cb murcia 1985 2010 por pedro serrano
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CB Murcia 1985 2010 por Pedro SerranoTRANSCRIPT
BasketMe – Pedro Serrano Solana
1 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
CB MURCIACB MURCIACB MURCIACB MURCIA
1985198519851985----2010201020102010
25 años sobre el parquet
Pedro Serrano Solana
Prólogo de Antonio González Barnés
BasketMe – Pedro Serrano Solana
3 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
PRÓLOGO
Ponerle a las cosas corazón es fundamental en esta vida. Lo contrario se convierte en frio, distante, indiferente...
Afortunadamente no es el caso que nos ocupa, porque en estos momentos tiene en sus manos una buena parte del
corazón de Pedro Serrano. Un corazón grana, palpitante, grande, que siente al C.B. Murcia como a uno de sus órganos
vitales, porque hace una declaración escrita de amor a un deporte y un canto a una pasión: el baloncesto. Cuando me
dejaba la garganta en muchas canchas de España contando las aventuras y desventuras del Juver Murcia, Pedro hacía
sus pinitos en el mini -basket, en una modesta y pequeña canasta instalada en cualquier jardín de nuestra
ciudad. Mientras se ponía en marcha este Club, posiblemente jamás soñó que el baloncesto murciano marcaría su
vida y estaría en la élite... pero en el interior de Pedro se encendía la llama de mates insospechados, de canastas de 3
puntos increíbles, de pabellones repletos de público, de miles de papelillos flotando en el aire con los colores del que
siempre es y será su club. Han pasado los años. Y han pasado para todos. Para el periodista, para la entidad y para
aquel joven, pero estos no han podido con la inquietud, con la devoción a un equipo, con ampliar conocimientos, con
utilizar las nuevas tecnologías para difundir y apoyar un deporte. Y así ha venido ocurriendo en el último año.
Pedro ha tenido el atrevimiento y la constancia necesaria para escribir los 25 años de historia del hoy C.B. Murcia, y ha
sido capaz de hacerlo gracias a la palabra de quienes han sido protagonistas de ello.
No es cuestión de ofrecer estadísticas, de dar nombres, de celebrar ascensos y llorar descensos... es cuestión de que
esa historia tenga sus propias señas de identidad, tenga su lado humano, el que aglutine sentimientos y palabras
transformadas en letras reunidas en largas entrevistas... Pobres de aquellos que niegan su historia, que olvidan la
misma, que marginan el pasado, porque jamás así se podrá vivir el presente y menos aún, soñar en el futuro. Murcia
tiene un equipo de baloncesto en la ACB, en la máxima categoría del basket español, y eso se debe a quienes pusieron
los cimientos, a jugadores y técnicos, a jóvenes aficionados fieles que se han convertido en hombres acudiendo al
Príncipe de Asturias y después al Palacio de los Deportes. No es digno, ni serio, el ningunear ese pasado. Todos en
algún momento hemos sido el C.B. Murcia, los de ayer y los que están hoy, y entre ellos, en primera fila, de pívot
resolutivo y luchador, Pedro Serrano, quien tiene toda mi consideración y admiración por el impagable trabajo que ha
realizado y va a dejar, y al que animo siga haciendo por y para el basket, por encima de personas, instituciones o
entidades.
La indiferencia es moneda de uso común en nuestra tierra. El reconocimiento a la lealtad, casi una quimera, y pese a
ello seguimos queriendo al basket, a nuestro club, a nuestra ciudad... sabedores que nunca recibiremos nada a
cambio. Hoy Pedro Serrano Solana desborda en estas páginas conocimiento, trabajo, ilusión... y lo que es más
importante: amor. Los nombres de quienes fueron, de los que hoy están, de quienes han batido estadísticas, de
quienes se jugaron su dinero y tiempo por el baloncesto en Murcia, los dejo para él, para su historia, que no es otra
que la más gloriosa época del baloncesto murciano.
Antonio González Barnés
Presidente de Honor de la Asociación de la Prensa Deportiva de la Región de Murcia
A modo de introducción
Esta publicación recoge las entrevistas que realicé con motivo del 25 aniversario del Club
Baloncesto Murcia, y que fueron subidas a la Web de baloncesto BasketMe.com entre agosto de 2010 y
junio de 2011. El orden en que aquí aparecen no es el mismo en el que se fueron colgando en Internet: una
vez concluido el trabajo y ya con todo el material, decidí darle un orden cronológico según el periodo
tratado en cada entrevista, comenzando por el año 1985 y terminando por 2011. Además, y por una
cuestión de forma y de espacio, me he visto obligado reducirlas en algunos fragmentos, conservando
intactas las partes que considero más interesantes. Incluyo también los textos que amablemente aportaron
algunos protagonistas de la historia del club, junto con otros artículos sobre los números acumulados por el
CB Murcia en estos 25 años y sobre las dos instalaciones en las que el equipo ha tenido su pista de juego.
Durante el último año y a medida que este proyecto iba avanzando, me di cuenta de que casi había
iniciado un trabajo de investigación sobre el CB Murcia, lo que suponía una nueva vuelta de tuerca a mi
“frikismo” para con el equipo de mis amores. Hasta he visitado la hemeroteca de la Biblioteca Regional en
busca de información y he tenido ante mis ojos el primer artículo de prensa de la historia que hacía
referencia al Club Baloncesto Murcia. Entre esas cosas –que tal vez no sean más que una anécdota- y la
agradable plática con los protagonistas de la vida del club que pude localizar, y que quisieron colaborar
conmigo en este empeño, finalmente se ha conformado un ameno relato en el que se nos van desvelando
poco a poco las claves del CB Murcia, los avatares colectivos y también particulares que rodean su
existencia, y los nombres de las personas que contribuyeron a que Murcia tenga hoy un equipo de
baloncesto con 25 años de historia.
Por último, me siento obligado a añadir que este trabajo, aunque apasionante, también ha sido
muy costoso y me ha llevado muchas horas, arañadas principalmente al descanso. Con un empleo y con
hijos que criar, casi no quedan ratos libres. Sin embargo, he podido encontrar esos pequeños ratos y,
sinceramente, creo que ha merecido la pena. Que lo disfrutéis.
Pedro Serrano Solana
BasketMe – Pedro Serrano Solana
5 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Índice
25 años sobre el parquet. � 6
Antonio González Barnés. � 7
Manrique Cos. � 14
Randy Owens. � 17
Paco García. � 29
Quique Azcón. � 35
Jota Davalillo. � 42
Ralph McPherson. � 49
John Ebeling. � 55
José María Oleart. � 64
Quini García. � 76
Johnny Rogers. � 89
Edu Piñero. � 97
Xavi Sánchez. � 107
Felipe Coello. � 113
Daniel Barceló. � 124
Miguel Ángel Pérez. � 141
Miguel Ángel Martín. � 150
Anthony Stacey. � 161
José Luís Galilea. � 168
Quique Bárcenas. � 176
Pedro Fernández. � 189
Pedro Robles. � 203
Los hogares del CB Murcia �218
Números del CB Murcia. � 240
Fin de trayecto. � 245
Club Baloncesto Murcia: 25 años sobre el parquet
El CB Murcia ya ha cumplido un cuarto de siglo y, tal y como decía Marilyn Monroe en "Con faldas y
a lo loco", es una edad que da que pensar. La historia de este club es la de quienes, allá por 1985, tuvieron
una idea, y la de quienes llevaron esa idea a la práctica. Es la historia de sus treces plantillas en ACB, sus
doce plantillas en la segunda categoría del baloncesto español –con sus diferentes denominaciones- y la de
su primer equipo, aquel que empezó a jugar en las canchas de Tercera División. Es la historia de
entrenadores, jugadores, fisioterapeutas, utilleros, cheer-leaders y "mopas", de los trabajadores de las
oficinas y de todos los que han ido cogiendo el testigo en los despachos: de las empresas que en mayor o
menor medida, con más o menos dinero y mejor o peor fortuna, han empujado la nave a lo largo de los
años. Así mismo, la historia de este club es la de sus horas de vuelo, la de la suma de sus estadísticas
individuales y colectivas, de ese enorme aparataje numérico que genera el baloncesto y que marea con sólo
mirarlo. Pero además, y diría que sobre todo, la historia del CB Murcia es la de sus aficionados, la de todas
las personas que un buen día decidieron sentarse en la grada y que, en ese mismo momento, notaron cómo
el corazón les bombeaba sangre con un ritmo distinto del habitual.
En estos 25 años, ¿cuántas cosas habrán pasado en las gradas que rodean al CB Murcia? ¿Cuántas
anécdotas, cuántos buenos y malos momentos? ¿Cuántas risas y chistes, litros de refresco, kilos de pipas?
¿Cuántos aplausos, cuántos abucheos? ¿Cuántos kilómetros han recorrido los aficionados junto a su CB
Murcia? Pienso en la gente que se habrá conocido durante los partidos, en los que encontraron novio o
novia y quizá después se casaron. Alguno tal vez hasta se haya separado, aunque espero que no fuera por ir
demasiado a ver baloncesto. ¿Cuántas horas de conversación nos ha dado este club? ¿Cuántas veces
hemos hablado de baloncesto en bodas, bautizos y comuniones, en viajes por tierras lejanas, o los sábados
por la noche frente a una jarra de cerveza? Para todos, para recordar al equipo y para recordarnos a
nosotros mismos cuando éramos más jóvenes y teníamos menos canas, aquí tenéis el relato de la vida del
CB Murcia contado por sus propios protagonistas.
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7 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Antonio González Barnés
Empecemos por el principio. Recordemos al CB Murcia embrionario, al CB Murcia como idea
surgida de la cabeza de un grupo de personas. Siempre he sentido gran curiosidad por la génesis de los
procesos creativos, por ese momento mágico en el que alguien se saca de la manga una canción, un guión
de cine, un poema o hasta un equipo de baloncesto. ¿Cuándo, cómo, dónde surgió el CB Murcia? ¿Fue
acaso en la sobremesa? Dicen que muchas buenas ideas han sido concebidas en las charlas que suceden a
un buen yantar, cuando hay impulso para todo y cualquier problema encuentra su solución. Sea como
fuere, la concepción del CB Murcia fue una gran noticia para todos los que amamos el baloncesto y para
aquellos que hemos seguido al equipo murciano durante buena parte de nuestras vidas.
La persona con la que iniciamos este relato es Antonio González Barnés, uno de los ideólogos del
Club Baloncesto Murcia. Además de periodista y cofundador de nuestro equipo, Antonio fue concejal de
Cultura del ayuntamiento de Murcia durante doce años (de 1995 a 2007) y ahora es jefe de prensa de Toros
Sureste, empresa gestora de la Plaza de Toros de Murcia. Cuando lo llamo por primera vez para explicarle el
tema y fijar cita, Antonio ya se arranca con total naturalidad y me expone el nacimiento del club a velocidad
de vértigo, citando nombres uno tras otro, contando anécdotas curiosas y mostrando disimuladamente su
orgullo por haber contribuido a la creación del equipo. A pesar de su apariencia severa, González Barnés se
muestra tal y como lo describen los que le conocen bien, como una persona accesible y sencilla, y no tiene
inconveniente en repetirme todo más despacio al día siguiente, pero eso sí, con una grabadora de por
medio:
Muchas gracias por dedicarme su tiempo y contarme el nacimiento del CB Murcia. Viendo el año de
fundación, 1985, ¿Podría decirse que nuestro equipo es hijo ideológico de la plata de Los Ángeles'84?
Sí, yo creo que sí. Yo creo que fue un poco por lo que habíamos visto, por el "boom" de los Juegos
Olímpicos, y por el hecho de que Murcia no se descolgara. Murcia había tenido basket, pero nunca basket
de categoría superior, basket de élite que arrastrase gente, y ahí había un grupo humano de muy buenos
jugadores de baloncesto: desde el propio Manrique Cos, que fue jugador y luego sobre todo entrenador,
Gregorio Serna, Frank Espinosa, Pedro Ruiz Morales... Pedro entonces era periodista, Frank era abogado...
Entonces Murcia, de pronto, se encuentra que el fútbol va un poco de aquella manera, y vemos cómo otras
ciudades... Vemos cómo la televisión ya empezaba a prestarle una atención al baloncesto, no solamente
por la medalla olímpica, sino porque había otras alternativas deportivas. Entonces, si había esas otras
alternativas, ¿por qué Murcia no podía tener balonmano de élite, voley de élite o baloncesto de élite? Pues
entonces, ya digo, este grupo, conmigo, fuimos los que de alguna forma buscamos a la persona que podría
hacerse cargo, que tuviera el suficiente riñón para formar un equipo que pudiera ser competitivo. Dio la
casualidad de que Juan Valverde, Juver, era patrocinador del Español de Barcelona, y fuimos y le
propusimos de una manera seria el hecho de que se crease un club que empezase en Tercera División, y
que con los contactos, por ejemplo con el entonces presidente de la Federación Murciana de Baloncesto,
Manolo Martínez, que en paz descanse, esto se pusiese en marcha. Queríamos que la Federación nos
ayudase y necesitábamos una esponsorización. Las esponsorizaciones en baloncesto en nuestra región eran
algo totalmente desconocido, ni en baloncesto ni en voley ni en ningún otro deporte que no fuera el fútbol.
Entonces la idea, el primer comentario, la primera mente a la que se le ocurre crear el club... ¿Quién fue?
Pues me da vergüenza decirlo, pero surge un poco de mí. Yo en aquella época estaba en Radio Cadena
Española, la antigua Radio Juventud. Conmigo trabajaba como colaborador Pedro Ruiz Morales y
pensábamos que el fútbol se nos estaba quedando corto, que teníamos que introducir en los programas
deportivos una actividad que pudiera... Hombre, nos hacíamos eco de lo que ocurría, y yo recuerdo que el
Real Murcia llegó a tener secciones de balonmano femenino, pero nada más. Teníamos que llenar de
contenido los programas de deportes no solamente con fútbol de desayuno, aperitivo, comida y cena, sino
que hubiera más, ¿no? Entonces fue un poco idea mía el poner en marcha este proyecto y tuve la suerte de
juntarme con estas personas, de tener a Pedro Ruiz Morales. Pedro me habla de Manrique Cos, hablamos,
tomamos café algún día y entonces nos proponemos tener una entrevista con Juan Valverde para hacerle
esta oferta. Juan Valverde ya se había metido en el mundo del basket con el Español de Barcelona como
patrocinador. Esos fueron los inicios.
¿Qué tiempo necesita uno para idear y construir un club? Porque el equipo empezó a competir en
septiembre de 1985. ¿Cuándo se pone en marcha el proyecto? ¿Justo después de los Juegos Olímpicos
del 84?
Sí, yo... Eso fue en 1984, calculo yo, al poco del tema de Los Ángeles, al muy poco. Y luego además veíamos
cómo había clubes de fútbol que tenían secciones de basket, y pensábamos en su día que fuera el Real
Murcia, pero nos vino de maravilla que Juan Valverde se fuera del Real Murcia, que Juan Valverde, que era
un tío de una iniciativa y de un potencial económico importante, se hubiera apartado del mundo del fútbol
y que se perdieran las ilusiones de esta persona, y que, de alguna manera, pudiera tener protagonismo, no
solamente su marca, su firma, sino él mismo. Que no fuera un directivo más del Real Murcia que se ha ido y
ya está, se ha acabado. No, vamos a ver si con gente con ganas, y echándole una mano, y orientándolo,
pues pudiera estar de nuevo en la élite dirigiendo, no como directivo sino como presidente de un equipo, y
no de fútbol en este caso sino de basket.
¿No le llegaron a plantear al Real Murcia el proyecto de crear una sección de baloncesto?
No, no... Mira, por entonces estaba de gerente del Murcia Ricardo Martínez, que hoy es un alto ejecutivo
del Almería Club de Fútbol, y era un hombre al que le gustaban las secciones, pero el Real Murcia siempre
ha sido un club muy presidencialista, y si al presidente no le convence... Quiero recordar... Creo que
entonces el presidente era Juan Garrido, o no... No recuerdo ahora mismo quién estaba de presidente del
Real Murcia, pero las políticas eran netamente futbolísticas, no había otras alternativas, aunque hubiera
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gente dentro del club que hubiera visto con buenos ojos la creación de una sección de baloncesto
masculino dentro del Real Murcia. Y luego, pues aparte, en los fondos de una entidad futbolística no existía
la filosofía de que fueran compartidos o partidos con ambición con otra actividad que no fuera la
futbolística. Entonces, pues lo de Juver nos vino como anillo al dedo.
Os encontrasteis mutuamente, ¿no? Valverde encontró su válvula de escape y vosotros el apoyo que
necesitabais para poner en marcha la nave.
Bueno, nosotros lo que encontramos fue ver convertida en realidad una ilusión y una alternancia deportiva
en la ciudad de Murcia. Aquí yo recuerdo que sólo hubo una época del balonmano, con el Fraymon, la
fábrica de embragues que había en la carretera de Espinardo. Fraymon tuvo un buen equipo de
balonmano, y en el hockey sobre patines también tuvimos algún equipo en categorías superiores, pero eran
deportes que en aquel momento veíamos que no tenían el boom que estaba teniendo el baloncesto. Y
entonces fue el tema de pensar en el baloncesto, y en la marca, en la persona que había apostado por el
baloncesto, lamentablemente fuera de Murcia, y ver si se podía hacer algo. Los orígenes fueron esos: yo
haciendo cabeza, Pedro Ruiz Morales con sus conocimientos, que trabajaba conmigo de colaborador, y él
nos pone en contacto con esta gente, con Gregorio Serna, Frank Espinosa, Manrique Cos, Juan Pérez
Ferra... Y entonces Juan Valverde dio el paso al frente.
Cuántas cosas hacen falta para poner a funcionar un equipo de baloncesto... Y teníais que ir atando un
cabo tras otro, claro.
Sí. También hacía falta una persona profesional dedicada a esto, porque nuestra profesión no era esta, y
entonces fue cuando se pensó en Daniel Barceló, que también había salido del Real Murcia y había
entrenado a los juveniles. Barceló se iba a encargar de la Gerencia y Juan Valverde formó su junta directiva
con Manolo Álvarez, ex jugador del Real Murcia, con Enrique Martínez, que también había sido directivo
del Murcia y presidente del Imperial, con Chano Méndez... Con amigos suyos, su dentista, su... Y aquello fue
un poco el embrión de esta historia, de crear un equipo que fuera competitivo. Pensamos que la persona
ideal para ponerlo en marcha en esa categoría era Manrique Cos, que fue el primer entrenador que tuvo el
CB Murcia y a partir de ese momento, ya empezamos a pensar en otros asuntos. Trajimos jugadores,
recuperamos gente que estaba jugando al baloncesto... Recuerdo que el propio Frank Espinosa iba a ser
jugador del equipo, ya mayorcito, pero que era jugador y tenía buena estatura, y bueno, ya se pensó en
traer gente de fuera también.
¿Costó mucho convencer a Juan, o se lanzó pronto a la arena?
Bueno, había que hacerle ver todo el tema. Juan no fue de los que dicen "sí, sí, sí, vamos, vamos...". No, no,
no... Tuvimos varias reuniones, tuvimos que convencerlo, tuvimos que animarlo y tuvimos que echarle en
cara eso de que, "mira, España ha sido medalla olímpica, mira que hay otros equipos, mira que tú y tu
empresa estáis invirtiendo en el baloncesto fuera de nuestra región, ¿por qué no inviertes dentro de ella?
¿Por qué no te pones al frente de esto?". Es decir, no fue una situación de un día ni de una reunión ni de
dos reuniones, sino de más, hasta que dijo, "venga, vamos para adelante". Vamos adelante pero con
garantías de futuro, no vamos adelante por estar.
La idea era empezar desde abajo, pero con vistas a llegar a la élite en un plazo corto de tiempo.
Sí, sí, eso fue desde el primer momento. Desde el mismo momento que te traes por primera vez en la
historia a la Tercera División a un americano, y encima de color (González Barnés habla de Randy Owens),
pues fíjate, eso rompe esquemas no sólo en el baloncesto de nuestra región sino también a nivel nacional.
Esto fue un boom a nivel nacional, y además tuvimos que disfrazar un poco aquel fichaje porque no estaba
autorizado por la Federación Española, ¿no?
¿No podían jugar profesionales en Tercera División?
No, ni profesionales ni ex profesionales, estaba prohibido. Randy Owens venía de Israel, creo, y entonces
Miguel Ángel Paniagua, con el que contactamos, era el agente que manejaba los fichajes y los jugadores de
cierto nivel en este país. Paniagua fue comentarista de la SER, comentó por televisión también bastantes
partidos y trabajaba por entonces en un banco en Madrid. Fuimos a Madrid a verlo, y entonces, viendo con
la Federación Murciana lo que se exigía y lo que se podía hacer para poder jugar en Tercera División, a
Randy tuvimos que matricularlo como alumno de la Escuela Oficial de Idiomas, en Murcia, para aprender
español. Él se puso a estudiar y entonces ya pudimos ficharlo.
¿Cómo convencisteis a Randy Owens para jugar aquí? Y cuando llegó, ¿qué tal le pareció todo?
Bueno, él alucinaba, lo que pasa es que encontró mucho calor humano, y luego, claro, se reía. Él se
quedaba... Es que es... ¿Cómo te puedo decir? Es como si te pones a correr con un Ferrari y con un Opel
Corsa ¿no? (nos reímos). Sabes que cuando te montas en el Ferrari, pues fíjate... Randy veía que teníamos
infraestructuras, pero sobre todo que tenía mucho calor humano. Frank Espinosa hablaba inglés, Gregorio
Serna también un poquito, y bueno, hicimos ahí todos un poco de amistad y se sintió muy arropado. Era un
espectáculo ir con él. Yo me acuerdo un día que fuimos a la Plaza de Toros, y bueno, los porteros querían
hacerse fotos, todo el mundo quería hacerse fotos con él, aquello era un auténtico espectáculo... (Me
imagino el panorama en una aún pequeña capital de provincia española a mediados de los 80; el "show" de
un jugador de baloncesto como los que se veían por la tele cuando ponían imágenes de la NBA). Además, él
era un hombre de una enorme calidad humana, y se encontró como el rey del mambo en una ciudad que lo
admiraba y donde se vivía muy bien, y donde se comía muy bien, y donde lo tenía todo pagado... En fin, no
ganaría los sueldos que ganaba en otros sitios, pero estaba muy bien considerado y se sintió muy integrado
en el proyecto, y luego en la cancha, pues el tío, ya te digo, los primeros mates que he visto en directo en
mi vida los veíamos aquí. En los entrenamientos era apabullante de gente para verlo, y cuando íbamos a
jugar por ahí, a Torre Pacheco, o me acuerdo que íbamos a pistas de equipos como Molina... Bueno,
equipos que eran nuestros rivales, porque la Tercera División era una liga regional prácticamente.
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A él se le vende la idea de que a corto plazo se va a subir de categoría, ¿no?
Sí, claro, y cuando se sube al año siguiente se mantiene a Randy en la plantilla, y al año siguiente también.
Randy creo que estuvo tres temporadas en el CB Murcia.
Cuando se creó el club, recuerdo que el Pabellón Príncipe de Asturias acababan de inaugurarlo, ¿verdad?
Sí, sí, y allí se entrenaba y se jugaba, e incluso tuvimos problemas para acordar los entrenamientos porque
allí entrenaban equipos de otras modalidades deportivas, y cuando entrenaba Randy aquello era un
espectáculo de gente para verlo.
La afición respondió al equipo desde el primer momento, y a eso ayudó esta maniobra de fichar a Owens.
Sí, pero era un público muy joven, era un público que hoy serán papás y serán abogados y médicos, pero en
aquella época eran gente muy joven y era un público totalmente distinto al del fútbol. Había gente un poco
más mayor, pero aquello era un equipo para un público muy joven. Y entonces ya se le empezó a dar la
estructura de club, de entidad, y a hacer abonados porque al principio aquí no había socios, no había más
ingresos que lo que traía el patrocinador para pagar plantilla. Ya cuando empezamos a trabajar con semi
profesionales que venían de Segunda División, o de Primera, o de Honor, pues ya había que pagar un
sueldo, ¿no? Luego también hubo una rivalidad muy grande con Cartagena. Cartagena fichó para los
partidos finales contra Murcia a este... ¿cómo se llama este? Uno que había jugado en el Barcelona...
Santillana. Cartagena también estaba en Tercera, y cuando vio que Murcia fichó a Owens, ellos ficharon al
otro. Además se transmitieron los dos partidos, tanto el de ida como el de vuelta, por el centro territorial
de TVE en Murcia por primera vez. Es decir, no se había transmitido al Real Murcia y retransmitieron
baloncesto de Tercera División. Y con esas aspiraciones que teníamos desde el principio, después fue
cuando compramos la plaza y se ascendió.
Eso de la compra de plaza al Logos de Madrid, filial del Estudiantes, ¿fue un ofrecimiento que surge de
manera inesperada, o vosotros ya ibais tras la posibilidad de hacerlo?
Eso, el primer contacto lo tuvimos con Miguel Ángel Paniagua, que nos puso sobre la pista de la situación
en que se encontraba el Logos, y entonces ya fue negociar, negociar y comprar esa plaza al precio que se
puso y ahí ya se puede decir que fue la auténtica profesionalización del CB Murcia.
Se abrió el juego en la recién creada 1ª-B.
Sí, y ya de ahí, hacia arriba. Se tuvo que esperar un tiempo, pero por aquí han pasado jugadores
importantes y se han hecho plantillas importantes que han dado categoría. Por vez primera se radian
partidos de basket. Yo me acuerdo perfectamente que en Radio Juventud se radian por primera vez los
partidos y teníamos un programa diario de baloncesto, por las noches, que además lo dirigía yo, y bueno,
pues ya digo, empezamos a hacer cosas que no se habían hecho ni en el periodismo, ni en la radio, ni en la
televisión. Eso te demuestra el interés que había despertado el baloncesto para captar nuevos oyentes, una
audiencia de gente joven que se identifica con el basket.
Entonces usted siguió con su profesión, pero imagino que como iniciador o como uno de los iniciadores
de este club, aunque no se hubiera vinculado expresamente, estaría al tanto de lo que pasaba, ¿no?
Sí, sí. Yo iba a los pabellones, todo... Transmitíamos partidos dentro y fuera, recuerdo viajes en autocar
hasta Andorra, y bueno, luego fui dando un giro a mi carrera profesional, fui abandonando el deporte para
hacer fiestas y tradiciones en La Opinión, cuando nace el periódico, y es cuando me incorporo a La Opinión
a otras áreas. Estuve acudiendo al baloncesto durante siete u ocho años seguidos. Ya después en la vida
pública, desde el año 1995 hasta el 2007 que estuve de concejal, yo acudía a ver baloncesto y a apoyar al
club que vi nacer y del que me consideré, de alguna manera, propulsor de que existiera, ¿no?
¿Y ya no va por el Palacio nunca?
No, no voy al baloncesto, no voy al fútbol... La vida da muchas vueltas y se puede subsistir con los
recuerdos, y me implico y me distraigo con otras cosas... Hombre, cuando ha habido baloncesto en
televisión lo he visto.
¿Sabía que se cumplían 25 años de la creación del club? ¿Recordaba la efeméride?
Ni me acordaba del año ni de la efeméride, y me parece... Pues fíjate, un cuarto de siglo y porque tú me lo
dijiste ayer. Y para mí todo parece que fue ayer, porque la verdad, hasta los nombres los recuerdo, de los
que pusimos en marcha esta historia...
Entonces, cuando oye el nombre del CB Murcia, ¿siente algo especial, como partícipe de su nacimiento?
Pues mira, lo siento, pero nunca me lo han reconocido. Ha sido de esas cosas que uno hace porque cree
que las debe hacer, sin esperar ningún tipo de recompensa. Aquí han pasado circunstancias, ascensos... Y
nunca nadie se acordó de los que pusimos esto en marcha. Ni la insignia del club, ni una metopa, ni un
recuerdo, ni una cena, ni la celebración de un ascenso... Se olvidaron de todos nosotros.
Yo había oído en referencia a la fundación, aquello de que un grupo de periodistas buscaron a Valverde...
El grupo éramos Pedro Ruiz Morales y yo, éramos los únicos periodistas, y también Santiago García que
echó una mano, nada más.
Claro, si la figura de Juan Valverde ha sido olvidada por algunos, la de ustedes, aún más...
Es que lo de Juan tuvo muchísimo mérito. ¡Si fue el que puso los billetes! Puso su capital, puso sus ilusiones,
dio los pasos que había que dar, y es normal que él se sienta... Mira, Pedro Ruiz Morales también fue
presidente durante unos meses... Y luego el doctor Chano Méndez, el propio Manolo Álvarez... Hubo
mucha gente que estuvo ahí arrimando el hombro.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
13 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Bueno, yo creo que la afición sí que recuerda y reconoce a los impulsores y a Valverde…
Pero mira, la afición... Han pasado ya 25 años. Es decir, que niños que no habían nacido y hoy están en la
cantera o acuden a ver baloncesto, y gente que no es que sean universitarios, sino que ya son hombres de
carrera, no tienen la obligación de saber quién era Juan Valverde ni Antonio González Barnés, ni Pedro, ni el
otro... No sienten este tipo de identificación, pero la historia está para recordarla, y pobre del pueblo que
olvide su historia y sus propias raíces, y sus propios fundamentos. Pobre de ese pueblo, ¿no? Es decir, aquí
hoy no existiría la figura de Alfonso X el Sabio, ni de Ibn Arabí, ni de nadie en esta ciudad...
Ya acabamos. ¿Está a gusto en su cargo, en el tema de los toros? ¿No echa de menos la política?
No, cada tiempo tiene sus cosas y yo ahora soy un observador de lo que ocurre a mi alrededor, que es una
posición muy cómoda, sin preocupaciones. Con el tema de los toros, igual. Yo empecé en el periodismo
haciendo toros, y creo que mi vida informativa acabará en mis orígenes, que fueron los toros, posiblemente
porque es el espectáculo que une a todas las artes, porque es ballet, es policromía y pintura, es... Y la
verdad es que estoy muy a gusto y muy tranquilo.
Oigo unas voces que saludan tras el teléfono y Antonio me informa de que han venido a visitarle
dos amigos entrañables, porque en este momento "estoy malico y vienen los amigos a verme". De pronto
ha cambiado el tono: de una cierta gravedad y concentración mientras responde, ha pasado a una voz más
distendida. Me dice que le vuelva a llamar si necesito algo más, y yo aprovecho para, apresuradamente,
darle las gracias por tener aquella idea hace casi 26 años, por unirse a personas que compartieron la misma
ilusión y por buscar a quien pudiera hacerlo todo realidad. Añado que un servidor espera que esta
entrevista le sirva de pequeño y humilde homenaje, tanto a él como al resto de "chiflados". Si alguno de
ellos lee estas líneas, de nuevo y para todos, gracias.
Antonio González Barnés, periodista de Radio Cadena Española en 1985.
Manrique Cos
El primer entrenador de la historia del CB Murcia
Seguimos recordando al CB Murcia en su periodo de gestación; un club soñado, pensado y, al fin,
hecho realidad por un grupo de personas a las que podríamos denominar "entusiastas", aunque a mí me
guste más decir "soñadores", "emprendedores", "enérgicos". Decía yo en la entrevista a González Barnés,
que siempre me han parecido mágicos esos momentos de inspiración, de génesis de una idea, de
imaginación de un proyecto. Ese momento "bombilla encendida", el instante "eureka" que nos mueve y nos
empuja, y a partir del cual seríamos capaces de levantar una montaña en peso o cruzar a nado un océano.
Pues bien, tengo que reconocer que el nacimiento y primeros pasos del Club Baloncesto Murcia, del Júver,
contado por su primer entrenador, Manrique Cos, me ha llegado a emocionar.
El texto que a continuación podréis leer, me fue enviado por Manrique Cos –Entrenador Nacional
de baloncesto y profesor de Secundaria- al poco de contactar con él por e-mail. En el primer correo le
planteé una entrevista y él me contestó que, aun estando a mi total disposición para hablar del Júver y de
baloncesto, creía que su testimonio no tendría suficiente interés para el lector porque sus recuerdos eran
muy vagos. Tomándole la palabra por el lado de la media aceptación, insistí en pedirle que participara en
esta historia y a penas veinticuatro horas después Manrique me regaló un texto y unas imágenes. Digo "me
regaló" porque entiendo que son un regalo. El texto es breve pero intenso y desprende un romanticismo
realmente encantador. Igualmente sucede con las imágenes, impregnadas del mismo halo que tienen las
palabras. En esas imágenes vemos un pabellón Príncipe de Asturias abarrotado; las gradas rebosan de
personas ávidas de baloncesto, como ávidos estaban Pedro Ruiz Morales, Antonio González Barnés,
Gregorio Serna, Frank Espinosa o el propio Manrique Cos, aunque al principio el entrenador se confesara ya
cansado de basket. En definitiva, vemos que Murcia quería, necesitaba baloncesto; si no, no se explica esa
explosión de entusiasmo de la noche a la mañana. Murcia ansiaba un club y Juan Valverde se lo regaló.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
15 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
JÚVER
"Una buena mañana de hace 25 años, aparecieron por mi casa de La Alberca dos amigos que
deseaban hablarme sobre un proyecto baloncestístico. Se trataba de Pedro Ruiz Morales y de Gregorio
Serna Mármol. Eran antiguos jugadores de baloncesto a los que yo había entrenado en el Basket Murcia.
Sin más preámbulos me hablaron del Júver. Yo ya hacía años que no entrenaba y precisamente acababa de
rechazar otra oferta hacía unas semanas. Mi relación con el baloncesto había sido tan intensa –jugador
desde los doce hasta la treintena, presidente de club, pega carteles, taxista y entrenador – que ya me
merecía un descanso definitivo. Pero en esta ocasión existía un matiz que ellos consideraban determinante
para que yo aceptara el ofrecimiento. Hasta la fecha, cada vez que un equipo murciano de baloncesto
ascendía de categoría, automáticamente renunciaba al ascenso por falta de financiación. La diferencia,
ahora, radicaba en que se pretendía construir un club con un fuerte apoyo económico que nos permitiera
tener las máximas aspiraciones de continuidad. Llegaríamos hasta donde fuésemos capaces de llegar.
Hubo otro determinante de más peso para que aceptara ser el entrenador: la ilusión que ponían en
el proyecto. Pronto me reencontré con el resto de la cuadrilla –utilizo este término taurino en honor a
González Barnés, otro de los pilares del Júver – y comprobé que el entusiasmo era compartido por todos
ellos: González Barnés, Pedro Ruiz, Gregorio Serna, Frank Espinosa… ¿Para cuándo un merecido homenaje a
esta cuadrilla? Fueron ellos los que por primera vez soñaron con que nuestro baloncesto saliera de su
eterno provincianismo. Supieron atraer a su proyecto a directivos futboleros –gente muy válida como
Manuel Álvarez o Enrique Martínez – y por supuesto a Juan Valverde, al que ante los micrófonos de Juan
Ignacio de Ibarra califiqué de “mirlo blanco”. No me arrepiento.
En Murcia se desató la locura; por arte de magia empezaron a acudir al pabellón Príncipe de
Asturias miles de aficionados – ¡en Tercera División! – que pasaban por taquilla para presenciar el partido
de los domingos. Ruedas de prensa, micrófonos hasta en los entrenamientos, entrevistas radiofónicas
diarias... En una ocasión, a media mañana, vino a mi aula uno de los conserjes de mi instituto: Luis del Olmo
quería entrevistarme en su programa "Protagonistas". Hasta ese punto había trascendido el fenómeno
Júver. Ante tanto vértigo profesional, la realidad del equipo era otra muy distinta. Estaba formado por
antiguos jugadores de Maristas, casi todos ya universitarios. Ninguno cobraba un céntimo y sus prioridades
naturalmente eran otras. En épocas de exámenes no aparecían por los entrenamientos y en más de una
ocasión la víspera de algún partido la habían pasado en vela. Éramos un equipo “profesional” plagado de
“aficionados”, incluido el entrenador: Chaga, Rogelio, Marcial, Aznar, Muñoz, Serrano, Arturo… A todos nos
cabe el honor de haber formado parte del primer Júver.
De todo cuanto me tocó vivir por aquellas fechas, recuerdo de una manera especial la llegada a
Murcia de Randy Owens. Fue todo un acontecimiento. Por entonces era una rareza ver a una persona tan
alta en nuestra ciudad. Hasta el Tío Pencho le dedicó una de sus viñetas: Randy miraba extrañado la
catedral y el tío Pencho le decía “¿Qué te creías, que tú eras lo más alto de Murcia?”. Recuerdo la gran
humanidad de Randy, visitando colegios y deslumbrando a los críos con su estatura y su clase. Sin duda él
también contribuyó al éxito del Júver. Por mi parte me dediqué, tan sólo, a entrenar de la mejor manera
que supe. No tengo otro mérito y no es falsa modestia. Lo cierto es que sólo guardo buenos recuerdos de
aquellos inicios. El trato que me dispensó Juan Valverde –jamás una mala cara ni una injerencia en mi
trabajo – fue sencillamente exquisito. Sólo tengo palabras de agradecimiento. Alguna vez coincidimos en el
Club de Golf de Altorreal o en el Club de Tenis, y en nuestras caras se adivina que ambos compartimos un
buen recuerdo".
Manrique Cos Tejada
Entrenador Nacional de Baloncesto.
Manrique Cos, 25 años después.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
17 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Randy Owens
Seguimos recordando al CB Murcia recién nacido, al Juver, cuando comenzaba a hacerse un hueco
en las canchas de Tercera División y también en el corazón de los murcianos. Ya hemos hablado de la idea,
que surgió como una llama en unos enamorados del baloncesto, y también hemos hablado de aquel que
avivó el fuego con leña y aire, que lideró el proyecto con su dinero y, sobre todo, con una determinación a
prueba de bombas: Juan Valverde. Hasta ahí todo bien, pero faltaba algo y no pequeño. Con buen criterio
se pensó que, para que el equipo echara raíces en Murcia, era necesario que hubiera algo impactante sobre
la pista; un pionero que atrajera la atención del respetable. Un profeta.
El profeta del baloncesto en Murcia se llamó Randy Owens y vino desde el otro lado del charco para
mostrarnos lo maravillo que era este deporte. No es que en Murcia en 1985 no supiésemos lo que era un
balón y tampoco es que nadie hubiese sido capaz de encestar con maestría, pero tal y como nos decía
Manrique Cos, hasta entonces el baloncesto murciano se había movido en otro nivel, en un estado de
semiclandestinidad, de localismo, sin el foco del gran público y de la prensa. Randy Owens llegó, e
impresionado por el ambiente y por el trato recibido, se quedó, y rápidamente fue reclutando adeptos para
la causa al mismo tiempo que anotaba triples y mates, ante el asombro “boquiabiértico” de los nuevos
aficionados. Para muchos de ellos, aquella era la primera vez que veían en directo jugadas de tal calibre, y
claro, quedaron marcados para siempre. Hicieron una cruz en su asiento de plástico del viejo Príncipe de
Asturias y dijeron, “este sitio ya es mío”.
¡Muchas gracias por atender mi llamada desde Murcia, Randy! (No puedo disimular mi entusiasmo).
Encantado. Echo de menos el tiempo que estuve allí, ¿sabes? (Randy se arranca a hablar de Murcia con un
tono de sincero agradecimiento). La gente me animaba… Es como si echara de menos a mi familia, ¿sabes?
¿De verdad? (pregunta absurda que me sale sin pensar, ante la emoción que desprenden sus primeras
palabras).
Sí (la afirmación de Randy es tajante, y de inmediato cambia el tono). ¿Cómo estás tú?
Bien, muy bien… La verdad es que estoy muy contento porque al final, tú también estarás en este
homenaje al CB Murcia por el 25 aniversario del club. El tiempo pasa muy deprisa...
Sí, lo hace, lo hace…
Sí, porque hace ya 25 años que nació el CB Murcia y parece que fue ayer. Tú lo viste.
Sí, lo vi, lo vi… Sí, yo estuve en el principio del equipo, y la gente de allí, el entusiasmo, la manera en la que
me aceptaron y en la que aceptaron al baloncesto, fue fenomenal. Es decir, que entiendo el porqué es un
club tan grande hoy en día, porque la gente de allí realmente lo disfrutaba.
Es sorprendente que vinieras aquí, o eso me parece. ¿Cómo fue que viniste a Murcia? Estudiaste en la
Universidad de Filadelfia y fuiste drafteado por Indiana, ¿no?
Fui drafteado por Indiana Pacers, sí. Estuve allí y ellos me dejaron libre. Entonces fui a una liga que hay aquí
en Estados Unidos, que no sé si la conoces, la CBA…
Sí, claro, la CBA.
Sí, pues entonces fui a la CBA, y lideré la CBA en anotación, y un ojeador me dijo que quizá debería
marcharme al extranjero. Así fue como llegué a Murcia.
Pero, ¿viniste directamente?
No, fui a Filipinas primero, y luego de allí me fui a Murcia. En Murcia estuve cinco años, creo… Sí, y de
España me fui a Israel cinco años. De Israel me fui a Austria un año, y luego a Argentina durante cuatro
años.
Bueno, España, Argentina… Hablarás español, ¿no?
Sí, bueno, mi español es bastante bueno ahora… (Randy suelta una carcajada).
¿De verdad? ¿Hablas español? (esto se lo pregunto en castellano, para comprobar su nivel en nuestra
lengua).
Aaah… Más o menos (Randy me contesta en español, dubitativo pero con una pronunciación bastante
correcta). Pero hace mucho tiempo que no hablo español (prosigue en la lengua de Cervantes).
Muy bien, chico, muy bien (risas).
No hay mucha gente aquí que hable español. En mi trabajo no hay nadie que hable español, pero sí que
hay… Hay gente que habla español, pero… (A Randy le cuesta expresarse en nuestro idioma, pero no sé si
tanto como a mí en el suyo; de todos modos, pienso que el que tiene que sufrir un poco soy yo, que para
eso he sido yo el que lo ha llamado. Ahora Randy prosigue en inglés). Esa gente no habla el español tan
bien como el español que se habla en España, es diferente (risas).
Ya, me imagino. Bueno, volviendo con el tema de las entrevistas… Fue difícil encontrarte, ¿sabes?
Sí, lo sé, lo sé…
Pregunté a la gente de aquí relacionada con el equipo y con aquellos tiempos, y nada. Luego recurrí a
Miguel Ángel Paniagua, pero tampoco sabía nada. Sólo me pudo dar la pista de que hace años trabajabas
en los juzgados de Filadelfia…
Ah, sí, Paniagua, el agente, sí… (Risas).
BasketMe – Pedro Serrano Solana
19 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Sí. Envié un e-mail a los juzgados explicando el caso y luego les llamé por teléfono (Randy suelta una
carcajada). Les expliqué que te estaba buscando y una señora muy amable me dijo los nombres de dos o
tres “Owens” más que trabajan allí, pero ninguno era el tuyo (Randy se parte de risa).
No… Ahora trabajo en una escuela, soy el segundo al cargo, debajo del jefe. Me va bien, tengo una buena
vida, sí… Echo de menos Murcia, te lo digo, ¿eh? Me encanta, me encanta… Tienes que entender que
cuando llegué a España, y para cualquier americano que llega a España, la vida era diferente, es diferente y
me encantaba. Me encanta la manera en la que todo el mundo en España… No sé, simplemente era mucho
mejor que la vida aquí, en Estados Unidos... Todavía es mejor que aquí. La gente en España me miraba
como a una persona, no como a un americano negro, ¿me entiendes? (asiento a la pregunta de Randy). Me
miraban como a una persona, y aquí todavía hay sitios donde voy y piensan, “oh, ya viene este tío negro”,
¿sabes? En Murcia no era así. En Murcia, a donde fuera, me trataban como a una persona, y es increíble,
increíble…
Ya, entiendo. Pero para ti, venir a un equipo totalmente nuevo con gente sin experiencia profesional…
Sí, para mí… Cuando fui por primera vez no sabía si querría quedarme, porque ellos nunca habían tenido un
equipo de baloncesto y no sabía cómo lo aceptaría la gente, así que… Y por entonces ellos no estaban en
Primera División, ni en Segunda División… Así que, “aquí estoy yo, voy a jugar en Tercera División, soy el
único americano aquí…”. Eso me preocupaba porque no sabía cómo iba a ser aceptado. Pero, tío, fue
enorme… Enorme.
Tuviste que buscar Murcia en un mapa antes de venir, ¿no?
Sí, lo hice, lo hice. Tenía otros lugares donde podría haberme ido, tenía ofertas en Bélgica y en otros sitios,
pero no sé por qué, la pasión en Murcia era tal, que… “Quiero quedarme, quiero quedarme”. Incluso…
Incluso cuando estaba jugando allí, ellos hicieron un torneo donde invitaron a equipos de Segunda División,
y a equipos de Primera División también para jugar contra nosotros, para ver y preguntarles, ¿qué decís?
¿Creéis que puede jugar en Primera División? Y sí, yo podía jugar, pero decidí que quería quedarme allí. Por
eso iba a los colegios a hablarles a los niños, y hablaba con la gente, ¿Sabes? Eso era importante para el
baloncesto.
O sea, que tuviste ofertas para irte cuando estabas aquí, ¿no?
Sí, las tuve, tuve ofertas para irme a otros países, pero me quedé allí porque a veces no se trata sólo de
jugar al baloncesto. Una vez que llegué a Murcia, la manera en la que la gente me trató, y la manera en la
que la organización del club me trató, dije, ¿sabes qué? Me quiero quedar aquí. Y yo vi que el club tenía
curiosidad por ver si yo podría jugar en la Segunda División, o en la Primera División de España, así que
organizaron un torneo y trajeron a otros americanos. Trajeron a James Terry (jugador del Caja de Álava,
Baskonia) para jugar contra mí en el torneo, y yo se lo demostré: “puedo jugar donde queráis, pero me he
quedado en Murcia porque estoy cómodo aquí, y porque la gente me trata muy bien aquí”. Por eso estuve
tan bien en Murcia.
En cuanto al nivel de esa competición, ¿cómo te sentías? Porque creo que, además, fuiste el primer
jugador norteamericano que jugó en la Tercera División de España.
Sí, lo fui, fui el primero en jugar en Tercera División, y ¿sabes qué? Que durante un tiempo me preocupaba
ese hecho, porque pensaba en mi futuro, y me decía, bueno, si juego aquí, en Tercera División, luego,
¿podré ir a otro sitio? Bueno, pues siempre supe que podría ir a otro país si quería jugar, pero no sabía si
podría ir a otro lugar en España, porque por el hecho de haber jugado en Tercera División, la gente podría
decir, “oh, ha jugado en Tercera División, no es tan bueno”, pero yo lo era, yo era bueno. Por eso fue tan
bonito cuando ellos decidieron hacer ese torneo, hacer ese campeonato allí para jugar contra equipos de
Segunda y Primera División… Hicieron el “Torneo de El Corte Inglés” e invitaron a esos equipos a venir a
jugar, y jugué contra otros americanos, como James Terry. Y no lo hicimos mal en el torneo… Yo siempre
supe que podría jugar en la Primera División o en la Segunda División, pero desde que decidí jugar en la
Tercera, la gente pensó, “ah, tal vez no pueda jugar en Primera”, ¿sabes? Y eso no era verdad, yo jugué en
Tercera División porque disfrutaba jugando allí y porque la gente me trató muy bien, y eso fue por lo que,
cuando me marché, no tuve problema en irme porque sabía que podría irme a otro país a jugar. Por eso me
fui a Israel durante cuatro años.
Ya… Entonces, ¿qué duración tenía el contrato que firmaste con Murcia al principio?
Al principio firmé por un año, y luego, cuando terminamos la liga en Tercera División… ¡Que terminamos
contra Cartagena! (nos reímos). Pues después de eso… (Le interrumpo para preguntarle por ese
enfrentamiento de rivalidad regional).
¿Recuerdas ese choque contra Cartagena?
Oh, sí, recuerdo Cartagena, recuerdo… Tengo un montón de cosas guardadas, de periódicos, y los miro y
recuerdo a Cartagena, y a los otros equipos contra los que jugamos… Pero Cartagena era el equipo más
importante contra el que jugamos, teníamos que derrotarles… Miro los periódicos todo el tiempo.
Necesitábamos batir a Cartagena, y después de ese primer año, conseguimos jugar en Segunda División (la
antigua 1ª-B) y firmé un contrato de tres años. Entonces abrí el bar “Tres puntos” (nos reímos). Lo abrí con
un buen amigo mío, Manolo (imagino que se refiere a Manolo Álvarez, ex directivo del Real Murcia, y por
entonces miembro de la directiva del CB Murcia). Abrimos el bar “Tres puntos” porque yo tenía que lanzar
mucho de tres, así que… (Risas).
Pues también entrevisté a Antonio González Barnés (Randy suelta una carcajada), ¿te acuerdas de él?
Sí, me encanta Antonio (risas).
BasketMe – Pedro Serrano Solana
21 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Él me contaba la reacción de la gente, que eras como un “showman”. Me contó cuando te llevaron a ver
una corrida de toros y la gente se quería hacer fotos contigo y todo… (Risas).
Oh, sí, me llevó a una corrida de toros… Quiero mucho a Antonio. Oh, Dios mío, ¡me lo pasé muy bien!
Quiero mucho a Antonio, a Pedro (Ruíz Morales) y a Gregorio (Serna). Ellos… ¡Oh, Dios mío! Ellos me
llevaron a los toros, y… Simplemente fue, para mí… (Randy se ilusiona al recordar y aviva su tono de voz,
pero luego se atempera y prosigue con tono de responsabilidad). Ser el primer jugador negro y
norteamericano allí, fue muy importante para mí. Para mí era muy importante que la gente tuviera una
experiencia positiva, ¿me entiendes? Por eso salía y hablaba con la gente, e iba a los toros, e iba a los
colegios... Lo hacía porque era la primera experiencia con un jugador de baloncesto, y quería que fuera una
buena experiencia, ¿sabes? Era muy importante para mí.
Así que sentías que debías ser un poco la imagen del baloncesto además de la imagen del club, ¿no?
Sí, sí, yo sentía que era la imagen y quería ser una buena imagen, una imagen positiva, porque hay muchos
jugadores que vienen del extranjero y yo quería que, en esa primera vez en Murcia, tuvieran una sensación
positiva con un negro norteamericano, y así al siguiente americano que viniese, que le tratasen igual. Hay
un montón de americanos que se van al extranjero, y no todos los americanos que se van al extranjero son
buenos, no son profesionales. Ellos se van al extranjero a jugar al baloncesto, pero también hacen esto y
aquello… Y yo quería que la gente en Murcia tuviese una buena experiencia para que al próximo
americano, al menos, le dieran la oportunidad. Era importante que la gente de allí viera que esa es la
manera en la que actúa y se comporta un verdadero jugador profesional de baloncesto. Se comporta
siendo profesional, parándose a hablar con la gente en la calle, yendo a los colegios, haciendo diferentes
cosas, ¿sabes?
Pues creo que hiciste tu trabajo muy bien, Randy, porque después de tanto tiempo, hablas con los que
vivieron el nacimiento del CB Murcia y el despertar del baloncesto en nuestra ciudad, y te recuerdan. La
lista de personas “marcadas” al verte jugar es importante (Randy me escucha y asiente). En aquella
época creo que la gente en Murcia, como en el resto de España, comenzaba a estar interesada en el
baloncesto por la medalla de Plata de Los Ángeles, y la gente quería un club, pero tú fuiste lo que faltaba
para terminar de desatar la locura por el basket en esta ciudad (Randy está en silencio). ¿Me entiendes?
Sí, te entiendo, y eso me hace sentir realmente bien, porque era muy importante para mí que la gente en
Murcia entendiera que el cariño que me demostraron, yo tenía la esperanza de habérselo devuelto. Espero
que se lo demostrara en cuanto a profesionalidad, en cuanto a jugar al baloncesto… Espero que… Sólo
espero haber hecho un buen trabajo, porque en aquel tiempo, y sabiendo que yo era el primer jugador
americano, quería que la gente viera que esa era la forma en la que un jugador de baloncesto debería ser.
Espero haber hecho un buen trabajo, de verdad que sí (se nota la emoción y la sinceridad en las palabras de
Randy).
Pero es que, sigo pensándolo y… (Me río). Es que te imagino llegando aquí, a una pequeña capital de
provincia como era Murcia en 1985, a un equipo recién creado en Tercera División… Es que es como una
película, ¿no? (Randy me responde “sí” y nos reímos). ¿Te acuerdas de Manrique Cos y de tus
compañeros?
Sí, recuerdo… Recuerdo que eran muy jóvenes, muy jóvenes…
Sí, y tú eras el único jugador profesional. ¿Recuerdas los entrenamientos?
Sí, y para mí lo primero… Es gracioso que lo hayas dicho, porque sí que recuerdo a los otros jugadores con
los que jugué allí, a los compañeros, y todos ellos eran jóvenes y estaban en la universidad, pero cuando
entrenábamos, entrenábamos duro, y yo los trataba con respeto porque ellos eran mis compañeros,
¿sabes? Así que yo los trataba con respeto, y creo que eso los hacía jugar a un nivel superior ¿entiendes lo
que quiero decir? Creo que los hacía jugar… Yo jugaba duro en cada partido y en cada entrenamiento, y les
hacía trabajar duro en cada partido y en cada entrenamiento, y creo que eso estaba bien. Creo que algunos
de ellos realmente disfrutaron, de verdad que sí, creo que lo disfrutaron porque les di la oportunidad de
demostrar lo buenos que podían llegar a ser.
Es que además la gente iba a veros en los entrenamientos, ¿verdad?
Sí, sí, venían a ver nuestros entrenamientos. Pero, ¿sabes qué? El resto de jugadores con los que estuve
allí… No recuerdo sus nombres, y sí que sé que eran muy jóvenes y que estaban en la universidad, pero nos
divertíamos, y no sólo es que nos divertíamos, es que muchos de ellos aprendieron jugando conmigo,
porque yo era la clase de jugador que hablaba. Todos hablábamos con los demás, les explicaba cosas y les
decía, “quizá deberíamos hacer esto, o quizá deberíamos hacer esto otro”, y nos iba muy bien. Y Manrique
era buen entrenador, era bueno, y también nos hacía entrenar duro, y él también era joven… Allí éramos
todos jóvenes, Manrique también, y yo también… ¡Incluso soy joven ahora! ¿Sabes qué edad tengo ahora?
¿Lo sabes? (Randy no me da tiempo para responder, pero iba a decir más o menos la respuesta correcta).
Tengo cincuenta y dos.
¡Eres muy joven! Todavía puedes jugar, hombre. ¡Ven a Murcia y juega! (Nos reímos).
Aún juego, aún juego con mis amigos cada sábado y domingo, cada “sábado y domingo” (lo que pongo con
comillas, Randy lo dice en español entre risas).
Muy bien, muy bien… Bueno, ¿y la vida? ¿Cómo era la vida aquí, en Murcia?
Oh, muy diferente, muy diferente de la vida a la que yo estaba acostumbrado. Estamos hablando de alguien
que viene de Estados Unidos y va allí, de alguien que nunca había salido de aquí, sólo una vez, y venía de
Filipinas a España.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
23 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
¿Viniste solo, sin familia?
No, bueno, la primera vez fui sin familia, y luego vino mi mujer conmigo, y fue… Fue genial, tío, fue
simplemente genial. La manera en la que vivís vosotros, chicos, en España, es la vida que podríamos vivir
nosotros aquí, en Estados Unidos, pero no lo hacemos. Para vosotros en España, chicos, la vida es la familia,
los amigos, disfrutar de la vida, de las fiestas… Quiero decir, que entre la vida que yo vivía aquí y la de allí,
había una gran diferencia, pero para mí, la vida que yo vivía en España era la vida que quería vivir. Era…
Es decir, que disfrutabas de la playa… (Me río).
¡Oh, dios mío! ¡Cielos santo! La playa… Amo la playa, amo la playa, amo la playa… (Randy lo repite con voz
apasionada, como si hablara de un amor de adolescencia; me parto de risa). Oh, dios, yo conocí gente muy,
muy, muy buena allí… Le mando recuerdos de corazón a una joven de allí, que se llamaba Encarna (risas),
me trató muy bien y me enseñó un montón de cosas de allí… Quiero decir, tú no puedes explicar… Yo no
puedo explicar… Yo he intentado explicar varias veces a la gente de aquí cómo es la vida de allí, pero ellos
no lo pueden entender. No lo entienden. No pueden entender cómo… (Randy busca las palabras pero no
las encuentra, así que se rinde). Simplemente no pueden entenderlo (Risas). Es difícil de explicar.
Volviendo al baloncesto, ¿cómo te sentías jugando contra no profesionales? ¿Te costaba encontrar la
motivación?
Bueno, ¿sabes? Tengo que ser muy sincero contigo… Cuando llegué por primera vez allí y pensé en jugar
con Murcia en Tercera División, estaba un poco preocupado por jugar en esa división, sabiendo que podría
jugar en Segunda o en Primera, pero por alguna razón, toda la gente, Antonio (González Barnés), Pedro
(Ruíz Morales) y Gregorio (Serna), todos esos chicos, me hicieron sentir tan cómodo que me arriesgué, me
arriesgué a jugar en Tercera División porque aunque fuera la Tercera, yo sabía que podía jugar en Segunda
y en Primera. En el club había gente que decía, tal vez… Y ellos hicieron ese torneo que te decía antes, y no
pararon de preguntar a otra gente, “¿Qué pensáis de Randy Owens?”, “¿Creéis que podría jugar en Primera
División?”, y yo sabía que sí que podía, pero tomé la decisión de quedarme y jugar en Murcia porque me
sentí muy cómodo allí. Me quedé por la gente, más que preocuparme de si otra gente diría que no podía
jugar en Primera División. Por eso cuando me marché de España, me fui a Israel y jugué en la Primera
División, pero yo estaba tan cómodo y tan feliz en Murcia, que pensé, “vale, puedo estar aquí un par de
años y ver hacia dónde va todo esto, y luego irme de aquí”, ¿sabes? Cuando me fui, nadie quiso ficharme
porque había jugado con Murcia en Tercera División, y me di cuenta de que tenía que irme, y por eso me
fui a Israel.
Entonces, ¿no tuviste ofertas para seguir en España?
No, no las tuve. Pensé que las tendría, pero no las tuve, y creo que fue porque me quedé ahí, en Murcia, en
Tercera División. Nadie quiso darme la oportunidad de jugar. Creo que me dolió, pero no tanto como
persona, sino como posible jugador de un equipo español de un nivel superior, el que no me dieran la
oportunidad de jugar.
Pero tus números en 1ª-B fueron de escándalo, mejores que los de otros jugadores que luego sí que
jugaron en ACB y tuvieron recorrido en España.
Sí, lo fueron, pero nadie quiso darme la oportunidad, nadie me la dio. Otros sí que tuvieron la oportunidad,
pero yo no. No sé qué pasó, si el club tuvo algo que ver… Pero nadie me dio la oportunidad de quedarme
en España en otro equipo, y por eso me fui.
Murcia tampoco te la dio, ¿no?
No, pero oye, tienes que entender que esto es un negocio, yo lo entendí así. Yo siempre fui profesional, y si
no me quieres, vale, no me quieres, pero para mí era muy importante que el baloncesto en Murcia diese
una imagen seria y profesional, y lo hice, y luego nadie más en España quiso darme la oportunidad de
seguir. Bueno, no me preocupaba porque pensaba que siempre me podría ir a otro país. Siempre me
quedaba esa opción.
Te hubieras quedado en España, claro.
Sí, claro, sí, por supuesto… Quería quedarme, quería quedarme y cuando tuve que irme me dolió en el
corazón, pero yo era un jugador de baloncesto profesional e hice lo que tenía que hacer. Yo, por mí, me
hubiese quedado en España.
¿Qué te dijeron en Murcia?
Bueno, en Murcia me dijeron que ellos iban a jugar a otro nivel, a un nivel superior, y que necesitaban…
Bueno, yo no tuve ningún problema con eso, y si ellos pensaron que necesitaban a otros americanos, pues
bueno, está bien. Yo sabía que era suficientemente bueno para jugar, pensé que podría ponerme a tono,
que podría trabajar y hacer el esfuerzo en Murcia, y de hecho, creo sinceramente que merecía ir a un nivel
superior, pero ellos pensaron que me tenía que marchar y así fue, me marché. Y no tengo ningún problema
con eso, todavía amo a Murcia, todavía amo la oportunidad que tuve de jugar allí, todavía amo a la gente
de allí, todavía me conmueve la gente de allí… Es decir, que está bien, está bien.
¿Y qué te dijo Paniagua?
Sí, Miguel intentó buscarme equipo allí, pero me dijo, “Randy, no te puedo encontrar un equipo, no sé si es
porque han oído que jugaste en Tercera División…”. Miguel hizo todo lo que pudo por encontrarme un
equipo allí, pero no pudo. Por eso fui a mi agente americano y él me encontró equipo en Israel, el Hapoel
Halon de la Primera División de Israel.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
25 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
¿Qué tal te fue por allí?
Bien, la Primera División estaba bien, porque allí tenías buenos equipos, el Maccabi Tel Aviv, y otros buenos
equipos. Creo que el nivel de España era un poco mejor, los jugadores de España eran mejores, pero
bueno, era la Primera División de Israel, así que, bueno… Y la Primera División de Argentina era buena
también.
¿Has seguido a Murcia durante estos años?
Sí, en Internet, sí… Sigo el baloncesto europeo y miro cómo va Murcia todo el tiempo. Miro qué tal le va, sí.
¿Te enteraste de que Murcia inauguró un nuevo pabellón en 1994?
Sí, el nuevo pabellón, sí, todo… Incluso he intentado contactar, he ido a la página Web del CB Murcia y les
he enviado e-mails con mi nombre, preguntando por Felipe Coello, o por alguien de la organización, para
decir hola a todo el mundo y que me contestaran, pero nadie contestó.
¡Bueno! Pues eso es rarísimo (Me sorprende mucho lo que me cuenta Randy y quiero pensar que debe de
haber un error, que no es posible que esos correos llegaran a Murcia y no tuvieran respuesta). El otro día,
antes de dar contigo, le pregunté por ti a Daniel Barcelo y me contó que había intentado encontrarte ya
en 1994, para que vinieras a la inauguración del Palacio de los Deportes.
¿De verdad? No lo sabía…
Sí, querían que vinieses para inaugurar el Palacio, y creo que tú estabas en Argentina y Daniel no te
encontró.
Sí, en el 1994 yo estaba en Argentina, sí…
Pues lo hablamos Daniel y yo, y entonces le dije que si él no te había podido encontrar en 1994, pues
para mí, quince años después, sería aún más difícil, claro… (Randy suelta una carcajada).
Pues ahora puedes decirle que me encontraste, puedes decírselo (risas). Pero… ¿Sabes qué? Cuando estaba
en Argentina, recuerdo que alguien de mi equipo me dijo que alguien en España estaba intentando
localizarme, pero no supimos quién era, quién me buscaba ni porqué. Ahora lo recuerdo… Cuando me fui,
intenté mantener el contacto con Gregorio y con Antonio, y con todos estos chicos, pero claro, conmigo
viajando, y viviendo en Israel, y luego en Austria, y luego en Argentina… Incluso estuve un año en
Venezuela, así que… Pero para mí, ahora, la oportunidad que me has dado de hablar contigo, y de volver a
tener sus e-mails y todo, creo que es genial. Es genial tener la ocasión de volver a hablar con ellos y que
sepan que aún tienen un lugar especial en mi corazón. De verdad que sí, de verdad…
Pues yo también estoy muy contento de haberte encontrado y de haberte conectado de nuevo con
Murcia. Y no sólo por todo el tiempo que te he estado buscando, sino porque aquí, en Murcia, se te sigue
recordando mucho. Eres una leyenda, Randy…
¡Oh! Pero ¿dónde escribes? ¿En un periódico, en un canal de televisión…?
No, no… Colaboro en una página Web de baloncesto, BasketMe.com, no trabajo para ningún medio. Pues
como te decía al principio de la entrevista, a ti te busqué hasta que di con la noticia sobre el fallecimiento
de tu sobrino (se trata de Danny Rumph, el hijo de la hermana de Randy, que murió en 2005 por un fallo
cardíaco derivado de una patología sin diagnosticar, tras anotar la canasta ganadora en un partido
universitario). Una pena…
Sí, mi sobrino sólo tenía 21 años. Lo pasamos muy mal, era el único hijo de mi hermana… Tenía un
problema en el corazón, pero no lo sabíamos. Fue muy duro para la familia, muy duro, pero ahora lo que
hacemos es que tenemos una fundación, y tratamos de trabajar con diferentes chicos en el área de
Filadelfia, para que se chequeen el corazón. Estamos haciendo un gran trabajo, es lo que intentamos hacer
mi hermana, mi hermano, y yo también… Estamos tratando de salvar la vida de esos chicos para evitar que
le vuelva a pasar lo mismo a otro joven. Para mi hermana, está muy bien el saber que está haciendo algo
bueno en memoria de su hijo. Eso hacemos ahora…
¿Y qué tal tu trabajo? ¿Bien?
Bueno, soy el segundo al cargo de la escuela. Trabajo con jóvenes de entre quince y dieciocho años,
tratando de ayudar en su educación, intentando mantenerlos alejados de las calles, y de las peleas, y de
todas esas locuras que tenemos aquí en Estados Unidos… Trabajo intentando darles una educación.
Parece un trabajo muy duro.
¡Oh, dios mío! Lo es, es muy duro… (Risas). Es realmente duro, pero, ¿sabes qué? Tienes que hacerlo, y con
suerte, los chicos que tengo los podré salvar. Tengo muchos chicos, y quiero salvarlos y darles mejores
oportunidades en su vida. Eso es lo que hago todos los días (risas).
Bueno, pues para ir terminando ya, que te tengo mucho tiempo liado aquí… (Randy se apresura a
decirme “no, no, está bien”). A ver, el primer, o los primeros recuerdos, las primeras imágenes que te
vienen a la mente cuando piensas en Murcia.
Bueno, pues lo primero que recuerdo de Murcia es lo buena que era la gente allí; lo segundo es, ¡oh, dios
mío! Que adoro la comida de Murcia (risas); y la tercera cosa son las playas. Oh, dios… La gente es lo
primero, no puedo creer lo buena y agradable que era la gente de allí, y Gregorio, y Antonio, y Pedro, y
Juan (Valverde) y Manolo (Álvarez)… No podía creerme lo buena que era la gente. Y luego, me encantaba el
marisco, ¡oh dios mío! ¡Oh dios mío! (nos reímos).
BasketMe – Pedro Serrano Solana
27 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
¿Tu comida favorita?
Oooh… “Gambas al ajillo” (Me lo dice despacio y en español, recreándose en la pronunciación tal y como
debía recrearse en su sabor). “Gambas al ajillo”, oh dios mío, oh dios mío… ¡”Gambas al ajillo” todos los
días! (Nos partimos de risa). Con el pan y el ajo… ¡Oh! Con el “ajo” (ahora, de nuevo, en español), todos los
días, todos los días. Era mi plato favorito, dios mío. Todavía hoy, Pedro, cuando cocino gambas aquí, les
digo “voy a hacerlas como en España”, y hago “gambas al ajillo”, con el ajo… Todavía hoy. ¡Oh! La comida
en España es lo mejor.
Pues sí, pero mira, hay jugadores americanos que vienen y no la prueban… No se adaptan a la vida aquí.
¡Oh! Pero tienes que hacerlo… ¡Tienes que hacerlo! Si vas allí y sólo piensas, “estoy aquí sólo para jugar al
baloncesto, no quiero hablar con la gente, sólo quiero irme a casa…”, eso no está bien. Tienes que salir,
tienes que hablar con la gente, tienes que probar la comida, tienes que probar “gambas al ajillo”, tienes
que ir a las corridas de toros, y si el torero gana, se le dan las orejas y el rabo… Tienes que probarlo todo
(Randy habla del tema con vehemencia; lo tiene muy claro). Si vas a un país y a una ciudad, y no te tomas
tiempo para salir por ahí y conocer a la gente y probar la comida, eso no es bueno para ti.
Claro, es una oportunidad única para conocer otras culturas…
¡Exacto! Exacto, y esa es la razón por la que debes hacerlo. Cuando yo llegué a España no sabía nada, pero
cuando me fui, oh, dios mío, me encantaba. Y todavía hoy, todavía, te lo digo de verdad, cocino cosas que
aprendí allí, como las “gambas” y muchos otros platos, como el “pollo”… La “carne”… (Entre comillas, lo
que Randy me dice en español). Como jugador americano, si vas allí y no conoces a la gente, ni pruebas la
comida, ni conoces la cultura, eso no es bueno. Y yo amo Murcia, me encanta Murcia. Aún sigo al equipo…
Y ¿sabes qué? Hay un canal aquí por el que, a través de Internet, puedo ver los partidos de los dos equipos
en los que estuve en Israel… (Le interrumpo).
Ah, eso está bien.
¡No! ¡No está bien! ¡Yo quiero ver al Murcia! (risas).
Bueno, claro, eso es mejor (nos reímos). En ACB imagino que sí podrías verlo, pero ahora en LEB, por
Internet y desde Estados Unidos… Imposible.
Ya, ya… Pues, por favor, por favor, haz saber a todo el mundo de allí, de Murcia, que… ¡Oh, dios mío! Di que
tienen todo mi corazón… “Ellos tienen mi corazón” (lo repite en español). Tienen mi corazón, y no hay día
que no recuerde el pasado y que no me acuerde de Murcia. Amo Murcia, de verdad.
Con esas palabras me despido ya de Randy, agradeciéndole una vez más su tiempo, su amabilidad y
su atención. Le doy las gracias por la emoción de sus palabras hacia Murcia y hacia aquel lejano 1985,
cuando empezó toda esta historia. Le pregunto si le gustaría volver, y me dice que esos son sus planes
futuros. Quedamos en vernos por aquí y me pide que sigamos en contacto. Menudo crack. Siento no poder
poner los números totales de las tres temporadas de Randy con el CB Murcia. Por desgracia carezco de los
datos de Tercera División, pero para apreciar la capacidad anotadora de Owens basta con saber sus
“humildes” números en 1ª-B, que tomo prestados del blog de Felipe Coello (gracias, Felipe): en dos
temporadas Randy acabó promediando más de 32 puntos por partido. Casi nada. Pero claro, recordando
aquellos años y leyendo esta entrevista, sabemos que los puntos no fueron lo mejor que Randy Owens le
dio al CB Murcia.
Randy Owens, 25 años después.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
29 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
El CB Murcia de Paco García
Continuamos recordando al joven CB Murcia del también joven Paco García, uno de los mejores
entrenadores que ha tenido el equipo murciano y que cuando estuvo aquí, ya comenzaba a acumular la
experiencia que luego se llevaría a otros clubes. Paco, nacido en Valladolid en 1967, era entrenador
ayudante de Mario Pesquera en su ciudad natal cuando recibió la oferta murciana. En 1987, con tan solo
veinte años, el entrenador hizo las maletas y se integró en un club casi recién nacido pero que tenía las
miras puestas en la ACB. Entrenador ayudante de Felipe Coello, responsable también de la incipiente
cantera de un club que comenzaba a organizarse y primer entrenador del equipo junior –con el que ganó el
campeonato regional de la categoría-, permaneció en Murcia desde 1987 hasta 1989. En su último año
aquí, Paco García comenzó la temporada como primer entrenador del equipo que habría de ascender a la
ACB, pero tras un comienzo titubeante y un corto balance de 2 victorias y 2 derrotas, cedió su puesto a un
más experimentado Felipe Coello. Después Palencia y más tarde una amplia etapa como ayudante en el
Baskonia –junto a Herb Brown, Iñaki Iriarte y Manel Comas-, precedieron a su “ascenso” como jefe de
banquillos desde EBA a ACB, pasando por LEB: Burgos, Archena, Forum Valladolid, Breogán, Tenerife, Lleida
y, este último curso, Orense.
Con Paco García no hay entrevista, sino la amable e interesantísima aportación que suponen los
artículos y fotos sobre su estancia en Murcia, que el entrenador ha ido subiendo a su blog y que yo me
encontré un día por casualidad. Cuando contacté con Paco por e-mail, también comprobé el cariño que
tiene por nuestra ciudad, nuestro equipo y por el tiempo que el técnico pasó con nosotros. “Que el club
cumpla 25 años y ser parte de ellos es un orgullo”, me dice, al tiempo que añade que “por supuesto que
puedes publicar en tu blog lo que necesites, es para mí una gran satisfacción que lo hagas”. Paco García
ya conocía este espacio dedicado al 25 aniversario del CB Murcia, algo que me agrada mucho: “hace ya
tiempo que, a través no sé de quién, he entrado en tu página. Especialmente emotiva la entrevista de
Randy Owens”.
Retrocedamos en el tiempo hasta el verano de 1987. Según nos cuenta Paco en su blog, “ese
verano del 87, con los ahorros de mis múltiples ocupaciones (Junta, Escuelas, Fórum…), me marché a
Grecia a ver las dos semanas del Eurobasket. En un hotelucho de tercera, con poca pasta y mucho metro
recorrido para ir al Pireo, me tragué todo lo que se jugó en aquel Campeonato, hasta la Final Grecia-
URSS. Me daban por la entrada en la reventa, más de lo que me había costado el viaje y la estancia, pero
yo, loco por el basket, no me podía perder la final y poder contar que ví en directo ganar a la Grecia de
Galis, Yannakis, Fassoulas, etc, a la Rusia de Sabonis, Marchulenis y demás corte soviética”. Justo ahí y
por los azares de la vida, comenzó la relación de Paco con Murcia: “En ese viaje, un jovencito de 20 años
con mochila debió de caer en gracia a un grupo de españoles, que serian después personas muy
importantes en mi vida personal y profesional: Juan Valverde, Felipe Coello y Chano Méndez, Presidente,
Entrenador y Directivo de un Club emergente en el panorama nacional como el Juver de Murcia. Encajé
con ellos, nos veíamos y congeniamos”. En su blog, Paco reconoce con modestia que “más vale caer en
gracia que ser gracioso, y yo gracioso no he sido nunca”.
Comenzada la temporada 1987/88, se produjo la salida del Delegado del Forum Valladolid, Emilio
Martínez, lo que según Paco, “traería reacciones en cadena”. Una de ellas fue el cambio en sus
atribuciones, abandonando la tarea de entrenador y cogiendo el cargo de Delegado: “Yo, con una de esas
reacciones que después me han caracterizado, y tras tres semanas desde que empezó la temporada, dejé
el club. Lo deje todo…”. Entonces se dedicó a entrenar a un equipo cadete, pero muy pronto “llegó la
llamada de Felipe Coello”. Paco nos cuenta que Felipe, “enterado de mi salida del Fórum Valladolid, me
invitó a pasar un fin de semana en Murcia. Nunca pensé que aquella visita cambiaría el concepto de vida
personal y profesional tanto”. Prosigue: “Con la buena relación que habíamos hecho en el Eurobasket de
Atenas, me apetecía volver a verlo. Felipe transmitía mucha pasión por nuestro deporte. A día de hoy,
veinticuatro años después, aún lo hace. Habíamos hablado mucho de baloncesto, de jugadores, de lo que
se empezaba a construir en Murcia… En fin, era una excelente oportunidad de conocer un sitio nuevo”.
Paco asistió al partido que enfrentaba al Juver Murcia frente al Badajoz: “El partido lo ganó el Juver”,
aunque según Paco, “hubo una movida tremenda en el final del partido con Martín Fariñas, entrenador
del Badajoz”. Para el joven técnico, lo más importante es que “aquel fin de semana creo que cambió mi
vida. Me volví a ver con aquellos que tan bien se habían portado conmigo y que fueron unos increíbles
anfitriones en mi visita. Felipe Coello me propuso el fichar con ellos, ser su ayudante en el primer equipo,
entrenar al Junior y crear una Escuela de Baloncesto en la ciudad”. Como es lógico y tratándose de una
propuesta así, Paco nos cuenta que volvió a Valladolid para decírselo a sus padres y a su futura mujer, “y
tres días después me estaba instalando en Churra, localidad cercana a la Capital y sede de la fábrica de
zumos Juver”. Como siempre sucede cuando uno se sale de su ámbito cotidiano, Paco tuvo que habituarse:
“Era la primera vez que vivía fuera de mi casa. Una cosa es viajar mucho y otra instalarte y tener un rigor
de vida propio”, aunque Paco reconoce su suerte, porque “la casa tenía unos vecinos muy especiales, los
padres de Juan Valverde, Don José y Doña Josefa, que me cuidaron como a un nieto más”. Paco García
pone énfasis en la acogida que recibió por parte de la familia del club, que era la familia de Valverde: “Juan
y Fina, sus hijas, sus amigos, Felipe… Todos ellos se convirtieron en MI FAMILIA MURCIANA”.
“Una vez instalado, era momento de ponerse a trabajar. El equipo profesional estaba liderado
por el primer mito en el baloncesto murciano, Randy Owens, un alero alto anotador capaz de hacer
muchas cosas en el campo. Ya había jugado en Murcia la temporada anterior, y ahora, en una División de
mucho nivel, mantenía sus puntos como referencia clara. Le acompañaba el pívot Williams, mi querido
“Morti” (Martín de Francisco), José Luis Subías, Aparisi, Guillermo Cejas…”. En opinión de Paco, “no fue
un mal año, jugamos play-off contra Tenerife, que nos eliminó en una temporada que se convirtió en la
de la ampliación de la ACB. Ascendieron ocho equipos y nosotros nos quedamos en esa eliminatoria”. Sin
BasketMe – Pedro Serrano Solana
31 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
embargo, al final del año se produjo un hecho triste, “el desgraciado accidente de tráfico de nuestro base
Alfredo Aranda; las secuelas de aquello le impedirían después ser el jugador que prometía”. Según Paco
García, el club murciano “daba muestras claras de querer crecer, de ambición, algo normal si estaba Juan
Valverde detrás. Él quería poner al equipo arriba”. Paco se pregunta, “¿Hubiera sido muy pronto aquel
año?”, y responde que “posiblemente sí, pero el perder solo era retrasar lo que se buscaba”. Mientras
tanto, Paco entrenó al Junior: “Ganamos la Liga Provincial, no sin amenaza de plante por un problema del
Club con el comité de Árbitros de Murcia. Marcamos un rigor de trabajo y de exigencia alto, lo que nos
trajo más de un problema, pero fue el primer paso para crear una estructura de base”. El técnico
reconoce que “en muchos sectores de la ciudad no estaba bien visto el que vinieran de fuera a entrenar
lo de casa”. Prosigue: “Jugamos un sector previo del Campeonato de España donde ganó el Maristas de
Málaga, entrenado por Juanma Rodríguez, años después Director Deportivo del Unicaja. De aquel
equipo junior, varios jugadores subieron a entrenar e incluso a jugar minutos en el primer equipo”. Como
parte de sus atribuciones, estaba también el comenzar a crear la estructura de base del CB Murcia:
“Montamos una Escuela en las pistas exteriores del Pabellón Cagigal. La respuesta fue tremenda, más de
100 niños”. Aquí este redactor, que por entonces iba al colegio Nicolás de las Peñas (junto al desaparecido
y renacido Pabellón Cagigal), recuerda perfectamente el follón que se montó durante aquellos días.
También recuerdo ver a un jovencísimo Paco García sentado tras una mesa de plástico, reclutando niños
para la causa del basket: “Ni teníamos pistas ni monitores, que eran mis jugadores del junior. Por aquella
escuela pasó, aún sin tener la edad –aunque sí la altura-, el hijo de Yolanda y José Ángel Martín de
Francisco, Nacho, hoy jugador ACB del Blancos de Rueda en Valladolid”. Paco también reconoce que
“había sido un año muy completo, de mucho trabajo pero con grandes recompensas morales. Crecer y
ver crecer es algo que no se paga con dinero”. Prosigue con su relato: “Felipe (Coello) se casó con Marga
(Valverde). Su intención era dejar de entrenar y pasar a formar parte del Club en otras funciones. La
figura del Director Deportivo iba tomando forma. El Gerente, Dani Barceló, mano derecha de Valverde,
sabía y mucho de futbol, pero de básquet aún le quedaba recorrido. Felipe, Barceló, Valverde, Chano
Méndez y yo acudimos al Preolímpico de Rotterdam en Junio del 88. Fichar no podíamos fichar, pero sí
dejarnos ver, y en eso el Juver mejoraba cada día”. Allí, Paco García conoció a “directivos, entrenadores y
periodistas. Qué lejos me parecía un año antes Atenas, pensión, bocatas y metro, alojado ahora en un
cuatro estrellas, comiendo en buenos restaurantes y viajando en taxi por Holanda”.
El CB Murcia seguía su marcha: “al regreso a Murcia, Juan Valverde fichó como entrenador a Ary
Ventura Vidal, Seleccionador de Brasil, de Oscar Schmidt, Marcel, Gerson, Israel… Era la Selección de
moda. Había ganado a USA en Indianápolis antes de los Juegos de Seúl 88, en los Juegos Panamericanos.
Ary vino a Murcia con su esposa, firmó el contrato y me los llevé como experto cicerone por toda
Andalucía: Granada, Sevilla, Málaga… No quedó nada por ver. Quería conocer la gastronomía, los toros,
el flamenco… y lo conocimos todo”. Según Paco García, “las instrucciones de Valverde eran claras, que
estuviera contento, así que, a todo trapo”. “Como las Olimpiadas de Seúl eran a principios de
septiembre, Ary no podía incorporarse al Juver hasta mediados de ese mes, así que Felipe Coello dirigió
la pretemporada e incluso los primeros cuatro partidos de Liga. Cuando Ary tomó el mando, quiso hacer
su baloncesto, pero evidentemente faltaban los puntos de mano santa Schmidt, y los rebotes de Gerson
e Israel. Esto era la 1ª-B española y no nos fue bien”. Para Paco, “las ideas vanguardistas de Ary Vidal
llegaron demasiado pronto. Parar y tirar de tres puntos en contraataque, algo lógico hoy día, era visto
como una locura. Entrenaba tiros libres con los ojos tapados y otros tantos detalles. Vivía para su
baloncesto”. Paco sigue describiendo al entrenador brasileño: “hombre de hablar, de anécdotas, de
sobremesa con sus cigarrillos, sus cafés y su chupitos de whisky, todo esto con una operación a corazón
abierto años atrás…. Yo que compartía habitación con él en los viajes, lo pasaba fatal. Siempre me decía
donde llevaba su pastilla vasodilatadora, por si le pasaba algo”. En opinión de Paco, Ary era “un buen
tipo, una buena persona y un muy buen entrenador, pero desubicado en el lugar y posiblemente en el
tiempo. Dejó un fichaje tan decisivo en el campo como polémico fuera de él, el alero argentino Esteban
Pérez”, que según Paco, “llegó al equipo para revolucionar la Liga”. Hablando aún de Ary Vidal, Paco nos
cuenta que “sus métodos de entrenamiento –tres horas de tiro sin desgaste por la mañana, y dos horas
de entrenamiento por la tarde-, era algo habitual varios días a la semana”, y sentencia que “eso fue su
tumba: los entrenadores vivimos de los jugadores, y si estos no te quieren, la cuerda se rompe siempre
por el mismo sitio. Ary fue cesado apenas empezó la segunda vuelta, Felipe no quiso coger el equipo, y el
ayudante, Paco García, sin haber cumplido los 22 años, debutaba como Primer Entrenador en la segunda
Liga española”. Todo un desafío para Paco García, tal y como él mismo lo relata.
Aquel 1988 en el que Paco García debutó como primer entrenador, el equipo murciano contaba en
su plantilla con gente como Nicolau, Morti, Paco Solsona, Quique Azcon, Chino Sanz y Paco Martín, y tenía
como extranjero a Mike Schultz, ya desaparecido. “Llegamos a tiempo para jugar los Play-off contra el
Caixa Orense de Ángel Navarro. En el tercer partido y en un Pazo Paco Paz lleno, nos eliminó. Ese 2-1 y las
palabras de aliento de Navarro tras el último partido es un recuerdo que no se olvida”. Precisamente la
pasada temporada (2010/11), dirigiendo al Huesca, el técnico Ángel Navarro tuvo unas bonitas palabras
para con el CB Murcia. Navarro admitía que era un honor y un placer jugar contra este gran club, al que se
había encontrado muchas veces en su carrera. Paco García nos cuenta que “aquel Orense ascendió
después a ACB en una dramática eliminatoria a cinco partidos con el Caja Madrid de Tirso Lorente. En el
regreso a Murcia en tren, Valverde me ofrece el equipo para el año próximo. ¡Cómo decir que no! A esa
edad siempre quieres más, sin valorar los riesgos que te puedes encontrar. En apenas cuatro años, había
pasado de un patio de colegio, a ser ayudante de Mario Pesquera, de Felipe Coello y de Ary Vidal, y había
debutado ya en 1ªB. ¡Qué más podía pedir!”.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
33 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Paco comienza a hablar de la temporada del ascenso a la ACB, la 1989/90: “No estábamos lejos del
objetivo pero teníamos que mejorar el equipo. Confirmado como entrenador, que no firmado, en el
verano del 89, y siguiendo la tendencia existente en el baloncesto nacional de empezar a mirar jugadores
de Sudamérica, el Baskonia había incorporado a dos jóvenes promesas, Nicola y Guiñazu. Nos fuimos a
Argentina. A nosotros el fichaje de Esteban Pérez ya nos abría mercado. Me fui junto a Dani Barceló, que
tenía contactos allá por su pasado futbolero como Secretario Técnico del Real Murcia. Estuvimos más de
un mes, bajamos a Bahía Blanca, cuna del baloncesto argentino, incluso acudimos a la boda de Esteban.
Fichamos a Rubén Ariel Scolari, pívot de la Selección, y tuvimos cerrado el fichaje de Gaby Díaz, un
excelente alero que luego hizo carrera en Italia. Su Presidente en Pacifico de B.B. abortó la operación”.
Paco continúa con el relato de su viaje a Argentina: “Dani se movía de maravilla en Buenos Aires. Vimos
baloncesto, vimos futbol, conocimos y compartimos mesa y muy largas tertulias con periodistas (Quique
Nocent), con entrenadores (León Najnudel), y sin duda, es de esos viajes que nunca se olvidan”. A su
regreso, siguió la planificación consciente del que, ahora sí, debía ser el año del salto a la élite del
baloncesto nacional. Así lo afirma también Paco García: “Con el Club ya asentado socialmente y
federativamente, con una buena imagen y un buen sponsor, tenía que ser la temporada del ascenso.
Formamos un excelente equipo: llegó Miki Abarca, el pívot Adolfo Fernández, los argentinos…
Manteníamos mucho bueno del año anterior, y la gota de calidad ya iniciada la pretemporada la puso la
llegada de J. Davalillo. Nos fuimos de pretemporada a Font Romeu, en los Pirineos. Todo estaba bien
planificado, con un buen Preparador Físico y un trabajo excelente nos llevó al inicio de la competición”.
Ahora Paco nos relata los primeros compases de la temporada, que lamentablemente para él, no iba a
durar demasiado: “Ganamos con claridad al Gijón de Ed Jhonson, perdimos en cancha del Guadalajara por
cuatro puntos, ganamos al CB León de Herreras y Samuel Puente y perdimos por la mínima en cancha del
At. Madrid. Al regreso, mi cese”. Paco se sincera: “Dicen –que es una gran chorrada por cierto-, que hasta
que no te cesan, no eres entrenador de verdad. Pues yo ya lo era. Qué palo. Mi recuerdo es que, sin tener
el contrato firmado, me pagaron 200.000 pts y a casa. Las circunstancias mandaron. Es lo que había. Tras
renunciar a seguir en el Club como Entrenador de Cantera o similar, o incluso cambiar el cargo con mi
sucesor en el puesto de entrenador, Felipe Coello, cogí mis cosas y me volví a Valladolid. El equipo
consiguió el ascenso a la ACB. Llegó Mike Phillips, un pívot dominador como pocos para acabar de marcar
diferencias, y en ese Play-Off con el Obradorio, tan recordado por el caso Esteban Pérez, se consiguió el
objetivo. Yo en la distancia, aún dolido, pronto me puse a entrenar. Iniciaría así otro reto, este en
Palencia”.
Para acabar con el relato de su experiencia en nuestro club, Paco García dedica unas emotivas
palabras a aquellos que le abrieron las puertas del CB Murcia: “Con el paso de los años, mi cariño por la
familia Valverde no ha desaparecido, ni mucho menos. Soy padrino “accidental” del hijo de Felipe, Juanjo
Coello Valverde, y siempre estaré agradecido por la oportunidad que me brindaron de conocerlos, de
convivir con ellos. De todo corazón, gracias”. Así termina la entrada de Paco García en su blog, que por
cierto, os recomiendo. Con este texto hemos podido completar desde otra visión los primeros años de
crecimiento del club murciano y el origen del trabajo de cantera, además de recordar a personajes como
Ary Vidal.
De izquierda a derecha: Ary Vidal, Pago García y Felipe Coello (Fuente: Felipe Coello).
BasketMe – Pedro Serrano Solana
35 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Quique Azcón
Sigamos recordando al Juver, al CB Murcia de antaño, cuando comenzaba a presentar sus
credenciales en el mercado de la 1ª-B y todos lo miraban con sorpresa. Recordemos a ese club joven e
impetuoso que se había propuesto convertir el lejano sueño de la ACB en una realidad inmediata. Tras sus
primeros pasos en Tercera División y después de sufrir hasta el último partido en su primera temporada en
1ª-B, el CB Murcia se aproximó al ascenso ya en su tercer año de vida. En Tenerife se perdió la oportunidad,
pero sabemos que Roma no se hizo en un día y que hay que perseverar. El verano siguiente el Juver se
movió bien y los jugadores comenzaron a verle con mejores ojos. Uno de los que vino a Murcia atraído por
el proyecto del equipo rojiblanco fue Quique Azcón, un base catalán eléctrico y veloz salido de la enorme
cantera del Joventut. Tras jugar un año en Sevilla, Quique estaba en plenas negociaciones para cerrar su
renovación con el Caja San Fernando cuando el trato se rompió. Entonces el base puso rumbo a Murcia,
donde jugó tres años: el previo al primer ascenso, el del ascenso y la primera temporada en ACB.
(Llamo por teléfono a Quique a la hora convenida, pero no responde. Espero un poco, repito la llamada y
al fin lo tengo al otro lado). Hola, soy Pedro.
Ah, sí. Te dije a partir de las 20 horas, pero es que hoy precisamente tenía un tema, y ya estaba yo... Digo,
"¡Coño! Llamará este hombre...", y bueno, me imaginaba que volverías a llamar más tarde.
Sí, no te preocupes. Yo pensaba que lo mismo estabas viendo el partido por ahí... (Hoy juega España en el
Mundobasket’10).
No, no, qué va, qué va... La verdad es que estoy bastante desconectado del basket... Lo voy viendo, lo sigo,
y si lo puedo ver lo veo, de hecho ahora lo he puesto un poquito, pero no es aquello que pierda... Soy más
futbolero yo.
¿En serio?
