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Cilleros Detalles de su Arquitectura Popular Agustín Flores Mateos

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Una obra de Agustín Flores Mateos editada por el Ayuntamiento de Cilleros, que ahora puedes descargar a través de www.sierradegatadigital.es

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Page 1: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Cilleros Detalles de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos

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Page 3: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

CILLEROS Detalles de su Arquitectura Popular

Texto y dibujos:

Agustín Flores Mateos

Edita:

Excmo. Ayuntamiento de Cilleros

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Page 5: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

1. EL TERRITORIO

Sierra de Gata es una comarca situada en la zona noroccidental de la provincia de Cáceres, limítrofe con la

provincia de Salamanca y con Portugal. Se caracteriza por su extraordinaria riqueza natural, en la que

predomina el paisaje de montaña, con sus bosques de robles, castaños y alcornoques, y por sus extensos valles

por donde discurren numerosos ríos y arroyos.

También es conocida por las excelentes muestras de arquitectura popular de carácter serrano que lucen los

pueblos que la integran, lo que les ha valido a alguno de ellos el privilegio de ser declarados Bienes de Interés

Cultural con categoría de Conjunto Histórico Artístico. Son los casos de Hoyos, Gata, Trevejo, San Martín de

Trevejo y Robledillo de Gata.

En la zona occidental de esta comarca, a 437 metros de altitud, y resguardada por las elevadas sierras del

Campete y de Santa Olalla, antaño denominada del Espíritu Santo, se encuentra la villa de Cilleros.

Su situación y características geográficas han sido descritas a lo largo de la historia por diversos autores, los

cuales destacaron siempre la aspereza de su sierra y la fragosidad de sus montes:

“Está situada a la parte de poniente de la sierra del Espíritu Santo la que es como un ramal o raíz de la

de Gata, en terreno montuoso y quebrado…” (*Antonio Benavides. Reconocimiento de Sierra de Gata,

hacia 1665).

“Situada al Sur de una sierra bastante alta y muy pedregosa, que la defiende de los vientos Norte.”

(*Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal. 1826).

Vista de Cilleros desde el “Montino Calvario”.

La amplia extensión de su término municipal, con más de 200 km2, y su privilegiada ubicación, entre la sierra y

el llano, le permiten albergar diferentes tipos de hábitat, que forman un rico y variado paisaje natural donde

tienen cabida, desde los espacios de dehesas y vegas, en las zonas más bajas, hasta los de montaña, en las alturas

de sus tesos y cerros del norte, poblados de pinos y robles, donde llegan a superarse los 800 metros de altitud.

“De las diez partes del terreno, las 9 son montuosas… los caminos que giran a las partes

septemtrionales generalmente son mui malos por su situacion aspera i montuosa de sus sierras; i por lo

contrario los que giran para lo interior de la provincia que son por naturaleza suaves en tierras llanas”

(Interrogatorio de la Real Audiencia. 1791)

Envolviendo al pueblo, hacia el sur, se extienden extensos campos de olivares y viñedos, que siempre han

constituido la base de la economía tradicional de nuestra localidad, y que tanta fama le ha reportado en el

exterior por la producción de sus excelentes vinos y la calidad de su aceite.

“Su termino se estiende por algunas partes dos y tres leguas, compuesto de montes, cubiertos de

árboles de encina, robles, y algunos olivares, con pastos para ganados”. (*Antonio Vegas. Diccionario

Geográfico Universal. 1795)

Su “terreno montuoso” y la “sierra pedregosa” que la envuelve, es lo que le ha permitido disponer en su amplio

término de innumerables zonas de pizarra y berrocales de granito de donde extraer la materia prima que ha

servido de base para la construcción de los edificios que se encuentran dispersos por todo su ámbito rural y

concentrados en su antiguo casco urbano.

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2 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

El territorio que hoy alberga Cilleros estuvo ocupado y habitado desde la prehistoria, como así lo atestiguan los

numerosos vestigios arqueológicos de época prerromana, romana y altomedieval que aún se conservan

repartidos por todo el término.

Se trata de restos de hábitats, construcciones de carácter vernáculo y testimonios epigráficos, que son la prueba

evidente de la presencia en nuestro suelo de otros pueblos y culturas del pasado.

Seguidamente mencionaremos brevemente algunos de estos ejemplares que, sin duda, debieron influir en las

técnicas y detalles constructivos de su futura arquitectura popular.

Fuentes del Porcarizo

En la falda de la Sierra de Santa Olalla, al paraje de la Lancha de Cristal encontramos, junto al camino, dos

fuentes muy próximas una de la otra, conocidas desde muy antiguo como las fuentes de “Porqueriços”, de

“aguas buenas y perennes”. La primera tiene forma de hornacina o bóveda, y lleva empotrada sobre el caño,

una piedra con la representación, de forma muy esquemática, de un rostro humano, que podría considerarse

como la representación de un ejemplar de “cabeza cortada”, propia de la cultura celta. Este pueblo consideraba

sagrados ciertos lugares relacionados con el agua, por lo que podríamos encontrarnos ante uno de esos espacios

sacros, ya que se observa que fue posteriormente “cristianizado” mediante la inscripción de tres cruces en la

parte frontal del dintel de la cubierta.

Próximo a ésta, hay una segunda fuente que presenta también lo que parece ser otro ejemplar de “cabeza celta”,

aunque más tosca, al no presentar ningún detalle facial. Está rematada por un cipo monolítico que presenta una

inscripción de difícil lectura, aunque podría tratarse del año en que se procedió a alguna restauración (Parece

leerse “año de 1689”).

Fuentes del Porcarizo. Detalles de las cabezas sobre los caños y de los dinteles que las coronan.

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Agustín Flores Mateos 3

Fuente del Matadero

Se encuentra en la calle del mismo nombre, en el barrio de la Pica. Consta de un amplio frontal de piedra

coronado por grandes losas curvas. El pilón se encuentra actualmente a ras de suelo, al haber sido cubierto por

el asfaltado. Sobre los dos caños de la fuente, se empotran sendas cabezas pétreas. La primera representa a un

guerrero protegido con un casco de tipo griego o altomedieval. La otra, más desgastada, representa a un animal,

posiblemente un oso. La obra debió ser restaurada en 1960, como se refleja en un relieve en la parte superior.

Sahurdones

Repartidos por todo el término, nos

encontramos con un tipo de cons-

trucciones rurales muy frecuentes en

toda la zona occidental de la Sierra de

Gata. Se trata de chozos de carácter

agroganadero, conocidos en Cilleros

como “Sajurdones”, que antiguamente

servían como refugio de agricultores y

pastores, así como de sus aperos y

ganados. Se construían en seco,

mediante la técnica de falsa cúpula,

propia de la cultura castreña.

Junto al arroyo Helechoso, hay uno

que presenta sobre el dintel de la

puerta, una inscripción en la que

parece leerse, bajo una cruz, la fecha

“1495”, aunque también podría

representar una inicial, M, y el numeral

95.

La mayoría de estas construcciones,

por haber perdido ya el uso original

para el que fueron concebidos, se

encuentran en total abandono,

corriendo gran riesgo de desaparecer.

En las ruinas de antiguos poblados,

como el del “Castillejo” y “Santa

Olalla”, aparecen restos de construc-

ciones circulares de éste tipo.

Todavía hoy, se localiza uno dentro de la población, en un huerto trasero en la calle Matadero, en La Pica, que

fue absorbido por el crecimiento del barrio.

Inscripción en el dintel de

entrada de un sahurdón en

el Arroyo del Helechoso.

Izquierda: Sahurdón típico

junto al Arroyo Martínez.

Está construido

enteramente de pizarra, a

excepción del vano de

entrada que es de cantería

de granito.

Fuente del Matadero. Detalles de las cabezas empotradas.

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4 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Epigrafía romana

La presencia romana en nuestra zona queda patente con dos piezas arqueológicas de gran interés. La primera es

un Ara en la Calle Gurugú, número 41. Se encuentra empotrada en la esquina de una bodega construida no hace

muchos años, con materiales reaprovechados. Presenta una dedicatoria a las divinidades prerromanas

Arentia/ae, frecuentes en el área de Coria y Portugal. El nombre del oferente parece corresponderse con el

patronímico romano “Antonius” o “Arantonius”. La parte final de la inscripción (que podría equivaler a la

fórmula votiva V.S.L.M. “Votum Solvit Libens Merito”) se encuentra adulterada por inscripciones posteriores.

En la parte superior se aprecia un “foculum” circular flanqueado por dos barras paralelas, donde se hacían las

ofrendas y se prendía el fuego del altar.

La segunda inscripción romana es una estela funeraria que se encuentra en la fachada de la vivienda sita en la

Avenida Martín Repilado nº 17. Se aprecia en ella la típica fórmula funeraria romana H.S.E.S.T.T.L. (Hic situs

est sic tibi terra levis: Aquí está enterrado, que la tierra te sea leve). A la pieza le falta la parte superior, por lo

que no es legible el nombre del difunto, ni la edad que tenía, aunque sí el nombre de la persona que le dedicó el

monumento, Sinforosa, su esposa: SYMPHORUS UXORI F(acendum) C(uravit).

Ambos epígrafes se encuentran empotrados en edificios de nueva construcción, por lo que se desconoce el lugar

y contexto en el que aparecieron. (*Otras piezas arqueológicas de origen romano y tardorromano han sido

descritas por Antonio Calero en “Piezas romanas e hispanovisigodas en Cilleros. XII Jornadas de Historia en

Llerena”).

Alquerque

En la Plaza de San Blas, en una losa situada en el suelo, a la altura del

número 7, se halla un grabado que corresponde a un tipo de tablero de

juego romano o medieval, conocidos como alquerques. Consta de

cuatro recintos cuadrados cruzados con rayas horizontales, verticales

y diagonales, similar al popular juego de “tres en raya” aunque en este

caso se trata de un “alquerque de doce”. Ejemplares similares a éste,

muy populares en la Edad Media, los encontramos en Almoharín,

Arroyomolinos de Montánchez y Torrequemada, por citar ejemplos

extremeños.

Rocas excavadas

Excavados en las rocas graníticas de los alrededores, encontramos numerosos ejemplares de tumbas

antropomorfas, a veces agrupadas en pequeñas necrópolis, así como lagaretas esculpidas en canchales junto a

las viñas, elementos propios de un poblamiento disperso de carácter rural, de época altomedieval; sin olvidar las

innumerables peñas repartidas por la sierra que presentan canales incisos y cazoletas en parte superior

destinadas a servir de alguna utilidad práctica a los canteros, o quizás a ancestrales usos rituales de carácter

rupestre.

Estas y otras muestras evidencian la existencia, en el lugar que hoy ocupa Cilleros, o en sus proximidades, de un

antiguo poblamiento de origen prehistórico, que pervivió en el tiempo y cuyo testimonio ha llegado hasta

nosotros en forma de restos arqueológicos o de impronta cultural.

A la izquierda, Ara romana en el

Gurugú y detalle del texto

epigráfico.

Abajo, inscripción funeraria en Av.

Martín Repilado, 17.

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Edad Media

Sin embargo, a pesar de estas evidencias arqueológicas, la primera referencia histórica de nuestra localidad no la

encontramos hasta el siglo XIII. Se trata de un documento datado en el año 1226, con motivo del deslinde de

los términos de las villas de Milana y Moraleja. En este documento, escrito en latín, nuestro pueblo aparece

mencionado con el nombre de la sierra a la entonces daba nombre, “Celleirolo”, de donde derivó después a la

denominación actual. (*“a Trevello per Serram de Celleirolo”. Bullarium Ordinis Militae Alcantara, pág. 26).

El nombre de Cilleros se corresponde con un topónimo que proviene del término latino

Cella, Cellarius, que significa silo, bodega o despensa. Por ello es de pensar que el lugar

que hoy ocupa Cilleros fue el elegido por la Orden de Alcántara, tras la reconquista, para

establecer aquí sus depósitos para almacenamiento de grano y otras rentas (denominados

cillas o cilleros), originándose finalmente,

alrededor de estas instalaciones, una

pequeña aldea que daría origen al actual

pueblo de Cilleros y de donde proviene su

nombre.

Aún hoy se conserva en nuestra localidad

un edificio dedicado, en su tiempo, a

almacenar el grano y el fruto de las rentas

recaudadas: El Pósito. El edificio actual es

una construcción del siglo XVIII, de

perfecta sillería de granito que terminó por

dar nombre a la calle donde se ubica.

En el siglo XIII Cilleros no era más que

una pequeña aldea, dependiente de la

encomienda alcantarina de Salvaleón, que

no terminaba de despegar económi-

camente.

Por ello, en el año 1306, para impedir que se despoblara, el maestre de la Orden de Alcántara le concede un

término propio, convirtiéndola en villa independiente de la Encomienda de Salvaleón, otorgándosele

posteriormente una serie de privilegios para beneficiar su desarrollo económico y demográfico.

Pasa así a tener jurisdicción propia, con derecho a administrar justicia, y en consecuencia, a disponer de Rollo,

Horca y Picota. Esta circunstancia histórica ha dejado huella en la toponimia de la población, dando nombre al

popular barrio de “La Pica”, donde fueron encontrados los restos del Rollo o Picota que tuvo la localidad.

De ésa Picota, se conservan actualmente cinco tramos sueltos del fuste, en uno de los cuales aparece grabado el

escudo de los Reyes Católicos, así como

un basamento y otras piezas sueltas. Por

la presencia en el escudo de las armas del

Reino de Granada, puede fecharse esta

pieza a partir del año 1492.

Un poco más arriba de La Pica, en el

camino de Valverde, nos encontramos con

un paraje denominado “Cerro de la

Horca”. La transparencia de este

topónimo deja claro que en ése lugar

estuvo situado el lugar de ejecución de la

villa. Se sabe también que en sus

proximidades estuvo ubicada la Ermita

del Espíritu Santo, o de la Vera Cruz,

donde los condenados a muerte se

encomendarían a Dios antes de ser

ejecutados. (* Historia de Cilleros.

Revista El Caño. Jose Luis Rodríguez

Plasencia).

Cruz de Alcántara

C/. Derecha, 3

Restos del Rollo o Picota, en La Pica.

El Pósito.

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6 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Fortificaciones

Nuestra villa, estuvo en otro tiempo amurallada, quedando hoy testimonio de estas fortificaciones en el nombre

de algunas calles y lugares.

Las primeras referencias que existen de las fortificaciones de Cilleros se remontan al año 1581 cuando se

menciona en un documento al entonces Comendador de Cilleros, Alonso de Quiñones, y se hace referencia a “la

fortaleza de la dicha villa”. (*Archivo de la Real Chancillería de

Valladolid. Pleitos civiles. Caja 1431, 6).

