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  • SISTEMAS DE PRODUCCION RURALES EN LA REGIN ANDINA COLOMBIANA

    Jaime Forero Alvarez [email protected]

    A pesar de la intensa crisis que vivi el sector agrcola en la ltima dcada del siglo XX, la economa campesina colombiana ha mantenido una participacin superior al 60% en la produccin agrcola nacional y un espacio muy importante en el sistema alimentario y en la economa nacional1. El slo hecho de haber conservado este espacio econmico es una seal positiva sobre la viabilidad de los sistemas de produccin familiares agropecuarios en Colombia. En sta y otras investigaciones hemos encontrado otras seales positivas sobre la viabilidad de estos sistemas que, al parecer, dan pautas firmes el lector juzgar hasta dnde para plantear que los sistemas de produccin de los campesinos son efectivamente viables y tienen altsimas potencialidades para continuar participando protagnicamente en la sociedad y la

    economa nacional. Este estudio lo realizamos en dos zonas campesinas de la Regin Andina Colombiana en la Cordillera Oriental, Fmeque y Guane, que plantean diferencias significativas desde el punto de vista de las condiciones ecosistmicas que definen unas condiciones productivas muy diferentes para cada sitio. Guane es un corregimiento de Barichara municipio de 9.500 habitantes ubicado en la Provincia Guanentina al sur del departamento de Santander. En Guane, originalmente una zona de bosque seco, el acceso al agua est enormemente limitado por una baja y mal distribuida pluviosidad. La calidad de la tierra limita el nmero de cultivos y el manejo del suelo es muy deficiente. Por su parte Fmeque, originalmente de bosque andino y altoandino, tiene una gran riqueza hdrica, buena calidad de la tierra y un manejo del suelo y la vegetacin relativamente adecuado. El campesinado de Guane representa, a nuestro juicio, ese sector de productores familiares que producen en condiciones ms adversas, con severas limitaciones de acceso a los recursos y que constituye la amplia franja de los campesinos pobres de la Regin Andina. Estos campesinos

    1 Para este clculo se toma el valor de la produccin agrcola para el ao 2.000 de los cultivos, los cuales se clasifican en predominantemente campesinos y predominantemente capitalistas. Predominantemente campesinos: papa, maz, panela, pltano, yuca, frjol, ame, ajonjol, tabaco, fique, cacao, hortalizas, frutales para el consumo interno, caf tradicional y caf tecnificado en superficies menores a 10 has, 60% de la coca y de la amapola. Predominantemente capitalistas: caa de azcar, banano de exportacin, flores, palma africana, arroz, algodn, sorgo, soya, caf tecnificado en superficies mayores de 10 has, 40% de la coca y de la amapola. La participacin de los cultivos campesinos que es del 69% baja a 63% cuando no se contabiliza la coca y la amapola. El peso de estos cultivos en la produccin agrcola estara entre el 15% y el 25% (segn los parmetros de productividad y los precios que se les imputen a la base de coca y al ltex de la amapola). Segn las Estadsticas del Ministerio de Agricultura y FEDECAFE. Para coca y amapola, Polica Nacional en Tavera 2.000.