¡De toda la vida, vamos! (Quique lo dice con tono de orgullo). Me acuerdo cuando estábamos en el Juver, lo
que disfrutaba yo los lunes por la mañana cuando hacíamos la preparación física en el campo de arriba, de
Churra, el de césped... Hostia, nos lo pasábamos bien (Quique se refiere a un campo de fútbol que había en
las instalaciones de Zumos Juver, en la Cuesta Piñero de Churra, a cinco kilómetros de Murcia).
¡Bueno! (me río) Ya nos hemos enterado de algo nuevo... Pues nada, tal y como te dije por e-mail,
estamos haciendo memoria y recordando la historia del club. Yo empecé a ir al basket en la misma
temporada que llegaste tú, que fue en la que perdimos el ascenso contra Orense.
Sí, fue mi primera temporada, cuando lo del Orense. De hecho estaba Paco García de entrenador, quiero
recordar... (Quique comienza hablando despacio; tiene una voz muy grave y radiofónica). Esa fue la 88/89...
O la 89/90... Ahora ya no me acuerdo, la verdad...
Fue la 88/89, porque la siguiente fue la del ascenso. Yo quería incluirte en estas entrevistas porque
recuerdo que cuando tú llegaste aquí, marcaste esos años. Eras un crack... (Quique me interrumpe).
Hacía gracia, porque como era pequeño, hacía gracia...
(Me quedo un poco parado porque no he captado el tono de Quique. Imagino que está de broma, pero
aún así, por si acaso, explico su presencia en este aniversario). Que hacías gracia, no lo sé, pero que eras
ahí el crack que revolucionaba y el que lo ponía todo patas arriba, eso sí que lo sé. De hecho, corrígeme si
me equivoco, pero tú eras el base titular del equipo.
Sí, sí, yo... vamos...
O sea, que de broma nada, ¿eh? (Le interrumpo y me río).
Sí, bueno. El año de ACB, que estuve con el Jordi Soler... que ahora por cierto lo voy viendo en todos los
campos, porque claro, como yo tengo un hijo de 14 años y él tiene uno de 13, y además se casó con una
chica en aquella temporada, que jugaba en el Voley Murcia, que era chilena... Se casó y viven aquí en
Mataró, y eso, como el niño tiene 13 años nos vamos viendo de vez en cuando y recordamos viejos
tiempos, aunque no teníamos buenas relaciones, pero bueno... (Quique se ha ido por las ramas al citar a
Jordi Soler, pero imagino que lo que quería decirme es que sí, que él en 1ª-B era el base titular del equipo,
pero en ACB fue el suplente de Jordi Soler).
Otra cosa de la que nos enteramos ahora... ¿Quique Azcón y Jordi Soler no se llevaban bien?
No, bueno, es lo que siempre pasa, los bases y tal... Los dos bases, dos gallitos y tal, es complicado.
Los dos sois catalanes, tú de la cantera del Joventut, y él...
Él salió del Barcelona.
¡Encima!
No, pero yo en aquella época la verdad es que asumía ser suplente. Ya el estar en ACB era un premio, así
que asumía el papel de segundo base del equipo, lo que pasa es que luego, nueve meses, pues se hace muy
largo todo. Fue el año del Davalillo, del McPherson y de todo eso.
Llegaste a Murcia en 1988 y venías de Sevilla, ¿Verdad?
Sí, yo soy de la cantera del Joventut, ¿vale? Estuve los 8 años que hay que estar en el club, me formé allí en
todas las categorías debutando incluso en el primer equipo. Luego estuve un año en Premiá, que era un
equipo de aquella Segunda División, que tenía más nivel que la que hay ahora, y que era la tercera
categoría del baloncesto español. Luego estuve en Sevilla en el Bellavista, cuando hice la mili... Perdón, el
primer año no fue Premiá, fue Mataró: Mataró, Bellavista, luego volví, Premiá, Mataró otra vez y de ahí me
fui al Caja San Fernando de Sevilla. Cuando vine a Murcia, venía del Caja San Fernando.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
37 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
¿Cómo te fichó Murcia?
Pues fue por Paco Solsona, sinceramente. Hombre, yo tenía prácticamente la renovación en Sevilla por tres
años. Incluso mi mujer, que por entonces era mi novia, tenía una excedencia de su trabajo y se iba a venir a
Sevilla, y en una tarde se rompieron las negociaciones y hablando con Paco Solsona, que él había fichado
por Murcia y venía del Pamesa de Valencia, según me contó él, creo que un día hablando con el Coello,
Felipe le preguntó que estaban buscando un base, y él le dijo "hostias, pues Quique me ha dicho que no
sigue en Sevilla", y creo que a raíz de esa conversación se enteraron de que tal, y me llamó al día siguiente
Daniel Barceló.
¿Conocías algo del equipo? Porque el club tenía muy poco tiempo de vida...
Pues la verdad es que no, no... Hombre, aquello que te va sonando... De aquella época la única referencia
que tenía era aquello del Russell Cross, que era un americano medio cojo, que todo el mundo del
baloncesto sabíamos que era muy bueno y demás. A Felipe Coello lo conocía de referencias y tal, pero
realmente no conocía nada ni del club, ni de la ciudad, ni de nada.
Claro, estábamos empezando.
Por eso te digo, que el año anterior no sé en qué competición había jugado con el Russell Cross...
Bueno, fue en la misma 1ª-B.
Ya... Lo que pasa es que como había dos grupos, no coincidí en jugar con el Juver. Por eso no tenía
referencias del equipo. Es que era una 1ª-B muy rara. Había dos grupos, y entonces me parece que
nosotros quedamos por arriba de uno y el Juver por abajo del otro y no nos juntamos, no coincidimos. Pero
eso, que acabado el año sí que me sonaba el equipo, y como habían fichado a Paco Solsona, y la verdad es
que era un equipo que tenía un buen proyecto y demás, pues... Además sinceramente, pues también, a
nivel... en aquella época cuando un equipo tenía más o menos dinero para poder fichar jugadores y demás,
pues más o menos los jugadores buscábamos una tipología de equipos así, ¿no? De equipos que te
vendieran la posibilidad de subir a ACB, claro.
Murcia era un equipo así y ese primer año estuvo a punto... Recuerdo la eliminatoria contra Orense.
Hombre, claro, el planteamiento era ese. Me acuerdo que ficharon al Ary Vidal de entrenador... O no,
espérate... (Quique se lía con los años. Le digo que sí, que ese fue el año que vino Ary Vidal). Vale, pues eso,
mi primera temporada en Murcia fichan a Ary Vidal, ¿vale? Él está en el Campeonato del Mundo y no sé
qué, y entonces se incorpora un mes más tarde. La pretemporada la hacemos con Felipe Coello y Paco
García, que también estaba por ahí de segundo. Yo vine lesionado, porque me habían operado de
osteopatía en el pubis ese verano, y la verdad es que me costó mucho la pretemporada y demás, y fue
empezar con Ary Vidal y la verdad es que no... La verdad es que era un tío encantador, pero venía de otro
mundo y siempre le decíamos lo mismo, que yo no era... ¿Cómo se llamaba? Uno era el Marcel Souzo, que
era un base, y el otro era el Óscar Schmidt... Y le decíamos que nosotros jugábamos a otra cosa. Era otro
mundo (risas).
Ary Vidal no terminó la temporada, cogió el equipo Paco García.
No, claro, se lo cargaron a mitad de temporada o así.
Sin embargo, al año siguiente...
El año siguiente fue cuando empezó Paco García de entrenador, y se lo cargaron... Además, esa me parece
que empezamos con dos victorias y dos derrotas o algo así, pero era demasiado joven. Era un buen
entrenador, pero muy inexperto.
Sí, porque luego ha hecho buenas temporadas...
Sí, Paco García era muy buen entrenador, y lo es, es buen entrenador, lo que pasa es que le dieron la
oportunidad con un equipo así cuando tenía poca experiencia, y entonces, claro, era un club que estaba
hecho para subir y coño, lo mismo Juan Valverde y todo lo que era el grupo pues no permitían errores. La
verdad es que empezamos con dos y dos y no le dieron más tiempo. Metieron a Felipe Coello, y Felipe tenía
experiencia y lo hizo muy bien.
Es ascenso fue espectacular. Lo recuerdo muy bien, con toda la gente saltando a la pista... Recuerdo que
tú llevabas una botella de champán gigantesca y nos mojamos allí todos...
La verdad es que sí. Yo, bueno, no viví los otros ascensos... (Quique se para a pensar). Sí que estuve una vez
en Murcia en el siguiente ascenso, que nos invitó Juan Valverde a todos los que habíamos estado en el
primer ascenso.
¿Ah, sí? No lo sabía...
Sí, estuvimos en un hotel, no recuerdo en qué hotel era, y fue una cosa que bajamos a Murcia y hubo una
cena. Hubo primero el festejo del equipo, y luego estuvimos la mayoría de los jugadores que ascendimos la
primera vez. Recuerdo que había también otros jugadores, como Martín de Francisco, y estuvimos en la
fiesta del segundo ascenso del club.
En 1998.
Sí, creo que sí... Porque primero fue nuestro ascenso en la 89/90, luego el del 98, y luego subió otra vez en
el dos mil y algo, ¿no?
Sí, el CB Murcia ha subido cuatro veces ya… (Ahora hay que incluir ya el último ascenso, 2010/11).
Sí, pues diría que fue en el 94 ó 95... (Quique se está liando un poco con las fechas. Normal, porque ya hace
años y porque este equipo ha subido un montón de veces a la ACB). Fue una cena conmemorativa o no sé
qué, y lo que hicieron fue invitar a ex-jugadores. Eso fue en el segundo ascenso, pero no recuerdo el año.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
39 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Pero sí que me acuerdo, y es una referencia, que me compré el coche en el 94, que encima todavía lo
tengo, y sí que me acuerdo de eso porque me rompieron la ventanilla. De eso me acuerdo... (Quique se ríe).
¿Sí?
Sí, matrícula de Barcelona y al lado de un hotel... Pues coño, chorizos hay en todos lados. Con lo cual eso
tuvo que ser después del 94... 94 ó 96... Hostias...
(Me río cuando escucho a los entrevistados sufriendo para hacer memoria: menudos líos nos hacemos
cuando queremos recordar). El segundo ascenso fue en 1998 seguro. Te lo digo porque cuando subimos
la primera vez, estuvimos siete temporadas seguidas en ACB. (Escucho una voz femenina de fondo; la
mujer de Quique también sale al rescate: "Álex ya había nacido", le dice a su marido).
Álex ya había nacido (repite Quique), me dice mi mujer, así que puede ser lo que tú dices.
Bueno, pues pasa el tiempo volando y ahora cumplimos 25 años. No es mucho, pero para un club de
baloncesto... ¿Qué te parece?
Pues que 25 años son muchos años para un club. ¿Sabes? Yo, aunque sea el Club Baloncesto Murcia, lo sigo
llamando Juver. Cuando estuvimos nosotros la referencia no era el club, era Juver y Juan Valverde. Esos son
los años que yo viví, la familia Valverde y todo lo que eso representaba.
(Quique y yo hablamos un poco más de los avatares vividos por el CB Murcia en los últimos veranos.
Cambio el tema). ¿Sigues en contacto con alguien de aquí?
Pues he coincidido con Davalillo alguna vez, y por teléfono... Porque yo no hace muchos años fui agente de
jugadores, estuve hasta el 2004, y entonces pues más o menos mantuve contacto. Había ido bastantes
veces a Murcia y habíamos negociado jugadores allí y demás, y aún tenía algún contacto. Con Jota recuerdo
que había hablado alguna vez, pero la verdad es que desde 2004 no he hablado con nadie, excepto con
alguien de Murcia, que la verdad es que con Juan Valverde y con Felipe Coello casi cada año en Navidad nos
enviamos algún mensaje y tal. Guardamos buenos recuerdos, yo por lo menos, y mi mujer también. La
verdad es que fueron tres años de los mejorcitos que tuve yo en esa época de deportista en la que vas
cambiando de ciudad y demás. No conseguí quedarme muchos años en muchos sitios y donde estuve más
tiempo fue en Murcia.
Es buena señal que sigas teniendo algún contacto con la ciudad, ¿no?
Sí, sí, y además lo puedes poner, que le tengo un cariño especial a todo, a Juan Valverde y a toda la familia
de Juan. La verdad es que fueron tres años muy intensos. Pues ya te digo, que mi mujer un año trabajó en
Juver...
¿Ah, sí? ¿Trabajó en los zumos?
Sí, fue después de la primera temporada. Ella había trabajado toda la vida y la verdad es que lo pasó mal
con el tema de la adaptación y demás. Y al final hablé con Juan y con Daniel y todo eso, y en un tema de
negociación interna, pues pensamos que era buena idea que trabajara un año arriba (en Zumos Juver, en
Churra. Veo que Quique recuerda la geografía del lugar, porque en relación a Murcia, Churra está "arriba").
¿Y algún recuerdo especial que te traiga oír el nombre de Murcia?
¿Recuerdo especial de Murcia? Todos. Hombre, yo el recuerdo que tengo de Murcia es muy bueno y
siempre le hemos tenido un gran cariño. Vivimos unos años muy "guays", ¿no? En general le tengo un
recuerdo especial a todo: al club, a la familia Valverde, a Felipe Coello, a Daniel Barceló, a Chano Méndez...
Había un montón de gente implicada y la verdad es que fueron unos años extraordinarios.
¿Y de la ciudad? ¿Qué recuerdos tienes?
Bueno, pues nosotros vivíamos en la Plaza Circular y nos encantaba ir por la avenida esta de Alfonso X el
Sabio, y por... (Quique trata de recordar). Es que claro, piensa que hace muchos años, ¿no? Casi veinte
años...
Ha cambiado.
Claro, yo vivía en la Plaza Circular, y piensa que aquello era la salida de Murcia, era la carretera que iba a
Molina de Segura, y el pabellón estaba un poquito más adelante a la izquierda, y ahora me parece que todo
aquello... Alguna vez que pasé hace años, hostia, aquello ya se ha convertido en el centro de la ciudad, y
además sigue, ¿No? Yo, como me encontré una ciudad pequeña que sí que me pareció una ciudad
extraordinaria para vivir, pues me gustaba todo. Nos acordamos de cómo era Murcia como ciudad, y la
verdad es que vivimos muy bien allí. Me hubiera gustado quedarme más años, pero mira, no pudo ser
(risas).
¿Cuándo viniste por última vez?
Pues debió ser cuando trabajaba como representante de jugadores. Creo que fue en el dos mil y algo, y
Murcia estaba en ACB... (Hace memoria). Mira, creo que ya lo sé, fue para ver un Murcia-Taugrés, porque
en el Taugrés jugaba un jugador que llevábamos, Talaverón. Fui a ver a Talaverón...
¿Tú jugaste también en el Taugrés, no? (Acabo de recordar ese hecho).
Sí, una temporada... Bueno, fue un contrato temporal que era para el resto de temporada y al final me
quedé dos meses... Pues ahora que lo pienso, creo que la última vez que estuve en Murcia fue aquella que
te dije antes, la del segundo ascenso (seguimos con el lío de fechas, nos reímos).
Pues nada, Quique, eso es todo...
Muchas gracias por llamar.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
41 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Le devuelvo las gracias por su tiempo y su amabilidad, y nos despedimos. Una vez más, me resulta
muy curioso hablar con los personajes que veía sobre la pista hace más de veinte años, que eran mis ídolos
y que jugaban en mi equipo. Es un placer y un honor poder charlar con ellos, y que entre todos nos vayan
contando la vida del CB Murcia.
Nombre: Enrique Azcón.
Fecha y lugar de nacimiento: 14 de mayo de 1964, Badalona.
Posición y altura: Base, 167 cm.
Trayectoria: Salido de la cantera del Joventut de Badalona, comienza como profesional en Mataró en la
temporada 1983/84 (Segunda División). Está un año en Bellavista de Sevilla y otro en Premiá antes de fichar
de nuevo por Mataró, en 1ª-B. En 1987 juega en el Caja San Fernando de Sevilla y en 1988 ficha por el Juver
Murcia. En el club murciano permanece tres temporadas, de 1988 a 1991. Después, Obradoiro (1ª-B),
Cajabilbao, Llobregat-Cornellá y Taugrés en 1994, con un contrato temporal para sustituir a Pablo Laso,
lesionado. Su último año como jugador es en el Pineda (Segunda División), antes de retirarse del baloncesto
con 31 años. Además, Quique fue internacional juvenil, y ha sido el jugador más bajo de la ACB.
Los números: No he podido encontrar los números de Azcón en la etapa del CB Murcia en 1ª-B, que fueron
los dos años en los que el base disputó más minutos y logró sus mejores registros, siendo decisivo en el
primer ascenso. En ACB y como base suplente de Jordi Soler, Azcón jugó 35 partidos y promedió 3 puntos, 2
asistencias y 1 rebote en algo más de 11 minutos por encuentro. Su mejor anotación con Murcia en ACB fue
de 8 puntos en el play-out contra Granada.
Quique Azcón defendiendo a Llorente en el primer partido en ACB del CB Murcia.
Entrevista a Jota Davalillo
Vamos a recordar de nuevo la tercera tentativa de Murcia por tener baloncesto de ACB, en aquella
temporada que cerraba la década de los 80. Ya se había fallado contra Tenerife y contra Orense, pero
entonces el club murciano, con tan sólo cinco años de vida, no quiso volver a fallar. Se construyó una gran
plantilla con gente joven y con hambre de ascenso, pero también con jugadores experimentados que ya
habían estado en la máxima competición y que vinieron a este club para llevarlo a la élite. Quizá alguno de
ellos también quería reivindicarse, "recuperar las sensaciones", cambiar de aires y empezar en otro sitio.
Uno de esos jugadores era un chaval del norte llamado Xabier Xon Davalillo, y que en Murcia, hace más de
20 años, era conocido simplemente como Jota. Según Felipe Coello, el fichaje de Jota fue la guinda de aquel
equipo, porque en efecto, fue el último en incorporarse.
Cuando llamo por teléfono a Jota Davalillo para entrevistarle, comienzo explicándole el motivo de
todo este trabajo: le cuento las entrevistas que ya he hecho y le hablo de aquel equipo del primer ascenso.
Jota me escucha muy en silencio y de vez en cuando asiente con un "¿Sí?". Luego le pregunto por la curiosa
manera en la que se cerró su fichaje por Murcia:
Coello te fichó por teléfono, mientras esperaba a coger un avión en Barajas, ¿verdad?
Sí, porque se encontró con... Bueno, esto me lo han contado. Se encontró con Iñaki Iriarte. Iñaki es muy
amigo mío y me ha entrenado, me llevó a Vitoria... Bueno, que es muy amiguete mío. Y me contó Iñaki que
se había encontrado en el aeropuerto con Felipe Coello, que no sé adónde iba Felipe, y empezaron a
hablar: que si ya tenían el equipo, que si querían subir, que para allí y que para allá, e Iñaki le dijo, "oye,
pues este, Davalillo, ha acabado en Bilbao y está libre". Y yo creo que en ese mismo momento Iñaki le dio
mi teléfono a Felipe y Felipe me llamó. Y así fue, así me fui para allí abajo.
(Davalillo ha tardado un poco en empezar a hablar, pero una vez que lo hace, lo hace de carrerilla. Con su
acento del norte, Jota habla muy rápido, haciendo requiebros, casi del mismo modo en que driblaba y
penetraba a canasta en sus años de jugador). Espectacular tu fichaje, ¿no?
Sí, y dos años increíbles, increíbles, porque ya te digo que... bueno, y que aparte, evidentemente, si
deportivamente las cosas van bien, pues todo va mejor. Pero bueno, yo suelo ir todos los años a Murcia a
ver a la gente. Tengo muy buenos amigos en Murcia, me dejó un gratísimo recuerdo y ya te digo, que todos
los años me acerco a Murcia.
Sí, yo te he visto alguna vez por el palco y he pensado en subir saludarte, pero...
Ah, sí, claro, en el partido. Claro, cuando toca Murcia, pues siempre... ese viaje nadie se lo puede pedir,
porque sabes que hay veces que algún directivo dice "oye, cuando vayáis a no sé dónde, avísame que
quiero ir yo". Y ya saben que el viaje a Murcia es intocable, ese es mío.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
43 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Recordando la historia del club, tuviste un papel muy importante en el primer ascenso y en la
permanencia posterior en ACB. Tu fichaje por Murcia fue una suerte, teniendo en cuenta que no habías
salido nunca del País Vasco y que además venías de estar jugando en ACB con el equipo de tu tierra...
Sí, sí. Yo había estado jugando unos años en Baskonia, donde jugué ACB, y luego ya de Baskonia volví a
Bilbao en 1ª-B, y subimos. Y luego al final, en el último año de Bilbao, que se hizo un equipo que íbamos a
ganar la copa del mundo, pues al final casi descendemos y tuvimos movida, y al final yo me tuve que
marchar. Y bueno, pues no había salido nunca, ¿eh? Evidentemente, pudiendo jugar en Bilbao o en Vitoria,
no me lo había planteado, pero esa temporada quedé libre, y me llamó Felipe de parte de Iri (Iriarte), y allí
que me fui, un poco a la aventura, ¿no?
¿Te lo pensaste mucho, o te decidiste pronto?
No, no. Cuando me llamó Felipe, también me llamó Iñaki, y me dijo que el equipo tenía muchas
aspiraciones, y dije oye, mira, me lo recomendaron y me fui sin pensarlo mucho. Fue todo muy seguido.
¿Conocías a alguien del equipo antes de venir?
Conocía a Martín de Francisco, al difunto Martín de Francisco, que había jugado conmigo en Bilbao.
Entonces, ya le conocía a él, y cuando llegué estuve en su casa tres días hasta encontrar una casa. Conocía a
"Morty" de haber jugado en Bilbao.
¿Y qué Murcia te encontraste, tanto deportivamente como a nivel de la ciudad?
Pues fue muy gracioso, porque claro, eso fue... (Jota se detiene y resopla, mientras rebusca en su
memoria). Me acuerdo que cuando me ficharon, el equipo estaba ya en Andorra (para hacer la
pretemporada), y entonces, claro, yo cogí el coche y me fui a Barcelona, y allí me fueron a recoger y me
llevaron a Andorra. Hice la pretemporada con el equipo, porque creo que llegué tres o cuatro días más
tarde que los demás, y a la vuelta pues me dejaron en Barcelona, cogí mi coche y me bajé hasta Murcia.
Entonces llegué a Murcia, y lo primero que vi fue el Cristo de Monteagudo, y dije yo, "¡joooder!", porque yo
no lo conocía. Porque claro, antes llegabas en autopista hasta Valencia y luego ibas por la carretera
nacional. Ibas por Elche... y vi los palmerales de Elche, que ahora ya no se ven por la autopista... (Hasta ese
momento Jota hablaba a gran velocidad, pero mientras me cuenta su viaje comienza a alargar un poco el
final de sus frases, como reviviendo esos momentos de soledad; me imagino a Davalillo en su coche
sintiendo la sorpresa del aventurero). Y entonces llegué a Murcia, vi el Cristo de Monteagudo y dije,
"¡joder, si esto es como Brasil!". Yo no conocía Murcia, jugando no había estado nunca allí, entonces, pues
no la conocía. Después de ver Monteagudo... total, que llegué a la Redonda. Me bajo del coche, entro en
una cabina telefónica para llamar a Morty, que había quedado con él en que cuando llegara lo llamara,
porque iba a estar en su casa unos días, y entro en la cabina telefónica y de pronto me pongo a sudar como
un pollito. Pero a sudar a chorro, y dije yo, "joder, ¿qué pasa aquí?" (Me parto de risa: Jota tiene mucha
gracia para describir el estado de perplejidad de un chaval del norte ante el sofoco murciano). Bueno, pues
eso, me tuve que comprar un ventilador porque por las noches no podía dormir del calor que hacía... El
primer año, recuerdo que estuve toda la temporada durmiendo con una sábana, sólo con la sábana. El
primer mes me estuvieron dando unos polvos que suelen dar a los alpinistas para que no se deshidraten en
las alturas...
¿En serio? (De verdad, aunque suene a anécdota graciosa, este hombre tuvo que pasarlo realmente mal).
Sí, me estuvieron dando esto porque yo me licuaba. Terminaba de entrenar y formaba un charco de agua, o
sea, era... al final por si acaso me dieron eso porque me estaba deshidratando, o sea, era una pasada lo que
sudaba. Pero bueno, oye, y el recuerdo que tengo es buenísimo, buenísimo. De la gente, del club... todo,
muy bueno, muy bueno. Ya te digo que, además, pues eso ayuda mucho, coincidieron dos años que
deportivamente fueron como un tiro.
Las ganas que había de ascender eran grandes en tu primer año, porque ya se había fallado dos veces.
Bueno, ya te digo, yo al equipo no lo conocía, su estructura... Sólo conocía la historia del club, y eso, que
era un equipo hecho para ganar. Empezamos con Scolari, que luego le cambiamos por... por este, ¿cómo se
llamaba este?
Mike Phillips.
No, no... Por este... (fue por Mike Phillips, pero o Jota no me ha oído bien, o se confunde. Sigue intentando
recordar). No, el año del ascenso... Cambiamos a Rubén Scolari por... Por Mike Phillips, el que jugaba con
rodilleras, ¿sabes? que mascaba tabaco. Y ya con Phillips fue el empujón, y bueno, bien, luego muy bien,
subimos y estuvo muy bien. Los dos años en Murcia yo los recuerdo muy buenos y he dejado muy buenos
amigos en Murcia, con los que suelo tener contacto, y todos los años, por lo menos una vez al año, paso
por Murcia a ver a la gente.
El primer año de Murcia en ACB hiciste unos números estupendos. He estado repasando, y bueno, casi 15
puntos por encuentro y siendo decisivo en muchos partidos. Es decir, que tomabas el mando.
Sí, bueno, aquellas tres temporadas me salieron bien, tanto las dos de Murcia como la de Granada hice
buenos números, solo que en Granada descendimos. En aquella época andaba fino, y bueno, en aquellos
tiempos había más nacionales. Los americanos tenían más importancia en el equipo, eran más importantes
que ahora, pero había más nacionales y por eso teníamos un papel más importante. Pero sí, allí anduve
fino, sí.
Luego te fuiste a Granada con Moncho Monsalve, al que conociste aquí.
Sí, Moncho... Vamos a ver... El año del ascenso empezó Paco García y luego lo cogió Felipe. Luego en ACB
empezó Felipe y luego lo cogió Moncho. Y luego Moncho me llevó a Granada, sí, que también empezó y no
BasketMe – Pedro Serrano Solana
45 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
acabó, bajamos contra Orense. Bueno, al final las negociaciones con Juan Valverde se complicaron, las
conversaciones se complicaron y al final nada, tuve la oferta de Moncho y me fui a Granada.
Qué pena que no te quedaras. Alguna vez he dicho, en plan de broma, que tú habías truncado mi carrera
como jugador, porque yo estaba por entonces en cadete, creo, e intentaba imitar tus bandejas esas tan
plásticas que hacías con una mano. Y claro, me ganaba unos tapones y unas broncas... (Jota se ríe).
Sí, yo en aquella época andaba muy fino, desde que tuve a Iriarte en Vitoria estuve seis años que anduve
muy fino, me animaba mucho y...
Sí, y además me han contado la intensidad que ponías en los entrenamientos. Yo recuerdo que no es que
fueras muy rápido en el tiro, pero las metías y tenías plasticidad, velocidad y sobre todo mucha facilidad
para buscar un hueco y meterte para adentro.
Sí, era muy intenso, y además me tocaron años de defender siempre al americano bueno de ellos (yo no he
nombrado la faceta defensiva, en la que por aquellos años no me fijaba demasiado, así que Jota se
reivindica también como buen defensor. Seguro que lo era).
Después de Granada volviste a tu tierra, ¿no?
Bueno, yo después de Granada lo dejé. Volví aquí y en un principio me quisieron fichar en Bilbao. Parecía
que estaba hecho, pero luego llegó un entrenador catalán que trajo a dos jugadores catalanes y se estropeó
el fichaje. Yo tenía que volver a Bilbao por un problema familiar, y al final no fiché por Bilbao pero me
quedé aquí. Estuve jugando en segunda o en tercera para pasar el rato, y al año y pico ya lo dejé.
Y más tarde, presidente del Bilbao Basket. No eres el único jugador que ha llegado hasta ahí: Villacampa,
y creo que Lalo García lo fue un tiempo en Valladolid...
Lalo García estuvo de Director Deportivo...
Cierto. Pero hay otros casos como Antonio Martín o Herreros, y otros jugadores, que están en el tema de
la gestión, en otros cargos dentro de los clubes. ¿Cómo se da eso? Es decir, cuando uno cuelga las botas y
dice, a ver, ¿qué voy a hacer ahora? ¿Cómo se va uno hacia esa faceta? ¿No te gustaba ser entrenador?
Bueno, no, yo tengo el título de entrenador, pero yo estuve aquí llevando un negocio familiar, y cuando
empezó la historia de Bilbao Basket me llaman para ver si quiero participar en ella, y empiezo a colaborar
con Bilbao Basket como directivo. Al cabo de cinco años, cuando subimos y hay que convertir el club en
Sociedad Anónima Deportiva, y necesitan a un presidente a tiempo completo, me lo plantean y dije, bueno,
pues ya está. Pues sí, aquí me metí. Al principio llegué y era complicado, decía: "joder, si estoy en el lado
oscuro" (Compruebo que Jota es muy divertido relatando sus principios en situaciones nuevas). Para los
jugadores, los directivos siempre eran como eso, como el lado oscuro, y ahora estoy en el lado oscuro.
Te lo iba a preguntar. ¿Cómo es ese cambio? En tu relación con los jugadores, ¿intentas ser como te
hubiera gustado que fueran tus directivos contigo cuando eras jugador? ¿Estás más cerca de los
jugadores de lo que antes estaban de ti, o ves que cuando estás ahí arriba, todo tiene que ser de un
modo distinto a lo que pensabas?
Bueno, yo llevaba desconectado del baloncesto unos ocho años, y luego cuando volví, pues ya vuelves con
otra edad, con otra experiencia. Entonces, ya es otra cosa. Intentas ser como te hubiera gustado que fueran
los directivos contigo cuando eras jugador. Intentas no estar muy encima, no dar mucho el coñazo... Es
decir, dar las facilidades pero que sea el jugador el que se acerque.
O sea (interrumpo a Jota riéndome), lo contrario de lo que yo pensaba. Yo pensaba que a lo mejor el
directivo generalmente no tiene contacto con los jugadores, y es lo contrario…
No, si al final, oye, tú estás cerca de ellos pero sin ser el típico forofo, que también hay directivos forofos
que están ahí, o directivos que te vienen a dar palmaditas cuando ganas y cuando pierdes no aparecen... O
sea, intentas no repetir los errores que cometieron contigo.
Pero es complicado, ¿no? Parece que describes la labor del padre o de la madre en el trato con los hijos.
No, pero al final no es complicado. Quieres hacer lo que querías que te hicieran, que no se metieran en tu
vida, que no te dieran el follón... y es fácil, porque como tú sabes lo que no te gustaba que te hicieran, pues
no lo haces. No lo veo complicado, y además, tienes más fácil la relación con los jugadores porque tú has
estado ahí dentro y sabes cómo se vive ese mundo. Es complicado que cometas los errores que puede
cometer la gente que no lo ha vivido y que no ha estado nunca dentro. A mí además me gusta la gestión,
así que me dediqué a ello.
Oye, y ¿qué es lo que se hace para estar como está Bilbao? Porque sabes que Murcia, si has seguido su
trayectoria (Davalillo me dice "sí, sí"), pues es el club que más veces ha subido y bajado. ¿Qué falla aquí?
Joooder... (Jota resopla, como diciéndome "vaya pregunta jodida de contestar". Nos reímos). Pues si es
que, vamos a ver, no es... no es fácil llegar y tener la solución, porque si no, ya, si fuera fácil, pues todo el
mundo lo hace. Al final es tan sencillo como que te metes en una dinámica ganadora, y el equipo empieza a
ganar, a ganar y a ganar... Siempre los comienzos son duros, pero siempre si pasas el bache inicial y
empiezas a ganar y a ganar, pero no para irte a la Copa de Europa, pues el equipo se estabiliza, los fichajes
se van estabilizando, la gente empieza a ver atractiva la ciudad y el proyecto, la gente quiere ir allí... Pues
no sé, no hay una receta mágica. El tema es acertar. Es decir, hay mucho componente de suerte pero
también de gestión de gente. Al final tú estás fichando a gente por unos números y por cosas que han
hecho, y esperando que lo sigan haciendo, ¿y cuál es el problema? Pues que ¿por qué no funciona? ¿No?
¿Por qué por ejemplo el equipo que hicimos nosotros el año pasado no funcionó? Pues porque no es sólo
poner nombres y números. Al final esos nombres que pones, que son de una madre distinta, tienen que
cohesionarse, tienen que equilibrarse, tienen que aceptar cada uno su papel y eso no es fácil. Ya te digo,
BasketMe – Pedro Serrano Solana
47 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
nos pasó a nosotros el año pasado, con lo mal que empezamos. ¿Y cuál es el tema? Pues eso, que a perro
flaco, todo son pulgas. Cuando empiezas a perder y a jugar mal, todo son problemas, y cuando empiezas a
ganar, sin darte cuenta, ganas más fácil. No hay una receta.
Claro, porque no es sólo una cuestión de presupuesto. A veces, equipos con poco presupuesto o con
menos dinero que Murcia se han metido ahí arriba. Si no haces algo grande, la prensa no te hace caso, la
gente no va en masa a los partidos, las empresas no meten dinero, los jugadores no quieren venir...
Ya, ya te digo. Si es que también tienes que arriesgarte... Es coger gente joven y hacerla jugar, porque
nosotros al principio cogimos gente que no había hecho buenas temporadas, y en Bilbao, por lo que sea,
pues funcionaron. Entonces, es que tienes que hacer una mezcla. Tampoco... fichar gente con nombre
tampoco te asegura nada. No sé, no es fácil, ¿eh? No es fácil. Aquí en Bilbao se ha conseguido, pero
tampoco te puedes dormir en los laureles. Se ha conseguido pero cada día empiezas de cero.
Claro, porque la exigencia cada vez es mayor y la presión sigue estando, me imagino, a otro nivel.
Sí, sí, y luego es eso, que el deporte es muy cruel. Cuando ganas todos somos del equipo, pero si pierdes...
Hay que dar siempre victorias y expectativas (Jota resopla).
Ahora recuerdo cuando subimos por primera vez y se veía buen bloque, ¿no? Eso es muy importante.
Sí, en todos los grupos hay gente complicada, pero el tema es equilibrarse, que se equilibren, que cada uno
esté a gusto con el papel que le toca, y que si hay movimientos, que se reequilibre. Yo creo que el equilibrio
en los grupos es muy importante, porque el entrenador puede facilitar mucho las cosas, pero luego el
grupo tiene su vida propia, que la gente encuentre su sitio. No es fácil. En Murcia, lo bueno que fue el
primer año fue que cuando el equipo gana, pues es más fácil y los problemas se minimizan, y cuando
pierdes se aumentan. Yo creo que en Murcia éramos un equipo con gente peleona, con gente combativa, y
así es más fácil. No éramos gente que tuviéramos un nombre así muy hecho en ACB, y así, la gente que
estábamos en Murcia y que teníamos experiencia en ACB éramos gente normal, que creía en lo que
hacíamos, que le poníamos mucho esfuerzo al tema, y funcionaron las cosas.
Bueno, pues eso es todo, muchas gracias... ¿Te siguen llamando Jota? Es que he visto en la Web de Bilbao
Basket que llevas muchas equis en el nombre...
Sí, pero la gente de Bilbao me sigue llamando Jota. Me llama Jota hasta el crío... (Se lamenta. Nos reímos).
Pues nada, Jota, lo dicho, que muchas gracias por tu tiempo...
Oye, y cuando... iba a decirte que cuando vayamos a jugar, preséntate, pero ya no iríamos a jugar hasta
dentro de dos temporadas... Pero bueno, que si algún día me paso por allí a ver algún partido, pues ya
preguntaré por ti.
Jota y yo seguimos hablando un poco más de baloncesto y del CB Murcia. Salen los nombres de
antiguos compañeros de equipo y Jota se alegra. No sólo está siendo muy agradable compartir charla con
todos estos protagonistas de la historia del CB Murcia, sino que también es divertido escucharles
preguntarme a mí por la situación de los demás. Todos me preguntan "¿qué tal este?", "¿qué tal aquel?"...
Personas a las que unió el CB Murcia durante un periodo de sus vidas y que luego se alejaron, y siguieron
cada uno con su propio camino. Me alegro de que este aniversario también sirva para propiciar el
reencuentro con viejos amigos, aunque sólo sea en la memoria.
Nombre: Xabier Xon Davalillo.
Fecha y lugar de nacimiento: 12 de julio de 1960, Bilbao.
Posición y altura: Alero, 193 cm.
Trayectoria: Cantera del colegio Maristas de Bilbao. En 1981 debuta en 1ª División B con el Patronato de
Bilbao. Luego se marcha a Baskonia durante dos años en ACB, y vuelve a Bilbao para jugar cinco
temporadas, dos en 1ª-B y tres en ACB. En 1989 le llega la oferta del Juver Murcia, de 1ª-B, por dos años. En
el primero se logra el ascenso y en el segundo se alcanza la permanencia en ACB. Más tarde juega en
Granada y en 1992 regresa al País Vasco para jugar sus dos últimas temporadas en activo, en el Loyola de
2ª División. Tras sufrir una lesión, se retira del baloncesto en 1994. Davalillo regresó al deporte como
directivo del Bizkaia Bilbao Basket, club del que fue Presidente de 2005 a 2011.
Los números: No he podido encontrar los números de Davalillo en su primera temporada en Murcia, en 1ª-
B. En ACB disputó 41 partidos con el CB Murcia, anotando un total de 556 puntos en 1400 minutos, lo que
da un promedio de 13'6 puntos y 34 minutos por encuentro. Tuvo una valoración media de 12'2 puntos,
con 40% en triples, 54% en tiros de 2 y 73% en tiros libres. También cogió 3 rebotes y dio 2'1 asistencias.
Como dato adicional hay que reseñar que Davalillo anotó en todos los partidos que jugó con Murcia, siendo
la mínima de 3 puntos (jornada 16ª, contra Breogán) y la máxima de 26 puntos (jornada 23, contra Caja
Canarias, donde jugó todo el partido). Davalillo jugó los 40 minutos en 7 partidos. Su temporada en Murcia
fue, por números, la mejor de su carrera deportiva en ACB en todos los apartados estadísticos.
Jota con la camiseta del CB Murcia, 21 años atrás.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
49 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Ralph McPherson
Vamos a recordar ahora la primera temporada del CB Murcia en la ACB y, por ejemplo, el primer
partido del Real Madrid en Murcia. Fue el 25 de noviembre de 1990. Aquel día llegué tarde al pabellón
Príncipe de Asturias porque no encontraba mi abono. Así, lo que empezó como un drama terminó siendo
una fiesta: encontré mi carnet, fui al partido y aunque no pude sentarme –eran los tiempos en los que se
excedía sobradamente el aforo máximo de la pequeña cancha murciana-, asistí a la remontada y triunfo del
CB Murcia sobre un club histórico. Aquí jugaba Ralph McPherson, un alero americano procedente del
Taugrés, con calidad pero también con carisma. Un líder. McPherson metió 22 puntos, incluidos 5 triples de
7 intentos para dar la vuelta al marcador en los instantes finales. Nada más pudo hacer Antonio Martín con
sus 28 puntos, ni tampoco Stanley Roberts, Biriukov, Llorente, Herrera o Romay. El entrenador merengue,
Wayne Brabender, miraba incrédulo a la enloquecida grada murciana sin saber dónde meterse.
Al contactar con Ralph, enseguida compruebo que el jugador guarda un excelente recuerdo de su
paso por el CB Murcia. Gracias al milagro de Internet, una video-conferencia une Texas (donde son las 9:30
horas de la mañana) con Murcia (donde son las 16:30 horas). Empiezo hablándole de los 25 años de historia
del club y le digo que su nombre fue el primero que me vino a la mente, por ser, en mi opinión, el mejor
jugador del club. Él se ríe como si no se lo creyera, o como si pensara que mi afirmación es exagerada.
Entonces me explico un poco más:
Creo que has sido el mejor jugador del CB Murcia que ha permanecido aquí durante más de una
temporada, ya que los otros grandes jugadores que hemos tenido hicieron un buen año y luego se
marcharon. Además, eres el máximo anotador, el segundo en rebotes, el segundo en triples, el segundo
en tapones... ¿Cómo recuerdas tu etapa en el CB Murcia?
Para mí fue una gran época. Era una gran oportunidad para el equipo, al ser su primer año en ACB.
Teníamos algunos jugadores que habían ascendido desde la segunda división para jugar en ACB, y que
estaban muy felices, con mucho entusiasmo, igual que la gente de Murcia. Me encantaba jugar los partidos
de casa allí, porque la afición era muy entusiasta y siempre nos hacían muy fácil jugar en Murcia. Jugar para
Felipe (Coello) con mis compañeros de equipo fue simplemente una situación genial, y realmente disfruté
mucho de mis tres años en Murcia.
¿Cómo fue tu fichaje, cómo te convencieron para venir aquí?
Mi agente estuvo trabajando con Felipe y con el CB Murcia, y ellos me ofrecieron un contrato de dos años
para ir allí a Murcia, que era lo que yo quería, un contrato por más de un año. Cuando vas de equipo en
equipo nunca sabes realmente lo que te vas a encontrar. No conocía a ningún jugador del equipo y
entonces descubrí que uno de mis compañeros en el Taugrés, Julio Torres, iría también a Murcia, y yo había
disfrutado mucho jugando con Julio en Vitoria. Era un gran tipo e hizo un montón de trabajo sucio para
nosotros en Murcia. Fue genial tener una cara familiar cuando llegué a la ciudad.
Pero después hicisteis un buen grupo todos, erais una piña, se os veía muy unidos sobre la pista...
Sí, una de las grandes ventajas de ir a Murcia era que había jóvenes jugadores que venían a jugar en ACB, y
que tenían pasión y bastante calidad, porque algunos de los partidos que ganamos, como el del Real
Madrid... (Ralph se detiene un segundo a pensar). Realmente sabíamos que no había razón por la cual
nosotros debiéramos ganar ese partido. Jugamos fuerte, jugamos para ganar y ellos jugaron para no
perder. Hicimos jugadas... Estoy tratando de recordar su nombre pero no puedo... Este jugador que vino de
Bilbao... (Ralph hace un esfuerzo y yo le echo un cable: ¿Davalillo?). ¡Sí! Jota Davalillo. Medía menos de dos
metros, pero hizo algunas jugadas enormes en ese partido. Eso te demuestra la talla del corazón que tenían
esos jugadores, jugando contra un equipo con el talento del Real Madrid...
Lo recuerdo, la primera victoria del CB Murcia sobre el Real Madrid. Se nos puso muy difícil al descanso,
11 puntos abajo, pero de pronto apareciste tú y empezaste a meter triples... (No puedo ocultar mi
entusiasmo por poder hablar de ese partido a uno de sus protagonistas. Ralph sonríe). ¿Te acuerdas?
Sí. En el primer tiempo no me entraba nada, no estaba tirando bien, pero en el descanso Felipe me dijo algo
divertido. Me miró y me dijo: "Ralph, ¿Puedes lanzar el balón aún peor?", y yo le dije: "No... no lo creo"
(Ralph lo dice tal y como debió decirlo aquella tarde en los vestuarios del Príncipe de Asturias, con una
mezcla de sorpresa e incredulidad). Entonces Felipe me dijo: "Bien, pues sigue tirando". En el segundo
tiempo empezaron a entrarme los tiros, y con todo el mundo involucrado... ¿Sabes? fue una gran victoria y
creo que demostramos a la ciudad que teníamos un buen equipo, y los aficionados nos levantaron con su
apoyo también.
Esa primera temporada en ACB fue como un sueño, pero es que la siguiente fue aún mejor. Estuvimos
muy cerca de meternos en competición europea, pero León se cruzó en el camino... (Me dice “sí”; le
enseño una foto del periódico en la que aparecen Kea y él con cara de frustración; sonríe, pero luego
adopta un tono más serio para hablar del día en que Murcia se quedó a un solo punto de Europa):
Fue realmente descorazonador, porque habíamos ganado a León en su cancha y volvimos a Murcia, y el
partido estaba en un punto para uno y otro lado, y lo perdimos justo al final. Intentamos hacer falta a
alguno de sus jugadores para parar el reloj, pero los árbitros no las pitaron, así que fue bastante frustrante
al final. Si hubiésemos ganado ese partido, nos habría llevado al siguiente nivel en la liga.
El año siguiente, en cambio, fue muy malo... (Ralph tuerce el gesto y hace una mueca de resignación).
Yo vine aproximadamente un mes después del inicio de la liga y entonces me lesioné en la espalda, y me
perdí creo que tres semanas después de operarme. Fue un año muy loco... Cambiamos de entrenador,
BasketMe – Pedro Serrano Solana
51 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
tuvimos un montón de jugadores diferentes, y creo que el equipo no llegó a tener nunca una química tan
buena como la que había tenido los dos años anteriores.
Pero tú no estabas al inicio de la liga, ¿Por qué?
Mi contrato terminó, y cuando la liga introdujo el tercer extranjero, creo que ellos quisieron gastarse el
mismo dinero que se habían gastado antes en dos extranjeros, pero dividido entre tres. Ellos simplemente
decidieron hacer algo diferente inicialmente...
Fue un error, en mi opinión.
Bueno, a mí me hubiera gustado jugar algún año más en Murcia y luego volver a Estados Unidos a entrenar.
Algo que siempre quise era entrenar en Europa, en Alemania o España, o donde sea. Pero sí, aquel año fue
un poco malo desde el principio y nunca tuvimos esa química en el equipo.
Acabaste la liga y aunque Murcia perdió la categoría en la pista contra Huesca, no hubo ascensos ni
descensos por problemas económicos y el equipo se mantuvo en ACB al año siguiente.
Sí, pero entonces no hablamos de seguir otro año ni nada de eso, así que volví a jugar a Estados Unidos,
jugué otro año en la CBA y después volví a Alemania a jugar mis últimos años.
¿No tuviste ofertas en España? (mirando sus números, me parece increíble que no las tuviera).
No, no tuve ofertas allí en España. No sé cuáles fueron las razones... Pero yo sabía que todavía podía jugar
al baloncesto y encontré equipos para jugar, y lo hice bien tanto en Estados Unidos como en mis últimos
años en Alemania... Pero en mi corazón siempre he sentido debilidad por Murcia. Me gustaba la ciudad
(Ralph vuelve a tener la cara iluminada, se nota que le hubiera gustado colgar las botas aquí). No creo que
me hubiese gustado estar en una ciudad grande como Madrid o Barcelona. Me gustaba más una ciudad
más pequeña donde pudiera pasear. Yo tenía dos niños pequeños, así que Murcia fue una ciudad muy
agradable para llevar a los niños andando a diferentes lugares, y la playa estaba bastante cerca, así que
íbamos a la playa también.
¿Cuándo fue la última vez que estuviste por aquí?
(Resopla)... Creo que fue, probablemente, en 1994 ó 1995...
Con el nuevo pabellón, ¿verdad?
Sí. ¡Ese lugar es muy bonito!
(Le enseño a Ralph una entrada de 1994, de un partido entre CB Murcia y Salamanca, que conservo
porque en la parte posterior tiene su firma). Este autógrafo me lo firmaste aquel día.
Ah, sí, aquello fue bastante bueno, porque yo estaba jugando en Alemania y por entonces tuvimos un
descanso de dos semanas, así que volé desde Frankfurt. Alberto Sanz (el "Chino" Sanz), tenía parte de mis
cosas, las que yo le había dejado cuando me fui, así que volví para recogerlas y llevármelas a Alemania.
Estuve unos días en casa de Moncho Monsalve... no sé, creo que estuve cuatro o cinco días con él.
Volviendo con tu carrera, me intriga bastante tu currículo: CBA, Alemania, España y Austria. ¿Y la NBA?
(Ralph recuerda). Fui drafteado por Dallas Maverics y me cortaron en ese campus de verano, así que fui a
jugar a la CBA, con Albany, en Nueva York. No creo que estuviera preparado para la NBA en aquel tiempo,
en mi primer año, así que tuve un montón de buenas experiencias en la CBA jugando contra jugadores muy
buenos, y también tuve la oportunidad de jugar para Phill Jackson. Luego fui al campus de los Nicks ese
verano, y quizá debí irme a Europa entonces, pero quería volver a la CBA a jugar con Phill otro año.
Ganamos el campeonato ese año (entonces recuerdo que Jackson nombra esa temporada en su libro
"Canastas sagradas", pero yo no sabía que McPherson había formado parte de su equipo). Firmé por San
Antonio, de la NBA, pero cuando intentas entrar en la NBA es muy difícil, porque hay muchos contratos
garantizados y si no te han elegido con un buen número en el draft, en aquellos tiempos, virtualmente
había pocas opciones de jugar en un equipo. Y aunque yo sabía que era un buen jugador, estaba en el lugar
equivocado en el momento erróneo, así que pensé en las opciones. Decidí venir a Europa y seguir con mi
carrera y ver dónde podía jugar. Entonces, Alemania, y luego España durante cinco años...
La ACB tenía buen nivel por entonces, pero no ha dejado de mejorar. ¿La sigues?
Me meto en Internet y veo qué equipos siguen ahí y cómo les va, y cosas de ese tipo. Creo que todos los
deportes van siempre a mejor porque los deportistas van mejorando. Allí sé que el fútbol es el número uno,
pero con el entusiasmo por el baloncesto, los chicos empezarán a jugar cada vez más pronto y eso significa
que tendréis mejores jugadores cuando estén listos para jugar en la ACB.
Pensando en la evolución del juego, creo que tú eras un jugador bastante moderno para tu época, ahora
que se llevan tanto los “3'5”: los jugadores interiores que saben tirar, o los exteriores que hacen trabajo
en la pintura, esa posición intermedia que crea tantos problemas en los rivales. De ahí que destaques en
tantas facetas estadísticas del CB Murcia, en triples, rebotes y tapones, en cosas de interior y de exterior.
Eso demuestra la manera en la que se desarrolló mi juego. Desde la Universidad jugaba por dentro, pero
también salía a lanzar, así que mi juego se desarrolló en las dos partes. Si tenía un tío grande encima de mí,
como generalmente eran más lentos, les podía desbordar. Y si eran más pequeños, podía meterlos dentro.
Para mí fue importante desarrollar el juego exterior e interior para hacerme más valioso. En Europa, si
ganabas, era una victoria del equipo, pero si perdías, enseguida señalaban a los americanos y decían, "hey,
tienes que hacer más". Pero bueno, así, si tienes un equipo abierto y con confianza, y tienes a Nacho
(Suárez), a Eduardo (Clavero) o a Jota (Davalillo), pues yo les pasaba la bola afuera para que tiraran con
confianza. Creo que, afortunadamente, mi juego les hacía más fácil a los demás jugar y que tuviéramos
éxito.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
53 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
¿Mantienes el contacto con alguno de tus compañeros de Murcia?
Pues no he hablado con ninguno desde que estuve en Murcia en el 94. Bueno, con el único con el que hablé
fue con Clarence (Kea), que vive en Texas. Tengo negocios en su área y cogí el teléfono y lo llamé. Pero no,
no he hablado con mis amigos españoles aunque siempre los recuerdo. Mi hijo juega en la Universidad y he
pensado que algún día podría llevarlo a Europa, y viajar por Alemania y España y ver algunos sitios donde
jugué.
¿Y sigues en contacto con el baloncesto?
Pues dejé de entrenar hace un año, cuando mi hijo fue a la universidad, y ahora tengo mi trabajo habitual
de ventas y asisto a un equipo por las noches, y así sigo en contacto con el baloncesto, porque es algo que
estará en mí hasta el día que me muera. Me gusta mucho entrenar, he disfrutado mucho entrenando
durante diez años, es mi pasión.
(Ahora aprovecho el momento para enseñarle otra foto en la que salta frente a Trumbo y Piculín Ortiz en
el Palau): "¡Oh, tío, esa foto es muy buena!”, me dice. Bueno, Ralph, ¿Quieres decirnos algo más?
Nada, sólo que jugar con Felipe y Moncho, y con Juan Valverde... Valverde fue un gran propietario para
nosotros, él quería darnos todo lo necesario para tener éxito... Sólo siento no haber tenido la oportunidad
de jugar en el nuevo pabellón, porque cuando lo visité... Había una gran diferencia entre el nuevo y el viejo
pabellón. Pero sólo con toda la gente apoyando siempre a tope y los jugadores con los que estuve... Fue
sencillamente fenomenal... (Se para a recordar). Este otro chico... ¡Paco Martín! En los entrenamientos
daba el 120%. Normalmente yo entrenaba contra él, así que sabía que no podía ir a entrenar haciendo el
vago, porque sabía que Paco estaba ahí y defendía fuerte. Él me hizo mejor jugador de baloncesto. Fue una
gran situación poder conocer a estos jugadores, y convivir con ellos nueve meses al año. Éramos una
familia. Y nosotros queríamos mucho a Murcia, nos encantaba la temperatura, muy parecida a Texas, y la
transición para nosotros era muy fácil. Fue una ciudad muy buena para nosotros.
Gracias por tu tiempo y también por formar parte de la historia del CB Murcia, Ralph.
Pues le deseo a Murcia que vuelva a la ACB (al hacer la entrevista, el CB Murcia jugaba en LEB) y que se
haga más grande y mejor. Y quizá en los próximos años, sé que mi mujer quiere ir a Europa y viajar por allí,
así que si podemos, haremos una visita a Murcia para ver el lugar donde estuvimos tres años.
Pues estás invitado y aquí tienes otro amigo, además de los que ya tenías...
Sí, y si los ves por allí... ¿Felipe sigue por allí? (Le digo que sí, que vive aquí). ¿Sí? Su hijo tendrá... (Intenta
calcular la edad. Le informo de que también juega al baloncesto). ¿En serio? (sonríe). Muy bien... debe
tener la edad de mi hijo, creo. (Como lo veo muy desconectado de Murcia, ahora informo a Ralph de que
Juan Valverde dejó el equipo y que el CB Murcia ha pasado por varias manos). Juan hizo mucho por este
equipo, nos apoyaba y nos llevábamos muy bien con él y con Felipe. Fueron tres años geniales. Le deseo
todo lo mejor al CB Murcia, y si quieres ser mi agente allí, si necesitan entrenador, llámame (nos reímos).
¿Sí? ¿Entrenarías al CB Murcia?
Eso sería interesante... (Risas). Me gusta entrenar, y bueno, ya sé que soy mayor para jugar, pero aún
puedo lanzar, y a mi hijo a veces le digo que algún día puede llegar a lanzar como yo (vuelve a reírse).
Pues si consigue parecerse a tí, por favor, mándalo para Murcia, que nos vendría muy bien. (Ralph se ríe).
Ahí estamos. Pedro, gracias por tu tiempo y si necesitas algo más, avísame. Me gustaría ir a España,
siempre me gusta ver partidos y jugadores... Y si ves a Felipe o a Moncho, deséales lo mejor de mi parte.
Nos despedimos, y como deferencia, Ralph termina con un claro "Hasta luego" en español. Qué
gran tipo, este Ralph. Fue protagonista de una de las etapas más bonitas de la historia del CB Murcia, y sin
duda, ha sido un placer poder charlar con él y recordar aquellos años.
Nombre: Ralph McPherson
Fecha y lugar de nacimiento: 9 de diciembre de 1958, Dallas (Texas, EE.UU.).
Posición y altura: Alero, 205 cm.
Trayectoria: 1981/82, Universidad de Texas – Arlington. Drafteado en 1982, 9ª ronda, nº 188, por Dallas
Mavericks. Desde 1982 juega tres años en CBA con Albany Patroons y el campeonato en la temporada
83/84. Luego juega tres años en Alemania, Gottingen, Bamberg y Saturn Colonia, ganando la liga en este
último equipo. En 1988 ficha por Taugrés. Participa en el All-Star de la ACB en 1988 y juega los cuartos de
final de la Copa del Rey al año siguiente con el club vasco. De 1990 a 1993 juega en Murcia. En 1993 se va a
Rochester (CBA) y después se va a Alemania con MTV Giessen. Acaba su carrera en Graz, Austria, en 1996.
Los números: Disputó tres temporadas en Murcia, 99 partidos en total, promediando 21 puntos y 7 rebotes
por encuentro. Es el máximo anotador del CB Murcia (2082 puntos), por delante de Xavi Sánchez; segundo
en rebotes (684), tras Bobby Martin; segundo en triples (144), por detrás de Duane Washington; segundo
en tapones (74), por detrás de Juanjo Triguero y segundo en minutos (3528) por detrás de Xavi Sánchez.
Ralph McPherson, imagen de la campaña
de venta de acciones del CB Murcia en 1991.
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55 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a John Ebeling
Ahora vamos a recordar a un CB Murcia humilde y sufridor, que perdía muchos partidos y que
estuvo cerrando la clasificación de la ACB durante muchas jornadas, pero que aún así, era orgulloso y no
dejaba de luchar. Hablamos de la temporada 1993/94, un año "malo" que tuvo un final dulce, muy dulce.
Tan dulce que no creo que ganar la Euroliga pueda proporcionar más alegría. Como mucho proporcionará
la misma, la que da superar las adversidades, morir en la pista y remontar una eliminatoria al mejor de
cinco partidos que se te ha puesto 2-0, y encima, con el factor cancha en contra. En ese CB Murcia jugaba
un ala-pívot norteamericano. No era un portento físico y tampoco era demasiado alto, pero iba sobrado de
dos cosas muy importantes para la práctica del baloncesto: inteligencia y compromiso. Su nombre, John
Ebeling (Nueva Jersey, Estados Unidos, 1960). John colaboró decisivamente en una de las mayores hazañas
del CB Murcia, de las de una entre un millón, y al mismo tiempo hizo más grande la historia del club
rojiblanco apostando su propio dinero a que el equipo no descendería. De película.
Desde que me pongo en contacto con John por e-mail, el ex-jugador se muestra encantado de
poder charlar sobre su paso por Murcia. Ebeling vive en Ferrara, Italia, así que no tenemos diferencia
horaria que considerar. Lo llamo a la hora convenida, pero no responde. Repito la operación y nada.
Minutos después suena mi móvil. John Ebeling se identifica y se apresura a disculparse: “Tenía mucha gente
en casa y lo olvidé, lo siento. ¿Has terminado ya de trabajar?”. Le contesto que sí, que estoy en la playa, y
me pregunta por el sitio concreto. “El Mar Menor”, le digo, y él me responde que “es muy bonito”.
Compruebo por teléfono lo amable y educado que es John Ebeling.
John, tú tenías que estar en este aniversario, porque aunque sólo jugaste un año en Murcia y aunque esa
temporada fue muy dura, al final todos nos sentíamos como si hubiésemos ganado la liga...
(Ebeling suelta una carcajada). Sí, sí, lo recuerdo. Estoy de acuerdo contigo, fue como si hubiéramos ganado
el campeonato.
Vamos a empezar por el principio y luego volveremos sobre el gran final de aquel año. Tú viniste a
Murcia por Oleart, ¿verdad? Felipe Coello me dijo que José María te quería sí o sí en el equipo.
Sí, porque yo estuve con Oleart en Granollers y fue él quien me llamó para ir a Murcia. A Oleart, si te soy
sincero, y ya lo he dicho en el pasado, le debo mucho de lo extensa que ha sido mi carrera. Él fue el primer
entrenador que me enseñó a lanzar desde el exterior, de tres puntos. Antes de Oleart nadie me había
dejado tirar desde fuera. Todos mis entrenadores querían que jugara en el poste bajo y no en la línea del
triple, y cuando estuve en Granollers, Oleart me dijo que tirara más desde fuera. Se quedaba conmigo
después de los entrenamientos, y entrenaba conmigo, y no paraba de decirme que siempre que me
quedara sólo desde la línea de tres, que tirara. Él me hizo mucho mejor jugador porque me enseñó a hacer
eso. Ya no podía saltar tanto, mi físico empezaba a necesitar descanso, y Oleart hizo que mi carrera fuera
más larga, seguro, porque entonces tenía dos opciones, jugar abajo o salir a tirar de tres puntos. Al final
creo que llegué a tener un 40% de acierto en tiros de tres, y fue gracias a que Oleart me dijo que tirara. Si él
no lo hubiera hecho, mi carrera habría terminado diez años antes.
Creo que no era muy común por entonces, a principios de los 90. Comentaba lo mismo con Ralph
McPherson, cuyo juego también se movía entre la posición de 3 y la de 4. En su caso, él era más un 3 pero
sacaba ventaja en la posición de 4. Tú eras un 4 que sacaba ventaja en la posición de 3, ¿verdad?
Sí, y todo empezó para mí en Granollers, porque estando allí, Oleart fichó a Kenny Skywalker, que había
jugado en los Knicks. Entonces a mí me hacía jugar de 5 en defensa y de 4 en ataque para lanzar, es decir,
yo por fuera y Skywalker por dentro, porque Kenny no tiraba muy bien. Esa fue la razón por la que empezó.
La verdad, no sé porqué Oleart no ha tenido una carrera más larga, porque es uno de los mejores
entrenadores que yo he tenido en mi vida. Fue estupendo para mí, nos llevábamos muy bien. Cuando me
dijo que me viniera a Murcia, fue muy fácil decir que sí.
Así que él te llama y tú aceptas la oferta de Murcia, pero imagino que sabías que venías a un equipo con
un presupuesto muy limitado. Sabías que ibas a sufrir hasta el final, como así fue.
Sí, sí, yo sabía que iba a ser una lucha, lo sabía, no como fue en Granollers. En Granollers fue fácil, teníamos
mejor equipo, creo, porque teníamos a Joan Creus y a otros jugadores más experimentados que en Murcia,
pero lo que teníamos en Murcia era que todos los jugadores eran luchadores, todos los jugadores
luchaban. Decíamos, "vale, no seremos un gran equipo, pero no nos rendiremos, nunca dejaremos de
luchar".
Ese CB Murcia fue extraño: perdió cinco o seis partidos por un sólo punto y luego recibió una de las
mayores palizas de su historia (-43 en El Ferrol), pero también fue capaz de ganar hasta cinco partidos
fuera de casa (Girona, Lugo, Málaga y dos veces en Valladolid), algo que no hemos podido ver muy a
menudo... Y yo creo que a pesar de las derrotas, la gente no perdía la confianza en vosotros porque veía
que su equipo no dejaba de luchar, que sus jugadores se esforzaban. ¿Sentíais el apoyo del público?
Sí, sentimos el apoyo del público durante todo el año. Sé que perdimos muchos partidos, no recuerdo
cuántos, pero muchos partidos en los últimos segundos, y también sé que ganar esos cinco partidos que
perdimos por un punto no es posible, pero si ganas dos o tres de esos partidos apretados, después quizá
juegas de un modo distinto. Creo que si ganas alguno de esos partidos apretados, te cambia totalmente la
mentalidad del equipo, porque después de perder tantos partidos por un punto es muy duro seguir
luchando, es muy difícil seguir jugando.
Pero ¿Cómo se hace eso? Era difícil pero lo hicisteis, seguisteis luchando.
Sí, pero no fue fácil. Era cuestión de que hubiera jugadores que no se rindieran y que tiraran del resto. Un
jugador así era Paco Martín, ¿sabes? Él siempre estaba ahí, gritando, diciendo "¡vamos!", siempre
BasketMe – Pedro Serrano Solana
57 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
moviendo las manos y luchando, y cuando una persona tira de otra, y tienes tres personas haciéndolo, al
final todo el equipo lo hace. Luego, en un momento dado, el equipo también cambió de americano,
cambiamos a Ted Jeffries por Darren Morningstar.
Sí, y al principio Morningstar no jugó bien y algunos pensamos que quizá había sido un error el cambio,
pero luego fue fundamental para ganar y mantenernos.
Sí, Darren era un tío muy duro, un jugador muy duro. Si hablas con él, si lo miras, no lo parece, pero era
muy duro. Tenía un buen gancho, muy bueno. En aquel momento no sabíamos si el cambio era la mejor
opción porque Jeffries era un buen jugador, pero al final sí que funcionó, al final pudimos mantenernos.
Cuando perdimos los dos primeros partidos en Valladolid, nunca perdí la confianza en que podíamos
mantenernos. (Ebeling piensa durante un par de segundos y luego prosigue). Al principio cuando fuimos a
Valladolid yo quería que ganáramos un partido, fui pensando en ganar un partido, porque así vuelves a
casa, ganas tus dos partidos y ya lo tienes hecho. Pero cuando perdimos los dos, pensé que aquello iba a
ser duro, que iba a ser muy duro.
En el segundo partido de la eliminatoria perdisteis por un punto, ¿recuerdas? Al final hubo un fallo en el
cronómetro, se le quitó a Murcia la opción de jugar los últimos siete segundos porque no sonó la bocina
de final de posesión de Valladolid y también hubo incidentes con Fetissov. ¿Qué pasó?
No recuerdo exactamente qué pasó, sólo sé que la tensión era muy alta durante el partido porque nosotros
necesitábamos ganar al menos un partido de los dos antes de volver a casa y ya habíamos perdido el
primero. La tensión era muy alta, y la otra cosa es que Fetissov era un jugador muy joven. Yo era un jugador
más experimentado y es muy normal que en una situación así, el jugador más veterano intente intimidar al
jugador más joven. Nosotros jugamos muy fuerte contra él y él no estaba feliz precisamente. Lo puse así de
loco, lo puse así de loco... (Ebeling se ríe).
Ahí empezó una "bonita relación de amor" entre Murcia y Fetissov (incluso el propio jugador ruso, de
manera divertida, recordó a la afición murciana en una entrevista que le hicieron algún tiempo después
de aquello). Creo que, en Murcia, la gente también se vino un poco arriba con este hecho, con lo del reloj
y lo de Fetissov...
Sí, sí... Pero él era un gran jugador, muy buen jugador, muy duro, muy largo, atlético... y también es una
buena persona. Contra Óscar Schmidt y contra él no era nada fácil ganar.
Es muy curioso, John, que según creo, sólo se haya remontado un 2-0 en dos ocasiones en toda la historia
del baloncesto español y que tú estés en esos dos equipos que lograron la hazaña. Tú ya remontaste un
2-0 en Granada (Ebeling se ríe).
Sí, recuerdo lo de Granada y honestamente, cuando supe que teníamos que hacer lo mismo en Murcia,
pensé en Granada. Recuerdo que en Granada, después de ponernos con 2-0 en la eliminatoria por el
descenso, paré a echar gasolina al coche y un hombre me dijo "Ebeling, vais abajo, vais abajo" (Ebeling dice
esto en español, con una buena imitación del acento andaluz), y yo le contesté, "escucha, alguien va abajo,
y no es Granada" (esto también lo dice en español, se ríe, y luego lo repite en inglés). Alguien se va a ir para
abajo, pero no va a ser Granada. Esa era la primera vez que alguien me decía algo fuera del pabellón, "vais
abajo", y yo le dije, "no, no nos vamos abajo".
Entonces, cuando estabas en Murcia, ¿dijiste algo a tus compañeros? ¿No les dijiste, "oye, que esto yo ya
lo hecho una vez y ahora lo podemos repetir"?
No, la verdad, pero recuerdo una cosa con Morningstar. Le dije que si nos manteníamos en la ACB, le
pagaría mil dólares de mi bolsillo. Porque, ¿sabes? Cuando vas 2-0, es demasiado fácil rendirse. Puedes
decir, está bien, me rindo, perdemos un partido más y ya está, no hay problema. Yo tenía miedo de que,
quizá, alguien del equipo pensara eso, así que le dije a Morningstar, "escucha, si ganamos y nos
mantenemos en la ACB, te daré mil dólares de mi bolsillo", porque necesitaba asegurarme de que todos
siguieran luchando, no sólo yo, sino todos en el equipo.
¿Recuerdas a Juan Valverde? Os ofreció una prima si se alcanzaba la permanencia, ¿verdad?
Bueno, fue más bien así: recuerdas a Felipe Coello, el Director Deportivo, ¿verdad? Coello vino un día al
pabellón y nos reunió a todos. Creo que aún nos tenían que pagar dos o tres meses de sueldo, y Felipe nos
dijo que no habría sueldo, que se paralizaban los pagos hasta que estuviésemos salvados.
¿Cómo? ¿Cuándo fue esto? (me sorprendo y le interrumpo, no lo sabía, y si lo sabía, no lo recordaba).
Dijeron que no nos pagaban más, y creo que quedaban dos o tres partidos para acabar la liga regular.
Dijeron que no se pagaban más cheques hasta que no estuvieran seguros de que estábamos salvados. Y yo
les dije: "vale, pues yo no acepto esto, porque no me gusta, porque significa que yo no estoy haciendo mi
trabajo... porque es cómo si yo no estuviera haciendo mi trabajo. Significa que vosotros pensáis que yo no
estoy haciendo mi trabajo, y por eso no me pagáis. Estoy jugando duro todos los días y no voy a cobrar".
Entonces les di una oportunidad, les dije: "vale, no me vais a pagar más, tres cheques, vale, no hay
problema. Pero si el equipo se mantiene, me vais a pagar el doble". Entonces es cuando empieza toda la
famosa historia del "doble o nada" (expresión que John me dice en español). Creo que todo el mundo en el
equipo aceptó esto del "doble o nada". Puedes preguntarle a Felipe si se acuerda, estoy seguro de que sí. Y
así que al final, cuando nos mantuvimos, doné mi dinero al orfanato de niños que hay en Murcia.
Entonces, ellos cumplieron su promesa y el CB Murcia pagó el doble, ¿no?
Sí, pagaron a todo el mundo el doble... (John parece pararse un poco a pensar). No, no creo que todos los
jugadores aceptaran al principio. Creo que fuimos seis o siete los que aceptamos, y quizá dos o tres no
aceptaron, pero si le preguntas a Felipe, él lo recordará, recordará cuando les dije aquello de "doble o
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59 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
nada" y ellos aceptaron. Es decir, que yo les dije que si perdíamos y bajábamos, yo no recibiría nada de
dinero de esos tres meses.
Pero... (Sigo asimilando la información que me está dando John). Pero ¿por qué hicieron esto? Quiero
decir, que es muy duro decirle a alguien que no le vas a pagar...
Es muy duro decir eso, sí, es duro poner una multa así, y para mí es muy duro aceptarla. Lo que yo quería
que entendieran es que, en un momento así, a esas alturas, no me importa si me dan el dinero o no me dan
el dinero, no me importa. Lo que me importa es que el equipo no baje, ¿sabes? Pero el dinero no era lo más
importante para mí entonces. Así que, vale, si quieres multarme o dejar de pagarme, vale, eso quiere decir
que crees que no estoy dando el 100%. Pero, por el contrario, si nos salvamos y nos mantenemos, me
tienes que dar el doble.
La tuya fue una gran respuesta, pero la cuestión es, ¿la multa fue por un hecho en concreto? Como ya
hemos dicho, el equipo luchaba, el equipo luchó todo el año con independencia de que tuvierais más o
menos suerte. Así que, ¿cuál fue la razón? ¿Quizá la paliza de El Ferrol? ¿Cuándo fue esto?
No, no, no... Ahora que tengo 50 años sí que entiendo la razón, pero entonces, cuando estaba allí, tenía 30
ó 33 y no lo entendí. Ahora sí que entiendo la razón, y la razón es que, "vale, lucháis todo el año, ganáis,
perdéis, perdéis por un punto algunas veces, estáis luchando y estáis cansados", ¿vale? ¿Qué es lo único
que el club puede hacer para asegurarse de que vas a dar hasta la última gota de sangre en la cancha? Sólo
hay una cosa que se pueda hacer, y es intentar alterarte, intentar hacerte algo para enfadarte, así que te
multan, te dicen que no te pagan más, y en esa situación tú tienes que tomar una dirección u otra. Puedes
decir "vale, no juego más, no me importa una mierda", o puedes decir "hijo de puta..." (Esto lo dice John en
español con acento italiano, luego dice algo que no puedo entender y remata con...) "...los cojones..."
(Ebeling y yo nos reímos a carcajadas).
Pero esto es muy arriesgado, es como un órdago en el juego del Mus. Es como cuando tú estás...
(Empiezo a decir la palabra "From..." y me freno: he estado a punto de hacer la traducción literal al inglés
de la frase "de perdidos al río", tal y como hace aquel divertido libro llamado "From lost to the river".
Busco otra expresión). Esto es como decir que no tienes nada que perder.
Exacto, nada que perder, sí (John repite el "nothing to lose"). Así es como estaba el club: no tenían nada
que perder. Fue un gran movimiento. El mejor movimiento, porque yo me enfadé...
(Interrumpo a John). Así que ¿estás de acuerdo con la medida adoptada por el club?
Bueno, sí, ahora que tengo 50 años sí que estoy de acuerdo. Yo haría lo mismo. Pero en ese momento, lo
que el club no se esperaba era mi respuesta. No esperaban que yo les dijera "doble o nada" (vuelve a decir
esa expresión en español con total claridad, más que antes). ¿Sabes?
Así que tú fuiste el que tomó la responsabilidad, fuiste la voz del equipo, ¿no?
Sí, yo tomé la responsabilidad en el equipo, pero primero hablé por mí mismo. Para mí, vale, no me estás
multando, sólo te guardas el dinero y si nos mantenemos, me das el doble. Entonces los compañeros me
oyeron y un jugador dijo, "yo también", y otro jugador dijo, "yo también", y Darren dijo, "yo también", y así,
seis o siete dijimos eso y bueno, dijimos "ya tenemos algo".
Bueno, John, yo no sabía esto y ahora para mí eres aún más grande (nos reímos). Jugarte así tu dinero...
Es decir, aceptar que si el equipo baja, que era más que probable, no vas a cobrar el dinero que te
corresponde por un trabajo que estás haciendo... (Ebeling me interrumpe riéndose).
Pregúntale al Director Deportivo por aquel momento, pregúntale. Sí... ese fue un momento increíble... ¿Has
vuelto a leer los periódicos de entonces? No sé si los tienes, pero hazlo, hazlo... Sé que leí los artículos en
aquel momento...
Pero yo pensaba que era una prima que se os ofreció y que cuando la ganaste, tú la donaste al orfanato,
no que fuera una multa.
No, dejaron de pagar y yo les dije lo del doble. Entonces ellos se lo dijeron al presidente, y el presidente dijo
"vale, estoy de acuerdo".
Sabía lo del orfanato, pero no todo lo demás...
Sí, bueno... Después de ganarlo... No quiero sonar como que me creo Jesucristo o Superman o algo así,
pero creo que soy una buena persona. Quiero creer que soy una buena persona, pero también quería
demostrar que, al final, el dinero no es lo que me hace ganar, ¿sabes? Eso es lo que quería demostrar al
club, y de ahí lo del "doble o nada". Así que cuando gané el doble, dije, vale, págame mis tres meses, y el
resto del dinero dáselo a los niños que lo necesitan. Felipe dijo que tenía un sitio, y yo le dije que vale, que
confiaba en él. Luego me invitaron a ir allí pero no pude asistir, y los niños me hicieron un cartel muy bonito
y todo, y me dijeron que estuvo muy bien. No pude ir, pero me dijeron que fue bonito. Es una de las cosas
de la que más orgulloso me siento en toda mi carrera, me siento muy feliz por aquello, muy feliz.
No me extraña. Es una gran historia, cuando encima luego hubo que remontar el 2-0...
Sí, sí, fue increíble. Aquel fue un momento muy tenso y muy interesante (risas). Creo que se quedaron
impresionados cuando les dije que le dieran mi dinero a los niños. No se lo esperaban, porque recuerdo la
expresión de sus ojos cuando se lo dije, y se quedaron impresionados ("they were shocked", la frase en
inglés me parece más elocuente: les dio un "shock". John vuelve a reírse a carcajadas).
Normal, yo me hubiese quedado igual... ¿Recuerdas el quinto partido en Valladolid? Fue espectacular.
Sí, aquel partido fue alucinante, porque tengo que decir que no tenía mucha confianza en ese partido.
Sabía que ganaríamos en casa, cuando ganamos el primero que jugamos en Murcia. Yo creo que ellos
BasketMe – Pedro Serrano Solana
61 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
vinieron a Murcia pensando que tenían que ganar sólo un partido, que fue lo que intentamos hacer
nosotros antes, lo de ir a ganar un partido y volver a casa. Pero claro, cuando vas y pierdes los dos partidos,
todos tus planes son diferentes. Óscar Schmidt y Fetissov y toda esta gente vino aquí pensando en ganar
sólo un partido, y después de ganar nuestro primer partido dije: "no, vamos a ganar nosotros, creo que nos
vamos a mantener", pero no estaba muy seguro de que pudiésemos ganar en Valladolid. Pero el equipo
reaccionó de manera increíble, era muy difícil... Había mucha presión, ¿eh? Mucha presión... (John pone
tono de estar diciendo "las pasamos canutas").
Pues allá que nos fuimos los aficionados con vosotros, en once autobuses y en coches particulares (más
de 600 personas). Allí estuvimos...
(Ebeling se ríe). Sí, sí...
Además, es que todos sabíamos que el Palacio de Deportes estaba ya casi terminado, que el año
siguiente teníamos que estrenar la nueva cancha y pensar que podríamos hacerlo en LEB era duro...
Sí, el Palacio de Deportes es muy bonito, es increíble y pensamos que si nos íbamos para abajo sería un
problema para todos, sí.
Bueno, y después de toda esta historia, de toda la alegría por la permanencia, tú te fuiste. ¿No se habló
de tu continuidad en el equipo? ¿Preferías cambiar, o el club tenía otros planes?
Pues no recuerdo ni siquiera si hubo negociaciones para que yo volviera a Murcia. Había incertidumbre en
el equipo en ese momento y no hablamos. No sé cuál fue el problema. Yo la verdad es que echaba mucho
de menos a mi hija, a mi mujer, y mi hija iba a ir a la escuela, así que volví con mi familia. Creo que fue un
problema más de mi decisión de volver con la familia, eso es todo.
Volviste a Italia, pero luego regresaste a la ACB con el Joventut.
Sí, vine al Joventut y fue el mayor error de mi carrera, porque no estaba en condiciones. Me llamaron en
noviembre, creo. Yo estaba esperando en Italia a que la Federación me dejara jugar como italiano. Es
increíble, porque yo había jugado en España teniendo ya la nacionalidad italiana, pero luego no podía jugar
en la selección nacional italiana ni jugar como italiano en un equipo de Italia. Tuve que empezar un proceso
legal y esperar hasta que me dejaran jugar, y entonces me llamaron del Joventut para ir allí a jugar. Una vez
más estaba en una situación que no era fácil, porque si vas al Joventut a jugar, después de que el año
anterior ganaran la Euroliga, y cubres el hueco que dejó Corney Thompson sin estar en forma... pues eres
tonto (Ebeling se ríe).
Bueno, pero no es para tanto, quiero decir, que tú eres buen jugador aunque no estés en forma.
Ya, pero yo también sabía que no podía dar el 100%. No tenía molestias de lesiones, pero estaba fuera de
forma. No había entrenado al baloncesto todos los días. Tenía un gimnasio, había hecho pesas, pero no
había jugado al baloncesto. Fui en una situación en la que ya no podía ser el líder porque estaba fuera de
forma. Si hubiese estado en forma, habría sido una buena temporada. En lugar de eso, fui y cometí un
error. Luego me lesioné y cuando volví, me costó un mes empezar a jugar bien. Es el mayor error que he
cometido, pero no por el Joventut, que es un club estupendo, sino porque no estaba en condiciones.
Bueno, pues ahora estás en Italia, estás casado con una italiana...
Sí, me casé en 1989 y tengo cinco hijos, y estoy muy bien aquí, es un buen lugar, un gran país. Ahora mi hijo
juega al baloncesto, así que muy bien, disfruto viendo a mi hijo jugar.
Pues nada, eso es todo. Estoy sufriendo porque me has llamado tú...
Oh, no pasa nada, no hay problema (se ríe). No he oído el teléfono, porque estábamos fuera, estábamos
jugando al baloncesto con mi hijo y algunos amigos, y eso, y entonces he dicho "¡Hostias!" (Ebeling dice eso
en español. Veo que tiene mucha facilidad para recordar palabras fuertes, nos reímos a la vez). He visto que
me has llamado dos veces desde España... No puedo creer que se me haya olvidado. Eso es todo, les he
dicho "dejadme llamarlo y disculparme, sólo espero que coja el teléfono" (risas).
Por favor, no te disculpes. Muchas gracias por tu ayuda y por hablar conmigo. Te enviaré el enlace a la
entrevista cuando la colguemos, aunque estará en español. ¿Tú hablas un poco español, verdad?
Sí, si la escribes en español no hay problema. Lo creas o no, mi español no es terrible, pero si no lo practico
durante un tiempo, me siento estúpido, así que no lo hago.
Bueno, mi inglés tampoco está para tirar cohetes...
No, tú inglés es muy bueno. Hablas bien, y también escribes muy bien. Me gustó la entrevista a McPherson,
es un buen artículo, muy bueno.
Muchas gracias por todo, John. Debes saber que aquí nos acordamos de ti. En Murcia sabemos reconocer
a un buen jugador, no sólo por su calidad sobre la pista sino también por su compromiso e inteligencia.
Por eso te recordamos, decimos "¿te acuerdas de Ebeling?", y siempre se nos pone la sonrisa en la cara.
Gracias, escuchar eso es muy bonito. Cuando te vas haciendo mayor y te dicen algo así, cuando la gente te
recuerda, es muy bonito. La gente a veces me envía e-mails y me dice que recuerda cuando jugué allí o allá,
y es bonito (aunque el sonido del teléfono no es perfecto, noto cierta emoción en su tono de voz). Es
bonito oír eso, porque a veces sientes que eres un ex-jugador y nadie lo sabe. Si le preguntas a alguien que
tiene ahora veinte años, que quién es John Ebeling, no lo sabe (John estalla en una carcajada). Por eso es
bonito cuando alguien te recuerda. Cuando tengas cincuenta años y alguien te diga, "¡eh, yo te conozco, tu
escribías en una página Web!", verás que es muy bonito, te gustará (nos reímos).
Ya sabes que aquí tienes un amigo. Si algún día vienes por Murcia, llámame y te invito a una cerveza.
No, no, yo te invitaré a ti.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
63 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Así acaba nuestra conversación, y después de un rato, sigo emocionado por la hazaña de aquel CB
Murcia y por las palabras de ese deportista con mayúsculas que es John Ebeling. Un caso el suyo, sin duda,
para grabar y poner a los niños que empiezan a botar el balón y sueñan con llegar a profesionales, en esa
etapa en la que emular a los ídolos es algo más que un juego sin trascendencia. Los niños deberían conocer
este tipo de hechos para que sepan a quiénes deben emular y en qué aspectos, más allá del corte de pelo o
de los coches lujosos, porque en el deporte, incluso en el profesional, la generosidad, el compromiso y el
afán de superación son mucho más importantes que la fama o el dinero. ¿Cómo no nos vamos a acordar de
John Ebeling en Murcia? Siempre nos acordaremos.
Nombre: John Michael Ebeling
Fecha y lugar de nacimiento: 2 de enero de 1960, Trenton (Nueva Jersey, EE.UU.).
Posición y altura: Ala-pívot, 203 cm.
Trayectoria: 1981-82, Florida Southern. Drafteado en 1982, 5ª ronda, nº 101, por Detroit Pistons. Ese
mismo año se marcha a Italia. Juega seis años seguidos allí (Ferrara y Florencia) y participa en el All-Star de
la LEGA en 1986. En 1989 juega en Suiza, y al año siguiente debuta en ACB con Granada. En la 91/92 se une
al Granollers de Oleart y después regresa a Ferrara. Desde Murcia, Oleart pide su fichaje y Ebeling vuelve a
la ACB durante dos años: Murcia y Joventut. En 1996 ficha por Cantú, y luego disputa sus últimos años en
Reggio Emilia, Fabriano y Ferrara, antes de retirarse del baloncesto profesional en 2002 (con 42 años de
edad). Posee la doble nacionalidad italiana-estadounidense y en la actualidad reside y trabaja en Italia.
Los números: en Murcia disputó una sola temporada (1993/94), 35 partidos, con un promedio de 19'4
puntos y 9'4 rebotes por partido. Fue elegido jugador de la semana en la jornada 11ª (24 puntos y 9 rebotes
para un 29 de valoración total, en la victoria de su equipo en Girona por 75 a 81), y jugador del mes de
noviembre. En sus cuatro temporadas en ACB terminó con unos promedios de 18'1 puntos y 8'2 rebotes.
Primavera de 1994.
John Ebeling, abajo, celebra con sus compañeros el
triunfo frente al Fórum en el Polideportivo Pisuerga,
con el que se culminó la remontada del 2-0 en contra
en el playoff por la permanencia en ACB (Fuente:
Felipe Coello).
Entrevista a José María Oleart
Vamos a recordar ahora al CB Murcia de José María Oleart. Hay que llamarlo así, porque entre 1993
y 1997, el entrenador catalán marcó una época y escribió un ciclo completo al frente del club murciano. Los
años de Oleart tuvieron de todo: desde el difícil inicio con un equipo limitado pero luchador, hasta las
mieles del éxito con una plantilla que nos hizo disfrutar del mejor baloncesto que se recuerda por estos
pagos. Con él hubo momentos mejores y peores, líneas ascendentes y descendentes, severas rachas de
derrotas y victorias incontestables ante los mejores equipos de la liga. Hubo épicas remontadas, triunfos
agónicos, sufrimiento y diversión. En el medio del camino se estrenó una cancha preciosa, se batieron
récords de asistencia al baloncesto en Murcia, la afición viajó junto al club murciano más que en toda su
historia, se organizó una fase final de la Copa del Rey y se dio la campanada llegando hasta semifinales, y
perdiendo por los pelos contra el equipo que luego sería campeón. Todo apuntaba a eso que llaman "la
consolidación en la élite", pero al final a lo que apuntó fue al primer descenso. Una pena, porque en mi
opinión, aquella era nuestra ola. Habrá que esperar otra.
Con gran amabilidad, Jose Oleart acepta mi petición de recordar su paso por el CB Murcia y cuando
lo tengo al otro lado de mi móvil, el entrenador inicia la conversación sentando las bases de toda buena
entrevista: "Tú pregunta lo que quieras y yo te contestaré lo que me acuerde". Nos reímos. Habla con un
suave acento catalán y usa un tono pausado y tranquilo; no parece un tipo que se altere fácilmente. Nada
más empezar, intuyo que la entrevista va a ser muy interesante:
¿Has visto ya la sección del 25 aniversario del club en la Web BasketMe.com?
Sí, ya lo vi, ya lo vi... He visto las entrevistas. ¿Tú estás en un periódico, o dónde escribes tú? Es que no me
acuerdo de ti...
No, no, yo todavía no escribía sobre baloncesto cuando tú estabas aquí. Llevo tres años escribiendo en
BasketMe.com y tengo mi trabajo aparte.
Ah, vale. Está bien la Web, ¿eh? Ahora es que hay tantas ya de baloncesto... pero está muy bien. No la he
mirado a fondo, pero las entrevistas y eso, muy bien. Oye, una cosa que me dejó un poco... La de Ralph
McPherson, ¿hablaste con él directamente, a la cara?
Sí, bueno, fue por video-conferencia, por Internet.
Ah, vale, vale... Es que dije, ¡hostia! Leí lo de la cara, que si sonreía y tal, y me sorprendió. No sabía que
McPherson estuviera en Murcia... (Risas).
Pues nada, el tema es celebrar el 25 aniversario del CB Murcia. ¿Sabes que el equipo cambió de dueño?
Sí, lo sé todo, tengo buenos amigos allí. A Murcia bajo bastante, voy a jugar al golf también, a pasar unos
días, y me reencuentro con gente. Es que yo me lo pasé muy bien en Murcia, la verdad.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
65 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Bueno, pues como sabrás, aquí hemos tenido muchos tipos de temporadas: hemos tenido épocas malas,
muy malas, regulares... Pero buenas, lo que se dice buenas, hemos tenido sobre todo dos: la época de
McPherson...
Sí, con Kea y él... Estaba yo entrenando a Granollers y recuerdo que Murcia lo hacía muy bien (Oleart
demuestra que por entonces estaba muy al día del baloncesto, de los jugadores y los equipos. Creo que
todavía hoy lo está).
Y luego vino tu época.
Sí, bueno, digamos que la mejor fue la de Anderson, Rogers y Martin, los tres americanos. De base también
estaba... ¿Quién estaba de base?
Cisteró.
Y también estaban Quini García, Xavi Sánchez y Piñero. Más o menos jugaban estos tres con los
americanos, prácticamente.
Bustos también entraba un poquillo y Cisteró en el puesto de base.
Sí, bueno, es que Bustos estaba lesionado, tuvo muchos problemas en la rodilla y no podía jugar mucho. A
Maiol Cisteró y a Xavi Sánchez los había tenido yo en categorías inferiores en Granollers, y luego de Mollet
me los traje a los dos a Murcia.
Fíjate si Xavi no ha hecho luego carrera aquí...
¡Joder! ¿Y el Quini, no ha hecho carrera el Quini? Hostia... (Nos reímos). Es verdad, sí.
Repasemos un poco tu andadura antes de venir a Murcia. ¿Tú entrenabas en Granollers, verdad?
Sí, yo en Granollers estuve tres o cuatro años entrenando al primer equipo. Uno lo cogí al final de la
temporada, después de perder el primer partido del play off por la permanencia contra El Ferrol. Entonces
cogí al equipo y ganamos los tres partidos seguidos, y salvamos al equipo. Luego estuve allí dos años más
hasta que el club desapareció. De Granollers me vine a Murcia, y en mi primer año fue cuando lo del play
off de descenso contra Valladolid, que ganamos. Ese fue mi primer año en Murcia.
¿Cómo se salva un entrenador en una temporada como aquella? Porque ese año tuvo varias situaciones
muy delicadas... (Empezamos a hablar de la temporada 1993/94, la que recordamos con John Ebeling).
Pues mira, yo te contaré... (Jose resopla). Yo pensaba que, tal y como iba la temporada, de un día a otro me
iban a echar, ¿no? Pero realmente es que el equipo que se hizo era muy flojito y con poco dinero, y
entonces, a mitad de temporada pudimos fichar a Dicenta, a Pedrera... El club tuvo mucha paciencia
porque me dejó trabajar, no se puso nunca nervioso. Juan (Valverde) siempre me decía, "no te preocupes,
si bajamos no pasa nada, tú sigue trabajando, que ya sabemos que tenemos un equipo muy flojo...", y tal. Y
bueno, con mucho trabajo y con los jugadores muy involucrados desde que vino Dicenta, que levantó un
poco al equipo, pues pudimos sacarlo adelante. Y luego también lo sacamos con el dinero que Juan se jugó.
¿Lo sabes esto?
Sí, Ebeling me lo contó: lo de la multa, la apuesta de John a la que se sumaron algunos compañeros y
luego Juan Valverde, que recogió el guante y aceptó la apuesta. Muy interesante.
