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1 COLOMBIA EN CUIDADOS INTENSIVOS Errores fatales en la prestación de servicios de salud. NURY ESPERANZA ROJAS PATIÑO Trabajo de grado para optar por el título de: Comunicadora social y Periodista Campo profesional de Periodismo Director Mauricio Bayona Vargas PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Comunicación y Lenguaje Carrera da Comunicación social Bogotá D.C. 2011

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COLOMBIA EN CUIDADOS INTENSIVOS

Errores fatales en la prestación de servicios de salud.

NURY ESPERANZA ROJAS PATIÑO

Trabajo de grado para optar por el título de:

Comunicadora social y Periodista

Campo profesional de Periodismo

Director

Mauricio Bayona Vargas

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

Facultad de Comunicación y Lenguaje

Carrera da Comunicación social

Bogotá D.C.

2011

2

Artículo 23 del Reglamento Académico de la Pontificia Universidad Javeriana.

“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por los alumnos en sus

trabajos de grado, solo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la moral

católicos y porque el trabajo no contenga ataques y polémicas puramente personales, antes bien,

se vean en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia”.

5

Un agradecimiento muy especial para:

-Amigos y compañeros que me regalaron sus opiniones y sugerencias para enriquecer mi

trabajo.

-Jorge Cardona, por darme una luz cuando más lo necesitaba.

-Maryluz Vallejo Mejía, por toda su sabiduría, orientación y por impulsarme a realizar

esta investigación.

-Mis compañeros de la Agencia EFE: Andrés Murcia, Catalina Pineda, Maurén Barriga y

Annia Hidalgo, por su comprensión, alegría y constante ánimo.

-Julie Rodríguez Parra y David Romero León, por su colaboración y constante apoyo.

-Margarita Ortiz Ortiz y Carolina Peñaloza Suárez, por resolver todas mis inquietudes y

por su apoyo.

-Johan Duarte Sáenz, por creer en mí, por su constante e incondicional apoyo y por

colaborarme durante toda mi investigación.

-Nury Patiño Leaño, mi madre, por ser mi mejor amiga, por su preocupación, paciencia y

por ser mi mayor motivación.

-Luz Elena Amaya, Milena Escobar y Graciela Velázquez, por su confianza, por

permitirme entrar en sus vidas y contar su historia.

6

Dedicado a la memoria de quien fue mi confidente,

amigo, maestro y será siempre el amor más grande de mi vida…

Mi padre.

7

TABLA DE CONTENIDO

Pág.

Introducción 8

I. COLOMBIA EN CUIDADOS INTENSIVOS 12

¿Evento adverso, error o negligencia? 13

Evento adverso no prevenible 13 Evento adverso prevenible 14

Error 14

Con ojos de mujer 16

II. Leyes de la salud en Colombia ¿mito o realidad? 20 Prestación de los servicios de salud: ley 100 de 1993 20

Ética médica: ley 23 de 1981 21

El juramento 22

III. Errar es de humanos... 24 ¿Por qué a mí? 24

Errores, eventos adversos y negligencia, el caso de Estados Unidos. 26

El caso colombiano. 28

IV. Cantidad Vs Calidad. 30 ¿Qué hubiera pasado si…? 34

V. Las tres enfermedades de la salud en Colombia. 37 Errores estructurales del sistema de salud. 37

El desfalco a la salud 41

La mala práctica médica. 44

Verdades y Mentiras. 47

VI. En consulta con el médico. 50

El que calla otorga. 52

VIII. ¿Quién investiga? 55

Entre el dolor y la incertidumbre 57

Conclusiones 59

Bibliografía 62

8

INTRODUCCIÓN

La salud es tal vez el aspecto más importante y vital de todo ser humano. Nadie quiere estar enfermo ni

que sus familiares o seres queridos lo estén, por ello las instituciones y el personal de salud se convierten

en un ente clave de toda persona, ya que las clínicas, hospitales, médicos, enfermeras, personal de

laboratorio, entre otros, dedican su esfuerzo y ponen en práctica todos sus conocimientos para mejorar la

salud y con ello la calidad de vida de quienes lo necesitan.

Pero, ¿Qué pasa cuando por descuido, cansancio, imprudencia o cualquier otra razón, el paciente recibe

una mala atención y como consecuencia, empeora su estado de salud, tiene un daño permanente o muere?

Si bien médicos, enfermeras y todo el personal dedicado a prestar servicios de salud, no tienen la intención

de hacer daño o empeorar la condición del paciente, ni mucho menos generar su muerte; lo cierto es que

esto ocurre y en Colombia el problema es más frecuente de lo que parece. Por ello es común escuchar

personas que dicen “yo no voy al médico porque salgo peor”. Esta situación ha generado una desconfianza

hacia el personal de salud que aumenta considerablemente con el pasar del tiempo.

El problema realmente no es la equivocación del médico, por ejemplo, ya que todo ser humano comete

errores y la medicina no es exacta, nunca lo ha sido y tal vez nunca lo será; ésta es una práctica no de

resultados sino de medios. Entonces la falla en sí misma no es el mal resultado, sino la equivocación en el

uso adecuado de los medios.

La salud es tan importante que cada país cuenta con una legislación específica para el tema y Colombia no

es la excepción; pues en el país se ha desarrollado todo tipo de reformas y campañas para garantizar e

incrementar el servicio de salud, entendido como un derecho fundamental que cobija a todo aquel que se

encuentre en el territorio colombiano.

Pero la realidad es que las leyes que surgieron para garantizar el servicio de salud han generado todo tipo

de inconvenientes a nivel estructural, organizacional, económico y sobre todo social, pues el sistema está

cada vez más debilitado, más permeado por la corrupción, por los errores y por todo tipo de dinámicas que

han desestabilizado el sistema y como es obvio a sus usuarios.

Algunos de los problemas más recurrentes relacionados con la prestación de servicios de salud son:

9

Falta de atención médica por demora o falta de pago.

Cambios desfavorables en las condiciones laborales del personal médico y de servicios de salud.

Fallas en los protocolos de seguridad de clínicas y hospitales.

Negación de atención, exámenes, medicamentos o remisión a otros centros hospitalarios.

Otra pregunta que surge es: ¿Qué pasa cuando por fallas, excesivos trámites, corrupción, descuido y otro

tipo de problemas del sistema de salud, los pacientes no pueden acceder a una atención de calidad y como

consecuencia empeora su estado de salud, tienen un daño permanente o mueren?

La realidad es que Colombia tiene errores fatales en la prestación de servicios de salud, que cada día dejan

más enfermos, más dinero para las entidades de salud, más médicos inconformes, más discapacitados y

más muertos. Todas estas circunstancias atentan contra la calidad en la prestación de los servicios de

salud, ocasionan millonarias demandas al Estado y en muchos casos generan graves consecuencias físicas,

de salud y morales para los pacientes, cuando no se convierten en víctimas mortales.

¿Es así de grave el problema? Sí, Porque atenta contra un derecho fundamental de la persona en Colombia

y porque los errores en prestación de servicios de salud han dejado las siguientes consecuencias:

1. Entre 2005 y 2008 el Estado pagó cerca de 3.200 millones de pesos acatando los fallos de

demandas por casos de negligencia médica.

2. En 2007 los hospitales públicos del país pagaron 1.468 millones de pesos por fallas médicas.

3. Entre septiembre de 2006 y agosto de 2007 la Superintendencia Nacional de salud recibió 50.022

reclamos y peticiones de usuarios del sistema general de salud1.

Lo más preocupante es que las personas no tienen conciencia de la magnitud del problema porque los

medios de comunicación, que ejercen un papel fundamental, no están haciendo lo suficiente ni cumplen su

deber de informar, investigar, indagar, alertar y denunciar para que se tomen medidas que logren

garantizar que el país tenga un completo, correcto y eficiente servicio de salud, que cuente con

profesionales bien pagados, con horarios laborales justos y con la mejor formación profesional posible,

para tener la seguridad de que tanto el sistema, las clínicas y hospitales, así como el personal de salud son

1 Periódico El Tiempo. (2008) “3200 millones de pesos por fallas médicas pagó la nación en tres años”.

[En línea], disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-4356802, recuperado: mayo de 2010.

10

de la más alta calidad y cualquier persona que acceda al servicio tenga la garantía y tranquilidad de recibir

la mejor atención.

Los medios de comunicación son un canal fundamental para que el periodista pueda cumplir con un deber

social de dar a conocer aquellas cosas que fallan y que perjudican a toda la comunidad, pero esta

información no debe limitarse a narrar acontecimientos por separado, sin analizar el contexto, la

problemática y sin ir más allá de la historia que rellena un espacio informativo.

Esto no quiere decir que los medios de comunicación no informen sobre los casos de errores o fallas en el

servicio de salud, sí lo hacen; pero están limitándose a cubrir y narrar únicamente lo sucedido (qué falla se

cometió, quién resultó afectado y si se demandará), porque aquellos pacientes que quedaron con algún

problema físico, que continúan con un daño moral, o los familiares de quienes fallecieron, después de una

o dos semanas desaparecen de la agenda de los medios y el problema queda en el olvido.

Al revisar un historial de casos registrados en el diario El Tiempo desde 1990, se constata que estas

historias fueron sepultadas, pues los casos se narran por separado y no se hace un análisis para determinar

por qué se presentan con tanta regularidad, cuáles son las causas de los errores, quiénes son los

responsables y qué se puede hacer para combatir el problema.

Por todo lo anterior, este trabajo intentará abordar el problema de los errores en el servicio de salud en

Colombia, (pues en un principio estaba pensado para Bogotá únicamente), desde cómo se concibe la ley,

la estructura y funcionalidad de las Entidades Promotoras de Salud EPS, las fallas existentes y la mala

práctica médica, ya que es importante hacer un análisis a nivel general, para mostrar cómo estos

problemas afectan a todo el país. Además, es un aspecto de gran importancia y con poca investigación y

análisis dentro del campo del periodismo, pues si se revisan las publicaciones en este tema,

específicamente para la Universidad Javeriana, el último trabajo de grado de comunicación que abordó

esta problemática, se realizó hace más de una década2.

Dentro de la investigación, también se presentará una reconstrucción de casos de personas afectadas por

los errores en prestación de servicios de salud. En un principio estos casos se tomarían de los que han sido

mostrados por los medios de comunicación, pero en miras a lograr que éste fuera un producto propio,

original y con mayor trabajo investigativo, aparecerán personas de las que no se ha contado su historia

2 Pérez Hernández, Diana Rocío. (1998), La sociedad emerge frente a la irresponsabilidad médica

[Trabajo de grado], Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, Carrera de Comunicación social.

11

anteriormente, para así poder demostrar que existen muchos casos aparte de los que se mencionan en los

medios y darles a estas personas una voz propia. También aparecerán casos de personajes de la vida

pública, (presentados en los medios), para que el lector comprenda que el problema afecta a todos los

sectores de la sociedad. El objetivo es conocer qué ocurrió con los pacientes afectados y sus familias, cuál

fue la causa del error, si los responsables asumieron alguna responsabilidad, si fueron judicializados y

además, hacer un completo análisis de este tema, que se convirtió en un problema de salud pública y que

pocos han querido asumir como tal.

12

COLOMBIA EN CUIDADOS INTENSIVOS

Errores fatales en la prestación de servicios de salud.

“Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la

salud. Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los

habitantes (…) conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad. También, establecer las

políticas para la prestación de servicios de salud por entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control”.

(Artículo 49)3.

La Salud es un derecho fundamental de todo ser humano, es tal vez el aspecto principal y más importante

por el que se debe velar en una sociedad, sin embargo, este todavía es un ideal que se pretende alcanzar ya

que Colombia aún no cuenta con una cobertura total de servicios de salud y además cada día crece de

manera alarmante el número de quejas y demandas por diversos tipos de errores.

Estas fallas no son solo demoras en el servicio o en la toma de un examen, por citar algunos ejemplos; el

problema va más allá y se ha vuelto tan delicado que muchas personas sufren daños físicos y morales que

son irreversibles, sin contar con el número de personas que mueren como consecuencia de los errores en

prestación de servicios de salud.

¿La ley se cumple o no?

La respuesta salta a la vista: No, la ley no se está cumpliendo a cabalidad y lo más grave es creer que la

solución a este problema es de forma cuando en realidad debe ser de fondo, pues se crean programas para

que todo el país tenga una cobertura en salud, pero esto no es suficiente porque no se invierte lo necesario

en equipos, infraestructura, capacitación y personal necesario para las instituciones de salud.

Aquí es importante señalar que las fallas en prestación de servicios de salud ocurren desde todos los

puntos de vista y las comete cualquier persona relacionada con la entidad, no sólo el médico comete estos

errores, el problema también se extiende por ejemplo, a la enfermera que administra el medicamento que

no corresponde, a la entidad prestadora del servicio que exige trámites y todo tipo de papeles antes de

atender una urgencia o niega el servicio por demora o falta en el pago, al vigilante del hospital o clínica

que impide la entrada a un paciente en delicado estado de salud hasta que no llene una serie de requisitos,

al personal del laboratorio que realiza los procedimientos correspondientes, a las infecciones

intrahospitalarias y a muchos otros ejemplos.

3 Colombia (2008), Constitución Política, Bogotá. Secretaría Jurídica, Presidencia de la República.

13

¿Evento adverso, error o negligencia?

Cuando en la prestación de servicios de salud ocurre un evento que no se había tenido en cuenta y como

consecuencia, se obtiene un resultado no satisfactorio y además que no era el esperado ni por el paciente

ni por el personal de salud, se menciona que ocurrió un “evento adverso”. Con este término la mayoría de

las entidades y personal de salud definen los errores en el servicio; sin embargo, el término de evento

adverso está correctamente utilizado en ciertos casos, no en todos. Por ejemplo, cuando ante un evento

adverso no se actúa de manera correcta y a tiempo, o cuando existe la posibilidad de prevenirlo y no se

hace, esto deja de ser un evento adverso y se convierte en un caso de negligencia.

Los términos eventos reportables, incidentes clínicos, entre otros, también se utilizan para referirse a las

fallas en servicios de salud, sin embargo el más utilizado y aceptado es: evento adverso.

El evento adverso es el daño que sufre un paciente como consecuencia de un error en el manejo médico y

no por la enfermedad misma de consulta. El Ministerio de la Protección social define los eventos adversos

como aquellas lesiones o complicaciones involuntarias que ocurren durante la atención en salud, siendo la

misma atención, (y no la enfermedad) la que genera incapacidades, deterioro en el estado de salud del

paciente, prolongación del tiempo de hospitalización y el incremento de los costos de no-calidad4.

También hay un gran número de eventos adversos que dejan graves e irreparables consecuencias como la

muerte del paciente y aunque esto no esté contemplado en el documento del Ministerio de Protección

Social, es importante señalarlo.

Un evento adverso puede ser prevenible o no, y es precisamente aquí donde está la diferencia entre un

error, un evento adverso y una negligencia.

Evento adverso no prevenible:

Este es un resultado indeseado e inesperado, que se presenta de forma no intencional en medio de la

atención médica, aunque se pongan en práctica los estándares de cuidado y calidad del paciente5.

4 Colombia, Ministerio de la Protección social (2006, 8 de mayo). “Resolución número 1446 –Anexo técnico- Por el cual se define el Sistema de Información para la Calidad y se adoptan los indicadores de monitoría del Sistema Obligatorio de Garantía de la Calidad en Atención en Salud”.

5 Revista de medicina. (2006) “Incidencia y evitabilidad de eventos adversos en pacientes hospitalizados

en algunas instituciones hospitalarias en Colombia”. [En línea], núm. 48, disponible en: http://www.encolombia.com/medicina/academedicina/Academ300408/Premiosalacienciasclinicas1.htm, recuperado: Noviembre 19 de 2010.

