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Gobernar con el miedoLa lucha contra el narcotráfico (2006-2012)

Sobre este terreno tan difícil de estudiar y entender –la criminalización de la producción, distribución y consumo de narcóticos– llegó el gobierno de Calderón con intenciones de producir cambios que nos convirtieran en un país menos violento y criminal. Sin embargo, no tuvo visión amplia de la problemática (y menos una apertura a debatir los inconvenientes), sino que hizo de la seguridad uno de los ejes principales de su gestión y recurrió a la estrategia militar.

Pese al éxito proclamado por la presidencia, las evidencias aportadas por el autor van en sentido contrario. Habría sido difícil apoyar el discurso oficial porque la criminalidad no es abordable desde una óptica militar. El autor sostiene enérgicamente que las políticas desplegadas durante aquel sexenio fueron un rotundo fracaso y –mirando hacia adelante– asienta al-gunas dudas sobre lo que habría de ser la actuación del gobierno actual.

Si algo hay de cierto –y que quizás la enseñanza más valiosa de la criminología–, el estudio y comprensión de la delincuencia, así como la identificación e implementación de políticas justas, racionales, humani-tarias y eficaces, constituyen retos muy grandes para quienes ejercen la ingeniería social. Martín Barrón reúne elementos importantísimos, tanto para demostrar los peligros de las medidas efectistas propiciadas por los gobernantes como para permitir al lector iniciar su propia reflexión sobre esta compleja temática.

Christopher Birkbeck

C O L E C C I Ó N I N V E S T I G A C I Ó N


Martín Gabriel Barrón Cruz

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ÓScaR manuel liRa aRteaga

MARTÍN GABRIEL BARRÓN CRUZ

Historiador y criminólogo. Profesor-Investigador del inacipe y miembro del Sistema Nacional de Investiga-dores (SNI-I). Autor de las obras La bestia. La tenue línea entre la migración y la trata de personas (2013), Análisis criminológico de la investigación Ministerial (2013), Violen-cia y seguridad en México en el umbral del siglo XXI (2012), Actuaciones ministeriales en el homicidio de León Trotsky (2009), El nudo del silencio. Tras la pista de una asesina en serie: La Mataviejitas (2007), Policía y seguridad en México (2005), Una mirada al sistema carcelario mexicano (2002); es coautor de Guardia Nacional y Policía Preventiva: dos problemas de seguridad en México (2004), Fortificaciones, guerra y defensa de la ciudad de México 1844, 1847-1848 (2003), Islas Marías. Una Visión iconográfica (2002), Sina-loa invadida 1845-1848 (1999) y Ulúa: fortaleza y presidio (1998).

Asimismo, ha colaborado en los títulos El área de in-fluencia de México desde una visión geopolítica (2014), Sociología del cuerpo. Gritos apagados y voces del maña-na. Violencia, Derechos Humanos y Certidumbre (2012), Herramientas para combatir la delincuencia organizada (2012 y 2010), Seguridad ciudadana. Dimensiones, retos y algunos temas selectos (2011), Dilemas de la Seguridad Pública: ¿Hay salidas? (2011), Narcotráfico, crisis social, de-rechos humanos y gobernabilidad. Una agenda para el fu-turo (2010), Arquitectura Política del Miedo (2010), Temas de narcomenudeo (2010), Rostros y personajes de las cien-cias penales (2006 y 2003), 6 visiones del asesinato serial (2006), Homicidios y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez. Análisis, críticas y perspectivas (2004), La influencia de la Ciencia Penal Alemana en Iberoamérica, libro home-naje a Claus Roxin (primer tomo, 2003), entre otros. Ha realizado los prólogos a las obras Mujeres en prisión: un estudio socio antropológico de historias de vida y tatuajes (2013), El Espacio comunitario de Islas Marías 1905-2008 (2013), México a la deriva: y después del modelo policíaco ¿Qué? (2013 y 2012), El arte del interrogatorio científico (2009), 60 pasos para ser un analista delictivo (2008) y al Catálogo de Documentos. Cárcel de Belén 1900-1911 (pri-mer tomo 2000). Para las ediciones que el Inacipe prepa-ró en ocasión del bicentenario de la Independencia de México coordinó la obra Cinco ordenamientos penales del siglo XIX (2010).

