un mínimo lazo con la “civilización”, que podían ser enganchadas en la explotación del látex.

Un censo del año 1849 estimaba la población de “racionales” -como se designaba a los funcionarios, comerciantes y colonos, de la región del Putumayo y Caquetá, en 242 personas; los indios “civilizados” es decir aquellos en alguna forma influidos por las misiones católicas, se estimaban en 16.549; la mayor parte del territorio estaba habitado por gentes que los censos describían de forma teocéntrica como “salvajes”, “antropófagos” e “irracionales”, grupos que vagaban por el bosque y cuyo número se desconocía.

De esta forma, diversos caucheros, encabezados por Julio Cesar Arana, penetraron los ríos Caquetá, Caraparaná, al alto Cahuinarí e Igaraparaná, Orteguaza, Caguán, Guayas, fundando barracas y campamentos para la explotación del caucho con la ayuda de los indígenas huitoto, Bora, Okaina, Muinane, Andoque, Nonuya, Miraña, Yukuna y Matapí,entre otros. Sembrando un régimen de terror y exterminio de más de 80.000 indígenas por parte de la Casa Arana que estuvo presente en la región hasta 1929.

Varias Obras literarias han contribuido de manera importante a dar visibilidad a dicho episodio histórico, en mérito de mostrar con ribetes trágicos la histórica ausencia del Estado en la Amazonía, la impunidad de los criminales empresarios caucheros y el imaginario esclavista que consideraba a los indígenas como seres salvajes y subhumanos a quienes había que civilizar:

La publicación de la novela El sueño del celta, de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, aparecida en noviembre de 2010, el Libro Azul Británico. Informes de Roger Casement y otras cartas sobre las atrocidades en el Putumayo y Caquetá, aparecido en enero de 2012, La Vorágine de José Eustacio Rivera aparecido en 1924 y TOA narraciones de caucherías del Médico Cesar Uribe Piedrahita, publicada en 1932.

Apartes de algunos textos, nos muestran la crudeza y barbarie:..Los agentes de la Compañía obligan a los pacíficos indios del Putumayo y Caquetá. a trabajar día y noche, sin la más mínima recuperación salvo la comida necesaria para mantenerlos vivos. Les roban sus cosechas, sus mujeres, sus hijos. Los azotan inhumanamente hasta dejarles los huesos al aire... Toman a sus hijos por los pies y les estrellan la cabeza contra los árboles y paredes... Hombres, mujeres y niños sirven de blanco a los disparos por diversión y en oportunidades les queman con parafina para que los empleados disfruten con su desesperada agonía.

Fotografías:LA CASA ARANA EN EL PUTUMAYO

EL CAUCHO Y EL PROCESO ESCLAVISTARoberto Pineda Camacho

Caquetá, conflicto y memoria

En la quebrada de La Perdiz y en las márgenes de los ríos San Pedro, Pescado, Orteguaza y Caquetá también se establecieron los hombres del caucho.

Inicialmente atraídos por la quina y ubicados en de la Concepción, (Hoy Acevedo) habían explotado las selvas del Andaquí en el Caquetá, por el año de 1875, los hermanos Gutiérrez (Eloy, Urbano, Venancio, Roberto, Francisco, Ramón, Raimundo, Emilio y Ricardo) quienes posteriormente establecieron sus agencias en el sitio donde hoy queda Florencia. Los hermanos Gutiérrez, Antonio Pizarro y Antonio Angel empresarios caucheros, dominaron el escenario Caqueteño al finalizar el siglo XIX e inicios del XX. y fueron la presencia del estado en esta zona alejada de Colombia, para enfrentar la avanzada de los Brasileros y caucheros peruanos encabezados por Julio Cesar Arana. Don Francisco Gutiérrez Mavesoy lo hacía en su condición de Inspector de los ríos designado por el Gobierno Nacional, para “…contener a los invasores Brasileros…”

Tiempo después, algunos de los hermanos Gutiérrez fueron convocados en el Puerto de Numancia,(Hoy Tres Esquinas) a orillas del Rio Orteguaza, por los capataces de la Casa Arana para establecer el límite de sus territorios, cita que cumplieron, sin pensar que serían objeto de una emboscada, donde fueron masacrados cinco de ellos, a finales del año 1902.

Esta masacre es el primer hecho de violencia que se conoce en el territorio y que sacudió de manera notable la sensibilidad de los habitantes de la Perdiz, nombre que fue cambiado por el nombre de Florencia. Estos hechos fueron recogidos por el Poeta Huilense Régulo Suarez en su trabajo “A Don Eloy Gutiérrez en su duelo”..

El asesinato de los Hermanos Gutierrez

Fotografía: Álbum Familiar Harley Enrique Gutierrez Ñustez

Caquetá, conflicto y memoria

La víspera de su asesinato y de su último cumpleaños, el 27 de abril de 1965. Oliverio Lara Borrero, como lo hacía siempre que visitaba su hacienda “Larandia” en pleno Caquetá, madrugó y, en compañía de sus “hombres de confianza”, tomó un desayuno tan fuerte, que le permitiera trabajar sin descanso.

A las seis de la tarde, luego de haber recorrido kilómetros de lo que antes había sido selva pura y que él había transformado en una hacienda con corrales de cemento, puerto, carreteras, aeropuerto y puentes dignos de haber sido inaugurados por cualquier gobierno. Oliverio se dirigió con su mayordomo al hato “Patagonia”, bautizado así por su lejanía, donde proyectaba construir un nuevo puente.

Varios palos atravesados en el camino le impidieron a la camioneta del hacendado continuar su recorrido. Se detuvo. Al instante, de los matorrales, a un lado y otro de la carretera saltaron varios hombres --Esto es un secuestro--dijeron. Le ordenaron al mayordomo que se fuera. Le ataron atrás los brazos a la víctima. Lo obligaron a caminar en silencio en medio de la noche inconmovible de la selva... Y así, en silencio, con su cabeza gris inclinada siempre, se mantuvo ese hombre famoso por su inteligencia, su vasta

cultura, sus chistes y su simpatía, hasta las ocho de la mañana del día siguiente, 28 de abril, cuando uno de los asesinos le ordenó cavar su propia fosa y dejar descubierta la nuca para recibir el golpe certero del machete que ese día, el de su sexagésimo cumpleaños, lo dejó sin vida.

A mediados de 1970, cinco años después del segundo secuestro ocurrido en Colombia (el primero había sido el de Harold Eder, semanas antes), un indígena visitó a uno de los Lara y le contó había escuchado en una cantina de La Montañita--Caquetá- los nombres de los autores del secuestro y asesinato de Oliverio, además, que su madre vivía con uno de ellos, así, las autoridades terminaron las leyendas que se tejieron en torno a la suerte de Don Oliverio Lara.

