“EDUCANDO EN EL HOGAR O HOMESCHOOLING CATOLICO”

Fundamentos naturales, razones teológicas

y sociales del homeschooling católico.

Padre Pedro-Félix Salas Fernández

La Santa Sede año 2012 ante la ONU: “250.000 escuelas católicas en todo el mundo asisten a los padres, que tienen siempre el derecho y el deber de elegir la escuela incluida la llamada homeschooling, y deben tener la libertad de poder hacer eso, que a su turno debe ser facilitado y respetado por el Estado”

El Pontificio Consejo para la familia agradeció a los home schoolers: “por su iniciativa de la escuela católica en casa que abre nuevos horizontes para la familia. Realmente admiro a los padres y madres que asumen este gran compromiso y dan a sus hijos no sólo alimentos para sus cuerpos y bienestar físico, sino también toda la formación necesaria para sus mentes y la instrucción en la fe católica, que antes de ser una doctrina, es el ejemplo vivo de los propios padres. Ustedes son el modelo más perfecto de los profesores porque ustedes viven lo que debe dar forma a las vidas de sus hijos”.

EL VATICANO RECUERDA ANTE LA ONU QUE EL ESTADO NO DEBE SUPLIR “EL ROL DE LOS PADRES EN LA CRIANZA DE SUS HIJOS”

¿DE DÓNDE VIENE EL HOMESCHOOLING?

Viene del único y verdadero Dios que es la Santísima Trinidad.

Dios hizo al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza trinitaria, por tanto la familia debe ser como un reflejo de la Santísima Trinidad, Dios que es amor en su circumincesión eterna. Donde está Dios Padre, está Dios Hijo, … Donde está el papá, está la mamá, donde está ella están los hijos….

LA FAMILIA ES “SOBERANA”

Por ser la familia, en el mundo visible, el reflejo más acabado de la Santísima Trinidad, Juan Pablo II llega a decir que tiene los elementos fundamentales en ella misma para realizar su fin.

Catecismo 2221 La fecundidad del amor conyugal… debe extenderse también a su educación moral y a su formación espiritual.  

La razón de ser del matrimonio no es tan solo engendrar físicamente a los hijos, sino que también y sobre todo educarlos para el cielo. “El amor con que se engendra es el amor con que se educa”. Nada supone mayor amor que educar para el cielo, porque es amar para Dios. Y por fin, nadie está más dotada natural y sobrenaturalmente para esta misión divina que la madre cristiana que es el corazón del hogar.

LA EDUCACIÓN FAMILIAR

La familia es el ámbito natural de la educación católica. Ella como Iglesia doméstica, asume la tarea y el deber irrenunciables de la educación de sus hijos. Los padres, principales educadores de ellos (CCE 1653) se responsabilizan de la creación en el hogar doméstico, de un ambiente humano, cristiano, y por ende una escuela de virtudes «donde la ternura, el perdón, el respeto, la fidelidad y el servicio desinteresado son norma» (CCE 2223). Por eso, ha de realizarse en el seno familiar, aunque luego esa labor sea secundada por la comunidad eclesial. Pero la educación católica de la familia es propia e irrenunciable (cf CCE 2221).

2225 Por la gracia del sacramento del matrimonio, los padres han recibido la responsabilidad y el privilegio de evangelizar a sus hijos. Ellos son para sus hijos los ‘primeros heraldos de la fe’ (LG 11).

2228 Durante la infancia, el respeto y el afecto de los padres se traducen ante todo en el cuidado y la atención que consagran para educar a sus hijos, y para proveer a sus necesidades físicas y espirituales. En el transcurso del crecimiento, el mismo respeto y la misma dedicación llevan a los padres a enseñar a sus hijos a usar rectamente de su razón y de su libertad.

Aunque confíe sus hijos a la comunidad parroquial o a la escuela católica, el hogar debe seguir siendo ámbito permanente de educación, especialmente en los años difíciles de la adolescencia y de la juventud (cf CCE 2226).

