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Colombia: La ausencia de inteligencia desluce el debate político

"Ahora con la agitación política de la campaña electoral, surgen momentos perturbadoresde la razón, rayanos con la estupidez" nos dice Efraín Jaramillo del Colectivo de TrabajoJenzerá.

La ausencia de inteligencia desluce el debate políticoPor Efraín Jaramillo Jaramillo*

“Nadie ha dudado jamás que la verdad y la política nunca se llevaron demasiado bien,y nadie, por lo que yo sé, puso nunca la veracidad

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entre las virtudes políticas.”

Hannah Arendt(Verdad y política)

2 de octubre, 2021.- Hace ya casi una década hice un texto sobre la estupidez humana, comotragedia de nuestro tiempo. (1) El texto se refería al recrudecimiento del conflicto armado internocolombiano, que había conducido a que guerrilleros y paramilitares se transformaran en atrocessádicos, cometiendo actos perversos contra la vida y dignidad de muchos colombianos,principalmente campesinos, indígenas y negros. Para ilustrar ese escenario que vivía el país, utilicéuna analogía —genial por demás— de dos notables filósofos alemanes, Theodor Adorno y MaxHorkheimer, fundadores de la Escuela de Frankfurt. (2) Esa analogía, que a continuación reproduzco,brinda una reflexión alegórica sobre la inteligencia y la estupidez:

[Comienzo del texto] El “símbolo de la inteligencia” se asemeja a las antenas del caracol, que son su“vista táctil”. Ellas se retraen inmediatamente ante un obstáculo (peligro), para ocultarse en el “caparazón protector de su cuerpo”. Allí permanecen por un intervalo de tiempo, para despuésaventurarse a salir de nuevo con extrema cautela. Si no encuentra ningún peligro externo y elterreno lo favorece, el caracol avanza con sus antenas desplegadas, ampliando así su mundo. Pero “si el peligro está aún presente”, las antenas vuelven a retraerse. Ante la permanencia del peligro,los intervalos entre salidas y retracciones de las antenas se vuelven cada vez más largos.

La vida de la inteligencia —la “vida espiritual”— se expresa de forma similar: “es en sus orígenesinfinitamente frágil y delicada” y así como la sensibilidad del caracol se halla confiada a un músculo,y los músculos se debilitan y terminan atrofiándose cuando se estrecha el margen de movimientodel caracol, así mismo el cuerpo humano puede quedar paralizado por una lesión física, y la vidaespiritual, la inteligencia, puede atrofiarse por circunstancias adversas del mundo exterior, que parael caso que ocupó a estos filósofos, fue el terror del régimen nazi.

La estupidez, siguiendo esta analogía de Adorno y Horkheimer, podemos entenderla como laparálisis de la vida espiritual, como una cicatriz: “un punto en que la inteligencia —esa curiosidadque, en un cuerpo a cuerpo con el mundo, ensancha la experiencia posible— ha sido impedida por elterror, y en su exacto lugar ha crecido una callosidad del sentir, un miedo ignorado que aprieta loslímites del mundo” (3) [fin del texto]

La estupidez es definida entonces por Adorno y Horkheimer como la ausencia de toda curiosidad yde toda sensibilidad, como una callosidad que impide una ampliación del mundo. Una manifestaciónde esa callosidad es la “frialdad e indiferencia” frente a las contingencias sociales. Frialdad eindiferencia que, para nuestro caso, han hecho posible que convivamos con pequeños infiernos,esparcidos por todo el país, desde los Andes hasta el Amazonas; desde las llanuras del caribe hastalos llanos orientales; desde el desierto de la Guajira hasta las selvas del Pacífico. De ese tamaño esnuestra estupidez.

A la luz de estas enseñanzas, queremos ahora reflexionar sobre otras contingencias sociales, dondese manifiestan situaciones de nuestro país, que expresan la ausencia de curiosidad y sensibilidad,frialdad e indiferencia. En este caso, volvemos la mirada al debate político que se desarrolla en elpaís, con motivo de las elecciones del próximo año.

