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    597www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (10): 597-609

    rEVISIN

    Introduccin

    En las ltmas dos dcadas ha do aparecendo unnmero crecente de artculos que han llamado laatencn sobre la posble relevanca de la partcpa-cn del cerebelo en uncones no motoras, entre

    las que se encuentran la esera aectva, emocn yconducta, en cuyo anlss centraremos la atencn.

    Schmahmann [1], analzando las evdencas quehaban do surgendo durante la dcada anteror,

    proporcona un marco para entender la contrbu-cn del cerebelo a la modulacn de uncones su-

    perores y propone la estenca de un patrn decambos conductuales clncamente derencadosen pacentes con dao cerebeloso, que Schmah-mann y Sherman [2] llamaron sndrome cogntvoaectvo cerebeloso, cuya vertente cogntva ha sdoobjeto de otra revsn, y en el que la dsregulacn

    emoconal produce un cambo de personaldad ca-racterzado por aplanamento del aecto, desnhb-cn o conducta napropada. Sealaron que la pre-sentacn neuroconductual es ms pronuncada en

    pacentes con patologa cerebelosa aguda y grave, ymenos en los pacentes con patologa cerebelosa

    degeneratva lentamente progresva.Este artculo tene un doble propsto: por un lado,

    revsar la bblograa ms relevante sobre la part-cpacn del cerebelo en la regulacn emoconal yconductual; por otro lado, analzar la bblograams mportante sobre la partcpacn del cerebelo

    en dstntos trastornos pscopatolgcos.

    Participacin del cerebelo en laregulacin emocional y conductual

    Para Schmahmann [1], pues, el cerebelo sera el gran

    modulador de la uncn neurolgca, e ntroduce lahptess de la dsmetra del pensamento, en un n-tento de proporconar una base terca que eplqueel papel del cerebelo en las emocones. El cerebelosera vsto como un nodo ntegral en los crcutosque partcpan en el procesamento sensoromotor,

    cogntvo, autonmco y aectvo. Propone la es-

    Participacin del cerebelo en la regulacin del afecto,

    la emocin y la conducta

    Pilar Hernez-Goi, Javier Tirapu-Ustrroz, Lola Iglesias-Fernndez, Pilar Luna-Lario

    Introduccin. Teniendo en cuenta el nmero creciente de artculos aparecidos en las ltimas dcadas que han llamado la

    atencin sobre la posible relevancia de la participacin del cerebelo en unciones no motoras, Schmahmann y Sherman

    han descrito el patrn cognitivo, conductual y emocional de lo que han denominado sndrome cognitivo aectivo cerebe-

    loso, en el que un aspecto central es la disregulacin del aecto que aparece cuando las lesiones aectan a lo que se ha

    denominado cerebelo lmbico (vermis, principalmente).

    Desarrollo. Se ha realizado un trabajo de revisin, no sistemtica, de la bibliograa ms relevante sobre la participacin

    del cerebelo en la regulacin emocional y conductual. Se han seguido dos lneas de anlisis: la primera de ellas ha sido el

    estudio de los sntomas psicopatolgicos o trastornos neuropsiquitricos que presentan los pacientes que padecen die-

    rentes patologas cerebelosas, desde patologas congnitas, como agenesia del cerebelo, displasia o hipoplasia, a otras

    enermedades adquiridas, como tumores de la osa posterior, cerebelitis o siderosis supercial, y donde se ha visto que

    cuando el vermis cerebeloso est aectado, los pacientes muestran alteraciones de conducta y de las emociones, as como

    mayor recuencia de patologa psiquitrica; y en la segunda hemos analizado la participacin del cerebelo en distintos

    trastornos psicopatolgicos en los que se han evidenciado alteraciones en la estructura del cerebelo, que no son universa-

    les, pero s consistentes, ya que implican al vermis cerebeloso.

    Conclusiones. Aunque el cuerpo de evidencias es creciente, la revisin crtica de la literatura cientca nos lleva a reexio-

    nar sobre el desarrollo en el estudio del sustrato cerebral de las unciones cognitivas y la evolucin que ha llevado este

    estudio.

    Palabras clave. Autismo. Dcit de atencin. Depresin mayor. Esquizorenia. Risa y llanto patolgicos. Sndrome cogniti-

    vo aectivo cerebeloso. Trastorno bipolar. Vermis.

    Unidad de RehabilitacinNeurolgica; Clnica Ubarmin;Elcano, Navarra (P. Hernez-Goi,

    J. Tirapu-Ustrroz, P. Luna-Lario).Centro de Salud Mental; Tudela,Navarra (L. Iglesias-Fernndez).

    Coespondencia:Dra. Pilar Hernez Goi. Unidadde Rehabilitacin Neurolgica.

    Clnica Ubarmin. Elcano, s/n.E-31486 Elcano (Navarra).

    E-mail:[email protected]

    Aceptado tas evisin extena:03.09.10.

    Cmo cita este atculo:Hernez-Goi P, Tirapu-Ustrroz J,Iglesias-Fernndez L, Luna-Lario P.Participacin del cerebelo en laregulacin del aecto, la emociny la conducta. Rev Neurol 2010;51: 597-609.

    2010 revista de Neuologa

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    P. Hernez-Goi, et al

    tenca de un universal cerebellar transform basado

    en que, como el cerebelo es anatmcamente unor-me en su estructura hstolgca, su uncn bsca en

    el sstema nervoso debe ser tambn unorme, y seocupara de mantener la homeostass de base en to-dos los domnos o uncones cerebrales y, al gualque regula rtmo, uerza y precsn de los mov-mentos, ntegrara la normacn procedente de lareas asocatvas, regulando la velocdad, conssten-

    ca y adecuacn de las respuestas cogntvas y emo-conales al entorno. La lesn cerebelosa y la dsrup-cn de las coneones anatmcas ntererra en eldesarrollo normal de estas uncones, provocandoun error de dsmetra, en este caso del pensamento.

    Cuando la lesn es en reas del cerebelo motor, ladsmetra se manesta como ataa en movmentode etremdades, ojos, habla o equlbro. Cuando lalesn es en reas no motoras, el resultado sera unadsmetra del pensamento, cuya manestacn se-ran los derentes componentes del sndrome cogn-tvo aectvo cerebeloso. Andreasen et al [3] observa-

    ron este enmeno, al que denomnaron dsmetracogntva, en estudos con pacentes esquzorncos.

    Por otra parte, a nales de los aos setenta yochenta se empezaban a notcar datos de nvestga-cones en las que, medante tcncas de neuromagen

    unconal, estmulacn magntca transcraneal o es-

    tudos neuroanatmcospost mortem [4], se llamabala atencn sobre la presenca de alteracones de cer-

    tas partes del cerebelo en pacentes con patologapsqutrca, como pueden ser los aportados sobrepscoss unconales [5,6], esquzorena [7], trastor-no bpolar [8], catatona [9] o autsmo [10].

