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Catálogo digital

FORMAS DE VEREsta exposición es un acercamiento a algunos mitos originarios de las culturas ancestrales de Guatemala a través de las obras de artistas visuales. Se divide en cuatro etapas: los astros, el paisaje, el maíz y los pueblos.

Las obras que componen esta exposición buscan atravesar varias épocas de la creación artística en Guatemala. Comenzando hace más de 2 mil años, hasta llegar a la producción de artistas actuales.

Dirección de Educación y Cultura Municipalidad de Guatemala

Ver hacia arriba

LOS ASTROSSegún la mitología, los dioses creadores se reunieron, midieron el cielo y colocaron cada estrella en su lugar. En el Popol Vuj, el sol y la luna están representados por los héroes gemelos Hunahpu e Xbalanque.

Nuestros antepasados tenían una relación estrecha con los astros. Comprendían sus movimientos con gran precisión, y los relacionaban con los ciclos y el tiempo. Con ello, trataban de descifrar cuál es nuestro lugar en el mundo, y cómo las estrellas, planetas, cometas y demás cuerpos celestes juegan un papel importante en la vida cotidiana, específicamente en la agricultura.

Las obras que componen esta sección de la exposición buscan ilustrar esta relación con el cosmos. Además de la agricultura, la arquitectura también responde a la ubicación de las estrellas.

E X P O S I C I Ó N : F O R M A S D E V E R V E R H A C I A A R R I B A : L O S A S T R O S

04Manuel ChavajayOq Ximtali, 2017video/performance2:58 minPropiedad del artista

Manuel Chavajay es un artista Tz´utujil, que vive y trabaja en San Pedro La laguna, Sololá, Guatemala.Su trabajo gira en torno a su vivencia en el lago de Atitlán y su reflejo. Para la elaboración de esta obra, el artista invitó a un grupo de pescadores y les pidió que se amarraran entre ellos y que luego remaran. El artista esperaba que se coordinaran entre ellos para poder desplazarse o que a alguno se le ocurriera desamarrarse, pero esto no sucedió, ¿Por qué? Quizás es una prezgunta que nos debemos hacer todos.

Al ver el círculo en planta también podemos recordar el paisaje que se encuentra en los güipiles tejidos por las mujeres en los pueblos indígenas, con un cuello que forma la imagen del sol que brilla con esplendor en medio del lago.

https://www.youtube.com/watch?v=vjahNc1iN9Y&feature=youtu.be




05Andrea MonroyLienzo Paisaje II, 2015Tela, pintura, lustrina y piedras de mármol65 cm x 128 cm x 5 cmPropiedad de la artista

Inspirada en los textiles de los pueblos indígenas de Guatemala, la artista analiza patrones, líneas, colores y formas. En esta obra, también está presente el cosmos, los paisajes del altiplano, el amanecer, el atardecer, las tonalidades de verde de los bosques o el azul del lago de Atitlán que cambia constantemente según el clima.


06Cuenco con diseños acuáticosPeríodo Clásico Temprano. 200 d.C. - 500 d.C.Uaxactún, PeténCerámica modelada12.9 cm x 25 cmColección Museo Nacional de Arqueología y Etnología

Los motivos pintados en la superficie de esta vasija representan a un lugar acuoso, en donde la mítica Serpiente del Lirio Acuático nada entre peces y otras criaturas marinas, rodeados de olas, gotas de agua y rollos de espuma. La compleja escena parece una versión ampliada y animada del jeroglífico maya “Polaw” que significa mar u océano.

La vasija formó parte de la ofrenda puesta en una tumba real, su presencia dentro del recinto fúnebre ilustra la idea del pensamiento religioso maya del tránsito de los difuntos por un mundo acuático previo a su renacimiento.

La vasija además se caracteriza por estar dividida en dos partes en el interior, quizá para contener dos tipos de alimentos diferentes. Los tres soportes contienen bolitas de arcilla, de modo que funcionó como un sonajero al momento de su traslado.

Número de Registro: 1.1.1.832


07Arnoldo Ramírez AmayaXocomil, 1980Óleo sobre lienzo200 cm x 190 cmColección Fundación Paiz

“Xocomil es un viento fuerte que arremolina las aguas del Lago de Atitlán en horas de la tarde”, se lee en una descripción, “Es temido…por sus posibles consecuencias”. El fenómeno natural de esta región cakchiquel ha dado lugar a un mito en el que una joven princesa se enamora de un plebeyo, con las consecuencias predecibles. Las dimensiones de esta obra y la manera en que el personaje ocupa toda la superficie no nos dejan ajenos a su fuerza y poder como expresión de carácter y de la naturaleza.

Ramírez Amaya ganó el Glifo de Oro en la Categoría de Artistas Invitados para la II Bienal de Arte Paiz.


08

Carlos FanjulLa Mujer Serpiente, 1988Óleo sobre tela80 cm x 100 cmColección Fundación Paiz

De niño, el artista visitaba las comunidades rurales con su familia. Estos viajes motivaron su interés en las tradiciones mayas. En esta obra presenta una composición llena de energía, a través de la pincelada y del color, narra el encuentro fortuito o quizá inevitable entre la mujer y la serpiente, su animal tutelar.

Fanjul ganó con “Mujer Serpiente” el Glifo de Plata en la Categoría Pintura Libre de la VI Bienal de Arte Paiz.


09Obsidiana con representación de la diosa lunarPeríodo Clásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C. Tikal, PeténObsidiana incisa8.3 cm x 4.2 cm x 1.8 cm Colección Museo Nacional de Arqueología y Etnología

Esta obsidiana se encontró dentro de una ofrenda puesta debajo de una de las estelas de la Gran Plaza de Tikal. Los análisis indicaron que la obsidiana fue extraída de la fuente El Chayal-La Joya, localizada unos 300 km al sur de Tikal.

