castro et al. 1996. teoria de la practicas sociales

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Complutuní Extra, 6(11), 1996: 35-48 TEORÍA DE LAS PRACTICAS SOCIALES Pedro V Castro *, Robert fE C’hapman* t Sylvia Gui Suriñach *, Vicente Luil t Rafael Micó Pérez *, Cristina Rl/nt cte Herrada 1’, Roberto Risch “<, KL a Encarno Sana/neja YlI * RcsuAe¿.- Este artículo esboza una teoría da las sociedades humanas basada en el concepto de prácticas sociales. Estcts pueden entenderse canto socio-parentales, socio-económicas y socio—politicas. y se concibe,: canto acontecimie,mtos reales que involucran mujeres, hombres y condiciones materiales. Nuestra propuesta ¡rata de conformar una ,‘ío marxista y materialista para acceder a una definición objetiva de las formas histó- ricas de distancia social establecidas tanto en el ámbito ecónomica (disimetría social) como en el sexual <diferenciación sexual). La aplicación arqíteológica de dicha propuesta requiere la definición de una serie de conceptos <‘artefacto, arteuso, circundato, área de actividad, lugar y espacios sociales, tramas, ezmtre otros,) y su articulación en un esquema metodológico. Las últimas páginas de este trabajo se destinan a este objetivo, e incluyen, adensás, un ejenmplo ilustrativo. Aasm4cr.- Tuuis paper outlines a theoo’ of human societies based an tIme concepí of social practices. These are divided bito socio-parental, socio-economic and socio-politic, andl are conceived os real events that invol- ve woníen, mcl: and materials. Omw proposal ¡hes to put fors4’ard a níarxist ami n,aterialistic wav iii arder to grasp an objetive defi,tition of the historic fornís of social disrance in ihe economic danzain (social assvnzeuy.) as well os iii the sexual 01w (sexual differentiaíion,). The archaeological application of this proposal needs rhe dejhmition of severa 1 concepts <‘artefact, arteuso, circundoto, activitv oreo, social places, social spaces, among others) rhat have to be articulated Puto a forníal methodology. The last pages follow ihis ami including, also, al: illustrati,’e exaníple. Piz..’taius CM¡r: Arqucologia, Prácticas socictíes, Disimetría social, D (Ierenciación sexual. Km Wonns.- Archaeology. Social practices. Social assvmetrv, Sexual di/j’6eí:¡iarion. 1. LAS PRACTICAS SOCIALES Las sociedades humanas son aglomerados de interés conformados por hombres y mujeres (agentes sociales) y las condiciones materiales en las que viven (mundo de los objetos). Hombres, mujeres y condiciones materiales integran las condiciones ob- jetivas de la vida socialí. Los acontecimientos que ponen en relación estas tres categorías objetivas constituyen las prácticas sociales, las cuales plasman en un sentido concreto toda la combinatoria poten- cialmente ilimitada entre las tres condiciones objeti- vas de la vida social. Las prácticas sociales, al gestar, formar o mantener mujeres, hombres y condiciones materiales, proponen también su articulación y esta- blecen de este modo las reglas del juego social, un * Departarneuit d’Histório de les Societats Pre-capitalistes Bellatena (Barcelona). A Manolo juego siempre mediatizado por las propias condicio- nes objetivas.va que sin ellas nunca seria posible. Dado que las sociedades humanas se asien- tan y definen a partir de determinadas prácticas so- ciales. sólo “son” en cuanto a dichas prácticas. Así pucs, las prácticas sociales, en tanto acontecimientos materiales, constituyen la realidad social, que adqui- rirá diferentes expresiones según el entramado de aquéllas. Las prácticas sociales pueden pertenecer a tres esferas: parental, económica y política. La pri- mera garantiza la generación, mantenimiento y for- mación de hombres y mujeres, la segunda la produc- ción de las condiciones materiales para la vida social y, la tercera, la creación de categorías sociales que trascienden la condición sexual. Así pues. constitu- ven el universo mareo de la definición social, orien- tándose a la reproducción del gmpo en el umbral de la vida, de las condiciones materiales y de la vida so- d’Antropoíogia Social. Universitat Atitónorna. Bdifici 13. 08193 •~ Departiaetit of Archaeologx. Uííivcrsity of Reading. Reoding RGÚ 2AA. Reiíío Unido.