Fue el gran propagandista del Caquetá, en todos los foros nacionales, para lo cual invitó a “Larandia” y a “Balsillas”, para que observaran sobre el terreno, a gran cantidad de personalidades nacionales y extranjeras. Amigo y contertulio de todos los colombianos grandes y chicos, ricos y pobres, que aún no perteneciendo al sector agropecuario se cruzaban en su camino, pues decía que “el principio de la sabiduría es confesar la ignorancia propia, para que le cuenten a uno muchas cosas”.

FotografíasComité de Ganaderos del Caquetá

El Secuestro de Don Oliverio Lara

El Secuestro de Don Oliverio Lara

Caquetá, conflicto y memoria

La precaria presencia histórica del Estado en la región ha permitido que empresarios nacionales y extranjeros, congregaciones religiosas, colonos y, recientemente, narcotraficantes y grupos armados, ocupen los espacios. Tal como lo refieren los datos del contexto histórico y cultural del Departamento, los procesos activos de colonización se presentaron entre 1946 y 1962 y fueron generados, entre otros factores, por la “violencia partidista” y las bonanzas económicas legales e ilegales. Sin embargo, es notorio que el incremento de cultivos de uso ilícito a partir de 1978 aceleró la colonización mucho más que en los 30 años anteriores.

Las Farc, en el Caquetá están presentes desde la década de 1960, y se han visto favorecidas por la existencia de cultivos ilícitos. Han actuado en el sureste como intermediarias entre productores y comercializadores de narcóticos, siendo esta intermediación su fuente de financiación. Han ejercido funciones de mediación en la población y control de ésta, ante la ausencia de una

infraestructura institucional que responda a las necesidades de los habitantes de la región

“Las FARC, recurriendo a la intimidación o a la convicción, lograron ejercer desde comienzos de la década del ochenta un control social en las zonas de cultivo, estableciendo la prohibición del uso del bazuco como forma de pago o artículo de consumo, determinaron los salarios para los raspadores e hicieron obligatorio cultivar otros productos diferentes a la coca para evitar los efectos inflacionarios de la bonanza ilegal. Así mismo, ante las dificultades del sistema de justicia para reprimir el delito y mediar en la solución de todo tipo de conflictos, la guerrilla se abroga sus funciones, conduciendo a que la población demande su presencia. Por otra parte, existe la percepción de que la presencia guerrillera atrae la inversión estatal, de manera que la expectativa de mejoramiento en el corto plazo haría aumentar el apoyo social. Este tipo de apoyo crea una especie de demanda por presencia guerrillera que es realizada por la población de zonas potencialmente

beneficiarias de la inversión estatal”

Durante muchos años existió un pacto implícito de conveniencia entre Farc y narcotraficantes, sin embargo, el crecimiento militar de las primeras los llevó al enfrentamiento, particularmente con los hombres de Rodríguez Gacha, en la década de 1980, lo que dio origen a la primera incursión paramilitar en el Caquetá. Es así como comenzó un ataque a la base social de la guerrilla y se desató una ola de persecución y muerte en contra de dirigentes de izquierda.

Durante la década de 1990 las Farc se siguieron fortaleciendo gracias a la cadena de producción de la coca. Entre 1998-2002, años de la zona de distensión, esta organización continuó con su crecimiento. Actualmente las Farc tienen presencia en el Caquetá, con el bloque Sur y sus frentes 3, 13, 14, 15, 49, 60, y la columna móvil Teófilo Forero.

Las FARC

Fotografía: José Leober EscobarSan Vicente del Caguan

Caquetá, conflicto y memoria

El 7 de noviembre de 1998 comenzó a operar la Zona de Distención para que se llevaran a cabo las conversaciones de paz entre el recién posesionado Gobierno Nacional del presidente Andrés Pastrana Arango y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP).

Si bien el Proceso de Paz inició con un ambiente de esperanza entre ambos actores (Gobierno y FARC-EP), con el paso de los meses empezó a generarse cierto desagrado e inconformidad porque la “Zona de Distensión” (un área que comprende 42 mil kilómetros cuadrados y que abarcó los municipios de La Macarena, Mesetas, La Uribe y Vista Hermosa en el departamento del Meta y San Vicente del Caguán en Caquetá,) pasó a convertirse en una región sin ley y abandono total del Estado colombiano.

La duración de la zona de distensión fue prorrogada dos veces: la primera el 5 de febrero de 2001, cuando se amplió por un lapso de 90 días, y la segunda el siguiente 7 de mayo, por 30 días, con la finalidad de que cada una de las partes del proceso, Gobierno y FARC, nombraran sus respectivos negociadores, al igual se designó una Comisión Internacional de Acompañamiento “que serviría de verificadora”, y debería reunirse como mínimo una vez cada tres meses para dar al Gobierno y a las FARC su concepto

sobre el funcionamiento de la zona de distensión.

Sin embargo, con frecuencia se conocían noticias que daban la vuelta al mundo, que la zona de distensión pasó a convertirse en un verdadero “Imperio de la Ley de las FARC-EP”, donde reinaba el poder absoluto de la subversión. Hubo quienes sostuvieron que allí la justicia consagrada en la Constitución Nacional de Colombia desapareció por completo. Los más importantes personajes del país como el Fiscal General de la Nación Alfonso Gómez Méndez, el Procurador General de la Nación Jaime Bernal Cuellar, las Fuerzas Militares encabezadas por el Comandante General Fernando Tapias, el Comandante del Ejército Nacional Enrique Mora Rangel y el ministro de la Defensa Nacional Luis Fernando Ramírez Acuña, expresaron en reiteradas oportunidades ante los medios masivos de comunicación nacionales e internacionales, que la Zona de Distensión era un área de bandidos, secuestradores y que allí reinaba el poder de la guerrilla.

Varios hechos violentos, entre ellos el asesinato de la familia Turbay y secuestro del Senador Gechen Turbay en el Avión de AIRES así como la presión del pueblo colombiano, dieron fin a la zona de distención, el 20 de enero de 2002.

FotografíaMuseo Caquetá

42,000 kilómetros para negociar la paz

42,000 kilómetros para negociar la paz

Caquetá, conflicto y memoria

La UP nació en un proceso de paz que adelantó la guerrilla de las FARC con el presidente Belisario Betancur. Las guerrillas argumentaron, que al apoyar la creación de este partido buscaban hacer política sin armas y bajo los acuerdos de cese al fuego firmados por el comisionado del gobierno John Agudelo Ríos. En 1985 ‘Iván Márquez’ lideró en Caquetá la conformación del partido político Unión Patriótica (UP), Como miembro de este partido, Marín logró ser concejal y luego representante a la Cámara por Caquetá. En 1986 su candidato Jaime Pardo Leal llegó a obtener el 4,6% de la votación, alcanzando el tercer lugar en las elecciones presidenciales.

