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COMITÉ ORGANIZADOR
Víctor Manuel Peralta Mata
PRESIDENTE
COMITÉ SISTEMA PRODUCTO CHILE DE ZACATECAS A.C.
Salvador López Rodríguez
PRESIDENTE
CONSEJO ESTATAL DE PRODUCTORES DE CHILE EN ZACATECAS S.C.
Ángel Gabriel Bravo Lozano Alfredo Lara Herrera
Jaime Mena Covarrubias
COORDINADOR DEL PROGRAMA CIENTÍFICO
Lourdes González Contreras Lourdes Ortiz Romero José Manuel Lara Félix
Víctor Manuel Guerrero Cruz Javier Chávez Ávila
COORDINADOR OPERATIVO LOGÍSTICA Y DISEÑO
2
Mesa Directiva CONSEJO ESTATAL DE PRODUCTORES DE CHILE EN ZACATECAS S.C.
Ing. Salvador López Rodríguez PRESIDENTE
Ing. Víctor Manuel Peralta mata VICEPRESIDENTE
Ing., Juan Lara Pacheco SECRETARIO
Ing. Armando Muro Rodarte TESORERO
Alfredo Lara Herrera José Manuel Lara Félix
Jaime Mena Covarrubias
Ángel Gabriel Bravo Lozano
COMITÉ EDITORIAL DE LAS MEMORIAS DEL FORO
Colina del Ángel, Número: 208 A, Fraccionamiento: Las Colinas 1ra. Sección.
Zacatecas, Zac México. Teléfono: (492) 9230256
Pagina WEB: www.comitechilezac.org E-mail: [email protected]
3
ESLABONES
PRESTADOR SERVICIOS PROFESIONALES
Titular: Gastón Esparza Frausto
Suplente: Raúl Aguilar Hernández
PROVEEDORES DE SISTEMAS DE RIEGO
Titular: Fernando Manrique Tovar
COMERCIALIZADORES
Titular: Francisco Mendoza Garcini
Suplente: Ignacio Ruiz Delgado
PROVEEDORES DE MAQUINARIA AGRICOLA
Titular: Adolfo Luna Ortiz
Suplente: Alfredo Guerra Polo
PROVEEDORES DE ENPAQUES Y CAJAS
Titular: Eugenio Vázquez Vázquez
Suplente: Juan Carlos Serrano Méndez
INDUSTRIALES
Titular: José Antonio Gómez Silva
Suplente: Julio Cesar Ortiz Peralta
PROVEEDORES DE AGROINSUMOS
Titular: Juan Romero García
TRANSPORTISTAS
Titular: Saúl Acuña Veyna
Suplente: Jesús Ángel Muñoz López
PROVEEDORES DE PLANTULA
Titular: Víctor Manuel Peralta Mata
Suplente: Juan Judas Solís Alvarado
CONSEJO ESTATAL DE PRODUCTORES DE CHILE
Titular: Salvador López Rodríguez
Suplente: Víctor Manuel Peralta Mata
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INSTITUCIONES PARTICIPANTES
5
Índice
1 Estrategia de competitividad de la cadena productiva de chiles en el estado de zacatecas. Ing. Ma. de Lourdes González Contreras
Coordinadora de los Sistemas Producto Delegación SAGARPA Zacatecas
8 Esquema alternativo para el financiamiento del cultivo del chile en zacatecas Ing. Ricardo Romero Ayala
13 Enfermedades del cultivo de chile en zacatecas. Dr. J. Jesús Avelar Mejía
Universidad Autónoma de Zacatecas Unidad Académica de Agronomía
33 Control biológico de enfermedades en hortalizas en el valle de villa de arista. S.l.p Dr. Ángel Gabriel Alpuche Solís QFB Elvira Hernández Rico
IPICYT/ Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica División de Biología
Molecular Laboratorio de Biología Molecular de Plantas
40 Estrategia para el manejo de amarillamiento del cultivo de chile en Zacatecas Dr. Jaime Mena Covarrubias
Investigador INIFAP Campo Experimental Zacatecas
50 Principios y objetivos de un manejo integrado de plagas en el cultivo de chile (pulga saltona,
afido, gusanos)
Dra. Martha Patricia España Luna
Universidad Autónoma de Zacatecas Unidad Académica de Agronomía
6
Dr. Julio Lozano Gutiérrez
Universidad Autónoma de Zacatecas Unidad Académica de Agronomía
57 Manejo Integrado de Pulgón saltador
Dr. Rafael Bújanos Muñiz
INIFAP. Campo Experimental Bajío Celaya, Guanajuato, México
70 Manejo Integrado de mosca blanca
Dr. Urbano Nava Camberos Facultad de Agricultura y Zootecnia Universidad Juárez del Estado de Durango
102 Manejo integrado de plagas en el cultivo de chile, con énfasis en conservación de
fauna benéfica
MC. Enrique Garza Urbina
Investigador INIFAP Campo Experimental las Huastecas, Sitio Experimental Ébano, San
Luis Potosí
110 Manejo Integrado de barren Dr. Edgardo Cortez Mondaca INIFAP Sinaloa Campo Experimental Valle del Fuerte
El contenido de las publicaciones de esta Memoria es responsabilidad de los
autores.
ESTRATEGIA DE COMPETITIVIDAD DE LA CADENA PRODUCTIVA DE CHILES EN
EL ESTADO DE ZACATECAS
Ma. de Lourdes Gonzalez Contreras1; Salvador López Rodriguez2; Victor Manuel
Peralta Mata3
1Coordinadora de Sistemas Producto, Delegación Federal de la SAGARPA en
Zacatecas
2Presidente del Consejo Estatal de Productores de Chiles
3Presidente del Comité Sistema Producto Chile en Zacatecas, A.C.
7
ANTECEDENTES
A partir del año 2003 el Gobierno Federal, a través de la SAGARPA comenzó a promover
la integración de los actores de las cadenas productivas a través de los Sistemas
Producto, en donde se deberá agrupar a todos los participantes para la obtención de un
bien común, desde el abastecimiento de los insumos pasando por la producción,
industrialización, comercialización y llegando hasta el consumidor final.
Con esta estrategia de trabajo, en Zacatecas se impulsa la creación del Sistema
Producto Chile para ser una de las primeras cadenas productivas en trabajar bajo este
nuevo esquema; por lo que de manera conjunta, integrantes de la cadena y autoridades
oficiales en el estado logran la conformación del Comité Sistema Producto Chile de
Zacatecas A.C., cuyo objetivo es:
Mejorar la productividad de la cadena de chiles secos vía el equipamiento e
infraestructura requerida con esquemas tecnológicos competitivos.
Agregar valor al producto mediante una mejor presentación (deshidratado,
selección, clasificación y empaque), industrialización y la gestión de mercados con
visión empresarial.
8
Integrar a los productores a otras fases de la cadena que generan ganancia en las
que aún no participan (transformación, industrialización y comercialización).
En la actualidad y en este mundo globalizado la competencia ya no es entre productores
de determinada región o entre productores de los diferentes estados del país, si no que
esta competencia es ahora entre países, por lo que el siguiente cuadro refleja la situación
que guarda la producción de chiles en México contra el resto de los países productores:
Chile Seco
(2008) Producción
(Ton) Área cosechada
(Hectáreas) Rendimiento
(Toneladas/Hectárea)
1 India 1,269,850 779,050 1.6299
2 China 252,000 41,000 6.1463
3 Bangladesh 117,765 93,638 1.2576
4 Perú 165,000 21,500 7.6744
5 Pakistán 130,000 66,000 1.9696
6 Etiopía 115,000 290,000 0.3965
7 Ghana 81,000 12,500 6.48
8 Viet Nam 78,500 51,000 1.5392
9 Myanmar 71,000 109,000 0.65
10 México 103,420.35 61,659.46 1.68
Como se puede apreciar entre estos 10 países México ocupa el 7° lugar en producción,
pero como gran consumidor de chile que es; nuestro país es visto como un gran destino
potencial de las producciones obtenidas en la India, China y Perú, principalmente.
9
PRINCIPALES IMPORTADORES DE CHILE SECO
PRINCIPALES EXPORTADORES DE CHILE SECO
País Toneladas
Miles de Dólares
Valor unitario
(dls/ton)
País Toneladas
Miles de Dólares
Valor unitario
(dls/ton)
1
Estados
Unidos de América
102,589 $204,386 $1,992
1 India 188,551 $243,304 $1,290
2 México 46,448 $96,514 $2,078
2 China 128,215 $242,984 $1,895
3 Malasia 53,853 $81,620 $1,516
3 Perú 58,987 $136,199 $2,309
4 España 33,645 $68,869 $2,047
4 España 26,719 $81,076 $3,034
5 Alemania 19,054 $68,432 $3,591
5 Alemania 4,474 $26,121 $5,838
6 Japón 11,869 $47,917 $4,037
6 Brasil 5,243 $19,757 $3,768
7 Sri Lanka 34,914 $41,535 $1,190
7 Túnez 11,343 $18,789 $1,656
8 Reino Unido
7,343 $25,183 $3,430
8 Países Bajos
4,316 $16,053 $3,719
9 Países Bajos
8,257 $20,239 $2,451
9 Chile 3,322 $15,932 $4,796
10 Tailandia 32,882 $19,539 $594
10 Israel 4,448 $12,943 $2,910
11 República
de Corea 9,407 $19,413 $2,064
11 México 7,573 $12,507 $1,652
12 Canadá 6,391 $18,539 $2,901
12 Hungría 2,676 $12,402 $4,635
13 Pakistán 28,356 $18,155 $640
13 Bélgica 3,239 $9,652 $2,980
14 Francia 3,793 $16,672 $4,395
14 República de Corea
2,220 $9,345 $4,209
15 Bélgica 5,013 $14,173 $2,827
15 Serbia 1,837 $8,981 $4,889
16 Polonia 4,678 $13,919 $2,975
16
Estados
Unidos de América
2,579 $8,661 $3,358
17 Austria 3,223 $13,394 $4,156
17 Francia 1,160 $7,701 $6,639
18 Hungría 3,991 $13,143 $3,293
18 Malasia 19,565 $7,050 $360
19 Indonesia 14,891 $12,041 $809
19 Austria 992 $7,021 $7,078
20 Federación de Rusia
6,962 $10,309 $1,481
20 Tailandia 2,596 $6,111 $2,354
TOTAL MUNDIAL
437,559 $823,992 $48,467
TOTAL
MUNDIAL 480,055 $902,589 $69,369
Fuente: FAOTAT 2008
El grafico anterior nos refleja que México es deficitario en la producción de chile seco, y
que tenemos una gran oportunidad de satisfacer la demanda nacional, pero que debemos
ser más competitivos, incrementar rendimientos y calidades a un menor costo.
SITUACION ESTATAL
En Zacatecas el cultivo de chile se produce en su totalidad bajo condiciones de riego,
concentrándose las principales regiones productoras en los Distritos de Desarrollo Rural
de Fresnillo, Ojocaliente, Río Grande y Zacatecas, habiendo registrado para el año 2009
las siguientes producciones: En el municipio de Fresnillo se reportó una extensión
dedicada a la siembra del cultivo de 10,462 ha, equivalentes al 28% de la superficie
estatal. En Villa de Cos se sembraron 9,912 ha de chile, que corresponde al 26% de la
superficie estatal sembrada, tan solo estos dos municipios (Fresnillo y Villa de Cos)
concentran el 52% del total de la superficie sembrada. Guadalupe con 3,040 ha, (8%),
Calera con 2,250 hectáreas
10
(6%) y General Pánfilo Natera con 1,800.00 ha (5%). En total estos cinco municipios
aportaron el equivalente al 72.5% de la superficie sembrada de chile en Zacatecas (SIAP,
2009).
PRODUCCION ESTATAL DE CHILE DEL 2000 - 2009
AÑOS 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Superficie ( Ha. ) 34,264 32,092 36,602 39,123 39,532 37,579 39,443 37,215 34,918.65 37,877
Vol. Producción ( Ton. ) 308,320 285,801.30 297,296 266,692 271,247.90 317,085 280,876 209,330.90 213,129.45 288,125.35
Valor Prod (Miles $ ) 1,692,405 1,363,383 1,139,150 1,293,956 2,211,757 1,792,949 1,117,200 1,799,352 1,636,664 2,077,422
Fuente SIAP 2010
IMPORTANCIA DE LA CADENA PRODUCTIVA DE CHILE
La Cadena Productiva de Chile del Estado aporta el
>50 % Producción Nacional de chile seco
35% PIB agropecuario estatal
Genera aproximadamente 6 millones jornales directos y
Miles de jornales indirectos, se cuenta con
> 100 deshidratadoras, provee y detona a la
Industria alimenticia, al
Transporte y a la
Proveeduría de insumos
ESTRATÉGIAS DE DESARROLLO Y ACCIONES GENERALES DEL COMITÉ
SISTEMA PRODUCTO Y CONSEJO ESTATAL DE CHILE
Los mercados tanto nacionales como internacionales día a día son más demandantes,
exigiendo calidad, inocuidad y permanencia de los productos en los anaqueles. Motivado
de lo anterior el Comité Sistema Producto Chile del Estado de Zacatecas, estableció las
siguientes estrategias para el logro de la competitividad y salvaguarda de la cadena
productiva de la entidad entre las que se pueden mencionar:
11
I. Fortalecimiento a la Organización mediante la integración del padrón de
productores, así como la afiliación al Consejo de los mismos.
II. Mejoramiento de la productividad y competitividad de la cadena productiva vía el
equipamiento e infraestructura requerida por esquemas tecnológicos competitivos,
además de la asistencia técnica y capacitación.
III. Mejora del Manejo de Poscosecha, modernización de tecnología de deshidratado,
y de almacenamiento, así como la mejora del proceso.
IV. Agregación de Valor al producto mediante, una mejor presentación (deshidratado,
selección, clasificación y empaque), la industrialización y la gestión de mercados.
V. Promover y gestionar Políticas Públicas que permitan, disminuir el efecto de las
amenazas que presenta la cadena productiva.
VI. Promover y Crear Agencias Parafinancieras y Dispersoras de Crédito para otorgar
servicios de Financiamiento a los Integrantes.
12
BENEFICIOSM
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acio
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Corto Plazo Largo PlazoMediano Plazo
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Ca
lid
ad
Para el cumplimiento de estas estrategias y llevar a cabo una serie de actividades
en materia de Organización de Productores, investigación y Transferencia
Tecnológica, Asistencia Técnica y Capacitación, Infraestructura y Equipamiento
para Producción Primaria y Manejo Pos cosecha, Comercialización,
Financiamiento y Regulación de las importaciones, el Comité subdividió la entidad
en cuatro grandes regiones productoras para con ello dar atención a los
productores de los diversos municipios.
Región 1 DDR Zacatecas, Mpios: Calera V. de Cos, Gral. E. Estrada,
Guadalupe, Moleros, Panuco y Zacatecas
Región 2 DDR Fresnillo, Mpios: Fresnillo y Cañitas de FP
Región 3 DDR Ojocaliente, Mpios: Gral. Pánfilo Natera, Ojocaliente, Luis
Moya, Villa González. O., Noria de Ángeles y Villa Hidalgo
13
Región 4 DDR Río Grande, Mpios: Río Grande, Saín Alto, Miguel Auza, Juan
Aldama y Sombrerete
COMPETITIVIDAD
Para el logro de la competitividad de la cadena productiva de chile y por ende de
los productores en el que el esquema de trabajo sea el de ganar ganar y, si
competir es igualar una cosa a otra en su perfección o propiedades entonces para
competir en el mercado debemos obtener que nuestro producto tenga
características igualadas con los otros similares del mercado, es por ello que las
estrategias definidas por el sistema producto buscan el posicionamiento y la
permanencia de los chiles zacatecanos en los mercados nacionales, además de
consolidar la apertura y su posicionamiento en mercados internacionales.
De igual manera el Sistema Producto Chile como una red social y económica
organizada puede:
• Detectar los factores de competitividad con los que se cuenta, detectar los
faltantes y encontrar las estrategias para alcanzarlo
• Ejercer presión como sociedad organizada en los entes de poder y
legislación para armonizar los factores de competitividad e
• Implementar estrategias comunes para ser competitivo en un mercado
objetivo
EL COMPETIR TAMBIÉN ES CONTENDER, EL GANAR ESTÁ CONTIENDA ES
QUE EL CONSUMIDOR ELIJA SU PRODUCTO
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ESQUEMA ALTERNATIVO PARA EL FINANCIAMIENTO DEL CULTIVO DEL
CHILE EN ZACATECAS
Ricardo Romero Ayala1
Antecedentes
La mayoría de los esquemas de crédito ofrecidos por la banca privada y la
de fomento, están orientados al productor que tiene garantías, quedando sin
posibilidades de crédito los productores de más bajos recursos. Estos productores
pueden ver reducida su capacidad productiva por falta de acceso al crédito formal,
recurriendo algunos de ellos al agio para financiarse, el cual les cobra altas tasas
de interés.
Esta situación motivo al Gobierno del estado de Zacatecas a diseñar en
conjunto con FIRA y otras instituciones un esquema de crédito, donde los
productores que nunca han tenido acceso al financiamiento, lo puedan tener
aportando menos garantías que en un esquema tradicional, y con ello puedan
aplicar la tecnología que les permita aumentar su productividad.
Características del esquema
Los productores constituirán con recursos propios Garantía Líquida de al
menos 10% del monto de cada financiamiento previo al otorgamiento del
crédito.
El Gobierno Estatal aporta el 30% de Garantía Líquida del monto de cada
financiamiento, el cual constituirá una garantía solidaria para abrir una línea
de crédito. Este Fondo deberá integrarse previo a la ministración de cada
crédito
________________________________.
1Residente estatal de FIRA en Zacatecas [email protected]
15
Los Agentes Parafinancieros aportan el 10% de Garantía Líquida del monto
de cada financiamiento; son las empresas que dispersan el crédito,
mediante la promoción del mismo, la integración de expedientes, la
evaluación de los proyectos y las acciones para recuperar el pago
Empresas de seguro agrícola para otorgar coberturas de seguro en las
superficies acreditadas para administrar los riesgos de la producción
primaria y asegurar la recuperación del crédito.
Despachos de asesoría técnica especializados que otorgan asesoría a los
productores y/o empresas y aseguran la correcta aplicación de los paquetes
tecnológicos para elevar la productividad
Tipo de Crédito: Avío (Capital de trabajo)
Garantías:
• Liquidas:
10% aportada por los productores
30% aportada por Gobierno Estatal
10% aportada por la Parafinanciera
FIRA FEGA y FONAGA
Tasa de interés: Variable
Reembolso de costos financieros por parte del gobierno del estado
Monto del crédito: De acuerdo a montos definidos por SEDAGRO.
Aportación del acreditado: Mínimo 10% del monto del proyecto.
Seguro agrícola: Obligatorio
Objetivos
Implementar esquema de financiamiento que permitan la disponibilidad
oportuna del crédito por parte de los productores de chile, acompañado de
tecnología, capacitación y asesoría.
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Inducir la participación de Agentes Parafinancieros en el proceso de financiamiento
a productores aprovechando su experiencia empresarial para la administración y
recuperación del crédito.
Crédito para el cultivo del chile por productor año 2011 (FOFINCAZAC)
Red Crédito/ha Has Crédito/Productor Conceptos de inversión
Chile $ 11,100 5 $ 55,000.00 Fertilizante, Luz y
seguro
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Empresas Parafinancieras seleccionadas por SEDAGRO y Banco en el 2011 para
otorgar créditos en el cultivo del chile
Irrigación y Obras hidráulicas S.A. de C.V.
Campo Prest S.A. de C.V.
Agroferza S.P.R. de R.L.
Requisitos que solicitó una empresa Parafinanciera para otorgar
crédito
Copia de identificación oficial del acreditado
Copia del RFC del acreditado
Copia del CURP del acreditado
Original del Acta de Nacimiento
Original del Acta de Matrimonio (En su Caso)
Original del Comprobante de Domicilio del Acreditado
Copia de Certificado Parcelario (En su Caso)
Consulta de Buró de crédito y SUSTRAE
Copia permisos, concesiones, contratos y arrendamiento o comodato
(En su Caso)
Copia del ultimo pago del impuesto predial
Copia documentos oficiales del (los) avales y obligados solidarios (mismo que el
acreditado, en su caso)
Copias de facturas de los bienes que se otorguen en garantía
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Copia de escrituras de los bienes que otorguen en garantía con registro en el RPP,
ultimo predial pagado, último recibo de agua pagado.
Conclusiones.
Con el presente esquema de financiamiento se incrementara el
otorgamiento de crédito formal a los pequeños y medianos productores de
chile del estado de Zacatecas, con la estructuración de un fondo de
Financiamiento para el Campo Zacatecano (FOFINCAZAC)
Permitir la aplicación de paquetes tecnológicos completos para aumentar la
productividad del cultivo del chile, dando el acompañamiento técnico y
19
transferencia tecnológica necesarios, así como fomentar la cultura del
seguro para administrar los riesgos de la producción primaria.
ENFERMEDADES DEL CULTIVO DE CHILE EN ZACATECAS
J. J. Avelar-Mejía1, A. Lara-Herrera1, J. J. Llamas-Llamas1, M. Luna-Flores1. 1Unidad
Académica de Agronomía de la UAZ. Km. 15 Carretera Zacatecas-Guadalajara vía corta.
Cieneguillas, Zac., Correspondencia: [email protected]
INTRODUCCION.
En Zacatecas, los tipos de chile que se cultivan con mayor superficie son: Mirasol
(Guajillo), Ancho rojo, Pasilla, Mulato, Puya y de árbol. En 2007 se cosechó una
superficie de 25,019 ha, con una producción de 27,509.72 t y un valor de $ 1,384,
469, 900 (SIACON, 2008). El chile para secado es el cultivo que ofrece las
mayores ganancias, ya que genera el 21% del ingreso agrícola estatal; también es
la principal fuente de empleo en el medio rural, toda vez que demanda un
promedio de 150 jornales por hectárea plantada (Bravo et al., 2002). Algunos
factores que limitan la producción de son: los insectos plaga y las enfermedades.
Según Mena (2006), los insectos de mayor importancia económica para el cultivo
de chile en Zacatecas son: El picudo del chile (Anthonomus eugenii), el gusano del
fruto (Heliotis zea), el pulgón verde del durazno (Mizus persicae), el pulgón del
algodón (Aphis gosipii), la pulga saltona (Epitrix cucumeris), la paratrioza
(Paratrioza cockerelli), y el gusano soldado del betabel (Spodoptera exigua).
Mientras que las enfermedades con mayor presencia son: La marchites del chile
(Phytohpthora capsici L.), la miada de perro, la cenicilla (Oidiopsis spp), el
ahogamiento (Pythium spp), el tizón (Alternaria solani), nematodos agalladores
(Meloidogyne spp) y los amarillamientos.
20
I. AMARILLAMIENTOS.
Recientemente, en la región chilera del estado de Zacatecas se han venido presentando
varios tipos de amarillamiento que afectan al cultivo del chile, los cuales se encuentran
ampliamente diseminados y se desconoce su etiología, aunque por la naturaleza de los
síntomas se considera que son debidos al ataque de virus o de fitoplasmas. Ante esta
situación se considera que los trabajos iniciales para resolver esta problemática sería
conocer a el o a los patógenos que ocasionan esta enfermedad, para en esta forma
sugerir la estrategia de control adecuada. También se debe de considerar la
desinformación generalizada entre los productores de chile de la región, respecto a las
sintomatologías que presentan los amarillamientos, por lo que se debe determinar los
grupos de síntomas que se presentan y su desarrollo durante todo el ciclo del cultivo para
determinar de manera preliminar determinar los tipos de amarillamientos presentes en el
cultivo de chile en el estado de Zacatecas.
Dado la diversidad de amarillamientos presentes se optó por iniciar los trabajos con aquel
que es más común y cuya sintomatología es constante a través de todo el ciclo del cultivo.