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Page 1: Castro Et Al. 1996. Teoria de La Practicas Sociales

Complutuní Extra, 6(11), 1996: 35-48

TEORÍA DE LAS PRACTICAS SOCIALES

Pedro V Castro*, RobertfE C’hapman* t SylviaGui Suriñach*, VicenteLuiltRafaelMicóPérez*, CristinaRl/ntcteHerrada1’, RobertoRisch“<, KL a EncarnoSana/nejaYlI *

RcsuAe¿.-Este artículoesbozauna teoría da las sociedades humanas basada en el concepto de prácticassociales.Estcts pueden entenderse canto socio-parentales, socio-económicas y socio—politicas. y se concibe,:canto acontecimie,mtosreales que involucran mujeres, hombres y condicionesmateriales.Nuestra propuesta¡rata de conformar una ,‘ío marxista y materialistapara acceder a una definición objetiva de lasformas histó-ricas de distancia social establecidas tanto en el ámbito ecónomica(disimetría social) como en el sexual<diferenciaciónsexual). La aplicación arqíteológica de dicha propuesta requiere la definición de una serie deconceptos<‘artefacto, arteuso, circundato, área de actividad, lugar y espaciossociales, tramas, ezmtre otros,) ysu articulaciónen un esquemametodológico.Lasúltimaspáginas de este trabajo se destinan a este objetivo, eincluyen, adensás, un ejenmplo ilustrativo.

Aasm4cr.-Tuuis paper outlinesa theoo’ ofhuman societiesbased an tIme concepí of socialpractices. Theseare divided bito socio-parental,socio-economicand socio-politic, andl are conceived os real events that invol-ve woníen,mcl: and materials.Omw proposal¡hes to put fors4’ard a níarxist ami n,aterialistic wav iii arder tograsp an objetivedefi,tition ofthe historic fornís of social disrance in ihe economic danzain (social assvnzeuy.)as well os iii the sexual 01w (sexual differentiaíion,). The archaeological application ofthisproposalneedsrhedejhmitionof severa1 concepts<‘artefact, arteuso,circundoto,activitv oreo, socialplaces, social spaces, amongothers) rhat haveto be articulatedPuto a forníal methodology. The last pagesfollow ihis ami including, also,al: illustrati,’e exaníple.

Piz..’taius CM¡r: Arqucologia,Prácticas socictíes,Disimetríasocial, D(Ierenciación sexual.

Km Wonns.-Archaeology.Socialpractices.Socialassvmetrv,Sexual di/j’6eí:¡iarion.

1. LAS PRACTICAS SOCIALES

Las sociedadeshumanasson aglomeradosde interés conformadospor hombres y mujeres(agentessociales)y las condicionesmaterialesen lasqueviven (mundode los objetos). Hombres,mujeresy condicionesmaterialesintegranlas condicionesob-jetivas de la vida socialí. Los acontecimientosqueponen en relación estas tres categoríasobjetivasconstituyenlasprácticassociales,las cualesplasmanen un sentidoconcreto toda la combinatoriapoten-cialmenteilimitada entre las trescondicionesobjeti-vas de la vida social. Lasprácticassociales,al gestar,formar o mantenermujeres, hombresy condicionesmateriales,proponentambién su articulación y esta-blecen de este modo las reglasdel juego social, un

* Departarneuitd’Histório de les SocietatsPre-capitalistesBellatena(Barcelona).

A Manolo juego siempremediatizadopor las propiascondicio-nesobjetivas.vaque sinellas nuncaseriaposible.