También hay constancias que en el siglo XVIII, la villa se encontraba

protegida por una muralla, con pequeñas torres y garitones en sus lienzos

para su mejor defensa y vigilancia. Esta muralla sería de poca consistencia

y solidez, y sería levantada o reforzada con ocasión de la guerra contra

Portugal, en el siglo XVII. (*Plano del Fuerte de Cilleros. Source

gallica.bnf.fr/Bibliothèque nationale de France).

De mayor entidad sería la fortificación que se levantó en torno a la Iglesia

Parroquial, conocida como “El Fuerte”. Se trataba de un reducto defensivo

con cuatro baluartes en cada una de las esquinas y otro frente a las

escaleras de entrada al recinto, con su correspondiente foso. (*Plano del

Archivo General de Simancas MPD, 63, 077 fechado en julio de 1729).

En su interior albergaba un depósito o almacén para la pólvora que aún

hoy existe, (*El Fuerte del Llano. Luis Ramajo, en cilleros.blogspot.com)

así como el antiguo calvario, formado por tres cruces de piedra, que hasta

no hace mucho se encontraba aún en dicho lugar.

De este fuerte se conservan hoy algunos tramos de muralla, así como uno

de los baluartes, sobre el que ubicó el primitivo cementerio.

Otros restos medievales en Cilleros, de posibles estelas funerarias

Estela discoidal de carácter

funerario, típica de los siglos XII

y XIII, empotrada en la muralla

del Antiguo “Fuerte”, a la que le

faltaría el vástago inferior.

Cruz de Malta en la calle del Peso

(hoy desaparecida de la fachada

tras la remodelación de la

vivienda).

Estela, con la cruz de San Juan.

Museo Etnográfico.

Estela en la fuente de la Plaza de San Blas, con

grafía propia del siglo XV.

Dintel en la calle La Iglesia, 31. Posiblemente se trate de una

lauda sepulcral, reutilizada como dintel, por su forma

antropomorfa y la asimetría de la cruz respecto a la puerta.

Pináculo que decoraba la antigua

entrada del Fuerte, con una

inscripción en su base.

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Agustín Flores Mateos 7

Bajo uno de los pináculos que coronaban la puerta de entrada al recinto, y que ahora han sido reubicadas en la

escalera de acceso a la explanada de la Iglesia, aparece la inscripción de una fecha que podría corresponderse

con alguna remodelación efectuada en esta parte del Fuerte, en la que parece leerse “1929”.

Representación del “Fuerte” y murallas de Cilleros en el siglo XVIII según los planos existentes de ésa época.

Patrimonio

El importante pasado de nuestra localidad queda patente por el rico Patrimonio Histórico-Artístico que ha

llegado hasta nosotros, destacando como monumento más importante la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de los

Apóstoles, emplazada en la Plaza del Llano, “extramuros” de la localidad.

Consta de dos partes bien diferenciadas; una nave más baja, del siglo XV, y una cabecera o ábside, del siglo

XVI obra del arquitecto Pedro de Ybarra, artífice de la Catedral de Coria. La obra quedó inconclusa por los

problemas económicos que afectaron a la monarquía hispánica a partir de 1557.

La Iglesia y “El Fuerte” a mediados del siglo XX.

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8 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Es de destacar el enlosado interior del templo, formado por perfectas losas de cantería numeradas, que sirvieron

como cubiertas de las sepulturas hasta bien entrado el siglo XIX, en que se prohibió el enterramiento en el

interior de los templos, habilitándose el actual cementerio contiguo a la Iglesia.

Lápidas numeradas en el enlosado de la Iglesia Parroquial destinadas a enterramientos.

A lo largo de su historia, Cilleros llegó a tener hasta nueve ermitas repartidas por todo su término.

Estas eran: la de San Marcos, en la Plaza del Caño, la de San Pedro, en “el Parador”, la del Humilladero, en la

salida hacia Moraleja, la del Espíritu Santo, o de la Vera Cruz, de la que ya se ha hablado, en el camino de

Valverde, la de San Lorenzo, en la calle del mismo nombre, y la de San Blas, próxima a la plaza, todas ellas ya

desaparecidas.

Hoy sólo podemos contemplar tres de ellas: la Ermita del Carmen, del siglo XVI, que originalmente estaba

dedicada a los Mártires San Fabián y San Sebastián, la de San José, del siglo XVII, en la calle del mismo

nombre y el Santuario de Nuestra Señora de Navelonga, (de los siglos XVI-XVIII) ubicado a las afueras del

pueblo, en dirección a Hoyos, que alberga la imagen de la venerada patrona de la localidad.

En estos edificios religiosos se entremezclan elementos artísticos y decorativos pertenecientes, tanto de la

arquitectura culta como a la tradicional, por lo que no es difícil encontrar en ellas detalles ornamentales

cargados de una simbología propia de la imaginería popular.

Ermita de San José, del siglo XVII. A la derecha detalle de una venera o concha de peregrino, situada sobre la puerta de

entrada y abajo, una ventana circular abierta en su lado Norte.

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Agustín Flores Mateos 9

Ermita de Ntra. Sra. de Navelonga, de los siglos XVI-XIX.

Abajo, detalle de la imposta que se encuentra en el umbral de la puerta de entrada lateral, bajo la cual aparece

inscrita una cruz. A su lado, pieza exenta que podría corresponder al pilar de una antigua pila bautismal.

Restos de una ermita desaparecida, posiblemente de la de San Marcos, ubicados actualmente sobre el pilón del

Matadero y en la fuente de la plaza del Caño.

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3. EL CASCO URBANO

Cilleros “tiene 422 CASAS de 2 y 3 pisos de 9 á 10 varas de altura, corredores de madera y mal

alineadas; forman 3 calles largas, otras cortas, 2 plazas y 3 plazuelas, todas estrechas, de mal

empedrado y con alguna subida al estremo oeste”. (*Pascual Madoz, Diccionario geográfico-

estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. 1845-1850).

Esta descripción que Pascual Madoz hizo de la trama de nuestro pueblo a mediados del siglo XIX, viene a

coincidir con la extensión del recinto que podemos considerar como el “casco antiguo” de Cilleros.

Es en esta parte del pueblo donde se congrega la mayor parte de nuestro patrimonio histórico-artístico y de

nuestra arquitectura popular y donde se conservan los elementos más singulares que la historia nos ha querido

dejar como recuerdo de su pasado.

3.1. LA PLAZA MAYOR

La Plaza Mayor, (hoy Plaza de San Blas) de pequeñas dimensiones, debe considerarse el núcleo originario de la

población. Se encuentra emplazada en la parte más elevada de la localidad, destacándose como el lugar más

significativo dentro de la misma.

Alrededor de este primitivo espacio transcurría la mayor parte de la vida social de sus habitantes, por lo que en

sus inmediaciones se concentran los principales símbolos monumentales de la localidad: El edificio del

Ayuntamiento, la Torre Campanario, la Ermita del Carmen y la Casa Grande.

El edificio del Ayuntamiento es una obra del siglo XVIII, que viene coronado por un bello escudo borbónico

bajo el cual aparece la inscripción “AÑO DE MDCCLXXXIX”, correspondiéndose a la fecha en la que debió

finalizar su construcción (1789), aunque en realidad dos años después, aún no habían concluido las obras:

“Y aunque se principió hacer casa de ayuntamiento i cárcel publica... aun esta sin concluir por falta de

medios suficientes”. (*Interrogatorio de la Real Audiencia de 1791)

En el sótano del edificio aún puede visitarse esa “cárcel pública”, que consiste en un pequeño calabozo con

bóveda de ladrillo, donde todavía pueden contemplarse los camastros de piedra y la letrina.

Edificio del Ayuntamiento, del siglo XVIII.

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Agustín Flores Mateos 11

En 1936 se le añadieron las verjas de los soportales de entrada al edificio, como confirma una inscripción en la

parte superior de una de ellas, que reza: “SIENDO ALCALDE EL CAMARADA VITORIANO MARCOS.

AÑO 1936. TERMINADAS EL 25 DE MAYO”. Curiosamente, en el acta de plenos del Ayuntamiento de abril

de ese año se denunciaba que “en el portal de la Casa Ayuntamiento se venían haciendo aguas menores por los

vecinos, pese a los bandos de prohibición”, por lo que la instalación de estas rejas tendrían por finalidad impedir

actos de esta naturaleza. (*Acta de sesión de pleno de fecha 2 de abril de 1936. Excmo. Ayuntamiento de

Cilleros).

La Torre Campanario, del siglo XVI, exenta del edificio eclesial, puede considerarse el monumento más

emblemático y representativo de la localidad.

Se trata en una construcción de sillería, rematada por una espadaña con tres vanos para alojar las campanas. Se

accede a ellas por medio de una empinada escalera exterior que enlaza con otra interior en forma de caracol.

Alberga también el reloj de la villa, del que hasta no hace mucho aún se conservaba el antiguo mecanismo.

Originalmente la torre presentaba a ambos lados de la espadaña unos pináculos adornados con bolas, cuyos

restos se encuentran actualmente tapados por los nidos de cigüeña que impiden su contemplación.

En su frontal sobresale una curiosa gárgola representando la cabeza de un animal fantástico, con la piel cubierta

de escamas, como si se tratara de un dragón, aunque se puede apreciar que tiene orejas de perro y un collar.

La torre parece construida sobre los cimientos de una edificación anterior, presentando en la parte lateral del

muro que da a la calle del Peso, unos orificios que podrían haber servido para alojar las bisagras de una gran

puerta que impidiera el acceso al interior de la plaza, lo que podría indicar que la torre primigenia formaría

parte de la primitiva “fortaleza de la dicha villa”.

Adosada al campanario, y próxima al edificio del Ayuntamiento, se encuentra la Ermita del Carmen, del siglo

XVI, cuya portada da a la calle Santo a través de una amplia escalinata de ocho peldaños que abarca todo el

frente de la fachada.

Sobre la portada que da a la Plaza de San Blas aparece una pequeña hornacina donde ha sido emplazada una

imagen de la Virgen del Carmen.

Torre Campanario, del siglo XVI

en la Plaza de San Blas.

Abajo, gárgola que sobresale de su

fachada, bajo los vanos de las

campanas.

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12 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Muy próxima a los edificios anteriores nos llama la atención una construcción palaciega que, por sus grandes

dimensiones, es conocida como “La Casa Grande”. Se trata de un edificio de mediados del siglo XIX, rodeado

de leyendas de amor y anécdotas populares.

En la rejería de una cancela interior aparece la fecha de 1863, que puede considerarse como la del año de su

construcción.

Sus numerosas puertas, ventanas y balcones se encuentran decorados y resaltados con molduras, frontones y

ornamentos estilísticos propios del arte neoclásico, estilo arquitectónico imperante en ésta época.

En los cimientos de la parte que da a la calle Pizarro, se observa que está levantada sobre elementos

reaprovechados de construcciones anteriores.

Ermita del Carmen, en la calle Santo.

Detalles de balcones, ventanas y rejería en la Casa Grande. Calle Santo, 2 y 4.

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Agustín Flores Mateos 13

3.2. SUS CALLES

Desde este núcleo urbano, centro vital de la vieja villa, se fue extendiendo el entramado de calles que fueron

conformando su casco antiguo.

Así, desde la plaza mayor, en dirección a Moraleja, surgió la calle principal de la población, la calle Derecha,

cuyo nombre ya denota una especial distinción que parece diferenciarla del resto (hoy está dedicada a nuestro

ilustre paisano D. Darío Bacas). Paralela a ella, las calles González Fiori y Muñoz Chaves conforman la

columna vertebral de la población (Estas serían las “tres calles largas” a las que se refería Madoz), y de las que

parten, a uno y otro lado, otras calles y travesías perpendiculares a ellas que se deslizan cuesta abajo

adaptándose a los desniveles del terreno, hasta las zonas más llanas del pueblo, las actuales plazas del Llano y

del Caño.

Hacia la Plaza del Llano se dirigen las calles de La Iglesia, El Peso, La Salud, Hernán Cortés y El Pozo.

Hacia la Plaza del Caño bajan las calles de La Fuente, San Lorenzo y Muralla y Constitución.

Muchas de estas calles aún conservan los antiguos nombres tradicionales, que evocan alguna función o

característica propia de la misma por la que siempre fue conocida y que, en algunos casos, nos sirven de

importante fuente de información sobre el pasado etnográfico de nuestro pueblo.

En unos casos sus nombres nos hablan de la existencia de edificios religiosos en sus proximidades (Calle de la

Iglesia, Calle Santo, San José, San Lorenzo, San Pedro...). Otras veces hacen referencia a instalaciones o lugares

de carácter económico y social (Calle de los Molinos, Pósito, el Viñal, Las Parras, Las Eras, La Fuente, El Peso,

El Pozo,...) o bien de características

propias de la misma (Calle Derecha,

El Llano, Calle Callita, Calleja,

Calancha...).

Otros topónimos, como El Fuerte, La

calle Muralla o la Puerta Chica, nos

traen a la memoria el pasado

castrense de nuestra localidad,

reafirmando la existencia en tiempos

pasados de antiguas fortificaciones.

En antiguos documentos aparecen

otras con denominaciones que hoy

no han llegado hasta nosotros. Son

los casos de las calle de los Mesones,

del Rincón, del Cura, la calle de los

Ricos, del Horno Viejo, del Horno

Nuevo o de la Suengra, cuyos

nombres han desaparecido de la

toponimia con el paso del tiempo.

(*Padrón de vecinos de Extrema-

dura de 1829 y otros documentos).

Uno de los motivos de esta pérdida

es que a partir de mediados del siglo

XIX se impuso la moda de rotular el

callejero con nombres de personajes

públicos, políticos o históricos, por

lo que muchas de esas calles fueron

rebautizadas con nombres como

Pizarro, Hernán Cortés, Zurbarán,

Muñoz Chaves, González Fiori o

Gabriel y Galán, perdiendo con ello

la identidad que les confería su

denominación tradicional.

La calle de la Iglesia, a mediados del siglo XX.

Page 18: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

14 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Las fuentes escritas también hacen referencia al estado de estas vías:

“Lo mas defectuoso de esta villa son sus calles, no solo por su desaseo a que contribuye no tener otros

vertederos i la frequente estancia del ganado de cerda, i entrada de carretas de los particulares; sino

tambien su mal empedrado que sera dificil remediar por falta de fondos que son necesarios”.

(Respuesta al Interrogatorio de la Real Audiencia de 1791).

A mediados del siglo siguiente, Madoz todavía se seguía quejando de lo mismo: “Las calles son estrechas y de

mal empedrado”.

Este empedrado estaba formado por cantos de piedra, entre los que corrían regatos formados por las aguas

residuales, para regocijo de gallinas y cochinos, así como por losas de granito, que hacían las veces de acerado.