Nadie nace demócrata, liberal o reaccionario. Cada cual durante su vida, es un ser interferido porcreencias, pensamientos, ideas y visiones. Y la política —lo experimentamos a diario— es el lugarsobresaliente para todo tipo de interferencias: “En la política, configuramos nuestras opiniones, lasque al ser interferidas producen otras opiniones” —nos ilustra Fernando Mires, citando a ZoltanSzankay—.

Ahora con la agitación política de la campaña electoral, surgen momentos perturbadores dela razón, rayanos con la estupidez.

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Ahora con la agitación política de la campaña electoral, surgen momentos perturbadores de la razón,rayanos con la estupidez. El asunto comienza cuando se imponen “verdades de opinión”, que alllegar a ser extremadamente falsas, terminan destruyendo “verdades de hecho”, lo que paraHannah Arendt era propio de mentes autoritarias, que le asignan un carácter de hecho a lasopiniones. Opiniones que a fuerza de repetición, terminan siendo aceptadas por muchos comoverdades irrefutables.

Un ejemplo de esto lo trae Marc Saint-Upéry, en un texto sobre las paradojas de la trayectoriahistórica del pensamiento de Karl Marx. Aquí Saint-Upéry mencióna a Stephan Hermlin (4), el cual enun bello relato autobiográfico titulado Abendlicht (Luz de atardecer) había narrado que vivió durante40 años un “lapso cognoscitivo” que le había impedido asimilar la formulación correcta de unafamosa frase de Marx: “El libre desarrollo de cada uno, es la condición del libre desarrollo de todos.”Inconsciente- y sistemáticamente, su mentalidad forjada por el culto estalinista del colectivoorgánico encarnado en el Partido-Estado, lo había llevado a leer esta sentencia de Marx, al revés: “Ellibre desarrollo de todos, es la condición del libre desarrollo de cada uno.”

Otro ejemplo de como verdades de opinión son trasfiguradas en verdades de hecho, creando lapsoscognoscitivos, lo trae a colación Fernando Mires, cuando hace algunos años el notable historiadoralemán Ernst Nolte, habló de la relación directa que había existido entre el estalinismo y el nazismo.Ahí fue Troya! “La izquierda alemana no dudó en acusar a Nolte de convertir en culpables a lasvíctimas del nazismo. Nolte, por cierto, un historiador serio, se había limitado a cumplir con suprofesión de historiador, estableciendo una relación de causalidad” (Mires). Como lo pudodocumentar Nolte, hubo un nexo histórico entre la política internacional de Stalin y el ascenso deHitler al poder, por lo menos en dos sentidos. Veamos: Stalin no se cansó de amenazar a Alemania,lo que llevó a una población atemorizada —ya se conocía el régimen de terror implantado por Stalinen Rusia— a invocar por un líder que los protegiera del peligro externo. Por otro lado, Stalindesconectó a la izquierda del centro político, al descalificar a la socialdemocracia, de ser “la otracara del fascismo” (5). La descalificación tan insensata que hizo la izquierda de Nolte, se debió a quepara ella “decir la verdad no era todavía políticamente correcto”, concluye Mires.

Pero no necesitamos ir tan lejos para mostrar estas paradojas de la razón. En un escrito reciente,publicado en el Semanario Virtual de Viva la Ciudadanía, afirmaba que se presentaba en el país unapolarización política que interfería en la convivencia democrática de los colombianos. Unapolarización política que venía penetrando —y abusando de— todas las dimensiones de la vidasocial, generando además, contradicciones y enfrentamientos entre buena parte de lasorganizaciones de la sociedad civil del país, lo que eclipsaban un debate trasparente ycivilizado. Acto seguido presentaba —con argumentos— un alegato en favor de la centralidad enpolítica, que era lo más opuesto a los dos extremos de esa bipolaridad del espectro político. Puesbien, aunque a muchos no los convenció la argumentación ofrecida y seguían convencidos de que elCentro no existía en política, otros consideraron que la Centralidad en política sí existía y que,aunque fútil, era inevitable. No obstante, estas personas observaban que los candidatos que sedefinían como de Centro —Alejandro Gaviria, Sergio Fajardo, Humberto De la Calle...— en verdad nolo eran. Serían candidatos del establecimiento, con antecedentes que los vinculaban a la extremaderecha.