La UP logró su mayor votación en las regiones del Nordeste, Bajo Cauca, Magdalena Medio, Urabá, Chocó, Arauca y Área Metropolitana de Medellín. Durante las elecciones del 25 de mayo de 1986 la UP obtuvo 5 senadores, 9 representantes, 14 diputados, 351 concejales y 23 alcaldes.

En la década de los 80, en el Caquetá, la guerrilla y los narcotraficantes mantuvieron por algún tiempo acuerdos de conveniencia, que se rompieron posteriormente. El choque de intereses y el consecuente antagonismo entre estos grupos disparó el crecimiento de las acciones violentas, los enfrentamientos armados, las masacres, las amenazas e intimidación, los asesinatos selectivos, etc. dirigidos en contra de cualquier

persona que pudiera ser percibida por cada bando con cierto ascendiente sobre sus comunidades (dirigentes políticos y sociales) y/o “simpatizantes del enemigo”.

El narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha inició una guerra particular en contra de la guerrilla de las FARC bajo la bandera de defenderse del secuestro y robo de ganado, con la cual impulsó el asesinato sistemático de los miembros de la Unión Patriótica, ya que los acusaba de ser el brazo político de dicho grupo armado. Al comienzo utilizó la modalidad de masacres de campesinos o jornaleros que reclamaban mejoras laborales, para luego ordenar el asesinato selectivo de militantes de la UP en campos y ciudades. Simultáneamente a este condenable hecho en retaliación directa fueron asesinados decenas de dirigentes políticos, sobre todo liberales en todo el departamento del Caquetá.

En ese exterminio que impulsara Rodríguez Gacha inicialmente, luego de su muerte lo escalaron los grupos paramilitares de la extrema derecha, bajo el mando de Carlos Castaño Gil, estos contratan al militar y mercenario israelí Yair Klein para entrenar los primeros grupos. Se desconoce la cifra total de militantes o simpatizantes de la Unión Patriótica que fueron asesinados, pero cálculos parciales estiman que pudieron ser unos 3,500 y un buen número de desaparecidos.

El exterminio de la Unión Patriótica UP

Caquetá, conflicto y memoria

El 20 de junio de 1996, después de un día de trabajo en su oficina, el Alcalde, Demetrio Quintero Rentería, llegó a su casa y luego de contarle a su esposa Carmen Nasayó algunos hechos del día, se ubicó en la sala de televisión para ver la novela Flor de Oro, tocaron a su puerta y cuando la esposa abrió, irrumpieron varios hombres armados y le propinaron nueve tiros en la cabeza. Fue el primer alcalde de Solano asesinado, lo sucedieron Edilberto Murillo Ortega, quien fue asesinado el 16 de febrero de 1997 y Edilberto Hidalgo Anturí asesinado el 4 de octubre de 1997, Edgar Soria quien había sido designado, prefirió renunciar antes que ser el cuarto Alcalde asesinado.

Las FARC dieron la orden a sus frentes, de asesinar Alcaldes, Concejales, Diputados, Gobernadores, Representantes a la Cámara, para presionar una negociación con el Gobierno, la mayoría de Alcaldes habían trabajado con esfuerzo para alcanzar la meta de ser los primeros mandatarios de sus municipios, el sueño de aportar al desarrollo local, fue frustrado, por la balas de sus asesinos.

El domingo 16 de enero de 2000 EL Alcalde de la Montañita, Caquetá, Jose Ibsen Fierro, elegido por voto popular para el periodo 1998-2000, partió con su esposa, sus hijas y su seguridad personal, hacia la vereda Cedritos donde pasaría con su familia un día de descanso; en el trayecto de regreso a las 4:00 Pm fue interceptado por varios hombres

armados, que se identificaron como miembros de las FARC y dispararon de manera indiscriminada contra el Alcalde y su escolta Omar Adaime, quienes fallecieron de forma inmediata; en los mismos hechos, secuestraron al hermano del alcalde, John Fierro Arias.

José Lizardo Rojas, a quien todos conocían cariñosamente como “Chirriqui”, en su infancia vendió empanadas para ayudarse con sus estudios, ayudante de sus hermanos en un expendio de carnes, jugador de futbol, concejal municipal, de hablar duro, fue tejiendo poco a poco sus aspiraciones de ser el Alcalde de Puerto Rico Caquetá, las que vio realizadas con su elección para el periodo 2001- 2003, interrumpido violentamente cuando dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta lo atacaron al frente de su casa, la noche del 30 de agosto de 2001, mientras compartía, momentos de descanso con su esposa Rubiela Calderón Perdomo

En su remplazo fue designado John William Lozano Torres quien fue asesinado el 8 de enero de 2002.

La muerte de estos dos Alcaldes fue atribuida a la columna Teófilo Forero de las FARC señalando como responsable a alias “pata mala”.

Luis Elias Marín Peña, siendo Alcalde de Cartagena del Chairá, fue asesinado entre Paujil y la Montañita , el 1 de septiembre de 2001.

Alcaldes asesinados en la época del despeje

FotografíaMuseo Caquetá

Caquetá, conflicto y memoria

Los grupos paramilitares en Caquetá, hi-cieron tres grandes despliegues: el pri-mero, a finales de la década de 1980 en los Llanos del Yari, promovido por Gon-zalo Rodríguez Gacha, el segundo entre 1997 y 1998, representado en una co-misión de hombres de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), bajo el mando de Antonio Londoño, alias Rafa Putumayo, quien luego comandaría el bloque Calima, y con la llegada de HH se trasladaría a dirigir el bloque Putuma-yo, y el tercero desde 1998, con lo que luego de constituyó en el bloque Central Bolívar (BCB), en 2000, del cual hay re-gistro de presencia hasta el 2006. Este bloque ha actuado en municipios del sur del Caquetá, como Florencia, Morelia, Al-bania, Curillo, Valparaíso y Solita, con el propósito de controlar el negocio del nar-cotráfico en esta región.

Sin embargo fue la ruptura de la Zona de Distención cuando se empieza a consoli-dar el ingreso de otro actor armado en el escenario de conflicto en la región.

Anunciado por los medios de comunica-ción, el mismo jefe máximo de las Autode-fensas, Carlos Castaño, afirmaba que en ese momento contaban con 20 frentes, cada uno de entre 100 y 150 hombres, y su meta era disputarle a las FARC el sur de Colombia, especialmente los departa-mentos de Meta, Guaviare, Putumayo y Caquetá.

