cómo elaborar una tesis en epistemiología

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EPISTEMOLOGÍA ¿Cómo elaborar una tesis en epistemología? luis Piscoya Hermoza* 1 presente, por razo- nes de espacio, no es propiamente un artículo sino un esquema que se propo- ne, específicamente, orientar a los maestristas en filosofía, con mención en epistemología, en la tarea de elaborar una disertación para obtener su correspondiente grado académico. Empero, nuestra intención no impide que alguna de nuestras sugerencias pueda ser de interés para estudiantes de otras especia- lidades, dado que las tareas que comporta la investigación, en los más diversos campos del saber humano, muestran acusados ras- gos de familia. 1. Determinar un problema li- gado a los fundamentos de la disciplina científica que se cultiva o ligado a un problema clásico en la tradición epistemológica, como el de la naturaleza de la inducción o el uso del concepto de verdad, por citar sólo dos ejemplos. 1.1 Son problemas epistemo- lógicos ligados a los fundamen- tos de las disciplinas científicas específicas, entre otros, los refe- rentes a: A, lo s criterios de clasifica- ción usados en dichas discipli- nas. B. Las dificultades que entra- ña la definición de conceptos fundamentales (este tema está li- gado al anterior).

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Luis Piscoya - Cómo Elaborar Una Tesis en Epistemiología (1994)

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Page 1: Cómo Elaborar Una Tesis en Epistemiología

EPISTEMOLOGÍA

¿Cómo elaborar una tesis en epistemología?

luis Piscoya Hermoza*

1 presente, por razo­nes de espacio, no es propiamente un artículo

sino un esquema que se propo­ne, específicamente, orientar a los maestristas en filosofía, con mención en epistemología, en la tarea de elaborar una disertación para obtener su correspondiente grado académico.

Empero, nuestra intención no impide que alguna de nuestras sugerencias pueda ser de interés para estudiantes de otras especia­lidades, dado que las tareas que comporta la investigación, en los más diversos campos del saber

humano, muestran acusados ras­gos de familia.

1 . Determinar un problema li­gado a los fundamentos de la disciplina científica que se cultiva o ligado a un problema clásico en la tradición epistemológica, como el de la naturaleza de la inducción o el uso del concepto de verdad, por citar sólo dos ejemplos.

1.1 Son problemas epistemo­lógicos ligados a los fundamen­tos de las disciplinas científicas específicas, entre otros, los refe­rentes a:

A, lo s criterios de clasifica­ción usados en dichas discipli­nas.

B. Las dificultades que entra­ña la definición de conceptos fundamentales (este tema está li­gado al anterior).

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C. Los problemas específicos suscitados por la necesidad de dar explicaciones causales.

D. La necesidad de determinar el estatuto epistemológico de la disciplina que se cultiva.

E. La naturaleza de las hipóte­sis y de las leyes científicas que les son propias, o la imposibilidad de formular leyes.

F. Las dificultades que entra­ña el uso del lenguaje matemáti­co.

G. La viabilidad o imposibili- daddeusar el método axiomático.

H. La manera específica cómo se establece la verdad o acep­tabilidad de sus enunciados o, en su caso, la eficiencia de sus prescripciones.

I. Los problemas lógicos que les son propios, como sus dificul­tades predictivas, reconstructivas, etc.

J. La necesidad de recurrir a una lógica modal como, por ejemplo, un tipo de lógica nor­mativa.

K. Las tipicidades metodoló­gicas, como su carácter eminen­temente experimental o sus limi­taciones para experimentar o para simular.

L. Las dificultades que entra­ñan las descripciones ya sea por la presencia de diversos niveles de observación o por condicio­nantes psicológicos y culturales.

2. Determinado el problema, se explora sus antecedentes en la literatura epistemológica general, como los trabajos de Reichenbach, Popper, Carnap, Hempel, Hanson, Wittgenstein, Russell, Quine, Putnam, Kripke, entre otros con­temporáneos, También es nece­sario recurrir a clásicos como Platón, Aristóteles, Descartes, Hume, Kant, Leibniz, Stuart Mili, etc. Luego debe revisarse litera­tura específica que haya explora­do un tema semejante o utilizado una metodología aplicable al problema investigado. Con fre­cuencia no se encontrará fácil­mente bibliografía que espe­cíficamente haya investigado el tema seleccionado y, de existir, la probabilidad de que el trabajo no haya sido escrito en español o

que no haya sido traducido a esta lengua es significativamente alta.

2.1 Los conocimientos de lógi­ca matemática son necesarios para abordar problemas como los lis­tados en 1.1. y para leer las obras de los epistemólogos contempo­ráneos antes citados. No es indis­pensable una gran capacidad ope­rativa pero sí un conocimiento de conceptos y capacidad para apli­carlos. Los aspectos operativos no pueden, sin embargo, desco­nocerse en sus niveles elementa­les.

Los libros de Suppes y Copi, In troducción a la lógica y Lógica sim bólica , respectivamente, pue­den ser buenos auxiliares para el logro de estos conocimientos. El libro de Suppes puede ser más expeditivo en relación con las necesidades de la tesis.

