cien estrellas€¦ · que habita en cada vuelo de tus pestañas... es un instante, quizá no más...
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Cien Estrellas
Miguel Culaciati
Poesía Esencial
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Culaciati, Miguel Juan Cien estrellas / Miguel Juan Culaciati. - 1a ed . - Rosario : Miguel Juan Culaciati, 2016. 104 p. ; 20 x 14 cm.
ISBN 978-987-42-2089-9
1. Poesía. I. Título. CDD A861
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Escribo para que la muerte no tenga la última
palabra...
Odysseas Elytis
I
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Te encuentro al fin del largo camino
que lleva al principio
en las palabras que se pronuncian en silencio
en todo lo que adivino al dejar de buscar...
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Con delicadeza de artesano
dibujo palabras
que construyen puentes
Con tenacidad de soldado
atravieso esos puentes
para llegar hasta vos
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Eres mi deseo más urgente
la razón del ansia
el argumento de la luz
la evidencia del sueño
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Amanecen mis ojos
a la vida de un jardín
a la transparencia de un cielo
donde cada flor
cada nube y cada pájaro
me hablan de vos
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Me voy a dejar crecer las alas
al sol de tu amor
y en el cielo del sueño que estés soñando
voy a dibujar una niña
una estrella y una flor
para que te cuenten
cómo te amo, cuánto te amo...
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Cómo nombrar tu aroma ?
Con qué palabra decir tu perfil
anunciar tu color, tu calor...?
De qué manera y con qué voz
gritar toda tu luz ?
Aquéllos sueños que me diste
no caben
en mi lengua
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Veo el mundo a través de una ventana llovida
mis dedos transitan
el delicado relieve
que dejó tu huella en el aire
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Anduvimos mucho
para llegar a esta orilla
y encontrar el fin del miedo
Desmontamos exhaustos
en cabal silencio
Y preparamos la ceremonia
la liberación
el nacimiento
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Tuvimos el coraje de conservar
la suficiente inocencia en los ojos
para descifrar en medio de junglas de hastío
la ilusión que aún ampara
la ternura que aún florece…
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II
Sentimos la poesía como sentimos la cercanía
de una mujer, o como sentimos una montaña
o una bahía. Si lo sentimos inmediatamente, a
qué diluirla en otras palabras, que sin dudas
serán más débiles que los sentimientos ?
Jorge Luis Borges
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Ella llega de la tierra donde nada marchita
es una palabra nueva que resplandece
un nombre
todo florecido de azahares
Cuando la noche suelte su sombra
bailará
hasta que el día
le amanezca en la mirada
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Hay una evidente señal
o más bien, una imbatible certeza
que habita en cada vuelo de tus pestañas...
Es un instante,
quizá no más de un segundo, donde cabe
toda la maravilla, toda la eternidad,
todo el milagro
Un destello donde encuentran argumento
la ternura, la belleza, la esperanza
Dicho en otras palabras:
todo lo que me resta de fe en este mundo
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Me dejo naufragar en tus brazos
porque de ellos nacen los pájaros
que me hacen libre...
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Dibujo sobre tu piel mora
letras de adobe, mapas
que nos recuerden los caminos
hacia los refugios
donde estará siempre naciendo
esta luz
que sembramos con los cuerpos
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Donde no llega la tormenta
seca y sorda de las ciudades
Sí mi saliva para mojarte los talones
sí mi boca para besarte los ojos
sí mi humedad rebalsada
para sembrarte ríos de amor blanco
vientre dentro
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A esta hora de la noche y del silencio
dibujo en el aire y de memoria
el molde de tu cuerpo
para corromper el olvido
en un abrazo de luz
donde quepan todos los soles
bajo los que nos amamos
todos los sueños
donde perduramos
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Sí,
quizá nuestros días, aquéllos sueños
sean apenas un espejismo
en el páramo del pasado
un recuerdo enarenado
una pluma suspendida en cualquier cielo…
Sin embargo es tu certera luz
la que brilla esta mañana
es tu nombre el que transparenta este trazo
es tu eco el que me otorga voz
Tu mar
aún baña
mis orillas
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Ella nació para ese nombre
Un temblor esperaba en el silencio hueco e
inconcluso,
en la orfandad de las mañanas
Ella vino a restaurar las certezas
a completar el entramado del deseo
las promesas del cielo, el júbilo de las flores
Cuando te pronuncio
cuando tu nombre se trasluce en el desconcierto
todo es camino, todo es verbo
y es dicha
Aburrido de sí mismo el pasado
se rinde y destiñe en el agua clara
de un mar seductor e infinito…
En todo viento hay ahora una delicada melodía
un acorde, un ritmo
Es la música que nutre mis días
mis noches, mis sueños
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Al amparo del atardecer más dulce imaginable
los senderos insondables confluyeron
nos dejamos al fin encontrar
Y fue entonces cuando los árboles fueron años
y los besos pájaros
que volaron y vuelan aún
secretos cielos de azules íntimos
y horizontes infinitos
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III
Un día llegará el día. El día de abrazarte
de desnudarte por fin
de tanta ropa y tanta espera
Julio Cortázar
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En un café cualquiera
de cualquier ciudad
cualquier día
estrechar tus manos
sentir tu suave pulso
enumerar las razones del destierro
Y con los ojos llenos de pájaros
con los corazones llenos de fe
asomarnos al mundo
y al desafío...