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  • tienen sistemas de produccin relativamente tradicionales aunque de todas formas, utilizan insumos agroqumicos para los productos que logran colocar en el mercado, principalmente tabaco y frjol. Cultivan tambin el maz y la yuca que junto con otros productos agrcolas y pecuarios les garantizan un cierto autoconsumo. El tejido de costales es una actividad que ocupa altos niveles de mano de obra familiar y que les aporta un ingreso clave para su subsistencia pero precario, por cuanto la mano de obra empleada en este oficio, resulta subremunerada. Fmeque, es un municipio de Cundinamarca de 14.632 habitantes ubicados al oriente de Bogot, ha sido desde hace por lo menos treinta aos un abastecedor sumamente importante y dinmico de hortalizas que salen de las parcelas de los campesinos trabajadas con gran virtuosismo y con una utilizacin intensiva de insumos agroqumicos. Al lado de estos cultivos comerciales los campesinos tienen actividades de mucho menor escala, que adelantada con tecnologas tradicionales, se destinan al consumo familiar o local. Las conclusiones de este proyecto de investigacin reflejan un avance en el desarrollo del trabajo que adelantamos los integrantes del grupo de Sistemas de Produccin y Conservacin. En este sentido no son definitivas ni categricas, pero de todas formas aportan a nuestro juicio algunos elementos claves para entender la dinmica de los sistemas de produccin familiares rurales. De su viabilidad econmica, cultural y ambiental. Tanto en Fmeque y Guane la actividad agrcola se basa predominantemente en la pequea produccin familiar. La familia tiene un gran valor simblico y es el eje de primordial de referencia y significacin. A travs de la familia se participa en la produccin y todos los miembros contribuyen activamente en el sostenimiento del hogar segn una distribucin del trabajo bastante clsica en la que la mujer toma parte en algunas tareas productivas, sobretodo en la recoleccin, y se hace cargo fundamentalmente de las tareas del hogar en tanto que el hombre tiene bajo su responsabilidad los cultivos. Sin embargo la posicin de la mujer es marcadamente diferente; en Guane se encuentra en general bajo una situacin de subordinacin aunque esto est cambiando debido a la importancia que tiene para los hogares locales las entradas producto de la venta de costales, un rengln productivo en el cual la actividad femenina es fundamental. En Fmeque las mujeres manejan niveles de independencia y autosuficiencia relativamente altos. Para la retencin de los jvenes que es crucial para asegurar los requerimientos de trabajo se tienen en las dos zonas mecanismos similares: sistemas de asociacin para la produccin, redes familiares de apoyo, solidaridad en el trabajo. Sin embargo es un hecho evidente que los trminos de produccin en Guane, al implicar mayor riesgo (por las condiciones medio ambientales) y menores beneficios (por las condiciones de comercializacin) resultan menos atractivos. Si bien no se tienen datos exactos es claro que el porcentaje de jvenes que permanecen en esta regin es menor. Por otra parte la emigracin constituye en este caso una herramienta clave para el sostenimiento de muchos hogares que dependen de los aportes de los hijos que han partido. La experiencia de la migracin es adems una tarea organizada, que compete a toda la familia y que se realiza a travs de redes de conocidos. En cambio, en Fmeque, en general la emigracin es una tarea individual, si bien se utilizan los vnculos familiares, y el migrante muchas veces recibe ayuda econmica, al menos mientras se organiza. Son pocos los casos en que deben aportar para el sostenimiento familiar, al partir se desvinculan de las obligaciones econmicas con su crculo familiar.