Dadoque las sociedadeshumanasse asien-tan y definena partir de determinadasprácticasso-ciales. sólo “son” en cuantoa dichasprácticas.Asípucs, las prácticassociales,en tanto acontecimientosmateriales,constituyenla realidadsocial, que adqui-rirá diferentesexpresionessegún el entramadodeaquéllas.Las prácticassocialespuedenperteneceratres esferas:parental,económicay política. La pri-meragarantizala generación,mantenimientoy for-maciónde hombresy mujeres,la segundala produc-ción de las condicionesmaterialesparala vida socialy, la tercera,la creaciónde categoríassocialesquetrasciendenla condición sexual. Así pues. constitu-ven el universomareode la definición social, orien-tándosea la reproduccióndel gmpoen el umbral dela vida, delas condicionesmaterialesy de la vida so-

d’AntropoíogiaSocial.UniversitatAtitónorna.Bdifici 13. 08193

•~ Departiaetitof Archaeologx.Uííivcrsityof Reading.ReodingRGÚ 2AA. ReiííoUnido.

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cial. La definición pormenorizadade cada tina deellasse realizarámásadelante.

Hemos señaladoque en las prácticassocia-les se articulanlas tres condicionesobjetivas en di-versasdisposiciones.Los agentessociales,hombresy

mujeres, protagonistasde toda práctica, participandesdeposicionesqtíe sólo excepcionalmentecabriacalificar de igualdad. Aunque sólo seapor la expe-riencia históricaque nosha tocadovivir, preferimosenfocarla cuestióndesdeel conceptodedistanciaso-cial en lugar departir del de ‘igualdad’~. máspróxi-mo a la excepciónque a la regla. En el campose-niántico de distancia social se incluyen los factoresqueexpresan(1) las dishnetriassociales (2) la di-ferenciaciónsextíal como socializacióndela diferen-cta sexual. La disimetría social es sinónimo de ex-plotación económicay ocurre cuandoel consumo.tíso, disfníte o control de las condicionesmaterialeses efectuadopor agentesajenosen todo o en parteaquienesse encargaronde su producciónv/o manteni-miento sin ofrecer contrapartidas.La disimetría so-cial puedeproducirseentreclases,gmposde edady/osexosy establecersea nivel inter o intragrupal. Seconsolidaen el seno de las prácticassocio-políticas,aunquese fragñeen el seno de las actividadeseconó-micas o en los procesosde trabajo implicados etíellas.La confusiónentreemergenciay consolidaciónha sidocomúnentrequieneshanconsideradola apa-rición de la jerarquizaciónsocial y del Estadocomoconsecuenciade la adopcióndc nuevasformaseco-nómicas,como la agriculturade regadío,el policulti-vo mediterráneoo el intercambioa cortao largadis-tancia2. Desdeestaperspectiva,la complejidadde lasestrategiasde subsistenciahabríapropiciadoel surgi-mientode individuosy gruposprogresivamentedes-vinculadosde la produccióndirecta. quepasaríanadesempeñarfuncionesde gestióno control de carác-ter general.Ello les habríapermitidoasumirunapo-sicióncadavez másdestacada,traducidaen el accesoprivilegiado a una serie de bienesy servicios. Esta

argumentación.de amplio ecoen las cienciassocia-les, asumeunoslazosde necesidadque no sonen ab-soluto evidentes.En particular,esprecisoobjetarquede la división del trabajorequeridaen determinadasestrategiasde subsistenciano se deduceen modoal-guno la desigualdaden el consumo/disfrutede loproducido.Debequedarclaraqueestadesigualdadessiempreuna decisión unilateral de carácterpolíticoenraizadaen unascondicionesmaterialesdadas,querequiere.a menudo.de la coerciónfisica paramatíte-ner la coordinaciónde los procesosde trabajo y ladistribucióndiferencialde lo producido.