Las finas incisiones de la superficie dibujan una persona sentada dentro de un nicho, cargando un conejo y volteando la mirada hacia atrás. Estos atributos la identifican como la deidad lunar, que posee aspectos femeninos ligados a la fertilidad, el parto y la noche. Este tipo de obsidianas fueron utilizadas como instrumentos para el sangrado ritual, acto que posiblemente formó parte de la ceremonia al colocar la ofrenda al monumento en donde fue depositada.

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10Vasija con tapadera antropomorfaPeríodo Clásico Temprano. 200 d.C. – 600 d.C.Kaminaljuyu, GuatemalaCerámica modelada21.5 cm x 14.1 cm x 13.2 cmColección Museo Nacional de Arqueología y Etnología

Este espléndido incensario formó parte de una ofrenda fúnebre en una de las tumbas de Kaminaljuyu. Representa a la deidad solar maya, identificado por el rostro anciano, la nariz aguileña, estrabismo ocular y la boca entre abierta mostrando los dientes frontales. La tonalidad roja que recubre el cuerpo simboliza el calor del astro, aspecto que debió realzarse cuando emanaba humo por los ojos y boca del recipiente.

El estilo de la pieza posee características del arte maya y teotihuacano, pues fue elaborada en la época en que ambas culturas mantuvieron una estrecha relación. En ese sentido la flor de cuatro pétalos que lleva en la frente tuvo especial significado: para los mayas era la manifestación de los rayos del Sol y en la cultura teotihuacana evocaba un mundo paradisíaco lleno de flores. Conceptos que dieron mayor significado a la pieza para formar parte del contexto ritual en donde fue encontrada.

Número de Registro: 1.1.1.1034 ab


11

Carlos MéridaPopol Vuh, 1943Litografía31 cm x 27 cmColección Fundación Rozas Botrán

Esta obra pertenece a una serie de estampas sobre el tema del Popol Vuj, en donde Carlos Mérida, basado en los colores de los textiles mayas, crea estas imágenes para ilustrar el libro de las Antiguas Historias del Pueblo K´iche. Las figuras de perfil tienen como referencia los murales, relieves y pinturas en vasijas ubicadas en los sitios arquitectónicos mayas antiguos.


12Enrique Anleu DíazDeidad Solar, 1969Técnica mixta83 cm x 61 cmColección Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida

Esta obra de Anleu Díaz, desde la técnica se ubica dentro del Informalismo, y a nivel temático tiene como base la cosmovisión maya. La Deidad Solar a la que se refiere el título podríamos ubicarla con Hunahpu, que se traduciría como Uno- Cerbatanero.

La figura rectangular alude a una estela, como el famoso monolito de Quirigua y arriba vemos esta figura redonda que también recuerda a un glifo o ideograma. La figura redonda también se puede referir al numero Uno o Jun como es el nombre del personaje, así como puede aludir al disco solar.


13Marcador conmemorativoPeríodo Clásico Temprano. 200 d.C. – 600 d.C.Tikal, PeténPiedra caliza130 cm x 90 cm x 15 cmColección Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

Este monumento es un estandarte de guerra que integra iconografía de estilo teotihuacano con escritura jeroglífica maya. Consta de tres partes: la parte superior es un disco oval adornado con motivos de plumas y signos teotihuacanos en el medallón central; la sección media es una esfera con base trapezoidal; la parte inferior es un cilindro esculpido con una extensa inscripción jeroglífica maya en columnas, la cual describe la llegada a Tikal de un personaje llamado Siyah K’ak’, quien fue acompañado de un comitiva militar, probablemente venidos desde Teotihuacán, México.

Según la inscripción, este acontecimiento ocurrió el 16 de enero del año 378 d.C. y al compararse con otros monumentos contemporáneos a este, la “llegada de estos extranjeros” parece haber alterado el curso político en las ciudades mayas durante los siguientes tres siglos. La parte final del texto menciona a otro gobernante llamado Mam Ch’amak, vasallo de Siyah K’ak’, fue quien ordenó la creación de esta escultura en el año 416 d.C.

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14

Rosa Elena CurruchicheUn muerto van a enterrar, fecha desconocidaOleo sobre tela18 cm x 12 cm Colección privada

Las pinturas de pequeño formato de Rosa Elena Curruchich responden a su situación como mujer pintora en una tradición que era practicada por hombres.

En la procesión vemos al muerto sentado y a un grupo de hombres con sombrero y mujeres con Tzute o pañuelo para la cabeza, que en algunas ocasiones Rosa Elena utilizó para transportar de manera oculta sus pinturas. Su trabajo responde a la tradición paisajista de su pueblo San Juan Comalapa.


15

Tapadera de urna funerariaClásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.Tierras AltasCerámica modelada.50.8 cm x 48 cmzColección Museo Miraflores

Cerámica modelada, conserva restos de pigmentos rojo, negro y blanco. Tapadera de urna funeraria con la representación de un jaguar en la parte superior y la imagen de Kinich Ajaw, el dios solar en la base. Estas urnas servían para contener las cenizas de un difunto o un cuerpo en posición sedente.



16

Nan CuzFent zug (Cortejo), 1969Serigrafía38 cm x 51 cm Colección John Gody

La obra de Nan Cuz toma como referencia las tradiciones guatemaltecas que vemos en la actualidad y las dibuja y pinta de una manera que asemeja a las representaciones antiguas ubicadas en los sitios arqueológicos. En este caso es un cortejo fúnebre y muestra a las cargadoras en una procesión previa al entierro de una persona querida.