    En este tempo tambn se han llevado a cabo es-tudos anatmcos y solgcos que han analzadolas coneones entre el cerebelo y las reas cerebra-les relaconadas con el control emoconal y la eseraaectva. Estos estudos evdencaron que las reasde asocacn cerebral que regulan la conducta de

    orden superor estn conectadas preerentementecon los hemseros laterales del lbulo posterorcerebeloso a travs de aerencas de los ncleos del

    puente cerebral contralaterales al cerebelo (va ce-rebropontocerebelosa) y eerencas tambn con-tralaterales que parten de los ncleos proundos ce-

    rebelosos, pasando por el tlamo haca las reas cor-tcales (va cerebelotalamocortcal) [11]. Esten co-neones recprocas entre el cerebelo y el hpotla-mo (uncn autonmca y epresn emoconal)el verms del lbulo VI recbe aerencas y proyectaeerencas al hpotlamo a travs del ncleo ast-gal [12], entre el cerebelo y el tlamo [13], entre el

    cerebelo y el sstema retcular (arousal), sstemalmbco (eperenca y epresn de emocones) yparalmbco, y reas de asocacn neocortcal (d-

    mensn cogntva del aecto) [14] (Fg. 1).Estas vas acltan la ncorporacn del cerebelo

    en los crcutos que gobernan el ntelecto, la emo-

    cn y las uncones autonmcas. enendo en cuen-ta numerosas evdencas, se ha concludo que el ver-ms, sobre todo de los lbulos nerores, desempeaun papel en el procesamento de la conducta emo-conal y socal, cuyo procesamento se produce poruna red muy compleja que ncluye o mplca otras

    reas asocatvas que son mportantes en la meda-cn de la conducta cogntvosocal, como los lbu-los rontales o el sstema lmbco [15].

    El crcuto de Papez es un conjunto de estructuras

    nervosas que orman parte del sstema lmbco yestn mplcadas en el control de las emocones. Est

    ormado por cuatro estructuras nterconectadas: elhpotlamo, con sus cuerpos mamlares, el ncleotalmco anteror, el gro cngulado y el hpocampo.Snder y Mat [16] ya llamaron la atencn sobre lanuenca del cerebelo sobre varas subestructurasdel crcuto de Papez, demostrando que la estmula-

    cn elctrca, especalmente del verms, poda mo-dcar un amplo nmero de respuestas nvolucradasen la actvdad del sstema nervoso smptco y pa-rasmptco medante un eecto supresor (Fg. 2).

    Figura 1. Aerencias y eerencias cerebelosas.

    Hemisferios

    cerebrales

    Mesencfalo

    Corteza

    cerebelosa

    Protuberancia

    Ncleos grisesdel cerebelo

    E2

    A1A2

    E3

    E1

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    Participacin del cerebelo en la regulacin del aecto, la emocin y la conducta

    ras la evdenca de que este una topograaunconal en el cerebelo [17], se ha propuesto unesquema de los derentes tpos de actvdades no

    motoras que podran modularse por derentes re-gones cerebelosas, destacando, por el tema que nosocupa, la hptess del cerebelo lmbco [1,14], que

    sera responsable de los prmtvos mecansmos dedeensa, como las manestacones de lucha, la emo-cn, el aecto, la seualdad y, posblemente, la me-mora emoconal. Las reas del cerebelo que or-man parte de ste van cambando en la concepcnde Schmahmann desde 1991, en que ncluye a las

    regones ms antguas (verms posteror, prncpal-mente, lbulo oculonodular, ncleo astgal y, enmenor medda, ncleo globoso), pasando por el

    verms y el ncleo astgal [18], hasta ncamente

    el verms posteror [17], basando su denomnacnen las coneones entre esta regn y las estructuras

    lmbcas del cerebro. Cuando el cerebelo lmbcoest daado, la conducta se manesta como snto-matologa neuropsqutrca [18] (Fg. 3).

    La mayor debldad de esta hptess sera la au-senca de un claro sustrato anatmco con eeren-cas del cerebelo, especalmente el ncleo astgal,haca reas lmbcas como la amgdala, ya que, a pe-

    sar de que hay evdencas neuroanatmcas de queeste una nterconen entre los ncleos proun-dos del cerebelo y el hpotlamo, stas no parecensucentes para medar en todas las conductas evo-

    cadas por la estmulacn cerebelosa [19]. Aunqueel cuerpo de evdencas es cada vez ms recuente y

    sldo, todava se publcan estudos que dscrepande la partcpacn del cerebelo en uncones nomotoras. Glcksten y Doron [20] sugeren que sloesten coneones menores entre el cerebelo y lasreas cogntvas del crte cerebral, y que algunasde las evdencas en estudos de magen pueden re-

    ejar ms la actvacn del cerebelo en el controldel movmento de los ojos que de su mplcacnen la cogncn. Adems, Gmez-Baldarran y Gar-ca-Monc [21] respaldan la dea de que la mayorade las coneones eerentes del cerebelo a la corteza

    van drgdas a estructuras relaconadas con la un-cn motora, y que esten resultados contradcto-ros en los estudos de resonanca magntca (RM)en pacentes autstas y esquzorncos, en los queunas veces se halla atroa cerebelosa vermana yotras una hpertroa de dcha estructura, y que elcerebelo se actva en prctcamente todas las un-

    cones cogntvas estudadas, lo que para ellos nosgnca que partcpe de orma actva en su real-zacn. As, la relacn entre cerebelo y emocncada vez tene una mayor base en la lteratura, perono se sabe cul es la uncn que cumple todava.

    Otro aspecto estudado de la mplcacn del ce-rebelo en la motvacn y emocn es su nteraccncon el sstema endocrno [22], en partcular a travsde las coneones entre el cerebelo y el hpotlamo.

    Recentemente se ha aslado un pptdo en el cere-belo de la rata llamado cerebellin, que parece est-mular el eje hpotlamo-hpss-adrenal, evden-cado por un aumento del cortsol crculante. El cor-tsol, como es conocdo, es una hormona que est

    mplcada en el estrs y se asoca tanto con la anse-dad como con la depresn [23]. Posterormente seha establecdo la recprocdad entre el eje hpotla-mo-hpss-adrenal y el cerebelo, ya que se hanencontrado lugares de unn para los glucocortco-des en el verms [24].