“Los paramilitares tuvieron dos grandes

centros de operación bajo el comando del jefe del BCB, Carlos Mario Jiménez alias “Macaco”, un poderoso narcotraficante que compró su entrada al paramilitaris-mo, cuando éste estaba en aprietos fi-nancieros. El primer centro de operación quedaba en el sitio Puerto Torres de Val-paraíso y, el otro en la misma cabecera de este municipio. El grupo de Puerto To-rres tenía como jefe a alias “David alias “John” o “El Fantasma”, el encargado del negocio del narcotráfico y sus finanzas en este grupo era Carlos Fernando Mateus Morales, conocido con el alias de “Paqui-ta”

Los paramilitares encuentran en el De-partamento del Caquetá un potencial de financiamiento para su organización y un corredor estratégico para la guerra, con-solidan su accionar violento con el frente Sur de los Andaquíes del Bloque Central Bolívar –BCB- que logró posicionarse en Belén de los Andaquíes y San José del Fragua, mientras que su incursión hacia los municipios del norte (Puerto Rico, El Paujil y El Doncello) fue contrarrestada por las Farc. Para 2002, las autodefensas habían consolidado su presencia en el su-roccidente del departamento.”

En un principio los grandes propietarios empiezan a aportar económicamente a los paramilitares pero posteriormente se convierten, conjuntamente con el resto de población, en víctimas de la extorsión de los paramilitares.

Los paramilitares en el Caquetá

Caquetá, conflicto y memoria

Era una tarde soleada, del día 24 de mayo de 2005, cuando de una camioneta de estacas, se bajaron hombres armados, vistiendo prendas militares se encaminaron apresurados hasta el Salón de sesiones del Concejo Municipal de Puerto Rico ubicado en el marco de la plaza Los Caucheros, los Concejales se aprestaban a dar inicio a las deliberaciones en torno a un proyecto de acuerdo que le otorgaba facultades al Alcalde municipal Jorge Hernando Calderón Perdomo.

Edilmer Castaño Concejal con limitaciones físicas, estaba ubicado cerca de la puerta para acomodar su silla de ruedas, miró el reloj a las 2:45 p:m,

siendo el primero en percatarse de la presencia de hombres armados, creyendo que se trataba de operativos rutinarios por parte de la fuerza pública; sin embargo pronto se dio cuenta que era un hecho violento pues empezaron a disparar contra la garita de la policía y otros corrían en dirección a donde él se encontraba, solo sintió que lo atropellaban en su afán de entrar al recinto y en el suelo escucho las ráfagas de fusil que disparaban en todo sentido contra sus compañeros.

El pánico y el instinto de sobrevivencia sin saber cómo, Wilmer Lizcano Torres, Julio Casas Pachón y José Horacio Chocué fueron los concejales

que alcanzaron a volar por encima del muro que daba a otra casa, huyendo de la balacera; María Luisa Celis, Edilmer Castaño Vargas y Luz Stella Puertas Cabrera, esta última con ocho meses de embarazo, salieron ilesos escondidos debajo de los muebles de las curules; los otros ediles, Willar Villegas González, José Asencio Olarte Flórez, Silvio Mesa García, Gerardo Collazos y el secretario del Concejo, Germán Rodríguez Carabalí, fueron alcanzados de manera mortal, por las balas asesinas de sus verdugos.

El hecho violento fue atribuido a las Guerrillas de las FARC.

La Masacre de Puerto Rico

Miembros del concejo municipal de Puerto Rico 2005Fotografía: Wilmar Castro

Caquetá, conflicto y memoria

Enrique Gutiérrez Oviez, ejerció por dos pe-riodos consecutivos como concejal de Flo-rencia desde donde fue impulsor, junto con Reinaldo Duque Motta, del barrio Obrero de Florencia, impulsor de las fiestas del San Pedro en el Caquetá mediante las semanas culturales como quiera que fue creador de la ASDARCA, (Asociación de Artistas del Ca-quetá), fue Alcalde de Belén de los An-daquíes en varios periodos diferentes hasta completar 7 años como primer mandatario de esa localidad, en diferentes épocas y allí fundó la primera emisora de ese municipio: “Espléndida Stéreo”, como Inspector de po-licía de Valparaíso, Curillo y Cartagena del Chairá, continua con su emisora y es en Car-tagena cuando la bautiza “La voz del Río”

Justamente fue en esa emisora, que fun-cionaba en la casa de la inspección, donde lo sorprendió su temprana muerte a los 51 años de vida en una toma de guerrilleros de las FARC a Cartagena del Chairá, el 21 de Mayo de 1981, convirtiéndose de esa mane-ra en el primer periodista del departamento que es asesinado por móviles políticos.

Carlos Julio Rodríguez, José Libardo Méndez y Judith Aristizabal trabajaban juntos en el

radio periódico ‘La Conga’ de la emisora ‘La Voz de la Selva’, en el Centro de Florencia, Caquetá, era el 20 de mayo de 1991, a las 5:30 de la mañana se habían montado los tres en el carro de José Libardo para ir a hacer el programa de todos los días de seis a 6:45 de la mañana. El sicario ni siquiera les permitió arrancar. Con eficiencia cum-plió lo que no lograron los dos atentados de los que habían sido víctimas ambos pe-riodistas el año anterior, a Judtih una bala la hirió en el pecho y cuando reaccionó ya estaban muertos, Carlos Julio Rodríguez y José Libardo Méndez su esposo.

A fines de 2000, en menos de 15 días fue-ron asesinados los periodistas de la misma emisora (pero de programas distintos a ‘La Conga’) Guillermo León Agudelo (30 de no-viembre) y Alfredo Abad López (13 de di-ciembre) y a los seis meses, el 6 de julio de 2001, la misma suerte corrió José Duviel Vásquez Arias.

La muerte de los periodistas tenía un mis-mo patrón, trabajaban en la Voz de la Selva muy cercana a la familia Turbay y fue atri-buida a las FARC.

