ciudad sur abr 2016

16
AÑO V / EDICIÓN 038/ PUBLICACIÓN MENSUAL /ABRIL 2016 / ISSN 2500-4441 / SUR DEL VALLE DE ABURRÁ / CIRCULACIÓN GRATUITA. Huellas Fotos: Edwin Bermúdez del ferrocarril Mientras el Gobierno Departamental busca alternativas para revivir el Ferrocarril de Antioquia, en el sur del Valle de Aburrá permanecen las huellas del sistema que fue motor de desarrollo. Aunque Itagüí recuperó la Estación Yarumito, otras permanecen en el olvido. Páginas 8 y 9.

Upload: ciudad-sur

Post on 28-Jul-2016

221 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Edición 38 del periódico CIUDAD SUR, con circulación en Medellín y el sur del Valle de Aburrá.

TRANSCRIPT

Page 1: CIUDAD SUR ABR 2016

AÑO V / EDICIÓN 038/ PUBLICACIÓN MENSUAL /ABRIL 2016 / ISSN 2500-4441 / SUR DEL VALLE DE ABURRÁ / CIRCULACIÓN GRATUITA.

Huellas

Fot

os: E

dwin

Ber

múd

ez

del ferrocarril

Mientras el Gobierno Departamental busca

alternativas para revivir el Ferrocarril de Antioquia,

en el sur del Valle de Aburrá permanecen las huellas

del sistema que fue motor de desarrollo. Aunque

Itagüí recuperó la Estación Yarumito, otras permanecen

en el olvido. Páginas 8 y 9.

Page 2: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur2 Editorial

Director: Alejandro Calle Cardona

Periodistas: Octavio Gómez V.

Heidi AcostaSara Castañeda

Alejandro Calle CardonaJuliana Vásquez

Andrés VelásquezAlejandro Zapata

Fotografía: Alejandro Calle Cardona

Edwin Bermúdez

Diseño: 5 Sentidos Comunicaciones

Mercadeo y ventas 3165300807

CIUDAD SUR ITAGÜÍ-ANTIOQUIA

Ciudad Sur@prensaciudadsur

CIUDAD SUR es un medio alternativo de comunicación

independiente, con circu-lación mensual de 10.000

ejemplares.

Tras el desalojo de un grupo de 300 habitan-tes de calle y en situación de calle ubicados en un campamento improvisado cerca a la Plaza Minorista en Medellín, algunos de ellos llegaron a municipios cercanos, en-

tre ellos Caldas. De inmediato las autoridades de esta localidad y sus habitantes manifestaron su preocupa-ción y rechazo al considerar que el problema se había trasladado a sus barrios.

Según el alcalde Carlos Durán, de 20 habitantes de calle que normalmente deambulan en el parque princi-pal y que son conocidos por todos, pasaron a 50 perso-nas que permanecen en parques y barrios. El mandata-rio le pidió a su similar de Medellín que no se trasladara el “problema” a otros municipios y menos a los que no cuentan recursos.

Dicha situación no es nueva. Ya hemos sido testigos de que en cada desalojo de este tipo, ya sea motiva-do por el orden público o algún evento internacional, quienes habitan la calle se trasladen a otros puntos de la ciudad o lleguen a otras poblaciones. Se ha denun-ciado, incluso, una red que trafica con habitantes de calles, llevándolos de un lugar a otro.

Las autoridades coinciden en que los expendedores de drogas son los más beneficiados con la existencia de

habitantes de calle. Pero este fenómeno se incremen-ta diariamente por la desarticulación de esas mismas autoridades y la desidia de la sociedad, ignorando u olvidando que este problema es producto de una des-igualdad cada vez más en aumento.

No se puede olvidar que el conflicto armado, el des-plazamiento, la marginalidad y demás consecuencias de un país violento, ha emporado el problema que no es exclusivo de los estratos más vulnerables. Los habi-tantes de calle también son la expresión de una crisis de sentido en medio de la modernidad donde priman las políticas económicas y la pérdida de lazos afectivos, de una sociedad donde todo se valora en función del éxito personal y el consumismo.

El Estado, de acuerdo a fallo de la Corte Constitu-cional de 2014, está obligado a promover políticas de asistencia social dirigidas a mejorar sus condiciones (Corte Constitucional, 1993) y a brindar al habitante de la calle la atención especializada de protección que requiera.

Por eso urgen soluciones de fondo como las que adelanta Medellín con la implementación de centros de acogida, granjas de resocialización y oferta insti-tucional para lograr que poco a poco, estas personas consumidas por las drogas alucinógenas, el alcohol y la

soledad, se reintegren a la sociedad. Pero Medellín no puede solo. No basta con los programas ejecutados en la ciudad capital sino que deben ser políticas públicas asumidas por la ciudad región.

Es normal ver en los parques de Envigado, Sabaneta, Caldas e Itagüí, adultos y adultos mayores con graves problemas de alcoholismo y drogadicción. No basta con medidas policivas sino con programas de inter-vención que posibilite una atención integral. En Envi-gado, por ejemplo, desde hace más de una década se trabaja en la eliminación de la limosna y le apuesta a proyectos de asistencia y resocialización.

El alcalde Federico Gutiérrez reclamó de sus demás compañeros lo mismo, que desarrollen programas de atención porque según varios estudios, varios habitan-tes de calle que permanecen en Medellín son de muni-cipios vecinos.

Por estos días donde se pretende generar solucio-nes conjuntas para problemáticas generales, se hace urgente una estrategia que atienda a esta población desde la perspectiva de la dignidad humana. Solo así se podrán diseñar programas de manera integral y no solo como un aspecto de seguridad o estética, que obligue cada vez que sea necesario, trasladar el proble-ma de un lugar a otro.

Habitantes de calle, problema de todos

Este año he sido testigo de cómo se reactiva, se mantiene, se recrudece el discurso de la seguri-dad represiva y coerci-

tiva, fundamentada en los fantasmas del miedo. No soy cándida, sé que son “fantasmas” de carme y hueso, pero sé que aparecen o los hacen aparecer, justamente para mantenernos en el vilo de una decisión, que es cuando menos injusta: somos libres o estamos seguros.Veo cómo se hace notar esa reactiva-ción en hechos concretos como el to-que de queda para menores de edad: por miedo a que les pase algo malo en la noche. La reactivación de la prohibi-ción de parrillero hombre: miedo a fa-cilitarle la movilidad a los delincuentes. La participación en la marcha del 2 de abril: miedo a que los guerrilleros sal-gan de la guerra, regresen de la selva, y se vuelvan en nuestro vecino o com-pañero de trabajo. Y al aprobación, complicidad o tolerancia, con la mal llamada “limpieza social”: miedo a que se nos “dañe” el vecindario, la cuadra, el municipio.