EL AUTOR ELIGIO ESTA PORTADA

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COLECCIÓN INVESTIGACIÓN

Gobernar con miedo.indd 3 28/04/15 17:49Gobernarcoelmiedo15x23.indd 3 29/04/15 16:19

DIRECTORIO

Arely Gómez González

Procuradora General de la República y Presidenta de la H. Junta de Gobierno del Inacipe

rAfAel estrAdA michel

Director General del Instituto Nacional de Ciencias Penales

AliciA BeAtriz Azzolini BincAz

Encargada de la Secretaría General Académica

JorGe mArtínez iGlesiAs

Encargado de la Secretaría General de Extensión

Alfonso Jesús mostAlAc ceciliA

Encargado de la Dirección de Publicaciones

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Gobernar con el miedoLa lucha contra el narcotráfico

en México (2006-2012)

Martín GabrielBarrón Cruz


DIRECTORIO

Arely Gómez González

Procuradora General de la República y Presidenta de la H. Junta de Gobierno del Inacipe

rAfAel estrAdA michel

Director General del Instituto Nacional de Ciencias Penales

AliciA BeAtriz Azzolini BincAz

Encargada de la Secretaría General Académica

JorGe mArtínez iGlesiAs

Encargado de la Secretaría General de Extensión

Alfonso Jesús mostAlAc ceciliA

Encargado de la Dirección de Publicaciones


Gobernar con el miedoLa lucha contra el narcotráfico

en México (2006-2012)

Martín GabrielBarrón Cruz


Gobernar con el miedo. La lucha contra el narcotráfico en México (2006-2012)

© Martín Gabriel Barrón Cruz

© Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe)Magisterio Nacional núm. 113, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, C.P. 14000, México, D.F. ISBN: 978-607-9404-54-3

© Editorial Liber Iuris Novum, S. de R.L. de C.V.Sur 69-A, núm. 3029, Col. Asturias, C.P. 06850, Cuauhtémoc, México, D.F.ISBN: 978-607-9428-03-7

Primera edición, 2015

Se prohíbe la reproducción par cial o total, sin importar el medio, de cualquier capítulo o in formación de esta obra, sin previa y expresa autorización del Insti-tuto Nacional de Ciencias Penales, titular de todos los derechos.

Esta obra es producto del esfuerzo de investigadores, profesores y especialistas en la materia, cuyos textos están dirigidos a estudiantes, expertos y público en general. Considere que fotocopiarla es una falta de respeto a los participantes en la misma y una violación a sus derechos.

Las opiniones expresadas en esta obra son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la postura del Instituto Nacional de Ciencias Penales.

Impreso en México • Printed in Mexico

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Barrón Cruz, Martín Gabriel

Gobernar con el miedo : la lucha contra el narcotráfico (2006-2012) / Martín Gabriel Barrón Cruz. 1ª ed.— México : Instituto Nacional de Ciencias Penales : Editorial Novum, 2015. (Colección Investigación ; 21)XII, 176 p. ; 23 cm.

ISBN : 978-607-9428-03-7

1. Calderón Hinojosa, Felipe de Jesús – 1962- 2. México - Política y gobierno – 2006-2012. 3. Narcotráfico - México. 4. Crimen organizado - México. 5. Narcóticos y delito – México. Seguridad pública - México. I. Instituto Nacional de Ciencias Penales. II. Título.

J650 B134g Biblioteca “Celestino Porte Petit”

Publicaciones CapacitaciónPosgrado


A las víctimas “colaterales”,que perdieron la vida

por una necedad política.


IX

Agradecimientos

Este texto retoma algunas de las múltiples reflexiones que, a lo largo del último sexenio, surgieron con los estudiantes de distintas instituciones de educación superior del país, donde compartí el proceso de enseñanza-aprendizaje con quienes, en la mayoría de los casos, hoy son colegas de profesión. Ellos me permitieron aprender mientras enseñaba y, a la vez, dar forma a muchas ideas dispersas; incluso quienes no estaban de acuerdo con mis puntos de vista. A todos comparto estas preocupaciones.

Al Inacipe le agradezco el enorme apoyo que me ha brindado desde mis inicios como ayudante de investigación (1991) hasta el presente. Hoy me abre las puertas para explo-rar otros caminos.

Para que una obra como ésta salga a la luz se requiere apoyo y estímulo a la investigación; en mi caso, este último proviene del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, me-diante la beca del Sistema Nacional de Investigadores.

Estoy en deuda con mis colegas Christopher Birkbeck y Marcos Pablo Moloeznik, quienes gentilmente aceptaron colaborar con su apreciación de la obra.

Agradezco con enorme cariño y gratitud a mi esposa Laura Castro y a mi hija Laura; quienes siempre apoyan el trabajo que realizo, por ser el soporte indispensable para mi labor pero, sobre todo, por acompañarme en el periplo de la vida.