Este antiguo pavimento, perduró hasta finales de los años 70 del pasado siglo, en que fue sustituido por un firme

de cemento, por la necesaria adecuación a los nuevos tiempos. Sin embargo, aún está presente en la memoria de

los cilleranos de mayor edad, que en su infancia corrieron descalzos por sus calles.

También formaban parte de este paisaje callejero otros elementos, como las piedras conocidas como “lanchas”

que, colocadas a la entrada de las viviendas, servían para permitir a los vecinos sentarse en la calle a tomar el

fresco cuando las condiciones climáticas lo permitían, reforzando a la vez las relaciones vecinales. Estos

elementos también han ido desapareciendo conforme se iban reformando las calles.

Sin embargo, estas calles “estrechas, de mal empedrado” y con casas “mal alineadas” escondían una riqueza

material y cultural que, por resultar tan cotidiana a sus habitantes, no ha recibido toda la atención que se

merecían, escapando muchas veces a la vista de quienes las recorrían a diario.

Se trata de la peculiar arquitectura tradicional que, a pesar de las modernas transformaciones y derribos, aún

podemos descubrir y disfrutar al recorrer nuestras calles, donde aún sobreviven bellos ejemplos de típicas casas

serranas, con sus balcones de madera, sus “torreones”, escudos nobiliarios, detalles ornamentales e

inscripciones, recuerdos de tiempos pasados que constituyen un importante patrimonio digno de conservarse y

que en las páginas siguientes vamos a intentar describir con detalle.

Plano de Cilleros a mediados del siglo XX, basado en una

fotografía aérea de 1956 (*Antonio Mateos Martín. “Cilleros

en los mapas”).

A la izquierda se encuentra el casco antiguo de la villa, donde

se concentra la mayor parte de las muestras de arquitectura

popular de la localidad.

A la derecha el popular barrio de La Pica, que empezó a surgir

a partir del año 1927.

Page 19: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 15

4. LA CASA TRADICIONAL

“La casa típica: Es angosta y reducida. Está construida con piedra y consta de dos plantas; la baja,

denominada bodegón, se utiliza para cuadras y para guardar los útiles de labor, y la segunda está

destinada a vivienda.” (*1959. Diccionario Geográfico de España. Tomo X)

Esta breve descripción que se hace de una vivienda cillerana de mediados del siglo XX, encaja con la típica

edificación popular de carácter serrano, que abunda en toda la Sierra de Gata, correspondiéndose, a su vez, con

el modelo tradicional de toda la zona norte de Extremadura, aunque aquí presenta unas características propias

que la diferencian.

4.1. ESTRUCTURA INTERIOR

En Cilleros, el modelo más representativo son las viviendas de piedra, de tres pisos, albergando la planta baja la

cuadra y el bodegón.

La cuadra sirve de lugar de aposento para encerrar las caballerías, mulos y burros que antaño no solían faltar en

ninguna unidad económica familiar, pudiendo servir también para dar cobijo a algunos cochinos y gallinas. A

veces el gallinero se ubicaba en el hueco de la escalera de acceso al piso superior.

En el bodegón se elaboraba el afamado vino por el que es tan conocida nuestra localidad. Allí se pisaba la uva,

guardándose en tinajas de barro, donde fermentaba al calor de los animales. Hoy este producto se sigue

elaborando de forma artesanal, por medio de trituradoras y prensas.

En el primer piso se ubican las salas destinadas a viviendas: dormitorios y sala de estar, amueblados con su

parco mobiliario tradicional compuesto de sillas y tresillos de enea, altos camastros, palanganeros, típicos

baúles, para guardar el ajuar, conocidos como “mundos”, etc.

El último piso está destinado a almacenaje de productos agrícolas (el pajar o granero). Aquí se guardaba la paja,

los cereales, las patatas y otros productos de la huerta que habrían de garantizar el suministro para todo el año.

También se encontraba la cocina, con su chimenea, donde se cuelgan a secar los productos de la matanza, la

“chacina”. Este espacio está cubierto generalmente por “teja vana”, lo que permitía la salida de humos a través

de las tejas.

Planta de una vivienda tipo en Cilleros.

Page 20: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

16 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Típicas viviendas de Cilleros, en calle González Fiori, 19 y 13 (ésta última ya ha perdido su peculiar balconada de madera).

4.2. LA FACHADA

La fachada suele ser estrecha, presentando al exterior dos puertas de diferente anchura. Una más ancha, para

permitir la entrada de las bestias de carga, daba acceso a la cuadra y al bodegón, ubicados en la planta baja.

Todavía en algunas fachadas, junto a la puerta de la cuadra, aún pueden descubrirse argollas metálicas o

herraduras incrustadas en la pared para atar las caballerías.

Otra puerta más estrecha y alta da acceso directo al primer piso donde se ubican las salas destinadas a viviendas.

Esta planta suele presentar al exterior un único vano para iluminación, que solía consistir en una pequeña

ventana, sustituida a veces por un estrecho balcón.

El piso superior, suele presentar hacia el exterior un balcón de madera corrido a lo largo de toda la fachada,

cubierto por un tejaroz, sostenido con ménsulas de granito o madera, siendo estos “corredores” uno de los

elementos más peculiares de la arquitectura popular cillerana. Estos balcones servían como “solanas” para secar

al sol los productos del campo o las pieles de animales.

En las viviendas más humildes en este último piso se abría únicamente una pequeña ventana, que servía de

ventilación.

Lo más característico de estas viviendas es que están hechas mayoritariamente de piedra, predominando el

granito, utilizándose generalmente en el primer piso la cantería bien labrada, dejando la mampostería común

para los siguientes, y en algún caso el adobe para los sobrados.

La estructura externa de estas viviendas es bastante homogénea, por lo que hace pensar que estaba ocupado por

personas de un nivel económico similar, generalmente agricultores más o menos acomodados.

Sin embargo, algunos detalles en la fábrica nos muestran evidencias del distinto poder adquisitivo de sus

propietarios, como pueden ser el mayor grado de empleo de sillares de granito en la fachada, y la mayor

profusión de elementos decorativos.

Page 21: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 17

En los ejemplares más modestos la cantería se presenta únicamente enmarcando los vanos de puertas y

ventanas. Por el contrario en otras aparecen ocupando el primer piso, o incluso todo el frente de la fachada,

denotando el mayor nivel socioeconómico de sus propietarios.

Algunos tipos de fachadas de viviendas

Callita, 10: Ejemplar de casa más humilde,

donde los sillares se reservan para los vanos,

siendo el resto de mampostería.

El dintel de la puerta de entrada es una

simple viga de madera.

Angustias, 5. Se utiliza la cantería en todo el primer piso, dejándose la

mampostería para el segundo. En el sobrado se utiliza el adobe. En

algunos sillares aparecen marcas de cantero en forma de cruz griega.

Ejemplares de argollas metálicas y herraduras incrustadas en los

muros, que se usaban para atar a las bestias.

Abajo: Argolla en calle Angustias, 5 sobre un sillar que presenta una

cruz inscrita en el centro, a modo de marca de cantero. A la derecha

argolla y herradura en Puerta Chica, 43.

Page 22: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

18 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Antigua casa en calle San Lorenzo nº 2. Se reservan las piezas de cantería para los refuerzos de la esquina y los vanos.

El resto es de mampostería y adobe.

Fachada de la vivienda en calle San

Lorenzo nº 24. Se utiliza la cantería para

resaltar vanos de puertas y ventanas.

Muralla, 9.

Se usa la cantería bien labrada para el primer piso, destacando los

dinteles y jambas decoradas. El resto es de mampostería.

Page 23: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 19

Las Parras, 3.

Presenta cantería bien labrada en toda su fachada.

Destaca el dintel de la puerta de la bodega por sus

grandes proporciones.

El Pozo, 22: Fachada de sillería en los dos primeros pisos. El

último piso está formado por ladrillos de adobe. Destacan las

zapatas de la puerta y la decoración de la ventana.

Calle Derecha, 15:

Se trata de una típica casa señorial que

exhibe al exterior dos escudos heráldicos,

uno en el cantón, y otro recolocado en lo

que fue el hueco de una ventana.

Predomina en toda la fachada la sillería

de granito, presentando añadidos

posteriores de ladrillos en los balcones.

Quedan restos de decoración a modo de

esgrafiado en la parte superior, con figuras

geométricas coloreadas.

Se observan cruces inscritas en su fachada,

tanto sobre el dintel de la puerta de

entrada a la vivienda como sobre una de

las jambas de la puerta contigua.

Page 24: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

20 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

A pesar de que en el año 1829 existía en Cilleros una rúa denominada “calle de los Ricos”, del propio censo de

ése año se deduce que, tanto nobles como jornaleros vivían unos junto a otros, sin que existieran espacios

diferenciados. Según ése padrón en ésa calle vivían entonces el médico y el Administrador de rentas de la

localidad así como varios “Hacendados”, pero también numerosas familias de labradores y jornaleros. (*Padrón

de vecinos de Extremadura de 1829)

Sin embargo esta situación cambió más adelante, cuando aparecen nuevos barrios extramuros, para albergar a

una población más desfavorecida, formada por obreros y jornaleros de más baja condición, surgida ante el

aumento de la población y los fuertes cambios socioeconómicos que generó la industrialización.

Se trata de calles como la Puerta Chica que aparece a finales del siglo XIX (La primera referencia a esta calle la

he encontrado en el Registro Civil, en el año 1891) y el barrio de La Pica, que surge posteriormente,

concretamente a partir del año 1927, cuando se autoriza construir en dicha zona. El primer edificio que se

construyó en esta zona fue el antiguo cuartel de la Guardia Civil, y a partir de entonces los vecinos fueron

solicitando solares para construir allí sus viviendas. (*Actas de Plenos del Excmo. Ayuntamiento. Años 1927 y

siguientes.)

En estos barrios el tipo de vivienda es más humilde, constando de un solo piso, presentando al exterior una

puerta y una o dos ventanas, sin ningún signo de ostentación.

C/. Gitanita, 19. C/. Los Naranjos, 3 en La Pica.

Calle Porcarizo, en la Pica, en 1997.

Page 25: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 21

4.3. ALEROS Y TEJADOS

Como cubrimiento de las viviendas se usa siempre la teja árabe, a una o dos aguas, con la vertiente hacia la

calle.

Sobresaliendo sobre la fachada, se utilizaba para sostener el saliente de las tejas, unos aleros compuestos por

tablas de madera sostenidas por estacas transversales, aunque también predominan los formados por lanchas de

pizarra. Algunas cornisas presentan formas más decorativas, como molduras, o dientes de sierra, aunque menos

frecuentes.

Otro elemento que también está desapareciendo de las fachadas de nuestras viviendas, son los típicos canalones

metálicos que presentan algún tipo de decoración en el canal de desagüe.

Alero de madera. El modelo más

frecuente.

Calle Muñoz Chaves, 18.

Alero de losas de pizarra.

Calle Angustias, 5.

Alero de dientes de sierra

El Viñal, 19.

Canalones de desagüe metálicos en calle San Lorenzo 24 y Plaza de San Blas,

el de la izquierda con forma de dragón.

4.4. TORREONES

Los “Torreones” son los elementos más característicos de la arquitectura popular de nuestra localidad.

Se trata de escaleras exteriores de piedra, a veces de grandes proporciones, que presentan algunas viviendas

para facilitar el acceso a la entrada del primer piso, cuando ésta se encuentra a un nivel más elevado del suelo.

Ya fueron descritos en 1791, con ocasión del Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, refiriéndose

entonces a ellos de forma negativa:

“Lo mas defectuoso de esta villa son sus calles… i la estructura de las casas que arrojan las escaleras

a las mismas calles, sin embargo de que novimamente tiene acordado este ayumtamiento no se

permitan fabricar con tal defecto”.

Estos elementos, como se ve, se consideraban como un defecto en la estructura de las viviendas, por lo que llegó

incluso a dictarse una normativa municipal para impedir su construcción y evitar que siguieran proliferando. Se

supone que el motivo sería por invadir desmedidamente la vía pública, obstaculizando el tránsito de carros y

bestias de carga.

Cornisa en gola. Angustias, 8.

Page 26: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

22 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Por lo tanto, si esa prohibición llegó a aplicarse, hay que dar por hecho que los edificios que exhiben estos

torreones que han sobrevivido hasta nuestros días, fueron construidos en el siglo XVIII como muy tarde.

Sin embargo, a pesar de los inconvenientes que presentaban, perduraron hasta finales del siglo XX, siendo

retirados en su mayoría, a partir de la década de 1970, eliminándose de forma progresiva, conforme se iban

reformando las calles, para permitir el paso por ellas del tráfico rodado.

Por suerte había viviendas cuyo único acceso era a través de estas escaleras, por lo que no podían prescindir de

ellas, consiguiendo así salvarse de la demoledora maquinaria del “progreso”.

Gracias a esto aún podemos contemplarlos en algunos rincones de nuestra localidad, como en el Viñal, en el

Pozo de las Eras, en la calle del Llano y, especialmente, en la calle Las Parras.

Torreones en el Pozo de las Eras, 9 y 13.

Page 27: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 23

Calle Las Parras números 11 y 13.

Torreón en calle del Llano nº 2 y en el lateral de la Ermita del Carmen.

Torreones en El Viñal.

Page 28: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

24 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Torreón en calle El Llano, 9.

De estas típicas viviendas que acabamos de describir, quedan hoy pocos ejemplares intactos, debido a las

sucesivas reformas que han ido sufriendo a lo largo del tiempo.

Entre las que han llegado hasta nuestros días destacan

algunos bellos ejemplares, con admirables fachadas de

piedra y vanos decorados, cargados de singularidad y

tipismo. Otras están siendo restauradas en los últimos

años, en un claro intento de recuperar y preservar el

valioso legado que atesoran.

4.5. MUSEO ETNOGRÁFICO

Un buen ejemplo de conservación de estas construcciones

serranas, podemos contemplarlo en el local que hoy ocupa

el Museo Etnográfico de Cilleros, ubicado en la calle El

Peso.

El edificio se corresponde con una típica casa serrana

propia de los siglos XVIII y XIX, con la característica

estructura de tres pisos, en los que se delimitan

separadamente los espacios destinados a bestias, a

viviendas y a almacenes. Presenta sillería encuadrada en el

primer y segundo piso, ménsulas en las ventanas,

balconada corrida, etc.

En su interior se exhiben elementos propios del trabajo y

de la vida cotidiana de una familia de agricultores de

principios del siglo pasado.

El edificio fue adquirido y rehabilitado hacia el año 1994

por la “Asociación para la Conservación del Patrimonio

Histórico-Artístico y Cultural de Cilleros y su término”, que lo convirtió en Museo con la financiación del

Ayuntamiento y la Asociación para el Desarrollo Integral de Sierra de Gata.

Edificio que alberga el Museo

Etnográfico de Cilleros.

Calle Peso.