14

Por ejemplo, un evento adverso no prevenible ocurre cuando en medio de una cirugía el paciente sufre un

infarto o presenta una insuficiencia respiratoria y a pesar del trabajo del personal médico por reanimarlo,

el paciente muere en el quirófano. En este caso, es algo que está fuera del alcance y solución del médico,

aquí no hay una negligencia.

Evento adverso prevenible:

Al igual que el evento adverso no prevenible, éste deja un resultado no deseado y ocurre de manera

inesperada, pero en este caso sí está relacionado con la atención que se presta al paciente, o con un error

que impidió determinar a tiempo una falla en la atención. Estos eventos se presentan por no actuar

siguiendo los protocolos de calidad y cuidado en la atención a los pacientes. Tanto el personal de salud

como las Instituciones, conocen cuáles son estos protocolos.

La diferencia radica en que si se habla de un evento prevenible, es decir, del cual se pueden tomar las

medidas necesarias para evitarlo y aún así esto no se hace, es lógico esperar que esto desencadene una

nefasta consecuencia, por ende, aquí sí hay una negligencia.

Un ejemplo sería que a un paciente le sea suministrado un medicamento sin antes realizarle exámenes para

determinar si es alérgico o si puede afectar que esté tomando otra medicina, y como consecuencia el

paciente tuvo una reacción desfavorable. Esta reacción se pudo prevenir haciendo los exámenes

diagnósticos correspondientes, si no se hace, esto es una negligencia.

En palabras de la abogada Gladys León Salcedo, Asesora jurídica del Tribunal de Ética Médica, la

negligencia es “no hacer lo que se tenía que hacer, cuando se tenía hacer”.

Error:

El error es hacer uso de un plan equivocado para obtener un resultado esperado, también es una falla al

completar una acción que se tenía planeada previamente. Los errores se pueden cometer por omisiones o

acciones, que dependiendo de cada caso, pueden ser conscientes o inconscientes6.

6 AMAYA Luengas, Sergio. (2009, julio), “Seguridad del paciente: Conceptos y análisis de eventos adversos”, en: Revista Vía Salud. [En línea], núm. 48, disponible en: http://www.cgh.org.co/imagenes/calidad1.pdf, recuperado: 22 de noviembre de 2010.

15

¿Es grave que se presente un evento adverso prevenible?

Sí, en la mayoría de los casos; aunque en otros no deja consecuencias nefastas. Sin embargo, es

importante tener en cuenta que cuando se presenta un evento prevenible aunque éste no genere mayores

daños, no por esto deja de ser una falla en la prestación del servicio, pero la mayoría de los pacientes no

conoce esta información.

Por lo general, los pacientes se quejan solo hasta cuando sufren lesiones graves, traumas o incapacidades

permanentes como consecuencia de un error en la prestación del servicio; pero la mayoría desconoce, por

ejemplo, que contraer una infección nosocomial o intrahospitalaria es producto de una falla y por esta

razón, son muchos los casos de personas que resultan con infecciones durante su hospitalización o durante

una cirugía.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define las infecciones nosocomiales o intrahospitalarias

como “Una infección contraída en el hospital por un paciente internado por una razón distinta de esa

infección7. O “Una infección que se presenta en un paciente internado en un hospital o en otro

establecimiento de atención de salud, en quien la infección no se había manifestado ni estaba en período

de incubación en el momento de ser internado. Comprende las infecciones contraídas en el hospital”8.

Las infecciones intrahospitalarias se evitan siguiendo los protocolos de seguridad en la atención de

pacientes y garantizando que se cumplan los estándares de calidad, para que las salas de urgencias u

observación, así como habitaciones y salas de cirugía estén en óptimas condiciones. De esta manera, el

número de personas con infecciones de este tipo disminuiría considerablemente.

¿Por qué es una falla del servicio de salud contraer una infección intrahospitalaria?

Es una falla porque aunque una infección puede contraerse en cualquier parte, el hecho de que esto ocurra

específicamente en una clínica u hospital indica que no se siguen los protocolos mencionados

anteriormente. Además, hay infecciones que sólo se pueden contraer, por ejemplo, en una sala de cirugía y

7 Citado por la Organización Mundial de la Salud OMS. Prevención de las infecciones nosocomiales, guía

práctica, segunda edición. 2003. En: BENENSON AS, Control of communicable diseases manual, 16th

edition. Washington, American Public Health Association, 1995 WHO/BAC/79.1.

8 Citado por la Organización Mundial de la Salud OMS. Prevención de las infecciones nosocomiales, guía

práctica, segunda edición. 2003. En: DUCEL G et al, Guide pratique pour la lutte contre l’infection hospitalière.

16

no en otro lugar y esto ocurre porque no se siguen correctamente los protocolos en las técnicas de asepsia9

y antisepsia10

de los instrumentos clínicos, de las salas de cirugía, entre otros.

El problema se presenta con tanta frecuencia porque en la mayoría de los casos, las infecciones se tratan

con antibióticos y éstas no dejan mayores secuelas; entonces los pacientes no hacen ningún tipo de

reclamo a la entidad. Pero esto no ocurre todas las veces. Existen casos en los que las personas sufren

consecuencias mayores e irreversibles.

Con ojos de mujer...

Abogada de la Universidad del Rosario y conocida como una de las parlamentarias más exitosas del país;

la ahora Fiscal General de la Nación, Vivianne Morales, sufrió en carne propia, como muchas otras

personas, un daño permanente como consecuencia de una negligencia.

Morales, se sometió a una cirugía de trasplante de cornea en abril del año 2001, debido a que tenía

queratocono11

, la cirugía era una buena opción y además no suponía demasiados riesgos. La operó el

oftalmólogo Juan Pablo Naranjo Uribe en la Clínica Cirusabana del Centro Médico de la Sabana.

Pero cuatro días después de la cirugía, Morales empezó a sentir un dolor que incrementó rápidamente y

cuando fue a consulta, el médico que realizó el trasplante le dijo que tenía una infección severa que

avanzaba agresivamente y que se había tomado la retina. La infección era causada por una bacteria

(serratia marcesens)12

.

En un intento por salvar el ojo, Morales cambió de clínica y se sometió a una segunda cirugía que duró

ocho horas. Al día siguiente, los médicos le informan que no había sido posible salvar la retina y que por

lo tanto no volvería a ver por el ojo izquierdo.

9 Hace referencia a la ausencia de microorganismos que pueden causar enfermedades. La técnica

aséptica incluye la preparación del equipo, instrumentación y el campo de operaciones, usando los mecanismos de esterilización y desinfección correspondientes.

10 Es el empleo de sustancias químicas para inhibir o reducir el número de microorganismos de la piel

viva, las membranas mucosas o tejidos abiertos, a un nivel en el cual no puedan generar infecciones.

11 Es una condición en que la córnea está anormalmente adelgazada y protuye hacia adelante.

12 Es una bacteria peligrosa para el ser humano como una causa de infecciones nosocomiales o

urinarias.

17

“Pensé entonces que todo pararía ahí, que tendría que resignarme a estar sin visión, pero sin perder mi

ojo”13

.

Pero no fue así, la infección siguió en curso y los antibióticos no hacían su efecto correspondiente, a pesar

de las altas dosis que le aplicaban. Entonces los médicos plantearon como la única alternativa posible la

extracción del ojo, para evitar que la bacteria, que iba por el nervio óptico, se expandiera y llegara hasta el

cerebro.

“Tenía frente a mí la amenaza de una septicemia que podía ocasionarme la muerte”14

.

Entonces, ocho días después de su primera cirugía, Vivianne Morales, la mujer, la madre de familia, la

recién casada y la exitosa parlamentaria, salió de cirugía, afrontando la pérdida de su ojo izquierdo.

“No puedo describir la impresión tan abrumadora que sentí cuando me retiraron las vendas y tuve que

enfrentarme a una cavidad vacía, allí, en plena cara. La sensación devastadora de lo que no tiene

reversa, de lo irreparable. No pude llorar. No sé si por exceso de valentía o de arrogancia, no solté una

sola lágrima por el ojo perdido y decidí callar. En un intento ingenuo de ocultar lo inocultable y quizá, de

no aceptar en lo más íntimo mi tragedia, decidí no contárselo a nadie”15

.

Los cambios físicos que tuvo que enfrentar Morales fueron varios, pues perdió el sentido visual de la

profundidad, por ello tuvo dificultades para bajar escaleras o andenes, para servir sopa o llenar la cuchara;

y leer, una de sus mayores pasiones, le producía dolor de cabeza. También tuvo problemas para encontrar

una prótesis para su ojo. “En Colombia no son muchos los expertos en el tema. Recurrí a todos, con una

mezcla de vergüenza –era mostrar a cada uno de estos desconocidos mi secreto, mi dolor, mi indefensión-

y de esperanza. Pero en vano. Cada entrega de prótesis era un ejercicio cruel de desencanto: unas, muy

grandes, me convertían el rostro en una muñeca desfigurada; otras, pequeñas, le daban a la mitad de mi

cara una apariencia gélida, inerte”16

.

Lo más preocupante es que las personas que sufren un daño irreversible como consecuencia de un error en

la prestación de un servicio de salud, no sólo se enfrentan a un daño físico, pues las consecuencias

psicológicas y emocionales que este hecho produce son devastadoras.

13

Morales, Vivianne. (2011), “La fiscal vuelve al parche” [en línea], disponible en: http://www.kienyke.com/2011/04/17/la-mirada-de-vivianne-morales/, recuperado: 18 de mayo de 2011.

14 Ibíd.

15 Ibíd.

16 Ibíd.

18

Se volvió insegura, sentía que todos la iban a mirar, se alejó de la vida pública y de su trabajo como

parlamentaria, comenzó a caminar agachada para evitar las miradas de la gente y aunque siempre tuvo el

apoyo de su esposo, pasó un largo tiempo antes de que pudiera aceptar y afrontar lo sucedido, pero lo

consiguió.

“Al fin y al cabo, sin el ojo seguía siendo la misma; era la mirada de otros la que me podía afectar”17

.

Frente a este caso existe una clara responsabilidad en la atención médica, porque la bacteria se contrajo en

de la sala de cirugía, lo cual indica que no se siguieron los protocolos adecuados para la preparación de la

sala, los equipos, el personal y todos aquellos factores que pudieron intervenir en el procedimiento

realizado a Vivianne Morales.

¿Cómo prevenir estos errores?

El personal de salud cuenta con varios mecanismos para prevenir o solucionar un evento adverso que es

prevenible, la falla está en que no se siguen los protocolos y por ello se presentan tantas complicaciones.

“Las flebitis asociadas a catéteres se controlan, en su gran mayoría, con medios físicos; la

sobredosificación de medicamentos no llega a generar daños funcionales; la mayor parte de los sangrados

quirúrgicos se resuelven, a lo sumo, con transfusiones, y en ocasiones el paciente ni se entera. Todos los

anteriores son ejemplos de eventos adversos temporales, cuya baja severidad, a menudo, nos lleva a

descartarlos como eventos adversos o a no registrarlos como tal. Sin embargo, este tipo de eventos

entrañan una gran relevancia por su potencialidad de generar daños más graves y, en consecuencia, su

capacidad de alertarnos para reducir la probabilidad de ocurrencia de eventos severos”18

.

Entonces, queda claro que el problema no solo corresponde a casos alarmantes en los que se opera la

pierna equivocada, o se deja un instrumento quirúrgico en el cuerpo de un paciente, pues la prestación de

servicios de salud, para que sea adecuada y genere los mejores resultados posibles, debe comprender el

mayor cuidado, responsabilidad y eficiencia posible tanto en una cirugía de alta complejidad, como en el

diagnóstico, tratamiento y hasta en el trato al paciente.

17

Ibíd.

18 AMAYA Luengas, Sergio. Op Cit. Pág. 6.

19

¿Por qué se presentan estos casos?

Existen varias razones por las que se presentan errores en la prestación de servicios de salud; algunos

dicen que se debe a los problemas del Sistema General de Seguridad Social en Salud, otros piensan que el

nivel de la educación impartida en las facultades está disminuyendo, y otras personas consideran que es

por la mala infraestructura de las clínicas y la falta de personal. Lo cierto es que no hay una sola causa,

todas éstas, sumadas a la corrupción en las Empresas Promotoras de Salud, la falta de seguimiento de las

normas, las desfavorables condiciones laborales del personal de salud actualmente, entre otros,

constituyen las causas de las fallas en el servicio en las que el paciente es el que lleva la peor parte.

Sin embargo, estos problemas no pueden justificar conductas que el país entero conoce gracias a los

medios de comunicación, en las que una enfermera aplica el medicamento equivocado y como

consecuencia mueren la mayoría de los bebés en la sala de neonatos, o casos en los que un paciente con

apendicitis no es diagnosticado y atendido a tiempo, o en los que el cirujano olvida un elemento en el

interior del cuerpo de un paciente, o cuando una persona en estado delicado de salud muere en la puerta de

la clínica u hospital porque se le negó la atención. Peor aún, no hay justificación para que la entidad de

salud no cumpla con lo establecido en el Plan Obligatorio de Salud (POS) en cuanto a diagnóstico,

atención, recursos, tratamiento y medicamentos; pues esto va en contra de la ley. Además, estas conductas

no sólo son antiéticas, sino inadmisibles.

20

LEYES DE LA SALUD EN COLOMBIA ¿MITO O REALIDAD?

“Garantizar la ampliación de cobertura hasta lograr que toda la población acceda al sistema, mediante

mecanismos que en desarrollo del principio constitucional de solidaridad, permitan que sectores sin la

capacidad económica suficiente como campesinos, indígenas y trabajadores independientes, artistas,

deportistas, madres comunitarias, accedan al sistema y al otorgamiento de las prestaciones en forma

integral”19

. (Artículo 6).

Colombia cuenta con unas disposiciones legales que garantizan la oportuna y correcta prestación de

servicios de salud, sin embargo, esto poco se cumple en la realidad y un factor que influye para que algo

así suceda, es que la mayoría de los pacientes desconocen las leyes y por ende no saben cuáles son sus

derechos ni cómo hacerlos valer.

Prestación de servicios de salud: Ley 100 de 1993

Aunque la ley 100 de 1993 estipula que todo aquel que se encuentre en el territorio colombiano tiene

derecho al servicio de salud, en realidad falta todavía un número significativo de colombianos que aún no

cuentan con el servicio. Muchas personas no están afiliadas a una Entidad Promotora de Salud EPS y por

tal razón en ocasiones se les niega el servicio. Sin embargo, la ley establece que cuando se trata de una

persona que acude a un servicio de urgencias en estado de gravedad, se le debe prestar atención inmediata

aunque no se encuentre afiliada o no esté al día en el pago del servicio de salud.

Entonces, ¿Por qué son recurrentes los casos en que personas mueren en las puertas de las clínicas y

hospitales porque se les niega el servicio?, ¿Por qué una persona es remitida de una entidad a otra y muere

mientras recorre la ciudad esperando ser atendido?

Aunque esto no constituye una negligencia en la práctica médica como tal, sí es una negligencia por parte

del personal administrativo de las entidades, que se excusan argumentando que “el paciente no está

afiliado a esta institución” o “no se encuentra al día en el pago” y por ello se niega la atención. También

hay casos en los que el personal de vigilancia impide la entrada a urgencias de un paciente porque no tiene

completa la documentación.

Estos casos constituyen un delito, porque se está violando el artículo 168 de la ley que reglamenta la

obligatoriedad de prestar un servicio de urgencia: “La atención inicial de urgencias debe ser prestada en

19

Colombia, Congreso Nacional de la República. (1993, diciembre 23). “Ley 100 de 1993, por la cual se crea el sistema de seguridad social integral y se dictan otras disposiciones”. En Diario Oficial. Bogotá.