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  • Se observa, en todos los casos de Fmeque y en la mayor parte de los de Guane, que el productor contrata niveles altamente significativos de mano de obra asalariada y que se recurre con mayor frecuencia al trabajo asalariado que a la mano vuelta. En ciertos casos como l de algunos productores de tomate bajo invernadero de Fmeque, el productor parece actuar ms en calidad de empresario que de trabajador. Esto se correspondera bastante aproximadamente con los trminos del modelo empresarial de agricultura familiar de Lamarche (1992 y 1994) segn el cual la produccin se orienta fundamentalmente hacia la valorizacin de los activos productivos. Pero hay que desatacar que estos productores tienden a emplear ms intensivamente la mano de obra familiar que los dems. Aunque tienen recursos que les permitiran liberar a la familia del trabajo agropecuario y apoyarse exclusivamente en jornaleros, las caractersticas del proceso productivo no los dejan optar por esta alternativa. El trabajo de la familia les garantiza la calidad de una serie de labores que exigen un cierto virtuosismo y, sobre todo, un alto grado de compromiso para garantizar la calidad de la faena y por tanto el rendimiento y la calidad del producto. A nuestro juicio este caso se inscribe dentro del modelo de tecnificacin de gran parte del agro que, de un lado, implica una mayor utilizacin de mano de obra (tecnificacin con baja o nula mecanizacin) y , del otro, tiende a conservar las formas familiares de insercin al trabajo, muchas veces bajo un complejo tejido de interrelaciones entre familias rurales y empresarios agrcolas. Para el caso de Fmeque queda claro que la insuficiencia de ingresos est condicionada fundamentalmente por las limitaciones extremas en el tamao del rea cultivada ya que una familia logra el ingreso base de subsistencia (dos salarios mnimos) con un poco menos de 1.5 has sembradas. Parta los productores de Guane aunque de sus fincas alcanzan ingresos mucho ms bajos sus sistemas productivos les generen una remuneracin del trabajo familiar tambin superior al salario mnimo. Dicho en otras palabras, para los productores familiares es mejor negocio trabajar en sus fincas que en otras actividades toda vez que los ingresos agropecuarios, que les arroja su sistema de produccin, son mayores que su costo de oportunidad. La evidencia emprica recogida por esta investigacin muestra claramente que los campesinos de Fmeque, altamente integrados al mercado y con sistemas de produccin que involucran cultivos de altsima intensidad en la incorporacin de tecnologas agroqumicas, obtienen por cada da trabajado en su parcela una remuneracin muy superior al salario mnimo.1.0 y 7.6 veces (ver captulo cinco). Pero ms aun, los sistemas de produccin de los campesinos de Guane, que fueron seleccionados para nuestro estudio porque representan los productores familiares que estn en condiciones ms precarias, arrojan tambin un resultado similar aunque un poco ms modesto: la remuneracin de su trabajo familiar est entre 0.7 y 2.1 salarios mnimos.(ver captulo cinco). De manera que tanto los productores de Fmeque como los de Guane han logrado arreglar sus sistemas productivos en forma tal que les resulta mejor negocio trabajar en sus propias parcelas que jornalear por fuera de ellas. Segn el DANE, en el perodo 1988 1997 slo en dos, de los ocho aos, los campesinos obtuvieron en sus parcelas ingresos por encima del salario mnimo: 1,33 salarios mnimos en 1989 y 1.05 en 1992. A partir de este ao las cosas parecen haberse empeorado de tal forma que en 1997 un campesino ganaba en su parcela apenas el 60 % del salario mnimo2 Estos datos son contraevidentes con nuestros resultados. Planteamos al principio de este libro que las diferencias 2 Segn el procesamiento de las Encuestas Rurales de Hogares del DANE hecho por Lpez et al (2.000)

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  • pueden surgir de las serias limitaciones que tiene el sistema de encuestas para captar ingresos de los campesinos. De ser as el panorama econmico de la produccin familiar es muy diferente al que estn los datos oficiales. Nuestras cifras muestran, por el contrario, que los sistemas de produccin de los campesinos tienen un potencial productivo enorme y una enorme capacidad de generarles ingresos por encima de muchas otras actividades. Expliquemos: si los sistemas de produccin pueden generar un ingreso relativamente alto por cada unidad de trabajo invertida, la pobreza rural se explica ms por la falta de una dotacin adecuada de los factores productivos que por la pretendida inviabilidad de los sistemas de produccin de los campesinos. Sin entrar en los detalles sobre la altsima concentracin de la tierra en Colombia, quizs la ms alta del mundo, debemos aadir que nuestros datos confirman la limitacin estructural que significa el acceso precario a la tierra para los productores campesinos. En primer lugar, de acuerdo con nuestros datos, los productores al no tener tierra suficiente no pueden emplear sino una fraccin de su mano de obra en el trabajo agropecuario lo cual significa que la mano de obra sobrante se emplea en actividades menos remunerativas o permanece inactiva. Y en ltimas, muchos jvenes que no pueden ocuparse terminan por migrar definitiva o parcialmente. En segundo lugar, mediante diversas formas de asociacin, los campesinos con poca tierra logran acceder a este recurso. Estas asociaciones distan mucho de la aparcera tradicional de las antiguas haciendas en la medida en que el socio, por lo regular otro campesino, aporta parte de los costos monetarios de manera que se constituye en un inversionista y no solamente en un perceptor de la renta de la tierra. Pero de todas formas, el propietario recibe una parte de las cosechas superior proporcionalmente a la parte de los costos que aporta. Esta relacin asimtrica en la cual el propietario tiende a aportar entre el 20% y el 40% de los costos y a recibir el 50% de la cosecha, pesa fuertemente sobre los ingresos de su socio a quien se le disminuye significativamente la remuneracin (hasta en la mitad) con relacin a quien, con las mismas condiciones tecnolgicas, produce en su propia tierra. En trminos de la viabilidad ambiental, se puede plantear la hiptesis, a partir los resultados de la valoracin ecosistmica, que para el caso de Guane, cuyo deterioro es evidente, la recuperacin es viable y muy favorable para los productores. Emprendiendo una revegetacin de bajo costos se podran obtener una mayor oferta de agua aprovechable para regar cultivos, con amplios beneficios econmicos netos. Si bien Fmeque difiere en gran medida de este panorama no est exento de problemas. Por un lado hay problemas medio ambientales aunque menos severos y mejor manejados que en Guane, pero tambin hay posibilidades de recuperacin y aprovechamiento de la oferta hdrica aunque los resultados econmicos no seran interesantes para los cultivadores. Esto nos seala que en la medida en que se les ofrezca la posibilidad de construir sistemas tecnolgicos alternativos que amortigen los posibles efectos negativos ecosistmicos y que les garanticen una remuneracin razonable ellos acogern y recrearn estas propuestas. De hecho algunos productores ya estn trabajando con xito en esta direccin. El pas debe entender que tiene unas potencialidades enormes en la economa familiar agropecuaria y que tiene que invertir los recursos necesarios para construir no para imponer las tecnologas adecuadas a nuestros productores