Conversando con algunas personas, buenas personas, personas comunes y corrientes sobre su aprobación y partici-pación de los hechos resaltados (para ejem-plos falta espacio), uno de los argumen-tos recurrentes es su visión sobre la segu-ridad: cómo la hemos perdido, cómo está en riesgo, cómo la hemos logrado. En Sabaneta y Envigado los narcos nos mostraron (nos han mostrado) cómo por la violencia, matando y desapare-ciendo unas cuantas “manzanitas po-dridas” en los barrios, se “controla” (o se desplaza) la delincuencia co-mún.Pero ¿qué precio pagamos a cambio de estar “seguros”?, mi lectura es que negociamos nuestra libertad: libertad para movilizarnos, libertad para inter-pretar nuestra realidad críticamente, libertad para proponer otras maneras de hacer nuestro territorio seguro, li-

bertad para decidir sin imposiciones quién nos gobierna, libertad para pensar, libertad para opinar.Quien se impone por la fuerza y la violencia para determinar, según su visión y conveniencia cómo se debe habitar y administrar un territo-rio, no sólo incide en el manejo de la seguridad, son estructuras que han

permeado y condicionado por la mis-ma vía nuestra manera de comportar-nos en lo público y lo privado, nuestra visión de lo que es bueno y lo que es malo, nuestros parámetros de quiénes son ciudadanos prescindibles o no, los flujos de la riqueza, quién y cómo nos gobiernan, entre otros asuntos.A mi manera de ver un precio muy caro, por una condición que se po-dría garantizar de muchas otras ma-neras sí nos atreviéramos a dejar el cómodo lugar de permitir que sean otros los que piensen, actúen y deci-dan por nosotros.

Renunciar a la libertad a cambio de la seguridad

Alejandra Quirós Vélez

Page 3: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur 3

REDACCIÓN CIUDAD [email protected]

La Alcaldía de Itagüí está a la espera de la de-cisión del Tribunal Administrativo de Antio-quia con la que pretende recuperar el estadio Ditaires, el cual permanece bloqueado para cualquier equipo profesional de futbol y los deportistas de las ligas de este municipio. La Corporación Deportiva Ciudad Itagüí alega que el comodato está vigente e invita al Alcal-de a llegar a un acuerdo.

El último partido de las Águilas Doradas en Ditaires fue en mayo de 2014, tras quedar eli-minados de las finales de la Liga Colombiana y recibir la carta del entonces alcalde Carlos Andrés Trujillo, en la que retiraba su respaldo económico “al no llegar a un acuerdo con las directivas del equipo”. Además, la misiva ex-presaba que los dineros entregados al equipo eran “necesarios para atender otros progra-mas sociales”.

A partir de allí se inició una disputa jurídica, puesto que mientras que la Corporación Depor-tiva alega que el comodato del estadio otorgado en 2009 hasta enero de este 2014 se renovaba de manera automática, el actual alcalde León Mario Bedoya asegura todo lo contrario.

“Ese comodato se entregó a una entidad sin ánimo de lucro, pero con la nueva ley del deporte, los equipos pasaron a ser socieda-des anónimas y ahora son particulares, por lo que eso nos imposibilita a cederles el estadio.

Lamentablemente el equipo hizo caso omiso a esto y mantiene bloqueado el escenario para nuestros deportistas y equipos”, explicó el mandatario.

Para César Pinzón, representante legal de la Corporación Deportiva, esta situación también los afecta, por lo que le pide a la Administración Municipal que respalde nuevamente la escuela de fútbol que beneficiaba a más de 5.000 niños. “Nosotros no entendemos la decisión de qui-tarnos el apoyo porque la escuela con el Real Madrid es más costosa y no obtiene los mismos resultados. La única solución a este conflicto es restablecer el convenio”, advierte.

Pero esta posibilidad fue descartada por Bedoya, quien denuncia además que nadie de la Alcaldía ni los deportistas de los clubes de fútbol, atletismo y otras disciplinas han podi-do ingresar al escenario. “De 50 deportistas que teníamos en las cuatro categorías de at-letismo, ya nos quedan 22. Al no tener donde entrenar, los padres de familia retiraron sus hijos porque temen que les pase algo entre-nando en las calles. Además, otros deportis-tas se han lesionado”, lamentó Jorge Quirós, director del Club de Atletismo de Itagüí.

El profesor también aseguró que muchos de sus implementos para entrenar quedaron al interior del estadio y no han logrado ingresar para retirarlos, perjudicando la preparación de los atletas para las competencias, entre ellas los Juegos Departamentales. “Por ahora estamos

trabajando en el Polideportivo de Envigado, pero también nos ha tocado trasladarnos has-ta Medellín y eso también hace que los jóvenes abandonen porque no todos tienen dinero para movilizarse”.

El estadio que fue testigo del ascenso de las Águilas en 2010, de varias finales de la Liga y de una Copa Suramericana gracias al gran desem-peño del club, hoy parece un estadio fantasma. En los alrededores se evidencia el abandono, la basura, los malos olores; desde lejos se nota el mal estado de la pista de atletismo y solo las aves, con un águila dorada de hierro como testi-go, hacen uso de la grama de la cancha. Además las iluminarias que le costaron a los itagüiseños cerca de 7.000 millones de pesos solo fueron usadas en algunos partidos.

Aunque el Alcalde de Itagüí sueña con que Di-taires FC siga con sus buenos resultados en las categorías menores y logre en algunos años el ascenso a primera categoría, el presidente de las Águilas, Fernando Salazar, le dijo a CIUDAD SUR que, sin importar la decisión judicial, Itagüí no podrá contar con fútbol profesional ni liga de fútbol sala que se disputaba en el Cubo, tras el bloqueo de la ciudad en la Federación Colom-biana de Fútbol.

Ahora la Alcaldía Municipal espera que en me-nos de un mes el Tribunal falle a su favor para así poder reactivar el principal escenario deportivo del municipio y lograr que sus deportistas ten-gan una casa propia.

Itagüí, sin fútbol y sin estadio

I tagÜí

Page 4: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur4 I tagÜí

Los Gómez se ahoga entre el humo de las ladrilleras

Alejandro Calle [email protected]

Aunque los niveles de contami-nación disminuyeron luego de la contingencia ambiental que mantuvo en emergencia al Valle

de Aburrá durante un mes, los habitantes de algunas veredas de Itagüí conviven con densas nubes producto de la producción, muchas veces, artesanal, de ladrillos y tejas. Cinco de estas empresas trabajan de mane-ra ilegal.

En esta vereda las mañana son gri-ses todos los días, sin importar si existe contingencia ambiental o si el sol brilla en el resto del Valle de Aburrá. El humo expulsado por algunas de las chimeneas que sobresalen en el paisaje, hace que la respiración sea difícil y la visibilidad se pierda a escasos metros. Bastan pocos minutos para que los ojos de quien no esté acostumbrado a este ambiente co-miencen a arder, la nariz siente el óxido del aire, la boca te sabe a polvo y la gar-ganta te pica al tragar.

Esa sensación la padece a diario Camila, habitante de la vereda Los Gómez de Itagüí y quien al ver al alcalde León Mario Bedo-ya, se le acercó para contarle que el polvo ya hace mella en su cuerpo, impidiéndo-le respirar con normalidad e ir al colegio como lo hacen sus compañeros. Mientras hablaba con el mandatario, las lágrimas aparecieron en su rostro y la voz se entre-cortó al punto que tuvo que terminar an-tes de tiempo, sin antes suplicarle que hi-ciera algo por ella y su pequeño hermano, a quien tomaba de la mano.