1.1. Amarillamiento intervenal
Las plantas afectadas pueden presentar hojas de tamaño normal o reducido y de
consistencia acartonada, con amarillamiento intervenal, los entrenudos pueden ser
normales o cortos, por lo que la planta puede presentar achaparramiento, las flores se
deforman y producen unas estructuras en forma de farol, las plantas no pierden el follaje y
pueden o no presentar floración y las raíces no muestran daños aparentes, lo que
ocasiona poca o nula producción de frutos.
21
1.1.1. Que se ha hecho.
A1. Diferenciar con base a su sintomatología los tipos de amarillamientos que afectan al
cultivo del chile, su desarrollo a través del tiempo y su efecto en la producción.
R1. Se encontró que existe una gran cantidad de amarillamientos con características bien
definidas y que estas se conservan a través del tiempo y que si bien cuando la
sintomatología esta muy avanzada aparecen otros tipos de síntomas (necrosis, marchitez,
etc,), los síntomas iniciales de amarillamiento no presentan características de otro tipo de
amarillamiento.
A2. Conocer el estado e importancia de los amarillamientos en chile en el estado de
Zacatecas.
Por determinar.
Solo se tienen datos del área donde se hicieron algunos trabajos de campo y ellos
consideran a los amarillamientos en un tercer o segundo lugar de importancia (marchitez-
miada de perro-amarillamiento).
A3. Conocer a los patógenos asociados con los amarillamientos.
R3. La sintomatología de este tipo de amarillamiento en plantas de chile, variedad Puya,
se transmite por injertos y está asociado con la presencia de fitoplasmas. En plantas
afectadas por este problema, es posible remitir su sintomatología con la aplicación de
Oxitetraciclina, tanto bajo condiciones de campo, como en invernadero. La transmisión de
esta enfermedad a través de semilla no fue posible.
22
1.2. Muerte de brotes
Esta enfermedad, a menudo se considera como otro tipo de amarillamiento, o bien lo
podría ser y esto debido a que inicia con un amarillamiento generalizado del follaje, pero
conforme avanza en tiempo, su sintomatología es definida y diferente a otros tipos de
amarillamiento. La enfermedad presenta necrosis y muerte de brotes, las plantas no
presentan achaparramiento, las hojas una vez que se amarillean, se marchitan, se
mueren y se caen ocasionando defoliación total de la planta. Las plantas por lo general
producen frutos pero solo en la parte inferior, posiblemente debido a que lo hace antes de
que ocurra la infección. También es de hacer notar que en esta enfermedad no presenta
reducción de hojas, mosaico, clorosis intervenal, necrosis marginal o apical o pudrición de
la raíz.
1.2.1. Que se ha hecho
R1. no se tienen trabajos al respecto.
1.3. Miada de perro
la miada de perro es de aparición reciente en la región, pero su importancia es cada día
mayor porque reduce significativamente la producción de frutos en las plantas afectadas.
Su agente causal se desconoce y no se tiene información sobre la magnitud de la
incidencia y severidad, la forma de transmisión y control. Galindo et al., (2002) mencionan
que es causada por virus, cuyos vectores son los pulgones y la mosquita blanca, aunque
no mencionan las pruebas de patogenicidad y transmisión que se realizaron para
aseverar esto.
La enfermedad puede atacar a las plantas de chile en cualquier etapa de desarrollo; sin
embargo, su presencia en Zacatecas es mayor en los meses de junio-julio, cuando el
cultivo está en floración. Las plantas enfermas reducen su crecimiento, las hojas se tornan
gruesas y poco flexibles, se presentan
23
abolsamientos, mosaico y la lámina foliar se reduce, las plantas no presentan marchites y
su producción es poca o nula, la enfermedad se presenta al azar o en manchones, en
suelos donde ya se ha sembrado chile en ciclos anteriores o en aquellos donde no se ha
cultivado chile en períodos de tiempo de 1-6 años o más, presenta un tizón en el borde de
la hoja que es más evidente en el ápice. En el interior de los frutos, las semillas se
manchan o se tornan necróticas y las raíces no presentan pudrición.
3.1. Que se ha hecho
A1. Conocer el estado que guarda la enfermedad miada de perro en el cultivo de chile en
Zacatecas
R1. La superficie media de chile por productor en 2006 en los municipios
muestreados fue de 22 ha, con un rango de 11 a 58 ha y un rendimiento medio de
chile verde fue de 13.5 t ha-1, con un rango de 9.0 a 18.6 t ha-1.
La enfermedad miada de Perro comenzó a observarse por los productores del
estado de Zacatecas hace aproximadamente 20 años. En 2006, se encontró
presente en el 96 % de los predios muestreados, con una severidad de 2 a 3,
dentro de la escala de 1 a 6 (1= sin síntomas; 6= muy dañada).
Aunque los productores de chile de la zona de estudio, no conocen con claridad
los síntomas de la enfermedad miada de Perro, gran parte de ellos realizan alguna
medida de control, siendo la rotación de cultivos la más usada; la mayoría indico
que la aplicación de productos químicos no es efectiva.
Todos los tipos de chile que se cultivan en la región son susceptibles a la
enfermedad miada de Perro, aunque unos más que otros.
La mayoría de los productores aseguran que la miada de Perro se transmite por
semilla y no se tiene claro el papel de la fertilización respecto a la presencia y
severidad de esta enfermedad.
24
A2. Conocer la anatomía de tallos y hojas de la planta de chile y el efecto de los
patógenos asociados con la enfermedad ―miada de perro‖ en la anatomía de tallos y hojas
de chile.
R2. La ―miada de Perro‖ si afecta la anatomía de la planta de chile; se encontraron daños
en los haces vasculares de hojas y tallos. Aunque el mayor daño fue en hojas.
En hojas con síntomas de mosaico el daño fue la formación de una doble hilera de células
en parénquima en empalizada (hiperplasia) y en hojas con necrosis, se pudo ver tejido
inerte, células deformadas y haces vasculares agrietados.
En las pruebas bioquímicas realizadas, resultó más evidente la de almidón, pues se
encontró en mayor cantidad en plantas sanas que en enfermas, por lo que se considera
que el patógeno causante de esta enfermedad tiene afinidad por este producto.
A3. Conocer los hongos fitopatógenos que se encuentran asociados con plantas
afectadas por esta enfermedad.
R3. Se encontraron asociados con la enfermedad ―miada de perro‖, seis diferentes tipos
de hongos y un crecimiento bacteriano. El hongo más común fue Alternaria solani (62%),
seguido por Fusarium roseum (26.3%), Phytophthora capsici (4.3%), Nigrospora spp.
(2.5%), Aspergillus spp. (2%), y Penicillum spp. (0.3%).
El crecimiento bacteriano se detectó en 2.5 % de las siembras realizadas el cual no
correspondió a bacterias fitopatógenas.
En las semillas provenientes de las plantas enfermas, no se obtuvieron crecimiento
fungosos en 43.2% de las siembras realizadas, hongos saprófitos en 20%, Alternaria
solani en 13.5%, y Aspergillus spp. en 20% y Fusarium spp. en 3.3%.
25
Tomando como base los síntomas que ocasionan los patógenos asociados con la
enfermedad ―miada de perro‖, se concluye que se encuentran asociados con ella, pero no
participan directamente en la producción de los síntomas observados.
Se recomienda la identificación de especies de los patógenos asociados y consultar los
postulados de Koch, para conocer el grado de participación en la presencia de la
enfermedad MP.
A4. Determinar la presencia de virus fitopatógenos en plantas de chile atacados por la
enfermedad ―miada de perro‖.
R4. El agente causal de la ―enfermedad miada de perro‖ no se logró transmitir por
semilla pudiera ser porque la enfermedad no se transmite por esta vía o no fueron
las condiciones propicias para que se desarrolle dicha enfermedad.
En la transmisión por injerto la enfermedad ―miada de perro‖ no fue homogénea;
no logro reproducir toda la sintomatología que ocasiona en campo, solo se
presento amarillamiento en las hojas, poco desarrollo foliar y mosaico y hojas
reducidas.
Se detecto la presencia de virus en un 16.2% utilizando la técnica de ELISA.
Los virus que se encontraron asociados fueron Virus moteado moderado del chile
(PMMoV) en un 6.48%, seguido por el virus mancha anular del tabaco (TRSV) en
un 5.4% y el virus jaspeado del tabaco (TEV) en un 4.3%.
Se detectaron inclusiones citoplasmáticas de los virus mancha anular del tabaco y
jaspeado del tabaco (TEV), pero no fue posible detectar las producidas por el virus
moteado severo del chile (PMMoV).
Se detecto la presencia de fitoplasmas.
26
Recomendaciones
En forma preliminar, aun cuando se desconoce el agente causal de éstas enfermedades,
para disminuir los daños causados, se sugiere lo siguiente:
Evitar en lo posible el monocultivo
Control de insectos vectores (pulgones, chicharrita, mosca blanca y trips).
Aplicación semanal de Intermicina agrícola, en dosis de 400 g en 100 L de agua, al
detectar los primero síntomas del amarillamiento.
Uso adecuado y buen manejo de agua.
Nivelación del terreno y favorecer el drenaje.
Nutrición adecuada.
27
II. ENFERMEDADES, DE IMPORTANCIA PERO YA CONOCIDAS
2.1. CON ORIGEN EN EL SUELO
Marchitez del chile
Esta enfermedad es causada por el hongo Phytopththora capsici. En Aguascalientes y el
Bajío, este patógeno causa pérdidas anuales en la producción de 5 a 100 % y se
considera un factor limitante de este cultivo en muchos estados de la República (Piña,
1992). Sus hospederas son: jitomate, berenjena, calabaza y chile.
Síntomas: La enfermedad se presenta en manchones que coinciden con las
partes más húmedas del terreno, inicialmente se presenta marchitez en la hojas la
cual se acentúa en las horas cálidas del día, después las hojas presentan
manchas oscuras de forma y tamaño irregular de aspecto seco y rugoso y dan el
parecen haber sido quemadas. El daño principal se encuentra en la base del tallo,
el cual se oscurece se debilita y posteriormente se seca rápidamente. Los frutos
inicialmente presentan manchas oscuras y aguanosas, las cuales lo cubren
rápidamente, una vez seco, se momifica y se queda adherido a la planta. Al
observar en el interior de frutos enfermos se puede encontrar el micelio del hongo
que es de color blanco intenso, además las semillas infectadas se tornan de color
oscuro.
Patogenicidad. El hongo inverna en el suelo, en plantas enfermas que quedaron
en el terreno o en semillas infectadas. Las condiciones favorables son temperatura
de 11-35 oC, óptima de 25-28 oC y humedad relativa elevada. La diseminación
ocurre con el agua de riego, semilla, plántula enfermas y movimiento de tierra al
realizar las labores del cultivo.
Control. Los funguicidas no han sido efectivos contra esta enfermedad, pero se
recomienda la aplicación de Metalaxil, TCMTB (Busan 30 o Propamocarb), para reducir su
severidad, en consecuencia las medidas de control se refieren a la prevención de esta
enfermedad como son las siguientes:
28
1. buen manejo del agua de riego
2. Sembrar en suelos con buen drenaje, bien nivelados y no regar hasta el
encharcamiento. De preferencia regar un surco y el siguiente no y así
sucesivamente.
3. Sembrar en surcos altos para evitar el contacto del agua de riego con el tallo de
la planta.
4. Utilización de semilla sana y plántulas libres de la enfermedad.
5. Eliminación de plantas enfermas y restos de cosecha infectados.
Opciones de manejo Recomendaciones
1. Monitoreo
2. Umbral
3. Variedades Resistentes
4. Selección del sitio
5. Saneamiento
2. Registros de ocurrencia y severidad de la enfermedad
2. Iniciar tratamientos preventivos
3. No disponibles
4. Suelos con buen drenaje, sin antecedentes de la
enfermedad
5. Eliminar plantas enfermas
6. Manejo del agua de riego
Damping-off
En los almácigos, la enfermedad más importante del chile es conocida como damping-off,
ligado, marchites de plantitas o ahogamiento (entre otras denominaciones); los agentes
fungosos responsables de esta enfermedad son: Pythium spp, Rhizoctocnia spp,
Fusarium spp, Phitophthora spp, Verticillium spp y Alternaría spp.
Los síntomas pueden ser preemergentes o postemergentes, los primeros, se caracterizan
porque la plántula muere antes de alcanzar la superficie del suelo, en
29
ocasiones antes de salir el hipocotílio de la cubierta de la semilla, en esta fase, es muy
difícil reconocer la enfermedad y generalmente se le atribuye a fallas de germinación. Los
síntomas postemergentes se localizan en la base del tallo, en forma de necrosis que lo
rodea y que tiene la característica de ser hundida, en estados avanzados de la
enfermedad, ocasiona la caída y muerte de la plántula, la raíz que también es atacada,
presenta una pudrición de color oscuro. Los agentes causantes de esta enfermedad viven
en el suelo.
Las condiciones que necesitan para su ataque son temperaturas de 12-24oC y humedad
del 70% en adelante y se disemina por el agua de riego, plántulas infectadas, movimiento
de suelo, etc.
Para prevenir los daños causados por el ahogamiento de las plántulas, es necesario: 1).
Fumigar el suelo del almácigo o utilizar charolas y sustrato libres de patógenos, 2). Utilizar
semilla sana y 3). Sembrar en suelos con buen drenaje y evitar excesos de humedad
Pudrición de la raíz
Es una enfermedad de gran importancia del cultivo del chile en la región Norte Centro de
México donde puede ocasionar pérdidas hasta del 100%. En etapa de fructificación
Velázquez y Medina en 2003 encontraron que su incidencia en los estados de
Aguascalientes, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas fue de 1.3 a 86.7%.
En la región se han encontrado asociados con la enfermedad a Rhizoctonia spp, (31.6%)
Fusarium spp (34.1%), Verticillium spp (2.5%), Pythium spp (1.0%) y Meloidogyne
incognita.
Su sintomatología es variada y confusa; la marchitez que es uno de los síntomas iniciales
es mas severa cuando existe más temperatura ambiental, en ocasiones las hojas se
tornan amarillentas y rizadas, los bordes son de color café y pueden cubrirla, a medida
que progresa la enfermedad los botones, flores y frutos más
30
jóvenes tienden a caerse, aunque no es muy común también puede aparecer defoliación
y emisión de rebrotes que nacen del cuello de la planta, las raíces presentan pudrición en
su parte terminal y de manera aislada en las raicillas lo que impide el paso de
nutrimentos y agua al follaje así como una disminución significativa en la producción
(Higuera, 2001; Velázquez, 2009).
Los patógenos asociados son habitantes naturales del suelo, la enfermedad requiere de
alta humedad en el suelo, temperaturas frescas y días nublados, además de suelos
pesados, drenaje deficiente y suelos compactados. Su diseminación se lleva acabo
mediante el agua, movimiento de tierra, plántulas infectadas o semillas.
Dado la diversidad de patógenos involucrados, las medidas de manejo se dificultan. A la
fecha la estrategia más adecuada es la aplicación de medidas preventivas dentro de las
que se indican: la producción de plántula sana, evitar el monocultivo, rotación de cultivos
con brócoli, coliflor, lechuga (Verticillium spp), maíz, soya (Phytophthora spp), manejo
adecuado del agua de riego, favorecer el drenaje del terreno nivelación del terreno. La
aplicación de productos químicos para controlar esta enfermedad no ha dado resultados
satisfactorios, sin embargo se pueden utilizar el Metalaxil, Mefenoxam, Azoxistrobin,
Dimethomorph y fluazinam, siempre y cuando se tenga cuidado con la dosis y el intervalo
de aplicación para evitar la creación de resistencia (Lamour y Hausbeck, 2006; Matheron
y Porchas, 2000; Luna et al.,2001), en otros lugares se ha venido empleando activadores
de resistencia de la planta (Matheron y Porchas, 2000)
Nematodos formadores de agallas en las raíces
El chile es afectado por el ataque de nematodos agalladores del género Meloydogine en
especial M incognita. Los síntomas que ocasionan son: Aparición de manchones con
plantas amarillentas, plantas de menor altura, marchites durante los periodos de alta
temperatura y escaso follaje; las plantas enfermas
31
producen frutos pequeños y de baja calidad y en la raíz se producen agallas que la llegan
a cubrir por completo.
Patogenicidad y ciclo de vida. Al desaparecer el cultivo, la hembra se desintegra y
quedan en el suelo los paquetes de huevecillos, cuando se tiene en pie otro cultivo, la
humedad y los exudados radicales influyen en su eclosión y se produce el estado infectivo
que corresponde al segundo instar (J2). El J2 invade a la raíz en la zona de elongación
cerca de la punta de la cofia, migrando entre y a través de las células ubicando su cabeza
en el floema. Al alimentarse, varias células cerca de la cabeza se modifican, esto es, se
élongan, se vuelven multinucleadas y reciben el nombre de células gigantes que en
promedio se forman 3-6 células por nematodo.
La formación de células gigantes se debe a cambios inducidos por sustancias
(secreciones salivales) inducidas por el nematodo al momento de alimentarse. Durante
este proceso los vasos del xilema llegan a romperse y se interrumpe el paso de agua y
nutrientes. Durante el proceso de agallamiento (formación de células gigantes), los
nematodos sufren la tercera y cuarta muda para llegar a ser adultos. Las hembras son
globosas y en forma de saco (periformes), sus huevos se depositan en una matriz
gelatinosa la cual puede estar en la superficie, sobresalir (sobre todo en raíces pequeñas)
o estar completamente embebida en el interior de la agalla.
Los suelos infestados con nematodos son difíciles de sanear. Para su control se
recomiendan medidas preventivas y/o que reduzcan la infección ya que los nematicidas
de que se dispone no son del todo efectivos. En lo general se recomienda: 1). Fumigación
del suelo del almácigo o de los sustrato utilizados en el almácigo, 2). Aplicación de
nematicidas como el Furadan o el Nemacur y 3). Siembra de plantas antagónicas como el
caso del cempoazuchitl durante 2-3 años. Para evitar su diseminación a parcelas no
infestadas, sugieren emplear suelo esterilizado en los almácigos de chile y la revisión
minuciosa de plántulas provenientes de almácigos tradicionales.
32
2.2. ENFERMEDADES AEREAS
Cenicilla polvorienta
En la región norte-centro de México, la cenicilla polvorienta del chile es una enfermedad
emergente, ocasionada por el hongo llamado Oidiopsis spp. y puede afectar otros
cultivos y maleza como: tomate, cebolla, berenjena y quelite, respectivamente; también,
bajo condiciones de invernadero, se ha reportado que este patógeno afecta al pepino
(Forster, 1989). En el norte centro de México y Chihuahua, su presencia fue reportada por
primera vez en 1999, afectando parcelas de chile ancho, mirasol y jalapeño (Velásquez y
Valle, 1999).
Los primeros síntomas de la enfermedad aparecen en el follaje más viejo de la planta y
eventualmente se pueden observar en las hojas jóvenes. El hongo aparece como polvillo de
color blanco a grisáceo por debajo de las hojas, donde inicialmente afecta pequeñas áreas
aisladas, pero puede cubrir toda la superficie inferior de la hoja. Durante epidemias severas,
el haz de las hojas puede presentar manchas de color amarillo a café, donde el hongo se
reproduce y libera nuevas esporas; éstas continuarán infectando hojas sanas de la misma
planta, así como el follaje sano de otras.
Cuando el ataque de cenicilla polvorienta es severo, la planta adquiere clorosis o
amarillamiento general y posteriormente, los bordes de las hojas infectadas se enrollan,
exponiendo el crecimiento del hongo en su envés y después de algunos días se
desprenden; al ocurrir lo anterior, los frutos quedan expuestos diariamente a la luz solar,
que les causa lesiones severas (quemadura de sol) e impide su comercialización exitosa;
además, si la defoliación es intensa, el número y tamaño de los frutos se reducen y éstos
tendrán poco sabor. Es conocido que la defoliación es más intensa en condiciones de baja
humedad ambiental (Holliday, 1980).
Por otro lado, la cenicilla polvorienta de chile puede ocurrir tanto en clima húmedo como
en condiciones secas. En algunas regiones Oidiopsis spp. es favorecido por
33
altas temperaturas (hasta 31 °C) y sólo requiere de un periodo de alta humedad por dos
horas para infectar otra hoja. Bajo condiciones óptimas, el hongo produce una nueva
generación de esporas cada cinco a 10 días. Las esporas del hongo son diseminadas por el
viento, lo cual ayuda a dispersar la enfermedad dentro de un campo o en las parcelas
adyacentes (Holliday, 1980), se ha determinado que al ocurrir lluvias abundantes, las
lesiones de cenicilla polvorienta no muestran esporulación.
Su control se realiza mediante la aplicación de los fungicidas sistémicos Trifloxistrobin y
Triadimefon, durante todo el tiempo en que estan presentes los síntomas hasta que la
enfermedad se detenga, esto es, cuando el follaje joven no presente lesiones debidas a la
enfermedad y muestre el color verde normal (Velásquez y Medina, 2003).
Tizón o mancha foliar por Alternaria
La mancha foliar provocada por el hongo Alternaria spp. es una enfermedad que ha
adquirido mayor importancia en los últimos años de cultivo, bajo condiciones de alta
humedad relativa. Su presencia se ha observado tanto en Aguascalientes como en
Zacatecas, afectando todos los tipos de chile cultivados en esa área. (Velásquez et al.,
2002).
Los síntomas de la enfermedad se manifiestan con mayor severidad en hojas maduras y
que se encuentran localizadas hacia el interior de la planta. El síntoma más característico
de la enfermedad es la presencia de manchas de color café claro a oscuro, de forma
irregular a redondeada donde se alternan zonas de color café intenso a pálido. Estas
manchas pueden estar localizadas en el borde de la hoja en el centro de la lámina foliar y
pueden parecer aislados hasta cubrir más del 60% de la hoja; además la hoja puede
tomar una coloración amarillenta en aquellas porciones donde no se desarrolla una
mancha provocada por Alternaria spp.
34
Este hongo se ha encontrado en lesiones de color negro en frutos de chile; sin embargo,
no se ha determinado si su presencia en esas lesiones sea como patógeno o como
contaminante ya que se requiere de heridas en el fruto para que este hongo pueda
infectarlo. Dicho patógeno sobrevive en un ciclo de cultivo a otro en residuos de plantas
enfermas; posee ciclos de reproducción cortos lo que le permite ocasionar repetidas y
numerosas infecciones; el viento puede llevar las esporas por varios kilómetros. Se ha
observado que la enfermedad es más severa cuando se forma abundante rocío sobre las
hojas.
Control. Aunque algunas variedades son más tolerantes que otras, normalmente las que
están disponibles no poseen resistencia genética aceptable. Actualmente el método de
control más efectivo está basado en la aplicación oportuna de fungicidas preventivos.
Algunos de los productos más utilizados son Captafol, Captán, Azoxystrobin, Boscalid,
Clorotalonil y Mancozeb. En los últimos años se ha demostrado la bondad de algunos
fungicidas del grupo de las Strobilurinas para el control de esta y otras enfermedades
foliares de las hortalizas.
Mancha bacteriana del chile
Esta enfermedad, que también recibe los nombres de roña o sarna, es causada por la
bacteria Xanthomonas campestris pv. vesicatoria (Doidge) Dye. Entre las características
bioquímicas importantes de este organismo, se encuentran que: es de reacción Gram
negativa, hidroliza el almidón, metaboliza carbohidratos y da resultado positivo en la
producción de catalasa; en medio de cultivo produce un pigmento amarillo propio de las
especies del género Xanthomonas (APS, 2003).
La bacteria puede infectar toda la parte aérea de la planta; al principio de la infección
ocasiona pequeñas manchas de color café redondeadas o irregulares. Las lesiones
conservan la apariencia húmeda durante los periodos lluviosos o cuando se forma rocío.