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Nace de tu mano
mi viaje más fabuloso
el itinerario más deslumbrante
la travesía más seductora
De tu mano: el nacimiento del sueño
la razón del vuelo,
el sentido del beso
Casi inmóvil, en el roce ínfimo
desnudo de todo
emprendo marcha certera hacia el paraíso
Vuelo hacia tu amor esencial, inconmensurable
hacia luz y sombra, hacia sosiego y vértigo
Rumbo a lo mullido, a lo filoso, a lo impensado
A lo que descubren mis ojos cuando aman
a lo que tocan mis manos cuando danzan
a lo que besan mis labios cuando cantan
Ese es la travesía , el viaje al que me llevas
de retorno hacia el primer lucero
hacia la primera lluvia y el primer dulzor
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El viaje a los colores verdaderos
al interior de la semilla, al corazón del sol
Para este viaje no hay tiempos,
no hay medidas ni,
por mucho que me empeñe,
palabras que lo abarquen
Qué duda cabe:
nace de tu mano
mi viaje más fabuloso
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Quiero que sepas
que yo sé
que tu sabes
que ese abrazo que me diste
era toda tu vida...
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Casi sin darnos cuenta navegamos el amor
hasta el umbral de la luz,
hasta el preciso instante de calma
donde todo vuelve a nacer,
donde el universo piadoso
se nos vuelve a ofrecer
y del cielo llueven prodigios…
Amanecemos juntos ?
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Arrancadas del sueño que soñabas
danzan las palabras que habíamos olvidado
De la luna que resplandece
baja la llave que abre el destino :
hay ahora
un camino a todas partes
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Mujer barca
regálame la oportunidad de volver a ser pez
Devuélveme el hambre de horizonte
el anhelo del éxtasis
Llueve sobre mí tu plateada paz lunar
tu canción de caracoles
Y que sean las flores nocturnas de tu velamen
las que marquen rumbo y destino
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Dame alivio y refugio en tus manos niñas
Dame la fruta roja y deliciosa
que habita en lo más profundo de tu boca
Dame la infinitud de la luz
que nace en tus cabellos
La florida gracia de tu cintura
la oceánica profundidad de tus ojos
Dame el volcánico continente del sexo
donde nos fundimos
el delicado paraíso de la ternura
la soleada celebración del silencio
Dame, sigue dándome todo eso
pero nunca me des el misterio
jamás me libres del maravilloso azar y desafío
de tener que descubrirte,
de tener que conquistarte
día a día
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En esta honda noche
nadie llama tu nombre
sin embargo
hay un silencio que lo sostiene
una textura que lo dice
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IV
Todo lo que tocan mis manos, vuela
está lleno de pájaros el mundo
Octavio Paz
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Un velero huérfano en la playa
un navegante sin mar
un corazón náufrago
Así queda mi amor desamparado
desabrigado de vos
Varado en algún lejano confín
de tiempo, sal y olvido
Latiendo aún entre memorias de arena
y arrullos de coral
Quizá la vehemencia, el ímpetu de esta marea
pueda regresarlo hacia mí...
