ciudades para un pequeño planeta capítulo iii

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CIUDADES PARA UN PEQUEÑO PLANETA (ROGERS, RICHARD; 2000) CAPÍTULO III Arquitectura sostenible Resumen Por Rosario E. Camacho M. La aplicación de la racionalidad en el diseño arquitectónico puede conllevar a la belleza en el mismo, como resultado de una serie de elementos cognitivos, lógicos y espirituales, con enfoques cuantitativos y cualitativos. El Partenón, no es más que el resultado de la racionalidad de una necesidad de la época en que se realizó, repercutiendo en una obra excelsa, al igual que otras como el Salk Centre de Khan, o el Tempietto de Bramante. Hoy en día, el aspecto que rige y determina la construcción es el beneficio económico, dejando de lado otros aspectos menos rentables, pero seguramente de mayor provecho colectivo y social. Las edificaciones poco responden a la necesidad de quienes la habitarán, no constituyen un aporte de identidad, lo que nos ha llevado a tener grandes edificaciones rentables, casi modulares y con poca creatividad estética, derrochadoras de energía. El arquitecto se ha vuelto autor y cómplice de la segregación urbana, al diseñar espacios cercados, donde el acceso es restringido y en su interior vías privadas, elementos que alejan a los “indeseables” de su modo de vida tranquilo y seguro. Las ciudades deben representar el compromiso entre el derecho privado y la responsabilidad pública. En ciudades como Bath, en Inglaterra, el espacio público y las plazas se logran mediante grandes volúmenes estudiados, con lo que se busca humanizar a la ciudad. La arquitectura debe ser cada vez más flexible, cada generación necesita transformar sus instituciones públicas, así como crear nuevas. Los edificios flexibles permiten el avance de la sociedad, y la reinvención de los espacios antiguos en una

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Page 1: Ciudades para un Pequeño Planeta Capítulo III

CIUDADES PARA UN PEQUEÑO PLANETA (ROGERS, RICHARD; 2000)

CAPÍTULO IIIArquitectura sostenible

Resumen

Por Rosario E. Camacho M.

La aplicación de la racionalidad en el diseño arquitectónico puede conllevar a la belleza en el mismo, como resultado de una serie de elementos cognitivos, lógicos y espirituales, con enfoques cuantitativos y cualitativos. El Partenón, no es más que el resultado de la racionalidad de una necesidad de la época en que se realizó, repercutiendo en una obra excelsa, al igual que otras como el Salk Centre de Khan, o el Tempietto de Bramante.

Hoy en día, el aspecto que rige y determina la construcción es el beneficio económico, dejando de lado otros aspectos menos rentables, pero seguramente de mayor provecho colectivo y social. Las edificaciones poco responden a la necesidad de quienes la habitarán, no constituyen un aporte de identidad, lo que nos ha llevado a tener grandes edificaciones rentables, casi modulares y con poca creatividad estética, derrochadoras de energía.

El arquitecto se ha vuelto autor y cómplice de la segregación urbana, al diseñar espacios cercados, donde el acceso es restringido y en su interior vías privadas, elementos que alejan a los “indeseables” de su modo de vida tranquilo y seguro. Las ciudades deben representar el compromiso entre el derecho privado y la responsabilidad pública. En ciudades como Bath, en Inglaterra, el espacio público y las plazas se logran mediante grandes volúmenes estudiados, con lo que se busca humanizar a la ciudad.

La arquitectura debe ser cada vez más flexible, cada generación necesita transformar sus instituciones públicas, así como crear nuevas. Los edificios flexibles permiten el avance de la sociedad, y la reinvención de los espacios antiguos en una configuración actual, acorde a las exigencias, creando un equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo.

Los altos costos de la construcción obligan a buscar nuevas formas de reducirlo. El arquitecto e ingeniero Shigeru Ban desarrolló un proyecto de alojamientos de emergencia, en Kobe, Japón, sirviéndose de materiales y técnicas convencionales, utilizando tubos de cartón a base de capas de papel reciclado.

Hoy en día, con el uso intensivo de computadores y demás maquinarias, se requiere extraer el calor que éstas generan y renovar el aire. Así mismo, las ventanas suelen estar alejadas de las mesas de los trabajadores, siendo necesaria la iluminación artificial en el día, cuyo resultado es un ambiente derrochador de energía. Por ello, los arquitectos de hoy piensan en reducir el consumo de energía y empiezan a utilizar energías renovables a base de plantas, viento, sol, tierra y agua.

El Edificio Lloyd’s de Londres tiene una triple envoltura acristalada para aislamiento y un techo de hormigón visto que absorbe la energía fría del aire nocturno y la desprende durante el día. Estas tecnologías de bajo consumo reducen el consumo energético entre 50% y 75%. La arquitectura necesita respetar las leyes de la naturaleza, de modo que sea más aerodinámica y responda mejor a las fuerzas naturales con las que interactúa.

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Conclusiones Personales:

La arquitectura surge como resultado suplir las necesidades básicas del hombre, de manera que debe responder a un proceso racional, para lo cual el arquitecto es el encargado de realizarlo de manera eficiente y a la vez estéticamente agradable, independientemente del beneficio económico que quiera tener.

Ciudades como Bath, donde el espacio público es amplio logran una mejor socialización de su gente y los acerca a su entorno y la naturaleza.

La ciudad sostenible no será aquella que más energía renovable utilice, sino aquella que consuma la menor cantidad de energía y busque soluciones para optimizar los recursos naturales que posee.

Los arquitectos debemos buscar diseñar edificaciones basadas en procesos y formas tomados de la naturaleza, a fin de interactuar mejor con ella. Volviendo a lo primario, podremos dar soluciones más efectivas sin contaminar el ambiente ni segregar a la población.