2 .2 La exploración de la bi­bliografía puede tener como con­secuencia variaciones importan­tes en el tema de la tesis debido a que puede suscitar nuevas ideas y enfoques. Ello es saludable y entonces es necesario hacer los reajustes o reformulaciones per­tinentes, teniendo esta vez más en claro qué es lo que se quiere mostrar o probar. En una buena tesis es posible sólo mostrar un problema en sus componentes, derroteros e implicancias. Si éste tiene claras repercusiones prácti­cas, sería conveniente añadir una exposición sobre la forma cómo repercute el tratamiento dado en la acción. Probar es una aspira­ción permanente de todo investi­gador pero en muy pocos traba­jos se logra probar algo realmen­te original y significativo. La tesis debe poner en evidencia que quien la elaboró tiene capacidad y criterio para hacer investigacio­nes académicas con independen­cia. Esta capacidad se pone de manifiesto en muy pocos casos probando algo relevante para la comunidad científica internacio­nal y, en la mayoría de ellos, mostrando que se conoce y ma­neja con rigor una temática.

3. Una vez determinada la te­mática de la tesis es conveniente dividirla en el mayor número po­

sible de componentes distingui­bles. Cada uno de ellos puede ser identificado tomando como crite­rio la posibilidad de separarlo como un subtema. Ello se logra si al restringir la generalidad se in­crementa la profundidad.

La división anterior debe per­mitir abordar los aspectos sustan­ciales del tema estudiado. Un criterio para determinar el grado de suficiencia de esta división lo proporciona la cantidad de as­pectos que considera la literatura consultada, lo que no es aconse­jable ignorar en un trabajo serio. Una forma de aportar es introdu­cir distinciones donde los otros estudios no distinguen.

El o rd en am ien to de los subtemas debe ser lo más lógico que sea posible, lo cual exige identificar las presuposiciones propias de cada uno. Es reco­mendable comenzar por los sub­temas que presuponen menos y al propio tiempo ir sentando ba­ses para hacer inteligibles y cohe­rentes aquellos subtemas que presuponen más. El orden inverso es discutible desde el punto de vista lógico y es inconveniente para la comprensión y, conse­cuentemente, para el mejor desa­rrollo del tema global.

El primer subtema debe intro­ducir y justificar las definiciones o explicaciones del sentido y signi­ficado de los conceptos funda­mentales que se usan en el traba­jo y precisar dentro de la multi- vocidad, normalmente existente, un manejo unívoco de los con­ceptos dentro del contexto de estudio. También son importan­tes los deslindes con los usos encontrados en la literatura con­sultada. Al desarrollarse los otros subtemas debe respetarse las de­finiciones iniciales o señalarse explícitamente las extrapolaciones o restricciones que se operen sobre ellas en virtud del desarro­llo del trabajo. Asimismo, cuando se requiere ampliar el aparato conceptual es necesario ir intro­duciendo gradualmente las defi­niciones adicionales pertinentes para cautelar la claridad y la pre­cisión. Es importante enfatizar que

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un trabajo que ofrece ideas cla­ras, precisas y lógicamente enla­zadas permite que se distinga aquello que se discute de lo que no está en cuestión y un trabajo en el que no hay claridad concep­tual no posibilita determinar qué es lo que se discute y, por tantq, carece de interés académico.

3*1 io s trabajos que se propo­nen principalmente mostrar un tema pueden ser interesantes si, por ejemplo, presentan de manera integrada un tema que la literatura existente lo aborda sólo parcial­mente o unilateral mente. Se pue­de tratar de un genuino aporte si la integración ha exigido la reor­ganización de los contenidos dentro de una totalidad que pone al descubierto relaciones o implicaciones antes desconoci­das. También son meritorios los trabajos que presentan un tema abordado ya integralmente por otros autores si constituyen un nuevo enfoque o una variante respecto de las presentaciones anteriores. Este nuevo enfoque no tiene que contener necesaria­mente soluciones para los pro­blemas sustanciales del tema pero sí ofrecer un nuevo camino para abordarlos o destacar compo­nentes de la problemática antes no examinados o minimizados en su real valor,

3.2 Las disertaciones que se proponen probar una proposi­ción original a modo de tesis se organizan en función de esta pretensión. Los subtemas inicia­les deben hacer inteligible los alcances y limitaciones de la afir­mación que se pretende probar así como su significación dentro de la literatura epistemológica. Las otras partes del trabajo deben tener una orientación probatoria o demostrativa de la plausibilidad, aceptabilidad, verdad o validez de la proposición que se sostiene como tesis. Esto requiere una organización lógica de los ar­gumentos a los que es conve­niente estructurarlos de tal mane­ra que se distinga con claridad las proposiciones que se utilizan como fundamento y las que de ellas se derivan, como ocurre con

las* deducciones adecuadamente construidas. Es importante com­prender que todo argumento ló­gicamente bien constituido es una implicación que establece que el consecuente se sigue justifica­damente de las condiciones ante­cedentes.

Es del caso recordar que en filosofía no hay pruebas experi­mentales o matemáticas o lógi­co-matemáticas que apoyen di­rectamente una tesis. Lo que sí es

posible es dar interpretaciones a las pruebas científicas para deri­var argumentos que sustenten la tesis que se defiende. Es por ello que en el campo filosófico la tarea de probar hay que enten­derla en términos de argumentar. Ello exige, al menos, consistencia entendida como observancia del principio de no contradicción y atingencia en el sentido de relevancia en relación con lo que se desea probar.O