La historia de Camila es la historia de centenares de habitantes en las veredas Los Gómez y El Ajizal, donde se ubican las 24 ladrilleras y tejares que desde el siglo XIX funcionan en esta zona del corregimiento El Manzanillo. Dicha industria ha servido a grandes y pequeñas constructoras y la ge-neración de más de mil empleos directos e indirectos, pero también a la explotación minera que arrasa con parte de la montaña

y a graves consecuencias para el ambiente y la salud humana.

A escasos 50 metros de una de las chi-meneas funciona un hogar comunitario del ICBF. Allí, permanecen trece niños que tienen que soportar cada mañana, entre las 7:00 y 10:30, la emisión de gran-des columnas de humo. “Eso que está sufriendo la gente allá abajo en Medellín e Itagüí lo hemos sufrido todos los días y toda la vida acá. El olor veces es a made-ra, otras a caucho y otras como a oxido; a nosotros no nos despierta el sol sino el humo”, sentencia Marcela Molina, madre comunitaria, mientras señala el polvo en las paredes y ropa.

A tres casas de allí, habita María Fabiola Espinoza, quien llegó a Los Gómez porque no encontró lugar donde pudiera tener una casa a bajo costo, aunque asegura que el precio más alto lo ha pagado su salud. “Es muy difícil respirar y no enfermarse, yo tengo una alergia en mi piel y este polvo me hace más daño, uno se la pasa estornudan-do y asfixiada”, lamenta esta mujer de 65 años de edad.

Controles e ilegalidadHacia 1890 aparecieron las primeras la-drilleras artesanales en el sur del Valle de Aburrá, especialmente en los barrios Belén y Guayabal de Medellín, mientras que en Itagüí se concentraron en el barrio Santa María y las veredas Los Gómez y El Ajizal.

Ya entre 1950 y 1970, algunos tejares –con su producción más artesanal- inicia-ron la mecanización de sus procesos con la inyección de arcilla para dar uniformidad al ladrillo y pasando del ladrillo macizo al ladrillo hueco. El crecimiento urbanístico generó que la producción se aumentara, incluso a un millón 600 mil unidades de la-drillos mensualmente y con ello, los niveles de contaminación.

La producción de monóxido y dióxido de carbono, azufre, plomo y material particu-lado, debido a la combustión de los hornos, la maquinaria y el movimiento de tierra, es la que más sufren los habitantes del co-

Page 5: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur 5

Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillasRetiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.con la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.con la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.con la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.con la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.con la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.con la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillasRetiros taquillasRetiros taquillascon la tarjeta débito.con la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillasRetiros taquillasRetiros taquillascon la tarjeta débito.con la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillascon la tarjeta débito.Retiros taquillas

Paranosotrossiempreha sido así

Y ahora será mejor

www.confiar.coop

Los Asociados con más de $1.000.000en aportes sociales no pagarán cuota de manejo

de la tarjeta débito a partir del 1 de marzo

rregimiento. “Todos estos causan smog, lluvia ácida, cambio en la climatología e infecciones respiratorias y dermatológi-cas que pueden afectar a la comunidad y las especies animales y vegetales”, explica el informe ‘EI impacto ambiental y gestión del riesgo de ladrilleras en Los Gómez de Itagüí’, realizado en 2013.

Por ello en los últimos años las autori-dades han hecho controles y recomen-daciones, pero no todas las industrias han mejorado su producción, lo que ha provocado el cierre definitivo de dos al-farerías y el cierre temporal de otras dos, aunque ambas siguen funcionando. Se-gún Liliana Taborda, directora Territorial Sur de Corantioquia, la ilegalidad es una de las problemáticas de este sector, aun-que aclara que muchas ya han optimizado los procesos.

De las 24 industrias identificadas, solo

14 cuentan con instrumentos ambienta-les que permiten una medición y cinco funcionan de manera ilegal. “Actualmen-te 12 empresas cumplen con todos los re-querimientos y han mejorado su produc-ción, pero las demás no, por eso ya se han adelantado 10 procesos sancionatorios. Lo que nos preocupa es que a pesar de que hemos emitido cierres preventivos, estos no se cumplen y le corresponde al Municipio hacerlos cumplir”, indicó la funcionaria.

Aunque el alcalde de Itagüí, León Mario Bedoya, aclara que no se puede satanizar el gremio sí reconoce que algunas em-presas no cumplen con la normatividad. “Estamos haciendo visitas y junto a Coran-tioquia vamos a emprender las acciones que sean necesarias porque aunque allí se genere trabajo, debe primar la salud públi-ca”, explicó.

Incluso en el borrador del próximo Plan de Desarrollo se advierte la necesi-dad de adelantar controles: “Las princi-pales fuentes fijas de contaminación son algunas industrias con chimeneas mal diseñadas, uso de combustibles de bajo costo y de combustión no limpia, que-madores artesanales sin mantenimiento adecuado, combustión incompleta con altas emisiones de monóxido de carbo-no (CO), óxidos de azufre y nitrógeno; a esto se suman las altas densidades poblacionales cercanas a las fuentes de contaminación”.

Pero los niveles de contaminación debi-do a la industria ladrillera no se quedan en su producción, puesto que a eso se suman las volquetas y vehículos que transportan los ladrillos y tejas. “A veces suben 15 o 20 y dejan la cuadra hecha humo, pero lasti-mosamente ya nos acostumbramos. Ojalá

hagan algo porque mire cómo estamos”, lamentó Gabriel Restrepo, habitante del barrio El Guayabo, uno de los ingresos a la vereda Los Gómez.

Muestra de ello, es que una de las es-taciones de medición de calidad del aire instaladas por el Área Metropolitana que registra mayores niveles de contamina-ción está ubicada en el barrio Santa María (frente a El Guayabo). Por ello, la Alcaldía de Itagüí restringió la circulación de vol-quetas durante las mañanas en esta zona y así disminuir el número de partículas contaminantes.

Pese a que según las autoridades la emergencia ambiental fue superada, los habitantes de Los Gómez y El Ajizal como Camila, Marcela y doña Fabiola, piden so-luciones radicales y urgentes para poder algún día respirar con tranquilidad aire y no el humo negro de las chimeneas.

I tagÜí

Page 6: CIUDAD SUR ABR 2016
Page 7: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur 7

El próximo 2 de mayo, la Alcaldía de Envi-gado y el Consejo Municipal de Planeación, presentarán ante el Concejo de Envigado el proyecto de Plan de Desarrollo “Vivir mejor, un compromiso con Envigado”, para su re-visión y posterior aprobación. La seguridad, movilidad y el control urbanístico aparecen como las principales necesidades, tras 17 en-cuentros ciudadanos.

El director de Planeación, Esteban Salazar Ramírez, le dijo a CIUDAD SUR que además de la revisión del POT para controlar las construcciones en las laderas, el documento propone la construcción de dos corredores de trasporte de mediana capacidad y se está a la espera de definir el sistema, entre tran-vías, metrocables o buses articulados.