XI

Contenido

Palabras introductorias 1

A manera de prólogo 5

Presentación 13

cApítulo primero

Los orígenes 21

cApítulo seGundo

Estrategia contra el narco 37

cApítulo tercero

La caritativa ayuda de EU 45

cApítulo cuArto

Éxito de la lucha 57

cApítulo quinto

El miedo 71

cApítulo sexto

Agonía del sexenio: ¿qué nos deja? 89

cApítulo séptimo

Gobernabilidad en crisis 101


cApítulo octAvo

Legado de Calderón: ¿Estado o gobierno fallido? 113

cApítulo noveno

Dinosaurios reloaded 133

cApítulo décimo

Es posible una conclusión 151

epíloGo

La última… y nos vamos 157

Contenido

XII


1

Palabras introductorias

Hace cien años la producción, distribución y consumo de sustancias como la marihuana, la cocaína y la heroína eran básicamente legales, mas se encontraban sujetas a ciertos controles administrativos y médicos. Desde entonces, en el siglo transcurrido, debido a procesos que todavía ameritan estudio y reflexión, esas mismas sustancias fueron paulati-namente criminalizadas y perseguidas –cuando convenía– por la administración de justicia. El resultado ha sido nega-tivo desde muchos puntos de vista, como muy bien ilustra el siguiente estudio de mi estimado amigo y colega Martín Gabriel Barrón Cruz, el cual se ocupa principalmente de la difícil situación que vivió México durante el sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Quizás el dato más contundente en este sentido sea, según informaciones aportadas hacia finales del trabajo, el hecho de que en todo el mundo se mantiene el consumo de dichas sustancias –aun siendo ilegales– pese a las acciones e iniciativas desplegadas por los gobiernos (inclusive el mexi-cano) a través de sus policías, ejércitos, poderes judiciales y cárceles. Es evidente que cuando hay evasiones masivas de las normas, el sistema de justicia penal se vuelve impotente.

Pero no se debe confundir la impotencia con la inocui-dad. La criminalización de estas sustancias ha fomentado, por un lado, la generación de inmensas cantidades de di-nero para los que deciden convertirse en empresarios (léase narcotraficantes), con lo cual adquieren también un poder for-midable para penetrar en comunidades de todos los estra-


cApítulo octAvo

Legado de Calderón: ¿Estado o gobierno fallido? 113

cApítulo noveno

Dinosaurios reloaded 133

cApítulo décimo

Es posible una conclusión 151

epíloGo

La última… y nos vamos 157

Contenido

XII


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Hace cien años la producción, distribución y consumo de sustancias como la marihuana, la cocaína y la heroína eran básicamente legales, mas se encontraban sujetas a ciertos controles administrativos y médicos. Desde entonces, en el siglo transcurrido, debido a procesos que todavía ameritan estudio y reflexión, esas mismas sustancias fueron paulati-namente criminalizadas y perseguidas –cuando convenía– por la administración de justicia. El resultado ha sido nega-tivo desde muchos puntos de vista, como muy bien ilustra el siguiente estudio de mi estimado amigo y colega Martín Gabriel Barrón Cruz, el cual se ocupa principalmente de la difícil situación que vivió México durante el sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Quizás el dato más contundente en este sentido sea, según informaciones aportadas hacia finales del trabajo, el hecho de que en todo el mundo se mantiene el consumo de dichas sustancias –aun siendo ilegales– pese a las acciones e iniciativas desplegadas por los gobiernos (inclusive el mexi-cano) a través de sus policías, ejércitos, poderes judiciales y cárceles. Es evidente que cuando hay evasiones masivas de las normas, el sistema de justicia penal se vuelve impotente.

Pero no se debe confundir la impotencia con la inocui-dad. La criminalización de estas sustancias ha fomentado, por un lado, la generación de inmensas cantidades de di-nero para los que deciden convertirse en empresarios (léase narcotraficantes), con lo cual adquieren también un poder for-midable para penetrar en comunidades de todos los estra-



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tos sociales, comprar voluntades (inclusive de funcionarios públicos) y hasta competir con el Estado en la orientación y conducción de la vida colectiva. Por otro lado, cuando no funcionan la persuasión o coerción económicas, se recurre a la violencia como mecanismo de control y de resolución de conflictos. Martín Gabriel argumenta, con la agudeza que siempre le caracteriza, que las cifras sobre los homicidios en el país no parecen del todo robustas y deja ver que aquellas que se quieren esgrimir como registros de la narcoviolencia son menos confiables aún. No obstante las dificultades de medi-ción, es lamentable que hoy día se pierda la vida –en asesi-natos, mutilaciones y narcofosas– por algo que hace un siglo no figuraba como problema social. A mi modo de ver, las víctimas –tanto directas como indirectas– de esta violencia obligan a que se reanude el debate sobre la descriminaliza-ción de la producción y consumo de las referidas sustancias.

Sobre este terreno tan difícil de estudiar y entender –ilus-trado muy bien por la obra presente– llegó el gobierno de Calderón con intenciones de producir cambios que nos con-virtieran en un país menos violento y criminal. Sin embar-go, no tuvo visión amplia de la problemática (y menos una apertura a debatir los inconvenientes de la criminalización), sino que hizo de la seguridad uno de los ejes principales de su gestión y recurrió –con mayor insistencia que gobiernos anteriores– a la estrategia militar: mediante el despliegue de efectivos de las Fuerzas Armadas y a través de disposiciones que tendieron a militarizar la función policial. Pese al éxi-to proclamado por la presidencia, las evidencias aportadas por el autor van en sentido contrario. Habría sido difícil apoyar el discurso oficial porque la criminalidad no es abordable desde una óptica militar. No puede haber una “guerra” con-tra el narcotráfico como la hay contra enemigos externos; el control de la población no se logra a punta de fusil; la estruc-tura autoritaria de obediencia no permite la discrecionali-dad ni la flexibilidad de acción que requiere el buen trabajo policial, y las estrategias basadas en la fuerza no deben copar



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la atención del gobierno a expensas de otros programas que se fundamentan en criterios alternativos, como los de cam-bio social, fortalecimiento de comunidades y minimización del daño.