Estas lesiones son hundidas en la porción superior de las hojas y ligeramente levantadas en
la parte inferior de las mismas, pero no son limitadas por la nervadura de las hojas. Si las
condiciones climáticas son favorables para el
35
desarrollo de la enfermedad (alta temperatura y humedad), las manchas toman color negro
de aspecto grasoso, que se fusionan y una porción considerable de la hoja toma una
coloración amarilla (APS, 2003).
En frutos verdes, los síntomas inician como manchas circulares, acuosas y de color café,
de aspecto levantado sobre la superficie, áspero, agrietado. Alrededor de estas lesiones,
se pueden desarrollar otros hongos o bacterias secundarias, que hacen que el fruto pierda
su valor comercial (APS, 2003; Black et al., 1991). La bacteria es transportada dentro o en
la superficie de la semilla. Dentro de una parcela, la bacteria puede ser dispersada por el
roce de hojas infectadas con otras sanas, sobre todo, en presencia de lluvia o abundante
rocío y viento, (Carrillo, 1990; APS, 2003).
Para su control se recomienda la aplicación de Agrimycu 100 (Estreptomicina PS 1.5 y
Oxitetraciclina PS 1.5) a razón de 60 gramos en 100 litros de agua o Agrimycu 500
(Estreptomicina PH 0.17 y Oxitetraciclina PH 0.001), en dosis de 600 gramos por cada
100 litros de agua; Se sugiere aplicar al presentarse los primeros síntomas de la
enfermedad y repetir si es necesario 7 a 10 días cuando se presenten periodos lluviosos
(Macías et al., 2004).
III. Y LOS VIRUS ?
Los tipos de virus que limitan la productividad del cultivo de chile en el norte-centro de
México son: virus mosaico del pepino, virus mosaico del tabaco, virus jaspeado del
tabaco, virus ―Y‖ de la papa, virus huasteco y el rizado del chile. En 1999, se estimo que la
incidencia promedio de enfermedades virales en parcelas de chile en los estados de:
Aguascalientes, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas, fue de solo 2.7%; Es posible que,
en otros años la presencia haya sido mayor; en la actualidad, la presencia de mezclas
virales esta teniendo una connotación importante, debido a que complican la etiología,
creando confusiones y
36
dificultando el entendimiento de los factores involucrados en la epifitia (Velázquez et al.,
2002).
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39
CONTROL BIOLÓGICO DE ENFERMEDADES EN HORTALIZAS EN EL VALLE
DE VILLA DE ARISTA. S.L.P.
Ángel Gabriel Alpuche-Solís1, Elvira Hernández-Rico1, Juan Guillermo Moreno-
Chávez2, Hugo Moreno-Monsiváis2, Rosalba Castillo-Collazo1.
1 Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica A.C., División de
Biología Molecular, Laboratorio de Biología Molecular de Plantas.
2 Junta Local de Sanidad Vegetal de Villa de Arista, Laboratorio de Producción de
Organismos Benéficos. [email protected]
Introducción
El cultivo de chile es de gran importancia económica y social para el estado de
San Luis Potosí, principalmente en la región de Arista, sin embargo, los problemas que
más afectan la producción de chile tanto en San Luis Potosí, como en otros estados de la
República, son los hongos fitopatógenos como Rhizoctonia solani, Fusarium oxysporum y
Phytopthora capsici. La forma tradicional de de resolver este problema ha sido la
utilización de agroquímicos y en menor grado mediante el control biológico.
El control biológico de enfermedades es una alternativa viable que se lleva a cabo
principalmente por acción antagonista entre organismos. Se ha comprobado que existen
tres tipos de antagonismo: a) competencia por nutrientes o espacio; b) antibiosis que
implica la producción de metabolitos tóxicos o inhibitorios a los fitopatógenos y c)
parasitismo o predación, donde el antagonista directamente extrae nutrientes del
patógeno.
Cepas de diferentes especies del hongo Trichoderma han demostrado eficiencia
como antagonistas de fitopatógenos como Pythium, Rhizoctonia, Sclerotium rolfsii,
Scerotium cepivorum, Botritis cinerea, Phytophtora spp, etc. asociados a diferentes
cultivos. Las especies pertenecientes al género Trichoderma pueden ser encontradas en
prácticamente todo el mundo, aislándose fácilmente a partir de suelo, madera en
descomposición y otras formas de materia orgánica. Crecen rápido en medio de cultivo y
producen abundantes conidias de distintos tonos de verde. Las cepas encontradas En
40
una región geográfica pueden tener ventajas respecto a las comerciales debido a
que se han adaptado a esa zona y a condiciones específicas.
El desarrollo de un producto que pueda aplicarse en campo para control de
patógenos de raíz requiere de varias etapas previas antes de llegar a su prueba en
campo, por ejemplo, es importante realizar pruebas de antagonismo in vitro en el
laboratorio, propagación de la cepa aislada en sustratos diferentes, pruebas en
invernadero, y finalmente pruebas en campo.
El uso de métodos de control biológico reducirá los problemas de contaminación
generados por el uso excesivo de agroquímicos y además el establecimiento en suelo de
organismos benéficos permitirá su permanencia por varios ciclos agrícolas protegiendo al
cultivo.
Desarrollo del proyecto
En el laboratorio de Biología Molecular de Plantas del IPICYT, se han realizado
pruebas de antagonismo in vitro de cepas de Trichoderma comerciales contra hongos
fitopatógenos y de aislados de las principales regiones productoras de San Luis Potosí, y
estados aledaños. Además se han realizado ensayos en invernadero utilizando diferentes
productos comerciales de control químico y biológico en plántulas de chile en donde ha
sobresalido la reducción en incidencia de la enfermedad con el control biológico.
El proyecto del cual se presentarán datos en este foro, ha sido financiado por la
Fundación Produce S.L.P. y ha contado con el apoyo del sistema producto chile y la
asociación de agricultores de Villa de Arista, coordinados por la Junta Local de Sanidad
Vegetal. El desarrollo del proyecto consistió en una etapa de investigación aplicada, otra
de validación y finalmente de transferencia de tecnología donde se han involucrado 19
agricultores del Valle de Villa de Arista, y 4 más de Villa de Ramos.
En la etapa de investigación aplicada nos enfocamos al aislamiento de hongos
benéficos del género Trichoderma, probar diferentes sustratos de propagación, retar in
vitro contra cepas patógenas de chile y jitomate aisladas de la región (Fusarium
oxysporum y solani, Rhizoctonia sp.). En la segunda etapa se validó en campo la
efectividad demostrada en el laboratorio de 3 cepas de Trichoderma para el control de
enfermedades de raíz de chile. Posteriormente en la etapa de transferencia de tecnología
se planteó producir a nivel masivo 3 cepas diferentes de Trichoderma (Moctezuma 1040,
Aguascalientes 958 y San Luis 945) para validar la efectividad de cada cepa del hongo
benéfico Trichoderma en 800 Ha del Valle de Villa de Arista, participando con 40
41 Ha/agricultor. Esta etapa se realizó en el laboratorio de producción de organismos
benéficos de Villa de Arista con el apoyo de los Ing. Juan Guillermo Moreno Chávez y
Hugo Moreno Monsiváis. Dentro de las etapas 2 y 3 se capacitó a agricultores y técnicos
agrícolas para el manejo adecuado del producto.
Metodología y resultados
Las cepas de Trichoderma aisladas en Moctezuma, Aguascalientes y San Luis Potosí, se
observaron al microscopio para corroborar el tipo de conidias y se corroboró el género
por tipificación molecular amplificando su región ITS para secuenciación y contar con
bases para someter a una patente el procedimiento de elaboración de este producto de
control biológico. A la par se firmó el convenio de los participantes (Fundación Produce
SLP, Junta Local de Sanidad Vegetal e IPICYT). Actualmente está en trámite su registro
ante la COFEPRIS.
Los resultados de las pruebas de velocidad de crecimiento y antagonismo in vitro
demostraron que las 3 cepas controlan a los hongos patógenos incluso mejor que el
producto comercial usado como testigo, siendo las cepas de Moctezuma (1040) y
Aguascalientes (958) las que dieron los mejores resultados, superando a la cepa San
Luis (945).
En la fase de propagación del hongo benéfico se probaron 5 sustratos, dando el
mejor resultado el de avena-vermiculita. Se produjo una suspensión conidial de 2X104
esporas/g de sustrato y se probaron diferentes tiempos de propagación pare el máximo
desarrollo del hongo antes de su aplicación en campo. El hongo ya propagado en el
sustrato fue usado para nuevas pruebas de antagonismo in vitro para demostrar su
eficiencia después de la propagación. Se aseguró que el producto tuviera 1X108 UFC/g
de sustrato para su aplicación en campo.
Se produjeron 8,000 dosis (para 800 Ha), de las 3 cepas diferentes de
Trichoderma y se distribuyeron entre los 19 participantes. Se diaron varias pláticas de
capacitación y divulgación a agricultores y técnicos.
Para las pruebas en campo se usó pimiento (Capsicum annuum L.) de diferente
grado de sensibilidad al hongo Phytophthora capsici y otros géneros reportados en la
zona. La siembra se realizó con semillas desinfectadas en una disolución comercial de
hipoclorito sódico al 2% (v/v) durante 5 minutos, se lavaron tres veces con agua destilada
estéril, y se pusieron a germinar en bandejas alveolares de 48 senos (4x4x14 cm), o de
más de 300 cavidades, conteniendo una mezcla de turba, arena y vermiculita (3:1:1/2).
Las bandejas se instalaron en un módulo del invernadero antes de pasar a campo. Se
mantuvieron condiciones controladas hasta que desarrolló la quinta o sexta hoja
verdadera y se trasplantó a campo.
Se elaboró una ficha técnica del producto para su correcta aplicación en charolas,
el trasplante y mediante riego.
Análisis de rendimientos.
42 Se tomaron los datos de Kg/ m en cada uno de los 3 cortes, usando bloques al azar y
10 repeticiones. Se observaron variaciones dependiendo de la tecnología y manejo da
cada agricultor, variando desde 0.43 Kg/m hasta 3.71Kg/m. respecto a la estimación de
ton/Ha encontramos que aunque hubo 1 caso que tuvo rendimientos inferiores al ciclo
2009 por problemas de inundaciones, la mayoría obtuvo rendimientos del 2, 6, 15, 18 y
hasta 30 toneladas mas /Ha en este ciclo en donde usaron el producto de Trichoderma.
Un agricultor logró producir 60 ton/Ha.
Según datos proporcionados por la Junta Local de Sanidad Vegetal (JLSV) de Villa
de Arista, gracias al subsidio de la Fundación Produce SLP, se logró un ahorro de 3,750
por Ha respecto al producto comercial más eficiente del mercado para el control de
patógenos de raíz de chile por lo que se estima que en total (800 Ha) se ahorró cerca de
3,000,000). El ahorro real al precio de venta del producto en la JLSV es de 2,700/ Ha.
Por otro lado, en este proyecto se capacitó a estudiantes del Servicio Social del CBTA 119
de Villa de Arista y a técnicos de la JLSV, además que se mejoró el control de calidad del
laboratorio con la implementación de un programa de limpieza y desinfección de las áreas
de trabajo y se aportó infraestructura de apoyo para el cuarto frío.
Análisis de laboratorio.
Se realizaron análisis moleculares durante todo el ciclo agrícola en diferentes lotes para
monitorear los patógenos presentes en suelo y plantas.
Dentro de los principales patógenos detectados por métodos moleculares basados
en la amplificación por PCR de regiones ITS de hongos, podemos citar a Alternaria sp.,
Fusarium solani y Rhizoctonia solani. También se detectaron hongos saprófitos como
Penicillium sp. Unos de los problemas presentados en este ciclo fueron las lluvias intensas
de mes de julio del 2010 y se observó varios predios con problemas de inundaciones y el
exceso de humedad causó tanto pérdidas por ahogamiento como pérdidas por
enfermedades de hongos que se dispersan por el follaje encontrando principalmente
powdery mildew y Phythophtora capsici.
Durante este proyecto, también se monitorearon plagas en los municipios
de Venado, Moctezuma, San Luis Potosí, Villa de Reyes y Villa de Arista, donde
las principales plagas encontradas fueron Thrips spp, Bemissia tabaci, Bactericera
cockerelli, Epitrix spp., Spodoptera exigua, Manduca spp., Anthonomus eugenii,
Gusano Soldado, Gusano del Fruto, minador y Diabrotica undecimpunctata.
Conclusiones
Es posible aislar cepas de Trichoderma de la región que demuestren
antagonismo a hongos patógenos de chile tanto in vitro como in vivo.
Es posible propagar eficientemente estas tres cepas en sustratos que le
permitan en corto tiempo (menos de 2 semanas) contar con un material
eficiente para ser aplicado en campo.
43
La aplicación de este hongo benéfico aunado a un buen manejo del
cultivo, conllevan a incrementar sustancialmente los rendimientos en ton
/Ha.
El costo comercial del producto es competitivo pudiendo ahorrarse hasta
2,700 pesos 7 Ha.
El control biológico es una alternativa viable para una agricultura
sustentable reduciendo los daños al medio ambiente.
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ESTRATEGIA PARA EL MANEJO DE AMARILLAMIENTO DEL CULTIVO DE
CHILE EN ZACATECAS
Jaime Mena Covarrubias1, Rodolfo Velásquez Valle1, Luis Reveles Torres1
La región del altiplano de Zacatecas es la principal zona productora de chile seco
en México. Los principales tipos de chile para secar producidos en esta región
son: mirasol, ancho, puya y pasilla. Una de las limitantes a la productividad del
chile seco en Zacatecas es un problema conocido como amarillamiento, el cual
llega a ocasionar pérdidas superiores al 50% de la producción potencial del
cultivo, de ahí que muchas veces sea considerado más importante para el cultivo,
incluso que secadera. El problema de amarillamiento ocasiona pérdidas similares
en chile para secar cultivado en los estados de San Luís Potosí, Aguascalientes y
45
Durango. Se puede decir que el amarillamiento del chile es el problema
biológico que ha ocasionado más pérdidas económicas a la producción de chile
seco en México en los últimos años.
QUE ES EL AMARILLAMIENTO DEL CHILE EN ZACATECAS
El amarillamiento del chile es una enfermedad cuyo efecto más importante es la
reducción significativa en la carga de estructuras reproductivas en la planta, lo
que se traduce en rendimientos bajos; es muy común que los pocos frutos que
tiene una planta afectada por esta enfermedad están deformes. Otros síntomas
asociados a este problema son: 1) la coloración del follaje desde el verde claro
hasta un amarillo completo; las hojas pueden ser de tamaño normal o reducidas,
especialmente en la parte terminal de la planta; pueden adquirir una consistencia
coriácea o no; se pueden enrollar hacia arriba; sus peciolos pueden alargarse en
exceso; adquirir una coloración amarillenta en su totalidad o solo dejando las
venas de color verde normal, y con su superficie lisa o ampollada, 2) las plantas
pueden tener su tamaño normal o quedar achaparradas, 3) los tallos pueden
ramificarse en más de dos ramas y el inicio de la ramificación puede ocurrir
mucho más arriba del doble del promedio observado en el campo; también los
tallos pueden adquirir una forma palmeada, 4) las flores pueden ser de tamaño
normal o más grandes que el promedio; salir una sola por ramificación o más de
una, quedarse de color verde y con los sépalos pegados; o bien adquirir una
coloración café y abortar, y 5) las raíces se pueden ramificar en exceso.
1Investigadores de los Programas de Entomología, Fitopatología y Recursos Genéticos del INIFAP Zacatecas, respectivamente. [email protected], [email protected], [email protected].
QUE VIRUS SON LOS MAS COMUNMENTE ASOCIADOS AL PROBLEMA DE
AMARILLAMIENTOS
Existen varios virus asociados al problema de amarillamiento del chile en el
altiplano mexicano, entre los que destacan el virus moderado de las puntas
rizadas del betabel (BMCTV) (Velásquez et al., 2011a y 2011b).
Infecciones mixtas del Virus huasteco de la vena amarilla del chile (PHYVV) y el
Virus del mosaico dorado del chile (PepGMV), ambos con genoma de ADN, de la
familia Geminiviridae del género Begomovirus (León-Galván et al., 2004), además
de la presencia del Virus del mosaico del pepino (CMV) (Frayre et al., 2011), Virus
del mosaico del tabaco (VMT) y Virus del jaspeado del tabaco (TEV) (Garzón
46
Tiznado et al., 2002) se han encontrado también en plantas de chile con
síntomas de amarillamiento.
Por otra parte, los fitoplasmas son los responsables de síntomas como yema
grande (flores más grandes de lo normal, de color verde y con los sépalos
pegados), hojas pequeñas y reducidas de tamaño, así como la producción y
ramificación excesiva de raíces (Seminis 2011a y 2011b).
CUALES INSECTOS SON LOS PRINCIPALES VECTORES
La chicharrita del betabel, Circulifer tenellus es el vector del Virus moderado de
las puntas rizadas del betabel (Velásquez et al., 2011b, Mena y Velásquez 2010).
Por lo que respecta a los virus transmitidos por mosquita blanca (begomovirus),
tales como el Virus huasteco del chile y el Virus del mosaico dorado del chile, es
la mosquita blanca del camote, Bemisia tabaci el vector involucrado, ya que en
estudios de transmisión de otros geminivirus (virus del enrollamiento amarillo de
las hojas del tomate, TYLCV) la mosquita blanca de los invernaderos,
Trialeurodes vaporariorum es incapaz de transmitir geminivirus (Czosnek et al.,
2002). Los fitoplasmas tienen como vectores importantes a la chicharrita del
betabel (C. tenellus), la chicharrita café (Orosius orientalis (Seminis, 2011a
,Sertkaya et al., 2007) y la chicharrita Hishimonius spp (Seminis, 2011b).
Finalmente, los virus de ARN como el mosaico del tabaco, mosaico del pepino y
jaspeado del tabaco, son los pulgones sus vectores importantes, donde sobresale
el pulgón del chile, Myzus persicae y el pulgón del algodón, Aphis gossypii.
DINAMICA POBLACIONAL DE INSECTOS VECTORES DEL AMARILLAMIENTO
Los pulgones presentan sus mayores poblaciones durante el inicio de la primavera y a
finales del otoño (Figura 1); en el 2010 su mayor población coincidió con el inicio de las
plantaciones de chile, lo cual incrementa el riesgo de pérdidas por los virus que
transmiten, ya que entre más pequeña esté la planta de chile, mayores son las pérdidas
en rendimiento si es afectada por una infección viral.
La mosquita blanca también sincroniza su llegada a los lotes de chile una vez que estos
son establecidos en campo (Figura 1), pero a diferencia de los pulgones, mantiene sus
poblaciones durante el desarrollo del cultivo y cuando llega el otoño, sus poblaciones
prácticamente desaparecen. Hasta el año 2010 no fue posible identificar cual es la
especie de mosquita blanca atrapada en las trampas, nuestra hipótesis es que se trata de
la mosquita blanca de los invernaderos (T. vaporariorum). Se reporta que los adultos de
Bemisia tabaci se pueden diferenciar de los adultos de Trialeurodes vaporariorum a
través de las omatidias en cada uno de los ojos compuestos de los adultos, los de
47 Bemisia si tienen un punto de unión, en tanto que en Trialeurodes no lo hay (Lee et al.,
2001).
La chicharrita del betabel también sincroniza la llegada al lote de cultivo en grandes
poblaciones una vez que está establecido el cultivo de chile en campo, aunque
posteriormente baja drásticamente sus poblaciones y así se mantiene hasta el final del
ciclo. Todo indica que no se reproduce en el cultivo de chile.
Figura 1. Poblaciones de adultos de pulgones, mosquita blanca y chicharrita del betabel
(Circulifer tenellus) sobre un lote de chile Calera, Zacatecas durante el 2010.
El cultivo es factor clave en el desarrollo de grandes poblaciones de insectos
plaga: chile es preferido por paratrioza, jitomate lo es para mosquita blanca (Mena
Covarrubias, 2005).
LA MALEZA COMO HOSPEDERA DE INSECTOS VECTORES
Nabo silvestre, gualdrilla, ajo y la maleza de hoja ancha que se desarrolla en el ajo y el
nopal tunero son hospederas de la chicharrita del betabel, tanto de machos como de
hembras (Cuadro 1); las poblaciones de este insecto vector de curtovirus están presentes
durante el invierno en estas hospederas, es decir, estas malezas sirven de puente para
que el insecto permanezca cerca de las áreas cultivadas con chile durante la época en la
cual no existen plantas de chile en el campo. Las poblaciones de la chicharrita empiezan
a incrementarse a partir del mes de mayo.
48 Se reporta que los fitoplasmas son comúnes, tanto en chiles picosos, papa, berenjena
y lechuga, como en las malezas: Chenopodium, Sonchus, Datura y Rumex, las cuales
son comunes en el altiplano mexicano (Seminis 2011a).
Cuadro 1. Poblaciones de insectos vectores de virus del chile en lotes de maleza cercanos o dentro de parcelas comerciales de chile durante el ciclo de cultivo 2010.
FECHA HOSPEDERA
Circulifer
♀
Circulifer
♂ T. tabaci
F.
occident.
08-ene-10 Nabo Silvestre 7 9 - -
14-ene-10 Gualdrilla 0 0 2 8
18-ene-10 Nabo Silvestre 5 3 3 7
23-ene-10 Nabo Silvestre 4 5 3 7
27-ene-10 Macrotunel 0 0 1 9
27-ene-10 Malva 0 0 1 9
27-ene-10 Avena 0 0 3 7
27-ene-10 Pasto 0 0 4 6
04-feb-10 Nabo Silvestre 1 0 4 6
10-feb-10 Nabo Silvestre 3 0 2 8
10-feb-10 Maleza en Ajo 0 2 2 8
16-feb-10 Nabo Silvestre 6 1 5 5
22-feb-10 Nabo Silvestre 0 0 4 6
24-feb-10 Maleza en Ajo 0 1 6 4
24-feb-10
Maleza en
Avena 0 0 5 5
24-feb-10 Malva 0 0 5 5
02-mar-10 Nabo Silvestre 0 0 4 6
04-mar-10 Maleza en Ajo 0 2 8 2
09-mar-10 Nabo Silvestre 0 1 2 8
11-mar-10 Maleza no ID 0 0 4 6
11-mar-10 Gualdrilla 0 0 4 6
16-mar-10 Nabo Silvestre 0 2 5 5
05-abr-10 Nabo Silvestre 6 0 4 6
12-abr-10 Maleza en Ajo 8 1 5 5
49 21-abr-10 Nabo Silvestre 0 6 2 8
03-may-10 Nabo Silvestre 18 16 3 7
07-may-10 Pasto 0 0 3 7
07-may-10 Ajos 6 4 3 7
14-may-10 Gualdrilla 75 29 3 7
31-may-10 Maleza 47 12
31-may-10 Chile 18 6 3 7
31-may-10
Maleza en
Nopal 12 8
01-jun-10
Maleza en
Chile 32 4 3 7
15-jun-10 Chile 2 0
Nota: los datos de trips indican la proporción de especies en cada fecha de muestreo, de tal manera que un 2:8, se refiere a que en esa fecha en particular, el 20% de los trips capturados pertenecían a la especie T. tabaci, y el 80% restante eran F. occidentalis.
Estas malezas también sirven de hospederas para los trips, en las cuales predomina el
trips occidental de las flores, Frankliniella occidentalis sobre el trips de la cebolla, Thrips
tabaci.
En la localidad de El Saladillo (Pánfilo Natera, Zacatecas), dos muestreos de 100
golpes de red en maleza (quelite) cercanos al lote de cultivo de chile tipo puya, se
capturaron 313 y 617 adultos de Circulifer tenellus, en tanto que otro muestreo
realizado en otro bloque de maleza (varias especies) arrojó un total de 111
adultos de esta chicharrita. La fecha de esta actividad fue el 11 de mayo del 2010.