CIUDAD SUR: ¿Cuáles fueron las principales necesidades que la comunidad manifestó du-rante la construcción del Plan de Desarrollo?

ESTEBAN SALAZAR RAMÍREZ: El factor co-mún fue la seguridad, el medio ambiente, el control urbanístico, la movilidad y el modelo de ciudad que queremos. También encon-tramos necesidades en salud, equidad de género, deportes y atención a víctimas del conflicto armado.Algunos informes de prensa hablan de la mala planeación de Envigado. ¿Qué correcti-vo se tomarán estos cuatro años?

No creemos que Envigado está mal pla-neado, pero sí hay que hacer ajustes al Plan de Ordenamiento Territorial aprobado en 2011 porque se aprobaron densidades en sitios donde no se tenía la capacidad de car-ga ni la infraestructura suficiente para esta nueva población. Ahora tenemos que miti-

gar el impacto que generó ese POT, así como el flujo vehicular de los municipios vecinos, por eso una de las metas del Plan de Desa-rrollo para este año es la revisión del POT, teniendo en cuenta el cambio climático y las necesidades metropolitanas.¿Cuáles fueron los sectores más afectados con ese POT?

El principal problema se vive en las lade-ras, pero en general nosotros queremos ser un municipio que se planee para la gente y no para los carros, sin satanizar el vehícu-lo particular. Vamos a incentivar el uso del transporte público eficiente y los sistemas alternativos como la bicicleta.

Actores culturales de Envigado aplaudie-ron que hayan sido llamados para participar en la formulación del documento…

Este Plan de Desarrollo le va a apostar a la comunicación, la cultura y participación ciu-dadana, por eso la comunidad hará parte de todos los desarrollos que realizaremos, por-que uno de nuestros mayores problemas es la falta de comunicación y cultura. Además vamos a hacer el corredor cultural donde integraremos los diferentes centros cultu-rales como Otraparte, la Casa de la Cultura, Casablanca y el Parque Débora Arango. ¿Y cuál será la apuesta en deporte?

Vamos a seguir con la construcción de canchas sintéticas y el centro acuático en el Polideportivo Sur. El alcalde Raúl Cardona quiere seguir fomentando todas las discipli-nas deportivas para aumentar y descentra-lizar la oferta, pero también promover los deportistas de alto rendimiento. Estamos terminando la pista de bicicrós y queremos tener un mundial de patinaje porque somos

potencia en este deporte, pero además va-mos a apostarle a disciplinas deportivas y extremas. ¿Qué grandes obras se van a ejecutar?

Este año vamos a ejecutar seis obras del Megaplan Vial gracias al recaudo que tuvi-mos, por lo que solo quedarán pendientes dos obras para el próximo año. Además, ini-ciaremos los diseños de dos corredores de transporte de mediana capacidad. Ya esta-mos revisando cómo podemos acceder a la financiación, incluso con una alianza público privada.¿Cómo serán esos corredores y con qué sis-tema?

Serán sistemas que estarán integrados al metro y metroplús, tipo buses articulados, metrocable o tranvía. Aun no tenemos claro cuál sería el sistema porque los estudios de-ben arrojar la capacidad de los corredores y la oferta y la demanda. ¿Y cuáles serían los trazados?

Uno de los ejes de la movilidad de Envigado es el corredor de La Ayurá porque atraviesa el municipio en diagonal hasta llegar a Itagüí y Medellín, pero tenemos otros corredores importantes. Hay un Plan Maestro Metropo-litano de Movilidad donde Envigado participó y nos estamos acomodando a ese propósito.¿Cuánto cuesta este Plan de Desarrollo?

El Plan de Desarrollo tiene un presupuesto de 1.4 billones de pesos, de los cuales $1.1 bi-llones (79%) serán para inversión, $300.000 millones (14%) será para funcionamiento y el 6% restante para servicio a la deuda, porque el Alcalde no quiere apalancar más recursos, sino por el contrario, reducir la deuda al 40%.

Metrocable o tranvía, una de las apuestas del Plan de

Desarrollo de Envigado

Envigado

Page 8: CIUDAD SUR ABR 2016

8 Ciudad SurCrónica

Sara Castañeda Suárez- Andrés Alfonso Vergara [email protected]

Itagüí, la industrializada ciudad del sur del Valle de Aburrá, cuna de importantes empresas textileras y cerveceras, aún conserva un lugar que evoca esa vida pueblerina que hoy parece haber desaparecido. En los alrededores de la antigua estación del Ferrocarril, en el barrio Yarumito,

permanecen las huellas de aquel tradicional sistema que hoy pretende revivir el gobierno Departamental.

La antigua casona fue construida en 1911 con tapia pisada y teja de barro, materiales típicos de la arquitectura antioqueña. Muros altos, puertas gigantes y los corredores perimetrales apoyados en columnas de madera. La edificación era una de las 17 estaciones del Ferrocarril que atravesaba los municipios Envigado, Itagüí, La Estrella, Caldas, Angelópolis y Amagá, abun-dante en yacimientos de carbón.

Las cantinas y pequeñas tiendas hacen homenaje a la esta-ción con sus nombres; allí los más viejos juegan a las cartas y parqués al ritmo de la música popular, boleros y carrilera, por-que también la música antioqueña llegó en tren, al mismo que aun parecen esperar que arribe con pasajeros y productos pro-venientes de otras regiones como la cebada y arroz que abaste-cía a la Cervecería Unión, y el carbón utilizado en la industria y hogares del Siglo XX.

Hoy los vecinos más longevos aún recuerdan el momento en el que aquel vagón llegó por última vez a Yarumito y el olor a estiércol de los caballos que hacían parada obligada en este lugar, luego de que los campesinos llegarán allí a intercambiar sus productos y beber cerveza.

Sobre la calle 83, conocida como La carrilera, donde se ubica la estación, permanecen las huellas de los antiguos rieles, esos que aparecen de manera espontánea a lo largo de su recorrido, el cual se dividía en dos en Yarumito, una hacia el norte, Mede-llín y Santa Marta, mientras que la otra hacia La Estrella y conti-nuaba hasta Buenaventura.

Con el paso del tiempo este lugar comenzó a dete-riorarse, sus vecinos aseguran que con la ven-ta del Ferrocarril de Antioquia en 1961 y la llegada de otros medios de transporte, el sistema ferroviario de-clinó y en

1987 el tren dejó de funcionar. La estación quedó en el olvido, lo que posibilitó que Javier de Jesús Arboleda, trabajador del fe-rrocarril, se instalara con su familia y subarrendara a don Alfon-so Ocampo, quien hasta hace poco tenía un local comercial de frutas y verduras, venta de cerdos y también los gallos de pelea para el esparcimiento y las apuestas.

Recuperación de la estaciónEn 2001 se iniciaron los procesos administrativos para la res-

tauración de la vieja estación debido al notable deterioro en su infraestructura y el uso inadecuado que se le estaba dando. De esta manera, la entidad ya liquidada Ferrovías, propietaria de la infraestructura de la red férrea nacional, realizó una apela-ción contra la Alcaldía de Itagüí en la que proponía entregar el inmueble a esta administración en la modalidad de comodato por cinco años para instalar un espacio cultural, a lo cual no se hizo mayor gestión.

