CLAVES PARA PERFECCIONAR LAS TAREAS MÁS COMUNES EN EL TALLER

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1. Introducción

2. Claves para perfeccionar tareas en un taller

3. Tareas más comunes en un taller: ¿cómo mejorarlas?

4. Instalaciones para mejorar la rentabilidad del taller

5. Otros consejos para mejorar el funcionamiento del taller

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Índice

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Al igual que cualquier otro negocio o empresa, en el éxito o fracaso de un taller intervienen numerosos factores. Sin embargo, hay un ingrediente que resulta fundamental en la receta del éxito: el trabajo bien hecho.

Para dar un servicio óptimo es necesario contar con los mejores profesionales, pero también con las instalaciones y equipos adecuados, y una estructura y organización sólida en la que cada uno sepa cuál es su función y cómo debe realizarla.

Los servicios de los talleres a los clientes se dividen en dos áreas principales: el área mecánica y el área de chapa y pintura. A continuación se muestran diferentes claves para optimizar las tareas en ambas áreas y allanar un poco más el camino hacia el éxito del taller.

Para optimizar tareas en un taller se han de tener en cuenta diversos factores:• En primer lugar el factor humano. Los profesionales deben tener la

preparación técnica y conocimientos necesarios para realizar su trabajo de forma eficiente. Es su obligación estar en constante formación, actualizándose a las nuevas tecnologías. Además, el taller debe saber mantener a sus profesionales motivados para que den el 100%.

• Por otro lado, las instalaciones y equipos. Han de cumplir todos los requisitos en materia de eficiencia, mantenimiento y seguridad.

1. Introducción

“Un taller debe funcionar de forma fluida, tiene que ser como una máquina perfectamente engrasada en la que todos los engranajes se unen con un mismo objetivo: la satisfacción del cliente.”

2. Claves para optimizar tareas en un taller

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• Por último, está la propia organización del taller y la realización de los procesos y procedimientos necesarios para el tratamiento eficaz de los vehículos que llegan al taller.

A continuación veremos cómo aunar estos factores para conseguir optimizar los resultados a la hora de realizar las tareas más comunes en un taller mecánico.

3.1. Trabajo en foso El foso de inspección de vehículos es el lugar desde donde el mecánico revisa el estado de la parte inferior del vehículo, detectando posibles fugas o problemas en la dirección, suspensiones, etc.

En la actualidad existen fosos de inspección autoportantes. Se trata de unos fosos concebidos al estilo de un ‘Mecano’, que vienen de fábrica con todo lo necesario para ser transportados e instalados inmediatamente en el hueco para la foso. A estos nuevos fosos se les denomina “suelos modulares” y ayudan a mejorar la eficiencia disminuyendo los costes, agilizando el trabajo y facilitando su transporte.

3.2. Reparación e instalación de sistemas electrónicos

Los mecánicos ya saben la operativa básica a la hora de trabajar con sistemas eléctricos, ya sean de arranque o auxiliares. Sin embargo, en

3. Tareas más comunes en el taller: ¿cómo optimizarlas?

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la actualidad la mayoría de coches vienen con sistemas electrónicos basados en minicentralitas, las cuáles es necesario conocer y dominar.

Para reprogramar o sustituir las centralitas electrónicas que gestionan el funcionamiento del motor es necesario tener un equipo de diagnosis adecuado con los datos del fabricante. Además, hay que tener en cuenta que cualquier interrupción durante el proceso de programación de la centralita la dejará inservible, por lo que será necesario mantener en funcionamiento la batería del coche (conectándola a un generador alternativo), asegurarnos que al portátil donde están los datos no se le acabará la batería, o que no hay ningún elemento que pueda interferir en la diagnosis (teléfonos móviles, por ejemplo). Estas premisas son básicas, sobre todo teniendo en cuenta que una nueva centralita puede rondar los 1.000 euros de coste.

3.3.- Cambio de ruedas Una de las operaciones más comunes y sencillas a las que tiene que hacer frente un mecánico. En este caso, no existen trucos, secretos o consejos para optimizar esta tarea, más allá de la propia práctica y del uso del equipo adecuado.

3.4.- Alineación de dirección

Para alinear correctamente un vehículo es necesario tener claro conceptos como camber o caster que, a grandes rasgos, se refieren a la desviaciones e inclinaciones en los ejes de los vehículos, provocados por golpes, desgaste de las suspensiones o los neumáticos, etc.

La mejor opción para optimizar la alineación de dirección en vehículos es contar con un sistema totalmente informatizado basado en sensores (4, 6 o incluso 8) que se colocan en el vehículo y transmiten la información a un ordenador, donde se realiza un modelado 3D con todas las modificaciones a realizar para que el vehículo vuelva a sus valores de equilibrado de fábrica.

