Liceo “José Larguero”, Ecilda Paullier- 1er año HISTORIA- Prof. Cristóbal GonzálezTema 4.EL SURGIMIENTO DE LAS CIVILIZACIONES: VIDA EN CIUDADES

____________________________________________________________________________________________________El siguiente texto ha sido elaborado por los profesores Lucila Artagaveitya, Ana Zavala y Carlos Demasi en 1991 como parte del libro “Pensar la Historia 1”. En este texto seleccionado se describen más de mil años de historia de cambios desde la aldea neolítica a las grandes civilizaciones e imperios del mundo antiguo. Se ha optado por dividirlo en partes.

¿Cómo surgieron las primeras ciudades?Paso a paso: de la aldea con excedente agrícola a la ciudad y el Estado

1. Los agricultores del neolítico vivían en aldeas, en las cuales todos compartían la tarea de proporcionar el alimento. Sin embargo, en algunos lugares, las condiciones para la agricultura eran especialmente favorables. A esto se sumó la incidencia de algunos elementos técnicos lentamente incorporados durante los milenios VI al IV a. C.: la invención de la rueda y el torno, el arado, el tiro de animales y el uso del metal. En estas condiciones, era natural que se produjera un aumento de la producción y que éste se reflejara en el número de integrantes de la aldea. Esta circunstancia era verdaderamente nueva, pues la mayor cantidad de alimentos disponible no se había originado en una mayor cantidad de trabajadores, sino en el buen aprovechamiento de los recursos naturales. En efecto, tanto en Egipto como en Mesopotamia, los ríos –Nilo y Tigres- se salen de su cauce todos los años, durante algunos meses fertilizando la tierra. Este hecho fue el origen no solo de la mayor producción sino también de la total sedentarización de los pobladores. Además, tanto el deseo de aprovechar mejor el agua como la necesidad de controlar la violencia de la crecida (en Mesopotamia) obligaron a los agricultores a organizarse. Construyeron canales (para llevar el agua más lejos) y diques (para evitar el paso violento y devastador del agua).

2.De modo que los agricultores producían el alimento para toda la comunidad, a pesar del creciente tamaño de ésta. Su trabajo generaba, pues, un excedente de producción, con el cual se alimentaba un nuevo grupo de personas que no necesitaba trabajar la tierra para vivir. Algunos comenzaron a especializarse en tareas no agrícolas, como los artesanos (alfareros, tejedores, cesteros, metalúrgicos, carpinteros, etc.)

3Para los integrantes de estas sociedades estaba claro que la fuerza que movía la naturaleza (y, entre otras cosas, hacía germinar sus semillas y desbordar los ríos) era una fuerza divina. Por esta razón, los intermediarios entre los hombres y los dioses (los sacerdotes) se convirtieron en un grupo distinto de los de los campesinos y artesanos y sumamente importante en estas sociedades en transformación. Su vinculación con los dioses les permitía vivir sin producir su alimento, puesto que recibían los tributos que los campesinos entregaban a los dioses. Además, fueron monopolizando el conocimiento astronómico, pudiendo anunciar, por ejemplo, el momento de la crecida de los ríos o la iniciación de la siembra. Los arqueólogos han comprobado que el templo fue la primera construcción importante y características de las primeras ciudades. Junto a él fueron construyéndose, con el tiempo, depósitos para los tributos recaudados (verdaderos impuestos)

4En comunidades numéricamente importantes, esta recaudación se volvía cada vez más compleja, pues muchas personas debían entregar regularmente diversos productos en cantidades variables. La necesidad de controlar este movimiento dio origen a la escritura. La primera escritura constaba de pequeños dibujos que representaban el objeto que se deseaba nombrar (pictogramas). Al volverse más compleja, debió integrar convenciones para abreviar el trabajo y para expresar aquellas cosas que el simple dibujo no podía representar (ideogramas). Lógicamente, los primeros en dominar esta técnica fueron los propios sacerdotes y los funcionarios a su servicio, a los que se daba el sugestivo nombre de escribas.

5En torno al templo surgieron pues los depósitos y las “oficinas”. También los artesanos se instalaron en las cercanías (talleres y mercados) ya que sus clientes, los campesinos, venían regularmente al templo. Los artesanos más capaces y especializados trabajaban para los sacerdotes (ofrendas, construcción y alhajamiento de los templos). A veces los materiales que necesitaban estos artesanos (metales, piedras preciosas especiales) no se encontraban en la región, lo que dio lugar al surgimiento de comerciantes a larga distancia que abastecían de dichos productos.

6A la sabiduría y poder de los sacerdotes estuvo también asociada la aparición del poder político en la persona de un rey, gran sacerdote o encarnación de un dios, como en el caso de Egipto. Con el tiempo, las ciudades-estado mesopotámicas tuvieron reyes guerreros que, en opinión de algunos historiadores, pueden haber sido pastores invasores asociados a los sacerdotes para el gobierno y la defensa de la ciudad. Existen testimonios de ciudades amuralladas de esa temprana época. Los reyes gobernaban en sus palacios, como representantes de los dioses, apoyados naturalmente por los sacerdotes, los nobles (familia real, guerreros) y los funcionarios (escribas, recaudadores, etc.) A este tipo de gobierno, que asociaba tan estrechamente el poder político y el religioso, lo llamamos teocracia. Las decisiones políticas las tomaba el rey –con el consejo más o menos influyente de sus colaboradores- sin ninguna participación efectiva de los gobernados, de manera que éstos eran sus súbditos.