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Gubern Salisachs L. El tratamiento de las fracturas intracapsulares del fémur 43 Rev Ortop Traumatol 2003;47:2-15 1 En este artículo publicado en 1944 en la Revista de la SECOT, entonces todavía llamada Cirugía del Aparato Locomotor, su autor analizó de forma muy interesante la si- tuación que en aquel momento existía con respecto al trata- miento de las fracturas intracapsulares del fémur. El doctor Gubern Salisachs era por entonces el Director de la Clínica Quirúrgica del Hospital de Badalona. Conviene recordar que en aquel tiempo, el porcentaje de pseudoartrosis de es- tas fracturas con los tratamientos previos era del 90%, sien- do una excepción las fracturas «enclavadas en abducción» (a las que hoy denominamos «impactadas en valgo»), las cuales según L. Gubern Salisachs consolidaban siempre, aunque no se aplicara ningún tratamiento. La inmovilización del foco de fractura, mediante un clavo o tornillo, era entonces el mejor método terapéutico existente. El autor clásico analizó en su artículo 36 «encla- vijamientos extraarticulares» realizados desde 1934. En 31 de los casos utilizó el clavo de Sven Johansson, en 4 el de Böhler y en 1 el de Felsenreich. Los dos últimos clavos te- nían laminillas mucho más amplias que el de Johansson. Se obtuvieron 4 rotundos fracasos, descritos minuciosamente en el artículo. Hay que destacar que Gubern Salisachs dise- ñó su propia técnica de enclavamiento del cuello femoral, basada en ciertas referencias anatómicas de la zona. Téngase en cuenta que en aquellos años la colocación de la aguja de Kirschner guía se llevaba a cabo sin visión radios- cópica. Con respecto a la inmovilización postoperatoria, enton- ces había grandes diferencias de opinión, como ocurre hoy en día, aunque en menor medida. Con el clavo de Böhler se dejaba levantar al paciente, apoyándose en unos banquillos, a las dos semanas de la intervención. Con el de Felsenreich la deambulación era permitida a los dos meses. Finalmente, con el clavo de Johansson no se autorizaba la carga hasta los 6 meses, que era el tiempo que se consideraba necesario para la consolidación de la fractura. El autor clásico concluía que el «enclavijamiento» era el procedimiento de elección para las fracturas intracapsulares del cuello femoral, proporcio- nando un 70-80% de buenos resultados funcionales. Además, afirmaba que con dicha técnica se disminuía de for- ma extraordinaria la mortalidad de los ancianos fracturados. En aquellos años también se empezó a utilizar el mismo método para las fracturas extracapsulares, con el que se po- día sentar a los pacientes a los 15 días. En su conclusión, nuestro autor clásico afirmó que el «enclavijamiento» era el método de elección porque permitía salvar la vida del pa- ciente y conseguir una restitución funcional completa. Analizando este artículo clásico, a la vista de los conoci- mientos actuales, llama la atención la gran capacidad técni- ca de los cirujanos de aquella época, así como el alto por- centaje de buenos resultados que obtenían con la técnica de «enclavijamiento». En realidad fue el comienzo de la osteo- síntesis de las fracturas subcapitales del cuello del fémur, método todavía hoy en uso, aunque con varios tornillos de poco grosor en lugar de uno de mayor anchura. E. C. Rodríguez-Merchán Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica. Comentario

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Gubern Salisachs L. El tratamiento de las fracturas intracapsulares del fémur

43 Rev Ortop Traumatol 2003;47:2-15 1

En este artículo publicado en 1944 en la Revista de laSECOT, entonces todavía llamada Cirugía del AparatoLocomotor, su autor analizó de forma muy interesante la si-tuación que en aquel momento existía con respecto al trata-miento de las fracturas intracapsulares del fémur. El doctorGubern Salisachs era por entonces el Director de la ClínicaQuirúrgica del Hospital de Badalona. Conviene recordarque en aquel tiempo, el porcentaje de pseudoartrosis de es-tas fracturas con los tratamientos previos era del 90%, sien-do una excepción las fracturas «enclavadas en abducción»(a las que hoy denominamos «impactadas en valgo»), lascuales según L. Gubern Salisachs consolidaban siempre,aunque no se aplicara ningún tratamiento.

La inmovilización del foco de fractura, mediante unclavo o tornillo, era entonces el mejor método terapéuticoexistente. El autor clásico analizó en su artículo 36 «encla-vijamientos extraarticulares» realizados desde 1934. En 31de los casos utilizó el clavo de Sven Johansson, en 4 el deBöhler y en 1 el de Felsenreich. Los dos últimos clavos te-nían laminillas mucho más amplias que el de Johansson. Seobtuvieron 4 rotundos fracasos, descritos minuciosamenteen el artículo. Hay que destacar que Gubern Salisachs dise-ñó su propia técnica de enclavamiento del cuello femoral,basada en ciertas referencias anatómicas de la zona.Téngase en cuenta que en aquellos años la colocación de laaguja de Kirschner guía se llevaba a cabo sin visión radios-cópica.

Con respecto a la inmovilización postoperatoria, enton-ces había grandes diferencias de opinión, como ocurre hoy

en día, aunque en menor medida. Con el clavo de Böhler sedejaba levantar al paciente, apoyándose en unos banquillos,a las dos semanas de la intervención. Con el de Felsenreichla deambulación era permitida a los dos meses. Finalmente,con el clavo de Johansson no se autorizaba la carga hasta los6 meses, que era el tiempo que se consideraba necesario parala consolidación de la fractura. El autor clásico concluía queel «enclavijamiento» era el procedimiento de elección paralas fracturas intracapsulares del cuello femoral, proporcio-nando un 70-80% de buenos resultados funcionales.Además, afirmaba que con dicha técnica se disminuía de for-ma extraordinaria la mortalidad de los ancianos fracturados.

En aquellos años también se empezó a utilizar el mismométodo para las fracturas extracapsulares, con el que se po-día sentar a los pacientes a los 15 días. En su conclusión,nuestro autor clásico afirmó que el «enclavijamiento» era elmétodo de elección porque permitía salvar la vida del pa-ciente y conseguir una restitución funcional completa.Analizando este artículo clásico, a la vista de los conoci-mientos actuales, llama la atención la gran capacidad técni-ca de los cirujanos de aquella época, así como el alto por-centaje de buenos resultados que obtenían con la técnica de«enclavijamiento». En realidad fue el comienzo de la osteo-síntesis de las fracturas subcapitales del cuello del fémur,método todavía hoy en uso, aunque con varios tornillos depoco grosor en lugar de uno de mayor anchura.

E. C. Rodríguez-MerchánServicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica.

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