Sí, Juan dijo: "todos los jugadores que quieran...", y le costó dinero, le costó...
Bueno, en un momento así, no creo que le doliera mucho (risas).
Sí, y es que además en el play off contra Valladolid empezamos con 2-0 en contra. Después jugamos los dos
partidos de casa sufriendo mucho, en el Príncipe de Asturias, que el primero lo ganamos con mucha suerte
gracias a que... Al final lo ganamos, todavía no sé cómo lo ganamos (nos reímos). En el segundo ya
estuvimos mejor, y en el último en Valladolid la verdad es que el equipo jugó muy bien, enseguida nos
fuimos de casi 20 puntos. Luego se acercaron, pero dominamos todo el partido. Estábamos bastante
picados porque en el segundo partido allí hubo un problema al final, que pudimos haberlo ganado y al final
no lo ganamos. No sé qué pasó con el reloj y hubo mucha polémica con esto. Los jugadores se calentaron y
dijeron, "a ver si podemos", y la verdad es que pudieron.
Y para colmo, Fetissov se calentó más de la cuenta y aquello casi se les va de las manos...
No, es que él lo veía ya todo resuelto, se veía salvado y hacía mucho cachondeo y tal, y al final se lo tuvo
que tragar todo. ¡Ah! (De pronto Jose recuerda a otro crack fundamental para la permanencia). Y un poco
antes fichamos a Darren Morningstar, que lo cambiamos por el americano nuestro, que estaba jodido.
Fíjate cómo es John (Ebeling), que le dijo a Morningstar que si el equipo se salvaba, le daría equis dinero, no
recuerdo cuánto, de su bolsillo. Y se lo pagó, se lo pagó, y luego donó su parte de la apuesta a un colegio de
niños de allí, de Murcia. ¿Sabías esto?
Sí... Ese año fue raro. En una temporada así lo normal es que el entrenador caiga el primero, pero hubo
paciencia. Quizá por tu buen trabajo, o porque se veía que el equipo, aun siendo limitado, luchaba...
Sí, el equipo era débil, y al final, porque hicimos los cambios que hicimos, que si no...
Ya, pero quiero decir que se luchaba al menos, que se luchó todo el año.
Sí. Yo recuerdo que la gente llenaba el pabellón Príncipe de Asturias y salía contenta, porque el equipo
luchaba y veían que perdíamos por 3 ó 4 puntos y nos dejábamos la piel. Pero lo cierto es que íbamos muy
justos.
En aquel equipo tuyo nadie se relajaba ni un ápice.
Sí, no sé si tuvimos suerte o no, pero sí que sé que hubo muchas sesiones de trabajo cada día al cien por
cien, y si perdíamos, pues bueno, a seguir. Y otra cosa: que el equipo estaba muy unido. Siempre estaban
juntos, hasta salía yo con ellos a cenar y tomar una copa. Estábamos muy unidos.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
67 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Pues al final todo ese sufrimiento tuvo su premio al año siguiente. No sabemos qué clase de magia nos
tocó (empezamos a hablar de la temporada 1994/95, la de la inauguración del Palacio de los Deportes).
Bueno, fue porque se hizo un buen equipo con tres extranjeros muy buenos y con gente joven. Se hizo un
buen equipo.
Ya, pero aquí también tenemos experiencia de apuestas más o menos seguras que luego no han
funcionado. Sin embargo ese año es que salió bien prácticamente todo. A algunos de los fichajes los
pediste expresamente tú, como el de Anderson, ¿no?
Sí. Anderson ya había jugado en España en el León, y al final de la temporada anterior jugó en Gerona. Por
eso lo conocía.
En el Real Madrid también había estado, ¿no?
Sí, estuvo en el Madrid pero cuando era "rookie", que estaba George Carl de entrenador. Fíjate si hace
tiempo de eso. La verdad es que nuestros tres extranjeros se entendieron muy bien entre ellos y además,
es que eran buenos jugadores y muy buenas personas los tres. Muy buenas personas los tres (Jose enfatiza
la afirmación repitiéndola). Rogers, por ejemplo, he leído lo que tú comentas de McPherson, y Rogers tenía
un juego parecido, eran muy similares. Jugaba de 3 y de 4. Luego, Bob Martin por dentro era un tío que
reboteaba mucho, y luego estaba Mike Anderson, que no necesitaba entrenador para jugar. Él sólo sabía en
cada momento lo que había que hacer, no tenías que decirle muchas cosas. Lo único a veces era pararle un
poco, o decirle de intentar hacer esto o lo otro, pero él en el campo ya sabía lo que tenía que hacer y qué
jugador era importante en cada momento.
(Me voy emocionando a medida que oigo a Jose Oleart hablar de aquel año, y los recuerdos de partidos
geniales se van amontonando en mi cabeza). Bueno, bueno... es que vimos un baloncesto muy bueno ese
año. Recuerdo varios partidos que seguramente tú también recordarás: el del Taugrés en casa...
Sí, con dos prórrogas (Jose se acuerda, cómo olvidarlo).
Sí, dos. Si ese día no me dio un infarto, no creo que me dé nunca.
Ya, ya... Es que ese año ganamos a todos los grandes en casa, ¿eh?
Y a algunos también fuera: Valencia, Sevilla... Vaya partido ese de Sevilla.
Es que en Sevilla hubo un momento que ganábamos por 30 puntos... Pero... ¿Tú sabes lo más importante
que tenía este equipo? Para mí, ¿eh? (Oleart se para a reflexionar un segundo): que es la única vez en mi
vida que he sido entrenador de un equipo, y que he tenido que decir muy pocas cosas. Estaba viendo los
partidos más que dirigiéndolos. Claro, siempre hay cosas que decir, pero a veces decía, "¡Hostia! Hoy estoy
viendo el partido porque no hace falta que diga nada".
Será como el director de orquesta que tiene delante músicos muy buenos y dice, ale, que toquen...
Claro, no voy a estropear lo que están haciendo, ¿me entiendes? Que yo recuerde, es la única vez que he
tenido esa sensación entrenando. En Granollers tuve un año muy bueno, pero la sensación que transmitía
ese CB Murcia no la he tenido en ninguno.
¡Qué pena que no se siguiera por ese camino! (Empezamos a hablar de la temporada 1995/96, la de la
fase final de la Copa del Rey en Murcia).
Porque no había dinero, no había dinero. Y después cometimos un error al año siguiente. No se quisieron
gastar el dinero, o no pudieron, en renovar a los tres extranjeros, y claro, Rogers se fue a Cáceres, Anderson
a Sevilla y sólo se pudo quedar Bobby Martin un año más. Fichamos a Soler, que tuvimos mala suerte
cuando se lesionó en la cabeza, en Valladolid, cuando el equipo estaba jugando muy bien. Si llevábamos
seis partidos jugados, creo que habíamos ganado cuatro o algo así. A partir de la lesión de Jordi Soler todo
se torció y empezamos a perder y perder. Entonces también tuvo mucha paciencia el club, aguantamos el
tirón, cambiamos a Crowder y luego vino Washington, y ya se solucionaron los problemas de anotación
(Oleart vuelve a detenerse a pensar un par de segundos). Te voy a contar una cosa: a Corey Crowder yo lo
había visto en Estados Unidos, en unas ligas de verano, y me gustó mucho, muchísimo. Dije "el día que yo
pueda, voy a tenerlo en mi equipo". Jugó en Utah, y en el Barcelona... Me gustaba mucho, y cuando lo
fiché, era el fichaje que más ilusión me hacía, pero no respondió. Yo pensaba que respondería, que haría
puntos, y se ve que el tío o se acojonó, o no estaba acostumbrado porque había jugado en equipos donde
pasaba mucho el balón... Entonces dije, hay que cortarlo, y se lo dije a él: "mira, te voy a cortar, y eres el
jugador que más he luchado por tener en mi equipo". Crowder me decía "sí, sí, pero es que no..." (Oleart
imita el típico tono del que busca excusas). Y yo le decía: "¡Joder! ¡Te he traído aquí no para que pases, sino
para que tires, coño!" (ahora Jose abandona el acento catalán y adopta un acento más propio de Bilbao).
"¿Estás sólo? ¡Te la tienes que tirar!". Y el tío, "hostias, sí, si ya lo sé...". Así que le digo que lo voy a cortar, y
jugábamos contra Unicaja en casa, y metió 35 puntos. Y ya estaba cortado, ¿eh?
Recuerdo ese partido muy bien (escucho hablar a Oleart sobre Corey Crowder y revivo aquellas semanas,
la ilusión de su fichaje, la desilusión posterior y nuestra perplejidad tras el partido contra Unicaja).
Bueno, pues el partido siguiente era en León y él no tenía ficha, y el americano que tenía que venir no llegó.
Entonces le digo, "oye, tendrías que venir a jugar a León con nosotros aunque te hayamos dado la baja,
porque no ha llegado el nuevo jugador". Él me dijo: "no te preocupes que yo vengo a jugar, aunque me
lesione o aunque no me lesione, yo voy a jugar". Luego lo íbamos a dejar en el aeropuerto de Barajas,
cuando volviésemos de León, porque se iba a Estados Unidos. Pues en León metió 28 puntos, y cuando lo
despedí en el aeropuerto, el tío lloraba. Yo le decía: "pero ésto, ¿no lo podías haber hecho antes?". Y el tío
lloraba, lloraba por marcharse de donde estaba.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
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¿En serio? Por entonces pensábamos que se estaba quedando con nosotros, porque no metió puntos
hasta que no se le cortó, y resulta que el hombre estaba jodido de verdad...
Sí, es así, ¿eh? El tío se fue llorando en el aeropuerto por lo mal que lo había hecho y viendo lo bien que lo
podía hacer. Es una lástima... Y después no acertamos con los americanos que fichamos. Fichamos a Mike
Jones y este fue un desastre, y el equipo cada vez iba a peor. Después vino Washington... Pero luego
tuvimos el problema entre Jordi Soler y Bobby Martin.
Me acuerdo (Os pongo en situación: durante un partido de esa temporada 1995/96, nada más pararse el
reloj por un tiempo muerto, vimos a Jordi Soler y a Bobby Martin discutir airadamente en mitad de la
pista. El pívot decidió dejar la discusión y se encaminó al banquillo, mientras Soler continuaba andando a
su lado gritándole. Cuando Martin se sentó para atender al tiempo muerto, Soler se puso delante de él,
de pie, y siguió increpándole. Martin decidió acabar con la disputa soltándole la mano en el estómago, en
una mezcla entre empujón y golpe. Soler cayó al suelo y se retorció con claras muestras de dolor. Hubo
un momento de confusión en el propio equipo y en la afición: todos nos quedamos a cuadros sin saber
muy bien qué estaba pasando. Fue una de las cosas más extrañas que hemos visto por estos lares, y
cómo no, siempre que pasa algo así, el incidente saltó a las noticias deportivas de ámbito nacional).
Te acuerdas, ¿no? Pues cuando hubo el problema aquel, Jordi Soler se encaró conmigo y bueno, pasaron
unas cosas que no tenían que haber pasado y dijo cosas que no tenía que haber dicho, y entonces lo aparté
del equipo. Además de discutir y empujarse y tirarse al suelo porque Bobby Martin le había hecho daño,
cuando vio que Bobby Martin seguía jugando y él estaba sentado, se tiró a mí y se cabreó mucho, y dijo
cosas que no tenía que decir. Lo aparté del equipo y ya no jugó prácticamente más.
Recuerdo toda la situación. Además, creo que el golpe que se llevó Soler en Valladolid había sido con
Bobby Martin, sin querer...
Sí, no, pero esto no tiene nada que ver, eso fue sin querer...
Ya, ya, pero por entonces yo pensé que, quizá, a Jordi se le había ido un poco la cabeza con Martin por
aquello, aunque lo de Valladolid hubiese sido fortuito... La verdad es que fue muy poco agradable.
Sí... Cuando yo pedí el tiempo muerto, Martin le dijo a Soler, "¿no me ves que estaba sólo en la zona? Coño,
dame la bola dentro...", y entonces Soler se fue hacia él chillando, y en el banquillo Bobby Martin lo apartó,
como diciendo "¡venga ya, coño, no me digas nada más ya!", y Soler cayó al suelo. Ya no jugó casi más, de
hecho al año siguiente Jordi Soler no siguió. Cuando lo aparté, puse a jugar a Washington más de uno, y
también a Cisteró.
Dejando al margen este incidente, el equipo de esa temporada 1995/96 pasó una racha muy mala en el
primer tercio de liga, pero luego remontó el vuelo. Y menos mal, porque había una presión añadida en el
horizonte, con la Copa del Rey de Murcia, ¿verdad?
Hombre, es que aquel año piensa que después de ganar tres o cuatro partidos de los seis primeros,
perdimos once partidos seguidos, ¿eh? Once, once... Tú piensa que los partidos se jugaban de semana en
semana, así que son once semanas sin ganar. ¿Tú sabes lo que es entrenar a un equipo que no ha ganado
durante dos meses y pico? Hay que tener, hay que tener... (Me viene a la mente la palabra "cojones", pero
Jose busca otra imagen), hay que tener mucha tranquilidad. Dos años antes ya habíamos pasado algo así, o
sea, que yo ya lo sabía, que con paciencia las cosas se arreglan y se pudo arreglar porque entonces vino
Washington, que éste vino "venao" y no estuvimos en la final de la Copa del Rey de milagro.
Por eso te decía, que cuando el equipo estaba metido en esa racha tan mala, en el horizonte ya teníamos
la fase final de la Copa, que era una responsabilidad añadida. Ese fue el primer año que el equipo
organizador jugaba la fase final como invitado y se había hablado mucho sobre el tema. Hubo voces que
decían que "¿cómo es posible que un equipo que va de los últimos en la liga puede jugar la fase final de
la Copa?" (Escucho a Oleart asintiendo: "sí, ya, es verdad"). Pero al final lo arreglamos, y tanto lo
arreglamos que dimos la campanada, entramos en las semifinales y faltó poco para jugar la final...
Ganamos al Unicaja de Málaga (hablamos de aquel Unicaja de Nacho Rodríguez, Ansley, Miller, Babkov...), y
luego en las semifinales jugamos contra el Manresa (el de Creus, Esteller, Williams...), que sería el
campeón, y nos ganaron por tres puntos pudiendo haber ganado nosotros perfectamente.
Aunque no se renovó a Anderson y Rogers, este equipo de la temporada 1995/96 parecía mejor hecho
que el anterior. No sé si se hizo con más o menos dinero, pero sobre el papel se veía más compensado.
Sobre el papel el equipo estaba muy bien estructurado, porque teníamos un base que era de los mejores
nacionales que había en aquel momento, teníamos a Howard Wright y a Bobby Martin, que eran buenos
pívots, teníamos a Crowder, que era un muy buen elemento, y luego teníamos a Quini García, a Xavi
Sánchez y al resto del equipo. Es decir, que el equipo, en teoría, tenía que haber respondido bien, eso es
cierto.
Es lo que tiene el baloncesto, que no son matemáticas. El año anterior, con un juego que quizá dependía
demasiado de los tres americanos, nos salió muy bien y luego ese año con una plantilla más compensada
y mejor estructurada, al principio sufrimos muchísimo.
Lo pasamos mal, esos casi tres meses lo pasamos francamente mal, estuvimos muy jodidos. Y empezamos...
el primer partido que ganamos después de aquellas once derrotas fue... exactamente, fue en Salamanca.
Era antes de navidades, y allí ganamos el partido. Recuerdo que Howard Wright era un mal tirador de
libres, y entonces yo le dije, "mira, ¿las suspensiones las metes?", y él me dijo que sí; "pues los tiros libres
los vas a tirar en suspensión", le dije, y mejoró muchísimo el porcentaje (al escuchar a Oleart hablando de
eso, recuerdo la conversación con Ebeling, cuando me contó que el entrenador le había dicho que
empezara a tirar desde el perímetro; compruebo que Oleart tiene mucho de profesor, de hacer mejorar al
jugador en su técnica individual y sacarle más rendimiento). Te cuento esto porque en el partido contra
BasketMe – Pedro Serrano Solana
71 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Salamanca, que por cierto, fue el primer partido de Jofre Lleal con nosotros... Pues eso, que el final de ese
partido estaba muy igualado, y como el entrenador de Salamanca, que era Pedro Martínez, sabía que
Wright tiraba muy mal los tiros libres, porque lo había tenido en el Joventut, dijo a sus jugadores que le
hicieran las faltas a él. Howard había empezado hacía muy poco tiempo a tirar los tiros libres en
suspensión, y cada vez que le hacían falta, metía los dos, metía uno, metía los dos... Y el Pedro miraba y me
decía "¿pero me qué has hecho con este tío? ¿Cómo es posible que las meta ahora?". Así mejoró Wright su
porcentaje en tiros libres, porque le hice tirar saltando al final. Él al principio tiraba parado.
Y unas piedras tremendas...
Unas piedras acojonantes, sí (risas).
Pues nada, aquel año al final quedó bien, el equipo hizo una segunda vuelta de play off, la Copa del Rey
fue maravillosa, hubo un ambientazo espectacular en Murcia... (Oleart me interrumpe).
Sí, sí, no, pero déjame que te diga... El año de la inauguración del Palacio de los Deportes, aquello fue
impresionante, el campo lleno casi todos los partidos hasta la bandera, impresionante... (En la temporada
1994/95, el CB Murcia tuvo la segunda media de asistencia más elevada de la ACB en la liga regular, con
casi 7000 espectadores por encuentro sobre un aforo total de 7500). Murcia hizo muy bien el Palacio de los
Deportes, hizo un pabellón excelente, con unas instalaciones muy buenas. Fue un año extraordinario en
todo, la gente se lo pasaba de puta madre viendo los partidos, llenando el campo... La verdad es que la
afición de Murcia se lo pasó muy bien aquel año, muy bien... Y en la Copa del Rey, que también llenaron el
Palacio, la gente se lo pasó muy bien con el equipo. Me acuerdo...
Muchas veces nos hemos preguntado dónde estará toda la gente que llenaba el Palacio, ahora que sólo
estamos los del "núcleo duro", como digo yo. Con esa buena ola que tuvimos, pienso que si el equipo se
hubiera mantenido unos años más, a lo mejor ahora tendríamos una masa social consolidada como las
de Málaga, Valencia y otras ciudades... (Empezamos a hablar de la temporada 1996/97).
Sí, sí... El año siguiente es que fichamos muy mal. Estaba Washington, y los otros eran... ¿Quiénes eran?
(Oleart resopla e intenta recordar. Lamentablemente, en este caso no le puedo ayudar porque hay partes
de la historia del CB Murcia que tengo casi reprimidas en la mente, y esa temporada es una de ellas). Esos
americanos no dieron resultado. Fichamos a uno con rizos, que estuvo un mes y medio... ¡Ah! Jarvis Lang.
Estaban Lang, Washington y el otro... el otro había jugado en el Breogán de Lugo. ¿Cómo se llamaba? Que
tenía el culo... (Nos reímos; ahora sí que recuerdo al jugador, porque él no fue lo peor de aquel año).
Cedric Glover.
Sí, Glover. Ahí con los pívots no acertamos, no acertamos. Después fichamos un comunitario inglés, ¿cómo
se llamaba? Que antes de venir se habían muerto sus padres en un accidente de avión en Miami...
¿Halloway? Creo que sí, Halloway, y el tío vino, pero con lo de sus padres y tal, a los dos meses se fue. Nos
hubiera ayudado, pero... No, la verdad es que el equipo no estuvo muy bien hecho, no. Cuando se fue el
inglés fichamos a Julián Ortiz, y después... ¿A quién fichamos después?
Yo es que algunos años, la verdad es que no recuerdo... ¿Lars Gunnar, puede ser? ¿O fue Quinnet? No,
espera, Quinnet fue antes... Es que hubo un baile ahí... (Me lío).
No, Quinnet era un blanco tirador que estuvo en Murcia el año antes de llegar yo. (Oleart vuelve a
demostrar que estaba muy al tanto de todo en la liga). Fichamos a Tom Sheehey, que lo había tenido yo en
Granollers y jugaba como comunitario. Luego me echaron a mí y ficharon a Ricardo Hevia, y luego a varios
americanos más. Yo les dije, "os equivocáis, esto lo podemos sacar como lo hemos sacado otras veces...",
pero bueno, qué le vamos a hacer, son cosas que pasan.
El CB Murcia acabó bajando y ahí empezó un poco el declive, en mi opinión.
Sí, yo estuve aquí después, esa misma temporada, viendo el play off de descenso, cuando el equipo lo cogió
"el Chino" (Alberto Sanz), porque yo con él tenía mucha amistad. Todavía nos hablamos y todo. A Hevia
también lo echaron y cogió el equipo Alberto Sanz.
Jose, tú fuiste el primer entrenador de fuera Murcia que estuvo mucho tiempo en el equipo y con el que
alcanzamos nuestro techo (1994/95). Incluso llegamos a estar varias jornadas en puestos de play off por
el título. Ese 12º puesto final en liga no ha sido superado, sólo pudo ser igualado hace cuatro años, pero
en una ACB con menos equipos (13 victorias de Hussein frente a los 18 triunfos de Oleart).
Bueno, sí, al final no se llegó muy alto, pero hicimos cosas que yo creo que estuvieron muy bien. Hubo un
par de años en los que la gente disfrutó con el equipo.
Murcia es un club clásico del baloncesto español, porque se mantiene ahí entre ascenso y descenso, pero
sigue sin dar un salto de calidad en ACB. Nunca hemos jugado competición europea, por ejemplo, que es
algo que llevamos clavado los aficionados de toda la vida.
Es que, para que un club siga tiempo... Las cosas hay que hacerlas bien, y tener mucha paciencia, y hacer
cantera para sacar jugadores de Murcia, de la Región de Murcia, con paciencia... Tiene que haber dos o tres
jugadores que sean de Murcia, que eso también es positivo para que la gente vaya. No voy a decir que sean
jugadores titulares en el primer año o en el segundo, pero ir sacando algún jugador que esté en el primer
equipo y que pueda dar una imagen de gente de Murcia que está jugando. Eso hace una cosa que aquí en
Cataluña decimos "caliú", y que la traducción sería... Ambiente, o motivación para que la gente diga,
"hostia, juegan murcianos".
Pero nada, de momento no nos llega, no nos llega...
Pues es una lástima, porque Murcia lo tiene todo para tener un equipo muchos años en ACB. Yo creo que el
problema puede ser más que nada también económico, ¿no? Cuando no hay dinero, cuesta mucho
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73 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
aguantar. Puede haber algún equipo que con poco dinero... sí, pero con poco dinero te salvarás uno o dos
años, pero al tercero vas a bajar seguro. Es muy difícil. El León era un equipo de puta madre y bajó, y el
trabajo que va a tener para subir, un equipo con solera en ACB. Girona ha desaparecido... Quiero decir que
no es fácil. Yo estuve después en Huelva en ACB y el equipo lo hicieron con muy poco dinero. Estuve desde
mitad de temporada, jugamos el play off contra Granada y perdimos 3-2, que podríamos haber ganado,
pero no pudimos, y si no te gastas dinero es muy difícil que te salgan bien las cosas. Y aparte de tener
dinero hay que acertar, y eso, a veces pues no se acierta.
Bueno, cambiando de tema y por darle un cierre distinto a la entrevista, ¿qué recuerdos te trae Murcia?
La afición, la ciudad...
Pues ya te digo, que yo vuelvo cada vez que puedo. Vuelvo a Murcia cada vez que puedo a jugar al golf, o
para ir a comer a muchos restaurantes que he comido yo en Murcia... En Murcia se come muy bien en
muchos sitios y tengo muy buenos amigos todavía. Con Juan Valverde tengo muy buena relación, con los
directivos de entonces también, con Manolo Álvarez... con todos, con todos tengo muy buena relación. ¿Y
la gente? Muy bien, muy bien, muy bien. No he tenido nunca ningún problema. Cuando iban mal las cosas,
al contrario, la gente siempre te intentaba ayudar, te decían "oye, no pasa nada, venga..." y tal. No tengo
ninguna queja, la verdad, y además Murcia me gusta muchísimo y cada vez que voy la veo más grande y
más bonita.
¿Cuando entrenabas aquí, había algún lugar, algún rincón que te gustara especialmente?
Bueno, yo muchas veces me subía con el coche a la Fuensanta, me sentaba ahí y veía todo el valle, y me lo
pasaba de puta madre estando ahí arriba. Esto no lo sabe nadie, ¿eh? Esto te lo digo porque me has
preguntado, pero yo me iba muchas veces sólo, cogía el coche y me iba allí, y desde arriba veía todo y es
precioso (Oleart habla del Santuario de la Fuensanta, que se encuentra en la falda de una montaña a 7 km.
al Sur de Murcia, dentro del Parque Natural de Carrascoy-El Valle. Se trata de un pulmón verde y de un
lugar de esparcimiento muy querido por los murcianos, que además ofrece unas vistas preciosas de la
ciudad y de toda la vega media del río Segura). La verdad es que siempre me han tratado muy bien en
Murcia y me lo he pasado francamente bien. He conocido a mucha gente ahí... Además es que yo tengo
algo de murciano, aunque no lo parezca, ¿eh? Mi madre era de Murcia. Si miras, mi segundo apellido es
Pastor, y Pastor en Murcia hay muchos. Mi madre era nacida en Murcia capital.
Curioso, muy bien. Fíjate lo que hablábamos de tener jugadores de la tierra y también tuvimos un
entrenador medio murciano, ¿eh? (risas).
Sí, sí, es verdad... (Jose se queda un poco pensando). ¿Y las fiestas de Murcia? Son acojonantes. ¿Y el
"paparajote"? De puta madre (nos reímos. El "paparajote" es un postre murciano hecho con masa pastelera
en la que se mojan hojas de limonero, preferiblemente a principios de otoño y de primavera, y que luego se
fríe en aceite, se deja escurrir y se espolvorea con azúcar y canela). Me hicieron una putada Miguel Ángel
(Pérez) y Alberto (Sánz) en el primer año que estuve allí, en las Fiestas de Primavera, cuando te comes los
paparajotes en las barracas. Me dicen "cómete el paparajote, que está buenísimo", y cogí y me lo comí con
la hoja y todo y no me dijeron nada... Han estado todos estos años riéndose de mí.
Esa broma es un clásico, se la hacemos al que no ha comido nunca paparajotes (risas), y tú picaste...
Sí, piqué, piqué como un conejo, macho... (Nos reímos). Les pregunté "¿la hoja se come?", y ellos "sí, sí, se
come". Me cago en los cabrones... (Risas) Miguel Ángel y Alberto han sido mis "cicerones" durante muchos
años, han sido los que me han enseñado todo. Fueron mis dos amigos más importantes allí y me enseñaron
toda Murcia. Ya te digo, me lo he pasado muy bien allí, y si puedo, bajo a comer un arroz al Segis, o me voy
al Alfonso... Me los conozco todos, todos los restaurantes. El Calcetín...
¿Qué tal la zona de la Plaza de San Juan? ¿La Parranda, la Pequeña...? (Veo que a Oleart le interesa este
tema, así que exploro el camino del buen comer).
Bueno, bueno... A La Parranda iba muchísimo, y la Gran Taberna y la Pequeña... Los dueños eran dos
hermanos, que uno era así rubio pelirrojo... Sí, eran los dueños de la Pequeña Taberna, que hace esquina,
que pasas el arco de San Juan, entras y está a la derecha en el callejón aquel. Yo iba mucho ahí, sí, hombre,
sí, y a tomar tapas ahí a la Taberna de Pepico del Tío Ginés, y a la Plaza de las Flores... Vamos, que me
conozco Murcia de punta a punta. Y a Los Arroces de Segis, el primero que tenía en aquella pedanía, al lado
de una discoteca... Luego han montado restaurantes en Madrid y todo. El dueño se llama Segismundo, y le
llaman Segis, y se come el arroz muy bien allí... ¡Ah! Y también me gustaría dar recuerdos al que lleva el bar,
que no sé si todavía sigue allí. Me sabe muy mal pero es que no recuerdo su nombre... Llevaba el bar del
Príncipe de Asturias...
Llevaba la cantina del Príncipe de Asturias y ahora sigue en el Palacio (Pepe también tiene su hueco aquí).
Ah, ¿sabes quién es? Sí, este delgadito y su mujer. Oye, pues si lo ves, dale recuerdos porque es muy buen
tío. Cada vez que he ido después y tal... Es muy buen tío. Alguna vez me he quedado a comer allí, y cuando
yo estaba en Murcia, que vivía sólo, iba a desayunar prácticamente todos los días, y a comer cuando
teníamos viaje por la tarde, también me quedaba. Un tío muy amable, lo que pasa es que no me acuerdo
del nombre ahora... Pero vamos, es ese, que llevaba bigote.
Pues nada, cuando lo vea le daré recuerdos de tu parte. Ya no lleva bigote. ¿Tú sigues llevando bigote?
Sí, sí, claro. Yo me lo corté, que hacía muchos años que no me lo había quitado, cuando entrené mi primer
año en Murcia. Me lo jugué con los jugadores a que no ganaban en Gerona, que lo entrenaba Iriarte. Me
jugué el bigote a que no ganaban.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
75 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
¡Ah! Sí, el CB Murcia ganó en Gerona en el año de Ebeling. De hecho, John fue elegido jugador de la
semana en esa jornada, así que se ve que él era el que más ganas tenía de que te lo cortaras (Nos
reímos).
¿Ah, sí? No recordaba yo esto... Pues me corté el bigote, me lo hicieron cortar los jugadores, sí, y desde
entonces no me lo he vuelto a afeitar más.
Pues nada, José María, me alegro de haber hablado contigo de estos años. Muchas gracias...
Nada hombre, para lo que quieras, no hay problema. Y si un día quieres, si me invitas a un arroz del Segis,
te vengo a ver y todo (nos reímos). Da recuerdos a todo el mundo.
Nos despedimos con un "adeu". Ya sabía yo que la entrevista a Oleart iba a dar mucho de sí. Se le
ve una persona muy afable, muy educada y con muy buena memoria. Vamos, perfecto para hacerle esta
entrevista. Para comprobar tanto su buen hacer en la pista como su carácter afable, sólo hay que ver, por
un lado, que no se ha superado su mejor clasificación, y por otro, la cantidad de amigos que ha dejado aquí.
Nombre: José María Oleart Pastor.
Fecha y lugar de nacimiento: 11 de febrero de 1946, Badalona.
Trayectoria: Debutó en ACB con Granollers en 1990. También entrenó al CB Murcia y al Ciudad de Huelva.
Los números: José María Oleart es el técnico que más partidos ha dirigido al CB Murcia en ACB, por delante
de Felipe Coello y Manolo Hussein: 127 encuentros. Estuvo tres temporadas completas: la 1993/94 con 11
victorias y 22 derrotas, incluyendo los partidos del play off por la permanencia; la 1994/95 con 18 triunfos y
20 derrotas, tope de victorias y mejor clasificación histórica del CB Murcia (12º); y la 1995/96 con 16
victorias y 25 derrotas, incluyendo los partidos de la Copa del Rey: por primera y única vez en su historia, el
CB Murcia se metió en las semifinales, perdiendo contra Manresa y cayendo después por el tercer puesto
ante el Real Madrid. En la 1996/97, Oleart fue cesado en la jornada 15ª tras acumular 1 victoria y 14
derrotas. En total Oleart acumuló 46 victorias y 81 derrotas, 36% de triunfos. Si sólo contamos los dos
mejores años (94/95 y 95/96), el porcentaje de triunfos sube hasta un 47%, sorprendente e inédito para la
trayectoria del CB Murcia.
Oleart, 18 años después
de llegar a Murcia.
Entrevista a Quini García
Después de haber avanzado en la historia del CB Murcia con José María Oleart, vamos a retroceder
de nuevo a 1993, al equipo de John Ebeling, al del esfuerzo y del trabajo diario; al equipo de la intendencia
donde nadie podía dormirse porque siempre había alguien en el vestuario que les despertaba con su
ímpetu. En clave de profesionalidad y compromiso, hoy recordaremos nada menos que seis temporadas: la
ya comentada del famoso play-off contra Valladolid (1993/94), luego otros tres años seguidos en ACB que
también hemos visto con Oleart (de 1994 a 1997), y luego una temporada en LEB y otra temporada más en
ACB (1998/99). Ese fue el tiempo que dedicó al CB Murcia un catalán llamado Joaquín García, al que ya
todos conocemos como de Quini. Después le dedicaría algún tiempo más como entrenador asistente.
Alero (aunque en su ficha de acb.com le ponen como pívot, qué cosas), todoterreno y profesional, a
Quini lo tenía en "mi lista" de personajes a entrevistar desde el principio. Delante de una taza de café, le
pido que me aclare las circunstancias de su llegada a Murcia en la primavera de 1994:
Me han contado que estabas por aquí visitando a tu amigo Pedrera y pasando las Fiestas de Primavera, y
que ya que viniste, te propusieron unirte a la plantilla. ¿Qué hay de cierto en eso? (Quini escucha mi
pregunta con una amplia sonrisa en la cara):
Yo vine de vacaciones (contesta sin titubeos). Yo había jugado contra Juver cuando estaba en Huelva, y esa
era la única vez que había venido a Murcia a jugar. Luego coincidí con Javi Ibáñez en San Sebastián, y él me
hablaba de Murcia... "Tío, Murcia tal, no sé qué, es de puta madre, se vive muy bien...". Ese año hice mucha
amistad con él y al año siguiente él fichó aquí, y estaba Pedrera también, que jugó con mi hermano en el
Barcelona y yo lo conocía. Y entonces, pues dije, mira, en Semana Santa me voy a Murcia a verlos a los dos.
Yo estaba en la grada, iba a ver los entrenamientos, pero por la noche me iba de fiesta... Yo salí de fiesta
esos días, todos los días (risas), y estando viendo el entrenamiento, Pedrera fue el que le dijo a Oleart,
"hostia, pues éste, para defender al Óscar Schmidt, lo va a poner para todos los lados". Y el Ole dijo, "¿tú
estás entrenando?". Yo estaba en el Sant Feliú, que era filial del Barcelona junto con el Cornellá y estaba en
Primera Nacional, y entonces le dije, "sí, yo estoy entrenando, estoy entrenando bien y tal". Él me dijo,
"esta tarde jugamos un partido". Jugaban contra el equipo vinculado que entrenaba Domingo Hernández, y
yo no tenía de nada, no tenía zapatillas ni nada (risas). Me tuvieron que dejar las zapatillas para poder
jugar.
Entonces, ¿Oleart te dijo que fueras a jugar esa misma tarde, así de pronto?
Sí, sí, tenían un entrenamiento con un partido amistoso. El equipo estaba preparando el play off por la
permanencia contra Valladolid, y entonces en el partido amistoso Oleart me dijo, "defiéndete a este". Me
dijo que defendiera al mejor de ellos, que era Javi García Cerezo. "Defiéndelo", me dijo. Se acabó el partido
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77 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
y tal, que estaba Felipe Coello también, y Oleart dijo "por mí, sí, si el club quiere". Felipe Coello era el
Director Deportivo y dijo, "vale, pues por mí, también".
Claro, es que además en ese momento Pedrera estaba lesionado, ¿no? Faltaba un exterior...
Sí, Pedrera estaba lesionado y faltaba una rotación por fuera, pero bueno, ahí también estaban Jordi Grau,
Paco Martín, Juan Rosa... Aunque Juan jugaba más de cuatro que de tres. Entonces pues nada, llamé a mi
casa: "digoooo, oye, que me quedo, que me han fichado". "¡¿Cómo?!" (Quini imita la sorpresa de su
interlocutor al teléfono, quizá de su madre). Yo por entonces estaba preparándome el acceso a la
universidad y me lo tuve que dejar, a la vuelta tenía el examen y no lo pude hacer. O sea, vine de
vacaciones y me quedé.
(Pienso en esa llamada, en la que Quini aún no sabía la profundidad de la afirmación "me quedo". Al final
resultó ser un "me quedo a conocer a la madre de mis hijas y a vivir en Murcia"). ¿Y la ropa y todo eso?
Bueno, pues la que me traje... Es que en teoría eran tres partidos, y más de la forma en que empezamos,
con un 2-0. "Van a ser dos semanas" (Quini vuelve a poner tono de llamada telefónica). ¡Hostia, dos
semanas...! Ya te digo, para entrenar me dejaban la ropa y eso, y las zapatillas...
Qué fuerte... Y vaya momento de llegar también, ¿no?
Sí, si es lo que hablamos muchas veces, el hecho de estar en el momento justo y en el sitio adecuado, y que
te salga bien también, claro.
¿Qué tal fue el tener que encajar en un equipo a esas alturas del año y en un momento tan decisivo?
No, bien... A ver, porque a los jugadores los conocía. A Juan Rosa, de pequeños él jugaba en el Joventut y yo
en el Barcelona. A Jordi Grau también...
¿A Oleart lo conocías?
Sí, de cuando estaba en el Licor 43, lo que pasa es que yo lo conocía de vista. A Edu Santos lo conocía
porque había jugado conmigo en San Sebastián también, igual que Javi Ibáñez. A John Ebeling no lo
conocía, pero bueno, jugó en Granollers también. Entonces, pues ya te digo...
No llegaste a vivir la famosa apuesta del doble o nada, ¿verdad?
No, ya estaba hecha. Me lo contó Javi Ibáñez. Él apostó, apostó también, se jugó el doble o nada y ganó.
Bueno, y contra Valladolid, ¿qué tal te viste defendiendo a Óscar de pronto?
Pues ya te digo... Yo estaba jugando en Segunda División, que era la Primera Nacional, y de pronto... Es que
entrené un día y al día siguiente nos fuimos a Valladolid. Entrené un día, nos fuimos a Valladolid en autobús
y fue llegar allí, en el primer partido jugué cinco minutitos y en el segundo ya era titular. ¡A defender a
Óscar! Luego todo lo que pasó en los partidos, el robo de ese segundo partido y tal... Quedaban 37 ó 38
segundos para el final, tenían ellos el balón y quitaron el reloj de posesión, así que agotaron el tiempo y se
acabó el partido. Fíjate... Y luego ya con 2-0, hostia, teníamos que ganar tres. Fue una situación muy
complicada, pero en el Príncipe de Asturias, lleno... Una hora antes, ¿eh? Una hora antes ya estaba lleno, y
no se le ocurre otra cosa al otro, al Fetissov, no se le ocurre otra cosa que salir y hacerle los pajaritos al
público. Madre mía, qué figura... (Risas).
Me decía John Ebeling que lo de Fetissov fue un poco por la caña que le dio, ya que John era el veterano y
Andrei era el joven. Que jugó un poco a sacarlo de sus casillas.
Sí, bueno, hubo una situación... Bueno, jugamos los dos partidos allí, nos vinimos a Murcia y entrenamos, y
no me acuerdo muy bien, tendríamos que mirarlo, pero Fetissov le puso unos cuantos tapones a Ebeling en
los dos primeros partidos. Entonces, cada vez que entrenábamos le decíamos a John, "¡eh, que viene
Fetissov!", y él se agachaba (nos reímos). Teníamos una jugada, una transición, que llegaba Óscar Schmidt,
luego llegaba Fetissov y ponía un bloqueo vertical para la salida de Óscar, y yo le decía a John, "déjalo que
me bloquee, deja que Fetissov baje a bloquearme", y en una de esas que bajó a bloquearme y yo subía, el
pobre se cayó al suelo (risas). Y con John... Se ponía loco, se ponía loco...
¿Teníais fe en remontar la eliminatoria?
Bueno, cuando ganamos el primero aquí, sí. A ver, el primer partido fue un poco irregular pero estuvimos
en el partido y perdimos, y el segundo fue un robo. O sea, veíamos que le podíamos ganar, que no eran
superiores a nosotros.
De hecho en la última jornada de la liga regular, que tú todavía no estabas, a Valladolid se le ganó fácil en
Murcia. Y eso que Valladolid tenía buen equipo, quizá para no estar ahí abajo.
Sí, sí, lo que pasa es que cuando estás en esas situaciones así, puede más la cabeza que la calidad de los
jugadores, y bueno, cuando ganamos el primero aquí, el segundo fue mucho más fácil, y ya en el momento
de jugar allí en Valladolid, nosotros estábamos lanzados y ellos estaban en plan "hostia, hostia, hostia...".
No me canso de repetirlo: yo estuve ahí. Una paliza de viaje, pero mereció la pena.
Sí, sí... No sé cuántos autobuses vinieron, pero la verdad es que sí, macho, cuando acaba así... Son cosas
distintas, no es comparable con el ascenso de Zaragoza, pero la verdad es que creo que es más bonito no
bajar, casi, que ascender.
¿Qué pasó cuando acabó todo?
Pues cuando acabó la liga, digo, bueno pues ya está, tú, me volveré para mi casa... Digo, me saldrá alguna
oferta por ahí, como ya he jugado en ACB y tal... Y me ofrecieron la posibilidad de seguir aquí. Del equipo
que había sólo siguió Pedrera, que tenía otro año de contrato, y me renovaron a mí. Del resto no siguió
nadie, fue un equipo nuevo, entero. Equipo nuevo, y la verdad es que muy bien.
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¡Vaya año! (Empezamos a hablar de la temporada 1994/95).
Fue el cambio del Príncipe de Asturias, que para mí siempre será una pista talismán, al Palacio. El Palacio yo
creo que también fue un poco la novedad para que la gente quisiera venir, y coincidió con que el Lucentum
tampoco estaba en ACB y venía mucha gente de Alicante también, y la verdad es que recuerdo ese año con
mucho cariño. El año del Príncipe de Asturias y luego los dos primeros años del Palacio de los Deportes, yo
creo que han sido los mejores años del club a nivel de juego y de afición y de todo.
Fíjate, por lo que decías de que del año anterior sólo continuasteis Pedrera y tú, hay veces que cuando un
equipo no rinde bien al principio de la temporada, se dice aquello de que hay muchos jugadores nuevos,
que se tienen que acoplar... Sin embargo ese equipo rindió desde el primer partido y todos erais nuevos.
Eso puede ser la excusa, el decir "hostia, es que todavía falta acoplarnos...".
Pero entonces en ese equipo, ¿cómo pudo encajar la gente tan bien desde el principio?
Bueno, yo creo que el club acertó mucho en los americanos. Los americanos, que normalmente son muy
egoístas y no se integran, y van por su lado... Pues tener la suerte de poder tener a Anderson, a Rogers y a
Bobby Martin hace que sea más fácil. Pero el núcleo de nacionales también es muy importante, y lo he
comentado con gente de Murcia alguna vez, que yo creo que lo que le falta al equipo, al equipo en los
últimos años, ¿eh? es que el vestuario sea más integrador. Antes había... Yo he estado ahí años en el
vestuario, y a todos los que vienen de fuera intentas que se integren. Faltan jugadores nacionales tipo Xavi
(Sánchez), que llevaba muchos años aquí en Murcia, y eso, que sean integradores. Yo cuando llegué aquí
estaba Paco Martín, estaba Javi Ibáñez, estaba Jordi Grau... O sea, aquí, no es que fueran embajadores de
Murcia pero sí que siempre... Javi Ibáñez sí que podía ser embajador de Murcia, porque él me hablaba de
Murcia maravillas. Entonces, yo lo que intentaba es que la gente que venía de fuera se integrara y que
estuvieran a gusto aquí en Murcia, y es que en Murcia, otra cosa no, pero vivir bien, se vive. Eso es lo que
yo creo que le falta al club, tener jugadores de ese perfil, que te integren a los que vienen de fuera.
(Mientras le escucho pienso en lo mucho que se agradece tener gente así en un trabajo). No sólo importa
la calidad como jugador de baloncesto sino también el factor humano, ¿no? Formar parte de un grupo y
saber relacionarse con los compañeros, con la ciudad e incluso con la afición...
Hombre, yo cuando voy a un sitio intento estar a gusto, y que sea recíproco, intentas devolver lo que te da
la afición, ¿no? Aquí en Murcia yo estoy encantado con la afición, siempre me han tratado muy bien, y eso
tienes que devolverlo. Y a la gente que viene de fuera, pues decirles, mira, aquí el sitio es este. No es
Barcelona, no es Madrid pero sí que se vive muy bien, y Murcia ha cambiado del año 94 que llegué yo hasta
ahora. No tiene nada que ver, pero se sigue viviendo muy bien.
Volviendo sobre la calidad humana de los jugadores y en concreto de aquellos tres americanos que
juntamos en la temporada 1994/95, ahora que tú eres entrenador podrás responderme: ¿qué
información se tiene sobre ciertos aspectos cuando se ficha a un jugador? Además de saber cómo es el
jugador sobre la pista, ¿se sabe, o se intenta saber cómo es la persona?
Hombre, yo creo que ahora la tendencia es, e imagino que a nivel de empresas también se hará, buscar
más la parte humana que la técnica. A ver, tiene que ser un buen jugador, con unas determinadas
características defensivas y en ataque y tal, pero aparte debe tener un plus de calidad humana, que sea
buena persona, que no genere problemas, que sea buen compañero... Todo eso se va incluyendo en el
curriculum de los jugadores también. Hay jugadores que tú sabes que te meten 40 puntos pero que luego
te generan problemas en el vestuario. A esos jugadores yo no los tendría. Yo tendría jugadores que a lo
mejor no me van a meter 40 puntos, pero sí que en los momentos malos me van a tener al grupo unido,
que eso a veces hace que te crezcas. Fue lo que pasó contra Valladolid. Eso hace que te crezcas ante
situaciones adversas.
Según Oleart, tal vez aquel equipo fuera muy limitado técnicamente pero ibais todos a una, incluido él.
Claro, también hay que tener un entrenador como Oleart. Oleart como persona es un diez, y eso lo
transmite a sus jugadores: la confianza, la tranquilidad... Y eso a veces es más importante que estar
gritando.
Y además, Oleart tiene sentido del humor, que para mí es fundamental.
Bueno, humor catalán, si es que... Ole es muy satírico, muy de lanzarlas: "hosti, a ver si espabilas" (Quini
imita el tono sarcástico que usaba Oleart), en vez de decirte "¡hostia, defiende!” (ahora levanta la voz). Te
las lanzaba... "Hosti, ¿has dormido mal hoy, o qué?", un humor muy agudo. Con una sonrisa te decía
"eeeeh, espabila" (risas).
En esa temporada 1994/95, también me decía Oleart que había veces que no tenía que decir nada al
equipo, que hacíais lo que teníais que hacer. Que no decía nada para no estropearlo, simplemente veía el
partido.
Sí, bueno... Aquel año había tres jugadores, pero luego detrás había más. En la pista hay cinco y son doce
fichas, ¿no? El trabajo del día a día era muy agradable porque íbamos ganando, porque había buen
ambiente, había buen grupo, buen entrenador, porque el club nos trataba muy bien... Pero a ver, había tres
jugadores muy buenos, más Piñero, más Xavi, más Cisteró, más Bustos, más Moya, más Pedrera, más los
vinculados del Archena, que estaba Santi Toledo, que ayudaba a entrenar, Salva Costa... Había más gente
detrás. Entonces está bien destacar a los tres americanos pero había más gente. Había gente muy joven
junto a dos americanos expertos y uno joven, como Bobby Martin. Sin el trabajo de esa gente no se hubiese
conseguido, aunque a veces vieras... Por ejemplo creo que contra Girona, si lo ves, creo que sólo anotaron
cuatro jugadores, los tres americanos y Piñero. El resto no anotamos ninguno, y luego dicen "cuatro
jugadores ganan...", y ahí hay un trabajo, hay un trabajo que no se ve, que no sale en las estadísticas y que
también se ha de valorar, ¿no?
BasketMe – Pedro Serrano Solana
81 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Los intangibles.
Sí, el trabajo defensivo y los intangibles que tú dices: hay que pasar, hay que bloquear, hay que hacer más
cosas.
¿Os dabais cuenta de que teníais una dinámica tan asimilada, que todo fluía con naturalidad?
Cuando ganas, todo es perfecto. Es como el año que estuvimos con Felipe, que ganamos 14 partidos
consecutivos (temporada 2002/03, antiguo récord de victorias seguidas en LEB, superado por el mismo CB
Murcia en la 2010/11), con Stacey, Reynolds, Galilea... Ese año entrenar era un lujo, porque la gente se
daba cuenta de que íbamos bien y la situación te lo permite. Cuando las cosas van mal, es lo difícil. Hemos
vivido muchas situaciones de ir mal y sólo salió bien una, la de Valladolid. El resto... Hemos jugado contra
Orense, el ambiente no era muy bueno... Cuando hemos bajado y había ambientes malos, malos, malos...
Es muy complicado.
¿Y no hay nadie que...? ¿Esas cosas no se pueden variar? Si todo el mundo quiere, sí se puede, ¿no?
Ahí todo el mundo tiene que ir a la misma, a la misma idea, ser un equipo y tal, pero cuando cada uno va
por su cuenta...
Porque yo a ti, por ejemplo, de lo que te conozco, veo que eres un tío con carácter pero también
dicharachero. Entonces, cuando tú llegas a un vestuario así, ¿no puedes empezar a repartir pescozones, o
es que se llega a un punto en que la cosa está demasiado pasada de rosca?
No hombre, ten en cuenta que estás hablando de gente profesional...
Pero bueno, pero por eso mismo...
Bueno, es que también, cada entrenador tiene su carácter y hay entrenadores que sí te lo pueden permitir,
y otros que no. El llegar y decirle a un jugador, "¡oye...!", en una situación crítica, a lo mejor resulta que es
peor. Hay que analizar por qué has llegado a esa situación, si hay que cortar a un jugador antes de llegar a
esa situación... Yo creo que, normalmente, cuando te equivocas en el planteamiento inicial al final el
resultado es malo. Ha habido años que o por dinero o por mala elección, las cosas no se han planteado bien
desde el inicio, y luego querer rectificar sobre la marcha es difícil.
Bueno, pero hay veces que se rectifica y sale bien, que fue lo que pasó en el año de la Copa del Rey (Quini
asiente, "sí, a veces"). Ese año no se renovó ni a Anderson ni a Rogers, se modificó la estructura del
equipo, se fichó a un tío como Crowder, que pensábamos que iba a ser la leche y...
Bueno, Crowder, que venía del Barcelona... Es el jugador más fuerte contra el que he jugado.
Yo flipé cuando lo fichamos. Físicamente un portento, con buen tiro, buena defensa, penetrando era
brutal...
Un animal.
Y sin embargo...
Ya, porque él en el Barcelona hacía otro trabajo, tenía más gente que podía anotar y aquí se le pedía que
anotara. Precisamente el último día metió treinta puntos en León, ¿no? A lo mejor no tenía ya la presión,
sabía que se iba... Es que no es fácil.
Y luego vino Duane Washington.
Bueno, vino Jones, que estaba ya más del Imserso que otra cosa, y luego vino la perla Washington. Y luego
llegó la Copa del Rey, que fue espectacular. El ambiente era... No sólo en el pabellón, sino en la ciudad,
fueron cuatro días alucinantes.
Y para el club también.
Bueno, para nosotros, ya ves... Aunque Aíto se quejaba de que el equipo organizador fuera invitado, pues
nosotros ganamos a Unicaja, casi ganamos a Manresa, y luego perdimos por muy poco contra el Real
Madrid, ¿no? Competimos y dimos una buena imagen.
Casi pudimos meternos en competición europea de rebote gracias al cuarto puesto en la Copa, pero
nada. Nunca lo hemos logrado, ni siquiera en esos dos años tan buenos y creo que eso habría
consolidado al equipo.
Es verdad, y el año anterior estuvimos a punto de meternos entre los ocho primeros, pero al final no. Mala
suerte... Pero yo creo que la gente se acuerda con cariño aquellos años... Había hasta reventa, tío, me
acuerdo... Hasta reventa, y gente que se quedaba fuera del Palacio y que no podía entrar. Joder, ese
ambiente... Ya te digo, ganar aquí al Barsa, al Madrid, al Unicaja, al Tau... Ganar a los grandes con tu gente,
eso es lo mejor, eso no tiene precio. Y luego la gente nos respetaba, íbamos a jugar a otras pistas y
ganábamos también, como en Zaragoza, que cuando llegábamos se ponían locos.
Bueno, esto se me había olvidado decírtelo, pero el primer partido que te vi aquí, en tu primera jugada
hiciste un robo y un mate, que yo dije, "¡madre mía, qué figura hemos fichado!" (Quini se ríe). También
recuerdo algún "idilio amoroso", porque defendías fuerte. Por ejemplo con Marcelo Nicola, del Tau.
En ese equipo recuerdo que jugaban Laso, Perasovic, Marcelo, Kenny Green y Ramón Rivas, esos cinco. No
recuerdo las rotaciones, pero jugaban esos cinco, y después me contaban que Pablo Laso tenía que repartir
el balón, claro. Ramón le decía, "oye, que llevamos dos ataques y no me la has pasado", Kenny Green, "oye,
métela dentro", Perasovic, "oye, que yo tengo que tirar", y Marcelo era jovencito. Y claro, yo, la mala suerte
que tenía es que, jugador al que yo defendía, jugador que recibía menos (pienso que eso no es mala suerte,
eso es buena defensa), y este se volvió loco porque no recibía. Hay jugadores con los que chocas más y te
digo que luego te puedes ir a tomar copas con él, pero jugando...
BasketMe – Pedro Serrano Solana
83 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Debe ser como en el Congreso de los Diputados, que te ves al portavoz de un partido insultando al del
otro partido y luego te los ves a los dos almorzando y tomando cañas en el bar de enfrente...
Ya te digo... Hay jugadores con los que chocas más y con otros... Con Perasovic, por ejemplo, los años que
estuvo en Vitoria y en Fuenlabrada, que me tocaba defenderlo, o sea... Yo reconozco que yo daba, pero es
que Perasovic pegaba en defensa y en ataque, pero eso sí, luego no se quejaba, le podías dar que él no se
quejaba. A mí cuando me han dado no me he quejado y yo reconozco que he sido duro. Lo que no puedes
hacer es dar y luego quejarte, hay que tener un equilibrio. Pero bueno, nada, son lances del juego.
El otro "idilio" que te recuerdo fue con Mason, cuando jugaba en Valencia.
Puede ser. No sé... Esto me lo han contado, que en un bloqueo él se cayó al suelo y se levantó enfadado.
Fíjate, ahora que lo pienso: ese año, en la 1994/95, le ganamos a Valencia aquí y allí.
Sí, y llevaban buen equipo...
Lo que hablamos de las apuestas. Aquel Valencia llevaba a Joshua Grant, a Warren Kidd y a Rod Mason,
jugadores que luego han tenido recorrido en ACB y sin embargo con Valencia acabaron bajando a LEB.
¿Bajaron? ¿Bajaron aquel año?
Sí… Y nosotros acabaríamos bajando dos años después, en la temporada 1996/97, ¿te acuerdas?
Sí, pues lo que te he dicho antes, de las apuestas o del mal planteamiento de inicio. Fichamos jugadores
muy... Estaba Cedric Glover, estaba Jarvis Lang y seguía Duane Washington. Entonces, claro, de tener a
Howard Wright y a Bobby Martin a tener a estos dos, cambia la cosa mucho...
Pero el planteamiento también dependerá del dinero que se tenga, ¿no? Aquel año se recortó, imagino.
Claro, fueron los años esos que se tenía tres americanos, todo el mundo tenía opción de hacer buenos
equipos, entre comillas, fichando buenos americanos, y fichar a Lang y a Glover... La verdad es que Cedric
venía de hacer buenos números en Lugo, pero la verdad es que no tuvimos buen inicio. Hubo muchos
problemas con las lesiones también, Duane no vino bien... Porque él acababa aquí la liga y se iba a jugar la
liga de Venezuela o Puerto Rico o por ahí, y claro, no descansaba y ya tenía una edad. La verdad es que
nosotros, dependiendo tanto de él, y él que llegó físicamente muy justito, pues claro... Además, es que ya
lo conocían, los equipos ya sabían que tenían que defenderlo a él con dos contra uno y tres contra uno para
que soltara el balón, y entonces, claro, nos condicionaba mucho. Al tener un mal inicio, ya sabes que
cuando estás abajo es difícil que te respeten, ni los árbitros... "Bueno, si vais a perder igual" (Quini pone voz
de árbitro de ACB, imagino). Eso genera mucha frustración porque estás trabajando, y ya vinieron los
cambios de entrenadores. Ese año tuvimos tres, creo: Ole, Hevia y Flores...
No, creo que el último fue Chino Sánz, cuando bajamos contra Orense en el play off.
Sí, Manolo Flores estaba en Cáceres ese año. Estuvo aquí después. Al año siguiente subimos otra vez y
luego bajamos (con Manolo Flores).
Después del primer descenso, ese de 1996/97, tú seguiste en Murcia, ¿no?
No, ese año en LEB yo no estuve desde el principio, yo fiché después. Ese año yo estaba entrenando en
Molina de Segura, en Segunda División, y luego cuando quedaban cuatro o cinco partidos para acabar la
liga de LEB me ficharon (1997/98), con Felipe Coello. Subimos, seguí en el CB Murcia en ACB y volvimos a
bajar (1998/99). Ese descenso fue mi último año. Luego fiché por Molina y después por Lorca, pero cuando
acabé aquí, yo no quería ver baloncesto por ningún lado.
Por la mierda de año que hizo el equipo, ¿no? Sin paños calientes (me río).
No... (Según mi parecer, entiendo que el "no" tibio de Quini es un "sí"). Yo entrenaba, pero había partidos...
La anécdota de estar jugando en Sevilla, cuando ya estábamos descendidos y le gané una apuesta a Edu
Sánchez. Éramos ocho, ya se habían ido todos del equipo y estaban Bryson, Wood, Alanovic, Rafa Vega,
Ramón Moya... No, Ramón creo que no estaba, fue el año que estuvo en Manresa. Y bueno, pues
estábamos en el banquillo Edu y yo, y antes de que hiciera la quinta falta Rafa Vega, le digo a Edu, "si hace
la quinta Rafa, sales antes tú que yo". Me dice Edu, "una cena". Hace la quinta Rafa (pívot), Manolo Flores
mira al banquillo (Quini pone tono de dejadez y cansancio, supongo que imitando a Flores), y dice, "Edu"
(que es base; nos reímos). Y puso a Xavi Sánchez de cuatro, a defender al pívot de ellos...
¿Xavi jugando de cuatro? Lo que no haya hecho él... No sabía que Flores lo había usado de cuatro.
Sí, lo puso de cuatro. Ese año es el que te digo que yo odiaba el baloncesto.
Fue un año muy difícil para el equipo y para la afición, es cierto. Recuerdo siempre las declaraciones de
Valverde, que aunque en la forma no estaban bien, estaban más que justificadas...
A Juan hay que conocerlo.
Me hubiera gustado mucho poder entrevistarlo.
Yo, por lo que he hablado con él muchas veces... Lo que estás haciendo tú, de recordar todo esto, no se ha
hecho ni a nivel político ni a nivel social. El reconocimiento de Juan, de crear un club y de gastarse su
dinero, tendrá que venir alguien a hacerlo, porque los políticos de ahora no lo van a hacer. Porque Juan, si
algún defecto tiene, es que te dice la verdad y te la dice a la cara, y eso no sienta bien, sobre todo a los
políticos. Que les digan por dónde flaquean y lo que están haciendo mal... Si él hubiese sido de otra forma,
pues bueno, pero como es como es, pues no le reconocen. Crear lo que ha creado él, dar una posibilidad de
que el baloncesto estuviera aquí en Murcia y de llegar donde ha llegado, eso hay que reconocerlo y no
tacharlo por una declaración o por un error.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
85 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Totalmente de acuerdo. Pero bueno, desde este espacio que dedicamos al aniversario del CB Murcia,
evidentemente, contar con Juan Valverde significaba poder rendirle un homenaje.
Es que al final, es eso. ¿Para qué el esfuerzo? Aquí en Murcia, cuando estaba Juan, también hubo
problemas económicos y hubo una crisis y tal, pero aquí cobrábamos siempre, todos los meses. Esto lo he
sabido después, pero las subvenciones no llegaban en el momento que había que pagar, y sé que Juan
ponía de su bolsillo para que los jugadores cobráramos. Eso hay mucha gente que no lo hace. Juan cumplía
a rajatabla, fuéramos bien o fuéramos mal nosotros cobrábamos todos los meses, todos.
Ya que hemos sacado a Juan Valverde, ¿las relaciones del equipo con el presidente eran buenas?
Bueno, ya te digo... Yo siempre me acordaré del año que llegué, el de Valladolid. Después del quinto
partido nos quedamos a cenar allí, en el Cuberito, a celebrarlo y tal, y yo, recién llegado, pues estaba allí
alucinado. Todavía no me lo creía, "joder, hemos ganado", pegándome guantazos, "hostia, ¿estoy aquí?".
Estaba en San Feliú y de pronto, "¿es real esto?". Y nada, estábamos todos allí y Juan hace un brindis: "Lo
hemos conseguido", y tal, y de pronto, hace un brindis por mí: "Por Quini García, que nos ha ayudado", y
tal. Claro, yo aluciné, "¿Esto es real?". O sea, es que... Esto lo sabe poca gente, y se agradece, y luego
intentas devolverle todo eso. También ha tenido que llamar al orden a algún jugador... Es lo que te decía,
de integrar: cuando llega alguien le dices que el club es así, que funciona así, y que está Juan, que te va a
decir las cosas buenas pero también las malas. Recuerdo el año de Anderson, que estaba reciente la
apuesta que se había hecho el año anterior, y ese año Juan hizo otra apuesta. Dijo, "bueno, de aquí a
Navidad quedan cuatro partidos, ¿no? Pues si ganamos los cuatro, un dinero; si ganáis tres, pues menos
dinero; si ganáis dos, muy poco; si ganáis uno, nada, y si perdéis, me pagáis a mí". Y "el enano" Anderson
dijo "hostias, sí, sí", no sé qué, y estábamos Pedrera y yo de capitanes, y dijimos "venga, vale". El último
partido era en Andorra antes de las vacaciones de Navidad, y habíamos ganado dos de tres, y allí ganamos
también. Entonces, cuando bajamos a Murcia nos llamó a su despacho y nos dijo que nos daba el dinero, y
ale, a repartirlo. Entonces, el buen ambiente que había... Y lo mismo pues Juan llegaba y le decía a uno, "eh,
coge la maleta que te vas". Él se involucraba mucho para lo bueno y para lo malo. Si se ponía de mala
hostia... O sea, apártate, apártate del camino, pero con razón. Si este no vale, pues fuera.
Bueno, volviendo a tu carrera, dejaste el equipo en 1999 y te fuiste a Molina de Segura...
Dos años en Molina, luego a Lorca otro año, y estando en Lorca me puse a entrenar con los chavalillos. A
todo esto, en el CB Murcia no había categorías inferiores, pero cuando volvió Felipe al club, volvió a sacar
las categorías inferiores. Entonces yo estaba en las escuelas de Capuchinos y me vine al CB Murcia a
entrenar al infantil, que lo llevamos al Campeonato de España, algo histórico porque no han vuelto a llevar
un equipo de categorías inferiores al Campeonato de España, y al año siguiente ya fiché de ayudante de
Oleart (temporada 2002/03, en LEB). Luego cogió el equipo Felipe, que fue el año que ascendimos. Y fíjate,
empezamos con Ole, que daba buen ambiente y buen rollo. Yo se lo decía a los jugadores, "tío, que yo he
tenido a Oleart de entrenador, que tenéis toda la confianza, que os va a ayudar...", y, o sea, no.
Entrenábamos bien y tal, pero no salían las cosas. Entonces vino Felipe, fichamos a Galilea, catorce victorias
seguidas y ascenso. Estuve de ayudante de Felipe en ACB (2003/04), luego vino Miguel Ángel Martín,
bajamos, y luego en LEB empezó Iván Déniz de entrenador cuando Miguel Ángel Martín era Director
Deportivo (2004/05).
Ahí estaba Polaris World como patrocinador.
Sí, en ACB era patrocinador y luego lo compró en LEB. Ficharon a Iván Déniz y Miguel Ángel Martín estaba
de Director Deportivo. Yo estaba de ayudante, pero ya hubo una transición, echaron a Felipe Coello, y yo,
como estaba muy allegado a Juan Valverde y a Felipe Coello, pues me tenían un poco en el punto de mira.
Al año siguiente ya fue espectacular, ya fue "mobbing" en toda regla con juicio incluido. Yo tenía tres años
de contrato, ese y dos más, y con mi mujer embarazada. Me decían que me habían visto con Juan o con
Felipe, y yo les decía, "es que son amigos míos, y yo hago mi trabajo". Hubo gente que se apartó de esa
línea, pero yo tengo unos valores, tío, y para mí la amistad está por encima de todo. Si yo tengo que
agradecer algo a alguien, de estar aquí en Murcia, es a la familia Valverde. Ellos son los que han querido
que yo esté aquí, y yo no quería perder mi puesto de trabajo, con mi mujer embarazada, pero ese fue el
detonante. No me quejo porque no me ha ido mal, y te digo que yo tengo unos valores que los antepongo
ante cualquier cosa. No me quejo porque yo he venido a Murcia y gracias al baloncesto he conocido a mi
mujer y tengo dos hijas.
Sí, eso se me ha pasado preguntártelo: ¿En qué momento dijiste, "me quedo a vivir en Murcia"?
A ver, el año de la Copa, ese verano antes, conocí a mi mujer. Amigos comunes, tal... Y desde ese día...
Desde que acabó la Copa del Rey estamos viviendo juntos, porque ella antes el baloncesto no lo seguía,
hasta ahora. Por eso te digo que yo, gracias al baloncesto y gracias al CB Murcia, tengo la familia que tengo.
A mí el baloncesto me ha dado muchas cosas, pero lo más importante, la mujer que tengo, mis hijas y los
amigos que tengo aquí en Murcia.
¿Y qué tal tu familia catalana? ¿Vas?
Sí, subo cuando puedo, pero dependiendo del trabajo. Mi mujer también trabaja y ahora con niñas, tú lo
sabes, que es más difícil moverse... Pero mi familia baja, no hay problema. Yo estoy muy a gusto aquí en
Murcia.
Y entrenando aquí al lado.
Sí, en Alfás del Pi, a una hora escasa en coche. Cuando acabé en el CB Murcia volví a Capuchinos y entrené a
niños, que es lo mejor que te puede pasar porque es donde más disfrutas. Al año siguiente fiché como
primer entrenador en Santa Pola, de EBA, quedamos campeones de España y subimos a LEB Plata. No
continué, pero bueno, el año siguiente se creó la Bronce y fue complicado porque estuve en tres equipos
BasketMe – Pedro Serrano Solana
87 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
distintos. Después me quedé en Murcia como Director Deportivo de Capuchinos, y este año pasado fiché en
Alfás. Otra vez ascendimos a Plata, pero ahora estamos en EBA.
Entonces, tú que te has sido entrenador en las bases, ¿Cómo ves el trabajo de cantera en Murcia?
Pues el trabajo de cantera en Murcia es complicado, porque a nivel regional cuesta mucho sacar equipos de
baloncesto. Hay clubes que están trabajando muy bien, pero es difícil que lleguen a jugar a nivel
profesional. Los últimos jugadores murcianos que recuerdo, de los últimos tiempos, son Edu Sánchez,
Ramón Moya, Carlos Peñafiel a nivel de LEB... Y ahora los jugadores que hay, pues José Antonio Marco
Gaona, que está en Tarragona (Plata), Alex Hernández que está en Manresa (ACB) y que estuvo en el Barsa,
y Marcos Molina, que lo fiché yo para Alfás, son los tres jugadores jóvenes con proyección. Con la política
que sigue el CB Murcia, con la urgencia de ascender, es difícil... Luego apostar por gente joven no es fácil, y
más de la tierra. El último que apostó fue Felipe Coello, que apostó por Edu y por Ramón, que esos sí que
han jugado en ACB. No es fácil... Por ejemplo hay un jugador que está en Molina, Adrián Méndez, que está
muy bien también, pero claro, es de Molina, no del CB Murcia.
Quini y yo seguimos hablando un rato de baloncesto de cantera y de jugadores jóvenes, y
acabamos hablando también de baloncesto femenino, siendo como somos padres de cuatro niñas, a razón
de dos y dos respectivamente. Quini me cuenta que al día siguiente de nuestra entrevista, su hija mayor
empieza en la escuela de basket que el propio ex jugador ha creado en su colegio. Gran día. Le confieso que
yo también quiero meter a mi hija mayor a baloncesto llegado el momento, no sólo porque este deporte
me vuelva loco, sino también por lo que él mismo dice, "por enseñarles disciplina, compañerismo, normas,
para que aprendan a compartir... Todo eso les viene bien, el practicar deporte de equipo". También
hablamos, no sin orgullo, del elevado percentil de altura de nuestras respectivas hijas mayores. Una vez
más, ha sido un placer y un orgullo poder hablar con uno de los protagonistas de la historia del CB Murcia, y
más cuando ese protagonista me reconoce que "si no fuera por gente como tú o como Felipe, que escribe
sobre el CB Murcia en su blog, todo se quedaría en el olvido". Pues lo dicho, que sirva esta sección para no
olvidar.
Nombre: Joaquín García Pérez.
Fecha y lugar de nacimiento: 12 de julio de 1969, Barcelona.
Posición y altura: Alero, 200 cm.
Trayectoria: Formado en la cantera del Barcelona, debuta en ACB en 1988 en las filas del Grupo IFA
Granollers. Las dos temporadas siguientes juega en LEB con Huelva y luego dos años más con Askatuak. En
la temporada 1993/94 comienza jugando en Sant Feliú, de Segunda División, hasta que ficha por Murcia en
el mes de marzo de 1994. Llega justo para jugar el play-off por la permanencia contra Valladolid y desde
entonces no se moverá de la Región de Murcia: cinco temporadas en el CB Murcia dos en Molina y Lorca
preceden a su retirada del baloncesto como jugador, a la edad de 31 años. Inicia su carrera como
entrenador en Lorca, luego en Capuchinos y después en el CB Murcia, siendo entrenador de cantera y
actuando como asistente de Felipe Coello, Miguel Ángel Martín e Iván Déniz. Después Santa Pola, Tíjola,
Torrevieja y actualmente en el Alfàs del Pí de liga EBA.
Los números: los relativos sólo a ACB, son de 129 partidos jugados con la camiseta del equipo rojiblanco (es
el segundo jugador del CB Murcia en partidos jugados), 3'1 puntos y 1'5 rebotes de media en 16 minutos
por encuentro. Su mejor marca de anotación en el CB Murcia fueron los 16 puntos que anotó frente a
Sevilla en el Palacio de los Deportes, en la temporada 1994/95. En cualquier caso, su trabajo no solía ser de
los que sale reflejado en las estadísticas, como por ejemplo la cantidad de enfados que provocaba en el
defendido de turno, porque no le llegaba ni un sólo balón en condiciones para lanzar. Ahí estaba Quini,
tapando el pase para evitar canastas en contra que nunca llegaron a subir al marcador.
Quini García con la camiseta del CB Murcia en LEB
BasketMe – Pedro Serrano Solana
89 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Johnny Rogers
Vamos a recordar de nuevo al CB Murcia brillante, valiente y ganador. A un equipo unido y
comprometido, que tenía talento y que miraba a todos los rivales a su misma altura. De tú a tú, sin miedo:
así jugaba sus partidos el Club Baloncesto Murcia en la temporada 1994/95, ese año mágico que ya hemos
recordado con Oleart y Quini. A los buenos ingredientes que conformaban la plantilla debemos sumar el
escenario ideal, el radiante fogón en el que el CB Murcia cocinaba sus platos: el nuevo Palacio de los
Deportes. Muchos de aquellos partidos discurrían entre "olés" y olas mejicanas, "¡Oh!" de asombro y
aplausos, grandes aplausos de una afición numerosa y enamorada de su equipo. La sintonía era total, las
ovaciones se sucedían con la gente puesta en pie y, para rematar, al final de cada choque los jugadores
tenían que salir del vestuario y volver a la pista para saludar. Allí nadie se iba antes de tiempo, no había
motivo para acortar la cita con el baloncesto sino más bien al contrario, había motivos para no querer que
terminara nunca. Los jóvenes aficionados quizá no se lo crean, pero eso pasaba hace más de quince años
en el Palacio de los Deportes de Murcia.
Para revivir aquellos días, hablamos con uno de sus protagonistas: un alero alto como un río puesto
de pie, que diría el poeta; un pelirrojo valenciano-americano que encajó perfectamente en el puzzle del
equipo. Hablamos con Johnny Rogers. Rogers y yo quedamos en llamarnos a una hora un tanto
intempestiva, pero en vista de su agenda y de la mía, se antoja como la única posible. Son las diez menos
veinte de la noche y ya tengo a Johnny al otro lado del hilo telefónico:
¿Johnny? Soy Pedro. Muchas gracias por quedar conmigo aunque sea a estas horas. Es que ahora estoy
teniendo unas mañanas muy ocupadas.
Mis días son bastante complicados también, porque a estas horas espero a mis hijos, que terminan de
entrenar, y otros cuatro días de la semana estoy entrenando a unos niños por las tardes, así que también
estoy un poco liado. Pero estoy bien (Johnny se ríe. Habla bien el español pero con un claro acento
angloparlante. Me recuerda a Robinson, el periodista del Plus).
El motivo de esta serie de entrevistas es el CB Murcia, que ya ha cumplido 25 años. ¿Qué te parece?
Me parece importante, es importante cumplir 25 años y hay que decirlo. Si no me lo llegas a decir, yo no lo
sabía, que el CB Murcia había cumplido 25 años.
Hablemos primero sobre tu fichaje. ¿Cómo llegaste a Murcia? Buscabas estar cerca de Valencia, ¿verdad?
Pues sí, porque yo había jugado en Italia y estaba libre. Volví a España después de las vacaciones de verano,
y mi agente me dijo que Murcia buscaba un "4". Pensé que estaba bien porque Murcia está cerca de
Valencia, y luego fui informándome más de las cosas y todo. Yo imaginaba que iba a ser un año difícil, que
iba a ser complicado, porque me explicaron que el año anterior el equipo no había bajado por poco, con
mucha suerte y eso, pero tenía confianza en que podíamos hacer algo importante. Al final casi nos metimos
en los play-offs por el título. Ganamos partidos... Ganamos al Taugrés, que había ganado la Copa del Rey y
le ganamos en un partido impresionante después de cincuenta minutos (risas). También le ganamos al
Barcelona en casa, le ganamos... Bueno, jugamos muy bien contra los grandes.
Es decir, que tú, la referencia que tenías del equipo era la del año anterior, más que la plantilla que se
había hecho ese año, ¿no? ¿No conocías a ninguno de tus compañeros?
No, no... Me contaron algo y de la gente que había, la verdad, pues sabía quién era Silvano Bustos, pero los
otros eran todos jóvenes, eran gente nueva. En aquella época se podía fichar a tres extranjeros y Bobby
Martin no era conocido tampoco, porque era su primer año como profesional.
¿Y a Michael Anderson, lo conocías?
Sí, conocía a Michael como jugador. No teníamos relación personal pero sabía quién era, por supuesto.
Sabía que era un buen jugador.
Entonces, como hemos dicho, también tuviste interés en el fichaje por la cercanía a Valencia, ya que por
entonces ya tenías relación con aquella ciudad, ¿verdad?
Sí, ya estaba casado, llevaba ya casado dos años y teníamos nuestra casa en Valencia, y a la familia aquí
también. Entonces vi la cercanía a Valencia como algo positivo.
¿Recuerdas cuál fue tu primera impresión cuando llegaste a Murcia?
Bueno, mis suegros me habían hablado muy bien de Murcia porque habían ido de viaje de negocios, y me
hablaron muy bien de la comida, de la huerta... Tenía muy buenas referencias de cómo era, de cómo se
vivía allí, del clima... Recuerdo llegar a la ciudad y ver que era un sitio muy tranquilo (¡Qué tiempos! pienso
mientras escucho a Rogers). Mi mujer estaba muy a gusto. Recuerdo que iba andando al mercado para
comprar fruta y verduras frescas... Estaba muy bien (risas).
¿Y del Palacio, qué sabías?
Bueno, pues me dijeron que había un nuevo pabellón que estaban construyendo, que íbamos a jugar en el
pabellón nuevo, pero nosotros estuvimos entrenando en el otro más pequeño. La primera vez que vi el
grande, yo pensaba "¿cómo vamos a llenar esto?" (Johnny y yo nos reímos al unísono). Mi primera
impresión fue que era demasiado grande, la verdad. Pensaba "¿Cómo vamos a sacar ventaja de campo en
este sitio tan grande? ¿Cómo lo vamos a llenar?". Es lo que pensaba, de verdad, porque vi un pabellón
precioso, pero era enorme. El primer partido lo jugamos contra Andorra, lo recuerdo muy bien, y Andorra
entonces era un buen equipo que tenía a Villalobos, a los Llorente... Ellos vinieron a casa a cenar con mi
mujer y conmigo y estuvimos charlando...
BasketMe – Pedro Serrano Solana
91 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Ah, ¿sí? ¿Los conocías?
Sí, porque jugué con "Jou" (Llorente) y con Quique (Villalobos), y vinieron a cenar. Mi mujer ya conocía a los
Llorente, pero no conocía a Quique, y Quique entró a casa y se fue a la cocina, y se puso a abrir armarios
preguntando "¿qué tenemos para cenar?", y mi mujer se quedó muy cortada, diciendo "¿Pero quién es
éste?" (Nos reímos, menudo cachondo mental que es Villalobos). Quique, Quique era...
Él ya había jugado en Murcia unos años antes, ¿te lo dijo?
Sí, me lo dijo, creo que jugó en Murcia cuando estaba de entrenador Moncho Monsalve.
Bueno, entonces, el día del primer partido contra Andorra, cuando saliste y miraste alrededor y viste
cómo estaba el Palacio, dirías: "esto no es como yo pensaba", ¿no?
Sí, bueno, yo recuerdo que salimos... Puede ser que fuera el mismo día del partido o un día antes, cuando
entramos al pabellón por primera vez, y no pudimos entrenar allí. Por entonces yo era muy maniático, tenía
muchas manías... (Johnny resopla). No estaba contento porque yo necesito tirar mucho y entrar mucho a la
canasta para sentirme cómodo, y... (Vuelve a resoplar). No estaba muy convencido con el nuevo pabellón.
Había mucho polvo... Lo normal cuando acaban una obra y eso, pero aquel pabellón tan grande, no...
¿Cómo vamos a tener ventaja de campo aquí? (Mientras escucho a Johnny resoplar y hablar con cierto
reparo de la nueva instalación murciana, pienso en los pisos nuevos y vacíos, cuando entras a vivir y tardan
un poco en pasar de ser simples y frías viviendas, a ser un hogar. El Palacio se convirtió en el cálido hogar
del CB Murcia y de su afición en un tiempo récord. Johnny prosigue con los lamentos de aquel día). ¿Cómo
vamos a llenarlo? Pero vinieron bastantes para aquel primer partido (unos 7000 de un aforo total de 7500),
y yo creo que como empezamos bien, poco a poco vino más gente. Recuerdo que ganábamos los partidos,
entrábamos en el vestuario, y después salíamos otra vez al centro de la pista a saludar. Había una unión
muy bonita con la afición, y bueno, al final vi que el pabellón no se nos quedaba grande, estaba muy bien.
(De pronto me viene a la mente el "flash"; recordaba perfectamente ese año, recordaba las grandes
victorias y la gran asistencia de público, pero había olvidado por completo esa costumbre que impuso la
afición y que los jugadores del equipo acogieron con entusiasmo. En este instante siento una mezcla de
alegría y de nostalgia. Años después, aquella costumbre todavía no ha podido volver al Palacio). Claro, es
que el Príncipe de Asturias se nos había quedado pequeño (Johnny asiente, "sí, sí"), y luego, como bien
dices, la gente respondió muy bien y fue creciendo la asistencia hasta llenar casi siempre. El equipo
además de ganar, es que dio espectáculo. Hace poco entrevisté a Oleart y me dijo que fue la única vez en
su carrera como entrenador, en que a veces había tenido la sensación de estar viendo los partidos en
lugar de dirigirlos. ¿Lo notabais vosotros también? (Johnny se ríe).
No, bueno, él trabajaba mucho, había mucho trabajo ahí, sobre todo a nivel mental. Yo me lo pasé muy
bien con él, dentro del campo y fuera también. Fuera del campo, aprendí cómo jugar a... ¿Cómo se llama
ésto? No es "la pocha", es el otro, que juegas por parejas...
¿El mus?
Sí, el mus. Jugábamos al mus con él, pero eso es otra historia... (Risas). Pero él hizo muy buen trabajo
porque sabía cómo llevarnos a todos y era muy positivo, siempre muy positivo. Él nos decía, "venga, que
vamos a ganar esto". El otro equipo quizá tuviera una plantilla superior, pero Oleart siempre nos transmitía
confianza y nos decía "vamos a ganarles". Sabía cómo manejar a Anderson, a Martin y a mí. Nos sabía
manejar con sus bromas, con bromas nos daba el mensaje que quería. Detrás de sus bromas siempre había
un mensaje.
Oleart me decía de vosotros tres, de Anderson, de Martin y de tí, que además de tener talento erais muy
buenas personas. Es importante que los integrantes de una plantilla, además de saber meter la pelota en
el aro, sean buenas personas y tengan valores. ¿No? Que exista compromiso, implicación, generosidad…
Claro, claro... Es muy importante porque las temporadas son muy largas y estás como en una familia. Ves a
todo el mundo muchas horas al día y son nueve meses. Si no eres buena persona, las cosas no van a salir
bien. Puedes tener buenas épocas o malas, pero estábamos juntos demasiado tiempo y al final ves cómo es
la gente de verdad. En ese equipo no había celos ni envidias, todo el mundo estaba junto y cada uno
trabajaba por los otros. Si Xavi Sánchez no hace su trabajo, si Maiol, Moya, Piñero, Pedrera, Bustos... La
gente, recuerdo que todo el mundo hizo su trabajo y estaban preparados para salir cuando tocaba.
Entonces yo vuelvo a lo de siempre, que creo que el entrenador necesita tener unas cualidades
especiales como "gestor de personas", de un grupo, y debe ser casi un psicólogo, tener empatía... Eso fue
un gran mérito de Oleart, imagino, y no es que me dijera que no dirigía, sino que había veces que la parte
práctica la teníais muy clara y él no tenía que decir nada.
Sí, claro, él sabía cómo llevar al grupo, ¿sabes? Con buen rollo, decía las cosas para que nadie pensara que
era mejor que otro... Él podía hacerlo, porque es un maestro en este tema.
Bueno, pues volviendo a algunos de los grandes partidos que hicisteis, ya me has nombrado el partido
contra el Tau, del que nos acordamos muy bien todos los aficionados... Tengo que decir que hubo
momentos en los que no pude ni mirar a la pista, porque me daba un infarto. Tú fuiste muy importante
muchas veces durante el año, pero en aquel partido lo fuiste aún más. ¿Lo recuerdas?
Sí, lo recuerdo porque yo no iba a jugar, estuve toda la semana que no podía ni vestirme. De verdad, estaba
muy mal y pensaba que sería imposible jugar.
¿En serio? No tenía ni idea, y si en aquella semana lo supe, se me había olvidado por completo.
Sí, sí, yo no iba a jugar por mis dolores en la espalda. Me infiltraron para jugar el partido. Estaba muy, muy
mal de la espalda y recuerdo que no podía ni vestirme. No supe que iba a jugar hasta que llegué al
pabellón. Pensé, "lo voy a intentar", y poco a poco fui yendo bien. Sí, recuerdo que fue uno de los partidos
BasketMe – Pedro Serrano Solana
93 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
favoritos de mi carrera, este partido contra el Tau. Primero, un partido de tanta emoción, y luego ganar a
un equipo fuerte como ellos, fue muy bonito.
El mejor partido que he visto en directo en mi vida... Y menos mal que estabas jodido, porque vamos,
aguantar 50 minutos a ese nivel, tremendo (Johnny se ríe. Ese día Rogers jugó los 50 minutos y anotó 36
puntos para un 33 de valoración, y su compañero Anderson disputó 45 minutos y anotó 40 puntos para
un 44 de valoración). Espectacular, pero no fue el único partido espectacular que hicisteis. Ganamos al
Real Madrid, que además hubo que remontar, y al Barcelona, y luego fuera en Sevilla, en Valencia...
Sí, sí... Ganamos partidos impresionantes. Es que al final estuvimos muy cerca de meternos en play off,
hicimos una temporada impresionante.
Te iba a preguntar por el final de ese año, porque es verdad que fue una temporada maravillosa y la
recordamos con mucho cariño en Murcia, pero el final fue un poco frustrante. Hubo un bajón y se
perdieron unos partidos finales teniendo un calendario no muy difícil para entrar en play off. Recuerdo el
partido contra Orense, con un arbitraje dudoso... Aquella derrota, ¿fue el principio del fin?
(Al nombrar esa derrota, Johnny resopla de manera sonora, como si aún tuviera la espina clavada o como si
se estuviera acordando del árbitro, tal y como nos acordamos aún hoy en Murcia; responde despacio y con
pausas). Orense... Ganando de ocho y quedando treinta segundos para el final o algo así... Yo también
recuerdo ese partido. Y Orense no tenía mal equipo, era bueno, estaba Armstrong... El partido era nuestro,
pero al final pitaron un par de faltas intencionadas, una técnica...
Aquel partido fue muy triste por la manera de perder en la pista y luego por los incidentes en el exterior
del Palacio... Los ánimos estaban muy exaltados contra el árbitro principal. Creo incluso que el último
triple sobre la bocina que dio la victoria a Orense, no era triple, porque Armstrong llegó en carrera y pisó
la línea de tres (Johnny dice "sí"). Como te decía, ¿esa derrota fue el principio del fin de la temporada?
Bueno, ese partido nos hizo mucho daño, sí, porque perdimos y sentimos que la derrota no era justa por
muchos motivos. Pero, no sé... No creo que fuera la causa de que después bajáramos el nivel... No sé, yo
creo que a lo mejor es que ya no podíamos más, simplemente (risas).
A lo mejor también fue un bajón físico, pero yo creo que en esa situación la cabeza manda mucho y tira
del cuerpo. Por eso decía que esa derrota pudo afectar a la cabeza del equipo...
Bueno, no lo recuerdo bien... Recuerdo aquel partido contra Orense, y luego que no jugamos bien algunos
partidos al final, partidos que tendríamos que haber ganado. Pero nada, no fue por falta de ilusión ni fue
por falta de esfuerzo, es que seguramente las cosas no salieron.
Una pena. Eso no ha empañado el buen año y el buen juego que se hizo, pero en aquel momento, cuando
te ves ahí arriba a poco del final y lo tienes en la mano y se te escapa... Bueno, pues al final acaba la
temporada y ¿qué pasa? ¿Pensabas en volver cuando te fuiste?
Yo quería quedarme, la verdad, quería quedarme porque estaba muy a gusto, pero no... No lo sé, quizá no
hubo mucha voluntad de... Yo con Valverde tenía muy buena relación, pero no... Yo ví cómo tocábamos el
techo, y era muy difícil porque recuerdo que Oleart me llamó y me dijo, "mira, estamos ofreciendo esto...",
y yo sé que lo que me ofrecían era un esfuerzo para el club, pero no sé, no estaba convencido de cómo
podrían salir las cosas. Había algo, pero no era claro lo de los patrocinadores y demás, no estaba tan claro,
pero sí, yo tenía una oferta de renovación. Bueno, oferta concreta no sé si me llegó, pero sí. Y con Oleart,
con la gente del club, con Valverde, con Barceló, con Miguel Ángel Pérez... Estaba muy bien con ellos, son
amigos. Vi a Valverde y a Coello en la Copa del Rey del año pasado... Pero no recuerdo exactamente qué
pasó, seguramente es que no vi tanto futuro.
Qué pena, porque con vosotros tres otro año más...
Sí, sí, fue una pena. Yo recuerdo que queríamos seguir. Estuvimos hablando Michael (Anderson), Bobby
(Martin) y yo, y los tres queríamos seguir, pero no llegaron las ofertas que esperábamos, y Bobby fue el
único que se quedó. Pero sí, con los tres otro año y un par de piezas más, sí, la verdad...
Te fuiste a Cáceres, y ahí sí que estabas lejos de Valencia, ¿no?
Sí, sí, me fui a Cáceres al final... (Risas). Y bueno... (Johnny pone cierto tono de lamento). Tampoco fue una
mala temporada, pero sí, estaba a gusto en Cáceres, tengo que reconocerlo. Estaba muy bien con mis
compañeros y nosotros también estuvimos bien viviendo allí, pero era otra cosa.
He estado mirando tus números, y creo que la temporada que hiciste en Murcia ha sido la mejor de tu
carrera en España, ¿puede ser?
Sí, por eso, porque jugaba muchos minutos. Por números puede ser que sí (Johnny se detiene un segundo
para decirle "hola" a alguien, y prosigue). Creo que tuve mejores números en Italia, pero en España puede
ser que el de Murcia fuera mi mejor año en cuanto a números.
(Por los sonidos que escucho al otro lado de la línea telefónica, intuyo que Johnny tiene gente cerca a la
que atender aunque él no me lo diga). No te quiero entretener mucho más, únicamente, ya para acabar,
¿tenías algún lugar, algún rincón en Murcia que te gustara frecuentar?
Sí, sí, siempre íbamos al centro para comer. Había una pizzería a la que íbamos mucho...
¿La Tarantella, en la plaza de San Juan? (Recuerdo que esa pizzería, que aún hoy sigue funcionando, se
convirtió aquel año en una subsede del CB Murcia. No era extraño ver a algunos componentes de la
plantilla cenando allí tras los partidos y saludando a todo el que se les acercaba).
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95 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Sí, sí, La Tarantella. Sí, íbamos allí... Pero también tenía otro sitio favorito, el Palacio de los Deportes (risas),
ese era mi sitio favorito, desde luego, con la sala de pesas, la cancha y eso. No, pero sí que hay un sitio del
que aún hablamos, un sitio de arroces... La mejor paella que hemos comido nunca fue en ese sitio, donde
nos llevaba el presidente siempre. Espera un segundo, espera... (Escucho a Johnny saludando alguien y
hablando, y mientras espero, pienso en la importancia de lo que me acaba de decir teniendo en cuenta que
vive en Valencia. De broma, pienso en una crisis mundial, porque Johnny Rogers acaba de reconocer
públicamente que la mejor paella no se come en Valencia, como toda la gente piensa, sino en Murcia. Lo
siento por nuestros vecinos y amigos valencianos, pero no es la primera vez que escucho algo así). Pedro,
perdona, dame treinta segundos más (Johnny sigue hablando con alguien. Ya vuelve). Sí, era un sitio de
arroces que estaba yendo a la montaña, y ahora hay otro al lado del Palacio de los Deportes.
Sí, los Arroces de Segis, tiene mucha fama. Pero oye, si esto se lee en Valencia, que dices que la mejor
paella te la has comido en Murcia... (Risas). Aunque no es la primera vez que lo oigo.