Para 2006 la Administración Municipal y la Fundación Biblio-teca de Itagüí Diego Echavarría Misas, diseñaron el Plan Espe-cial de Protección Patrimonial de Itagüí de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial, con el fin de brindarle una valora-ción estética y simbólica que permitió declarar este lugar como histórico y de interés patrimonial.

Cinco años después, se desarrollaron planes para la recupe-ración de las 17 estaciones férreas entre el Instituto Nacional de Vías –INVÍAS- y el Ministerio de Cultura. Hace dos años se pro-cedió con el desalojo de las familias que vivían en el lugar y en junio del 2015 un equipo de ingenieros, arquitectos y psicólogos comenzaron a evaluar la situación de la Estación, iniciando el mantenimiento de fachadas, puertas y muros.

Además de la parte estructural financiada por INVIAS, la Fun-dación Taller de Bogotá financió los talleres de sensibilización con los vecinos indagando sobre los programas educativos, ar-tísticos y pedagógicos que se ofrecerían en este nuevo espacio cultural. La restauración tuvo un costo de 324 millones de pesos

y una duración de seis meses, se en-tregó en noviem-

Los vestigios del Ferrocarril de Amagá

Foto

: Edw

in B

erm

údez

Page 9: CIUDAD SUR ABR 2016

9Ciudad Sur Crónica

1987 el tren dejó de funcionar. La estación quedó en el olvido, lo que posibilitó que Javier de Jesús Arboleda, trabajador del fe-rrocarril, se instalara con su familia y subarrendara a don Alfon-so Ocampo, quien hasta hace poco tenía un local comercial de frutas y verduras, venta de cerdos y también los gallos de pelea para el esparcimiento y las apuestas.

Recuperación de la estaciónEn 2001 se iniciaron los procesos administrativos para la res-

tauración de la vieja estación debido al notable deterioro en su infraestructura y el uso inadecuado que se le estaba dando. De esta manera, la entidad ya liquidada Ferrovías, propietaria de la infraestructura de la red férrea nacional, realizó una apela-ción contra la Alcaldía de Itagüí en la que proponía entregar el inmueble a esta administración en la modalidad de comodato por cinco años para instalar un espacio cultural, a lo cual no se hizo mayor gestión.

Para 2006 la Administración Municipal y la Fundación Biblio-teca de Itagüí Diego Echavarría Misas, diseñaron el Plan Espe-cial de Protección Patrimonial de Itagüí de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial, con el fin de brindarle una valora-ción estética y simbólica que permitió declarar este lugar como histórico y de interés patrimonial.

Cinco años después, se desarrollaron planes para la recupe-ración de las 17 estaciones férreas entre el Instituto Nacional de Vías –INVÍAS- y el Ministerio de Cultura. Hace dos años se pro-cedió con el desalojo de las familias que vivían en el lugar y en junio del 2015 un equipo de ingenieros, arquitectos y psicólogos comenzaron a evaluar la situación de la Estación, iniciando el mantenimiento de fachadas, puertas y muros.

Además de la parte estructural financiada por INVIAS, la Fun-dación Taller de Bogotá financió los talleres de sensibilización con los vecinos indagando sobre los programas educativos, ar-tísticos y pedagógicos que se ofrecerían en este nuevo espacio cultural. La restauración tuvo un costo de 324 millones de pesos

y una duración de seis meses, se en-tregó en noviem-

bre y la inauguración se realizó en diciembre del año pasado. Según los habitantes del sector esta inauguración fue simbó-

lica porque a los días siguientes se ubicaron alrededor del in-mueble vallas de la policía lo que generó rumores entre ellos de que sería una estación de policía. Hasta la fecha continúa cerca-do el lugar para evitar el paso por sus corredores y con personal de vigilancia 24 horas.

Tres meses después de la entrega oficial de la estación, aún no inician las actividades que serían la extensión de los progra-mas que adelanta la Casa de la Cultura en Ditaires; según María Sabina Montaña, ingeniera de Invias, no ha sido posible hacer la apertura porque “en la Alcaldía no había enviado los documen-tos para la entrega en comodato de este inmueble y así los habi-tantes de Itagüí disfruten de este espacio”.

Según Carlos Mario Posada, director de Cultura de Itagüí, la documentación fue entregada hace pocos días y se espera que para la próxima semana se haga efectivo el comodato. “Aún no sabemos qué actividades vamos a realizar allí, pero la idea es tener oferta educativa y cultural. Pero además queremos recu-perar la memoria del Ferrocarril, de la estación y el impacto que tuvo en nuestro municipio”, señaló el funcionario.

Mientras este lugar abre sus puertas de nuevo a la comuni-dad, Alfonso Ocampo, quien 25 de sus 60 años en la Estación, narra los últimos trayectos del tren hasta el momento en que lo desalojaron de aquella que fue su casa y su tien-da. Hoy sigue trabajando vendiendo frutas y ver-duras al frente de la casona y observa un poco con nostalgia una vieja foto que permanece en el lo-cal. “Ya no es lo mismo” -indica, -“¿por qué vienen ahora a tomar fotos, a hablar con uno, ahora que está bonita la casa y ni siquiera dejaron los rieles?”.

Al recorrer las huellas del Ferrocarril de Amagá, es común encontrarse con tramos de rieles oxidados cerca de caseríos y barrios. Las estaciones, muchas de ellas, permanecen en el olvido y se desmoronan con el tiempo a la espera de que su memoria no se borrada definitivamente de quienes disfrutaron de aquel viejo tren.

Los vestigios del Ferrocarril de Amagá

Melitón Rodríguez, 1911. Biblioteca Pública Piloto, Medellín

Page 10: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur10 Sabaneta

Alejandro [email protected]

El intercambio Rafael Uribe Uribe, que fue entregado este sábado, es el pri-mero en contar con ciclorutas, lo que permite que la comunidad transite con seguridad por esta mega obra

que conecta a los municipios de Sabaneta, Itagüí y La Estrella. Aunque faltan detalles de urbanis-mo y accesos, el intercambio fue entregado debi-do a la contingencia ambiental que sufre el Valle de Aburrá.

El proyecto tuvo un costo final de 124.700 millones de pesos de los 140.000 millones pre-supuestados, por lo que los recursos restantes serán utilizados en la ampliación de la calle 77 sur en Sabaneta y La Estrella. “Esto, sumado a obras en los accesos, evitará que se presenten cuellos de botella en el puente y sus accesos”, aseguró Eugenio Prieto, director del Área Metropolitana.

Uno de los primeros en cruzar en bicicleta el puente fue Abraham Atehortúa, habitante del sector de Suramérica, y pese a reconocer el beneficio en movilidad para el sector, pidió a los mandatarios de Itagüí y La Estrella que se removieran los semáforos en la parte baja del intercambio. “El puente está bien hecho, es muy bonito y tiene buenos espacios, pero si no quitan los semáforos no va a mejorar la movilidad en la Autopista Sur y la contaminación seguirá porque los buses y camiones para, y al arrancar de nuevo sueltan grandes columnas de humo”, manifestó.