    Se ha evdencado la estenca de un vnculo en-

    tre el cerebelo y el medo. Para demostrarlo se hanrealzado estudos de epermentacn utlzando elcondconamento al medo en un ntento de cono-cer la mplcacn del cerebelo en el control emoco-nal. Algunos estudos con anmales se han realzadoen ratas [25] y conejos [26] para ntentar aclarar el

    papel del cerebelo en la consoldacn del medocondconado y las memoras del medo, mostrandoque al menos dos reas, el verms y el ncleo nter-psto, aparecen mplcadas en la consoldacn dela memora al medo condconado, y que s altarael verms no se producra la correcta maduracn

    de la respuesta. As, la ntegrdad del cerebelo seranecesara para la epresn de conductas nnatasaectvas y relaconadas con el medo, como enco-gerse o paralzarse de medo en anmales.

    ambn se han realzado estudos en humanosque tratan de valorar la respuesta emoconal me-

    Figura 2. Circuito de Papez.

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    dante estmulacn magntca transcraneal del ce-rebelo. Schutter y van Honk [27] han realzado un

    estudo de estmulacn magntca transcraneal ensujetos sanos, mdendo el estado emoconal antes

    y despus de estmulacn magntca transcraneal ydespus de una tarea de regulacn emoconal (v-

    sualzacn de escenas aversvas y neutras), y hansealado que ncamente se produce un ncremen-to de la lnea base de humor negatvo tras la est-

    mulacn de la zona occptal y cerebelosa, lo queapoyara la evdenca de la nuenca del cerebeloen la modulacn de los aspectos emotvos de laconducta humana. Otros estudos de neuromagenunconal con tomograa por emsn de postro-nes (PE) en pacentes con ctus cerebeloso rente a

    controles sanos, mentras eran estmulados con m-genes evocadoras de respuestas emoconales, hanmostrado que las lesones se asocaban a una me-

    nor capacdad de tener eperencas placenteras enrespuesta a estmulos de elcdad, y a una capac-dad semejante a los controles sanos en la respuesta

    ante estmulos dsplacenteros, lo que concde conlo hallado en pacentes esquzorncos [28]. El l-bulo VI, crus I y lbulo medal VII se actvan du-rante el procesamento emoconal como la evalua-cn de la epresn acal y empata; por lo tanto,podran contrbur a estmar la respuesta emoco-

    nal salente y selecconar la respuesta conductualapropada [17]. La estmulacn del verms con est-mulacn magntca transcraneal podra producrmejora en algunos trastornos psqutrcos. El ver-ms y el paraverms del lbulo VI podran desempe-ar un papel modulador sobre los nodos subcort-

    cales de la red eerente y podran representar un

    procesador emoconal logentcamente antguojunto con el verms posteror y los hemseros dellbulo posteror [12].

    Otro tpo de estudos que han do aumentandola evdenca es el anlss de la presenca de altera-

    cones emoconales, aectvas y de conducta en d-erentes patologas o lesones que mplcan prnc-palmente al cerebelo, como pueden ser el narto dela artera cerebelosa superor [29], la degeneracncerebelosa alcohlca [30], la sdeross supercal[31-33], enermedades cerebelosas degeneratvas,

    como las ataas espnocereberelosas, donde losaectados tenen mayor ncdenca de dagnstcos

    psqutrcos que sus amlares no aectados [34],la reseccn de tumores de osa posteror que m-plcan al verms posteror [35], lesones cerebelosascrncas tras reseccn de tumores [36], la malor-

    macn cerebelosa congnta global o slo verma-na sndrome de Joubert [37,38] o el sndrome deGllespe [39]. En todas estas patologas se ha vstoque cuando est aectado el verms cerebeloso, lospacentes muestran alteracones de conducta carac-terzadas por aplanamento aectvo, nadecuacn,rasgos autstas, desnhbcn y alteracn de las

    emocones, como ansedad, agresvdad, as comomayor recuenca de patologa psqutrca.

    ambn se ha analzado s el sndrome cognt-vo-aectvo cerebeloso se presenta en nos [40,41].Para ello se han estudado nos que padecan tu-mores de la osa posteror, evdencando que aque-

    llos nos que presentaban cambos aectvos tenanlesones en el verms y estructuras paravermanas, yque tras la reseccn del tumor ehban conductasaberrantes, como estereotpas, relacones nterper-sonales de tpo autstco, desnhbcn, rrtabl-dad, mpulsvdad, natencn, dsora, ansedad y re-

    gresn. Schmahmann et al [18] estudaron un grupode pacentes con patologa cerebelosa y analzaron

    Figura 3. Regiones del cerebelo.

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    Participacin del cerebelo en la regulacin del aecto, la emocin y la conducta

    el tpo de alteracn emoconal predomnante des-crbendo la aparcn de pscoss derda en noscon tumores cerebelosos tras su reseccn, cambo

    de personaldad persstente en la lnea de la mpul-svdad e nmadurez tras la escsn del tumor, des-control conductual y heteroautoagresvdad en pa-

    centes con dsplasa cerebelosa, trastorno de pn-co en ctus de la parte lateral y medal del lbuloposteror, rasgos obsesvos y autstcos, depresn, yrsa y llanto patolgco.

    Los estudos de pacentes que suren sdeross su-percal, enermedad que se produce por depstos

    de hemosderna en las membranas subpales, quetpcamente aecta a estructuras cerebrales postero-res, especalmente el cerebelo, y cursa con ataa ce-rebelosa nsdosa e hpoacusa neurosensoral prn-

    cpalmente, han hallado la presenca de alteraconesneuropscolgcas, como deteroro de la memora

    epsdca, dsmnucn de la uenca verbal y cam-bos conductuales caracterzados por desnhbcnsocal, aectacn de la habldad para la representa-cn de los estados mentales de los otros y alta deespontanedad, retramento y alteracones aectvas.Estas alteracones se han descrto cuando en la RMest aectada la zona superor del verms [31,33].

    Segn todo lo epuesto, se ha evdencado queson las lesones del verms prncpalmente, y tam-bn las del lbulo posteror, las que estn asocadasa embotamento aectvo y patologa psqutrca.

    Por otra parte, cabe destacar que en los pacentescon sntomatologa aectva marcada, el verms est

    sstemtcamente aectado.Hasta ahora hemos estudado los cambos emo-

    conales y conductuales que presentan los pacentescon patologa cerebelosa. Pero tambn esten ev-dencas de anomalas cerebelosas en derentes pa-tologas psqutrcas, como se sealaba anteror-

    mente y que vamos a analzar ms en prounddad.