Sí, sí, sí (Johnny repite la afirmación muy seguro y decidido). Mi mujer también lo dice (Pienso, "no hay más
que hablar", y me río). Y yo también lo digo, es verdad, es impresionante, impresionante. Hay gente a la
que no le hace gracia, pero es verdad, es la mejor paella que hemos probado nunca en cualquier sitio.
Bueno, pues muy bien, sí señor. Johnny, ya lo dejamos, muchas gracias de nuevo por tu presencia aquí.
Pues nada, Pedro, llámame cuando quieras si necesitas algo.
Nos despedimos y casi antes de colgar, ya oigo a Johnny hablando con más personas. He podido
comprobar lo atareado que está y también la gran predisposición que ha tenido con esta entrevista, cosa
que le agradezco mucho. Rogers y yo hemos vuelto sobre un año mágico que pudo tener continuidad, pero
que al final se quedó en eso, en un bonito recuerdo, en unos días llenos de baloncesto, de emoción y de
alegrías.
Nombre: John Bernard Rogers
Lugar y fecha de nacimiento: California (Estados Unidos), 30 de diciembre de 1963. Tiene nacionalidad
Española.
Posición y altura: Alero, 203 cm.
Trayectoria: Se forma en La Quinta (California), y juega en la Universidad de Stanford primero (81-83), y de
California Irvine después (84-86). Es elegido en el Draft de la NBA con el número 34, segunda ronda, por
Sacramento (1986). Juega dos años en los Kings y en Cleveland Cavaliers, antes de dar el salto a España en
1988: Real Madrid y luego al Valencia. En 1991 se va a Italia: Milán, Varesse y Forli, a razón de un año por
club. En 1994 vuelve a la ACB con el CB Murcia. Después Cáceres, Valencia de nuevo, y más tarde Grecia:
desde 1997, dos años en Olympiacos y tres en Panathinaikos. En 2002 retorna a España y disputa su última
temporada profesional en Lleida. Entre su palmarés hay que resaltar las dos Euroligas ganadas con
Panathinaikos (99/00 y 01/02), y su debut con la Selección Española en 2000.
Los números: Johnny Rogers fue titular en los 38 partidos que jugó con el CB Murcia, anotando 23 puntos y
capturando 7 rebotes por encuentro en nada menos que 39 minutos. La valoración media de Rogers en
Murcia fue de 22 puntos. Sus números en el total de su trayectoria en ACB tampoco son malos: promedió
16'6 puntos y 5'8 rebotes por partido.
Johnny Rogers con la camiseta del CB Murcia en 1994.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
97 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Edu Piñero
Recordemos otra vez al CB Murcia en su año más espectacular, a aquel equipo que consiguió
alinear varios planetas y que, a pesar de no poder rematar la faena entrando en play offs (creo
sinceramente que lo mereció), nos hizo disfrutar como nunca y nos regaló muchos buenos momentos.
Hablamos de la temporada 1994/95, a veces referida por los aficionados como "el año de Anderson". De
sobra está demostrado, y en esta misma serie de entrevistas lo hemos visto, que aquel fue algo más que el
año de un sólo jugador, aunque citemos como referente nada menos que al "enano" (así lo llamaba Quini).
Sin duda Anderson fue muy importante, pero también lo fueron Oleart, Rogers, Martin, Xavi, Quini, la
afición murciana, el Palacio de los Deportes... Y cómo no, el protagonista de hoy, "el cuarto americano" del
equipo en cuanto a anotación se refiere: Edu Piñero. Piñero fue uno de los grandes descubrimientos de
aquella temporada, aunque él, pasados los años, se muestre sorprendido por mi llamada: "¡No me lo
esperaba!", me dice incrédulo. Opino que su testimonio es necesario en este aniversario, porque un
servidor llegó a gritar "¡Piñero Selección!" en varias ocasiones. Me alegro mucho de haberle localizado.
¿Edu? (Al principio oigo unos ruidos).
¡Pedro! ¿Cómo estás? ¿Qué tal va todo? (de pronto Edu contesta a la llamada con voz enérgica y risueña;
ya de entrada se muestra como un tío campechano y alegre). ¿Cómo estamos? Es que no se oía bien en el
pabellón, que estaba entrenando con los chicos.
Nada, hombre, no te preocupes. Muchas gracias por tu tiempo...
De nada, joder, no me lo esperaba... (Risas). Mira, tenía aquí a un aficionado, que vive aquí en Sitges, que
venía cuando estábamos nosotros jugando ahí, cuando estaban Michael Anderson y Johnny Rogers...
(Ahora Edu imita el tono de voz de un aficionado "flipando" por su encuentro casual): "¡Tío! ¿Tú eres el Edu
Piñero? ¡Joder tío! Si yo iba a veros al Murcia, si no sé qué y no sé cuántos...". Y hacía años de eso, que es
verdad, que me acordaba de él, pero... Y vive aquí en Sitges, imagínate...
¡Ah! Que el hombre es de Murcia y vive allí...
Sí, sí... Se vino para aquí a vivir, y nada, vive aquí en Sitges y es amigo de mi cuñado y todo. Le dice a mi
cuñado un día, "Tío, ¿éste no es el Edu Piñero?", y mi cuñado le dice que sí, y el otro... "¡Hosti! Si éste
jugaba en el Murcia, el Edu Piñero, que tal, joooooder..." (Otra vez imita el tono de voz del aficionado; nos
reímos). Flipaba, flipaba... Me puse a hablar con él y me dijo que tenía vídeos de nosotros, de los partidos.
Bueno, ¿y tú qué tal? ¿Cómo va todo?
Pues mira, aquí, muy bien. Me he liado con este tema del 25 aniversario del CB Murcia...
Pero, ¿qué pasa? ¿Un año en ACB y otro en LEB o qué? (ahora Edu adopta un tono de regañina cariñosa
hacia el club; nos reímos). ¿Así vais a estar todos los años o qué?
En esas estamos, se ve que lo llevamos en la sangre.
Pues estuve viendo al equipo por la tele a principios de diciembre (cuando grabé esta entrevista, aún
estábamos en la temporada 2010/11). Echaron el Murcia contra el Xacobeo en Marca TV. Vi los primeros
cuartos, cuando estaba el Murcia ahí y tal. Hombre, el entrenador que tiene es bueno, hay que decirlo.
Luís Guil. ¿Lo conoces?
Sí, bueno, lo he seguido y tal, cuando estaba en Fuenlabrada y todas estas cosas, lo conozco un poquillo. Es
buen entrenador, es un tío cañero. Pero bueno, el Xacobeo también tiene muy buen equipo y... Llevaban
una dinámica de no perder ningún partido, y eso, quieras o no, se nota, ¿eh? Eso da alas (risas).
Os pasó más o menos a vosotros también, en tu primer año aquí, ¿no?
Claro... Es que cuando vas con esa dinámica, que vas ganando partidos, que tienes buenos americanos y
todo... Es que tener buenos americanos es muy importante. Tener dos buenos americanos que la sepan
tocar, en una LEB de éstas, es mucho, ¿eh? Lo que pasa es que también depende del dinero... (Piñero se
queda pensando unos segundos). Y Valverde y esta gente, ¿siguen o qué?
(Como veo que Edu está un poco desconectado, le cuento los avatares del club en los últimos años). Pues
nada, quería que recordáramos aquellas dos temporadas. ¿Cómo fichaste por Murcia?
Pues fue porque yo había tenido a Oleart en el Granollers, y mi agente me habló del Murcia, y bueno, pues
encantado de volver a ACB. Yo estaba en Bilbao, y hombre, también estábamos pendientes de si
ascendíamos por el tema económico y eso, pero al final se fue todo para atrás y tenía ofertas de ACB, y la
del Murcia... Pues con Oleart de entrenador y con la plantilla que había... Tener a Michael Anderson y
Johnny Rogers, pues eso fue lo principal, y bueno, también porque tenía veinticuatro años y ganas de jugar
y de intentar hacerlo bien. Salió muy bien el primer año, salió muy bien el primer año... (Piñero repite la
frase pero la segunda vez noto cierto tono de lamento; antes de indagar en eso, insisto en el primer año).
Ese primer año tuyo salió espectacular.
Sí, sí, y bueno, ese primer año fue importante para mí. Yo estaba creciendo a nivel personal, individual, y a
nivel colectivo pues haciéndome un poco con la gente de allí, de la ciudad y todo, pero luego al final el
segundo año se truncó todo un poco (es evidente que Edu tiene en la cabeza algo pendiente del segundo
año, se pone serio y parece que no se resiste a llegar; sin embargo, resopla y no quiere explicarlo). Las
circunstancias no las voy a contar, porque me da exactamente igual.
Cuando fichas por Murcia, dices que es en parte por Oleart y en parte también por jugar en ACB...
Sí, por todo, y porque estaba muy bien. Yo lo que quería es volver a jugar en ACB y creo que trabajé muy
bien los dos años en Bilbao. El último año me salió muy bien y ellos me querían renovar ahí en Bilbao.
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99 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Estaban pendientes del dinero, de si dos o tres años y, a ver, no salió la opción al final y me decanté por
Murcia. También estaba por ahí Valencia...
Y cuando llegaste, ¿qué te esperabas encontrar? ¿Qué conocías de Murcia?
Bueno, pues sabía algo por alguna gente, pues lo típico. Vas hablando con gente de allá, y algunos que
conocía que ya habían estado, como Paco Martín, como Ibáñez, que también lo conocía de cuando estaba
en Granada... Bueno, pues también por Martín de Francisco, que era un tío que también estaba con mi
agente, y me aconsejaron de ir a esa ciudad: que era una ciudad que estaba muy bien, que la gente se
vuelca en el baloncesto... Y todo eso para mí fue importante también.
¿Qué te pareció el ambientazo del Palacio de los Deportes?
(Edu resopla). Es que eso, eso te daba alas. Cuando venían el Barcelona, el Madrid y todos estos, tener ahí a
ocho mil personas... Eso era increíble. Increíble. Y aparte es que el pabellón era alucinante, alucinante...
Alucinante. Y la gente... No, es que yo creo que fue el mejor año que ha tenido el Murcia en ACB, no sé... El
primer año que estuvimos nosotros ahí, fue de lo mejorcito. No sé si anteriormente, o luego después, han
tenido... No lo he seguido mucho después porque me desvinculé bastante.
Hombre, a nivel de números, la temporada 2007/08 fue igual en clasificación, pero no es igual. Y
anteriormente, en 1992, tuvimos un año muy bueno con Kea, McPherson, Torres, Nacho Suárez…
¡Ah! Sí, sí... No lo recordaba. Pero nuestro año fue espectacular, porque también estrenabais el pabellón y
estas cosas, y bueno, una pasada.
Sí, es que te iba a decir que en todo lo que rodeó a aquella temporada 1994/95, y en cuanto al juego, los
grandes partidos que vimos... Yo creo que nunca lo he pasado tan bien viendo baloncesto.
Bueno, bueno... Y aparte es que ganamos al Barcelona, al Madrid, al TAU que venía de ganar la Copa del
Rey, y ganamos ahí al Perasovic, al Pablo Laso... ¡Buah! Fue algo espectacular. Y bueno, que estuvimos a
punto de entrar en... Que no sé qué pasó en los dos últimos partidos, y nos podríamos haber metido entre
los ocho primeros y jugar competición europea y todo, pero bueno, perdimos los dos partidos contra León
y Lugo y al final nada (Edu demuestra su buena memoria con esas dos infaustas derrotas).
Tienes buena memoria. Te decía yo en el mensaje lo de tus 27 puntos en Sevilla porque me sonaba que
fueron 27, y lo he comprobado: efectivamente, anotaste 27 puntos en Sevilla. Menudo partido hiciste…
Sí, un partidazo, un partidazo... No, si ya te digo, es que fue toda la temporada y hubo varios partidos que
jugué muy bien. Jugué muy bien en Valencia y contra Lugo... No sé, hubo muchos partidos... Pero sí, ese (el
de Sevilla), en ese fui elegido el mejor jugador de la jornada según la revista Gigantes. Fue un año perfecto,
y aparte, teníamos unos americanos que, si sabías... Tenías a Michael Anderson, que era un jugador que
aglutinaba juego, y a Johnny Rogers que también aglutinaba juego, y Bobby Martin que al final fue dueño y
señor de los rebotes, dentro de la zona era una pasada, y te tenías que aprovechar de eso, ¿no? Era eso,
¿no? Nada más. Si eres un poco listo, ahí te tienes que... No ibas a tirar a lo mejor muchos tiros, pero los
que ibas a tirar, los tenías que aprovechar.
(Aunque entiendo lo que quiere decir, el hecho de que Murcia tenía tres americanos que además de ser
muy buenos, se lo hacían más fácil a los demás, me hace gracia la modestia y la sencillez de Piñero
cuando afirma que "te tenías que aprovechar de eso, era eso, nada más", como si lo pudiese hacer
cualquiera). Hablando con Quini sobre esa temporada, él reivindicaba un poco la labor del equipo. La
clave estuvo en todo el bloque, ¿no? Lo más importante es que cada uno asuma su rol.
Sí, sí, exacto. Yo creo que, el primer año, teniendo los americanos que teníamos, sabíamos lo que había.
Estaba claro y todos asumíamos que nosotros éramos un complemento para ellos, y a base del trabajo que
hicimos todos desde el principio de temporada, al final se dieron buenas sensaciones. Jugadores... Pues
bueno, Xavi Sánchez, Quini García, Ramón Moya o yo, pues yo creo que aportamos cosas al equipo, ¿no?
Claro, cada uno asumiendo su papel, cumpliendo con su tarea.
Claro... A lo mejor Oleart decía, "a éste hay que defenderlo", y tú, pues tenías que salir a defender. "Tú
defiende al Perasovic, que no reciba, que tal..." (Edu imita el tono del entrenador), y tú tienes que asumir el
papel en esos momentos. Si tú quieres jugar, está claro que tienes que hacer el trabajo que te pide el
entrenador, y eso es lo que se intentaba. Que luego en ataque te puedes aprovechar de los partidos, pues
te aprovechas, y el día de Unicaja metes tres o cuatro triples, y luego el día del Manresa metes otros tres o
cuatro... Pues bueno, circunstancias de un contraataque, una buena defensa o un robo de balón. Pero
bueno, sabíamos que los tres americanos que teníamos eran casi el ochenta por ciento del equipo.
Tú eras el cuarto americano, ¿no?
Bueno, mi primer año fue espectacular, y aparte, Michael, Bobby y Johnny me trataron super bien. Es que
además eran personas excepcionales, era todo. A mí lo que me extrañó es que al año siguiente todo eso se
fuera al traste, que sólo quedase Bobby, pero bueno. Fíjate, Anderson se fue al Caja San Fernando y jugaron
la final de la liga, o sea, que fíjate.
Ahora hablando de las cosas que tú aportabas, recuerdo que grabé el partido que emitió TVE contra el
Barcelona en Murcia (100-93), y cuando volví a ver el partido grabado, me hizo gracia el comentario que
hizo Mario Pesquera sobre ti. Habló de un partido muy igualado que jugaste contra él y que se decidió
con un tiro tuyo: "y en el último segundo desde una esquinita, Piñero, triple, y para casa".
Sí, sí... Yo jugaba en el Español y metí los puntos en el último segundo (Edu se ríe). Tenía diecisiete años, o
dieciocho recién cumpliditos, y fue contra el Forum de Valladolid, que además nos jugábamos el jugar los
play offs de descenso en ese partido importante y al final los tuvieron que jugar ellos... Y hostia, ahí en el
último segundo recibí un balón, me giré y la metí, así sin mirar (nos reímos). Y bueno, aparte jugué muy
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101 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
bien. Luego estuve los últimos partidos jugando y nada, muy bien, muy bien... Y me acuerdo que estaba ahí
Mario (Pesquera), y estaba Arturo Seaga, Samuel Puente y toda esta gente... Pues ya ves (Edu resopla y se
ríe). Madre mía...
Es que tú eras un "killer", macho, y además es que sin torcer el gesto. Recuerdo que te veíamos, "mira al
Piñero", y tú corriendo, o sin correr, o anotando o como fuera, siempre estabas con la media sonrisilla...
No, a ver, lo importante es divertirse en esto y aparte fue... Para mí el primer año y el comienzo del
segundo, o sea, es que me divertí. A ver, jugar en ACB es algo increíble y con 24 años, imagínatelo, y estás
saliendo de titular y eso te da confianza... Y luego la gente, ver un pabellón con seis mil o siete mil personas
y que metas un triple y que... ¡Ueaaaaaaah! (Edu imita el rugir de un Palacio de los Deportes de Murcia
lleno; recuerdo ese rugir tras un triple de Piñero y aún se me ponen los pelos de punta). Hostia, pues eso es
lo que te motivaba, eso es lo que te motivaba... Y luego eso, la dinámica del equipo era buena y tenía
buena gente al lado, buenos jugadores americanos y los jóvenes que éramos, pues fenomenal.
Oleart me decía que había veces que no tenía que decir nada…
Es que el ritmo era increíble. Yo, ya te digo, salvo los años que estuve en Granollers, o cuando estuve en
Fuenlabrada en LEB... Pero, hostia, el año ese, el primer año... (Edu resopla). Es que, aparte, ya te digo,
Johnny... Es que los americanos, encima, tenían ganas de entrenar, ¿entiendes? Que mira que eso es difícil
(nos reímos), que encuentres unos americanos así. Johnny era un tío super profesional, y Michael igual.
Terminaba el entreno y el tío se quedaba a tirar sólo allá, y Bobby era su primer año y quería demostrar, y
luego la gente joven, que éramos nosotros, con ganas e ilusión. O sea, se dio un compendio ahí que salió
todo muy bien.
¿Fue un error no renovar a los americanos al año siguiente? ¿Cómo lo visteis desde dentro del grupo?
No, hombre, yo me hubiese... Yo pensaba que... (Edu busca las palabras). Yo no sé ni lo que costó Howard
Wright ni lo que costó Corey Crowder. Hombre, Crowder, pues ya ves, un jugador que estaba en el
Barcelona, y Wright, uno de los mejores 4-5 de la liga cuando estaba en Andorra y en la Peña...
Baratos no serían.
Hombre, no eran malos americanos, lo que pasa es que como ya conocíamos tanto a Johnny como a
Michael, pues ya la dinámica era diferente y tampoco teníamos un base... Trajeron otro base, o sea, que
no... (Piñero hace una mueca, un sonido como de lamento). No sé, yo creo que ahí hubo unos... Si había
que apostar, pues si se hubiese apostado por ellos, ten por seguro que se hubiese hecho mejor temporada
que en su primer año, ¿eh? Se hubiese hecho mejor. A lo mejor con algún nacional más, con un 4 o alguna
cosa de estas, seguro que se hubiese hecho mejor. No puedes hacer buena temporada y casi deshacer todo
el equipo, o sea, la parte fundamental que eran los americanos, pero bueno, es igual, yo ahí no tomaba
decisiones, tenía otro año más de contrato, el primer año me salió muy bien, me llevaba muy bien con la
gente y todo... A lo mejor no se tendría el mismo dinero, o no se tenía lo que pedirían los americanos, está
claro. A lo mejor Sevilla y Valencia, o no sé si fue a un equipo griego donde se fue Johnny...
Johnny se fue a Cáceres.
Eso, no sé... Bueno, pues a lo mejor allí le dieron mucho más dinero y entonces si te dan más dinero, pues a
lo mejor los tres o cuatro años que le podían quedar a Johnny quiso aprovecharlos, porque tiene una
familia y es normal, ¿no? Pero bueno, que yo hubiese pujado lo máximo para seguir teniéndolos y ya está.
Luego la estructura del equipo varió al año siguiente (hablamos de la temporada 1995/96) y ahí, ya...
Allí ya cambió bastante la cosa. Fue un año difícil.
A ti personalmente no te venía bien el cambio, ¿no? Porque ya con Crowder...
No... Bueno, empecé muy bien, ¿eh? Los siete u ocho primeros partidos estaba entre los máximos
anotadores, pero luego las circunstancias cambiaron un poco y ahí... Pues lo que tienes que hacer es seguir
entrenando y ya está.
¿En los primeros partidos asumiste el rol que se supone que le tocaba a Crowder, de anotador exterior?
Sí, bueno, no... No, a ver, creo que yo había terminado muy bien el primer año, tenía muchas ganas con la
experiencia que ya había cogido y empecé muy bien en esos siete u ocho primeros partidos, y al final, por
circunstancias que pasaron ahí, no salió bien todo. Estuve bastantes minutos... Después de estar el año
anterior jugando 25 minutos, pasar a no jugar nada, estar partidos de cero minutos, pues duele. Te duele,
pero tienes que asumirlo y ya está. Lo fui asumiendo poco a poco, y sabía que se estaba acabando mi época
en Murcia y ya está, se acabó y punto.
El equipo empezó bien pero luego se lesionó Soler (Edu asiente con un "uhm") y la cosa se torció...
Es que, no sé... Es que ya te digo, fueron unas circunstancias extrañas. Ya te digo, fue una cosa, que es que
no le quiero dar vueltas. Fue una época jodida para mí, fue muy duro, porque de estar ahí para empezar a
sacar la cabeza y ser un tío importante en ACB... O sea, no un jugador ahí "buaaah", no, pero para ganarte
la vida, porque en el fondo lo que quieres es eso también, con 24 ó 25 años quieres ya... Crees que ya es el
momento de hacerte un poco como jugador de ACB y bueno, empecé bien el segundo año, los primeros
partidos entre los máximos anotadores y de pronto, pues eso, ahí recibí un palo fuerte y psicológicamente
me fastidié bastante. Luego también estuve lesionado dos meses con el dedo y ya no era lo mismo, cuando
salías ya tenías la presión de hacerlo bien porque si no, no jugabas, claro. Además es que hubo partidos que
no jugaba, claro, me tiré tres o cuatro partidos sin jugar ni un minuto.
Hay que ver... Con el paso del tiempo te recuerdo bien en el primer año, pero en el segundo...
Sí, pero ya te digo, fue un cúmulo de circunstancias: cambiar los americanos, gente nueva y bueno, luego
pues ya hay varias cosas, es que... Cada uno tiene una forma de ser, cada persona que viene tiene una
BasketMe – Pedro Serrano Solana
103 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
forma de ser, los egoísmos y los egocentrismos y todas estas cosas, aparecen, y bueno, a mí eso no me
gusta. Yo soy una persona normal y corriente, me gusta ser amigo de mis amigos e intentar hacer lo mejor
para el equipo y ya está. No soy un tío que haya sido avasallador o algo, no soy un tío que quisiera más, "yo,
yo, yo..." (Edu imita el tono de una persona egocéntrica), yo soy un tío de equipo y punto, lo que pasa es
que algunos no me entendieron y otros sí.
(Reflexiono: es normal que al hablar el pasado, también nos vengan malos recuerdos). Imagino que no
querrás terminar de contar lo que pasó y yo no te lo voy a preguntar abiertamente...
Bueno, ocurrió un problema y debido a lo que pasó me quisieron meter en un problema y no supe en esos
momentos salir. Y bueno, no lo entendí porque no tenía nada que ver, y bueno, es igual, pasó y ya está. Fue
duro para mí porque era un año importante, ¿me entiendes? Y recuerdo que había tenido ofertas después
del primer año, ofertas de la Penya, del Taugrés, del Unicaja... Si hubiese querido, me hubiese ido a equipos
más potentes que iban a jugar competición europea y tal, y bueno, pues oye, tenía un segundo año pero
algunos me ofrecían pagarme la rescisión del contrato y todo.
Claro, porque tú fichaste por dos temporadas.
Sí, yo firmé por dos años, y aparte me dijo el Valverde: "si haces una temporada como ésta, te firmo ya de
por vida, y no sé qué y no sé cuántos..." (Edu imita a un Valverde entusiasta y dicharachero. Nos reímos). El
Juan... Si ya te digo, la gente, estupenda. En esa época fue increíble, yo me lo pasé muy bien, es una familia
super... Es que yo no puedo hablar mal de ellos, al contrario, no puedo decir nada malo, al contrario... No
sé luego lo que ha pasado, me desligué totalmente porque el segundo año fue muy duro para mí y para mi
familia, y aparte tenía la hija recién nacida y fue un cúmulo de cosas, de esto que dicen que a lo mejor la
hija te viene con un pan debajo del brazo, y fue al final fue todo al contrario (resopla). Muy jodido.
Entonces, cuando te acuerdas de Murcia, recuerdas...
El primer año (Edu Piñero se apresura a contestar con decisión). Lo del segundo, olvidado totalmente.
Como si hubieras fichado un año nada más.
Exacto. Yo, el segundo año para mí no existió. No existió para nada, y me duele, ¿eh? Salí dolido de allá
porque no entendí nada, pero bueno, para mí, yo me quedé con mi primer año, con la afición, con la gente,
con la directiva que se comportó conmigo super bien... Para mí, firmé por un año. Hay que acordarse de lo
bueno, de lo malo hay que olvidarse, punto, ya está. Es que remover mierda no sirve para nada, me quedo
con lo bueno: el pabellón, la gente... Hostia, es que iba a tener una hija, es que era todo, buah... Y estaba
jugando y era un tío importante dentro del equipo, y aparte el equipo iba bien y con la gente me llevaba
fenomenal. Pero luego... Es que fue una cosa interna, y bueno, hasta mi mujer con mi hija pequeña y tal,
me decía que alucinaba, pero me quedo con mi primer año, que fue lo mejor que he hecho. Disfruté,
estuve un año jugando fenomenal y ya está. Si no hubiese pasado... Pues yo a lo mejor hubiese seguido más
años en Murcia, que era lo que quería, porque en el fondo es lo que quieres cuando estás viviendo en una
ciudad y estás a gusto allá... Porque aparte es que Murcia es una pasada, estaba muy bien.
Justo a eso iba yo, por cambiar de asunto y acabar con un tema agradable. ¿Qué recuerdas de la ciudad?
Bueno, pues las fiestas del Bando... (Ahí estamos, el Bando de la Huerta y su función como "integrador
social"; nos reímos), y las paellitas que nos llevaban ahí cuando ganábamos partidos el primer año, que nos
llevaban a esas paellitas no sé dónde (intuyo que Edu se refiere a "Los Arroces de Segis": empiezo a
plantearme si cobrarles por la publicidad), las paellas estas de un centímetro, que nos hacían a la brasa y
estaban buenísimas... No sé, la gente... La gente de los bares, de donde vivía yo...
¿En qué barrio vivías tú?
Pues no lo recuerdo, era una de las entradas a Murcia, a la derecha, en un edificio que tenía piscina y
todo... No recuerdo, pero yo luego tenía que cruzar toda Murcia para ir al pabellón. Ahora no sé, no me
acuerdo muy bien, pero recuerdo que íbamos a desayunar a un bar, y con los del bar y los de otro bar, muy
bien... "¡Eh, Edu! ¿Qué tal? ¡Hostia!...", y tal (Piñero imita al del bar). Ya te digo, muy bien. Y luego la peña
que nos reuníamos de los vecinos, encantados. Yo, ya te digo, me acuerdo de ese primer año y el segundo
lo olvido, pero me hubiese gustado seguir muchos más años allá. Me hubiese gustado...
Bueno, y luego ya, después de Murcia, ¿qué tal? ¿No volviste a jugar en ACB?
No, no, ya está. En cinco o seis meses estuve con varios agentes, y ya te digo, de tener un agente que te
prometía el oro y el moro por lo que jugaba al principio, a ver que necesitaba otro agente para aspirar a
más, pero luego, como se torció la cosa y ya no jugaba... Me lesioné... Y, a ver, es duro que te diga un
agente, "me alegro de que te hayas lesionado porque te ha venido bien". ¡Hostia, tío! Que estás cobrando
de mí, ¿cómo puedes decirme eso? Será al contrario, que quieres que juegue más para sacar lo máximo
posible de mí, ¿no?
¿Por qué te dijo eso? No lo entiendo...
Bueno, porque era todo un cúmulo de cosas, era todo una cosa que había... Sí, sí, y eso me dolió. Me dolió
mucho y luego me busqué otro agente, y otro, y al final, bueno, me tuve que marchar y me fui a Alicante.
En Alicante me salió muy bien, y como en Fuenlabrada me ofrecían mucho más, me fui a Fuenlabrada, pero
yo me hubiese quedado también en Alicante porque es una ciudad también estupenda, y fíjate, con el
presidente y el gerente que teníamos allá, muy bien, me salió muy buena temporada.
Luego te fuiste acercando a Portugal, te fuiste a Huelva y de ahí diste el salto al país vecino, ¿no?
Sí, Huelva y después Portugal, tres años fenomenales. En Huelva, ¡Bufff! Un gran equipo, pero sacaron a
Juan Llaneza, que no lo tenían que haber sacado porque yo creo que en esa época era uno de los
entrenadores de LEB importantes, pero bueno, tomaron la decisión porque las cosas no iban bien, y...
BasketMe – Pedro Serrano Solana
105 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Juan Llaneza, ¿el Director Deportivo de Sevilla ahora?
Sí, sí, exacto, del Cajasol. En ese año creo que Juan quería cambiar al base, y al final no lo cambiamos
porque parecía que era el tipo importante del equipo, pero yo creo que ese americano nos hundió. Y lo
aguantaron hasta final de temporada, ¿eh?
¿Y en Portugal?
Ahí, tres años muy bien, fenomenal. El último año en Beleneses, en Lisboa, me dijeron que me quedara allí,
porque no tenían nada de gente para las bases, no trabajaban nada y bueno, yo me estaba sacando el título
de entrenador y me dijeron si quería trabajar allá. Y mira, no me hubiese importando, pero lo que pasa es
que también, mi mujer y mi hija me dijeron, "si te vas... Ja, ja... ¡Au!" (Nos reímos). Así que me vine para
acá, encontré un trabajo en un puerto deportivo, y nada, fenomenal.
O sea, que te retiraste allí, en Portugal.
Sí, sí, con 32 años ya terminé. Bueno, con 32 como profesional, que yo he estado jugando hasta el año
pasado. He estado jugando en Copa Cataluña para subir a EBA, o sea, que... He estado ahí, y con buenos
números y todo, y físicamente estoy bien. El año pasado me ofrecieron ser entrenador del equipo, y bueno,
decidí que sí. Ahí estamos, entre los tres primeros, a ver si hacemos los play offs para subir. Me están
yendo bien las cosas como entrenador (Risas).
¿En qué equipo?
En el Club Básquet Sitges, en Copa de Cataluña. Es como la Segunda Nacional de aquella época. Hay dos
grupos, y hasta la semana pasada íbamos primeros, pero perdimos la semana pasada. Hay que resurgir otra
vez, pero bueno, para ser mi primer año llevando a un Junior, está bien, muy contento.
Me alegro mucho. Y oye, con gente de Murcia, ¿mantienes el contacto?
No, nada, nada... Es que... Con Johnny tuve un tiempo que tuvimos relación, con la mujer, porque nacieron
los hijos y tal, y luego ya te digo, la última vez con gente de Murcia, el señor este que te decía al principio,
que venía a vernos, un aficionado. Pero es que el segundo año salí escaldado, y me dije, "desconecta de
esto porque no puede ser bueno". Es que yo soy muy sencillo y no me gustan los problemas. Si hay
problemas me largo, y que los tengan otros, yo no. Me gusta disfrutar del baloncesto, es un deporte
magnífico, increíble, y ya está.
Entonces imagino que no sabías que la temporada pasada era la del 25 aniversario del CB Murcia, ¿no?
No, no, no lo sabía. Totalmente...
Edu Piñero y yo seguimos hablando de Murcia y de la gente como Xavi o Quini, que se quedaron a
vivir aquí. Edu me dice, "¡Claro! Si es una ciudad que está de pu... Que está muy bien, vamos". Nos reímos.
Desde luego se nota la sencillez y el sentido del humor del personaje, y a pesar de que durante la entrevista
combina el tono de excitación por recordar su primer año y el de tristeza por los hechos del segundo,
confío en haber recuperado para Edu, principalmente, los buenos recuerdos. Le agradezco sus triples, su
cara de felicidad cuando los enchufaba y miraba a la grada, y el tiempo que me ha dedicado quince años
después para rememorarlos.
Nombre: Juan Eduardo Piñero Vázquez
Fecha y lugar de nacimiento: 2 de enero de 1969, Barcelona.
Posición y altura: Escolta, 194 cm.
Trayectoria: Cosme Tolda de Segunda División, 1985. En 1986 debuta en ACB con el Español, donde juega
tres temporadas. En 1989 juega en 1ª-B con Hospitalet y en 1990 se marcha al Granollers de ACB, con José
María Oleart. En 1992 Piñero se va al Bilbao de Primera B. En 1994 vuelve a ACB con el Murcia por dos
temporadas, y en su primer año firma números de escándalo para su edad. Sin embargo, Edu ya no volvería
a jugar en ACB: de Murcia al Llobregat de EBA y ese mismo año a Alicante en LEB. Luego Fuenlabrada y
Huelva, también en LEB, y más tarde juega sus tres últimos años en la liga portuguesa: Atlético Queluz,
Madeira Funchal y Beleneses. Actualmente es entrenador en el Club Básquet Sitges.
Los números: Los de su primer año en Murcia fueron espectaculares: fue titular en 31 de los 37 partidos
que jugó con el club rojiblanco, con 28'5 minutos y 11'7 puntos de media por encuentro. Su valoración fue
de 8'9 y obtuvo unos porcentajes de tiro más que significativos: 41% en triples (encestaba 1'5 triples por
día, siempre caía alguno en la hucha), 58% en tiros de dos y 70% en libres. En el segundo año sus minutos
en pista se reducen a 18 por partido en los 28 encuentros que jugó. Fue titular en 12 de ellos, anotó una
media de 6'2 puntos y sus porcentajes bajaron especialmente en el triple (30% de acierto). Sumando todo,
Edu Piñero jugó 65 partidos con la camiseta del CB Murcia, anotando 9 puntos en 23 minutos de juego.
Edu Piñero se dispone a lanzar un tiro libre, con Crowder al fondo y el Palacio lleno.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
107 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Xavi Sánchez
Vamos a recordar en esta entrevista un buen cacho de la historia del CB Murcia, que abarca nada
menos que doce temporadas, casi la mitad de la existencia del club. Esos son los años del Gran Capitán,
Xavi Sánchez, murciano de adopción (leridano de nacimiento), y ahora entrenador ayudante de Luís Guil en
el equipo de su vida, y que llegó a nuestra ciudad de la mano de José María Oleart en 1994. Su carrera se
fue afianzando en Murcia al poco de llegar y aunque tuvo que salir del equipo durante un par de
temporadas –jugó en Girona-, pronto volvería a coger el estandarte del club hasta hacerse parte de él. Año
a año, partido a partido, el gran capitán ha demostrado su calidad, su sencillez y su capacidad de trabajo.
Ha sido el embajador de Murcia para “los nuevos”, el ejemplo dentro y fuera de la pista, el cohesionador
del equipo en el vestuario y el ídolo de la grada. La entrevista que vais a leer fue grabada en otoño de 2009,
a principios de la temporada que concluyó con el último descenso de categoría. Xavi acababa de volver a las
filas del CB Murcia dos años después de una triste e improcedente salida del club en 2007. Luego, con Paco
Guillem como Director Deportivo y con los nuevos propietarios del club, se le ofreció el regreso para echar
una mano al equipo en la medida de sus posibilidades, que aún eran muchas. Dado que la entrevista es
reciente y que en ella hicimos referencia obligada al pasado de Xavi en el CB Murcia, he considerado
oportuno incluirla en esta serie sobre el 25 aniversario eliminando las cuestiones que eran actualidad en
aquel momento, como el partido que había enfrentado días antes a Murcia contra Obradoiro, o la terrible
paliza recibida en Alicante. Mejor olvidar esa parte de la historia, por ahora.
Xavi, tú llegaste en el año 94 siendo entrenador José María Oleart. ¿Fue Oleart el que te trajo a Murcia?
Sí, si no recuerdo mal fue con 19 años. Fui a jugar una liga de verano con León. Oleart ya me conocía de
antes, porque yo había estado en la cantera de Granollers y él estaba en el primer equipo, en su etapa
anterior. En ese momento León me hizo una oferta para jugar allí, y al mismo tiempo llegó una oferta de
Murcia. La de Murcia era diferente porque era para jugar directamente en el primer equipo en ACB, y la de
León era para estar en el equipo vinculado en EBA. La verdad es que la oferta de Murcia me atrajo mucho
más, y además estaba Maiol Cisteró, que lo conocía, y Oleart también. En ese momento me decanté por
Murcia y a lo mejor si la oferta llega dos días después no estaría aquí ahora, pero llegó y super contento.
Fue un acierto, ¿no?
Sí, desde el primer año. Fue espectacular llegar a Murcia. Yo, siendo muy joven y sin experiencia en la ACB,
ya poder disfrutar de minutos, siendo importante en el equipo...
Sí, porque además eras el sexto hombre (hablamos de la temporada 1994/95, “la de Anderson”).
Sí, salía del banquillo pero siempre jugaba en todos los partidos una media de casi 20 minutos. Para mí era
increíble, y luego encima el año fue muy bueno, con Anderson, Rogers y Bobby Martin. Todo ayudó: el
clima que se vivía aquí, el primer año del Palacio, todos los partidos se llenaba el Palacio... Era un
ambiente... Era todo super especial. Para mí, con la experiencia que tenía en esto, todo era increíble, todo
era positivo, todo era bueno. La ciudad muy bien, el clima muy bien, la afición, el equipo, el ambiente del
club también era fenomenal...
(Tanto Xavi como yo compartimos el entusiasmo por aquel año, él desde su visión de joven jugador y yo
desde la mía de joven aficionado. Aunque todo lo que vamos recordando de la temporada 1994/95 es
bueno, pongo la nota negativa) ¡Qué pena que no se llegara un poco más lejos!
Bueno, era complicado. Creo que salió todo muy bien, se acertó con los americanos y el objetivo principal
era la permanencia. Pero sí, nos quedamos a falta de dos partidos, que jugábamos en casa...
(Un servidor los recuerda con un lamento). Breogán y León.
Sí, y creo que ganando uno ya nos hubiéramos metido en playoff, pero bueno.
(Sigo lamentándome) Yo creo que es lo que nos falta, ¿no? Partiendo de que el objetivo real sea la
permanencia, Murcia siempre ha buscado la consolidación en la ACB, que no se consigue, y el paso
siguiente que es el playoff... Otros equipos que incluso han estado menos tiempo en la liga, han tenido
un buen año y se han metido en playoff, pero Murcia...
Sí, hay ejemplos de eso, de equipos cuyo presupuesto y objetivo es la permanencia y que han tenido un
buen año y han entrado en playoff. Eso ayuda para consolidar más un proyecto. Ojalá pudiese llegar eso
aquí en Murcia. Seguro que la gente se volcaría mucho más. Eso ayudaría al baloncesto, a que las empresas
apoyasen mucho más...
De hecho, yo creo que el "suelo" que tiene el CB Murcia, que son esos tres-cuatro mil incondicionales, es
un "suelo" muy grande, es una base muy sólida dadas las circunstancias, ¿verdad?
Sí, eso es importante. Lo que pasa es que el Palacio es muy grande también, ¿no? Caben 7500 personas y a
veces los que vienen parecen menos. Pero el ambiente de esa gente que viene es super bueno, porque es
gente que ha venido siempre. Han sufrido los malos momentos, han vivido los buenos y es gente que sabe
de qué va el tema aquí y la verdad es que son incondicionales.
Volvamos con tu carrera aquí. Dos años después de tu llegada el equipo descendió (96/97) y te quedaste.
Se subió, luego se volvió a bajar (98/99) y ya ahí viste que dos descensos eran demasiados, ¿no?
Bueno, fueron dos descensos seguidos y yo ahí tenía 24 ó 25 años. Después del primer descenso yo tenía
contrato y aunque tuve ofertas de ACB, desde Murcia la idea era volver a estar en ACB al año siguiente.
Pero claro, al volver a bajar después... En Murcia estaba muy bien y querían que siguiese, pero salió la
oferta de Girona, que era un equipo que había jugado playoffs, y pensé que era dar un paso más
deportivamente. La verdad es que mis dos años de Girona fueron muy buenos deportivamente. El primero
BasketMe – Pedro Serrano Solana
109 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
llegamos a semifinales de la Copa Korac y fue una experiencia nueva y muy bonita. Y los dos años el equipo
se quedó a las puertas del playoff. Fue muy bonito luchar por esos objetivos.
Y luego, de vuelta a Murcia (temporada 2001/02):
Sí. Aquel año fue el tema de los comunitarios y la Ley Bosman. Tuve ofertas de ACB, por ejemplo la de
Lleida, pero salió la oferta de Murcia y era por varios años. Yo ya estaba con Mónica, y era volver a Murcia...
Las mujeres tiran para casa, ¿no? (risas).
Sí, no, pero ella en ningún momento me dijo nada. Ella estuvo muy bien en Girona y no presionó en
absoluto. Lo que pasa es que era un contrato a tres años, con un proyecto... Estaba Felipe Coello entonces,
y querían volver a la ACB cuanto antes, y además era volver a Murcia, que eso era muy bueno para mí. El
primer año no se ascendió, pero al siguiente, con Galilea, Reynolds, Stacey... Se hizo un equipo realmente
para subir (temporada 2002/03).
Se dice que el ambiente de aquella plantilla era muy bueno, ¿verdad?
La verdad es que sí, muy bueno, fenomenal. Aparte de deportivamente, después de los partidos nos íbamos
de cena, las mujeres se llevaban muy bien entre ellas... Y ese buen ambiente fuera de la pista se traducía
dentro. En muchos equipos puedes tener compañeros, pero de ese equipo yo tengo amigos y lo puedo
decir, porque luego sigues teniendo relación. Eso es importante también de cara al equipo y al juego.
Qué lástima que al año siguiente no hubiera suerte y no salieran las cosas... (Tercer descenso, 2003/04).
Sí, ese no fue un buen año. Se falló en algunos jugadores clave que se esperaba que fuesen decisivos y no
se acertó del todo. Era el primer año que entró también Polaris, y si el equipo se hubiese consolidado mejor
ese primer año, seguro que se podrían haber hecho grandes cosas después. Al año siguiente en LEB entró
Polaris ya del todo, y se hizo un equipo de garantías para volver a subir.
En la 05/06 se hizo buen equipo, llegó Hussein en diciembre y se volvió a ascender. Luego, el año del
reencuentro con la ACB (06/07), tú empezaste jugando pero luego no rascaste bola ¿Qué tal fue?
Sí, fue un año complicado. No es como este año (hablamos de la temporada 2009/10). Yo este año sé el
papel que puedo tener desde el principio. Moncho me lo dejó claro desde el inicio, pero eso con Hussein no
sucedió. Era una relación diferente, con Moncho es otra cosa. Hussein no era tan dialogante... Hussein
tenía sus ideas y yo no entraba en ellas, hasta que al final con la lesión de Robles, empecé a entrar y la cosa
me salió bien.
Jugaste mucho y jugaste bien.
Sí, tuve importancia, tuve minutos. Alicante, Valladolid... y luego el último contra Menorca. Al final de la
temporada decido no seguir. Tuve una oferta de renovación, la verdad es que muy buena por parte del
club, a través de Salvador Hernández. Él quería que yo siguiese.
Es decir, que era una oferta más institucional que deportiva.
Sí, cien por cien. Yo me lo tomé así. Quizá el entrenador y el director deportivo que había entonces no
querían que yo estuviese. Directamente no me lo dijeron nunca, pero yo lo intuí porque no se dirigieron a
mí para decirme que querían contar conmigo. Yo veía que era una cosa del club, porque acabé jugando
bien, porque llevaba mucho tiempo en Murcia, porque la gente me quería... Yo se lo agradecí porque la
oferta era buena y era una posibilidad de seguir aquí, pero bueno, lo había pasado mal el año anterior y no
quería seguir en esa situación.
Se puede decir así de claro, que lo pasaste mal.
Sí, lo pasé mal. Cuando no sabes por dónde van los tiros, pues no estás bien. Decidí no seguir y ver por
dónde iban los tiros, y la verdad es que los tiros fueron desastrosos. La experiencia después fue nefasta. Fui
a Torrevieja, de LEB Plata, y cuando hablé con ellos y me presentaron el proyecto, pues era bueno e
ilusionante. Era a largo plazo y cerca de casa, porque no quería mover a la familia. Tuve buenas ofertas de
LEB Oro, pero ya tenía la oferta de Torrevieja. Me la jugué y fue un desastre. Después de cuatro meses el
club desaparece y te quedas colgado a mitad de temporada (temporada 2007/08). Acabé en Santa Pola un
poco de rebote. Al año siguiente igual, a ver si sale algo... Salieron cosas de LEB interesantes y al final acabé
jugando con Archena los cuatro últimos meses, y jugué creo que bien. Eso sí fue una experiencia bonita.
(En este punto, le confieso a Xavi mi infructuosa intención de sumar todos los números que ha
acumulado en Murcia: como las estadísticas de la ACB van por un lado y las de LEB por otro, no resulta
fácil). Xavi, eres una institución del CB Murcia, ¿eres consciente?
Bueno, "institución" suena muy mal, ¿no? Estoy orgulloso por el tiempo y por el reconocimiento de la
gente. Bueno, ahora en algunos casos parece que se me tiene como un ex-jugador. Por la etapa de estar
dos años fuera y ahora volver, parece como que se consideraba que había acabado mi etapa como jugador,
pero yo personalmente me siento jugador. No sé hasta cuándo voy a durar, pero ahora estoy al cien por
cien.
(Lo que acaba de decir parece meditado. Creo que le molesta que haya quien quiera "retirarle" antes de
tiempo. Como es lógico, estoy totalmente de acuerdo con él). Murcia es el equipo de tu vida, ¿verdad?
Pues imagínate, que llegué aquí con 19 años y no sabía ni adónde iba... Son 12 temporadas en Murcia, con
la familia aquí y todo aquí...
Pues ahora me acabo de acordar de una cosa. Recuerdo cuando se consumó el segundo descenso, el
verano que fichaste por Girona, que te encontré en la hemeroteca de la Biblioteca Regional de Murcia
consultando periódicos antiguos, fotocopiando noticias de tu etapa en el CB Murcia...
Sí, lo hice con Mónica. Es una cosa que he intentado hacer muchas veces, ir recortando cosas de partidos,
tener una hemeroteca...
BasketMe – Pedro Serrano Solana
111 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Pero vamos, que en aquel momento no lo hiciste porque pensaras que tu etapa en Murcia había
terminado para siempre, ¿no?
No, hombre. Había pasado mucho tiempo, pero era una cosa que me hacía ilusión, el tener esos recuerdos.
En esos momentos no sabía qué pasaría con mi vida ni si volvería a jugar en Murcia o no. Pero mira, al final
resulta que he vuelto a Murcia, y encantado de estar aquí.
Y con cuerda para rato...
Bueno, físicamente como te digo me encuentro bien, con ganas, y la cabeza la tengo todavía para aguantar
estos trotes. Cuando acabe la temporada valoraremos todo, pero mi idea es seguir luchando a tope y lo que
tenga que ser, que sea para bien. Si es más años, pues más años y si acabamos, pues acabamos. Ahora no
me lo planteo. Quizá hace tres meses, que no sabía dónde iba a ir, pensé que o salía algo o me tenía que
dedicar a otra cosa. Yo puse una fecha tope y a lo mejor cuatro días antes me llamó el CB Murcia.
¡Una señal!
Sí, el destino. Y ahora seguimos aquí.
Rejuvenecido.
Parece una cosa de ciencia ficción en muchos casos. Casi como una película...
Como una película buena.
Sí, claro, como una película buena. Se puede decir eso de quién te ha visto y quién te ve, que tenías la
cabeza en otro sitio y ahora, mira.
Xavi sonríe. Se muestra alegre mientras cuenta el último desembarco en el equipo de su vida, como
el jugador de billar que relata su mejor carambola. Se nota que lo pasó mal en verano aguardando una
oportunidad, casi de manera simultánea al sufrimiento de los aficionados del CB Murcia mientras se
aclaraba el futuro del equipo (hablo del verano de 2009). Al fin, el futuro del CB Murcia se aseguró y poco
después se aseguró el de su jugador franquicia. En eso, Xavi y el CB Murcia también han unido sus caminos.
"El destino", que dice Xavi. Nos sobró la última y repentina salida del gran capitán hace dos años, pero el
destino de Xavi Sánchez es ser jugador del CB Murcia hasta que deje el baloncesto en activo.
Hasta ahí la entrevista que luego se colgaría en BasketMe.com en otoño de 2009 y que hoy hemos
recuperado. Esa temporada, que era la número 25 de la historia del club, acabó con el cuarto descenso de
categoría y con la retirada de Xavi como jugador en activo. Como ya hemos dicho, ahora el capitán sigue en
el CB Murcia, que es lo que debía ser. Lo siguiente que un servidor espera que pase, siguiendo con el
desarrollo natural y lógico de los acontecimientos, es que la camiseta del gran capitán cuelgue muy pronto
del techo del Palacio de Deportes. Qué mejor manera de hacer grande la historia del club, que
homenajeando a sus protagonistas.
Nombre: Xavier Sánchez Bernat.
Fecha y lugar de nacimiento: 7 de enero de 1975, Balaguer (Lleida).
Posición y altura: Escolta, 196 cm.
Trayectoria: Granollers E.B. Juega la 2ª División con Mollet en 92/93 y debuta ese mismo año en el primer
equipo de Granollers en ACB a las órdenes de Oleart. Después el técnico lo llamará para su nuevo proyecto
en Murcia en la 94/95. Debuta con la camiseta rojiblanca en septiembre de 1994, el mismo día en el que se
inaugura el Palacio y permanece en Murcia hasta 1999. El segundo descenso de Murcia le lleva a Girona por
dos temporadas, jugando la Copa Korak. En 2001 vuelve a su ciudad adoptiva por otras seis temporadas. En
2007, después de haber sido relegado al banquillo casi todo el año, tiene oportunidad de ayudar al equipo
en la recta final en ACB y resulta decisivo en la consecución de la permanencia. Luego, el gran capitán se ve
obligado a salir del club y acaba en LEB Plata con Torrevieja. Después juega en Santa Pola (Plata) y en
Archena (Bronce) antes de incorporase de nuevo a las filas del CB Murcia para completar su último año
como jugador en activo. En el verano de 2010 cuelga las botas y se incorpora al banquillo murciano. Desde
hace varios años viene realizando un campus de verano que se ha convertido en un clásico para los jóvenes
jugadores. Otros datos: Xavi fue internacional con la Selección Española sub-22 en 1996, logrando la
medalla de Bronce en el Europeo de Estambul. Ha sido Jugador Nacional de la Jornada ACB en dos
ocasiones, ambas defendiendo la camiseta rojiblanca: en la temporada 1994/95 (jornada 8), y en la
2003/04 (jornada 14).
Los números: Xavi es líder en varios apartados estadísticos del CB Murcia. Ha jugado 12 de las 25
temporadas de la historia del club: 7 del total de 13 que el CB Murcia ha disputado en ACB, y 5 del total de
12 que ha disputado en la segunda categoría. Es el primero por tanto en partidos y en minutos jugados, y
también en recuperaciones, además de ser el segundo en puntos anotados –sólo le supera McPherson-.
Cuatro cracks en el CB Murcia: Xavi, Galilea, Van Lacke y Quique Bárcenas (Fuente: Galilea).
BasketMe – Pedro Serrano Solana
113 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Felipe Coello
Ahora volvemos a retroceder para recordar un montón de cosas de la historia del CB Murcia,
muchas, pero que serán sólo unas pocas en comparación con el enorme bagaje acumulado por el
protagonista de esta entrevista. Hablamos con Felipe Coello, trabajador del CB Murcia desde 1986 hasta
2004, con algún breve paréntesis de por medio. Fijaos que he dicho "trabajador", porque Felipe Coello,
nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1956, Licenciado en Medicina y entrenador de baloncesto, ha hecho de
todo para este equipo a lo largo de los años. En Murcia, para bien y para mal, él ha sido durante mucho
tiempo un "hombre de club", como suele decirse. Coello entra también en una categoría especial, la de
“profesionales del baloncesto que vinieron a trabajar a Murcia y se quedaron a vivir”, que de esos aquí
tenemos unos cuantos: Moncho Monsalve, Quini García, Eduardo Clavero, Xavi Sánchez, Perico Sala...
Felipe y yo nos vemos en la cafetería del Centro Deportivo La Flota, en Murcia, instalación que él
mismo dirige. Antes de entrar en materia, me dice que le gustó mucho la entrevista a Ralph McPherson y
corrobora la historia del primer partido contra el Real Madrid que me contó el de Texas: “Fue así, fue así…
Aquel partido lo recuerdo muy bien…”. Se reclina en la silla con los brazos cruzados, mira al vacío y dibuja
una amplia sonrisa durante unos segundos, pero de pronto cambia el gesto y exclama “¡Bueno!”, como si
ese fuera el tiempo máximo que se permite a sí mismo para recordar los viejos tiempos. Empezamos:
Oyes “CB Murcia”. ¿Qué es lo primero que te viene a la mente?
¿Ahora mismo? Pues tengo sentimientos encontrados, de algo que has ayudado a hacerlo y, como tal, lo
sientes muy tuyo, y por otro lado, pues siempre te queda el mal sabor de boca de la forma en que salí de un
club que creía muy mío. Todavía, con el paso del tiempo, sigo sin entender por qué pasaron así las cosas.
En los últimos días he estado repasando las primeras entradas de tu blog de Internet, en las que relatas
los antecedentes de tu llegada a Murcia y el devenir posterior. Es muy interesante…
Es que realmente el blog me servía un poco para recordar cosas que se me iban borrando del disco duro,
ese fue el motivo del blog. Luego ya ha degenerado…
(Le interrumpo). Bueno, “evolucionado”, mejor, ¿no? “Degenerado” suena un poco mal… (Nos reímos).
Bueno, para algunos habrá degenerado, qué remedio… Pero sí, ha evolucionado a comentar cómo veo las
cosas, ya no sólo en mi ámbito más cercano sino también en el baloncesto en general.
(El blog de Coello es muy seguido por aficionados y profesionales del baloncesto en Murcia). He leído lo
de tu llegada a Murcia, cuando aún no habías terminado la carrera de Medicina.
Sí, la carrera la acabé en Murcia, porque me quedaba una sola asignatura. Lo que son las cosas, que nunca
pude encontrar el momento adecuado para terminar mis estudios hasta hace realmente muy poco. Yo
estaba ligado con la Medicina porque tenía un tío, que ya murió el pobre, que tenía una clínica maternal, y
yo trabajaba con él, pero desde los dieciocho años estaba entrenando. Cuando me surgió la posibilidad de
venir a entrenar a Murcia, no lo dudé. Igual que unos años antes había salido otra opción de venir a la
Península, cuando me vino la de Murcia, por diversos motivos personales, porque mi situación personal no
andaba muy estable, pero no por motivos profesionales porque yo tenía trabajo, y además de ser ayudante
del Tenerife llevaba la escuela deportiva municipal de Santa Cruz, pues creía que era una buena
oportunidad para cambiar de aires y ver otras cosas. Y bueno, me vine para seis meses y llevo ya aquí
veinticuatro años.
Casi nada… ¿Y qué tal fue esa reunión que cuentas en tu blog…? (Felipe me interrumpe sonriente).
… de la que mi suegro se quiso escapar cuando me vio… (Se ríe. Felipe habla de Juan Valverde, propietario
y fundador del club, con el que se reunió en otoño de 1986 en Tenerife aprovechando el partido que el
Juver Murcia debía jugar en la isla, para tratar su posible fichaje por el equipo murciano. Más tarde, en
1988, Coello se casó con la hija de Valverde).
¿Por qué se quiso escapar Juan Valverde?
Porque dice que me vio llegar con un chándal que no le gustó mucho, y trataron de huir en el momento en
que me vieron. Yo venía de entrenar…
¿Qué llevabas? ¿Qué chándal era ese? (Curiosidad).
Pues uno clásico, de aquella época, y se conoce que no le gustó mucho a mi suegro, que luego con el
tiempo me ha reconocido que intentó huir de aquella reunión (risas).
(Me imagino la situación, debió de ser buenísima. Es cierto que en los 80, por lo general, los chándal eran
bastante feos, con esa textura y esas combinaciones de colores fucsia chillón, verde pistacho, amarillo
fluorescente y azul turquesa). Allí estaban Chano Méndez y Juan Valverde, ¿verdad?
Sí, y al final se dieron las circunstancias para que yo viniera aquí.
Ese día te proponen venir a un equipo casi nuevo, que sólo tenía un año de vida.
Sí, un equipo que era colista, que había jugado el año anterior en Tercera División y que había subido a 1ª-B
al comprar los derechos federativos del Logos de Madrid, con dos americanos y que, bueno, como todos los
clubes que empiezan en el mundo profesional, había sufrido mucho para dar sus primeros pasos. El
entrenador que trajeron no había conseguido victorias, que al final es lo que nos piden, y decidieron hacer
el cambio estando en Tenerife. Yo esa temporada estaba ayudando a Moncho (Monsalve) en Tenerife, y les
propusieron mi nombre en una conversación, y bueno, se decidieron. Yo ya tenía experiencia, había
entrenado en esa 1ª-B durante cuatro años, y había entrenado incluso en División de Honor durante dos
años. Y bueno, me lo proponen, y me pareció que era una buena oportunidad. A los entrenadores canarios
BasketMe – Pedro Serrano Solana
115 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
nos cuesta mucho dar el paso de salir de las islas y aclimatarnos a cómo se ve y se siente el baloncesto lejos
de nuestras islas. Yo entonces di el paso adelante, que luego sirvió para que otros tomaran ejemplo.
¿Qué te encontraste cuando llegaste a Murcia? ¿Qué club había?
Un club muy joven, con ganas de hacer cosas. Ellos tenían por entonces una vinculación con Maristas, que
era el núcleo, el centro neurálgico del baloncesto en Murcia. Me encontré el pabellón Príncipe de Asturias
con un piso sintético verde, que me acuerdo de él, y muy poquito ambiente de baloncesto a nivel de
medios, que seguían poco al baloncesto, pero luego el campo se llenaba en cada jornada.
Pues entonces el seguimiento mediático sigue siendo igual de deficiente, ¿no?
Sí, eso no ha cambiado. Desgraciadamente. Yo lo he comentado muchas veces, que eso es algo que va en
nuestra cultura. Y digo “nuestra” porque después de tantos años, Murcia es un poco mía. El baloncesto nos
interesa mucho a unos pocos y al resto no les interesa nada. O eso parece al menos.
Eso creen ellos, los medios.
Desgraciadamente.
Bueno, pues en tu primer año el equipo se salva.
Nos salvamos en la última jornada en Córdoba, ganando al Cajasur, que además fue muchísima gente de
Murcia a aquel partido.
Allí se vivieron momentos de tensión muy fuertes, ¿verdad?
Sí, no se pasó bien porque el público se puso muy exaltado. Me acuerdo que incluso tuvieron que decir por
la megafonía del pabellón que la Federación había comunicado que no iba a haber descensos, para que la
gente se relajara un poco. Fue una situación dura, pero guardo buen recuerdo del grupo humano y de
aquella primera experiencia y eso me animó a seguir. Firmé dos años más como entrenador: 87/88 y 88/89.
Sin embargo, en la 88/89 no empezaste la temporada como entrenador.
No, porque el año anterior habíamos hecho un buen equipo y caímos en el play-off de ascenso en Tenerife.
Recuerdo que Russell Cross, que quizá sea por historial y por prestigio el mejor jugador que ha pasado por
Murcia, no estaba bien físicamente, iba prácticamente cojo, y cuando llegamos a ese play-off se puso malo
del estómago. Caímos, y la verdad es que me dejó muy tocado esa situación, y llegué a un acuerdo con el
club. Al año siguiente, además, queríamos avanzar en el club, queríamos hacer más club y empezamos a
formar el entorno de la cantera. Se trajo a Ary Vidal y a Paco García.
Ese año fue muy bien…
No, la verdad es que ese año no fue bien... (Felipe me corrige. Reflexiono: para mí, recién llegado al
baloncesto, ese año había sido muy bueno; así lo recordaba a pesar de la desilusión del play-off de ascenso
contra Orense. Sin embargo, hoy me entero de que el año no fue bueno para los que ya sabían de qué iba
este tema. Curioso). Ese año no fue bien porque Ary no terminó la temporada. Venía de entrenar a Óscar
Schmidt y compañía y se encontró con gente diferente, con un equipo de 1ª-B, con Paco Solsona, Quique
Azcón…
Pero él lo sabía cuando vino, ¿no?
Bueno, pero no es tan fácil asimilarlo luego, cuando vienes a entrenar a este nivel. Esa temporada terminó
entrenando Paco García, y Orense nos ganó el play-off de ascenso. Era el segundo ascenso que perdíamos.
Me acuerdo de aquello. Y al año siguiente empezó Paco García como entrenador.
Sí, hizo cuatro partidos, dos victorias y dos derrotas, y Juan y la directiva decidieron volverme a poner de
entrenador. Yo no podía decir que no en aquel momento, porque yo estaba en Murcia para entrenar.
Habíamos hecho un equipo muy bueno para ascender y bueno, el año fue casi perfecto. Digo “casi” por el
famoso tema de Esteban Pérez. Pero a nivel personal y deportivo es quizá el año del que mejor recuerdo
guardo. Ascender fue fácil porque éramos muy superiores al resto de equipos. Terminamos segundos en la
liga regular, y Cajamadrid fue primero. A Cajamadrid lo eliminó un sorprendente Llíria, y luego León eliminó
a Llíria y subió con nosotros, Murcia como primero y ellos como segundo equipo.
Después, el primer año de ACB, que fue una pasada…
Hubo momentos buenos y malos, pero para mí también lo fue. Volver a la élite a ese nivel era una
experiencia muy buena.
Al final se estropeó un poco y el sistema de aquella ACB era distinto, muy lioso…
Sí, encadenamos varias derrotas seguidas y el sistema era complicado, pero guardo buenísimos recuerdos
de aquellas temporadas en ACB. Con muy poco hicimos muchas cosas, con pocos recursos económicos,
básicamente con Juver, patrocinador y dueño del equipo y con las ayudas oficiales.
La temporada de Kea y McPherson, que comenté con Ralph, estuvimos muy cerca…
Sí, ganamos en León y luego nos ganaron aquí por un punto, con jugadas controvertidas. Hicimos muchas
faltas al final y no pitaron ninguna, y nos metieron un triple al final. En el tercer partido en León nos
ganaron fácil, y encima televisado. Llegamos un poco tocados… Pero nunca hemos estado tan cerca de
jugar competición europea, y con un equipo muy justito. Teníamos muy pocos jugadores profesionales y
chavales de la cantera. Hacíamos encaje de bolillos con los jugadores...
Pero pasaba en casi todos los equipos, ¿no? Ves las estadísticas y varios se chupaban todo el partido.
Pero creo que Murcia tenía un quinteto titular muy potente.
Sí, era buen equipo.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
117 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Qué pena, y de qué manera se perdió…
El arbitraje…
A ti te abrieron un expediente, ¿No?
A mí me han abierto muchos (risas).
Ah, yo recuerdo sólo uno (me río).
Me han abierto más. Siempre he hablado más de la cuenta, era difícil callarme, pero pienso que las cosas
hay que decirlas y más si las sientes.
Es que todos los equipos nos quejamos, pero aquí hemos visto y seguimos viendo algunas cosas que…
Sí, a nosotros hubo una época en la que se nos puso el sambenito de que éramos un equipo muy protegido
a nivel de la Federación, cuando jugábamos a nivel federativo, y luego nos pasaban el recibo a nivel de la
ACB. Y yo creo que es verdad. A nivel de la Federación no es que hayamos sido protegidos, sino que
siempre hemos tenido buenos equipos y nos hemos ganado el respeto, pero luego, por las razones que
sean, las competiciones en ACB han sido pelear con palicos y cañicas contra monstruos muy grandes, y con
independencia de nuestros recursos, nos han hecho mucho daño.
Después de siete temporadas seguidas en ACB, entramos en las subidas y bajadas (le expongo a Felipe mi
visión del CB Murcia como un caso único en España, el del equipo que más veces ha subido y bajado).
Subidas y bajadas, sí. Hay otros equipos igual en los últimos años, pero nosotros lo vivimos desde hace más
tiempo. Lo que pasa es que hemos hecho equipos muy buenos en competición FEB, hemos competido bien
y jugado buen baloncesto, y luego cuando llegábamos arriba los recursos económicos han sido escasos.
Hemos tenido que hacer verdaderas obras de arquitectura, malas, por los resultados, evidentemente, pero
hemos sacado equipos en esa competición.
¿Sería Murcia, pues, el más claro ejemplo de la gran diferencia entre la ACB y la LEB Oro, y también con el
resto de competiciones, a nivel de exigencia económica y estructural?
Bueno, ahora mismo nada más tienes que ver que tras el descenso del CB Murcia a LEB, la Comunidad de
Murcia no tiene ningún equipo en categorías inferiores hasta 1ª División Nacional. Durante otros años
hemos tenido equipos en EBA cuando no estaban las LEBs, en LEB Bronce... Pero no existía el desfase de
ahora. Es por el problema económico, pero también es por la mala gestión de los clubes. Por la ilusión de
querer competir, se han visto sumergidos en una situación que luego ha sido muy difícil de compatibilizar
con estar varias temporadas seguidas. Yo recuerdo que, salvo el caso de Archena durante un buen número
de años, que se atrevió a jugar LEB Bronce, ningún otro club de Murcia ha podido ayudar en la formación
de jugadores jóvenes.
¡Qué pena! Pero podemos llorar por un ojo, porque aunque a nivel profesional no haya equipos que
suban y bajen tanto como el CB Murcia, al menos Murcia siempre vuelve. Hay equipos que hicieron
buenos años en la élite, bajaron y ya no volvieron. Y nosotros aquí estamos, que no nos mata nadie...
Sí, hay ejemplos así, como Huelva...
Andorra, Llíria, Salamanca, Cantabria, Gijón, Cáceres...
Sí, correcto... Cáceres ahora parece que vuelve, pero León, por ejemplo, parece que está también mal... Es
una situación complicada.
Murcia resiste.
Murcia resiste porque tiene un número considerable, entre tres y cuatro mil aficionados, que son
auténticos fieles del baloncesto desde la época del Príncipe de Asturias, ¿no? Se ha ido transmitiendo de
padres a hijos y es sin duda el segundo deporte más seguido en la ciudad, a pesar de que otros, como el
fútbol-sala, hayan conseguido más éxitos.
Volviendo con tu trabajo para el club, has conocido las dos puntas del hilo: has entrenado desde
categorías inferiores hasta ACB y también has trabajado como "constructor" de plantillas. Imagino que te
quedas con el trabajo de entrenador, ¿no?
Sin duda, pero también me gusta el otro trabajo, el de Director Técnico. Me gustaba mucho viajar y ver
baloncesto fuera de aquí. La gente decía que yo fichaba mucho por vídeo, pero no saben lo que yo he
viajado. He viajado mucho y he visto partidos, y he conocido a mucha gente del baloncesto gracias a eso,
pero lo que más me gusta es entrenar en la pista.
Como Director Técnico, ¿de qué equipo te quedaste más satisfecho, una vez completada la plantilla?
(Felipe se detiene a pensar). ¿Con qué plantilla dijiste: "me ha quedado redonda, o casi redonda"?
Creo que el equipo que hicimos en mi último ascenso (2002/03) era perfecto para luchar por eso...
Récord de victorias seguidas en LEB, 14 (el CB Murcia de Guil ya ha establecido un nuevo récord: 16).
Sí, hicimos una vuelta completa.
Y siguiendo con tu trabajo como Director Deportivo, ¿un jugador cuyo fichaje te dejara muy satisfecho?
Bueno, hay varios... Ralph (McPherson) era un jugador al que queríamos fichar, y cuando lo fichamos, nos
quedamos muy contentos. Kea en su momento era un sueño y lo conseguimos. Y luego... Fichar a Rogers,
Martin y Anderson en el primer año del Palacio. Hicimos encaje de bolillos, teníamos lo justo para salir.
Quizá en los últimos años... El fichaje de Galilea era la guinda del pastel, igual que Davalillo lo fue para el
equipo del primer ascenso. A Davalillo lo conocía desde junior. Lo fiché por teléfono estando en Barajas,
antes de volar a Estados Unidos. Hablé con él y lo fiché. A Jota lo quiero mucho. Personalmente, un diez de
tío.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
119 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
¿Y los entrenadores que han pasado por Murcia?
Pues he tenido suerte, he trabajado con buenos entrenadores en Murcia: Oleart, Paco García, Ary Vidal...
Hayan estado más o menos tiempo, he aprendido de todos ellos.
(Pienso en otros entrenadores que Felipe no ha nombrado. Le recuerdo algunos de ellos y, casualmente,
eso nos lleva de nuevo a hablar de las peores temporadas del CB Murcia. Hablamos de la 1998/99 y de la
2003/04, y tratando de recordar a los jugadores, me confundo y los mezclo):
Yo también me lío, son tantos años que me hago una albóndiga que no veas...
¿Recuerdas aquellas declaraciones tan fuertes de Juan Valverde, respecto de una de esas plantillas? Me
molestó el tratamiento que se le dio a Juan por parte de la prensa nacional, sacando las declaraciones de
contexto. Aunque en la forma no estuvo acertado, tenía toda la razón del mundo para explotar...
Sí, es que Juan ha vivido esas situaciones como algo muy suyo... se ha mezclado un poco todo (Felipe se
para unos segundos a pensar). Las dos temporadas previas a estos dos equipos que comentamos, que en
las dos veníamos de ascender, yo creo que me había ganado el derecho a seguir un año más de entrenador.
Y a lo mejor, lo mejor para el club hubiese sido que yo no siguiera, porque si yo no hubiese sido el
entrenador, cualquier otro entrenador que no sintiera el club como algo suyo, como lo sentía yo, hubiese
hecho o hubiese obligado al club a hacer otras cosas económicamente hablando que yo entendía que no se
podían hacer (Felipe dice esto despacio pero con decisión, como si hubiese reflexionado mucho sobre ello).
Las implicaciones emocionales, eso que llaman ser un "hombre de la casa". Eso tiene cosas buenas...
Y cosas malas (se apresura a añadir Felipe). Eso lo sé ahora, con el paso del tiempo.
Cosas malas por el hecho de lo que uno se exige a sí mismo, por sentir tanto al equipo...
Sí, eso fue algo que siempre me reprochó mi suegro, que yo no hiciera las cosas pensando en el equipo sino
en el club, en el entorno y en las cosas que podían pasar.
Este tema tiene dos vertientes, creo: esa que tú dices, de la, digamos, "autocensura" por ser parte del
club, pero también la de ser minuciosamente analizado desde fuera del club, la de estar sometido a un
juicio muy severo para demostrar que estás ahí porque lo haces bien. Eso debe molestar, ¿no?
Pero eso a mí hubo un momento en el que no me preocupa. Mira, Pedro, hubo un momento en el que no
me preocupa porque no hay muchos entrenadores que puedan decir que han subido tres veces a la ACB
con diferentes plantillas y diferentes situaciones. Yo he podido entrenar en ACB, y soy tan feliz como
cuando entreno infantiles (Felipe se para a pensar). Yo creo que a mí lo que me ha faltado, y es algo que lo
comento con los amigos en los últimos años, es haber descubierto el "Prozac" a tiempo (risas), porque
eso... hace tiempo que no lo tomo (risas), pero eso me hubiese dado esa paz y esa tranquilidad para
afrontar las cosas de otra manera.
Bueno, también podrías haber leído a Platón, como dice el libro aquel, ¿no?
Sí, el libro dice "Más Platón y menos Prozac", pero debería de ser al revés (nos reímos). Pero sí, todo eso
me ha molestado pero he vivido con ello. Cuando estás muy entroncado en donde estás, siempre habrá
gente con la que seas muy afín y siempre habrá detractores, es inevitable. El tema es que cuando las cosas
van bien, los detractores no aparecen, pero cuando van mal son los afines los que no aparecen. Hay que
hacerlo muy bien para tenerlos a todos contentos, pero no se puede, es imposible (Felipe dice estas frases
marcando los puntos con golpecitos en la mesa).
Pues nada, veinticinco años ya...
Para veintiséis (puntualiza, y se ríe).
Sí, porque la temporada número veinticinco ha pasado...
Aunque nadie se ha dado cuenta...
Hombre, nadie no, que algunos sí que nos acordamos...
Ya, ya... (Risas). A mí me hace mucha gracia, y creo que contigo lo he comentado alguna vez, y no lo digo
por los dueños actuales, lo digo sobre todo por los políticos locales y regionales, que ninguno se acuerda
del paso que dio un hombre como Juan Valverde para tener el baloncesto profesional que tenemos hoy en
Murcia. En estos veinticinco años es inexplicable que nadie se haya acordado... (Le digo a Felipe que los
aficionados sí que recuerdan que Valverde es el padre de la criatura, pero Coello apunta a otro sitio). Creo
que su carácter le ha pasado factura. Él, como todos los hombres que se han hecho a sí mismos, el que no
se acuerden de que la criatura es suya, a él le duele. Me refiero sobre todo a la prensa y a los políticos, y no
hablo de homenajes y torneos, sólo de un reconocimiento. Ha sido duro, porque cuando alguien se juega su
patrimonio y su dinero... Luego, cuando él vendió la fábrica de zumos tuvo que hacer encaje de bolillos,
llegó a poner su patrimonio en danza para esta historia.
Esas son cosas que se pueden recordar aprovechando el aniversario...
Sí. Creo que han sido veinticinco años en los que ha habido de todo, como en los centros comerciales de
ahora, donde hay cines, sitios para comer, para divertirse, para descansar... Años buenos, malos, regulares,
mediocres... De todo. Nos ha faltado el poso, la base económica y deportiva que le diera a este baloncesto
nuestro algo más que inversionistas de aquí te pillo, aquí te mato.
Esperemos que se den las circunstancias y podáis volver al Palacio, tanto Valverde como tú.
A mí me encantaría ver nuestro mejor baloncesto en directo, que es como mejor se ve, pero bueno, he
sobrevivido. Creí que me iba a costar más, pero bueno, yo guardo muy buenos recuerdos y la memoria es
selectiva. Vas quitando lo que no te interesa y guardando lo bueno.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
121 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
(Le enseño a Felipe los recortes y periódicos que tengo sobre la mesa, como la guía de la ACB 1990/91
que publicó "Don Basquet". En otra revista del año anterior, la del primer ascenso, él aparece como
Presidente y Paco García como entrenador). ¿Y esto?
Las cosas de Juan... Juan es que es un fenómeno (Coello sonríe).
(Seguimos viendo fotos y van saliendo nombres de jugadores). Quini García...
A Quini lo traje yo. Oleart era entrenador y Quini había venido a pasar unas fiestas de primavera o algo, y
sustituyó a su amigo Pedrera. Yo le dije a Oleart, "vamos a ficharlo, si no hay nada más y no tenemos
dinero" (Felipe se ríe, es buen amigo de Quini).
John Ebeling...
Muy buen tío, muy bueno. Lo quería Oleart sobre todas las cosas, igual que el año siguiente con Michael
Anderson. Se empeñó. Yo quería fichar a Bobby Martin porque lo conocía, y él a Anderson. Lo de Rogers
salió de otro modo. Yo estaba en Estados Unidos en casa de un agente, y me llamó el agente de Rogers
para ofrecerlo. Allí, en la terraza del primer agente, hablando con el segundo... (Risas). Me dijo: "¿Vosotros
estáis buscando un cuatro que tire? Tengo al hombre perfecto, a Rogers". Yo le dije que estaba bromeando,
y él me dijo que no, que el jugador quería venir a esta zona...
Pienso que la gran temporada que se hizo cuando se inauguró el Palacio, realmente empezó unos meses
antes con la eliminatoria por la permanencia contra Valladolid. Fue espectacular, la gente se volcó con el
baloncesto. Y menos mal que nos mantuvimos, porque estrenar nuestro Palacio de los Deportes en LEB...
Sí, sí... Ya de antes llenábamos el Príncipe de Asturias, pero es que ese año era ya, que no cabíamos allí. Y al
siguiente, entre la novedad del Palacio y el gran equipo que tuvimos, nos salió redondo. Menudos partidos,
y es que yo me acuerdo de que incluso cuando viajábamos, ir a Valencia y ganar...
Pero fíjate, que creo que al año siguiente, sobre el papel, el equipo era mejor (1995/96). Lo comenté con
Oleart. Parecía que el equipo estaba más compensado y sin embargo al principio se pasó muy mal.
Sí, es cierto. Estaba mejor hecho y no salió tan bien como el anterior. Howard Wright, el segundo año de
Bobby Martin, Corey Crowder, que venía del Barcelona... Y bueno, terminamos salvándonos porque vino el
loco aquel (Felipe se ríe).
Duane Washington.
Sí, salió muy bien.
(Seguimos recordando jugadores y partidos). Me acuerdo ahora del homenaje a Mike Shultz, de aquel
partido que jugamos en 1990 contra el Joventut con ayuda de Norris, que se puso nuestra camiseta...
Sí, Mike Shultz vino a sustituir a Nikita Wilson cuando jugábamos en 1ª-B. Nikita era buen jugador, pero era
más fresco que una lechuga. Cada vez que paso por la Venta del Olivo (lugar de paso y de parada en la ruta
entre Murcia y Albacete), me acuerdo de Shultz. Ese año, con Paco García, no subimos contra Orense, y a la
vuelta paramos y recuerdo estar charlando allí con Mike, a las seis de la mañana, como si fuera ayer. Mike
era un fenómeno. Recuerdo cuando teníamos las oficinas del club en el Paseo de Alfonso X (en la esquina
con Pérez Casas), y recuerdo... (Felipe no puede contener la risa. Se para un segundo y luego sigue
hablando). Mike llevaba dos semanas en Murcia y una mañana se presenta allí con la taza del WC... No con
la taza sino con la tapa... Él llevaba una bolsa grande, y se presenta allí y se pone delante de la mesa de
Daniel Barceló, lo saca y ¡Pam!, le pone el WC encima de la mesa y dice "tengo esto roto" (Felipe imita el
acento americano mientras vuelve a reírse). Y el otro, "¡saca eso de aquí! ¡Saca eso de aquí!", indignado el
tío, con la tapa del WC encima de la mesa (nos partimos de risa). Yo ví el espectáculo desde la otra parte de
la oficina... ¿Y McNamara? Estuvo haciéndose caca encima desde que vino hasta que se fue, dos meses
seguidos (Felipe se parte de risa). Se ve que el agua, o las comidas... Algo no le sentaba bien. Era buen tío e
iba siempre con su anillo de la NBA, que ganó con los Lakers.
Se decía que había actuado en "La Guerra de las Galaxias", haciendo el papel de "Chewaaka"...
Sí, pero eso no se ha podido demostrar...
¿Y Kennedy? Quemó el coche que le dio el club, no sé de qué manera, y lo dejó en mitad de la calle, ¿no?
(Felipe resopla y se ríe). Sí, en La Redonda... Por aquí ha pasado gente de todo tipo... (Se detiene a pensar,
como haciendo balance). Hemos sobrevivido en un mar complicado, pero el núcleo de aficionados que
siguen al equipo desde la época del Príncipe de Asturias, ha ayudado a que el club resista.
Felipe y yo seguimos hablando de otros temas y de pronto miro la hora en mi móvil: Casi noventa
minutos de charla. Se hace tarde. Lo he pasado bien y creo que Felipe también. Aunque diga que la
memoria es selectiva y que sólo se acuerda de lo bueno, es inevitable que al hablar del pasado resurjan
también los malos momentos, como por ejemplo la manera en la que salió del CB Murcia, que es su equipo
y el nuestro. De todos modos creo que las cosas se arreglarán, y tal y como le he dicho al propio Coello,
conmemorar los 25 años del club puede ayudar a que este equipo nos aglutine a todos.
Nombre: José Felipe Coello Fariña.
Fecha y lugar de nacimiento: 25 de diciembre de 1956, Santa Cruz de Tenerife.
Trayectoria: Licenciado en Medicina, Entrenador Superior de Baloncesto e Instructor FIBA. Entrenó al
Náutico Tenerife entre 1980 y 1982, debutando en División de Honor. Luego siguió vinculado al equipo
tinerfeño en la 1ª-B, como entrenador principal y también como ayudante. En 1986 ficha por el AD Juver
Murcia, actual CB Murcia, y durante tres años alterna labores de entrenador y director deportivo en el
equipo murciano. Logra el primer ascenso del CB Murcia estando en la temporada 1989/90, y sigue al
timón en la primera temporada en ACB y en las dos siguientes, a rachas. En 1993 vuelve a la dirección
técnica del equipo. En 1996 entrena al Balneario de Archena, de liga EBA, y en 1997 regresa al CB Murcia en
BasketMe – Pedro Serrano Solana
123 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
LEB, con el que logra el segundo ascenso a la ACB. Se mantiene al frente del banquillo en la máxima
competición, pero el equipo vuelve a descender. Entre 1999 y 2001 sale del CB Murcia, un año en Archena
y otro en Tenerife, para volver al club murciano en 2002. En esa temporada consigue un nuevo ascenso de
manera aplastante, entrena en ACB y el equipo desciende una vez más en un sólo año. El club es
traspasado a la empresa Polaris World en la siguiente temporada (en LEB). Dirige la cantera hasta que es
cesado en diciembre de 2004. Más tarde vuelve a entrenar en Archena, en EBA.
Dos imágenes de Felipe Coello con el Juver Basket Murcia en 1ª División B (1986/87)
Entrevista a Daniel Barceló
Recordemos otra vez casi toda la historia del CB Murcia en la visión de su actual Gerente, Daniel
Barceló, que lo ha sido desde un año después de nacer el club. Todas las posiciones son valiosas para
completar el enorme mosaico de este equipo a lo largo de 25 años, y muy interesante debe ser, por tanto,
la posición de alguien que ha permanecido en el club tras sus muchos vaivenes, tras las idas y venidas de
propietarios en las oficinas y tras los ascensos y descensos en la pista. Daniel Barceló tiene muchísimas
cosas que contar sobre el CB Murcia, y mientras voy al Palacio de los Deportes para hablar con él, sólo
temo no tener suficiente espacio para grabar en el MP3 o que se me quede sin batería en el mejor
momento. Desde que le planteé a Daniel la posibilidad de entrevistarle, él se mostró totalmente dispuesto
y no tuvo problema ni en el día ni la hora. Nada más sentarnos ya se arranca a recordar el pasado: “Yo es
que aquí he tocado todo… Es decir, este club va camino de los 26 y yo de los 25… Entré un año después de
que el club se funde, pero soy socio desde el año 85, igual que toda mi familia”.
Venías del fútbol, ¿verdad?
Sí, yo era el Secretario Técnico del Real Murcia y Juan Valverde era el Presidente. Pardo Cano tuvo que
dejar la presidencia por problemas personales y yo tuve que hacer el equipo en la temporada 1985/86, que
además ascendimos a Primera División. Ese fue mi último año en el Real Murcia después de 20 años en los
que había sido entrenador de todas las categorías hasta llegar a entrenador ayudante en el primer equipo,
haciendo “scouting” y también como Secretario Técnico. En 1985 se funda el Juver. ¿Sabes de dónde sale?
Sí, sí. Lo hemos contado en otras entrevistas… (Empezamos a decir nombres alternativamente: Pedro
Ruíz Morales, Gregorio Serna, González Barnés, Frank Espinosa, Manrique Cos, Santiago García…).
Sí, era gente que había sido siempre del baloncesto en Murcia, que venían de Maristas también… Ellos le
van con la historia a Juan (Valverde), entonces dueño de Zumos Juver, y que ya había patrocinado en
baloncesto al Español de Barcelona. Van con la intención de que Juver sea el patrocinador del equipo
porque el baloncesto siempre había estado en un plano secundario. El baloncesto de más nivel en la región
siempre había estado enfocado más hacia Cartagena, porque venían a hacer la “mili”, venían jugadores y
ellos los metían… (Nos reímos). Y bueno, toda esta gente, que eran unos enamorados del baloncesto y que
habían jugado a todos los niveles, pues claro, tenían un techo y no tenían el potencial para seguir. Juan
(Valverde) se dejó el fútbol en septiembre y aportó una cantidad que en un principio era suficiente, pero
luego aportó más cuando vino Randy Owens. Entonces se da la lucha Murcia-Cartagena porque sólo había
una plaza para ascender. La Tercera División tenía carácter regional y luego estaba la Segunda División...
Al año siguiente se reestructuraron las categorías por debajo de la ACB, ¿verdad?
Sí, se fueron reestructurando las categorías, pero para ascender ese año la competencia era Cartagena.
Ellos habían ganado aquí en la primera vuelta y había que ir a ganarles allí y superar el average. Entonces se
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piensa que falta algo y es cuando aparece Randy Owens para marcar diferencias y hacernos ganar.
Entonces es el “boom” más importante del baloncesto en Murcia. Nos tenemos que trasladar a lo que era
la Murcia del año 85, donde aquí el baloncesto… Y menos un jugador de color, un jugador negro de más de
dos metros… Era una atracción, ibas por la calle y todo el mundo se quedaba mirando. Randy despertó…
Bueno, a los que les gustaba el baloncesto ya estaban ahí, ¿no? pero Randy despertó el interés…
Sí, pero el Príncipe de Asturias recién inaugurado ya se llenaba antes de llegar Randy. Como comenté con
él en su entrevista, él vino a ser la guinda, pero ya había interés por el baloncesto, ¿no?
Sí, se despertó el interés, primero porque se vendió bien, porque se hizo un equipo competitivo para ir
hacia arriba, y luego, porque podíamos tener perspectivas de futuro. Por entonces el Príncipe de Asturias
estaba en sus inicios, incluso los accesos no estaban terminados todavía, y aquello estaba allá… (Acompaña
a las palabras con el gesto típico de levantar el brazo, para significar que algo está en el quinto pino).
En plena huerta. De hecho, no sé si en el 85 todavía estaban las vías del tren en la avenida Juan Carlos I.
No lo recuerdo… Pero vamos, aquello estaba en barbecho, todo lo que era el entorno del pabellón, y ha
sufrido una transformación… Y claro, a aquel pabellón también se le da vida, porque no tenía la actividad
que hay ahora. Se le van haciendo reformas… Y bueno, se habla de que se pretende ascender y buscar lo
máximo en el baloncesto español, y ¿qué ocurre? Que el pabellón se llena. La capacidad del pabellón en
aquella época no sé si eran 1500 ó 2000, porque no estaban todas las gradas que hay ahora, y aquello se
llenaba, y la gente vio que había otro deporte, que no sólo había fútbol aquí en Murcia.
Estábamos muy encasillados por entonces…
Sí, en Murcia había dos espectáculos “vivientes” durante todo el año, que eran el Real Murcia y el Teatro
Romea. Eso es lo que había durante todo el año, y el Real Murcia en deporte lo acaparaba todo como élite.
Había balonmano y hockey… Pero el baloncesto surgió con la esperanza de que podía haber algo más en la
élite del deporte en Murcia. Ese año dejé el Real Murcia, y me hicieron la propuesta de venirme, en el
verano de 1986. Luego, como no salimos de Tercera División, había que buscar una plaza, había que hacer
gestiones para salir. Esas gestiones las llevé yo porque había varios clubes ahí, en la Segunda División, que
económicamente no podían entrar en la categoría, y había un equipo, el Logos de Madrid, con el que
Miguel Ángel Paniagua nos puso en contacto.
El filial del Estudiantes.
Sí, y por entonces el Estudiantes juega la Korak y económicamente le vino muy bien. Llegamos a un acuerdo
económico, y recuerdo que fuimos varios los que firmamos para sacar parte de ese dinero. Fuimos al banco
a pedir un préstamo, fuimos varios del club… Gregorio, Pedro, yo… Y bueno, pues para poder comprar la
plaza fuimos varios a conseguir ese dinero. Conseguimos la plaza en 1ª División B, como se llamaba
entonces, y bueno, pues había que construir el equipo. En esos momentos, la persona que más se movía en
España a esos niveles era Miguel Ángel Paniagua, que fue el primer soporte nuestro en ese aspecto de
introducirnos en este mundo. Ahí empezamos nuestra relación con la Federación, la cual, es una relación…
Nosotros podemos presumir, tanto en la Federación como en la ACB, de estar muy, muy, muy bien
considerados, quizás mejor de lo que estamos aquí… (Risas). ¿Eh? Es decir, la consideración de este club es
la de uno de los clubes serios, importantes, que trabaja bien, que ha funcionado bien y que siempre hemos
estado ahí…
Desde el punto de vista institucional, quizá estamos mejor considerados a nivel FEB que a nivel ACB, ¿no?
Sí, no, pero en ACB también porque saben del esfuerzo… En la ACB, lógicamente, ellos saben los clubes
cómo están catalogados, cuáles son los posibles, ¿no?, entonces se valora tu funcionamiento en función de
los medios que tienes. Es decir, hay clubes que llega el 1 de julio, y a lo mejor tienen 14 millones de euros
para gastar, y dicen, mira, ahí tienes tu cuenta. Nosotros somos unos supervivientes (risas), siempre lo
hemos sido, pero bueno, creo que hay una trayectoria, que somos un club que, en ese aspecto, lo hemos
gestionado muy bien porque hemos optimizado al máximo todos nuestros recursos, y podemos decir que
somos uno de los equipos más saneados.
Por temporadas en ACB también se le tiene que considerar a este club. Uno se pone a ver todo lo que ha
ido cayendo por el camino, y ahí seguimos nosotros, vivos y con opciones de volver (al momento de
hacer la entrevista, aún estábamos en plena lucha por el ascenso).
Sí, pero es que han caído equipos, ¿eh? Han caído… Nosotros estamos ahí porque ya te digo, porque hemos
optimizado al máximo nuestros recursos, hemos sabido tener los pies en el suelo, saber hasta dónde
podíamos llegar… Alguna vez te vas un poquito, porque esto del deporte es así, es decir, es muy difícil
compaginar lo económico y lo deportivo, es difícil… Pero bueno, yo creo que hemos sido un club muy
equilibrado. Hemos tenido nuestros momentos deportivos arriba y abajo, pero por estructura, somos un
club de ACB, y esa es la consideración que se tiene. Nos consideran como tal, como un club de ACB, e
incluso nos han puesto en determinados momentos como ejemplo.
Después de tantos años en el fútbol, ¿qué te parece lo que te encuentras en el 86? ¿Pensabas que el
baloncesto era lo mismo, o que era distinto? ¿Qué te esperabas encontrar?
No me esperaba nada porque no había nada. Había un equipo, pero…
No, pero quiero decir si pensabas que tu experiencia en el fútbol te iba a servir para el baloncesto, y si
luego viste que el baloncesto era otro mundo.