Muestreos de trampas amarillas colocadas en lotes de chile (con o sin plantas)
durante enero a diciembre del 2010, indican que la chicharrita del betabel
(Circulifer tenellus) se capturaron 598 adultos en 380 trampas, mientras que la
chicharrita del género Macrosteles spp solo se capturaron 5 adultos en el mismo
número de plantas, lo cual nos indica que es la chicharrita del betabel la especie
más importante relacionada con la transmisión del BCTV y posiblemente de los
fitoplasmas en el cultivo de chile.
ESTRATEGIA DE MANEJO PARA AMARILLAMIENTO
Debido a que en esta enfermedad se encuentran asociados tres tipos de virus diferentes
(curtovirus como el BMCTV, begomovirus como PHYVV, fitoplasmas y ARN virus), así
como una gran diversidad de vectores (chicharritas, mosquitas blancas y pulgones), y
50 cultivos y maleza de invierno y verano que sirven como puente de enlace entre los
virus y sus vectores a través del año, se plantea la siguiente serie de acciones para
reducir el riesgo de pérdidas por amarillamientos:
1) Eliminar toda la maleza de invierno cercana al área de almácigos previo a su
establecimiento, así como la maleza presente sobre el área a plantar o cercana a
ella, ya que tanto mosquita blanca como pulgones y chicharrita pueden infectar
las plantas desde el desarrollo de plántula en el invernadero (Mena Covarrubias,
2005).
2) Establecer trampas amarillas pegajosas para el monitoreo de pulgones, mosquitas
blancas y chicharritas, que son vectores de algunos de los patógenos asociados
con amarillamiento, para detectar con oportunidad su llegada al almácigo y hacer
las aplicaciones de manejo correspondientes. Un procedimiento de muestreo
similar se sugiere para las plantaciones en campo.
3) Colocar bandas pegajosas de plástico de color amarillo, de al menos 0.5 m de
ancho, alrededor de la parcela a partir del trasplante; este es uno de los métodos
más efectivos para reducir las poblaciones de vectores que llegan a la parcela.
4) Elimine las plantas enfermas (enanas, amarillas, sin frutos, etc.) tan pronto como
aparezcan en la parcela y entiérrelas para evitar que los insectos vectores puedan
adquirir el virus de las plantas eliminadas.
5) Tratar de establecer cada año la parcela de chile en un lugar donde el año anterior
no se haya plantado este cultivo, ya que esta sola práctica permite reducir en más
de 40% de plantas afectadas por amarillamiento durante el desarrollo del cultivo
(Serna et al., 2009).
6) Llevar un esquema de fertilización adecuado permite a las plantas de chile reducir
la magnitud de las pérdidas por amarillamiento.
7) Una planta infectada por la enfermedad no tiene curación.
CONCLUSIONES
El amarillamiento del chile es el principal problema biológico que limita la
producción de este cultivo últimamente en la zona del altiplano mexicano.
Asociados a la enfermedad están al menos 4 tipos diferentes de virus, y de igual
manera sus vectores, la maleza y cultivo que sirven de puente en el ciclo de la
enfermedad, lo que complica el manejo del problema.
Se requiere establecer una estrategia de manejo desde antes del establecimiento
del almacigo, durante y después del desarrollo del cultivo, considerando la maleza
como hospedera, tanto de los vectores como sus virus, parte importante del
manejo.
51
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AUSENCIO RIVAS MEJIA
PRINCIPIOS Y OBJETIVOS DE UN MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS EN EL
CULTIVO DEL CHILE
Dr. Julio Lozano Gutiérrez1
Dra. Martha Patricia España Luna1
El uso de estrategias ecológicas de manejo incrementa la sustentabilidad de la
producción agrícola al reducir el deterioro ecológico. Matson et al., (1997) menciona que
el Manejo Integrado de Plagas (MIP) integra el uso de plantas resistentes, control
biológico, control cultural y el uso de plaguicidas biorracionales, alternativas que son mas
amigables al medio ambiente. El MIP se ha promovido por décadas y ha tenido un éxito
notable, disminuyendo significativamente el uso de los plaguicidas químicos en el
53 mundo. Sin embargo su aceptación esta limitada en parte, por el precio
económicamente atractivo y las políticas que estimulan el uso de insecticidas químicos
sintéticos, además que la implementación del MIP requiere de conocimientos intensivos
de manejo, como se apreciara adelante.
El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es la combinación armoniosa de las mejores
medidas disponibles de control de plagas, que tienden a reducir el uso de los químicos
que interfieren con el control natural. Para Kaaya, (1994) esta combinación de medidas
deben maximizar la seguridad en el manejo de plagas además de ser económica y
simple, de manera de incorporar el uso tradicional de los agricultores, con el uso de
plaguicidas químicos más seguros posibles, cuando sea necesario.
Una premisa del MIP es incrementar la productividad de alimentos sin perjudicar el
ambiente, y se recomienda como una solución sustentable al problema de los
plaguicidas. Así por ejemplo se enfatiza como una alternativa el control biológico, a través
de la introducción, aumentación, y preservación de enemigos naturales.
_____________________________________________________________________
1 Docente investigador de la Unidad Académica de Agronomía Universidad Autónoma de
Zacatecas
Algunas de las razones más importantes para el desarrollo del MIP son: a) la habilidad
de las plagas para adaptarse y sobrevivir en un ambiente contaminado por el uso de
plaguicidas, fenómeno conocido como resistencia; b) la eliminación de enemigos
naturales, encargados de prevenir densidades altas de algunas especies de organismos
plaga de importancia económica; c) los precios caros de los plaguicidas; y d) la
proyección de los efectos de la contaminación por los plaguicidas en el medio ambiente
(De Groot, 1995).
Los objetivos que se pretenden en un MIP son : a) producir cosechas de alta calidad al
mínimo costo, b) considerar los aspectos de los ecosistemas y la preservación del medio
ambiente, c) concentrar la atención en la importancia de los niveles realistas de daño
económico o umbral económico, que se usan para determinar la necesidad de acciones
de control y, d) no erradicar las plagas, generalmente éstas son tolerables en bajas
poblaciones y además esenciales para que sus enemigos naturales permanezcan en el
cultivo (Rueda y Shelton, 1996).
Para Forbes (1990), los principios fundamentales del MIP son; a) la observación de
umbrales económicos realistas que relacionen cuantitativamente el daño de los cultivos a
las densidades de población de plagas, b) métodos de aplicación que disminuyan la
54 contaminación de los plaguicidas en el ecosistema del cultivo, como puede ser la
aplicación de los agroquímicos en forma granulada, c) mejorar la oportunidad en el uso
de los plaguicidas, para lo cual se debe hacer uso de trampas con feromonas, de luz,
etc., d) disminuir el número de aplicaciones de plaguicidas e) selectividad de plaguicidas
entre plagas y enemigos naturales.
Mientras que Kogan (1998), menciona que los elementos básicos del MIP son; el control
natural, muestreo estadístico, niveles de daño económico y la biología-ecología del
insecto plaga; a partir de ellas se planifican las tácticas y estrategias de control a utilizar.
Entre los métodos de control que contempla el MIP se tiene; control natural que
contempla la lluvia, viento, temperatura y luz como reguladores de insectos plaga; control
biológico que considera la liberación de los organismos reproducidos bajo condiciones de
laboratorio; control cultural considerando a los cultivos intercalados, fechas adecuadas de
siembra, deshierbes, manejo de agua, entre otros; control fitogenético que considera a
las plantas resistentes o tolerantes a plagas; control mecánico y físico mediante la
recolección manual de plagas, construcción de barreras físicas, ultrasonido y
temperatura; control legal a través de mandatos gubernamentales, cuarentena, etc.;
técnicas autocidas con la liberación de insectos estériles, uso de feromonas, etc, control
químico mediante la utilización de inhibidores de síntesis de quitina, juvenoides;
piretroides, neurotóxicos, etc (Byerly, 1990)
El MIP incluye la incorporación de prácticas de conservación, de manera de aprovechar
las ventajas que ofrecen los microorganismos que enferman a los insectos, parasitoides
y/o depredadores, que se encuentran presentes de forma natural en la región.
La fig.1 describe gráficamente como Pedigo (1996) considera un MIP. Para él es un
puente soportado por columnas, que representan las alternativas que se pueden utilizar
para llevar a cabo la regulación de insectos plaga. La debilidad o ausencia de alguna de
las columnas pueden impedir el paso por el puente y caer al arroyo donde se encuentran
las pérdidas por un mal manejo de plagas.
55
Fig.1. Manejo Integrado de Plagas descrito por Pedigo (1996).
Mientras que la en fig. 2, Romero (2004) describe al MIP a partir de un Partenón griego
donde las columnas que soportan el techo (MIP) son las alternativas potenciales que se
pueden utilizar en la regulación de insectos plagas y que estas columnas están
cimentadas por fundamentos y bases que orientan el manejo integrado de plagas y que
fueron descritas con anterioridad.
Fig. 2 Manejo Integrado de plagas descrito por Romero (2004)
Es importante mencionar que dentro de las bases se considera el uso del umbral
económico. Se entiende este término como el número de insectos presentes por unidad
muestral (planta, hoja, trifolio, rama, etc) necesario para causar un daño económico que
recomiende el uso de plaguicidas sintéticos.
56
La integración de diversificación de cultivos, hospederos resistentes, manejo de
nutrientes, y control biológico tienen el potencial de reducir substancialmente la
dependencia de los plaguicidas, al mismo tiempo que se mantiene la producción. El
desafío es entender las interacciones entre las modificaciones en los sistemas de cultivo,
de tal manera que tenga un manejo adecuado de las plagas.
La aplicación de los diferentes métodos de control en el cultivo del cultivo del chile
pueden ejemplificarse con la recolección de pequeños frutos infestados por picudo o
barrenillo del chile, previniendo de esta manera la emergencia de una nueva generación
de esta plaga (control mecánico), el uso de jabones para el control de moscas blancas,
pulgones y/o paratrioza, al destruir la cutícula de los juveniles (control químico
biorracional), el manejo de densidad poblacional de planta de chile en la parcela, ya que
a medida que se incrementa, también aumenta el área sombreada y por tanto la
condición favorable para que se incremente la población del pulgón del chile (control
cultural), la liberación de crisopas para regular las poblaciones de paratrioza, pulgones y
mosquita blanca (control biológico), la utilización de acolchados plásticos de color claro
que permiten el reflejo de la luz solar, perturbando las poblaciones de paratriozas,
moscas blancas y pulgones (cultural), la fertilización adecuada que impida una sobre
nitrificación que favorece las poblaciones de plagas chupadoras (cultural), el uso de
feromonas para detectar la presencia de adultos de gusano del fruto (control químico),
entre otras diversas alternativas que se pueden utilizar antes de las aplicaciones de
insecticidas químicos sintéticos.
Conclusiones
El planeta tierra esta a punto del colapso ante las acciones que lleva a cabo la población
humana, la destrucción parece inminente si los habitantes no cambiamos. Pareciera que
todas las actividades productivas impactan en el deterioro. Sin embargo, para muchos
intelectuales la agricultura o producción de alimentos agrícolas del campo es una de las
más contaminantes y agresivas. Y dentro de ella, el combate de plagas ha sido de lo más
discutido, esto debido a la detección de problemas de salud originado por la mayoría de
los plaguicidas utilizados, mismos que van desde intoxicaciones agudas y crónicas,
abortos, malformaciones hasta cáncer. Por otro lado, el uso continuo y programado de
plaguicidas químicos sin un análisis previo sobre la conveniencia económica de hacer las
aplicaciones, incrementa los costos de producción, afectando directamente los bolsillos
de los productores. Ante esto, surge una forma diferente de regular las plagas que tiene
como objetivo atender la compleja destrucción del medio ambiente, sin descuidar la
producción, a lo que se le ha dado el nombre de Manejo Integrado de Plagas. Una
57 manera de regular las poblaciones de insectos, a partir de un amplio conocimiento del
organismo y la integración de alternativas que permitan inicialmente cumplir con el
cometido de producir y contribuir con el importante deterioro ambiental, además de
beneficiar económicamente a los productores.
BIBLIOGRAFIA
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Manejo integrado del pulgón saltador Bactericera (=Paratrioza)
cockerelli (Sulc.) en México.
Rafael BUJANOS MUÑIZ1, José Antonio GARZÓN TIZNADO
2,
Antonio MARÍN JARILLO
3 y
Servando QUIÑONES LUNA4
Introducción
En México se siembran varios tipos de chile, de forma, tamaño, color y sabor muy
diversos; la amplia distribución geográfica en el país y los múltiples usos que se le dan al
fruto son evidencias de la importancia socioeconómica de este cultivo. En México se
siembran anualmente 146 mil hectáreas, con una producción estimada de un millón 432
mil toneladas de fruto para el mercado en fresco y 86 mil toneladas de fruto seco (SIAP,
2010). La mayor parte de la producción (90%) se destina al mercado nacional y el 10%
restante se exporta al mercado norteamericano, principalmente los tipos dulce y jalapeño.
Entre los principales organismos dañinos que afectan la producción de chile en
México destacan los siguientes: la marchitez del chile causada por un complejo de
hongos del suelo, especialmente Phytophthora capsici; el daño directo como insecto
plaga y la transmisión de una enfermedad fitopatógena, causados por el pulgón saltador
Bactericera (=Paratrioza) cockerelli; las enfermedades virales transmitidas por mosca
blanca, trips y pulgones; y el daño a los frutos ocasionado por el picudo o barrenillo del
chile. En el presente escrito se aporta información general para el diseño y
establecimiento de estrategias regionales para el manejo integrado del pulgón saltador,
plaga importante del cultivo del chile en México.
Insectos vectores. Algunas especies de insectos chupadores como el pulgón saltador
(mejor conocido entre los productores, por la sinonimia de su nombre genérico
―Paratrioza‖), los pulgones, mosca blanca y trips son plagas importantes del cultivo de
chile y otras solanáceas en México. La importancia de este grupo de insectos radica
principalmente en su alta capacidad reproductiva; amplia distribución geográfica y por el
número de hospederas silvestres y cultivadas; pero sobre todo, por la capacidad de
algunas especies para desarrollar resistencia a insecticidas y por ser trasmisores
altamente efectivos de enfermedades virales y/o enfermedades causadas por organismos
tipo bacteria no cultivables (BNC), como lo es el caso del pulgón saltador.
Pulgón saltador Bactericera (=Paratrioza) cockerelli (Sulc.) (Hemiptera: Triozidae)
Los psílidos (ahora Triózidos) eran considerados como plagas secundarias hasta hace
algunos años, pero recientemente en varias regiones de México, se ha asociado a la
59 especie B. cockerelli, como responsable de la trasmisión de enfermedades
fitopatógenas en cultivos de solanáceas (chile, papa y tomate), y de producir daños por
su efecto toxinífero en sus plantas hospederas.
En México, la enfermedad de la papa conocida comúnmente como punta morada o
―zebra chip‖ (asociado con ―Candidatus Liberibacter solanacearum‖) fue identificado por
primera vez en 1994. Ha causado importantes daños económicos, a menudo conduce al
abandono de los cultivos de la papa. Estudios recientes han demostrado Ca. L.
solanacearum también estaba causando daños en tomate (Lycopersicon esculentum) y
cultivos del chile o pimiento (Capsicum annuum) en México. En forma recurrente se han
observado cultivos de chile presentando follaje de verde pálido, crecimiento apical
clorótico, epinastia de la hoja, reducción de entrenudos y retraso general del crecimiento.
Estudios de análisis molecular han confirmado la presencia de Ca. L. solanacearum‟
(Munyaneza et al., 2009).
Se conocen diversas bacterias no cultivables (BNC), procariotes, que afectan a los
cultivos de solanáceas. Dentro de estas, se pueden citar dos tipos, los más conocidos a
raíz de su descubrimiento a principios de los sesentas, para el caso del tomate, han sido
llamados fitoplasmas. Las BNC descritas más recientemente se conocen como
Candidatus Liberibacter, y se les considera las más importantes de todas por su amplia
distribución en México y el grado de daño que le causan a las solanáceas.
Recientemente, Hansen et al. (2008) y Morris et al. (2009), informaron de una especie
nueva de Liberibacter, a la que llamaron Candidatus Liberibacter psyllaurous y
Candidatus Liberibacter solanacearum, respectivamente. Independientemente del
nombre que prevalezca para ella, esta nueva especie ocasiona la enfermedad llamada
comúnmente ―Permanente del tomate‖, que posee características diferentes a las
especies ya conocidas, pues infecta solanáceas: papa, tomate y chile, principalmente,
además de haber sido detectada en su insecto vector, el pulgón saltador B. cockerelli. El
papel que juega el pulgón saltador en su transmisión fue confirmado por Garzón et al., en
2009.
En 1984, se informó por primera vez de la presencia, en tomates de El Bajío, de una
enfermedad a la que se llamó Permanente del tomate (Garzón, 1984). Se han asociado
como agentes causales de esta enfermedad a dos patógenos diferentes: Un fitoplasma, y
recientemente, a un organismo no cultivable, tipo bacteria –descrito por los autores antes
mencionados– como C. Liberibacter solanacearum o C. Liberibacter psyllaurous.
El pulgón saltador o simplemente ―salerillo‖, es un insecto que pertenece a la familia
Triozidae; superfamilia Psylloidea; suborden Homóptera; orden Hemíptera; Este insecto
fue descubierto en 1909, por Cockerelli en el estado de Colorado (USA) y como
reconocimiento, Sulc (1909) propuso el nombre científico Trioza cockerelli, aunque más
tarde se confirmó taxonómicamente como Paratrioza cockerelli; se le conoce también con
el nombre de psílido, por su anterior clasificación dentro de la familia Psyllidae. El género
de esta plaga se ha revisado y finalmente se le ha asignado el nombre de Bactericera
cockerelli (Burckhardt y Lauterer, 1997). Hasta antes de los años 60‘s, se le conoció con
60 el nombre del psílido de la papa, ya que este insecto produce una toxina que originaba
amarillamientos en este cultivo, y fue lo que convirtió a esta especie como una plaga de
importancia económica.
Descripción de la plaga. Los huevecillos son de forma ovoide, de color anaranjado-
amarillento, corion (cascarón) brillante, presentando en uno de sus extremos un pequeño
filamento, con el cual se adhieren a la superficie de las hojas (Figura 1). Presenta cinco
estadios ninfales de forma oval, aplanados dorso-ventralmente, con ojos bien definidos
(Figura 2). Los adultos al emerger presentan una coloración verde-amarillento; son
inactivos, alas blancas, que al paso de 3 ó 4 horas se tornan transparentes. La coloración
del cuerpo pasa de ligeramente ámbar a café oscuro o negro (Figura 3).
Hospederas. El pulgón saltador tiene un amplio rango de hospedantes cultivados y
silvestres. Los cultivos de solanáceas son de los más preferidos por las hembras para
depositar sus huevecillos y desarrollar sus poblaciones. Tiene una amplia gama de más
de 20 familias de plantas y es capaz de ovipositar y desarrollarse completamente en
aproximadamente 40 hospederas (Knowlton y Thomas, 1934). En México se han
encontrado poblaciones en plantas arvenses que circundan al cultivo del chile, como son:
Toloaoche Datura stramonium, Correhuela Convolvulus arvensis y tomatillo silvestre
Physalis spp., entre otras.
Figura 1. Huevecillos de B.
cockerelli
Figura 2.Ninfa de B. cockerelli. Figura 3. Adulto de
Bactericera (=Paratrioza)
cockerelli (Sulc)
Esta plaga se puede desarrollar y reproducirse rápidamente, permitiendo el crecimiento
de sus poblaciones rápidamente. Cada uno de los primeros cuatro estadíos ninfales
toman un promedio dos días para desarrollarse completamente, y el quinto estadio le
toma aproximadamente cuatro días en promedio (Knowlton y Janes, 1931).
El promedio total de huevecillos que una hembra puede ovipositar en su ciclo de vida
varía de 75 hasta cerca de 500 (Lehman, 1930, Knowlton y Janes, 1931, Davis 1937,
Abdullah, 2008), mientras que el promedio de huevecillos ovipositados diariamente
pueden ser de 6 a 14 (Davis, 1937, Casteel et al., 2006).
Importancia económica. Existen dos tipos de daños: el directo (toxinífero) y el indirecto
como transmisor de una enfermedad parecida a fitoplasma. La toxina en la saliva de B.
cockerelli es una sustancia que daña a células que producen clorofila en las hojas de las
plantas y que dan el color verde a éstas, lo que hace que las plantas se vean amarillentas
y raquíticas. México es el único país en donde se ha reportado a B. cockerelli (pulgón
saltador) como vector de un fitoplasma; ya que hasta hace pocos años solamente se le
conocía por sus efectos toxiniferos en papa y tomate. Por otro lado, el fitoplasma es un
61 organismo infeccioso, submicroscópico, procarionte endocelular, y está incluido dentro
de la Clase Mollicutes, carece de pared celular, es un parásito obligado y está limitado al
nivel del floema y no es posible cultivarlos in vitro, es resistente a antibióticos a base de
penicilina que actúa a nivel de pared celular, pero relativamente sensible a tetraciclinas.
Manejo integrado. Se han realizado diversos trabajos de investigación de laboratorio,
invernadero y campo, en los cultivos de chile, papa y tomate, para diseñar la estrategia
para el manejo integrado de este insecto vector.
Monitoreo de poblaciones. El sistema más adecuado para el monitoreo de las
poblaciones de estados inmaduros (huevecillos y ninfas) es el muestreo semanal directo
de hojas del cultivo del chile, las cuales deben de cortarse de la parte media de la planta
y revisarse cuidadosamente para determinar los números de huevecillos y ninfas de los
diferentes tamaños. Para el caso de las poblaciones de adultos del B. cockerelli bajo
condiciones de campo e invernadero, ha sido el uso de trampas amarillas de pegamento
y/o trampas de agua (charolas amarillas). En forma general, el monitoreo de las
poblaciones tiene el objetivo fundamental de determinar su presencia y la estructura de
sus poblaciones, es decir cuál es la proporción relativa de sus diferentes estados
biológicos y si está presente en una densidad de población que requiera llevar a cabo
alguna acción de manejo, ya sea a nivel regional o de unidad de producción. El monitoreo
es un valioso auxiliar para determinar el inicio del proceso de inmigración al cultivo y para
conocer la eficiencia de las tácticas de manejo que se estén utilizando. En general para el
caso de los insectos vectores de enfermedades de los cultivos es importante prevenir la
transmisión mediante este enfoque preventivo.
Control biológico. Se han evaluado el uso de plaguicidas bioracionales y el uso del control
biológico natural e inducido para el manejo de esta plaga. Los resultados demuestran que
hay varios componentes que resultan promisorios para el diseño e implementación de la
táctica del control biológico dentro del contexto del manejo integrado bajo condiciones de
campo e invernadero. Dentro de los plaguicidas bioracionales se han evaluado
reguladores del crecimiento de insectos como es Pyriproxifen y Flufenoxurón, con buenos
resultados sobre los estados inmaduros de la plaga, también se ha evaluado el uso de
sales potásicas de ácidos grasos (jabones) con buena efectividad contra el estado ninfal,
además del efecto de productos botánicos hechos a base de Chenopodium
ambrosioides, Azaridactina sp. y Argemone sp.. Los principales entomopatógenos a
considerar son el uso de Metarhizium anisopliae, Isaria (=Paecilomyces) fumosoroseus y
Beauveria bassiana (Lacey, et al. 2009, 2011). Los principales depredadores que se han
utilizado son el león de los áfidos Chrysoperla sp., chinche ojona Geocoris sp., y la
catarinita roja Hippodamia convergens. El principal parasitoide de ninfas del pulgón
saltador es la avispita Tamarixia triozae, la cual se ha registrado su presencia con buenos
niveles de parasitismo con poblaciones nativas del parasitoide en varias regiones del
país, lo cual lo constituyen como un fuerte elemento del control biológico natural de esta
especie. Los insumos de control bioracional y la fauna insectil benéfica es muy importante
62 para mantener las poblaciones regionales del pulgón saltador en una posición general
de equilibrio que pueda ser manejable por los productores sobre todo en las primeras
etapas del desarrollo del cultivo del chile.
