comentario método montessori

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MARÍA MONTESSORI: UNA REVOLUCIÓN EDUCATIVA Cada revolución, cada movimiento tiene un intérprete, un representante, y María Montessori es sin duda la representante del movimiento educativo, un cambo en la importancia de la infancia, un movimiento social centrado alrededor del niño. Sin duda alguna en el pasado fuimos los opresores inconscientes de esta nueva semilla que brota pura y cargada de energía. Y nos hemos impuesto a ella sin reconocer las necesidades de su expansión espiritual. Así, el niño se ha mantenido casi totalmente oculto o en gran parte opacadopor este egoísmo inconsciente del adulto. No sería muy bien recibido, supongo, que yo dijera que con frecuencia el adulto se convierte en un obstáculo más que en una ayuda para el desarrollo del niño. Nos es sumamente difícil aceptar la declaración de que, muy a menudo, es nuestro excesivo cuidado del niño el que impide el ejercicio de sus propias actividades, y por consiguiente la expansión de su propia personalidad... Así sucede que cuando nosotros, con las mejores intenciones y con el más sincero deseo de ayudar, hacemos todo por el niño cuando lo lavamos, lo alzamos y lo ponemos en su silla, cuando lo alimentamos y lo ponemos en esa especie de jaula que llamamos su cuna; al prestarle esas ayudas inútiles en realidad no lo ayudamos sino que lo estorbamos. Y después, volvemos a cometer el mismo error ante el joven o la muchachacuando, aún aferrados a la creencia de que no puede aprender nada sin nuestra ayuda, lo retacamos de alimentación intelectual, lo clavamos a las bancas de la escuela para que no se pueda mover, hacemos todos los esfuerzos para sacar de raíz sus defectos morales, aplastamos o rompemos sus deseos, seguros en nuestra creencia de que así estamos actuando en su máximo bienestar. Y así proseguimos indefinidamente; y a esto lo llamamos educación. María Montessori La Dra. Montessori no estaba de acuerdo con las técnicas rígidas y, frecuentemente, crueles que se utilizaban en Europa. Basó sus ideas en el respeto hacia el niño y en su capacidad de aprender, partía de no moldear a los niños como reproducciones de los padres y profesores imperfectos, sino que fueran por lo menos un poco más acertados. Para Montessori lo más importante no era desarrollar una nueva manera de enseñanza sino ayudar al niño a alcanzar su potencial como ser humano y desarrollar este potencial a través de los sentidos, en un ambiente preparado y utilizando la observación científica de un profesor entenado. ¿No debería ser esto el objetivo de todo profesor, ayudar al niño a alcanzar su potencial como ser humano? En las escuelas de Montessori no hay ambiente de competitividad, se respeta el ritmo de cada alumno y además estos son libres de mover el material del aula a su gusto, así podrán explorar y descubrir la mejor manera de aprender. Los alumnos son libres además de cometer errores y de hecho deben cometerlos porque así aprenderán mejor. Los principios básicos de María Montessori Los principios básicos tienen una base sujeta a los principios de autonomía, independencia, iniciativa, libertad de elección, autodisciplina, la concentración, el respeto, etc. Según José Antonio Martinez las guías del método Montessori son:

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Page 1: Comentario método montessori

MARÍA MONTESSORI: UNA REVOLUCIÓN EDUCATIVA

Cada revolución, cada movimiento tiene un intérprete, un representante, y María

Montessori es sin duda la representante del movimiento educativo, un cambo en la

importancia de la infancia, un movimiento social centrado alrededor del niño.

Sin duda alguna en el pasado fuimos los opresores inconscientes de esta nueva semilla que

brota pura y cargada de energía. Y nos hemos impuesto a ella sin reconocer las necesidades de

su expansión espiritual. Así, el niño se ha mantenido casi totalmente oculto –o en gran parte

opacado– por este egoísmo inconsciente del adulto. No sería muy bien recibido, supongo, que

yo dijera que con frecuencia el adulto se convierte en un obstáculo más que en una ayuda para

el desarrollo del niño. Nos es sumamente difícil aceptar la declaración de que, muy a menudo,

es nuestro excesivo cuidado del niño el que impide el ejercicio de sus propias actividades, y por

consiguiente la expansión de su propia personalidad...

Así sucede que cuando nosotros, con las mejores intenciones y con el más sincero deseo de

ayudar, hacemos todo por el niño –cuando lo lavamos, lo alzamos y lo ponemos en su silla,

cuando lo alimentamos y lo ponemos en esa especie de jaula que llamamos su cuna–; al

prestarle esas ayudas inútiles en realidad no lo ayudamos sino que lo estorbamos.