    Participacin del cerebelo endistintos trastornos psicopatolgicos

    Cerebelo y esquizorenia

    La esquzorena se presenta con una dversdad de

    sntomas que representan mltples domnos psco-lgcos, como son la percepcn, nerenca, orma-cn de conceptos, lenguaje, volcn, actvdad mo-tora, nteraccn socal y emocones. No todos lospacentes tenen sntomas de todos los domnos,pero Andreasen et al [3,42] asumen que el procesocomn que subyace a estos dversos sntomas es

    cogntvo en el amplo sentdo de la palabra y ms

    concreto de uncones ejecutvas, generalmente aso-cadas al crte prerontal. Sn embargo, analzandoestudos de neuromagen unconal, mantenen la h-

    ptess de que el sstema que est aectado en la es-quzorena es ms etenso y complejo, e mplca noslo redes cortcales, sno tambn subcortcales.Para epresar la dversdad de alteracones que pre-sentan estos pacentes y llamar la atencn sobre elcomponente subcortcal, proponen un modelo enel que los dversos sntomas reejan anomalas en laconectvdad en el crcuto que une las regones pre-

    rontales y talmcas y en las que la conen con elcerebelo tambn est aectada. Utlzan el trmnodsmetra cogntva, que se epresa como dcultadpara la coordnacn del procesamento, prorza-cn, recuperacn y epresn de la normacn. Su

    manestacn clnca se puede epresar como cual-quera del amplo rango de sntomas de la esquzo-rena, como alucnacones, delros, desorganza-cn del habla, del pensamento y de la conducta,aloga, embotamento aectvo o ncongruenca, an-hedona o deteroro de la atencn. Asumen que laanomala o dsuncn es en orgen del neurodesa-

    rrollo y que puede producrse en cualquer momen-to desde la concepcn hasta el adulto joven, ya queel cerebro contna desarrollndose hasta entonces.Para Andreasen et al, la esquzorena se debe a unaanormaldad en el crcuto cortcocerebeloso-tala-mocortcal. Los ndcadores blandos de pobre coor-

    dnacn en pacentes esquzorncos proveen unaclave sobre la alteracn del proceso bsco que re-gula la sncronzacn entre pensamento y accn.Para esta autora, la ncapacdad para ltrar, procesar

    y enocar la atencn puede eplcar el amplo rangode sntomas de la esquzorena; por ejemplo, un de-

    ecto en el procesamento de la normacn puedellevar a epermentar alucnacones, delros, desor-ganzacn del lenguaje, conducta desorganzada ytodo el rango de sntomas negatvos.

    Estos hechos permten suponer que en la esqu-zorena no este una alteracn de un proceso es-pecco, sno que corresponde a un metaproceso.

    La cogncn es una varable dmensonal que debetenerse en cuenta en la esquzorena, y podraarrojar luces sobre la partcpacn de los crcutosmplcados en la ormacn de los sntomas, sobrela respuesta a los tratamentos armacolgcos y noarmacolgcos, y sobre el pronstco y la caldad

    de vda de los pacentes y sus amlares.S ben algunos autores apuntan que el tamao

    del cerebelo no presenta alteracones en pacentesmasculnos [43,44], s hay alteracones en el vermsen pacentes masculnos, relaconndose una re-duccn del verms anteror con un menor cocente

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    ntelectual general y verbal [43]. A su vez, se obser-va una mportante asmetra (avorable al hemse-ro zquerdo) de la matera grs, y tambn una re-

    lacn entre el volumen de matera blanca del ver-ms y la memora lgca: a mayor volumen, peorrendmento [44].

    ambn esten algunos elementos especcos ala esquzorena, en partcular en varones. Algunospatrones que se observan en pacentes sanos y enmujeres esquzorncas no se observan en pacen-tes masculnos. Estos patrones son: una correlacnentre un mayor volumen del cerebelo (blateral) y

    un mejor rendmento cogntvo (cocente ntelec-tual) [45] y neuropscolgco (escalas vsuoespaca-les y de memora) [46].

    Por otro lado, estudos neuroanatmcos, neuro-

    patolgcos y de magen cerebral han descrto deorma consstente la presenca de alteracones es-

    tructurales del cerebro, como agrandamento de losventrculos laterales, reduccn del volumen cere-bral total, alteracones estructurales y unconalesde dversas estructuras de los lbulos rontal elcrte cngulado anteror se ha asocado a las aluc-nacones audtvas [42] y temporales, sstema lm-bco, tlamo y ganglos basales. Estudos neuroes-

    tructurales han revelado un menor volumen cerebe-loso total, menor volumen del verms [4,7] y asmetrahemsrca, mentras que estudos de neuromagenusando paradgmas cogntvos han demostrado una

    hpoactvdad del crcuto rontotalamocerebeloso.El estudo de Joseph et al [9] medante tomograa

    aal computarzada (AC) de pacentes con catato-na tambn mostr una atroa muy destacada deltronco del encalo y del verms cerebeloso.

    En algunas enermedades, los hemseros cere-belosos pueden estar reducdos secundaramente ala atroa cerebral de los hemseros contralatera-

    les, condcn a la que se le ha denomnado das-quss, pero en la esquzorena este evdenca deque la reduccn no es slo consecuenca de atroade estructuras superores. Se han realzado estudosde neuromagen que corroboran la partcpacn

    del cerebelo, ya que, tanto en pacentes con esqu-zorena crnca, hombres y mujeres [47], en pa-centes con un prmer epsodo [48,49], as como enparentes sanos de prmer grado de pacentes conesquzorena se ha encontrado un volumen reduc-do en las subregn del verms cerebeloso anteror yposterosuperor, lo que sugere que la atroa cere-

    belosa podra ser un rasgo heredtaro ms que unepenmeno pscotrpco asocado [50]. Volmenesmenores del verms posteror superor se asocan aun peor unconamento cogntvo con respecto a loscontroles sanos; adems, el volumen del verms co-

    rrelacona con la puntuacn en las subescalas de

    depresn y paranoa de la Brief Psychiatry RatingScale. Al parecer, la reduccn del verms en pacen-

    tes esquzorncos est presente desde el nco dela enermedad y se ncrementa con el paso del tem-po, y podra relaconarse con la sopatologa de laenermedad [49]. No todos los estudos han demos-

    trado un menor volumen del cerebelo. Levtt et al[51] observaron que el verms era mayor en la po-blacn esquzornca y que el volumen de la sus-tanca blanca del verms correlaconaba con la gra-

    vedad de los sntomas postvos, el trastorno del pen-samento y el deteroro de la memora lgca verbal.

    Estudos post mortem tambn han revelado al-teracones en la estructura del cerebelo, especca-mente una reduccn del verms anteror que pare-

    ce correlaconada con la asmetra occptal [50].Anlss de la ctoarqutectura cerebelosa han reve-lado una reduccn de la densdad de las clulas dePurknje en el verms en pacentes con esquzore-

    na y una reduccn en el tamao de las clulas dePurknje, y a nvel subcelular se han detectado ano-malas en la arqutectura de la snapss [50,52].