Quizá mi obstinada fe y este salvaje viento sur
puedan darle espesura y sustancia
a lo que mis brazos buscan estrechar
desesperadamente en el aire
esta madrugada de Abril
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Te invito a un sueño
te invito a navegar el otro lado del agua
el revés de la trama
Te invito a descubrir que hay
más allá del miedo y del cálculo
a alumbrar nuevas palabras
que digan nuevas esperanzas
Te invito a abrir el cielo
a dejar de correr tras de la nada
a lo inmenso, a lo ínfimo, a lo íntimo
Te invito a dejarnos sentir sin pudores
a desnudarnos hasta los huesos
a llovernos hasta el alma
Te invito a jugar los juegos donde nadie pierde
a la ingenuidad, a la inocencia
a ser niña
Te invito a todos los colores
a correr bajo la lluvia
a nadar el lago, a saltar el abismo
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Te invito un café en el bar de los ilusos
y una noche que sean mil
Te invito a escuchar los pájaros
amanecer las mañanas
y a las estrellas seducir cada luna
Te invito a soltar amarras
a un viaje sin rumbo ni plan ni seguros
Te invito a gritar las injusticias atragantadas
a liberar la furia
a soltar el llanto
Te invito a bailar hasta el éxtasis
a amar hasta el delirio
a no peinarte
Te invito a mis apogeos
a mis laberintos, a mis remansos
Te invito al maravilloso riesgo de la libertad
te invito a vos
para llegar a mí
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Cómo podré callar tu nombre ?
Cuándo podré decir las palabras del amor
sin decirte?
Huérfanas mis manos
buscan vanamente
otro calor, otro lenguaje
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Cómo podré callar tu nombre ?
Cuándo podré decir las palabras del amor
sin decirte?
Huérfanas mis manos
buscan vanamente
otro calor, otro lenguaje
Entre nosotros
todo adiós
será siempre un simulacro
Toda separación sólo el prólogo
de capítulos por venir
en la inextinguible
e infinita historia
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A la orilla de mis miedos
encontré tus manos tibias
y me enseñaron a navegar
sin tierra a la vista...
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La noche es esto:
el largo, el ancho
y el peso
de lo que fuimos capaces de amar
durante el día
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La vida tienta a veces con reencuentros
y no nos demoramos en inventariar
ruinas, escombros y lamentos
En la habitación más alta del hotel
el aire se ofrece luminoso
vibra perfumado, encandilante
mientras imágenes amadas renacen
celebran y danzan
La pulsión encuentra una fisura
y el amor, que sabe cuál es el roce
y cuál el llamado
besa, lame, enlaza, muerde y penetra
Al final de la noche y del relámpago
el amor como una luna de tiza
se desgrana
muta en un viento suave y ambarino
bañando cada rincón de mi soledad
con una luz dulce y sanadora
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Queda el destello encandilante
de los cuerpos amándose
queda el brillo único de brillar juntos
queda la memoria, la huella del aroma
más florido imaginable
Queda la mullida felicidad del roce,
de la caricia frágil, infinita, suavísima
Queda la eternidad de un sueño luminoso
la nutriente esperanza de encuentros por venir
Queda el sabor de un vino rojo
en el cielo del paladar
y quedan besos emperadores
hamacándose en la noche
en la brisa que despeina desde siempre
las noches caleñas
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Si fuera verdad tu ausencia
de quién el sigilo ?
de cómo el eco ?
de porqué el roce ?
Si fuera verdad tu ausencia…
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Somos dos pasajeros más
en este carrousel de sueños, desvelos
empeños y desgarros
Vamos girando,
contemplando milagros y miserias del mundo
en trescientos sesenta grados
La fuerza del misterio prístino
y cierta obstinación nos impulsan
Mientras giramos y giramos
vamos enhebrando delicados segmentos de luz,
destellos de amor, con paciencia de orfebres
Como el fugitivo en el oscuro túnel
anhelamos la luz definitiva
o al menos
un manto de misercordia
para nuestros cansados corazones
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V
Suéñame, que me hace falta
Alfonsina Storni
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Voy por la boca de esa palabra
flotando hacia el Sol
que amanece de tus ojos
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Cuando ella habla
el hastío
se deja ir
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Este amor
es un imán
del que cuelga el mundo
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Sigo tu cuerpo desnudo
cada palabra
anida en él
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Si somos
sólo sombras
no me pidas evidencias
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Salgo a buscar la vida en la lluvia
tu sonrisa
florece en todos lados
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Llevo el sol y la sal
bajo los párpados
bajo la lengua
no sé
si algún día
saldrás de mí
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De este sol
sólo me salva
la sombra
de tu nombre
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A la ribera
de tu cuerpo
se quedó soñando
el eco
de mi latido
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Vi
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo...