Sí, bueno… Primero, para estructurar el club sí que valía la idea del fútbol, por los diferentes
departamentos. Lo que pasa es que luego, cuando vas a hacer un club y a estructurarlo, tienes que ver
también qué medios tienes para hacerlo. En ese momento la única persona profesional que hay en el club
soy yo, y entonces tengo que hacer de todo amparándome en una serie de personas como las que he
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nombrado antes, pero aparte de eso hay una directiva. Al frente está Juan Valverde como presidente, pero
después hay personas como Enrique Martínez, como Juan Pérez Ferra, Chano Méndez, Paco Marín, que ya
falleció, Manolo Álvarez, Pedro Olmos, Francisco Ruíz, Javi Muñoz, Francisco Alemán, Antonio Albaladejo,
Fulgencio Saura, Manolo Martínez, que era presidente de la Federación Murciana y ya falleció, y Domingo
Navarro que también falleció… Es decir, han pasado una serie de personas que siempre han sido soporte,
apoyo, y con los que nos teníamos que organizar, sobre todo al principio. Por ejemplo, cuando teníamos
que hacer socios, cada uno de ellos iba buscando socios, y cuando había que aportar dinero, pues ellos
aportaban también, en la misma medida todo el mundo… Es decir, había un día a día que llevábamos Juan
(Valverde) y yo, él como presidente, y yo, porque él también tenía que atender a sus negocios,
lógicamente. En el día a día estaba yo, y después Juan, y luego todos los directivos con los que nos
reuníamos todas las semanas una o dos veces. Teníamos una reunión, y si había que adelantar dinero
porque había que pagar, pues bueno, todos… O si había que hacer pólizas, todos firmaban por igual. Ahí no
había… Desde Juan hasta el último, incluso yo en algún momento, también lo hecho. Es decir, se ha
funcionado así, y una de las razones por las que este club ha tenido tan buenos cimientos es por la relación
que ha habido entre las personas que han estado aquí, y cómo han colaborado, y lo que han puesto todos.
En ningún momento ha habido problemas de firmar, de poner incluso el patrimonio propio para solventar
situaciones del club, y luego todos sin excepciones, desde Juan (Valverde) hasta el último, han recuperado
lo que han puesto, aunque claro, siempre se queda algo en el camino. Esa es la base de esto…
Y como te decía, en la práctica, ¿encontraste diferencias entre el fútbol y el baloncesto?
Del fútbol al baloncesto la diferencia está, y en aquella época todavía mucho más, en las personas… Es
decir, llegabas al baloncesto y era otro mundo, sobre todo por la formación de los jugadores, que
prácticamente todos tenían carrera universitaria, y te ibas a la Federación también y era otro mundo. El
fútbol es mundo donde se mueve mucho dinero, y había muchos intereses alrededor, y ahora el baloncesto
abarca mucho más y ha cambiado mucho, y se ha equiparado ya en todos esos aspectos con el fútbol…
Pero yo me encuentro con que había que estructurar un club, y que lo que traía del fútbol, lógicamente me
servía. Había muchas cosas que puedes aplicar, y había muchas cosas también que tienes que adaptar a la
filosofía de este deporte, del baloncesto. Tienes que buscar ese equilibrio, y decir, esto se puede poner o
esto no, o esto se puede poner hasta este punto, y bueno, se fue creando esa estructura de club que ahora
tenemos y que, bueno, que funciona.
Y en cuanto a tu interés por el baloncesto como deporte… Tú llegas desde el fútbol para gestionar un club
que es como una empresa, pero además existe un deporte, el baloncesto, que nos enganchó a todos…
Esto ya no es un trabajo, no es sólo mi trabajo, es una cosa… Hombre, empiezas a trabajar aquí y lo coges
con todo el cariño, porque yo me fui del fútbol por voluntad propia y pude haberme ido a otros sitios… Y
durante esta etapa me he podido ir a otros sitios, a otros clubes, y me han llamado, y… Eusebio Ríos, que en
paz descanse, me quiso llevar a otro equipo de fútbol en el que estuvo, y también tuve opciones de volver
al Real Murcia, pero por lo que tú decías, ya te metes aquí y es un proyecto que nace, y es ir construyendo
algo… Era mirar en Murcia qué hay, y bueno, decir, vamos a hacer esto, y te vas metiendo, y aparte de ser
tu profesión pues ya pasa a ser algo más. Es algo que lo llevas dentro y ya no es que te guste el baloncesto,
es que va más allá de los resultados, de los jugadores… De hecho, ahora echas la vista atrás y ves las cosas
que uno ha hecho, y a veces uno piensa, “estaba medio loco”, ¿no? En determinadas cosas… (Barceló
mueve la cabeza y se piensa sus próximas palabras; prosigue). Este pabellón en el que estamos, se hace por
el baloncesto y por el esfuerzo que hacemos, y porque las personas que estaban en ese momento… Esto
habría sido imposible sin la ayuda de las instituciones, del ayuntamiento y de la comunidad…
Pues a eso quería llegar yo también, a la relación con las instituciones.
Nosotros somos los primeros que abrimos el camino de las subvenciones, del que luego el resto de clubes y
de equipos se han beneficiado. Son muchas las personas de todas las corporaciones, tanto de un signo
como de otro, que han estado por el club, como lo están actualmente, y más en la situación tan difícil en la
que estamos. Sabemos que tenemos su apoyo, que siempre estarán ahí y que ayudarán en la medida de
sus posibilidades, porque hay muchos más problemas que entiendo hay que atender… Pero yo creo que
nosotros también hemos respondido. Y hay algo que quiero decir, porque muchas veces, cuando hablamos,
hablamos del primer equipo, pero hay más… Mira, cuando se hizo esta instalación, a la que cada día vienen
una cantidad de murcianicos desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche a practicar deporte, se
hizo por nosotros. Esta instalación no existiría… A lo mejor existiría otro tipo de instalación, pero no ésta, se
habría hecho otro tipo de pabellón…
Yo lo tengo claro. En su momento se planteó así: con el CB Murcia en ACB y con la norma del aforo
mínimo de 5000 personas, había que construir este nuevo pabellón para el CB Murcia y para la ciudad…
Efectivamente… Llevamos al alcalde a Barcelona, y vino aquí Eduardo Portela… Es decir, hicimos de todo.
Estamos hablando de José Méndez, alcalde de Murcia en esos años, ¿verdad?
Sí, una persona excelente… Manuel Pato era el concejal de Deportes. Todos, todos... Y lo digo ahora porque
son los momentos malos, lo digo por Miguel Cascales (actual concejal de Deportes), como lo digo por
Ramón Luís Valcárcel (actual presidente de la Comunidad Autónoma), como lo digo por Pedro Alberto
(Cruz; actual consejero de Cultura y Turismo), como lo digo por Miguel Ángel Cámara (actual alcalde de
Murcia)… Todas las personas han estado con este club. Cuando tenemos que hacer el pabellón porque la
ACB dice que hay que tener 5000, y esto te lo cuento como una anécdota, hay una moratoria que era de un
par de años, pero cuando nosotros llegamos en 1990, ellos (la ACB) vienen a revisar la instalación. No sólo
la pista, sino que tenemos que tener una capacidad de 5000 espectadores. Pues la noche antes de venir la
ACB a hacer la revisión, me tiré toda la noche con un grupo de personas colocando sillas… Aquello creo que
salió también en la prensa… Cuando llegó la persona a hacer la revisión, dijo, “aquí no podemos pasar”, y
yo le dije, “no, aquí es que la gente entra, y no sale hasta que no acaba el partido” (risas). Llenamos todo el
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Príncipe de Asturias de sillas, fue una noche entera poniendo sillas de la Plaza de Toros, creo que eran, y a
camiones allí… Y yo, mira, a nosotros no nos vais a bajar de aquí. Y decían, “no va a pasar…”. ¡¿Cómo que
no va a pasar?! (Daniel adopta un tono vehemente). Mira lo que le pasó a Llíria, que no le permitieron jugar
en Llíria y se tuvo que ir a Valencia, y tuvo que mover la cúpula del pabellón, meterlo allí para completarlo…
Y yo ahí… Yo había visto cosas, movimientos, y esto yo dije, no, a nosotros por esto no… Y vamos a luchar a
muerte porque esto lo hemos peleado, nos ha costado mucho y es la ilusión de toda una ciudad. Costó
mucho esfuerzo y mucho sufrimiento, y no lo íbamos a perder, y lo sacamos.
El primer año en ACB fue mágico (90/91), pero es que el siguiente (91/92), con McPherson y Kea…
Sí, esa temporada de McPherson y Kea… Clarence Kea fue el máximo reboteador de la liga ese año, y
además con nosotros tiene el récord de rebotes, con 29 en un partido. Pero hay que ver cuando él es el
máximo reboteador en la liga, quiénes estaban también en la ACB, ¿eh? Porque allí estaban Sabonis,
Norris…
Y además con dos metros pelados… Por mucho que pusieran que Clarence Kea medía dos metros, yo creo
que no llegaba a dos metros. Era más fácil saltarlo que rodearlo (risas).
Y cuando se posicionaba, a ver quién lo movía. Y además es que Kea sabía jugar con todo: con los árbitros,
con los contrarios, con los compañeros… Es decir, él manejaba muy bien incluso el entorno, no sólo el
círculo que hacía para que los rebotes le cayeran a él, sino también más allá. Lo manejaba todo.
Totalmente de acuerdo, Kea es uno de los mejores jugadores que hemos tenido la suerte de disfrutar…
Bueno, pues mientras el equipo iba jugando sus primeras temporadas en ACB, el club iba creciendo
también, ¿no?
Sí, en ACB fuimos creciendo más en la estructura, los diferentes departamentos… Ya había una persona que
llevaba la contabilidad, una persona que podía atender al público… Ya no estaba yo solo. Seguíamos con la
ayuda de todos los directivos, que aportaban no sólo económicamente sino también captando socios,
buscando empresas, sponsors… De todo. Fue un trabajo que era lo que le daba fuerza a este club.
También le ha dado fuerza, de cara al aficionado y a la propia historia del club, los grandes partidos que
hemos visto, las gestas que ha completado el CB Murcia, ¿no?
Sí, sí… Hay partidos que son a tener en cuenta, ¿eh? En nuestra primera etapa, hay un partido que nos
jugamos no descender contra Córdoba (Daniel habla de la temporada 1986/87, en 1ª-B, con Felipe Coello
como entrenador), y en el que movilizamos varios autobuses para ir al campo del Córdoba, que no es el de
ahora. Era un campo pequeñito, más pequeño que el Príncipe de Asturias, y aquello fue una marcha
tremenda, cómo ganamos allí con Randy (Owens) y con Mike Williams, y el regreso… Ese fue un partido
importante, y luego los ascensos, el primer ascenso cuando le ganamos a Obradoiro (temporada 1989/90)…
Por mucha polémica que haya habido, le ganamos con Esteban y sin Esteban (Pérez), le ganamos en la liga,
y… Nosotros eliminamos primero a Mallorca, y luego a ellos, y no había color... Bueno, pasó lo que pasó,
pero eso no debe borrar la brillantez de aquel ascenso. Y aparte de esos partidos, está lo del famoso playoff
por la permanencia contra Valladolid (93/94), porque veníamos con un 2-0 en contra y con algo injusto, con
un error… Nos quitan unos segundos cuando a nosotros nos correspondía la posesión del balón, al final,
para poder ganar el partido, y no es lo mismo venir con 1-1 que con 2-0. Cuando pasó aquello, rápidamente
desmontan la pista para que… Bueno, yo voy, me cuelo saltando por encima de una barrera dentro del
vestuario para poner la reclamación, y los árbitros ya habían cerrado el acta a la vez que yo les decía que
había que jugar esos segundos... En fin, aquello fue… Así que vinimos aquí, y la respuesta de la gente fue
tremenda. Y lo más tremendo fue cuando volvimos a Valladolid. Cuando estábamos llegando al pabellón y
nos estaba esperando allí toda la gente… Íbamos en el autobús y aquello era tremendo, al más puro estilo
“Anfield Road”, es decir… Si pasara eso siempre, es muy difícil que alguien no se deje la piel…
¿Qué dijeron los jugadores cuando nos vieron? (Recuerdo ver el autobús del equipo descendiendo la
cuesta de acceso al polideportivo y los 600 murcianos gritando bufanda en mano).
Bueno, bueno, bueno… La sensación… Te quedas sin palabras porque es una sensación que tienes que
vivirla, es difícil de explicar. Cuando ves a aquella gente que se ha desplazado 600 kilómetros, y que están
allí, que vienen a jugarse la permanencia, y aquello era… Aquello era la vida, todos lo sentíamos así, y en
campo contrario... Esa gente allí… Pues es un sentimiento, primero, de verte arropado, y luego, es una
fuerza tremenda que les da a los jugadores a todos los niveles, y ellos estaban convencidos. Ellos decían,
“no podemos fallar”, y de hecho fue así. Aquello… ¿Tú estuviste en el partido?
Sí, sí… “I was there” (me río).
La sensación… ¿Te acuerdas cuando Jim Thomas (base del equipo), faltando tres segundos, se fue a la otra
punta del campo y dejó el balón en el suelo, al final…? Me emociono, es que me emociono… (Barceló
interrumpe el relato y se detiene un momento a respirar, con las dos manos en la cara).
Fue enorme, la verdad... (Silencio) ¿Qué se te pasa por la cabeza ahora?
Todo, los 25 años, se me pasa todo… Y es que veníamos de hacer un equipo el año anterior con mucha
ilusión, un equipo que era bueno, para entrar entre los ocho primeros, con Abad, con Nacho Suárez…
Con McPherson y Wayne Tinkle, pero no se le pudo ganar a Huesca en el playout…
Sí, vinieron McPherson y Tinkle y nos fuimos al descenso, pero no descendimos, lo recuperamos. Aquello…
Me tiré toda la noche en el “guablava”, que tuvimos asamblea…
¿Guablava? ¿Qué es eso?
Es la reunión de la ACB, porque no descendiéramos… Tuvimos una reunión toda la noche, hasta las tres o
las cuatro de la madrugada… Ese año habían ascendido… (Se detiene a pensar).
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131 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
¿Cornellá y Gualadalajara? Creo que eran esos dos…
Creo que… ¿Bilbao, o Guadalajara…? Sí, y bueno, aquella noche fue tremenda, luchando porque no nos
descendieran después de perder el playoff. Además, querían reducir la liga, y también nos querían
sancionar con una cantidad por no bajar… Aquello fue tremendo, la supervivencia… Para no bajar, y para no
tener que pagar…
Porque encima, esto ya estaba en marcha (señalo a las gradas vacías del Palacio de los Deportes, que
vemos en penumbra a través del ventanal circular). Bajar con este pabellón a medio construir…
Sí, estaba ya empezado, y había que inaugurarlo en 1994. Se va terminando en la temporada de John
Ebeling (1993/94). ¿Sabes la anécdota de John Ebeling?
Sí, sí, me la contó (la donación que hizo Ebeling a una ONG tras evitar el descenso, con el dinero de la
prima que ofreció Juan Valverde a algunos jugadores en la famosa apuesta del “doble o nada”).
Ebeling nos preguntó por algo para los niños, para donar el dinero de la prima, y mi hermano que trabaja
en cosas de ONG’s y tal… Le hicieron una placa y todo… (Daniel reflexiona un segundo). Por aquí ha pasado
muy buena gente, a veces con más o menos suerte deportivamente, pero muy buena gente. Por aquí ha
pasado de todo, de todo, como en todos sitios.
Hablando ya de la siguiente temporada, la 1994/95, ahí también vimos baloncesto del bueno, ¿verdad?
Pues sí, con el famoso Anderson… Pues tú fíjate, que Anderson no se había quedado en ninguno de los
equipos donde había estado, era un temporero, y vino aquí… Le abrimos unas perspectivas, y los mejores
años de su vida y los mejores contratos. Y vino también un fenómeno, Johnny Rogers…
Un gran jugador y un tipo cojonudo.
Sí, como persona y como todo… Él quizá también había pasado su mejor momento, y con nosotros resurgió.
Luego se fue a Cáceres, a Valencia y a Grecia, donde ganó la Euroliga. Y Bobby Martin era el “rookie”, el
novato. Del año anterior seguía Oleart, y la verdad es que es otra persona equilibrada, es un gran
entrenador y supo gestionar muy bien el vestuario. Los jugadores, todos tienen su ego. Unos más, otros
menos… Y lo más difícil del entrenador es saber gestionar eso. Él (Oleart) supo gestionarlo, tanto cuando
tenía buenos jugadores, como cuando tenía jugadores para pelear por no descender. Y bueno, salvo con
Polaris y ahora, esta última etapa que hemos dicho, “bueno, ¿a quién vamos a fichar?”, sin mirar los
números… Antes siempre era ver cuánto tenemos, y ver, “éste no podemos”, o “vamos a ver si
compensamos esto con esto”, siempre mirando los números. Oye, a mí me gustaría tener más dinero,
claro… (Risas). Bueno, pues hicimos muy buen año, y al siguiente tuvimos creo que 5500 socios (temporada
1995/96). El día que fichamos a Crowder, aquello fue… Colas para sacar el carnet. Pero oye, no nos
funcionó, y luego vino Washington, que fue un acierto. Oleart se acordó de él, dijo, “oye, os acordáis de
Washington, que no pudimos traerlo hace un par de años?”, y nos lo trajimos y bueno, enorme… Hubo otro
jugador de la época de Owens, Tony “fenómeno” Simms, que se le parecía... Bueno, pues jugamos la Copa
(Murcia’96) y nos metimos en semifinales, y estuvimos a una posesión de meternos en la final. Aquello…
“Overbooking” aquí, y teníamos que abrir las puertas y todo…
Fue el último gran año de la historia del club a nivel de público. Con Polaris se hizo sobre todo una buena
temporada, que quizá no se vio suficientemente recompensada en la asistencia de público, pero ese año
que hablamos, el de la Copa (95/96), fue el último de gradas llenas.
Sí, creo que eran 5500 socios, como he dicho antes. Al año siguiente (96/97, primer descenso consumado)
nos salió todo mal desde el principio. Económicamente andábamos mal y no pudimos hacer un equipo de
garantías, y bueno, nos fuimos al descenso. Luego ascendemos (97/98), y volvemos a tener un mal año y
descendemos otra vez (98/99, cuando Murcia organizó el “All-Star” ACB), y ya nos tiramos… Tuvimos una
travesía del desierto, económicamente estábamos muy mal y fue muy importante en esa época contener el
gasto, armonizar y optimizar los recursos. Mantener la categoría (LEB) ya era suficiente, y si podíamos
meternos ahí… Pero tal y como estaba la situación, asumimos que no podíamos. Luego ascendemos
(2002/03), descendemos otra vez (2003/04), y ahí ya entra Polaris.
Que ya había sido patrocinador en el año anterior en ACB.
Sí, ahí entra Polaris y tenemos el ascenso contra el Cai Zaragoza (05/06) que fue tremendo. Venir con el 1-1,
tener aquí el 2-1 y tener el 3-1 faltando seis o siete minutos y estando ocho arriba, o algo así... Lo perdemos
y tenemos que ir a jugarnos el ascenso allí, y ganamos el partido allí cuando nos negaron las entradas, y
vamos allí y les ganamos con aquel pabellón a rebosar... Lo teníamos todo en contra, incluso hicieron un
llamamiento, porque parecía que hasta éramos nosotros los culpables del comportamiento que habían
tenido sus jugadores aquí… Yo, ese partido tenía el convencimiento de que lo íbamos a ganar, porque
cuando acabó el cuarto partido y pasaron las cosas que pasaron, yo estaba en el túnel de vestuarios, en los
pasillos, y ellos iban diciendo cosas, y Hughes y Humphreys venían… Humphreys me miró y me dijo, “no
problem”. Me dijo que tranquilo, que íbamos a ganar en Zaragoza (imita a Humphreys y levanta su dedo
pulgar). Por eso yo estaba tranquilo, dentro de lo tranquilo que se puede estar antes de un partido así…
Fue increíble. Bueno, y de nuevo en ACB, pero ahora por primera vez con Polaris como propietario.
Sí, y ahí ya estamos en nuestro mejor momento económico, de poder montar unas plantillas… La verdad es
que Polaris ha sido muy generoso y no se le ha reconocido la inversión que ha hecho, pero no solamente en
el baloncesto, sino también en el fútbol-sala. Fue bestial, hacer un equipo para meternos ahí entre los ocho
primeros, y que viniera un jugador tan importante y que tú conoces… (Daniel se refiere a Fizer). Entonces…
Pero con Polaris, con buenos presupuestos, esas plantillas rindieron por debajo del nivel esperado, ¿no?
Sí, esos equipos, los dos primeros años… La primera temporada después de ese ascenso (2006/07) y la
siguiente (07/08), hubo dos plantillas como para meterse en la Copa del Rey y meterse en playoffs, sin lugar
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a dudas. Sin lugar a dudas. ¿Qué falló? Bueno, yo no voy a… Tengo mi opinión personal, y hay cosas que
fallan. A lo mejor nos faltó cierta ambición en determinados momentos… Y bueno, fue una pena porque
había plantilla para eso. Es decir, que para conseguir la permanencia de la manera que la conseguimos, no
necesitábamos esas alforjas.
Llegar al último partido de liga con la posibilidad de descender… (Contra Menorca en Murcia, 06/07).
Efectivamente, ¿eh? Después, el último año (de Polaris como propietario, en la temporada 2008/09), sí que
es verdad que estábamos más limitados y conseguimos la permanencia en Zaragoza…
A aquellos se les tienen que poner los pelos de punta cuando nos ven venir…
Sí, no quieren enfrentarse a nosotros, no pueden vernos… (Nos reímos). Pero es verdad que esas dos
temporadas en ACB, en esta última etapa, era para haber optado a algo más que jugarnos la salvación en
los últimos partidos.
Sí, y casi parecía que los aficionados murcianos estábamos cegados o locos. No hace falta saber mucho de
baloncesto para saber que el equipo de Fizer no era para jugarse la permanencia el último día. Y el año
siguiente (07/08), con ese equipo… Menos todavía.
Sí. Hombre, no voy a decir de quedarse el 4º ni el 5º, ni el 6º, pero entre el 7º y el 8º, sí. Nos faltó… (Daniel
busca las palabras). Creo que no manejamos debidamente los recursos humanos como para conseguir
sacarle lo máximo… Ganamos porque éramos buenos, pero nos faltó ese punto de…
Era un equipo muy “profesional” (entre comillas).
Sí… Hay un sentimiento que se te impregna, y es verdad que había que ganar y que los jugadores querían
ganar, pero para lo otro siempre se necesita un punto más, y no se les supo transmitir. No me preguntes
por parte de quién, pero no se les supo transmitir esa ilusión. No digo ambición, digo ilusión de decir,
“somos quienes somos, y estamos aquí, y estamos en buena disposición, y además nosotros no somos
menos que esos que están del 5º o del 6º para abajo…”.
(En este punto, recuerdo haber oído decir que el CB Murcia estaba por encima de equipos mejores que
él; siempre mirando hacia abajo. Maneras de verlo). Qué pena que en otras épocas, sin tener tanto
dinero, el equipo muchas veces fuera capaz de rendir por encima de sus posibilidades por esa entrega,
por la lucha de los jugadores, como por ejemplo en la temporada de John Ebeling (93/94), y sin embargo
cuando se tuvo dinero, faltó la lucha, el alma…
Sí, eso pasa. Mira este año a Valladolid, con los problemas económicos que tiene y con todo esto, y bueno,
hay un algo más que te lleva… Bueno, el deporte es que también es así de caprichoso. Muchas veces lo
pones todo y no te salen las cosas, y otras veces, pues…
Al acabar ese año (07/08) se decía que el CB Murcia había igualado la mejor clasificación de su historia
(12º), y bueno, por números se le podría parecer, pero compararlo con la temporada 1994/95… Me
pareció un poco sacrílego, la verdad (me río).
Por sensaciones no lo fue, porque ese equipo tendría que haber hecho… Pero bueno, esa etapa de Polaris
fue muy importante, porque entrábamos en una crisis económica, y aunque nosotros no teníamos grandes
deudas y siempre hemos sido muy equilibrados, con Polaris pudimos hacer equipos por primera vez sin
mirar al dinero.
Sí, pero la entrada y la salida de Polaris… Todos los cambios son difíciles y a veces se crea confusión. Por
ejemplo, Miguel Ángel Martín (Director Deportivo en la temporada 04/05 en LEB, cuando Polaris adquirió
el club), me contó que él no tenía ni idea de lo que estaba pasando y que una mañana de pronto le
presentaron a los nuevos dueños del CB Murcia. Miguel Ángel se pensaba que era una broma.
Bueno… Ellos (Polaris) entran porque Juan (Valverde) les ofrece el equipo. Juan no quería seguir
manteniendo la responsabilidad, porque el que hacía cabeza era él, ¿no? Se nos venían tiempos difíciles
también, y él les ofrece el equipo. Ni se lo quitan ni nada…
Bueno, pero a la vista está que Valverde no salió contento del club. Digo yo que por algo sería, ¿no?
Sí, bueno, te lo voy a contar. Él sale enfadado porque al principio se lo ofrece a Polaris, y redacta una carta
que tiene que estar por aquí, en el archivo, en la que les dice que el equipo les viene fenomenal y tal. “Doy
el equipo…”. Bueno, pero él pensaba que, “cuando Polaris diga que sí, como no tienen experiencia en esto,
pues yo ya me postularé para seguir mandando”… Esa es la idea de él. Lo que pasó es que Pedro García
Meroño (dueño de Polaris) dijo, “oye, si yo voy a poner dinero, quiero ser también el que ponga a las
personas que decidan”. Eso a Juan (Valverde) no le sienta bien…
Bueno, ahora ya no se puede hacer nada, pero me pregunto: ¿No se podría haber llegado a una solución
intermedia, a algún tipo de acuerdo?
Pero si ellos (Polaris) no vinieron a pedir el equipo… A Polaris se le fuerza a que coja al equipo, en cierto
modo…
Bueno, pero insisto, una vez iniciado en camino, ¿No se podría haber encontrado una solución?
Oye, a Juan Valverde se lo ofrece ser Presidente de Honor… Hubiese sido ahí Presidente de Honor, y bueno,
cuando tú das un paso a un lado y dices “me quito porque no quiero ya tener esta responsabilidad”, Polaris
no piensa que él se quita con la intención de que pongan el dinero y él mande. Polaris pone mucho dinero
por año, y pone a Salvador Hernández, que es un gestor suyo, un ejecutivo suyo. A Juan le sentó mal
porque él quería seguir, y es por eso por lo que él se enfada, y bueno, se han dicho otras cosas pero yo en
eso no voy a entrar, porque yo con Juan… Han sido muchos años y no voy a entrar en eso.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
135 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Muchos años, y algunos muy buenos entre Juan y tú, ¿no?
Sí, hemos tenido muchos años muy buenos, y al final no hemos terminado bien, pero hemos vivido esto y
yo lo sigo siempre… Hemos sufrido el principio de esto, con el apoyo de esa gente que decía antes, porque
si no, habría sido muy difícil, pero hemos estado ahí los dos, codo con codo, y sólo nosotros sabemos lo que
hemos padecido y lo que hemos hecho, ¿eh? Hay mucha gente que se apunta al carro, y aquí ha habido
mucho cobarde también, que en los momentos difíciles, deportivos y económicos, ha salido corriendo.
Volviendo a Polaris: cuando la empresa ya tiene el mando, económicamente se entra en una etapa más
cómoda y se hacen buenas plantillas. Se vive una etapa de prosperidad, pero luego… Su salida también
fue algo turbulenta, ¿no?
Bueno, pero ellos eran dueños del equipo y podían haber… Había opciones de vender el equipo, y hombre,
cuando vas a salir… Ellos dejan lo del canon, y dejan esto y lo otro… Ellos dejaron al equipo en una situación
buena, y la salida… Ellos estaban ahí. Hay quien preguntó por el equipo, por la plaza, y ellos dijeron que no.
Pedro (García Meroño) dijo que no. El año anterior a la entrada de Carabante, ellos decidieron seguir un
año más, y esto fue el año después… (Temporada 2008/09).
Ahí nos encontramos con el tema de Tranvimur, una cosa que jamás entenderemos.
Ah, bueno, lo de Tranvimur… Bueno, ahí había un compromiso de ese señor, que bueno, ya se sabe cómo
es (aclaración para el lector: imagino que Daniel se refiere a Enrique Ortiz, dueño de Cívica, que junto con
Acciona hizo la UTE que se encargó de la construcción y puesta en marcha del tramo 0 del tranvía de
Murcia; durante el verano de 2009, el de las reuniones y el traspaso del CB Murcia, el ayuntamiento
adjudicó el proyecto de ampliación de líneas del tranvía a otra UTE, la formada por FCC y Comsa). Hay un
compromiso y nada más que faltaba la firma. Hay unos contratos, que yo los tengo por aquí, y se los envié,
y tengo todo el dossier donde todo eso se ejecuta tal y como se había hablado. Lo que pasa es que luego
hay personas que… Y no de aquí, la gestión del tema que hicieron las personas de aquí está bien, pero yo te
digo una cosa: estamos ahí, y “mándamelos que los vamos a firmar”, y yo les mando los contratos, incluso
te llamo, “oye, no te preocupes, que se está atrasando porque los jefes están fuera, están en el extranjero,
pero vamos a empezar a hacer los ingresos ya…”. Entonces, yo quiero decir que, ya no entro en qué…
¿Se pecó de candidez? ¿Se presumió la buena fe cuando a lo mejor no se debía?
Bueno, es que hay momentos en que tienes que presumir… Es que te tienes que mover también así. A ver si
me entiendes, hay momentos en los que estás con unas personas que tienen unas empresas, y Tranvimur
estaba ahí, y ya está. Yo no entro en qué pudo pasar, pero yo tengo aquí los contratos, y lo de que hay que
poner Tranvimur.
¿Y no se han emprendido acciones legales por eso?
Aquello se estudió, pero vamos…
Lo digo porque no es un tema menor. Aquel millón casi se lleva por delante al club.
Ese millón… Nosotros habíamos terminado con un superávit de 200.000 euros, y ese año terminamos con
un déficit de 800.000 euros…
Un dinero que casi le cuesta la vida al CB Murcia.
Bueno, yo... Yo no… ¿Cómo te lo diría? (busca las palabras). Yo no soy de esa manera de pensar. Todo el
mundo somos muy alarmistas. Los equipos de fútbol, de estar ricos, deben hasta lo que no hay en los
escritos, y nadie cuestiona si van a desaparecer o no. ¿Por qué se dice que por 800.000 euros nosotros
vamos a desaparecer? No tenemos la misma capacidad de endeudamiento que los equipos de fútbol, pero
es que los equipos de fútbol, su capacidad de endeudamiento, que está en su patrimonio, la tienen más
que superada tres o cuatro veces. Entonces, a mí siempre me ha molestado que a nosotros se nos
cuestione. ¿Por qué este alarmismo los veranos…? Además es que ha habido gente interesada que ha
lanzado eso…
¿Interesada en alarmar?
En alarmar, y si nos paramos y leemos, y leemos declaraciones de gente… ¿Por qué esta gente aparece
ahora? ¿Por qué aparecen en el mes de mayo o en el mes de junio, cuando vamos a lanzar campañas de
socios y vamos a empezar a vender otra vez la ilusión del año que viene?
Hombre, es que depende de quién lo diga, te asustas más o menos…
¿Quién lo dice? Porque yo estoy dentro y conozco el club mejor, y yo he salido y he dicho… El año que
Polaris lo deja, yo digo, bueno, pues tendremos que vivir sin Polaris. No tendremos ese apoyo, pero otras
veces nos hemos encontrado así. Yo lo intento transmitir, pero eso no interesa, interesa el alarmismo.
¿Y los rumores de que se había ofrecido la plaza a Zaragoza? Porque eso ya era el redoble de tambor…
Pues si es lo que te digo… Pedro García, que es un hombre generoso, pudo haberlo hecho y haber
recuperado parte de su dinero y no lo hizo. Dijo que no y la plaza se pudo vender a diferentes sitios, y en el
intercambio entraba el dinero y la plaza de ellos en LEB, con lo cual seguíamos, pero desaparecer… Eso se
pensó si no hubiéramos podido, pero yo, y hablo en primera persona, yo jamás hubiera permitido que el
equipo no estuviese como mínimo en LEB. Yo me siento muy incómodo cuando dicen que el baloncesto
está muy mal… ¿Y cómo están los otros? ¿Qué pasa, que vamos a ser los tontos de este país? Es decir, hay
equipos que están por la gracia de Dios, que deben 7, 8 ó 12 millones de euros, otros que no se sabe ni lo
que deben y ahí están unos que no cobran, los otros que no sé qué… ¿Y nosotros, mi gente, vamos a tener
que…?
Sin haber llevado a cabo ninguna acción de este tipo, como vender la plaza, por ejemplo, cosa que le
honra como empresa murciana, ¿no es posible también que Polaris entendiera mal la respuesta de la
BasketMe – Pedro Serrano Solana
137 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
gente en ese momento? Es decir, la respuesta natural del aficionado que no tiene la información que tú
tienes desde dentro, pero que dice, “si hay que contemplar alguna opción, que no sea la de vender el
club”... Hubo un partido en concreto en la que la gente expresó su sentir, pero según lo entendí yo en su
momento, no lo expresó hacia Polaris en concreto, o no sólo hacia Polaris, sino hacia toda la situación
que se estaba viviendo.
No, no… Es que fue muy desagradable aquello… Yo, en el descanso de ese partido, a mí vinieron a
entrevistarme, y yo dije, “yo también quiero baloncesto”… El querer no es venir aquí con la pancarta. Todos
queremos baloncesto, los que están con la pancarta y todos los que estamos aquí… Vamos a poner cada
uno 500 euros, y vamos a tener el 51% de las acciones y vamos a quedarnos el equipo… Pues eso ya no
interesó. El del micro, cogió con la mochila y se fue para otro lado.
¿Qué reacción se esperaba de la gente? ¿Qué reacción se podía esperar cuando se dice que el club está
terminal y se habla incluso de venderlo?
La reacción, Pedro, la reacción es que cuando tú abres la persiana para hacer socios, que pase como pasa
en San Sebastián, por ejemplo, que levantas la persiana y tienes a 3000 personas ahí fuera… (Silencio).
Cuando dices, páguelo a cómodos plazos, págalo cuando quieras… Este año, en una ciudad como Murcia
con casi medio millón de habitantes, tienes tu abono, que es el más barato del baloncesto español y encima
si ascendemos te lo descontamos. Pues no hubo que llamar a los guardias de seguridad… (Daniel se enoja.
Lo entiendo perfectamente). Somos los que somos. Y tampoco me quejo, porque te digo otra cosa, en
poder de convocatoria real, real, somos el segundo equipo deportivo de la región, después del Real Murcia.
Por eso me duele cuando… Ahora está el Cartagena que lleva más gente que nosotros, pero porque está
donde está. Si pierde o si baja a 2ª-B, estaba en la mitad que nosotros. Y a pesar de lo que te he dicho
antes, a ver, proporcionalmente, ¿Qué espacio te queda libre en el fútbol y qué espacio te queda libre
aquí? Proporcionalmente, nosotros tenemos más gente. ¿Por qué vamos a desaparecer? Mientras haya
gente como tú, como la gente que viene, como esas escuelas y los niños… Oye, estaremos en ACB o
estaremos en LEB…
Pero hay mucha gente que vive el CB Murcia con pasión y también hay que tenerla en cuenta y cuidarla.
Y las instituciones no nos van a dejar tampoco, y esta ciudad… Aquí no vamos a apagar el candil y nos
vamos a ir. Las instituciones tienen mil frentes que atender, y es normal… La cultura, el deporte, la gente
que está en una situación precaria... Hay muchas cosas…
¿El club está preparado para afrontar este mal momento económico?
Sí, yo… Tenemos que ser conscientes de lo que somos, y hombre, también tienes que tener capacidad para
endeudarte, y decir, puedes llegar hasta aquí y no pasarte… Tenemos un movimiento que no se ve,
nosotros nos movemos por todo el tejido empresarial de Murcia, y estamos en contacto por e-mail, por
teléfono, y en persona, y vamos… Tengo confianza en que tenemos buena base. Pero te voy a decir la clave:
si aquí hay “overbooking”, si llenas este pabellón… Si tú llenas, eso es lo que lo empuja todo. La masa social,
en cualquier aspecto.
Pero esa masa, generalmente, sólo se apunta a caballo ganador… La afición que hay ahora mismo, esa
está entregada, es muy fiel, ya sea más o menos numerosa.
Pero es lo que te decía antes. Cuando tú lanzas una campaña… ¿Qué ponemos, el carro delante de los
caballos? No puede ser, es decir, si queremos tener algo, lo tenemos que pelear. La fuerza somos nosotros.
Esta temporada hemos ganado 16 partidos seguidos, y estamos ganando, y… En fin, vienes aquí, a una
instalación que… Mira, tú mismo, que has crecido aquí, que vienes, que te has casado y que tienes hijos…
Pues cuando nos trasladamos aquí (al Palacio de los Deportes), toda esa gente joven que venía, que había
crecido con el baloncesto, pues llegan y se casan, y tienen niños pequeños, y dicen “este año no vamos a
renovar, que tengo el crío, que a ver qué hago con la criatura…”.
Es que la época de la crianza es dura…
Bueno, pero eso de criar, yo dije, eso no puede ser una excusa para esta gente. Dije, no hay problema, te
traes a los niños y vamos a montar una guardería… También aquí hemos cambiado muchas cosas nosotros,
¿eh? Pues eso, montamos una guardería para los niños, con juegos, con una persona que los entretenga…
¿Que te lo quieres subir? Te lo subes. ¿Que está aburrido y te lo quieres bajar? Lo bajas… Eso ya en el año
94. Vienes a una instalación moderna, y si hace frío tienes calefacción, y si hace calor tienes aire
acondicionado. Ves un buen espectáculo, y bueno, ahora estamos en LEB, pero ¿a cómo te sale? Y estás
aquí, y lo tienes todo muy a mano, y estás cerca del centro, y… Tenemos que ser más de los que somos.
Pues tienes razón… A ver, pues por variar y por hablar de temporadas en las que la ciudad se volcó, dime
según tu opinión las tres mejores temporadas, en conjunto, que ha hecho el CB Murcia en su historia.
Pues la 91/92 que hemos comentado, que es la que vamos a jugarnos el entrar en Copa Korak contra León.
Ganamos allí, perdemos aquí injustamente por los árbitros, y ya fuimos a León a jugar el definitivo y lo
perdemos también porque nos condicionan los árbitros, con la tercera falta de Kea en los cinco primeros
minutos, con lo cual nos sacan del partido… Aquello fue así. Después está la temporada 1994/95, y la
1995/96 (Barceló ya me ha dicho tres temporadas, pero lo veo con ganas de añadir más). Después, estas
temporadas que hemos hablado de la época esta, que fueron buenas porque teníamos jugadores y porque
creo que se vio un buen nivel de baloncesto. Ahora mismo, que yo recuerde, eso ha sido lo mejor. Y bueno,
después pues hay otras emotivas, como la 93/94 y demás. Creo que tuvimos siempre una trayectoria
deportiva ascendente, y luego yo creo que tuvimos nuestros momentos, nuestros parones, altibajos… Pero
creo que siempre hemos ido a más, y sobre todo, hemos hecho algo importante, y es que este club ha
puesto el baloncesto de ese nivel en Murcia. Las instalaciones han ido cambiando porque también desde el
club hemos ido empujando, por ejemplo en el Príncipe de Asturias, el cambiar del sintético al parquet. Me
acuerdo de decir que nos echaban de la competición, en fin… Por eso hablaba de la ayuda de las
BasketMe – Pedro Serrano Solana
139 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
instituciones, que siempre han estado ahí y han sido fundamentales. Y bueno, hay otra cosa, y es que
gracias al club, ahora Murcia cuenta en el concierto del baloncesto profesional. Y luego está la labor social…
Que es muy importante.
Sí. El club un año estará arriba, otro estará abajo... Está en LEB, y luego estará muchos años arriba y
esperamos que se mantenga y cosechemos los mayores éxitos, y todo esto… Pero el club ya no es
solamente eso, hay una base de unos equipos, de unas escuelas, que son mis murcianicos. Son unas
trescientas familias que están con nosotros directamente, que nosotros gestionamos a estos niños y
tenemos una obligación muy importante. Aparte de estar en casa y de ir al colegio, donde más tiempo
pasan es con nosotros, y están en formación, y hay que tener mucho cuidado e invertir en ellos, no sólo en
material sino en formarlos como personas. Hay que tener formadores. Eso es un pilar muy importante y
eso es algo que nosotros tratamos de devolverle a la sociedad, y tenemos que trabajar con eso. La ilusión
que tienen estos críos, que van pasando las diferentes categorías… Y ojalá dentro de poco podamos tener
más murcianos aquí. Esa es la idea nuestra, y ya han salido murcianos que han jugado aquí y han jugado en
ACB, como Edu Sánchez (actualmente en el Burgos de LEB Oro), que es un chico entrañable para nosotros,
que salió de nuestras categorías. Él debutó con el primer equipo contra el Manresa (temporada 1996/97).
Nos habíamos quedado sin bases, y el entrenador, que era Ricardo Hevia, me dijo que necesitaba alguien
que nos echara una mano. Le dije, “mira, vamos a mirar en Archena”, que era el equipo vinculado y estaba
Felipe (Coello) allí. Yo le dije, “Felipe, ¿un base que no utilices?”, y Edu Sánchez era el tercer base en
Archena. Él me dijo, “el que quiera Ricardo” (Hevia), pero Hevia me dijo que el que no jugara, que él no lo
iba a utilizar más que para ayudar en los entrenamientos y tal. Hevia me dijo, “el base que él no utilice, el
que menos minutos juegue”. Así que nada, pues manda a Edu Sánchez. Y el día que tuvo que debutar
contra Manresa, con Chichi Creus ahí, metió un triple… La verdad es que a Edu le queremos mucho. Y hay
más murcianos: Ramón Moya, que hizo muy buena campaña y después lo traspasamos a Manresa… Por eso
lo decía, lo importante que hay detrás, participar en la formación de los niños como personas y orientarlos
hacia el deporte, y hacia el baloncesto. Esa es una de las grandes cosas que hace el club.
Bueno, ya para acabar, el presente y futuro inmediato del club, ¿cómo lo ves?
Pues hemos tenido una gran suerte con la familia Carabante, hay que destacarlo. Han puesto muchísimo
dinero y están poniendo dinero, y con un Presidente, Luís Carabante, que es una excelente persona, una
persona super implicada y que te deja trabajar, y para él esto es algo más que ser Presidente, él a esto ya le
ha tomado un cariño en el poco tiempo que lleva, que… Igual que su hermano José Ramón, pero él lleva
otras cosas y no está en el día a día como Luís, pero ha dicho que se haga lo que haga falta. Toda la familia
ha tomado esto con mucho cariño.
Es que tú que llevas tantos años, desde tu cargo lo has visto ya varias veces, que aquí el que entra, se
engancha rápidamente. El que llega, se pone a ver un partido y en un minuto se le mete esto en vena. Le
pasó a Salvador Hernández, que se volvió loco con el equipo, pero que cuando llegó no tenía ni idea de
baloncesto, que yo sepa, ¿no?
No, él es un hombre que venía del fútbol y había jugado al fútbol, y él era del deporte pero no estaba
metido en esto… Y cuando llegó y vio esto… A veces desde fuera te piensas que esto es fácil, pero luego
entras y ves que es más complejo. Lo que pasa es que te imprimes de lo que desprende… Te lo decía antes,
que para mí esto ya no es un trabajo, esto me ha dado más dolores de cabeza y me ha dejado más noches
sin dormir que mis hijos, ¿eh? Pero bueno, un día me iré, y he estado fuera de aquí unos meses, y he
vuelto, y a lo mejor un día llegarán y me dirán, y yo profesionalmente pues me tendré que marchar. Pero sí,
esto cuando llegas… Y ahora, la fuerza y la ilusión, toda la del mundo, y hay que estar informado y en
vanguardia. Ahora hay un grupo de gente, están Alejandro (Gómez) y José Miguel (Garrido), que son
personas que se han implicado desde el primer momento, que son gente que les encanta, y no habían
tenido esta experiencia profesional pero sí que habían jugado al baloncesto y habían estado metidos en
esto, y entonces ya llegas aquí, y primero como un trabajo, pero luego le coges a esto un cariño… Son dos
grandes profesionales y también están muy implicados. Y yo aprovecho para animar a los murcianos, a la
gente, para que vengan a apoyarnos.
Dani y yo seguimos hablando sobre el 25 aniversario del club, y le digo las cosas que algunos
aficionados pensamos que se podían hacer para celebrarlo, como retirar las camisetas de Xavi Sánchez y
Randy Owens, que algún grupo musical haga una canción conmemorativa, sacar nuevas bufandas… Le
comento alguna de esas cosas a Daniel, pero entonces nos damos cuenta de que se ha hecho tardísimo,
tanto que ya casi hay que merendar en lugar de comer. Me dice que ya no se va a casa, que se va a tomar
algo en la cafetería del Palacio, y como yo tengo aún unos minutos, decido quedarme también. Seguimos
charlando de baloncesto con tortilla española, olivas “partías” y Coca-Cola, y ya de paso, aprovecho para
darle saludos a Pepe (el responsable de la cafetería del Palacio) de parte de José María Oleart. Pepe me los
devuelve para Ole, y me dice que “era una persona muy sencilla y muy amable”. Daniel Barceló me invita a
la comida-merienda y al final nos despedimos con un “menudo repaso le hemos dado a esto…”. Y tanto.
)
BasketMe – Pedro Serrano Solana
141 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Miguel Ángel Pérez
Con Felipe Coello y con Daniel Barceló hemos recordado casi toda la historia del CB Murcia, y lo
hemos hecho desde dos puntos de vista diferentes: desde la visión de entrenador y desde la de gerente.
Ahora vamos a recordarla de nuevo desde un punto de vista alejado de cámaras y micrófonos. Aunque
todos sabemos que la historia de un club, la que recuerdan los aficionados, la escriben aquellos que meten
las canastas en el último segundo, detrás hay personas que realizan un trabajo diario muy importante. Son
los que se encargan de que todo esté listo y a punto, de que el jugador disponga de lo necesario para que
sólo se tenga que preocupar de entrenar y jugar al 100%. En Murcia y durante nada menos que diecisiete
años, una de esas personas en la sombra ha sido Miguel Ángel Pérez. Miguel Ángel ha sido el rostro
reconocible de la labor "de intendencia", como él mismo dice. Todos en Murcia saben quién es, todos lo
recuerdan aunque ya no siga en el club y, todavía hoy, hay quien lo detiene por la calle y le pregunta por su
equipo del alma. Miguel Ángel Pérez no tiene problemas en pararse y en charlar, y por supuesto, tampoco
los ha tenido cuando un servidor le pidió que me contara sus experiencias en el CB Murcia.
Hoy se juega el primer partido de la temporada 2010/11 (hice la entrevista el viernes 1 de octubre de
2010). Va a ser el primer partido oficial en el que no vas a estar en el club.
Sí, va a ser el primer partido oficial que me perderé en 17 años, porque antes, aunque ya no estaba como
Delegado, estaba como trabajador del club. Este partido va a ser el primero que no voy a estar en el
Palacio, el primero en 17 años, que se dice pronto.
A ver, recapitulemos: ¿cómo llegaste al CB Murcia?
Pues yo trabajaba en una empresa de óptica, y fueron los años de la crisis económica aquella, cuando
estaba Felipe González, que cerraron muchos negocios y tal, al estilo de esta. Me quedé en el paro, pero
aparte yo estaba en las categorías inferiores del club y en las escuelas como Delegado, porque me gustaba
el baloncesto mucho. Cuando salía del trabajo, si no tenía nada que hacer, pues me gustaba ir a ver los
entrenamientos de los chavales. Antes estaba en el Club Cordillera llevando también todo el tema del
baloncesto, pero como el Cordillera desapareció, pues para matar el gusanillo me fui a al CB Murcia. Me
llamó José Luís, que estaba de entrenador en las categorías inferiores con Pascual Piñera, y también con
Manolo Martínez, que en paz descanse. Antes de empezar aquella temporada (1993/94) el CB Murcia fichó
a Oleart, y el entrenador pidió un Delegado para el equipo. Lo que es el equipo, nunca había tenido un
Delegado en sí, como tal, porque antes estaba el Chino Sanz que hacía un poco de todo, lo que pasa es que
Alberto iba a ser el segundo entrenador de Oleart y Oleart quería un Delegado. Me lo dijeron, pero como
yo por entonces estaba preparándome unas oposiciones, acepté aunque sólo podía ir por las tardes y a los
partidos.
Así que, de pronto, Delegado de un equipo ACB.
Sí, la verdad es que verte Delegado de un equipo profesional, con John Ebeling, con Jim Thomas, con
Santos, con Ibáñez... Y bueno, todavía algunas veces me pongo a pensar en ese año y pienso en cómo nos
pudimos salvar (Miguel Ángel reflexiona). Bueno, nos salvamos por una cuestión muy fácil, porque aparte
de que éramos todos una piña, teníamos un jugador que yo creo que ha sido el más grande que hemos
tenido en este club, que se llama John Ebeling. Era un jugador capaz de aglutinar a todo el equipo sin decir
palabras, sólo con el trabajo diario, y así tenía a todo el equipo con él. Era un ejemplo a seguir.
A partir de aquel año fuiste carátula del programa de TVE "Zona ACB" durante un montón de tiempo, por
ese arranque de locura que te dio tras la victoria en el quinto partido del play off en Valladolid. ¿Lo
recuerdas? (Miguel Ángel asiente y hace una mueca, no estoy seguro de que le haga mucha gracia).
Bueno, es que era mi primera temporada como profesional y... Yo venía rodado de las categorías inferiores,
y claro, la forma de vivir los partidos era totalmente distinta a lo que es el primer equipo. Oleart era un tío
muy comedido y siempre llevaba la procesión por dentro, pero claro, yo toda la tensión que habíamos
acumulado durante todo el año y la manera en la que nos salvamos, después de haber estado 2-0 en la
eliminatoria... Pues es que aquello fue épico. Todavía me acuerdo de que teníamos un cúmulo de tensión,
de adrenalina, y bueno, es que era de esos partidos que vas ganando de 18 puntos, que te cogen, que te
vuelves a ir... Fue un partido inolvidable, y recuerdo que cuando ganamos, con todo el mundo allí
abrazado... Yo la verdad es que en ese momento no pensé en lo que iba a hacer, sino que simplemente me
fui corriendo al centro de la pista y de la alegría que tenía me tiré al suelo, y de repente cuando abrí los ojos
tenía a siete u ocho cámaras encima de mí y a los periodistas echándome la foto, ¿no? (Nos reímos). Y
todavía hay mucha gente que me lo recuerda y que me para por la calle... Algunos me dicen, "tenías que
haber pedido el copyright, los derechos de imagen"... La verdad es que mucha gente dentro del baloncesto
español, graciosamente, pues me conoce gracias al "Zona ACB".
Joder, es que aquello de Valladolid fue la leche...
Fue la bomba, aquello fue espectacular.
¿Los jugadores se daban cuenta de los seiscientos y pico murcianos que había arriba en la grada?
Bueno, yo siempre me acuerdo de las palabras que dijo John Ebeling, que dijo que sentía el peso de la
afición sobre los hombros cuando tiraba los tiros libres. Esto lo dijo después del partido, en los vestuarios,
que cada vez que tiraba un tiro libre sentía el peso de la afición sobre los hombros. Es un tío que es un
ejemplo, con la rodilla maltrecha como la tenía, el par de cataplines que le echaba para jugar al baloncesto
y además el talento que tenía. Me acuerdo que cuando acabó aquel partido, que en el Pisuerga los
vestuarios están justo en el otro lado, los jugadores se fueron al vestuario para celebrarlo y ya, pues
imagínate ahí... Abrazos, todos tirándonos por los suelos... Yo tenía muy buen "feeling" con John Ebeling, y
cuando lo ví en el pasillo, y cuando él me vio a mí, pues corrí hacia él, me tiré y pegué un salto, y yo no sé
BasketMe – Pedro Serrano Solana
143 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
cómo me cogió en el aire y con la fuerza que tenía, me levantó como a un muñeco y me apretujó ahí, que
casi me deja sin respiración (risas). Fueron momentos muy emotivos e inolvidables.
La siguiente temporada tampoco estuvo mal, ¿eh?
Sí, al año siguiente dejamos el Príncipe de Asturias e inauguramos el Palacio de los Deportes contra
Andorra, que lo entrenaba Edu Torres. Y yo se lo dije el año pasado a la gente del club, "que sepáis que
Torres fue el entrenador que inauguró el Palacio como visitante...".
Y le ganamos.
Sí, le ganamos, le ganamos. Bueno, es que ese año realmente es que le ganamos a todo el mundo aquí. Yo
me acuerdo de partidos memorables (sé el primer partido que me va a mentar Miguel Ángel, y del cual ya
he hablado varias veces en esta sección): el partido contra el Tau Vitoria (justo). Yo creo que aquí la gente
no habrá visto partido más espectacular en la vida. Es que fueron 120 a 117, en una liga sin cuatro cuartos
sino con dos tiempos. Es que fue espectacular, y ganamos con un triple de Rogers desde casi medio
campo... Eso era la bomba. Aquel año, cuando se ponía a jugar Michael Anderson en el poste bajo, que lo
veíamos jugar a la pulga esa en el poste bajo, y cómo se movía... Y Bobby Martin, que me acuerdo que
estaba cuestionado a principio de temporada, pero Oleart apostó por él, y la verdad es que Martin fue de
los mejores jugadores de ese año en la liga ACB. Fue un año inolvidable, inolvidable, con un equipo que yo
creo que pocos equipos en la historia del CB Murcia serán mejores que aquel. Cuando estaba Miguel Ángel
Morate de Director Deportivo, yo creo que uno de sus objetivos era superar a ese equipo de Rogers,
Anderson, Martin, Piñero, Xavi Sánchez...
Bueno, un equipo suyo se quedó 12º también, pero no fue lo mismo, ni mucho menos.
Sí, bueno, pero perfectamente ese año el equipo se pudo quedar el 8º y jugar el play off, y al final no lo
jugamos por muchas cosas, por relajación...
Tu último año como Delegado fue el primero en ACB tras el último ascenso, ¿no?
Sí, ese año... (Miguel Ángel se lo piensa, y sus primeros recuerdos sobre ese año le llevan a hablar de Fizer).
Yo recuerdo a Marcus Fizer, y la verdad es que un jugador que ha sido elegido el número 4 en primera
ronda del Draft de la NBA, el CB Murcia nunca tendrá otro jugador así, de esa categoría. Pero no es por
nada, no sólo es el CB Murcia, es en cualquier equipo de Europa. Miras la historia y no hay más jugadores
con esa categoría. La clase que tenía Fizer, y la humanidad... Era impactante, era un hombre super
implicado, entrañable... No era lo que aparentaba desde fuera. Era especial, lo que pasa es que Manolo
Hussein tampoco le dio... Lo que pasa con Manolo es que no se casaba con Fizer ni se casaba con nadie.
Fizer era un jugador de pañales, era de mirar de vez en cuando al banquillo y hacer algún gesto, y claro,
tenía mucho talento, pero Manolo para esas cosas... Lo mismo con Myers. Son jugadores, como digo yo,
como los toreros, jugadores artistas que tienen su propio juego y su forma de ver el baloncesto y su forma
también de ver la vida. Quizá fuera del campo, realmente un deportista debiera de cuidarse más de lo que
se cuidaban Fizer o Myers, pero yo te puedo decir que en el año que estuvo en Murcia, Myers no faltó ni a
un entrenamiento. Él siempre cumplía, pero a Manolo le llevaban los vientos porque él es un hombre muy
estricto, y eso él se lo decía a todos los jugadores a principios de temporada, que él no miraba los nombres.
Si entrenas, juegas, y si no, no juegas. Esa era su filosofía y es muy respetable.
Totalmente respetable. Hablando de entrenadores: ¿con qué entrenador del CB Murcia te quedas?
Pues mira, yo te voy a decir una cosa, han pasado infinidad de entrenadores por delante de mí, pero quizá
por los años que ha estado en el club y porque fue mi primer entrenador, el que me marcó mucho y sigue
siendo muy buen amigo mío, es José María Oleart. Para mí, Oleart más que un entrenador era un amigo.
Cuando "Ole" estaba aquí, su mujer llevaba un restaurante en Badalona y él estaba sólo, y muchas veces los
domingos por la tarde o los lunes yo lo llamaba y le decía, "venga, vámonos". Ha sido un entrenador que
me ha marcado mucho, pero te puedo decir por ejemplo también a Felipe Coello. Felipe Coello, por todos
los años que ha pasado en el club, pues es una persona con la que tengo amistad. Realmente ha sido un
hombre con mala suerte... (Miguel Ángel se para un momento y prosigue). Te puedo decir una cosa: de
todos los entrenadores que he visto, el que más conoce a los jugadores, cómo juegan, si se peinan por la
mañana o no se peinan por la mañana, si comen galletas o comen magdalenas, ese es Felipe Coello. Conoce
un montón de jugadores y lo sabe todo sobre ellos, y cuando estaba en LEB conocía perfectamente la liga,
era un hombre super currante. También tuvo suerte de que en LEB tuvo buenos jugadores y él les dejaba a
sus americanos cumplir con su rol y los acompañaba de buenos jugadores. Pero te puedo decir que él en
ACB ha tenido mala suerte. Recuerdo cuando cogió el equipo el año en que fichamos a David Wood y a
Alanovic, y la verdad, que nos meta un tío aquí una canasta en el último segundo y desde medio campo, es
que eso rompe a cualquiera (me acuerdo del hecho, los aficionados de Murcia hemos visto eso alguna que
otra vez). Entonces, ahí Felipe, el hombre, después de tanto tiempo con el equipo es normal que diga, "oye,
no puedo seguir más". Además, su condición de yerno de Juan Valverde, pues claro, todos los días
encerrarse en la casa con el presidente del club, oye... Hay que estar en su pellejo, ¿no? Pero te puedo
decir que Felipe Coello es un gran entrenador, para mí es muy buen entrenador y como te digo, cuando el
equipo ha estado en ACB, ha sido un hombre con muy mala suerte.
Hemos hablado de entrenadores. ¿Y jugadores? ¿Cómo los has visto tú? Aquí hemos tenido cada uno...
Hay de todo, como en la viña del Señor. Eso sí, de todos los jugadores que han pasado por delante de mí, yo
puedo decir con la boca abierta y la cabeza bien alta que nadie, absolutamente nadie, podrá decir que yo le
he faltado al respeto a un jugador ni podrá hablar mal de mí. Eso es muy importante en la vida de una
persona y también en este caso de un Delegado, que pasan muchos jugadores delante de tí. Es importante
que los jugadores tengan confianza en tí y eso no lo puede decir todo el mundo que se dedica a esto.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
145 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
A ver, ¿alguna anécdota? Tú sabrás lo de Marcus Kennedy y el coche que quemó y dejó en plena calle...
Sí, hombre, estaba yo en juveniles aquel año. Ese era un bala. Le dieron unas zapatillas de esas nuevas, de
la marca "John Smith", y se las puso para ir por la calle un día de lluvia. Iba con un pedazo de radiocasette
de esos enormes, por la puerta de El Corte Inglés, pisando los charcos con las zapatillas nuevas, con una
camiseta de tirantes en pleno mes de diciembre... (Me imagino la estampa, muy discreto el hombre. Nos
reímos). Ese... Hay de todo, como en la viña del Señor, pero es que esto es así. Te traes a gente que es cada
uno de su padre y de su madre, y hasta que no vienen y ves cómo son... Yo conozco a muchos jugadores, te
puedo hablar de muchos, Esteban Pérez... Cuando yo estaba liado con el tema de la ropa, el hombre me
cogía, se venía conmigo, me ayudaba con la ropa... Yo le decía, "¡Muchacho! ¡Véte a tu casa!", y él decía,
"no, no, me voy contigo"... Esteban Pérez es una persona extraordinaria. Anécdotas te puedo contar
muchas, con tantos años... Por ejemplo, una muy buena fue en Orense. Recuerdo la eliminatoria por el
descenso contra Orense, cuando estaba con nosotros Esteban Pérez (1996/97). Allí jugaba Crujeiras y
Esteban lo odiaba, deportivamente odiaba a Crujeiras. "Al Crujeiras este, al Crujeiras este..." (Miguel Ángel
imita el acento argentino). Y en una de esas, estaba Esteban defendiendo a Crujeiras por detrás, y de
pronto Crujeiras se revolvió para atrás y le metió un manotazo a Esteban Pérez. Esteban le dijo "que yo no
te he hecho nada" y se pusieron muy acalorados. Los árbitros tuvieron que meterse por medio y Navarro,
que entrenaba a Orense, pidió tiempo muerto. Y cuando vino Esteban le pregunté que qué había pasado, y
me dice, "no me ha pasado nada, que es un mariquita, sólo le he metido el dedo en el culo" (nos partimos
de risa). Esteban le metió el dedo en el culo y por eso Crujeiras se revolvió. Le digo que es un mentiroso, y
me pone el dedo delante y me dice, "mira, si todavía me huele a caca". Qué cabronazo... (Risas). Era
tremendo, me estuve riendo todo el partido, madre de El Pilar...
Muy fuerte... Bueno, ¿y algún jugador que te dejara una huella especial?
Hombre, Xavi Sánchez. Yo a Xavi le digo "el nene". Lo quiero mucho, es mi amigo. Me acuerdo en el primer
año de Oleart, que estábamos Oleart, Toti Soler, Alberto Sánz y yo cenando en la Plaza de San Juan, en la
terraza de la pizzería La Tarantella, y me dijo Oleart, "espérate, que he quedado aquí con Xavi Sánchez y
con Maiol Cisteró. Mira, por allí vienen", y eran dos críos. Esa imagen de Xavi, atardeciendo en el mes de
agosto en Murcia, viniendo a cenar, todavía la tengo en mi retina y la guardo con mucho cariño. A él y a su
mujer, a Mónica, los quiero mucho.
Oye, y hablando un poco de tu trabajo como Delegado, que no todo el mundo sabe qué es, ¿te gustaba?
Sí, la verdad es que sí. Algunas veces me preguntaba alguien, "oye, ¿en qué trabajas?", y yo le decía que era
Delegado del Club Baloncesto Murcia y me decían, "¡uy!, que bonito, ¿no? Cuántos viajes y cuánto tal",
pero bueno, si yo te contara... El ser Delegado del equipo no significa el viajar y el "jijijí-jajajá". Yo lo llevaba
todo: extranjería, los coches, los pisos, la ropa del equipo, los partidos, los viajes... Había que estar en todo,
y a lo mejor, a las cuatro de la madrugada te llamaban... Pues normal, el clásico jugador que no es de aquí,
y "oye, que se ha roto un vaso y mi hijo se ha cortado con un cristal y necesita que le den puntos", y
entonces había que ir...
O sea, que entre tus atribuciones estaba tener el móvil conectado todo el día, ¿no?
Sí, yo era la farmacia de guardia 24 horas. Realmente, yo las vacaciones las conocía poco, en todos los años
que he estado, vacaciones pocas. Las tenía y casi que ni me las tomaba, porque prácticamente empalmaba
una temporada con la siguiente: que si la ropa, que si los pisos, que los pisos quedaran bien, los coches... Yo
a veces sufría mucho, porque no éramos un club poderoso económicamente, y yo, los dineros del club...
Había veces que había que llevar los coches al taller, o había que buscar pisos que el alquiler estuviera
acorde al presupuesto pero que estuvieran bien equipados. Los jugadores que tenían casa y coche en el
contrato, pues había que proporcionárselos con relación al contrato, y claro, a veces los jugadores... Pues si
tú crees que eso es blanco, pues a lo mejor otro dice que es color crema, y el jugador te dice, "no, yo lo he
pedido blanco", y las películas de siempre. Yo te puedo decir que intentaba dejar al jugador lo más
contento posible y no he tenido problemas... Bueno, problemas he tenido muchos porque en el trabajo
tienes días buenos y días malos, pero dentro de las posibilidades de nuestro club, todos los jugadores salían
contentos de Murcia y muy pocas veces un jugador ha salido descontento de aquí.
Es muy interesante porque esa cara de un equipo no la solemos ver. Vemos si un jugador está más o
menos acertado dentro de la pista, pero claro, si a lo mejor tiene problemas fuera, pues no rinde igual...
Claro, esto es la intendencia, como digo yo, es el día a día. Lo que pasa es que yo, fíjate, yo todo esto lo
hacía sólo. Ahora en el club hay dos personas... (Miguel Ángel cambia un poco el gesto, se detiene un
segundo y retrocede un poco en el tiempo). Cuando yo dejé el puesto de Delegado, me acuerdo que fue
después del partido contra Menorca (06/07), y aunque nadie me lo había dicho, yo intuía que ese iba a ser
mi último partido oficial como delegado del equipo. Recuerdo que después de ese partido, que sufrimos y
nos salvamos contra Menorca, me fui a la grada a abrazar a mis padres, que ya son mayores, y a darles dos
besos y les dije, "que sepáis que este ha sido mi último partido como delegado". Yo me olía movimientos
raros alrededor y bueno, me llamó Miguel Ángel Morate. Él, como Director Deportivo del club hizo buenos
equipos pero también porque tuvo dinero para hacerlos, pero yo creo que no fue humano. A todos los que
éramos murcianos nos quiso cepillar, igual que hizo en Sevilla cuando se cargó a Benito Doblado, a Raúl
Pérez, al fisioterapeuta Gallardo... y aquí hizo lo mismo: se cargó a Xavi Sánchez, a Perico Fernández, a José
Luís Mendoza, a Fernando Ibáñez y a mí. A los otros cuatro los echó, pero a mí, por lo que sea, pues me
llamó un día y empezó a soltarme un rollo y al final me dijo que yo ya era demasiado mayor para ser el
delegado del equipo. Yo me quedé... "Tú no estás ya para ser el delegado del equipo", me dijo. Y mira, te
vuelvo a repetir una cosa, yo soy un trabajador del club, y el club, en este caso el Director Deportivo, estimó
oportuno cambiarme por otras personas. Hussein quizá debió implicarse más, pero no por mí, sino por
Mendoza, Ibáñez, Xavi y Perico, pero bueno, yo estas cosas ya las hablé con Manolo Hussein y me dijo que
no tuvo nada que ver y que no pudo hacer nada, que fue una cosa de Morate. De hecho Morate esperó a
BasketMe – Pedro Serrano Solana
147 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
que Manolo Hussein estuviera en el avión camino de Las Palmas para echarme de mi puesto y así que yo no
pudiese llamarlo. Morate era muy frío y quería que los jugadores estuvieran por un lado, el cuerpo técnico
por otro, y él por otro. Y de repente, de estar de Delegado del equipo, pues me metió a un agujero allí
arriba y me puso a llamar a los socios del club para ver si renovaban, en esas pedazo de campañas de
abonados que hacíamos. Algunas veces algún socio me preguntaba, "¿y tú quién eres?", y yo les decía que
era Miguel Ángel, y me decían "pero muchacho, si tú eres el Delegado", y yo les decía que ya no lo era y
tenía que contar la película. La verdad, quizá en ese momento me tenía que haber ido del club, pero claro,
te pones a pensar en la hipoteca, en la familia... (Le interrumpo).
¿Cuánto tiempo has estado en las oficinas?
Tres años. Y bueno...
Te gustaba más ser Delegado a pesar de los marrones que te debías comer, a lo mejor, ¿no?
Sí, claro, totalmente, porque mi vida era eso, yo donde me sabía mover era en el puesto de Delegado. No
sólo era Delegado, es que yo me lo curraba todo, yo me buscaba la vida. Yo he hecho cosas en el club que
quizá no las tendría que haber hecho, como decir que nos dejaran el alquiler de un piso más barato,
peleando un duro en los viajes con los hoteles para que nos dejaran las habitaciones más baratas, que si los
menús... Hasta he dormido en el suelo del autobús, con un colchón y una manta, por ahorrarle un duro al
club en una noche de hotel... Historias. Entonces, pues verte llamando a socios... Fue muy duro. No estaba
contento porque cuando subía las escaleras para ir al club, era como si alguien estuviera tirándome de la
camiseta hacia arriba. Verme echando las ocho horas allí... Que yo como Delegado echaba a lo mejor más
horas, pero verme encapsulado entre cuatro paredes...
Bueno, pues ya hemos hablado de un Director Deportivo, ¿Qué tal los otros?
Hombre, yo con Miguel Ángel Martín... Para mí fue una persona super entrañable. Yo le decía "mi yayo".
Además de Director Deportivo, era amigo mío también. Iván Déniz y yo nos pegábamos unas risas
tremendas... Y Con Fernando Ibáñez también. Miguel Ángel Martín es un tío muy cachondo, le encantan las
películas de Torrente y muchas veces nos poníamos las películas en el autobús, y Fernando (Ibáñez) y yo
nos poníamos a su lado, y nada más de ver a Miguel Ángel Martín cómo se ponía a reírse, nos partíamos de
risa nosotros.
Hablando de Fernando Ibáñez, ¿Qué tal con los fisioterapeutas?
Bueno, pues Fernando era un currante del club, una persona impresionante. He visto muchos
fisioterapeutas, y hombre, el número uno es Diego Albaladejo, que es un monstruo, es un profesor. Pero la
verdad es que Fernando Ibáñez, siendo una persona joven, me sorprendió la capacidad de trabajo que
tenía y que tiene ese hombre, lo que quiere a su trabajo. La de horas que este hombre le ha dedicado a su
trabajo. Recuerdo las veces que a lo mejor llegábamos de un viaje a las cuatro de la mañana y Fernando se
quedaba tratando a un jugador que se había lesionado, para empezar a recuperarlo lo antes posible. Yo a
Fernando lo quiero mucho y Morate tampoco fue justo con él. Su trabajo era muy importante, porque un
jugador de élite sólo se pone en las manos de una persona que les inspira confianza. Un jugador no se pone
en las manos de una persona que sabe que más que ayudarle, lo puede joder más. Y Fernando les dedicaba
todo, y lo que no lo sabía, lo preguntaba, para recuperar a los jugadores bien y cuanto antes. Fernando era
amigo de los jugadores y eso a Morate no le gustaba. Nos llamaba los "coleguillas" de los jugadores, pero
oye, yo creo que el CB Murcia, además de un club, es una familia. Una de las claves de este club es que
somos una familia.
Escuchándote pienso que este trabajo se hace si te gusta mucho y si sientes mucho al equipo, ¿no?
Después de diecisiete años y de estar en un club que ha sido tu casa, que has estado allí más horas que en
tu casa, pues imagínate si puedo querer yo al Club Baloncesto Murcia. Lo llevaré siempre en el corazón.
Cuando hablo del CB Murcia, ahora que ya no estoy en el club, pues sinceramente me emociono y se me
queda el sabor agridulce por la forma en que he salido de allí. Pero mira, yo soy un trabajador y alguna vez
te puede llegar el día, oye, que nadie es perenne en un sitio. Han sido unos años difíciles desde que me
quitaron de Delegado, aunque por mi amor al club yo hacía lo que me pedían. Pero la forma en la que he
salido no me lo esperaba, porque no me lo merezco. Yo he hecho muchas cosas por este club en todos
estos años, pero bueno, una puerta se cierra y espero que se abra otra.
En este 25 aniversario del CB Murcia, ¿de quién te acuerdas?
Pues mira, de una persona que ha sido muy maltratada por la prensa e institucionalmente, una persona
que, sin él, el CB Murcia no existiría y esta entrevista no tendría sentido. Es una persona que no entendía
nada de baloncesto, pero en 1985 unas personas le dijeron de hacer un equipo y ahí nació el club. Esa
persona es Juan Valverde. A Juan Valverde le deberían hacer el homenaje que se merece. Le podrá caer
bien a muchos, y le podrá caer mal a otros muchos, pero sin Juan Valverde el CB Murcia no existiría y
muchos de los que comen de esto, no podrían comer de esto. No se han portado bien con una persona que
lo ha dado todo porque existiera un equipo de baloncesto en Murcia, le siente bien o le siente mal a quien
le dé la gana, y quien lea estas palabras, sabrá que estoy diciendo la verdad (Miguel Ángel eleva el tono de
voz con indignación). Oye, y yo con Juan Valverde he tenido mis días buenos y mis días malos, pero además
de ser él, es mi amigo, y me duele que no lo traten como se merece. Tendrían que ponerlo en el centro de
la pista del Palacio de los Deportes y ponerle una insignia de oro y brillantes, porque se lo merece. Cuando
él ha podido tirar la toalla y pasar de todo olímpicamente, él ha seguido por no dejar a muchas personas en
la calle. El que no lo quiera entender, que no lo entienda.
Bueno, ¿Volverás a ver baloncesto en el Palacio, o no te apetece?
Pues mira, el otro día era el partido de presentación contra Granada y eran las doce y cuarto y me puse los
pantalones y me fui a verlo, pero yo creo que este año no voy a ver al equipo. El CB Murcia tiene muy buen
BasketMe – Pedro Serrano Solana
149 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
equipo, pero no creo que vaya por el Palacio de los Deportes porque para mí son muchos recuerdos. La
gente me para y me pregunta que qué es lo que pasa, y me tengo que limpiar las lágrimas porque yo soy
persona, ¿no? y me emociona que la gente se acuerde todavía de mí. Y quiero aprovechar esta oportunidad
que me estás dando, que te la agradezco, para darle las gracias a la afición y a toda la gente que me ha
mostrado su cariño todos estos años, y nada, desearles la mayor de las suertes. Al CB Murcia lo tendré
siempre en mi corazón, siempre, siempre, y como institución le deseo lo mejor, y le deseo suerte por Xavi
Sánchez, que ha iniciado su etapa como entrenador. Y también por tí, que estás ahora delante de mí, que
para tí esto es tu vida además de tu familia; a esto le dedicas muchas horas con ilusión, y a tí no te paga
nadie por estar haciendo esto... Y por todos vosotros, por la afición, os deseo que el año que viene estéis en
ACB y nada más.
Pues Miguel Ángel, gracias a tí por tu tiempo, y por tus años de trabajo en el CB Murcia.
Gracias a tí, tío. Gracias, Pedro.
Al charlar con Miguel Ángel, compruebo la importancia que tiene el factor humano. Tiene mucha
humanidad y habla con mucho cariño de las relaciones personales que ha trazado bajo el paraguas del CB
Murcia. Más allá de todo lo que rodea a un equipo profesional de baloncesto, más allá de los negocios, de
la política, de la gestión económica, de la táctica y de la técnica del baloncesto, del talento de los jugadores,
de las canastas sobre la bocina... En la conversación con Miguel Ángel, me da la sensación de que más allá
de todo eso, al final de lo que hemos hablado es de amistad, de compromiso con un club y con unas
personas con las que compartes mucho tiempo y muchas vivencias: "El CB Murcia somos una familia".
Miguel Ángel Pérez, en las oficinas de su CB Murcia.
Entrevista a Miguel Ángel Martín
Vamos a recordar ahora una porción muy jugosa de la historia del CB Murcia que abarca dos
temporadas y media, y que tuvo un momento triste, un año de transición (con cambio de propietario
incluido) y un momento de enorme alegría. Me refiero a las dos temporadas y media en las que el CB
Murcia y Miguel Ángel Martín compartieron tarea. "El cura", tomando el mote que le puso años atrás
Nacho Azofra, llegó a nuestra ciudad en febrero de 2004 y cogió el timón del equipo en ACB con la misión
imposible de evitar un descenso cantado. Logró que el CB Murcia viviera el trance sin perder la dignidad, y
aunque en este tipo de casos el entrenador que desciende suele marcharse en cuanto llega junio, Miguel
Ángel encajó tan bien en el club que el presidente le ofreció la renovación. Se hizo cargo de la dirección
deportiva y en ese puesto se mantuvo durante dos temporadas completas en LEB. Su segunda y última
temporada fue la mejor para el equipo, aunque no lo fuera tanto para el propio Miguel Ángel. Sufrió, pero
cumplió su trabajo a la perfección y le puso a Murcia el ascenso en las manos. Tuvo que ser a la épica, como
siempre: en cancha ajena, en el quinto partido del play off y tras una prórroga. Así fue como el CB Murcia
volvió a la ACB en 2006 y así fue como Miguel Ángel regresó a su Madrid natal, con una sonrisa en la cara y
con la satisfacción del deber cumplido. Cuando lo localizo y le pregunto si quiere colaborar en este trabajo,
él, con total tranquilidad –parece un hombre bastante tranquilo-, responde a mi petición mediante un
sencillo "por supuesto”, una expresión que usa a menudo.
Miguel Ángel, ¿Qué tal?
Muy bien, muy bien...
Muchas gracias por hablar conmigo.
Igualmente. Sin problema, hombre, muy bien.
¿Sabes que el año pasado fue la temporada 25 de la historia del CB Murcia?
Sí, sí, ya había oído algo... Pero no han celebrado nada, me parece.
Por mi parte, pensé que era buena idea hacer una lista de personajes importantes de la historia del
equipo y, poco a poco, intentar ir localizando y entrevistando a gente, y recordando todos estos años.
¿Has visto algo de la Web Basketme.com?
Pues esta mañana la he mirado, cuando me has enviado el mensaje. No la conocía, sinceramente, y
entonces ya esta mañana he entrado, al mandarme tú la dirección de la Web.
Bueno, por empezar por algún sitio: tú te has enfrentado a Murcia en infinidad de ocasiones con el
Estudiantes, con el Madrid... (Asiente, "sí"). Pero la última vez que jugaste contra el CB Murcia fue
cuando entrenabas al Complutense, en el play off de ascenso de la temporada 2002/03. ¿Cómo fue tu
llegada al club universitario?
BasketMe – Pedro Serrano Solana
151 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Bueno, yo salí del Madrid y estuve un año y pico dedicándome a otras cosas. Yo soy economista y entonces
estuve trabajando en otras cosas. En un momento dado me ofrecieron el Complutense, que era un
proyecto nuevo, de aquí de la Universidad. Les habían ofrecido una plaza en la LEB Plata y yo no quería salir
de Madrid, por otro lado y lo cogí y estuvimos tres años, hasta que el equipo desapareció, claro.
¿Y cómo llegaste a Murcia, entonces?
Pues como el equipo Complutense... Digamos que tardó en desaparecer, creíamos que iba a seguir y
entonces hubo elecciones en la Universidad Complutense, ganó un rector al que le interesaba poco el
deporte y entonces desapareció, y ya cuando desapareció, prácticamente estaban todos los equipos
cubiertos. Yo estuve sin equipo hasta febrero de 2004 y entonces me llamó mi agente y me dijo, "oye, ¿te
interesa irte a Murcia?". El equipo estaba fatal porque estaba prácticamente descendido y bueno, en 2004
me fui para allá. El equipo descendió, estaba prácticamente descendido porque era muy difícil la salvación,
e incluso Valverde me lo dijo cuando llegué. Me dijo, "quiero un descenso digno". Y luego al año siguiente
Valverde me ofreció el puesto de Director Deportivo y ya estuve dos años más.
(Miguel Ángel habla despacio y con un tono sosegado; transmite serenidad) ¿Cómo te encontraste el
equipo cuando llegaste? Tú ya sabías que el equipo iba cuesta abajo, pero, ¿Qué ánimo había?
Pues lógicamente, el ánimo de un equipo cuando no se han cumplido las perspectivas, ¿no? Un equipo,
pues no tanto de juego como psicológicamente, pues hundido, como es lógico, pensando que ya estaban
en la LEB. Lo único a lo que me dediqué yo es un poco a levantar el ánimo y a tener un descenso como más
o menos me pidieron, un descenso digno. Llegué un miércoles después de la dimisión de Coello, el sábado
jugábamos contra Fuenlabrada y era el partido clave, y entonces, evidentemente... Era poco tiempo y no...
Pero bueno, yo creo que ya se jugó más o menos bien y se vivió un descenso, digamos, sin grandes
algaradas.
No recuerdo los resultados, pero es verdad que se frenó un poco la debacle...
Bueno, se le ganó a Valladolid, que le sacamos fuera del play off (Pienso en la relación Murcia-Pucela: dos
veces los hemos mandado a la LEB y una vez los sacamos del play off por el título), perdimos por un punto
en el último segundo contra Girona, se perdió por uno o dos puntos con Unicaja, y bien, en fin...
Tú has vivido la situación inversa, la de estar en un club y que te cesen, ¿no?
Sí, yo he vivido esa situación, claro, me cesaron en el Real Madrid a mitad de temporada...
¿Y crees que sirve de algo, realmente?
Pues la verdad es que no sirve para nada. Ni el cese que te cuento, el mío, ni creo que el de Felipe Coello
sirviese para nada, pero bueno, ya sabemos todos que cuando las cosas van mal, alguien tiene que pagar el
pato y lógicamente lo paga el entrenador. Eso es así, es ley en el deporte.
Cuando llegaste aquí, tú que habías entrenado a grandes clubes como el Estudiantes o el Real Madrid,
¿Qué te pareció el equipo murciano a nivel organizativo?
A nivel organizativo estaba perfecto. O sea, yo creo además que Murcia siempre ha tenido una gran
organización y siempre ha sido un club que ha cuidado mucho todo el aspecto exterior a lo que es el juego.
En eso no había absolutamente ningún problema.
Es decir, que trabajaste con comodidad, ¿no?
Totalmente, con comodidad, con todos los medios... Y la organización, si no perfecta, era casi perfecta.
Bueno, pues el equipo no se pudo mantener en la ACB y acabó descendiendo por tercera vez en poco
más de cinco años. Después Valverde te ofreció la renovación como Director Deportivo. Así que, por
entonces, Valverde seguía llevando las riendas del club, ¿no?
Sí, Valverde al empezar la siguiente temporada todavía seguía siendo dueño del club, y Polaris llegó al mes
o mes y medio de empezar la... No, no, perdona, llegaron incluso antes de empezar la competición.
Pero el contrato ya estaba cerrado con la directiva de Valverde, ¿verdad?
Sí, sí, por supuesto. A mí digamos que el que me fichó para los dos años siguientes como Director Deportivo
fue Juan Valverde, y el que me hizo el contrato fue Juan Valverde. Cuando llegó Polaris, evidentemente yo
puse el cargo a disposición del nuevo presidente. Eran unos nuevos dueños, una gente nueva, digamos que
con otra mentalidad, y bueno, me dijeron que no, que yo siguiese si quería y tal, y entonces seguí con ellos.
Pero vamos, a mí el que me hizo el contrato fue Valverde.
¿Te avisó Valverde antes del cambio? ¿Tuviste unas últimas palabras con él? ¿Cómo fue aquello?
No... Valverde, al principio con él muy bien, y luego fue una época muy convulsa donde salía Valverde y
entraba Polaris y creo que los que estábamos por en medio nos llevamos algunas que no teníamos nada
que ver, ¿no? (nos reímos: Miguel Ángel omite la palabra "hostias", imagino). Y entonces, bueno, pues lo de
siempre: Polaris que llega, Valverde que dice cosas que no debía de decir, que sale cabreado, y etcétera,
etcétera. Y los que estábamos en medio nos llevamos algunas...
Entonces desde dentro del club, ¿no os dio la sensación de que se mascaba un cambio cercano?
A mí particularmente... Te digo sinceramente que yo un buen día, por la mañana, me presentan a los de
Polaris. Yo no tenía ni idea de que iban a llegar... Vamos, no sabía ni lo que era Polaris, o sea que... (Me río
por la manera en la que habla Miguel Ángel, que parece estar describiendo el encuentro con seres de otro
planeta en plan de chiste). Claro, yo llevaba poco tiempo en Murcia y no sabía lo que era Polaris, y un buen
día me dicen, "bueno, aquí tal"... Yo en principio creía que era una broma, pero ya venía otra gente que
eran los dueños del club, claro.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
153 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Eso fue antes de que se hiciera público y saliera en la prensa, ¿no?
Nada, nada, claro... Antes de salir. Yo creo que las negociaciones se debieron llevar en secreto y no era lo
mío, evidentemente yo me dedicaba a otras cosas, que era hacer el equipo para el año siguiente en LEB y
fichar al entrenador, a los jugadores...
O sea, que la planificación la hiciste antes. El equipo ya había empezado a rodar deportivamente,
¿verdad?
La planificación de mi primer año como Director Deportivo se hizo prácticamente con Juan Valverde en
junio-julio. Y bueno, creo recordar que Polaris llegó a mediados o finales de agosto, o algo así.
Es decir, que a nivel presupuestario se hizo todo con Valverde... (Miguel Ángel no tenía porqué saber de
esos asuntos, como él mismo dice, pero me sigue resultando curioso el momento de traspasar el club, los
motivos y la manera de hacerlo).
Exactamente, ahí fue todo Valverde. Cuando llegó Polaris ya se había fichado a casi todo el equipo.
En ese primer año como Director Deportivo, con la plantilla hecha por la directiva de Valverde, ¿el
objetivo era ascender?
Sí, pero no se pudo ascender. Se cayó en los play offs contra Huelva, que tenía muy buen equipo y ahí no se
ascendió.
En Huelva estaba Sergio Sánchez, el base que ahora está en Estudiantes, que nos masacró vivos...
Sí, sí, por supuesto (me hace gracia la respuesta de Miguel Ángel y su manera de decir "por supuesto").
Y por recordar algo más de aquel equipo que no pudo ascender: la apuesta por Iván Déniz fue bastante
novedosa, ¿no? Era un entrenador novel prácticamente, creo que era la primera vez que salía de la isla.
Sí, pero es que además, en esa temporada que planifiqué con Valverde no había dinero. Vamos, no había
un presupuesto excesivo y entonces no podíamos ir a por un entrenador muy caro, ¿no? y entonces
optamos por un entrenador joven que lo había hecho muy bien en Tenerife cuando cesaron a Paco García
(de nuevo, nombres muy familiares para el CB Murcia: Paco García, Tenerife...), y lo fichamos.
De hecho, no lo hizo mal tampoco, quiero decir que el hombre sacó buen provecho del equipo...
No, no... Yo creo que para el equipo que tenía, lo hizo bien. No era un equipo... Era un equipo que podía
ascender y tal, pero digamos que no era un equipo que pudiera estar por encima de los demás.
La superioridad llegó al año siguiente...
Exactamente.
Se fichó a Manel Comas, que nos ilusionó a todos y sin embargo...
Sí, y luego nos desilusionó a todos, empezando por mí, porque los resultados no fueron los esperados.
Recuerdo que al décimo partido, que estábamos todos muy nerviosos porque llevábamos 5-5 y no era un
equipo para estar en la mitad de la tabla, le salió una oferta de Sevilla, del Cajasol, y se marchó, y entonces
fichamos a... (Se detiene un segundo), a Manolo Hussein.
Pero en ese inicio de liga tan malo que se hizo, ¿os rondaba por la cabeza la opción de cesar a Comas?
¿Habíais hablado con él de esto? (Miguel Ángel tarda un poco en contestar, como meditando su
respuesta).
De momento... O sea, en ese momento... Bien, Salvador (Hernández) estaba muy nervioso, muy nervioso...
Yo por mi parte confieso que también y justo en aquella semana, en una conversación que tuvimos los dos,
Comas y yo, él me dijo a mí que se quería marchar y la verdad es que vimos el cielo abierto porque se
marchó (nos reímos). No hubo que cesarle y por lo tanto no hubo un gasto de dinero.
Le vino muy bien al club, y sin embargo, gran parte de la afición lo entendió como una renuncia de
Comas. Quedó la sensación de que Comas huía, de que abandonaba al equipo en una situación delicada.
No, es que él huyó... Si hay que ser sincero, él huyó porque él no sabía en absoluto... No se había hablado
de cese en ningún momento ni nada de nada y las conversaciones que teníamos Salvador y yo, digamos que
eran secretas. Entonces yo creo que él vio que no podía con el equipo y buscó la salida, yo creo que ya la
andaba buscando hacía tiempo. Entonces, en realidad fue una huida, porque a él en ningún momento se le
dijo que se le iba a cesar ni nada de eso.
Así que tu impresión fue la misma que la de gran parte de la afición (me río y Miguel Ángel me dice
"¡claro!"). Aunque suene raro al decirlo, el equipo le venía grande a Manel Comas. Fíjate que estamos
hablando de Comas con toda su trayectoria en ACB y tal, pero la LEB le vino grande. A veces pasa que un
entrenador que ha entrenado en ACB, llega a la LEB y se piensa que es lo mismo, y no...
Exactamente. Sí, yo creo que él llegó allí a Murcia y él se creía que... Hombre, yo tengo una anécdota muy
buena: él me decía a mí, "¡¿Cómo es posible que el balón se lo den a este jugador, que juega de 4...?!
Porque es que en ACB, o es falta o la mete" (Miguel Ángel imita el tono de voz de alguien que muestra
incredulidad y sorpresa a la vez). Y yo le decía, "pues joder, pues por eso está en LEB y no está en la ACB,
porque aquí a lo mejor ni es falta, ni la mete" (Risas). O sea, que yo creo que él venía muy confundido.
Comas también decía una frase, o una expresión, que era bastante elocuente: algo así como que en LEB,
un día te salía en el equipo rival "cualquier terrorista" y te la liaba a triples (nos reímos). Jugadores que él
no conocía.
Sí, sí. Él tenía un desconocimiento grandísimo de la liga. Yo me acuerdo que jugando en... ¿Dónde era? ¿En
Manresa...? No... No me acuerdo ahora, pero en Cataluña, le dije "ten cuidado con éste, que es un jugador
BasketMe – Pedro Serrano Solana
155 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
cedido por el Barcelona y que es un buen triplista"... Era un tío con un excelente tiro. Bueno, pues ese tío
nos metió tres triples al final y nos ganó el partido, y tiró sólo, ¿no? Yo creo que era un desconocimiento de
la categoría total.
Ya... Luego llegó Hussein. ¿Lo fichaste tú?
Sí, sí, lo fiché yo, lo fiché yo...
A partir de ahí el equipo cambió de cara y creo que se ganó la Copa Príncipe con la misma plantilla que
había dirigido Comas, sin hacer retoques. Sin embargo seguíamos viendo que al equipo le faltaba algo
para dar un salto de calidad, que Sellers y Walleskowsky... (Miguel Ángel se apresura y aclara un asunto).
Tengo que decir que Sellers, además, fue un hombre que... Yo hablé con él, le dije que veíamos que no,
que físicamente no estaba y tal, y él fue capaz de decir, "bueno, pues mira, me pagáis este mes y me voy".
No dijo de cobrar todo el año, o sea que en ese aspecto se portó fenomenal. Él lo entendió y tal, y entonces
se fichó al jugador que yo creo que fue clave y nos dio el ascenso, que fue Rick Hughes.
Lo fichaste tú, claro.
Sí, sí, y tengo que decir que tuve mis problemas, porque decían... Hombre, es un jugador que había estado
ya en España y que venía de la A-1 italiana, lo que pasa es que se había roto el tendón de Aquiles y había
estado un año sin jugar, recuperando, y entonces yo aproveché para ficharle porque yo creía… Con
oposición de todos, incluido el presidente, ¿eh? (Interrumpo a Miguel Ángel riéndome).
¿Sí?
Sí, sí... Ahora que ha pasado el tiempo, ¿Para qué vamos a contar otras cosas?
Agradezco tu sinceridad, así no tengo que tirarte de la lengua (Vuelvo a reírme y Miguel Ángel resopla al
otro lado del teléfono). No, no, es que las cosas son así, ¿no?
