Sedipak Primavera 2012

Catequistas construyendo su formación

Nuevos enfoques educativos con una mirada catequética

En  nuestra  formación  de  Catequista  es  necesario  asumir  dos  aportes  que  las  ciencias  de  la  educación  han  venido  planteando:   APRENDER   A   APRENDER   Y   APRENDER  COLABORANDO.

Somos seres aprendientes

APRENDER A APRENDER, APRENDER COLABORANDO

En lo primero hablamos de un aprendizaje más en línea autogestiva, es decir, hacer por uno mismo lo que se propone partiendo del propio potencial; somos seres aprendientes, somos seres aprendientes, algunos han dicho refiriéndose al concepto de metagognición (que lo abordaremos más adelante pero que bien se aplica al tema en cuestión), que tenemos “una posibilidad genética en nuestro organismo, que nos permite ser conscientes de los procesos que seguimos para aprender de manera autónoma y autoregulada generando nuevos conocimientos”.

Hacer por uno mismo lo

que se propone

partiendo del propio

potencial.

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Aprendemos lo que nos hace sentido

También aprendemos a través de lo que nos hace sentido, lo que nos significa; no olvidemos que tenemos mente selectiva, aprendemos lo que toca la vida, lo que se relaciona con nuestro entorno, historia, intereses, búsquedas...

Aprender autogestiva y significativamente nos lleva a creer que somos capaces de desarrollar por nosotros mismos aprendizajes que nos hacen ser competentes en cualquier ámbito en el que nos encontremos, fomentar esta posibilidad de aprender implica asumir que somos protagonistas de nuestra propia formación en términos de participación, acción, creación, reflexión y colaboración con el otro.

Esta forma de aprender requiere nuestra participación o intervención activa, supone que la mayor parte de la responsabilidad del aprendizaje recae en nosotros mismos, puesto que debemos tomar decisiones y fortalecer nuestra capacidad para resolver los problemas y situaciones que enfrentemos en cualquier momento del proceso, implica un compromiso para realizar las tareas y cumplir con las metas.

Somos protagonistas de nuestra propia

formación

Lo autogestivo no se contrapone a lo colaborativo Lo autogestivo de ninguna manera excluye o se contrapone a lo colaborativo, me atrevería a decir que sin la socialización simplemente estaríamos no aprendiendo en el sentido rico de la palabra. El conocimiento está en todos, somos parte de la inteligencia colectiva; declarando lo que cada uno tiene creamos un nuevo conocimiento y todos nos beneficiamos de ello; el diálogo con los otro nos ayuda aún a explicitar aquello que está dentro de nosotros y que nos cuesta verbalizar, la socialización permite la explosión de saberes personales que al juntarse con la palabra y el entendimiento del otro genera un ciclo continúo de creación del conocimiento.

La confianza abre al diálogo, generando conocimiento.

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Un Mensaje siempre nuevo

Reproducción de esquemas tradicionales opacan el espíritu vivo del Mensaje.

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Entrar en la dinámica de aprender aprender y aprender colaborando nos lleva tocar nuestros límites en la catequesis, a veces tan llena de reproducción de esquemas educativos tradicionales en donde lo que menos se tiene es diálogo; el monólogo del catequista que se ha creído que es el que enseña, no permite fluir el Mensaje de por sí dinámico de la Palabra creadora, innovadora, siempre nueva.

Desafortunadamente encontramos muchos ejemplos de mediaciones verticalistas, en donde solo nuestra palabra de catequistas es la que cuenta, nos llegamos a creer que somos expertos conductores y que el otro solo tiene que escuchar y asentir aunque no esté de acuerdo; nuestro discurso lleno de palabrerías y no de Mensaje (con M mayúscula a propósito) hace incomprensible lo que también para nosotros mismos lo es, justificando que lo transmitido en un mensaje escondido, apto para unos cuantos iluminados.

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La Buena Noticia nos fue transmitida en diálogo, con ejemplos, partiendo de la situación personal y de la contextualización de los que lo escuchaban, veamos los Evangelios, Jesús suscita diálogo, genera preguntas, cuestiona, construye con el otro y deja en libertad.

Por lo tanto catequista, hay que abrirnos con sencillez a cuestionar nuestra práctica catequística, podemos comenzar fijándonos personalmente si soy capaz de ser autogestivo de mi propio aprendizaje porque si hemos aprendido a ser responsables del propio aprendizaje estaremos e condiciones de ser mutuamente responsables del aprendizaje de los otros…

Hna. Gladys De la Cruz Castañón Hermana Catequista de Jesús Crucificado. Primavera 2012

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