Page 29: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 25

5. PUERTAS, VENTANAS Y BALCONES

Las puertas y ventanas son los elementos en torno a los cuales suele concentrarse la mayor parte de los detalles

ornamentales de las viviendas.

Para reforzar estos vanos, se reservan los sillares de granito de mejor calidad, usándose los de mayores

proporciones para los dinteles de las puertas, que suelen estar formados por un solo bloque de piedra, conocidos

en Cilleros como “tozas”.

Los vanos suelen ser adintelados, aunque algunos destacan por presentar otras formas más creativas como

marcos ondulantes, arcos conopiales, de molduras de bolas, ventanas geminadas, de esquina, etc.

A veces, para destacarlas, se lucen los marcos con cal.

Se suelen utilizar los dinteles para grabar sobre ellos epígrafes de tipo religioso o indicadores del nombre del

propietario o fecha de construcción de la obra, abundando las inscripciones de cruces a ambos lados de las

puertas.

En los vanos de las viviendas más modestas es muy común que los dinteles estén formados por una simple viga

de madera.

Calle La Fuente, 6: Algunos elementos

decorativos, como inscripciones,

ménsulas y molduras sirven para

resaltar los vanos.

Ventana con ménsulas y pequeño balcón

con barandilla de madera en calle La

Fuente, 33.

Puerta con marco decorado en una

humilde vivienda en Av. de La Pica, 35.

Izquierda: Ventana en la Travesía

González Fiori, n º 6.

Lleva por dintel un simple elemento de

madera. La hoja de la ventana presenta

un postigo.

Derecha: Ventana abalconada en rincón

de calle Muñoz Chaves.

Page 30: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

26 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

5.1. PUERTAS

Como se ha dicho, las portadas típicas de Cilleros son adinteladas.

Tradicionalmente, las puertas son de madera, de dos hojas, estando algunas divididas en dos partes verticales o

“cuarterones”, de forma que pueda mantenerse cerrada la parte inferior, impidiendo el libre acceso a la vivienda,

mientras el lado superior, conocido como “postigo”, se mantiene abierto para permitir entrar la luz y el aire.

Algunas puertas y ventanas presentan sobre la hoja principal una pequeña abertura, con la finalidad de servir de

“postigo o mirilla”.

También es frecuente la presencia en las mismas de las típicas “gateras”, pequeños orificios circulares en la

parte baja, para permitir la entrada y salida del gato doméstico.

Típicas portadas de entrada a la cuadra y a la vivienda, en calle González Fiori, 13.

Un tipo de portada muy frecuente en Cilleros es la que presenta unos salientes a cada lado del dintel, que le

sirven de soporte a modo de “zapatas” una solución muy característica de la arquitectura popular.

a) Algunos modelos de puertas

Calle El Viñal, 21. La puerta más sencilla y frecuente es

adintelada. Ésta presenta en las hojas un postigo y gatera.

González Fiori, 20. El dintel se apea sobre ménsulas

convexas o zapatas a modo de trancas.

Page 31: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 27

Calle Iglesia, 35. Con ménsulas convexas e inscripciones de

cruces en las jambas.

Calle Muralla, 9. Portada con dintel mixtilíneo e

inscripciones de carácter religioso.

González Fiori, 31. Puerta con bordes de granito

decorados.

Angustias, 1. El dintel se apoya sobre ménsulas cóncavas.

Todo el marco aparece moldurado.

Vivienda sita en calle Muñoz Chaves nº 30. Los vanos presentan formas curvilíneas y decoración con molduras perladas.

La fachada aparece con abundantes grabados de cruces.

Page 32: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

28 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

b) Dinteles de puertas

Hay puertas que presentan formas más variadas y decoraciones en sus vanos, especialmente en los dinteles,

como buscando resaltar sobre el resto.

Un claro ejemplo de ello, es el que podemos contemplar en la calle Derecha número 28, cuya puerta de entrada

está flanqueada por dos ménsulas cóncavas, decoradas con el relieve de caras humanas, de sencilla factura que,

como dos guardianes pétreos, parecen vigilar y proteger la entrada a la morada. En la del lado izquierdo aparece

también la inscripción de una cruz de Alcántara, y sobre la puerta una cruz de Malta o de San Juan. Todo el

conjunto ha sido reubicado tras su descubrimiento durante la remodelación de la vivienda, en el año 2001.

Dintel en calle Derecha, 28.

En la calle Muralla nº 9 aparece este dintel, con borde inferior mixtilíneo, en cuyo frontal exhibe un escudete con la

inscripción religiosa “INRI”.

En la calle Muñoz Chaves, 30 los vanos de las puertas aparecen decoradas con molduras mixtilíneas, adornadas con

clavos, elementos de influencia gótica.

Calle Pizarro nº 8. Dintel de forma ondulante similar al anterior.

Calle Muñoz Chaves, 30. Dintel mixtilíneo y parte de lo que parece fue un escudete con una flor de lis.

Page 33: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 29

c) Cerraduras y otros elementos metálicos

También en las puertas, podemos aún contemplar uno de los elementos ornamentales más llamativos de nuestra

arquitectura popular. Se trata de la singular decoración que presentan las cerraduras o bocallaves de las puertas

de las antiguas viviendas, fabricadas en metal, con distintas formas geométricas, que constituyen un curioso

elemento simbólico y decorativo que, por desgracia, tiende a desaparecer, a medida que se van sustituyendo las

antiguas puertas de madera por las más modernas y funcionales de aluminio.

Presentan estilos muy variados, desde sencillas formas geométricas a complicados figuras barrocas. Algunas

presentan formas naturalistas, destacando las que representan jarras, águilas o siluetas acampanadas.

Prácticamente no hay dos iguales, lo que manifiesta que se fabricaban de manera artesanal.

Estos elementos se han venido confeccionando hasta mediados del siglo XX, como demuestran las marcas de la

fecha en alguna de ellas. En otras, el herrero quiso dejar la firma de la autoría por medio de sus iniciales, lo que

denota la importancia que estos artistas le daban a este trabajo.

Por la cantidad de ejemplares que han llegado hasta nosotros, es fácil suponer que antiguamente aparecían en la

mayoría de las viviendas como un elemento de adorno habitual.

Cerraduras en calle G. Fiori, 30, Gitanita, 1 y Hernán Cortés, 4, en las que aparecen inscritas las iniciales del autor (L.V.,

F.R. y L. T.) así como la fecha de realización (1952 y 1953).

Seguidamente se muestra un catálogo de las últimas cerraduras que hasta hace poco tiempo aún podían

contemplarse en su ubicación original. Están representadas proporcionalmente, con indicación de la calle y

número donde se encuentran. Algunas de ellas (las que aparecen con el nombre de la calle entre paréntesis), han

desaparecido durante la confección de este trabajo, lo que deja de manifiesto la vulnerabilidad a que están

sometidas y el riesgo que corren de desaparecer por completo en un futuro próximo.

Calle Angustias, 7. Arco conopial. Calle Angustias, 5. Dintel monolítico en forma de

ménsulas.

Dintel en calle Gabriel y Galán nº 3.

Page 34: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

30 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Calancha, 6 M. Chaves, 5 G. y Galán, 15 San Lorenzo, 24 (manilla de puerta)

González Fiori, 3 González Fiori, 44 (Pozo, 3) Calancha, 17

Pozo Blanco s/n Fuente, 6 Derecha, 23 (Peso,12)

Fuente, 22 Calancha, 3 (Iglesia, 34) Fuente, 12 Callita, 1

Page 35: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 31

Iglesia, 27 Fuente, 8 Iglesia, 7 Viñal, 38

Iglesia, 3 Pozo, 12 Calle Molinos, 21 Angustias,3

Muñoz Chaves, 35 M. Chaves, 15 Hernán Cortés, 16 G. y Galán, 7

La Salud, 1 Constitución, 10 Parras, 18 Parras, 2 Derecha, 13

Page 36: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

32 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Viñal, 15 (Derecha, 3) Fuente, 8 Fuente, 9 Puerta de la Iglesia

G. Fiori, 20 Pizarro, 1 Iglesia, 2 H. Cortés, 1 Las Flores, 5

Fuente, 5 G. Fiori, 30 G. Fiori, 43 El Llano, 16 San Pedro, 2

Iglesia, 15 Constitución, 22 San José, 49 Calancha, 5

Page 37: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 33

Pozo, 5 Derecha, 26 Gitanita, 1 Muralla, 26 Zurbarán, 8

Flores, 9 H. Cortés, 4 La Salud, 5 Travesía Muralla, 1

H. Cortés, 4 Calleja, 2 Pozo, 15 Angustias, 5 Peso, 16

S. Lorenzo, 42 Viñal, 20 Viñal, 11 Salud, 12 Calle Muralla (Rincón)

Page 38: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

34 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Acompañando a las cerraduras encontramos otros elementos metálicos que fueron forjados por herreros de

forma totalmente tradicional, que también tienden a desaparecer. Se trata de tiradores, llamadores y aldabas, de

los que ahora mostramos algunos ejemplos.

Aldaba con forma de dragón, en la puerta principal de la Casa Grande. Lleva grabada las iniciales del autor (J.J.) y el

probable lugar de su fabricación (Pozuelo). A la derecha aldabas en calle Hernán Cortés, 18 y en calle Derecha, 3.

Tirador y cerradura en calle Muñoz Chaves, 5 La Fuente, 7 Iglesia, 15

Derecha, 32 Viñal, 20 Pizarro, 1

Page 39: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 35

5.2. VENTANAS

El tipo de ventana más característico de Cilleros tiene forma adintelada. Lo habitual es que los vanos estén

formados por cuatro bloques monolíticos que forman la abertura. El poyo o alféizar suele presentar molduras

onduladas, a veces decoradas con relieve. El marco también puede llevar molduras, presentando a veces formas

curvilíneas en la parte superior.

Las ventanas del primer piso suelen ser las que presentan mayor decoración y elementos distintivos, a diferencia

de las del segundo piso, más pequeñas y sencillas, que suelen estar construidas de materiales de peor calidad,

con un carácter más funcional.

San Lorenzo, 17

Ventana simple, enmarcada por

piezas monolíticas. Alféizar

saliente.

González Fiori, 13

Ventana con dintel decorado con cruz de

San Juan y acompañada de una ménsula.

El alféizar presenta varias molduras.

González Fiori, 2

Presenta una cenefa decorada bajo el

alféizar.

La decoración en los dinteles suele consistir en inscripciones indicadoras del nombre del propietario, fecha de

construcción, invocaciones religiosas, cruces (entre las que abundan las cruces de San Juan o de Malta) y otros

motivos, como la Cruz de la Orden de Alcántara, veneras, etc.

Derecha, 3

Ventana decorada con molduras cóncavas y convexas

rematada por una cruz. La moldura del alféizar está

decorada con motivos vegetales. Dintel con

inscripciones identificativas.

Calle El Pozo, 22

Ventana enmarcada por piezas monolíticas, con el marco

decorado con molduras, de trazado mixtilíneo en el dintel.

El alféizar aparece con relieves de flores.

Page 40: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

36 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

González Fiori, 41

Ventana geminada (típica de los siglos XV-XVI) de la

que solo se conserva el dintel, decorado con un doble

arco conopial de estilo gótico, y una cruz de San Juan.

Calancha, 9

Presenta dos bolas en la moldura del dintel, decoración

típica también de los siglos XV Y XVI.

a) Ménsulas

Junto a las ventanas, suelen aparecer incrustadas a uno y otro lado, dos lanchas de piedra sobresaliendo de la

fachada, que servían generalmente para la colocación de tiestos. Éstas ménsulas suelen ser de cantería de granito

en los vanos del primer piso, presentando a veces formas onduladas, y en ocasiones una hendidura en su parte

superior para colocar sobre ellas una barra o listón sobre el que se podía tender ropa o colgar a secar los

productos de la huerta, presentando a veces inscripciones y grabados en sus caras visibles. Las que aparecen en

las ventanas del último piso suelen ser de pizarra, planas y sin decoración alguna.

En la calle Derecha número 51 hay un ejemplar metálico, con forma animalística, más moderna.

Algunos balcones también están flanqueados por estos elementos.

Estos elementos, frecuentes también en otras localidades del entorno, son conocidos con diversos nombres,

como poyetas o poyatas, alpoyatas, pasaderas, fresqueras..., aquí se las conoce también con el nombre de

“batientes”.

Algunos ejemplares de ventanas con ménsulas

Calle San Lorenzo, 6: Ventana flanqueada por dos ménsulas graníticas con moldura en bocel, vista de frente y de perfil.

La ventana está formada por tres grandes bloques que forman el vano, siendo su alféizar una bella moldura decorada.

Page 41: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 37

Angustias, 3

Las ménsulas tienen forma piramidal y presentan inscripciones grabadas en las caras externas.

Ménsulas de pizarra, más sencillas, que suelen situarse junto a las ventanas del piso superior.

Viñal, 22 Callita, 10

Algunos tipos de ménsulas decoradas

Iglesia, 35 y 38 y M. Chaves, 5

Fuente, 33

Callita, 4

San Lorenzo, 32

Iglesia, 32

Derecha, 51

Page 42: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

38 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

b) Otros modelos de ventanas

González Fiori, 36

Ventanas abiertas en el primer y segundo piso de la

vivienda. La mayor presenta un relieve decorativo propio

del siglo XIX.

Ventana angular en la confluencia de las calles González

Fiori y Salud. El dintel se sustenta con una columna

central.

Ventana de esquina en Av. de la Pica,

14, con balaustre central.

Con dintel decorado en forma de triple

arco conopial. Pizarro, 10. Ventana circular en Salud, 18.

Calle Pósito, 9

Enmarcada con molduras. Las piezas

superior e inferior vienen decoradas

con formas mixtilíneas.

San José, 26

Ventana circular a modo de óculo u

ojo de buey con relieves decorados.

Una similar a la anterior en Avenida

de la Constitución, 6.

Page 43: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 39

5.3. BALCONES

El elemento más distintivo de la vivienda cillerana es el balcón que presenta en piso superior. Se trata de

balconadas o corredores de madera, que podían abarcar todo el frente del edificio, sobresaliendo de la fachada.

Están sustentados por grandes mensulones de granito o de madera y cubiertos por un tejaroz. Como se ha dicho,

tenían como finalidad servir de “solanas”, lugar donde secar los productos del campo y las pieles.

En algunas casas más humildes, las solanas no sobresalían al exterior, sino que se encontraban retranqueadas,

empotradas en la fachada, sin destacar sobre la vía pública.

Balcón típico, en Avenida Constitución, 8, sostenido por mensulones de granito y madera.

Actualmente quedan muy pocos ejemplares de estas típicas solanas construidas enteramente de madera, con su

tejaroz.

Concretamente, son las que se muestran a continuación, en la calle La Iglesia y Muralla, así como el

reconstruido recientemente en la Casa Museo (Ver página 24).