Quisieron callar la prensa

Periodista José Libardo Méndez, en entrevista a Hernando TurbayFotografía: Museo Caquetá

Periodista José Dubiel Vásquez Arias, en entrevista a Henry ArenasFotografía: Cámara de Comercio de Florencia para el Caquetá

Periodista Guillermo León AgudeloFotografía: Rodrigo Plata Luna

Periodista José Libardo Méndez, acompañado de Rodrigo Turbay, Octavio García de los Ríos, Jair Trejos, entre otros.Fotografía: Museo Caquetá

Periodista Carlos Julio Rodríguez, acompañado de Rodrigo Turbay, Lia Ren-gifo, Ibes Pacheco, Rafaél Ocasiones y Jesús Ángel González.Fotografía: Museo Caquetá

Caquetá, conflicto y memoria

El miércoles 5 de junio de 2002 el alcalde de Solita (Caquetá) Luis Carlos Caro Pacheco, se levantó sin malos presentimientos: “Vamos que la cosa se arregla por las buenas”, le dijo a uno de los miembros de su gabinete mientras apuraba un café. El mandatario local se marchó tranquilo con ellos a su cita con los miembros de las Farc en la vereda El Gallinazo, sobre el río Caquetá, entre los municipios de Solita y Curillo, para preguntarles por qué razón estaba amenazado de muerte por la guerrilla.

Caro Pacheco llegó al lugar a las 10 de la mañana y la conversación fue breve. Un comandante guerrillero del frente 49 le explicó que los 16 alcaldes del departamento tenían que haberse ido de sus pueblos a las 6 de la tarde del martes. El mostró sus dudas. “¿Para dónde cojo?”, fue su última pregunta. Como respuesta los guerrilleros lo separaron de su gabinete y lo fusilaron.

Con la muerte del Alcalde de Solita las Farc lanzaron una estrategia que se convirtió, en el primer pulso con el Gobierno de Alvaro Uribe como una demostración de fuerza y control territorial con la que los guerrilleros pretendían llegar bien

posicionados, ya fuera a un hipotético y lejano escenario de negociación, o al de la confrontación, este último que marcó los ocho años de la Seguridad Democrática.

En elecciones atípicas del municipio de La Montañita, realizadas luego del asesinato del Alcalde José Ibsen Fierro, fue elegido Arnulfo Silva Cabrera, para el periodo 2001-2003, quien se posesionó el 7 de noviembre de 2.000 y fue asesinado en la Inspección del Triunfo el 25 de mayo de 2002.

El alcalde y su chofer Camilo Hernán Rojas, habían sido secuestrados por la mañana por un grupo de doce hombres de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), los dos cadáveres presentaban múltiples balazos y estaban abandonados junto a un puente de la carretera que conduce al caserío de El Triunfo.Había denunciado amenazas de muerte por parte de los grupos paramilitares, que se disputaban en plena época de la terminación de la zona de distensión, el dominio territorial de la región con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Revolucionarias de Colombia (FARC).

En la seguridad democrática asesinato de Alcaldes

FotografíaMuseo Caquetá

Alcalde Arnulfo Silva CabreraFotografía: Museo Caquetá

En la seguridad democrática asesinato de Alcaldes

Caquetá, conflicto y memoria

Jesús Ángel González Arias, quien había sido elegido por voto popular como Gobernador del Caquetá para el periodo 1996-1998, salió el 20 de junio de 1996, a las 5:30 de la mañana de su casa en Florencia (Caquetá), en compañía de su conductor Orlando García, para cumplirles una cita a las Farc, que debería culminar con la liberación de Turbay Cote.

A las 7:45 de la noche las autoridades hallaron en la vereda Porvenir, inspección de Galicia, municipio de Paujil (Caquetá), el cuerpo del mandatario con cinco impactos de bala y el cadáver de su conductor.

El día de su asesinato, El Gobernador cumplía 44 años de edad y había sido elegido con el apoyo del Parlamentario Rodrigo Turbay y un sector del Conservatismo.

Era abogado egresado de la Universidad libre, fue Concejal de El Doncello, Diputado, Secretario de Despacho y abogado litigante.

El 21 de diciembre de 2009, a las aproximadamente 10:15 PM fue secuestrado el Gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuellar Carvajal, por un comando armado de las FARC (FARC), tras un ataque a su residencia en la ciudad

de Florencia, capital del departamento de Caquetá.

La residencia del gobernador, ubicada en el barrio Pablo VI fue atacada por un grupo de entre 15 y 18 hombres que vestían uniformes del Gaula del Ejército y volaron la puerta de entrada con una granada, tras matar a un patrullero de la Policía que cumplía las labores de escolta y herir a otros dos.

Las autoridades lograron ubicar un vehículo con el que se habría perpetrado el secuestro en el sector conocido como las parcelaciones, parte alta del barrio bello horizonte y la vereda alto Brasil y su cadáver en un paraje conocido como El Salado, vereda Sebastopol, a las afueras de la ciudad de Florencia.

Don Luis, como se le llamaba con cariño y simpatía, fue elegido como Gobernador del Caquetá para el periodo 2008-2011; en su natal Morelia, ejerció como Concejal, Alcalde Municipal, Diputado, Representante a la Cámara como suplente de Rodrigo Turbay. Enfrento en múltiples ocasiones el secuestro extorsivo por parte de las FARC.

El día de su asesinato, El Gobernador cumplía 68 años de edad.

Gobernadores Asesinados

FotografíaMuseo Caquetá

Gobernador Luis Francisco Cuéllar Carvajal

Gobernador Jesús Ángel González Arias

Caquetá, conflicto y memoria

En enero de 1974, luego de una sugestiva campaña por los medios de comunicación nacional, se hace pública la existencia del Movimiento del 19 de abril M-19, cuando un comando de ese grupo guerrillero se toma la Quinta de Bolívar y extrae la espada del ‘Libertador’. El movimiento, políticamente impulsado tras la movilización de algunos sectores de la Alianza Nacional Popular (Anapo) y otros grupos políticos luego del mencionado fraude de las elecciones presidenciales de 1970, rompió para muchos historiadores (y protagonistas), algunos esquemas y principios de acción planteados desde el movimiento revolucionario y desde la izquierda tradicional.

El M-19 obtuvo reconocimiento y a la vez impacto en el orden público a través de repertorios como el secuestro de sindicalistas (como el de José Raquel Mercado, entonces presidente de la Central de Trabajadores de Colombia), de empresarios nacionales y extranjeros (como Donald Cooper entonces gerente de Sears) y de vuelos nacionales e internacionales, tomas de municipios en el sur del país, edificios educativos, públicos (bancos y emisoras) y oficiales (puestos de Policía, embajadas y Cortes) y robo de armas y material de intendencia (robo al Cantón Norte en Bogotá en enero de 1979), secuestro del avión de Aeropesca que acuatizó en e el Rio Orteguaza y el intento de toma al municipio de Florencia en 1884.