17Diosa del cacaoClásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.Costa Sur, región de EscuintlaCerámica modelada29.5 cm x 29.5 cmColección Museo Popol Vuh

Figurilla de barro, del tipo Tiquisate. Se ha interpretado como una diosa de cacao, producto importante que se sembraba en la región costera. Representa a una mujer con pochas de cacao y un jarrón en la cabeza. El jarrón podría indicar que este contenía la bebida sagrada del cacao.

El cacao fue una bebida muy importante en los rituales de la región mesoamericana. Se preparaba mezclando el mismo con vainilla y achiote, para darle el color rojo que representaba la sangre que algunos relacionan con el sacrificio humano. Es posible que también se endulzara con miel.

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18Arturo MonroyConstrucción esencial, 2002Óleo sobre tela264 cm x 165 cm Colección Fundación Paiz

El artista aborda, a través de diferentes medios, la temática de tres de los elementos esenciales de la alimentación de los guatemaltecos: el frijol, el maíz y el chile. Tres de los productos básicos, también, de la cultura agrícola del país. Esta obra está conformada por tres paneles, cada uno de ellos representa un grano de frijol distinto. Como en la realidad, cada color conlleva una simbología diferente. Monroy se hizo acreedor de un Glifo de Plata en la Categoría de Artistas Invitados en la XIII Bienal de Arte Paiz.


19

Juan Jacobo RodríguezLa Ofrenda, 1995Gouache49 cm x 65 cmColección Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida

Estudió arte en Guatemala, pero la mayor parte de su vida transcurrió en París, con un paréntesis en el que radicó en México. Estudioso de la cosmogonía maya, gran parte de su celebrada obra transita por los mitos, personajes y simbología prehispánica. La ofrenda es una pieza que nos remite a ese acto místico en que se ofrece algo que nos congracie con una deidad.


20

Rodolfo WalshLikín Guatemala, 1995Fotografía37cm x 51 cmColección Fundación Paiz

Esta imagen de las construcciones en las costas del Pacifico guatemalteco, muestra como las fuerzas de la naturaleza, en este caso el mar, reclamar su espacio y desplazarlas. Para las deidades era muy importante que los humanos siempre los recordasen, ya que el olvido podría provocar su enojo.


21

Sergio Valencia SalazarHorizonte común, 2019Acrílico sobre lienzo80 cm x 120 cmPropiedad del artista

El artista Sergio Valencia presenta la pintura de dos altares del sitio arqueológico Iximché, ubicado en el altiplano occidental muy cerca a la ciudad de Guatemala. En este lugar todavía se realizan ceremonias bajo la dirección de guías espirituales mayas.

Esta pieza nos hace reflexionar sobre como se trabaja sobre la idea de ¿cómo la función de un edificio determina su forma? y ¿cómo, a partir de la ruina y la memoria, surge la creación de nuevos símbolos y arquitectura?

Detalle de Horizonte común


22Luis DíazEl vuelo del Quetzal,1970Retablo metálicoPolípticoColección John Gody

El vuelo del Quetzal pertenece a una serie de piezas que Luis Díaz instaló en la Galería Vittorio. Vemos al ave abstraída a engranajes de su cuerpo, alas y cola, en donde se distingue su cabeza en un círculo. El fondo rojo de los rombos recuerda al pecho teñido del ave. Esta obra se distribuye de una manera cinematográfica para apreciar los movimientos musculares del cuerpo para emprender el vuelo. La influencia de la arquitectura en la obra de Luis Díaz nos hace ver la perspectiva desde arriba como observamos al quetzal.

Políptico completo

EL PAISAJEKabraqan, el dios de las montañas, se pasaba el tiempo sacudiendo montañas por diversión. Hunahpu e Xbalanque, héroes del Popol Vuj, deciden que debe ser derrotado por querer sobrepasar al sol en grandeza y en poder. Después de vencerlo, lo amarran y arrojan bajo la tierra. Este mito cuenta por qué la tierra tiembla. Kabraqan fue enterrado con vida y cada vez que se mueve ocurre un sismo.

Las obras que componen esta sección de la exposición retratan la relación de los artistas con el paisaje, que ha sido recurrente dentro de la historia del arte guatemalteco. Durante el siglo XX se reafirma esa tradición, y, hoy, artistas contemporáneos lo trabajan desde otros medios, como el arte-objeto y el video.

Los pueblos originarios siguen manteniendo una relación con el pasado a través de la pintura. Lo observamos desde los murales de San Bartolo, que tienen más de 2 mil años, hasta pinturas recientes de las montañas y los cielos del altiplano.

Ver hacia en frente

E X P O S I C I Ó N : F O R M A S D E V E R V E R H A C I A E N F R E N T E : E L P A I S A J E

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Representación de ceibaPreclásico. 300 a.C.-200 d.C.Detalle del Mural de San Bartolo, PeténPintura sobre superficie estucada de caliza

Las escenas del mural de San Bartolo representan imágenes del paisaje de la selva petenera en la antigüedad. Nos permite conocer la biodiversidad que existe desde entonces, animales como aves, jaguares, venados, tortugas, además árboles como la ceiba, flores, plantas, entre otras.

Imagen de: http://www.mesoweb.com/bearc/caa/AA10-es.pdf


25Alfredo CeibalÁrbol de la vida, 2012Mixta sobre papel104 cm x 167 cmPropiedad del artista

Alfredo Ceibal es un artista que realiza diversos estudios sobre la creación del mundo y el estudio del paisaje desde el pensamiento de los pueblos originarios de diversos lugares del mundo.