    Se han propuesto derentes modelos unconalesdel cerebelo que permten nterpretar e ntegrar da-tos que pueden proceder de derentes metodolo-

    gas. Los prncpales modelos ha sdo recogdos porPcard et al [53] y seran tres: el prmero es el des-plazamento de la atencn epuesto por Courches-

    ne y Allen [54], en el que destaca el papel del cerebe-lo en orentar recursos de la atencn, preparandorpdamente los sstemas relevantes para la tarea

    para mejorar la capacdad de respuesta neural; el se-gundo sera la deteccn de errores y aprendzaje,en el que los normes de salda cerebelosos mod-cados y los aumentos de la actvacn tras alteraco-nes sensorales nesperadas ndcan que la deteccn

    y correccn de errores podran consderarse la un-

    cn cerebelosa bsca; y el tercero, la predccn ycronometraje, donde el cerebelo unconara comoun sstema de cronometraje nterno, orecendo larepresentacn precsa de un rango de tareas. Esta

    perspectva ms computaconal podra superar te-rcamente la brecha entre las uncones sensoro-

    motrces y cogntvas, ya que vncula la homogene-dad estructural cerebelosa y la undad unconal,permtendo el desarrollo de modelos computaco-nales para el estudo de esta estructura, ya que sgueestendo una brecha entre lo que se conoce del ce-rebelo en su uncn motrz y los ndcos de su po-sble papel en la esquzorena. Pcard et al [53] no

    han encontrado revsones recentes sobre la bblo-graa clnca, cogntva o unconal que apoyen launcn del cerebelo en la esquzorena. Hemos rea-

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    Participacin del cerebelo en la regulacin del aecto, la emocin y la conducta

    lzado una bsqueda en Medlne centrada en las ds-uncones cerebelosas en la esquzorena. Se hadado mayor mportanca a la bblograa recente

    (despus de 1998). El cuadro que se nos presenta apartr de esta revsn es heterogneo. S ben en al-gunos domnos se dene claramente el papel del

    cerebelo (es decr, sgnos neurolgcos blandos, pos-tura o equlbro), en otros domnos la contrbucncerebelosa parece lmtada o ndrecta (es decr, cog-ncn), s es que llega a producrse.

    En los estudos realzados en pacentes esquzo-rncos se han obtendo datos que corroboran una

    alteracn cerebelosa: prevalenca elevada de sgnosneurolgcos blandos, descoordnacn, posturas ypropocepcn anormales, alteracn del condco-namento del parpadeo, alteracn de la adaptacn

    del reejo vestbuloocular o de los tests de aprend-zaje de procedmentos. Recentemente, en los es-

    tudos de neuromagen unconal se ha correlaco-nado el escaso rendmento cogntvo con anoma-las en la actvacn cerebelosa.

    Derentes lneas de nvestgacn concden enndcar que, en algunos pacentes con esquzore-na, puede darse una dsuncn cerebelosa, quepodra ser la causa de algunos de los sntomas ps-

    qutrcos, neurolgcos o cogntvos presentes enesta enermedad, s ben tambn se han encontra-do normes contraros a esta hptess.

    Cerebelo y autismo

    El autsmo es un trastorno del neurodesarrollo, connco generalmente antes de los 3 aos, que se ca-racterza por retraso o ausenca total de comunca-cn verbal, dcultades graves y mantendas de lanteraccn socal, patrones de comportamento entereses restrngdos, y pobreza del pensamento

    abstracto de tpo smblco o magnatvo. Cas sem-pre esten dcultades mportantes del aprendzaje

    y bajo cocente ntelectual.Numerosas nvestgacones han puesto de man-

    esto regones cerebrales que pueden estar mpl-

    cadas en la gness de este trastorno, como el sste-ma lmbco, amgdala, reas prerontales y cerebelo.

    El cerebelo ha sdo una de las prmeras regonesmplcadas en esta enermedad. Segn recogen Ra-poport et al [52] y Courchesne et al [10], el autsmopuede estar relaconado con una hpoplasa de loslbulos VI y VII del verms cerebeloso, aunque es-tos hallazgos no han sdo replcados. Con postero-

    rdad, en 1994 estos msmos autores [55] rereronque, en estudos medante RM, encontraron dos t-pos de anomalas, hpoplasa e hperplasa del ver-ms posteror. Otros estudos de ndvduos con au-

    tsmo nantl precoz han encontrado ensanchamen-

    to del IV ventrculo, prdda de clulas de Purknjeen el crte cerebeloso lateral e neror, y dsmnu-

    cn del nmero de neuronas en los ncleos cere-belosos proundos. Adems, en estudos con RMunconal hay evdenca de atroa del verms y atro-a hemsrca cerebelosa, aunque estos hallazgostodava son controvertdos. ambn se han produ-

    cdo hallazgos patolgcos en otras regones del ce-rebro, partcularmente en el sstema lmbco.

    Staneld et al [56] realzaron un metaanlss paraconocer la neuroanatoma del autsmo, y llegaron ala conclusn de que el autsmo se relacona con au-mentos generalzados de los hemseros cerebrales,

    del cerebelo y del ncleo caudado, y con reduccndel tamao del cuerpo calloso y posblemente del me-

    sencalo y de los lbulos vermales VI-VII y VIII-X.Sn embargo, Amaral et al [57], analzando cerebros

    post mortem de sujetos autstas y estudos de RM,concluyeron que las reas aectadas son el crte

    prerontal, la amgdala y el cerebelo.En un artculo muy recente [58] se ha estudado

    el cerebro de 28 adolescentes aectados por trastor-nos del espectro autsta y en estado de reposo. Latcnca utlzada para ello ha sdo el anlss de lahomogenedad cerebral, que mde la sncronzacn

    local de seales espontneas en la RM unconal.Los resultados sealan que este una menor act-

    vacn en el surco temporal superor derecho, en el

    gro rontal medal derecho, en la nsula y el groposteror central derecho, y en el cerebelo (crus I).En el msmo estudo se ha encontrado hperactva-

    cn en el tlamo derecho, lbulo rontal nerorzquerdo y lbulo VIII cerebeloso blateral.

    Para Verhoeven et al [59], la lteratura sobre elestudo del autsmo con RM seala derentes resul-tados, entre los que destacan el aumento del tama-o cerebral total, el volumen del cerebelo, ncleocaudado, tlamo, amgdala y cuerpo calloso. En los

    ltmos cnco aos, los resultados con RM unco-nal ndcan dsuncn en la actvacn de regonesmplcadas en la comuncacn verbal y no verbal,

    nteraccn socal y uncones ejecutvas. Estos au-tores sealan la mportanca de la alteracn de lasustanca blanca en el cerebro de sujetos autstas.