En diciembre de 1988, el grupo guerrillero inició las negociaciones de paz con la intención de fondo de avanzar hacia la construcción de una democracia vía reformas políticas, económicas y sociales; luego de la instalación y puesta en marcha de las Mesas de Análisis y Concertación entre abril y octubre de 1989 (punto de encuentro de los actores del conflicto para la definición de reformas), en noviembre de 1989 el gobierno y el M-19 suscribieron el ‘Pacto Político por la paz y la democracia’ y hacia marzo de 19903, el M-19 firmó el documento final para su desmovilización que terminó con la entrega de armas de 791 combatientes en el municipio de Caloto (Cauca).

En el Caquetá, el M-19 protagonizó osadas acciones con guerrilleros como Gustavo Arias Londoño, alias Boris, era uno de los mas “duros” del M-19, su afición y su profesión eran la guerra, su operación mas sonada fue la toma de Florencia en 1984, que resulto un fracaso militar para el M-19 y un golpe de muy alto costo político para la organización, Marcos Chalita, Amanda Rincón, Pablo Beltrán, dirigentes agrarios, docentes, entre otros, que fueron objeto del temido Estatuto de Seguridad del Gobierno de Julio Cesar Turbay cuya aplicación sembró de muerte y dolor las familias perseguidas por su simpatía a las ideas revolucionarias del M-19.

El dia que el M-19 se tomó a Florencia

Comandante “Robert” , Amanda Rincón “La Chiqui”, Comando del M19 en la vía a Solita, avión de Aeropesca acuatizado en el río Orteguaza.

Fotografía: Pablo Beltrán Polanía

El dia que el M-19 se tomó a Florencia

Caquetá, conflicto y memoria

ÁNGEL RICARDO ACOSTA. Fue asesinado en su ejercicio como Diputado el 2 de septiembre de 1987.

NATALIA MEJIA ECHEVERRI, Renunció del INCORA para aceptar la candidatura a la Alcaldía de Puerto Rico, fue asesinada el 16 de enero de 1988.

GUSTAVO ARTUNDUAGA PAREDES, Fue PIONERO DE LA Aviación en el Caquetá, Gerente del INCORA y Candidato a la Alcaldía de Florencia, fue asesinado el 17 de enero de 1988.

ARMEL GÓMEZ CHARRY realizaba campaña para ocupar una curul en la Asamblea Departamental, fue asesinado en el municipio de Curillo, fortín de su votación liberal, el día 9 de enero de 1990.

HENRY MILLÁN GONZÁLEZ, Líder de la UP, Representante a la Cámara, fue asesinado el dia 7 de diciembre de 1993

RAFAEL ALBERTO FARIETA GASCA, Hizo parte de las listas a la Asamblea Departamental por el Partido Liberal, Secretario de Despacho de Florencia, fue asesinado el 2 de abril de 1994.

ANDRÉS PÁEZ MORENO, el dia de su muerte le había sido notificado su pensión como Diputado cuando las balas asesinadas cegaron su vida el dia 27 de

enero de 2001.

LUÍS ANTONIO SERRANO DUARTE. Comerciante, integrante de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio, Impulsor del Cuerpo de Bomberos de Florencia, Concejal Municipal, Representante e a la Cámara, fue asesinado el dia 31 de octubre de 2002

IGNACIO BETANCOURT RIVERA, Fue Director de Caminos Vecinales, Ingeniero de varias obras civiles, fue asesinado el 15 de octubre de 2002.

GERARDO ESLAVA COBOS, al momento de su asesinato, ocurrido el 13 de agosto de 2003, se desempeñaba como Gerente de la Corporación de Ferias y Mataderos del Caquetá, COFEMA

FABIO DE JESÚS VALDELAMAR CÁRDENAS, Candidato a la Alcaldía de Cartagena del Chairá, asesinado en 13 de febrero de 2007

SANDRA LILIANA POLANIA, en plena campaña para ser elegida como Diputada del Caquetá, fue interceptada por hombres armados en el municipio de Cartagena del Chairá y asesinada el dia 23 de octubre de 2007, la acompañaba GRATINIANO MURCIA, como Candidato a la Alcaldía de Cartagena del Chairá quien también fue asesinado el mismo dia.

Dirigentes Políticos y gremiales asesinados

Luis Antonio Serrano DuarteFotografía: Cámara de Comercio de

Florencia para el Caquetá

CP. Gustavo Artunduaga ParedesFotografía: Museo Caquetá

Ángel Ricardo AcostaFotografía: Museo Caquetá

Henry MillánFotografía: Cámara de Comercio de Florencia para el Caquetá

Natalia MejíaFotografía: Museo Caquetá

Andrés Páez MorenoFotografía: Museo Caquetá

Caquetá, conflicto y memoriaConcejales, los más vulnerables

En los 16 municipios el Caquetá, se eligen por voto popular los Concejales Municipales, cuyo número varía de acuerdo a sus habitantes, son aproximadamente 180 Concejales que han asumido, a costa de su propia vida, el riesgo de representar a sus comunidades y las estadísticas muestran una cifra escalofriante de Concejales asesinados en los últimos 25 años, en su mayoría por móviles políticos, principalmente por las FARC que declararon objetivos militares a estos servidores públicos, en su lucha territorial con el Gobierno Nacional.

ARCENIO VALENCIA ARIAS, Concejal de Puerto Rico miembro de la UP, asesinado en el año 1987.

JOSE OMAR CARDONA GIRALDO, Concejal de Puerto Rico, asesinado en 1998.

ÁLVARO RUBIANO SUÁREZ, Concejal de Florencia, asesinado el 20 de julio de 1992

CLAUDIA PATRICIA LOPEZ Concejal de Puerto Rico, representaba la Inspección de Rionegro, asesinada el 11 de septiembre de 1993

PEDRO ELÍAS BÁEZ BETANCOURTH, Concejal de Solano, asesinado el 10 de octubre de 1993

RAFAEL TOVAR POVEDA. Concejal de Belén de los Andaquies, asesinado el 19 de diciembre de 1993

JESÚS ALÍ POLANÍA RAMÍREZ, Concejal de Florencia, asesinado el 13 de julio de 1997

JOSE JOAQUIN MARTINEZ OTERO “LLANERO” Concejal de Puerto Rico por dos periodos asesinado el 21 de febrero de 2000

GRACIELA CHIRIBI. Presidente del Concejo

Municipal de El Paujil, asesinado el 3 de marzo de 1999

JUAN CARLOS CUENCA CELIS, Concejal de Florencia, asesinado el febrero 14 de 2002

LÍA RENGIFO TRUJILLO, Concejala de El Doncello, asesinada el 17 De Junio De 2002

FANNY ALVARADO DE MONJE. Concejala de Milán, asesinada el 10 De Agosto De 2002

DUSEN JIMÉNEZ OSPINA Concejal de El Doncello, asesinado el 28 de abril de 2003

REINALDO ANTONIO CARRILLO FONNEGRA, Concejal de San Vicente del Caguan, 20 de mayo de 2004