El artista se adentra al pensamiento maya, realizando dos pinturas del árbol de la vida, que en el mundo maya es la ceiba.


26Vasija con espinasPeríodo Clásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.La Ceiba, Lago de AmatitlánCerámica modelada20-30cm de diámetro y 8-20cm de alturaColección Museo Popol Vuh

La ceiba se considera el árbol sagrado de los mayas. Estos árboles crecen hasta 50 o más metros de altura. Los troncos de la ceiba tiene unos conos como espinas que crecen del tronco. Las vasijas que se han encontrado en ofrendas del Lago de Amatitlán representan secciones del tronco, por lo que se cree que sirvieron para rituales especiales. Estas vasijas se encontraban una encima de otra, formando grandes “troncos” imitando a la ceiba.

Número de Registro: MPV 0990


27Hoja del Códice de DresdeZona Maya, hoy alojado en el Museo de la Biblioteca del Estado Sajón de DresdeSiglo XI a XIIPapel de amate, cubierto con una capa de pasta de cal.Cada página mide 20.5 cm x 10 cm. La longitud total del códice es de 3.56 m con 78 páginasPágina 26b y 26c del Códice de Dresde.

Estas páginas del Códice tratan del año nuevo donde varios dioses plantan árboles en los diferentes puntos cardinales. Los textos de los jeroglíficos se leen:

Tz’ahpaj yaxte’e nohol, “fue sembrada la ceiba del sur”. Ambas escenas tienen un plato con tamales como ofrenda. En la escena de arriba se observa el incensario con picos que sugiere las espinas de la ceiba.

Imagen de: www.famsi.org


28Erick MenchúÁrbol, 2007Grabado gofrado55 cm x 36.5 cmColección Grupo Financiero G&T Continental

Las caprichosas formas naturales y orgánicas de los troncos y ramas de los árboles han sido temas recurrentes en la obra de Menchú, solos o agrupados en inquietantes bosques. Maestro en el arte del grabado en sus variadas vertientes, el artista utiliza aquí el gofrado, técnica que se caracteriza por dejar en relieve el motivo. Las mismas formas del mítico árbol cargadas de significados se vienen repitiendo desde tiempos inmemoriales.


29Cuenco con efigie de monoPeríodo Clásico Temprano. 300 d.C. – 600 d.C.La Lagunita, QuichéCerámica.12.5 cm x 18 cmColección Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

Esta vasija fue elaborada mediante la técnica del patillaje para representar la efigie de un mono aullador o saraguate (Alouatta palliata), especie de primate de potente rugido y de características robustas, fue asociado con los escribas y artesanos.

El naturalismo con que fue elaborada esta pieza muestra al aullador con los ojos entreabiertos, como adormitado, siendo esta una de las cualidades que distingue a estos monos por dormir hasta quinces horas al día, contrario a los micos o monos araña (Ateles geoffroyi) de atributos físicos más esbeltos y actitud intrépida.



30César IzquierdoLa Gruta, 2010Técnica mixta90 cm x 70 cmColección Fundación Rozas Botrán

Izquierdo nació en Santa Cruz del Quiché en 1937. Según cuenta el propio artista: “si el primer aire que oxigenó mis entrañas estaba impregnado de esas vibraciones (de la cultura K´iche), mi afinidad con lo maya es asunto congénito.” Su técnica mixta de capas de pintura y alto-relieves parecen ejecutadas por un escultor que golpea y transforma la superficie, que por momentos asemeja a un movimiento telúrico que ocurrió dentro de la obra.


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Agustín IriartePaisaje, 1900Óleo sobre tela21 cm x 27 cmColección Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida

En la pintura paisajista de Guatemala conviven dos tradiciones: la pintura costumbrista de las comunidades indígenas en el altiplano y la tradición europea de finales del siglo XIX, que tuvo influencia en los pintores de la Ciudad de Guatemala. Agustín Iriarte pertenece a una generación de artistas que representaban el paisaje resaltando sus distintos planos y el alcance de la mirada. ¿Hasta dónde pueden enfocar nuestros ojos?


32Marilyn BororIKAQ’, Diccionario de objetos olvidados (selección), 2016Impression digital sobre papelDimensiones variables Propiedad del artista

La acuarela de una honda, un objeto que todos reconocemos y algunos hemos utilizado.

La pieza contiene un texto en la parte inferior, pintado con acrílico blanco difícil de ver y reconocer pues se pierde con el blanco del papel, en este se describe la onda en kaqchiquel y castellano.

Los idiomas originarios de Guatemala durante mucho tiempo fueron poco o nada reconocidos en Guatemala. La artista hace una revisión de estos idiomas originarios indígenas que se impregnan en la memoria de los cuerpos y nos llevan a reconocer un mundo fascinante de ideas ancestrales que construyen esos paisajes que poco recordamos pero que llevamos en el cuerpo y en la mente de forma difusa.


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Ramón ÁvilaCésped, 1963Técnica mixta45 cm x 67 cm Colección John Gody

En un experimento pictórico Ramón Ávila retrata un fragmento de césped reducido a dos colores. Dentro de la exposición esta pieza nos ilustra una manera de ver el paisaje desde un detalle. Este pequeño formato nos muestra la rapidez del artista para crear una imagen de lo que ve con trazos muy esquemáticos.