En lo referetítea la diferenciasexual. restíl-ta evidenteque la prerrogativade las mujerescomo

productorasde nuevosindividuos marcaunadiferen-cia crucial respectoa los hombres.Sin embargo,estehecho,que inaugurael mundodc lo parental.no ten-dría por quéestablecerdisimetríassocialesde parti-da, si éstasno quedasenpotenciadaspor medio deprácticassocio-políticas destinadasa tal fin. Estaspuedenconvem’tir la diferenciasexual en diferencia-clon sex-ual, una condición social según la cual lamujer, fuerza productivay medio de producciónalmismo tiempo.es susceptiblede serexplotadapor losagentesimproductivos.En estecaso,la diferenciase-xual no es únicamentebiológica, sino que tambiénessocial. La categoríade diferenciaciónsexual implicala noción deexplotacióny se sitúaal mismo nivel delas restantesdisimetríassociales. La diferenciaciónsexualejercidasobre las mujeresen cuantoa supo-tencial reproductivo(gestación.amamantamiento)haacostumbradoa extendersea otros ámbitosde prácti-cassocio-parentales(formación de la descendenciax’cuidadodc la unidad parental). No obstante,al tra-tarseahora de actividadeslibres en principio de de-terminantesbiológicos,se abre la posibilidadde quesean agentesmasculinosquienespadezcanla dife-renciación sexual. Tan sólo en esta eventualidad.imaginableperode la cual no teilemosnoticia algu-na,serianhombresquienesocupasenla posiciónmásdesfavorecidaen estetipo dedistanciasocial.

Las formas de distancia social, a menudososlayadas,deber quedarenunciadasexplícitamentepara evitar el olvido que acompañaa mentido a laomisión,seaéstaconscienteo no. En estesentido, lapresenciaen el planode los discursoso de las repre-sentacionesde sólo utia de las dos categoríasdeagentessociales(mujeresy/o hombres)o. en ocasio-nes, de un sectorrestringidode ellos. conlíevala dis-críminación total o parcial de los/as restantes.Encontrade esta actitud tan habitual en la Academiay

en muchosotros ámbitosde nuestrasociedad,la in-vestigaciónarqueológicasobre la distanciasocialde-be serenfocadapara denunciar/desocultarlas estra-tegias de afianzamientoen términosde explotación,opresióno ejercicio de la violencia, tantofisica comosimbólica, así como las posiblesiniciativas de resis-tencia.

Como categoríasdc análisis arqueológico,las condicioííesobjetivasde la vida social poseenunclarocontenidomaterial que facilita su constataciónempirica.Desdeel pitnto de vista arqueológicopode-nios contarconhombres.mujeresy condicionesma-terialesenun soporteftsico, cuyadisposiciónpermi-tirá definir espaciossociales(inji-a). Por ello, la ar-queologíase encuentraen unaposiciónprivilegiada.en tanto quesu aproximacióna las condicionesobje-tivas dela vida social es directao deprimeramano,y

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no se producemediatizadapor los textosescritos nipor las declaracionesoralesde los propioshombresy

mujeres. En ambos casosconstituyen referentesdesignificación y. como tales,intermediariosde la rea-lidad material quepretendensignificar. Másadelanteesbozaremoslas directricesen las cualespodríaarti-cularse una investigaciónarqueológicade la distan-cia social.

2. LAS PRACTICASSOCIO-PARENTALES

La esferade prácticassocio-parentalesaglu-tina las actividadesdestinadasa la gestación,al ama-mantamiento,a la realizaciónde aquellastareasrela-cionadascon el mantenimientode la fuerzade traba-jo de unacomunidad(enparticular,de aquellosindi-viduosque. por impedimentosftsicos, son incapacesdevalerseporsí mismostemporalo permanentemen-te. como niños-as, enfermas-os.heridos-as)y a laformaciónde niñosy niñas en tanto que hombres y

mujeresen lo queconstituyela primerasocializaciónde la condiciónsexual.Además.hablaremosde prác-ticas socio-parentalescuandodichasactividadesten-gan como protagonistasa las mujeresy/o hombresvinculadospor lazosde consanguineidado afinidad.En cambio, si las actividadesenumeradasse hallanrealizadaspor otros individuos, seránconsideradascomo resultantesdeunaprácticapolítica. Asi. la ali-mentacióny etmidadode unacriaturapor partede sumadrey/o padreconstituyeun claroejemplodeprác-tica parental,mientrasque si talescuidadosson su-ministradosen un hospital o en un orfanatoconsti-tuiránprácticaspolíticas.Por lo general,las prácticassocio-parentalesse hallan en función deotras prácti-casquetrasciendenesteámbito (mfra).