21

forma obligatoria por todas las entidades públicas y privadas que presten servicios de salud, a todas las

personas, independientemente de la capacidad de pago. Su prestación no requiere contrato ni orden

previa”.20

Tampoco se puede negar atención médica a quien no se encuentre en la ciudad o departamento de

residencia, pues según estipula el artículo 159, numeral dos, este servicio se debe prestar en todo el

territorio nacional.

La ley 100 tampoco se cumple en cuanto a las obligaciones que tienen las instituciones de salud en prestar

los servicios que establece el Plan Obligatorio de Salud POS, ya que son numerosas las demandas que se

presentan reclamando servicios que por ley se deben dar a todos los pacientes. En este sentido en el

artículo 159, numeral uno, se establece que todos los afiliados al Sistema General de Seguridad Social en

Salud deben tener atención de los servicios del POS por parte de la Entidad Promotora de Salud EPS

respectiva, a través de sus instituciones adscritas.

La práctica médica y en general todos los servicios de salud, deben realizarse de forma justa y

responsable, ya que el paciente se encuentra en una situación en la que lo más importante, su salud,

depende de los profesionales, por lo que se le debe prestar total atención y cuidado.

Por esto, se entiende que el derecho a la salud no se limita solo a acceder a los servicios, sino que estos

servicios, tratamientos y procedimientos deben estar enfocados en proporcionar una atención excelente al

paciente y sobre todo, en que éste no enfrente algún tipo de complicaciones, traumas o incapacidades

causadas por descuido, mal manejo, errores en procedimientos, entre otros, los cuales son factores que

pueden evitarse.

Ética médica: Ley 23 DE 1981

La ley de ética médica se creó con el fin de garantizar la calidad en la prestación del servicio por parte del

personal médico y de regular su actividad bajo los principios éticos y legales, esta ley, en su artículo

primero, hace énfasis en el tema del cuidado al paciente: “...el médico se ajustará a los principios

metodológicos y éticos que salvaguardan los intereses de la ciencia y los derechos de la persona,

protegiéndola del sufrimiento y manteniendo incólume su integridad”21

.

20 Ibíd. Artículo 168.

21 Colombia, Congreso Nacional de la República. (1980,15 diciembre), “Ley 23 de 1981, por la cual se

dictan normas en materia de ética médica”. En Diario Oficial, 18 de febrero de 1981. Bogotá.

22

Otro factor fundamental es la relación médico-paciente, que ha perdido importancia debido a la

implementación de normas que suponen atención a un mayor número de personas, pero en menor tiempo

para cada una de ellas, dejando de lado la calidad del servicio.

La queja más frecuente de los pacientes es que hay una falla en el sistema debido a que los médicos deben

atender una consulta en quince o veinte minutos, este es el tiempo promedio en que la persona debe decir

al médico el motivo o motivos de la consulta, el doctor debe revisar la historia y los antecedentes clínicos

del paciente para entender el caso, debe examinarlo, hacer las preguntas que considera necesarias y

diagnosticar u ordenar exámenes y/o medicamentos.

El tiempo es realmente corto, porque anula la posibilidad de una relación más cercana entre médico y

paciente, sin contar con que en muchos casos la persona no tiene un seguimiento por el mismo médico,

entonces cada vez que la persona consulta debe contar de nuevo su historia para que el médico de la

última cita pueda tener una idea de lo que hizo el profesional anterior. Esto deteriora significativamente la

relación entre el médico y el paciente, como la calidad y eficiencia en la atención y tratamiento.

El tema de la relación médico-paciente está contemplado en el numeral cuatro del artículo primero: “La

relación médico-paciente es elemento primordial en la práctica médica. Para que dicha relación tenga

pleno éxito, debe fundarse en un compromiso responsable, leal y auténtico, el cual impone la más estricta

reserva profesional.”22

Cada vez la distancia entre el personal de atención y el paciente es más grande, pues, aunque deben

relacionarse por obvias razones, ya no se ve al paciente como una persona afectada, sino como un

usuario, como un cliente del servicio y en muchas ocasiones este servicio se presta siguiendo pasos ya

mecanizados, dejando de lado la idea de que cada ser humano es diferente y en ello radica su complejidad

y la necesidad de recibir un buen servicio. Así lo contempla el numeral nueve del artículo primero: “El

médico, por la función social que implica el ejercicio de su profesión, está obligado a sujetar su conducta

pública y privada a los más elevados preceptos de la moral universal”23.

El juramento

Este juramento, conocido porque es el que realizan los médicos cuando obtienen su título profesional, no

es solo un conjunto de versos que se pronuncian en una ceremonia. El juramento hipocrático cobra tanta

importancia para el ejercicio de la profesión médica, que hace parte del artículo dos, segundo capítulo de

la ley de ética médica, la cual dispone: “Para los efectos de la presente ley, adoptándose los términos

22

Ibíd.

23 Ibíd.

23

contenidos en el juramento aprobado por la Convención de Ginebra de la Asociación Médica Mundial,

con la adición consagrada en el presente texto. El método deberá conocer y jurar cumplir con lealtad y

honor el siguiente...”

“JURAMENTO MÉDICO

Prometo solemnemente:

Consagrar mi vida al servicio de la humanidad.

Otorgar a mis maestros el respeto, gratitud y consideración que merecen;

Enseñar mis conocimientos médicos con estricta sujeción a la verdad científica

a los más puros dictados de la ética;

Ejercer mi profesión dignamente y a conciencia;

Velar solícitamente y ante todo, por la salud de mi paciente;

Guardar y respetar los secretos a mí confiados;

Mantener incólumes por todos los medios a mi alcance,

el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;

Considerar como hermanos a mis colegas;

Hacer caso omiso de las diferencias de credos políticos

y religiosos, de nacionalidad, raza, rangos sociales,

evitando que éstos se interpongan entre mis servicios profesionales y mi paciente.

Velar con sumo interés y respeto por la vida humana;

desde el momento de la concepción y, aún bajo amenaza,

no emplear mis conocimientos médicos para contravenir las leyes humanas.

Solemne y espontáneamente, bajo mi palabra de honor,

prometo cumplir lo antes dicho”24

.

Las disposiciones legales no solo reglamentan el ejercicio médico; también existen leyes como la 226 de

1996 que reglamenta la profesión de enfermería en Colombia, esta ley creó el Tribunal Nacional ético de

Enfermería y estableció que el ejercicio de la enfermería debe prestarse en forma integral, individual,

dentro del diálogo, con calidad y continuidad25

.

Existen todo tipo de disposiciones legales que regulan la actividad del profesional de la salud, pues todos

tienen en sus manos la responsabilidad de salvaguardar la salud, la integridad y la vida de una persona y

por lo mismo deben ser cuidadosos a la hora de atender y realizar un procedimiento, tratamiento,

diagnóstico o medicación, ya que un error podría afectar significativamente y para siempre tanto al

paciente como a su familia.

24

Ibíd.

25 Colombia, Congreso Nacional de la República. (1996, 25 enero), “Ley 226 de 1996, por la cual se

reglamenta la profesión de enfermería en Colombia y se dictan otras disposiciones”. En Diario Oficial, núm. 42.710. del 5 de febrero de 1996. Bogotá.

24

ERRAR ES DE HUMANOS...

Todos los seres humanos, en cualquier oficio o profesión, cometen errores y la medicina o la práctica

médica como tal no son la excepción, pues ésta no es una ciencia exacta que deba arrojar siempre los

mismos resultados en todas las personas. Sin embargo, frente a un error, éstos pueden prevenirse

diseñando sistemas que las personas puedan seguir y que les haga más difícil caer en un error nuevamente.

En la atención médica, se pueden crear sistemas más seguros, diseñando procesos y medidas de cuidado

que garanticen, tanto al profesional como al paciente, que este último esté protegido y a salvo de algún

daño accidental.

Colombia no es el único país que ha enfrentado un problema en la prestación de servicios de salud,

Estados Unidos es un claro ejemplo. Allí, aunque más de 6 mil personas mueren cada año por accidentes

laborales, en 1993 murieron 7 mil por errores en el servicio de salud relacionados con medicación.

¿Por qué a mí?...

Arthur Robert Ashe, Jr. Nació el 10 de julio de 1943, en Richmond, Virginia. Fue un jugador

afroamericano de tenis de Estados Unidos, recordado por su paso por este deporte en los años 70 y por

convertirse en el primer jugador afroamericano en formar parte de un equipo estadounidense de Copa

Davis.

Ashe logró convertirse en el mejor tenista norteamericano luego de imponerse en el US Open de 1968 y

además lograr que Estados Unidos fuera el campeón de la Copa Davis ese mismo año. También fue un

personaje clave para formar la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).

Hasta el momento, se mantiene como el único hombre negro en alcanzar los títulos del Abierto de

Australia, Wimbledon y el US Open. Además de dos títulos del Grand Slam.

Luego de varios años de actividad, Ashe anunció su retiro en 1979 tras ser operado del corazón y se

dedicó a escribir y comentar para varios medios de comunicación, también fundó la Liga Nacional Junior

de Tenis de Estados Unidos.

En 1983 el tenista fue operado nuevamente del corazón, en 1985 fue elegido para integrar el Salón

Internacional de la Fama del Tenis y tres años después, en 1988, Ashe descubrió que había adquirido el

Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida SIDA, por las transfusiones de sangre que le realizaron durante

25

sus operaciones del corazón26

, pero decidió mantenerlo en secreto hasta 1992, cuando declaró lo que le

había sucedido, debido a los rumores que indicaban que el diario USA Today publicaría una historia en la

que daría a conocer su condición.

Durante su enfermedad, Ashe recibió una carta de un fan que decía: ¿Por qué Dios tuvo que seleccionarte

para tan fea enfermedad? A lo que el deportista respondió:

“En el mundo 50.000.000 de chicos comienzan a jugar tenis,

5.000.000 aprenden a jugarlo, 500.000 aprenden tenis profesional,

50.000 entran al circuito, 5.000 alcanzan a jugar un Grand Slam,

50 llegan a Wimbledon, 4 a las semifinales y 2 a la final.

Cuando estaba levantando la copa nunca le pregunté a Dios:

¿Por qué a mí? Y hoy con mi enfermedad,

no debería preguntarle: ¿Por qué a mí?”27.

En su último año de vida, Arthur Ashe se dedicó a llamar la atención de los portadores de VIH en el

mundo. Dos meses antes de su muerte, fue nombrado “deportista del año” por la revista Sports Illustrated

y creó el Arthur Ashe Institute for Urban Health. “Days of Grace” (Días de gracia) es la publicación que

recoge las memorias del deportista y que Ashe terminó menos de una semana previa a su muerte. Murió el

6 de febrero de 1993.

Tiene un monumento en Richmond, como homenaje; y el estadio principal en el USTA National Tennis

Center, donde se juega el US Open, fue nombrado como el Estadio Arthur Ashe. Actualmente este es el

estadio de tenis con más capacidad en el planeta28

29

30

.

26

No es claro en cuál de las transfusiones Ashe adquirió el SIDA.

27 “Arthur Ashe” [en línea], disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Arthur_Ashe, recuperado: 18 de

mayo de 2011.

28 “Arthur Ashe Biography” (2011) [en línea], disponible en: http://www.notablebiographies.com/An-

Ba/Ashe-Arthur.html, recuperado: 18 de mayo de 2011. (Traducido del inglés).

29 “Arthur Ashe” [en línea], disponible en: http://www.cmgww.com/sports/ashe/about/bio.htm, recuperado:

18 de mayo de 2011. (Traducido del inglés).

30 “Arthur Ashe” [en línea], disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Arthur_Ashe, recuperado: 18 de

mayo de 2011.

26

Errores, eventos adversos y negligencia. El caso de Estados Unidos.

El tema de los errores en la prestación de servicios de salud fue puesto sobre la mesa cuando se publicó el

libro To err is human en Estados Unidos, hace más de una década. Esta investigación alertó por primera

vez y de forma contundente a la comunidad científica, al gobierno y a los usuarios de los servicios de

salud, sobre la problemática que enfrentaba el país, pues cada día se reportaban más incidentes, con

mayores daños, gastos económicos y más muertes como consecuencia de los errores que se cometían en

clínicas y hospitales de Estados Unidos.

Los autores del libro, Linda T. Kohn, Janet M. Corrigan y Linda Donaldson, realizaron dos estudios, uno

en el Estado de Colorado y en el Estado de Utah y el otro en Nueva York, Estados Unidos; en estos

estudios encontraron que durante las hospitalizaciones ocurrieron un 2.9% y 3.7% eventos adversos

respectivamente. El 6.6% de estos eventos en Colorado terminaron en muerte de los pacientes y en Nueva

York la cifra de fallecidos fue de 13.6%. Lo más sorprendente es que en los dos estudios, más de la mitad

de los eventos adversos fueron consecuencia de errores médicos que pudieron prevenirse.

Durante la investigación se revisaron 15.000 muestras aleatorias de registros médicos de pacientes dados

de alta y se encontró que 4 de cada 5 eventos adversos ocurren dentro del hospital. Además, se determinó

que más del 29% de los eventos adversos fueron negligencias. En Nueva York 1 de cada 4 negligencias

llevan a muerte31

.

Las anteriores podrían significar, para algunos, unas cifras relativamente bajas, sin embargo, cuando se

extrapolaron los dos estudios sobre una cifra de 33.6 millones de admisiones en los hospitales de estados

Unidos, los resultados arrojaron que por lo menos 44.000 personas mueren cada año como resultado de

errores médicos, inclusive, en Nueva York la cifra podría ser mucho mayor, alcanzando hasta 98.000

muertes cada año. El estudio también sugiere que en Estados Unidos muere más gente al año como

resultado de errores médicos que por accidentes de motos.

Otro tipo de error frecuente es la equivocación en la medicación a los pacientes, estos errores, además de

afectar la salud de los pacientes, generan también grandes pérdidas económicas. Los autores realizaron

investigaciones en dos hospitales universitarios reconocidos en estados Unidos32

y encontraron que 2 de

31

KOHN, Linda T; CORRIGAN, Janet M; DONALDSON, Molla S. To err is human; Building a safer health system. Editors: Commite on Quality of Health Care in America, Institute of Medicine. National Academy press, Washington D.C. 2000. Page 30. (Traducido del Inglés).

32 No se mencionan los nombres de los hospitales.

27

cada 100 admisiones experimentaban un evento adverso relacionado con errores en medicación, lo cual

generó un costo promedio de 4.700 dólares por admisión, o sea 2.8 millones de dólares al año (más de 5

mil millones de pesos), teniendo en cuenta que esta cifra solo corresponde a los resultados de los dos

hospitales.33

Los autores revelaron que al realizar un estudio de 1.047 pacientes admitidos en dos unidades de cuidados

intensivos y una unidad quirúrgica en un hospital universitario, 480 (45.8%) fueron identificados como

sujetos de un evento adverso. También consideraron que la probabilidad de experimentar un evento

adverso aumentó alrededor de 6% por cada día de permanencia en el hospital. Y al hacer una

investigación de 182 muertes en 12 hospitales por tres condiciones diferentes (accidente cerebro vascular,

neumonía o infarto de miocardio) se encontró que por lo menos el 14% y posiblemente hasta el 27% de las

muertes pudieron haber sido prevenidas34

.

Los errores en prestación de servicios de salud en Estados Unidos son un problema que desde hace más de

25 años ha dejado un gran número de afectados y muertos, un ejemplo de esto es la revisión de los

certificados de defunción que se realizó entre 1983 y 1993 en los que se encontró que 2.876 personas

murieron en 1983 por errores de medicación35

, comparado con 7.391 muertes en 1993 por las mismas

causas36

.