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  • En Fmeque y en Guane no obstante las difciles condiciones locales de ltima zona encontramos que persiste un gran sentido de pertenencia y arraigo. En Fmeque el discurso parece negarlo, en ocasiones, mientras que en Guane hay una mayor coherencia entre el discurso y sus representaciones profundas. Pero en ambos casos, hasta donde hemos podido averiguarlo estas representaciones privilegian la vida en el campo sobre la de la ciudad. Esta conclusin a la cual llegamos por medio del trabajo etnogrfico fue confirmada por una encuesta a la cual los entrevistados, adultos, jvenes y nios, manifestaron mayoritariamente (en ms del 80%) que prefieren la vida y el trabajo en el campo a habitar y laborar en la ciudad. Todo esto nos lleva a plantear, que culturalmente hay una potencialidad enorme para el mantenimiento de la produccin rural en estas dos zonas en las cuales los horrores de la guerra son todava una realidad, que aunque cercana, no los implica directamente. En otras palabras, con los resultados que a la vez arroja el anlisis econmico y ambiental esta investigacin muestra evidencias sobre la viabilidad de la sociedad rural en Colombia. Por ltimo hemos extendido el anlisis a un espacio ms amplio con los datos de otras siete zonas rurales andinos. Aunque sera exagerado afirmar que con estos estudios hemos armado una muestra totalmente representativa de los sistemas de produccin andinos colombianos, s podemos asegurar que nuestros casos no son de ninguna manera excepcionales y que corresponden a sistemas de produccin desarrollados en condiciones adversas en cuanto al tipo de tierras y el acceso a los dems factores productivos. En este orden de ideas estos datos aunque no demuestran que todos los campesinos alcanzan en el pas niveles de remuneracin altos con relacin a otras opciones laborales, dan indicios muy firmes de que es posible alcanzarlos. Favorecen la hiptesis de que, en trminos econmicos, los sistemas de produccin campesinos son viables, si se garantiza un mnimo acceso a unas mnimas condiciones productivas. El problema central de la economa rural no est, por lo tanto, en los modelos productivos, ni en una supuesta falta de competitividad, sino en las restricciones en el acceso a los factores que permitiran al productor desarrollar sus potencialidades. En otras palabras se puede plantear, que la eventual inviabilidad de la produccin familiar colombiana hay que buscarla en el acceso y distribucin de los factores y no en la naturaleza misma de la produccin campesina. .

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  • Difundido en Internet por la RED DE DESARROLLO SOSTENIBLE

    DE COLOMBIA

    http://www.rds.org.co

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