El autor revisa con ojo crítico tanto los datos disponibles como los diferentes programas y propuestas del gobierno para identificar contradicciones y lagunas significativas en el manejo del problema. Sostiene enérgicamente que las polí-ticas desplegadas durante aquel sexenio fueron un rotundo fracaso y –mirando hacia adelante– asienta algunas dudas sobre lo que habrá de ser la actuación del gobierno entrante.

Si algo hay de cierto –y es quizás la enseñanza más va-liosa de la criminología–, el estudio y comprensión de la de-lincuencia, así como la identificación e implementación de políticas justas, racionales, humanitarias y eficaces, consti-tuyen retos muy grandes para quienes ejercen la ingeniería social. Por ello, hay que calibrar las expectativas en función de una limitada capacidad de maniobra y –como bien lo demuestra este libro– hay que revisar con mucha cautela las propuestas y proclamas de victoria en la lucha librada. Mar-tín Barrón no plantea una solución a la crisis actualmente sentida por la sociedad civil mexicana, pero reúne elemen-tos importantísimos, tanto para demostrar los peligros de las medidas efectistas propiciadas por los gobernantes como para permitir al lector iniciar su propia reflexión sobre esta compleja temática.

Christopher Birkbeck1

Mánchester, Reino Unido, noviembre de 2012

1 Criminológo y profesor en School of Humanities, Languages and Social Sciences (University of Salford).


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A manera de prólogo

Gobernar con el miedo, contribución del reconocido investiga-dor Martín Gabriel Barrón Cruz, del Inacipe, constituye un documento original que, sin tapujos, identifica y aborda la característica esencial de la política y estrategia de seguri-dad por la que apostó la administración encabezada por el presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012). Se trata de lo que, a los diez días de asumir el Poder Ejecu-tivo de la Federación, en el discurso oficial se denominó “la guerra contra el narcotráfico”; discurso del miedo que presenta inquietantes similitudes con el enarbolado por el entonces presidente de Estados Unidos de Norteamérica, George Bush Jr. (2001-2009), al declararle “la guerra al terrorismo”, inmediatamente después de los exitosos atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Lo primero que llama la atención del esfuerzo intelectual del autor es la dedicatoria dirigida a las víctimas “colaterales”, seres humanos que perdieron la vida por una necedad; idea-fuerza que, como eje articulador, atraviesa la obra de Barrón Cruz y que, desde una dimensión personal, da cuenta del peso que le otorga a la dignidad de la persona humana.

En su “Presentación” se hace hincapié en el objetivo prin-cipal, a saber:

la forma en que el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) llevó al país hacia una crisis de gobernabilidad nunca antes vista. La razón recae en el empecinamiento del Eje-cutivo federal por guiar su política sexenal bajo la égida de


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Gobernar con el miedo, contribución del reconocido investiga-dor Martín Gabriel Barrón Cruz, del Inacipe, constituye un documento original que, sin tapujos, identifica y aborda la característica esencial de la política y estrategia de seguri-dad por la que apostó la administración encabezada por el presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012). Se trata de lo que, a los diez días de asumir el Poder Ejecu-tivo de la Federación, en el discurso oficial se denominó “la guerra contra el narcotráfico”; discurso del miedo que presenta inquietantes similitudes con el enarbolado por el entonces presidente de Estados Unidos de Norteamérica, George Bush Jr. (2001-2009), al declararle “la guerra al terrorismo”, inmediatamente después de los exitosos atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Lo primero que llama la atención del esfuerzo intelectual del autor es la dedicatoria dirigida a las víctimas “colaterales”, seres humanos que perdieron la vida por una necedad; idea-fuerza que, como eje articulador, atraviesa la obra de Barrón Cruz y que, desde una dimensión personal, da cuenta del peso que le otorga a la dignidad de la persona humana.

En su “Presentación” se hace hincapié en el objetivo prin-cipal, a saber:

la forma en que el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) llevó al país hacia una crisis de gobernabilidad nunca antes vista. La razón recae en el empecinamiento del Eje-cutivo federal por guiar su política sexenal bajo la égida de


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lucha contra el narcotráfico. Para conseguirlo se sirvió del miedo generado en la sociedad mediante una política de enfren-tamiento vertical contra ciertos grupos de la delincuencia organizada.

De esta manera, la categoría amigo-enemigo del jurista, poli-tólogo e ideólogo del tercer Reich, Carl Schmitt, pasa a do-minar la política y estrategia de seguridad del gobierno de alternancia de segunda generación. En otras palabras, se trata del dominio de la lógica de la seguridad nacional, del concepto de amenaza, de la expansión del derecho penal (a partir de la identificación con el llamado “derecho penal del enemigo” de Günther Jakobs) y de la preminencia del factor o componente militar del poder nacional en México.