Y después, volvemos a cometer el mismo error –ante el joven o la muchacha– cuando, aún

aferrados a la creencia de que no puede aprender nada sin nuestra ayuda, lo retacamos de

alimentación intelectual, lo clavamos a las bancas de la escuela para que no se pueda mover,

hacemos todos los esfuerzos para sacar de raíz sus defectos morales, aplastamos o rompemos

sus deseos, seguros en nuestra creencia de que así estamos actuando en su máximo bienestar.

Y así proseguimos indefinidamente; y a esto lo llamamos educación.

María Montessori

La Dra. Montessori no estaba de acuerdo con las técnicas rígidas y, frecuentemente,

crueles que se utilizaban en Europa. Basó sus ideas en el respeto hacia el niño y en su

capacidad de aprender, partía de no moldear a los niños como reproducciones de los

padres y profesores imperfectos, sino que fueran por lo menos un poco más acertados.

Para Montessori lo más importante no era desarrollar una nueva manera de enseñanza

sino ayudar al niño a alcanzar su potencial como ser humano y desarrollar este potencial

a través de los sentidos, en un ambiente preparado y utilizando la observación científica

de un profesor entenado. ¿No debería ser esto el objetivo de todo profesor, ayudar al niño

a alcanzar su potencial como ser humano?

En las escuelas de Montessori no hay ambiente de competitividad, se respeta el ritmo de

cada alumno y además estos son libres de mover el material del aula a su gusto, así podrán

explorar y descubrir la mejor manera de aprender. Los alumnos son libres además de

cometer errores y de hecho deben cometerlos porque así aprenderán mejor.

Los principios básicos de María Montessori

Los principios básicos tienen una base sujeta a los principios de autonomía,

independencia, iniciativa, libertad de elección, autodisciplina, la concentración, el

respeto, etc. Según José Antonio Martinez las guías del método Montessori son:

Page 2: Comentario método montessori

- Despertar en el niño su independencia e imaginación durante su desarrollo.

- Generar en él autodisciplina, bondad y cortesía.

- Guiar al niño para que éste aprenda a observar, a cuestionarse y a explorar sus ideas

de forma independiente, motivando su interés por la cultura y las ciencias.

El papel del maestro

Los maestros son guías en el aprendizaje de los niños y les acompañan en todo momento,

imparten las lecciones individualmente o en pequeños grupos y tratarán los temas que

sean de interés para el alumno y además repetirán los ejercicios hasta que ellos los

entiendan.

El objetivo del maestro es que los alumnos aprendan de la mejor manera y que ellos sean

los protagonistas de su propio aprendizaje, de tal manera que son ellos los que eligen lo

que quieren aprender e incluso la mejor manera para hacerlo. Además se ayudan los unos

a los otros.

¿Existen desventajas en el método Montessori?

Existen muchas personas que piensan que las escuelas Montessori son escuelas donde los

niños hacen lo que quieren, pero esto no es así, los niños tienen libertad en estas escuelas

pero existen reglas y límites, nos dice José Antonio Martínez, que no pueden ser

traspasados de ninguna manera y son explicados clara y lógicamente a los pequeños. La

guía permanece en el fondo observando, ayudando, presentando al niño los nuevos

materiales que a él le han interesado o que piensa le puedan interesar, interfiriendo en las

relaciones entre los niños solamente cuando es absolutamente necesario. Existen

"círculos" en donde todos los niños juntos observan temas de interés general. El respeto

es mutuo en todo momento y no se aplican castigos sino consecuencias lógicas.

Dentro del ambiente preparado los niños están libres elegir sus propios materiales y

actividades, cambiar actividades, sentarse en las sillas o arrodillarse en las mantas, al

movimiento sobre el cuarto como desean, de trabajar solamente, trabajar con otros libres,

siempre y cuando su seguridad no está implicada y siempre y cuando respetan las

derechas de otras. "El niño debe estar libre", dijo la Dra. Montessori, “ Él niño debe estar

libre para tomar sus decisiones y hacer sus descubrimientos aprendiendo por sí mismo

(única manera de que cualquier persona realmente aprenda)."

BIBLIOGRAFÍA

- Rodriguez, D. Martínez, J A. (Año desconocido). El método de Montessori.

Consultado el 18 de Mayo de 2015 de:

http://www.avizora.com/publicaciones/educacion/textos/0041_metodo_maria_mont

essori.htm