No, hombre... Ya está, sí, yo lo fiché, y a Manolo Hussein no lo conocía y el presidente menos. Entonces yo
lo fiché, y... "Este tío está cojo, está cojo, está cojo..." (Miguel Ángel imita el tono de voz del que pone
reparos cuando le quieren vender algo claramente defectuoso). "Este tío está cojo, hay que echarle, está
cojo...".
¿Quién decía eso? ¿Hussein?
Sí, cuando llegó Hughes, en los primeros entrenamientos y tal, Manolo Hussein quería echarle, y al otro que
llegó también, que era muy malo (Ahora Miguel Ángel pone tono irónico).
Sí, el otro también era muy malo y casi no tenía muelles (Prosigo con la ironía. Nos reímos).
Sí, ese... Ese luego se fue a la NBA y estuvo jugando de eso que llaman "especialista" (Le aclaro al lector que
Miguel Ángel y yo estamos hablando de Ryan Humphreys, actual jugador de Cáceres, que también resultó
muy importante en aquel ascenso del CB Murcia). Un jugador muy duro y que se compenetraba muy bien,
que pasaba muy bien, que cogía los rebotes... Y bueno, sobre Hughes, yo creo que en el último partido
(quinto partido del play off por el ascenso, en Zaragoza) hizo 20 puntos y 12 rebotes o algo así, recuerdo.
Era un gran jugador, era un lujo tenerlo en LEB. Lógicamente te ficha porque venía recuperándose, aunque
estaba ya recuperado realmente, pero bueno...
Es que a veces para ganar hay que arriesgarse un poco, y más en la situación en la que estaba el CB
Murcia, con Sellers en mal estado físico...
Exactamente.
Claro, si Sellers no estaba bien y el hombre fue honesto y se fue sin cobrar el año, pues te tienes que
arriesgar para traer a un jugador... Y además, es que Rick Hughes es un tío que tiene mucha calidad, nos
dejó a todos impresionados. No olvidaré cómo se echó a llorar después de la victoria en Zaragoza.
Pues yo tuve unas broncas tremendas... Yo te puedo decir que cuando acababa contrato, antes del partido
le dije al presidente que me marchaba, porque no quería estar más tiempo ahí y además con Manolo
Hussein choqué. Yo ya me marchaba porque acababa contrato y en el último partido que se ganó en
Zaragoza, cuando acabó el partido le dije al presidente "¡Joder con el cojo!" (Nos reímos). ¿Me entiendes?
Entonces, bueno, en fin... Eso no sentó muy bien, pero yo ya me marchaba.
Bueno, bueno, pero antes de llegar a eso, retrocede un poco: llegan Hughes y Humphreys y resulta que se
acoplan muy rápidamente...
Además, hay que decir una cosa, ¿eh? Dos excelentes personas, sobre todo Hughes. Hughes era un
hombre... Es una excelente persona, un hombre muy religioso y muy creyente... Vamos, yo al año siguiente
cuando vi que le echaban, pensé, "se equivocan totalmente", porque tener gente así en los equipos, un tío
trabajador, honesto, buena persona... Eso hoy día es fastidiado, ¿Sabes?
Eso mismo comentaba con Quini García, la importancia de ese tipo de actitudes en el vestuario, de tener
gente así en el equipo. ¿Y cómo recuerdas esa eliminatoria por el ascenso contra el Cai, y en concreto el
cuarto partido en el que lo tuvimos tan cerca?
Yo creo que se debía de haber ganado... Bueno, eso de "se debía" es una frase que en el deporte no se
debe decir, ¿no? pero que, bueno, yo creo que se tenía que haber acabado la eliminatoria en el cuarto
partido. Hubo mala suerte, no jugamos bien, pero bueno, estábamos convencidos de que se podía ganar en
Zaragoza perfectamente, porque el Zaragoza era un equipo, digamos, totalmente deslavazado, no se le veía
una consistencia, ¿no? Y eso jugaba a favor.
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157 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Sí, porque aunque la eliminatoria llegó al quinto partido e incluso se tuvo que ganar en la prórroga y en
cancha ajena, que fue ya rizar el rizo, la sensación era que Murcia era más equipo. Se debía de haber
terminado con un 3-0 o con un 3-1 por lo que tú dices, por juego, por consistencia del equipo...
Sí, sí, con un 3-1, sí.
Y el tema de los incidentes del cuarto partido, ¿Cómo los viviste? Aquello generó tensión…
Sí, claro, aquellos incidentes generaron un poco de tensión. Cuando fuimos allí, el presidente no quiso
sentarse en el palco, se sentó abajo y yo me senté con él. Yo no tenía ningún problema porque me llevaba
muy bien con la gente de Zaragoza, desde siempre, pero claro...
Es que, bueno, esto es una opinión personal, pero yo creo que la directiva del Zaragoza fue
excesivamente tibia con los jugadores que provocaron los incidentes del cuarto partido. Lo que pasa
también es que cuando te estás jugando lo que te estás jugando...
Claro, claro... Cuando te juegas lo que te juegas, no conoces ni a tu padre, vamos (Nos reímos).
Y ya hemos hablado de tu salida del club, una salida que no es que la intuías, es que la sabías porque se
te acababa el contrato y tú veías que... (Miguel Ángel me interrumpe con apremio).
Además, además... Pasó una cosa y te la voy a contar, porque ha pasado el tiempo y para qué vamos a...
Manolo Hussein es un hombre que fiché, y yo no lo conocía. Lo conocía personalmente de haberme
enfrentado con él, ¿no? Pero no sabía yo... Me enteré y tal y me decía todo el mundo, de la gente con la
que hablé de los clubes, "no... Es buen entrenador pero es un tío muy raro". Y yo decía, bueno, con que sea
buen entrenador, a mí lo raro que sea me da igual. Pero, ¡amigo mío! No es que era raro, es que, si te digo
sinceramente, es la peor persona que he conocido en mi vida. Su calidad humana es... Bueno, le ha pasado
ahora en Valencia, ¿no? Los jugadores prácticamente lo han echado, ¿no? Y yo no estaba dispuesto ya a
soportar eso. Yo acababa el contrato y me hacía cada fin de semana ochocientos kilómetros, cuatrocientos
de Murcia a Madrid y otros cuatrocientos de Madrid a Murcia para ver a la familia, porque mi hijo estaba
en el colegio y no lo quería cambiar de colegio, etcétera y bueno, ya no tenía yo ganas de seguir y más en
ese aspecto. No sé... Luego el presidente digamos que le apoyó, y luego se cargó al delegado, al preparador
físico, al fisio, a Fernando... O sea, una barbaridad. Luego hicieron lo que hicieron. Y Miguel Ángel Pérez,
tendrá lo que quieras, pero sitio al que ibas, amigo mío, ahí estaba Miguel Ángel Pérez, que lo conocía todo
el mundo: en el Joventut, en el Madrid... En todos los sitios.
Sí, a Miguel Ángel Pérez también lo he entrevistado (Resoplo). Es duro esto que hablamos, ¿no?
Bueno, es que yo no he visto a ningún equipo que eche a la gente de casa. En eso Valverde, por ejemplo,
tenía la virtud de mantener a la gente de casa, digamos, a los murcianos, ¿Pero echarlos a todos y fichar
por ahí y tal? Bueno, pues eso fue al año siguiente de salir yo y pueden hacer lo que quieran, ¿no? Pero mi
opinión es que eso fue una barbaridad y además una injusticia tremenda. Fernando era un gran
fisioterapeuta, y Miguel Ángel un gran delegado y era gente que trabajaba por el club y se dejaban horas y
horas allí, pero en fin...
Bueno, desde fuera y sin tener toda la información, es difícil que la gente sepa ciertas cosas, y claro, es
que ahí estaba Miguel Ángel Martín también para hacer ese equipo, ¿no?
Si, no, claro... El equipo se hizo... ¡Pero si Hussein no conocía a nadie tampoco, si es que eso era lo
cachondo del tema! Y el equipo lo hice yo, los cambios los hice yo y por mi cuenta, etcétera etcétera... (Por
unos breves segundos Miguel Ángel eleva el tono de voz, algo poco común).
Estabas convencido de las cosas que hacías, porque fichar... Se hace con el entrenador, ¿no?
Sí. Yo, lógicamente, consultaba con Hussein: "Oye, hay que cambiar a Sellers; tengo éste, éste, éste...".
Nada, ninguno le parecía bien, hasta que cogí y tomé la decisión yo, ¿no? Y el presidente, evidentemente,
no conocía... No es un hombre de baloncesto y no conocía a nadie.
Bueno, pues por darle un giro a la entrevista y acabar de otro modo... (Miguel Ángel me interrumpe y se
arranca él sólo para darle el giro a la entrevista).
Mira, yo de lo que estoy orgulloso es de haber... Hace dos semanas estuve en Murcia, estuve un fin de
semana y he dejado ahí grandes amigos, como Santiago García o Dani (Barceló). Con Dani estoy muy
agradecido porque conmigo se portó muy bien desde que llegué a Murcia y he dejado a un gran amigo allí.
Y Miguel Ángel Pérez y Fernando... Tengo grandes amigos ahí.
Hablemos del sentido del humor, que para mí es muy importante en todos los ámbitos. Recuerdo ahora
una anécdota que me contó un amigo, del primer año que fuiste Director Deportivo del CB Murcia. Fue
en uno de estos pabellones donde jugamos en pretemporada, en el aseo. Mi amigo estaba ahí sólo,
haciendo pipí, y entraste tú y soltaste "picha española no mea sola" (Escucho a Miguel Ángel riéndose al
otro lado del teléfono, y yo también me río). También me contaba Miguel Ángel Pérez que a tí te gustaba
mucho ver las películas de Torrente en el autobús, durante los desplazamientos...
Sí, sí... Esas las llevaba Miguel Ángel Pérez, ¿eh? Lo que pasa es que estábamos todos de acuerdo y yo le
animaba a ponerlas. Ahí vas viajando y las tensiones que llevas... Lo que quieres es reírte un poco y
entonces, pues tampoco vas a poner una película dramática, ¿no? (Me río).
Claro, claro... Y para acabar, ¿Qué me dices de Murcia? ¿Algún lugar, algún recuerdo...?
Yo de Murcia el recuerdo que tengo... A mí es que Murcia me encanta, y la ciudad me encanta y el clima me
encanta... Y los amigos que he dejado allí. Ya te digo que estuve hace dos semanas y vienen ellos por aquí y
tal. Pero en general, todo. Las comidas que hacíamos (de nuevo, la gastronomía murciana conquistando al
foráneo) eran fenomenales. Lo que es Murcia y la gente de Murcia, yo estuve encantado, del trato y de... Al
principio te cuesta entrar, al murciano yo creo que al principio le cuesta un poquito, pero una vez que
BasketMe – Pedro Serrano Solana
159 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
entras, y en eso fue Dani Barceló el que metió en todos los ambientes, muy bien, muy bien. Te cuesta
entrar en círculos... Yo creo que el murciano, por mi experiencia, es un poco retraído. Ahora, en el
momento que tú entras y eres ya amigo de uno, pues ya eres amigo, o sea que... (Nos reímos. Curiosa
visión del murciano).
Bueno, Miguel Ángel, y el tema del aniversario, ¿cómo lo ves? Un club con 25 años... No son 50 ó 60, pero
tampoco son 10...
No, hombre, yo creo que son años, es un cuarto de siglo y eso lo tienen que celebrar. Yo como te digo, no
sé quién me dijo que el club cumplía 25 años, pero me parecía que el club no había hecho aún ningún acto
de... No sé... Claro, ha cambiado ahora todo, y yo creo que Murcia lo que tiene que hacer es menos
cambios y más estabilidad, más tranquilidad y apoyar a la gente que es de ahí. Incluso la afición... Venían a
hablar conmigo mucho, cuando yo era Director Deportivo y tal, y es gente que está entregada totalmente y
a esa gente hay que cuidarla también. Lo que pasa es que los cambios traumáticos... Estaba Polaris, se va
Polaris, ahora viene Carabante...
¿Estuviste enterado de todo el proceso, de los últimos veranos de incertidumbre? (Vuelven a mi mente
los días de tensión y de reuniones).
Sí, algo me han contado, sí... No, Polaris hizo un desembolso tremendo al año siguiente de irme yo.
Recuerdo a este tío que fichó, ¿Cómo se llamaba?
¿Fizer?
Sí, Fizer, exactamente, y fue carísimo. A mí me dijeron que eran seiscientos mil euros netos. Bueno, pues
ese será el precio para el Madrid, pero no para el CB Murcia, y luego se salvó en el último partido pero el
equipo era caro. Probablemente tendría que haber estado más arriba y no esperar al último partido.
Bueno, en fin, esas cosas... Nunca se sabe.
Y ahora, Miguel Ángel, ¿No entrenas?
No, yo me estoy dedicando a otras cosas. Entreno a un equipo de chavales pequeños por divertirme y hago
otras cosas, porque... Tú sabes cómo está el baloncesto, ¿no? O sea que... (Resopla). Para ACB ya soy
mayor, y para el resto de las categorías está todo fastidiadísimo. No me interesa y tampoco me interesa
salir de Madrid, ¿Sabes?
Bueno, eso de que estás mayor... ¿Sesenta? ¿Sesenta y alguno?
Sesenta y uno. Parece mentira, pero... (Se ríe).
Estás hecho un chaval.
No, bien, bien...
Bueno, pero si no te apetece entrenar ya es otra cosa... Hablé también con Oleart, que creo que tampoco
entrena, y la verdad es que me sorprende que gente como vosotros no entrenéis.
Sí, Oleart es un gran tío además, es un gran tío... Lo que pasa es que estamos en un país, que tú sabes que
aquí cuando te ponen el cartel de veterano... Mientras que en Estados Unidos te lo ponen y es algo,
digamos, más a más, aquí cuando te ponen el cartel de veterano, ya sea en el deporte o en la empresa, o en
cualquier cosa, ya sabes lo que pasa, ¿no? Hay que dar paso a los jóvenes.
Hay que dar paso a los jóvenes, vale, pero sólo a los que os mejoran, ¿no? Si no os mejoran, no, pero
bueno... (Me río). Pues lo dicho, Miguel Ángel, muchas gracias por tu tiempo. Me gusta estar haciendo
esto, sobre todo, por poder hablar y saludar personalmente a gente como tú y como el resto de
entrevistados. Es un placer. Te avisaré cuando cuelguen la entrevista y ya conoces la Web: ahí tienes un
montón de entrevistas para echarles un ojo cuando quieras...
Sí, esta mañana he echado por encima un vistazo porque no conocía la Web, pero bueno, ya la tengo en
"favoritos" y ya la iré viendo. Está muy bien, ¿eh? Así por encima la he visto y está muy bien. ¿De quién es
eso? ¿Es de ahí, de Murcia?
No, es a nivel nacional pero escribe gente de muchos lugares y sobre el baloncesto de muchos países y
competiciones.
Lo tenéis muy difícil los jóvenes, así que muy bien (Miguel Ángel reflexiona un segundo). Eres joven y a
luchar, que es lo que hay que hacer (nos reímos).
Me despido de Miguel Ángel Martín y recojo mis bártulos: el móvil, el portátil... Lo he llamado
desde un bar mientras me tomaba un café, así que es como si me lo hubiera tomado con él. Mientras pago
y vuelvo a casa, voy recordando mentalmente alguna de sus respuestas y pienso en el club como un ente
vivo, grande, difuso, que enlaza gentes de muchos lugares y de muchos tipos, y que une a personas con
diferentes maneras de ver el trabajo, el baloncesto y la vida. Personas que coinciden durante un tiempo al
servicio del CB Murcia, que en ocasiones chocan y en ocasiones se hacen amigos para siempre. No todo el
mundo se puede llevar bien, pasa en todos los sitios, pero al final cada uno contribuye como puede a
escribir la vida de nuestro equipo.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
161 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Anthony Stacey
Ahora vamos a recordar dos momentos muy concretos de la historia del CB Murcia: un año
emocionante y divertido que acabó con el tercer ascenso del club a la ACB (2002/03), y un final de
temporada de auténtico infarto, en el que los actores secundarios del equipo lograron mantener al CB
Murcia en la máxima competición por segunda vez en su historia después de un ascenso. Los dos
momentos referidos, el del ascenso y el del no descenso, tuvieron el denominador común que vamos a
entrevistar hoy: Anthony Stacey. Stacey masacró a Murcia cuando jugaba para Manresa en la eliminatoria
por el ascenso de la temporada 2001/02, y luego puso su pólvora al servicio del club rojiblanco con idéntico
éxito: suya fue la canasta decisiva del cuarto partido contra Lobos Cantabria que nos permitió seguir
soñando y alcanzar de nuevo la élite. Más tarde Stacey partió rumbo a la vecina Alicante, pero no tuvo
suerte en su primera aventura ACB. Al final el jugador pudo sacarse la espina en "su" Murcia, ayudando
más de lo previsto a la salvación del equipo.
Anthony, empecemos hablando un poco de tus inicios. Jugaste la NCAA con la Universidad de Bowling
Green e hiciste un buen papel, pero sin embargo luego no fuiste al draft de la NBA. ¿Por qué? ¿Qué pasó?
Sí, jugué en la Universidad de Bowling Grenn y tuve una gran carrera allí. Me convertí en el máximo
anotador y en el líder en robos de balón en la historia de esa universidad, pero por desgracia no fui
drafteado para ir a la NBA. Lo intenté con Cleveland Cavaliers pero fui cortado por el equipo. No era lo
bastante bueno como para ir a la NBA en aquel momento.
¿Cómo fue la decisión de venir a Europa en el año 2000? ¿Quién te contrató para Mallorca?
Yo estaba en el torneo europeo de Hungría y mi primer entrenador en España, que fue José Luis Abós, me
vio jugar y me ofreció un contrato. Tenía ofertas de Turquía, Israel y Rusia, pero entonces pensé que
España era la mejor opción para mí. Después de ser cortado por los Cavaliers, yo quería seguir jugando y
Europa era una muy buena opción para mí, y además mi agente en aquellos años, Delaney Rudd, sabía que
la LEB era una buena competición.
Pero, perdona, ¿a qué torneo europeo te refieres? ¿En qué equipo jugabas?
Pues a un torneo que había hace años en Hungría. Creo que lo organizaba la empresa Courtside, que
representa a muchos jugadores y entrenadores en Europa. Ellos organizaban el torneo y tenías que ser
invitado para poder jugar, y muchos entrenadores europeos venían para conocer nuevos jugadores. Mi
entrenador en aquel torneo fue Jeff Bower, antiguo Manager General y primer entrenador de los New
Orleans Hornets. Allí fue donde José Luis Abós me vio, porque él estaba allí buscando nuevos jugadores.
Creo que ahora se organiza el mismo torneo, o uno similar, en Italia.
Bueno, pues llegaste a España, hiciste muy buenos números en Mallorca y eso te valió tu fichaje por
Manresa al año siguiente formando parte de un gran equipo. Conseguisteis ascender a la ACB y más
tarde llegaste a Murcia (2002/03): ¿Cómo fue tu fichaje? ¿Qué sabías del proyecto, del equipo...?
Bueno, pues yo vine a Murcia porque tanto a mí como a mi mejor amigo, Antonio Reynolds Dean, nos
ofrecieron un contrato. Nosotros acabábamos de ganar el campeonato con Manresa y queríamos volver a
ganarlo, y además, nos encantaba jugar juntos. Nunca olvidaré cómo llegué a Murcia. La temporada
anterior, jugando con el equipo de Manresa, Oleart me dijo durante el último partido de nuestra
eliminatoria contra Murcia, cuando el partido estaba casi terminado y Murcia estaba a punto de quedar
eliminado, que tenía una oferta muy buena para mí. Yo simplemente sonreí, y entonces... ¡Al final me hizo
la oferta de verdad!
Murcia perdió ese año (01/02) en cuartos de final contra un gran Manresa. ¿Cómo dices que Oleart te
dijo lo de la oferta para venir? Tú aún no sabías que ibas ascensder y tampoco si te iban a renovar, ¿no?
Pues sí, Oleart era el entrenador de Murcia por entonces y creo que en el equipo de Murcia jugaban
Michael Jordan y Dwight Steward. Es una historia muy divertida: recuerdo, creo que fue en ese último
partido del que hablas, que nosotros íbamos ganando el partido y que yo era el mejor jugador de aquel día,
llevaba 19 puntos o algo así. Oleart estuvo hablándome durante el partido y diciéndome que parara ya de
anotar tantos lanzamientos... (Imagino al entrenador de pie, brazos en jarra, susurrando esas cosas a Stacey
cada vez que pasaba a su lado por la banda). Hacia el final del partido me dijo que me haría una oferta muy
buena para el año siguiente, y al final me la hizo. Es una gran historia y muy divertida. Él no podía saber que
íbamos a ganar el campeonato, pero creo que pensó que lo ganaríamos y así fue, ese año teníamos el
mejor equipo de la liga de largo, hicimos un gran récord de victorias y tuvimos un gran entrenador, Ricard
Casas (Stacey habla del Manresa en el que jugaban Albert Oliver, Peñarroya, Reynolds Dean...). Oleart no
sabía si Manresa me iba a ofrecer la renovación o no, pero yo creo que lo que él pensaba es que si no
continuaba en Manresa, entonces él me haría la oferta y al final así fue. Todo funcionó muy bien.
Cuando llegaste a Murcia, además de conocer a Reynolds-Dean ¿Sabías algo de tus nuevos compañeros?
Pues conocía a Edu Sánchez y a Llorens Mons, porque jugamos juntos en Inca.
¿Y la ciudad? ¿Te gustó lo que te encontraste?
Sí, Murcia es una de mis ciudades favoritas de España y me encantó la gente de allí. Todavía tengo buenos
amigos en Murcia, me encanta la ciudad y la afición murciana.
La temporada 02/03 empezó con Oleart y Quini García y el objetivo era volver a la ACB. ¿Por qué el
equipo no ganó partidos al principio?
Bueno, pues sí, nuestro objetivo era devolver al equipo a la ACB pero empezamos muy lentamente. Todos
éramos jugadores nuevos y todos estábamos acostumbrados a anotar muchos puntos y eso, y
BasketMe – Pedro Serrano Solana
163 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
sencillamente nos llevó un tiempo conjuntarnos como equipo y también que cada uno de nosotros
entendiera su rol en el equipo. Oleart era un entrenador muy bueno y una gran persona, y me sentí muy
mal cuando tuvo que marcharse por culpa de que nosotros tardáramos tanto en empezar a rendir, porque
todos sabíamos que las cosas empezarían a funcionar. No creo que fuéramos tan malos como la gente
pensaba, simplemente pasó que no empezamos a funcionar tan rápidamente como la gente esperaba de
nosotros, porque el equipo estaba construido para ascender a la ACB. En cuanto a Quini, todavía es buen
amigo mío y su presencia fue muy buena para nosotros, por su experiencia como jugador y porque era muy
buen entrenador asistente.
Después del bache inicial y de la marcha de Oleart, Felipe Coello cogió el equipo y llegó Galilea: ¿Cómo
fueron esos cambios? ¿Qué cambió en la mentalidad del equipo?
Cuando Felipe cogió el equipo, simplemente nos conjuntamos como equipo, la gente comprendió su rol y él
dejó muy claro el papel de cada uno de nosotros. Realmente Felipe no cambió tantas cosas porque
teníamos muy buenos jugadores y todos queríamos ganar. Creo que la clave del ascenso fue el fichaje de
Galilea, primero, y luego también la llegada de Matt Nover. Galilea era un entrenador en la pista y
realmente nos ayudó mucho y fue una gran razón de que ganáramos el campeonato. Es uno de mis mejores
amigos hoy en día y todavía seguimos en contacto. En cuanto a Felipe, hizo un trabajo muy bueno y
realmente también sacó lo mejor de cada uno de nosotros, y Galilea nos trajo una actitud ganadora,
además de su historial y de su nombre. Todos lo admirábamos. Y Nover tuvo una gran actuación para
nosotros en los play offs y también cuando lo fichamos.
El CB Murcia, después de aquellos cambios, alcanzó la mayor racha de victorias consecutivas en la
historia de la LEB (+14, superada el año pasado por el mismo CB Murcia, +16). ¿Qué piensa un jugador en
un momento así, cuando ya se empieza a hablar de la cantidad de victorias seguidas que lleva el equipo?
¿Estabais preocupados por esa posible derrota que cortara vuestra racha?
Yo nunca temía perder un partido de baloncesto. Sólo es un juego y yo siempre he pensado en el
baloncesto como tal, como un juego. Nuestro equipo no tenía miedo a perder y esa es la razón de que
ganáramos de esa forma tantos partidos seguidos. Nos divertimos muchísimo y disfrutamos mucho el
momento, nunca olvidaré algunos de aquellos partidos. Por ejemplo, debimos de perder en Tarragona
aquel año, porque perdíamos por diez puntos y quedaban como dos minutos para acabar el partido, y al
final ganamos. Sencillamente, estábamos tan seguros de nosotros mismos que nos negamos a perder. Fue
una época realmente buena.
Se dice que todos los jugadores de aquel equipo teníais una química realmente buena, que había buen
ambiente en ese vestuario. ¿Cómo recuerdas la relación con tus compañeros de aquel año?
Bueno, sí que es cierto que había una gran química en ese equipo. Solíamos salir a comer juntos casi
siempre después de los partidos, y solíamos ir a las casas de los demás a ver partidos de fútbol. Todas
nuestras novias y mujeres se llevaban muy bien y a veces cocinábamos para los demás. Cuando jugábamos
fuera, todas nuestras mujeres se juntaban para escuchar los partidos por la radio (viendo lo que dice
Anthony, pienso en la mujer como elemento "cohesionador" de grupos; en las novias y mujeres de los
jugadores como el pegamento de aquel equipo). Lo pasamos muy bien juntos y todos en el equipo nos
llevábamos muy bien, hicimos un montón de cosas juntos y también salíamos por la noche todos juntos.
¿Crees que es importante que haya un ambiente así en un vestuario, que exista una relación algo más
estrecha entre los jugadores de un equipo para jugar mejor?
Bueno, no creo que todos los equipos tengan que hacer lo mismo para ser buenos, pero eso ayuda a
desarrollar mejor la amistad entre los miembros del equipo y a conocerlos mejor. Por ejemplo, cuando
jugué en Manresa no hacíamos nada de esto pero el equipo tuvo el mismo éxito. No estoy diciendo que en
Manresa no nos lleváramos bien, sencillamente no hacíamos esta clase de cosas.
¿Qué tal fue la relación del equipo con el presidente Juan Valverde?
Pues Juan Valverde nos trataba muy muy bien y nos pagaba muchas primas que no estaban en nuestros
contratos. Un año fui a pasar unos días con él y su familia a su yate en Marbella. Se portó genial conmigo y
tengo también que darle las gracias por eso. Incluso recuerdo que él y el dueño de "Los arroces de Segis", el
sitio aquel de arroces y paellas, pagaron el viaje y el hotel a nuestras mujeres para que fueran a ver el
último partido del play off de ascenso contra Complutense (De nuevo, las mujeres... ¡Cómo para no
pagarles el viaje, si medio ascenso fue suyo! Me río).
Al final se ascendió pero no fue nada fácil. Recuerdo la eliminatoria contra Cantabria y fue muy dura...
Nunca es fácil ascender a la ACB, fue muy duro. Jugamos contra Cantabria en la primera eliminatoria y nos
ganaron el primer partido en Murcia. Nosotros ganamos el segundo partido, y en el tercer partido anoté
una canasta en el último segundo para ganarlo también. Ellos ganaron el cuarto partido y nosotros
ganamos el quinto en casa. La eliminatoria fue muy dura pero nos negamos a perder. Entonces nos tocó
contra Complutense, que fue la sorpresa de la liga aunque tenía buenos jugadores, como Turner y Lampe.
Nosotros fuimos mejor equipo y les ganamos bastante fácil. Sabíamos que si pasábamos la eliminatoria
contra Cantabria, con Tim Young, Aaron McGhee y Van Lacke, ganaríamos el campeonato.
Después, ¿Por qué no continuaste en Murcia? ¿Cómo recibiste la oferta de Alicante?
Bueno, cuando ascendimos a la ACB Murcia no me ofreció la renovación para seguir, y Alicante, que
además iba a jugar la Copa ULEB, me ofreció un contrato y pensé que era la mejor opción para mí.
¿Qué pasó allí? Fuiste cortado muy pronto.
Perdimos a Pablo Prigioni, que se fue al TAU en pretemporada, empezamos la liga muy mal y fui cortado. El
equipo casi desciende ese año...
BasketMe – Pedro Serrano Solana
165 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entonces volviste a Algeciras, Mallorca otra vez y luego Melilla, y finalmente en 2007 recibiste la llamada
de Murcia: ¿Cómo fue? ¿Qué te dijeron para que volvieras a Murcia?
Pues sí, estaba en Melilla y Manolo Hussein me llamó para preguntarme si estaba interesado en volver para
intentar ayudarles a mantener al equipo en ACB. Tuve la suerte de que Paco Olmos, uno de mis
entrenadores favoritos de todos los que he tenido, me dejó marchar. Eso fue muy bonito por su parte,
porque ellos no tenían por qué dejarme ir a Murcia. Yo ya había jugado para Manolo Hussein en Algeciras
un par de años antes, así que no tuve problemas para venir y además estaba muy ilusionado porque me
encanta Murcia, la ciudad y la afición del equipo. Además también estaba Jose Mendoza, que era el
preparador físico del equipo la primera vez que jugué en Murcia. Jose habló muy bien de mí y realmente
quería que regresara al equipo, es un gran amigo mío… Yo no podía aguantar las ganas de volver a Murcia.
En aquella temporada (2006/07) al final el equipo tuvo problemas y entonces aparecieron dos
"currantes" para salvarlo: Xavi Sánchez y tú, con la ayuda de jugadores como Thompson y Fizer. Tú fuiste
básico para lograr el objetivo: ¿Cómo recuerdas aquellos partidos?
Pues aquellos momentos fueron geniales. Mi buen amigo Xavi Sánchez y yo realmente ayudamos al equipo
a salvarse y seguir en ACB. Estábamos en una situación muy mala pero fuimos capaces de seguir luchando y
de ganar algunos partidos muy importantes. Me sentí muy orgulloso de ganar a Alicante aquel año, porque
ellos me cortaron un par de años antes y pensé que era la venganza perfecta. Me sentí muy bien y creo que
anoté 18 ó 20 puntos aquel día, fue una sensación genial. Pero no fuimos sólo Xavi y yo, Fizer y Thompson
fueron también muy importantes para salvar al equipo y todo el mundo empujó al mismo tiempo y
luchamos realmente duro. Fueron unos momentos geniales y agradecí mucho esa oportunidad.
Volviendo al tema de tu año en Alicante ¿Piensas que no te trataron bien allí?
No, no creo que me trataran justamente en Alicante pero esta es la naturaleza del juego. En Europa, si el
equipo no rinde bien, los americanos son los primeros en ser cortados. Aquel año creo que el entrenador
intentó cambiar mi juego, yo era anotador y venía de liderar la LEB en anotación durante todo el año, pero
él intentó hacerme un jugador diferente, aunque ya sabía la clase de jugador que era yo cuando me
contrataron. Fue una buena experiencia, el entrenador era Luis Casimiro y le doy las gracias por darme la
oportunidad de jugar en la ACB, simplemente me hubiera gustado que las cosas funcionaran de otro modo.
Viendo tu gran actuación con Murcia en ACB, ¿Cuál piensas que es el problema para que algunos
jugadores que tuvieron muy buen rendimiento en LEB, como Reynolds y tú, luego no triunfen en ACB?
Bueno, yo creo que los jugadores que han jugado en LEB, como Antonio Reynolds Dean y otros muchos, son
catalogados como jugadores de LEB y esa etiqueta se te queda ahí marcada. Yo jugué realmente bien con
Murcia en ACB, pero también tiene mucho que ver con el número de victorias y de derrotas, ya que
normalmente los jugadores que vienen de LEB no van a los grandes equipos. Van a pequeños equipos que
sólo luchan por mantenerse en la competición, así que tienen mucha más presión y más urgencias por
hacer cambios si las cosas no les están yendo bien y el equipo no gana.
Al año siguiente, ¿Qué hiciste?
Al año siguiente empecé con Cantabria, fiché cuando estaba de entrenador Ángel Jareño y entonces él
decidió no entrenar al equipo. Vino Mateo Rubio y él y yo no tuvimos buena relación en absoluto, así que
decidí volver a Inca con José Luís Abós, que es uno de mis entrenadores favoritos y el que me dio la primera
oportunidad de jugar en Europa. Realmente aprecié ese hecho y nunca lo olvidaré. La siguiente temporada
después de aquello jugué en León y luego decidí retirarme del baloncesto y vivir cerca de Cleveland, en
Ohio. Ahora estoy entrenando a un equipo de la universidad y preparándome para mi nuevo trabajo como
planificador financiero en Prudential.
¿Qué significa Prudential? (Al principio pienso que es una palabra y como no la entiendo, le pregunto).
Prudential es una compañía financiera, una de las más grandes de los Estados Unidos de América. Hace
inversiones y planes financieros, te daré su Web para que entiendas mejor lo que hace la compañía...
Y ya para acabar, ¿había algún lugar de Murcia que te gustara especialmente?
Pues de Murcia me gustaba todo. A mi mujer, que es de Mallorca, y a mí, nos gustaba mucho el restaurante
El Patio. Era uno de nuestros lugares favoritos (una vez más compruebo lo impactante de la cocina
murciana, a pesar de que haya otras regiones con más fama en ese aspecto. Está claro que Murcia es
especialista en conquistar los estómagos del visitante). Solíamos comer en El Patio todo el tiempo y los
dueños eran grandes personas, recuerdo llevar a mis padres a ese restaurante y a ellos también les gustó
muchísimo... De Murcia me encanta todo, conocí a grandes personas y algunos de ellos siguen siendo mis
amigos todavía hoy. Estoy muy agradecido de haber pasado ese tiempo allí.
Y ahora que el CB Murcia ya ha cumplido 25 años, un mensaje para sus aficionados.
Gracias por todo vuestro apoyo y nunca olvidaré mi experiencia en Murcia, tanto en LEB como en ACB. Es
uno de mis lugares favoritos de España, gracias de nuevo.
Muchas gracias... Espero que veas la traducción de la entrevista y me digas si he cometido algún error.
Gracias a ti y si necesitas algo más, no dudes en enviarme un mail, que no me molesta en absoluto. Tu
inglés es muy bueno... Gracias de nuevo, tengo ganas de leer la entrevista...
Dejo a Anthony con sus muchas tareas, ya que además de comenzar un nuevo trabajo, según me
cuenta, también está en mitad de un proceso de mudanza. Aún más motivo para agradecerle la deferencia
que ha tenido conmigo y con esta llamada desde Murcia. Como al resto de entrevistados, a Stacey también
le agradezco su aportación a la historia del club. Aunque se trate de deporte profesional, en algunos
jugadores existe ese plus de compromiso y de esfuerzo que no viene reflejado en los contratos y que tanto
BasketMe – Pedro Serrano Solana
167 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
nos llega al corazón de los aficionados. Y los aficionados, por supuesto, sabemos identificar a esos
jugadores y apoyarles hasta el final.
Nombre: Anthony Allen Stacey.
Lugar y fecha de nacimiento: Elyria, Ohio (Estados Unidos), 25 de marzo de 1977.
Posición y altura: Escolta, 196 cm.
Trayectoria: Universidad de Grafton Midview (Ohio). Disputa la NCAA con Bowling Green. Durante el año
2000 busca su sitio en la USBL (con Pennsylvania Valley Dawgs), luego a prueba con Cleveland Cavaliers y
más tarde en la ABA (con Tampa Bay) hasta que finalmente marcha a Europa. Desarrolla toda su carrera en
España: Inca en LEB (00/01), luego Manresa en LEB (ascenso a ACB), y Murcia (02/03, nuevo ascenso). Ficha
por Alicante jugando ACB y ULEB Cup, pero en noviembre de 2003 es cortado. Regresa a LEB con Algeciras,
donde juega año y medio. En 2005 vuelve a Inca y después juega en Melilla, donde recibe la llamada de
Murcia desde la ACB. Juega el último tramo de la temporada 06/07 resultando decisivo en varios partidos.
Después, Cantabria, Inca y León, en LEB. En 2009 se retiró del baloncesto en activo y regresó a su país.
Los números: los relativos a su temporada en LEB (2002/03), son de 38 partidos jugados con una media de
16 puntos, 3'6 rebotes y 2 asistencias por partido en 33 minutos de juego. En cuanto a sus números con
Murcia en la ACB, son de 11 puntos de media en 21 minutos de juego, en los seis partidos que disputó. En
esos partidos anotó sin fallo once tiros libres y logró un 47% de acierto en triples (8/17). Su mejor partido
fue contra Alicante con 18 puntos anotados, en una victoria fundamental para alcanzar la permanencia.
Nover, Horton, Stacey, Reynolds-Dean y Coello, en la temporada 2002/03 (Fuente: Felipe Coello).
Entrevista a José Luís Galilea
Vamos a recordar de nuevo el ambicioso proyecto del CB Murcia en la segunda categoría del
baloncesto español, el que ya hemos rememorado con Anthony Stacey; volvemos sobre una plantilla
confeccionada con el único objetivo de volver a la ACB. Sin titubeos, sin experimentos: sólo jugadores
contrastados y hambre de ascenso. Como esto es baloncesto y los éxitos no se obtienen por nombres, sino
ganando partidos en la pista, la consecución del objetivo no fue nada fácil y tuvo momentos de tensión.
Estamos hablando una vez más de la temporada 2002/03, la que comenzó con José María Oleart en el
banquillo y con un equipo que no terminaba de arrancar. El regreso de Felipe Coello al puesto de
entrenador estuvo acompañado por un fichaje providencial: el de José Luís Galilea. Nos lo decía en su
entrevista el propio técnico tinerfeño y después nos lo corroboró Stacey: "Galilea era un entrenador en la
pista. Nos trajo una actitud ganadora, además de su historial y de su nombre. Todos lo admirábamos".
Desde luego, la llegada de "Galis" se dejó sentir en el parquet y también en la grada: no hacía falta ser un
lince para darse cuenta de que José Luís era de esa clase de jugadores totales, de los que tienen la cabeza
muy bien amueblada, talento para el juego y carácter ganador. Imposible no admirarlo.
Encantado de saludarte, José Luís, y muchas gracias por recordar tu paso por el CB Murcia.
Para mí es un honor, llevo a Murcia siempre en mi corazón y mis recuerdos no pueden ser mejores.
Encantado de ayudarte en lo que esté en mi mano.
Empezando en tus orígenes como jugador profesional de baloncesto, cuéntanos un poco tu trayectoria
antes de llegar al CB Murcia. Siendo donostiarra, ¿cómo acabaste en el Barcelona?
Bueno, yo nací en San Sebastián, viví allí hasta los siete años y después, por motivos laborales de mis
padres, nos trasladamos Vitoria, donde estuve hasta los quince años. Fue allí donde crecí como jugador de
basket. Tuve la oportunidad de fichar por los juveniles del Real Madrid donde jugué dos años, y después a
través de un agente intenté ir a Estados Unidos para poder estudiar y seguir progresando a la vez como
jugador de basket. Esto era algo muy difícil de compaginar en España, porque el sistema con el que se
funciona aquí no daba facilidades para ello sino más bien lo contrario. Luego ese agente me dejó colgado y
me encontré en navidades de ese año con la temporada ya empezada y los equipos hechos. Entonces tuve
un golpe de suerte, el Barcelona junior de Miguel López Abril tuvo una vacante y tras ponernos en contacto
me contrataron.
En el Barcelona jugaste a muy buen nivel y te hiciste un nombre en España. ¿Por qué saliste de allí?
Bueno, mi relación por aquel entonces con el entrenador no era la mejor, y después de haber sido
campeón de liga, sub-campeón de Copa, que fue en Murcia, por cierto, y sub-campeón de Europa, y
después de haber jugado un papel importante en el Barcelona, siendo además el jugador más joven del
equipo, me ofrecieron sólo un año de contrato y la mitad del salario que percibía y entendí que era una
BasketMe – Pedro Serrano Solana
169 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
invitación a irme. La Virtus de Bolonia apostó fuerte por mí y decidí dar el salto a Italia, en un equipo que
tenía la certeza de que creía en mí al cien por cien.
Es muy interesante ver cómo poco a poco el jugador nacional comenzó a salir de España y probar suerte
en otras ligas, tal y como hiciste tú. ¿Qué tal fueron tus experiencias en Italia y en Grecia?
Pues fueron experiencias muy enriquecedoras. De hecho me hubiese gustado poder jugar en algún otro
país. Siempre he intentado en cada sitio que he estado integrarme al máximo en su cultura y en su
sociedad. Tener la suerte de vivir culturas diferentes y maneras diferentes de pensar es, a mi juicio, una
oportunidad extraordinaria. Desde el punto de vista del basket, cada país tiene su estilo de juego y sus
virtudes y defectos, y esto me ayudó mucho a seguir mejorando como jugador y a tener una concepción de
mi manera de entender el basket mucho más completa. Yo es que no creo en los que defienden una única
forma de ver las cosas, casi como si fuera un dogma, porque todo suele tener sus pros y sus contras y hay
que ser respetuoso con todos, pero ser fiel a la manera de pensar de cada uno.
(Me gusta ver cómo hablan algunos jugadores sobre sus carreras en el baloncesto, describiendo la
manera en que este trabajo les influyó y les hizo crecer como personas. Da gusto escuchar a un tipo como
Galilea). Como jugador del Barcelona, ¿recuerdas cuándo fue tu primer partido contra el CB Murcia?
Pues recuerdo jugar un partido amistoso en mi primer año, pero no lo recuerdo muy bien.
¿Y recuerdas el primer partido que jugó el Barcelona en el Palacio, en el año de Mike Anderson (94/95)?
Yo me acuerdo perfectamente de ti, hecho un crío, intentando parar a Mike. ¿Qué tal fue jugar contra él?
Pues sí que recuerdo ese partido y a Anderson. Nos masacró, recuerdo que jugué poco y estaba enfadado
por no haber podido ayudar a pararlo, aunque probablemente tampoco lo hubiese conseguido ese día, al
igual que mis compañeros, porque tuvo uno de esos días en los que le salía todo. Además por supuesto era
un gran jugador y una gran persona. También recuerdo que me sorprendió especialmente el ambientazo
que había en el Palacio, a pesar de que el equipo tampoco era de los de arriba de la tabla.
Ese año nos ganamos el respeto de la ACB. ¿Qué recuerdas de aquel CB Murcia?
Bueno, pues que era un equipo donde cada jugador tenía claro lo que tenía que hacer y que, con sus
limitaciones, obviamente de presupuesto, rendía a muy buen nivel.
Llegamos a tu fichaje por este equipo. Viniste en octubre de 2002 para sustituir a Edu Sánchez, ¿verdad?
Pues sí, bueno, yo vine a reforzar el equipo y coincidió que en ese momento Edu estaba lesionado... Pero el
motivo fundamental era intentar ayudar a enderezar el rumbo del equipo porque comenzó mal la Liga.
Sólo habías jugado en ACB y en Italia y Grecia, ¿Por qué decidiste jugar en LEB con Murcia?
Yo, por aquel entonces, tras el año de Grecia, quería volver a España. Al no tener equipo todavía, me
encontraba en Barcelona entrenando con el Barcelona B al que entrenaba Manolo Flores, que ya había sido
mi entrenador con anterioridad en el Barcelona como primer y segundo entrenador. Un día Manolo me
comentó si me podría interesar jugar en la LEB y yo le dije que dependía el proyecto. Me habló maravillas
de Murcia y decidí ir. Para mí, desde que salí del Barsa, el hecho de que confiaran plenamente en mí era
una condición indispensable para mis decisiones.
De Murcia, tanto del equipo como de la ciudad, aparte de las referencias que te dio Manolo Flores y de lo
que conocías como jugador rival, ¿Qué sabías? ¿Qué te pareció lo que te encontraste?
Bueno, no conocía demasiado, pero allí tenía a mi amigo Quini García, al que conocía de su etapa en el
Barsa de categorías inferiores. Con su hermano Toni jugué durante dos o tres años en el junior del Barsa.
Todo lo que me contaban era bueno y todos coincidían en que era una ciudad con una calidad de vida
increíble y que me iba a sorprender. No sólo fue así sino que encima se quedaron cortos en todo lo que me
decían, y no lo digo por quedar bien, de verdad que lo he sentido así.
Pues que no suene pretencioso, pero te creo, porque esa agradable sorpresa que comentas se la han
llevado muchos jugadores cuando han venido aquí. En cuanto a aquella plantilla que estaba hecha para
ascender a la ACB, todos me cuentan que destacaba por su buena química. ¿Cómo recuerdas aquel año?
Recuerdo que el equipo tenía mucha calidad, pero había otros muchos buenos equipos en LEB que
fracasaban año tras año. La diferencia la marcaba la química y profesionalidad del grupo, y en él incluyo
desde el utillero hasta el presidente, desde el primero hasta el último. He dicho en más de una ocasión que
es el mejor grupo en el que he trabajado jamás. Estábamos siempre juntos, después de los partidos íbamos
todos a cenar siempre, nos juntábamos en cuanto teníamos ocasión y eso no hacía que bajásemos nuestro
nivel de exigencia en cada entrenamiento y en cada partido. Cada uno en su terreno y con su rol, pero
siempre con el pensamiento de que el bien del equipo estaba siempre por delante. Felipe Coello fue clave
de que eso pudiese ser así, porque él entendió cuál era la dinámica del grupo y fomentó que ese ambiente
repercutiese en el buen rollo del equipo. Era un equipo de ganadores, y me refiero a la mentalidad, no al
mero hecho de que las cosas salían bien y ganábamos partidos. A menudo nos picábamos en los entrenos...
Recuerdo por ejemplo los piques que tenía con Anthony Stacey o con Quique Bárcenas, que son como
hermanos para mí... Saltaban chispas y al acabar bromeábamos sobre ello. O también recuerdo
especialmente los duelos con Edu Sánchez… ¡Como defendía en los entrenos! ¡Vaya rottweiller! Él y Quique
nos hicieron ganar más de un partido clave gracias a su defensa. Me ayudaba muchísimo porque luego en
el partido lo que nos encontrábamos siempre era más fácil. Fue un año inolvidable, el mejor de mi carrera
deportiva probablemente (ojo, esto lo dice alguien que ha ganado ligas y copas con grandes clubes).
¿Qué hacíais los jugadores en común en vuestro tiempo libre? (Le hago la misma pregunta que les hice
en su día a Stacey o a Quini, a ver si así me entero de algo nuevo).
Pues como ya te he dicho antes, nos juntábamos a menudo para todo. Pasábamos mucho tiempo juntos.
Como decía, desde juntarnos en casa de alguno para ver Gran Hermano (¡Ea! Ésta es nueva, porque
BasketMe – Pedro Serrano Solana
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Anthony me habló de ver partidos y no del famoso "reality show"; me alegro de que el ambiente de aquella
plantilla no fuera el mismo que se respira entre los concursantes del "GH"), hasta quedar para vestirnos de
huertanos para el día del Bando… y sin forzarlo, porque son cosas que se se deben intentar alimentar pero
nunca forzar... Teníamos por ejemplo institucionalizado que algunos de nosotros después del último
entreno el día anterior previo del partido, nos íbamos de aperitivo. Quique, Llorens y yo no fallábamos
nunca. Son detalles que te van uniendo cada vez más y que forman parte de lo más bonito que te ofrece el
deporte, en mi opinión.
(Hago un inciso: el Día del Bando de la Huerta que ha citado Galis, popular y genial fiesta murciana,
siempre me ha parecido un buen referente para medir el grado de integración de los jugadores del CB
Murcia. Ese día la ciudad se llena de gente, de miles y miles de personas disfrutando del ambiente, de la
comida y de la bebida en plazas y jardines, vestidos con el traje típico regional. Cuando ese día me he
encontrado a algún jugador ataviado con el traje regional, automáticamente he pensado: "a éste ya nos
lo hemos ganao"). ¿Sigues en contacto con tus compañeros de aquel equipo?
Sí, sí, mantengo contacto con casi todos... Con algunos más que con otros, porque la vida te va llevando por
un camino u otro y a veces se hace difícil, pero tengo una relación excelente con todos, especialmente con
Xavi Sánchez, Quique Bárcenas, Llorens Mons, Anthony Stacey, Felipe Coello, Quini García, Juan Valverde…
En fin, con todos.
El año siguiente, el del regreso a la ACB del CB Murcia, resultó un desastre… ¿Qué crees que falló?
Hombre, desastre me parece excesivo... Está claro que las cosas no fueron bien y no salieron como todos
esperábamos, pero desastre no, y explicaré porqué. Para empezar, cuando uno parte en ACB con un
presupuesto ajustado, uno tiene muchos números de ser un candidato a descender... Es así, no es que lo
diga yo. En la LEB la química te puede dar una barbaridad pero en la ACB no tanto. Hay unos mínimos en
cuanto a calidad que si no alcanzas lo pasas mal. Además, tuvimos mala suerte en que ciertos fichajes que
se antojaban claves, luego no funcionaron. Todos tendríamos nuestra parte de culpa, pero el caso es que
no funcionaron. Por otro lado, a diferencia de otros equipos que construían plantillas que no podían
mantener, en Murcia, al menos con Juan Valverde al frente como presidente, que es la etapa que yo
conozco, se ha gastado siempre el dinero que se podía gastar, ni más ni menos, y sólo con la excepción de
lesiones el equipo se ha extralimitado. Este hecho, sin duda, ha posibilitado que Murcia haya podido
disfrutar de baloncesto de nivel durante muchos años.
Bueno... Yo recuerdo ese año como desastroso en sus resultados, a pesar de todos matices que dices y
que son verdad también. Después de Murcia, ¿cómo fue tu carrera? ¿Y cómo fue tu retirada del basket?
Bueno, pues los últimos años me fui acercando a casa e intentando buscar un sitio donde pudiera continuar
mi carrera deportiva, esta vez fuera de las pistas. Zaragoza, San Sebastián, y Santander ya en mi último año.
En San Sebastián me llegaron a ofrecer el puesto de Director Deportivo tras ascender, y de hecho ese era el
acuerdo al que llegamos antes de firmar mi contrato como jugador, pero ví que no tenía poder de decisión.
Decidí rechazar la oferta porque no quería estar en un sitio sólo para figurar... Eso no va conmigo. Los
cargos, tengas el poder de decisión o no, implican responsabilidades y yo no estaba dispuesto a asumir los
errores de otros, y sobre todo de asumir planteamientos en los que no creía. La gente que va de cara y
opina o se posiciona claramente con ideas o personas, no gustan en general, y dentro del mundo del basket
resultan incómodos.
Bueno, volviendo al CB Murcia, ya he planteado muchas veces esta cuestión a los entrevistados, y a tí,
que tienes las ideas claras y conoces este mundo del basket, también te la voy a plantear: el CB Murcia es
el 16º en la clasificación histórica del basket español, pero no ha jugado nunca competición europea.
¿Qué crees que falla en Murcia para que el equipo no termine nunca de dar un salto de calidad?
Pues, a mi juicio, sobre todo que todo el mundo vaya a una de una vez por todas y que se cree un Proyecto
Global, en mayúsculas, y en profundidad a largo plazo que no esté en manos de ningún agente. Hace dos
veranos intentamos, de la mano de Juan Valverde, una vez más apoyando al basket murciano, de Pedro
Fernández y de un servidor, ofrecer esa posibilidad... Pero finalmente se desestimó la idea por otra que
convenía más… No puede ser que los intereses personales de gente que rodea o son parte del Club estén
por encima de los intereses y el futuro del mismo y del baloncesto en Murcia. En esa misma línea parece
que nadie sea responsable de las cosas que suceden cuando todo el mundo las sabe… Me entristece mucho
la verdad (aquí noto las implicaciones recientes que Galilea ha tenido con el CB Murcia). Siempre he
pensado y pienso que Murcia tiene potencial, a todos los niveles, para convertirse, si se hacen las cosas
bien, en un Proyecto con mayúsculas, como lo es Unicaja o Baskonia... Pero para eso, hay que planteárselo.
Bueno, este tema podría dar mucho de sí. No sé si quieres hablar más, pero ya que lo has sacado tú, me
permitirás que te haga de golpe algunas preguntas que se me amontonan, ¿no? Por ejemplo: ¿Qué papel
iba a desempeñar José Luís Galilea en ese proyecto que comentas? Además del proyecto común,
¿contabais con algún tipo de financiación? Y por rematar este tema: ¿sería posible aún que volvieras a
Murcia o que te integraras en el club murciano de alguna forma?
Bueno... Pues mi papel dentro de ese proyecto era el de máximo responsable de la faceta deportiva. Por
supuesto que contábamos con financiación, también con un plan de marketing para relanzar el club a todos
los niveles, para volver a ilusionar a los aficionados con una propuesta deportiva a largo plazo que incluía,
por supuesto, al basket base, con especial hincapié en sacar jugadores de la tierra... y muchas otras cosas
más. Estuvimos trabajando muy duro durante meses en la elaboración del proyecto, pero me gustaría dejar
muy claro que nunca jamás engañamos a nadie. Siempre explicamos a todo el mundo cuál era la realidad
en ese momento. Nosotros no representábamos al club, porque todavía las instituciones y el antiguo
propietario no habían decidido al respecto. Lo que sucedió es que no podíamos esperarnos con los brazos
cruzados mientras el tiempo pasaba y todos los equipos hacían su trabajo. Había que moverse antes para
BasketMe – Pedro Serrano Solana
173 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
hacer bien las cosas, de lo contrario sería una chapuza, porque un buen proyecto no puede concebirse en
una semana…
En una semana no se puede hacer un proyecto, pero ni siquiera una plantilla de ACB…
Hubo jugadores de primer nivel que nos esperaron hasta el final porque creían en el proyecto tanto como
nosotros... Personalmente fue muy duro cuando tuve que comunicar a la gente con la que hablamos que el
proyecto no saldría adelante. Respecto a tu pregunta sobre volver a Murcia, siempre he manifestado mi
devoción por Murcia y por su gente. Bien es cierto que tendrían que cambiar muchas cosas ahora mismo,
pero nunca se sabe, ojalá... Todo es posible en esta vida.
Bueno, cambiando de tema, ahora te planteo una cuestión que a mí me ha molestado desde siempre:
¿Percibiste durante tu estancia aquí el poco apoyo de los medios de comunicación al baloncesto?
Es que este tema se mueve en los despachos, se trata de buscar a los interlocutores idóneos y con
credibilidad para que el baloncesto murciano tenga el respaldo que se merece. Esta cuestión forma parte
también de un Proyecto Global (de nuevo, con mayúsculas). Es necesario crear un plan de comunicación y
de marketing bien planteado para llegar a la gente, y para ser capaces de enganchar y de fidelizar al
aficionado. Para eso, primero, el club debe ser claro en qué camino quiere tomar y de qué manera. No es
otra cosa sino definir cuál es la filosofía e identidad del club y ser fiel a ella (Galilea habla de este tema con
seguridad, se nota que lo tiene muy meditado y que sus ideas están muy claras). Esto no tiene que ser
necesariamente con grandes presupuestos... Siempre me gusta citar ejemplos como el del Athletic de
Bilbao o el Estudiantes. El aficionado es incondicional, ganen o pierdan, porque el club tiene una línea que
hace que el aficionado se identifique y sienta el equipo de su ciudad o región. Esa creo que es la línea a
seguir porque nadie te puede garantizar resultados deportivos al cien por cien, pero sí te pueden garantizar
que tu equipo se va a comportar y va a actuar de una determinada manera. En Murcia hay una afición
tremenda al baloncesto, pero para enganchar a la gente hay que ofrecerle proyectos con cara y ojos, que
logren ilusionar.
Es verdad todo eso, y es verdad que la imagen que proyecta el club empieza en el propio club, pero sigo
creyendo que de entre todos los "actores", como suele decirse ahora, la prensa deportiva murciana
también tiene su responsabilidad en que no exista un respaldo social al CB Murcia acorde con la historia
del club y con el tirón del propio baloncesto como deporte. No digo que fomenten ni que "vendan",
simplemente pedimos que informen... Bueno, regresando a un tema más agradable, en general, ¿qué
recuerdos te dejó tu etapa en Murcia? ¿Qué recuerdos tienes del club, la afición y la ciudad?
Pues fueron dos años inolvidables... Todo el mundo se portó conmigo muy bien. Me sentí respetado y
querido incluso cuando ya no jugaba allí. El que me conoce bien, sabe que eso significa mucho para mí.
Tengo grandes amigos en Murcia para toda la vida y ese es un tesoro que me llevé conmigo. No sé porqué,
pero siempre he tenido la sensación de que algún día volveré.
¿Hay algún rincón de Murcia que te gustara especialmente, que solieras frecuentar?
Me gustaba mucho callejear por toda la ciudad, pero sin duda la Plaza de las Flores siempre ha sido un
rincón muy especial para mí (se trata de una plaza agradable y, sobre todo, con buenas tapas).
¿Y tienes alguna anécdota relacionada con el equipo que quieras compartir?
Bueno, pues recuerdo una especialmente, cuando tras ponerse muy cuesta arriba los cuartos de final de la
LEB del ascenso contra el Cantabria Lobos, para motivarnos y romper un poco la tensión, nos apostamos
algunos dejarse un bigotillo “cuéntame” y otros teñirnos el pelo... Yo en concreto era de rojo. Jugamos la
semi, que era la que te daba el ascenso en caso de superarla, con una pinta infame. Un detalle así de
curioso nos ayudó a hacer piña una vez más, de la manera más sencilla. Realmente no hacía falta porque
estábamos muy unidos, pero nos ayudó a aliviar la tensión del momento (Pues de este hecho no me
acordaba, pero sí de la dificilísima eliminatoria ante Cantabria).
Bueno, José Luís, ya vamos acabando. En general, ¿qué te parece que el CB Murcia cumpla 25 años?
Pues que Murcia haya cumplido 25 años en la elite del baloncesto español, es una gran noticia. Es un
motivo de orgullo y sobre todo quiere decir que Murcia es una ciudad que ama el baloncesto. A pesar de las
dificultades que ha tenido el equipo durante las diferentes etapas, ha seguido siempre intentando buscar
su sitio. Es un momento también para el recuerdo y el agradecimiento a mucha gente que ha luchado por el
basket murciano, desde la pista o fuera de ella, y por último un momento para la reflexión acerca de qué se
ha conseguido avanzar, con las decisiones tomadas en los últimos años. Un veinticinco aniversario es una
inmejorable ocasión para relanzar el club y volver a enganchar a la gente.
Amén. Ya me despido de "Cuki" Galilea dándole de nuevo las gracias por su tiempo y también por
su trabajo por y para el CB Murcia, tanto el que desarrolló en la pista como el que empezó a desarrollar en
los despachos, aunque éste último no llegara a hacerse efectivo. No quisiera caer en la reiteración, pero es
la pura verdad: es un orgullo poder entrevistar a gente como Galilea, y al mismo tiempo, también lo es el
hecho de que José Luís haya vestido la camiseta del Club Baloncesto Murcia y que hable de nuestro equipo
y de nuestra ciudad con tanto afecto. Le deseo mucha suerte en su trabajo (intuyo que tiene, y mucho) y
que conserve su honestidad para siempre.
Nombre: José Luís Galilea Vidaurreta
Fecha y lugar de nacimiento: 9 de julio de 1972, San Sebastián.
Posición y altura: Base, 187 cm.
Trayectoria: Empezó a botar el balón en las categorías inferiores de Corazonistas, en Vitoria, y en los dos
años siguientes estuvo en los equipos juveniles de los dos grandes rivales del baloncesto español, primero
en el Real Madrid y después en el Barcelona. En el equipo culé tuvo más recorrido: entre 1990 y 1992 jugó
en el junior, teniendo la oportunidad de debutar en ACB con el primer equipo. A partir de 1992 formó parte
BasketMe – Pedro Serrano Solana
175 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
del Barcelona en ACB, permaneciendo en el club azulgrana durante cuatro temporadas. Allí ganó una Copa
del Rey y se proclamó subcampeón de Europa (ya tuvo oportunidad de alcanzar idénticos logros con el
primer equipo cuando formaba parte del junior). Además, quedó subcampeón en una Copa del Rey (la de
Murcia) y ganó dos ligas. En 1996 dio el salto a la Lega italiana con Bolonia, obteniendo la Copa de aquel
país. En la temporada siguiente regresó a España para jugar en la ACB durante cuatro años: dos en León,
uno en el Real Madrid, donde fue campeón de la ACB, y el último en Orense, antes de probar suerte en
Grecia en 2001, en las filas del Ionikos. En 2002 volvió a España de la mano del CB Murcia en LEB, cuando la
temporada llevaba mes y medio en marcha. Con el equipo murciano se proclamó campeón de la LEB,
logrando el ascenso a la ACB. Al año siguiente jugó en ACB con Murcia, pero el equipo no pudo conservar la
categoría. Galilea se marchó entonces a Zaragoza, también en LEB, y luego jugó en el Bruesa GBC, con el
que obtuvo de nuevo el campeonato de la LEB y el ascenso a la máxima competición española. En 2007
colgó las botas e inició su carrera como entrenador. Entre tanto, José Luís Galilea acumuló
internacionalidades con la Selección en categorías cadete, juvenil, junior y sub-23. En 1994 debutó en
partido amistoso con la Selección absoluta y ese mismo año jugó el Eurobasket en Eslovenia, alcanzando el
Bronce. En total disputó 25 partidos con la Selección absoluta de España. En el historial de Galilea hay que
citar también su participación en el All Star de la ACB de 1995, en Girona, su nominación como Jugador
Nacional de la Semana en la jornada 12 de la temporada 1998/99, con León Caja España, y su participación
con la Selección de Euskadi.
Los números: Con el CB Murcia en LEB, en la temporada 2002/03, Galilea disputó 33 partidos (entre liga
regular y play off), jugando una media de 23 minutos por encuentro, anotando 6'3 puntos y repartiendo 2'5
asistencias. En ACB jugó 32 partidos con la camiseta murciana, en la temporada 2003/04, siendo 19 veces
titular y disputando una media de 23 minutos por encuentro, para anotar casi 7 puntos y repartir 3
asistencias por partido. Sumando ambas temporadas, Galilea jugó 65 partidos en el CB Murcia, con 23
minutos de media, 6'65 puntos y 2'75 asistencias por encuentro.
CB Murcia, campeón de la liga LEB 2002/03.
Entrevista a Quique Bárcenas
Recordemos ahora cuatro temporadas de la historia del CB Murcia, las que median entre los años
2002 y 2006. De nuevo vamos a hablar de un "microciclo" en la vida del club murciano, de una etapa en la
que hubo subidas y bajadas (dos ascensos y un descenso) jalonadas por momentos de todos los colores. De
ese CB Murcia participó uno de los jugadores más queridos por la afición en los últimos años, uno de esos
que enganchaba a la gente por su carácter y su compromiso: hablamos de Quique Bárcenas, al que la grada
apodó "hispano" en semejanza al gladiador de la peli. Durante su estancia entre nosotros, Quique se hizo
un poco murciano; se convirtió en eso que Quini García llamaba "embajador de Murcia", tan necesario en
el vestuario para introducir a los nuevos y ayudarles a aclimatarse al equipo y la ciudad. Otro nombre
también usado en casos similares al de Quique es el de "pegamento", es decir, aquellos jugadores que
mantienen al grupo unido y sin fisuras. Aunque resulte increíble, hay quien piensa que eso no es
fundamental.
¿Qué tal, Quique? ¿Puedes hablar?
Nada, bien, estaba terminando de comer...
¿Te llamo más tarde?
No, no, ya está, ya está...
Te he dejado sin la fruta (me río).
Sí, sí... (Risas).
Pues nada, muchas gracias por hablar conmigo sobre tu paso por Murcia. ¿Sabías lo del 25 aniversario?
De nada, hombre. Sí, sí que sabía lo del aniversario, ya lo había oído.
Es algo que hay que celebrar, tal y como vemos que se hace en otros sitios, ¿no?
Claro, lo normal. Si es una cosa buena, pues se hace algo, lo único que si llevas dinámicas malas... Pero
luego el tiempo pasa y eso no vuelve a ocurrir, ¿sabes?
Celebrarlo es algo que crea identidad e incluso puede hacer afición, al poner en valor el club y recordar
todo lo que hemos vivido junto a este equipo.
Claro, eso también es marketing y fomentando eso involucras a gente, y es otra forma de moverlo...
Desde BasketMe.com me he lanzado a hacer entrevistas por propia iniciativa. ¿Has visitado la Web?
Pues no la he visitado, tengo que mirarlo. Se lo dije ayer a mi mujer, "joder, tengo que mirar...". Bueno,
tampoco soy yo mucho de ordenadores ni de Internet y eso (risas), pero sí que de vez en cuando me gusta
BasketMe – Pedro Serrano Solana
177 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
meterme un momentito y visitar alguna página Web que me guste. No la he mirado, pero sí que habrá que
mirarla, sí... (Risas).
Muy bien, ahí en BasketMe.com tienes ya un montón de entrevistas. Hace poco entrevisté a Quini...
(Quique recuerda algo y me interrumpe):
Pues el otro día me encontré con un chaval de aquí, de Aranjuez, que está jugando con Quini García en
Alicante, ¿no? ¿Quini entrena en Alicante? Hace mucho que no sé de él...
Sí, entrena en Alfás del Pí.
Eso, Alfás, que también está con otro ex compañero mío. Le dije que le diera muchos recuerdos y muchos
abrazos a Quini, que hace mucho, mucho, que no hablo con él porque soy un dejado... Soy un dejado (Lo
repite, me río y le pregunto: "¿sí?", y él responde con tono de lamento). Sí, es que soy muy dejado, macho,
para el teléfono, para e-mails y para todo eso. Soy muy dejado y luego mira que siempre me acuerdo y me
gusta recordar a la gente y esos momentos. No sirvo para llamar y eso, soy muy mal amigo (risas).
Seguro que no. Vamos a repasar brevemente tu trayectoria antes de llegar a Murcia. Debutaste en ACB
con Estudiantes, donde estuviste cuatro temporadas ¿verdad? ¿Estuviste con Miguel Ángel Martín?
No, los cuatro años estuve con Pepu Hernández y de ahí me fui a León, en ACB. Firmé por dos años, pero
luego personalmente lo pasé muy mal porque tuve una de mis mayores lesiones, me rompí el tobillo y me
tuvieron que poner un tornillo y toda la hostia y estuve casi tres meses parado... Y luego encima el equipo
descendió y se rompió el contrato. El mismo entrenador, Oliete, me llevó a LEB a Los Barrios, y luego
también lo pasé mal lejos de casa y me vine aquí, al Complutense, donde ya conocí a Miguel Ángel Martín y
lo tuve de entrenador. Al año siguiente fue cuando fiché por Murcia y pasé cuatro temporadas allí. En la
primera estaba al principio Oleart de entrenador y Felipe Coello estaba arriba, en las oficinas. Luego cogió
el equipo Felipe e hicimos las trece o catorce victorias seguidas.
¿Cómo fue tu fichaje por Murcia? ¿Qué conocías del equipo y de la ciudad? (Temporada 2002/03).
Hombre, yo ya conocía Murcia de haber ido a jugar allí... Incluso un día Quini me enseñó alguna foto de
hace tiempo que tenía, de cuando yo jugaba en Estudiantes o en León, no recuerdo, defendiéndonos...
(Quique se ríe). Y la verdad es que me sorprendió, porque era de cuando yo tenía pelo... (Ahora suelta una
carcajada). Yo había estado ya en Murcia, lo que pasa es que no conocía nada de la ciudad y llegué allí un
poco a ver qué pasaba, ¿no? De Murcia había gente que me había hablado bien y gente que me había
hablado mal... O sea, lo tengo que decir, y bueno, pues la verdad es que para mí fue increíble porque todo
fue fenomenal. El primer año fue... Pues eso, en el aspecto deportivo fue fenomenal, y en el aspecto
personal y de calle y tal, pues fue buenísimo también. Mi mujer y yo empezamos a hacer amigos y desde
entonces seguimos manteniendo mucha amistad con gente de Murcia, gente muy especial, y lo pasamos
muy bien. Nos gusta mucho la gastronomía de allí, y luego nos íbamos mucho a las playas de la zona de
Calblanque y todo eso, una zona virgen que, como tenemos perro, nos íbamos allí y lo pasábamos
fenomenal. Cada vez que tenía un lunes libre o alguna mañana, nos íbamos para allá y ya te digo, fueron de
los mejores años. Todos los años, incluso cuando descendimos y fue una época mala, a nivel personal muy
bien. Hicimos grandes amigos y muy buenos compañeros y la verdad, tengo un recuerdo super gratificante.
(Quique se recrea hablando de sus años en Murcia y lo hace despacio, imagino que porque está
visualizando esos lugares mientras habla. Sin embargo, por curiosidad morbosa yo me pongo a pensar en
las referencias negativas que alguien le dio sobre nuestro equipo y nuestra ciudad; pienso en el peso que
pueden tener esa clase de referencias y consejos en la decisión de un jugador de fichar por un equipo, y
al mismo tiempo, trato de pensar en quién le pudo hablar mal... Me vienen a la mente un par de
nombres, pero no se los digo a Quique para no comprometerlo). Bueno, volviendo al momento previo a
tu fichaje, no me digas quién te habló mal de Murcia... (Quique me interrumpe con una carcajada), pero
si me pudieses decir algo de esas cosas malas que te dijo... Bueno, y algo de lo bueno también (me río).
No hombre... A ver, me decían que la gente de allí era un poco especial, que a buenas todo el mundo se
apuntaba al carro pero que a malas, que tal, y que como era una ciudad más o menos pequeña, que se
reconocía a los jugadores del equipo y que te podían decir cualquier cosa por la calle...
(Interrumpo a Quique). Pero eso pasa en todos los sitios, ¿no? No es que Murcia sea tan pequeña...
Bueno, pero si estás aquí en Madrid, pasas desapercibido más o menos...
(Dudo que un tipo de más de dos metros pueda pasar desapercibido). Pero es que salvo en Madrid,
Barcelona y algún sitio más... Es que en ningún lugar pasáis desapercibidos para un aficionado... (Me río).
Pues por eso te digo, que yo la verdad es que no tuve ningún problema de nada de nada... Todo lo
contrario, pero bueno, también me hablaron bien: que se vivía muy bien, que era una zona tranquila y todo
esto, que tenías la playa muy cerca... Todas estas cosas. Ya te digo, a mí me sorprendió para muy bien.
Es que dar consejos... Todo influye, y lógicamente si has tenido una mala experiencia en un sitio, pues
hablarás mal de ese sitio, ¿no? Y no quiere decir que a otra persona vaya a pasarle igual.
Claro, igual que cuando te hablan de entrenadores. El que no haya jugado con un entrenador, pues claro,
no te puede hablar bien, pero si con ese entrenador juegas, pues no puedes decir nada malo. Son las
circunstancias de cada persona, y de sus gustos y de muchas cosas, ¿sabes? Pero yo, Murcia,
encantadísimo. Increíble. Alguna vez hemos vuelto por allí, hemos visitado... Por ejemplo, yo tengo mucha
confianza con Xavi Sánchez y con su mujer, nuestras mujeres se llevan muy bien, con los nenes, y ellos han
estado aquí. Y luego con Fernando Ibáñez, el fisioterapeuta, pues muy bien también, mucha confianza, y
hemos estado en nuestras casas haciéndonos visitas y seguimos manteniendo relación, o sea que... Y luego
gente anónima, gente de Murcia...
BasketMe – Pedro Serrano Solana
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De ese primer año en el que llegaste, ya me han contado la gran química que se creó en el vestuario.
Sí, es que fue increíble. El primer año fue la clave. Es que nos íbamos todos con las novias y los... ¡Uy! Iba a
decir con los novios también (risas). Decía, todos con las novias y las mujeres, y nos íbamos a cenar siempre
después de los partidos, todos juntos, y mira que es difícil eso, porque claro, cada uno somos de nuestro
padre y de nuestra madre. Pero bueno, que también los americanos tenían novias españolas y nos íbamos
todos juntos a cenar y a salir un ratillo, y eso la verdad es que también nos ayudó mucho a hacer piña y a ir
todos a una, y por eso yo creo que conseguimos lo que conseguimos.
¿Te había pasado eso alguna vez en otro equipo?
Pocas veces pasa, muy pocas veces pasa, porque... A ver, por lo general tienes más "feeling" con unos que
con otros, pero ese año, macho, es que fue... Nos entendíamos todos muy bien y fue todo rodado,
fenomenal. Yo nunca había tenido algo similar... Hombre, haces grupo con alguno y coges más confianza,
pero así todos en grupo, muy pocas veces.
Stacey incidió bastante, o eso percibí yo, en el tema de las mujeres, que todas congeniaron a la
perfección. ¡Qué importante! ¿No? (Me río).
De hecho ellas tienen su "Facebook" y desde ese año tienen su grupo y hablan entre ellas, y todas siguen
manteniendo esa relación. La verdad es que fue clave y luego cuando hemos estado cada uno en otro
equipo, siempre hemos hecho las típicas visitas a donde estaban los demás. Las mujeres influyeron, en este
caso para bien (Quique se ríe), pero influyeron. Porque otras veces pasa lo contrario, que influyen para mal
(Nos reímos y le digo "vaya...". Como lea esto alguna de ellas...). Es verdad, es verdad... Pero ese año fue
todo a pedir de boca.
Claro, esto del buen ambiente quizá no es imprescindible para lograr buenos resultados, pero yo creo
que, por un lado, un mal ambiente sí que puede impedir los éxitos de una buena plantilla, y por otro
lado, que con el buen ambiente aumentan las probabilidades de que una plantilla más limitada funcione
y de que rinda incluso por encima de sus posibilidades reales, ¿no?
Sí, es complicado que con un mal ambiente... Yo siempre digo que la clave es, sí, ser buen jugador, pero
sobre todo ser buena persona. Si eres buena persona y arrimas el hombro, y pones la espalda y todo lo que
haga falta por el compañero, sale adelante la cosa casi seguro. Siempre, a no ser que tengas algo de mala
suerte, que yo creo que eso también influye en el deporte. Cuando te aúnas... Y ya te digo que es muy
difícil, que eso de hacer conjunto, de hacer eso que llamamos equipo, como éramos nosotros, es muy, muy
difícil, y he jugado a esto durante muchos años. Ser un equipo cuesta muchísimo y es muy jodido, porque
cada uno es de su padre y de su madre, y luego, pues es que los deportistas somos egoístas. Cuando cada
uno sabe asumir su rol, estar en su sitio y hacer su trabajo, todo sale rodado.
Hay jugadores que ayudan en ese trabajo, ¿no? Quini me decía que, en su opinión, actualmente faltan
jugadores de esos que él llama "embajadores de Murcia", que ayuden a los nuevos a integrarse...
Claro, es que eso es básico, yo entiendo que eso es básico, tener algún referente... Hombre, en teoría tiene
que ser alguien de la ciudad, pero...
Tú casi lo fuiste...
Sí, sí, porque gracias a Dios haces migas con gente de allí, como Quini y Xavi... Bueno, aunque Xavi es
catalán, pero bueno... (Risas), llevan allí muchísimos años, viven allí y te ayudan a acoplarte. Así vas
metiendo gente al saco, como digo yo, los vas metiendo en el saco y se lo vas haciendo más ameno, porque
claro, si te vas a vivir fuera, te cuesta todo un poco más. Aunque sea irte a conocer un restaurante, pues
siempre te tienen que decir dónde, o muchas cosas: la vida cotidiana, dónde comprar... Y esa ayuda te sirve
para ir poco a poco cogiendo confianza con ese jugador y te ayuda a llevarlo mucho mejor, y si encima
creas un buen ambiente... Es que vas a más, vas a más y eso se nota en el campo, ¿sabes?
Se tiene que agradecer tener gente así en el equipo. Eso son cosas que el aficionado no ve y que a veces
no se tienen en cuenta, pero el jugador que está sobre la pista y que rinde mejor o peor, tiene su vida,
suele ser joven y acaba de llegar a un sitio nuevo, y está lejos de su casa y de su familia... Por muy
profesional y maduro que se quiera ser, todo el mundo necesita tener...
Claro, todo el mundo necesita su apoyo, no sé, hay gente que tiene a sus primos, a sus hermanos, a sus
padres o yo qué sé, y no los tiene cerca, y oye, pues lo pasas mal porque no te puedes apoyar en nadie.
Solamente por teléfono o por Internet, pues no... Sí, le puedes contar la película que sea pero siempre
necesitas algo más, y cuando estás fuera de casa echas de menos a la gente querida y que te apoya. Y es
que si eso lo tienes dentro del equipo, pues ya, fenomenal, ¿sabes?
Una cosa deriva en otra: el hecho de tener "embajadores" hace que te sientas mejor y luego rindas
mejor, porque durante esos meses el equipo es casi tu familia.
Claro, como en tu casa, te sientes confortable y a gusto, y oye, pues lo das todo, ¿sabes? Estás trabajando y
sudas la gota gorda, y sufrir, yo creo que eso une a las personas, porque hay veces que dices, bueno, tú te
dejas el alma y este tío está aquí rascándose las bolas... ¿Sabes? Y claro, eso se te contagia al revés, es
decir, en negativo. Por eso el tener a alguien con experiencia en el club, en el equipo y en la ciudad, es un
apoyo increíble, y a partir de ahí creas tu círculo, que vas agrandando y vas metiendo a la gente al bote, y
haces un equipo.
Bueno, ¿Y qué crees que falló al año siguiente? Ese año en ACB fue un desastre... (Temporada 2003/04).
Bueno, sí, la verdad es que en ACB vi demasiado corto al equipo. No sé, todos teníamos que haber
aportado más, pero bueno, yo recuerdo, y las imágenes se me vienen muchas veces a la cabeza, cómo un
Antonio Reynolds se pegaba con un Gregor Fucka o Marc Gasol, que estaba entonces empezando, y es que
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le sacaban dos cuerpos. No sé las circunstancias del equipo, y también se le recompensó un poco a
Reynolds para que jugase en ACB, porque en LEB tenía muy buenos números siempre, pero claro, en ACB
era un pívot muy pequeño. Pero eso, que pecamos todos, que estas ligas son muy duras y que cuando un
equipo está cogido con pinzas, es difícil competir porque ya desde el principio se veía que no... Luego
intentaron traer a alguien, hicieron algún fichaje... Conlon... Pero bueno, el caso es que no salieron las cosas
y nos fuimos al pincho. No es agradable y no te lo tomas igual porque ves que vas sufriendo, ves que... Y
cuando lo has pasado tan bien allí, pues te lo tomas más a pecho, es como una cosa más personal y
entonces cambia la dinámica cuando vas desde un principio perdiendo, perdiendo y perdiendo.
Cuando llegó Miguel Ángel Martín, según él mismo me contó, lo que le pidieron era tener un descenso
digno. Luego el equipo ya dio otra cara.
Sí, pero era ya muy difícil, ya teníamos un lastre... Jugábamos contra otros equipos y se veía que no
podíamos competir a su nivel, ni mucho menos, y luego también, no lo recuerdo muy bien pero creo que
tuvimos algún partido de estos de mala suerte. Es lo que pasaba, lo que nosotros hablábamos allí, que
cuando te metes en dinámica buena... Me acuerdo de algún partido el año anterior, el que ascendimos, que
decíamos, "si es que este partido no nos lo merecíamos", pero como estábamos en dinámica buena las
metíamos. Le dio un día a Stacey por meter canastas con el partido perdido y ganamos el partido, y luego
en ACB, en uno de esos partidos que lo llevas todo encarrilado, que lo llevas ganado, como llevas mala
dinámica lo pierdes. No sabes por qué, pero lo pierdes (nos reímos).
Tras el descenso llegó el verano del cambio de propietario, que me contó Miguel Ángel Martín. Yo me
partía de risa cuando me lo contó... (Hablamos de la temporada 2004/05)
¿Por qué? ¿Por qué? (Quique se interesa por las palabras de su ex entrenador).
No, porque me dijo que él no tenía ni idea, y que una mañana le presentaron a los de Polaris y que él ni
siquiera sabía lo que era Polaris. Se pensaba que todo era una broma... (Nos reímos).
Yo, ya te digo, como en la época de Juan Valverde y en la época de Polaris todo fue bien... Tengo que
agradecerles, porque todos han aportado su granito de arena. Otra cosa es lo que haya pasado entre ellos,
o cómo se lo hayan tomado entre ellos, pero a nosotros, a nuestra cara o por lo menos a la mía, ya te digo
que muy bien. Yo les estaré agradecido siempre, porque nos han tratado bien, o sea, muy bien, y yo no
tengo ningún tipo de queja.
¿Qué tal la relación con Juan Valverde, por ejemplo?
Bien, muy bien, yo me llevé bien con todo el mundo, con Juan, con Felipe (Coello)... Ya te digo, tuve mis
cosas con... Con uno que ahora íbamos a llegar, con Manel Comas, pero vamos, que tampoco fue mal.
Vamos, que no contaba conmigo, sobre todo al principio (Quique habla de la temporada 2005/06), y me
planteé irme porque veía que iba a perder el año. Y luego por circunstancias, como tenía confianza también
con Miguel Ángel Martín, pues él me dijo, "Quique, espérate un poco porque parece ser que vamos a
cambiar de entrenador, Comas se va a ir y va a venir Manolo Hussein". Entonces yo eché el alto y él me
dijo, "háblate con Hussein a ver qué te dice".
Justo en ese instante... Es decir, que tú no sabías aún que Comas se iba...
No, no lo sabía, yo lo que sabía es que no iba a estar pasándolo mal. Personalmente nos trataba muy mal,
tuvo unos detalles que... A mí como entrenador me da igual, pero personalmente nadie te debe de faltar al
respeto, ni a mí ni a mis compañeros, y bueno, yo hablé las cosas bien y con educación y consideré que me
tenía que ir. Entonces pasó lo de Hussein, hablé con él y me dijo que estuviera tranquilo, que si yo quería,
que sí que iba a contar conmigo y que echásemos para adelante y que aportase lo que pudiese.
(De nuevo, reflexiono sobre la complejidad de las relaciones personales. Miguel Ángel Martín tuvo una
mala experiencia con Hussein, pero al mismo tiempo, gracias a Hussein se pudo quedar Quique en
Murcia, al menos hasta el final de esa temporada 2005/06). Pues menos mal, ¿no?
Sí, empecé jugando y luego ya en el play off no jugué tanto, pero bueno, eso son circunstancias... Luego ya
no jugó pensando en mí porque se había fichado a Ryan Humphreys, y ya, bueno, pues cambió la película.
Pero bueno, ascendimos, que era lo que queríamos.
Hablaba con Miguel Ángel Martín sobre las diferentes apuestas para el banquillo en la temporada de
Comas y en la anterior, en la de Iván Déniz... (Hablamos de la temporada 2004/05 de nuevo, la del
cambio de propietario).
Sí, bueno, me he saltado la temporada anterior, la de Déniz, que bueno, fue ni fú ni fá. No salieron bien las
cosas y nos quedamos ahí. Los fichajes no fueron los más acertados, porque ahí los americanos son super
importantes y yo creo que Eric Cuthrell estaba muy tocado...
El pobre estaba cojo a saco...
Sí, sí, no podía hacer ni el físico, y es que no puede ser. Y luego el hombre hacía buenos números, pero no...
Y André Turner llegó al final igual, en Huelva me acuerdo que es que se la botaba en el pie. Luego también
fichamos a Esposito, que yo creo que llegó un poco tarde.
Y también nos tropezamos con un Huelva que, la madre que los trajo... (Me río).
Sí, ese año Sergio Sánchez lo hizo fenomenal, y no nos dejó pasar.
El contraste que te decía es que, como hablé Miguel Ángel Martín, se hace una apuesta arriesgada como
Déniz con un equipo que no era excesivamente bueno, y no salió tan mal, pero luego se hace un equipo
muy bueno y se ficha a un tío como Comas, y fue un desastre... (Otra vez, temporada 2005/06).
Un desastre, un desastre... Ya te digo que nos metimos en una dinámica... Y es que ganábamos un partido y
era como si lo hubiésemos perdido. Él se creía que los teníamos que ganar todos por veinte puntos. Era su
BasketMe – Pedro Serrano Solana
183 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
primer año en LEB y recuerdo comentarios, que dices... (Quique pone tono de perplejidad e incredulidad).
Es que, hostia, ¿Cómo puede decir que quién era Bulfoni? Decía, "¿Pero quién cojones es Bulfoni?"... (Me
parto de risa de oír hablar a Quique). ¿Bulfoni? Pero si es de los mejores jugadores... Y ahora, bueno, lo está
demostrando porque ha jugado en ACB fenomenal. Decía que quién cojones era el Bulfoni éste para que
nos metiera... ¡Pero bueno! Es un gran jugador. Y ya te digo, ganábamos algún partido y todavía estábamos
tristes, ¿sabes? "Hostia, la que nos va a caer..." (Vuelvo a partirme de risa por el deje de Quique). Recuerdo
igual un viaje, viniendo de Hospitalet, que lo habíamos perdido porque además se emperró en poner una
zona, y Alex Ros nos mató desde el triple...
(Interrumpo a Quique). Aaaah, ya, ese partido también me lo contó Martín, que un jugador cedido por el
Barcelona nos había frito a triples tirando sólo, aunque él avisó a Comas previamente de que llevara
cuidado con ese jugador... ¿Y qué pasó?
Pues nos hizo venir directamente, tú fíjate, desde Hospitalet hasta Murcia, y al llegar nos hizo entrenar.
Vamos, nos hizo... Nos hizo el test de "Cours Navette" éste... El de los pitidos, ¿sabes? que te haces toda la
pista... (Quique se refiere a un test de resistencia cardiorrespiratoria, una prueba muy dura y que pocas
veces se puede concluir al completo. Los pitidos que dice Quique los hace el entrenador con un silbato para
señalar los cambios de ritmo, y se van acelerando).
Pero eso, ¿nada más llegar a Murcia?
Sí, sí, nada más llegar a Murcia... No teníamos pista y tuvieron que pedir la pista auxiliar del Palacio. Y
bueno, pues dices, habrá que hacerlo... Y cosas así. Pero bueno, cada uno hace el trabajo que quiere o que
le viene en gana cuando es entrenador. Nos metimos en esa dinámica mala, y bueno, pues menos mal que
se cortó y... Y había buen equipo, ¿eh? Y luego se fichó...
Sí, me contó Miguel Ángel Martín que el propio Sellers no quiso cobrar el año entero, porque estaba mal
físicamente, y vino Hughes....
Sí, y ascendimos, y nos llevábamos todos muy bien.
Menuda eliminatoria la del ascenso contra el Cai. Fue una serie de ACB, por ambiente y por juego...
Increíble, la verdad es que sí. El ambiente que había en la cancha... Daba gusto jugar porque el ambiente
era fenomenal.
Hablaba con Miguel Ángel Martín que, aunque estuvo todo muy igualado y se llegó al último partido,
Murcia era más equipo e incluso pudo haber ascendido antes.
Sí, bueno... Como equipo yo creo que sí, porque luego ves detalles ahí en la cancha que dices, "¡pero
bueno! Esta gente...". ¿Cómo se llamaba éste? Un alero zurdo americano que jugaba con ellos, que al año
siguiente se fue a la NBA... Pues ese discutió con Angulo... Bueno, bueno...
¿Farmer?
Sí, puede ser...
Sí, hablas de Farmer, uno de los que hizo las payasadas del cuarto partido.
Sí, la verdad es que hubo muchas provocaciones y eso... Pero no, ya te digo, entre ellos, entre ellos. Se
veían detalles que... No había buen rollo... Y bueno, menos mal que nosotros en esa fase, y cuando estás
ahí tan apretado, el ser un conjunto, el ser un equipo, pues te da ese plus, ¿no?
¿Cómo viste tú los incidentes del final del cuarto partido?
(Quique resopla y piensa unos segundos). No, pero bueno... No sé, las cosas vienen así, y bueno, no sé,
tampoco... ¿Qué le vas a hacer? Pues nada.
Ya, pero eso un jugador, ¿lo entiende? Tú has sido jugador: ¿se te puede ir la cabeza hasta ese extremo,
hasta el punto de subirte a una mesa y empezar a hacer gestos a la grada?
No sé, es que es gente que... Lo que tú dices, que se le puede ir la cabeza y ya está, tampoco puedes pensar
en más cosas porque no merece la pena, pero bueno, en el equipo lo comentas porque lo tienes que
comentar, pero piensas en ganar el partido y seguir.
Menudo partido os salió en el quinto...
Sí, sí... (Quique se ríe).
¡Cómo nos hicisteis sufrir! ¿Eh, cabrones? (Se me escapa la palabrota y además le hablo a Quique en
segunda persona del plural; él se parte de risa). Se veía que Murcia era superior, pero cuando cogía
buenas ventajas, se dejaba llevar un poco y Cai igualaba, y así hasta llegar a la prórroga. ¿Qué necesidad
había de hacernos sufrir tanto?
Hombre, es que así luego las victorias saben mejor (vuelve a reírse). Se sufre en el momento mucho, pero
luego sabe mucho mejor.
Y tanto. Ya en la prórroga disteis otro acelerón, y entonces... Hughes haciendo mates, Perico Sala dando
asistencias... Menudo partido hizo Sala, también.
Mira, Perico Sala es otro que... Ahora me lo acabas de recordar, con él igual, este verano nos invitó a su
boda y se ha comprado casa allí, y va a vivir allí en Murcia. De esa época, muy buen recuerdo y muy buen
compañero. Pues eso, un amigo que tienes para siempre.
Llegamos al final de ese año. Recuerdo la cena de despedida de la temporada, con Xavi y contigo, que lo
pasamos muy bien, ¿Te acuerdas?
Sí, sí, sí... Esas cosas no se olvidan, tío.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
185 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Sin embargo, intuíamos que era también tu despedida de Murcia, que no ibas a renovar. ¿Lo sabías ya?
Sí, porque no me decían nada, por eso me daba esa sensación. Yo soy muy primitivo, como digo yo, y capto
enseguida las cosas. Que el entrenador me dijese que "muy bien, y que tal, y que jolín, Quique, gente como
tú es la que necesito" y tal, me quería decir todo lo contrario, ¿no? (risas). Yo sabía que seguro que no...
Pero vamos, yo prefiero que las cosas me las digan a la cara: "Oye, Quique, no voy a contar contigo, tío, que
muchas gracias, que voy a contar con otro tipo de jugador"... Lo que sea, si a mí me da... Si es tu trabajo de
entrenador, si yo me dedico a jugar como yo sé jugar, y ya está, si yo lo voy a entender... Pero a mí que me
pasen la mano por el lomo y que me mientan... Bueno, no que me mientan, que no me digan la verdad,
pues mira, no sé, cada uno hace lo que quiere.
¿Te hubiera gustado quedarte en Murcia?
¡Hombre! Por supuesto, por supuesto... (Quique se ríe). Si ya te digo que en Murcia yo me he pasado los
mejores años, sí, una época muy muy buena de mi vida, y estoy super agradecido y encantado de haber
estado allí, y en Murcia yo me hubiese quedado, claro...