En ese momento estos críticos se apartaron de la discusión real, para descalificar a los candidatos,incluso a insultarlos. En la literatura sociológica esta conducta se conoce como crítica “ad hominem”.Con ello el argumento no se dirige a refutar al oponente, sino a desacreditarlo. Valga la pena aclararque este tipo de “argumentación” abusiva, ha ganado terreno en la controversia política delmomento.

Un ejemplo clásico —y gracioso— de una crítica ad hominem, lo trajo Moisés Wasserman en una desus columnas de El Tiempo. Se trata “...de la discusión entre Quinto Cecilio Metelo Nepote y MarcoTulio Cicerón. El problema era muy serio: Cicerón había sido arbitrario al ejecutar a los rebeldescatilinarios, Nepote lo criticaba y quería llamar a Pompeyo para que recuperara el orden perdido enRoma. Cicerón era un “romano nuevo”, algo así como un nuevo rico de la época, sin alcurnia. Nepotequiso exponer ese hecho como si fuera un argumento, preguntándole quién era su padre. Cicerón,

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muy hábil orador, contestó que él lo conocía; en cambio, si Nepote le preguntara a su madre por elsuyo, a ella se le dificultaría responder. Acabó así la discusión con grandes risas en el Senado, perola acabó en toda su extensión. El problema dejó de ser el autoritarismo de Cicerón o los disturbios,para convertirse en el de quién tenía más problemas con su paternidad.”

De aquí, Wasserman saca conclusiones —muy juiciosas por cierto— para lo que sucede en el país,partiendo de un análisis del plebiscito: “Discusiones muy interesantes,... confrontando posicionesfilosóficas y teorías políticas y económicas, no se... presentaron... porque asumimos el papel deCicerón y de Nepote. La gente hubiera entendido esas discusiones y hubiera decidido más aconciencia porque no es bruta ni ignorante, al contrario de lo que dicen algunos “defensores de lagente”. De lado y lado hubo llamados a no leer. Nos contentamos con una propaganda que llamaronpedagogía, y que ofendía por su poca altura. Y el resultado del plebiscito dice que ninguna de lascampañas convenció. Que la intención de voto, anterior a ellas, permaneció sin cambios porquenadie escucha a quien lo insulta. Curioso que ahora se quiera arreglar las cosas usando el mismométodo que las dañó.”

Y concluye: “Pensé que después de los resultados nos íbamos a sacudir y cambiar, pero tras unbreve periodo, en el que pareció que se suavizaban las posiciones, han resurgido con fuerza losimproperios.”

Notas:(1) “La estupidez, mal común y tragedia de nuestro tiempo”

(2) En su notable y clásico texto “Dialéctica de la Ilustración”

(3) Cristián Sucksdorf: “Acerca de la estupidez”

(4) Pseudónimo de Rudolf Leder (Chemnitz 1915 - Berlín 1997), quien fue uno de los autores másconocidos en la antigua República Democrática Alemana.

(5) “El fascismo —dice Stalin en 1924— es la organización de combate de la burguesía que se apoyaen el respaldo activo de la socialdemocracia. La socialdemocracia es objetivamente el ala moderadadel fascismo. No hay bases para asumir que la organización de combate de la burguesía puedalograr éxitos decisivos en las batallas, o en el gobierno del país, sin el apoyo activo de lasocialdemocracia...”

---* Efraín Jaramillo Jaramillo es miembro del Colectivo de Trabajo Jenzerá.

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¿Estaremos viviendo en Colombia una de esas “horas americanas”, que le han dado ungiro radical a la historia, posibilitando el surgimiento de un populismo democrático comoel de Walesa, o el de Mandela?, totalmente opuestos a los populismos antidemocráticosque representan hoy Le Pen, Putin, Lukashenko, Erdogan, Ortega, Maduro y un largoetcétera. De ser así, ¿Quiénes serían sus protagonistas? Seguir leyendo... [1]

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