Además de los carriles para vehículos y bici-cletas, el proyecto incluyó 28 mil metros cuadra-dos de urbanismo y espacio público, entre ellos gimnasios al aire libre en Sabaneta y la siembra de 500 árboles en la zona de injerencia. Se esti-ma que el intercambio de la 77 sur beneficiará a 3 millones de habitantes de la centralidad sur y el tiempo de desplazamiento se disminuya en 20 minutos.

Ciclistas y peatones, los más felices con el intercambio de la

77 sur

Page 11: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur 11

Julian Vá [email protected]

¿Está usted de acuerdo con que el municipio de Envigado haga parte integrante del Área Metro-politana del Valle de Aburrá? SÍ o NO. Así será el tarjetón que recibirán los envigadeños que acu-dan el próximo 10 de julio a la urnas, fecha que estableció la Registraduría Nacional para defi-nir el ingreso o no de este municipio a la entidad metropolitana tras 33 años de ausencia.

Según el alcalde de Envigado, Raúl Cardona, se espera que la participación en las urnas sea masiva y supere el umbral de 14.000 votos, de los cuales se necesita la mitad más uno por el sí para aprobar la propuesta. “El 10 de julio se-remos 10 municipios en el Área Metropolitana. Es nuestro sueño y objetivo porque ya no pode-mos estar por fuera de esta entidad ni de la pla-neación como región”, explicó Cardona.

El ingreso ha recibido el apoyo del director del Área, Eugenio Prieto, del Concejo Munici-pal de Envigado, de los alcaldes de los otros nueve municipios que integran la Entidad, de la Cámara de Comercio del Aburrá Sur y del gobernador Luis Pérez Gutiérrez.

Economía y culturaAunque uno de los beneficios que recibiría Envigado son los recursos para obras de in-fraestructura, movilidad y medio ambiente;

Envigado quiere vencer los mitos e ingresar al Área Metropolitana

la economía también resultará fortalecida con este proceso. Por ello Lilyam Mesa, pre-sidenta de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio del Aburrá Sur, aseguró que Envi-gado está en mora de que ingrese al Área Me-tropolitana.

“Yo hago un llamado a los comerciantes y empresarios para que votemos por el SÍ porque aunque Envigado ha sido gobernado de manera organizada, debemos trabajar de manera integrada y así lograr fortalecer el

desarrollo económico gracias a las inversio-nes que llegarían al municipio. Si somos más, podemos más”, explicó Mesa.

La cultura también ganará espacios, in-cluso una de las obras proyectadas será la construcción del Centro Cultural Otraparte. Precisamente, para Sergio Restrepo, direc-tor de la Corporación Otraparte, el ingreso de Envigado es clave para la promoción cul-tura, pero hizo un llamado a que se tengan en cuenta todas las opiniones. “Hay que invitar a

conversar a los que están en contra del ingre-so para que se escuchen todas las voces y así podamos tener un proceso integral y trans-parente”, resaltó el líder cultural.

Intensiva campañaA poco más de dos meses de la jornada,

la principal preocupación en Envigado es la falta de información sobre las funciones y beneficios del Área Metropolitana, incluso muchos habitantes desconocen para qué sirve la Entidad. “Quieren que seamos parte de Medellín y con eso perdemos todos los be-neficios como los subsidios de vivienda y del adulto mayor. Por eso muchos decimos no”, señaló don Javier, mientras observaba una partida de ajedrez en el parque.

Ante esto, el alcalde Cardona aseguró que se intensificará la campaña #Queremos-Ser10 en parques, colegios, barrios y demás lugares de concentración. La estrategia ten-drá un costo cercano a los 260 millones de pesos y serán asumidos por el Municipio y el Área Metropolitana.

“Vamos a enfocarnos en las personas mayores porque tienen muchos temores producto de la desinformación. Hay que explicarles que los impuestos no subirán ni cambiarán las fechas de entrega, pero que tampoco vamos a perder autonomía y que por el contrario llegarán más obras para el municipio”, indicó el mandatario local.

Envigado

Page 12: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur12

Alejandro [email protected]

El estrecho patio 1 se convirtió en una improvisada cancha de microfútbol de siete metros por diez. Quienes obser-van el juego final del torneo relámpago,

se juntan con la pared para evitar ser golpeados por el balón. Los seis jugadores, tres por equipo, disputan el título del mejor equipo de la cárcel Municipal La Estrella, un centro de reclusión que le apuesta a la convivencia y resocialización de los internos.

Cada balón se disputa como si el tiempo se acaba-ra y cada gol se grita como si se tratase de una final en el estadio Atanasio Girardot. En piernas, brazos y espaldas se dibujan los escudos y colores que refle-jan la pasión por el fútbol y la fidelidad por su equipo amado, a ese que extrañan y al que visitarán de pri-mero cuando abandonen sus celdas.

Aunque se pierde la cuenta de las anotacio-nes, el encuentro finaliza empatado y el ganador se define por penales. Cada gol es celebrado y los errados son motivo de burlas. Al final, ambos equipos se abrazan para sellar el pacto firmado;

lo que menos importaba era el vencedor. “Llevo cinco años acá metido y nunca habían hecho un torneo de fútbol, ahora vemos que le importa-mos a la sociedad y eso nos va ayudar mucho”, aseguró Milton, quien es líder del patio 2.

En la otra portería, vestido con peto verde húmedo por el sudor, sonríe Yeferson, a quién le faltan ocho meses de condena, pero cuenta los días para obtener su permiso de 72 horas y ver a s gran amor. “Lo primero que voy a hacer es abrazar mi familia y de una para el estadio a ver a Nacional. Tengo que programar el permi-so para que coincida con un partido”, confiesa el joven, capturado en una redada en una plaza de drogas.

Entre los internos, aparece un puñado de jó-venes portando la camiseta del equipo paisa. Se trata de los integrantes de la barra Los Del Sur La Estrella, quienes organizaron la celebración del Día del Niño y un torneo de ‘micro’ en el centro carcelario

“El último viernes de cada mes vamos a hacer tor-neos de fútbol, billar, tenis, y fútbol tenis. Además con la Personería, los internos firmaron un pacto de convivencia para eliminar cualquier tipo de enfren-

tamiento entre los internos, porque de lo contrario no seguimos con las actividades”, explicó el concejal Andrés Felipe Ruiz, quien también es uno de los líde-res de la barra en el municipio.

Pero el deporte no es la única apuesta en este centro carcelario que acoge a cerca de 40 inter-nos. Desde su llegada en enero a la Dirección de la Cárcel, María Elena Marín le apostó a la resociali-zación de esta población a través del trabajo, por lo que logró un convenio con la empresa Gales y 14 internos trabajan en el taller instalado en una de las aulas.

