conclusión ensayo sab
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Ensayo Sab cosa de conclusión cosas buenas. Buenas cosas para concluír sab entrega la cuestión.TRANSCRIPT
Sab, es reflejo y denuncia de un conjunto de relaciones desiguales propias de la
Cuba decimonónica que le sirve de contexto. Dentro de este marco, creemos que la mujer,
incluso más que el esclavo, es el foco primordial en la novela. En esta, la figura femenina
es víctima de una violencia simbólica desmedida, ejercida por el modelo masculino
dominante, lo que queda reforzado cuando, a través de analogías, a dicha figura se le anexa
toda la carga de dominación que recae sobre el esclavo.
El hombre blanco, el extranjero , es quien crea y valida el conjunto de relaciones
que niegan a la mujer como un participe activo y legítimo del mundo moderno. Los
beneficios, el ámbito público, la vida social activa y de carácter formal le está negada.
Avellaneda en Sab denuncia esta situación, mostrando en su desarrollo diversas
formas del dominio monopólico y exclusivo ejercido por el hombre, quien reduce, por
ejemplo, el matrimonio a un contrato de compraventa donde la mujer es solo una
intermediara, la expresión material de un capital conveniente o no. Pero la autora también
da a conocer una serie de formas de resistencia generadas por la mujer para no someterse
sin más a dicha injusticia. Los principales personajes femeninos o feminizados (como Sab)
subliman su voz silenciada, su grito reprimido, generan formas de identidad y pertenencia
en reacción al mundo que los niega como seres validos.
Pero, parece mostrarnos Sab de Avellaneda, esto no es sufiente. Estas fomas
incosncientes de resistir, sintetizadas en la figura de Carlota, tienen como destino el
sometimiento, la invisibilización total producto del desarrollo progresivo de una sociedad
moderna de carácter industrial. Carlota, en Londres, se transforma en un rumor, en un tal
vez, en la desaparición total del rol activo de la mujer.
Claro que, con respecto al estado que representa carlota, hay un elemento que
matiza. A pesar de que Carlota, creemos en símbolo del sometimiento absoluto, hay rasgo
importante que se manifiesta a través de la misma omisión. Al parecer Carlota no tiene
hijos, lo cual podría manifestarse como una forma de no-cooperación, negando la
descendencia de Enrique, la síntesis del extranjero dominador, aunque sigue siendo una
resistencia de carácter más bien pasivo.
Es aquí donde entra la figura de Teresa como, quizás, el personaje más
inconformista y el que ejerce mayor resistencia al interior de la obra. Teresa es la única,
dentro de las limitantes del contexto, decide su propio destino de manera consciente,
sustrayéndose voluntariamente del conjunto de relaciones de domino masculino. Esta mujer
se niega a ser mercancía del hombre, no legitimiza las relaciones de poder.
Fialmente, Avellaneda, nos entrega un vaticinio: en el contexto decimonónico la
figura de Teresa la forma más elevada de resistencia, a través de la no-cooperación. Pero
solo momentáneamente, insinuando que es necesaria la generación de una lucha
reivindicatoria directa, cuando, en palabras de Sab:
“los viejos ídolos caerán de sus inmundos altares y el trono de la justicia se alzará
brillante, sobre las ruinas de las viejas sociedades. Sí, una voz celestial me lo
anuncia. En vano, me dice, en vano lucharán los viejos elementos del mundo moral
contra el principio regenerador: en vano habrá en la terrible lucha días de oscuridad
y horas de desaliento... El día de la verdad amanecerá claro y brillante”.