    En esta lnea, e ntentado llegar a una mejor com-prensn del autsmo, oal et al [60] estudaron conmorometra basada en veles a 39 sujetos aecta-dos de sndrome de Asperger y a 26 dagnostcadosde autsmo. En ambos grupos se observ una re-duccn de la sustanca grs en el lbulo temporal

    medal y regones usorme y cerebelosa, y una re-duccn de la sustanca blanca en las regones cere-belosas y tronco cerebral. Sn embargo, los sujetos

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    P. Hernez-Goi, et al

    con autsmo mostraron un ncremento en la sus-tanca grs en las regones del lbulo temporal yrontal que no presentaban los sujetos con sndro-

    me de Asperger. Sn embargo, otros nvestgadores[61] no han encontrado derenca en estructurascerebelosas entre autstas de alto y bajo uncona-

    mento, sndrome de Asperger y normales. Sn em-bargo, s han hallado una reduccn del verms ce-rebeloso en los autstas, sean stos tanto de altocomo de bajo unconamento, sendo esta deren-ca ms acusada entre los autstas de alto uncona-mento y los controles. Este tpo de estudos son

    relevantes por varos motvos que pueden hacerseetensvos a muchos de los estudos revsados eneste trabajo (en sta y otras patologas): La heterogenedad de las muestras de estudo y

    de la tecnologa aplcada. La dspersn y dversdad de hallazgos.

    La posbldad de que dentro de una patologaestan derentes subtpos de trastornos.

    La necesdad de la bsqueda de modelos ter-cos que ntenten trazar lneas de unn entre loshallazgos en neuromagen y cada una de las alte-racones cogntvas, emoconales y conductualesobservadas en los sujetos de estudo.

    Queda por establecer cules de estos rasgos anato-mopatolgcos descrtos se asocan ms estrecha-mente a los rasgos autstcos y s estos hallazgos son

    o no la causa de las alteracones conductuales [40].

    Cerebelo y depresin mayor

    La depresn es un trastorno del humor caracterza-do por alteracones scas, solgcas, cogntvas yconductuales. Se ha propuesto una gran varedad demecansmos sopatolgcos para eplcar esta pato-loga, entre los que se ncluyen alteracones gent-

    cas, dsuncn del sstema monoamnrgco ydown-regulation o descenso del nmero de neurorrecepto-res, entre otros. ambn se han descrto alteraconesestructurales y unconales en el crte prerontal,

    sstema lmbco y ganglos basales, y, ms recente-mente, alteracones en el cerebelo, como dsmnu-

    cn del volumen del msmo y, utlzando PE, se haobservado, sobre todo, una dsmnucn del ujosanguneo en el verms cerebeloso [62]. Se ha descr-to que la atroa cerebelosa se puede encontrar aso-cada a la gravedad y alta de respuesta al tratamentoantdepresvo. Los dct cogntvos en pacentes de-

    presvos se han relaconado, por otra parte, con me-nor actvdad del crte cerebeloso en la PE.

    Otra evdenca aportada sobre la relacn entrelos cuadros depresvos y las uncones del cerebelo

    es la constatacn de un aumento del dagnstco dedepresn en pacentes con enermedades cerebelo-

    sas degeneratvas [22]. No obstante, en nuestra op-

    nn, este hecho podra reejar que los pacentescon aectacn cerebelosa que mantenen buena con-cenca de sus dct motores y del habla se depr-men por su percepcn de ncapacdad y mnusvala,lo que se aade a la capacdad de ser conscentes de

    la progresn de la enermedad y antcpar su uturo.De hecho, para poder aanzar esta armacn re-sultara mprescndble la comparacn con un gru-po de pacentes con cuadros degeneratvos equva-lentes en su sntomatologa, pero sn lesn cerebe-losa, y determnar y constatar que la prevalenca de

    epsodos depresvos es menor en este grupo.

    Cerebelo y trastorno bipolar

    Con respecto al trastorno bpolar, caracterzado porser un trastorno crnco y presentar uctuaconesdel aecto, nvel de energa y conducta y del queprctcamente se desconoce su sopatologa, ac-

    tualmente hay una evdenca crecente de que estnpresentes anomalas del verms cerebeloso [22]. Seha normado de que el verms cerebeloso de los l-bulos VIII a X es menor en pacentes bpolares queepermentan mltples epsodos de depresn [40],

    y que la regn V3 es sgncatvamente menor en

    pacentes con mltples epsodos manacos rente

    a pacentes con un nco epsodo. Posterormente,se vo que entre los pacentes que haban padecdomltples epsodos era el nmero de epsodos de-presvos prevos, no el abuso de sustancas o la du-racn de tratamento con lto, lo que contrbua ala reduccn de volumen en V3 [50].

    En estudos con neuromagen, la regn cerebelo-sa ms recuentemente asocada a trastorno bpolares el verms, que muestra la reduccn del volumensanguneo mayor, y que, segn algunos estudos, esreversble con el tratamento con antpsctcos [50].

    El trastorno bpolar se produce en el 20% de los

    sujetos de un estudo que padecen lesones ocales

    de los crcutos cerebelosos [63].Para resumr, los resultados prelmnares en estu-

    dos de neuromagen unconal han normado demanera consstente de la presenca de una altera-cn en la uncn y estructura cerebelosa en pa-

    centes que padecen trastorno bpolar en compara-cn con controles sanos, pero todava consdera-mos que, a la luz de la bblograa revsada, no sepueden obtener conclusones dentvas. El prnc-pal hallazgo en pacentes bpolares es un menor vo-lumen cerebeloso con dsmnucn del ujo sangu-

    neo y aumento del metabolsmo de la glucosa. El h-

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    Participacin del cerebelo en la regulacin del aecto, la emocin y la conducta

    permetabolsmo puede que sea un hallazgo restrn-gdo a los pacentes resstentes al tratamento [62].

    Cerebelo y trastornos de ansiedad

    La ansedad es una reaccn normal al estrs y, s noes ecesva, es crucal para la homeostass, pero esta-

    dos de ansedad prolongados o ecesvos se han aso-cado a dao cerebral, posblemente medado por hpe-ractvdad del eje hpotlamo-hpss-adrenal [62].

    Los trastornos de ansedad representan un gru-po heterogneo de trastornos que tenen en comnla presenca de ansedad patolgca. Aunque no es

    propsto de este trabajo, nosotros consderamosque la ansedad debe entenderse como el correlatoneurovegetatvo de una emocn. En su sopatolo-

    ga, todava no aclarada, se han propuesto mecans-mos que aectan al ujo regonal cerebral, metabo-lsmo de certas partes del cerebro, sstemas de

    neurotransmsn (gabrgco, noradrenrgco, sero-tonnrgco) y sstema neuroendocrno.

    Se cree que el cerebelo puede partcpar en la pre-sentacn de la ansedad manestada como hpera-lerta, sntoma que puede estar presente en derentestrastornos de ansedad, como el trastorno por estrspostraumtco o por ansedad generalzada. Un estu-

    do recente con nos maltratados que padecentrastorno por estrs postraumtco ha encontradomenor volumen de los hemseros cerebelosos en la

    RM que no se han replcado en otros estudos [62].ambn se ha estudado la partcpacn del ce-

    rebelo en la oba socal y trastorno de pnco. Sch-

    mahmann [14] recoge un estudo realzado conPE que revelaba que la actvacn del verms cere-beloso con lactato nduce pnco en sujetos preds-puestos a padecer trastorno de pnco. Otro estudorealzado tambn con PE [64] en pacentes contrastorno de pnco muestra que presentan mayor

    ansedad antes de la prueba y nveles sgncatva-mente ms altos de metabolsmo de la glucosa en

    varas reas cerebrales amgdala blateral, hpo-campo, tlamo, parte neror del puente, mdula,

    entre ellas el cerebelo.En general, parece que el cerebelo est mplcado

    en la sopatologa de los trastornos de ansedad,pero altan estudos que eploren las mplcaconesclncas de estos hallazgos.