Sin embargo, se debe tener claro que los errores de medicación son frecuentes en todas las instituciones de

salud de todo el mundo y no todos los eventos adversos generados por medicación constituyen una

negligencia, por ejemplo, si el paciente sufre una reacción alérgica a un medicamento, esto puede

considerarse como un evento adverso no prevenible, pues nadie podía saber que esto ocurriría. Sin

embargo, si ese medicamento se le ordenó al paciente sin revisar su historia clínica (en donde estaba

consignada esa aclaración), esto sí constituye un evento que podía prevenirse y no se hizo y por tanto es

una negligencia, ya que se omitió el protocolo de manejo al paciente que debía seguirse37

.

33

Ibíd. Pág 2.

34 Ibíd. Pág. 31.

35 En este caso es entendido como un envenenamiento accidental por medicamentos.

36 Ibíd. Pág. 32.

37 Ibíd. Pág. 33.

28

Tipos de errores. (Tabla 1)38

.

DIAGNOSTICO

Retraso del diagnostico.

Falla al emplear el test (aunque sea el indicado).

Uso de un test no actualizado.

Falla al actuar sobre los resultados de monitoreo o de prueba.

TRATAMIENTO

Error al ejecutar una operación, procedimiento o test.

Error en la administración de un tratamiento.

Error en la dosis o el método usado de una droga.

Retraso preventivo en el tratamiento o en la respuesta de una

prueba no normal.

Cuidado inapropiado.

PREVENCION Falla al proveer tratamiento profiláctico39

.

Monitoreo o seguimiento inadecuado del tratamiento.

OTRO Falla en la comunicación.

Falla en un equipo.

No todos los errores se pueden cuantificar en términos de dinero o cifras de personas afectadas, pues hay

otros daños como los físicos y psicológicos que debe enfrentar tanto el paciente como el médico y que por

lo general no son tenidos en cuenta. Es evidente que estos errores generan una pérdida de confianza en el

sistema de salud, además de otros sentimientos. “Los pacientes que experimentan una larga

hospitalización como resultado de errores, pagan con inconformidad física y psicológica. Los

profesionales de la salud pagan con pérdida de moral y frustración al no ser capaces de proveer el mejor

cuidado posible”40

.

El caso colombiano...

César Rincón comenzó su vida en la tauromaquia a los 10 años, cuando empezó a practicar con su padre,

Gonzalo Rincón. De niño, pasaba las tardes “jugando a torear” con Príncipe, su perrito. En ese entonces

su valentía y talento llamaron la atención y un grupo de cineastas franceses hicieron un documental de

treinta minutos sobre el niño torero.

38

Leape, Lucian; Lawthers, Ann G.; Brennan, Troyen A., et al. Preventing Medical Injury. Qual Rev Bull. 19(5): 144-149, 1993. (Citado en KOHN, Linda T; CORRIGAN, Janet M; DONALDSON, Molla S., 2000).

39 Es un tratamiento preventivo, por ejemplo, la vacunación.

40 KOHN, Linda T; CORRIGAN, Janet M; DONALDSON, Molla S., Op Cit. (Traducido del Inglés). Pág 2.

29

Hacia 1989, y cuando atravesaba por el mejor momento de su carrera profesional, mientras toreaba en

Palmira, Valle (Colombia) sufrió una grave cornada. El golpe que recibió le cortó la arteria femoral y fue

necesaria una transfusión de sangre. Rincón recibió sangre contaminada con Hepatitis C.

El tratamiento, que consiste en altas dosis de quimioterapia, genera síntomas como debilidad,

agotamiento, pérdida de peso, anemia, insomnio, salpullidos, picazón, caída de cabello y depresión.

Sin embargo, después de dos años de convalecencia, el torero reapareció en enero de 2003 en Olivenza,

provincia de Badajoz (España) y luego en Jaen (Francia). En el 2004 toreó en la legendaria plaza

Maestranza de Sevilla. El 18 de mayo, en lo que él considera la corrida de homenaje a la vida, salió por

sexta vez por la puerta grande de la Plaza de Las Ventas de Madrid, convirtiéndose en una leyenda

histórica del mundo de los toros41

.

“La sangre que me salvó la vida ese día, hoy me tiene enfermo, pero tengo grandes deseos de

recuperarme”42

.

41

Artículo tomado de: Comité Editorial Fundación Apoyarte. (2010), “Cesar Rincón y su lucha contra la Hepatitis C”, [en línea:], disponible en: http://www.fundapoyarte.org/web_hepatitis/salud_detalle.php?id=110, recuperado: 18 de mayo de 2011.

42 Nullvalue. El Tiempo. (2000), “Cesar Rincón tocado por Hepatitis C”, [en línea:], disponible en:

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1264012, recuperado: 18 de mayo de 2011.

30

CANTIDAD Vs CALIDAD

“La Calidad de la Atención de Salud se entenderá como la provisión de servicios accesibles y

equitativos, con un nivel profesional óptimo, que tiene en cuenta los recursos disponibles y logra la adhesión

y satisfacción del usuario”. (Artículo 4). 43

El Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) creado a partir de la puesta en marcha de la

ley 100 de 1993, amplió la cobertura de los servicios y vinculó a la mayoría de colombianos al sistema;

sin embargo, también ha traído consigo grandes fallas, pues los trámites y procesos implementados han

generado mayores problemas en lugar de agilizar los procesos. Entonces lo paradójico es que más

colombianos ahora tienen acceso a los servicios de salud, pero estos servicios no son de calidad.

El concepto de calidad se relaciona con otros términos como efectividad, buen trabajo, cumplimiento,

rigurosidad, entre otros. Desde el punto de vista de los servicios de salud, la calidad es necesaria para

crear un mejor ambiente de trabajo y para dar la seguridad y confianza al paciente, de que se le prestará

un servicio acorde con sus necesidades y que este servicio cumple los requerimientos establecidos para su

correcta y oportuna atención. De igual forma brinda al profesional la seguridad de cumplir con los

protocolos establecidos y de incurrir en fallas por omisión o descuido.

Antonio José Chacón considera que la calidad en salud está íntimamente ligada con el concepto de

cumplimiento y evaluación de la misma, principalmente, por el tipo de trabajo que se desarrolla. En

términos generales, la calidad es aquella que refleja una acción efectiva en la atención y que deja como

resultado la satisfacción del usuario del servicio de salud.44

“El sistema de calidad podría ser la herramienta más efectiva para prevenir demandas de

responsabilidad médico legal, teniendo en cuenta que conlleva a cumplir con todos los componentes de

la buena práctica médica (diligencia, pericia, prudencia y cumplimiento de los reglamentos), que de por

sí exoneran de culpa a los profesionales de la salud”45.

43

Colombia, Ministerio de Protección Social. “Decreto número 2380 de 2002, por el cual se dictan las disposiciones del Sistema Obligatorio de Garantía de calidad de la Atención de salud del Sistema General de Seguridad Social en Salud”. En Diario Oficial, Bogotá.

44 CHACÓN Pinzón, Antonio José. Fundamentos de responsabilidad Médica; Ed. Jurídicas Gustavo

Ibáñez; 2004; 223 Págs. Pág. 61.

45 Manrique (citado en Chacón, 2004).

31

¿Por qué tantas personas reclaman por falta de calidad en la atención y servicios de salud?

Porque existen unos parámetros y reglas que se deben seguir en toda institución prestadora de servicios de

salud, pero que no se están cumpliendo. La auditoría médica es el ente encargado de controlar que se

cumplan los protocolos de atención correcta y oportunamente, sin embargo, pocas instituciones evalúan y

ponen en marcha los planes de mejoramiento de la calidad en el servicio argumentando que esto genera

altos costos para las instituciones y pasando por alto que existe un Sistema Obligatorio de Garantía de la

calidad de la Atención en Salud que es regulado por la ley.

Se debe tener en cuenta, que al hablar de calidad en un servicio de salud, éste término no se puede limitar

a definir únicamente lo relacionado con atención y diagnóstico; existen otros elementos de calidad de tipo

administrativo en las instituciones prestadoras de servicios de salud, que son igual de importantes y

necesarios para que todo funcione correctamente y se pueda garantizar la calidad de un servicio:

(Tabla 2)46.

ESTRUCTURA Se refiere a los recursos humanos, físicos, tecnológicos y financieros que son

necesarios para poder prestar la atención en salud.

PROCESO Recoge las actividades que ocurren entre los profesionales de la salud y los

pacientes, por ejemplo, un examen médico.

RESULTADO Son aquellos cambios del estado de salud, que pueden atribuirse a la atención

recibida e incluye la satisfacción del paciente.

Cada entidad prestadora de servicios de salud, debe trabajar de acuerdo a unos parámetros que determinan

si su calidad de servicio fue o no satisfactoria para el paciente. Sobre los tres elementos anteriores se

establecen las pruebas generales para evaluar la calidad, por medio de indicadores, encuestas de

satisfacción, entrevistas, entre otros.

Estos parámetros se deben poner en marcha por medio de seis elementos, que Chacón menciona y que acá

serán definidos, con el fin de que haya claridad en lo que las instituciones de salud deben hacer para

garantizar que se cumple con los estándares de calidad47.

46

CHACÓN Pinzón, Antonio José. Op. Cit. Pág. 61.

47 Ibíd. Pág. 61.

32

Es importante que los pacientes conozcan y evalúen si estos pasos se siguen en sus respectivas

instituciones de salud y que estas últimas también revisen qué procesos deben implementar, mejorar,

cambiar o desechar.

4. Evaluación de la calidad de los recursos:

Cada institución debe tener claro de qué forma se aprovecharon los recursos económicos, así como las

prioridades de inversión a corto o mediano plazo y un plan de acción concebido para actuar frente a

posibles problemas. La utilización de los recursos debe ser oportuna, correcta y explicada de manera

clara, para saber con cuánto dinero cuenta la institución a la hora de hacer una gran inversión en

tecnología, remodelación, prevención o personal, así como atender un caso de emergencia de tipo

general que comprometa a gran parte de la sociedad, como una catástrofe.

5. Acreditación del servicio en su estructura, proceso y resultado:

Estos son los tres puntos mencionados anteriormente y que son necesarios para la calidad de un

servicio, pues contemplan una actuación ética y profesional.

Es importante contar con una estructura acorde y correcta para que los servicios sigan los parámetros

de calidad establecidos, pues la falla de alguno de estos puntos, generará inconvenientes en la

prestación del servicio, arrojará resultados negativos e inesperados y disminuirá por ende, el resultado

en la evaluación de calidad.

6. Evaluación de la calidad:

Es fundamental implementar métodos de evaluación de calidad, para poder medir no sólo el nivel de

satisfacción de quienes acceden a los servicios de salud, sino principalmente, para encontrar las fallas

en estos servicios, analizarlas, y plantear soluciones que ayuden al mejoramiento de la atención en

salud.

La ausencia de estas evaluaciones de calidad, de manera periódica en las instituciones de salud,

conlleva al desconocimiento de las fallas y a la imposibilidad de tomar correctivos cuando se

presentan errores.

7. Monitoreo del proceso de atención:

Es clave en una entidad prestadora de servicios de salud, que la atención sea oportuna, adecuada y

humana; el incumplimiento de alguno de estos puntos, no sólo generará un descontento en el paciente

sino que en algunos casos, podría agravar su estado de salud (si la atención no es oportuna y de

calidad).

33

Se deben vigilar los procesos de atención a pacientes, pues allí inicia la relación del personal de salud

y el paciente, la cual es fundamental para la buena práctica médica. Para ello, el papel del auditor es

clave.

8. Auditoría clínica directa:

Es necesario tener un equipo de personas encargadas de realizar la auditoría, para garantizar un

servicio de calidad y que genere informes críticos y contundentes relacionados con el tema a indagar.

Es importante que las entidades reguladoras de los servicios de salud, verifiquen que todas las

entidades cuenten con el personal, los recursos y las posibilidades para realizar la auditoría médica, ya

que por ahorrar recursos, esta figura no se cumple a cabalidad en todas las instituciones prestadoras de

servicios de salud o no puede realizar su trabajo de manera adecuada porque no cuenta ni con los

elementos, ni con el ambiente propicio para hacerlo.

9. Satisfacción del cliente externo e interno

Una herramienta utilizada en diversos lugares es la encuesta, ésta puede realizarse tanto a los

pacientes (que se encuentren hospitalizados y en capacidad de responderla) como a sus familiares, o a

las personas que acuden para un servicio médico ambulatorio.

La encuesta debe ampliarse a todo el personal de la institución así como a las entidades con las que se

tenga algún tipo de relación.

El objetivo es hacer preguntas relacionadas con la satisfacción del paciente, su familia y las

instituciones con las que la entidad tiene algún convenio, para determinar el nivel de satisfacción de

cada una de las partes en aspectos como atención, procedimientos, trámites, inversión, manejo

administrativo, entre otros. Esto sirve como un primer aspecto para localizar los sectores en donde

más se presentan fallas, de esta manera se puede trabajar en su corrección.

El adecuado control e implementación de técnicas y medidas que garanticen la correcta prestación de un

servicio de salud, son fundamentales para obtener un concepto de calidad. Para ello se debe evaluar no

sólo el acto médico, sino todos los procesos que se relacionan con el paciente o su tratamiento, como el

control de calidad de medicamentos, mantenimiento preventivo de equipos, selección adecuada del

personal, verificación de exámenes, calidad en la atención, entre otros, ya que esto ha generado un

conflicto entre calidad y cantidad en el que prima este último. El médico Juan Medoza-Vega, considera

que las entidades de salud han implementado sistemas en los que se deben realizar muchas consultas y

atender a muchos pacientes en poco tiempo para que esto genere ganancias a la entidad, sin embargo, él

considera que esta no es la mejor manera de ejercer la medicina ni ninguna otra profesión de la salud y

34

aclara que “uno no puede ejercer poniendo por delante el signo pesos, porque lo que se tiene que poner

por delante es la necesidad real de la persona enferma que consulta”.

¿Qué hubiera pasado si...?

Todos los días esta pregunta ronda en la cabeza de Luz Elena Amaya, una mujer casada y madre de dos

hijos, que en el año 2004 consultó al médico porque sintió que tenía un cuerpo extraño en su seno

izquierdo. El doctor le dijo que todo estaba bien y que eran acumulaciones de grasa. Pero al poco tiempo

se realizó unos exámenes que eran parte de una campaña de salud de la empresa donde trabajaba su

esposo; en los resultados de los exámenes le recomendaron hacerse una mamografía inmediatamente, pues

había algo que no era normal, además, Luz Elena estaba preocupada porque empezó a sentir dolor en el

seno.

De nuevo consultó al médico de su EPS (Salud Total) quien le ordenó tomarse una biopsia, para saber en

qué consistían las dos masas que tenía en el seno izquierdo. El médico le dijo que la biopsia había salido

bien y que la iba a remitir a oncología48

para confirmar.

El oncólogo, al examinar a Luz Elena, notó algo anormal, entonces decidió que lo mejor era hacer una

pequeña cirugía para sacar las dos masas y enviarlas a patología. Ella hizo los trámites correspondientes

con el anestesiólogo, se tomó los exámenes que le ordenaron y fue a que le dieran la autorización para la

cirugía; después de veinte días de espera le dieron la autorización para que un médico general y no el

oncólogo, hiciera el procedimiento en la Clínica el Bosque. Entonces tuvo que esperar otros quince días

para tener la cita con el médico general, quien revisó los resultados y le comentó que se trataba de una

cirugía muy sencilla.

Luz Elena comenta que el médico “abrió un poquito, sacó una masa, pero dejó la otra, no sé por qué”.