En otros términos y siguiendo al autor: “Para la pasada administración, la droga (producción, tráfico y consumo) es perniciosa (demoniaca) para la sociedad y el gobierno es el redentor del mal. Esta visión mesiánica, plasmada de enor-me teatralidad, simulación y montaje escénico, es la que en-cabezó Calderón a lo largo del sexenio”.2

De esta “guerra contra el narcotráfico” trata, precisa-mente, Gobernar con el miedo; apreciación intelectual desde el mundo académico, de la que vale la pena destacar:

i. La aplicación, a lo largo del sexenio, de la doctrina de la guerra contrainsurgente en la lucha contra los diferentes grupos de la delincuencia organizada; de la mano de la asesoría del ex líder guerrillero salvadoreño Joaquín Villa-lobos, tal como lo pone de relieve el autor.3

ii. La vigencia de un Estado de derecho de jure más un estado de excepción de facto en gran parte del territorio nacional, al emplear militares y marinos sin declarar-

2 Vid. capítulo segundo, “Estrategia contra el narco”.3 Vid. “Presentación”.


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se el estado de excepción consagrado en el artículo 29 constitucional.4

Así, Barrón Cruz señala que al presidente de la república: “La militarización de la política le ha dado las herramien-tas para administrar el país con medidas de excepción […] La generación del miedo en la sociedad mexicana, tomada como estrategia política, llevó al gobierno a establecer el es-tado de excepción y el pretorianismo”.5

iii. La consolidación del proceso de militarización de la seguridad pública,6 que trae aparejado un innegable desgaste institucional, al no estar preparados los unifor-mados para desempeñar misiones y funciones que no son de su propia naturaleza; a lo que se suma la viola-ción sistemática de los derechos humanos. A lo largo del sexenio, tanto los señalamientos (quejas) contra inte-grantes de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina por presuntos quebrantamientos de los derechos fundamentales, como las recomendacio-nes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por violaciones graves de los derechos humanos, supera-ron –con creces– las estadísticas históricas.

4 Vid. Marcos Pablo Moloeznik. “Principales efectos de la militariza-ción del combate al narcotráfico en México”, en Renglones. Revista Arbitrada en Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 61, México, Instituto Tecnológi-co y de Estudios Superiores de Occidente, septiembre de 2009-marzo de 2010 [en línea] <http://www.renglones.iteso.mx/upload/archivos/Marcos_Moloeznik.pdf> [consulta: 29 de enero de 2013].

5 Vid. “Presentación”.6 Por ejemplo: M. P. Moloeznik y María Eugenia Suárez de Garay.

“El proceso de militarización de la seguridad pública en México (2006-2010)”, en Frontera Norte, vol. 24, núm. 48, México, El Colegio de la Fron-tera Norte, julio-diciembre de 2012, pp. 121-144 [en línea] <http://www2.colef.mx/fronteranorte//articulos/FN48/5-f48.pdf> [consulta: 29 de enero de 2013].


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lucha contra el narcotráfico. Para conseguirlo se sirvió del miedo generado en la sociedad mediante una política de enfren-tamiento vertical contra ciertos grupos de la delincuencia organizada.

De esta manera, la categoría amigo-enemigo del jurista, poli-tólogo e ideólogo del tercer Reich, Carl Schmitt, pasa a do-minar la política y estrategia de seguridad del gobierno de alternancia de segunda generación. En otras palabras, se trata del dominio de la lógica de la seguridad nacional, del concepto de amenaza, de la expansión del derecho penal (a partir de la identificación con el llamado “derecho penal del enemigo” de Günther Jakobs) y de la preminencia del factor o componente militar del poder nacional en México.

En otros términos y siguiendo al autor: “Para la pasada administración, la droga (producción, tráfico y consumo) es perniciosa (demoniaca) para la sociedad y el gobierno es el redentor del mal. Esta visión mesiánica, plasmada de enor-me teatralidad, simulación y montaje escénico, es la que en-cabezó Calderón a lo largo del sexenio”.2

De esta “guerra contra el narcotráfico” trata, precisa-mente, Gobernar con el miedo; apreciación intelectual desde el mundo académico, de la que vale la pena destacar:

i. La aplicación, a lo largo del sexenio, de la doctrina de la guerra contrainsurgente en la lucha contra los diferentes grupos de la delincuencia organizada; de la mano de la asesoría del ex líder guerrillero salvadoreño Joaquín Villa-lobos, tal como lo pone de relieve el autor.3

ii. La vigencia de un Estado de derecho de jure más un estado de excepción de facto en gran parte del territorio nacional, al emplear militares y marinos sin declarar-

2 Vid. capítulo segundo, “Estrategia contra el narco”.3 Vid. “Presentación”.


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se el estado de excepción consagrado en el artículo 29 constitucional.4

Así, Barrón Cruz señala que al presidente de la república: “La militarización de la política le ha dado las herramien-tas para administrar el país con medidas de excepción […] La generación del miedo en la sociedad mexicana, tomada como estrategia política, llevó al gobierno a establecer el es-tado de excepción y el pretorianismo”.5

iii. La consolidación del proceso de militarización de la seguridad pública,6 que trae aparejado un innegable desgaste institucional, al no estar preparados los unifor-mados para desempeñar misiones y funciones que no son de su propia naturaleza; a lo que se suma la viola-ción sistemática de los derechos humanos. A lo largo del sexenio, tanto los señalamientos (quejas) contra inte-grantes de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina por presuntos quebrantamientos de los derechos fundamentales, como las recomendacio-nes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por violaciones graves de los derechos humanos, supera-ron –con creces– las estadísticas históricas.