Control químico. La estrategia para el manejo de plagas en el cultivo del chile se ha
basado, principalmente, en el uso de insecticidas. La exigencia del mercado de chile de
requerir producto sin presencia de plagas, daños de las mismas y con una alta calidad,
ha conducido al empleo de estos productos plaguicidas para asegurar estos índices de
calidad.
Desde hace varios años se ha definido el estado de susceptibilidad relativa que las
principales plagas del cultivo del chile a los productos organosintéticos, biológicos y
bioracionales más comunes; esto ha servido de base para diseñar un cuadro básico de
recomendación de insecticidas y establecer una estrategias del manejo de resistencia.
La experiencia ha mostrado que para la implementación de toda estrategia efectiva
del manejo de la resistencia a plaguicidas se busca minimizar la selección, o el uso de un
sólo tipo o grupo químico de productos. En la práctica, la alternancia, secuencias o
rotaciones de compuestos de diferente modo de acción (MoA) proporciona un enfoque
sustentable y efectivo del manejo de la resistencia.
El Comité de Acción sobre la Resistencia a los Insecticidas (IRAC, por las siglas de
su nombre en inglés) ha desarrollado una clasificación de los insecticidas según el modo
de acción (MoA) y promueve su uso como una de las bases más efectivas y sustentables
del manejo de la resistencia a insecticidas (IRAC, 2011a, 2011b). Así, esta clasificación
provee a los productores agrícolas, técnicos y a todos los profesionales del sector, una
guía amigable para la selección de insecticidas y/o acaricidas en los programas de
manejo de la resistencia.
En las explosiones demográficas del pulgón saltador, durante los últimos años en
varias regiones de México, se han presentado ciertas inconsistencias del control químico,
que normalmente se han atribuido a problemas de resistencia de la plaga hacia los
insecticidas. En realidad se ha presentado esta situación, cuando no se sigue un enfoque
de pronóstico y prevención que evite o retrase al máximo el proceso de transmisión de
las enfermedades fitopatogenas ocasionado por los insectos vectores, especialmente el
caso del pulgón saltador; también es muy común que no se utilice la tecnología de
aspersión de la forma más apropiada, o bien que el control de las poblaciones no se haga
con oportunidad y a pesar de tener éxito en el control de las poblaciones, no haya sido
realizado a tiempo, para evitar la transmisión de la enfermedad. Al final de cuentas, los
casos de resistencia tendrán que evidenciarse con estudios de bioensayos y resultados
pruebas de efectividad para determinar su grado de severidad.
En el Cuadro 1, se muestran los grupos de insecticidas para el control para el
control del pulgón saltador. IRAC (2011a, 2011b) enlista 29 grupos de modo de
acción (incluyendo 45 subgrupos): 12 de estos pueden ser utilizados para el
control de B. cockerelli en el cultivo del chile (Bujanos et al. 2005; 2006). Los
63
grupos de insecticidas son las siguientes familias o grupos de insecticidas y/o
ingredientes activos: Inhibidores de la Ac (algunos productos Fosforados y
Carbamatos); Antagonistas de los canales de cloruros GABA (endosulfán); los
moduladores de los canales de sodio (piretroides); Antagonistas de los receptores
de la Ac (varios productos Neonicotinoides); Antagonista de los receptores Ac
nicotínicos (Spinosad); Activadores de los canales de cloro (avermectinas);
Mímicos de la hormona juvenil (Pyriproxyfen); Compuestos de acción
desconocida (Pymetrozine); Inhibidores de la biosíntesis de quitina Tipo 1,
Homópteros (Buprofezin); y los Inhibidores de la síntesis de lípidos
(Spiromesifen). Adicionalmente, se tendría que agregar, al menos un producto
que está en proceso de desarrollo que pertenece al grupo 24 de las diamidas
antranílicas (cyantraniliprole) y un insecticida del grupo, aun sin clasificar, de las
sulfoxamidas (sulfoxaflor), que han mostrado efectividad para el control de
insectos chupadores en estudios recientes, pero que aún no se encuentran
disponibles en el mercado. Al final del cuadro se tiene el grupo en donde se
incluyen los productos de MoA desconocido, como es el caso de algunos
productos hechos a base de extractos de plantas con propiedades insecticidas
Cuadro 1. Grupos de insecticidas para el control del pulgón saltador. 2011.
Grupo
MoA
Modo de acción Subgrupo químico o ingrediente activo
1 Inhibidores de la Acetilcolinesterasa 1A Carbamatos
1B Organofosforados
2 Antagonistas de los canales de cloruro GABA 2A Endosulfan
3 Moduladores de los canales de Sodio Piretroides
4 Antagonistas de los receptores de la Acetilcolina 4A Neonicotinoides
5 Antagonistas de los receptores acetilcolina nicotínicos Spinosinos (Spinosad)
6 Activadores de los canales de cloro Avermectinas
7 Mímicos de la hormona juvenil 7C Pyriproxyfen
9 Compuestos de acción desconocida Pymetrozine
16 Inhibidores de la biosíntesis de quitina Buprofezin
23 Inhibidores de la síntesis de lípidos Derivado del ácido tetrónico: Spiromesifen
24 Moduladores de los receptores de la ryanodina Diamidas
UN Compuestos de MoA desconocido Azaridactina
Tecnología de aspersión en el cultivo de chile. En la aspersión de plaguicidas, la
cobertura y deposición foliar son factores determinantes para la eficiencia del control
químico, principalmente cuando se realizan aplicaciones que necesitan entrar en contacto
directo con las plagas que se desean controlar. La aspersión se realiza con una amplia
gama de equipos, tipo de boquillas, volúmenes de agua, presiones, velocidades de
64 avance y condiciones de clima. La adición al caldo de acondicionadores de agua y
coadyuvantes apropiados, mejoran la consistencia del control fitosanitario, disminuyendo
las pérdidas por hidrólisis, deriva, rebote y lavado; además de favorecer la cobertura y
deposición foliar en cultivos con características morfológicas distintas; beneficiando el
comportamiento de los depósitos formados bajo diferentes técnicas de aplicación y
condiciones ambientales.
Aparentemente hacer una aplicación sobre algún cultivo, resulta ser sencillo; sin
embargo, la aspersión de plaguicidas es un proceso complejo que requiere
conocimientos y habilidades de diferente tipo, que garanticen el efecto deseado con
repercusiones mínimas al medio ambiente y la salud.
Respecto a lo anteriormente comentado, en un estudio realizado por Quiñones
(2009), en lotes comerciales de chile de los estados de Guanajuato y Querétaro para
investigar el tipo de boquilla, la mejor configuración del aguilón y el uso de coadyuvantes
apropiados para mejorar la deposición y cobertura foliar de los distintos plaguicidas
aplicados al cultivo de chile, se encontró que los mejores resultados se obtuvieron con las
configuraciones de 4, 6 y 8 boquillas TX-6 y TX-8 por surco plantado a doble hilera en
rangos de presión entre 100 y 145 lbs/pulg2 a velocidades de 3.8 y 5.0 kph. Los
coadyuvantes apropiados con mejor distribución y uniformidad en los tamaños de gotas
fueron los organosilicones (Osi) en proporciones del 0.1% v/v. En el estudio solo se utilizó
agua con equipos terrestres a una velocidad constante de 3.8, 4.5 y 5.0 kph evaluándose
boquillas de cono hueco de la serie TX (6, 8, 10 y 12) a tres presiones distintas (5, 7 y 10
bares equivalentes a 73, 100 y 145 lbs/pulg2), calibradas para asperjar 200, 400 y 600
LPHa. Los coadyuvantes evaluados fueron seleccionados por familia química
considerándose los etóxilados (Et), organosilicones (Osi) y mezclas con aceites. Se
colocaron tiras de papel hidrosensible en diferentes posiciones de plantas en desarrollo y
floración cuantificando el área cubierta por el número de gotas por cm2 para cada
boquilla. En la Figura 4, se presenta el esquema del aguilón con la configuración de
boquillas por surco para las aspersiones en chile cultivado a doble hilera.
Figura 4. Esquematización del aguilón con la configuración de boquillas por surco para
aspersiones en chile cultivado a doble hilera.
Control cultural. En los cultivos de chile algunas prácticas culturales tienen como objetivo
disminuir las poblaciones de plagas; o bien, hacer menos propicio su desarrollo. Estas
prácticas se emplean como complemento de otras tácticas de manejo. La eliminación de
residuos, inmediatamente después de la última cosecha, es una de las prácticas que se
65 ha considerado como una de las más importantes para reducir la emigración de
adultos de las plagas a nuevas plantaciones de chile. Esta práctica puede realizarse
mediante el desvare de la soca, un paso de rastra y en caso necesario dar un segundo
paso en forma cruzada, o bien realizar un barbecho para su incorporación total. Cuando
no se realiza esta práctica con oportunidad, la soca remanente constituye una fuente
importante de abastecimiento de adultos (foco de infestación) a cultivos de chile
recientemente trasplantados.
Estas prácticas culturales tienen su fundamento en la Norma Oficial Mexicana NOM-
081-Fito-2001(DOF, 2002), cuyo objetivo es establecer las disposiciones que se deberán
realizar para la prevención, detección, manejo, eliminación y/o destrucción de focos de
infestación de plagas que representen riesgos para la agricultura. Esta es una norma que
proporciona las bases legales para que a su vez se le dé seguimiento en las entidades
federativas y se elaboren los manuales de procedimientos que señalen los tiempos y
actividades que se tienen que realizar para evitar los focos de infestación de plagas.
Otra de las prácticas que tiene su efecto relativo para disminuir las poblaciones de
plagas del cultivo chile, es la rotación de cultivos con plantas no hospederas, sobre todo
en el cultivo de relevo. La secuencia de cultivos, chile después de chile en el mismo lote,
provee un medio adecuado para el incremento de las poblaciones de plagas y en los
últimos años ha favorecido la incidencia de enfermedades fungosas y bacterianas que
causan la marchitez de plantas.
El uso de plántulas de chile "limpias" de estados inmaduros (huevecillos y ninfas) de
insectos vectores, es particularmente importante para evitar la introducción y el
establecimiento de estos problemas en forma temprana en los cultivos de chile. No
obstante de que ya existe una adecuada tecnología de producción de plántulas en
invernadero, se deben hacer esfuerzos adicionales para evitar el trasplante de plántulas
con presencia de incipientes poblaciones de insectos vectores y otros problemas de
enfermedades y plagas a las nuevas plantaciones del cultivo del chile.
Consideraciones finales. El manejo integrado del pulgón saltador en el cultivo del chile es
una estrategia basada en principios ecológicos y varias tácticas de control disponibles,
algunas de ellas conocidas y otras relativamente nuevas. El éxito depende en gran medida
de la participación de productores chileros, de los agentes de cambio, y de los grupos
especialistas que integradamente diseñen el sistema y analicen la información que se
genera durante la ejecución de la estrategia. Para que se alcancen los objetivos y metas de
sostenibilidad del cultivo, se requiere de ciertos componentes básicos, entre los que se
incluyen: la supervisión de las plagas, sus enemigos naturales, y su relación con la
fenología del cultivo. Estos componentes se agrupan en dos conceptos, descritos como
monitoreo biológico y monitoreo ambiental. Estos, a través de los métodos de muestreo y
recolección de datos, proporcionan el flujo de información necesaria para tomar las
decisiones de manejo con un criterio técnico y un enfoque de pronóstico y prevención de
los riesgos de pérdidas ocasionados por los organismos dañinos al
66
cultivo. A través de ambos monitoreos, los responsables del proceso para la toma de
decisiones, en el MIP, obtienen predicciones sobre el estado que guardan las plagas y los
organismos benéficos, en relación al cultivo y al clima, y de esta manera se deciden las
acciones de manejo requeridas, desde el ámbito regional hasta el nivel individual o del
productor.
Debido al problema de los insectos vectores, dentro de las plagas más importantes
del cultivo de chile, es necesario el diseño e implementación de estrategias regionales del
manejo integrado de plagas, en donde la organización de los productores, la tecnología
de producción del cultivo con un enfoque de pronóstico y prevención de organismos
dañinos y el manejo adecuado de plaguicidas químicos y bioracionales son una parte
muy importante para la producción exitosa del cultivo.
Literatura citada
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68
MANEJO INTEGRADO DE MOSQUITAS BLANCAS EN EL CULTIVO
DEL CHILE
Urbano Nava Camberos1, Verónica Ávila Rodríguez2 y Homero Sánchez Galván3
1Facultad de Agricultura y Zootecnia (FAZ), UJED, Ej. Venecia, Durango.
[email protected]. 2Escuela Superior de Biología, UJED, Gómez Palacio, Dgo.
[email protected]. 3AGROSET de La Laguna, Torreón, Coah.
INTRODUCCION
En México la mosquita blanca de la hoja plateada (MBHP), Bemisia argentifolii,
invadió el Valle de Mexicali, B. C., y la región de San Luis Río Colorado, Son., en 1992
69 afectando a los cultivos de algodonero, melón, sandía y ajonjolí y provocó pérdidas
estimadas de $100 millones (León et al. 1996). El insecto se constituyó en un problema
fitosanitario a partir de 1995 en la Comarca Lagunera, causando pérdidas en producción
del 40 al 100 % en cultivos hortícolas y un incremento en el número de aplicaciones de
insecticidas en melón, calabaza, tomate y algodonero (Sánchez et al. 1996). Actualmente
la MBHP se encuentra distribuida prácticamente en todo el país, causando el mayor
impacto económico en el Noroeste.
Los principales objetivos a alcanzar en un program de MIP son los siguientes: 1)
reducir las pérdidas causadas por los organismos dañinos y minimizar el costo de su
control, 2) reducir al máximo los requerimientos de energéticos y 3) mejorar la calidad del
ambiente; así como las condiciones de vida y salud pública, mediante la reducción de los
peligros de las plagas y del uso ineficaz de las técnicas de control (Byerly et al., 1998).
Zalom y Flint citados por Obando (1997) consideran los siguientes objetivos: 1) reducir el
uso de plaguicidas, 2) incrementar la utilización de los métodos de control naturales de
plagas, 3) aumentar la predictibilidad y la eficiencia de las técnicas de control, 4)
desarrollar programas de manejo de plagas económica, ecológica y socialmente
aceptables, y 5) reunir a las disciplinas e instituciones en programas congruentes de MIP.
Un programa de MIP que permita alcanzar los objetivos antes señalados requiere de la
ejecución de ciertas actividades básicas entre las que se incluyen las siguientes: registro
de los factores climáticos claves que influyen en el desarrollo y abundancia de plagas y
plantas, determinación del estado fenológico y de crecimiento del cultivo, identificación de
plagas y enemigos naturales, estimación de la densidad de plagas y enemigos naturales,
estimación del daño de plagas al cultivo, predicción de la fenología y densidad de plagas
y cultivos, elaboración de un programa de acción o recomendación (selección de tácticas
de control adecuadas) e implementar un sistema de información. Las actividades
anteriores se pueden agrupar en los siguientes componentes de MIP (Byerly et al., 1998;
Obando, 1997): 1). Herramientas para la toma de decisiones de control: muestreo y
monitoreo (biológico y climático), predicción mediante modelos fenológicos y umbrales
económicos o de acción; 2) Tácticas o métodos de control: control cultural, control
biológico, resistencia vegetal y control químico.
ESPECIES DE MOSQUITAS BLANCAS
Carapia (2008) menciona que en México se tiene registro de 67 especies
comprendidas en 27 géneros y que se considera a B. tabaci, B. argentifolii y Trialeurodes
vaporariorum como las de mayor importancia económica.
Las especies identificadas de mosquitas blancas en la Comarca Lagunera durante
1995-96 fueron: la mosquita blanca del camote, Bemisia tabaci Gennadius, la MBHP,
Bemisia argentifolii Bellows & Perring y la mosquita blanca de invernadero, Trialeurodes
vaporariorum Westwood (Sánchez et al. 1996, Avila et al. 1997). Durante 1997 se
70 identificaron adicionalmente tres diferentes especies: la mosquita blanca de alas
bandeadas, Trialeurodes abutilonea Haldeman, la mosquita blanca lanosa de los citrícos,
Aleurothrixus floccosus Maskell y la mosquita blanca de las acacias, Tetraleurodes
acaciae Quaintance. Las colectas recientes de mosquitas blancas provenientes del
campo indican que la especie dominante en las areas de cultivo es Bemisia argentifolii
Bellows & Perring y que la especie Bemisia tabaci (Gennadius) ha sido prácticamente
desplazada (Avila et al. 2000).
Las especies de mosquitas blancas detectadas en el Noroeste de México en
cultivos, plantas ornamentales y maleza son B. tabaci, B. argentifolii, B. afer, T.
vaporariorum, T. abutilonea, Tetraleurodes nudus, T. acacia, T. ursorum, Aleurodicus
dugesi y Tetralicia nigrans. La especie dominante en cultivos en Sonora, Sinaloa y las
Bajas Californias es B. argentifolii (Pacheco y Pacheco 1995, 1996a, b).
HOSPEDANTES
La mosquita blanca es una plaga polífaga que ataca a más de 500
especies de plantas hospedantes correspondientes a 74 familias. Sin embargo, no
todas estas plantas desarrollan poblaciones elevadas del insecto.
Bajo las condiciones de la Comarca Lagunera se encontró que existen 107
diferentes especies hospedantes de la mosquita blanca. Las especies de plantas
cultivadas más preferidas por la mosquita blanca en la Comarca Lagunera son
algodonero, broccoli, calabacita, coliflor, chile, girasol, melón, pepino, repollo, sandía y
tomate. Las plantas hospedantes ornamentales y silvestres con niveles altos de
infestación (más de 10 adultos por hoja) son vara de San José (Althaea rosea), borraja
(Sonchus oleraceus), toloache (Datura stramonium), virginio (Nicotiana glauca), cadillo
(Xanthium strumarium), retama (Flaveria trinervia) y gordolobo (Helianthus annuus)
(Sánchez et al. 1996, Cano et al. 2000).
Los cultivos con niveles de infestación más elevados de mosquita blanca en el
Noroeste de México son calabaza, pepino, melón, sandía, soya, ajonjolí, berenjena,
tomate, tomate de cáscara, algodonero, okra, y papa. Las plantas silvestres más
preferidas por la plaga son chinita (S. oleraceus y S. asper), toloache (D. stramonium),
tomatillo (Physalis sp.), meloncillo (Cucumis melo var. agrestis), correhuela (Convolvulus
arvensis) y malva (Malva parviflora y M. moschata). Las plantas ornamentales más
preferidas son vara de San José (A. rosea), obelisco (Hibiscus rosa-sinensis),
nochebuena (Poinsetia sp.), y lantana (Lantana sp.) (Pacheco y Pacheco 1997).
BIOLOGIA DE LA MOSQUITA BLANCA
71 Desarrollo en Función de Temperatura y Hospedantes
Nava-Camberos (1996) determinó el efecto de la temperatura y planta hospedante
en el desarrollo de la MBHP. Los períodos de desarrollo desde huevecillo a adulto de la
MBHP en las variedades Tam Sun y Gold Rush de melón variaron de 14.7 días a 30 oC
hasta 35.9 días a 20 oC (Cuadro 1). En algodonero, variedades Deltapine 50 y Stoneville
453, dichos períodos de desarrollo variaron de 17.2 días a 30 oC hasta 37.9 días a 20 oC.
La MBHP no completó su ciclo en chile. Las tasas de desarrollo (1/días de desarrollo) de
huevecillos, ninfas y del ciclo completo de la MBHP en melón se incrementaron al
aumentar la temperatura hasta los 30 oC y luego decrecieron a 32 oC. Las ninfas no se
desarrollaron a 35 oC en ninguno de los tres cultivos mencionados. Las tasas de
desarrollo difirieron significativamente entre cultivos, pero no entre variedades de cada
cultivo. Las tasas de desarrollo en melón fueron más altas que aquellas observadas en
algodonero. Pacheco (1998b) encontró que el período de huevecillo a emergencia de
adultos fue de 369.9, 330.2, 307 y 248 unidades calor (temperaturas umbrales mínima y
máxima de 10 y 32.2 oC, respectivamente) en calabaza, melón, pepino y sandía,
respectivamente.
Cuadro 1. Duración (días) de las etapas biológicas de la MBHP en diferentes cultivos y
temperaturas constantes (Nava-Camberos 1996).
Cultivo Temperatura (oC)
20 25 30 32 35
Huevecillo
Chile 13.4 6.5 6.9 ------b 6.5
Algodón 11.9 7.3 4.9 5.1 6.5
Melón 12.7 7.1 5.3 5.4 6.0
Primer Instar
Algodón 7.4 4.0 3.2 3.6 -----c
Melón 5.2 3.8 2.6 2.8 -----
Segundo Instar
Algodón 3.1 2.2 1.8 1.7 -----
Melón 3.2 2.4 2.4 1.8 -----
Tercer Instar
Algodón 3.4 2.9 1.9 2.8 -----
Melón 3.0 1.2 1.8 2.9 -----
72 Cuarto Instar
Algodón 12.4 4.9 5.4 7.8 -----
Melón 11.8 6.6 2.5 6.5 -----
Total (Huevo-Adulto)
Algodón 37.9 21.4 17.2 21.0 -----
Melón 35.9 21.0 14.7 19.4 -----
b No se obtuvieron datos en chile a 32 oC.
c Las ninfas de primero a cuarto instares murieron a 35 oC.
Sobrevivencia en Función de Temperatura y Hospedantes
Nava-Camberos (1996) evaluó la sobrevivencia de la MBHP en melón, algodonero
y chile a diferentes temperaturas. No hubo diferencias significativas en la sobrevivencia
desde huevecillo a adulto de la MBHP a temperaturas de 20 oC a 32 oC en algodonero y
melón. Ningún insecto sobrevivió hasta el estado adulto a 35 oC. No se detectaron
diferencias en la sobrevivencia de la mosquita blanca entre variedades para ningun
cultivo bajo las condiciones de laboratorio del estudio. Se observaron diferencias
altamente significativas en la sobrevivencia entre cultivos para todas las etapas de
desarrollo del insecto y para todas las temperaturas. La sobrevivencia de la MBHP fue
alta (86-87%) en melón, intermedia (40-51%) en algodonero y nula en chile a
temperaturas de 20 oC a 32 oC (Cuadros 2 y 3). La sobrevivencia de la MBHP bajo
condiciones de invernadero (temperatura promedio de 37 oC y humedad relativa de 35%)
fue alta (59-60%) en melón, intermedia (35-41%) en algodonero y baja (9-11%) en chile.
Estos valores de sobrevivencia fueron más bajos en melón y algodonero y más altos en
chile que aquellos obtenidos en el laboratorio a temperaturas constantes. Proporciones
de ninfas grandes a huevecillos indicaron que la sobrevivencia estimada de la MBHP
hasta el cuarto ínstar bajo condiciones de campo varió del 7 al 11% en melón y
algodonero y del 0.4 al 1.1% en chile. Estos datos preliminares sugieren que la
sobrevivencia de la MBHP bajo condiciones de campo puede ser reducida por alrededor
del 80%. Sin embargo, se requiere efectuar estudios más formales para evaluar los
factores de mortalidad claves del insecto bajo condiciones naturales. Costa et al. (1991)
encontraron diferencias significativas en la proporción de mosquitas blancas que
sobrevivieron de huevecillo a adulto en siete especies de plantas hospedantes; una alta
proporción de sobrevivencia (0.83) ocurrió en calabacita zucchini, ésta fue intermedia
(0.52 a 0.59) en melón, algodonero y calabaza, y fue baja en lechuga (0.26) y en tomate
(0.17). Pacheco (1999) reportó porcentajes de sobrevivencia de la MBHP de 100, 94.1,
80.7 y 0.34 para sandía, melón, tomate y chile, respectivamente.
73
Cuadro 2. Sobrevivencia (%) a través de las etapas biológicas de la MBHP en diferentes
cultivos y temperaturas constantes (Nava-Camberos 1996).