    Cerebelo y trastorno por dcitde atencin/hiperactividad (TDAH)

    Como es ben conocdo, el DAH es un trastornoneuropsqutrco de la nanca que aecta al 3-9%de los nos, y se caracterza por tres grupos de sn-

    tomas nucleares, dct de atencn, mpulsvdad ehperactvdad, y que en un 30-60% de los casos pue-de persstr en la edad adulta.

    En cuanto a la sopatologa del trastorno, toda-va no aclarada, los estudos unconales resaltan ladsuncn de la transmsn noradrenrgca y do-

    pamnrgca. Cada vez esten ms datos conver-gentes de estudos de neuromagen, mayortara-mente anlss moromtrcos, neuropscolgcos,gentcos y neuroqumcos, que consstentementenvolucran a la red rontoestratal en la sopatolo-ga de este trastorno, en el cual estaran mplcados

    el crte prerontal, el crte cngulado dorsal an-teror, el ncleo caudado y el putamen [65], pero unnmero crecente de estudos demuestra anomalasque aectan a otras reas cerebrales, prncpalmente

    al cuerpo calloso y al cerebelo, lo que sugere am-plas reduccones en el volumen tanto del cerebro

    (crte prerontal, estrado, cuerpo calloso y crtecngulado dorsal anteror) como del cerebelo. Unamayora de estudos detecta alteracones morom-trcas en el lbulo rontal derecho o en sus regones

    y en el ncleo caudado derecho [66], mentras quelos estudos de neuromagen unconal sugeren que

    ndvduos aectos actvan reas ms dusas que loscontroles al ejecutar tareas cogntvas [67].

    Otro estudo realzado con RM para cuantcarel volumen del cerebelo y del verms encontr queel verms es sgncatvamente menor en varones

    con DAH comparado con los controles ajustadospor edad, volumen cerebral y cocente ntelectual, yque esta reduccn aecta prncpalmente al lbuloposteroneror (lbulos VIII a X), pero no al lbu-lo posterosuperor (lbulos VI y VII) [68,69], y seencontr una correlacn negatva entre el volumencerebeloso y los test de atencn [62].

    El DAH persste en gran nmero de pacentes

    en la edad adulta, pero se ha estudado poco culesson las anomalas cerebrales que se pueden hallaren los adultos. En un estudo conducdo por Caste-llanos et al [70], en el que se valor a nos y adoles-centes a lo largo del tempo, se encontr que las

    anomalas del cerebro y cerebelo perssten, men-tras que las derencas en el ncleo caudado desa-parecen con respecto a los controles, lo que se harelaconado con el tratamento con estmulantes.

    Los ndvduos con DAH tenden a presentaralteracones de coordnacn motora, como dcul-tades con el equlbro, ejecucn anmala de mov-

    mentos alternos rpdos o dcultad para el controlde la escrtura [65]. Por otro lado, hay estudos quemuestran alteracones de conducta y cogntvas s-mlares al DAH en pacentes con lesones poste-rores del cerebelo.

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    P. Hernez-Goi, et al

    Cerebelo y risa y llanto patolgicos

    La rsa y el llanto patolgcos, tambn llamado aec-

    to pseudobulbar, ncontnenca emoconal, etc.,

    esuna patologa compleja de la epresn emoconalque se observa en dversas patologas neurolgcas

    (ctus, tumores cerebelopontnos, escleross lateralamotrca) que aectan a la cpsula nterna, pe-dnculos cerebrales, protuberanca y cerebelo, ca-racterzada por la presenca de epsodos de rsa ollanto espasmdcos o ambos, que pueden ser es-pontneos o provocados por un estmulo anodnodel entorno, rreprmble y que no corresponde a una

    modcacn del estado de nmo subyacente.En la hptess ncal de Wlson, esta patologa se

    deba a la nterrupcn de las vas cortcobulbares

    anterores, que no ejercen su control sobre los cen-tros subcortcales mplcados en la epresn emo-conal, producndose una desnhbcn o lbera-

    cn de estructuras rontales. Sn embargo, estudosrecentes [71-73] establecen hptess etolgcasque mplcan al cerebelo en su epresn, sealandola dsrupcn de las coneones de las vas cortco-pontocerebelosas, que tendran por uncn ajustarla ejecucn de la rsa o el llanto al conteto cognos-

    ctvo o stuaconal y operaran en uncn de nor-macones ncompletas, llevando a una epresn n-adecuada y catca de las emocones. Su etologaparece radcar en dsuncones neuroanatmcas y

    neuroqumcas en zonas donde se ntegra la varontosubcortcotlamo-pontocerebelosa, responsa-

    ble de la regulacn y epresn de las eperencasemoconales. Neuroqumcamente, estaran presen-tes alteracones del metabolsmo de la neurotrans-msn serotonnrgca y dopamnrgca.

    Recentemente se han publcado casos de pre-senca de llanto patolgco, como el de un varn

    con un tumor cerebeloso [74] o el de un no quesure una grave cerebelts [75] y que presenta comomanestacones destacadas mutsmo y llanto pato-lgco, que reverten progresvamente al mejorar laenermedad. Estas descrpcones apuntalan la dea

    de la partcpacn del cerebelo en la sopatologade la rsa y el llanto patolgcos.

    Conclusiones

    Cada vez parece estr una mayor evdenca en labblograa sobre la mplcacn del cerebelo en lasuncones cogntvas superores y el control de la e-presn emoconal y la conducta. Cuando se produ-cen lesones o anomalas del desarrollo del cerebelo,

    algunos pacentes presentan un cortejo sntomtco

    denomnado sndrome cogntvo aectvo cerebelo-so, secundaro a la hptess de la dsmetra del pen-samento, la cual aparece en la base de algunos tras-

    tornos psqutrcos, entre ellos la esquzorena, enlos que se han vsto alteracones en la estructura de

    este rgano. Las alteracones son consstentes y es-tn asocadas a patologa del verms posteror.

    Sn embargo, no es menos evdente plantear que,cuando se lleva a cabo una lectura crtca de la ltera-tura centca, parece estr una clara dvsn entreaqullos que plantean la partcpacn del cerebelo

    en uncones cogntvas y emoconales y los que, porotro lado, cuestonan esta armacn, lmtando lapartcpacn del cerebelo eclusvamente al compo-nente motor mplcado en toda conducta. Los resul-tados de esta revsn nos llevan a reeonar sobre

    la evolucn en el estudo del sustrato cerebral de lasuncones cogntvas y el desarrollo que ha llevadoeste estudo a lo largo de los ltmos aos.