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Salvador Simón Cúmez15 de septiembre y vista panorámica, 1982Oleo sobre tela100 cm x 130 cmColección Fundación Paiz

Su interés por la pintura comenzó cuando observaba a su suegro, Santiago Tuctuc, artista pionero de esa región, para quien trabajó durante algún tiempo. En esta obra, desde una perspectiva aérea, el artista asume el reto de presentarnos el desfile del 15 de septiembre como un pretexto, a lo largo de la calle principal que se integra a una espléndida interpretación de la ordenada retícula de su poblado, rodeado de bosques, campos sembrados y volcanes. Obra ganadora del Glifo de Oro en la Categoría Libre Guatemala en la III Bienal de Arte Paiz.


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Francisco TúnPareja y camino, 1972Acrílico sobre madera48 cm x 67 cmColección John Gody

Los personajes en esta pintura de Francisco Tún pareciera que bailan. Los techos de las casas pintados de color rojo nos sugieren que estas personas vienen de un poblado o ciudad y caminan hacia un paisaje. Las pinturas de Tún ilustraban estos contrastes entre la vida urbana y la vida rural. Sus paisajes compuestos por campos de color planos, nos transportan a un mundo de ensueño en donde la luz no proyecta sombras y nuestros ojos pueden transitar de manera libre por el cuadro.


36

Francisco TúnSin título conocido, 1970Acrílico sobre tela.64 cm x 60 cmColección John Gody.

En esta pintura de Francisco Tún las casas flotan encima del paisaje urbano. La perspectiva en sus obras es desconcertante, porque los colores son planos y los elementos flotan como imágenes de sueños. Tún creció y vivió en uno de los primeros asentamientos de la Ciudad de Guatemala y sus paisajes siempre están situados entre la urbe con sus edificios y las casas pequeñas en sus alrededores. La imaginación de Tún iba más allá de la ley de la gravedad y de las representaciones con luces y sombras.


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Alejandra González EscamillaSerie, Lo común, 2015-2016Fotografía35 cm x 54 cmColección Fundación Paiz

La artista, de formación en Diseño Gráfico, completó el Diplomado en Artes Visuales y el Diplomado en Arte Contemporáneo en la Escuela Municipal de Artes Visuales. En una de las facetas de su obra, intervino fotografías de paisajes urbanos y rurales, pero integrando la herramienta de las Tablas de Colores Pantone que sirve para precisar exactamente un color en un lenguaje universal.

La metáfora es su posible o imposible aplicación en el paisaje. Su obra fue seleccionada para ser presentada en la XX Bienal de Arte Paiz.

LOS PUEBLOSEl dios Tojil, asociado con el fuego, dejó la llama de la eternidad en manos de las personas para sostener la vida. El fuego transforma, limpia y libera las energías negativas. De acuerdo con el el Popol Vuj, después de la creación de la humanidad, los pueblos deciden viajar hacia donde sale el Sol para crear el primer asentamiento. Allí, el templo de Tojil fue el primer edificio en donde se encontraban las deidades. Este se ubica, actualmente, en Q´umaraq Aj (Utatlán), Santa Cruz de El Quiché.

Según narra en sus últimas páginas el Popol Vuj, los hechos mitológicos culminan en acontecimientos históricos. Las Casas Grandes (familias) se ubican en Quetzaltenango, Sololá, Totonicapán, Quiché y Chimaltenango. También cuenta el origen de otras etnias como la Kaqchikel, en Chimaltenango, y Tz´utujil en la cuenca sur del Lago de Atitlán en Sololá.

En esta etapa de la exposición se ubican obras que retratan las relaciones entre las personas, culminando con la reproducción de las Casas Grandes a lo largo de las montañas del altiplano guatemalteco, que, según el Popol Vuj, siempre mantendrá una relación con los astros, la tierra, los animales y plantas. Todos los elementos de la realidad Maya se conectan en busca de armonía.

Ver el fuego

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E X P O S I C I Ó N : F O R M A S D E V E R V E R E L F U E G O : L O S P U E B L O S

Figurilla femeninaPeríodo Clásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.Costa SurCerámica moldeada14.2 cm x 11.3 cm x 6.7 cm.Colección Museo Miraflores

Figurilla de cerámica hecha con molde, representa a una mujer de rodillas con el torso desnudo y las manos sobre sus rodillas. Como parte de su arreglo personal lleva un tocado rectangular sobre su cabeza, collar, orejeras y pulseras.


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Miguel Sicán ChicojVendedora de flores de la Villa de San Juan Sacatepéquez, 1994Óleo sobre tela70 cm x 49 cmColección Fundación Paiz

Esta es la visión libre del artista de una escena cotidiana representada con gran ingenio por la manera en que solucionó la perspectiva, dimensiones, composición y demás aspectos técnico-formales. La mujer viste el atuendo de la región de San Juan Sacatepéquez, en donde por su clima se ha generado una industria de cultivo de flores.

Un aspecto de la historia de Guatemala, y de la intensa actividad de sus mercados, contada en una sola imagen. Sicán Chicoj ganó el Glifo de Bronce en la Categoría Popular de la IX Bienal de Arte Paiz.

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Daniel ChaucheMadre e hija Chajul, 1989Fotografía43 cm x 53 cmColección Fundación Rozas Botrán

Las series de imágenes con fondos blancos del fotógrafo norteamericano Daniel Chauche, radicado en Guatemala desde los años 1970s, nos enfrentan ante individuos sin un contexto de fondo. Busca enfocarse en el individuo, en sus expresiones faciales y su ropa como un breve acercamiento a la personalidad e identidad.

Las dos mujeres que son retratadas pertenecen a la región Ixil en el departamento de Quiche, una de las áreas mas afectadas por el conflicto armado interno durante la década de 1980. La imagen busca mostrar un poco de la memoria de este lugar a través de estos rostros.