Después de esperar más de un mes para que le entregaran el resultado, Luz Elena entró a consulta con el

médico que había hecho la cirugía y según ella misma cuenta, el doctor le dijo “tranquila mi señora, no se

preocupe que eso debe ser una enfermedad fibroquística49

, esperemos que la enfermera traiga el

resultado”. Después de un rato llegó la enfermera sin ningún documento en mano y cuando el doctor le

preguntó por los resultados ella contestó: “que sí, que es una enfermedad fibroquística”. “El médico me

48

Es la especialidad que estudia los tumores (benignos y malignos) pero se especializa en los malignos, o sea, en el cáncer.

49 Son cambios en el seno que pueden estar acompañados de dolor, protuberancias o hinchazón, pero no

se trata de una enfermedad como tal y por lo general es una condición que desaparece rápidamente.

35

dijo: “si ve mi señora, yo le dije, no se preocupe” y me dio una orden para que en un año me tomara una

mamografía y fuera a control con el resultado”.

Luz Elena comenta que salió de la consulta tranquila por lo que le habían dicho y con la idea de volver al

año siguiente a su control médico; entonces salió a buscar un lugar para llamar a su esposo, pero en ese

corto tiempo que gastó caminando algunas cuadras, sintió el impulso de devolverse para solicitar una

copia del resultado de la patología que le realizaron, “primero, porque quería conservar el documento en

un archivo que tengo con mi historial médico, porque uno nunca sabe qué se pueda presentar y segundo,

porque se me hizo extraño que ni el médico ni la enfermera tenían el documento a la mano y resolvieron

decirme qué era lo que tenía así no más”.

Una hora y media esperó Luz Elena para que le entregaran una fotocopia del resultado de la patología,

cuando le entregaron el documento, éste decía que tenía carcinoma en estado I50

.

“Yo conocía esa palabra porque mi mamá murió de cáncer en el colon, entonces cuando leí la palabra

“carcinoma” empecé a temblar y cuando vi a la enfermera inmediatamente le dije “¿qué es lo que

significa la palabra carcinoma?” ella se asustó y me dijo, “¡Ay! no, eso no fue lo que me dijeron en

patología, espere un momentico...”.

La enfermera entró al consultorio del médico que atendió a Luz Elena, sacaron al paciente que estaban

atendiendo en ese momento para hacerla entrar. “El médico me dijo “señora discúlpenos, si no fuera por

los angelitos, quién sabe qué habría pasado con usted” y con toda la frialdad del caso me dijo “pero sí, lo

que usted tiene es cáncer y me toca quitarle los dos senos””.

Luz Elena recibió la orden para la cirugía, lo cual le pareció apresurado e inapropiado porque consideró

extraño que el médico no le retirara los dos tumores que tenía, sino uno. Salió llorando, desubicada y

como se encontraría cualquier mujer que de un momento a otro se estrella de frente con la noticia de que

tiene cáncer y que además, le van a quitar sus senos.

Sin embargo, decidió ir al Instituto de Cancerología, pues ya no confiaba en el médico de su EPS; se

realizó varios exámenes para confirmar el diagnóstico “porque con semejante descuido yo tenía que estar

segura”. Efectivamente Luz Elena tenía cáncer, pero decidieron que ella podía someterse a un tratamiento

antes de optar por la cirugía para quitarle ambos senos; entonces su esposo puso una queja ante la EPS

Salud Total y habló con los directivos para pedir que desde ese momento no se cometieran más errores y

que los tratamientos a los que Luz Elena se sometería, fueran proporcionados rápida, correcta y

oportunamente.

50

Es un tipo de cáncer que tiene origen en las células epiteliales. Estado I significa que está en el inicio del cáncer y es potencialmente curable porque no ha avanzado a otros órganos y tejidos.

36

Los primeros seis meses de tratamiento fueron con radioterapia51

y los siguientes seis con quimioterapia52

.

Después de un año el cáncer desapareció. Actualmente Luz Elena asiste a controles cada cuatro meses

para verificar que todo va bien y que el cáncer no ha vuelto a aparecer.

Luz Elena asegura sentirse desilusionada tanto de la atención que recibió por parte del médico, como de la

enfermera, lo que le generó un desconfianza hacia su EPS, de la que cree que sus funcionarios son

“descarados” pues un año después de lo ocurrido recibió una llamada en la que le informaban que tenía

una cirugía programada desde hace un año y le preguntaron por qué no había ido a realizársela.

Luz Elena no volvió a las citas médicas en su EPS Salud Total, dice que ahora solo usa los servicios de

oncología en la Institución Prestadora de Servicios (IPS) Cancercoop. “Yo a Salud Total no volví, para

qué, si uno ya sabe que le van a fallar...”.

Esta mujer se pregunta todos los días ¿Qué hubiera pasado si confiando en el criterio del médico y

convencida de que la única opción era retirar ambos senos, hubiera decidido operarse sin saber que podía

probar otras alternativas?

Pero la pregunta que más ronda en la cabeza de Luz Elena es ¿Qué hubiera pasado si ella, confiando

plenamente en lo que dijo tanto el médico como la enfermera, no hubiera decidido solicitar el resultado de

la patología? “Pues el cáncer me hubiera invadido y yo en este momento no estaría viva”.

El anterior caso es un ejemplo claro de lo que sucede cuando no hay calidad en la prestación de servicios

de salud, pues no se siguen los protocolos establecidos para el diagnóstico y tratamiento de una

enfermedad. Es claro que no se siguieron los pasos correspondientes para que la atención de la señora Luz

Elena Amaya fuera satisfactoria. La falta de calidad generó un inconformismo y desconfianza permanente

en el paciente.

51

Tratamiento oncológico basado en el uso de Rayos X para combatir las células cancerosas.

52 Es el uso de fármacos empleados para impedir la reproducción de las células cancerosas.

37

LAS TRES ENFERMEDADES DE LA SALUD EN COLOMBIA

La comunidad médica, expertos, científicos, juristas, entre otros, plantean varias razones que para ellos

constituyen la mala prestación de los servicios de salud en Colombia (sobre carga laboral, corrupción,

falta de preparación, etc). Sin embargo, todas estas constituyen causas de los dos grandes problemas de la

salud en el país que son: Los errores estructurales del Sistema de Salud, la corrupción en el Sistema y la

mala práctica médica.

Errores estructurales del Sistema de salud.

Estos errores surgieron de las fallas en el Sistema General de Seguridad Social en Salud SGSSS en

Colombia, el cual, para muchos, hizo que, como dice el adagio popular, la cura fuera peor que la

enfermedad.

La restricción a los médicos: Un secreto a voces.

Los exámenes de laboratorio, remisiones a especialistas, medicamentos de calidad, entre otros,

representan un alto costo que la mayoría de las EPS no quiere asumir, por ello se restringe al médico para

que ordene cierto tipo de exámenes (no muy costosos) o para que no realice tantas remisiones para un solo

paciente. Sin embargo, no se comprueba a ciencia cierta que esto ocurre porque la orden que dan las

entidades no se hace por escrito, ya que sería algo ilegal. Cuando el médico se sale de lo estipulado se

convierte en un médico “costoso”, se le advierte que debe ajustarse a los parámetros establecidos, es decir,

que si continúa generando gastos para la institución, ésta podría prescindir de sus servicios.

Germán Rincón Perfetti, abogado, catedrático, conferencista y asesor en temas de Salud, asegura que las

EPS están tan interesadas en ahorrar costos de exámenes, remisiones y tratamientos; hasta el punto en que

si el médico cumple con el tope que le dieron de gastos, o inclusive, éste es menor, gana un incentivo

monetario. Él asegura que “los médicos no se pasan porque necesitan el incentivo entonces no ordenan

los exámenes suficientes”. Sin embargo recalca que hay otros profesionales que piensan en el bienestar de

sus pacientes y a quienes no les interesa el incentivo. El problema, en palabras del abogado Rincón, es que

se afecta el ejercicio del médico y su oportunidad laboral porque cuando esto sucede, la entidad decide no

renovar el contrato de servicio con el médico porque es “muy costoso”.

Viéndolo desde esa perspectiva, la profesión del médico es entendida como un negocio, como si su trabajo

consistiera únicamente en incrementar el patrimonio de una empresa, en donde se le exige productividad,

38

sin generar costos, o de lo contrario se queda sin empleo. Es la salud deshumanizada en su máxima

expresión.

“Aunque no se diga, ni se pruebe, se sabe que hay una limitación de exámenes, el médico general sabe

que no puede ordenar tantos exámenes, hay limitaciones de los tiempos de observación, de

hospitalización, hay muchas limitaciones de los recursos con miras a obtener ganancias económicas,

cuando la ganancia de la salud tiene que ser salud, porque lo demás ya es corrupción del sistema”.

Asegura la abogada Gladys León Salcedo, asesora jurídica del Tribunal de Ética Médica53

.

Algo paradójico es que las entidades quieren ahorrar costos formulando y remitiendo menos, pero la

realidad es que un paciente que va en repetidas ocasiones y no recibe una remisión o no se le ordena el

tratamiento adecuado, en algún momento acudirá a un sistema de urgencias cuando su enfermedad haya

avanzado; y la atención en urgencias, los tratamientos y la hospitalización generan más costos para las

EPS que el hecho de realizar el adecuado diagnóstico y tratamiento desde cuando la persona acudió por

primera vez a la consulta con el médico general.

La Doctora Viviana Andrea González, Médica de la Universidad Nacional de Colombia, considera frente

a este tema, que los Médicos y el personal de salud ahora, “se están formando en las EPS”, porque los

tratamientos ya no consisten en lo que se deba hacer para garantizar la salud del paciente, sino en lo que

indica el Plan Obligatorio de Salud POS. Y asegura que “el personal administrativo es quien decide, por

ejemplo, si el paciente tiene derecho o no a una radioterapia, una cirugía o un medicamento de alto costo

ya no es el médico quien decide”.

De un lado al otro: La Tramitología.

Las EPS han puesto una cantidad de requisitos que vuelven demorado e ineficiente el servicio, estos

requisitos van desde ir de un sitio a otro para recibir una autorización de procedimientos, radicar

documentos en dos o más sitios distintos, hasta poner al paciente a recorrer la ciudad en busca de un lugar

en donde le sean entregados los medicamentos.

Estos requisitos excesivos no tienen en cuenta que una persona de bajos recursos económicos no puede

pagar entre cuatro y cinco pasajes de bus en un día para ir de un lado a otro de la ciudad a recoger

resultados, reclamar medicamentos o autorizaciones, etc, sin contar con la pérdida de tiempo, el

ausentismo laboral o escolar que esto genera. Además, lo preocupante es que no se tiene en cuenta que

53

Entidad colombiana creada a partir de la ley 23 de 1981 y que se encarga de adelantar los procesos ético-disciplinarios en el acto médico.

39

estas personas son pacientes y que sus condiciones de salud no dan espera mientras hacen toda clase de

diligencias que exige la entidad para poder realizarse un examen o cualquier procedimiento.

No cumplir con las obligaciones.

Otro problema es que el SGSSS estableció una serie de exámenes, medicamentos y procedimientos que

están dentro del Plan Obligatorio de Salud POS y que se deben proporcionar a los pacientes sin excepción

alguna, pero en muchos casos las instituciones no autorizan ni realizan un procedimiento que está cobijado

por el POS.

La Defensoría del Pueblo de Colombia, realizó un estudio en el que analizó la base de datos de las tutelas

enviadas a la Corte Constitucional durante los años 1999, 2000, 2001, 2002 y el primer semestre de 2003

y determinó que del total de tutelas instauradas por los colombianos en el periodo analizado, el 25.7%

corresponde a aquellas que invocan el derecho a la salud.

Durante el año 2003 la cifra aumentó a 31.6%54

y lo más preocupante es que el 70% de las tutelas

presentadas, reclamaban servicios que se encontraban dentro del POS. Esto quiere decir que las EPS no

están cumpliendo con una exigencia de la ley; no están haciendo lo que deben hacer.

“Las solicitudes de exámenes, cirugías, tratamientos y medicamentos, en ese orden, son las causas por las

cuales los accionantes tutelan en mayor proporción. No obstante lo anterior, se advierte que en un alto

porcentaje -en una misma tutela- se presentan varias solicitudes. Comparativamente entre el año 1999 y

el 2003, el requerimiento judicial de medicamentos ha sido el de mayor crecimiento, al pasar del 9.3% al

17.9% en el último año”55

.

La Defensoría encontró además, que en muchos casos, lo usuarios acudieron a tutelas para solicitar ayudas

diagnósticas que integran los componentes más elementales del POS y que hacen parte de los “programas

de promoción y prevención”. “Fue así como se encontraron acciones de tutela para la realización de

citologías cérvico-vaginales, mamografías y antígenos prostáticos, que, por su naturaleza de paraclínicos

quirúrgicos, inciden en el postergamiento de cirugías y procedimientos”56

.

El estudio de la Defensoría encontró otros casos relevantes que se resumen en la siguiente tabla:

54

Colombia, Defensoría del Pueblo. “La tutela y el derecho a la salud”, Programa de salud y seguridad

social, Equipo investigativo de la Salud y la Seguridad Social en Colombia; 2004. Pág. 6.

55 Ibíd. Pág. 8.

56 Ibíd. Pág. 11.

40

(tabla 3)57

Tutelas presentadas por:

CIRUGIA Segunda causa más frecuente de interposición de tutelas. Las más frecuentes ordenadas por vía

legal son: cateterismos, reemplazos de cadera y cataratas con colocación de lente intraocular.

TRATAMIENTO

Tercera causa numérica de tutelas en salud. Los más frecuentes ordenados por vía legal son:

Tratamientos oncológicos (23%), cardiovasculares (15.7%), SIDA (11%) Insuficiencia renal

(6.5%), las cuales corresponden a patologías de alto costo.

El 90.8% de estas tutelas reclaman tratamientos de patologías incluidos en el POS, de los cuales la

mitad corresponde a patologías de alto costo.

ESPECIALISTAS

La negativa o tardanza en la autorización de citas con algunos especialistas es la causa principal de

presentación de tutelas relacionadas con la consulta externa.

En su orden: Oftalmología (23.1%), Neurología (17.4%) y Cardiología (10.5%).

Todo indica que la dificultad detallada obedece al relativamente bajo número de contratación de

este tipo de especialistas.

Delimitando las fallas.

En otro estudio de la Defensoría del Pueblo, que en general los usuarios de salud no se encuentran

satisfechos con los servicios que prestan sus EPS, por ejemplo, el tema de la libre escogencia de médicos,

clínicas y especialistas fue el componente del derecho a la salud más vulnera, obteniendo una calificación

de 35.46 sobre 10058

.

En cuanto a los servicios de salud que engloban información, autorización en prestaciones, invitación a

programas de promoción y prevención, cuotas moderadoras o copagos y entrega de medicamentos, la

calificación fue de 66.39 sobre 10059

.

La Defensoría advierte que el 57% de los usuarios tienen que comprar total o parcialmente el contenido de

las fórmulas médicas y si no se cuenta con recursos económicos suficientes para obtener los

medicamentos, esto podría deteriorar gravemente la integridad y la propia vida del paciente.

57

Ibíd. Pág 13-20.

58 Colombia, Defensoría del Pueblo. “Evaluación de los servicios de salud que brindan las Empresas

Promotoras de Salud”. Equipo Investigativo del Programa de Salud y Seguridad Social, 2005. Pág. 109.

59 Ibíd. Pág. 110.

41

“Una de las quejas más frecuentes de los usuarios es que los médicos se limitan a ordenar, con

prescindencia de la clase de patología, los mismos medicamentos, como Acetaminofén, ibuprofeno,

amoxacilina, etc, que son los más económicos dentro del POS”60

.