ADOLFO LEÓN JIMÉNEZ PÉREZ, Concejal de Solano, asesinado el 22 de septiembre de 2004

ARMANDO ANTONIO ZAFRA DUQUE, Concejal de Puerto Rico, asesinado el 11 de febrero de 2005

JORGE ENRIQUE CÓRDOBA PERALTA, Concejal de San Vicente del Caguan, asesinado el 26 de marzo de 2005

MIRIAM MARTÍNEZ HURTADO, Concejala de Puerto Rico, asesinada el 9 de abril de 2005

GERARDO COLLAZOS. Concejal de Puerto Rico, asesinado el 24 de mayo de 2005

SILVIO MEZA GARCÍA Concejal de Puerto Rico, asesinado el 24 de mayo de 2005

JOSÉ AUSENCIO OLARTE Concejal de Puerto Rico,

asesinado el 24 de mayo de 2005

WILLARD VILLEGAS Concejal de Puerto Rico, asesinado el 24 de mayo de 2005

HERMANS RODRÍGUEZ Secretario del Concejo de Puerto Rico, asesinado el 24 de mayo de 2005

JAIRO QUIÑÓNEZ RODRÍGUEZ Concejal de San Vicente del Caguan asesinado el 26 de abril de DE 2005

JOSÉ EDWIN RONDÓN LOZANO Presidente Concejo Paujil asesinado el 6 De Agosto De 2005

DANIEL MONRROY Presidente (E) Concejo Paujil asesinado el 1 De Diciembre De 2005

HÉCTOR MEDINA GARCÍA Concejal Solano, asesinado el 19 De Septiembre De 2006

GLORIA POLANIA TÉLLEZ Concejala San Vicente, asesinado el 6 De Enero De 2007

OFELIA BETANCOURT Concejala de El Doncello, asesinado el 10 De Julio De 2007

ARGEMIRO MEDINA Concejal de El Doncello, asesinado el 10 De Julio De 2007

ELSER MARIA ENDO, Concejal de El Doncello, asesinado el 15 de marzo de 2008

ANIBAL NUÑEZ CHAVEZ, Concejal de Cartagena del Chiará, asesinado el 9 de julio de 2008

EDINSON JAVIER PÉREZ RODRIGUEZ, Concejal de Solano, asesinado el 18 de noviembre de 2008

Caquetá, conflicto y memoria

En lnesita, como cariñosamente la llamaban, se cumplió el adagio popular al identificarla como una gran mujer detrás de un gran hombre. Como esposa de Don Hernando Turbay cumplió una labor social y comunitaria apegada a la sensibilidad por el dolor ajeno. Su huella, siempre recordada, recorrió todo el territorio caqueteño donde se ganó el afecto y el cariño de quienes la conocieron, en su papel de Concejal, Diputada, Representante a la Cámara o como incondicional lideresa y amiga.Para esta Mujer que demostró una ejemplar fortaleza y que llorando en la soledad de su alma supo perdonar a sus contradictores, para ella admiración eterna.

Al llamado de sus paisanos para continuar la obra política de la familia, no dudó en aceptarlo pese a los riesgos que su decisión le ocasionaría. Visionario como su Padre, inició con las bases de su Partido, la reorganización de sus simpatizantes llegando en un rápido ascenso a la Cámara de Representantes, donde fue designado como Presidente de la Comision de Paz. En su corto paso por la Cámara, logró aglutinar todas las fuerzas políticas del Caquetá en torno al respeto por la Democracia. Su llamado a las socias y socios para construir las bases de un futuro rnejor para el Caquetá, tuvo profundo eco en el Gobierno Nacional con la aprobación de importantes leyes, con las cuales hoy se financian las regiones más desprotegidas del país.

Don Hernando siempre será recordado como el hombre que supo interpretar las necesidades regionales, ya que su actividad como Congresista fue una de las mas sobresalientes de los ciudadanos caqueteños que han alcanzado este honor en toda su historia; su vocación pública y de servicio lograda como lntendente, Secretario de Despacho, Presidente de la Cámara de Representantes y una amplia trayectoria internacional, le valieron al Caquetá obras y desarrollo nunca superadas en su impacto y contenido. Sentó las bases de la ideología Liberal en los caqueteños brindando oportunidades a cientos de profesionales que hoy ocupan importantes dignidades a nivel regional y nacional.

El corazón de los caqueteños se encuentra adolorido pues su pérdida irremplazable dejó un profundo vacio.

A las 8:00 a.m de día 29 de diciembre del año 2000, la caravana política del Presidente de la Comisión de paz del Congreso de la República, Diego Turbay Cote, partió desde la casa Turbay en Florencia, rumbo al municipio de Puerto Rico, para asistir a la posesión del Alcalde popular, José Lizardo Rojas; lo acompañaban su señora madre Doña Inesita Cote de Turbay, el Arquitecto Jaime Peña, su conductor rafael Ocasiones Llanos y su esquema de seguridad, Dagoberto Samboní Uní, Edwin Angarita y Jamir Bejarano.

A la altura de la quebraba La Nemal, entre El Doncello y Puerto Rico, un reten de hombres

armados y vistiendo prendas militares, detuvieron la caravana con un disparo de fusil a la altura del radiador de la camioneta blindada, en que se movilizaban.

Diego Turbay Cote se identificó como Presidente de la Comisión de Paz y de inmediato se percató que estaba frente a un reten ilegal de la FARC, rodeados de un numeroso grupo de guerilleros, que los hicieron descender, acostar boca abajo en el piso y con sevicia comenzaron a disparar sobre los cuerpos indefensos hasta causarles la muerte.

La muerte de los Turbay se sumaba al secuestro

y asesinato de Rodrigo Turbay el 3 de mayo de 1997 y a una serie de asesinatos selectivos contra intgerantes del turbayismo.

Ningún proceso electoral, ninguna acusación contra la familia, ninguna coalición había podido derrotarlos en las urnas, pues contaban con el respaldo del pueblo por sus obras; solo los disparos aleves de sus asesinos, le arrebataron la credencial que el pueblo les había entregado, lo único que no le quitaron a las gentes humildes que los admiraban, fue su recuerdo que sigue intacto en el corazón de los caqueteños.

El Genocidio de los Turbay

Inés Cote de Turbay

Rodrigo Hernando Turbay Cote

Luis Hernando Turbay Turbay

Diego Turbay Cote

“...no me siento rehén de las FARC sino cautivo de Cristo y prisionero

de la selva mas hermosa del mundo...”