Típicas solanas, construidas enteramente de madera, en calle La

Iglesia, 15 y Muralla, 9.

Page 44: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

40 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Los balcones que aparecen en el piso intermedio son más estrechos y sencillos, presentando barandillas de

hierro. A veces se sustentan sobre mensulones de formas ornamentales, e incluso algunos van acompañados por

una ménsula de granito a cada lado, denotando un mayor nivel económico del propietario.

A veces estos balcones aparecen enmarcados con molduras que llegan hasta medio vano, como se muestran en

las imágenes siguientes.

Flores, 5 Salud, 12

Salud, 2 González Fiori, 20 G. Fiori, 11 (y 18)

a) Otros ejemplos de balcones

San Lorenzo, 6

El balcón se sustenta sobre tres ménsulas de

piedra con molduras cóncavas y convexas.

San Lorenzo, 8

Balcón-Terraza en la esquina superior del edificio. El tejado está

sustentado por una columna.

Page 45: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 41

Balcón en la calle La Iglesia nº 35 cuyo vano viene decorado por una moldura abocelada alrededor de la mitad superior.

Un modelo similar aparece en el balcón de la vivienda sita en calle Zurbarán nº 15.

En este caso, el balcón está acompañado de dos ménsulas pétreas a ambos lados. Entre la decoración de la forja, aparece

la fecha de realización “AÑO 1928” y lo que parecen ser las iniciales del autor (T.T.?).

b) Rejería

Como se desprende del ejemplar anterior, la

rejería de los balcones es otro de los elementos

donde el artista popular ha querido dejar para la

posteridad su impronta artística. Suelen aparecer

originales formas decorativas y elementos

ornamentales propios de la arquitectura popular,

como caprichosas formas espirales, animales o

vegetales.

Entre ellas destacan las rosetas de seis o más

hojas.

Algunas, como se observa, sirven de soporte

para dejar constancia de la fecha de realización del trabajo. Por ellas sabemos que la mayor parte de las rejas de

los antiguos balcones que aún perduran en nuestra localidad se corresponden al periodo comprendido entre

finales del siglo XIX y principios del siglo XX, dando por hecho que las viviendas que las lucen también fueron

construidas, o reformadas, en ésas fechas.

Detalle de decoración de balcón en El Viñal, 20. Se trata

de una flor hexapétala con el año recortado en un círculo

central (1874).

Roseta de ocho pétalos en calle El Llano nº 16, rodeada

por la leyenda “AÑO DE 1939. LO HIZO L.T.”

A continuación mostramos un catálogo de motivos decorativos que aún podemos encontrarnos en la rejería que

lucen algunos balcones de nuestras calles.

Page 46: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

42 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Viñal, 20

Año de 1874

Muñoz Chaves, 7

Figura el año 1887

Muñoz Chaves, 7, con

motivos de serpientes.

(1887)

C/. Derecha, 17

Año de 1908

Calle Derecha, 6

Año de 1925

González Fiori, 11

Balcón de 1926

Calle Iglesia, 35

Año de 1928

El llano, 16. Roseta de ocho

pétalos. “AÑO DE 1939.

LO HIZO L. T.”

Calle Iglesia, 19. Con

roseta de ocho pétalos.

Calle Salud, 2

Hernán Cortés, 16

C/. Iglesia, 2

Plaza del Llano, 5 Viñal, 10. Presentan rosetas hexapétalas.

Page 47: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 43

6. RELIEVES E INSCRIPCIONES

Recorriendo tranquilamente las calles de nuestra localidad podemos descubrir los numerosos elementos

decorativos, de marcado acento popular, que aparecen luciendo las fachadas de algunas viviendas o los vanos de

puertas y ventanas.

Muchos de ellos suelen pasar desapercibidos a los paseantes, y para contemplarlos es preciso un recorrido más

pausado por sus calles, prestando la máxima atención a los detalles, o esperar al momento del día adecuado en

que la luz del sol incida sobre ellos para descubrirlos.

La mayoría consisten en sencillas inscripciones que suelen aparecer sobre los dinteles y jambas de puertas y

ventanas, abundando la representación de cruces, invocaciones religiosas, fechas, nombres, así como algunos

elementos de distinción social o simples motivos decorativos, aunque todas ellas, a pesar de su aparente

ingenuidad, conservan importantes connotaciones simbólicas y un gran valor histórico.

Constituyen auténticos mensajes en piedra de nuestros antepasados y una importante fuente de información

sobre el origen de los edificios, la identidad de sus propietarios y la mentalidad de las gentes que los habitaron.

Para estudiarlos mejor, los hemos clasificado en tres tipos: religiosos, identificativos y decorativos.

6.1. MOTIVOS RELIGIOSOS

En una sociedad rural como la nuestra, la religiosidad popular estaba muy arraigada en todas las capas sociales.

Las procesiones y la ostentación religiosa propia de la época barroca había calado hondo en el folclore y en la

forma de pensar y sentir de la población.

Por ello, las inscripciones más frecuentes que podemos encontrar al recorrer nuestras calles, nos hablan de esta

religiosidad que impregnaba la vida de los antiguos habitantes. Consisten sobretodo en sencillas cruces,

grabadas a la entrada de las viviendas, así como en invocaciones marianas.

a) Cruces

Los motivos más sencillos y numerosos son las que representan cruces

de distinto tipo. Suelen aparecer grabadas en la fachada de las

viviendas, especialmente sobre las jambas de las puertas.

La presencia de estas cruces, muy abundantes en otras zonas de nuestro

entorno, se ha relacionado con lugares habitados por judíos o

conversos, por su proliferación en antiguas juderías y en poblaciones

donde la presencia judeo-conversa estaba muy arraigada, queriéndose

mostrar, al marcar estas viviendas, la cristianización del espacio tras la

expulsión del antiguo morador o su conversión al cristianismo.

Otras veces sería el auténtico creyente, el que pretende con ello dejar

constancia de su condición de cristiano viejo y de la limpieza de su

linaje. Sería una manera de mostrar a la comunidad que el morador de

ésa vivienda profesa la auténtica fe y escapar así de la siempre vigilante

mirada de la Inquisición en unos tiempos en los que el problema

judaizante estaba muy presente.

Sin embargo, en Cilleros la presencia judaica y morisca no debió ser

tan abundante como en otros lugares de nuestro entorno, o al menos no

está tan documentada.

Por otra parte, por la abundante presencia de cruces que aún se

conservan en nuestra localidad, es de suponer que prácticamente todas

las antiguas viviendas dispondrían antaño de estos símbolos, sin olvidar

que estas cruces se estuvieron estampando sobre las fachadas hasta

fechas bien próximas a nosotros. Sirva de ejemplo las que aparecen

bajo una ventana en la “Casa Grande” que deben ser posteriores al año

1863 en que se construye este edificio.

Puerta en calle Santo, 16 con cruces

grabadas en las jambas.

Page 48: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

44 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Por ello, sin descartar las otras opciones, la masiva presencia de estos signos sobre la entrada de las viviendas

hay que interpretarlas como un elemento asociado a la protección de la vivienda y de las personas que en ella se

cobijan. Se trataría de un amuleto protector que mantiene el edificio a salvo ante influencias negativas, tan

abundante en la simbología del arte religioso popular. Se pretendería con su presencia sacralizar y bendecir el

espacio donde se va a vivir (“Casa bien puesta, la cruz en la puerta”) protegiéndolo de todo mal (“Donde se

halla la cruz, no hay sitio para el diablo”).

En algunos casos también podría tratarse de marcas devocionales

con las que se jalona el trayecto de las procesiones religiosas, algo

que está constatado en el recorrido

que la imagen de la Virgen de

Navelonga realiza en torno a su

Ermita, donde abundan en el suelo

cruces grabadas a su paso.

También serían estos los casos de

los ejemplares grabados en los

quicios de las puertas de entrada

en la Ermita de Navelonga (Ver

página 9) y de la Iglesia Parroquial

(izquierda) así como en el umbral

de la entrada lateral de la Ermita

del Carmen.

b) Tipología de las cruces

A pesar de su simple apariencia, hay una gran variedad de modelos.

Las más sencillas carecen de adorno alguno, y suelen flanquear la entrada de las viviendas a uno y otro lado.

Cruces que suelen aparecer grabadas a ambos lados de las puertas de entrada de las viviendas. A la izquierda cruces sencillas en

calle Derecha nº 24. En el centro con peana circular y triangular en calle Derecha nº 3. A la derecha cruz sobre base plana en

calle Derecha, 5.

Algunas veces se representan sobre una peana en la parte inferior, con forma triangular o semicircular

mayoritariamente. Algunas son de doble brazo, representando la cruz Patriarcal, apareciendo a veces

potenzadas, con los extremos en forma de T.

Cruces con peanas triangulares

De izquierda a derecha: Cruces en calle Victoriano Marcos nº 2; Derecha, 30; La Fuente, 21;

Las Flores, 2; Hernán Cortés, 16 y Muñoz Chaves, 30.

Cruz grabada en una piedra

del camino alrededor de la

Ermita de Navelonga.

Cruz inscrita en la entrada a la Iglesia.

Page 49: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 45

Cruces con peanas semicirculares

En calle Hernán Cortés nº 18; Las Flores, 2; Hernán Cortés, 6; La Fuente, 8 y calle La

Iglesia, 19, ésta última con graffiti con las iniciales del autor.

Otros tipos de base

En la Calle Las Parras nº 1 aparece

una cruz sobre lo que parece ser un

pez (izquierda).

Cruz grabada bajo el pórtico de la

puerta lateral, en la Ermita de

Navelonga, sobre una base

cuadrangular (derecha).

Ejemplares más complejos muestran tres cruces a modo de Calvario, a veces sobre un montículo que sería la

representación del Monte Gólgota.

Ejemplos de representación de Calvarios

En Calle San Lorenzo nº 6 un calvario

formado por tres cruces alineadas

(desaparecido de la fachada tras la

remodelación de la vivienda).

Detalle de inscripción en calle Las

Flores nº 5. Aparece junto a la fecha

“Año de 1787” con el calvario en el

centro. (ver inscripción completa en

página. 51).

En Calle Muralla nº 9

aparecen tres cruces sobre

un calvario en forma de

recinto cuadrangular.

Page 50: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

46 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Agrupación de cruces en conjuntos más complejos

Entre estas representaciones, destaca las que aparecen en la Casa Grande y el conjunto existente en la calle

Muñoz Chávez, 30 donde aparecen acompañadas de símbolos de carácter pasionista.

Conjunto de cruces simples, potenzadas y treboladas bajo una

ventana en la Casa Grande (1863). A la izquierda se observa su

ubicación bajo la ventana. Arriba detalle de las cruces.

En la calle Muñoz Chaves nº 30 (abajo) aparece un interesante

grupo de estas inscripciones. Cruces simples, de doble brazo,

sobre peana, y a la derecha un calvario acompañado por una

escalera y una lanza y unas posibles tenazas, iconografía

propia de temática pasional.

En algunas viviendas van acompañadas del nombre o las iniciales del propietario o de otros elementos como la

fecha de construcción, que veremos con más detalle en capítulos siguientes.

Cruces que aparecen acompañadas de otros elementos

Inscripción con cruces en calle Derecha nº 8. Calle La Fuente, 17: Crucifijo acompañada de una

inscripción de iniciales.

Page 51: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 47

c) Otros símbolos religiosos

También encontramos otro tipo de inscripciones religiosas, como las que muestran devotas invocaciones

cristianas por medio de monogramas, dedicados tanto a la Virgen (Ave María...), como a su hijo (IHS, XP,

INRI...), o a la Sagrada Familia (Jesús, María y José) que suelen aparecer en los dinteles de puertas y ventanas

como un signo externo de devoción y demostración de fe.

En la calle Hernán Cortés número 14, sobre un dintel reutilizado, aparecen junto a una cruz las palabras

“AVE”+ “MAR” (Ave María), envuelto todo de elementos geométricos que lo decoran. Está asociado a otros

dinteles de similares características, que vienen fechados en 1849. (Ver páginas 52, 56 y contraportada).

En otra inscripción en la calle La Iglesia número 19, aparece un relieve en forma de libro en el que parecen

leerse las letras del monograma mariano “AVM” entrelazadas y “SAT” (Ave María Santísima). Sin embargo se

trata más bien de un escudete, que parece estar colocado al revés al presentar la punta hacia arriba.

Curiosamente si le diéramos la vuelta la inscripción también sería legible, pudiendo interpretarse como “IVS

AVM”, abreviaturas de Jesús y Ave María.

En la calle Angustias nº 3, bajo dos ménsulas graníticas prismáticas aparecen las inscripciones “IMA” y “Jose”,

invocando a Jesús María y José.

Detalle de inscripción sobre un dintel en calle Derecha nº 25 donde también aparece otra variante de la misma

invocación: “HS.M.JOSH” (La pieza completa aparece en la página 55).

Page 52: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

48 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

En la calle Hernán Cortés número 4, existe un escudete de los “Ballesteros” (de los que hablaremos más

adelante, en el capítulo dedicado a piezas heráldicas) que está flanqueado por los monogramas “IHS” fundido

con la cruz y “XPS” haciendo referencia a Jesucristo.

Inscripción mariana epigrafiada sobre el respaldo de piedra de los asientos exteriores en la Ermita de Navelonga

(AVE seguido del monograma de “SANTO/A”).

En la Plaza de San Blas nº 2 aparece sobre el dintel del balcón del primer piso otra inscripción, de muy difícil

lectura, aunque parece corresponder también a este tipo.

Otro de los motivos que abundan en la epigrafía religiosa de la villa es el rótulo que Pilatos ordenó colocar

sobre la cruz de Jesucristo, que rezaba “Iesvs Nazarenvs Rex Ivdaeorvm”, apareciendo en su forma abreviada:

“INRI”.

Se pueden contemplar en la Calle Hernán Cortés nº 3, Zurbarán nº 15 y en la calle Muralla número 9, donde

aparece inscrita en el interior de un escudete, así como en la Calle San José, 8 y en la Ermita de Navelonga.

Escudete grabado en el dintel de la puerta en calle Muralla, 9.

Inscripción en el interior de una jamba en calle

Zurbarán, 15. En la parte exterior parece que ha

sido borrada a conciencia alguna antigua

inscripción, por lo que puede pensarse que tuviera

un origen judaico.

Dintel reutilizado sobre la ventana de una vivienda en la calle

Hernán Cortés, 3 reedificada en 1961. Relieve con la

inscripción “INRI” que se encuentra partido en su parte

inferior.

Page 53: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 49

Inscripción bajo la columna del pórtico de la puerta

principal de la Ermita de Navelonga.

Balcón en calle San José ,8, cuyo marco viene decorado con

casetones y flores. Sobre el dintel aparece la inscripción

“INRI”, enmarcada torpemente en un marco poligonal.