Otra falla que evalúan los pacientes dentro del estudio, es la falta de información a los usuarios, sobre los

servicios a los que tienen derecho o sobre la red de prestadores actualizada, pues en muchos casos se

terminan los contratos con clínicas y hospitales y el usuario no se entera. Esto genera que al acudir a estos

lugares se niegue la atención, retrasando los procedimientos, creando más trámites y además, el paciente

pierde tiempo, dinero y finalmente no consigue el servicio en un tiempo oportuno.

En relación con la atención de urgencia, los pacientes objeto del estudio, manifestaron que desde el

ingreso para la solicitud del servicio hasta que se logra el primer contacto con un profesional de la salud,

transcurría en promedio más de una hora y media. Y en el caso de las cirugías, había una demora de 43

días en promedio. Estos dos aspectos sin duda, ocasionan complicaciones de salud y comprometen la vida

de los pacientes

Una investigación complementaria realizada en el año 2004 en la Clínica San Pedro Claver (actualmente

Clínica Méderi), determinó que el represamiento de cirugías cardiovasculares superaban los dos años,

inclusive, encontraron que algunos de los pacientes que se encontraban en lista de espera habían fallecido

antes de ser intervenidos61

.

El desfalco a la salud

El segundo problema y tal vez, el principal factor que trajo como consecuencia la crisis del sector salud en

Colombia, es la corrupción dentro del mismo sistema; éste era un problema que se venía presentando en el

país desde hace muchos años y que salió a la luz debido a la intervención realizada a la EPS Saludcoop

por manejos indebidos de los recursos de la entidad, pero sobre todo, el escándalo llegó a su tope máximo

cuando el Gobierno Nacional destapó un caso de corrupción, no solo en las EPS, sino al interior del

mismo sistema de salud del país. En la investigación, a cargo de la Fiscalía, varios empleados del

Ministerio de Protección Social y el Fosyga62

fueron acusados y detenidos por hacer recobros63

de

comisiones, de forma ilegal a las EPS.

60

Ibíd. Pág. 111.

61 Ibíd. Pág. 111.

62 Fondo de Solidaridad y Garantía. Es una cuenta adscrita al Ministerio de Protección Social, cuyos

recursos se destinan al sector de la salud en Colombia.

42

Según las investigaciones, se calculaba que el monto del fraude alcanzaba los 33.000 millones de pesos

(18.7 millones de dólares), dinero que se desvió gracias a la utilización de empresas fachada mediante las

que se realizaban recobros de medicamentos por más de un 500 % del valor real, se cobraban exámenes y

tratamientos que no estaban incluidos en el POS y que nunca se necesitaron, pedidos con números de

cédula de personas fallecidas, o mediante falsas tutelas.

“Todo arrancaba cuando un paciente llegaba a una clínica (IPS) para pedir algún medicamento o ser

atendido por una enfermedad que no está incluida en el Plan Obligatorio de Salud (No POS). En ese

momento la IPS debe pedir autorización a la EPS (que es la que le paga). Ante la negativa, el ciudadano

presentaba tutela, esto era aprovechado por los corruptos para presentar pacientes y generar gastos falsos.

Causado el gasto, iniciaban el recobro ante el Fosyga, donde ya estaba la maquinaria que decidía sobre los

pagos. El truco estaba en negarlos para dar paso a una empresa fachada, que simulando una asesoría

gratuita, les cobraba a las EPS una comisión entre el 6 y el 8% por agilizar el pago ante el Ministerio de

Protección y el Fosyga. La comisión era sobre lo que alcanzaran a recuperar.

La empresa también operaba para las EPS que incluían en sus paquetes de recobros medicamentos y

tratamientos que sí estaban incluidos en el Plan Obligatorio de Salud o algunos a los que les aplicaban

sobrecostos.

La corrupción estaba enquistada en algunas de las grandes EPS del país y en el propio Ministerio de

Protección Social, desde donde se gestó el carrusel de la salud.

Hoy se estima que el desfalco, promovido por EPS, funcionarios y contratistas, podría ascender a los $4

billones en los últimos años”64

.

Los cargos que deben afrontar los funcionarios acusados son: Concierto para delinquir, prevaricato por

acción, cohecho propio, peculado por apropiación y enriquecimiento ilícito de particulares.

Todo este esquema de corrupción hizo que el Estado terminara cancelando un 85% más del precio de

medicamentos y tratamientos médicos, todo este dinero terminó en manos de las personas implicadas en

esta red de corrupción65

.

63

Es dinero que el sistema de salud, a través del Fosyga, reembolsa a las EPS por la prestación de servicios que no están contemplados dentro del POS. Para determinar si el recobro es pertinente, el Fosyga hace un análisis médico, jurídico y financiero.

64 “Así fue el desfalco a la salud” (2011), [en línea], disponible en:

http://www.elespectador.com/impreso/salud/articulo-268521-asi-fue-el-desfalco-salud, recuperado: 28 de junio de 2011.

65 “Así funcionaba la red que robó billonarios recursos de la salud” (2011), [en línea], disponible en:

http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=1464766, recuperado: 28 de junio de 2011.

43

La Fiscalía encontró, en medio de la investigación, que hay evidencias sobre pagos irregulares que

presuntamente realizó Claudia Patricia Rojas, coordinadora de recaudos del Ministerio de la Protección

Social y que ascienden a los 24.633 mil millones de pesos (13.9 millones de dólares). Según el organismo,

de este monto, las comisiones para la red fueron de unos 443 millones de pesos (251 mil dólares), que se

repartieron entre los integrantes de la organización fraudulenta.

El general Óscar Naranjo, director de la Policía, señaló el 3 de mayo de este año, que en medio de las

investigaciones, se hallaron 22 paquetes de información sobre recobros, los cuales son valorados en

22.000 millones de pesos (12.5 millones de dólares) y que fueron aprobados para cinco EPS. También

indicó que se estima que casi 2.000 millones de pesos (1.1 millones de dólares) iban a ser desviados. Esto

se determinó con base en un recobro del 10% que al parecer era el promedio de lo que se cobraba como

comisión66

.

Las medidas

El gobierno tomó una serie de medidas para hacer frente a la crisis de la salud, en los primeros días del

mes de julio, el ministro de Protección Social, Mauricio Santa María, anunció que desembolsará 2 billones

de pesos (más de mil millones de dólares) este mismo año para el sector de la salud, un billón se destinará

para el saneamiento de la cartera, y el otro para la adecuación y renovación de la red pública.

El ministro también señaló que el primero de diciembre, conforme lo dicta la recién aprobada Ley 143867

estará actualizado el Plan Obligatorio de Salud (POS) y para esto, se incluirá un listado de los servicios y

medicamentos que no podrán ser recobrados; para evitar que las cifras de recobros, que en 2003 sumaban

400.000 millones de pesos (227 millones de dólares) y en 2010 llegaron a los 2.5 billones (1.400 millones

de dólares), continúen en aumento.

Santa María aseguró que es la primera vez en los últimos años que el valor de los recobros está

disminuyendo, al pasar de un promedio de 220.000 millones de pesos (124 millones de dólares) por mes, a

una cifra de 170.000 millones de pesos (96 millones de dólares). El ministro aseguró que a este ritmo, el

objetivo es que al finalizar el año el total de los recobros no supere los 750.000 millones de pesos (425

millones de dólares).

66

“Fiscalía presentó correos que probarían desfalco en el sector salud” (2011) , [en línea], disponible en: http://www.eltiempo.com/justicia/estafa-al-sistema-de-salud_9264861-4, recuperado: 28 de junio de 2011. 67

Por la cual se reforma el sistema general de seguridad social en salud.

44

Sin embargo, y contrario a muchas de las cifras de las que se ha hablado en medios de comunicación,

declaraciones oficiales, entre otros, el viceministro de Hacienda, Bruce Mac Master, aseguró que la suma

real del déficit de la salud es de 1,5 billones de pesos (851 millones de dólares), y alertó sobre la

importancia de “cerrar esa brecha” pues ese déficit podría llegar a los 3,3 billones de pesos para 2015

(1.800 millones de dólares)68

.

La mala práctica médica

Las fallas por mala práctica médica son muy frecuentes y dejan como resultado una cantidad considerable

de pacientes afectados por errores en diagnóstico, tratamiento y cuidado; algunas de estas fallas han

dejado secuelas irreversibles para el paciente y en otros casos han causado la muerte. También generan

grandes pérdidas económicas, pues según Biomédica, la revista del Instituto Nacional de Salud de

Colombia, se estima que el costo en la atención de las reacciones adversas, hacia el año 2006 superaba los

122 millones de pesos69

. Una cifra alarmante para un estudio realizado hace cinco años. Todo indica que

la cifra actual es mucho mayor.

James Reason, especialista en el tema de la mala práctica médica, considera que los errores dependen de

dos tipos de fallas: Un error de ejecución, que se presenta si la acción correcta no procede como fue

pensada desde el principio; y un error de planeación, que ocurre cuando la acción original no es correcta.

Es importante tener en cuenta que estos errores pueden ocurrir en todos los escenarios de la asistencia

médica, desde el diagnóstico, tratamiento, hasta el cuidado preventivo70

.

Es importante aclarar que los errores cometidos por el personal de salud, no son actos premeditados ni

tienen la intención de generar un daño, pues se parte de la idea de que la persona que se dedica a atender la

salud de otro ser humano, busca precisamente eso y no el causarle algún tipo de daño que empeore su

estado de salud. Sin embargo, la mayoría de errores ocurren porque el médico es negligente o imprudente.

Gladys León Salcedo, asesora jurídica del Tribunal de Ética Médica, afirma que en términos de atender y

llevar un proceso, el Tribunal analiza no tanto el error como tal, cometido por el médico, sino la causa de

ese error, el cual se estudia desde cuatro componentes:

68

“Déficit en salud es de $1,5 billones, pero no hay crisis” (2011), [en línea], disponible en: http://www.elespectador.com/impreso/salud/articulo-282697-deficit-salud-de-15-billones-no-hay-crisis, recuperado: 9 de julio de 2011.

69 “Errores médicos y errores éticos” (2006), [en línea], disponible en:

http://bitacoramedica.com/weblog/2006/09/errores-medicos-y-errores-eticos/, recuperado: 25 de enero de 2011.

70 KOHN, Linda T; CORRIGAN, Janet M; DONALDSON, Molla S., Op Cit. (Traducido del Inglés). Pág 4.

45

(Tabla 4)

IMPRUDENCIA La forma como se maneja el riesgo.

IMPERICIA Falta de conocimientos para atender un caso dentro de los límites de calidad,

eficiencia y seguridad.

NEGLIGENCIA No hacer lo que se tenía que hacer, cuando se tenía que hacer.

FALTA DE SEGUIMIENTO DE

LAS NORMAS DE LA LEX ARTIS

Desconocimiento de los cánones que se utilizan. No seguir los protocolos.

Para evaluar qué grado de responsabilidad tiene un médico cuando se comete una falla, es importante

tener en cuenta cómo se desarrolló esa falla, bajo qué ambiente, circunstancia, recursos, entre otros.

La abogada León asegura que “no es lo mismo un médico especialista que trabaja en Bogotá, en un

Hospital de tercer o cuarto nivel, que el médico de provincia, que está haciendo su rural, o que acabó de

salir de la universidad, que es el único médico en el pueblo que tiene que atender todos los pacientes y

que lo único que tiene es un fonendoscopio, y si acaso un equipo de venoclisis71

”.

En casos como estos se debe determinar primero si el médico tuvo una responsabilidad directa por la que

deba responder.

Los errores en la práctica médica van desde la equivocación en el diagnóstico (por no realizar exámenes

correspondientes), el incumplimiento de los protocolos de atención y cuidado establecidos, error en

formulación de medicamentos, el olvido de un instrumento quirúrgico en el cuerpo de un paciente, el

descuido en cualquier tipo de procedimiento, e inclusive, la omisión de información primordial que puede

comprometer la vida del paciente.

Las fallas médicas más comunes según León, son los errores de diagnóstico, entre los que llaman la

atención el error de diagnóstico frente a la apendicitis y frente al infarto, así como los errores en

procedimientos de Ginecobstetricia. León aclara que en algunos casos es difícil determinar qué tiene el

paciente, pues un dolor abdominal puede ser generado por múltiples causas (no necesariamente solo por

apendicitis) y en el caso del infarto, menciona que hay casos en los que los síntomas son muy distintos de

como se conocen normalmente, estos ejemplos pueden hacer que el médico se confunda y haga un

diagnóstico equivocado. Hasta aquí puede ser un error, porque el profesional no tiene en sus manos la

71

Dispositivo utilizado para suministrar líquidos por vía intravenosa.

46

posibilidad de adivinar o de acertar todas las veces, pero la verdadera falla está en diagnosticar de acuerdo

a lo que el médico observa únicamente, sin confirmar el diagnóstico con los exámenes correspondientes.

Para el caso de la apendicitis, practicar exámenes como un cuadro hemático72

, y seguir todos los pasos

necesarios para diagnosticar, puede ayudar a determinar de qué se trata. El error en diagnóstico puede ser

justificado (porque algunas veces el cuerpo reacciona de una manera inusual y es difícil diagnosticar),

pero siempre y cuando se haya agotado todo recurso de diagnóstico y observación del paciente, porque

cuando el médico no lo hace y solo se limita a creer en su intuición o en lo que le dicen los síntomas o

datos externos del paciente, es evidente que hubo una mala práctica médica.

El error de diagnóstico frente al dolor torácico puede ser difícil de determinar, porque se piensa en muchas

opciones diferentes a la posibilidad de que el paciente esté cursando un infarto y un problema serio es que

generalmente el médico que no tiene el debido entrenamiento para leer electrocardiogramas, ordena la

toma de uno para descartar un problema cardiaco, pero lee mal el resultado y considera que el paciente

está bien.

La abogada León afirma que estos temas son muy serios porque son casos “que se repiten una y otra vez”.

Colombia presenta muchos casos de responsabilidad médica frente a los procedimientos de

Ginecobstetricia, por casos en los que no se realiza una cesárea de manera oportuna y esto genera en

muchos casos, problemas irreversibles en el bebé, debido al sufrimiento fetal. León asegura que hay casos

que no son previsibles, pero en los que sí lo son y se comprueba la falla, debe sancionarse al profesional,

porque teniendo la posibilidad de evitar un daño, no tomó las medidas necesarias para que no se

presentara.

Las fallas pueden cometerse por incurrir en alguna de estas tres categorías: Mal uso, abuso y falta de uso.

(Tabla 5)73

MAL USO Complicaciones evitables que previenen a los pacientes de

recibir el potencial completo de un beneficio

ABUSO Daño potencial por la provisión excedida de un posible

beneficio.

FALTA DE USO Falla en proveer un servicio que podría producir un

resultado favorable para el paciente

72

Conjunto de exámenes que analizan partes específicas de la sangre para poder determinar en qué estado se encuentra el paciente. (se analiza presencia de infecciones, nivel de defensas, entre otros).

73 Ibíd. Pág. 18.

47

Cuando el Tribunal de Ética Médica comprueba la responsabilidad de un médico en una falla cometida

con el paciente, puede imponer sanciones que van desde la amonestación, censura escrita privada, censura

pública, censura verbal y pública, hasta la suspensión del ejercicio médico hasta por seis meses y en los

tribunales de segunda instancia, suspensión del ejercicio de la profesión hasta por cinco años.

En Colombia no existe una cifra exacta del número de afectados por responsabilidad médica, pues no hay

un sistema general que se haya implementado satisfactoriamente para determinar la frecuencia de estos

casos, tampoco un estudio académico o técnico que permita investigar y obtener datos contundentes.