    En una prmera ase, se ntent encontrar la re-gn undamental mplcada en los derentes tras-tornos mentales y del comportamento, tomandocomo base tcncas de neuromagen estructural yunconal como el AC, RM, PE y tomograa sm-

    ple por emsn de otn nco, llegando a una con-clusn nespecca por genrca: el responsable esel crte prerontal. En una segunda ase, y apoyn-dose en nuevas tcncas de neuromagen, como laRM unconal y la magnetoencealograa, se plan-

    te que el problema no poda connarse a un reacerebral, y se comenz a desarrollar una doble dea.Por un lado, se plante que la clave para compren-der los trastornos se encontraba en los crcutosrontosubcortcales, para conclur que la mayorade alteracones observadas en la clnca tena comoresponsable al crcuto rontoestrado, con la ecep-

    cn de algunos autores, como Andreasen, que res-ponsablz al crcuto cortcocerebeloso-talamo-cortcal como prncpal mplcado en la esquzore-na. Por otro lado, se comenz a plantear que algu-nas regones, sobre todo subcortcales, desempea-ban un mportante papel en uncones cogntvas

    consderadas hasta entonces de alta complejdad,como la memora de trabajo o las uncones ejecut-

    vas. De esta segunda dea parte el planteamento, tancontrovertdo, de la estenca del sndrome cognt-

    vo aectvo cerebeloso. En la actualdad, y con la lle-gada de nuevas tcncas, como el tensor de dusn,

    creemos que nos encontramos ante el hallazgo deunos nuevos responsables (culpable de todos lostrastornos) para los prmos aos: la sustancablanca, la gla y las nterneuronas.

    En cuanto a los estudos de las uncones cere-brales la dcada de los noventa, revelaron que en la

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    Participacin del cerebelo en la regulacin del aecto, la emocin y la conducta

    mayora de trastornos mentales se encontraban aec-tadas unas uncones que se englobaron dentro delparaguas conceptual denomnado uncones ejecu-

    tvas (en las que se ncluan aspectos como la me-mora de trabajo, la ebldad cogntva o los pro-cesos de nhbcn). La prmera dcada de este s-

    glo ha mostrado la nuenca de los procesos emo-conales en el unconamento ejecutvo y desde lahptess del marcador somtco se encontr que elproceso denomnado toma de decsones se en-contraba aectado en mltples patologas. En la ac-tualdad, y para la dcada sguente, ya tenemos un

    rme canddato para el estudo de los procesos cog-ntvos y emoconales relaconados con derentespatologas: la cogncn socal. al vez el problemasea de base y sera ms adecuado estudar la neu-

    ropscologa del sntoma que la de los sndromes,sean neurolgcos o pscopatolgcos. Adems, cree-

    mos que nos hallamos en una stuacn en la quelos datos que todos los das se obtenen en nvest-gacn no encuentran modelos eplcatvos clarosque puedan satsacer a esta dspersn de datos, a

    veces tan ncongruentes y dcles de encajar unoscon otros y que deberan trazar relacones rmesentre sntomas y uncones cerebrales.

    Nos gustara conclur recogendo las opnonesque Parvz [76] epone en su ltmo trabajo, en elque sugere que el punto de vsta cortcocntrcodel cerebro humano es un punto de vsta mpco

    que no nos deja ver que las uncones superores delcerebro dependen de la ntegrdad de las estructuras

    nerores. Seala que actualmente todava se con-serva, en cuanto a la unconaldad del cerebro, elpunto de vsta jerrquco que domn el sglo xix,cuando el sstema nervoso se descrba como unneuroeje vertcal donde las estructuras ms rostra-les eran las adqurdas ms recentemente (telenc-

    alo) y los lbulos rontales se localzaron en la pun-ta del telencalo, lo que representaba la cumbre dela evolucn del cerebro. Opna que en neurocencaeste problema es muy prevalente y que, segn estaconcepcn, las conductas nadecuadas en patologa

    neurolgca y psqutrca se eplcan en trmnosde desnhbcn por alta de control de los lbulosrontales y lberacn de las estructuras nerores.Esta concepcn tambn ha lmtado el estudo delas estructuras subcortcales en la nvestgacn.

    Su propuesta es que no este una dvsn entreel crte y estructuras subcortcales (ganglos basa-

    les, tlamo, cerebelo, troncoencalo), sno una co-nectvdad recproca, y que la relacn no es lneal o

    vertcal de arrba abajo, sno crcular, pero que ac-tualmente todava no tenemos sucente conoc-mento sobre el modo en que estas estructuras sub-

    cortcales, y entre ellas el cerebelo, partcpan en laregulacn y la conducta (Fg. 4).

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    Figura 4. Para Parvizi [76], la uncin de los lbulos rontales en la regulacin de la conducta debe en-tenderse desde una interrelacin recproca con varias estructuras subcorticales.

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    The role o the cerebellum in the regulation o afection, emotion and behaviour

    Introduction. In recent decades there has been a signicant increase in the number o articles that have drawn attention

    to the possible importance o the role o the cerebellum in non-motor unctions. Schmahmann and Sherman, or example,

    have described the cognitive, behavioural and emotional pattern o what has been called cerebellar cognitive afective

    syndrome. A central aspect o this disorder is the dysregulation o afect that occurs when lesions involve what has beencalled the limbic cerebellum (mainly the vermis).

    Development. A non-systematic review o the most important literature on the role o the cerebellum in emotional and

    behavioural regulation was carried out. Two lines o analysis were ollowed. The rst o them was the study o the psycho-

    pathological symptoms or neuropsychiatric disorders presented by patients sufering rom diferent cerebellar pathologies

    ranging rom congenital pathologies such as agenesis o the cerebellum, dysplasia or hypoplasia to other acquired

    diseases like tumours in the posterior ossa, cerebellitis or supercial siderosis. In such cases it has been seen that when

    the cerebellar vermis is compromised, patients display disorders afecting their behaviour and emotions, and psychiatric

    pathologies are more requent. In the second line, we analysed the role played by the cerebellum in diferent psycho-

    pathological disorders in which the structure o the cerebellum was ound to be altered. Although not universal, these

    alterations were consistent, since they involve the cerebellar vermis.

    Conclusions. Although the body o evidence continues to grow, a critical review o the scientic literature leads us to

    reect on evolution in the study o the cerebral substrate underlying the cognitive unctions and the evolution undergoneby this study.

    Key words. Attention decit. Autism. Bipolar disorder. Cerebellar cognitive afective syndrome. Major depression. Pathological

    laughter and crying. Schizophrenia. Vermis.