Pablo Neruda
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Donde y cuando el sistema auspicia
todo tipo de desencuentros
todo tipo de desvaríos
desamores
y desvínculos
aparece la poesía
uniendo
lo destejido…
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Mi amor lleva el alma vestida de flores
todo el cielo en los ojos
la inocencia en las manos
Como tierra fecunda a mi amor
le crecen pájaros en el pecho
ventanas en los labios
esperanzas en los pies
Cada mañana mi amor inaugura,
oxigena, da vida
ilumina y perfuma cada nuevo paisaje
cada conocido rincón...
Ella
danza despreocupada
la danza de los milagros
reina esplendorosa
sobre maravillas y pesares del mundo
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Y yo ya no sé
si es un ardid del borroso pasado
una promesa del mañana
o si quizá
sea esta misma lluvia
que me está lloviendo
una nostálgica noche de agosto
mientras camino por las calles de Lisboa
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Desde el vértice de la noche
trepo delicada y pausadamente
la maravilla de tu ternura
y es en la cima de tu vientre
-donde elige posarse la luz más sagrada-
que dejo dormir confiado
la inocencia de mis ojos
la esperanza de mis manos
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La sombra de tu cuerpo
en las paredes amarillas de la siesta
El viento en el río
en el río el sol
en el sol los augurios
La indómita audacia en los
corazones curtidos
y el empeño por más vida
siempre
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Nos obstinamos en hallar un nombre
que describa esto que sentimos
este asombro, este esplendor, este apogeo
Una voz que bautice esta bendición
que llame este sol que nos llueve
esta dulzura que nos envuelve
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Busco a ciegas
en el aire huérfano que dejó tu partida
el mapa del mar
donde tu cuerpo me sea isla
me sea asilo
y definitivo destino
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Ella
abre los ojos
se despereza el universo
Se desgrana en infinitos pétalos
la luz recién nacida...
Cada mañana ella abre los cielos
descorre tormentas y pesadillas
inaugura colores
sopla el aliento vital y primario
a mis movedizos y perplejos días
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Cantos de gaviotas lejanas
abren las alas del día
Luego de la tormenta
amanezco aferrado al infinito azul
de un salvaje cielo austral
La casa sola
el desamparo en mis manos
la nostalgia en las flores
se acostumbran poco a poco
al vacío y al silencio
Camino ciego
asumo tu ausencia
y comprendo que
desde la calma o el vértigo
desde la certeza o lo insondable
desde el desgarro o el milagro:
te quiero
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ViI
No te quedes sin labios
no te duermas sin sueños
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
Mario Benedetti
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Es cuando las almas
predestinadas una a la otra
se encuentran en el vasto universo
que las nubes ofrendan su mejor agua
sueltan sus mejores gotas
y llueve una lluvia única
indeciblemente fresca
benditamente cristalina
que todo florece, que todo ilumina
y todo renace
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Te doy mi más preciado amanecer turquesa
la transparente gloria del rocío
el rojo inquieto y volcánico de mi sangre
Me das una llave marfil hacia tus misterios
un horizonte azul profundo
una esperanza inmensamente verde
Te pido una oportunidad púrpura
donde construir nuestro cielo jade
y soñar en amarillo Van Gogh
Me pides manos y ojos despiertos
que no pierdan ningún color, ningún tinte
ningún matiz
Concientes del riesgo
decidimos transitar la vida en toda su gama
la diversidad del cromos, la majestad del arcoíris
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sabiendo también
que llegarán ahogos grises
días de ceniza y tardes negras…
Los pájaros del poniente inauguran su
paisaje morado
y crece desde mi boca una ambición lavanda
para besar o lamer tu corazón de carmín
Descarto de plano la ocre necesidad de
argumentos
para entregarme a nadar eternamente
tu íntimo tesoro
de aguamarinas y esmeraldas…
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En los caminos conocí miles de ciudades
miles de rostros, idiomas, miradas
En los caminos descubrí infinitas culturas
sentires, pasiones, desgarros
y fui también poco a poco, paso a paso
descubriéndome en ellos
En los caminos pude detenerme en
muchas estaciones
establecer morada, aceptar cobijo y amparo
Y sin embargo, luego de tantos senderos
luego de tanto andar
elijo regresar aquí
para asomarme a la maravilla y el
desconsuelo del universo
tomado de tus manos
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Este amor
viaja más allá del deseo
y no le queda prisionero...