4 Vid. Marcos Pablo Moloeznik. “Principales efectos de la militariza-ción del combate al narcotráfico en México”, en Renglones. Revista Arbitrada en Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 61, México, Instituto Tecnológi-co y de Estudios Superiores de Occidente, septiembre de 2009-marzo de 2010 [en línea] <http://www.renglones.iteso.mx/upload/archivos/Marcos_Moloeznik.pdf> [consulta: 29 de enero de 2013].

5 Vid. “Presentación”.6 Por ejemplo: M. P. Moloeznik y María Eugenia Suárez de Garay.

“El proceso de militarización de la seguridad pública en México (2006-2010)”, en Frontera Norte, vol. 24, núm. 48, México, El Colegio de la Fron-tera Norte, julio-diciembre de 2012, pp. 121-144 [en línea] <http://www2.colef.mx/fronteranorte//articulos/FN48/5-f48.pdf> [consulta: 29 de enero de 2013].



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A esto último se suma el impacto del derecho internacional de los derechos humanos y el deterioro de la imagen de México en el concierto de las naciones, particularmente a la luz de seis resoluciones emitidas por la Corte Interamericana de los De-rechos Humanos en contra del Estado mexicano entre 2008 y 2010, a saber: el caso Castañeda-Gutman, del 6 de agosto de 2008; el caso González y otros (conocido como “Campo algodonero”), del 16 de noviembre de 2009; el caso Radilla Pacheco, del 23 de noviembre de 2009; el caso Fernández Or-tega y otros, del 30 de agosto de 2010; el caso Rosendo Cantú y otra, del 31 de agosto de 2010, y el caso Cabrera García y Montiel Flores, del 26 de noviembre de 2010.7

iv. Ausencia de un diagnóstico. Tal vez lo más pernicio-so sea el reconocimiento de que la iniciativa estatal no respondió a una valoración previa; esto es, no se llevó a cabo un diagnóstico sobre las amenazas y riesgos a la seguridad nacional mexicana, tal como lo pone de manifiesto un reconocido periodista integrante del Co-lectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede),8 quien entrevistó a tres generales: Guillermo Galván, Juan Alfredo Oropeza Garniza y Mario Ayón Rodríguez. Ellos aceptaron la inexistencia de una es-trategia antidrogas, pues no había nada planeado, las cosas se iban haciendo como surgían, sobre la marcha y adecuando planes, y la distribución operativa y logística se decidía conforme se presentaran los escenarios de conflicto.

7 Véase Sergio García Ramírez y Mauricio Del Toro Huerta, México ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Decisiones y transformaciones, México, Porrúa/unAm, 2011.

8 Vid. Jorge Alejandro Medellín, “La honestidad del presidente o por qué no podemos con el narco”, en El Universal, Comunidad, Blogs, Mé-xico, 20 de octubre de 2008 [en línea] <http://blogs.eluniversal.com.mx/wweblogs_detalle.php?p_fecha=2008-1020&p_id_blog=83&p_id_tema=5889> [consulta: 29 de enero de 2013].


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En otras palabras, la estrategia surgió de la improvisación, a la sazón, antítesis de una planeación consciente y deliberada a partir de un diagnóstico:

es visible que nunca hubo realmente una estrategia que con-siderara las consecuencias de enfrentar a las organizaciones de narcotraficantes con las fAs; es decir, los riesgos que ema-narían del enfrentar las amenazas que se padecen. Por ello, afrontar un problema sin estrategia lleva al fracaso; la prueba fehaciente es el lamentable número de víctimas no vinculadas con las organizaciones de narcotraficantes.

v. Código genético de la “estrategia”.9 Adicionalmente, no se pueden soslayar los paradigmas que, en materia de seguridad, dominan el actuar del Poder Ejecutivo de la Federación y a sus instrumentos coercitivos:

a) Masividad en lugar de selectividad: precisamente ante la au-sencia de un diagnóstico se decide enfrentar, de ma-nera simultánea, a todos los grupos de la delincuencia organizada. En este marco, no se separa a los grupos más virulentos y responsables de la violencia de otros de bajo perfil; pero, además, no se toma en considera-ción un postulado básico de la planeación estratégica, cuál es la correspondencia entre medios y fines (obje-tivo estratégico perseguido). Dicho en otras palabras, ¿tiene el Estado mexicano las capacidades como para enfrentar, simultáneamente y de manera exitosa, a to-dos los cárteles de la droga?