3.5. Revisión/cambio de frenos

Es básico contar con el equipo necesario para montar y desmontar pastillas y discos de freno, así como con las herramientas necesarias para establecer un diagnóstico correcto (un calibrador para medir el grosor del disco, por ejemplo). Hay que tener en cuenta que existen diversos tipos de frenos, por ejemplo dentro de los frenos de disco podemos encontrar discos ventilados o discos sólidos. Es imprescindible saber que se deben respetar siempre el tipo de frenos que el vehículo traía de serie.

“Es recomendable usar un gato hidráulico y una llave en cruz antes que un gato a manivela y una llave simple.”

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Hay otra serie de consejos que se deben seguir para optimizar esta tarea o, al menos, no perder tiempo en dilemas absurdos. Por ejemplo, al quitar las pastillas de freno se puede hacer una marca para saber el lugar y la orientación en que deben ser colocadas las nuevas pastillas.

3.6. Sustitución del embrague

El sistema de transmisión, formado por embrague y caja de cambios, es otra de las revisiones y reparaciones más frecuentes en un taller mecánico.

Para optimizar el proceso de sustitución del embrague se pueden seguir varios consejos. Por un lado, es necesario, antes de proceder a su instalación, comprobar si hay aceite en la junta del volante motor o de la caja de cambios. En ese caso, habrá que proceder a limpiarlas o sustituirlas. Lo mismo para los cardanes y cojinetes. Por otro lado, a la hora de incorporar piezas como el disco o el mecanismo o plato, es necesario usar el centrador de embrague para que todo quede perfectamente ajustado.

3.7. Amortiguadores El buen estado de los amortiguadores es básico para la estabilidad del vehículo. Existen numerosos tipos de amortiguadores, dependiendo del sistema de suspensión que usen (hidráulicos, magneto-reológicos, de rigidez variable, etc) o del tipo de conducción para el que fueron concebidos. Lógicamente, todo buen mecánico debe saber cómo y dónde instalar cada uno de ellos.

En la actualidad también existe otra solución que puede ayudar a los mecánicos a ahorrar mucho tiempo y dinero en el taller. Se trata de los amortiguadores telescópicos premontados. Se trata de amortiguadores que ya vienen montados de fábrica y que ahorran mucho trabajo en el proceso de montaje. Además, existe una gran variedad de amortiguadores de diferentes fabricantes, para prácticamente todos los modelos de coches del momento.

También cabe destacar que la mayoría de talleres mecánicos no incluyen la alineación del coche dentro del servicio de cambio de amortiguadores, y podría suponer una importante ventaja competitiva.

3.8. Mantenimiento general

Se trata de tareas de mantenimiento generales que incluso pueden ser realizadas por no profesionales. Por ello, las principales claves para

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“Los cambios de agua, aceite, líquido de frenos y demás operaciones sencillas de mantenimiento deben realizarlas aquellos profesionales con menos experiencia en el taller.”

optimizar estas tareas tienen que ver con la operativa del taller. Es decir, la clave está en la organización del trabajo y en quién debe llevar a cabo estas operaciones básicas de mantenimiento.

No se trata de discriminación, sino de organización y jerarquía. Eso les ayudará a ir familiarizándose con las tareas e ir acometiendo progresivamente tareas de mayor dificultad. Sería un error para la productividad del taller poner a los mecánicos más expertos a realizar este tipo de tareas.

3.9. Área de chapa y pintura Cualquier chapista estará de acuerdo en que para desarrollar sus funciones correctamente en el área de chapa y pintura debe contar con la formación y herramientas adecuadas. Esto incluye contar con áreas específicas y adecuadamente preparadas (bancos de trabajo, cabinas de pintura), herramientas (para soldar, pistolas de pintura) o equipo de seguridad (mascarillas para protegerse de virutas, de las chispas o de los gases tóxicos de la pintura).

Sin embargo, otra clave que debería ser fundamental en estas áreas pero no se tiene tanto en cuenta es la comunicación. Aunque sean áreas separadas, la chapa y pintura están íntimamente relacionadas, por lo que es necesario fomentar la comunicación y el trabajo en equipo entre ellas. En este sentido, también es básico comprobar la calidad de los acabados de chapa antes de pasar a la sección de pintura, ya que un mal trabajo en el primero obliga a una operación extra en el segundo para que el acabado no se resienta.

3.10. Sustitución de lunas

También hay que tener en cuenta algunos servicios que suponen un plus para el cliente, por ejemplo la instalación de lunas y su tratado con resinas acrílicas repelentes al agua.

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4. Instalaciones para mejorar la eficiencia del taller

Por otro lado, hay que tener en cuenta otra serie de aspectos como por ejemplo la recalibración o autocalibración de los sistemas ADAS de ayuda a la conducción. En algunos modelos de General Motors en la actualidad ya no es necesario realizar la recalibración de estos elementos ADAS, ya que se autocalibran.