Rodrigo Turbay CoteDiciembre de 1995

Si alguien concibió la política como un apostolado, fue sin duda alguna Rodrigo Turbay Cote, la combinaba con la formación de hábitos de vida saludable y una profunda espiritualidad Mariana que trasmitía con una envidiable energía y fortaleza. Su formación política se dio paso a paso desde Concejal Municipal, Diputado, Representante a la Cámara donde fue elegido como Presidente de la misma, Director Nacional del Partido Liberal Colombiano y Miembro de la Comisión de Paz en los Diálogos con la insurgencia.Su ejemplo y modelo de vida le valieron la admiración y el respeto de sus contradictores y amigos, su férrea defensa de los intereses caqueteñ os, permiten en la actualidad que obras

como la Vía Florencia Suaza, beneficie el desarrollo regional.Su muerte en cautiverio, conmocionó a los caqueteños.

Caquetá, conflicto y memoria

Marleny Berrio de Rodríguez, tuvo el coraje de desobedecer a las Farc al abrir las puertas de su colegio en Cartagena del Chaira, para velar en sus corredores el cuerpo asesinado de Rodrigo Turbay, moriría destrozada por las balas de fusiles oficiales, disparados por dos soldados criminales en la Inspección de Balsi-llas, San Vicente del Caguan, el 10 de junio de 2007. (4)

Los hechos sucedieron en el Colegio Guillermo Rios Mejia cuando en su función e Rectora in-tervino para que se calmaran los soldados Yei-ner Alberto Jiménez y Jaír Farfán Moor quienes, armados con fusiles, y al parecer drogados, se habían escapado de su campamento y estaban atacando a algunas personas de la comunidad que participaban de una bazar del dia de la familia; con increíble instinto criminal, dispara-ron contra varios de los asistentes, Mataron a Marleny a Jamir Giraldo Bonilla y Lucas Manuel Corredor dejando heridos a dos adultos más.

Varios Alcaldes que recibieron amenazas en

su ejercicio como mandatarios, fueron perse-guidos más allá de sus mandatos, hasta aca-bar con sus vidas.

Luis Honorio González, ex-alcalde de El Pau-jil, asesinado el 15 de enero de 1988 (2)

Nelson Daniel Valencia Méndez, Ex-Alcalde de Florencia y Ex-Diputado, asesinado el 21 de septiembre de 1995. (6)

Edgar Pinto, Ex-alcalde de Curillo asesinado en agosto de 2002

Jorge Hernando Calderón Perdomo, Ex-al-calde de Puerto Rico, 13 de febrero de 2009 (3)

OMAR VARON GOMEZ, Ex alcalde de El Doncello asesinado el 27 de noviembre de 2010 (1)

Jorge Silva Cabrera, Ex-alcalde de El Paujil, asesinado el 28 de septiembre de 2012 (5)

Acabó su mandato y acabaron con sus vidas

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Acabó su mandato y acabaron con sus vidas

Caquetá, conflicto y memoriaAICA... Entierra sus muertos

Para materializar la creación de la escuela oficial y pú-blica, en el Caquetá, el Prefecto Apostólico del Caquetá, Fr. Fidel de Montclar, se apoyó en el Concordato entre el Gobierno Nacional y la Santa Sede pues había sido nombrado, el 22 de diciembre del año de 1905, como Inspector General de Instrucción Pública, con facultad para crear escuelas y nombrar maestros.

En el año de 1908, en Florencia, había una escuela pri-vada pagada por la Misión con el auxilio del gobierno nacional. En 1913 el Prefecto Apostólico del Caquetá e Inspector General de Instrucción Pública, oficializó la escuela de niñas y niños y nombró al señor Hilario Bel-trán como Director de la Escuela de varones y a la se-ñora Lucrecia de Cerquera como Directora de la escue-la de niñas, pues tal como lo indicaban los documentos

oficiales estos reunían “las cualidades de competencia y moralidad que exigen los mencionados cargos”. En estas dos primeras escuelas oficiales hubo 53 alumnos y 33 alumnas respectivamente; así como también ha-bía en el territorio dos Misioneros y un Hermano Lego, quienes administraban Florencia y la sub-región del Orteguaza. Por este mismo lapso la Prefectura del Ca-quetá y Putumayo mandó a traer de Europa 10 agri-cultores, 2 carpinteros, 2 albañiles, 2 tejeros y 2 pasto-res de ovejas.

Comienza así la educación en el Caquetá, que luego fue continuada por los Sacerdotes Consolatos, con Monse-ñor Antonio María Torasso y Angel Lino Cuniberti como impulsores de escuelas, colegios e internados hasta 1979, cuando gradualmente la educación que era ad-

ministrada por los religiosos, pasó a manos de la Go-bernación y años después se certificaría el municipio e Florencia.

Durante estos cien años, pero especialmente en los últimos 25 años, los Docentes, agremiados en la Aso-ciación de Institutores del Caquetá AICA, fueron blanco de ataques y asesinatos, que se empezó a sentir en la década de los 80, cuando fueron perseguidos los Di-rectivos que de una u o otra manera eran relacionados con las Guerrillas del M-19.

Las cifras hablan por si solas, pues en los últimos años se ha elevado a un centenar de víctimas de maestros asesinados por diferentes causas, pero en su mayoría es un patrón definido, pensar diferente.

Caquetá, conflicto y memoriaLos Rostros del secuestro

Yaneth Rosas, es una delgada mujer que ha recorrido todo el Caquetá, en busca de su hermano, el Ingeniero Oscar Donal Rosas, se-cuestrado por las FARC el 16 de diciembre de 1997 y es la persona que ha liderado el Colec-tivo “los que faltan” para reclamar al Gobierno Nacional y las FARC, les devuelvan a sus seres queridos.

Las cifras que maneja esta organización, es de aproximadamente 90 secuestrados en el Ca-quetá y para hacer visible su sufrimiento y dolor, cada mes realizan plantones en el par-que principal de Florencia, con la esperanza de recibir a “los que faltan”

Caquetá, conflicto y memoria

FICHA TECNICA Coordinación General: Museo Caquetá

Investigación: Colectivo Conflicto y Memoria William Wilches Sánchez Harley Enrique Gutiérrez Ñustes Rubén Darío Polo Sierra Cristian E Paredes González Ayda Piedad David López Magdalena Castellanos Judith Aristizabal Muñoz

Aportes Fotográficos: Museo Caquetá Archivos familiares de las victimas

Diseño: Edwinn Wladimir Romero España Impresión: Joral Publicidad

Aportes Curaturiales: Carlos Oviedo Plaza Montaje Exposición: Dario Sotto Florencia, Caquetá: 2013