“Ellos trabajan ocho horas al día y tienen un pago de 480.000 de pesos mensuales, los cuales recibe sus familias. Otros trabajan madera y ma-nualidades, porque la idea es que ellos tengan en qué ocupar el tiempo y así lograr una resocializa-ción”, explicó la funcionaria.

El concejal Ruiz, o Simpson como lo conocen, asegura que se deben promover espacios de convivencia y reconciliación a través del deporte, educación y trabajo, “si no hacemos esto, no va-mos a lograr eliminar la violencia en los hogares, en los barrios y mucho menos en los estadios”, apuntó.

Los Del Sur promueven convivencia en cárcel de La Estrella

La Estrella

Page 13: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur 13M ovilidad

Alejandro Calle [email protected]

De la violencia por cuenta de la gue-rra entre carteles del narcotráfi-co en la década de 1990 al peligro constante en sus estrechas vías

por culpa de la falta de andenes y el exceso de tráfico vehicular. Los habitantes de Ferrería, en La Estrella, han sobrepasado épocas do-lorosas y ahora su lucha diaria es sobrevivir mientras se intenta caminar por sus estre-chas vías y no quedar aprisionados entre los vehículos y las paredes.

Con su pequeño bebé en brazos y sus otros dos hijos tomados de la mano en una peque-ña cadena de tres, intentan pasar la vía, la única y estrecha que tiene este barrio que li-mita con Bariloche en Itagüí. María Alejandra Ortiz, habitante desde hace tres meses en el sector, se ve obligada a hacer esta maniobra todos los días y ya se ha llevado varios sustos.

“La semana pasada caminaba con mi hija recién nacida y subía un bus, por el otro ca-rril bajaba una señora en un carro particular y por no chocar contra el bus casi nos atro-pella contra el muro. El susto fue muy grande porque muchas veces los carros van muy rá-pido”, narró la mujer.

Pero son los estudiantes del colegio Santa Teresita los que enfrentan el mayor riesgo, puesto que en horas de la mañana y medio-día, centenares de niños y jóvenes llegan has-ta la institución educativa a través de esta vía, por la cual también, a la misma hora, circulan decenas de buses y carros provenientes de los nuevos conjuntos residenciales del barrio y el norte de Itagüí para buscar una salida al sector de Suramérica y la Autopista Sur.

“Todos los días me desplazo por esta calle para ir a estudiar y me veo estrechada por los carros y por los tacos que se generan. Ya estoy en décimo y siempre ha sido así, ojalá hagan algo para que no pasen cosas más graves, especialmente con los ni-ños”, indicó Estefanía Tobón.

El malestar de la comunidad creció tras conocer un video recientemente publicado en el perfil de Facebook “Muro Siderense” y que se convirtió viral en esta localidad. ¿Pero cuándo inició esta problemática?

Dolor y falta de planeaciónEn la década de 1960, en Ferrería solo se

levantaban cuatro casas en medio de exten-sos cafetales, los cuales eran atravesados por caminos de herradura que conducían a San Antonio de Prado y la parte alta de Itagüí. Relata Cruz Elena Campiño, una de sus pri-meras habitantes, que al poco tiempo fueron llegando más personas y construyeron sus casas donde podían y el sector creció de ma-nera desordenada.

Finalizando la década de 1980 la zona ya estaba poblada y las trochas se quedaron en eso, en pequeñas vías que solo servían para llegar hasta el parque principal de La Estrella o pasar a los municipios vecinos, pero estas nunca fueron ampliadas por sus habitantes ni las autoridades.

Pero a la falta de planeación y la llegada constante de nuevos vecinos, apareció la vio-lencia, el dolor y la tragedia. “Los asesinatos eran seguidos, todas las noches se escucha-ban los disparos y al otro día aparecían seis u ocho muertos en la calle. Ya uno no podía estar tranquila afuera de la casa porque sa-bía que la gente de Pablo Escobar estaba por ahí”, narra Cruz, a quien le asesinaron su es-poso y uno de sus hijos por aquella época.

El recrudecimiento de la violencia provo-có el desplazamiento de algunos de sus ha-bitantes, quienes con el tiempo regresaron y ahora dicen no cambiar su barrio, pese a las dificultades que padece. Y es que en los últimos siete años las grandes constructo-ras adquirieron lotes para levantar enormes edificaciones, aumentando el número de ha-bitantes y de vehículos, pero nunca de vías.

“Todo mundo cree que cuando constru-

entre los carros y la paredFERRERÍA:

yen edificios cerca de las casas se valoriza el barrio, pero no, nosotros sabíamos que el ba-rrio se iba a dañar. Ahora se ve mucha droga-dicción y hay mucha gente que no se conoce, pero lo peor es que ya no cabemos con tanto carro que hay. El polvo, el ruido y el peligro en la vía es constante”, cuenta la mujer, mien-tras señala una de las nuevas edificaciones cerca al colegio Luis Amigó.

Ante esto, habitantes y líderes piden solu-ciones urgentes, entre las cuales proponen aceras, la instalación de semáforos y la sus-pensión de licencias de construcción. Según Juan Gregorio Fernández, secretario de Pla-neación de La Estrella, Ferrería sufre graves

problemas por cuenta de la falta de planea-ción, pero explicó que hará parte del progra-ma de mejoramiento integral barrial.

“El barrio creció de manera desordenada en la década de 1980 y ahora hay un mayor uso de la vía por cuenta de las construcciones. Ya estamos revisando qué intervención se debe realizar para mejorar la movilidad en pocos meses, hasta que lleguen las grandes obras, entre las cuales estará la ampliación de la vía

conectando con la 77 Sur y la doble calzada de Metroplús”, explicó el funcionario.

Mientras cae la tarde de viernes, quienes habitan Ferrería agradecen que los niños del colegio no hayan sido víctimas de algún acci-dente, pero dicha tranquilidad desaparece con el amanecer del lunes, cuando regresan los estudiantes, los carros, la congestión y el riesgo a quedar en medio de un bus y una pared.

Page 14: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur14

Las hormigas negras de

ITAGÜÍ

Juan David Ortiz- Pacifistas

Las huellas se ven calles abajo. Filas de criaturas negras, inmóviles, disci-plinadas marcan territorio en las pa-redes de una zona de frontera entre

dos veredas de Itagüí. Son hormigas pintadas con esténcil, sin más señas. Cerca, en medio de un camino de escaleras empinadas, está El Hormiguero.

Es una casa de primer piso que funciona desde hace un año como centro cultural en la vereda El Pedregal. Una zona que enfren-tó hasta hace poco la disputa entre combos por el control de la droga, de las ‘vacunas’ y de la vida de quienes habitan ese cúmulo de edificaciones de ladrillo que se trepa en la montaña.

“Se me ocurrió hacer un esténcil y empe-zamos a llenar el barrio de hormigas. Solo te-níamos aerosol negro y lo hacíamos por la no-che. Como había gente que no nos conocía, lo vieron como una amenaza. Una señora nos contó que andaban diciendo que era un gru-po paramilitar que estaba llegando al barrio, que se llamaba ‘las hormigas negras’. Me tocó hasta hablar al final de una misa; un poquito para hacer promoción y otro poquito para que la gente no se asustara”, cuenta Daniel Bustamante, un maestro en artes plásticas de 23 años, el creador del proyecto.

