conclusiones tema 5

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Conclusiones al Tema 5 El escaso número de Ilustrados españoles como Feijoo, Jovellanos, Olavide o Campomanes pensaban que una educación moderna y un gobierno adecuado harán más prósperos y felices a los españoles. Los ilustrados consideran que es responsabilidad del gobierno impulsar la modernización de todas las actividades productivas. Los borbones pretendieron conseguir una administración centralizada más racional y eficaz de acuerdo con el modelo francés. Estas medidas iban en contra de los intereses de oligarquías como la aragonesa acostumbradas a tener privilegios fiscales avalados por sus propios fueros. Se hicieron concesiones a las provincias vascas y a navarra en cuanto a la conservación de sus fueros de origen medieval. Las resistencias a la centralización política perdurarán durante el siglo XIX cuando los liberales traten de implantar un modelo político centralizado bajo el principio de igualdad legal de todos los españoles. Buena expresión de esas resistencias serán las guerras civiles provocadas por el carlismo en el siglo XIX. Aún hoy se pone en duda que todos los españoles tengan los mimos derechos y obligaciones con independencia de la comunidad autónoma en la que residan. Desde el punto de vista económico, las medidas reformistas se agotaron pronto. Especial mención hay que hacer a la reforma de la agricultura. El objetivo era crear un grupo social de labriegos con capacidad de consumo que estimulara, a su vez, el desarrollo del comercio y de las manufacturas. Sin embargo, los monarcas y sus ministros no quisieron enfrentarse con los privilegiados de la sociedad que acaparaban la mayor pare de las tierras de cultivo. El problema no resuelto a pesar de los tímidos proyectos de desamortización de los bienes eclesiásticos, fue trasladado al siglo XIX. Los liberales deberán afrontar también la solución a la cuestión agraria. En política internacional, España tuvo todas las de perder con el reinado de Carlos IV. En efecto, a finales del siglo XVIII, la invasión de la Francia de la Convención (República controlada por la pequeña y mediana burguesía con el apoyo de las clases populares) se saldó con una derrota rubricada en la Paz de Basilea (1795). Cuando Carlos IV maniobró para recuperar los Pactos de Familia con la Francia del Directorio (República controlada por la alta burguesía de carácter conservador) las consecuencias fueron realmente pavorosas: a) Inglaterra le arrebató los mercados americanos después de desmantelar la mitad de la armada española (Trafalgar, 1805) b) La Francia napoleónica inició la ocupación de España (Tratado de Fontainebleau,1807) que destruyó el aparato productivo, las infraestructuras y causó la muerte de un doceavo de población española. Lo peor es que en 1833, cuando murió Fernando VII, los liberales no habían tenido ocasión de remediar las consecuencias de estos desastres.

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Conclusiones al Tema 5

El escaso número de Ilustrados españoles como Feijoo, Jovellanos, Olavide o Campomanes

pensaban que una educación moderna y un gobierno adecuado harán más prósperos y felices

a los españoles. Los ilustrados consideran que es responsabilidad del gobierno impulsar la

modernización de todas las actividades productivas.

Los borbones pretendieron conseguir una administración centralizada más racional y eficaz de

acuerdo con el modelo francés. Estas medidas iban en contra de los intereses de oligarquías

como la aragonesa acostumbradas a tener privilegios fiscales avalados por sus propios fueros.

Se hicieron concesiones a las provincias vascas y a navarra en cuanto a la conservación de sus

fueros de origen medieval. Las resistencias a la centralización política perdurarán durante el

siglo XIX cuando los liberales traten de implantar un modelo político centralizado bajo el

principio de igualdad legal de todos los españoles. Buena expresión de esas resistencias serán

las guerras civiles provocadas por el carlismo en el siglo XIX. Aún hoy se pone en duda que

todos los españoles tengan los mimos derechos y obligaciones con independencia de la

comunidad autónoma en la que residan.

Desde el punto de vista económico, las medidas reformistas se agotaron pronto. Especial

mención hay que hacer a la reforma de la agricultura. El objetivo era crear un grupo social de

labriegos con capacidad de consumo que estimulara, a su vez, el desarrollo del comercio y de

las manufacturas. Sin embargo, los monarcas y sus ministros no quisieron enfrentarse con los

privilegiados de la sociedad que acaparaban la mayor pare de las tierras de cultivo. El

problema no resuelto a pesar de los tímidos proyectos de desamortización de los bienes

eclesiásticos, fue trasladado al siglo XIX. Los liberales deberán afrontar también la solución a la

cuestión agraria.

En política internacional, España tuvo todas las de perder con el reinado de Carlos IV. En

efecto, a finales del siglo XVIII, la invasión de la Francia de la Convención (República controlada

por la pequeña y mediana burguesía con el apoyo de las clases populares) se saldó con una

derrota rubricada en la Paz de Basilea (1795). Cuando Carlos IV maniobró para recuperar los

Pactos de Familia con la Francia del Directorio (República controlada por la alta burguesía de

carácter conservador) las consecuencias fueron realmente pavorosas:

a) Inglaterra le arrebató los mercados americanos después de desmantelar la mitad de la

armada española (Trafalgar, 1805)

b) La Francia napoleónica inició la ocupación de España (Tratado de Fontainebleau,1807)

que destruyó el aparato productivo, las infraestructuras y causó la muerte de un

doceavo de población española. Lo peor es que en 1833, cuando murió Fernando VII,

los liberales no habían tenido ocasión de remediar las consecuencias de estos

desastres.