❦ Abrimos Photoshop / archivo / nuevo. Nos aparece una ventana. En “predefinir” desplegamos el menú y elegimos 640x480. Lo demás lo dejamos como está.

❦ Nos vamos al menú vista / reglas, y dividimos el lienzo en 9 recuadros iguales.

❦ Elegimos 9 imágenes, en este caso frutas. Abrimos las imágenes en otro lienzo y le quitamos el fondo con la varita mágica. Es fácil, porque las imágenes que hemos escogido tienen el fondo blanco.

❦ Una vez limpia la imagen la copiamos, nos vamos a nuestro lienzo y la pegamos.

❦ Nos aparece en una capa nueva. Le cambiamos el nombre por el de la fruta y con la herramienta “mover” la colocamos en el recuadro deseado.

❦ Repetimos con todas las frutas, hasta rellenar todos los recuadros.

❦ Para el fondo creamos una nueva capa a la que coloreamos de rojo con la ayuda de la herramienta “bote de pintura”. Y le damos una opacidad del 50%

❦ Para que esta capa no se sobreponga sobre ninguna de las imágenes de fruta, pinchamos en ella en la paleta de capas y la arrastramos hasta abajo del todo.

❦ Aquí hemos realizado básicamente los mismos pasos. La única diferencia es que las imágenes no tenían fondo blanco. Tenían un fondo en su entorno que al tratarse de flores, la mayoría eran hojas con muchos tonos diferentes de verde.

❦ Con la herramienta “varita mágica”, una vez que la tenemos seleccionada, en la barra de opciones aparece un cuadro numérico llamado “tolerancia”. Esta tolerancia puede ir del 0 al 100%. Cuanto mayor sea, mas tonos de un mismo color se selecciona de una vez.

❦ Es una gran ayuda pero no suficiente. El resto, los detalles, se consiguen con la herramienta “Borrador”.