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Marilyn Boror K Ó CHI NUK Ú ´X! / Está en tu corazón / Recuerdo, 2019Gofrado y tejido.Dimensiones variablesPropiedad de la artista

La artista realiza un gofrado del tocoyal (cinta que se enrolla en la cabeza) de su abuela, (gofrado es una técnica de grabado a presión sobre papel de algodón) que luego borda junto a su madre, recordando las formas y colores del paisaje de San Juan Sacatepéquez de donde es originaria. Los espacios vacíos representan los cambios que el paisaje ha sufrido desde que una gran empresa invadió sus tierras.

¡Kó Chi nukú´x! Traducido literalmente del Kaqchiquel que significa “Esa en tu corazón” pero traducido al castellano mas exacto es “Recuerdo”, es importante reconocer que en castellano cuando pensamos en recuerdo, pensamos en memoria, pero en los pueblos indígenas el recuerdo esta en el sentir, las emociones,en el corazón.

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Rostro de personaje ancianoPeríodo Clásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.KaminaljuyuCerámica modelada de color café rojizo11.8 cm x 7.2 cmColección Museo Miraflores

Fragmento de un personaje antropomorfo con el rostro de una persona anciana, lleva una banda enrollada como tocado. Es posible que haya sido parte de una figurilla o de un incensario.


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Rolando Ixquiac XicaráSerie 73, 1973.Acrílico sobre madera.120 cm x 203 cmColección Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida

Esta pintura de Rolando Ixquiac Xicará se enfoca en el tema de la vestimenta como una forma de identificación cultural. Las personas (figuras de color negro) muestran un gesto de agachar la cabeza y en el fondo las espera un uniforme. Al artista le interesaba registrar como en el 1973 se obligaba a las personas a quitarse sus ropas tradicionales para sustituirlas por un uniforme, que de una manera impuesta, elimina su identidad.

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Margarita AzurdiaRombo Rabinal,1973Acrílico sobre tela72 cm x 52 cm Colección John Gody.

La serie de pinturas a base de rombos tienen como base los textiles del altiplano guatemalteco. Margarita Azurdia amplía a obras de gran formato pequeños detalles geométricos, así como los colores de los textiles. En su búsqueda individual en la abstracción, Azurdia resalta las combinaciones de colores que ubicó en las composiciones de las telas indígenas, haciendo referencia a regiones específicas como en el caso de esta pieza titulada Rabinal. Ella deseaba no solo rendir homenaje a Rabinal, Alta Verapaz, sino unir su búsqueda espiritual a los símbolos en los textiles.

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Antonio PichilláNudo, 2015Oleo sobre tela y textil170 cm x 80 cm x 8 cmPropiedad del artista

La serie de Nudos de Antonio Pichillá tiene como punto de partida una forma de ver la vida. Cuando a una persona le ocurre una experiencia traumática, se crea un nudo a nivel psicológico o físico. La vida consiste en anudar y desanudar. Los colores planos hacen alusión a los textiles, sus formas y composiciones. El textil negro une los tres lienzos en un abrazo.

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Manuel ChavajayKuku´, 2015 Escultura de barro y plásticoDimensiones variables Propiedad del artista

En Tz´utujil -Kuku´- en castellano -Tinaja-, con esta obra el artista nos hace recordar las tinajas de barro que utilizaban las abuelas y abuelos en las comunidades indígenas, ahora sustituidas por el plástico; en los años 50 se introduce en las comunidades indígenas de Guatemala el plástico, así como los abonos químicos, pesticidas, fungicidas. Este acontecimiento marca la línea del tiempo en donde los objetos de barro son remplazados, las prácticas del campesino son amenazadas por los monocultivos; las mineras desplazan pueblos, borran bosques, fauna, contaminan ríos y lagos, arrasan con todo lo que esta en su paso, de eso desechable y plástico nos habla Manuel con esta obra.

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Francisco Morales MuyAmaneciendo el cuatro de febrero de 1976, 1980Óleo sobre tela34 cm x 42 cmColección Fundación Paiz

De acuerdo con el maestro Roberto Cabrera, Morales Mux, artista originario de San Juan Comalapa, se ubica en un período de transición entre los pioneros y los modernos del arte naïf. La destrucción y desolación que se vivió durante el amanecer, después del terremoto que en 1976 asoló al país, se relata en esta composición de líneas que se cruzan, de cuerpos expresivos y de cielo tormentoso. Una crónica de la vivencia de las comunidades.

El autor falleció en 1980, año en que su obra fuera premiada con el Glifo de Bronce en la Categoría Libre Guatemala de la II Bienal de Arte Paiz.

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Diego Isaías HernándezLobos hambrientos, fecha desconocidaÓleo sobre tela68 cm x 52 cmColección privada

Las composiciones de Diego Isaías Hernández siempre presentan un elemento que las identifica: el movimiento, la conmoción, un suceso que interrumpe la rutina. La vida de la comunidad se ve reflejada en los sucesos repentinos, accidentales, que provocan alarma, caos…y susto. Emoción cuya importancia como factor de salud o padecimientos, atraviesa nuestra historia.

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Marco Augusto QuiroaCofrade, 1968Técnica mixta184 cm x 122 cm Colección John Gody.

Quiroa era un artista, escritor, publicista multifacético. En sus diferentes etapas artísticas trabajó con varios medios y estilos. El Cofrade, título de esta obra, interpreta a un personaje con la autoridad que asigna su sabiduría en las comunidades mayas, es el que conserva y dirige los ritos, ceremonias y celebraciones vinculadas con la cosmogonía ancestral, símbolo de identidad, pero también actúa en la vida civil.