6.2. MOTIVOS IDENTIFICATIVOS

Otras inscripciones nos dan cumplida información sobre la fecha de construcción del edificio o la identidad de

su propietario.

Las inscripciones más sencillas de este tipo, muestran únicamente una fecha, que puede corresponderse con el

año de la construcción del edificio original, aunque otras veces las fechas aparecen junto con el nombre del

titular o algún otro elemento de carácter simbólico.

a) Inscripciones de fechas

Las fechas inscritas que más abundan, se corresponden con años comprendidos entre los siglos XVII y XIX, lo

cual nos indica que la mayor parte de la arquitectura que nos ha llegado hasta hoy tienen su origen en ésta

época.

Sin embargo, otras se remontan aún más en el tiempo, incluso hasta el siglo XVI, pudiendo tratarse de

edificaciones que se han mantenido en pie desde entonces, aunque es de suponer que la mayoría de las piezas

que contienen estas inscripciones hayan sido reutilizadas, incorporándolas nuevamente a la fachada en las

sucesivas renovaciones del edificio original.

Entre este tipo de inscripciones destaca la que se encuentra en la calle Santo nº 9, sobre la ventana de una casa

circular, con aspecto de torreón, en la que figura la fecha “1583” junto al nombre del titular: ANTºON Gs

(Antonio González ). Esta puede tratarse de la inscripción identificativa legible más antigua de nuestro casco

urbano.

Ventana con inscripción en calle Santo, 9.

Page 54: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

50 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Otra frente a ella, en el número 16 la misma calle, muestra bajo el alféizar de la ventana, una inscripción de muy

dudosa lectura por el desgaste que presenta, aunque parece indicar el “ANO 1595” junto a una cruz.

Otras de indudable antigüedad, son de más difícil lectura, como la

que se encuentra en el dintel de una ventana en la calle de La

Fuente nº 6, donde junto a una cruz incisa, aparece la inscripción

del año, que es ilegible.

Seguidamente se muestra una relación de inscripciones en las que aparece la fecha de construcción de la

vivienda.

Inscripciones del siglo XVII

Sobre el dintel de una ventana en la calle El Peso

número 1, aparece la inscripción: “En AÑO 1618”.

En el dintel de la ventana en calle La Fuente, 18 aparece la fecha

de 1675 entre dos emblemas geométricos.

Calle La Fuente, 31. En la jamba de la puerta de

entrada aparece el año: “1679” y una cruz.

Inscripción sobre la fuente de Porcarizo de muy difícil lectura.

Parece leerse “AÑO DE” y una fecha que podría corresponderse

con 1689.

Ventana con inscripción en calle Santo, 16.

Page 55: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 51

Inscripción en calle La Iglesia nº 19.

Tal y como hoy puede contemplarse (imagen de la izquierda), parece tratarse de una compleja marca de cantero,

pero si se invierte la inscripción puede leerse el año de “1644”, por lo que es de pensar que la piedra se colocó al

revés al ser reutilizada en una remodelación posterior de la fachada.

Curiosamente el escudete que aparece en misma vivienda (Página 47) también aparece invertido.

Inscripciones del siglo XVIII

Varias fechas correspondientes al siglo XVIII, que forman parte de piezas más complejas que se estudiarán con

detalle más adelante, en calle San Lorenzo, 6 (Página 53), calle Peso, 10 (Pág. 57) y calle Derecha, 25 (Pág. 55).

Calle Las Flores, 5. Incrustada en el muro, sobre la puerta de entrada. Presenta la fecha “AÑO DE 1787” y en

centro la representación de un “calvario”, en la que la cruz central ha quedado tapada por la cal.

En la Ermita de Navelonga, inscritos sobre los dos pilares de los soportales de la puerta lateral, aparece grabado

“AÑO DE” y “1792” acompañado de lo que parece ser la representación de una ballesta.

Page 56: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

52 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Inscripciones del siglo XIX

Calle Derecha, 12. Sobre la jamba izquierda de la

puerta aparece la inscripción: “Año De 1829”.

Viñal, 22. En el dintel de la puerta aparece la inscripción “AÑO” y

debajo, entre una cartela, en números romanos, de difícil lectura

por estar muy desgastada, parece leerse “MDCCCXXXIII” (1833).

Calle Hernán Cortés, 14. Dintel reutilizado, decorado con relieve de motivos geométricos y pináculos.

Flanqueando una roseta hexapétala figura el año: “1849”.

Calle Santo, 5. Sobre el dintel de la

puerta figura el “ANO 1873” inscrito

sobre un corchete.

Calle San Pedro, 13. Sobre el dintel

de la puerta. Aparece inscrita la

fecha: “1876” o “1896”.

Av. Constitución, 20. Pieza reutilizada

en una vivienda de nueva construcción

con inscripción “1889”.

Inscripciones del siglo XX

La Fuente, 3. Aparece sobre el dintel de un balcón en el

primer piso, remarcado por una cartela recortada y con

las incisiones pintadas en rojo.

Inscripciones en relieve del siglo XX, de similar factura

Calle Gurugú, 4

Pozo de la Eras, 6

Pilón del Matadero Av. Martín Repilado, 65 Av. Pica, 14

Gitanita, 47

Como puede observarse por la última pieza, el interés por dejar constancia de la fecha de construcción de la obra

es una tradición que no ha perdido vigencia, perdurando en la actualidad.

Page 57: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 53

b) Inscripciones de nombres

Dentro de las inscripciones identificativas, también abundan las inscripciones en las que el nombre del titular

aparece grabado en la fachada, como signo de distinción.

La más sencilla puede leerse sobre el dintel de una ventana, en la calle San Pedro nº 2. Presenta únicamente el

nombre “IVAN ROXO”. Quizás se trate de un ilustre hidalgo llamado Juan Rojo, cuya presencia en Cilleros

está documentada en 1637. (*Pleito de Juan Rojo y su hermano Martín Alonso Rojo, vecinos de Cilleros.

Archivo de la Real Chancillería de Valladolid).

En la calle San Lorenzo nº 6 aparece otra muy sencilla, sobre el dintel de la ventana, figurando el nombre

(Francisco) y apellido del titular, junto a la fecha: “FRºCO - OBREGON. AÑO 1701”. El apellido Obregón es

muy frecuente en nuestra localidad, y hablaremos de él más adelante.

Otros dinteles, añaden junto al nombre algún adorno o elemento distintivo, realzando una mayor posición social

o económica.

El modelo más interesante es el que incorpora una cruz de la Orden de Alcántara y una venera, en relieve

rehundido. La moldura superior del marco se corona con una cruz que sobresale a modo de arco de cortina.

Por la grafía y simbología que presentan pueden fecharse estos dinteles en el siglo XVII o principios del XVIII.

Calle Derecha nº 3. Sobre el dintel de una ventana decorada. “AºL ESTEVEZ” (Alonso Estévez).

Otra igual que la anterior, pero sin nombre, sobre la puerta de un balcón en la calle Derecha número 6. Es un

dintel reutilizado, ya que en las jambas laterales no aparece la continuación de las molduras.

En la calle Pozo nº 18, un dintel partido en su parte inferior, que ha sido recolocado a nivel del suelo tras la

remodelación de la vivienda. “JºV COZDEZO” (Juan Cordero).

Page 58: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

54 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

En la calle La Fuente, 31 hay una inscripción que se lee solo en parte y en la que se hace referencia al

propietario de las casas y a la fecha de realización.

c) Cruces de San Juan

Otras veces el signo de hidalguía se pone de manifiesto mediante la aparición de relieves de cruces patadas,

similares a las de la Orden de Malta o de San Juan. Aparecen grabadas en solitario, centradas en el dintel de

puertas y ventanas. Suelen representarse en relieve, inscritas en un círculo.

Dintel de ventana en la calle El Pozo nº 22.

Presenta un borde mixtilíneo decorado con tres pomos o perlas

y arriba en el centro una cruz de San Juan.

Dintel reutilizado en una ventana en calle González Fiori,

41. Entre un doble arco conopial aparece una cruz con

los bordes ajustados al círculo.

Dintel sobre un balcón, en la calle La Fuente 8 con el relieve de una cruz patada. En su reutilización se labró el marco por

lo que la cruz quedó mutilada en su parte inferior.

Dintel reutilizado en la misma forma que el anterior. Se

encuentra sobre una ventana en la calle Las Flores, 7. La cruz

está rehundida, sin círculo exterior.

Dintel de ventana en calle Pizarro, 10.

Cruces patadas, en relieve, inscritas en un círculo, en la calle

Derecha, 28 y calle La Iglesia, 31.

Dos ejemplares similares en la misma vivienda, en calle

Pizarro, 8.

Page 59: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 55

6.3. MOTIVOS ORNAMENTALES O SIMBÓLICOS

Otras inscripciones tienen un carácter puramente decorativo, en las que abundan las formas abstractas y las

composiciones de mayor complejidad, mostrando a veces una simbología de más difícil interpretación.

Sobre el dintel de la puerta en la calle Derecha nº 25 aparece una inscripción en la que vemos congregados en

una sola pieza los tres tipos de elementos que estamos describiendo: motivos religiosos, identificativos de la

fecha y nombre del propietario, así como ornamentales. Se trata de una pieza recortada por los extremos, y en

cuyo centro aparece una curiosa imagen cruciforme, en torno a la cual aparece inscrito “Año de 1779”, y el

anagrama cristiano “Jesús, María y José”. En la parte superior, a la izquierda figura el nombre del propietario de

la vivienda, Xavier Pérez, y en la derecha, aparece otra línea más confusa, aunque parece tratarse de una

dedicatoria a la patrona de la localidad “Ntra. Sra. de Navelonga”.

En la calle derecha, sobre el dintel de un balcón, en el número 12 aparece un escudete con la Flor de Lis,

flanqueada por otros en los que se representan símbolos gremiales, destacando algunos elementos propios de

oficios como el de carpintero (unas tenazas y una azuela), panadero (una pala y lo que parece una marca de

pan), segador (con la guadaña y un haz de trigo) y a la izquierda lo que parece una herradura o una collera, en

representación de herrador o arriero. El dintel está decorado en su parte inferior con un pometeado de tres bolas.

En la calle Callita número 8, adornando el dintel del balcón, encontramos un curioso relieve, de gran

expresividad y de una sencillez propia del arte popular, en el que podemos apreciar una figura humana entre dos

cuadrúpedos.

El personaje aparece de pie, en el centro, vestido con una camisa o sayo y unas calzas, agarrando a ambos

animales por sus orejas o cuernos, en clara actitud protectora o dominante.

La pieza es de muy difícil interpretación, aunque, por su composición parece estar relacionada con la

representación del “señor de los caballos” muy frecuente en la iconografía ibérica y orientalizante, en el que un

personaje sujeta dos caballos, uno a cada lado, aunque en nuestro caso más que de caballos, se trataría de dos

bóvidos, o a lo sumo de una vaca y un caballo.

Podríamos estar ante la representación de una divinidad protectora del ganado, aunque más bien se trataría de la

representación idealizada de un personaje perteneciente a un grupo social dominante, propietario de los

animales o que controlara el territorio dedicado a zona de pastos.

Page 60: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

56 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Este modelo iconográfico pervivió hasta el arte románico, en donde encontramos también representaciones

similares, variando los animales que flanquean la figura central.

Resulta muy difícil precisar la cronología de la pieza, ya que por su simbolismo, estilo artístico y vestimenta del

protagonista su datación podría abarcar desde el periodo prerromano hasta el siglo XV, aunque por la

decoración de clavos que presenta el relieve en su parte inferior habría que inclinarse más por la fecha más

tardía. (*Para profundizar más en sus

detalles descriptivos e interpretación

ver “Piezas romanas e hispano visi-

godas en Cilleros” de Antonio Calero

Viñuela).

En la calle Hernán Cortés nº 14, en una

casa de nueva construcción, se han

reutilizado cuatro dinteles muy deco-

rados, de simbología muy popular, que

están fechados en 1849 (ya nos hemos

referido a ellos en las páginas 47 y 52).

Los dos restantes presentan también

elementos geométricos, florales y

animales, en relieve y bajo relieve, en

perfecta simetría. En el primero

observamos cuatro hojas y dos aves

sobre ondas geométricas, enmarcado

todo ello entre dos pináculos. En el otro

se ve representado un trébol entre dos

volutas.

En la calle Pizarro, en una vivienda restaurada

hace algunos años, aparece este conjunto de

símbolos poco habituales. El número 8, que se

corresponde con el que ocupa la vivienda en la

calle, viene flanqueado por dos símbolos del

zodiaco: Acuario y Libra.

En la calle Darío

Bacas nº 12, junto a

la fecha de 1829,

aparece grabado en

la piedra, el número

que tendría la

vivienda en ése

año: el “Nº 45”, que

es exactamente el

que le correspondería si numeráramos la calle

Derecha en dirección inversa.

Otra forma aún más popular de inscripciones que

ha llegado a nuestros días es la que presenta un

carácter de meros graffitis, como los realizados

sobre la fachada de la Ermita de San José.

_____________________________________________________________________

__

Otro graffiti en la calle La Iglesia

nº 27 con las iniciales del autor.

Más difícil de contemplar por el desgaste que presenta y

de más difícil interpretación es esta inscripción en la

calle Angustias número 3, donde junto a tres letras

aparecen símbolos geométricos en los que parece

descubrirse la estrella de David.

Dinteles en calle Hernán Cortés, 14.

Page 61: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 57

En la calle Derecha, hoy Darío Bacas, número 52, se puede contemplar una lápida conmemorativa de mármol,

dedicada a la memoria del ilustre inventor cillerano D. Darío Bacas Montero, colocada en 1924 sobre la fachada

de la casa donde nació.

Para terminar este capítulo, hemos reservado una de las muestras más singulares de nuestra arquitectura popular

en la que se concentran la mayor parte de elementos simbólicos de los que hemos venido hablando en este

trabajo. Se trata de una ventana en la calle del Peso nº 10 cargada de motivos decorativos. En el dintel aparecen

dos cruces patadas o de Malta, y una flor de seis pétalos, inscritas en círculos. Aparece el nombre del poseedor y

la fecha: “FRASº PÉREZ. AÑO DE 1732” junto a una cruz. Bajo el alféizar dos rosetas entre dos círculos, dos

veneras y diferentes motivos geométricos. Presenta a cada lado una ménsula decorada, con el relieve de un

rostro humano una, y otra, con una imagen cruciforme de tres aspas, rodeada por un círculo en su parte frontal, y

un aspa enmarcada en un rectángulo en la inferior.

Toda esta decoración esconde una interpretación simbólica que hoy se escapa a nuestra comprensión, aunque en

las líneas siguientes vamos a intentar descifrar en la medida de lo posible.

