«como empresaria y cristiana, para mí el cáncer es una oportunidad, no un problema»

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Martes, 26 de mayo de 2009 Sociedad LA NUEVA ESPAÑA | 67 Salud Oviedo, Pablo ÁLVAREZ Ella no se acuerda de nada, pero todo comenzó en la mañana del pa- sado 4 de marzo, miércoles, cuando su hermana Charo notó que comen- zaba a hacer y decir cosas sin senti- do. Kike Gómez Haces fue operada al día siguiente. EL DESPERTAR. «No me ente- ré. Hay un paréntesis en mi memo- ria. Yo perdí una semana de mi vi- da: la semana previa a la operación. Luego, cuando ya estaba en la uvi y me desperté de la anestesia, me en- teré de que me habían operado de un tumor cerebral. La operación du- ró de cinco de la tarde a diez de la noche. A eso de la una de la madru- gada me desperté y dije: “¿Qué ha- go aquí?”. Y me explicaron». ORACIONES Y UN BOCADILLO DE JAMÓNSupongo que tendría que haberme puesto a llorar, a de- sesperarme, pero noté la fuerza de muchísima gente que estaba rezan- do por mí. Me di cuenta de que te- nía una fuerza que no era mía y que me daba una gran paz interior. Y co- mo tenía muchísima hambre, pedía a gritos por toda la uvi un bocadillo de jamón. En el Centro Médico fue- ron muy pacientes y no me echaron. Soñaba con un bocadillo de jamón, pero no había manera». Vitalidad en estado puro, Kike Gómez Haces nació el 19 de sep- tiembre de 1954 en Puebla (Méxi- co). Siete años más tarde, su fami- lia, llanisca de origen (porruana, pa- ra más señas), retornó al Principado y se estableció en Oviedo. Poco después, falleció su padre, y su ma- dre, Magdalena, hubo de afrontar en solitario la tarea de sacar adelante a sus cinco hijos, dos de ellos disca- pacitados psíquicos (ya fallecidos). El quinto hermano es José Antonio, quien aplica al ejercicio del sacer- docio el extraordinario dinamismo que caracteriza a la familia. Fue or- denado cura después de ser jefe de marketing del grupo periodístico Recoletos. Volvemos a la historia de la enfermedad de Kike. PAPEL Y LÁPIZEn la uvi es- tuve poco tiempo. A las nueve de la mañana pedí un papel y un lápiz pa- ra apuntar todo lo que tenía en la ca- beza: cosas del trabajo o de mujeres a las que me había comprometido a pasarles una información o a decir- les algo. Doce cosas, o así. Las es- cribí y ya fui una mujer feliz. Lue- go vino el médico y me explicó la gravedad de la situación y los pasos que teníamos que dar». En Kike Gómez Haces, la expre- sión «cosas de mujeres» significa asuntos relacionados con su condi- ción de fundadora y presidenta de la Asociación Empresa-Mujer (Asem) de Asturias. Un colectivo al que, junto a Carmen Rodríguez, dio vida en 1996 con el objetivo de apoyar a las mujeres que montaban empre- sas, fomentar en ellas una cultura empresarial y promover la concilia- ción entre familia y trabajo. Asem es actualmente una red virtual de 1.600 mujeres y una entidad de 300 mujeres asociadas. EL MÓVIL, COLAPSADO. «Ha- bía desviado mi móvil al de mi her- mana Charo, y con tantas llamadas y mensajes se estropeó el aparato. Lo único que pido a la gente es que recen por mí y, si no son creyentes, que vayan a la Virgen de su pueblo y pidan “por mi amiga Kike”, y ya está. Unos me dicen que van a rezar, y los que no rezan me mandan su energía: una buena combinación». LAS VISITAS NO MOLESTAN. «Estuve ingresada casi dos sema- nas. Vino muchísima gente a verme y lo agradecí muchísimo. Venían con sensación de molestar, pero nunca me ha molestado una visita. Al revés: siempre ha sido un apoyo. Hombre, Cristina, ¿qué tal…?». Cristina es una limpiadora del au- ditorio Príncipe Felipe de Oviedo, en cuya cafetería de la planta baja se desarrolla la conversación con LA NUEVA ESPAÑA. «Acaba de lla- marte Pepe Cosmen; que cualquier cosa que necesites, que le llames», le sopla su hermana Charo. UNA FAMILIA FIESTERA. «Siempre agradecí las visitas, las llamadas, los detalles. Como todo el mundo sabía que había pedido bo- cadillos de jamón, me regalaron mucho jamón y chorizo. He hecho dietas toda la vida. No es que coma muchísimo, pero toda la familia so- mos muy fiesteros, y las fiestas siempre engordan. Organizábamos fiestas en el Centro Médico todas las noches: unas fiestinas. Llegaba Chema, el neurocirujano, y nos ve- ía repartiendo una tortilla de patatas con chorizo. Venía Maite, una ami- ga nuestra, que es médico, cruzaba los brazos, y nos decía: “No tenéis ninguna cultura hospitalaria”. Pero acababa