La cofradía es una organización que toma su voz en la historia remota, atraviesa la época colonial y pervive en el presente. Tanto el medio matérico que usa el artista así como la paleta acotada le confieren al personaje la simbología de su rango.

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Antonio PichilláOfrenda, 2016Óleo sobre tela quemada con fuego 44 cm x 30 cm Propiedad del artista

Su obra está ligada a la cultura maya-tz’utujil a la que pertenece, la cual se hace presente en la obra por medio de distintos elementos que nos hablan de los conocimientos ancestrales heredados.

Mediante el trabajo con elementos sagrados como lo es el fuego, Pichillá nos habla del poder de éstos en la cultura indígena tz’utujil. El artista cita toda la cosmovisión que envuelve su cotidiano.

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Vaso con escena palaciegaPeríodo Clásico Tardío. 768 d.C. – 800 d.C.Tikal, PeténCerámica polícroma. 16 cm x 10 cmColección Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

En una de las cámaras de la parte alta del Templo 5D-46 en Mundo Perdido, Tikal fue descubierta la tumba de una joven mujer a quien se le ofrendó este extraordinario vaso junto con delicados objetos tallados en concha. Es probable que la identidad de la joven sea la protagonista de la escena pintada en el vaso, la esposa de Yax Nuun Ayiin II, 29º gobernante de Tikal, quien entrega al rey una máscara previo a la realización de una ceremonia.

La calidad artística de este vaso la hace una obra maestra del arte maya Clásico en donde predomina de manera notable el trazo de la figura humana sobre el fondo oscuro, así como los detalles del diseño de flores en el extenso huipil que porta la señora.

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Vicente CurruchicheCasamiento, 1998Óleo sobre tela75 cm x 89 cmColección Fundación Paiz

Curruchiche, cuyo padre fue artista también, nació en San Juan Comalapa, creció observando y experimentando con los colores y los temas de su entorno. La mirada pausada del artista sobre una escena que celebra una boda nos presenta en distintos planos una historia completa de una tradición importante para la comunidad y representa a los personajes que toman parte en diferentes roles. El artista murió en 1988 sin saber que su obra había ganado el Glifo de Oro en la Categoría Libre General de la VI Bienal de Arte Paiz.

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Vaso del danzarínPeríodo Clásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.Altar de sacrificios, PeténCerámica polícroma.16.8 cm x 11.6 cm.Colección Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

El trazo ligero y suelto con que fue pintada la escena en este vaso expresa la elegante ejecución de una danza ritual, en donde cada personaje adopta un aspecto animal o sobrenatural. Dentro del pensamiento maya esta era una capacidad de transformación que cada persona poseía y se manifestaba a través del “way” o espíritu acompañante.

Probablemente la famosa escena pintada en el vaso sea una visión onírica del artista con la intensión de plasmar el éxtasis alcanzado por la ingesta de alguna sustancia alucinógena consumida en algunas ceremonias de la corte real.


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Ocarina antropomorfaPeríodo Clásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.Tierras AltasCerámica moldeada9.6 cm x 10.3 cm x 4.4 cm.Colección Museo Miraflores

Instrumento musical de viento con tres cámaras de resonancia globulares. Tiene la representación de un personaje antropomorfo con mecapal y su carga a su espalda. Las ocarinas se utilizaban como silbatos, para producir música o imitar los sonidos de algunos animales.


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Marilyn BororXUL. Diccionario de objetos olvidados (selección), 2016Impresión digital sobre papelDimensiones variablesPropiedad de la artista

Esta pieza es parte de una colección de 53 objetos que pertenecían a la vida cotidiana de la artista mientras vivía en su pueblo San Juan Sacatepéquez, la fotografía es difusa pues al migrar a la ciudad dejó varios objetos que pertenecían al pensamiento y vida indígena rural. Estos objetos se resisten al olvido de muchos indígenas que deben migrar a la ciudad por diversas razones y nos recuerdan las raíces que tenemos en la montaña.

EL MAÍZEl mito de los hombres hechos de maíz narra el origen de los seres humanos.

Popol Vuj nos cuenta que los dioses creadores tomaron maíz y lo convirtieron en sangre para crear a las personas. La abuela Ixmucané – diosa creadora, abuela de Hunahpu y Xbalanque – molió el maíz amarillo y el blanco nueve veces (nueve meses de gestación) y así se esculpieron las extremidades y los músculos.

Cuando se les proporcionó la vista a los Hombres de Maíz, los Dioses decidieron que debían ver menos que los dioses. Por eso los ojos solo ven de cerca.

Esta parte de la exposición se ocupa de la relación de los pueblos con las plantas y los animales. Esta relación es importante por el sustento que significa el alimento y la relación sagrada con la tierra. El maíz será la fuente principal de vida, ya que ese grano es el que constituye el cuerpo humano.

Ver de cerca

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E X P O S I C I Ó N : F O R M A S D E V E R V E R D E C E R C A : E L M A Í Z

Dios con mazorcasPeríodo Clásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.AltiplanoCerámica modelada27 cm x 23 cm y 15.5 cmColección Museo Popol Vuh

Esta pieza es la tapadera de una urna funeraria. Representa a un dios viejo o dios sol al que le salen dos mazorcas de maíz de sus axilas. Secciones de la urna están pintadas de rojo, un color que se asocia al sol y el renacimiento y tiene relación al tema de la muerte pues para los Mayas al morir, emprendían el camino a otra vida. Esta urna debió contener los huesos de algún personaje importante de la región en mención. La tradición de colocar enterramientos en urnas es común durante esta época en la zona de altiplano y costa sur.