Cultivo Temperatura (oC)
20 25 30 32 35
Huevecillos
Melón 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
Algodón 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
Chile 100.0 100.0 100.0 ----- b 100.0
Primer Instar
Melón 94.0 95.3 95.6 94.4 2.7
Algodón 77.6 65.0 77.9 62.2 55.7
Chile 87.5 92.9 92.6 ----- 3.0
Segundo Instar
Melón 91.7 91.4 94.4 91.0 0
Algodón 56.3 52.1 64.8 55.2 6.8
Chile 4.2 5.9 1.7 ----- 0
Tercer Instar
Melón 91.7 90.0 94.4 91.0 0
Algodón 54.8 43.4 59.4 54.3 0
Chile 0 4.8 0 ----- 0
Cuarto Instar
Melón 91.7 88.6 93.0 91.0 0
Algodón 53.4 40.2 53.5 54.3 0
Chile 0 4.8 0 ----- 0
Adulto
Melón 87.5 88.6 87.3 86.3 0
Algodón 50.9 40.2 47.0 49.6 0
Chile 0 4.8 0 ----- 0
b No se obtuvieron datos en chile a 32 oC.
74 Cuadro 3. Sobrevivencia (%) a través de las etapas biológicas de la MBHP en dos
variedades de chile y diferentes temperaturas constantes (Nava-Camberos 1996).
Etapa Temperatura (oC)
biológica 20 25 30 35
Var. Jalapa
Huevecillo 100.0 100.0 100.0 100.0
Primer instar 100.0 100.0 88.2 1.3
Segundo instar 8.3 0 0 0
Tercer instar 0 0 0 0
Cuarto instar 0 0 0 0
Adulto 0 0 0 0
Var. Jupiter
Huevecillo 100.0 100.0 100.0 100.0
Primer instar 75.0 87.5 97.1 4.7
Segundo instar 0 10.4 3.3 0
Tercer instar 0 8.3 0 0
Cuarto instar 0 8.3 0 0
Adulto 0 8.3 0 0
Fecundidad en Diferentes Hospedantes
Nava-Camberos (1996) determinó la fecundidad de la MBHP en melón,
algodonero y chile a 30 oC, bajo una situación de no elección. No existieron diferencias
significativas en la fecundidad de la MBHP entre variedades de melón y algodonero. En
chile, la fecundidad fue más alta en la variedad Jupiter que en la viariedad Jalapa. La
fecundidad total promedio en melón varió de 153.3 a 158.3 huevecillos por hembra, en
algodonero fue de 117 huevecillos por hembra, y en chile varió de 2.1 a 40.5 huevecillos
por hembra (Cuadro 4). Pacheco (1998b) determinó la oviposición de la MBHP en melón,
sandía, chile, pepino, algodonero y soya, bajo situaciones de no elección (infestación
inducida confinando los adultos en las hojas) y libre elección (infestación natural donde
los adultos eligieron libremente el cultivo). En la prueba de no elección, el autor infestó
hojas de cada cultivo (un foliolo en soya) con 50 adultos durante 24 horas y cuantificó los
huevecillos colocados. La oviposición fue de 418.4, 394.8, 297.9, 205.4, 117.2 y 117.2
huevecillos/hoja (foliolo) en melón, sandía, chile, pepino, algodonero y soya,
respectivamente. En la prueba de libre elección, el autor expuso hojas de cada cultivo a
75 la infestación de natural de la MBHP durante 24 horas y cuantificó los huevecillos
colocados. La oviposición fue de 693.6, 52.5, 15.3, 3.3, 2.0 y 0.3 huevecillos/hoja (foliolo)
en melón, sandía, chile, pepino, algodonero y soya, respectivamente. Estos resultados
muestran la gran preferencia por la MBHP para ovipositar en melón y sandía, y la baja
preferencia por la soya.
Cuadro 4. Fecundidad (huevecillos por hembra) de la MBHP en diferentes cultivos a 30
oC (Nava-Camberos 1996).
Cultivo, var. Edad del adulto (días)
1-2a 3-4 5-6 7-8 9-10
Melón, Tam Sun 19.00 56.67 96.00 129.60 153.33
Melón, Gold Rush 19.29 56.43 87.86 123.80 158.33
Algodón, Deltapine 50 13.43 34.83 68.25 95.25 117.50
Algodón, Stoneville 453 11.63 36.60 62.75 85.33 117.00
Chile, Jalapa 2.13 2.13 2.13 2.13 2.13
Chile, Jupiter 5.38 20.80 28.50 34.50 40.50
a El número inicial de hembras fue ocho.
DAÑOS CAUSADOS POR LA MOSQUITA BLANCA
Las mosquitas blancas pueden causar los siguientes tipos de daño a sus
plantas hospederas: 1) succión de la savia, lo que reduce el vigor de la planta y
su producción, 2) excreción de mielecilla, 3) transmisión de enfermedades
virales y 4) inyección de toxinas, las cuales inducen desórdenes fisiológicos en
las plantas (Byrne et al., 1990; Torres-Pacheco et al., 1996). El daño directo por
succión de savia causa una reducción del vigor de la planta, defoliación,
achaparramiento, y finalmente bajos rendimientos. La mosquita blanca de la
hoja plateada puede causar daños a las plantas por la inyección de toxinas
durante el proceso de alimentación de las ninfas, tales como el síndrome de la
hoja plateada en calabaza, la maduración irregular del tomate, la palidez del
tallo en brócoli y el amarillamiento del follaje de la lechuga (Shapiro, 1996;
Schuster et al., 1996). Las mosquitas blancas excretan mielecilla, sobre la cual
se desarrollan hongos de color negro conocidos comúnmente como fumagina,
76
que interfieren con la actividad fotosintética de las hojas y pueden disminuir
la calidad de la cosecha. Los frutos y hortalizas contaminados con mielecilla
tienen que ser lavados para su comercialización, por lo que se incrementan los
costos de producción.
La mosquita blanca del camote (B. tabaci Gennadius) y la mosquita
blanca de la hoja plateada transmiten más de 30 diferentes agentes causales
de enfermedades virales, tales como geminivirus y closterovirus, que afectan a
las plantas. Los geminivirus se encuentran prácticamente en todas las regiones
hortícolas de México afectando a los cultivos de chile (Capsicum annuum L.),
tomate, tabaco (Nicotiana tabacum L.), calabaza y tomatillo (Physalis ixocarpa
Brotero) (Torres-Pacheco et al., 1996). En la Comarca Lagunera se han
observado síntomas en los cultivos de chile, tomate y melón similares a los
causados por dichos geminivirus, confirmándose su presencia en tomate y
melón (Jiménez-Díaz et al., 2003; Morales, 2004) y la de un closterovirus en
melón, el Virus del Amarillamiento y Achaparramiento de las Cucurbitáceas
(CYSDV) (Cano et al., 1999).
Los geminivirus transmitidos por mosquitas blancas al cultivo de chile en
México son: Virus del Chino del Tomate (CdTV), Virus Huasteco del Chile
(PHV), Virus del Atigrado Ligero del Chile (PMTV) y Virus del Mosaico Dorado
del Chile (PGMV). Actualmente se conoce que el Rizado amarillo del chile es
causado conjuntamente por el PHV y PGMV o PHV y PMTV, y la Planta
atigrada o Atigrado del chile lo causa el PHV (Garzón 2011).
En Zacatecas se han identificado a los geminivirus virus huasteco del
chile (PHV) y rizado del chile, los cuales son más comunes en las áreas más
cálidas, tales como el Cañon de Juchipila; mientras que en el Altiplano su
presencia ha sido esporádica y su importancia es mínima (Velázquez y Medina
2006). Recientemente se identificaron a los begomovirus PHYVV y PepGMV
mediante técnicas moleculares (PCR, RFLPs y secuenciación) en chile puya
(Mauricio-Castillo et al. 2010) y en chile guajillo (Recendez-Alvarado et al.
2010) en el estado de Zacatecas.
FLUCTUACION POBLACIONAL
Comarca Lagunera
Durante los últimos años se ha observado un incremento en las
poblaciones de la MBHP en la Región Lagunera. Los niveles de infestación del
77
complejo de insectos vectores de virus en chile jalapeño fueron bajos durante
los ciclos agrícolas 2009 y 2010 en la Región Lagunera. Las densidades de la
MBHP fueron menores que las de Paratrioza y pulgones (Figuras 1 y 2). Al
comparar los niveles de infestación de la mosquita blanca en varios cultivos se
observa que las densidades poblacionales en chile son más bajas que en
tomate y melón (Figura 5).
0.0
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
24 mar.
30 mar.
6 abr.
13 abr.
20 abr.
27 abr.
4 may.
11 may.
18 may.
Insecto
s p
or
ho
ja
Paratrioza
Pulgón
M. blanca
Trips
Figura 1. Fluctuación poblacional de insectos vectores de virus en chile jalapeño, San
Pedro, Coahuila, 2009.
0.0
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
29 mar.
1 abr.
5 abr.
8 abr.
12 abr.
15 abr.
19 abr.
22 abr.
Insecto
s p
or
ho
ja
Paratrioza
Pulgón
M. blanca
Trips
Figura 2. Fluctuación poblacional de insectos vectores de virus en chile jalapeño, San
Pedro, Coahuila, 2010.
78
Zacatecas
Los insectos chupadores, pulgón verde del chile, Myzus persicae, pulgón del
algodón, Aphis gossypii, la mosquita blanca, Bemisia spp., y el psílido del tomate o
Paratrioza, Bactericera (Paratrioza) cockerelli, son las plagas de mayor importancia
económica de cultivos hortícolas en Zacatecas, tales como chile, tomate y cucurbitáceas.
Bajo las condiciones ambientales de clima templado y seco del altiplano zacatecano
predominan el pulgón del algodón A. gossypii, las dos especies de paratrioza, P.
cockerelli y P. texana. En esta zona la especie de mosquita blanca predominante es
Trialeurodes vaporariorum. En el ambiente semitropical de Los Cañones la especie de
mosquita blanca más abundante es Bemisia sp., cuyas poblaciones se incrementan
gradualmente a través del tiempo durante el período de mayo a septiembre,
observándose un primer pico poblacional en septiembre (543 adultos/trampa
amarilla/semana); posteriormente se presenta una reducción de la densidad poblacional y
finalmente se observa un segundo pico poblacional más alto en diciembre (638
adultos/trampa amarilla/semana). El patrón de incremento poblacional de la mosquita
blanca, Bemisia sp., y Paratrioza es afectado por el tipo de cultivo en la zona de Los
Cañones. En tomate las poblaciones de mosquita blanca son más altas que las de
Paratrioza; en este cultivo las densidades de mosquita blanca se incrementan a través
del ciclo del cultivo; mientras que las de Paratrioza disminuyen con el paso del tiempo.
Por el contrario, en el cultivo del chile las poblaciones de Paratrioza son más altas que las
de la mosquita blanca (Mena 2005).
COMPONENTES DE MANEJO INTEGRADO DE LA MOSQUITA BLANCA
Los principales componentes de un sistema de manejo integrado de plagas son
las herramientas para la toma de decisiones, las tácticas de control y las acciones de
divulgación y capacitación. Para la toma de decisiones se requiere del muestreo y
monitoreo, tanto biótico como climático, de modelos de predicción de la fenología y
densidad de la plaga, y de umbrales económicos para los distintos tipos de daño del
insecto. Las tácticas de control disponibles para el manejo de la MBHP son control
cultural, variedades resistentes, control biológico, control químico y control legal (Nava et
al. 2008).
Muestreo, Monitoreo y Umbrales Económicos
Un componente clave de los programas de manejo integrado de plagas son
métodos confiables y eficientes para muestrear y/o monitorear la densidad de las plagas
y para tomar decisiones de manejo de la población. Idealmente, los métodos de muestreo
79 deberían tener las siguientes características: 1) ser fáciles de usar, 2) requerir un
mínimo de esfuerzo y costo y 3) proporcionar estimaciones precisas de la abundancia de
la plaga. El muestreo es también un componente fundamental de las actividades de
investigación en ecología poblacional, dinámica de poblaciones, y el desarrollo de
métodos de control alternativos (Nava et al. 2008).
Los umbrales económicos (UE), junto con el monitoreo de plagas y los modelos
de predicción, han sido la base para implementar programas de MIP, particularmente
para el manejo eficiente de insecticidas. En la mayoría de los casos no existen umbrales
económicos, sino umbrales de acción o umbrales nominales desarrollados con base en la
experiencia de los productores y técnicos, y sin un fundamento científico (Baddi et al.,
2000).
Distribución espacial y planes de muestreo. El patrón de distribución espacial
de la población de mosquitas blancas depende de la escala o nivel de resolución al cual
dicha población es visualizada. En el caso de B. argentifolii y B. tabaci se puede hablar
de distribución a nivel de planta individual, campo o predio de un mismo cultivo y local o
regional con un patrón diverso de cultivos. La distribución de Bemisia a nivel planta es el
resultado de las interacciones entre los hábitos de oviposición de las hembras, el hábito
sedentario de los estados inmaduros (excepto durante un período corto en el primer
ínstar) y la dinámica de crecimiento de la planta hospedante. En general, las hembras
ovipositan en las hojas jóvenes, lo cual resulta en una distribución vertical de inmaduros
con los huevecillos y primeros ínstares ninfales cerca de las terminales de las plantas y
los últimos ínstares ninfales habitando hojas maduras hacia la base de las plantas, de
acuerdo al ritmo de crecimiento de la plaga y su hospedante (Nava et al. 2008).
La distribución vertical de la MBHP en chile fue determinada en 1995 en el Valle
de Rio Grande, Texas. En este cultivo las densidades más altas de adultos se observaron
en las hojas 5 y 6 a partir de la terminal de la planta y además tuvieron baja variabilidad
(Figura 4). Los huevecillos fueron más abundantes y menos variables en las hojas 2 a 4
de la terminal de la planta. Las densidades más altas de ninfas ocurrieron en las hojas 3
a 8 y estas posiciones de hojas tuvieron coeficientes de variación bajos (Figura 5). No se
detectaron diferencias en los patrones de distribución de las MBHP entre variedades
(Nava-Camberos 1996).
Por lo anterior para el muestreo de adultos se recomienda inspeccionar la quinta
hoja de la terminal de la planta y un total de 30 hojas por predio, con frecuencia semanal
o de preferencia dos veces por semana (Nava-Camberos 1996, Natwick y Trumble 2011).
En el Plan Regional Fitosanitario para el Manejo de la Mosquita Blanca en el Sur
de Sonora se recomienda realizar el monitoreo de adultos mediante la colocación
semanal de trampas amarillas cilíndricas de 15 x 20 cm, las cuales se distribuyen cada 10
km entre sí, se colocan sobre una estaca a una altura de 10 a 15 cm sobre el nivel del
suelo y se revisan a las 24 horas. Para el muestreo directo de la plaga en el cultivo de
80 chile se recomienda el método binomial, el cual consiste en inspeccionar la tercera hoja
de la terminal de la planta y considerarla infestada si presenta ≥ 1 adulto/hoja; en total se
revisan 50 hojas por predio, tomando solo una hoja por planta, las plantas se seleccionan
al azar de al menos dos sitios de muestreo opuestos en el predio, y finalmente se
determina el porcentaje de hojas infestadas (Martínez Carrillo 2011, comunicación
personal).
Umbrales económicos o de acción. Para la MBHP, B. tabaci biotipo B (B.
argentifolii) se recomienda un umbral de acción de 4 adultos por hoja (Anónimo 2011). El
umbral de acción que se recomienda en el Plan Regional Fitosanitario para el Manejo de
la Mosquita Blanca en el Sur de Sonora es de 60% de hojas infestadas por adultos
(Martínez Carrilo 2011, comunicación personal).
0.00
0.05
0.10
0.15
0.20
0.25
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Pro
po
rció
n d
e a
du
lto
s
Nudos del tallo principal
abril 27
mayo 12
mayo 26
junio 20
Figura 4. Distribución vertical de adultos de la MBHP en chile.
0.000
0.050
0.100
0.150
0.200
0.250
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Pro
po
rció
n d
e n
infa
s
Nudos del tallo principal
abril 27
mayo 12
julio 7
Figura 5. Distribución vertical de ninfas de la MBHP en chile
Tácticas o Métodos de Control
Control cultural. Las medidas de control cultural son modificaciones de las
prácticas de manejo de los cultivos con el propósito de hacer el medio ambiente menos
81 favorable para la reproducción, sobrevivencia y dispersión de la plaga. Un principio
importante es maximizar el intervalo de distancia y tiempo entre los cultivos hospedantes
de la MBHP. Las principales medidas culturales para el manejo de la MBHP son las
siguientes (Velázques y Medina, 2006, Natwick y Trumble 2011, Garzón 2011):
Selección de predios favorables para el cultivo del chile. Los predios para la
siembra del chile deben poseer un suelo con características adecuadas y sin
antecedentes de enfermedades. Se debe sembrar el chile al menos 1 km en
contra del viento de otros cultivos hospedantes susceptibles a la MBHP, tales
como cucurbitáceas y crucíferas.
Definir e implementar periodos de siembra y destrucción de residuos de cultivo.
Dependiendo de la dinámica poblacional de la plaga, particularmente de los picos
poblacionales de la mosquita blanca, se deben ajustar las fechas de siembra y
destrucción de residuos de cultivos, de tal manera que existan períodos libres de
cultivos hospedantes de al menos dos meses. En el caso particular del Valle de
Culiacán, Sinaloa se recomienda un período libre de cultivos de tres meses (junio
a agosto).
Uso de semilla o plántula de alta calidad, particularmente libre de patógenos.
Eliminación de hospedantes arvenses, tanto de la plaga como de los virus.
Eliminación de plantas de chile enfermas.
Practicar la rotación de cultivos, preferentemente con cereales.
Uso de cultivos trampa, tales como frijol, los cuales se deben tratar con
insecticidas para el control de la plaga.
Uso de barreras vivas de maíz y sorgo, las cuales pueden ser tratadas
adicionalmente con insecticidas.
Colocación de barreras físicas, tales como bandas de plástico amarillo
impregnadas con pegamento.
Uso de cubiertas flotantes a base de Agribón o de otro material adecuado.
Uso de acolchados plásticos reflejantes de color plata o aluminio.
En semilleros o producción de chile bajo condiciones de agricultura protegida
(casas sombras o invernaderos), utilizar mallas de calibre adecuado, al menos de
10 x 20 hilos por cm.
En relación con la práctica cultural de eliminación de maleza hospedante de la
MBHP o los patógenos que transmite, las principales especies de arvenses reportadas
como hospedantes de geminivirus en la Comarca Lagunera son: virginio, Nicotiana
glauca, y hierba amargoza, Ambrosia psilostachya, las cuales son muy abundantes en la
región y además de los geminivirus son hospedantes de otros tres a cinco virus
diferentes. Otras especies de maleza hospedantes de geminivirus son trompillo, Solanum
eleagnifolium, borraja, Sonchus oleraceus, calabacilla loca, Cucurbita foetidisima, jara,
82 Baccharis neglecta, y maravilla, Mirabilis jalapa (Morales 2006). En Sinaloa las
arvenses portadoras de Begomovirus son: estafiate, Parthenium histerophorus y Artemisa
sp., golondrina, Euphorbia serpens, borraja, S. oleraceus, trebolillo, Melilotus indicus,
meloncillo, Cucumis melo, bledo, Amaranthus palmeri, colotahue, Abutilon trisulcatum,
tumbabardas, Sarcostema cynanchoides, tabacón, N. glauca, y tomatillo, Physalis sp
(Méndez et al. 2006). Las siguientes arvenses presentes en los predios de chile en
Zacatecas han sido reportadas como hospedantes de geminivirus: malva, Malva
parviflora, saramao, Eruca sativa, quelite, Amaranthus palmeri, y gordolobo o girasol,
Helianthus sp. (Amador 2006, Garzón 2011).
La implementación de períodos de fecha de siembra, cosecha y destrucción de
residuos es una medida clave para el manejo de la MBHP. La Figura 6 muestra que el
crecimiento poblacional de la MBHP en la Comarca Lagunera es afectado por la fecha de
siembra o trasplante del cultivo. Se puede observar que la tasa de incremento poblacional
fue mayor a medida que el cultivo de tomate se establece más tarde. También el tipo de
cultivo afecta el crecimiento poblacional de la MBHP; así en el cultivo del melón los
niveles de infestación fueron mucho más altos que en tomate durante 1997. En el caso
del melón, el umbral económico de 3 adultos por hoja se alcanzó más temprano a medida
que la siembra se efectuó más tarde.
Figura 6. Efecto de la fecha de siembra o trasplante de melón y tomate en las
infestaciones de la MBHP, Comarca Lagunera, 1997.
Resistencia vegetal. El uso de variedades resistentes es uno de los métodos
más apropiados para reducir el daño indirecto por los virus transmitidos por la MBHP y el
TOMATE
0
2
4
6
8
10
0 20 40 60 80 100 120 140
Días después del trasplante
Ad
ult
os
/ h
oja
MAR. 11
ABR. 18
MAY. 8
TRASPLANTE
83 daño directo por succión de savia. Actualmente existen variedades comerciales de
tomate y chile resistentes a virus. Avilés y Valenzuela (1998 a,b,c) evaluaron 45, 54 y 52
genotipos de chile en siembras temprana (6 de septiembre), intermedia (8 de octubre) y
tardía (14 de noviembre), respectivamente, en el Valle de Culiacán, Sin., durante 1996-
1997. Se encontraron 13 cultivares con baja infestación de huevecillos de la MBHP,
sobresaliendo los materiales SM-896, FMX-1220 y Beitar (H-817). En Yucatán, se han
identificado los siguientes materiales de chile habanero con tolerancia a los gemenivirus
transmitidos por la mosquita blanca: Testigo regional, PRH22 ACC, PRH20 ACC y SMH1
(Gutiérrez-Alonso et al. 2006, Trujillo-Aguirre et al. 2006).
Control biológico. Esta es una de las tácticas de control más importantes en
programas de manejo integrado de la MBHP. Por control biológico se entiende la acción
directa de parasitoides, depredadores y entomopatógenos para mantener la densidad de
una plaga por debajo del nivel que habría en ausencia de dichos enemigos naturales. El
control biológico puede ocurrir naturalmente o ser inducido (control biológico aplicado).
Las estrategias básicas de control biológico aplicado son introducción (control biológico
clásico), aumento y conservación de enemigos naturales.
Los parasitoides que atacan a la MBHP pertenecen a especies de los géneros
Encarsia (Aphelinidae), Eretmocerus (Aphelinidae) y Amitus (Platygasteridae). Los
parasitoides nativos que atacan a ninfas de la MBHP en la Comarca Lagunera son
Encarsia pergandiella, Encarsia luteola y Eretmocerus tejanus, con niveles de parasitismo
bajos en repollo (0.10 a 0.80 %), algodonero (1.8 a 14.7 %) y melón (0 a 7.4 %) y
relativamente altos en vid (8.5 a 50.6 %) (Hernández et al. 1997). En general, los
parasitoides del género Eretmocerus (E. californicus y E. porteri) fueron los más
abundantes, aunque también se presentaron parasitoides del género Encarsia (E.
haldemani y E. pergandiella) sobre la MBHP en diversos cutivos, plantas de ornato y
especies de maleza en las diferentes regiones agrícolas del Noroeste de México
(Martínez 1995, 1996; Pacheco 1996, 1997, 1998b; Armenta 1996, 1997; Ramírez 1998,
1999; López 1996 a, b; Fu 1996; Cortéz 1996; Avilés 1996, 1998; Avilés y Medina 1998).
Los parasitoides son usualmente más efectivos a densidades bajas de las mosquitas
blancas. Las estrategias de aumento mediante liberaciones periódicas y conservación de
parasitoides mediante un manejo adecuado de insecticidas y plantas de refugio, parecen
ser muy prometedoras.