comiendo tortilla». Kike Gómez Haces, soltera, ha vivido en Oviedo, Pamplona, Va- lencia, Murcia y de nuevo en Ovie- do. En la Universidad de Navarra estudió Periodismo, pero ya en Va- lencia, donde ejerció por vez pri- mera, decidió que quería ser empre- saria. Retornó a Oviedo en 1993. SEMBRAR Y RECOGER. «Notas que hay mucha gente buena. Y que recoges lo que siembras, aunque yo he recogido mucho más de lo que he sembrado. La gente de mi entor- no se ha portado increíblemente. Y me impresiona la cercanía de mu- cha gente que no sabía tan próxima. No he echado de menos ningún mensaje. Incluso me han llamado compañeras de la carrera a quienes no veía desde hacía más de 30 años». REGALOS Y FAMILIA. «Me en- canta que me regalen cosas. Rega- los para compartir. Fue superboni- to. En el hospital me acompañaba Charo, mi hermana, que adminis- traba las visitas, y luego cada día ve- nían varias personas del Opus Dei. Yo soy del Opus Dei. Mi madre ve- nía un ratín al día. O sea, mis dos fa- milias, y eso para mí fue muy im- portante». SOLA, NUNCA. «La enfermedad es muy dura, pero la enfermedad con acompañamiento es una cosa muy distinta. El acompañamiento es muy importante en todas las si- tuaciones, pero en la enfermedad mucho más. Nunca me sentí sola. También se volcaron las mujeres de Asem». El tratamiento deja huella en su rostro, levemente hinchado. Usa pe- luca. Pero no ha perdido su singular modo de expresarse. Dotada de una permanente retranca, tiende a la hi- pérbole: «Los regalos me vuelven loca», «ha venido a verme gente que no veía desde hacía mil años». Abunda en prefijos superlativos: «Chema Torres es un hipermédico, una superpersona, un superprofe- sional que me hizo sentirme super- bien»; «en el Centro Médico he es- tado superagusto». Desdramatiza con sufijos diminutivos: «Supongo que en adelante siempre tendré que tomar unas pastilluquis...»; «el cuer- po es como una maquinina, y está bien o está mal». Prosigue el relato. EL PASO MÁS DURO. «Me di- cen que tengo que irme a Madrid para seguir el tratamiento. Esto es lo que más me cuesta, porque supone romper con tu vida habitual, dejar cosas que te había costado mucho conseguir. Cuando estás enfermo te ayuda mucho el entorno: no quería irme del Centro Médico, porque te entra el síndrome de la desprotec- ción. Pero nunca tuve miedo. Mu- cha gente me pregunta como en voz baja: “¿Ya tienes miedo?”.Y yo res- pondo: “No, todavía no”». NO HAY PREGUNTAS INDISCRE- TAS. «Ves que a mucha gente le da vergüenza preguntarte por la enfer- medad, como si fuera un tema tabú. Gente que te mira como diciendo: “¿Vivirás o no?”. Y te hablan de cualquier trivialidad.Yo creo que la enfermedad es algo tan natural co- mo la vida misma: hay que desmiti- ficarla. Es terapéutico hablar de es- tas cosas, nunca me he sentido in- cómoda hablando de ellas. Como empresaria y como cristiana, para mí el cáncer es una oportunidad, no un problema»». MADRID ES FIESTA. «Ir a Ma- drid es lo que más me costó y lo que más me ha beneficiado, porque sa- lir de tu entorno y estar mucho más tranquila es beneficioso. Una amiga me dejó un piso, muy cerca de la clínica. Por la mañana voy al trata- miento –quimioterapia y radiotera- pia a la vez–, y por la tarde me de- dico a recuperar amistades un poco abandonadas. O sea, que en Madrid siguen las fiestas. A veces nos jun- tamos ocho o nueve personas. In- cluso han venido cuatro primas mí- as desde México. Gracias a Dios, tengo una salud bastante buena y puedo aguantar con relativa fortale- za los efectos secundarios. Noto pérdida de fuerza y un cierto males- tar, pero una cosa muy llevadera». EL FUTURO. «Lo que ahora me planteo es terminar con el tra- tamiento. Sé que voy a quedar me- nos hábil, que seré una enferma crónica, pero para mí lo más im- portante es seguir trabajando, apo- yando a las mujeres y haciendo to- do el bien que pueda a la gente que está a mi lado». «Como empresaria y cristiana, para mí el cáncer es una oportunidad, no un problema» La ovetense Kike Gómez Haces, impulsora y presidenta de la Asociación Empresa-Mujer (Asem), relata su batalla contra un tumor cerebral JESÚS FARPÓN Kike Gómez Haces, el pasado martes, en un despacho de la Cámara de Comercio de Oviedo. «Unos rezan por mí y otros dicen que me mandan su energía: buena combinación» «Notas que hay mucha gente buena, y que recoges más de lo que siembras» «La enfermedad es algo tan natural como la vida misma: hay que desmitificarla»