¿QUÉ ES EDUCAR? El Doctor Angélico, Santo Tomás de Aquino, define la

educación en general como “conducción y promoción de la prole al estado perfecto del hombre en cuanto hombre, que es el estado de virtud” (Suma Teológica, Supl. III, q. 41, a. 1)

Y el Papa Pío XI, en una encíclica considerada como la carta magna sobre la educación cristiana, decía que “la educación esencialmente consiste en la formación del hombre tal cual debe ser y cómo debe comportarse en esta vida terrenal, a fin de conseguir el fin sublime para el cual fue creado” (Divini illius Magistri, n° 5) ver a Dios cara cara en el cielo.

Por tanto, ¿quién mejor que los padres para educar a sus hijos con la seguridad que tendrán el auxilio de la gracia, la ayuda infaltable de Dios? Y que duda cabe que no hay educación verdadera sin religión verdadera.

ENTONCES, ¿POR QUÉ EL HOMESCHOOLING?

Porque la familia entera debe trabajar seriamente por su propia santificación que supone la educación familiar.

Por la inocencia de los niños, pues dice el ritual bautismal, reciben la vestidura blanca para llevarla “sin mancha hasta el tribunal de nuestro Señor Jesucristo para que poseas la vida eterna”.

Porque los esposos están llamados ha hacer las veces de cuasi-sacerdotes de la santificación de su hogar.

* “Porque los padres son el principal canal humano de la gracia para con los

hijos que físicamente han traído al mundo.”

(Siervo de Dios P. John Hardon)

“Hermanos poned más empeño todavía en consolidar vuestra vocación y elección. Si hacéis así nunca jamás tropezaréis; de este modo se os concederá generosamente la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pe 1, 10-11)

POR QUE DEBEMOS TRABAJAR UNIDOS

POR LLEGAR JUNTOS AL CIELOLa mujer “se salvará engendrando hijos,

si con modestia permanece en fe, y amor y santidad” (1Tim. 2: 15)

“A la mujer Dios le confió el hombre” (Juan Pablo II)

EL SOL DE LA EDUCACIÓN: LA MADRE

En la vocación divina de la maternidad, entendida en toda su riqueza natural y sobrenatural, tal como Dios la estableció al principio, y cuyo paradigma es la Virgen Santísima, y cuya realización maravillosa son las santas madres de las que hablan las Escrituras, y la historia de la Santa Iglesia.

Se fundamenta en que la mejor manera de educar supone conocer a quien se educa, y nadie mejor que la madre para conocer a su hijo.

EL SOL DE LA EDUCACIÓN: LA MADRE

Se fundamenta en que nadie puede enseñar mejor, sino quien ama más. ¿Y quien ama más que ella?

Se fundamenta en que educar no es sólo instruir, dar ejemplos, etc., sino que exige compañía, unión, circumincesión. Permítanme la figura supone el “embarazo permanente” de la madre, pues el dar a luz es salir del útero corporal al útero espiritual del hogar.

Para eso Dios la dotó maravillosamente, y le dio para eso todos los tesoros físicos y espirituales que la distinguen del varón (del cual se diferencia en todo).

CONCLUSIÓN: RESUMEN Es el ejercicio personal del deber/derecho de los padres de

cumplir conscientemente la vocación esponsal-parental educando a sus hijos en la fe católica, colaborando al triunfo del Sagrado Corazón de Jesús, mediante la riqueza del amor cristiano. En definitiva, es Cristo quien a través de la cercanía de los padres y de la frecuencia de los santos Sacramentos (confesión y comunión) quien modela el alma y la vida de sus hijos.

Flexibilidad para vivir al ritmo de las

fiestas religiosas

Puedo moldear el carácter de

mis hijos

Educar seriamente a los hijos para que llegar el

Cielo

El tiempo pasa a ser

de la familia

Dios pasa a ser lo primero, se

puede ir más seguido a Misa…

Seremos una familia santa