9 Consultar M. P. Moloeznik, “Apuntes críticos sobre las más recientes iniciativas de reformas legislativas del presidente Felipe Calderón Hinojosa en materia de seguridad y modelo policial”, en Letras Jurídicas, núm. 12, pri-mavera, Ocotlán, Jalisco, Centro Universitario de la Ciénega/Universidad de Guadalajara, marzo-septiembre de 2011 [en línea], <http://letrasjuri-dicas.cuci.udg.mx/sitio/index.php/revista-numero-12-primavera-marzo-septiembre-de-2010?download=151> [consulta: 29 de enero de 2013].



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b) Cantidad por calidad: se pone el acento en los compo-nentes relativamente fáciles de mensurar, en detri-mento de los factores cualitativos materiales y no ma-teriales. Así, se apuesta por incrementar los efectivos armados, adquirir más armas y stock de municiones, al tiempo que helicópteros artillados, vehículos blin-dados y patrullas que alejan, aún más, al funcionario encargado de hacer cumplir la ley del ciudadano, en una lógica de seguridad nacional y de enfrentamien-to al enemigo.

vi. Se deja de lado o se ignora la dimensión costos. Si, por un lado, el autor demuestra el aumento brutal del gas-to en los rubros seguridad y defensa durante el sexenio encabezado por Felipe Calderón; por otro, se deben contabilizar las muertes violentas, sin parangón a lo largo de los últimos seis años. A este incremento, en números absolutos y en tasa por cada 100 000 habi-tantes, de los homicidios intencionales, se debe sumar el cambio cualitativo, de la mano del fenómeno del paramilitarismo. Nos referimos a las mutilaciones, de-capitaciones y, en general, a los signos evidentes de tortura o tratos inhumanos y degradantes que suelen presentar los cuerpos de las víctimas. Tal vez a ello respondan las deserciones masivas (aspecto también puesto de relieve por Barrón Cruz), en particular de ex miembros de fuerzas de operaciones especiales que hayan migrado a las filas de la delincuencia organi-zada; paradoja cuyo corolario sería que el Estado es, en gran medida, responsable de la construcción de la violencia en México.

Cuando afirmamos que se deja de lado la dimensión cos-tos, queremos destacar la ausencia de autocrítica por parte del presidente Calderón; antes bien, nos encontramos ante un discurso triunfalista y francamente jactancioso, que con-


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trasta con los recientes resultados electorales adversos a su partido político.10

Ante ello, el autor hace un alto en el camino, dado que “es importante detenerse para hacer una reflexión sobre el miedo, con la intención de establecer algunas particularida-des de la política implementada durante los últimos años. […] La sensación se ha incrementado tanto de forma ob-jetiva y subjetiva”.11 De esta forma, el miedo –como prin-cipal estrategia política y forma de gobierno– se convirtió en la base del poder durante el sexenio de Calderón, cuyo argumento ético-político consistía en creer que hay buenos y malos: así se excitó a la población hacia un exacerbado sentimiento de inseguridad.

vii. Balance. Gobernar con el miedo constituye, por ende, el le-gado de la gestión a cargo de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, tal como lo demuestra la obra que el lector tiene en sus manos: “en seis años dejó un país sumido en la incertidumbre y en el miedo, productos ambos de la incompetencia y de la improvisación”.12 Incluso, el autor demuestra que, como consecuencia de la política y estrategia de seguridad impulsada durante los últimos seis años, México presenta algunos indicadores que lo acercan a la categoría de “Estado fallido”, tal como fue acuñada por Robert I. Rotberg.

En todo caso, el reto estriba en el cambio, en el diseño y ejecución de políticas, estrategias y líneas de acción de nuevo cuño, a partir de un diagnóstico y de las propias ca-pacidades del Estado mexicano, que apueste por un códi-go genético basado en la selectividad, mediante modernos

10 Vid. capítulo cuarto, “Éxito de la lucha”.11 Vid. capítulo quinto, “El miedo”.12 Vid. capítulo sexto, “Agonía del sexenio: ¿qué nos deja?”



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sistemas de inteligencia y en la calidad en detrimento de la cantidad, especialmente en los componentes cualitativos no materiales.

Marcos Pablo Moloeznik13

Guadalajara, Jalisco, septiembre de 2012

13 Profesor-investigador de la Universidad de Guadalajara e investi-gador nacional nivel II sni del Conacyt.


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Presentación

Que todos me admiren. Que me elogien y enaltezcan. Que me obe-dezcan en todo. He aquí cómo piensa el necio.

Dhammapada

El libro que el lector tiene en sus manos aborda la forma en que el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012) llevó al país hacia una crisis de gobernabilidad nunca antes vista.1 La razón recae en el empecinamiento del Ejecutivo federal por guiar su política sexenal bajo la égida de lucha contra el narcotráfico.2 Para conseguirlo se sirvió del miedo generado en la sociedad mediante una política de enfrentamiento vertical contra ciertos grupos de la delincuencia organizada.