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Page 1: «Como empresaria y cristiana, para mí el cáncer es una oportunidad, no un problema»

Martes, 26 de mayo de 2009 Sociedad LA NUEVA ESPAÑA|67

Salud

Oviedo, Pablo ÁLVAREZElla no se acuerda de nada, pero

todo comenzó en la mañana del pa-sado 4 de marzo, miércoles, cuandosu hermana Charo notó que comen-zaba a hacer y decir cosas sin senti-do. Kike Gómez Haces fue operadaal día siguiente.

✷ EL DESPERTAR. «No me ente-ré. Hay un paréntesis en mi memo-ria. Yo perdí una semana de mi vi-da: la semana previa a la operación.Luego, cuando ya estaba en la uvi yme desperté de la anestesia, me en-teré de que me habían operado deun tumor cerebral. La operación du-ró de cinco de la tarde a diez de lanoche. A eso de la una de la madru-gada me desperté y dije: “¿Qué ha-go aquí?”.Y me explicaron».

✷ ORACIONES Y UN BOCADILLODE JAMÓN. «Supongo que tendríaque haberme puesto a llorar, a de-sesperarme, pero noté la fuerza demuchísima gente que estaba rezan-do por mí. Me di cuenta de que te-nía una fuerza que no era mía y queme daba una gran paz interior.Y co-mo tenía muchísima hambre, pedíaa gritos por toda la uvi un bocadillode jamón. En el Centro Médico fue-ron muy pacientes y no me echaron.Soñaba con un bocadillo de jamón,pero no había manera».

Vitalidad en estado puro, KikeGómez Haces nació el 19 de sep-tiembre de 1954 en Puebla (Méxi-co). Siete años más tarde, su fami-lia, llanisca de origen (porruana, pa-ra más señas), retornó al Principadoy se estableció en Oviedo. Pocodespués, falleció su padre, y su ma-dre, Magdalena, hubo de afrontar ensolitario la tarea de sacar adelante asus cinco hijos, dos de ellos disca-pacitados psíquicos (ya fallecidos).El quinto hermano es José Antonio,quien aplica al ejercicio del sacer-docio el extraordinario dinamismoque caracteriza a la familia. Fue or-denado cura después de ser jefe demarketing del grupo periodísticoRecoletos. Volvemos a la historia dela enfermedad de Kike.