Otro factor es que el total de los casos no son reportados como tal por el personal de salud, ya que existe

una conducta de silencio por parte del personal médico que no hace visible su error, sin contar con el

desconocimiento por parte de los pacientes, porque no saben en qué consisten los protocolos de atención

que se deben seguir y cuando se presenta una falla no lo saben o no entienden que sucedió exactamente.

En los casos en que los pacientes sí saben que fueron víctimas de una conducta negligente, desconocen los

mecanismos para quejarse, por ejemplo, no saben de la existencia del Tribunal de Ética Médica o

consideran que no pueden demandar porque firmaron el “consentimiento informado” y gracias a toda

clase de información errada que obtienen de terceros no dan a conocer lo ocurrido.

El único referente que se tiene para hacer un estimado de cifras o porcentajes de pacientes afectados por

fallas en el sistema de salud es el número de quejas, tutelas o demandas que reclaman este derecho. Sin

embargo, cabe reiterar que no todos los afectados se quejan o demandan, por eso se desconoce el número

de personas afectadas, incapacitadas o que murieron como consecuencia de los errores en prestación de

servicios en el país.

Verdades y mentiras

Milena Escobar Cobo fue operada por miomatosis74

en marzo de 2000 por la doctora Luz Ángela Uribe

Uribe, en la Clínica Palermo. Después de la cirugía, Milena despertó en la habitación sintiendo un fuerte

dolor al respirar, la doctora le comentó que en medio de la cirugía había presentado un sangrado, además,

le manifestó que le había retirado la trompa de falopio y el ovario izquierdo porque tenía muchos miomas

adheridos y le ordenó una ecografía para revisar lo relacionado con el sangrado que presentó en medio de

la cirugía.

74

Tumores benignos.

48

La ecografía mostró que efectivamente Milena presentaba un sangrado, entonces la llevaron de nuevo a

cirugía. En la sala, la doctora Uribe le dijo que llamaría a un urólogo para que la examinara en medio de la

cirugía y constatar que no había problemas con los riñones.

Milena despertó en la Unidad de Cuidados Intensivos UCI y cuando su condición mejoró y la trasladaron

a una habitación, la doctora le dijo que le habían tenido que sacar el otro ovario y la trompa y también el

útero, porque según ella, los miomas eran muy grandes y estaban muy adheridos. También le comentó que

durante la cirugía el urólogo revisó y no encontró nada anormal, que todo estaba bien, entonces el urólogo

no intervino en ese momento.

Milena comenzó a presentar episodios de fiebre y complicaciones en su estado de salud; por ello tres días

después de la segunda cirugía le realizaron una urografía75

, examen que tuvieron que repetir, ella

extrañada preguntó qué sucedía y le dijeron que el conducto derecho (uréter) tenía el paso obstruido,

informaron a la doctora Uribe y Milena entró por tercera vez a cirugía, esta vez, el procedimiento lo

realizó el urólogo, quien le instaló un catéter doble j76

para asegurar el paso de orina del riñón a la vejiga.

En uno de los controles, Milena comenta que le preguntó al urólogo por qué motivo le habían puesto el

catéter (con el que debía permanecer uno o dos meses) si él y la doctora Uribe aseguraron que no había

ninguna lesión en el uréter; el urólogo le respondió que no había inconvenientes, que ese era un

procedimiento muy sencillo.

Siguiendo varios consejos, Milena decidió consultar al urólogo Eugenio Gómez Lloreda, a quien le llevó

todos los documentos y le mostró los exámenes de los procedimientos que le habían realizado. Allí se

enteró de que tenía una obstrucción en el conducto derecho, causada porque en la primera cirugía la

doctora Uribe, le cosió el uréter causando que se obstruyera el paso entre el riñón y la vejiga.

El doctor Gómez le ordenó a Milena otro examen y al ver el resultado le dijo: “Tenemos dos opciones, la

opero ya para salvarle lo que le queda de riñón, o la opero en unos días para sacarle el riñón, porque

usted tiene en este momento una pérdida del 70% del riñón” y también le preguntó por qué los doctores

que la atendieron anteriormente no le hicieron un implante de uréter tan pronto se dieron cuenta de que lo

habían ligado, ya que los exámenes mostraban claramente la lesión. Milena le contó que la doctora Uribe

siempre le dijo que todo estaba normal y que la obstrucción del uréter era un coágulo que estaba dentro del

conducto.

75

Examen que consiste en la realización de radiografías para detectar alteraciones de las vías urinarias.

76 Tubo de diámetro pequeño, que se coloca en el uréter cuando éste se encuentra obstruido.

49

Milena no puso ninguna queja ni adelantó acciones legales, pues en ese momento ella solo pensaba en su

recuperación y en poder salvar su riñón, aunque dice que actualmente se arrepiente de no haber

demandando a la doctora77

y de no haber hecho que la entidad respondiera, porque hoy en día, debe

hacerse controles semestrales para verificar que el riñón esté funcionando bien, que no haya infección,

etc.; y para todos los procedimientos debe pagar los bonos correspondientes, lo cual considera injusto.

También debe tomarse unos exámenes cada tres meses, pero ella lo hace cada seis meses o cada año, pues

manifiesta que a veces no tiene el dinero suficiente para pagarlos.

Si presenta infección, Milena asegura que ella misma debe comprar los medicamentos porque su entidad

de salud, Colmédica, no se los proporciona, como tampoco le proporcionan servicios, ni exámenes que

debe realizarse, si tiene dos días de retraso en el pago.

“La doctora me ofreció disculpas, pero ya para qué; lo que me dio rabia fue esa negación, hubieran

podido salvar mi riñón en ese momento y no lo hicieron, tal vez el urólogo por taparla (a la doctora) negó

la situación del momento”.

77

Según la jurisprudencia colombiana, en los casos de responsabilidad médica el plazo para interponer una acción legal es de dos años a partir de que se origina el daño o éste se conoce.

50

EN CONSULTA CON EL MÉDICO

Reconocer que se ha cometido un error es difícil para cualquier ser humano y más, para los profesionales

de la salud que se dedican a poner todo su conocimiento al servicio de la sociedad y no por ello están

exentos de equivocarse. Sin embargo debe reconocerse que hay conductas que pueden evitarse y por no

hacerlo, terminan afectando permanentemente a los pacientes.

Juan Mendoza-Vega, es médico miembro del departamento de ética médica de la Academia Nacional de

Medicina y considera que a su juicio, los errores por mala práctica médica no son frecuentes, sin embargo

señala las causas que él piensa, son las que pueden generar que el médico cometa errores.

Muchas escuelas y malas condiciones laborales

Mendoza-Vega asegura que la abundancia de escuelas de medicina y de profesiones relacionadas con la

salud, ha generado una formación deficiente en algunos profesionales, porque no se evalúa la calidad de la

educación impartida y por ende, piensa que si el egresado tiene deficiencias en la formación, esto hace

más probable la aparición de un error durante la práctica de su profesión.

Otro factor que considera determinante dentro de la aparición de errores es la carga laboral del personal de

salud, el cual él cree, se presenta no por falta de profesionales, sino porque las empresas ahorran costos al

contratar menos personal y es muy probable que cuando una persona tiene una carga excesiva o trabaja

turnos muy largos, cometa errores. Además, hace énfasis en que las últimas reformas gubernamentales han

hecho que médicos, enfermeras y personal de salud no devenguen su salario directamente de la entidad

para la que trabajan, sino que deben pertenecer a unas cooperativas en las que reciben menor salario y se

les suprime el pago de prestaciones sociales o vacaciones a los profesionales. “Eso es corrupción. Las

autoridades no deberían permitir que eso sea así, porque es la mejor manera de tener profesionales mal

pagados que van a trabajar con disgusto y que por consiguiente van a tener más probabilidades de

cometer errores”.

Colombia tiene una ley esquizofrénica

Ese fue el diagnóstico de Mendoza-Vega: “la ley 100 es esquizofrénica” porque piensa de una manera

pero actúa de otra, él considera que la parte inicial de la ley en donde se garantiza atención de la mejor

calidad para toda persona que pase por el territorio colombiano “es una maravilla” pero en la realidad ve

que la parte operativa de la ley “es un desastre” porque tiene toda clase de fallas que han tratado de

corregir con una catarata de decretos reglamentarios que “son en muchos casos contradictorios” entre sí.

51

Viviana Andrea González, médica de la Universidad Nacional de Colombia, asegura que instituciones

como el Hospital San Juan de Dios y el Hospital de la Misericordia, en Bogotá, el San Vicente de Paul en

Medellín, la Clínica Valle de Lili en Cali y la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga eran pioneros en

procedimientos, pero considera que la aparición de la Ley 100 cambió las prácticas médicas y de

investigación, convirtiendo la salud en una empresa en la que “ya no eres paciente sino cliente, ya no se

piensa en lo que el paciente necesita, sino en el costo beneficio, porque la Ley 100 destruyó nuestra

calidad en salud y la situación tiende a empeorar”.

La culpa es de las EPS

Los profesionales de la salud sienten que la culpa de que ellos comentan errores que repercuten

negativamente en la salud de los pacientes, en su mayoría es de las Entidades Promotoras de Salud porque

han creado un sistema pensado en obtener grandes beneficios económicos, pasando por encima de la

calidad de la atención en salud.

Mendoza-Vega asegura que siempre se señala al médico como el único responsable, aunque esto no sea

así, porque los pacientes no tienen conocimiento de las limitaciones que tiene el profesional frente a la

entidad de salud y en el caso de una consulta, como el tiempo es tan corto, el paciente sentirá que no lo

atendieron bien. “El paciente dice: “si no me atendieron en el tiempo suficiente, algo me debieron dejar

de hacer o algo me hicieron mal” y esta no es la mejor manera de salir de una consulta”. Pero considera

que los pacientes no tienen en cuenta que el médico debe someterse a la restricción de un tiempo

determinado para cada paciente y aunque quisiera dedicar más tiempo, la lista de pacientes que tiene

programados para atender en un día, hace que deba ajustarse a la regla de “quince a veinte minutos por

paciente”.

También afirma que las EPS ponen restricciones a los médicos en cuanto a las ordenes de medicamentos,

laboratorios, exámenes o remisiones, “lo curioso es que las EPS dicen que no, porque esa es una

instrucción que se da verbal y por debajo de la mesa, no abiertamente porque saben que eso sería ilegal y

por supuesto anti ético, pero se le deja saber al médico: “doctor usted está ordenando exámenes excesivos

o costosos y eso no nos conviene” y no se le dice más, pero el médico ya sabe que esto puede significar

que no le renueven su contrato de trabajo”.

El error médico

La doctora González manifiesta que Colombia ha tenido destacados profesionales en el área de la salud,

“por ejemplo, creadores de marcapasos, directores de departamentos de Neurofisiología en Nueva York,

inventores de programas en ginecología o el programa Madre canguro que ha salvado la vida de tantos

52

recién nacidos”, pero considera que la situación ha cambiado a tal punto, que bajo la mirada actual de la

situación del sistema de salud colombiano, “juzgar negligencia en esas condiciones no sería correcto,

porque si el objetivo es buscar médicos para condenar, ningún médico mata gente. Nosotros estudiamos

diez a quince años de nuestra vida, si el objetivo fuera matar, para eso no se necesita estudio”.

Por su parte, Mendoza-Vega manifiesta importante señalar que el médico colombiano en general, por

principio, trata de hacer el bien y de hacer las cosas como el enfermo las necesita, pero menciona que a

veces puede caer en el error, porque siente la tentación de ser imprudente, de hacer cosas que no sabe

hacer, por negligente o por no hacer las cosas a tiempo.

Frente a ejemplos claros de responsabilidad médica en los que se evidencia una negligencia, considera que

el profesional “no puede responder sino reconociendo el error y tratando de corregirlo a la brevedad

posible” pero enfatiza que son muy pocos los casos de responsabilidad médica y advierte sobre las

medidas que se pueden tomar para evitar el error médico:

Considera que se debe dar autonomía al profesional, para que pueda dedicar el tiempo que necesita en la

atención de cada paciente y enfocar el caso individualmente, además resalta la labor del Hospital

Universitario Mayor de Méderi (antigua Clínica San Pedro Claver) en donde comenta que se han hecho

cambios para permitir a los médicos, si es necesario, dedicar más tiempo al enfermo, para que la persona

tenga una buena atención.

También insiste en que la educación a médicos, enfermeras, bacteriólogos y todos los profesionales de

salud, debe ser de la más alta calidad, con una formación completa y exigente que no dé lugar a que

existan profesionales “mediocres” para que la persona no cometa tantos errores, “sepa lo que hace y esté

resuelto a hacerlo bien” ya que los errores médicos tienen grandes consecuencias: “a un ingeniero de

carreteras, un error le puede costar un problema serio, pero ese error se corrige arreglando la carretera,

a un médico, un error en la vida de un enfermo puede quitarle la vida y eso no se corrige de ninguna

manera”.

El que calla otorga

Graciela Velázquez sufría de una luxación congénita de cadera, que con el paso de los años hizo que

requiriera una cirugía para reemplazar esta parte que ya estaba desgastada. El viernes 11 de agosto de

2000 la operó el doctor Jaime Medina, director de ortopedia de la Clínica San Pedro Claver.

53

Cuando salió de cirugía, el doctor le informó que le dejaba una lámpara infrarroja en una de las piernas,

que no se preocupara, que era algo normal para que los tejidos sellaran más fácilmente.

El sábado Graciela despertó y no pudo mover su pierna derecha, por lo que llamó a la enfermera y le pidió

que la revisara, pero ella le dijo que esto era normal y no la revisó. Pasaron las horas y Graciela empezó a

preocuparse pues le parecía extraño que no pudiera mover la pierna y que la tuviera toda vendada, si la

cirugía había sido de cadera. Ese día Graciela asegura que el médico de turno no pasó a verla.

Sólo hasta el domingo cuando el médico de turno la revisó, vieron que Graciela tenía la pierna morada e

hinchada, el doctor preguntó qué había sucedido, pero ni ella ni las enfermeras sabían, por lo que llamaron

al cirujano cardiovascular quien al revisar, dijo que debían llevar a Graciela a cirugía inmediatamente

porque debían amputarle la pierna.

Graciela sorprendida preguntó qué había sucedido, el médico le dijo que se había presentado una falla

durante la cirugía; ella se negó a que la operaran, pues consideró que no entendía por qué le iban a

amputar la pierna si había ido por una cirugía de cadera y pidió que llamaran a sus familiares para que

investigaran qué había ocurrido.

En ese momento Graciela y su familia supieron que durante la cirugía para colocar el reemplazo de

cadera, el doctor Medina cortó la arteria femoral78

, trató de recomponer el daño y colocó la lámpara

infrarroja para tratar la lesión externa de la pierna. El error más grave aquí consistió en que el médico no

avisó lo que había sucedido y Graciela estuvo dos días sin el cuidado y tratamiento requerido para esta

delicada situación.

Graciela estuvo hospitalizada 5 meses como consecuencia de lo sucedido, durante este tiempo, tuvo la

herida de la pierna completamente abierta y le realizaban dos procedimientos a la semana en los que

trataban de limpiar, controlar infecciones y hacer todo lo posible por salvar la pierna, además, sufrió tres

infartos de miocardio79

.

El doctor Medina habló con Graciela y le ofreció disculpas, le manifestó que había sido un error, pero que

no había sido con intención.

Luego de cinco meses de hospitalización, Graciela fue dada de alta para que pudiera pasar las festividades

de fin de año con su familia, le hicieron una cirugía plástica para poder reconstruir y cerrar la pierna, “el

78

Una arteria es un vaso conductor que se encarga de llevar la sangre del corazón a las demás partes del cuerpo. En el caso de la femoral, esta arteria recorre la parte del muslo.