El presidente Calderón buscó asesoría, por ejemplo, del ex guerrillero Joaquín Villalobos –ahora converso a consul-tor internacional–, quien publicó en enero de 2010 “Doce mitos de la guerra contra el narco” y luego presentó en ene-ro de 2012 “Nuevos mitos de la guerra contra el narco”.3 En el lapso intermedio, incluso Alejandro Poiré, actual secreta-rio de Gobernación, se sumó al estudio del arte mitológico en lugar de buscar soluciones políticas de mediano y largo plazos al ofrecer “10 mitos de la lucha por la seguridad”, burda copia de los elementos desarrollados por Villalobos.4

[Con] los argumentos de Villalobos […] [se buscaba] ocultar lo evidente: Felipe Calderón ha hecho de la guerra contra el narcotráfico el eje de su gobierno. El combate al crimen



Sobre este terreno tan difícil de estudiar y entender –la criminalización de la producción, distribución y consumo de narcóticos– llegó el gobierno de Calderón con intenciones de producir cambios que nos convirtieran en un país menos violento y criminal. Sin embargo, no tuvo visión amplia de la problemática (y menos una apertura a debatir los inconvenientes), sino que hizo de la seguridad uno de los ejes principales de su gestión y recurrió a la estrategia militar.

Pese al éxito proclamado por la presidencia, las evidencias aportadas por el autor van en sentido contrario. Habría sido difícil apoyar el discurso oficial porque la criminalidad no es abordable desde una óptica militar. El autor sostiene enérgicamente que las políticas desplegadas durante aquel sexenio fueron un rotundo fracaso y –mirando hacia adelante– asienta al-gunas dudas sobre lo que habría de ser la actuación del gobierno actual.

Si algo hay de cierto –y que quizás la enseñanza más valiosa de la criminología–, el estudio y comprensión de la delincuencia, así como la identificación e implementación de políticas justas, racionales, humani-tarias y eficaces, constituyen retos muy grandes para quienes ejercen la ingeniería social. Martín Barrón reúne elementos importantísimos, tanto para demostrar los peligros de las medidas efectistas propiciadas por los gobernantes como para permitir al lector iniciar su propia reflexión sobre esta compleja temática.

Christopher Birkbeck

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MARTÍN GABRIEL BARRÓN CRUZ

Historiador y criminólogo. Profesor-Investigador del inacipe y miembro del Sistema Nacional de Investiga-dores (SNI-I). Autor de las obras La bestia. La tenue línea entre la migración y la trata de personas (2013), Análisis criminológico de la investigación Ministerial (2013), Violen-cia y seguridad en México en el umbral del siglo XXI (2012), Actuaciones ministeriales en el homicidio de León Trotsky (2009), El nudo del silencio. Tras la pista de una asesina en serie: La Mataviejitas (2007), Policía y seguridad en México (2005), Una mirada al sistema carcelario mexicano (2002); es coautor de Guardia Nacional y Policía Preventiva: dos problemas de seguridad en México (2004), Fortificaciones, guerra y defensa de la ciudad de México 1844, 1847-1848 (2003), Islas Marías. Una Visión iconográfica (2002), Sina-loa invadida 1845-1848 (1999) y Ulúa: fortaleza y presidio (1998).

Asimismo, ha colaborado en los títulos El área de in-fluencia de México desde una visión geopolítica (2014), Sociología del cuerpo. Gritos apagados y voces del maña-na. Violencia, Derechos Humanos y Certidumbre (2012), Herramientas para combatir la delincuencia organizada (2012 y 2010), Seguridad ciudadana. Dimensiones, retos y algunos temas selectos (2011), Dilemas de la Seguridad Pública: ¿Hay salidas? (2011), Narcotráfico, crisis social, de-rechos humanos y gobernabilidad. Una agenda para el fu-turo (2010), Arquitectura Política del Miedo (2010), Temas de narcomenudeo (2010), Rostros y personajes de las cien-cias penales (2006 y 2003), 6 visiones del asesinato serial (2006), Homicidios y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez. Análisis, críticas y perspectivas (2004), La influencia de la Ciencia Penal Alemana en Iberoamérica, libro home-naje a Claus Roxin (primer tomo, 2003), entre otros. Ha realizado los prólogos a las obras Mujeres en prisión: un estudio socio antropológico de historias de vida y tatuajes (2013), El Espacio comunitario de Islas Marías 1905-2008 (2013), México a la deriva: y después del modelo policíaco ¿Qué? (2013 y 2012), El arte del interrogatorio científico (2009), 60 pasos para ser un analista delictivo (2008) y al Catálogo de Documentos. Cárcel de Belén 1900-1911 (pri-mer tomo 2000). Para las ediciones que el Inacipe prepa-ró en ocasión del bicentenario de la Independencia de México coordinó la obra Cinco ordenamientos penales del siglo XIX (2010).

EL AUTOR ELIGIO ESTA PORTADA

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