✷ PAPEL Y LÁPIZ. «En la uvi es-tuve poco tiempo. A las nueve de lamañana pedí un papel y un lápiz pa-ra apuntar todo lo que tenía en la ca-beza: cosas del trabajo o de mujeresa las que me había comprometido apasarles una información o a decir-les algo. Doce cosas, o así. Las es-cribí y ya fui una mujer feliz. Lue-go vino el médico y me explicó lagravedad de la situación y los pasosque teníamos que dar».

En Kike Gómez Haces, la expre-sión «cosas de mujeres» significaasuntos relacionados con su condi-ción de fundadora y presidenta de laAsociación Empresa-Mujer (Asem)de Asturias. Un colectivo al que,junto a Carmen Rodríguez, dio vidaen 1996 con el objetivo de apoyar alas mujeres que montaban empre-sas, fomentar en ellas una culturaempresarial y promover la concilia-ción entre familia y trabajo. Asemes actualmente una red virtual de1.600 mujeres y una entidad de 300mujeres asociadas.

✷ EL MÓVIL, COLAPSADO. «Ha-bía desviado mi móvil al de mi her-mana Charo, y con tantas llamadasy mensajes se estropeó el aparato.Lo único que pido a la gente es querecen por mí y, si no son creyentes,que vayan a la Virgen de su puebloy pidan “por mi amiga Kike”, y yaestá. Unos me dicen que van a rezar,y los que no rezan me mandan suenergía: una buena combinación».

✷ LAS VISITAS NO MOLESTAN.«Estuve ingresada casi dos sema-nas. Vino muchísima gente a vermey lo agradecí muchísimo. Veníancon sensación de molestar, peronunca me ha molestado una visita.Al revés: siempre ha sido un apoyo.Hombre, Cristina, ¿qué tal…?».

Cristina es una limpiadora del au-ditorio Príncipe Felipe de Oviedo,en cuya cafetería de la planta baja sedesarrolla la conversación con LANUEVA ESPAÑA. «Acaba de lla-marte Pepe Cosmen; que cualquiercosa que necesites, que le llames»,le sopla su hermana Charo.

✷ UNA FAMILIA FIESTERA.«Siempre agradecí las visitas, lasllamadas, los detalles. Como todo elmundo sabía que había pedido bo-cadillos de jamón, me regalaronmucho jamón y chorizo. He hechodietas toda la vida. No es que comamuchísimo, pero toda la familia so-mos muy fiesteros, y las fiestas

siempre engordan. Organizábamosfiestas en el Centro Médico todaslas noches: unas fiestinas. LlegabaChema, el neurocirujano, y nos ve-ía repartiendo una tortilla de patatascon chorizo. Venía Maite, una ami-ga nuestra, que es médico, cruzabalos brazos, y nos decía: “No tenéisninguna cultura hospitalaria”. Peroacababa comiendo tortilla».

Kike Gómez Haces, soltera, ha

vivido en Oviedo, Pamplona, Va-lencia, Murcia y de nuevo en Ovie-do. En la Universidad de Navarraestudió Periodismo, pero ya en Va-lencia, donde ejerció por vez pri-mera, decidió que quería ser empre-saria. Retornó a Oviedo en 1993.

✷ SEMBRAR Y RECOGER. «Notasque hay mucha gente buena.Y querecoges lo que siembras, aunque yohe recogido mucho más de lo quehe sembrado. La gente de mi entor-no se ha portado increíblemente. Yme impresiona la cercanía de mu-cha gente que no sabía tan próxima.No he echado de menos ningúnmensaje. Incluso me han llamadocompañeras de la carrera a quienesno veía desde hacía más de 30años».

✷ REGALOS Y FAMILIA. «Me en-canta que me regalen cosas. Rega-los para compartir. Fue superboni-to. En el hospital me acompañabaCharo, mi hermana, que adminis-traba las visitas, y luego cada día ve-nían varias personas del Opus Dei.Yo soy del Opus Dei. Mi madre ve-nía un ratín al día. O sea, mis dos fa-milias, y eso para mí fue muy im-portante».