Page 62: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

58 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

6.4. SIMBOLOGÍA

Este tipo de inscripciones, tan abundantes en la decoración popular, fueron concebidos originalmente como

símbolos de carácter mágico o religioso, y fueron colocados sobre las fachadas de las viviendas con una

finalidad protectora, próxima a la superstición.

Muchas tienen su origen en el mundo funerario, teniendo la misma finalidad: proteger la morada de los difuntos,

para el caso de las tumbas, y la de los vivos, para el caso de las viviendas.

A lo largo de la historia, este carácter simbólico original se ha perdido, pero aún así, estos símbolos se han

seguido incorporando en la decoración de las fachadas, transmitiéndose de generación en generación, aunque ya

con una función meramente ornamental.

El repertorio de motivos que más abunda está formado por los siguientes símbolos:

a) Cruces

El símbolo de la cruz ha sido utilizado, incluso desde antes de la aparición del cristianismo, como signo de

protección. Por ello, en el arte popular este símbolo aparece grabado en las entradas de las viviendas, con la

finalidad de bendecirla y protegerla.

También se ha constatado que estas inscripciones abundan en aquellos lugares donde la presencia judía o

conversa estuvo muy arraigada, para dar a entender con su presencia la condición de auténticos cristianos de sus

moradores. En otros casos se utilizaban como elementos de cristianización de antiguos lugares paganos,

convirtiendo en sagrado el lugar en que se colocaban.

Especialmente en lo que se refiere a las cruces, el mundo funerario sirvió de referente iconográfico, colocándose

en las viviendas, como se ha dicho, con la misma finalidad protectora con que eran situadas sobre tumbas y

panteones.

Elementos de carácter funerario, en el cementerio y su entorno, que presentan cruces sobre una peana.

b) Cruces patadas

En Cilleros también abundan los relieves de cruces patadas sobre puertas y ventanas, a veces inscritas en un

círculo. Probablemente se trate de representaciones de la cruz de Malta o de San Juan, símbolo de los

caballeros de esta Orden Militar, apareciendo como un signo externo de prestigio.

Page 63: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 59

c) Rosetas

La roseta o flor hexapétala, es la representación de una flor de seis pétalos tratándose de la figura simbólica más

habitual de la arquitectura popular de nuestra comarca. Originalmente se la considera una variante de los signos

universales de carácter astral, como las estrellas, ruedas, espirales, esvásticas, etc., que adquirió un carácter

funerario y de ultratumba. Aparece representada desde la prehistoria, prácticamente en todas las culturas

antiguas, aunque su máxima difusión la alcanzó con la cultura romana, especialmente en el ámbito funerario en

la provincia de Lusitania. Del mundo romano se ha ido transmitiendo hasta nuestros días, hasta el punto que en

la actualidad está asociada esta imagen con la identificación de nuestra comarca. A veces aparece representada

con cuatro u ocho hojas. Junto con la cruz, se consideran figuras sagradas desde tiempos remotos.

El Peso, 10 La Salud, 1 La Iglesia, 33 El Viñal, 10

Con el mismo fin protector que cruces y otros símbolos, se siguen

colocando en ventanas y balcones las palmas o ramas de olivo

bendecidas, extendiéndose en tiempos más modernos la

costumbre de colocar a la entrada de las viviendas la imagen del

Sagrado Corazón de Jesús, o algún tipo de sentencia, implorando

a Dios la bendición de la casa y sus habitantes. En el mismo

sentido hay que interpretar las herraduras inscritas en la puerta de

entrada de algunas viviendas, como éstas en González Fiori, 30

(Derecha).

d) Veneras

Se trata de la representación de vieiras o conchas de peregrinos. Es un símbolo de la peregrinación jacobea, y

por tanto está relacionada con los peregrinos y con la Orden de Santiago. En Cilleros aparece en varias

ocasiones, acompañando a la cruz de Alcántara, en dinteles de ventanas, y bajo el alféizar de otra. En la ermita

de San José se encuentra otro ejemplar, en relieve sobre la portada.

Veneras en calle Derecha 3 y 6, Pozo 18 y Peso 10 y en Ermita de San José.

En el interior de la Iglesia Parroquial, en la base del antiguo

púlpito también aparecen relieves de bolas y conchas, que

en este caso estarían relacionadas más bien con el

sacramento del bautismo.

Ejemplos de rosetas en fachadas y balcones de Cilleros

Page 64: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

60 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

e) Flor de lis

Cuando no aparece como elemento heráldico, lo hace como símbolo religioso cristiano, representando a la

Virgen María y a veces a la Santísima Trinidad. En Cilleros lo encontramos en forma de escudete en un dintel

de la calle Derecha y otro posible en Muñoz Chaves, que se encuentra cortado en su parte superior. En la calle

Las Parras, 2 aparece forjado sobre la reja de una ventana.

f) Cabezas

La presencia de cabezas y caras en la arquitectura popular, guarda relación con las esculturas que representan

cabezas de guerreros propias de la cultura celta y del ámbito castreño, conocidas como “cabezas cortadas”, que

solían empotrar en los muros de sus castros y viviendas. Esta práctica tuvo su origen en la costumbre que tenían

los celtas de cortar las cabezas de sus enemigos muertos en combate para ofrecerlas a los dioses o para

colocarlas a la entrada de sus viviendas como trofeos de guerra o con una finalidad protectora. También

podemos estar ante la representación de divinidades o genios relacionados con el agua, especialmente en lo que

se refiere a los ejemplares que aparecen incrustados en las fuentes del Porcarizo y del Matadero. De la cultura

celta pasó al arte medieval adornando capiteles y fuentes, llegando a nuestros días, ya como elementos

meramente decorativos.

Ejemplares de cabezas y caras en las fuentes del Porcarizo y Matadero, y en las calles Peso, 10 y Derecha, 28.

g) Gárgolas

En ésta categoría podemos incluir los dos ejemplares que encontramos en Cilleros. Una en la Torre Campanario

y otra en la calle González Fiori número 26. Estos elementos tenían originalmente una finalidad práctica, que

era expulsar el agua de lluvia fuera de los edificios para evitar su erosión, aunque con el tiempo adquirieron un

carácter decorativo, adoptando formas fantásticas y grotescas con un significado simbólico, como si se tratara de

seres guardianes y protectores del edificio. En la salida de un canalón metálico de desagüe en la calle San

Lorenzo, 24 vemos la representación de lo que parece ser la cabeza de un dragón.

Aunque el origen de todos estos elementos se pierde en la noche de los tiempos, su auge se alcanzaría entre los

siglos XVII y XVIII, cuando la profunda religiosidad barroca de la época hará proliferar este tipo de

manifestaciones, en las que entremezclan elementos propios de la iconografía cristiana con otros relacionados

con viejas supersticiones paganas.

Page 65: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 61

7. PIEZAS HERÁLDICAS

El título de hidalguía implicaba para su poseedor, entre otros derechos, el de usar blasón y poder lucirlo en sus

propiedades. Por ello, para dejar constancia de la pertenencia al más alto escalón de la jerarquía social y destacar

su elevada posición, los grupos más privilegiados de la localidad, se hacían grabar sobre las fachadas de sus

viviendas, sus personales escudos nobiliarios.

En Cilleros aún se conservan bastantes y buenos ejemplares de estas piedras armeras, distintivos heráldicos que

nos hablan de la nobleza de sus propietarios.

7.1 LOS BALLESTEROS

El motivo más frecuente en las representaciones heráldicas de Cilleros es el correspondiente a los Ballesteros,

apellido muy común en la localidad, simbolizado por medio de pequeños y sencillos escudetes de perfil gótico,

apuntados en los extremos, casi todos de la misma época por sus similares características artísticas, que se

concentran en la calle González Fiori, con dos ejemplares, otros tantos en la Calle Hernán Cortés y en la de San

Lorenzo.

Todos representan una ballesta, en la que destaca claramente el disparador, viniendo acompañada en algunas

ocasiones por dos saetas. Suelen aparecer grabadas en relieve rehundido.

Este blasón casi puede considerarse un modelo exclusivo de Cilleros, ya que no he encontrado precedentes en

otros pueblos de nuestro entorno, a pesar de estar documentado en los mismos el apellido Ballesteros.

Dintel sobre la puerta del balcón, en la calle Hernán Cortés nº 4. Escudete en G. Fiori, 10.

Dintel sobre ventana en calle San Lorenzo nº 46. Otro ejemplar en G. Fiori, 29.

Antiguo dintel reutilizado. Actualmente se encuentra empotrado en el muro de la vivienda sita en calle Hernán Cortés

número 16. A la derecha detalle del escudo, que aparece seccionado en su parte inferior.

Page 66: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

62 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

En el muro interior del ábside de la Iglesia, en el lado del Evangelio, nos encontramos con otro de estos

escudetes, inscrito sobre un sillar. Sobre el mismo aparece la siguiente inscripción “ESTA OVRA SE

COMENÇO I ACAVO / MARTIN VARON MAIORDOMO”. (*Florencio J. García Mogollón. Viaje por los

pueblos de Sierra de Gata). Teniendo en cuenta que esta parte de la Iglesia fue ejecutada a mediados del siglo

XVI, por esta inscripción podemos datar estos escudetes de Ballesteros en esta época.

En la Ermita de Navelonga, sobre la base de una columna de los soportales de la entrada meridional, aparece

también inscrita una ballesta, similar a las de los ejemplares anteriores aunque más esquemática. Aparece junto

a la fecha en que se añadieron estos pórticos, “Año

de 1792”.

También está relacionado con este apellido un

curioso relieve que se encuentra en la calle

González Fiori número 6 y en el que puede verse

un soldado o un cazador, tensando su ballesta, con

indumentaria de finales del siglo XV o principios

del XVI. Podemos estar, por tanto ante la

representación gráfica de un influyente y numeroso

grupo social de ésta época, que hiciera referencia al

linaje de la familia Ballesteros o a un gremio

profesional, de cazadores o de milicias locales.

Las representaciones que aparecen en el casco

urbano están muy próximas unas a otras,

concentradas en una zona muy reducida, por lo que

podríamos estar hablando de un espacio muy concreto

ocupado por este grupo social.

7.2. LOS OBREGÓN

El escudo más conocido y mejor documentado corresponde al emblema heráldico de una ilustre familia

cillerana, la de los “OBREGÓN”. El primero de la saga fue Pedro Obregón, que obtuvo el reconocimiento de su

nobleza en 1515, en virtud de carta de ejecutoria de hidalguía de ésa fecha, en la que aparece la descripción

detallada de sus armas:

“En azur, una barra, de plata engolada en dragantes de sinople, acompañada a la diestra de una mano de

carnación, cortada y sangrante, horizontal, y de una espada desnuda, de plata, guarnecida de oro, puesta junto a

la mano en situación de barra; acompañada a la siniestra de tres flores de lis, de oro, mal ordenadas, y de tres

calderas del mismo metal, debajo de las flores de lis” (*Carta de ejecutoria de 1515. Nobiliario de

Extremadura).

En virtud de esta ejecutoria podemos hoy contemplar en la calle de La Iglesia nº 16 un magnífico escudo

heráldico que se ajusta exactamente a la descripción anterior.

El escudo aparece esculpido en el interior de un

marco en relieve. Está coronado por un yelmo

del que salen unos penachos de plumas, propio

de militares, caballeros e hidalgos, adornado

con lambrequines y rodeado de una cartela

barroca. Sobre la parte superior aparece inscrito

el nombre de la familia: “OBRE GON”.

En el dintel de una ventana, en la calle San Lorenzo nº 6, como ya vimos, también encontramos una inscripción

referente a esta familia, que reza: “Francisco Obregón. Año 1701”.

Inscripción en el interior de la Iglesia.

A la derecha, detalle del escudo.

Inscripción en

Ermita de

Navelonga.

Relieve en G. Fiori, 6.

Page 67: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 63

7.3. OTROS ESCUDOS NOBILIARIOS

En la calle Derecha, colocado de esquina, sobresaliendo sobre el “cantón” de la vivienda nº 15, aparece otra

pieza heráldica de bella factura.

El escudo tiene el contorno apuntado, y viene cuartelado en cruz. En el

primero un león rampante, en el segundo sobre un estandarte una mano

empuña un alfanje. En el tercero dos corderos colocados en palo, y en el

cuarto una cabeza de varón.

El escudo viene igualmente

timbrado con un yelmo emplumado,

y adornado con un abigarrado

conjunto de hojas entrelazadas que

cuelgan del casco rodeando el

escudo.

Presenta el siguiente lema: “DEVS

VU

MILES EXAL TAT”.

Según algunos autores, este escudo

pertenecería a Juan Francisco

Cordero y Gómez de Obregón,

natural de Cilleros y Maestre de

Campo, que presentó pruebas para

la concesión del Título de Caballero

de la Orden de Santiago en el año

1639, cuyo documento se conserva en el Archivo Histórico Nacional. (*Luis Ramajo, en cilleros.blogspot.com)

Este escudo está asociado a un escudete más pequeño, que se encuentra en la misma vivienda, el cual presenta el

mismo contorno, y en su interior un único campo con la cruz de la Orden de Santiago.

Sobre este escudete aparece una inscripción de muy difícil lectura en la que se puede leer el nombre de

“ANTON _AR_ _” siendo ilegible el apellido, que podría corresponderse con “VARON” o “MARTÍN”.

Escudo en

C/. Iglesia, 16.

Page 68: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

64 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

A pesar de encontrarse en la misma vivienda no es seguro que ambos escudos pertenezcan al mismo personaje,

ya que el segundo está claramente recolocado sobre lo que fue el hueco de una ventana, por lo que puede

tratarse de una pieza de acarreo.

En la calle Hernán Cortés nº 9 hay un bello escudo de

mármol con un perfil de estilo barroco, propio del siglo

XVIII.

Está cuartelado por una cruz flordelisada que es la de

Alcántara, y presenta en el primer campo dos brazos

armados, empuñando un bastón de mando o cetro, con

bordura cargada de ocho soles y de ocho “T” (Tau). El

segundo contracuartelado, 1º y 3º con león rampante y 2º y

4º dos fajas. El tercero jaquelado con tres tiras verticales y

cinco horizontales. El cuarto presenta cinco hojas de higuera

puestas en aspa. Se adorna con motivos vegetales y tres

borlas a cada lado. Se timbra con una corona de Marqués.

Estos escudos, por sus características y diseño deben

fecharse hacia los siglos XVII y XVIII, y debieron

pertenecer a algún hidalgo, caballero o autoridad municipal

que habitó estas mansiones.

Otra interesante muestra de escudo heráldico en Cilleros es

el enigmático escudo que se encuentra bajo una ventana, en la calle La Fuente nº 10, que figura vacío de

contenido, como si alguien hubiera pretendido borrar de la memoria el recuerdo de su significado.