79 Conocido como ataque al corazón, o infarto, es el riego sanguíneo insuficiente, en una parte del

corazón, producido por una obstrucción en una de las arterias coronarias.

54

doctor me decía que no me preocupara, que mi pierna se iba a recuperar, porque los vasos se vuelven a

crear, se reconstruyen y la arteria volvería a funcionar, pero los demás médicos me decían que eso era

mentira, yo lo único que quería era que mi pierna se salvara y poder caminar”.

La pierna nunca sanó completamente y se infectaba con regularidad, por lo que Graciela tenía que ser

hospitalizada por quince o veinte días en los que la trataban con altas dosis de antibióticos. Cuando se

recuperaba salía de nuevo para su casa, pero a los dos meses la pierna presentaba complicaciones y de

nuevo tenía que ser hospitalizada. En ese proceso permaneció por cuatro años.

Cansada de los medicamentos, de las hospitalizaciones y de los procedimientos a los que había tenido que

someterse, Graciela habló con el doctor Medina, lo confrontó y le pidió que le dijera la verdad, si

realmente la pierna se iba a salvar, porque después de cuatro años de inyecciones, pastas,

hospitalizaciones, procedimientos, transfusiones, etc.; no había ninguna mejoría. El médico le manifestó

que realmente no había nada que hacer y que lo mejor era amputar la pierna.

Graciela le pidió al médico que la indemnizara, pero él se negó argumentando que no tenía dinero y que si

presentaba el caso ante la EPS, no conseguiría nada porque al recibir el servicio como beneficiaria y no

como cotizante, no la iban a pensionar. Asegura que no demandó al doctor Medina, porque aunque quiso

hacerlo, no contaba con recursos económicos para pagar un abogado que llevara el caso.

El 7 de noviembre de 2005 a Graciela le amputaron su pierna derecha. El doctor Medina realizó la cirugía.

55

¿QUIÉN INVESTIGA?

Como bien se mencionó en la introducción, los medios de comunicación y el papel del periodismo son

fundamentales cuando casos tan graves como los de la crisis de la salud afectan a todo un país; por esto es

importante que la información presentada además de ser verificada sea analizada. No es posible que

constantemente se publiquen en prensa o televisión varios casos relacionados con el mismo asunto, esto

tendría que generar una inquietud en el periodista y un deseo de investigar y analizar qué ocurre, cómo

ocurre, por qué ocurre y de ser posible convertirse en una herramienta para llegar al fondo de la

problemática y denunciar cuando los derechos fundamentales de los seres humanos están siendo

vulnerados.

Al revisar un archivo de casos publicados por el Periódico El Tiempo desde 1990, se pudo constatar que el

cubrimiento consistía en narrar la historia de la persona afectada y en el mejor de los casos, si se realizaba

un seguimiento, éste tenía una duración máxima de quince días, anulando completamente la posibilidad de

una investigación periodística seria, responsable y con todos los elementos propios del oficio, que diera

lugar no solo a un buen trabajo, sino a cumplir con el deber de servir como un verdadero canal de

comunicación, que pueda dar voz a quienes no tienen voz, que pueda sacar a la luz aquello que tanto se

esconde y que pueda servir para reflejar la situación de miles de personas que a diario luchan por

conseguir una buena atención para sus hijos, padres, esposos, amigos o para ellos mismos.

“Todavía hay mucho silencio rodeando este problema. La mayoría de los consumidores creen que están

protegidos y el cubrimiento mediático ha sido limitado al reportaje de casos anecdóticos”80

.

Si el gobierno no actúa, si las autoridades no reaccionan, si las EPS siguen permeadas de corrupción y si

miles de personas quedan incapacitadas o mueren, el periodismo debe hacer frente a este problema y

desde su campo de acción, hacer su trabajo para cambiar la situación. Es evidente que la mayoría de las

personas cambian su preocupación por un tema específico, de acuerdo a como lo presentan y mantienen

vigente los medios de comunicación; así que una investigación seria, exhaustiva y el llamado a la

comunidad en general, serían buenas herramientas para llamar la atención de los diferentes sectores del

país y lograr que se tomen medidas que corrijan y cambien la problemática actual.

El papel del periodista debe estar separado de los intereses gubernamentales y de aquellas fuentes que

siempre proporcionan información fácilmente. Se está perdiendo la labor de investigar, de indagar, de leer

80

KOHN, Linda T; CORRIGAN, Janet M; DONALDSON, Molla S., Op Cit. (Traducido del Inglés).Pág. 3.

56

a profundidad para lograr entender una situación o una problemática y la actividad de hacer reportería

rápidamente y escribir o grabar para rellenar un espacio informativo se está volviendo una constante,

porque si bien la tecnología ha facilitado la labor de investigación, ésta no puede ser la única herramienta

para obtener datos, confiar en ellos y presentar información, porque el periodismo de investigación, el que

siempre quiere analizar, el que siempre quiere conocer la verdad, no vive limitado por el tiempo, el

número de lectores o el rating, este periodismo va más allá.

“Los medios influencian el comportamiento profesional y de las organizaciones de manera indirecta,

frecuentemente trabajando a través de otros estamentos que tienen mayor influencia tales como los

consumidores”81

.

Por otro lado, es importante resaltar que durante los últimos días, los medios de comunicación han

presentado varios informes sobre la crisis actual de la salud en lo relacionado con el escándalo de

corrupción, donde presuntamente, funcionarios y ex funcionarios del Ministerio de Protección Social, así

como otros funcionarios públicos, hicieron recobros y autorizaciones por servicios médicos que nunca

existieron, para cobrar comisiones y ganar dinero con recursos de la salud que pertenecen al país. También

ha estado en la agenda la intervención que la Superintendencia Nacional de Salud realizó a la EPS

Saludcoop por cuenta de una investigación sobre malos manejos y corrupción de la entidad, así como otras

investigaciones a varias EPS con el fin de encontrar irregularidades. En esto cabe resaltar que los medios

de comunicación han cumplido con su deber de informar a la comunidad y los periodistas han logrado dar

información clara y oportuna, sin embargo, lo triste y preocupante de todo esto, es que el tema se pone

sobre la mesa cuando se trata de un “escándalo” de corrupción que implica la pérdida de miles de millones

de pesos para el Estado Colombiano. ¿Y qué ha pasado con tantas vidas que se han perdido como

consecuencia de estas fallas y de muchas otras del sistema de salud en Colombia? ¿Este no sería el

verdadero escándalo?

81

Ibíd. Pág. 18.

57

Entre el dolor y la incertidumbre

El 25 de diciembre de 2009 Bernardo Rojas ingresó a Urgencias del Hospital Meissen por una caída que

sufrió en la calle y que le lastimó un brazo. Tenía algunos síntomas de deshidratación que no eran

delicados. Bernardo fue atendido, le suministraron suero e hicieron un examen general para verificar su

estado de salud.

El sábado 26 de diciembre, Augusto, el hijo mayor de Bernardo fue a visitar a su padre al hospital,

Bernardo se encontraba en buenas condiciones de salud y estaba a la espera del resultado de unas

radiografías que le habían tomado, porque manifestó que le dolía el estómago. Padre e hijo hablaron

durante varios minutos y después de un rato Augusto se despidió diciéndole “bueno papá, luego

hablamos, me cuenta cualquier cosa…”.

La hija menor de Bernardo se comunicó al Hospital Meissen ese mismo día, para averiguar por su padre y

para ir a visitarlo. Las dos personas que la atendieron le dijeron que no sabían quién era el paciente, que

no había nadie registrado con ese nombre, posteriormente dijeron que sí, pero que no sabían en qué unidad

se encontraba, después de un rato volvieron a asegurar que no sabían y que allá no estaba ningún paciente

con el nombre ni con las características que ella mencionaba.

El 27 de diciembre Bernardo llegó al Hospital San Carlos remitido de Meissen, por una complicación que

ninguna persona supo explicar, los médicos argumentaron que “se complicó” y por eso ordenaron la

remisión a un centro de mayor nivel de atención. Ingresó directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos

en estado de gravedad.

El lunes 28 de diciembre, la hija menor de Bernardo fue al Hospital San Carlos, extrañada y preocupada

por lo sucedido y con la intención de ver a su padre y hablar con él, pero no pudo hacerlo porque cuando

llegó, su padre estaba sedado, conectado a más de cuatro máquinas y en un estado supremamente grave.

El médico de la Unidad de Cuidados Intensivos le explicó que los órganos de su padre estaban dejando de

funcionar y ellos no conocían la razón; y que ya habían practicado exámenes de sangre y otros análisis

para diagnosticar qué tenía, pero no encontraron la causa.

El médico también aseguró que la historia clínica que envió el Hospital Meissen cuando remitieron a

Bernardo, estaba muy incompleta y no les proporcionaba suficiente información para saber qué podría

tener el paciente y tratarlo, y aseguró que bajo esas condiciones era muy difícil hacer algo.

A las 5:10 p.m. Bernardo falleció en la cama 16 de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San

Carlos. Su cuerpo fue trasladado a Medicina Legal para realizar la necropsia y adelantar la investigación

58

correspondiente, allí permaneció hasta el 29 de diciembre en la noche. El 31 de diciembre de 2009,sin

duda, el día menos indicado para despedir a un ser querido, Bernardo fue inhumado hacia el medio día en

el norte de la ciudad.

Su familia, amigos y conocidos lo recuerdan como un hombre sencillo, divertido, extremadamente noble,

y como un gran ser humano. Ese gran ser humano, sin duda, era el mejor de todos, era mi padre.

59

CONCLUSIONES

Los errores en la prestación de servicios de salud están trayendo consigo una cantidad de problemas que

cada día afectan al país. Esta es una problemática a la que no se le ha dado la suficiente atención e

importancia y por ello, cada año aumenta el número de tutelas que reclaman el derecho a un servicio, el

número de personas inconformes y el número de pacientes que sufren graves consecuencias a causa de

este problema.

La salud en Colombia lleva a cuestas tres grandes problemas: Las fallas en el Sistema de Salud y las EPS;

La actual crisis de la salud, producto de la corrupción y la mala práctica médica.

La ley 100 de 1993 ha demostrado fallas estructurales, pues si bien logró crear un sistema unificado de

Seguridad Social en Salud y amplió la cobertura del servicio a lugares donde antes no llegaba, también ha

generado múltiples problemas, porque la idea de cantidad se ha puesto por encima de la calidad. Hoy en

día lo importante no es que el paciente sea bien atendido, diagnosticado y tratado; lo importante es

contratar menos personal médico para que las entidades ahorren costos y que de igual forma atiendan un

número significativo de pacientes al día, lo cual hace que el tiempo promedio por persona sea de quince o

veinte minutos por consulta; un tiempo que no alcanza para que el médico realmente conozca a su

paciente y su problema o enfermedad. Esta conducta ha contribuido notablemente a lo que se conoce

como la deshumanización de la medicina, porque sin duda, la relación médico-paciente está más

deteriorada que nunca.

La corrupción del sistema, que impone trabas a los profesionales para que no se pasen de cierto límite

ordenando exámenes, remisiones o medicamentos, ha puesto a los colombianos en apuros, pues deben

pagar dos y tres consultas para poder ser remitidos a un especialista y para realizarse los exámenes de

laboratorio que necesitan. En ocasiones, muchas personas deben gastar dinero para comprar los

medicamentos que, por obligación, deben entregar las EPS, y que no cumplen porque “no hay ese

medicamento”, “se acabó”, “están incompletos”, etc. El mayor problema es que mientras llegan los

medicamentos o mientras se interpone una tutela reclamando un examen o procedimiento especializado,

las enfermedades siguen avanzando, poniendo en riesgo la integridad y la vida de la persona.

Una buena medida para controlar estos errores, es poniendo el tema sobre la mesa, para que todo el mundo

comprenda su magnitud y para que las autoridades intervengan controlando de manera estricta que todos

los protocolos de atención y calidad se cumplan en clínicas y hospitales, así como en las empresas que

administran los servicios de salud. Inclusive, si se adecúan sanciones que representen grandes pérdidas

60

económicas para la empresa o institución, éstas velarán por mantener la calidad en el servicio para no

pagar grandes multas o recibir sanciones. Resulta inadmisible que el mismo sistema que fue creado para

ofrecer salud a las personas, sea el que menos vele por este aspecto y el que por el contrario, maltrate

moral, física y monetariamente a los usuarios. “Primero no herir, es un término frecuentemente citado

por Hipócrates. Todo trabajador de asistencia médica está relacionado con él”82

.

Por su parte, el correcto ejercicio de la profesión por parte del personal de salud, es fundamental para

garantizar la calidad y satisfacción en cuanto al servicio que recibe el paciente. El médico, la enfermera y

en general, el personal de salud, debe ser estricto, cuidadoso, seguir los protocolos y poner en práctica

todos los recursos que tenga a su alcance para garantizar la correcta y oportuna atención al paciente. De

esta manera se reducirá notablemente el número de pacientes que reclama diligencia y acierto del médico.

Pues si bien, el profesional no está en capacidad de adivinarlo todo, sí está en la obligación de usar todos

los recursos para tratar de determinar lo que padece una persona, sin dejarse llevar por las impresiones, o

por la intuición. Este es un protocolo tanto médico, como ético. Bajo ningún motivo se debe ser

negligente.

El profesional de la salud debe tener claro que los errores se pueden cometer en cualquier momento, sin

embargo, más grave que el error mismo, es no actuar a tiempo para solucionarlo, o no informarlo a sus

compañeros, para que trabajando en equipo y compartiendo puntos de vista profesionales, puedan

solucionar aquello en lo que se equivocaron.

Los errores por mala práctica médica también pueden evitarse. Por ejemplo, cuando se presenta una falla,

ésta podría ser evaluada por la comunidad médica, para determinar qué cambios se pueden implementar

en el sistema de atención, y así reducir la probabilidad de que ocurran eventos similares en el futuro83

.

Sin embargo, los médicos consideran que son muy pocos los errores que se cometen por mala práctica

médica y aseguran que si esto ocurre es como consecuencia de las fallas en el sistema de salud y las EPS

que les impide el libre y correcto ejercicio de su profesión.

Por otro lado, interviene el tema de los medios de comunicación, encargados de dar a conocer a la

comunidad todos aquellos temas que son de importancia general y que de una u otra manera afectan la

vida de todas las personas.

82

Ibíd. Pág. 3.

83 Ibíd. Pág. 4.

61

El papel del periodismo en este caso está muy limitado, debido a que falta una verdadera investigación y

análisis del problema de los errores de prestación de servicios de salud en Colombia, pues cada día son

más los afectados, son más las personas que no reciben el servicio, muchos de quienes lo reciben sufren

una mala experiencia, un daño permanente y otros mueren.

Es importante que los medios de comunicación, a través de un ejercicio periodístico de investigación,

hagan visible la problemática, no solo desde los aspectos de la corrupción del sistema y de las grandes

sumas de dinero que se pierden como consecuencia de estas prácticas, pues aquí el trabajo del periodismo

consiste en indagar, investigar qué ocurre, por qué ocurre y cómo ocurre, para sacar a la luz todas las

víctimas de los errores de la salud, no solo contando casos anecdóticos y aislados, sino analizando la

situación y llamando la atención de las autoridades, de la comunidad y de todos en general, para poner fin

a un problema que lleva años de estar latente en la sociedad, que ha dejado miles de víctimas, pero que las

autoridades no cambian.

El problema es tan grave, que las fallas en la prestación de servicios de salud en el país, tienen a Colombia

en Cuidados Intensivos.

62

BIBLIOGRAFÍA

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