✷ SOLA, NUNCA. «La enfermedades muy dura, pero la enfermedadcon acompañamiento es una cosamuy distinta. El acompañamientoes muy importante en todas las si-

tuaciones, pero en la enfermedadmucho más. Nunca me sentí sola.También se volcaron las mujeres deAsem».

El tratamiento deja huella en surostro, levemente hinchado. Usa pe-luca. Pero no ha perdido su singularmodo de expresarse. Dotada de unapermanente retranca, tiende a la hi-pérbole: «Los regalos me vuelvenloca», «ha venido a verme genteque no veía desde hacía mil años».Abunda en prefijos superlativos:«Chema Torres es un hipermédico,una superpersona, un superprofe-sional que me hizo sentirme super-bien»; «en el Centro Médico he es-tado superagusto». Desdramatizacon sufijos diminutivos: «Supongoque en adelante siempre tendré quetomar unas pastilluquis...»; «el cuer-po es como una maquinina, y estábien o está mal». Prosigue el relato.

✷ EL PASO MÁS DURO. «Me di-cen que tengo que irme a Madridpara seguir el tratamiento. Esto es loque más me cuesta, porque suponeromper con tu vida habitual, dejarcosas que te había costado muchoconseguir. Cuando estás enfermo teayuda mucho el entorno: no queríairme del Centro Médico, porque teentra el síndrome de la desprotec-ción. Pero nunca tuve miedo. Mu-cha gente me pregunta como en vozbaja: “¿Ya tienes miedo?”.Y yo res-pondo: “No, todavía no”».

✷ NO HAY PREGUNTAS INDISCRE-TAS. «Ves que a mucha gente le davergüenza preguntarte por la enfer-medad, como si fuera un tema tabú.Gente que te mira como diciendo:“¿Vivirás o no?”. Y te hablan decualquier trivialidad.Yo creo que laenfermedad es algo tan natural co-mo la vida misma: hay que desmiti-ficarla. Es terapéutico hablar de es-tas cosas, nunca me he sentido in-cómoda hablando de ellas. Comoempresaria y como cristiana, paramí el cáncer es una oportunidad, noun problema»».

✷ MADRID ES FIESTA. «Ir a Ma-drid es lo que más me costó y lo quemás me ha beneficiado, porque sa-lir de tu entorno y estar mucho mástranquila es beneficioso. Una amigame dejó un piso, muy cerca de laclínica. Por la mañana voy al trata-miento –quimioterapia y radiotera-pia a la vez–, y por la tarde me de-dico a recuperar amistades un pocoabandonadas. O sea, que en Madridsiguen las fiestas. A veces nos jun-tamos ocho o nueve personas. In-cluso han venido cuatro primas mí-as desde México. Gracias a Dios,tengo una salud bastante buena ypuedo aguantar con relativa fortale-za los efectos secundarios. Notopérdida de fuerza y un cierto males-tar, pero una cosa muy llevadera».

✷ EL FUTURO. «Lo que ahorame planteo es terminar con el tra-tamiento. Sé que voy a quedar me-nos hábil, que seré una enfermacrónica, pero para mí lo más im-portante es seguir trabajando, apo-yando a las mujeres y haciendo to-do el bien que pueda a la gente queestá a mi lado».

«Como empresaria y cristiana, para mí elcáncer es una oportunidad, no un problema»

La ovetense Kike Gómez Haces, impulsora y presidentade la Asociación Empresa-Mujer (Asem), relata

su batalla contra un tumor cerebral

JESÚS FARPÓN

Kike Gómez Haces, el pasado martes, en un despacho de la Cámara de Comercio de Oviedo.

«Unos rezan por míy otros dicen que memandan su energía:buena combinación»

«Notas que haymucha gente buena,y que recoges másde lo que siembras»

«La enfermedad esalgo tan natural comola vida misma: hayque desmitificarla»