Para entender los motivos de esta ocultación intencionada, hay que remontarse al año 1812, cuando las Cortes

de Cádiz decretaron la abolición de los señoríos y la supresión de todos los privilegios jurisdiccionales,

ordenando a todos los Ayuntamientos “quitar y demoler todos los signos de vasallaje” de los lugares públicos,

eliminándose cualquier símbolo que recordara la opresión sobre el pueblo llano de antiguos señoríos o

instituciones.

Este escudo debió pertenecer a este grupo. Y efectivamente podemos descubrir, aunque con bastante dificultad,

que el motivo principal del cuerpo central no es otro que el emblema de la Inquisición, representado por las

armas del Santo Oficio: una cruz latina en el centro, y a ambos lados una espada, que simboliza el trato a los

herejes, y un ramo de olivo a la derecha, en relación con la reconciliación de los arrepentidos. Sobre estos

símbolos aparece, más visible, una cruz floronada de Alcántara.

El perfil es de estilo francés, apuntado en su parte inferior, y viene rodeado por una cartela característica del

siglo XVII. Bajo el escudo una cruz de brazos abalaustrados y una inscripción en la que se puede leer “MART.N

BA+ZOZ RODRIG.

Z” (“MART. BALLEST. RODRIG.”, según Luis Ramajo), que se correspondería con el

nombre del familiar del Santo Oficio que ordenó esculpir este emblema en la fachada de su mansión.

Page 69: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 65

7.4. ARMAS REALES

a) Escudo de los Reyes Católicos

La referida orden de las Cortes de Cádiz, que mandaba quitar y demoler todos los signos de vasallaje, supuso

también la destrucción de numerosos Rollos y Picotas existentes en las poblaciones, entre las que encontraría

Cilleros. Los restos de dicha “Picota” aparecieron enterrados en las afueras de la villa, en el Barrio de la Pica,

junto al camino donde estaría emplazada originariamente.

Sobre uno de los tambores del fuste que ha llegado hasta

nosotros, aparece en relieve un escudo con las armas de los

Reyes Católicos, posterior a la conquista del Reino de Granada.

El escudo viene cuartelado en cruz. Primero y cuarto

contracuartelado de Castilla y de León; segundo y tercero de

Aragón, partido de Aragón y Sicilia; entado en punta de

Granada.

El blasón presenta un perfil apuntado en los extremos y se acola

con el águila pasmada de San Juan, divisa de la Reina Isabel,

del que solo se aprecian las alas, al faltar la parte donde iría la

cabeza, que vendría en el tambor superior, que no se conserva.

Actualmente los restos de este monumento se encuentran en el

jardín de una vivienda particular en la calle del Porcarizo

número 3, en La Pica.

b) Escudo borbónico

Sobre la cornisa del edificio del Ayuntamiento, sobresale un precioso escudo del Rey Carlos IV de Borbón, que

reinaba en la época en la que se fecha el edificio, 1789.

Se trata de un escudo pequeño ovalado, y trae por armas: Un Campo cuartelado en cruz; primero y cuarto de

Castilla, segundo y tercero de León. Sobre el todo un escusón oval con tres flores de lis puestas de dos y una,

propio de la dinastía Borbón.

El blasón se orla con el collar de la orden del Toisón de Oro, con la curiosa anécdota que en vez de presentar un

carnero lo que se distingue claramente es la imagen de un cochino, lo que ha dado lugar a algunas leyendas

populares sobre esta peculiaridad.

El blasón aparece enmarcado y adornado con cartelas, timbrándose con una corona cerrada volada. Bajo el

mismo, sobre una peana, se lee la inscripción “ADMDCCLXXXIX”: Año de 1789.

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66 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

EPÍLOGO

Cilleros cuenta actualmente con una población que no alcanza los 2000 habitantes, aunque su núcleo urbano

llegó a albergar a más de 4000 personas en la década de 1950, momento de máximo esplendor demográfico.

Sin embargo, a partir de ésa fecha, surge en toda Extremadura el fenómeno de la emigración, que empuja a los

habitantes de las zonas rurales más desfavorecidas a abandonar sus pueblos y marchar hacia regiones más

industrializadas, dando así comienzo un progresivo declive demográfico y un envejecimiento poblacional, en el

que todavía estamos inmersos.

Este éxodo migratorio, unido a los cambios

socioeconómicos experimentados por la sociedad

extremeña en el siglo XX, llevó aparejado un lento

proceso de abandono de los cascos históricos de los

pueblos.

Los cambios en el estilo de vida de las gentes,

conllevaron igualmente al abandono de muchos

espacios vernáculos de carácter económico y

habitacional, al haber desaparecido la necesidad

práctica para la que habían sido construidos,

careciendo ya de sentido mantenerlos y

conservarlos.

La vivienda tradicional fue perdiendo importancia

en perjuicio de otra, más funcional, que fue

surgiendo en los nuevos barrios de la periferia,

carentes ya de todo interés etnográfico.

Todo ello trajo consigo el consiguiente deterioro y

desaparición de una importante parte del patrimonio

tradicional que albergaban nuestros pueblos, al que

Cilleros no ha sido ajeno.

Sin embargo, a pesar de este proceso de abandono y

destrucción, Cilleros, aún cuenta con un rico

patrimonio cultural que ha logrado sobrevivir al

paso del tiempo y del que hoy podemos disfrutar al

recorrer pausadamente sus calles.

Por ello, la finalidad principal de este trabajo será dejar constancia gráfica de estos detalles arquitectónicos de

carácter popular que aún se pueden contemplar en nuestra localidad y que a duras penas han llegado hasta

nosotros, constituyendo un catálogo descriptivo que pueda servir de guía al visitante, para que pueda disfrutar

de ese pequeño-gran tesoro que esconden las calles, casas, fachadas, puertas y ventanas de nuestro pueblo.

Y por supuesto aprovechar la ocasión para inculcar a todos una actitud más positiva y responsable respecto a la

protección de un patrimonio que poco a poco ha ido desapareciendo y que podemos perder definitivamente si no

le ponemos remedio, concienciando especialmente a propietarios y poderes públicos de la obligación que

tenemos de conservar, para transmitir a generaciones venideras, estos detalles de patrimonio menor, que forman

parte de la memoria colectiva de nuestro pueblo y constituyen todo un símbolo de nuestra identidad cultural.

Agu + 2014

Page 71: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 67

BIBLIOGRAFÍA

Cilleros

Historia de Cilleros y Costumbres de Cilleros. Revista El Caño Jose Luis Rodríguez Plasencia

Historia de Cilleros. (cilleros.blogspot.com) Luis M. Ramajo Correa

Piezas romanas e hispanovisigodas en Cilleros (XII Jornadas de Hª Llerena) Antonio Calero Viñuela

Cilleros en los mapas Antonio Mateos Martín

DARÍO BACAS. Ingeniero Naval (1845-1913). Diputación de Cáceres. 1998 Pilar Bacas Leal

La Ciencia, la Técnica y la Sociedad en la Extremadura de entresiglos.

La figura de Darío Bacas (1845-1913)

I Jornadas de Historia y Cultura de

Sierra de Gata

Padrón de Vecinos de Extremadura 1829. (Cilleros) Hispagen

El habla de Cilleros (Revista Alcántara 72-73) Jose Luis Rodríguez Plasencia

Actas de Sesiones de Plenos Excmo. Ayuntamiento de Cilleros

Datos del Registro Civil de Cilleros Registro Civil de Cilleros

Sierra de Gata

Viaje artístico por los pueblos de Sierra de Gata. Catálogo monumental Florencio J. García Mogollón

Historia de la Sierra de Gata. Sus hombres y sus pueblos Domingo Domené Sánchez

Sierra de Gata, encuentro con la tradición rural Adisgata

Arquitectura y vida en Sª Gata en el siglo XIX y hasta mediados del s. XX Silvia Pérez Simón

La Sierra de Gata a través de sus topónimos Pedro Pérez Claros

Guía Arqueológica de la Sierra de Gata (1ª muestra, junio de 1985) Miguel Figuerola

Inscripciones romanas de la Sierra de Gata Miguel Figuerola

Figuras y rostros pétreos en Sierra de Gata (Revista Alcántara 67) Jesús Carlos Rodríguez Arroyo

Arquitectura eclesial del siglo XVI en la Sierra de Gata Sánchez Lomba

O Val de Xálima a vista de andurinha. Guía H. y C. de San Martín de Trevejo J. L. Martín Galindo

Torre de Don Miguel. Historia de una villa rural de la Baja Edad Media I y II Telesforo Torres González

Descargamaría. Un pueblo de la Sierra de Gata García Delgado

Acebo 1753. Una mirada desde Sierra de Gata Julián Puerto Rodríguez

Descubriendo Acebo. Perspectiva histórica y socioeconómica de un municipio de

Sierra de Gata

Jesús Carlos Rodríguez Arroyo

Valverde del Fresno. Retazos de su historia Florentino Parra Iglesias

Salvaleón: ciudadela fantasma y enclave legendario Enrique Burguet Fuentes

Carta de Privilegio y Confirmación a la Villa de Moraleja Excmo. Ayuntamiento de Moraleja

Los Pajares. Arquitectura vernácula y paisaje cultural Junta de Extremadura

Extremadura

La Orden de Alcántara y Extremadura (siglos XII-XIV) Feliciano Novoa Portela

La Orden de Alcántara (Revista de Estudios Extremeños) REEX. Tomo LXIV

Las tierras de Alcántara: dólmenes, puentes y caballeros Diputación de Cáceres

Los nombres de Extremadura. Estudios de Toponimia Extremeña Antonio M. Castaño Fernández

Toponimia y arqueología en la provincia de Cáceres Jose Mª Fernández Corrales

La Toponimia de la Tierra de Coria Fco. José Casillas Antúnez

Historia y Toponimia de la Tierra de Coria (Revista Alcántara 68) Fco. José Casillas Antúnez

Historia de los nombres de las calles y de las puertas de la muralla de la ciudad

de Coria

Alejandro Valiente Lourtau

La invención de las Hurdes (Cuadernos Populares 27 y 28) Mauricio Catani

Arqueología

Extremadura Arqueológica V Junta de Extremadura

Corpus de Inscripciones latinas de Coria Sánchez Albalá y Vinagre Nevado

Los árboles de piedra. Rollos y picotas de la provincia de Cáceres Museo de Cáceres

La Picota. Figuras delincuentes Bernaldo de Quirós

Cabezas cortadas Jose María Blázquez Martínez

Las “cabezas cortadas” en la Península Ibérica Guadalupe López Monteagudo

La estela funeraria en la Península Ibérica. Desde los orígenes a nuestros días Carlos de la Casa

Los relieves del “domador de caballos” y su significación en el contexto

religioso ibérico. 1997

Marín Ceballos y Padilla Monge

Gárgolas de la Provincia de Cáceres F. Vicente Calle Calle

Page 72: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

68 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

Arquitectura Popular

Arquitectura Militar de la Orden de Alcántara en Extremadura Antonio Navareño Mateos

Arquitectura y urbanismo de Coria: siglos XVI-XIX Antonio Navareño Mateos

Arquitectura popular extremeña. Segunda Monografía de Estudios de Arte ARTE

Arquitectura Popular de Extremadura (Cuadernos Populares nº 8) Juan C. Rubio Masa

Extremadura Popular. Casas y Pueblos Alberto González Rodríguez

Extremadura en el corazón. Un canto a la Cultura Rural. Crónicas desde Ceclavín. Hnos. Herrero Uceda

Antropología Cultural en Extremadura. Primeras Jornadas de Cultura Popular Asamblea de Extremadura

El Valle del Jerte. Propuesta de Turismo Rural Fernando Flores del Manzano

Dinteles y jambas en la arquitectura popular salmantina Mercedes Cerón Peña

Los canteros Lieves y Maeda en la Baja Extremadura del siglo XVI Juan Miguel Fernández Sánchez

Cuadernos de Campoo (Cantabria)

PIEDRAS CON RAÍCES. La revista de nuestra arquitectura vernácula ARTE

Religiosidad Popular

La religiosidad popular. I. Antropología e historia Varios autores

Hombres, ritos y Dioses. Introducción a las Historia de las Religiones Francisco Díez de Velasco

Religión, rito y ritual durante la protohistoria peninsular. El fenómeno religioso

en la cultura ibérica

Adolfo J. Domínguez Monedero

Creencia popular y naturaleza: la pervivencia del antiguo culto a las aguas

en la provincia de Cáceres

Antropología Cultural Extremeña

Las minorías étnico-religiosas en la Extremadura Bajomedieval Ángel Bernal Estévez

Red de Juderías de Cáceres Diputación de Cáceres

El secreto de los Peñaranda. El universo judeoconverso de la Biblioteca de Barcarrota Fernando Serrano Mangas

Page 73: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Agustín Flores Mateos 69

CALLEJERO

Page 74: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

70 Cilleros. Detalles de su arquitectura popular

ÍNDICE

1. EL TERRITORIO .................................................................................................................. 1

2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS ........................................................................................ 2

3. EL CASCO URBANO ........................................................................................................ 10

3.1. LA PLAZA MAYOR .............................................................................................. 10

3.2. SUS CALLES.......................................................................................................... 13

4. LA CASA TRADICIONAL ................................................................................................ 15

4.1. ESTRUCTURA INTERIOR ................................................................................... 15

4.2. LA FACHADA ....................................................................................................... 16

4.3. ALEROS Y TEJADOS ........................................................................................... 21

4.4. TORREONES ......................................................................................................... 21

4.5. MUSEO ETNOGRÁFICO ...................................................................................... 24

5. PUERTAS, VENTANAS Y BALCONES .......................................................................... 25

5.1. PUERTAS ............................................................................................................... 26

5.2. VENTANAS ........................................................................................................... 35

5.3. BALCONES ............................................................................................................ 39

6. RELIEVES E INSCRIPCIONES ........................................................................................ 43

6.1. MOTIVOS RELIGIOSOS ...................................................................................... 43

6.2. MOTIVOS IDENTIFICATIVOS ........................................................................... 49

6.3. MOTIVOS ORNAMENTALES O SIMBÓLICOS ................................................ 55

6.4. SIMBOLOGÍA ........................................................................................................ 58

7. PIEZAS HERÁLDICAS...................................................................................................... 61

7.1 LOS BALLESTEROS .............................................................................................. 61

7.2. LOS OBREGÓN ..................................................................................................... 62

7.3. OTROS ESCUDOS NOBILIARIOS ...................................................................... 63

7.4. ARMAS REALES ................................................................................................... 65

EPÍLOGO ................................................................................................................................ 66

BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................... 67

CALLEJERO DE CILLEROS ................................................................................................. 69

Page 75: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular
Page 76: Cilleros. Detalle de su Arquitectura Popular

Excmo. Ayuntamiento de Cilleros