Las mosquitas blancas son atacadas por una gran variedad de depredadores,
entre los cuales destacan las crysopas Crysoperla carnea y C. rufilabris, y los
coccinélidos Delphastus pusillus, D. mexicanus e Hippodamia convergens. La presencia
de estos depredadores en una región dada puede reducir las poblaciones de la MBHP,
por lo que su identificación y cuantificación del impacto, así como su conservación y
liberación periódica pueden ser de gran importancia para el manejo de la plaga (Nordlum
y Legaspi 1995).
84 Los hongos entomopatógenos más efectivos contra la MBHP son Beauveria
bassiana, Paecilomyces fumosoroseus, P. farinosus, Verticillium lecanii, Metarhizium
anisopliae y Aschersonia aleyrodis. Entre los productos disponibles comercialmente se
encuentran Mycotrol WP, Naturalis-L y BEA-SIN a base de B. bassiana, PAE-SIN a base
de P. fumosoroseus y Mycotal a base de V. lecanii. Los principales requisitos para que
los hongos ejerzan un control efectivo de la MBHP son una buena cobertura de aplicación
y condiciones adecuadas de humedad relativa (arriba del 60 %) y temperatura (20-30 oC)
(Shannon 1996).
Control químico. El control químico de mosquitas blancas es dificil de lograr por
las siguientes razones: 1) tanto los estados inmaduros como los adultos se localizan en el
envés de la hoja, por lo que se encuentran bien protegidos de las aplicaciones
convencionales; 2) los estados inmaduros son sésiles (excepto el primer ínstar durante
un período corto de tiempo), por lo que no se mueven alrededor de la planta y no
incrementan su exposición a los tóxicos; 3) la distribución vertical del insecto que muestra
una concentración de ninfas grandes en la parte basal de la planta, donde la cobertura de
la aplicación es usualmente deficiente; 4) el aumento de tolerancia a los insecticidas por
las ninfas grandes (susceptibilidad diferencial); 5) la gran habilidad de los adultos para
dispersarse; 6) el hábito polífago de la MBHP; 7) el riesgo de crear surgimientos de
plagas secundarias por la eliminación de enemigos naturales, y sobre todo; 8) la
capacidad de las mosquitas blancas de desarrollar rápidamente resistencia a la mayoría
de los grupos toxicológicos de insecticidas.
El manejo de insecticidas no debe estandarizarse, debido a que el desarrollo de
resistencia de los insectos es un proceso dinámico, influenciado en gran medida por la
presión de selección que ejercen los diferentes grupos toxicológicos de insecticidas y
acaricidas usados en los sistemas de producción propios de cada región. Por lo tanto, las
poblaciones de las mosquitas blancas son diferentes en cuanto a susceptibilidad a
insecticidas de un año a otro y de una región a otra (Pacheco 1990). En consecuencia, es
necesario diseñar estrategias de manejo regional de insecticidas con base en los
siguientes criterios: 1) uso de insecticidas a partir de un análisis toxicológico (define la
presión de selección), 2) efectividad de insecticidas derivada de evaluaciones de campo
(define la relación dosis de insecticidas-mortalidad del insecto), 3) niveles de resistencia a
insecticidas a partir de bioensayos (define las diferencias entre poblaciones susceptibles
y de campo), 4) afinidad de mecanismos de resistencia, con base en bioensayos y
revisión de literatura (define de antemano el mecanismo de resistencia a seleccionar), 5)
relación fenológica cultivo-plaga, basada en estudios de dinámica poblacional de la plaga
y de fenología del cultivo (define los sitios donde diluir problemas de resistencia), 6)
impacto de insecticidas en enemigos naturales, basado en bioensayos y evaluaciones de
campo (define el espectro de respuesta de los enemigos naturales a los insecticidas), y 7)
vigencia del registro de uso de los plaguicidas, de acuerdo a la guía de plaguicidas
autorizados y al catálogo oficial de plaguicidas de CICOPLAFEST (normatividad).
85 Bujanos et al. (2011) indican que la implementación de una estrategia efectiva
del manejo de la resistencia a plaguicidas debe buscar minimizar la selección, o el uso de
un solo tipo o grupo químico de productos. Además, estos investigadores consideran que
la alternancia, secuencia o rotación de productos de diferente modo de acción
proporciona un enfoque sustentable y efectivo del manejo de la resistencia. Finalmente,
enlistan 18 grupos de insecticidas con diferente modo de acción para el control de plagas
del chile, de los cuales 10 grupos pueden ser utilizados para el manejo de la mosquita
blanca. En el Cuadro 5 se presenta una agrupación de insecticidas que puede ser
utilizada para el manejo de la resistencia de la mosquita blanca. Adicionalmente, se
pueden considerar productos biorracionales con acción insecticida, tales como los
jabones, aceites, extractos de plantas (ajo, chile, cítricos y otros) y hongos entomófagos
(Verticilliun lecanii, Paecylomises fumasoroseus, Beauveria bassiana) que por su forma
de actuar pueden ser auxiliares en el manejo de resistencia (Martínez 1998, Martínez
2011 comunicación personal).
Cuadro 5. Agrupación de insecticidas para el manejo de la resistencia en mosca blanca.
Insecticida Grupo Químico Modo de Acción
Insecticidas Convencionales
Endosulfan Organoclorados
Ciclodienos
Antagonista de los receptores GABA
Metamidofós
Paratión Metílico
Acefate
Triazofos
Organofosforados
Inhibidores de la Acetílcolinesterasa
Aldicarb
Metomyl
Oxamyl
Carbamatos Inhibidores de la Acetílcolinesterasa
Bifentrina
Lamda-cyhaolotrina
Fenpropartin
Piretroides Activadores de los Canales de Sodio
Amitraz Formamidinas Agonistas de los receptores de la
octopamina
Nuevos Insecticidas
Imidacloprid NeoNicotinoides Agonistas de receptor nicotínico
86
Acetamiprid
Thiametoxam
Buprofezin Reguladores de
Crecimiento
Inhibidores de la Síntesis de la Quitina
Pyriproxifen Reguladores de
Crecimiento
Mímicos de la Hormona Juvenil
Pymetrozine Pyridinas Inhibidor de la alimentación
Neem Botánicos Antagonistas de la ecdysona
CONCLUSIONES
Existen avances significativos de investigación en las siguientes áreas:
identificación de especies de mosquitas blancas, identificación de plantas hospedantes,
biología, patrones de crecimiento poblacional, control biológico (identificación de
parasitoides y uso de hongos entomopatógenos) y pruebas de efectividad de insecticidas.
Esta información ha permitido la implementación de programas de manejo integrado y
campañas de control de la plaga en diferentes regiones del país. Sin embargo, existen
necesidades prioritarias de investigación en las siguientes áreas: epidemiología e
interacciones clima-planta-vector-virus, determinación de umbrales económicos,
desarrollo de planes de muestreo para mosquitas blancas y enemigos naturales,
sistemas de manejo de cultivos, desarrollo de variedades resistentes, manejo de
depredadores y parasitoides, y desarrollo de estrategias de manejo de insecticidas.
LITERATURA CITADA
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Calera, Zacatecas, México.
MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS EN EL CULTIVO DE CHILE CON ÉNFASIS EN
CONSERVACIÓN DE FAUNA BENÉFICA.
AUTORES. Enrique Garza Urbina1
INTRODUCCIÓN
En el estado de San Luis Potosí el cultivo de chile Capsicum annum L., es la
especie hortícola de mayor importancia económica y social, ya que constituye la principal
94 fuente de ingresos de los productores y de los trabajadores del área rural que se
emplean en el proceso de producción que comprende desde el trasplante hasta la
cosecha.
Destacan como plagas de importancia económica en estos cultivos la mosquita
blanca Bemisia tabaci, B. argentifolii, pulgón verde Myzus persicae, barrenillo del chile
Anthonomus eugenii, minador de la hoja Liriomyza spp, pulgón saltador Paratrioza
cockerelii, gusano del fruto Helicoverpa zea y Heliothis virescens, gusano soldado
Spodoptera exigua, gusano del cuerno Manduca sexta, acaro blanco
Polyphagotarsonemus latus y araña roja Tetranychus urticae.
En el plano económico, estas plagas han ocasionado fuertes pérdidas de
capital para los productores, falta de empleo y de ingresos en el medio rural; en
el aspecto ecológico, la exagerada aplicación de insecticidas ha ocasionado
serios problemas en el ecosistema, de residuos en las cosechas, la resistencia
de los insectos a los insecticidas, la reducción de la fauna benéfica, el
incremento de la contaminación ambiental y de los costos de producción.
1. Campo Experimental Las Huastecas. Sitio Experimental Ébano, CIRNE-INIFAP,
Km 67 Carretera Valles - Tampico, Ébano, S.L.P. [email protected]. y
MATERIALES Y METODOS
En el estado de San Luis Potosí se han llevado a cabo trabajos de
investigación, validación y transferencia de tecnología sobre el manejo
integrado de las plagas en el cultivo de chile. Dentro de estos estudios se
realizaron evaluaciones de efectividad biológica de insecticidas en las
principales plagas, la determinación de los niveles y mecanismos de resistencia
a insecticidas en las plagas en donde se observó problemas para su control en
95
campo; evaluación de hongos entomopatogenos; de los productos evaluados
se seleccionaron aquellos que reunieran tres características: autorizados,
efectivos y selectivos, esto con la finalidad de conservar la fauna benéfica
natural o inducida. Además, este manejo se complementó con el uso de
diferentes trampas, haciendo mucho énfasis en el control cultural y con un
muestreo periódico de las plagas y de la fauna benéfica. Esta estrategia se
llevó a la etapa de validación y transferencia de tecnología en la Planicie
Huasteca, Zona Media y Altiplano de San Luis Potosí.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Con los resultados de investigación y validación se elaboró una estrategia
de Manejo Integrado de plagas en el cultivo de chile que considera el uso de
insecticidas efectivos y selectivos, dentro de estos se tienen, para el manejo de
insectos vectores de virus: Imidacloprid en dosis de 49 gramos de ingrediente
activo (g.I.A.) por kilogramo de semilla y después del transplante aplicar 350 g
I.A./ha de este mismo insecticida al cuello de la planta o Thiamethoxam en
dosis de 150 g I.A./ha; durante 60 días después de la aplicación no será
necesario realizar otras aplicaciones de insecticidas para el control de vectores
de virus (mosquita blanca, pulgones y pulgón saltador), minador de la hoja,
pulga saltona, diabrotica y trips. Después de este periodo se sugiere el uso de
Pymetrozine en dosis de 250 g I.A./ha o el hongo Paecilomyces fumosoroseus
en dosis de 2.4 x 1012 conidias por hectárea para el control de mosca blanca y
Abamectina para el control del pulgón saltador en dosis de 3.6 g I.A./ha.
Para el manejo del barrenillo del chile Anthonomus eugenii se deben utilizar
trampas con feromonas y realizar aplicaciones de Clorpirifos etil, Oxamil o
96
Fipronil en dosis de 720, 520 y 50 g I.A./ha respectivamente, cuando se
detecte el primer adulto en las trampas de feromona.
Para el manejo del minador de la hoja, la conservación de la fauna benéfica es
clave para la reducción de sus poblaciones, dentro de estos se han observado
los géneros Opius, Diglyphus y Dacnusa. En caso de que se detecte más del
20% de hojas con larvas vivas se sugiere el uso de Abamectina y Cyromacina
en dosis de 5.4 y 75 g I.A./ha.
Para el manejo del acaro blanco Polyphagotarsonemus latus y la araña roja
Tetranychus urticae se pueden utilizar la Abamectina en dosis de 9 g I.A./ha o
Azufre elemental en dosis de 2000 g I.A./ha.
Para el manejo de plagas del orden Lepidóptera, como gusano del fruto
Helicoverpa zea y Heliothis virescens, gusano soldado Spodoptera exigua y
gusano del cuerno Manduca sexta, se sugiere el uso de trampas con melaza
fermentada y trampas con feromonas para la captura de adultos y liberaciones
de Trichogramma pretiosum. Además aplicaciones de productos a base de la
bacteria Bacillus thuringiensis en dosis de 0.5 a 1.0 kg de producto comercial
por hectárea, el virus de la poliedrosis nuclear en dosis de 1.2 x 1010 cuerpos
poliédricos de inclusión por hectárea o los insecticidas selectivos Spinosad,
Tebufenozide o Benzoato de emamectina en dosis de 48, 80 y 10 g I.A./ha
respectivamente.
En las huertas de chile se tiene una alta incidencia de insectos benéficos
cuando se implementa esta estrategia, debido a que durante los primeros 90
días del ciclo del cultivo no se generalizan las aplicaciones de insecticidas y a
97
que los productos sugeridos presentan bajo o nulo impacto sobre las
poblaciones de insectos parásitos y depredadores; con este manejo, se
conserva la fauna benéfica nativa e inducida, entre las que destacan por su
abundancia: parasitoides del tercer estadio ninfal de mosquita blanca de los
géneros Encarsia y Eretmocerus, la mosquita bailarina Drapetis sp.,
depredador de adultos de esta misma plaga, la avispita Tamarixia parasitoide
de las ninfas del pulgón saltador, avispitas de los géneros Lisiphlebus y
Aphidius parasitoides del pulgón verde, parasitoides de las larvas del minador
de la hoja de los géneros Opius, Diglyphus y Dacnusa, acaros depredadores de
los géneros Phytoseiulus y Amblyseius, crisopas Chrysopa spp., catarinita
Hippodamia convergens, chinche pirata Orius spp., chinche ojona Geocoris sp.
chinche Macrolophus sp. y arañas verdaderas entre otros.
Con este manejo se ha logrado disminuir la incidencia de enfermedades
virales en un 70%, el uso de insecticidas y los costos por concepto de control
de plagas del 50 al 70%; además de las ventajas que esto representa como es
la reducción de la contaminación ambiental y de los residuos tóxicos en las
cosechas, se evita el desarrollo de insectos plaga resistentes a los insecticidas
y sobre todo se evita el rebrote de otras plagas consideradas como
secundarias, al conservar la fauna benéfica natural que las mantiene bajo
control.
CONCLUSIONES
- Se ha diseñado una estrategia de MIP en chile y jitomate en San Luis
Potosí.
98
- La estrategia considera el uso de insecticidas autorizados, efectivos y
selectivos, con la finalidad de conservar la fauna benéfica natural e
inducida.
- Con este manejo se ha logrado reducir la incidencia de enfermedades
virales, el uso de insecticidas y los costos por concepto de control de
plagas.
- Esta estrategia se ha validado y trasferido en la Planicie Huasteca, Zona
Media y Altiplano de San Luis Potosí.
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MANEJO INTEGRADO DEL BARRENILLO DEL CHILE Anthonomus eugenii
Cano (Coleoptera: Curculinidae)
Edgardo Cortez Mondaca.
1. Introducción
El picudo del chile Anthonomus eugenii Cano (Coleoptera: Coccinellidae) es un insecto
que ataca todos los tipos de chile y puede dañar hasta el 100% de los frutos de una
planta. Su importancia como plaga radica en su amplia distribución y por ser el insecto
que más gastos de control requiere (Burque y Woodruff 1980, Bolaño y Aranda 1991,
Bujanos et al., 1993). En las regiones donde está presente se hace un uso intensivo de
insecticidas como única medida de control (Laborde y Pozo, 1984). La mayoría de los
tratamientos siguen un programa calendarizado (Pacheco 1985, Coudriet y Kishaba
1988), con más de 15 aplicaciones por temporada de cultivo (Díaz, 1994). Lo anterior,
100 además de incrementar los costos de cultivo y afectar la salud del hombre, provoca
contaminación ambiental, origina resistencia a los insecticidas por los insectos plaga y
elimina a los insectos benéficos (CATIE 1993).
Stern et al. (1959) propusieron el control integrado de plagas, el cual consiste en la
combinación del control biológico más el control químico, sin embargo, es prácticamente
imposible de llevar a cabo pues difícilmente estos dos métodos pueden implementarse de
manera conjunta, debido básicamente a que los enemigos naturales son muy
susceptibles a los plaguicidas, incluso en mayor grado que los insectos fitófagos (Croft,
1990). Posteriormente, al inicio de la década de los sesenta apareció el manejo integrado
de plagas, el cual considera la selección, integración e implementación de todas las
estrategias de control, contemplando de antemano las repercusiones ecológicas, sociales
y económicas.
La selección, integración e implementación de tácticas para el manejo de organismos
__________________________________________
Investigador de Entomología en el Instituto nacional de Investigaciones Forestales y
Pecuarias-Campo Experimental Valle del Fuerte. Km. 1609, carret., internacional Mexico-
Nogales. Juan José Ríos, Sinaloa. C.P. 81110. [email protected]
dañinos se da en un enfoque de sistemas con diferentes niveles de integración, o sea,
puede ser conceptuando la integración de varios procedimientos para el manejo de un
organismo dañino; en contra de un complejo de organismos dañinos que afectan a un
solo cultivo; en contra de un complejo de organismos dañinos que afectan a varios
cultivos y/o productos; en contra de un complejo de organismos dañinos que afectan a un
cultivo en un agroecosistema total (región agrícola); siendo esto último lo ideal y con
algunas plagas, como es el caso del barrenillo del chile, mosca blanca Bemisia sp., el
psílido asiático de los cítricos Diaphorina citri Kuwayama, entre otros es el único nivel de
integración en el que se puede tener éxito sustancial, no obstante, es válido hablar de un
MIP a nivel parcelario debido a que los programas de MIP son inacabados e imperfectos,
y por lo mismo dinámicos y perfectibles.
El adjetivo ―integrado‖ (no integral) se refiere a que la selección de estrategias se
hace a priori: el diseño de un MIP se debe hacer con todo el tiempo de
antelación, de esta forma, cuando se aplica se trata ya de un paquete de tácticas
elaborado, es decir, integrado. No se pone en práctica y sobre la marcha se
definen las estrategias de manejo requeridas, cuando así sucede inevitablemente
se recurre siempre al empleo del control químico (la última medida de control que
se debe implementar) casi siempre antes que la mayoría de las estrategias. El
MIP debe anticipar acontecimientos imprevistos, contemplar la posibilidad de
fracasos y obrar con cautela, sobre todo estar conciente de la complejidad del
ecosistema y de los cambios que pueden ocurrir dentro de él (Byerly, 1989).
101
Dos de los casos exitosos y representativos del MIP en México, se dieron
alrededor de 1995 y nuevamente contra el mismo insecto plaga a partir de 2006,
ambos realizando una campaña contra mosca blanca en el noroeste del país, en
Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur; con la creación de grupos
de seguimiento para la campaña contra la plaga a nivel regional (Pacheco, 1998;
Cortez, 2008) y con el establecimiento de diferentes medidas para reducir el
riesgo de altas poblaciones, fue posible reanudar la explotación agrícola de
cultivos altamente preferidos por la plaga, entre ellos soya y hortalizas en el norte
de Sinaloa, en condiciones de producción prácticamente normales.
II.. LLaass CCaauussaass ddee llaa PPrroobblleemmááttiiccaa ddeell BBaarrrreenniilllloo ddeell CChhiillee
1. - Recursos abundantes durante gran parte del año. El cultivo del chile como otras
hortalizas se establece en diferentes regiones agrícolas durante periodos largos de
tiempo, tres meses o más, provocando que esté en pie durante la mayor parte del año; en
este periodo se desarrollan un buen número de generaciones discretas y traslapadas del
insecto, en forma abundante. Los meses sin presencia del cultivo no son suficientes para
influir significativamente en la densidad poblacional del picudo, ya que además cuenta
con hospederas alternas silvestres (CAB International, 2000) en las que se puede
desarrollar durante su ciclo de vida completo o sólo para proveerse de alimento y refugio
(hospedera temporal). Cabe señalar que de acuerdo al régimen de clima de cada región
‖chilera‖ con relación a la fecha de siembra del chile, el desarrollo del insecto plaga es
menos o más favorecido, en algunas regiones el cultivo se desarrolla de frio a calor, o
sea, se establece en cuanto el frio lo permite y se desarrolla en meses cada vez más
cálidos y viceversa se establece en cuanto las altas temperaturas lo permiten y en los
meses subsecuentes las temperaturas son cada vez más moderadas. En el primer caso
el desarrollo de la plaga se incrementa paulatinamente en condiciones cada vez más
propicias.
2. Abandono del cultivo y las socas. A pesar de ser condiciones reconocidas y muchas
veces señaladas, como promotoras de la presencia de plagas, en la mayoría de las
regiones agrícolas se registran todas las temporadas. El abandono de los cultivos en pie,
generalmente se da por el irredituable valor de la producción o siniestros por
enfermedades, y el abandono de las socas es debido a diversas causas, entre las que
sobresale la falta de cultura y el poco interés en invertir (tiempo, dinero y esfuerzo) en
algo que ya produjo lo que se esperaba, a veces bajo una relación beneficio-costo
negativa. Con frecuencia los productores de chile en baja escala y/o irregulares (de sólo
una u otra temporada), no cumplen con la destrucción de la soca, ya que no se sienten
comprometidos como productores de este cultivo.
102
3. Medidas de control mal ejecutadas. En todas las regiones agrícolas se tienen
defectos al momento de ejecutar una medida de control, incluso bajo ciertas
condiciones, de manera casi inevitable, debido a innumerables razones como:
muestreo inadecuado, desconocimiento del umbral de acción, técnicos mal
capacitados, equivocada selección de la estrategia de control, equipos en mal
estado, etc.
4. Falta de medidas que impacten a la población plaga a nivel regional. Cada productor
agrícola de los diferentes cultivos trabaja por su cuenta y riesgo, de manera tal que en
pocos casos se alían para desarrollar actividades con un objetivo común; de esta
manera, no se aplican medidas que impacten a la plaga a nivel región, el impacto es
limitado (por lote, productor o empresa) siempre y cuando la estratega de control resulte
efectiva. Las campañas fitosanitarias y las acciones de investigación, aunque son
derivadas por el sentir de los productores, las organizan, coordinan y ejecutan personal
de las dependencias del gobierno, y los productores agrícolas poco participan.
De las cinco causas que originan las plagas (Rodríguez et al., 2000) la que no
podemos asegura que esté en juego es la debida al cambio del insecto plaga (A.
eugenii), generalmente por causas genéticas, ya que aunque esto podría estar
sucediendo con la selección de resistencia a insecticidas, al parecer no se ha
determinado. La eliminación o limitación de los factores que regulan y controlan
naturalmente a las plagas tampoco se tiene documentada, sin embargo, es muy
posible que haya presencia de enemigos naturales, pero difícilmente pueden
influir en la población plaga, ya que si hay se presentan en cantidades reducidas y
por otro lado, se hace un empleo abundante de agroquímicos que restringen su
presencia. También, en cierta forma la presencia abundante de hospederos
silvestres que se desarrollan como maleza, regulan naturalmente la población de
la plaga, aunque en este caso a favor de la misma.
IIII.. Las Alternativas para el Manejo del Barrenillo del chile
El conocimiento del porque existen las plagas agrícolas contribuye
sustancialmente a concebir algunas alternativas para el control de las mismas,
enseguida se enumeran las posibles alternativas para realizar un manejo
adecuado del picudo del chile:
1. Control biológico. En distintas regiones productoras el picudo del chile es atacado por
varias especies de parasitoides, pero su control natural es disturbado por el uso intensivo
de plaguicidas (Cortez et al., 2002). Wilson (1986) reportó un 5% de parasitismo por
103 Catolaccus hunteri sobre larvas de picudo del chile en Florida (EUA). Riley y Schuster
(1992) observaron un 26% de parasitismo por este insecto y que el efecto del parasitoide
es mayor en frutos caídos de chile bell, sobre todo en aquellos menores de 2.5 cm de
diámetro, debido a que el grosor del pericarpio es menor, lo que permite localizar a los
huéspedes con mayor eficacia. Por su parte, Mariscal et al. (1998) encontraron a C.
hunteri en el estado de Nayarit parasitando en un 2.9% a A. eugenii, Aguilar y Servín
(2000) lo localizaron en Valle de La Paz y de Todos Santos (Baja California Sur).