Entonces, las hormigas negras fueron algo así como un grito fundacional y el temor de

I tagÜí

Page 15: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur 15los vecinos se transformó en curiosidad. Todo empezó en marzo de 2014 cuando Da-niel decidió compartir con su barrio la casa convertida en taller de arte por la que les pa-gaba arriendo a sus padres. Quería hacer de ese lugar un espacio para enseñar a pintar, a hacer música, a bailar. Era una respuesta des-de la gente a la ausencia de alternativas cultu-rales y, de paso, sin vergüenza a la utopía, un medio para transformar el pedazo de mundo en que les tocó vivir.

Así llegaron sus primos, sus vecinos, gente que sabía hacer algo que los demás no. Deci-dieron que el espacio debía tener un nombre y se reunieron para discutir opciones. “Pen-samos en que las hormigas trabajan en equi-po y también en los niños que cuando van subiendo las escalas para las clases parecen hormiguitas por el camino”, dice Daniel.

Con el nombre decidido repartieron foto-copias, pegaron afiches, pintaron más hor-migas y empezaron los talleres. “Los carteles no los leían y si nos íbamos tocando casa por casa, pensaban que íbamos a hablar de Je-sús”, cuenta Sebastián Pabón, de 17 años, uno de los primos de Daniel, estudiante de licen-

tan egoístas con lo poquito que sabíamos- ex-plica Sebastián-. Luego empezamos a pensar en cuáles eran los problemas del barrio y nos dimos cuenta, por ejemplo, que la gente no estaba interesada en la educación superior. Pensamos: este estudia arquitectura, sabe de matemáticas, puede dar el preuniversitario y así lo creamos”.

“Clases de cualquier cosa” parece ser el lema del colectivo. Cultura para enfrentar el miedo El Pedregal es una de las ocho ve-redas que conforman el corregimiento de El Manzanillo, el único de Itagüí. Su historia reciente ha esto atravesada por la confron-tación armada que en las últimas décadas se extendió por todo el occidente del Valle de Aburrá. Esas veredas y barrios como El Gua-yabo, Calatrava y La Unión, fueron algunos de los más afectados y pusieron la mayoría de los muertos que llevaron a que en 2009, por ejemplo, Itagüí superara la tasa de homicidios de Medellín.

En ese año, según Medicina Legal, se co-metieron 332 asesinatos, cifra que recordó entonces los peores momentos de la guerra que libraron los paramilitares desde finales de los años 90. Quienes hacen parte hoy de El Hormiguero vivieron de cerca esa época y los años posteriores cuando la disputa entre bandas se radicalizó.

Pero después, tal y como ocurrió en Mede-llín, las cifras de homicidios en Itagüí empeza-ron a caer. “Luego de que atraparon a algunos y mataron a otros el barrio entro en una falsa calma –dice Daniel- pero seguían cobrado va-cunas a las tiendas y a algunas casas”. Que la guerra cediera, más allá de cuáles fueron las razones, fue una oportunidad.

Hoy son por lo menos 15 los jóvenes que dictan clases de cuanta cosa se les ocurre.

ciatura en Lengua Castellana y profesor del taller de lectura y escritura.

“Todo esto pasó porque decidimos no ser

Hay danza, poesía, carpintería y hasta un ta-ller de periodismo comunitario. De las clases para niños pasaron a los adultos y esa casa, la de las hormigas, se transformó en un punto de encuentro, en la casa de la cultura que no paga el Estado.

Pero con el tiempo la idea se fue transfor-mando. De lo esencial: dictar talleres para que los niños y los adultos aprendan algo dis-tinto a lo que encuentran en la escuela, pasa-ron a soñar con algo más.

¿Y quién paga las cuentas? La plata para pa-gar los servicios y el arriendo puede salir del grupo de guitarra, de danza o de otro grupo, de vender sánduches o arroz con leche, en el peor de los casos, de sus propios bolsillos. Las donaciones han sido otro impulso. Las prime-ras fueron 23 guitarras luego de una campaña en Facebook y que sirvieron para reemplazar las hechas de cartón por los mismos niños para aprender a tocar. Han recibido mate-riales, pinturas, hasta varias hormigas de ce-mento que pintaron de colores y están ahora frente a la casa.

También han rechazado ayuda. Lo han hecho para no deber favores y evitar que su espacio se vuelva un instrumento para otros intereses. “Gente que está metida con polí-tica nos ha buscado para regalarnos cosas. En muchas ocasiones se han acercado y de verdad necesitamos lo que nos ofrecen, pero preferimos seguir vendiendo arroz con le-che”, dice Sebastián.

Su apuesta ya superó lo elemental. “Des-de hace tiempo nos empezamos a preguntar cómo incluir a la sociedad. El proyecto solito fue sacando necesidades que tenemos muy cerca. Lo que queremos es empezar una transformación cultural desde nosotros mis-mos”.

Ciudad Sur CiudadSur@prensaciudadsur

Ellos confiaron en nosotrostros, ahora faltas tú.

Somos

Contáctenos: [email protected]

I tagÜí

Page 16: CIUDAD SUR ABR 2016

Ciudad Sur16

Sara Castañeda

El recorrido inicia en la vereda Arenales, a la cual se puede llegar en bus integrado, en bi-cicleta o caminando, aunque el

ascenso es empinado y exigente. Desde allí, se avanza en búsqueda del cauce de la quebrada La Miel para adentrarse en uno de los lugares más hermosos que tiene el sur del Valle de Aburrá: el chorro de Las Campanas.

El camino es marcado con señales de colores para evitar que los caminantes primerizos se extravíen. Son cerca de tres horas de ascenso en medio de una espesa y húmeda vegetación, grandes árboles, y aguas cristalinas. Tras cinco ki-lómetros de bosques nativos, el ambien-te se hace más frío y aparece el chorro con una caída de más de 60 metros.

Muchos se conforman con llegar has-ta Las Campanas, otros disfrutan del pequeño charco natural, y unos cuantos se arriesgan a subir hasta la cima para descender sobre la cascada. Cada fin de semanas, diferentes empresas de de-porte de aventura ayudan a los más osa-dos a disfrutar de esta experiencia, por lo que recomiendan asesorarse antes de adquirir cualquier paquete y valorar más la seguridad y experiencia que el precio.

El descenso se divide en dos etapas. En la primera, el contacto con el agua es mínimo hasta llegar a una pequeña re-presa natural, donde los expertos coor-dinan la segunda parte. Pese al amarre y descender con la ayuda de dos cuerdas, los chorros se hacen más fuertes y gol-pean el rostro hasta el punto de dificul-tar la respiración. Llegar rápido al char-co es el objetivo más urgente.

El chorro de Las Campanas es uno de los sitios turísticos más hermosos de Envigado y deseado por los amantes del senderismo y el torrentismo. Una exce-lente opción para practicar deporte en familia, pero también para disfrutar y preservar este rincón natural del sur del Valle de Aburrá.

El paraíso escondido de ENVIGADO

Deportes