Número de Registro: MVP 0103

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Edgar CalelUlef - Tzamiy-Jichchan -tierra -cabello de maíz tierno-peine (díptico), 2019Registro fotográfico de vida-acción-performance90 cm x 61 cmPropiedad del artista

Estas fotos fueron tomadas en las siembras de una comunidad guaraní, ubicada en el estado de Mato Grosso en Brasil. Son el registro del momento en el cual Edgar Calel estuvo compartiendo esta comunidad. El vínculo con la comunidad fue el artista brasileño Paulo Nazaret quien le obsequió a Calel un peine y le relató cómo sus ancestros afrodescendientes los tallaban para cuidar su cabello.

La obra surge a partir de conversaciones en las que Calel habla sobre su pueblo Kaqchikel, sobre la importancia del maíz como fuente de alimento, y también sobre la manera en que míticamente constituye el cuerpo de los seres humanos, según el Popol Vuj.

La pieza es una asociación de la mezcla de diálogos entre comunidades indígenas en Brasil, lo afro, el maíz como alimento, elementos y procesos de su cultivo, de ello viene toda esa mezcla de imágenes: el cabello del maíz tierno y la tierra roja, la comunidad guaraní y el paisaje.

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Plato con escena del dios del maíz danzanteClásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.Uaxactún, PeténCerámica7.7 cm x 35.2 cmColección Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

Este plato polícromo fue encontrado en una tumba de uno de los palacios de Uaxactún. Es un típico ejemplar de la cerámica conocida como “bailarín de Tikal”, caracterizada por el uso de colores rojo y negro sobre un fondo anaranjado.

El protagonista es el joven dios del maíz quien extiende sus brazos, gesticula con las manos e inclina los pies en la conocida ejecución de la “danza de renacimiento”. Es una escena mítica llena de vitalidad que conmemora la resurrección del dios, oportuna para acompañar al difunto al que le fue dedicada la ofrenda.


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Rafael Rodríguez PadillaEl Tamal,1912Oleo sobre tela40 cm x 50 cmColección Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida

Rafael Rodriguez Padilla es un pintor guatemalteco de principios del siglo XX que fue parte del grupo fundador de la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Su viaje a Madrid en 1910 marcaría su técnica por la influencia de algunos pintores europeos. Su pintura se enriqueció de colores.

El Tamal fue pintado durante estos años en España, resaltando quizás una nostalgia por Guatemala y sus comidas tradicionales. La manera como se trata un tema como el tamal de maíz, que aparece en las manifestaciones artísticas de Guatemala desde hace siglos, es desde un estilo impresionista que trabajaba Rodriguez Padilla en estos años.

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Vaso de los remerosPeríodo Clásico Tardío. 600 d.C. – 900 d.C.Tierras Bajas.Cerámica polícroma22.5 cm x 10 cmColección Museo Popol Vuh

Este vaso presenta tres escenas que se relacionan con los ciclos del mito del Dios del Maíz. Además, los jeroglíficos indican que el mismo se usó para tomar bebidas preparadas con cacao. En la primera escena el Dios del Maíz se acompaña de dos bellas mujeres. En la segunda, navega en una canoa conducido por los Dioses Remeros. La tercera escena muestra al Dios del Maíz transformado en un bebé que sale de la boca de una serpiente acuática. Este vaso contiene mucha información sobre los mitos mayas de la creación y su relación con el Dios del Maíz.

Núm

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Jaguar con mazorca o cacaoPeríodo Preclásico. 300 a.C. – 200 d.C.Kaminaljuyu o Costa del PacíficoPiedra de basalto92.5 cm x 17 cmColección Museo Popol Vuh

Monumento de basalto representando a un jaguar sentado en un trono. En la cabeza lleva lo que podría ser una mazorca de maíz o una pocha de cacao abierta. Ambos productos fueron muy importantes para los mayas. El jaguar fue un personaje poderoso en la historia del mundo antiguo. Se cree que este tipo de monumentos eran fáciles de transportar y se usaban en varias ceremonias.

Número de Registro: MPV 0599

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Guillermo Grajeda MenaLa Conquista, boceto para mural, 1957Lápiz y crayón sobre cartoncillo.102 cm x 60 cmColección Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida

Este boceto para el Mural La Conquista, ubicado en el Palacio Municipal de la Ciudad de Guatemala, nos narra una parte de la historia del país. En este mural encontramos dos escenas. A la derecha se encuentra la imposición de una religión por parte de un sacerdote a un indígena, por medio de un rosario. A la izquierda se muestra a una mujer indígena entregar un impuesto en granos de maíz a un soldado español.

La forma cómo se representan las figuras humanas en esta escena toma como referencia los murales, las estelas y los códices. Tanto el grano como las representaciones del sol y la luna tienen una influencia fuerte de la manera como se encuentran en las imágenes desde la antigüedad maya.

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Enrique Anleu DíazVucúb Caquix, fecha desconocidaTinta sobre papel51 cm x 69 cm Colección John Gody

Artista multifacético, profundizó en las historias milenarias y las replanteó en diferentes medios. En este caso, el tema es el personaje de Vucub Caquix, representado como un ave mítica, cuyo rasgo primordial dícese que era la “vanagloria”, la jactancia. El final no podría ser otro que el de la destrucción.

CuraduríaGabriel Rodríguez, Lucrecia Cofiño y Marilyn Boror.

Programa EducativoMaria Denisse Vásquez

Apoyo académicoBárbara Arroyo

Material AudiovisualJose Wolff

Edición de textosVania Vargas

Diseño y diagramaciónLuis Aviles y Felipe López

IlustracionesLuis Chalí - Maya Cómic

CoordinaciónBlanca Tríquez, Vivian Marroquín y Djassmin Morales

DirecciónAida Bocock

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