Cortez y Cabanillas (2005) detectaron un parasitismo por C. hunteri de 2.3 a 5.3%,
Pérez et al. (2003) de 0.54% y Rodríguez y Reyes (2003) de 15.2%, este último en
Tamaulipas en frutos de chile piquín (posiblemente debido al reducido grosor del
pericarpio). Pérez (2006) reporta cuatro especies de parasitoides de A. eugenii en el
estado de Sinaloa, siendo C. hunteri la especie más frecuente y distribuida, con un
parasitismo de 8.6 a 9.6%. No obstante que el control biológico natural es bajo, C. hunteri
puede ser un agente de control biológico del picudo del chile (Wilson, 1986), si se
desarrolla tecnología para aumentar su eficacia.
En frutos de chile piquín en Tamaulipas, Rodríguez y Reyes (2003) detectaron un
parasitismo de 6.9% por Eurytoma sp. y menor por Eupelmus y Bracon. CABI (2000)
señala a Bracon mellitor como un parasitoide importante de esta plaga. En Oaxaca, en
1999 Ernesto Mosqueda Bravo (del INIFAP) recolectó a la avispita Urosigalphus sp.
parasitando en 30% al picudo del chile.
En Nayarit, Mariscal et al. (1998) encontraron que avispitas de los géneros
Eupelmus, Urosigalphus y Bracon parasitan al picudo del chile, pero observaron a
Triaspis eugenii como el parasitoide más abundante, con un parasitismo de hasta 29.2%
en lotes sin aplicación de insecticidas. Rodríguez et al. (2004) señalan que por ser T.
eugenii es un parasitoide huevo-prepupa, puede alcanzar al huésped antes de que se
interne dentro del fruto, y por lo tanto no importa el tamaño del mismo, por lo que puede
ser un mejor candidato que C. hunteri para el control biológico del picudo del chile, en un
programa por incremento de enemigos naturales.
Los hongos entomopatógenos Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae
también pueden enfermar al adulto del picudo del chile (Bujanos et al., 1993, Torres et al.,
2004), pero hace falta tecnología para que su eficacia en campo sea significativa, de
manera específica encontrar cepas de los hongos que sean altamente infectivas para A.
eugenii.
En 1934 y 1937 se intentó el control biológico clásico del picudo del chile, al
introducir a E. cushmani y C. hunteri en Hawaii; después, entre 1942 y 1943 se liberó a
Bracon vestiticida y se logró cierto establecimiento de los parasitoides, pero no se
documentó éxito alguno (TAMU, 1999). Schuster (2004) evaluó el efecto de liberaciones
inundativas de C. hunteri en Florida, con 0, 1970, 3950 y 7870 parasitoides por hectárea,
en parcelas de producción orgánica de chile. La cantidad de frutos infestados por el
picudo fue significativamente menor donde se liberaron más avispas. Además,
liberaciones de 3690 parasitoides en parcelas del hospedero silvestre ‗chichiquelite‘,
104 seguidas por liberaciones de 7870 avispas en las parcelas de chile lograron disminuir
el daño por el picudo. Dicho autor menciona que residuos de los insecticidas indoxacarb
(Avaunt), tebufenozide (Confirm), azadiractina y cryolita no fueron tóxicos para adultos
del parasitoide, mientras que residuos de spynosad (Tracer) y oxamil (Vidate) fueron
moderadamente tóxicos.
En México, el intento de control biológico del picudo del chile por medio de
parasitoides ha sido reducido. Corrales (2002) evaluó liberaciones inundativas de 390
especímenes de C. hunteri/ha a intervalos semanales durante 21 semanas y en la etapa
de mayor incidencia de la plaga. Aunque liberó un total de 8534 parasitoides, no observó
ningún impacto sobre la plaga. Cortez (2001) evaluó el parasitismo de C. hunteri sobre el
picudo del algodonero, especie emparentada cercanamente con el picudo del chile, y
observó un porcentaje promedio de parasitismo de 42%. En La Cruz de Elota (Sinaloa) se
implementó un programa de manejo integrado de plagas del chile a partir de 2002, que
incluyó aplicaciones de los hongos B. bassiana y M. anisopliae durante el desarrollo del
cultivo de septiembre a mayo, y después de la cosecha durante junio a agosto en
residuos del cultivo, plantas silvestres aledañas a los lotes de producción y plantas de
ornato en la zona urbana. El programa incluyó una serie de tácticas de control para A.
eugenii, como fechas de siembra, muestreo intensivo de la plaga y destrucción de
residuos del cultivo. A partir de su implementación se ha observado una significativa
reducción poblacional del picudo del chile, de las aplicaciones de insecticida, del costo de
cultivo y de daño por la plaga (Carlos Urías M., comunicación personal 2005,
CESAVESIN).
2. Reducción de hospederos no cultivables en las áreas de siembra del chile. Hospederas
alternas con desarrollo del ciclo completo del insecto: Solanum melongena (berengena),
Solanum nigrum (chiquelite), Solanum rostratum (duraznillo), Solanum madrense
(sacamanteca), Solanum tridynamum (mala mujer), Physalis floridana (tomatillo silvestre)
y Physalis pubescens (tomatillo silvestre) (Clark y Burke, 1996; Riley, 1992; CAB
International, 2000; Gordon-Mendoza et al., 1991; Universidad de Texas 1999). Los
adultos también se alimentan de algunas solanáceas como la papa Solanum tuberosum
L. y el tomate Lycopersicon esculentum Mill, sin embargo no se ha observado oviposición
(Elmore et al., 1934). Otras solanáceas atacadas son el toloache Datura stramonium L.,
el tabaco ornamental Nicotiana alata Link & Otto (Patrock y Schuster, 1992) y la petunia
Petunia parviflora Juss (Elmore et al., 1934).
La reducción de la fecha de establecimiento del cultivo no parece ser una opción
viable para establecer un periodo de tiempo sin hospedera cultivable, ya que los
productores buscan deliberadamente obtener la producción en las llamadas ―ventanas de
comercialización‖ más atractivas. Por lo anterior, es importante reducir la presencia de los
hospederos alternos que se presentan alrededor y dentro de las áreas de cultivo, sobre
todo antes y durante las primeras fases de desarrollo del cultivo del chile.
105 3. Realizar una aspersión de fin de cultivo. Después del último corte de fruto hacer
una aspersión de insecticida más un desecante. Es importante reducir en lo posible, el
número de picudos adultos que emigran de los cultivos de chile a los hospederos
silvestres durante el tiempo en que no hay cultivo en pie, en julio y agosto. Entre menor
sea el número de adultos que salen del cultivo, menor será la población que inicie la
colonización de la siguiente temporada. Se sugiere realizar una aspersión de un
plaguicida adulticida de contacto del que se tenga conocimiento que tiene efectividad (de
acuerdo a pruebas de efectividad biológica) y que sea económico, de ser posible se
recomienda adicionar un desecante para evitar que los adultos plaga se continúen
alimentando de las terminales y hojas tiernas de las plantas. Esta medida se recomienda
más que nada para lotes de chile altamente infestados por la plaga y por lo mismo en
general para los de las últimas fechas de trasplante.
4. Destrucción inmediata de cultivos abandonados y socas. Desvarar, rastrear y
barbechar a una profundidad no menor de 30 cm (Universidad de California, 1984). Esta
recomendación de barbecho igual o mayor a 30 cm, se obtuvo específicamente para el
picudo del algodón, pero de acuerdo a las similitudes de ambas especies es muy posible
que proceda para el insecto plaga que nos ocupa; los estudios señalan que a dicha
profundidad los picudos adultos no pueden emerger. Por otra parte, el rastreo con un
equipo rotátil es preferible al disqueo u otro tipo (Clyde, 1995); es importante señalar que
una sola soca no destruida, incluyendo las labores de desvare, rastreo y barbecho, puede
funcionar como foco de infestación de picudos que se dispersan en un radio de varios
kilómetros, en la próxima temporada. Si el cultivo no presenta una alta infestación del
picudo, la ejecución de esta estrategia puede ser suficiente y no requerirse la aspersión
de insecticida más desecante al final del cultivo, pero la destrucción debe realizarse
inmediatamente después del último corte de fruta.
5. Evitar establecer el cultivo próximo a focos de infestación de la plaga. En un área
agrícola compacta, esta medida estaría restringida, sin embargo es necesario seguirla en
cuanto sea posible. Un cultivo de chile establecido próximo al sitio donde la temporada
anterior se tuvo una fuerte presencia de la plaga, ocasionará una nueva alta densidad del
picudo con sus consecuencias ya conocidas. Por esta razón se subraya la necesidad de
realizar en tiempo y forma la destrucción de las socas o cultivos abandonados.
6. Realizar estudios de monitoreo de resistencia a insecticidas y de efectividad biológica.
El monitoreo de resistencia de A. eugenii hacia los insecticidas utilizados para su control
es de primordial importancia; debido a que la selección de especímenes resistentes a
insecticidas no se puede evitar se requiere realizar periódicamente el monitoreo de la
resistencia en los productos químicos utilizados, con el propósito de determinar el posible
desarrollo de ésta, en que grado, en que sentido (hacia que insecticidas) y con base a
esto definir las estrategias a emplear (Rodríguez y Vázquez-Navarro, 1997). En
contraparte, los estudios de efectividad biológica permiten definir los insecticidas
106 efectivos contra A. eugenii y deben realizarse con regularidad si es posible cada
temporada, antes de requerir su empleo o bien al final. El monitoreo de resistencia y los
estudios de efectividad biológica se complementan, aunque un estudio de la resistencia
nos dé una idea de que insecticidas son efectivos en campo, estos no pueden suplir a los
estudios de efectividad y viceversa (Lagunes y Vázquez, 1994).
7. Inspeccionar estrechamente la presencia del insecto. Existen diferentes tipos de
muestreo para determinar la presencia de A. eugenii en el cultivo (Riley, 1992; Riley,
1998), uno de ellos, quizá el más usado, es el de inspeccionar dos terminales florales en
200 plantas. Aunque las diferentes técnicas para el muestreo de la plaga sean
equivalentes finalmente, es importante que se seleccione una para monitorear al insecto
a nivel regional en forma homogénea. Para detectar el arribo de la plaga, el sitio por
donde llega y conocer relativamente su densidad poblacional es necesario emplear
trampas con feromona instaladas por la periferia del cultivo. De este modo la inspección
para detectar al insecto plaga se puede dirigir al lugar que las trampas con feromona nos
lo indiquen, sin embargo, aun sin trampas con feromona hay que considerar que las
partes con mayor probabilidad de ocurrencia de la plaga es aquella próxima a drenes y
arbustos, especialmente donde hay presencia de hospederas silvestres. El muestreo del
picudo del chile en el cultivo se debe realizar al menos dos ocasiones por semana a
intervalos regulares.
8. Monitorear la fluctuación poblacional de la plaga permanentemente. Aunque esta
estrategia está muy relacionada con la anterior, en este caso nos referimos a realizar un
seguimiento al desarrollo fluctuacional de A. eugenii de manera permanente a través del
año, de manera parecida a como se realiza el trampeo del picudo del algodón y mosquita
blanca. Con la información resultante podemos definir como se incrementa y declina la
población plaga, en que partes de la región es más abundante de acuerdo a la época del
año y relacionar la información con la presencia de hospederos silvestres, y
relacionándola a la vez con el comportamiento de la temperatura, podemos conocer el
número de generaciones que se presentan en el año, etc.
9. Emplear el control químico al detectar un picudo adulto por muestra. El umbral de daño
económico utilizado depende de la técnica de muestreo, para la mayoría de los casos es
un adulto, como en la inspección de dos terminales florales en 200 plantas (Riley, 1992;
Riley, 1998). Se debe utilizar un insecticida efectivo y de ser posible económico, de
acuerdo a prueba de efectividad biológica y que no esté propenso a seleccionar la
resistencia en el insecto (ver sección dedicada a este tema). Las primeras aspersiones
deben de ser localizadas, dirigidas a focos de infestación y/o anilladas.
10. Utilizar equipos de aspersión de insecticidas en buen estado. En muchas ocasiones
las fallas en el control de los plaguicidas utilizados son debidas al mal estado de los
107 equipos de aspersión o bien, a que aun cuando están en buen estado no realizan una
aspersión y cubrimiento adecuado. Incluye darle un mantenimiento periódico a todo tipo
de equipo utilizado para este fin, para conservarlo limpio y en buen estado.
11. Recolectar y destruir frutos tirados. La recolección y destrucción de frutos o
fructificaciones (incluyendo botones florales) infestados con picudo del chile, se debe
realizar semanalmente, desde el momento en que se observen los primeros frutos
abortados (Riley, 1992; Riley, 1998) y cerciorarse de que sean destruidos, pues como
sabemos no basta con sacarlos del predio. Es conveniente pensar en la posibilidad de
diseñar y construir un tipo de moledora, específicamente para este propósito, otra opción
es sumergirlos por horas en agua, a la cual puede adicionársele cloro al 5%.
12. Implementar el método de unidades calor para pronosticar los eventos biológicos de
la plaga y del cultivo. El método de unidades calor o grados día se utiliza para conocer el
desarrollo de los organismos de sangre fría (poiquilotermos) de una manera constante
(más que en tiempo cronológico) y pronosticar la ocurrencia de sus eventos fenológicos
(Zalom, 1983), es sobre todo útil con organismos de hábitos crípticos, como A. eugenii.
Mediante este método podemos programar acciones encaminadas, en este caso, al
control de la plaga prediciendo en qué momento se encontrará más expuestos al efecto
de una acción de control, como una aspersión de insecticida. En combinación con el
monitoreo permanente de la plaga, podemos determinar con mucha precisión el número
de generaciones que se pueden desarrollar en un año, la duración de cada generación
(Cortez, 1992; Rodríguez y Quiñones 1990 y 1991) de acuerdo a la época del año, el
momento en que predomina cada una de las etapas de desarrollo del insecto (adultos,
huevecillos, larvas, pupas). Con el conocimiento del desarrollo del cultivo con el mismo
método, podemos inferir y pronosticar la ocurrencia de los eventos importantes para el
manejo del cultivo y los relacionados con la plaga del picudo del chile. Otra manera
práctica de conocer el momento de la emergencia de picudos adultos establecidos en el
cultivo, es confinando una cantidad de alrededor de 50 frutos infestados en bolsas de tela
organza o de tul (bien cerradas) y colocarlas en sitios determinados del cultivo e
inspeccionarlas continuamente para determinar el día en que emerjan el 50% o más de
los adultos, para programar una aspersión de insecticida al día siguiente.
13. Establecer áreas de hospederos para concentrar poblaciones de barrenillo del chile.
Meses antes de iniciar la fecha de siembra del chile, se pueden establecer superficies de
plantas hospederas preferidas, incluso del mismo chile, en donde se pueden establecer
dispersores de feromonas para atraer adultos de A. eugenii con el propósito de
concentrar deliberadamente los adultos presentes en el ambiente y posteriormente
realizar una aspersión de insecticida, incluso en dosis suficientemente elevadas o
mezclas que garanticen la mayor mortalidad del insecto y enseguida destruir las
hospederas para eliminar inmaduros en fructificaciones. La presente recomendación
108 parece ir en contra del sentido común puesto que prácticamente se trata de propiciar
o estimular la presencia de la plaga, sin embargo, esto permitiría eliminar previo a la
siembra de chile la mayor parte de los adultos de la plaga en el ámbito regional, siempre
y cuando se realize cordinamente en dicha escala; la Universidad de California (1984)
recomienda algo similar para el manejo del picudo del algodón.
14. Organizar un grupo de seguimiento para el manejo integrado del picudo del chile. Que
esté integrado por productores de chile, autoridades de sanidad vegetal, técnicos de
campo e investigadores (Pacheco, 1998; Cortez, 2008). Dicho grupo o comité debe ser
liderado por los productores de chile, de preferencia por los principales productores del
cultivo, pues son los más involucrados con la problemática; si esto se lleva a cabo, todas
las acciones encaminadas al adecuado manejo de la plaga en la región serán verificadas
estrechamente por los mismos productores y se comprometerán a que el resto de los
productores del cultivo las ejecuten en tiempo y forma. Los programas de sanidad vegetal
llevados a cabo en primera instancia por los organismos del gobierno muchas veces
adolecen de la participación activa e interesada de los principales afectados y por ello se
dificulta obtener el éxito; en este caso la importancia de la plaga y todo lo que representa,
hace necesario la participación de los productores, pero no precisamente como
ejecutores de las acciones (y menos como testigos), sino como los que tienen que decidir
las acciones a realizar y la dirección que hay que tomar: hacer programas, trazar metas y
objetivos a corto, mediano y largo plazo. Quizá es necesario contemplar también la
participación de personajes de las comunidades de la región, pues las repercusiones de
la problemática del picudo del chile van más allá de las pérdidas económicas de los
productores; no hay que olvidar que los problemas fitosanitarios también repercuten en el
ámbito social y ecológico.
El grupo o comité para el MIP del picudo del chile, se encargaría de realizar
actividades que aseguren la correcta ejecución de las acciones de control del picudo del
chile en la región: monitoreos de la plaga, que se respeten las fechas de siembra y que
se realice oportunamente la destrucción de cultivos abandonados y socas, etc y por otra
parte se encargaría de promover y participar en acciones a escala regional que fomenten
el desarrollo de estrategias para conformar un MIP del picudo del chile: eventos de
capacitación, estudios de efectividad biológica de insecticidas, monitoreo de la resistencia
a insecticidas, monitoreo permanente de la fluctuación poblacional de la plaga mediante
el método de unidades calor, trabajos de investigación y otros; incluyendo los trámites
para conseguir el apoyo de otras instancias, etc.
III. Recomendaciones para el Empleo de Insecticidas contra A. eugenii
Se acepta que los plaguicidas químicos han sido y serán (al menos por un tiempo
indefinido) una parte fundamental de la protección de los cultivos, aunque las prácticas
pasadas y actuales de uso dejan mucho que desear en términos de la producción de
109 alimentos, de la protección de la salud humana y el ambiente. Su uso correcto
depende mayormente de la institución de un programa continuo de investigación y
educación. Cada aplicación debe ser evaluada, considerando los resultados potenciales
positivos contra los resultados potenciales negativos, como la presencia de residuos en la
cosecha, riesgos a la salud en humanos, riesgos para la fauna benéfica de insectos,
efectos dañinos sobre la fauna silvestre y aumento de la contaminación ambiental
(Reynolds et al. 1990).
En la etapa crítica de colonización del cultivo es necesario utilizar insecticidas con
efecto tóxico agudo letal; puede ser en anillado en dos asperiones a intervalos de cinco
días. Realizar una 2a y 3a aspersión de insecticidas tóxicos agudos al registrar la
emergencia de adultos sobrevivientes de la 1ª generación, de acuerdo al modelo
fenológico de A. eugenii: 187 unidades calor (TUI = 15 °C) (Rodríguez y Quiñones, 1990
y 1991; Cortez, 1992).
El control químico debe realizarse rotando iInsecticidas de acuerdo al Modo de
Acción (MoA) de los mismos (IRAC, 2011).
Insecticidas que actúan sobre el Sistema Nervioso;
Grupo 1.- Inhibidores de la Acetilcolinesterasa: Carbamatos como Lanate y Oxamyl (1A)
y Fosforados Clorpirifos y Malation (1B):
Grupo 2.- Antagonistas de los canales de cloro a través de receptores GABA como
Cyclodienos Endosulfan (2A) y Fiproles Fipronil (2B).
Grupo 3.- Moduladores de los canales de sodio, Piretroides: Permetrina, Cyflutrina y
Cyalotrina (3) se incluyen las piretrinas.
Grupo 4.- Agonistas del receptor nicotínico de la acetilcolina, Neonicotinoides (4A)
Thiametoxam y Thiacloprid.
Disruptores Microbiales de la Membrana del Intestino Medio (incluye OGMs con Bt);
Grupo 11. – Entomopatógenos: Hongos como Metarhizium anisopliae y Beauveria
bassiana (ninguno).
Insecticidas que inhiben la Síntesis de la Quitina (tipo 0);
Grupo 16.- Inhibidores de la Biosíntesis de la Quitina, Benzoylureas como el
Diflubenzuron (ninguno).
Compuestos de Desconocido o Incierto Modo de Acción (UN);
Sin grupo ni clase química.- Azadiractina; Cryolita; Tierras Diatomeas.
Alternativas de Insecticidas Biorracionales. Biorracionales minerales.- Dentro de los
insecticidas de origen mineral hay dos que se recomiendan para control de picudo del
chile: el hidróxido de calcio (cal hidratada) y el aluminiofluoruro de sodio (Cryolita) (Riley
1998, CABI, 2005, Natwick et al. 2007); ambos actúan principalmente por ingestión, pero
tienen un relativo efecto por contacto, sobretodo en insectos de cuerpo pequeño como los
parasitoides microhimenópteros presentes en diferentes cultivos.
Biorracionales botánicos.- Además de las piretrinas, otro insecticida botánico con
efecto sobre picudo del chile es la azadiractina (Natwick et al. 2007), principal ingrediente
110 activo insecticida extraído del nim; su efecto principal es como regulador del
crecimiento, deterrente de la alimentación y de la oviposición (Estrada, 1998). Otro efecto
antihormonal de la azadiractina es la reducida fecundidad de los insectos después de la
ingestión de dosis subletales por larvas de lepidópteros o adultos coleópteros, lo que
puede contribuir a la reducción de las poblaciones de plagas a través de diferentes
generaciones, lo cual es importante sobre todo en especies multivoltinas, las cuales son
especialmente dañinas a los cultivos en sus últimas generaciones. Se señala que la
azadiractina tiene un mínimo impacto sobre enemigos naturales, abejas y otros
polinizadores, debido probablemente a que tiene que ser ingerido para tener efecto
(Isman, 1999). En una evaluación de insecticidas artesanales botánicos a diferentes
tiempos de extracción y un entomopatógeno, el insecticida convencional Malation y el
extracto de semilla de nim 7.5 kg/ha con 18 horas de extracción de semilla macerada
resultaron los más efectivos para el control del picudo del chile, con menor cantidad de
adultos y de frutos dañados a la cosecha, después de siete aspersiones a intervalos
semanales (Cortez y Cabanillas, 2004).
Biorracionales IRC.- Los insecticidas reguladores del crecimiento (IRC) también
afectan al picudo del chile. El tebufenozide (Confirm) en aplicación directa nebulizada
causa alta mortalidad al insecto, sin embargo, adultos expuestos al depósito (residuos)
del producto no son afectados (Schuster et al., 2003). El diflubenzurón (Dimilin) causa un
efecto subletal sobre A. eugenii, reduciendo la eclosión de los huevecillos al aplicarlo
sobre adultos (Webb y Stansly, 2008).
Biorracionales microbianos.- Entre los insecticidas biológicos reportados como
enemigos naturales de picudo del chile están Beauveria bassiana y Metarhizium
anisopliae, en ambos casos infectando adultos (Bujanos et al., 1993; Gómez et al., 1998;
CABI, 2000; Torres et al., 2004); sin embargo, no se reportan cepas a tal grado efectivas
que puedan sustituir a insecticidas de efecto tóxico agudo sintéticos o naturales.
IV. Conclusiones
Las medidas arriba mencionadas pueden ser exitosas a nivel de predio para el control de
picudo del chile; sin embargo, la selección, integración e implementación de todas las
prácticas de manejo posibles deben ser a escala regional, de acuerdo a la importancia
como plaga agrícola. Para ello es necesario conformar una campaña de manejo a través
de la creación de grupos de seguimiento (oficial, técnico y operativo), impulsada
principalmente por los productores agrícolas, a semejanza de la implementada por el
INIFAP en el noroeste del país para la campaña contra mosca blanca en 1995 y 2006, y
que ha dado, hasta la fecha, excelentes resultados (Pacheco, 1998; Cortez 2008).
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