Por otra parte, a la hora de realizar otras operaciones con lunas, por ejemplo la incorporación de láminas de tintado, se debe usar el poliéster, nunca el vinilo.

Por último, las instalaciones generales del taller también deben cumplir ciertos requisitos, como los que vemos a continuación:

• Un buen acceso es fundamental para facilitar la entrada de los clientes y una buena atención por parte del mecánico.

• La distribución del taller también es básica. Todos los departamentos y áreas de trabajo deben estar perfectamente separadas y delimitadas, y cada zona debe ser exclusiva (salvo excepciones) de cada profesional especializado. Área de mecánica, de carrocería, de pintura, almacenes de piezas, almacenes de residuos… todas ellas deben estar separadas unas de otras.

• Para facilitar el trabajo en cualquiera de estas áreas o el acceso a las herramientas y equipos es necesario mantener todas las estancias lo más limpias y ordenadas posible. También es importante tener un lavadero de piezas en el exterior del recinto.

• Para garantizar el funcionamiento de todas las herramientas también es necesario verificar el buen estado de la instalación eléctrica o si es suficiente con la potencia contratada.

“En primer lugar es importante contar con un adhesivo sellador de calidad, que mejore la resistencia torsional del automóvil.”

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• Para que los mecánicos puedan desempeñar su trabajo de forma adecuada es esencial que no haya obstáculos o elementos mal colocados que dificulten su trabajo. Por supuesto, todos los peligros deben estar señalizados de acuerdo a la normativa para evitar golpes, caídas o quemaduras.

• Y por último, pero de máxima importancia, en un taller se deben dar las condiciones ambientales idóneas para que el profesional pueda desarrollar su trabajo cómodamente. Esto incluye unas condiciones de temperatura, humedad, ventilación e iluminación adecuadas.

Conocimiento del coche y diagnosis: Un taller debe tener un equipo de diagnosis OBD, para comunicarse con la centralita y hacer un diagnóstico del vehículo lo más rápido y exacto posible. Es un equipo indispensable en cualquier taller; sin embargo, existen equipos OBD oficiales y otros que no lo son. Los primeros son fabricados por las marcas oficiales y son mucho más precisos. Estos equipos nos son exclusivos de los talleres oficiales, sino que están obligados a vender equipos de diagnosis OBD oficiales a cualquier taller que lo solicite.

Previsión y planificación de los trabajos. Hay que tener claro cuáles son los proyectos a corto y medio plazo, cómo, cuándo y quién los va a desarrollar. También se ha de gestionar correctamente la carga de trabajo. Un profesional con demasiadas urgencias es susceptible de cometer errores, disminuir la calidad de su trabajo y/o sufrir estrés.

5. Otras claves para mejorar la eficiencia en el taller

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La atención al cliente también es una de las tareas más comunes en un taller, ya que el mecánico atiende cara a cara a todos los clientes. Por lo tanto, una buena atención al cliente también es importante para el éxito del taller. Es imprescindible contar con una zona de recepción donde atender a los clientes lejos de ruidos y humos, así como facilitar otros métodos de comunicación aparte de la visita presencial (teléfono, página web, redes sociales).

Hay que establecer unas políticas internas óptimas de control de calidad, que eviten el desperdicio de tiempo y recursos en la repetición de trabajos mal realizados.

Otro punto fundamental es la realización de consultorías o análisis periódicos que permitan poner en claro las fortalezas y debilidades del taller. Esto es básico para reforzar los puntos fuertes y tratar de minimizar los puntos débiles. ¿Qué departamento es el que menos rentabilidad ofrece del taller? ¿A qué se debe ese pobre rendimiento? ¿En qué grado es culpa de los profesionales, de los equipos o de la propia organización del taller? ¿Cómo solucionar el problema?

Un taller es un lugar de trabajo donde los profesionales no están exentos de sufrir momentos de estrés o cansancio que disminuyen su rendimiento laboral. Para evitar que este estrés sea producido por el propio trabajo y repercuta negativamente en el rendimiento del trabajador y en su propia seguridad son necesarios varios factores: motivación, especialización y descanso.

Por supuesto, también es fundamental el trabajo en equipo. Sin embargo, a veces se malinterpreta este término, asociándolo con el hecho de que todo el equipo se ayude entre sí, y que todas las labores se realicen en conjunto. No obstante, el trabajo en equipo en un taller (y en cualquier otro ámbito) también significa saber hasta dónde llegan las competencias de cada uno, o en respetar las herramientas, equipos o espacio de trabajo del compañero para no interferir en sus funciones.

En definitiva, para perfeccionar las tareas más comunes en el taller es básico tener el equipo adecuado, pero también una correcta organización y gestión de los recursos, además de apostar por la formación y el valor de los profesionales.

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