Este inmenso, este profundo amor
no se piensa, no se opina, no se dice
Simple y eternamente en nosotros
respira, danza y vuela
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Dibujas sólo soles
cada sol es un círculo
a cada círculo lo forman siete letras
Las siete letras dicen lo mismo
en todas las lenguas
ésa es nuestra única palabra:
la llave
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En la mesa ocho
luego del cierre
viéndote bailar
dibujo las palabras
que luego
se dejen decir
por los cuerpos
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Viii
Ama hasta convertirte en lo amado,
es más, ama hasta convertirte en el amor
Facundo Cabral
90
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Mantra
En la repetición de este decir abierto y
descalzo
en la lluvia del eco de este decir
me desnudo de la cáscara del tiempo
y reencuentro las palabras
la huella de las palabras
con las que puedo volver a silbar tus alas
y mojar tu orilla
como entonces
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Una vez escuché por ahí
Que la distancia es una farsa
Que el sufrir un sinsentido
Cuando hay corazones infinitos
Cuando hay amor verdadero
Si soñamos cada noche idénticos sueños
Si cierras los ojos y sientes este viento
Si en la lluvia adivinas mi perfume
Y en el silencio escuchas mi consuelo
Es una farsa la distancia
Es el sufrir un sinsentido
Laten corazones infinitos
Brilla un amor verdadero
Porque un día escuché por ahí
y con razón lo considero:
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Si te llueve esta lluvia
Si te despeina este viento
Si te canta este silencio
Y si sueñas estos sueños
Comprende amor:
no estamos lejos
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Ella vive florecida
esperando el regreso de su amor
Una estela
una hebra de aquél sentir
la alimenta, la sostiene
En sus enormes ojos
no se refleja otro paisaje
en sus manos
no vive otro deseo
Despojada de certezas vanas
ella elige escuchar lo que el viento le cuenta
lo que el mar le canta
Y así resiste
hamacándose espléndida
desde ese profundo tesoro
de almíbar y luz
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Será el destino de la distancia
el olvido?
O la persistencia
que arrastra fragancias de madreselva?
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Es tarde ya
en la gran casa
la orfandad de las sombras
y el retumbar de un viento
mudo y áspero
te delatan
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A escondidas de la luna
un ángel de sensibilidad infinita
se balancea
Pende luminoso de la frágil piel de luz
que abriga la tierra
Con la ayuda del ángel
nuestras cansadas almas hacen frente
y dan batalla
a las miserias y horrores del mundo
Para, a pesar de todo, seguir creyendo
para, a pesar de tanto, seguir amando
98
Más allá de la arrogancia
de la vanidad y soberbia humanas
prevalece la flor
Más aquí de toda prepotencia y fatuidad
persiste el milagro, obstinado
que llama desde lo sutil, desde lo ínfimo
desde lo íntimo
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Cuál es la contingencia
que me puede privar de la sombra
del follaje de tu amor?
Si ni siquiera te tengo
si ni siquiera te espero..
Cuál es la contingencia?
100
El vasto mundo acelera y acelera
teme distancias y silencios
tembloroso, se aturde, se amontona
Las tecnologías son nuevas
el desconcierto el mismo
En medio de colosales mareas
de ambición y ansiedad
elijo no escuchar los alaridos del extravío
sino el rumor del viento que sopla
desde el vientre de los tiempos
Y es entonces cuando confirmo
que nuestra mínima,
que nuestra delicada alianza
resiste, perdura,
Ínfima, casi imperceptible
pero a la vez imbatible, luminosa
y eterna…
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Desde el exacto centro del amor
que nos amanece
iluminan los colores invictos
y derrama suavemente la melodía
que canta toda belleza y toda respuesta
Así sucede y sucederá
mientras nos animemos al milagro
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Se imprimió en el mes de septiembre de 2016en Gráfica Amalevi SRLMendoza 1851, Rosario
Tel. (0341) 4213900 / 4218682 / [email protected]
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