El presidente Salvador Hernández quiso que te quedaras, ¿verdad?
Sí, el presidente habló conmigo y me dijo que si hubiese sido por él, que hubiese seguido todo hacia
adelante. Personalmente nos llevábamos muy bien, pero bueno, que eso era cosa del entrenador. Y bueno,
que la vida era muy larga y que, a lo mejor, en un futuro... La verdad es que estaba muy contento con
nosotros, sobre todo con Xavi y conmigo, y nos tenía como buenas personas y como gente que hacía piña y
buen rollo, y que uníamos a la gente, y él lo veía también importante, pero... Bueno, primaron otras cosas y
otras historias (Pienso en los años en los que Murcia se quedó sin Quique y sin Xavi: ¡Qué gran pérdida!).
Incluso se dijo que te podrías quedar vinculado al club, ¿no? En las bases o algo así...
Sí, eso también me lo planteó, y bueno, se planteó para un futuro y mira lo que es la vida, que luego cambia
de propietario, cambia de gente... Pues muchas cosas. Pero claro que me lo comentó, que en un futuro le
gustaría porque decía que un jugador como yo, como persona, que le había demostrado muchas cosas.
O sea, que si te hubiese llamado el CB Murcia después, ¿te habrías venido?
Pues seguramente, seguramente... Si se hubiese planteado, me habría pensado las cosas y seguramente sí,
no lo sé, porque luego también la vida te cambia: hemos tenido una niña y luego ya piensas más en vida
familiar. Luego ya fui asentándome aquí en Aranjuez, buscando la vida aquí, en torno a mi tierra, a mi
pueblo y a mi gente. Pero ya te digo, ¿si me hubiese compensado Murcia, y con la niña con otra edad? Pues
seguramente sí. Yo, con los brazos abiertos (Risas).
Imagino que durante esos años percibiste el cariño de la afición murciana, ¿no?
Sí, está claro que yo, joder, con la afición siempre...
¿Te acuerdas de lo de "Hispano"? ¿Lo escuchabas? (Quique se parte de risa).
Sí, "Hispano", sí, sí... Incluso tengo... Lo debe tener Ana por ahí (su mujer), un "photoshop" en unos
panfletos, con mi cara y el cuerpo del Hispano, el gladiador de la película. Lo guardó Ana con recortes de
prensa que tenemos. Me acuerdo. Siempre había cómplices, de los de a pie de pista, porque nos los
encontrábamos por la calle y...
Quique, guerrillero total, a partirse la cara donde haga falta.
Sí, yo soy así (risas).
Bueno, pues por enlazar con el principio e ir terminando, si ahora te vuelves a encontrar con aquel que te
habló mal de Murcia, ¿qué le dices?
Pues, "estás equivocado"... No, si yo se lo llegué a decir, y bueno, pues que a él no le gustaba... Y yo te
puedo decir que aunque he tenido momentos jodidos, sobre todo deportivamente hablando, yo en Murcia,
como en casa. Fenomenal. Muy bien, muy bien...
Y para acabar, a todos les pregunto por un lugar de Murcia... Y fíjate que muchos me dicen restaurantes y
sitios de comer. Oleart, por ejemplo, me hizo un repaso espectacular de locales de buen comer...
Joder, es que a Oleart le gustaba muchísimo comer bien y... (Risas). Pero es que en Murcia hay muchos
sitios, macho, hay muchos sitios donde se come muy bien.
Casi todos me han dicho algo de la comida. Otro fue Johnny Rogers, que aunque vive en Valencia, me dijo
que la mejor paella de su vida se la había comido en Murcia, en los Arroces de Segis.
Eso está claro. Yo los Arroces de Segis... Bueno, incluso aquí en Madrid, que sabes que Segis abrió tres o
cuatro, yo le he ido a visitar alguna vez, y estaba Segis y hemos estado hablando con él. Es que íbamos
mucho, con Xavi y con Fernando Ibáñez, en esa época íbamos casi siempre que terminábamos de jugar o
algún domingo libre. También íbamos y nos hacía paella el padre de Mónica, la mujer de Xavi, y luego
salíamos mucho también con Cuki Galilea y con Llorens Mons por la plaza de las Flores y a la Virgen del
Mar, una marisquería que me han dicho que ya no existe (en la plaza de San Nicolás). Íbamos a tomar cañas
y tapear por las Flores, que era lo que nos gustaba, y luego había uno por la Flota, muy cerca del Palacio,
que se llamaba El Sobrino (Calle Reina Victoria) y que también era una marisquería. Pero sobre todo por las
Flores y todas esas callejuelas, que había muchos sitios. Bueno, y nos ha encantado el arroz con conejo y
caracoles, buenísimo (risas). La gastronomía, increíble. Me gustaba casi todo, menos los michirones esos,
eso no... (Risas).
¿Y las habas frescas? ¿Se comen por allí?
No, no, nunca lo he visto aquí... Ahí te ponían las habitas y bueno, no es una cosa especial, pero están
buenas con una cervecita... Es una cosa curiosa.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
187 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
¿Y el pastel de carne?
Sí, los pasteles de carne... Cada cumpleaños, muchos llevaban pasteles de carne, la verdad es que sí.
Bueno, ahora sí, vamos acabando. ¿Te has retirado ya?
Sí, y estoy trabajando en una cadena de supermercados, en un "Ahorramás", que me están enseñando a
llevar una tienda, y bueno, es un mundo que desconocía y me está costando el doble, pero a base de lo que
yo he sido siempre, de trabajar y de currar, pues ahí estamos y es una salida que encontré aquí. Y bueno,
tengo ficha federada con el equipo de San Agustín de Guadalix y me dicen que vaya, pero me pilla a
noventa kilómetros y a veces no te apetece irte tan lejos cuando acabas de trabajar. Alguna vez he salido a
correr porque no estoy haciendo nada, y como me gusta competir... Una vez salí a correr y con el frío que
está haciendo aquí, que hace un frío que no veas, me dije, "Pero cojones, Quique, ¿qué haces corriendo
aquí...? Si ya no, si ya no..." (Nos partimos de risa). ¿Sabes? Porque cuando te picas contigo mismo y te...
Pero llegas a casa reventado, con las manos que no las sientes y dices: "¿Qué cojones haces sufriendo, si
ahora lo que tienes que hacer es tomarte las cervecitas tranquilamente y comer lo que quieras?"... (Risas).
Pues ya está, Quique, si quieres añadir algo más...
No, pues nada, que estoy muy agradecido a todo el mundo, la verdad es que mi paso por Murcia ha sido
una cosa que te llena para tu vida y que siempre lo recordaremos, porque mi pareja también está super
agradecida porque lo pasamos muy bien. Y con todos los dirigentes en su día, con unos y otros, pues igual,
super encantadores y super bien con nosotros, y con la gente de allí y con la afición, increíble. Ya te digo, mi
segunda casa. Si no llega a ser por los lunares del descenso y de esas malas rachas, hubiese sido perfecto.
Encantado de haber estado allí y de haber conocido a grandísimas personas, y de haberlo podido disfrutar,
porque yo creo que lo disfruté y soy consciente de que hay que vivir eso cada día y disfrutarlo, cada
temporada y cada año.
(Da gusto oír hablar así a Quique, sin economizar en palabras agradables hacia Murcia y hacia su etapa
aquí). Pues que sepas que por aquí nos acordamos de ti...
Estoy muy agradecido, muchas gracias (Quique pone un tono solemne y luego se arranca con otro más
alegre). ¡Tengo ganas de ir allí a ver un partido y luego quedar con Xavi y con esta gente! Y luego irnos por
ahí a cenar, pero a ver cómo nos organizamos, porque hay que movilizar a la nena... Vivir otra vez ese
ambiente y visitar a gente, son cosas que se disfrutan, y tenemos eso pendiente.
Pues hazlo, que nos acordamos de ti no sólo como jugador sino también como un gran tipo...
Sí, si es que luego es lo que queda. Como jugador puedes ser muy bueno, pero si luego eres un hijo de puta,
hablando mal, quedará que eres un hijo de puta (nos reímos). Siempre he tratado de ser como soy, un tío
normal, de lo más sencillo y con mis valores, y mira, como jugador puedo ser mejor o peor, pero como
persona yo creo que... Lo importante es llevarnos esos gratos recuerdos.
Quique y yo vamos acabando nuestra charla y nos despedimos. Se ofrece para lo que haga falta,
aunque luego se ríe y me dice "siempre que pueda, contestaré, tío", porque tuve que darle bastante el
follón antes de quedar para la entrevista. Agradezco su tiempo y no pasa nada por la espera, mereció la
pena y a la vista está en cada una de sus respuestas. La importancia de personas como Quique Bárcenas en
la construcción y vida de nuestro equipo es fundamental, y días más tarde, mientras escucho el audio y
transcribo sus palabras, pienso en lo recomendable que sería para los actuales jugadores del CB Murcia
conocer la historia de su equipo y las vivencias de los que estuvieron antes que ellos. Seguro que las
experiencias y la visión de los antiguos jugadores del club les pueden ser muy útiles en el presente.
Nombre: Enrique Bárcenas De la Banda
Lugar y fecha de nacimiento: Aranjuez, Madrid, 5 de junio de 1973.
Posición y altura: Ala-pívot, 204 cm.
Trayectoria: Colegio Maristas de Madrid. En 1992 ficha por Fuenlabrada en Primera Autonómica. En 1995
se va al Estudiantes de EBA y al año siguiente debuta con el primer equipo en ACB, donde jugará cuatro
temporadas seguidas. En 1999 se va a León en ACB y después juega en LEB con Los Barrios. También en
LEB, juega en el Complutense y a partir de 2002 en Murcia, donde permanece cuatro temporadas: primero
vive un ascenso a la ACB, al año siguiente vive un descenso a LEB, luego participa del año de transición
entre Valverde y la empresa Polaris, en el que no se obtuvo el ascenso y finalmente repite éxito en Murcia
devolviendo al equipo a la ACB. En 2006 ficha por La Palma, LEB Oro, y en 2007 por Alcázar de San Juan
jugando dos años (EBA y LEB Bronce). Finalmente juega en Illescas de Plata, hasta que se retira en 2010.
Los números: Quique jugó 4 años en Murcia, tres en LEB y uno en ACB. En total ha disputado 145 partidos
con la camiseta rojiblanca, promediando 4’3 puntos y 3 rebotes en 15 minutos de juego. Tratándose de un
jugador intenso, comprometido y con carácter, "Hispano" ha sumado para el equipo un sinfín de
intangibles que no reflejan las estadísticas, tanto dentro como fuera de la pista, y ha sido uno de los
jugadores más queridos por la afición murciana en los últimos años.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
189 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Pedro Fernández Espinosa
Recordemos ahora una etapa en la historia del CB Murcia que incluye el penúltimo ascenso de
categoría (2005/06) y una permanencia en ACB en la última jornada (2006/07), la misma etapa en la que el
primer equipo del baloncesto murciano y el murciano que más partidos ha jugado en ACB, se encontraron
al fin después de muchos años de desencuentro. Hablamos de Pedro Fernández Espinosa, un zagal de
Cartagena que se metió en el mundo del baloncesto del mismo modo en que salió de él: sin querer. Su
carrera fue fulgurante y, aunque acortada por su lesión de espalda, le llevó a disfrutar de mil y una
experiencias en equipos de larga tradición en el basket patrio: Sevilla, Gran Canaria, Fuenlabrada, Breogán,
Bilbao y Murcia. En esos años, Pedro pudo disfrutar de su profesión, conocer gente –lo que más le gusta- y,
finalmente, volver a su tierra y acabar aquí sus días como jugador. Pero ojo, solo como jugador de
baloncesto. La carrera deportiva de Pedro Fernández acabará el día que decida colgar los palos de golf,
pero esa es otra historia.
Al iniciar la entrevista con Pedro, lo primero que me llama la atención es el aire reflexivo y distante
que adopta al hablar de basket, y más aún cuando hablamos del CB Murcia en concreto. Antes de
profundizar en ello, lo que quiero saber es cómo se metió en el baloncesto, y luego, cómo es posible que un
crío con esa altura y ese físico pudiera salir de aquí sin pasar por las bases del CB Murcia. Vayamos por
partes, como dijo Jack el Destripador.
A principios de los 90 empiezas a botar la pelota en Cartagena, ¿verdad?
Sí, en 1990, cuando tenía 12 años.
Pero lo de jugar a basket, ¿por qué? ¿Por la planta que tenías, o porque te gustaba?
A mí me gustaba el fútbol, yo era portero de fútbol y lo mío era el fútbol. Yo jugaba en el equipo que había
al lado de mi cole, el Fútbol Club Cartagena, y ahí estaba Juanmi, el portero. Era nuestro ídolo, y claro, yo
quería ser como Juanmi, y cuando él fichó por el Real Madrid, pues para nosotros ya era la leche. Pero
claro, llegó un momento en el que en las fotos del equipo, yo ya era más alto que el entrenador. Entonces
mi padre me dijo que me fuera a jugar al baloncesto, aunque a mí no me gustaba. Fui a probar y yo tiraba
así, con dos manos, claro, como tira la gente que no ha jugado en la vida.
¿Qué medías con 12 años?
Pues no lo sé… Cuando me fui a Sevilla con 14 años, medía 1’92 ó 1’93… Ese año salió en la prensa que el
Real Madrid hacía su operación altura y un amigo me dijo, “Pedro, mira, que tú tienes la edad y encima das
la altura, macho, tú puedes ir ahí”, y yo, inocente de mí, le dije a mi padre, “mira, papá, que el Real Madrid
está buscando jugadores…”. Mi padre me miró y me dijo, “pero bueno, vamos a ver, hijo mío, que tiras con
las dos manos” (Pedro imita el tono de su padre, en plan “no me vengas con tonterías”). Y yo le dije, “pero
llévame, que doy la altura”. Entonces parece ser que habló con mi madre y le dijo, “oye, que el chiquillo
quiere ir, vamos a llevarlo que se le quite el hipo y ya está”. Oye, y fui y me cogieron. Éramos allí doscientos
y pico chavales, y se quedaron con tres, otros dos y yo, y me propusieron quedarme si yo tenía familia en
Madrid. Aquella era la primera crisis por la que pasaba el Madrid de baloncesto, que solo contrataban a
jugadores de Madrid. Entonces me dijeron, “si tienes algún tío, algún primo o alguien de aquí y no nos
cuesta un duro, ahora mismo, jugador del Real Madrid”. Ellos no tenían ni becas ni residencias ni nada, y
entonces le dijeron a mis padres que me presentaran en otro club, que me cogían seguro. Nos dijeron que
las mejores canteras por entonces eran las de Estudiantes, Pamesa, Sevilla… Y no sé porqué, mi padre en el
orden número uno llamó a Sevilla, y le dijeron, “sí, ya nos han dado referencias de tu hijo, tráelo que
queremos verlo”, y fuimos. Estuve entrenando con ellos una hora y me quedé. Así fue…
¿No pensaste en Murcia? ¿No pasaste por aquí?
Pues pasamos por Murcia… Además, hice unas declaraciones hace ocho o nueve años que sentaron muy
mal aquí, porque dije que en Murcia solo se interesaron por mí cuando fiché por Sevilla. “¡Bueno! Que
tenemos un murciano que lo ha fichado el Caja San Fernando…”. Y la persona que me despreció, sigue en el
club. Mi padre llamó aquí, y le dijeron que aquí no fichaban a gente de Cartagena, y entonces nos fuimos a
Sevilla. Por eso cuando debuté en ACB me hicieron una entrevista, y dije eso, que en Murcia solo me
llamaron cuando fiché por Sevilla. No sentó bien, pero es que es la verdad.
Ya… Pero, ¿nadie más del club sabía de ti? ¿Ni Coello ni nadie?
No, es que yo creo que no sabían ni que existía, porque es verdad que yo era muy alto pero tampoco
destacaba mucho. De hecho, en Sevilla vieron unas cualidades en mí que ni siquiera nosotros veíamos,
¿no? Para eso es gente que sabe de baloncesto. Yo ahora veo a un niño, y aunque no sepa jugar, te digo,
“este crío vale”, porque se le ve. Ellos me lo vieron a mí y yo no me lo veía, y mi padre menos. Decía, “¿pero
qué me estás contando?” (Risas). Y aquí está claro que tampoco, pero vamos, que yo me acuerdo de que mi
madre le decía a mi padre, “¿nos vamos a llevar al crío allí, habiendo un club aquí?”. Antes no había autovía
y tardábamos nueve horas en ir a Sevilla.
Pero por ejemplo Valencia está más cerca...
Sí, la idea era mirar también en Valencia, pero de repente Sevilla me abrió las puertas y estuve ocho años
allí, o sea, que fue maravilloso.
Hiciste el mismo recorrido que luego hizo José Antonio Marco Gaona, pero su caso es distinto porque fue
la época en la que se levantaron las bases del CB Murcia.
Sí, sí, él estuvo en Sevilla…
BasketMe – Pedro Serrano Solana
191 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Me parece increíble que haya jóvenes jugadores murcianos que se tengan que ir… Otro caso fue el de
Fran Murcia, aunque aquellos eran otros tiempos también.
Sí, es diferente. A Fran lo conozco porque jugué con él un año en Fuenlabrada. Sus padres viven por aquí
detrás… Su padre estaba destinado a Zaragoza y Fran empezó allí. Él es murciano porque nació aquí, pero…
Después de Fran Murcia, tú eres el murciano que más partidos ha jugado en ACB, ¿verdad?
Sí, sí… De hecho, el otro día lo hablaba con Nuria (su novia), que yo el día que me retiré, me hicieron un
homenaje en Valencia jugando con la Selección, junto con Alfonso Reyes y Roberto Dueñas. Nos regalaron
una camiseta de la Selección Española con el número uno y detrás con nuestro nombre, y eso fue porque
hemos jugado más de diez temporadas en ACB. Creo que he jugado 214 partidos en ACB.
Volvamos al primero de esos 214 partidos. ¿Qué tal fue el debut?
Bueno, pues en Sevilla estuve en los cadetes, luego junior y con 17 años recién cumplidos hice la
pretemporada con el primer equipo, con (Aleksandar) Petrovic. Petrovic era un fenómeno… A mí me
llamaba Paco, le importaba tan poco que no se aprendió ni mi nombre. Yo le decía, “Sasha, me llamo
Pedro”, y él me decía, “sí, sí… Paco, ponte allí y defiende”. Yo le importaba un pijo, iba para entrenar. Ese
año jugaba Warren Kidd en Sevilla, y Petrovic me decía que solo venía a defender a Warren. Me decía, “tú
defiendes siempre, Warren ataca”. Si ellos metían, yo me daba la vuelta y a defender, siempre defendía.
¡Vaya manera de que Warren Kidd trabajara su defensa! ¿No?
Sí, sí… Recuerdo que le dije, “Sasha, me voy a hacer el mejor defensor de la ACB”, y él me miró extrañado, y
yo creo que ese día le di un poco de lástima y al día siguiente me dijo, “venga, mañana ven a entrenar otra
vez”, y él me hizo debutar. Hicimos buena amistad. Cuando se fue a Lleida, que fui a jugar allí con
Fuenlabrada, nos vimos en el hotel y nos tomamos un café. Era muy peculiar… Iba a entrenar con el
chándal de los Nets.
El de su hermano Drazen.
Sí, y cuando lo vimos la primera vez, nos quedamos todos ahí… Porque claro, por contrato estaba prohibido
llevar otra marca, pero a él le daba todo igual, él iba ahí con el chándal del número tres de los Nets, el de
Drazen Petrovic.
¡Qué grande! Bueno, y en Sevilla, con el buen trabajo de cantera y siendo ya un clásico de la ACB y todo,
desde fuera se ve que la ciudad no termina de engancharse con su equipo y con el baloncesto, se ve
cierta frialdad. ¿Cómo lo viste desde dentro?
A ver, Sevilla… Sevilla tiene dos problemas. Uno es el fútbol, con el Betis y el Sevilla, porque allí… Eso no es
afición, es enfermedad o religión. El otro problema es el pabellón, que es una salvajada para la gente que
iba, que eran cuatro o tres mil. El pabellón es cómodo para los jugadores porque el público está lejos, y el
vestuario es muy grande, pero es un pabellón muy frío. Luego también es verdad que la gente que iba, iba
de verdad, eran fieles. El año de Petrovic tuvimos suerte porque llegamos a la final y jugamos contra el
Barcelona, y la gente de pronto dijo, oye, que aquí hay un equipo, ¿no? El año siguiente Petrovic lo hizo
regular y vino Maldonado, y se volvió a hacer regular… Luego vino Pesquera, y ya luego llegó Imbroda, e
Imbroda volvió a… Imbroda, el tío, tiene un arte para meter en el proyecto a todo el mundo, macho, y es
que mete a todo el mundo, ¿eh? A la prensa, y al otro, y al otro… Él consiguió meter a todo el mundo ahí, a
la gente, al club para que bajara los precios de los abonos, y se hizo amigo de no sé quién… Y de repente un
día, para ver al Breogán, teníamos allí a nueve mil personas. Ese año jugamos la final de la Copa del Rey,
que perdimos en Valencia contra el TAU, y la final de la liga contra el Barcelona, que perdimos otra vez, y el
baloncesto volvió a dar otro empuje. Entonces, es verdad que en Sevilla siempre ha sido muy difícil, pero en
algunas fases lo ha conseguido y ahora lo ha vuelto a conseguir, pero tú ten en cuenta que el Cajasol, como
se llama ahora, siempre tiene que hacer más que los demás para conseguir lo mismo. El público que va a
San Pablo es fiel, pero hay otros tres o cuatro mil que van según los resultados.
(Pienso en lo similar que es ese caso al de Murcia, aunque quiero creer que si el CB Murcia hubiera
alcanzado la final de liga y Copa, nuestra situación ahora sería distinta en cuanto a masa social). Yo creo
que el pabellón no ayuda nada a Cajasol. He estado en San Pablo y para vivir el baloncesto, muy mal.
Sí, es muy grande y no es exclusivamente para baloncesto, es multitarea, es para tenis, es velódromo…
Bueno, pues estando tú allá, Murcia vivió una época muy buena de la que hemos hablado mucho aquí.
Primero con Anderson y luego con la Copa.
Sí, yo debuté el año que se hizo la Copa aquí, en el 96… Bueno, pero fue el año que luego Murcia bajó…
Entonces fue en la temporada 1996/97, la siguiente a la Copa.
Sí. Yo contra Murcia, en doce temporadas en ACB, he jugado solo tres veces.
¡Qué poco!
Ya te digo… Desde el 96 hasta el 2008 he estado en ACB, quitando el año y pico aquí en LEB… He jugado
contra Murcia tres veces.
Pero estando fuera, ¿seguías al CB Murcia?
No, porque para mí Murcia no era mi casa. Cuando me fui a jugar al Gran Canaria sí que seguía al Caja San
Fernando, porque Sevilla era mi casa. Cuando yo estaba allí, no conocía a nadie en Murcia. Recuerdo que
una vez vine a veranear a La Manga, y salí por ahí de fiesta con unos amigos, y me encontré a los jugadores
del Murcia. Estaba Ramón (Moya), Xavi (Sánchez), Jordi Soler… Y nos miramos, y como todos los
deportistas, nos saludamos, pero nada más. Yo iba a mi rollo porque Murcia no era mi casa.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
193 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Bueno, hablamos del club, porque tú siempre has hecho gala de “murcianía”, ¿no? Con tus pastelicos de
carne, que te los llevabas a Sevilla…
Mi madre, mi madre… A ver, yo soy cartagenero de nacimiento, pero mi madre es murciana, es del Barrio
del Carmen. La gilipollez esa de “yo soy de Murcia”, y “yo soy de Cartagena”, pues, ¿qué quieres que te
diga? Yo soy murciano, y Murcia abarca desde Yecla hasta Cartagena, y desde Lorca hasta casi Orihuela,
¿no? Ser murciano entraña muchas cosas. Yo ahora vivo aquí y mi madre también, y yo soy de aquí, y a mí
el pastel de carne me encanta… No he vuelto a Cartagena aunque soy cartagenero. Yo soy de donde está mi
madre, que es de donde viene mi sangre, y lo demás son tonterías.
Aunque tu carrera no pudo ser larga, has jugado en equipos clásicos del baloncesto español, que han
pasado épocas mejores y peores pero…
Sí, que siempre han estado ahí. Yo he hecho la vuelta ciclista a España: de Murcia a Sevilla, de Sevilla a Gran
Canaria, de Gran Canaria a Fuenlabrada, de Fuenlabrada a Lugo, de Lugo a Bilbao y de Bilbao a Murcia.
Has hecho un “ocho” ahí… El golpe duro vino con tu lesión de espalda, ¿verdad?
Sí, lo de la espalda fue en Gran Canaria y fue mala suerte, porque había jugado muy bien en Sevilla y yo ese
año tenía allí a Romero, tenía a Richard Scott que por entonces se comía a todo el mundo, tenía a
Cornegay, que se hizo nacional ese año… Y entonces pues me cortaron un poco la progresión. Yo estaba
jugando en la Selección sub-23, y ese año hice diez o doce minutos de media, y entonces Imbroda habló
conmigo y me dijo, “mira, Pedro, yo quiero que te quedes, macho, pero es que con estos tres no vas a jugar
y yo quiero que juegues veinte minutos, y preferimos cederte y traer un cuarto pívot de bajo coste”. Me fui
a Gran Canaria cedido, pero justo ese verano estuve a punto de fichar por el Barcelona, y antes de salir, me
renovaron tres años más y me cedieron. Me subieron la cláusula de rescisión, me pagaron más y me
cedieron a Gran Canaria. Me dijeron que me querían renovar, y que me fuera y jugara mis veinte minutos, y
que luego volvería a ser el segundo pívot. Llegué allí y me lesioné a los tres días. El primer partido de liga,
además, era contra el Caja San Fernando en Gran Canaria, que ganó Gran Canaria…
¿Cómo fue la lesión?
Pues no fue nada, fue que estaba yo allí calentado y trotando y sentí un pinchazo, macho, y me quedé
medio tieso. El fisio vino, me ayudó a estirar y ya no entrené. Me dieron antiinflamatorios y al día siguiente
estaba fuera, vamos… Fuera totalmente. Me hicieron una terapia que ahora la hacen con algunas personas
mayores, que es una máquina que te cuelgan y te estiran la musculatura y la espalda y tal… Yo no creo
mucho en eso, pero a las personas mayores les sirve, ¿no? Me dijeron de hacer estiramientos con una
máquina que había y a ver, evitando el quirófano. Yo la verdad es que me sentía muy bien, todos los días
me estiraban un poco y, con eso, digamos que conseguimos separar un poco las vértebras. Y bueno,
“venga, creemos que estás preparado”, y me puse a entrenar y, ¡pum! Pinchazo otra vez y de rodillas. Me
quedé de rodillas. Me hicieron una resonancia, y al día siguiente recuerdo que vino mi amigo Pedro
Montesdeoca, que era el médico, con el que sigo manteniendo una buena relación, y vino a mi casa y me
dijo, “Perico, vamos a tomarnos una cerveza abajo”, y me dijo que el disco lo tenía mal y que había que
operarme. Me puse a llorar allí y le pregunté, ¿cuánto tiempo? Y me dijo, “mínimo seis meses”, es decir,
como una triada en la rodilla…
Todo esto, ¿con qué edad?
Pues yo tenía 20 años.
Cuando te dicen que hay que operar, ¿te dicen que la recuperación será total, que podrás jugar?
Bueno, a mí me dicen que lo voy a tener difícil, porque me iban a cortar medio disco. Me dijeron, “bueno,
veremos a ver…”. Yo entendí que si volvía a jugar, era un milagro, que me estaban preparando… Incluso me
explicaron varias técnicas para poder seguir viviendo, no para jugar al baloncesto sino para que tu vida sea
mejor. Sí, sí, fue algo lamentable… Sevilla me quería recuperar para operarme en Sevilla y al final me
dijeron que me quedara allí, que me iban a operar allí y vinieron los médicos de Sevilla a la operación.
Luego, yo me nadaba todos los días dos o tres kilómetros y me puse a entrenar, y el 11 de marzo debuté
con el Gran Canaria contra el Fuenlabrada y metí seis puntillos. Jugué las últimas nueve jornadas. Cuando
volví a Sevilla, mi agente me dijo que allí tenían dudas, que no sabían si me había quedado bien. Por mi
parte hubo un enfado, me cago en la leche, me firman tres años porque el Barcelona me está tocando y
ahora me dicen que no saben… Mi agente me dijo, “sí, pero está el Fuenlabrada que te quiere fichar por
tres años ahora mismo”, y directamente me liberé y me fui a Fuenlabrada, y allí, de maravilla.
Dos años, luego Breogán y luego Bilbao. ¿Hiciste el año entero en Bilbao?
No, no lo hice entero, me vine aquí en enero. Bilbao acababa de subir de LEB y llegué y me pasó algo
parecido, me lesioné del tobillo en la pretemporada. Además, en el primer entrenamiento, haciendo un
“alley-hoop”. Cuando caí, pisé a Javi Salgado...
Acho, ¿cómo te metes a hacer eso el primer día? (Risas).
Pues cuando caí, pisé a mi amigo Javi Salgado y me fracturé el tobillo. Estuve dos meses parado. Jugué y no
me encontraba bien, no encontré el “feeling” con el entrenador, y al día siguiente me llama mi agente para
decirme que el Murcia estaba interesado.
¿Era la primera vez que te llegaba la llamada del CB Murcia?
No, qué va, todos los años…
¿Todos los años? Y tú, ahí, duro, que no… (Risas).
No, es que… Mi agente me llamaba y me decía, “oye, tenemos Fuenlabrada, tal y tal, y Murcia siempre
pregunta”. Y bueno, la vez de Fuenlabrada, es que Fuenlabrada me ofrecía un proyecto muy chulo, dos o
tres años, y yo no quería volver aquí. Estaba bien donde estaba.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
195 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Pero cuando fichaste por Murcia finalmente, sí que dijiste que tenías el orgullo y las ganas de jugar en el
equipo de tu tierra, ¿no?
Sí, pero son épocas, ¿no? Es como cuando decides ser padre, ¿no? Yo creo que te llega, te llega un
momento que te apetece. Un día me llamó mi agente y me dijo, “oye, ¿quieres seguir intentándolo en
Bilbao?”. Yo tenía dos años en Bilbao, y me preguntó, “¿negociamos y te vas a Murcia?”. De repente dije,
“oye, pues me apetece Murcia, macho, me apetece un huevo, si me pagan lo mismo que aquí y me ofrecen
un buen proyecto, me voy mañana”. Y tardó en llamarme dos horas, me dice, “venga, para allá”. Macho,
me acuerdo perfectamente. Mi agente, que por cierto, es el dueño de Bilbao…
¿Arrinda?
Sí, Gorka. Le llamé un día para comer y le dije que yo allí no estaba bien. Le dije que tenía que ayudarme
porque yo no estaba bien allí y me preguntó que dónde me quería ir. Yo le dije que no lo sabía, que me lo
dijera él, y al día siguiente me llamó y me dijo, “Murcia”. Me acuerdo perfectamente que cuando me llamó
y me dijo si me quería ir a Murcia, yo le dije que sí, y él me dijo, “venga, voy a negociar”, y colgué y me puse
a hacer la maleta sin saber todavía lo que iba a pasar. Le dije a mi novia, “venga, que nos vamos”. Llamé a
mi madre y le dije que nos íbamos, y ella, “¿Qué dices, hijo mío?”, y le dije, “me voy para allá, que este fin
de semana me tienes allí jugando de rojo”, y no se lo creía.
Viniste comenzada la temporada 2004/05, en LEB, ya con Polaris como propietario, con Miguel Ángel
Martín como Director Deportivo e Iván Déniz como entrenador. ¿Estaba ya Espósito cuando llegaste tú?
Sí, vinimos los dos a la vez. Enzo, qué crack, qué fenómeno… Es el tío más, más… No sé, es que era… Él es
como es, un tío un poco conflictivo y tal, pero con nosotros era impresionante. Un jugador como la copa de
un pino, con un físico y una facilidad para jugar al baloncesto y para meter cincuenta puntos… Él podía
meter lo que quisiera, se apostaba contigo a que mañana metía cuarenta y metía cuarenta. Se reía de todo.
Nos tocó Huelva en los playoffs y nos ganó. Tenían muy buen equipo…
Un equipazo, con el mamoncete de Sergio Sánchez, que jugó conmigo en Sevilla.
Y con Corbacho, que por entonces ya nos llevaba enfilados.
Sí, Corbacho, que luego no jugó en ningún sitio este hombre, ¿o qué?
Pues no recuerdo dónde se fue después, pero este año ha subido con Obradoiro.
Ah, ¿juega en Obradoiro?
Sí, sí… (Compruebo la desconexión de Perico). Bueno, y tú ¿por cuánto tiempo fichaste por Murcia?
Por lo que quedaba de año y dos más. Luego llegó Manel Comas (hablamos ya de la temporada 2005/06, la
del penúltimo ascenso) y estaba André Turner…
No, no… Turner fue el año anterior. Ese año los bases eran Perico Sala y…
Ah, sí, y Pedro Llompart.
Eso, Llompart, y luego vino Borja Larragán.
Sí, vino Borja y teníamos a Perico Robles, a Xavi, a Brown, a Sellers, a Walleskowsky… Teníamos buen
equipo, pero se fue Manel Comas, llegó don Manuel Hussein, y ya subimos. Al año siguiente ya fue cuando
vino Fizer (hablamos de la temporada 2006/07, en ACB). Marcus Fizer, vaya terrorista, qué grande… (Risas).
Qué grande en todos los sentidos. Vino también Kevin Thompson, nos quedamos con Howard Brown…
El equipico tenía muy buena pinta, lo único que vimos flojear en pretemporada fue el puesto de base,
porque Dragic estaba muy verde…
Goran… ¿Y quién era el otro?
Anton Gavel.
Sí, Anton Gavel, y luego fichamos al fenómeno aquel, a Nikos Vetoulas… ¡Qué grande Nikos! Con su bote
ese… (Risas).
Y se consiguió la permanencia con sufrimiento. Con la ilusión y el dinero que puso Polaris, y luego los
resultados no fueron lo que se esperaba, ¿no?
Sí, porque yo creo que ese año era para quedarnos ahí, en mitad de la tabla, para pelearnos con Bilbao, con
Valladolid, con Sevilla… Con esta gente, y estar ahí, ¿no? Y al final entramos en una dinámica negativa, y el
deporte es muy cruel. Cuando estás en una dinámica positiva y haces las cosas bien entrenando, pues mira
a Bilbao, eres capaz de comerte el mundo. Pero teniendo un buen equipo, entras en una dinámica negativa,
no sabes cómo, y ya viene el mal ambiente, las caras largas, y macho, te metes en el pozo y salir de ahí es
complicado, y no sales, no sales, no sales… Eso nos pasó.
Formar parte de un equipo, que al final es un grupo humano, y luego gestionarlo, no debe ser fácil. Al
margen de la calidad como jugadores, es importante que cada uno asuma su rol y sume en beneficio de
los demás, ¿verdad? Esto lo hemos hablado mucho aquí, con Jota Davalillo, con Quini García…
Yo, en mi carrera deportiva siempre me voy a acordar de tres equipos. El primero es el del Caja San
Fernando de André Turner, Richard Scott, Salva Díez, Manel Bosch, Pep Cargol, Francesc Solana, Odriozola,
Cornegay…
Joder, vaya pandilla… ¡Qué cracks! (Risas).
Sí, un equipazo, y luego estaba yo dando vueltas por allí... (Risas). Me quedo con ese equipo porque era una
piña increíble. Éramos un equipazo, pero un equipazo de personas, tío. A mí me acogieron muy bien porque
yo era el junior del equipo y tal, y resultó que jugábamos todas las finales que pillábamos defendiendo
como perros, y eso es porque había compromiso. Nos comprometimos con Imbroda a que íbamos a ser el
BasketMe – Pedro Serrano Solana
197 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
mejor equipo defensivo de la historia, y yo tengo en mi haber, el estar en el equipo con el récord de menos
puntos encajados por partido en la historia de la ACB. Eran sesenta con algo de media. Imbroda nos hizo
creer a todos que el ataque ganaba partidos, pero la defensa ganaba campeonatos. Y bueno, no ganamos
porque estaba el super Barcelona, pero ese equipo del Caja San Fernando me demostró que llegamos allí
porque éramos un grupo de grandes personas y de amigos, que sabíamos lo que queríamos. Luego me fui a
Gran Canaria, donde se gastaron una pasta impresionante, de hecho vino Xavi Fernández allí, y Pera
Capdevila y un montón de gente, y nos salvamos de milagro. Luego me fui a Fuenlabrada, y un equipico
sobre todo con españoles, que de hecho jugaba Calderón y también Fran Murcia, David Wood, Perasovic,
Berni Hernández, Jesús Fernández, Carlos Cazorla… Un equipico de gente con ganas de hacer cosas,
comprometida, entrenando todos los días a muerte y que sabíamos lo que queríamos, y entramos en
playoff, la primera vez que entró el Fuenlabrada en playoff.
Qué envidia…
Claro, entonces yo pensé, me cago en la leche, si es que el club está basado en un grupo de buena gente,
comprometida y con ganas de hacer las cosas… Yo en Fuenlabrada, es que era un club de amigos
prácticamente. Allí mandaba Óscar Quintana con su hermano, y tenían una oficina que era como esto
(señala una esquina del bar). Y los jugadores, nos íbamos a cenar todos con las novias…
Pero el fichar gente buena y comprometida, además de con calidad para el juego… ¿Hasta qué punto se
puede planificar eso y que salga bien?
Se puede hacer (contesta sin titubeos).
Se lo pregunté a Quini García también, ahora en su visión de entrenador, el tema de qué información
puede tener un entrenador o un director deportivo antes de fichar, sobre la personalidad y otros
aspectos de comportamiento del jugador.
Se puede hacer, Pedro, se hace… Al final este mundo es… Tienes referencias. Nada más que tienes que
hacer dos llamadas de teléfono. Y bueno, luego me fui a Lugo y pasó como en Gran Canaria. Fichamos ahí…
Pues estaba Devin Davis, Rubén Garcés… A base de billetes, muchos gallos, poco equipo y a tomar por saco.
Nos salvamos quedando tres jornadas, casi pidiendo la hora. Luego me fui a Bilbao y no me dio tiempo a
nada, pero luego vine a Murcia, y el siguiente año hicimos este tipo de equipo del que yo te hablo, ese
equipo. ¿Qué pasó? Que arrasamos, y ganamos la Copa Príncipe y subimos a ACB.
Bueno, al principio también se sufrió, pero luego… (Volvemos a hablar de la temporada 05/06).
Sí, pero en el momento en que las cosas se tuvieron que poner encima de la mesa en Zaragoza (Pedro
enfatiza sus palabras con un golpe encima de la mesa del bar), nos miramos, tío. Nos miramos a los ojos, y
la gente sabía lo que había que hacer y lo hicimos. Y estaba ahí el Borjita (Borja Larragán), que es un tío
cojonudo, y Perico Sala, y Xavi Sánchez, Robles, Quique Bárcenas y yo, y éramos un equipazo de gente, un
equipazo humano. ¿Conclusión? Que subimos a la ACB. Al final me quedo con esos tres equipos: Sevilla,
Fuenlabrada y Murcia.
Diferentes en el tiempo, en los objetivos y en las circunstancias, pero iguales en esos aspectos que
hablamos, de grupo humano comprometido, ¿no?
Equipazos, macho… Yo si tuviera que hacer un equipo, sería con muy buenas personas, con mucho nacional
y con americanos que hablen español. Nosotros cuando salíamos a cenar, llamábamos a los americanos y
cenábamos todos. Yo el primer año que llegué aquí, hice una barbacoa en mi casa que metimos a
veinticinco personas, que yo no sabía cómo lo íbamos a hacer. Y ahí estaba André (Turner) con todas las
niñas, y todos allí, que no cabíamos, pero daba igual… Pasa en la Selección Española de fútbol, que además
de su calidad, son gente que se lleva muy bien, y la Selección de baloncesto igual, gente cojonuda, sin
roces, sin conflictos, donde todo el mundo sabe quién se la tiene que jugar y ahí nadie dice nada y van
todos a muerte.
Y todo esto que parece tan evidente, sin embargo hay gente que lo cuestiona. Hay gente que dice que
hay que ser profesional y verse en la cancha, que el hecho de que en un equipo haya más de dos o tres
amigos puede hacer caer en un exceso de confianza y todo eso…
Pero eso lo pensáis los periodistas. Los que estamos dentro sabemos perfectamente cuál es el ingrediente,
te lo digo yo. Si hablas con Quini, que está por aquí, o con Felipe (Coello), o con Xavi (Sánchez)…
Puntualizo que yo no opino eso, ¿eh? (me río). Lo digo por la gente esta super pragmática que…
Ya, yo te hablo desde mi experiencia. Mira Imbroda… Imbroda triunfó en dos equipos, en el Unicaja y en el
Caja San Fernando, y tuvo gente involucrada. Ese es el rollo. Yo he vivido las dos cosas, grandes equipos
hechos con talonario, y otros… Y bueno, mira ahora al Bilbao, jugando la final de la ACB. Gorka (Arrinda) ha
conseguido el objetivo, la gente de Bilbao ha respondido, y con gente comprometida, ahí están jugando la
final. No tendrá mejor equipo que Valencia, seguramente, ni que Caja Laboral, ni que muchos otros… Creo
que no tiene mejor equipo ni que Sevilla, pero están ahí, tío. Y Sevilla ha logrado este año una cosa muy
chula que es jugar la final de tal porque hay calidad… Calidad humana.
Vuelvo con lo de siempre: ¿cómo es posible que Murcia sea el 16º equipo en partidos en ACB y que no
haya llegado nunca más arriba? ¿Cómo es posible que los 15 equipos que tiene delante y muchos de los
que hay detrás, sí se hayan metido alguna vez entre los ocho primeros de la ACB y Murcia no? ¿Qué falla?
Bueno, yo te hablo de la época en la que yo he estado, y los otros años desde fuera: siempre han tenido
prisa. Prisa por hacer las cosas, por hacerlas hoy, y la ACB es una competición que no te perdona nada, ni
como equipo ni como jugador. Como jugador, a la mínima que te despistas estás en el banquillo y no juegas
en seis partidos, y a la mínima que te despistas, tu equipo ha bajado. Cuando te acuestas, estás en LEB.
Valladolid bajó, Breogán bajó, Manresa, Menorca, León, Estudiantes el año pasado pidiendo la hora…
BasketMe – Pedro Serrano Solana
199 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Nosotros hemos subido y hemos bajado trescientas veces. La ACB no te perdona, entonces Murcia, para mí,
siempre ha pecado de tener prisa, de querer hacer las cosas en un año y ya. El año pasado escuché a José
Ramón Carabante decir que en dos años el equipo estaría jugando competición europea o algo así… Bueno,
pues ese año bajó a la LEB. La liga le dio una lección. Este año el objetivo tiene que ser mantenerse a
puñetazo limpio, con quien sea. El año que viene, mantenerse tres jornadas antes de que acabe la liga, y al
siguiente, ocho jornadas antes…
Con Polaris, mientras esa empresa pudo meter dinero, sí que tuvo esa progresión. Luego, bajón…
Claro, porque vino la crisis y Polaris estaba claro que no iba a seguir, empezó la incertidumbre y los
jugadores somos a veces muy inútiles, y tendemos a coger la misma dinámica que el patrocinador o el
entorno (imagino que Pedro habla del final de la temporada 2007/08, cuando Murcia tenía equipo para
pelear al menos por la 8ª plaza de la ACB). Ahora, yo respeto muchísimo lo que José Ramón Carabante ha
hecho por nuestro baloncesto, pero en el momento en que cogió el equipo, la liga ACB le castigó. Este año
se han vuelto a hacer las cosas bien… Creo que, por lo que me han contado, Luís Carabante es una
maravillosa persona, enamorado del baloncesto, un tío que lo vive, y me parece que el día que ascendieron
se puso a llorar y todo, y eso es importante. A los que estamos ahí, es chulo ver eso, y el tío además parece
que es muy humilde. Luego, Alejandro (Gómez) es un tío muy trabajador, y Paco Guillem también, y me
gustaría que siguieran en esa línea. Paco es un tío que sabe mucho de baloncesto. Alejandro ha llegado
hace poco, pero Paco sabe un rato de esto. Aunque el propietario ahora se ha mantenido un poco al
margen, a mí me gustaría que tuviera más paciencia. El año que viene hay que salvarse, y da igual cómo,
cuándo, dónde, o si es injustamente en el último segundo. Tienen que plantearse ser un equipo en ACB a
cuatro años, eso es lo que pienso yo, que he estado en ACB muchos años. Todos tenemos que entender,
desde vosotros, la prensa, hasta los aficionados y todos, tenemos que entender que el año que viene
vamos a sufrir muchísimo y que lo normal es que nos salvemos pidiendo la hora, pero esa es nuestra
realidad y todo lo que venga a partir de ahí, va a ser maravilloso.
Hablando de Carabante me acuerdo de Salvador Hernández. Fue muy importante para que vinieras.
Sí, Salva es una persona encantadora, de verdad, es un tío de esos que cuando terminas, lo recuerdas, ¿no?
Era un presidente que, sin ser un experto en baloncesto, el hombre de repente entendió que nosotros
éramos sus niños, su equipo. Nos acompañaba a todos los lados, vivía las victorias que acababa sudando, el
hombre… Yo le vi llorar cuando ganamos la Copa Príncipe en Palma (2005/06). Es un tío que, aunque Polaris
luego no siguió, a mí me hubiera gustado que hubiera disfrutado más en ACB, que hubiese sido presidente
catorce o quince años, porque es un tío que valía para eso, con un carácter que valía, ¿eh? Amable y
encantador con nosotros y con la afición, y trabajador, nunca malas caras… A veces el hombre si algo le
fallaba era que no se enfadaba lo suficiente. A veces tendría que haber sido un poco más duro con
nosotros. Cuando vine, fue el primero que me dio la mano, y antes de irme fue el último que me la dio. Le
tengo mucho cariño. La última vez que lo vi, me dijo que haber si nos echábamos unos hoyos, porque él
juega al golf.
Bueno, pues ya estamos acabando. ¿Sigues teniendo contacto con el baloncesto? ¿Con gente del basket?
Con el baloncesto, cero. No he vuelto a jugar ni a tocar un balón. Mi último año fue difícil con la espalda,
con muchos dolores, y me tuvieron que infiltrar varias veces… Acabé un poco enfadado con el baloncesto.
Yo le he dado toda mi vida, y retirarme al final de esa manera… No es que considere que me he retirado por
la puerta de atrás, porque ahí está todo lo que he hecho, pero…
En pocos años has hecho más que muchos jugadores en una carrera larga, ¿no?
Sí, y he estado en la Selección B y bueno, me hicieron mi pequeño homenaje, ¿no? Pero cuando me retiré,
acabé enfadado y me dije, odio este deporte, y volveré a hacer algo cuando el cuerpo me lo pida, y no me
lo ha pedido. El mundo del golf me ha abierto las puertas y tengo un gran amigo como Miguel Ángel
Jiménez, que, ¿qué te puedo decir de él? Cualquier cosa que diga, me voy a quedar corto. Le ayudo en lo
que puedo, con escuelas y tal.
Desde fuera existe el estereotipo de ser un deporte elitista… ¿Cómo entraste tú ahí?
Bueno, la imagen que proyecta el golf es que es para gente adinerada, pero… Bueno, yo empecé porque mi
recuperación era andar, y tengo un gran amigo, que es José Luís Maluenda, “Malu”, que jugó en el Pamesa,
y me dijo, “coño, vente a jugar”. Yo no quería, pero un día fui y me gustó, y encima no me dolía la espalda.
Era como mi válvula de escape, ¿no? Me quitaba el mono de jugar y se me daba bien. Conocí a Miguel
Ángel Jiménez, nos hicimos amigos y me llevó al Máster de Augusta. Me sacó de cadi y salí en todo el
mundo, y creo que tengo el récord de ser el cadi más alto en la historia de Augusta, me lo dijo allí un árbitro
y me hizo mucha gracia. En el golf estoy encantado, y ahora mira, con Miguel abriendo escuelas y haciendo
cosas para los niños. Ahora no pienso en volver al baloncesto.
Pero estuviste a punto, ¿verdad?
Sí, bueno… Con Juan Valverde y eso…
¿Cómo fue? Con Galilea estuve hablando de ello un poco.
Bueno, pues fue porque un día fui a un partido, y Salvador Hernández me dijo que a ver el año siguiente
qué es lo que iba a pasar, que no iban a seguir con el equipo y tal. Entonces en ese momento me dio un
poco de pena. Pensé, macho, ya estamos con lo mismo de si sale el equipo o no sale. Me propuse hablar
con Antonio Peñalver y el día del último partido de liga en Murcia (temporada 08/09), dos horas antes, me
reuní con él en el hotel Nelva y le presenté un proyecto. Le dije que yo no quería que esto desapareciera, y
que si no tenían esa figura de persona del baloncesto en Murcia que quisiera liderar un proyecto, le dije
que yo, encantado de la vida, que incluso tenía personas que se unirían a mi proyecto, como José Luís
BasketMe – Pedro Serrano Solana
201 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Galilea. Yo había movido ficha y le dije que si tirábamos para adelante, tendría una persona que pondría
dinero y tal. Antonio Peñalver me dijo que eso sería maravilloso y entonces hablé con Juan Valverde, le dije
que quería contar con él, y Juan, macho, se volvió a emocionar. Juan es un tío que es muy impulsivo y de
repente se volvió a emocionar, “Pedro, tal…”. Me propusieron desarrollar el proyecto y tirar para adelante,
y hubo un momento en el que no te puedo contar más historia, porque me perdí. Estaba todo muy
avanzado, Cuki Galilea y yo teníamos fichajes medio amarrados, no queríamos decir nada… La prensa filtró
que estaba yo detrás de eso…
¿Por qué lo filtraron? ¿Tú querías filtrarlo o qué?
No, yo no lo filtré y Cuki tampoco, de hecho teníamos órdenes de no decir nada. De repente me llamó mi
amigo, este de la Cadena SER…
Orive.
Orive. Me dijo, “oye, me he enterado de esto, ¿es verdad? Es que si es verdad, voy a publicarlo”. Yo le dije,
“hombre, no deberías de publicarlo por esto, por esto y por esto”, y el hombre, como es como es, pues lo
publicó y fue cuando la prensa se me vino encima…
Eso fue perjudicial, claro.
Fue perjudicial. Salió Juan Valverde, los nombres y tal… Imagino que los políticos tuvieron otra oportunidad,
que es la que está ahora, y la cogieron. Y nada, yo entiendo que los políticos estudiaron la viabilidad del
proyecto, y gustó más el otro y tiraron para adelante.
Desde fuera todos pensábamos que era lo mismo (Pedro pone cara de circunstancias).
A veces me pregunto por qué eso no salió. Me impliqué muchísimo y yo quería que en el baloncesto
hubiera sobre todo baloncestistas. Contaba con Cuki (Galilea) y llegué a hablar con mucha gente del
baloncesto en Murcia. Quería gente del baloncesto que defendiera esta camiseta, e iba enfocado a
baloncestistas murcianos que hayan defendido esa camiseta y que se hayan pegado puñetazos por esa
camiseta. A final no salió, optaron por otro proyecto y, mira, me dije que me tenía que dedicar a otra cosa,
y yo soy un tío que soy como las pelotitas de goma, que caigo y reboto… ¡Pum! Para arriba otra vez. Aquí
estoy dos años después, en el mundo del golf y encantado. Estoy muy bien y me respetan donde estoy,
aunque escribo sobre baloncesto porque me gusta.
Perico Fernández y yo seguimos hablando un rato más. Me confiesa que se alegra de que aquel
proyecto no saliera adelante por lo feliz que se encuentra ahora en el mundo del golf. También me cuenta
que a veces comparte el campo con Juan Valverde, que se echan sus partidas: “Jugar con Juan es muy
divertido porque se queja por todo”. Nos reímos. Como decía al principio de esta entrevista, a Pedro se le
notan los sentimientos encontrados al hablar de baloncesto. En la visión de jugador, por las cosas buenas
que vivió pero también por los duros momentos que le hizo pasar su espalda. Y una vez colgadas las botas,
por la ilusión que puso en el proyecto del CB Murcia pero que, al final, terminó en papel mojado. Pedro es
un tío que pone todo su empeño en lo que hace y ahora está muy contento con el golf, lo transmite con sus
gestos y con la expresión de su cara. Que lo disfrute, y que pronto lo veamos otra vez como deportista
profesional metiendo la pelotica en el agujero, aunque sea una pelotica pequeña y blanca.
Nombre: Pedro Fernández Espinosa.
Lugar y fecha de nacimiento: Cartagena, 19 de abril de 1978.
Posición y altura: Pívot, 208 cm.
Trayectoria: De la cantera del cartagenero Mare Nostrum pasa a la del Sevilla en 1994. En 1996 debuta en
ACB y juega tres temporadas en el primer equipo antes de ser cedido a Gran Canaria en 2000, donde sufre
una grave lesión en la espalda. En 2001 vuelve a la cancha y al acabar la temporada se marcha a
Fuenlabrada durante dos años. Luego don años en Lugo y medio año en Bilbao, preceden a su llegada a
Murcia para el final de la temporada 04/05. Juega sus últimas dos campañas y media, con una Copa
Príncipe, un ascenso y la posterior permanencia en ACB. En 2007 anuncia su retirada del baloncesto a la
edad de 29 años. Jugó en la Selección Española cadete, junior y sub 22 y también en la Selección B. Fue
subcampeón de la ACB y de la Copa del Rey con Sevilla en 98/99, y campeón de la Copa Príncipe con el CB
Murcia en 2006. Fue elegido MVP del partido de las promesas de la ACB jugado dentro del Al Star de 1998.
Sus números: Entre LEB y ACB, Pedro jugó 62 partidos con Murcia promediando 10 minutos, 3’1 puntos y
2’5 rebotes por encuentro. Sus mejores registros los obtuvo en su primer año en Murcia: en 13 partidos
promedió 25 minutos, 9 puntos y 6 rebotes. Su mejor año en ACB fue en Fuenlabrada (01/02), con 18
minutos, 6 puntos y 3’6 rebotes por partido.
Pedro Fernández en una cena de fin de temporada, en 2007.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
203 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Entrevista a Pedro Robles
Para terminar con este recorrido por la historia del CB Murcia, recordaremos ahora las seis últimas
temporadas, que vienen a formar un nuevo micro-ciclo en la trayectoria del club. En él se incluyen dos
meritorios años en LEB que acabaron en ascenso, y cuatro años en ACB de los que solo uno fue tranquilo –
en dos se logró la permanencia en la última jornada y en el otro se descendió de manera estrepitosa-. Estas
seis temporadas han tenido momentos buenos y momentos malos, pero una de las mejores cosas que nos
dejan es la consolidación de un nuevo referente del CB Murcia, de uno de los jugadores que, si quisiéramos
hacer epílogo de la historia del club, deberíamos nombrar forzosamente: estamos hablando de don Pedro
Robles. Por azares de la vida, el escolta madrileño vino a encontrar en la tierra de sus orígenes la
estabilidad que buscan casi todos los deportistas. Ya he dicho más de una vez que los números no lo son
todo, pero la perspectiva sobre lo que Pedro Robles supone para este club nos la da el hecho de que sea el
segundo jugador en temporadas (tras Xavi), el tercero en partidos jugados en ACB y el cuarto en triples, por
ejemplo. Además, si sigue en Murcia, con toda probabilidad llegará a ser el segundo en partidos jugados
superando a Quini, y el máximo triplista superando a Xavi, McPherson y Washington.
En efecto los números no lo son todo, pero al hablar con Pedro Robles me sucede ya como con Xavi
Sánchez: me da la sensación de estar hablando directamente con el CB Murcia. Nos vemos en la cafetería
del Palacio después del entrenamiento matutino, y tras comentar en tono jocoso lo extenso de mis
entrevistas (“vamos a estar aquí una hora y media”, me dice), Pedro aclara que “están muy bonitas las
entrevistas de BasketMe, a mí me gustan mucho”. Ya más en serio, puntualiza que “podemos estar las
horas que haga falta, no hay problema”.
Muchas gracias, hombre. Empecemos por Estudiantes. ¿Cuántos años estuviste allí?
En el ACB, tres. De los 12 a los 20 estuve en las bases, y de los 20 a los 23 en ACB. Luego un año en Gijón,
uno en Valencia, dos en Tenerife en ACB y ya Murcia.
Saliste joven del Estu.
Con 23 años y fue difícil, pero cuando estás allí, sabes que algún día tienes que irte porque no puedes estar
toda la vida en Estudiantes. Había tenido un primer año bastante bueno y los dos años siguientes jugué
menos porque el equipo era mejor, pero estuve a gusto también, y entonces el club decidió subir a otro
jugador de la cantera y fue duro. El estar toda la vida en Estudiantes… Me hubiese gustado estar más años
en el club donde empecé. Fue el club de donde más difícil me ha resultado salir, pero bueno, con el paso de
los años también te sirve para madurar. Hacer carrera fuera del Estudiantes te hace ver de verdad lo que es
ser jugador profesional de baloncesto, porque cuando estás allí, estás en tu casa y si juegas bien, bien, y si
juegas mal, también. No pasa nada, ¿sabes? Cuando juegas fuera es cuando realmente te exigen más.
Estar en el Estudiantes tiene la ventaja de que es un club con tradición y con un gran trabajo de cantera,
pero al mismo tiempo, tiene el inconveniente de que la producción de jugadores es tan grande, que
antes o después te tienes que ir, ¿no?
Sí, yo después me fui a Gijón y jugué muchos minutos, y evidentemente, eso me lo dio el salir de una
cantera como Estudiantes, y el haber jugado minutos en ACB, en Euroliga, en Copa Korak…
En Korak fuiste finalista, ¿verdad?
Finalista, perdimos contra el Barcelona. Fue mi primer año. Ganamos por 16 puntos en el Palacio de
Deportes con un ambiente tremendo, y perdimos por 27 en el Palau. Luego, el siguiente año ganamos la
Copa del Rey en Vitoria y en la Korak perdimos en semifinales contra Unicaja, que jugamos en Magariños. Y
el tercer año fue Euroliga, y la verdad, jugando minutos contra equipos como la Kinder de Bolonia, contra el
que perdimos en octavos de final... Perdimos por muchos puntos en Bolonia y luego perdimos solamente
por cinco puntos en el Palacio contra un equipo que tenía a Ginóbili, a Marco Jaric, Rigodeau, Smodis…
Tenía un equipazo. Jugar contra gente de ese nivel, y que luego están todos en la NBA, pues la verdad es
que es algo que recuerdas con el paso de los años y es una cosa que te queda, el haber jugado contra gente
de un nivel tan espectacular.
Pillaste una época muy buena en el Estudiantes, y si encima jugaste minutos…
Sí, más no podía pedir. Subir a la ACB con 20 años, y el primer año jugar casi 20 minutos de media y ser
parte del equipo… Nunca lo habría soñado. Luego Estudiantes tuvo una época mucho mejor, cuando jugó la
final de la liga contra el Barcelona, pero yo estoy muy contento con la época que jugué en Estudiantes.
Lo que pasa es que si empiezas tan en la cresta de la ola, luego es lo que tú dices, tienes que salir de ahí y
ves que hay otras realidades y otras batallas, que hay equipos como Gijón…
Sí, luego fui a Gijón, a un equipo que era el más joven de la liga y con jugadores que luego han hecho
carrera en ACB, como yo o como Javi Rodríguez, como Lou Roe… Era un equipo muy joven, y a pesar de dar
buena imagen casi en todos los partidos, salvo en un par de ellos donde no competimos, pues perdimos
muchos partidos por poquitos puntos y descendimos, pero dando una imagen de ser jugadores con
hambre, de ser jugadores que queríamos hacer carrera en ACB y que dejábamos todo en el campo.
Luego a Valencia, donde viviste una época muy buena.
Sí, fue un caso similar a Estudiantes porque yo iba a Pamesa sabiendo al equipo al que iba, porque después
de jugar muchos minutos en Gijón, iba a un equipo con Oberto, Tomasevic, Rodilla, Kammerichs, Paraíso,
Abbio… Sabía perfectamente adónde iba y en la primera parte de la liga estuve jugando minutos en algunos
partidos, y en otros no, pero luego a partir de la lesión de Abbio en la Copa del Rey, me pasó como en
Estudiantes, en el sentido de que jugaba muchos minutos en un equipo muy bueno. Eso fue en los últimos
tres o cuatro meses, jugando casi 20 minutos de media entre Luengo y yo, que nos repartíamos los
BasketMe – Pedro Serrano Solana
205 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
minutos, y luego participando en cosas importantes de un equipo que estaba intentando despegar, como
en la Copa Uleb, que ganamos, y en la final de la liga, que perdimos contra el Barcelona por 3-0.
Luego a Tenerife en ACB, dos años seguidos.
Sí, Tenerife fue un poco diferente. Fueron dos años en ACB y en el segundo se bajó a LEB con un equipo
que, bueno, que hizo una mala temporada en general, un equipo hecho a última hora, un equipo
complicado… Y sin embargo el primer año era un equipo que, bueno, yo fiché de nuevas, pero tenía
muchos jugadores de los que habían estado el año anterior en la liga LEB y que habían subido, e hicimos
una buena temporada. Creo que quedamos 9º o 10º y con un buen ambiente en el vestuario.
¿Qué tal se le plantea el tema a los jugadores de un equipo que ha descendido?
Bueno, está claro que descender no es bueno para nadie, ni para el club, por supuesto, ni para los
jugadores, que al final somos los culpables principales de los descensos. Cuando descendí con Gijón fui a
Pamesa porque era joven y porque había hecho una temporada más o menos decente, dentro de que el
equipo descendió, pero bueno, siempre que hay un descenso, pueden estar en ACB al año siguiente uno,
dos o tres jugadores como mucho y eso pasa factura. Después de Tenerife fui a LEB a Murcia. Puedes tener
alguna oferta, pero una vez que desciendes, se nota mucho.
Entonces, ¿Cómo fue tu verano después de ese descenso? ¿Cómo fichaste por Murcia?
Pues después de una temporada mala y con descenso incluido, lo normal es que sea un verano largo y con
dificultades para tener una buena oferta, tanto en lo económico como en lo deportivo. Al final sale la
opción de Murcia, que estaba intentando hacer un buen equipo para subir con el fichaje de Manel Comas.
Hablé con Miguel Ángel Martín y me dijo que el proyecto era muy bueno, y hablé con Manel Comas
también. Después del descenso con Tenerife, que además cuando llegué aquí también lo dije, yo intentaba
tener un año bueno para reencontrarme como jugador, y bueno, uno de los mayores aciertos de mi carrera
deportiva fue venir a Murcia en liga LEB, porque luego he cogido una regularidad y una estabilidad que a lo
mejor no hubiese tenido si no hubiese venido.
Era la primera vez que jugabas en LEB.
Sí, yo llevaba… (Pedro hace cálculos mentales). Llevaba siete años en ACB, que eran años ya, pero tampoco
es que… Y bueno, me costó un poco dar el paso. Tenía ofertas de ACB pero eran malas y de equipos de zona
baja, con el riesgo de poder descender otra vez. No merece la pena. Yo creo que la LEB es una liga de muy
buen nivel y en la que por norma, además, el ambiente de los equipos es tremendo. Yo los dos años que he
estado en LEB en mi vida, he hecho amigos jugando al baloncesto. Han sido dos años maravillosos en
cuanto al ambiente del equipo y esa ha sido una de las claves de los dos ascensos. Como te digo, fue un
acierto en su momento. Cuando ha pasado el tiempo se ha visto que fue un acierto el decidir venir a
Murcia.
Sin embargo, el año en que llegas (05/06), al principio no fue nada fácil.
Sí, creo que llevábamos seis derrotas en once partidos o algo así, y después del partido en Gijón, donde
perdimos en el último segundo, pues Manel Comas decide marcharse a Sevilla y el club tomó la decisión de
dejarle ir y fichar a Manolo Hussein. A partir de ese momento el equipo cogió otro camino, y lógicamente
no era fácil, porque estábamos de los últimos y al final conseguimos quedar terceros en la liga regular.
Parece que es más difícil el cambio de ACB a LEB para un entrenador como Manel Comas, por ejemplo,
que llevaba toda su vida en la máxima competición, que para un jugador como tú, ¿no? Manel tal vez no
conocía la liga lo suficiente y no se adaptó.
Sí, puede ser. Bueno, nosotros teníamos un equipo bastante bueno, y luego es verdad que se hicieron los
retoques también al final con los americanos, con Hughes y Humphreys, que fueron fundamentales para
conseguir el ascenso, pero bueno, a lo mejor Manel Comas podía no conocer la liga como tampoco la
conocen muchos entrenadores y jugadores, y luego también tuvo mala suerte. Hubo partidos que perdimos
por pocos puntos, pero yo soy de la idea de que lo normal es que los jugadores sean los culpables de las
derrotas. Yo creo que un entrenador puede no conocer a este jugador o al otro, pero sí que va a hacer un
planteamiento del partido y un scouting del equipo contrario, y Manel eso lo hacía. Si nosotros tirábamos y
fallábamos o defendíamos mal, Manel tampoco tenía la culpa.
(Me rio). ¡Bueno! Entonces tenéis el mérito cuando ganáis, también.
Sí, bueno, pues lo normal es que sí, lo normal es que al final el entrenador tiene que hacer su trabajo, de
scouting y psicológico también, si quieres, y tal, pero al final los que están dentro del campo son los
jugadores, tanto para lo bueno como para lo malo.
Ya, te entiendo. ¿Has tomado tú alguna decisión que no entraba en los planes del entrenador? Porque el
entrenador también toma decisiones importantes en algunos momentos…
A ver, lo normal es que en jugadas concretas de los últimos segundos, si el entrenador dice una cosa, hay
que hacerla. Luego el juego te da también la posibilidad de que a lo mejor eso no sale, y tú tienes que
cambiar sobre la marcha de decisión, y oye, eso es entendible porque una cosa es la teoría y luego la
práctica es otra cosa. Puedes preparar algo muy bien, pero luego el jugador tiene que estar preparado
también por el entrenador para poder reaccionar ante una dificultad, cambiar y tomar decisiones.
Bueno, vamos a los playoffs de ascenso de esa temporada 2005/06, que fueron una bestialidad. Tú que
habías jugado ya finales al más alto nivel, ¿Cómo recuerdas esa eliminatoria contra Zaragoza?
Pues yo, el playoff de Zaragoza creo que ha sido uno de los momentos más bonitos de mi carrera. Hubo
cinco partidos de lucha continua contra un muy buen equipo, que también tenía el mismo objetivo que
nosotros, y nosotros teníamos gente unida por un objetivo común. Después de empezar muy bien ganando
el primer partido en Zaragoza, perdimos el cuarto partido aquí cuando todo el mundo esperaba que se
BasketMe – Pedro Serrano Solana
207 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
ganase y acabar la eliminatoria 3-1. Luego yo creo que el desenlace fue mucho mejor todavía. Ganar el
quinto partido allí y con prórroga, y haciendo un partidazo de todos los jugadores, contribuyendo todos
para ganar… Fue épico. Ante diez mil personas, con todo preparado para que ellos consiguiesen el ascenso,
y nosotros hacer un partido como el que hicimos, aquello fue… Además, era un objetivo de todos, pero a
nivel personal era cumplir el objetivo que tenía yo cuando vine aquí, que era como suele decirse, dar un
paso hacia atrás para luego dar dos hacia adelante. Era reengancharme a la ACB, y si no se hubiese subido
ese año, pues bueno, nunca se sabe lo que hubiese pasado. Yo tenía contrato si se subía directamente y era
cumplir el objetivo del club y el mío.
Luego llegó la época de Polaris al frente del CB Murcia en ACB (2006-2009), que fue buena. Pudo haber
sido muy buena, pero yo creo que se quedó en buena en cuanto a los resultados deportivos.
Bueno, yo creo que había mucha ilusión por parte de Polaris de hacer un muy buen equipo. Se trajeron
jugadores muy importantes como Risacher, Myers o Fizer, que es un jugadorazo. Creo que es de los
mejores jugadores con los que yo he jugado nunca, y bueno, nos salvamos en la última jornada en el primer
año (06/07), y al siguiente, que había mejor equipo, más completo y con más profundidad de banquillo,
creo que nos salvamos tres jornadas antes del final. Polaris tenía mucha ilusión por el proyecto y, para mí,
ha hecho mucho por el baloncesto en Murcia. Ha puesto mucho dinero hasta que ha podido, y cuando ya
no pudieron, pues dejaron de ponerlo como es normal y natural, pero Polaris hizo mucho y yo creo que se
disfrutó en esa etapa.
Los fichajes en general fueron buenos, pero… ¿Qué expectativas teníais los jugadores en el segundo año
de Polaris en ACB (07/08)? Había un discurso por parte del entrenador, mirar hacia abajo, y luego estaba
el del presidente que era la permanencia y luego ir a por algo más, y al final ese algo más no fue nada.
Bueno, ese segundo año lo vi de una forma diferente, porque al final de la temporada anterior me rompí el
peroné y yo creo que ese año siguiente, que fue cuando mejor equipo ha tenido Murcia, yo estaba muy mal
de la pierna y hasta finales de diciembre no pude entrenar de forma óptima. Yo estaba, entre comillas, un
poco fuera del equipo, pero está claro que había muy buen equipo y que luego, por circunstancias, no se
pudo llegar a más. Creo que se hizo una buena temporada porque nos salvamos tres jornadas antes del
final o algo así, que tampoco es fácil en una liga tan dura como la ACB, pero sí que es verdad que había un
equipo muy completo y quizá podríamos haber hecho más. Pero vuelvo a repetirte, podríamos haber hecho
algo más nosotros. No estuvimos en puestos de descenso en todo el año, creo, estuvimos a mitad. Seguro
que todo el mundo tenía en mente el quedar un poco más arriba, incluido Manolo Hussein, pero tampoco
podía exagerar el objetivo porque si luego no se conseguía, nos daría un poco de decepción.
Se me había olvidado lo de tu pierna (Robles se rompió el peroné en la 06/07): ¿cómo fue la lesión?
Bueno, fue en un lance de juego, además en la primera temporada en ACB de Polaris, que yo estaba muy
bien y estaba muy a gusto en el equipo, y a falta de siete jornadas me rompí el peroné. Fue un poco faena,
pero bueno, el equipo me renovó porque yo estaba bien, se me iba a renovar igualmente y no se me iba a
dejar de renovar por eso, porque no era una lesión tan importante. Firmé uno más uno. Luego tuve
problemas a nivel muscular en el gemelo, pero antes de irme de vacaciones el hueso ya había soldado y
estaba perfectamente. La siguiente temporada (2007/08) fue un poco mala para mí porque no me encontré
bien físicamente hasta enero o febrero, y la temporada ya estaba prácticamente acabando.
Esa temporada 2007/08 el CB Murcia acaba la liga en 12ª posición. ¿Qué pasó después?
Bueno, pues en el verano de 2008 tengo una conversación con Manolo Hussein. Después de haber tenido
una mala temporada a nivel personal, él sigue confiando en mí y piensa que mi rendimiento al año
siguiente puede ser más parecido al del primer año en ACB que al del segundo, y es un gesto de Manolo
que agradezco, porque a lo mejor era más fácil prescindir de mí después de una mala temporada y fichar a
otro jugador. Él piensa que puedo responder, y bueno, había acabado la temporada más o menos bien,
¿no? De hecho, la temporada siguiente (2008/09), que fue la de Taquan Dean, Slanina y tal, mi rendimiento
vuelve a subir y es más parecido o incluso mejor que el del primer año de ACB, y que por supuesto el del
segundo (recuerdo al lector que Robles y el CB Murcia tenían firmado un “uno más uno” desde el verano de
2007, y que en el verano de 2008 aún le quedaba el segundo año. Tanto el club como el jugador tenían la
opción de extinguir el compromiso antes de una fecha determinada, pagando una cantidad. Ese verano,
antes de la renovación automática, el entrenador le dice que cuenta con él; luego se renegocia y Robles y el
CB Murcia vuelven a firmar otro contrato del tipo “uno más uno”, que expiraba en el verano de 2010).
Temporada 2008/09. Año jodido y verano jodido. ¿Estabas al tanto? (Seguimos hablando del verano en el
que Polaris anuncia su intención de dejar el club; se genera incertidumbre y hay varias reuniones entre
empresa e instituciones).
Sí, bueno, no se sabía qué iba a pasar, si habría patrocinador o no. Yo ya estaba renovado, pero no se sabía
qué iba a pasar, y bueno, fue un poquito más largo y estaba pendiente de las noticias que llegaban desde
Murcia. Hablaba con gente de aquí y con Paco Guillem, para saber cómo estaba la situación.
En ese tiempo, ¿no tienes ofertas? ¿No piensas en marcharte?
No, yo tenía contrato. Era la opción por la que se me renovaba y ya está. Si esto se hubiese acabado, me
hubiese tenido que buscar algo, pero en ese momento no me preocupé porque tenía contrato. Yo confiaba
en que no se dejaría perder el tener una plaza en ACB, porque el club, por estructura, por organización, por
pabellón, por seguimiento… Es un club de ACB perfectamente.
Al final se solucionó el futuro inmediato y luego vivimos un año muy duro. Se logró la permanencia en el
último partido en Zaragoza, como recordarás, con ese triplazo tuyo tan importante.
Sí, fue un año duro. Nos salvamos con 9 victorias, que bueno, últimamente está por ahí porque siempre hay
dos o tres equipos que están mal… Pero fue un año complicado y con la buena suerte de salvarnos en la
BasketMe – Pedro Serrano Solana
209 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
última jornada también, con el partidazo de José Antonio Marco, que fue muy importante para la salvación.
El hecho de jugar cuarenta minutos, o treinta y muchos, después de haber estado prácticamente sin contar
durante la temporada, y al nivel que lo hizo… Yo creo que eso no se va a repetir muchas veces, el que un
jugador de veinte años, o los que tuviese en aquel momento, hiciese un partido a ese nivel y con esa
trascendencia, en el que estábamos todos nerviosos… Era un partido muy importante, y otra vez en campo
contrario.
¿Cómo viviste esa semana, con los problemas que hubo en los días previos al partido? (Hablo del plante y
la negativa de Chris Thomas de jugar el último partido de liga, supuestamente por el retraso en el pago
de sus derechos de imagen).
Bueno, ese año hubo algún retraso por parte del club, pero eso es algo completamente normal. Si al club
no le pagan los acuerdos que tiene con ayuntamiento, comunidad o empresas privadas, pues ellos
difícilmente pueden hacer frente a los pagos con los jugadores, ¿no? Yo creo que los jugadores debemos
entender también las circunstancias de cada año. En Tenerife, por ejemplo, cuando me vine a Murcia me
debían los tres últimos meses, y cobré primero el primer mes en Murcia que los tres meses de Tenerife. Eso
es habitual y es algo con lo que tienes que vivir. Afortunadamente, salvo excepciones, tampoco te causa un
trastorno tremendo que te puedan pagar tarde un mes o dos, ¿me entiendes? Aquí la comunicación que
había con Salvador (Hernández, presidente durante la época de Polaris) era perfecta, porque es un tío
extraordinario y siempre fue muy legal, y nos dijo las cosas que había. No hubo problemas por la mayor
parte del equipo durante el año.
Entonces, entiendes que no es justificable, o al menos tú no lo harías, el que un jugador profesional se
borre del equipo cuatro días antes de un partido tan importante, ¿no?
Bueno, Chris Thomas tendría sus motivos. No sé si serían solamente esos o si había algo más…
¡Qué diplomático eres! (me río; el primer día en el que Thomas faltó al entrenamiento, el lunes de la
semana previa al partido decisivo, se iban a realizar unos análisis de sangre y orina a toda la plantilla).
Es que es lo que sé, es la verdad. No sé si había algo más o no… Evidentemente, si era por los retrasos del
dinero, creo que es algo que pasa habitualmente y que ya había pasado durante la temporada. El resultado
que pudiese haber en ese partido y lo que significaba para el club y la ciudad, yo creo que era mucho más
importante que el hecho de que te deban uno o dos meses de sueldo. Eso se podía solucionar después. Lo
primero era el partido y el equipo estaba perfectamente concentrado a pesar de los problemas, y a lo
mejor creo que eso sirvió para que el equipo estuviese más unido.
Vuestra reacción fue estar unidos, ¿no? Al menos, eso se veía en la pista.
Sí, el equipo tenía muy buena química a pesar de los resultados, que habían sido difíciles durante todo el
año. El equipo tenía un ambiente super bueno, los jugadores americanos estaban super implicados…
Taquan Dean era un tío con una ética de trabajo extraordinaria también, y una persona muy sencilla, y
bueno, eso ayudó a que el equipo en ese momento estuviese unido.
Es que yo creo que los deportistas, al final, estáis haciendo lo que os gusta. Sois profesionales y vivís de
esto, pero en un momento así, lo que gana es el orgullo del deportista, ¿no?
Sí, y aparte es lo que hablábamos antes, en caso de descender nos venía mal a todos. Lo más importante
era salvar al equipo, salvar al club, que la ciudad tuviese un equipo en ACB más tiempo, y eso nos iba a
beneficiar a todos tanto si seguíamos aquí como si nos íbamos a otro equipo, ¿no? Eso era lo principal y al
final salió bien. Chris Thomas tomó esa decisión y no sé si fue por decisión propia o porque estaba mal
aconsejado, pero bueno, afortunadamente no tuvimos que lamentar que fuera un problema mayor para el
equipo y que le echásemos de menos. Al final no hizo falta Chris Thomas.
El verano siguiente (hablamos de la temporada 09/10, la del cambio de propietario y la del descenso) se
dio una nueva vuelta de tuerca a las dificultades económicas del club. Se produce la salida definitiva de
Polaris, el asunto Tranvimur y la entrada de Carabante. ¿Cómo fue todo eso para ti?
Bueno, pues yo tenía otro año de contrato y fue un verano largo. Yo también podía cortarlo, pero el plazo
era largo. Mi intención siempre ha sido la de estar en Murcia, pero bueno, fue largo porque cambió el
propietario y el equipo se hizo muy tarde. Se hizo un proyecto nuevo después de la incertidumbre, y con la
ilusión de empezar ese proyecto nuevo con Moncho Fernández, al que conocía de Gijón. Y bueno, fue un
año muy complicado porque salió todo mal desde el principio en cuanto a resultados, y…
Quitando el tema de tu lesión, ¿fueron los peores momentos deportivos que has vivido en Murcia?
Sí, porque el equipo no compitió en muchos partidos, hubo cambio de entrenador, que tampoco es
agradable para nadie, y luego tampoco se mejoró mucho. Fue una temporada muy mala a nivel deportivo
porque el descenso no le gusta a nadie.
Y hubo momentos muy malos, como la paliza en Alicante.
Hubo momentos complicados, y aquello, además, de mala manera… Y una vez más te lo digo, yo creo que
los jugadores tenemos gran parte de culpa de esos resultados.
En ese partido en concreto, Moncho Fernández dijo aquello de que ni no entrenando podía salir un
partido así. Murcia ya había recibido alguna paliza de ese estilo, por ejemplo en Vitoria (“sí, que estaba
yo también”, me aclara Pedro)… Sí, pero bueno, en Vitoria y contra Baskonia. Pero en Alicante contra un
rival directo, ¿cómo es posible? ¿Qué os dijo Moncho en vestuario? ¿Rompía las pizarras a pares o qué?
Sí, bueno, nadie nos lo esperábamos. Imagínate cómo podía estar Moncho, que se prepara un partido con
todo el trabajo del mundo… Porque a Moncho no se le podía achacar que no se preparara los partidos,
BasketMe – Pedro Serrano Solana
211 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
trabajaba mucho, pero bueno, ni él lo hizo bien ni nosotros tampoco y todos tuvimos nuestra parte de
culpa en la mala temporada…
Con Xavi hablaba que, a lo mejor, el concepto que tiene Moncho del baloncesto no era fácil de transmitir
o de asimilar en tan poco tiempo, ¿no? Y yo no me lo hubiera cargado, también te lo digo, ¿eh?
Sí, bueno, pues tenía un juego libre con muchos conceptos, con muchas… Dependiendo de lo que haga un
jugador, el compañero de al lado tiene que responder viendo lo que ha hecho previamente el otro. Si él
hace una cosa, tú tienes que hacer una cosa y si él hace otra, tú tienes que hacer otra, y entonces, ese es un
juego libre muy rico pero también difícil de asimilar, pero Moncho también tuvo mala suerte en Murcia. Es
una lástima porque él ha demostrado en otros equipos que es buen entrenador, pero aquí no le fue bien.
Viendo el juego que ha hecho este año Obradoiro, defensivamente no se puede comparar con el CB
Murcia del año anterior, ¿no? Este año Obradoiro ha hecho una defensa muy dura por momentos.
Por eso te digo que luego, gran parte de la culpa de los resultados es de los jugadores. Yo creo que nosotros
tuvimos la culpa del descenso de hace dos años.
Bueno, pues se baja y vuelta a empezar (última temporada, 10/11, en LEB). En verano se dice lo de que
damos un paso para atrás para luego dar dos pasos hacia adelante, y tú sigues en Murcia.
Sí, yo renuevo… Es un verano también muy largo y ahí estoy yo a la espera de ver qué hacer, pero con
previsión de seguir en Murcia. Durante la temporada quería ver qué es lo que pasaba, es lógico, y llegado el
verano me apetecía estar en Murcia, y cuando me hacen la oferta, pues digo que sí.
Era tu primer descenso en Murcia, y son circunstancias distintas a las del descenso con Tenerife, ¿no?
Eran circunstancias diferentes. La inquietud que tenía cuando vine a Murcia era recuperarme a nivel
personal de un mal año deportivo, y en esta, hombre, los cuatro años de ACB, salvo el año de la lesión, creo
que mi rendimiento fue bastante bueno y la espina que yo tenía clavada era dejar al club en liga LEB.
Evidentemente, para mí no es agradable estar en un sitio cinco años y dejar al equipo en LEB. Uno de los
motivos por los que quería seguir en Murcia era por dejar al equipo en ACB, esa era mi idea y el objetivo
está conseguido.
Pronto se vio que la plantilla que se estaba haciendo era muy buena, ¿no?
Sí, yo sabía que se iba a hacer buen equipo porque el club, en el año del descenso, por ejemplo, el trato del
club con nosotros, del presidente y tal, fue exquisito. Este año también pero yendo las cosas bien, pero
estar en una situación deportiva mala y el trato que tuvo el presidente y la directiva con nosotros, fue
increíble.
Este año ha sido bueno pero también difícil. El comienzo con la derrota en casa ante fue duro, ¿no?
Sí, el comienzo fue dubitativo y varios jugadores no empezamos bien, yo incluido.
El duelo con Obradoiro, espectacular. Se perdió tres veces con ellos y aún así Murcia quedó por delante.
Pues bueno, mira, ellos no sé si pensarán que son mejor equipo que nosotros, pero después de treinta y
cuatro jornadas, al final ellos han perdido partidos contra equipos más débiles en teoría y eso ha sido lo
que les ha matado. Siempre se dice que los ascensos se ganan en canchas de equipos que en teoría no son
rivales directos y al final es verdad, ¿no? Donde hemos ganado nosotros ha sido en La Palma, en Huesca o
en Lleida, contra equipos que te ponen las cosas muy difíciles. Son los partidos de los que luego te
acuerdas. Claro que puedes perder contra Burgos o contra Obradoiro, pero no en los partidos en los que
eres muy superior.
Qué gusto no tener nada que ver con los playoffs de ascenso, ¿no?
Pues sí, porque el objetivo era ascender de cualquier forma, pero ascender directamente te evita mucho
sufrimiento y mucho cansancio físico también, pero sobre todo el cansancio mental de tener que jugar
muchos partidos en poco tiempo.
Bueno, pues el CB Murcia ya está en ACB otra vez. Oye, ahora que me acuerdo, nos hemos saltado el
concurso de triples de la ACB que ganaste en la temporada 09/10. ¿Qué tal fue?
Pues muy bien. He participado tres veces: en mi primer año de ACB, que fue aquí en Murcia, hice el
ridículo. Fallé los 14 primeros tiros. Luego cuando estaba en Gijón, participé y me eliminaron en
semifinales. Y ya ese año, que tenía muchas ganas de participar, la verdad, y muy contento. Me salió muy
bien. Había entrenado algo durante la semana, con ayuda de los ayudantes, que lo dije allí en la entrevista
de después, y muy contento. Fui allí con la familia y fue muy agradable.
Lo pasamos muy bien en Murcia viéndote.
Sí, es que fue muy bonito. Hubo mucho acierto, hubo una eliminatoria Navarro-Bullock muy bonita, y luego
la final estuvo muy bien, a mí me gustó mucho participar y ganar, por supuesto.
Ahora que hablamos del tiro, tu mecánica ha cambiado algo, ¿verdad? Yo recuerdo cuando estabas en
Estudiantes, que te sacabas el balón desde más arriba, con los codos más abiertos, ¿puede ser?
Sí, puede ser que sacara la bola más hacia atrás, pero bueno, a lo mejor con el paso de los años sin darte
cuenta vas madurando la mecánica, y a lo mejor también tienes más fuerza. A parte hay que entrenar, ¿no?
La habilidad para el tiro tiene mucho de genético también, pero está claro que tiene un componente de
trabajo grandísimo. Yo siempre he estado haciendo tiro, incluso cuando estaba en cantera en Estudiantes.
Como iba al instituto por las tardes, por las mañanas me iba a Magariños a tirar yo solo… Pero la verdad es
que he hecho más tiro cuando he salido de Estudiantes, por lo que te decía, porque maduras un poco y te
das cuenta de que tienes que trabajar mucho para poder estar muchos años en ACB. Hay que trabajar
muchísimo, porque si no, podrás estar uno o dos años, no más. Y hay gente que trabaja muchísimo y aún
BasketMe – Pedro Serrano Solana
213 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
así no lo consigue, porque también hay otros condicionantes... A mí siempre me ha gustado entrenar por
mi cuenta porque se gana confianza, sobre todo.
Practicas el tiro, y también ese pasico tuyo para atrás, ¿verdad?
Sí, mira, el paso para atrás… Siempre tienes jugadores en los que te fijas más, en tu misma posición, y el
paso para atrás ese lo hacía mucho Perasovic cuando estaba en Alicante, lo hacía muchísimo. Y bueno, es
un recurso que tienes cuando no eres un portento físico en cuanto a salto. Son pequeños trucos que tienes
que buscarte para superar a gente que es superior a ti físicamente, como es mi caso, ¿no? Tienes que tener
pequeños movimientos para separarte del rival, porque generalmente la gente salta más que tú, corre más
que tú y todo más que tú.
¿Algún jugador que te haya defendido especialmente bien?
Pues muchos, muchos, no sabría decirte uno… Hay muchos jugadores que son muy buenos físicamente y
tienes muchos problemas contra ellos.
Así de pronto, me acuerdo de un partido contra Gran Canaria con English, que saltaron chispas ahí…
Ah, sí, sí, aquí en Murcia, me acuerdo perfectamente. Pero eso fue… (Pedro se lo piensa; creo que tiene una
explicación pero prefiere no darla). No me acuerdo por qué fue, sería porque me diría algo… Pero vamos,
que Carl English es un jugadorazo. Hay gente que a lo mejor es más propensa a hablar en el campo, y los
que no estamos acostumbrados a hablar, pues a lo mejor te puede poner un poco más nervioso, ¿no?
Tú eres muy yugoslavo, ¿verdad? Eres un tío muy tranquilo, no se te ve muchas veces alterado…
Sí, no sé, depende, este año sí que he estado… No sé, tampoco soy yo de hacer grandes aspavientos,
aunque alguna vez sí que he tenido gestos de rabia, pero en general no. Cada uno tiene su carácter y su
forma de expresar las cosas, ¿no?
Y luego, un tío como tú, que es capaz de salir y clavar 17 puntos en un cuarto, ¿qué? Hay que tener la
sangre fría.
Sí, bueno, son días que salen… Cuando sales desde el banquillo, te acostumbras y sabes que tu momento
está por llegar. Tienes que estar siempre concentrado para ese momento, aunque ese partido en concreto
(el de los 17 puntos en un cuarto) salí de titular. Pero bueno, hay días que te entra todo y que los
compañeros también te buscan, porque si no te buscan no hay nada que hacer.
Y eso de que si un tirador mete la primera, las mete todas, pero si la falla… ¿Cómo lo ves?
Bueno, está claro que si empiezas metiendo, lo lógico es que tengas un buen día, pero yo ha habido días
que he fallado las tres primeras y luego he tenido buen día. No se puede generalizar, porque por ejemplo
en el Pamesa, en los cuartos de final de la Uleb, que estaba Paco Guillem de entrenador, hice 8 de 10 en
triples y había fallado los dos primeros. En un momento la racha puede cambiar.
Es que el tirador tiene que ser mentalmente más fuerte que nadie, ¿no?
Es más complicado… Yo si tuviese que elegir, si me reencarnase otra vez, a lo mejor no elegiría ser tirador,
porque es bonito también esos días que estás acertado, y la sensación de tirar y saber que la vas a meter
tires como tires… Esa es una sensación muy bonita, pero por otra parte estás obligado un poco a tirar y a
meter, y si tiras y no metes, parece que no estás haciendo nada, y sí que estás haciendo. Yo he tenido toda
mi vida el cartel de mal defensor, toda mi vida, y realmente ha habido años que lo he sido... He visto vídeos
míos de cuando empezaba a jugar, y defendía mal, también porque antes se defendía mucho menos, y sin
embargo yo creo que por el trabajo que hago en verano, los dos últimos años he mejorado bastante en ese
aspecto e incluso los entrenadores me lo han dicho. Yo me hago mucho mountain-bike en verano, desde
hace dos años, y he notado una mejora en la musculatura que antes no tenía, y una capacidad para poder
correr más. Y luego aprendes a defender también, a colocarte, a perseguir a un tirador… Yo ahora soy capaz
de seguir a un jugador y de pasar tres bloqueos, y luego otros tres, y antes a lo mejor no lo era. Y lo que te
decía, yo he tenido siempre esa etiqueta y nunca me ha gustado. No me parece justo porque igual que
pueden decir que soy un tirador estupendo, no siempre lo soy, y con esto pasa igual.
Yo no es que quiera hacerte la pelota porque te tenga delante, pero opino que es verdad eso que dices,
lo de tu mejora en defensa, y luego también la voluntad, que para mí sí que cuenta y hay que valorarla. A
un jugador como Delininkaitis, por ejemplo, jamás lo vi correr en defensa para superar un bloqueo.
Es que la defensa es, en gran parte, concentración, y luego querer hacerlo, estar predispuesto. Lo que
tienes que hacer para no cometer errores en defensa es no relajarte ni un segundo. Si te relajas, con los
bloqueos que hay últimamente en ACB y en LEB, al final no llegas a ningún lado. Hay que estar pensando en
el objetivo de defender lo mejor posible todo el tiempo.
Y luego llegar al ataque con un poco de fuelle, porque si no, para un tirador…
Sí, bueno, pero eso ya depende de la condición física. Lo normal es que tengas buena capacidad para hacer
tanto una cosa como la otra. Yo, físicamente, ahora estoy mejor que cuando tenía 27 años.
Bueno, y dices que tienes vídeos de cuando empezabas. ¿Revisas tus partidos? ¿Los grabas?
Sí, siempre grabo los partidos, y bueno, me gusta verlos porque es una forma de ver los errores que
cometes. Normalmente los jugadores tendemos a pensar que somos mejores de lo que somos, es un
defecto bastante común, y si ves tus errores en el vídeo… El vídeo no miente. Tú puedes tener tu
percepción, pero bueno… Me gusta mucho verlos y los guardo también un poco por fetichismo, pero al día
siguiente me gusta verlos para ver dónde he fallado y eso me ha ayudado a mejorar algunos aspectos.
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215 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Pues ya estamos terminando. En estos seis años habrás sentido el afecto de la gente de Murcia, ¿no?
Hombre, yo aquí estoy encantado de la vida…
Con ese pedazo de poster tan chulo, ¿eh? (la afición le regaló una fotografía del triple que clavó en el
partido por la permanencia contra el Cai, en un formato enorme).
Joder, eso fue… Lo tengo en casa todavía, aquí en Murcia. No he podido llevármelo a Madrid todavía,
macho. Es que es grande, tú imagínate, voy a tener que traerme una furgoneta para llevármelo. Está
chulísima.
¿Qué te dicen tus hijos cuando la ven?
Bueno, es que ahora mismo la tengo en el trastero y no tengo dónde ponerla. Yo en Madrid ya tengo el
hueco para ponerla porque tengo una buhardilla grande.
A ver, ahora di algo de Murcia que te haya gustado mucho, algo que no conocieras y has conocido en
Murcia, o algo de comida… Todo el mundo acaba hablando de comida (risas).
Hombre, yo, al tener mucha familia en Murcia, en Caravaca, Barranda y esa zona, pues… La verdad es que
nunca pensé que pudiera estar aquí tantos años, pero bueno, para mí es agradable también por mi pasado,
por mi padre que era murciano… (Le interrumpo).
Ah, ya había oído que tenías familia aquí, pero no sabía que tu padre era murciano… Yo pensaba que
eran tus abuelos, no tu padre.
No, no, mi padre. Mi padre nació en Barranda, lo que pasa es que luego vivieron en Caravaca y yo he
veraneado toda mi vida en Caravaca y en Bolnuevo (playa de Mazarrón), toda mi vida. Es curioso que al
final acabase jugando tanto tiempo en el equipo de Murcia. Ha sido muy agradable también ese detalle, y
bueno, mi padre no ha podido verme jugar a nivel profesional porque murió cuando yo tenía 19 años,
estaba a punto de subir a ACB...
Le hubiera gustado verte jugar en el CB Murcia y en ACB.
Imagínate, imagínate… Es una espinita que tengo ahí clavada, pero bueno, prefiero no pensarlo… Le
hubiera gustado verme tantos años en el equipo de su tierra. Su hermano, mi tío, que vivía en Madrid con
nosotros, ahora vive aquí en Caravaca y baja a verme casi todos los partidos, y yo voy a veces a pasar el día.
O sea, que a Murcia la conocías de sobra antes de venir a jugar.
Sí… Bueno, Murcia capital no lo conocía. Había venido a jugar, pero no conocía Murcia capital. Había venido
a Caravaca y a la playa a Mazarrón, a Bolnuevo. Cosas que me gustan… Hombre, a mí siempre me han
gustado mucho las migas de harina, es lo que más me gusta…
Precisamente en el Noroeste de Murcia se hacen muy buenas, ahí en tu zona, en Caravaca, Moratalla…
Sí, sí… Y hablando de Moratalla, mi sitio favorito para comer es el restaurante El Olivar, que está allí y es de
mi amigo Firo Vázquez. Es uno de los mejores cocineros de España y tiene una cocina exquisita,
imaginativa… Muchos de sus platos están hechos con productos de la tierra. Merece la pena acercarse al
restaurante, Firo es encantador y además es un gran aficionado al baloncesto…
(Sabía yo que el buen comer de Murcia es opinión común). ¿Y las fiestas?
Pues a los Caballos del Vino (fiesta de Caravaca de la Cruz, en mayo) también he ido alguna vez, pero
cuando no estaba aquí. Desde que estoy aquí no he ido ningún año, siempre he estado jugando. Y de la
ciudad de Murcia, yo creo que es una ciudad donde se vive muy bien. Para los que somos de Madrid, es una
ciudad pequeña y muy manejable en el día a día. Es grande, pero no tanto como para tener un tráfico
excesivo, para mí por lo menos, y puedes ir andando a varios sitios si no vives muy lejos. Es una ciudad muy
agradable.
Bueno, ahora sí, ya acabamos… El futuro inmediato ¿Qué?
Pues mi idea es continuar en Murcia, igual que lo ha sido cada año. Mi idea, a medida que va pasando en
tiempo y después de estar tantos años aquí y tan a gusto como he estado, pues si puedo sería acabar mi
carrera deportiva aquí. Ese sería mi sueño deportivo, ¿no? Acabar mi carrera deportiva en Murcia. Sería
muy bonito el poder decir un día “me retiro”, en un sitio donde he estado tanto tiempo y donde se me ha
querido y se me quiere mucho. Sería un sueño poder cumplirlo.
Antes de empezar la entrevista me has dicho que habías leído mi artículo sobre los números del CB
Murcia. Si renovaras, que espero que sí, podrías escalar en el apartado de partidos jugados y en el de
triples. ¿Cuántos triples metes en un año, más o menos?
Treinta y algo, creo… Me quedan trece o catorce para coger al siguiente, ¿no?
Para coger al siguiente, que es Xavi, te faltan once triples. Y luego creo que si metes veinte y alguno,
superas a McPherson y a Washington y te pones primero.
No me acuerdo, no me acuerdo… Pero sí que sería bonito ser una parte de la historia del club…
Ya lo eres, ya lo eres... (Puntualizo).
Pues sería bonito para mí estar más tiempo en el club y alcanzar alguno de esos topes. Sería bonito poder
estar más tiempo aquí para disfrutar de un equipo que, bueno… Que se den todos los condicionantes para
estar a gusto en un sitio no es fácil, y yo lo he encontrado.
Miro con temor al MP3 y veo que la grabación se aproxima a la hora y media que predecía Pedro:
89 minutos. En mi defensa diré que durante un rato estuvimos hablando con Xavi Sánchez, así que ese
BasketMe – Pedro Serrano Solana
217 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
tiempo extra no es culpa mía. Lo normal, por mucho que yo lo intente, es que las conversaciones se
alarguen con personas que llevan muchos años en Murcia y a las que, además, les gusta hablar de
baloncesto. Pedro y yo acabamos la entrevista con la mirada puesta en el reloj, porque los dos tenemos
que comer rápidamente y luego ir al cole a recoger a nuestros hijos. Me da la sensación de haber conocido
un poco más a este madrileño con sangre murciana, además de haber constatado lo que ya sabíamos de él:
su pasión por lo que hace, su capacidad de trabajo y de esfuerzo, su discreción y su compromiso con el
equipo en el que milita, y que en los últimos seis años ha sido el CB Murcia. Pedro Robles me decía que,
para un jugador, no es fácil encontrar un lugar donde se den todos los condicionantes y se esté tan a gusto.
Tampoco lo es para un equipo el encontrar a un jugador que permanezca y que quiera permanecer, que
quiera mejorarse a sí mismo día a día y ayudar a mejorar al club. En mi opinión, lo lógico sería que Pedro
Robles pudiera cumplir su sueño y que acabase su carrera profesional en el CB Murcia.
Nombre: Pedro Jerónimo Robles Rey.
Lugar y fecha de nacimiento: Madrid, 17 de julio de 1977.
Posición y altura: Escolta, 192 cm.
Trayectoria: Cantera de Estudiantes. Debuta en ACB en 1998 con Pepu Hernández. En tres años se
proclama subcampeón de la Korak y campeón Copa del Rey, y disputa Euroliga. En 2001 pone rumbo a
Gijón y un año después ficha por una de las mejores plantillas del Pamesa Valencia, ganando la Uleb y
disputando la final de la ACB. Dos años en Tenerife en ACB, la última con descenso, anteceden su llegada en
2005 al CB Murcia, en LEB. Aquí ha logrado dos ascensos y una Copa Príncipe, además de ganar el concurso
de triples de la ACB en 2010 y tener el mejor porcentaje en tiros de tres de la liga en la 08/09.
Los números: Hasta ahora ha disputado seis temporadas en Murcia, con el que ha jugado en ACB un total
de 119 partidos. Es el tercer jugador en la historia del equipo en ese apartado (con 127 partidos está Quini
García). Ha anotado un total de 822 puntos, lo que nos da un promedio de 7 puntos y algo más de un triple
por encuentro. Como ya hemos dicho, es también el segundo en temporadas, el cuarto en minutos jugados
y el cuarto en triples, aunque el año que viene mejorará en esa clasificación y logrará ser el máximo triplista
en la historia del CB Murcia.
Pedro Robles en la comida de fin de
temporada 2010/11.
Los hogares del Club Baloncesto Murcia
Recordemos hoy la historia del CB Murcia haciendo un repaso a la vida de sus dos hogares. El
Pabellón Príncipe de Asturias primero y el Palacio de los Deportes después, son las dos instalaciones en las
que el equipo murciano ha tenido su pista de juego a lo largo de estos 25 años. Esas dos canchas han sido el
escenario de nuestras emociones, de nuestros desvelos y de nuestras alegrías. Han sido testigo de grandes
gestas y, por supuesto, también de malos tragos. Pero no sólo eso: existe aquí una estrecha relación entre
ciudad, instalación deportiva y club. Me explico: con su nacimiento y desarrollo, con sus crecientes
necesidades, el CB Murcia ha obligado a la ciudad a construir y a modernizar sus instalaciones deportivas, y
a la vez, ha hecho posible que los murcianos gocen de las mismas para practicar deporte a nivel particular.
Mientras tanto, el propio CB Murcia y los equipos de voley y fútbol-sala han fomentado la actividad
deportiva jugando al más alto nivel, y ofreciendo a los niños y niñas de Murcia un espejo donde mirarse.
Como decía, las vidas del Pabellón Príncipe de Asturias y del Palacio de los Deportes están
estrechamente ligadas con la del CB Murcia, aunque luego también los hayan usado otros equipos. El
resumen de los eventos sería el siguiente: en 1981 se proyecta un nuevo Pabellón Municipal para la ciudad;
en septiembre de 1985 se inaugura; ese mismo año nace el Juver Basket Murcia y, poco tiempo después, el
nuevo Pabellón comienza a llenarse hasta la bandera al calor del baloncesto; en 1990 el club asciende a
ACB y hay que reformar el Pabellón y ampliar su aforo; en 1992 se proyecta un nuevo Palacio de los
Deportes que satisfaga las necesidades del club, y por ende, de la ciudad; en 1994 se inaugura el nuevo
Palacio de los Deportes y el CB Murcia vuelve a llenarlo, para sorpresa de propios y extraños.
Visto lo visto, a título personal no podría decir qué pabellón me despierta más cariño, si el
pequeño o el grande. Cuando el CB Murcia jugaba en el pequeño, el propio club era aún pequeño. En el
Príncipe de Asturias nacimos como equipo y como afición, y también allí vivimos el primer y mágico ascenso
a la ACB. En cuanto al pabellón grande, fue el lugar en el que nos hicimos grandes, fue como un sueño
hecho realidad. Ambas canchas tienen similitudes: las dos se empezaron a construir en zonas periféricas y a
medio urbanizar, por lo que el contacto basket-huerta era mucho más estrecho que ahora que las avenidas
y los edificios las envuelven. Otra similitud es que, recién inauguradas, las dos canchas parecían haberse
quedado pequeñas. Gracias a la hemeroteca* de la Biblioteca Regional, dedicaremos dos extensos artículos
a repasar los hechos, los datos y las anécdotas de los dos hogares del CB Murcia.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
219 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
El primer hogar y el nacimiento del Club Baloncesto Murcia: el Pabellón Príncipe de Asturias.
El proyecto del Pabellón Príncipe de Asturias, por entonces Pabellón Municipal de Deportes, fue
realizado por el arquitecto Antonio Alemán Picatoste y se presentó el 17 de septiembre de 1981 en el
ayuntamiento de Murcia. Tal y como se relataba en el periódico La Verdad del 6 de septiembre de 1985,
uno de sus promotores (“el precursor del nuevo Pabellón”) fue el entonces Delegado Provincial, Tono Páez.
En un especial dedicado a la inauguración del nuevo Pabellón, Páez recordaba los primeros pasos dados
casi cuatro años atrás: “Recuerdo que el alcalde (en 1981), José María Aroca, me decía que aunque él no
practicaba ningún deporte, consideraba de vital importancia que Murcia contara con unas instalaciones
dignas. También pensaba que iba a ser difícil convencer a Carlos Collado (entonces presidente de la
Diputación y más tarde de la Comunidad Autónoma de Murcia) para que la Diputación aportara su parte.
Incluso se apostó conmigo una cena. Collado también se volcó con el tema y José María Aroca tuvo que
pagar la cena”. En esa misma entrevista, Tono Páez admitía, con una mezcla de malestar y orgullo, que
“nunca quise medallas, aunque (el Pabellón) es algo así como un hijo (…). Me da igual que se me
reconozca, pero yo parí el pabellón. Al menos, me empeñé en ello más que nadie”.
El parto fue largo. Hacia el mes de mayo de 1983 el nuevo Pabellón ya estaba terminado, pero no así los
accesos y el entorno, con lo que su inauguración aún habría de retrasarse nada menos que dos años. La
construcción se presupuestó en 150 millones de pesetas. A ello se sumaron los 26 millones de pesetas que
costó el equipamiento y los 70 millones que hicieron falta para adecuar los accesos de la instalación
deportiva. Por ese hecho, en cuestión presupuestaria la obra no estuvo exenta de polémica (La Verdad, 25
de agosto de 1985): “Financiado por la Comunidad Autónoma y el ayuntamiento, con la participación del
Consejo Superior de Deportes (…), su presupuesto se duplicó de 150 a 300 millones. Comunidad y
ayuntamiento se llevaban las manos a la cabeza y el nuevo Pabellón se convirtió en un agujero negro que
se tragaba millones y millones. No había accesos y la inauguración se retrasó varias veces”.
En La Verdad, con fecha de 23 de agosto de 1985, se
entrevistó al concejal de Deportes, Ricardo Cases, para
tratar la situación de Murcia en materia deportiva. El
periodista le preguntó si existían suficientes instalaciones en
la ciudad, a lo que Cases respondió que Murcia estaba en un
nivel medio, y que el municipio presentaba la dificultad
añadida de la dispersión de sus habitantes en torno al caso
urbano. Entonces anunció la próxima construcción de
algunas obras que hoy en día ya forman parte de la oferta deportiva de Murcia: la piscina olímpica del
recinto “Murcia-Parque”, el estadio de atletismo de la UMU o la piscina cubierta del Infante. La siguiente
pregunta, directamente relacionada con el nuevo Pabellón, era sobre el posible uso que se le iba a dar una
vez inaugurado. El concejal respondía que “para poder sacarle verdadera utilidad, tenemos pensado
mantener una actividad deportiva permanente, montando una serie de escuelas municipales. También
alquilaremos el Pabellón a equipos de competición”. Luego, Cases añadía que “ahora que hemos
conseguido el Pabellón, hay que promocionar el deporte de base para que algún día podamos tener un
equipo en la élite deportiva”. El concejal aún no sabía que en pocas semanas iba a nacer el gran aliado del
Pabellón, el futuro CB Murcia. Cases: “no teníamos un Pabellón adecuado en toda Murcia, porque el que
existe está viejo y deteriorado. No podíamos tener un equipo deportivo en 1ª División y mucho menos
traer grandes espectáculos a nuestra ciudad. Con este Pabellón pretendemos cubrir el vacío existente”.
El poético pie de la imagen de la izquierda, en La Verdad: “Una
de las canastas del nuevo Pabellón, preparada para recibir los
encestes que le esperan”. Apréciese el aro rígido que poco
tiempo después machacaría Randy Owens.
Sin embargo, y sólo dos días después de la entrevista al concejal (el 25 de agosto de 1985), el debate sobre
el posible desuso del Pabellón daría un giro radical. El titular de la noticia en La Verdad era bastante
elocuente: “El nuevo Pabellón nace pequeño”. El recinto se había construido con una capacidad de 1800
localidades fijas, ampliables en su momento a 2500. También se anunciaba el plato fuerte de los actos de
inauguración, un torneo de baloncesto entre Cai, Español de Barcelona, Fórum Valladolid y un combinado
de jugadores estadounidenses que venía denominado como “All Star USA”. Mitad noticia, mitad artículo de
opinión, el periodista se mojaba y, a decir verdad (visto lo que iba a suceder después), no se equivocaba:
“Mucho nos tememos, y no es por ser pesimistas, que este nuevo Pabellón que ha levantado tantas
expectativas, se puede quedar pequeño para las necesidades de Murcia (…). Creemos, y el tiempo nos lo
dirá, que el Pabellón va a convertirse en una pequeña instalación deportiva en la que no se podrán
realizar grandes actividades y espectáculos por falta de aforo. Tal circunstancia se tenía que haber
previsto antes”. Pero había más; por ejemplo, deficiencias en los vestuarios: “Los jugadores de baloncesto
que acudan al torneo se van a tener que sentar en sillas para ducharse, ya que su altura es bastante
reducida”.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
221 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Las pesimistas predicciones se vieron confirmadas cinco días más tarde. “La expectación inusual” que había
despertado el torneo cuadrangular de baloncesto, provocó que se agotaran las entradas disponibles en
poco más de dos días. El desglose que se hizo fue así: de un aforo de 2500 localidades, 2000 se vendieron al
público por anticipado, 250 se reservaron para taquilla y 250 se destinaron a protocolo. Atención, porque
este asunto del protocolo derivó en una bronca monumental el día de la solemne inauguración; lo veremos
más adelante. La expectación del torneo no sólo se dejó sentir en la rápida venta de las entradas, sino que
incluso Televisión Española anunció la retransmisión del partido final dentro de su programa “Tiempo y
marca”.
El día 5 de septiembre de 1985 se amplió en prensa la información sobre el resto de actos programados, y
también sobre los equipos participantes en el cuadrangular. En el Cai Zaragoza, además de su “magnífico
entrenador Manuel Comas” (así lo describía el periodista), destacaban jóvenes realidades como Fernando
Arcega (25 añicos tenía), José Luís Llorente, “Indio” Díaz o el prometedor Francisco Javier Zapata. Por el
Fórum de Valladolid, nada menos que George Singleton, Samuel Puente, Quino Salvo y “nuestro” Julio
Torres, que en 1985 era un chaval de 19 años cedido por el Baskonia. En el Español de Barcelona, equipo
patrocinado por Juver, jugaba otro futuro componente del equipo murciano, Mike Phillips, junto con Epi II,
hermano de Juan Antonio San Epifanio. En cuanto al combinado americano, anunciado días antes como “All
Star USA”, en realidad lo formaban jugadores que o bien ya habían jugado en Europa, o bien tenían
intención de encontrar equipo en el Viejo Continente. En él estaban, ojo, Earl Williams (ex de Boston
Celtics), Jim Allen (ex de Cai y Breogán), James Hardy, Jim Grady, Ricky Johnson y Al Beal, entre otros. En La
Verdad también se decía que “el éxito de este torneo está garantizado, y se tiene la intención de
institucionalizarlo para todos los años. Es una lástima que nuestro reciente pabellón se quede pequeño
para este tipo de actos deportivos”. El mismo día de ese artículo se anunciaba la presentación del nuevo
Pabellón a la prensa murciana a partir de las 19:30 horas. El artículo remataba con una frase que recuerda a
épocas muy antiguas: se decía que la presentación oficial se llevaría a cabo el domingo 8 de septiembre de
1985, a las 12 horas, “con la asistencia de las principales autoridades civiles y militares de la provincia”.
Al día siguiente, viernes 6 de septiembre de 1985, en el diario La Verdad y bajo el título “Nuevo Pabellón
de Deportes”, iniciaban el reportaje sobre la inauguración del recinto con un artículo en el que se decía lo
siguiente: “Llegó la hora, y esperamos que gozosa, para que nuestros deportistas puedan tener unas
instalaciones dignas de una ciudad como Murcia. Durante muchos años, todos hemos clamado por algo
que se hacía necesario desde hace lustros. Al fin, y a pesar de los retrasos, se va a inaugurar el nuevo
Pabellón que, sin ser un Palacio de Deportes, mejora ostensiblemente las escasas instalaciones
deportivas de que goza la ciudad. (…) Saludamos al nuevo Pabellón que se va a quedar pequeño para las
jornadas inaugurales. Lo que hace falta es que se quede igualmente pequeño cuando se celebren otros
acontecimientos deportivos de menor rango. Servirá para confirmar que aumenta la afición por los
deportes minoritarios”. Resulta muy interesante leer estos comentarios, porque claro, el periodista no
podía saber lo que estaba a punto de suceder: el nacimiento del CB Murcia (AD Juver Basket Murcia).
El especial de La Verdad dedicado al Pabellón proseguía con una nueva entrevista al concejal de Deportes,
Ricardo Cases, que no tenía problema en admitir la problemática del escaso aforo (qué raro se me hace ver
a un político reconociendo abiertamente un error): “El Pabellón se debió construir pensando en el futuro,
y por supuesto, con una mayor capacidad de aforo, como mínimo para unas 5000 localidades ampliables
a 6000. Hay que prever que un Pabellón de estos no se puede construir cada cuatro o cinco años, se tenía
que haber previsto que se va a utilizar durante veinte o treinta años más. Cuando tengamos un equipo en
la élite, tendremos serios problemas de capacidad para el aficionado”. Aunque ese día Cases acertó en su
vaticinio, el concejal no podía imaginar que, sólo cinco años después, Murcia lograría poner un equipo de
baloncesto en la máxima competición nacional, lo que obligaría en primera instancia a remodelar
severamente el Pabellón Municipal, y en segunda, a proyectar y construir el Palacio de los Deportes.
Sin embargo, no todo fueron lamentos. El propio Cases señaló las cosas buenas del nuevo Pabellón
Municipal: “Es la mejor obra que tenemos hecha a nivel municipal y deportivo”. El concejal destacaba
sobre todo tres aspectos: “su buena ubicación y comunicaciones, que arquitectónicamente es de una gran
belleza de construcción, y lo que es más importante, la gran utilidad y rendimiento que se le va a sacar”.
En efecto, y desde la distancia que dan estos 25 años, se puede decir que al margen de su coste, el Príncipe
de Asturias supuso un primer escalón, un primer paso hacia la gran obra deportiva de Murcia, el Palacio de
los Deportes, que es casi como su prolongación. Sólo la meteórica carrera del CB Murcia adelantó la
construcción del Palacio, y una vez que el CB Murcia se trasladó, además de dejarnos muy buenos
recuerdos del “viejo y pequeño” pabellón, nos dejó una instalación muy útil para la práctica deportiva de
los murcianos. Y también es útil para otros equipos profesionales a los que el Palacio de Deportes les queda
demasiado grande.
Si bien todo el mundo coincidía en señalar lo escaso del aforo en los días previos al torneo de baloncesto,
Tono Páez se justificaba: “Que el Pabellón se llene el día de su inauguración y cuando se presenten
espectáculos deportivos excepcionales, es algo lógico. Lo increíble sería que no se llenara con un Real
Madrid de baloncesto, por ejemplo. Murcia, lamentablemente, no tiene deportes minoritarios de élite.
Por todo ello va a ser difícil que con un partido de baloncesto de equipos de Murcia, se llene ese
Pabellón”. Ahí Páez se equivocaba y en tan sólo dos meses comprobaría su error de apreciación, con el
partido que debía enfrentar al recién nacido Juver Basket Murcia y al Cartagena, del que hablaremos más
BasketMe – Pedro Serrano Solana
223 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
adelante. Sin embargo, Tono Páez terminaba su entrevista admitiendo que “vale que (el Pabellón) se
quede pequeño, pero nunca inservible”, al ser “una instalación necesaria”. Sin duda lo era.
En otro artículo de ese mismo reportaje, el arquitecto, Antonio Alemán Picatoste, decía del Pabellón que
“es uno de los mejores de su tipo”, que sería medio: ni un gran Pabellón como los de Madrid o Barcelona,
ni una pequeña instalación. También admitía que su aforo era escaso para algún equipo que jugase en
División de Honor, pero técnicamente lo calificaba como “uno de los más avanzados”. Proseguía: “contará
con la energía producida por la instalación de setenta y cinco paneles solares en lo alto de la edificación,
que permitirá conseguir un notable ahorro energético al ser nuestra ciudad una de las que disfruta de un
mayor número de horas de sol”. Desde luego, el Pabellón diseñado por Antonio Alemán se adelantó a su
tiempo. En esa misma (y recomendable) línea de arquitectura práctica y eficiente, el Pabellón también
contaba con tres niveles de intensidad en la iluminación de la pista principal: una para entrenamientos,
otra para partidos de horario matutino y una tercera para partidos en horario nocturno. Además, en el
techo se proyectó un gran lucernario central que daría luz natural cenital durante el día. En ese mismo
artículo se mencionaba la novedad del marcador electrónico, uno de los más modernos de su tiempo y que
podía incluso imprimir textos “como los marcadores de algunos estadios de fútbol”.
Al fin llegó la primera jornada de inauguración del Pabellón Municipal, aunque el acto central tendría lugar
al día siguiente con la final del torneo de baloncesto. Colgado el cartel de “no hay billetes”, el balón
comenzó a botar el sábado 7 de septiembre a las 18 horas con el primer partido de la historia del Pabellón,
el que enfrentó al Cai Zaragoza contra el Español de Barcelona y que acabó con victoria maña. El siguiente
encuentro enfrentó al Fórum Valladolid de Mario Pesquera frente al combinado americano y se decidió al
final con victoria de los estadounidenses. Ya estaba todo listo para la gran final del domingo 8 de
septiembre entre el Cai Zaragoza y el combinado USA, en un recinto abarrotado y con presencia de las
autoridades. Entonces llegó la polémica de las entradas reservadas para protocolo.
El titular y la crónica de los hechos en La Verdad fueron bastante claros y ocuparon un espacio destacado
en la portada del periódico: “Por el abucheo del público a las autoridades: No pudieron inaugurar el
Pabellón de Deportes; mientras un sector estaba abarrotado de público, en otro había localidades vacías.
Las autoridades no pudieron inaugurar el domingo el Pabellón Municipal de Deportes de Murcia. La
fuerte bronca del público impidió que pudieran hablar Romero, segunda máxima autoridad de deportes a
nivel nacional, Collado, presidente de la Comunidad, y Bódalo, alcalde de la capital. A la hora fijada para
la inauguración, en la tribuna de preferencia seguían vacías más de cien localidades de las reservadas
para invitados, lo que provocó la indignación de los espectadores que abarrotaban el resto de las
instalaciones. En el momento de ocupar el palco, las autoridades ya habían sido recibidas con abucheos y
gritos de “fuera, fuera””.
Así se relataba. Aunque la reacción del público parece normal, también podría considerarse excesiva frente
las personas que al fin habían promovido la construcción del recinto. Va con el cargo, como suele decirse.
Tampoco debió hacer mucha gracia a los espectadores el que el inicio del partido se retrasara en más de
media, mientras todo el mundo aguardaba como piojos en costura. La culpa del retraso fue de TVE y de eso
que llaman “cuestiones televisivas”, ya que el canal público tenía previsto ofrecer el choque (en el
momento que más convenía a sus intereses de programación). A ese hecho La Verdad no le dedicó más
espacio.
Para algunos periodistas, del todo a la nada va un suspiro: primero, temor a que el pabellón cayera en
desuso; luego, y teniendo en cuenta la gran expectación del torneo inaugural, reflexión sobre lo escaso del
aforo del Pabellón; y apenas un mes después se podía leer un titular muy curioso (La Verdad, 8 de octubre
de 1985): “El nuevo Pabellón, infrautilizado”. Con su “así no vamos a ninguna parte”, el periodista que
firmaba el artículo, Benjamín Abellán, expresaba la acuciante necesidad de Murcia por tener un club
profesional que aspirase a la élite. Abellán proseguía diciendo que el Pabellón es “una obra que se puede
considerar mastodóntica mientras que no se consiga un equipo, del deporte que sea, capaz de llenar su
graderío”. Ahora el problema ya no era el pequeño aforo o las entradas que se reservaron las autoridades
para sus compromisos en la inauguración, sino el hecho de que Murcia, en verdad, no contase con un
equipo en la élite. Por entonces en Murcia existía un club de fútbol-sala que, además, patrocinaba Zumos
Juver, pero cuyo tirón no era suficiente para poblar el Pabellón. Benjamín Abellán también hablaba en ese
artículo de la mala gestión de la infraestructura por parte del ayuntamiento, que en un partido entre el
Zumos Juver de fútbol-sala y el Blanes de Almería sólo tenía una puerta abierta, con las consiguientes colas
e incomodidades. La cuestión de fondo, lo que más nos interesa, era que el Pabellón necesitaba un
hermano, un compañero de fatigas, un reclamo para que la gente le diera vida, para abrir todas sus puertas
y volver a llenar su pequeño aforo. Ese hermano estaba al caer, por fortuna para todos los amantes del
basket. El equipo murciano de baloncesto mejor situado por aquellas fechas era la Agrupación Deportiva
Molinense, que participaba en 2ª División Nacional y que contaba en sus filas con un futuro jugador del CB
Murcia, Bujeque. Pero en ese mes de octubre de 1985, el proceso de nacimiento del buque insignia del
baloncesto murciano se precipitó tras noticia publicada en prensa el 9 de octubre, al día siguiente del
artículo de Abellán, y que estaba redactada por el mismo periodista: “Dimitió el Vicepresidente (del Real
Murcia) Juan Valverde”. Decía que Valverde alegaba “motivos personales”, pero sin rubor, Abellán
afirmaba a renglón seguido que en realidad “la causa es el recorte de sus poderes” en el aparato directivo
del club de fútbol. El artículo-notica discurría entre hechos contrastados y suposiciones y reflexiones en voz
alta del periodista. También reproducía sendas notas de prensa de Valverde y de la junta directiva del Real
Murcia, la primera anunciando su marcha por motivos personales y la segunda confirmando lo anterior y
BasketMe – Pedro Serrano Solana
225 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
reconociendo que se iba a intentar cambiar la decisión de Valverde. Lo intentaron, pero no lo consiguieron.
El humorista gráfico del periódico, Xim, analizaba el hecho desde el punto de vista económico: Valverde se
había cansado de sostener con su dinero a un club que ya acumulaba una deuda de 622 millones de
pesetas. Si a eso le sumamos que, quizá, no tenía toda la capacidad de decisión que sus aportaciones
económicas merecían, y añadimos su aún oculta decisión de embarcarse en el baloncesto, obtenemos
motivos más que suficientes para que el empresario decidiera abandonar al Real Murcia.
Digo que la decisión de Juan Valverde de embarcarse en el baloncesto era aún desconocida por la gente y
por la prensa, porque el día en que el ex directivo del Real Murcia anunció su abandono del club grana, él sí
que sabía lo que estaba a punto de pasar. De hecho, no esperó demasiado para sacarlo a la luz. Al día
siguiente de la dimisión de Valverde, aparecía en prensa la primera noticia de la historia relacionada con
nuestro equipo: “Esta tarde, en el nuevo Pabellón Municipal: Presentación del Juver Basket Murcia.
Presidido por Juan Valverde, jugará en Tercera División”. Ya tenemos amigo para el Pabellón. La noticia de
La Verdad (11 de octubre de 1985) decía así: “Esta tarde, a las siete, en el nuevo Pabellón Municipal,
tendrá lugar el acto de presentación del equipo Juver Basket Murcia, que esta temporada iniciará su
andadura integrado en la Tercera División Regional. El Juver Basket Murcia es una fusión con el equipo de
baloncesto de los HH Maristas que la temporada pasada participó en esa categoría. Han sido
incorporados cinco o seis jugadores más y se está a la espera de hacer un fichaje importante. El
presidente del Juver será Juan Valverde Alcántara, el recién dimitido vicepresidente del Real Murcia, que
contará en su junta directiva, por cierto, con otros directivos granas como Mariano Pérez Montesinos,
Esteban Romero y Enrique Martínez. Completan la junta, entre otros, Ángel Bernal, Luís Meseguer,
Gregorio Serna, Trifón Abad, Mariano Argudo y Paco Andreu. El entrenador será Manrique Cos, que en su
momento dirigió al Basket Murcia”. Antes de eso se produjeron las conversaciones entre todos los
implicados, que González Barnés y Manrique Cos ya nos han contado en estas mismas páginas.
Al día siguiente ya era una realidad pública: “El Juver Basket Murcia, en marcha. El presupuesto de gastos
roza los dos millones”. La noticia hablaba de la presentación de los equipos senior y junior del nuevo club,
así como de “su numerosa junta directiva”. Y proseguía: “Lo curioso (…) es que figuran varios directivos
del Real Murcia y que está presidida por el recién dimitido vicepresidente primero, Juan Valverde. Y que
dos compañeros en la información deportiva, Antonio González Barnés y Pedro Ruíz Morales también
colaboran en el loable intento de promocionar y consolidar el baloncesto murciano”. Mi impresión
personal, a juzgar por el uso del calificativo “curioso”, es que el periodista aún no sabe qué pensar de ese
proyecto. No existe posición, viendo cómo se redactan otras noticias en la época (de forma claramente
subjetiva) y cómo se redacta esta. También venía la relación de cargos: Presidente, Valverde;
Vicepresidente, Enrique Martínez; Gerente-tesorero, Gregorio Serna; Secretario, Francisco A. Espinosa; y
vocales, Trifón Abad, Manuel Álvarez, Juan Pérez Ferra, Antonio González Barnés, Francisco Andreu,
Esteban Romero, Mariano Agudo, Ángel Bernal, Mariano Pérez Montesinos, Pedro Ruíz Morales, Manuel
Martínez, Mariano Bo y Javier Baquero. El médico sería Pedro Luís Ripoll, y el responsable de medios, J.A.
Navarro Barnés. El cuerpo técnico estaría formado por Manrique Cos como entrenador, con Pascual Piñera
como ayudante y delegado. Eugenio Blesa sería el entrenador del junior y José Luís Gironda el preparador
físico. Al momento de presentarlo, el equipo senior estaba formado por los siguientes jugadores: Chaga,
Torralba, Marcial, Sierra, Muñoz, Calderón, Arturo, Arnal y Hernández. Esa plantilla sería reforzada con
algún fichaje “importante” (¿Ya estaba Owens en mente?), y el objetivo prioritario era ascender a Segunda
División Nacional al primer intento, y después, “aunque resulte más costoso y difícil, se intentaría escalar
hasta Primera División”. En cuanto al presupuesto, se habló de 1.950.000 pesetas y se estimó un superávit
en el primer ejercicio, al calcular los ingresos tal y como sigue: un millón saldrían de Zumos Juver, 600.000
pesetas en ayudas y subvenciones, 400.000 en socios y 50.000 en taquilla. ¿Habría más superávit con
Owens?
Llegó el primer partido de la historia del CB Murcia, del Júver, en su Pabellón y ante unas quinientas
personas: no estaba lleno, pero era una entrada mucho mejor que las que se registraban en Tercera
División el año antes, y que no llegaban ni a la centena de espectadores. El equipo murciano venció a
Salesianos de Cartagena por un contundente 113-46, y tuvo en Marcial (28 puntos) y Sierra (34 puntos) a
sus máximos anotadores. Los de Manrique Cos se convirtieron en líderes de su grupo, en el que también
había otros dos equipos de la capital: un CB Murcia que no era el actual, y el Real Murcia, efímera y
humilde sección de basket grana. Las jornadas se sucedieron y poco a poco, Murcia y Cartagena se
despegaron del resto de equipos añadiendo un morbo y una atención mediática inéditos para una
categoría como la Tercera División de baloncesto. El diario La Verdad, que no sacaba ejemplar los lunes
(existía un periódico semanal llamado “La Hoja del Lunes”, muy ligero de contenidos), los martes, cómo no,
BasketMe – Pedro Serrano Solana
227 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
dedicaba todas sus páginas deportivas al fútbol regional pero empezó a reservar un lugar especial al
baloncesto: “Los miércoles, baloncesto”. A las pocas semanas de iniciarse la competición regional de
basket, podíamos leer el siguiente párrafo sobre lo que estaba sucediendo en Murcia con el basket:
No era de extrañar, por tanto, que una vez que el avión del baloncesto murciano había comenzado a rodar
por la pista de despegue, el interés por este deporte llevara a las instituciones a plantearse incluso la
posibilidad de organizar la final de la Copa del Rey de 1986. Las autoridades murcianas lo intentarían,
aunque para ello tuviesen que solucionar contra el reloj los primeros problemas de goteras en la cubierta
del recién inaugurado Pabellón Municipal. Se hicieron pruebas de impermeabilización y se trabajó con
rapidez para no echar por tierra la candidatura murciana. Ayuntamiento y Comunidad pujaron fuerte, pero
según reflejó la prensa al día siguiente de conocer el fallo (ya en 1986), Barcelona supo de la oferta de
Murcia y la elevó en un par de millones de pesetas justo antes de cerrar el plazo. Murcia recurrió la
decisión, pero no hubo nada que hacer. La ciudad aún habría de esperar diez años para alcanzar ese sueño.
A la fulgurante puesta en escena del Juver Murcia, un club joven e ilusionante y con un proyecto que
apuntaba a lo más alto, se opuso la entidad del rival más duro en la categoría, el más experimentado y con
mayor tradición: el “Cebé” Cartagena. Pronto se fueron calentado los motores de cara al primer choque
entre Cartagena y Juver, y a un lado y al otro del Puerto de la Cadena se esperaba el partido con ansia. Por
primera vez en la historia, pudimos ver una extensa previa dedicada a un partido de baloncesto de nivel
regional. Opiniones de algunos componentes de los dos clubes, de sus respectivos entrenadores y de los
rivales contra los que ya se habían enfrentado, sirvieron para trazar las claves de un partido que, tal y como
estaba discurriendo la liga, podría resultar decisivo en la lucha por el ascenso: “Este es el duelo cumbre de
la temporada, precedido por una gran expectación, pues no en vano se decide el 49% de quién será el
campeón esta campaña, y que ha trasladado al mundo del cesto la vieja rivalidad entre cartageneros y
murcianos”. El técnico murciano no dudaba en reconocer que “como conjunto (Cartagena) es mejor que
nosotros”, ya que “es un conjunto más experimentado y mantiene el mismo bloque desde hace años”. En
dicho bloque estaba, entre otros, el futuro preparador físico del CB Murcia, Marcos Molina. Manrique Cos
también fue claro al señalar el objetivo de los suyos, sin paños calientes: “se asciende o se fracasa”. El
entrenador cartagenero, Pedro Tomás Collado, decía del Juver que “es un buen equipo, en línea parecida a
nosotros”. Y los rivales de ambos equipos coincidían en señalar la juventud y la preparación física de los
murcianos como su gran baza, y la experiencia y la dureza de los pívots cartageneros como el mejor aval
visitante. Cartagena solicitó la presencia de árbitros ajenos a la contienda, por lo que el partido fue pitado
por dos colegiados alicantinos. Al final y en un Pabellón casi lleno, Cartagena derrotó por 15 puntos de
ventaja a Murcia y se colocó como líder en solitario de la Tercera División, obteniendo un average muy
positivo.
Ya tenemos Pabellón, y tenemos equipo, y tenemos al
baloncesto regional cogiendo velocidad en la pista de
despegue. Tenía que llegar el piloto para que el avión
despegara, y al fin, a principios de febrero de 1986 el piloto
llegó: “A las 11, en el Pabellón Municipal: Presentación de
Randy Owens, Estrada y Rodrigo”. Para no perdérselo.
“Decididamente, el baloncesto ha tomado carta de
naturaleza en Murcia. Es el gran fenómeno deportivo del
momento”: así comenzaba la crónica del primer partido de
Randy Owens en Murcia (aunque el jugador ya había
debutado con su equipo fuera de casa). El titular era el
siguiente:
Y en ese encuentro, en el que Randy Owens anotó 62 puntos, el público y los jugadores (con el cuello
retorcido) pudieron ver de cerca jugadas como la de la imagen de la izquierda. La crónica terminaba así:
“Un jugador de ese carisma y esa personalidad beneficia al baloncesto como deporte, porque lo potencia
y lo eleva hasta cotas que con medianías difícilmente podrían alcanzarse (…). De continuar la fiebre
BasketMe – Pedro Serrano Solana
229 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
baloncestística que el americano ha despertado entre nuestros aficionados, es casi seguro que el Juver
saldrá a lleno de Pabellón por encuentro. Y quedan unos cuantos…”.
Un mes después de la llegada de Owens a Murcia, tuvimos la oportunidad de leer sus primeras impresiones
en el diario La Verdad. Randy se mostraba impresionado por la acogida del público, por el ambiente, por la
ciudad… Asumió su papel y lo ejecutó a la perfección, tanto fuera como dentro de la pista. De hecho,
admitía que “me gustaría ir un día por semana a un colegio para jugar con los chavales y poder
enseñarles algunas cosas”, demostrando también la vocación docente que hoy le da trabajo en su Filadelfia
natal. Además, en ese artículo de La Verdad, firmado por José A. Navarro, también leíamos la sorprendente
repercusión del jugador norteamericano en nuestra vida cotidiana: “Hace un mes que Randy Owens (…) se
encuentra entre nosotros. En ese mes, el baloncesto de nuestra región ha experimentado un auge
increíble. Si en su visita a Torre Pacheco el párroco adelantaba la misa dominical en media hora, en el
colegio Salesianos el director manifestaba que ni en las fiestas del colegio había tanta expectación”. Ya
veis, que se cambiaba el horario de las misas y los colegios reventaban para poder ver a Randy en acción.
La euforia se desató. Cada vez más, la gente fue entregándose al baloncesto y al CB Murcia y se inició el
camino ascendente de este equipo, llamado a ser de ACB en un corto espacio de tiempo. Pero... En los días
previos al partido de vuelta entre Cartagena y Murcia, los cartageneros no se dieron por vencidos. Las
protestas por el fichaje de Randy Owens ante la Federación Murciana precedieron al fichaje de otro
profesional, Luís Miguel Santillana, incorporado a las filas del CB Cartagena. Ex jugador del Barcelona y 139
veces internacional con la Selección Española, Santillana tenía 34 años y llevaba dos campañas retirado de
la práctica activa del deporte. El 2 de marzo de 1986, el jugador contaba en La Verdad el porqué de su
fichaje: el presidente del Cartagena y él tenían un amigo común. Santillana era propietario de una cadena
de tiendas, “Strack Santillana” y en sus planes figuraba la apertura de tres nuevos establecimientos en
nuestra Región, por lo que el fichaje se unió al proyecto de expansión de su negocio: “voy a estar aquí en
un hotel tramitando cosas”, decía Santillana, “y si además puedo jugar al baloncesto, encantado”. El
artículo de La Verdad remataba con una lapidaria frase del periodista: “Ha llegado el freno del morenito
Owens”. Al final el freno no lo fue tanto y Murcia derrotó a Cartagena a domicilio con 49 puntos de Owens
(incluidos seis triples) frente a los 27 puntos que produjo Santillana. El resultado, aunque bueno, fue
insuficiente para los intereses murcianos: 82-91. No se logró recuperar la desventaja de 15 puntos que sacó
Cartagena en su visita al nuevo Pabellón y continuaron en la segunda plaza hasta el final de la liga.
Aún así, el espectáculo no dejó de llenar las gradas del Pabellón y la prensa tampoco dejó de acercarse al
fenómeno deportivo del momento en Murcia. En un extenso e interesante artículo de Benjamín Abellán, se
analizaba lo que la ciudad y el Pabellón estaban viviendo por aquellas fechas. Aquí, el titular de ese artículo:
“El espectáculo se llama Randy Owens”; y aquí parte de su contenido: “Quién iba a decir hace un par de
meses que el flamante Pabellón de Murcia se iba a quedar pequeño para ver encuentros de baloncesto
de categoría provincial. Ni el más optimista de quienes están encuadrados en el mundillo del baloncesto
regional podía augurar semejante éxito. Todos sabemos que la pasada temporada, sin ir más lejos,
cualquier partido de esta categoría reunía en Murcia a poco más de cincuenta personas en el viejo
pabellón (…). Claro, que no existía ningún “boom” llamado Owens ni una firma murciana –en este caso,
Juver-, dispuesta a tirar la casa por la ventana, ni, todo hay que decirlo, un pabellón que reuniera un
mínimo de comodidad para el espectador”. Ahí tenemos lo que os decía en el inicio de esta extensa
entrada: Ciudad, Pabellón y Club, unidos. Prosigue Abellán: “Hemos acabado por entregarnos al
americano, y eso que hasta ahora la emoción en el marcador ha brillado por su ausencia (…). No quiero ni
pensar el estallido emocional que debe producirse en un partido más disputado”. Ahora este redactor,
escribiendo en 2011, recuerda haber vivido esos estallidos muchas veces en la vida del CB Murcia. Por
ejemplo, en aquel CB Murcia – TAU de las dos prórrogas (1995) o en el CB Murcia – Bilbao Basket con la
última canasta sobre el tablero y sobre la bocina de Jimmie Hunter (2007). Para Benjamín Abellán, en aquel
lejano 1986, “Aquí ya entendemos todos de baloncesto aunque seguimos discrepando con las
actuaciones arbitrales con un quítame de allá esta personal. Con lo difícil que es a veces saber lo que es
una personal. No nos engañamos cuando nos decimos que Randy Owens no sería jugador para un Madrid
o Barcelona o Joventut, pongo por caso, pero es indudable que su nivel, respecto al que aquí existe, es
abismalmente superior. Sigo pensando que puede ser muy útil dentro de la disciplina del club durante
muchas temporadas, siempre y cuando se juegue en categoría superior (…). Jugar en 1ª-B ya será un
logro, y hacerlo con los grandes sería un sueño (…). Cada temporada sólo puede ascender un equipo,
pero en dos o tres, el boom del baloncesto habrá cuajado, hasta el punto de que habrá que ir pensando
en un Palacio de los Deportes de verdad”. Premonitorio Benjamín Abellán.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
231 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
En estos últimos años, en los se ha mirado más a los asientos vacíos del enorme Palacio de los Deportes de
Murcia que a los asientos ocupados, es bueno recordar las palabras de dos jugadores de aquel Juver,
Rodrigo y Estrada, que venían de jugar en Madrid: “Nunca, ni en Madrid, hemos visto un pabellón lleno a
rebosar ni jugándose dos equipos el ascenso a 1ª-B. Esto de Murcia es increíble. Allí lo contamos y si no
es porque aportamos documentos gráficos y escritos, nadie nos creería. Estamos jugando en Tercera
División, y ni cuando jugábamos con Cajamadrid teníamos tanto público”.
Seguimos con la historia. Cuando la primera temporada de vida del Pabellón y del CB Murcia terminaron,
aún había ganas de baloncesto. Entonces el club organizó el torneo que Randy Owens nos contó en su
entrevista: consistía en un concurso de mates en el que participaban Mike Phillips (Juver Español), James
Terry (Caja Álava Baskonia) y el propio Owens, y en un partido entre los dos clubes patrocinados por la
empresa murciana de zumos: el Juver Murcia y el Juver Español. Terry participaría reforzando al equipo
local. Por supuesto, para ese evento volvió a llenarse el nuevo Pabellón, que comenzó a ser llamado “Mar
Menor”. Más tarde la instalación cambiaría el nombre por el actual de Príncipe de Asturias.
En los cinco años que median entre la inauguración del Pabellón y el primer ascenso a la ACB, no se produjo
ninguna modificación en su aspecto pero siguió llenando las gradas de manera cotidiana. En 1990, con el
baloncesto consolidado en la ciudad y una vez logrado el ascenso, el ya Pabellón Príncipe de Asturias fue
objeto de sucesivas reformas para ampliar la capacidad: unas veces las reformas fueron más elaboradas,
como la sustitución de sus asientos individuales por otros totalmente corridos o la instalación de gradas
telescópicas en los fondos para ganar aforo; otras veces se trató de reformas más forzadas, como la
instalación de sillas en todos los huecos disponibles, traídas de la Plaza de Toros, para poder dar la
capacidad necesaria y pasar la inspección de la ACB que se iba a efectuar al día siguiente (así nos lo contó
Barceló). Una de las reformas más profundas se produjo de cara a la organización del Preolímpico de
Barcelona. Murcia fue una de las sedes del torneo disputado en 1991 y gracias a eso tuvimos la
oportunidad de ver en acción, entre otros, al grande y recordado Drazen Petrovic. Las selecciones más
destacadas fueron las de Croacia, Grecia y Rumania, y el mejor partido del torneo fue el que enfrentó a las
dos primeras, un Croacia-Grecia para el recuerdo. Uno de los fondos del Pabellón se llenó de marineros
griegos que habían venido desde Cartagena para animar a los suyos. Fue impresionante ver toda la grada
griega en pie, dando botes, alguno de ellos sin camiseta y llenos de tatuajes… Casi nos tiran el remodelado
Príncipe de Asturias al suelo. Por cierto, que entre las reformas se incluyó la construcción de dos nuevas
(aunque muy pequeñas) cantinas en los pasillos que hay detrás de la grada Sur. Hasta entonces sólo había
una cantina, la principal, junto a la entrada Norte del Pabellón (la que da a la Biblioteca Regional).
El Club Baloncesto Murcia jugó en su vieja cancha durante nueve temporadas: una en Tercera División,
cuatro en 1ª-B y otras cuatro en ACB. Allí ascendió. Allí logró la primera victoria de su historia en ACB,
frente al Magia de Huesca de Jackson y Hall. Allí derrotó al Real Madrid de Antonio Martín y Biriukov, al
Barcelona de Epi y Solozábal, al Taugrés de Arlauckas, Sibilio y Rivas… Se quedó a un solo punto de entrar
en competición europea tras su derrota ante León (1992), remontó en una enorme eliminatoria de Copa
del Rey contra el Caja de Ronda de Rafa Vecina (con tormenta, goteras y apagones incluidos: un show),
cayó en un triste descenso que no llegó a consumarse deportivamente, y sufrió y disfrutó con una
dramática y emocionante eliminatoria por la permanencia contra el Valladolid de Óscar y Fetissov. El último
partido oficial que el CB Murcia jugó en el Príncipe de Asturias fue hace no mucho, en la temporada
2007/08, contra Fuenlabrada, al estar ocupado el Palacio de los Deportes con una fiesta de informática. En
aquel choque en el que Risacher se enchufó varios triples seguidos y nos puso en pie, pudimos revivir el
ruido y la cercanía a la pista de nuestro viejo hogar. Durante ese partido recordamos el ambiente de
muchas noches de éxito, en el mismo lugar en el que hace muchos años, siendo más jóvenes, nos
enganchamos al baloncesto para siempre.
La madurez del CB Murcia y la inauguración del Palacio de los Deportes.
Ahora es el turno del Palacio de los Deportes, el actual hogar del CB Murcia, que nació de forma prematura
y obligada por el pequeño aforo con el que se construyó el anterior pabellón municipal. Cuando hablamos
de estas dos instalaciones, tendemos a llamar “viejo” al Príncipe de Asturias y “nuevo” al Palacio de los
Deportes, pero lo cierto es que solo se llevan 9 años de diferencia –de 1985 a 1994 –. Esos son los mismos
años de edad que tenía nuestro meteórico CB Murcia, el equipo que obligó a la ciudad a construirle nueva
casa en un tiempo récord. Al momento de inaugurar el Príncipe de Asturias, todo el mundo coincidía en
señalar que aquella era una instalación necesaria pero demasiado pequeña para las futuras necesidades de
Murcia. Luego, cuando el club logró su primer ascenso en 1990, llegó una presión añadida para el pequeño
pabellón: la normativa de la ACB en cuanto a aforo. Se fijaba una cifra mínima de 5000 espectadores, algo
que a duras penas pudo cumplir el Príncipe de Asturias –llenando todos los huecos con sillas la noche antes
de la inspección de la ACB-. Se otorgó una moratoria a la ciudad y las autoridades se pusieron nuevamente
manos a la obra. Mientras el pequeño pabellón se sometía a reformas de “chapa y pintura” –sustitución de
los asientos individuales por otros corridos, instalación de nuevas gradas telescópicas, división y
señalización de sectores en los graderíos e instalación de nuevas cafeterías-, el arquitecto municipal Miguel
Ángel Beloqui –tristemente desaparecido pocos años después-, comenzó a proyectar un nuevo recinto
deportivo. Esta vez se apuntó bien alto. Nada de cometer el mismo error, nada de quedarnos cortos.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
233 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Empezamos a recordar estreno del Palacio de los Deportes en septiembre de 1994, y para ello vuelvo a
recurrir a la hemeroteca de la Biblioteca Regional. Lo primero que me llama la atención al ver los periódicos
de aquella época es el diferente tratamiento informativo que se le daba al baloncesto en la prensa
murciana. Está claro que nuestro deporte ya no era la novedad tal y como pasaba en 1985, y lo
comprobamos en el número y extensión de noticias dedicadas al Palacio de los Deportes. Si en el caso del
Príncipe de Asturias pudimos leer artículos de opinión, entrevistas e incluso un reportaje especial con más
datos sobre la nueva instalación deportiva, en el caso del Palacio de los Deportes hay que ojear los diarios
con más cuidado para poder encontrar algo relativo a la inauguración.
La primera noticia sobre el tema que encuentro en el diario La Verdad lleva fecha del 6 de septiembre de
1994 y la firma Andrés Egea. En ella se hace referencia a los actos programados para inaugurar la nueva
cancha durante ese mes de septiembre: el día 14, una exhibición de gimnasia rítmica y aeróbic con las
selecciones nacionales de España, Francia, Bulgaria y Bielorrusia; el día 15, una jornada dedicada por entero
al fútbol-sala con dos partidos, ElPozo Murcia contra Papeles Beltrán de Alcantarilla y un duelo entre los
mejores jugadores de la Liga Nacional de Fútbol-Sala; el 16 llegaba el turno para “el plato fuerte de la
semana de inauguración”, el partido de liga ACB entre el CB Murcia de José María Oleart y el Andorra de
Edu Torres; y por último, el día 20 era el momento de la música con el concierto múltiple de Ama,
Cómplices, Kiko Veneno y Joaquín Sabina, con Pastora Vega como maestra de ceremonias. Además, la
noticia remataba con un anuncio por parte del ayuntamiento de Murcia, el de presentar candidatura para
la organización de la fase final de la Copa del Rey de baloncesto, igual que hizo –aunque de manera
infructuosa- en los meses siguientes a la inauguración del Príncipe de Asturias. Esta vez no habría ni una
sede rival favorecida, ni un aforo demasiado escaso, ni tampoco goteras precoces que estropearan el éxito
de Murcia en uno de los eventos deportivos de mayor nivel que ha organizado la ciudad.
En ese mismo periódico del 6 de septiembre de 1994 también venía una noticia sobre la pretemporada del
CB Murcia, que aún realizaba sus entrenamientos en el pabellón pequeño. En el titular del artículo, firmado
por Santiago García, una premonitoria frase de Oleart: “La gente se lo pasará bien”. El entrenador se
reconocía ilusionado ante el nuevo proyecto del club murciano, y afirmaba haber tenido toda la confianza
de Juan Valverde y libertad para crear la plantilla. Sin Ebeling, el esquema iba a girar sobre el base
americano Michael Anderson, que se convertiría en el centro de un equipo joven y con capacidad para
correr: “Nos puede faltar experiencia, pero estos jugadores jóvenes irán subiendo su nivel. Se ha
configurado una plantilla nueva y su rendimiento irá de menos a más”. Para Oleart, otra ventaja con
respecto al año anterior, además de tener un equipo más compensado, era la mentalidad: “Mentalmente
la plantilla es más fresca”. El técnico tenía dudas en el aspecto reboteador, y admitía que esperaba
encontrar en Rogers toda la ayuda posible en esa faceta –aún no sabíamos lo bueno que nos iba a salir
Bobby Martin-. Sobre el tema presupuestario, según Oleart, “Pamesa tiene un jugador nacional que cuesta
más que todos los nuestros”; Santiago García le ponía nombre a ese jugador: Xavi Crespo. Eso sí, el gran
esfuerzo murciano se había hecho en la tripleta de americanos, Mike Anderson, Johnny Rogers y Bobby
Martin, cuyos contratos eran mejores que los que tuvieron Jim Thomas, John Ebeling y Ted Jeffries el año
anterior.
Al día siguiente, 7 de septiembre, y en el mismo diario La Verdad, encuentro una pequeña noticia con el
siguiente titular: “El alcalde dio el visto bueno al nuevo Palacio de los Deportes”. Se acompañaba de una
foto de Juan Leal en la que vemos a José Méndez, alcalde de Murcia, y a Manuel Pato, concejal de
Deportes, probando las bicicletas estáticas del Palacio. “El alcalde mostró su satisfacción por la realización
de la obra”, y junto a Pato y a los medios de comunicación, “recorrió detenidamente las instalaciones,
escuchó las explicaciones de Miguel Ángel Beloqui, arquitecto director de las obras, y dio el visto bueno
simbólico a un Palacio que satisface todas las exigencias”. El periodista también decía que “especialmente
animada resultó la visita a la sala de musculación”, donde algunas personalidades probaron los aparatos.
José Méndez, alcalde socialista de Murcia (a la
derecha) y Manuel Pato, concejal de Deportes, en las
bicicletas estáticas del Palacio (Juan Leal/La Verdad).
Pocos días después, y “de forma oficiosa” en palabras de Santiago García, el CB Murcia pisaba por primera
vez la nueva cancha para preparar su partido de ACB contra Andorra. El equipo ya había comenzado la liga
la semana anterior con una clara derrota en el Ciudad Jardín de Málaga, y ahora Oleart daba un toque de
atención a los suyos: “No estoy contento. No entrenamos como me gustaría y debemos reaccionar para
no pasarlo mal”. García se preguntaba, “¿puede faltar motivación o entrega?”, pero el entrenador lo
negaba: “observo entrega, pero el trabajo se realiza con muchos nervios y con mucha precipitación. Se
quiere hacer bien, pero no se consigue”. Oleart recordaba esa vieja máxima del baloncesto: “tal como
entrenas, juegas”, y añadía que “espero que la inauguración del Palacio y la presencia de nuestra afición
sirvan de motivación. Ellos tienen ilusión por hacerlo bien”. Sin embargo, Oleart también hacía referencia
BasketMe – Pedro Serrano Solana
235 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
al calendario, poco propicio para su equipo ante el potencial de su primer rival en casa, el Andorra de
Conner Henry, Rickie Brown, los hermanos Llorente, Quique Villalobos, Remón y Zapata, entre otros.
En 1994 no se hablaba tanto de baloncesto en la prensa deportiva murciana, pero en una cosa sí que hubo
coincidencia con las noticias de 1985: todos entendían que el plato fuerte del estreno del pabellón, que el
único evento que podría llenar esa cancha era nuestro deporte. El 14 de septiembre, primera jornada de
inauguración, el diario La Opinión sí que dedicó un especial a la nueva instalación deportiva con
imágenes, artículos y datos sobre la misma, haciendo hincapié en la importancia del partido de liga ACB
entre CB Murcia y Andorra. Tras resumir en la primera página los actos programados, el periodista Antonio
Juárez decía, quizá con excesivo optimismo (y con unas cuentas que ahora hacen algunos), que el nuevo
pabellón “permitirá a Murcia que los equipos de élite de deportes de sala puedan disponer de suficiente
aforo para que sus socios mantengan económicamente a sus clubes, afianzándose definitivamente los
equipos punteros en sus ligas de honor y que en definitiva, sirva para promocionar el deporte en nuestra
región”.
Portada del especial sobre el Palacio de los
Deportes en el diario La Opinión.
En la página siguiente y bajo el titular “Una canasta para la historia”, La Opinión se precipitaba al dar por
seguro que el encargado de anotar la primera canasta del Palacio sería el ala-pivot norteamericano Randy
Owens. En efecto eso es algo que el club intentó hacer, tal y como nos contó Daniel Barceló, pero al final
fue imposible localizar al jugador que por entonces estaba en Argentina. El periodista nos pone en
situación: “Hace ya nueve años que Randy Owens llegó a Murcia (…). Nadie como Randy sabe llenar los
pabellones por donde pisa. Su debut en Torre Pacheco fue un acontecimiento de masas, desbordando
ampliamente la capacidad del polideportivo”. Gracias a Randy, pero según el periodista, también a
jugadores como Kevin Ross, Mike Williams, Tonny Simms y Russell Cross, el CB Murcia inició “una carrera
fulgurante hasta llegar a situarse en la élite del baloncesto nacional”. Prosigue: “Uno de los motivos
fundamentales para que este Palacio viera la luz es la norma de la ACB de exigir un aforo mínimo de 5000
espectadores (…). El Príncipe de Asturias se había quedado pequeño para las necesidades actuales y el
ayuntamiento inició las gestiones para crear este complejo deportivo que goza de un aforo de 7500
espectadores”. La justificación del Palacio estaba clara: “Es por tanto el baloncesto, y concretamente el CB
Murcia, una de las piedras angulares por las que ha sido posible que este Palacio fuera una realidad”; y
por ello, el simbólico acto de la primera canasta tenía una trascendencia especial, aunque en La Opinión
erraron al dar por seguro que correspondería a Owens anotarla. Ese artículo también informaba de las
otras opciones que se habían barajado, como Epi e incluso algún NBA… Y no uno cualquiera: Magic
Johnson. Sin embargo, “al final el elegido fue Randy Owens, un ala-pívot del que todos los murcianos
guardamos muy buen recuerdo. Owens ha hecho historia en Murcia, fue el primer jugador americano
que llegó a la ciudad prendiendo por su juego espectacular en los aficionados al buen baloncesto”.
El reportaje especial de La Opinión proseguía con las declaraciones de algunas autoridades. El Director
General de Juventud y Deportes, Jesús Gómez Amor, afirmaba que “una instalación como el Palacio de
Deportes puede servir para afianzar a nuestros equipos de élite, como ElPozo FS y el CB Murcia,
permitiendo que se aumente el número de seguidores y se promocione el deporte en nuestra región”. El
concejal de Deportes del ayuntamiento, Manuel Pato, justificaba el Palacio al admitir que “con el Príncipe
de Asturias, por sus limitaciones de espacio, no era posible cumplir con las exigencias de la ACB. De esta
manera hemos dotado a la ciudad de una instalación deportivo-cultural moderna y de gran capacidad”.
Por su parte, el diario La Verdad no dedicaba páginas especiales al Palacio el primer día de la inauguración,
aunque sí que traía un artículo en el que se acertaba en el enigma de la primera canasta, que se llevaría a
cabo dos días más tarde: “Un niño anotará la primera canasta”. Santiago García no hacía mención a Randy
Owens pero desvelaba que el club había desestimado a un jugador NBA por su costo millonario: “Tras
muchas gestiones, el departamento de marketing del CB Murcia, que dirige Mari Paz, se ha decidido por
un niño de las categorías inferiores del club para anotar la primera canasta del Palacio”. Según García,
“no se intenta buscar una gran espectacularidad
con los actos programados con antelación al
partido, sino más bien un homenaje a la afición
por su entrega durante la pasada temporada”. Sin
embargo, a renglón seguido informaba de que el CB
Murcia había negociado con varios agentes para
contar con algún jugador de la NBA, pero el
presupuesto lo impidió. Por ejemplo, para venir a
Murcia, Magic Johnson –que se encontraba en
España por esas fechas realizando actos promocionales- pedía “una avioneta para trasladarse, la estancia
y un par de millones de pesetas. Desestimada esta posibilidad, el club ha optado por un niño que
represente el futuro del baloncesto murciano (…). Se ha buscado un símbolo que sirva de testimonio para
este evento histórico”, que según García, se estaba organizando “con mucho entusiasmo aunque sin
BasketMe – Pedro Serrano Solana
237 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
dinero”. El nombre del niño que pasó a la historia como el primer encestador: Jorge Tomás García.
En la imagen de Tito Bernal (La Verdad), el nuevo Palacio de Deportes de Murcia desde la esquina Suroeste)
La noche del 14 de septiembre se levantó al fin el telón del Palacio con la exhibición de gimnasia, y al día
siguiente tanto La Verdad como La Opinión dedicaban al acto una imagen de portada. Bajo la fotografía de
La Opinión, tomada por Luís Ayuso, leíamos: “Murcia estrena su nuevo Palacio de Deportes. El recinto,
uno de los más completos y funcionales del país, ha costado más de 1700 millones de pesetas, tiene una
capacidad de 7500 espectadores y se calcula que recibirá cada semana a unos 6000 usuarios”. Las páginas
interiores de La Opinión desarrollaban la noticia de este modo: “El alcalde José Méndez, acompañado del
Director General de Infraestructuras del Consejo Superior de Deportes, Eduardo Blanco, y de la consejera
Elena Quiñones, presentó el Palacio de Deportes”. Méndez destacaba el esfuerzo común de las tres
administraciones, Gobierno central, gobierno autonómico y ayuntamiento, y el trabajo del arquitecto
Miguel Ángel Beloqui y su equipo. Según el alcalde, “este es un gran día para Murcia”. Eduardo Blanco
decía con sinceridad que “un recinto así me pone los dientes largos, porque me gustaría quedarme unos
días más en Murcia para poder disfrutarlo”. Según él, la nueva instalación de Murcia “es punto de
referencia para otras ciudades”.
La consejera socialista del gobierno autonómico Elena Quiñones se felicitaba “por la gran instalación que
se ha conseguido para uso y disfrute de todos los murcianos”, y el concejal Pato anunciaba la creación de
un abono para el uso del Palacio y de sus diferentes instalaciones, y cifraba en una media de 6000 sus
usuarios semanales. También leíamos en La Opinión que el nuevo Palacio de Deportes “está llamado a ser
el edificio emblemático de la gestión del alcalde Méndez y como tal está siendo tratado (…). Por lo
demás, el Palacio es todo un logro para los murcianos”. Se daban algunos datos más: “La superficie total
construida es de 17.000 metros cuadrados, y el coste global de la obra incluyendo edificación, instalación
técnica, y mobiliario y equipamiento, es de 1700 millones de pesetas. El graderío de la cancha central
tiene una capacidad de 7454 espectadores, siendo 1428 plazas las que están situadas en las gradas
móviles. El Palacio está destinado sobre todo para uso deportivo de élite, aunque sus múltiples
dependencias pueden albergar deportes minoritarios como las artes marciales, el squash, que dispone de
seis pistas, una de ellas con graderío, tenis de mesa y billar entre otros, además de salas de musculación
y acondicionamiento físico”, y también cuenta con “vestuarios totalmente equipados”. Ese día 15 de
septiembre, el toque literario de La Verdad lo ponía otra vez Benjamín Abellán, al igual que sucedió en 1985
cuando se inauguró el Príncipe de Asturias: “Llenar el nuevo Palacio de Deportes no va a ser cosa de todos
los días, pero es bueno que se sepa que hay Palacio para varias décadas”. Con la primera jornada
dedicada a la gimnasia rítmica y el aeróbic, y una asistencia estimada en 1200 espectadores, la Selección de
Bielorrusia traía la anécdota al programa de actos al no comparecer “por problemas burocráticos surgidos
poco antes de su desplazamiento a nuestro país”. Abellán también nos informaba de la ausencia de la
presidenta de la comunidad, María Antonia Martínez, de visita oficial en Madrid. El alcalde Méndez y el
concejal Pato, junto al arquitecto municipal Miguel Ángel Beloqui, presentaron la obra a la ciudad.
Por fin llegó el plato fuerte, el partido de baloncesto de la liga ACB entre CB Murcia y Andorra. Sucedió el
sábado 17 de septiembre de 1994, a las 20 horas, tras el acto de la primera canasta y de la presentación
del equipo y de sus “cheerleaders” –que, dirigidas por Susana Valverde, llegaron a gozar de prestigio en la
ACB y fueron elegidas para actos oficiales de la liga-. La crónica de La Verdad, que ocupaba una hoja par en
la última página de la información deportiva de ese periódico, estaba firmada por Santiago García. A la
crónica le acompañaba una columna con las elocuentes declaraciones del presidente de la ACB: “Nosotros
exigíamos menos”. Eduardo Portela no escatimaba elogios para la instalación murciana: “Es uno de las
grandes palacios de España. Reconozco que esta idea de construcción ha sido muy buena, no solo por la
estética sino también por la funcionalidad. Estoy sorprendido gratamente (…). Se ha conseguido una obra
extraordinaria, reitero que es una obra espectacular”. Información adicional para los lectores más jóvenes:
hay que tener en cuenta que en aquella época el pabellón murciano fue el más grande inaugurado en
España desde 1990, cuando se estrenó el Príncipe Felipe de Zaragoza (10500 espectadores). En 1991 se
había inaugurado el Palacio de los Deportes de Granada (7300) y en 1992 el Pazo Provincial Dos Deportes
de Lugo (6500), pero en el año 1994 aún no se había construido el Martín Carpena de Málaga (11000
espectadores, año 2000), ni tampoco se habían ampliado los antiguos pabellones de Vitoria (antes Araba,
ahora Buesa Arena) y Barcelona (Palau Blaugrana, al que se le añadieron gradas superiores en los fondos).
Así pues, en 1994 Murcia y su Palacio se colocaban en la élite de las instalaciones deportivas del país. Por
último, otro artículo de Benjamín Abellán en La Verdad relataba los actos que se efectuaron en el descanso
del partido del CB Murcia: “Alcalde, concejal y presidenta de la Comunidad recibieron la insignia de oro y
brillantes”. Estamos hablando otra vez de José Méndez, Manuel Pato y María Antonia Martínez. Además,
Eduardo Portela recibió una placa de recuerdo de manos de Juan Valverde, y este a su vez recibió otra
placa de manos del alcalde Méndez, quien en una breve alocución ensalzó la figura del presidente del
club y la de todos sus colaboradores, a los que el alcalde de Murcia hizo responsables del auge del
baloncesto en Murcia hasta provocar la construcción del nuevo Palacio de los Deportes. El periodista
Abellán remata con “al final, todos contentos con ese primer triunfo del CB Murcia y la constatación de
que el deporte de la canasta mantiene al personal en tensión hasta el último segundo”.
El fin de fiesta fue el macro concierto del día 20 de septiembre de 1994, que venía a demostrar la
versatilidad del Palacio de los Deportes y los múltiples tipos de eventos que en él se podían llevar a cabo: la
actuación de Ama, Kiko Veneno con Raimundo Amador y Cómplices, precediendo a la actuación principal
que correría a cargo de Joaquín Sabina, y todo ello con la presentación de Victoria Vera. Pero había más: el
espectáculo comenzaba a las 21 horas con el grupo “Gusarapo Teatro” de Madrid. Catorce actores
realizaron un “happening” introductorio mientras se proyectaban imágenes de actualidad. Otra de las
BasketMe – Pedro Serrano Solana
239 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
sorpresas fue la demostración de “puenting” y escalada por parte de un grupo de escaladores. Sobre las
21:50 horas estaba prevista la actuación de Kiko Veneno con su nuevo trabajo, “Échate un cantecito”.
Luego Cómplices presentaría su “Preguntas y flores”, y más tarde llegaría el turno de Joaquín Sabina y su
nuevo “Esta boca es mía”. Pasada la medianoche, el show se trasladó al exterior del Palacio de los Deportes
con un espectáculo pirotécnico: “veinte minutos de bengalas, volcanes, meteoros y truenos con música
de Carmina Burana, Allegreto y el Nabuco de Verdi”. Este evento tuvo un coste de 34 millones de pesetas
y 10.000 watios de sonido, con cuatro cámaras de televisión grabando todas las actuaciones. Al final agotó
las 6000 localidades que se pusieron a la venta (a precios entre 1500 y 2500 pesetas). Manuel Pato
desvelaba también los nombres de otros artistas con los que negoció para el concierto: Gloria Stefan,
Miguel Bosé y hasta Prince.
Con el paso de los años, tanto CB Murcia como ElPozo FS han dado buena cuenta del Palacio, y también
todos los murcianos que pasan diariamente por sus dependencias para practicar deporte. Hablando solo de
baloncesto, el Palacio ha sido escenario de la fase final de la Copa del Rey de 1996, la del Manresa
campeón, en la que el CB Murcia llegó a jugar la semifinal y estuvo a punto de colarse en la final. Fue
testigo de un All-Star de la ACB en 1998, de varios partidos de la Selección Española de baloncesto (el
último en 2009, dentro de la gira de preparación para el Eurobasket de Polonia), y también, al fin, ha
logrado acoger un ascenso del CB Murcia: el 15 de abril de 2011 el equipo murciano derrotó en la
prórroga a Isla de Tenerife Canarias (112-111) y certificó su regreso a la máxima competición por quinta
vez, segunda en Murcia y primera en el Palacio de los Deportes. Esta instalación ha vivido también: una
macrofiesta de Nochevieja; una de las fiestas de informática más grandes de España, organizada por la
Universidad de Murcia; multitud de conciertos; mítines políticos; actuaciones infantiles como el famoso
“Cantajuego” (lleno hasta la bandera, por cierto); y hasta actos religiosos, como bautizos multitudinarios.
Nuestra ciudad lleva 17 años disfrutando de una instalación de primer nivel. Esperamos que sean muchos
años más, y que el Palacio de los Deportes de Murcia acoja algún día un partido de competición europea
con su equipo de baloncesto como protagonista. ¡Soñar no cuesta nada!
Los números del Club Baloncesto Murcia.
Aunque el fin de todo este trabajo era recordar la historia del CB Murcia a través del testimonio de algunos
de sus protagonistas, como aficionado al baloncesto y para completar este pequeño homenaje a nuestro
club, no he podido resistirme a la atracción de la estadística, a la plasmación numérica de la vida del equipo
o, al menos, a un intento de aproximación. No hace falta decir lo farragosa que puede llegar a ser la tarea
de buscar esos datos, y encima, hay que tener siempre en cuenta la posibilidad de que existan errores –por
supuesto, involuntarios-, tanto en la fuente de la que se toman los datos como en la plasmación de los
mismos. Es difícil que no haya errores después de 25 años de partidos, entre los de la liga ACB y los de
competiciones FEB, los de la Copa del Rey y los de la Copa Príncipe de Asturias, los de playoff y los
amistosos… No todos están recogidos, y aunque tal vez podría haber alcanzado una mayor cantidad de
información si me hubiera empleado en ello durante más tiempo, he preferido gastar más energía en las
entrevistas y en los artículos que en el uso de la calculadora. De todas formas, espero que los números que
aquí incluyo –que por lo demás, son bastante interesantes-, nos ayuden a darnos cuenta de la entidad que
ha adquirido de nuestro club y de lo rápido que ha pasado el tiempo.
Al momento de escribir estas líneas, el CB Murcia ha jugado un número total y redondo de 950 partidos
oficiales en 26 temporadas, con 442 victorias y 508 derrotas. En ellos incluimos los partidos de su primer
año de vida en Tercera División, los de sus 12 años en la segunda competición nacional (cuatro en la
antigua 1ª-B y ocho en la liga LEB) y los de sus 13 años en ACB, junto a los partidos de playoffs de ascenso,
de permanencia y por el título de la ACB, además de sus partidos de Copa del Rey y de Copa Príncipe. El
desglose:
TERCERA DIVISIÓN: en esta competición de carácter regional, el CB Murcia (AD Juver Basket Murcia) jugó
22 partidos, con 21 victorias y tan solo una derrota, la cosechada en el recién estrenado Pabellón Príncipe
de Asturias frente al CB Cartagena. Aunque en el partido de vuelta los murcianos derrotaron a los
cartageneros, la diferencia de puntos fue insuficiente para superarles en la tabla. Tal y como ya hemos
contado en esta sección, en el verano de 1986 Murcia lograría entrar en la 1ª-B, al comprar los derechos
federativos del Logos de Madrid, filial del Estudiantes.
COMPETICIONES FEB: sumando los partidos de 1ª-B y los de LEB –la segunda categoría en sus diferentes
denominaciones-, el CB Murcia ha jugado en competiciones de la Federación Española un total de 465
encuentros, con 291 victorias y 174 derrotas. Es el equipo que más veces se ha proclamado Campeón, con
4 títulos que le han valido los cuatro ascensos correspondientes. Además, logró otro ascenso como
segundo clasificado, lo que nos da un total de 5 ascensos a la máxima competición del baloncesto español.
Casi nada.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
241 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
LIGA ACB: en esta liga el CB Murcia ha disputado más partidos que en ninguna otra, por lo que podríamos
decir con no poco entusiasmo que es la competición que le corresponde: ha saltado 466 veces al parquet
con el emblema de la ACB en la camiseta, obteniendo 144 victorias y 322 derrotas. Estos números le valen
en la actualidad el puesto 16º en el ranking histórico de la máxima competición nacional, tras superar en
su última temporada ACB al Peñas Huesca. Cuando finalice la temporada 2011/12, el CB Murcia habrá
escalado un puesto más, superando a otro club clásico como Granollers y colocándose el 15º entre los
equipos con mayor recorrido en ACB. Ya solo tendrá por delante a “los de siempre”: Real Madrid, FC
Barcelona, Joventut, Estudiantes, Baskonia, Manresa, Valladolid, Málaga, Breogán, Valencia, Sevilla, Girona,
Gran Canaria y Zaragoza. Murcia ya se puede considerar como “uno de los de siempre”, mientras que por
detrás ha dejado a día de hoy a equipos como Fuenlabrada, Ferrol, León, Cáceres, Ourense, Tenerife,
Lucentum, Collado Villalba, Bilbao, Cantabria, Gijón, Menorca...
COPA PRÍNCIPE: en esta competición, en la que el CB Murcia ya ha ganado un título, el equipo rojiblanco
ha jugado 4 partidos con 2 victorias y otras tantas derrotas. Entre esos partidos se cuentan las dos finales
disputadas, habiendo salido victorioso en una de ellas: frente a Inca en la temporada 2005/06 (78-60 fue el
marcador).
COPA DEL REY: el CB Murcia ha conocido varias modalidades de esta competición, en la que, además,
puede presumir de haber sido semifinalista. Ha jugado en ella un total de 15 encuentros con un saldo de 5
vitorias y 10 derrotas. La primera vez que la disputó fue en la temporada 1990/91, cayendo en primera
ronda contra Valencia Basket. En su segunda participación al año siguiente, temporada 1991/92, llegó hasta
tercera ronda y fue derrotado por el Real Madrid, después de haber ganado a Llíria y a Caja de Ronda –a
este último, tras superar en el partido de vuelta un average en contra de doce puntos, en una de las noches
más memorables del Príncipe de Asturias-. De haber vencido a los madridistas aquel año, el CB Murcia se
habría plantado en los cuartos de final por derecho propio. En la temporada 1993/94 cayó en primera
ronda contra Manresa, precisamente el mismo equipo que le cerraría el paso en las semifinales del torneo
copero en 1996, en la edición que organizó la ciudad de Murcia y ya bajo el modelo de competición actual.
En aquellos días mágicos, el CB Murcia hizo historia venciendo en cuartos de final a Unicaja de Málaga, y
luego perdió las semifinales contra Manresa. En su lucha por la 3ª plaza, fue derrotado por el Real Madrid.
TOPES:
Tanto individuales como colectivos. Incluyo aquí solamente los datos relativos a la participación del CB
Murcia en ACB, por lo que no se contabilizan los acumulados por el equipo en las competiciones de la FEB.
-PARTIDOS JUGADOS: el jugador que más partidos ha disputado en ACB con la camiseta del CB Murcia es
Xavi Sánchez: 221. Le siguen Quini García con 127 y Pedro Robles con 119. El escolta superó a Julio Torres
(113) en la última temporada del CB Murcia en ACB.
-MINUTOS JUGADOS: de nuevo Xavi Sánchez encabeza esta clasificación con un total de 5194 minutos de
juego. Por detrás están Ralph McPherson con 3528, Julio Torres con 2941 y Pedro Robles con 2149.
-ANOTACIÓN: el máximo anotador de la historia del CB Murcia en ACB es Ralph McPherson, con 2082
puntos. Le siguen Xavi Sánchez con 1505 puntos y Duane Washington con 1255 puntos. El mismo Duane
ostenta el récord de anotación individual con la camiseta del CB Murcia en un partido de ACB. Lo logró en la
temporada 1996/97 con los 41 puntos que le metió al TAU –jugó los 40 minutos-, aunque no podemos
olvidar el récord total de anotación de un jugador de nuestro equipo en un partido oficial, logrado por el
profeta del baloncesto murciano, Randy Owens, en Tercera División en la temporada 1985/86: 76 puntos.
-TRIPLES: el mayor triplista de la historia del club murciano en ACB es, a día de hoy, Duane Washington con
146 triples, solo dos más que McPherson, que tiene 144. El tercero es Xavi Sánchez con 133, y Pedro
Robles ya se ha situado cuarto con 122 aciertos. En un mismo partido de ACB, el jugador del CB Murcia que
más triples ha anotado es Taquan Dean, que logró 10 aciertos en la temporada 2008/09.
-ASISTENCIAS: el jugador que ha dado más pases de canasta en la historia del CB Murcia en ACB, es uno de
los clásicos del baloncesto español: Nacho Suárez. Suárez repartió 311 asistencias en dos temporadas, la
91/92 y la 92/93 (calculad la cantidad de puntos que se produjeron gracias a él). El base leonés, además,
consiguió el primer triple doble de la historia de la ACB en la temporada anterior a fichar por Murcia, y
precisamente, contra el CB Murcia: 10 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias. El segundo máximo asistente es
Christopher Thomas con 279 y el tercero es otro de los mejores bases nacionales que han vestido la
elástica rojiblanca, Jordi Soler, con 272. El récord de asistencias de un jugador murciano en un solo partido
de ACB lo tiene también Nacho Suárez, que en un encuentro dio 15 pases de canasta.
-RECUPERACIONES: el jugador que más balones ha recuperado para el CB Murcia en ACB es, otra vez, Xavi
Sánchez: 231. Le siguen en este apartado Quini García y Nacho Suárez. El récord en un partido del CB
Murcia fueron las 8 recuperaciones de Mike Anderson en la temporada 1994/95.
-REBOTES: Murcia ha tenido grandes reboteadores a lo largo de su historia. El jugador que más rechaces ha
cazado para nuestro equipo es Bobby Martin, con 827, seguido, otra vez, por Ralph McPherson, 684, y
Clarence Kea, 530. Atención a este último, el señor Kea, que tiene el récord absoluto de rebotes, tanto en
un partido del CB Murcia como en toda la historia de la ACB. Nuestro orgullo son los 29 rebotes que
capturó en el Pabellón Príncipe de Asturias en la temporada 1991/92. Lo vimos con nuestros ojos, y aún así,
cuesta creerlo.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
243 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
-TAPONES: esto es cosa de Triguero, número uno del CB Murcia en ACB con 79 eclipses de canasta para el
rival. Por detrás tenemos, otra vez, a Ralph McPherson (74) y a Bobby Martin (68). En un solo partido, el
mejor taponador del CB Murcia en ACB fue Lamont Barnes en la temporada 2008/09, cuando fue capaz de
poner 6 gorras.
-TOPES DEL CB MURCIA EN ACB: el mayor número de victorias conseguidas por el CB Murcia en ACB,
sumando las de liga regular y playoff, son las 18 que consiguió en dos ocasiones: en su primera temporada
en la élite, 1990/91, y en la temporada 1994/95. Esta última fue también la de mejor balance entre
victorias y derrotas, 18-20, y la de mejor clasificación final en liga, 12º puesto. En la temporada 2007/08 se
repitió el 12º puesto final, pero con un balance de 13 victorias y 21 derrotas en una liga de 18 equipos. La
peor temporada del CB Murcia en ACB, en cuanto a balance de victorias y derrotas, fue la de 1998/99: 4-30.
La segunda peor ha sido la 2009/10: 5-29. Y la tercera peor en cuanto a victorias fue la 1996/97, 6-32, que
además fue la de mayor cantidad de derrotas encajadas. Esos tres años acabaron en descenso. En cuanto a
los topes de un partido, el legendario CB Murcia – Taugrés de la temporada 1994/95 acapara dos topes del
equipo murciano en la máxima competición: el de máxima anotación a favor, 120, y máxima anotación en
contra, 117. Menos mal que se ganó. Sin embargo, y sin prórroga de por medio, el CB Murcia puso su tope
en los 116 puntos a favor logrados contra Sevilla ese mismo año, en 40 minutos de juego.
TEMPORADA 2010/11: mención aparte merece el año del quinto ascenso, que ha sido el del reencuentro
con la ACB. En este pasado curso, el CB Murcia ha batido varios récords propios y de la competición LEB: el
de victorias totales, con 30; el de victorias a domicilio, con 16; el de triunfos consecutivos, con 16; el de
número de títulos de la segunda categoría del baloncesto español, con 4; y el de ascensos a la máxima
categoría nacional, con 5. Si dividimos los años de vida del club por el número de ascensos que llevamos,
nos da que el CB Murcia asciende una vez a la ACB por cada lustro. Tres entrenadores lo han hecho posible:
Felipe Coello, que acumula tres ascensos, y Manolo Hussein y Luís Guil, que tienen uno cada uno. Aunque
ese récord es loable, el objetivo a partir de ahora deberá ser el de no dar lugar a tener que ampliar la cifra
de ascensos y, por fin, alcanzar ese sueño que llamamos “consolidación en ACB”, seguido de la expresión
“sin apuros”. En el guión de la película del CB Murcia, es lo que toca.
A continuación, el resumen de los números más básicos del CB Murcia en las 26 temporadas que ha jugado:
BasketMe – Pedro Serrano Solana
245 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
Fin de trayecto
Después de casi un año de artículos y entrevistas, este trabajo dedicado al 25 aniversario del CB
Murcia ha llegado a su final. A lo largo de los últimos meses hemos hablado del origen del club, de la
explosión del baloncesto en Murcia y de su consolidación, y todo ello gracias a las personas que lo hicieron
posible y que, años después, han querido prestar sus recuerdos y su tiempo para contárnoslo. Como suele
decirse, no están todos los que son pero sí son todos los que están. Con ellos también hemos descubierto
otros aspectos del deporte profesional: nos hemos acercado a la vida de los deportistas, a sus expectativas,
sus dudas, sus alegrías y sus enfados, y al mismo tiempo hemos podido conocer la cara interna del equipo,
las relaciones entre las personas, las amistades, las enemistades y las diferentes maneras de entender el
juego y la vida. Hemos hablado de retos y de apuestas, de orgullo, de trabajo, de compromiso y de
deportividad. Creo que estas entrevistas encierran historias muy bonitas y por eso estoy muy satisfecho de
haber tenido la idea y de haberla llevado a cabo con ilusión, a pesar de las horas y del esfuerzo empleado.
Estoy muy contento de haber tenido la oportunidad de hablar con personas a las que admiro y de poder
agradecerles directamente su trabajo. Ellos son la razón de que un buen día me enganchase al baloncesto,
así que mi gratitud, de nuevo, para todos.
La idea de recopilar la historia del primer equipo de baloncesto de la región y de localizar a algunos
de sus protagonistas, comenzó a rondarme la cabeza allá por el año 2008. Siempre he pensado que las
efemérides y los aniversarios son una buena excusa para hacer balance antes de proseguir el camino, ya
que, según yo lo veo, el interés y la curiosidad por lo que pasó es algo natural en el ser humano. Por
ejemplo, en nuestro cumpleaños le preguntamos a nuestra madre qué tal fue nuestro parto (“muy mal,
cabezón”, sería una buena respuesta), y en nuestro aniversario de boda relatamos la forma en la que
conocimos a nuestra mujer (“la conquisté”, decimos nosotros; “me dio penica”, dicen ellas). En esto de los
recuerdos opino que debe haber un equilibrio: no se puede estar todo el tiempo mirando hacia atrás
porque entonces no disfrutaríamos del presente, pero tampoco deberíamos mirar sólo hacer porque al
final olvidaríamos hasta quiénes somos, y seríamos como los peces, que creen avanzar cuando lo único que
hacen es dar vueltas y más vueltas. La historia es necesaria y es útil, pero en el caso de un equipo de
baloncesto como el CB Murcia, es además un patrimonio muy aprovechable. Recordarla supone agradecer
el esfuerzo de todos los que formaron parte del club en el pasado y, a la vez, hace que nos sintamos una
pieza más dentro de algo mucho más grande, que es el propio CB Murcia. También contribuye a generar en
el aficionado un sentimiento de adhesión a unos colores y de valoración de su equipo.
Acabaré con los agradecimientos: además de a todos los entrevistados y a Manrique Cos y Paco
García por sus textos, también doy las gracias a los que me ayudaron a encontrar a algunos de los
protagonistas, en especial a Quini García, que me facilitó a unos cuantos, y también a María José Alarcón
por su amabilidad y sus palabras. Doy las gracias a Felipe Coello por prestarme sus fotos y por difundir este
trabajo en su blog, colocando enlaces a algunas de las entrevistas. También doy las gracias Javier Moñino,
caso excepcional en la prensa deportiva de Murcia por su pasión por el basket, y que ha tenido el detalle de
hablar de mi trabajo durante algunas retransmisiones en GTM. Agradezco también el interés y la ayuda de
Pepe Belmonte, profesor, periodista y escritor, que me animó a publicar las entrevistas. Os doy las gracias a
vosotros los lectores, a todos, y más a los que han ido dejando sus comentarios en BasketMe.com, en
Facebook o en el foro de acb.com. Un agradecimiento debe ir también para mi portátil, un pequeño
ordenador ACER que encendía y apagaba quinientas veces al día, y que ha sufrido mis abusos en el último
año hasta reventar y morir. Gracias a Álvaro Sánchez Somoza, de Pasión Deportiva Radio, por sus palabras.
También a Nacho Doña, músico y administrador de BasketMe.com, por aguantar mis impaciencias y por
animarme a publicar el trabajo. A Alejandro González, que me “fichó” hace tres años para BasketMe.com,
también le agradezco la confianza y el apoyo. A Bubok Publishing y a su equipo por seguir estando ahí,
facilitando que mucha gente vea cumplido su sueño de editar un libro. Y por último, a mi mujer (bien sabe
Dios que si no fuera por ella, este libro no existiría) y a mis hijas, que me han tenido que soportar
contándoles cómo había encontrado a este o al otro jugador, cómo fueron las entrevistas y muchas cosas
más. ¡Un abrazo para todos!
Pedro Serrano Solana
Junio de 2011.
BasketMe – Pedro Serrano Solana
247 CB Murcia: 1985-2010. 25 años sobre el parquet.
El Palacio de los Deportes de Murcia durante la Copa del Rey de 1996.