Lasprácticassocio-parentalespuedenreque-rir mediosnaturalesy/o implementos.La producciónde estosúltimos no atañea estaesferade prácticas,sino a las económicas.Los procesosmedianteloscualesse obtieneel alimento sondistintosde la ac-ción de suministrarlosa un hijo. Los primerosentranen lo económico(desdela obtenciónde ingredienteshastasucocinado),la segunda,en lo parental.El he-cho de quemuchasprácticassocio-parentalesimpli-quensóloenergíay órganoscorporalesha favorecidoel que seanconsideradas“naturales” y, por tanto,ajenasa la vida social (gestar,parir, amamantar.líe-var un niño en brazos,despiojar.dar la comida,se-gregar los individuos fallecidosdel espacioqueocu-pan las personasvivas, aplicar remedioscurativos,etc.). La “naturalización” de dichas prácticassueleserun actodiscursivode orientaciónpolítica quefor-

mapartedeestrategiasdediscriminacióntendentesadistanciarsocialmentea las mujeres u hombresquelas realizan.

Las prácticas socio-parentales no engendrancondicionesmateriales(véase i¡3fra prácticassocio-económicas),sinoagentessociales,hombresy muje-res, susceptiblesde asumir identidad social tras lamediaciónde prácticassocio-políticas.Por su papelcrucialenla reproduccióndel grupo,las prácticasso-cio-parentalesposibilitan la producciónbásica.Mu-jeresy hombresresultanimprescindiblesparaprodu-cir vida. La disimetríaentreambosresideno sólo enel lugar que ocupanen dicha produccionbásicadevida sinoenotros factores3.

Las posibilidadesde generarvida por partedeun grupo aumentanproporcionalmentedeacuerdocon el númerode mujeresque lo integran.En cam-bio, bastala presenciade un único agentemasculinopara lograr la reproducciónbiológica del grupo. Elpapel de los hombresen dichareproducciónterminaallí dondeempieza,en la cópula. Sin embargo,el dela mujer se extiendecomo minimo hastaque la vidacobra formaautónoma.

Deesteprocesoreproductivo que tiene comoprotagonistasa las mujeres,los hombresestán“bio-lógicamentealienados”.La preocupaciónde éstosnoconcierneal estadode la ~‘idasocial engendrada.sinoa su supervivienciaindividual. Puestoque a hanrealizadosu función, resultaninútiles enla gestacióny puedenalienarsedel mantenimientodela ~‘idahas-ta queésta sea autónoma.Dadoque el papel de loshombresen la reproducciónpuedeser asumidoporun único individuo, pareceevidenteque la vida so-cial en susorigenesno debíarequerirun agregadodehombrespara reproducirse,sino que sólo bastarialaaportaciónseminalaleatoriade uno de ellos y en unmomentodado.Los hombrespodríansermantenidospor un colectivo social (formado mayoritariamentepor mujeres) mientras cumpliesen exclusivamenteesafunción. Al no formar partede la gestiónde la vi-da, su papelsocial sólo existiría en cuantoindividuomasculinoen competicióncon otros que potencial-mentepudieranasumir esemismo papel. Los hom-bres,parasobrevivirindividualmentey dadoquesóloeran necesariossocialmenteen momentospuntuales,necesitabancompetircon los demásmiembrosde susexo con el objetivo de buscar su lugar social. Enotras palabras,se ubicabansocialmentemediantesuafirmación individual. Por tanto, el sexo masculinoestá socio-biológicamentecondicionadopara repro-ducirsecompitiendo con sus semejantes.Estas ar-massocialesdeterminadasbiológicamenteseráncon-sustancialesa su sexoy, por su incapacidadde pro-ducir vida. se dirigirán a su vez sobreel colectivo

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que la gestionaa la búsquedade un lugar en ella, unlugar que, de no mediarpensamientosocial, sólo ad-mite dominiodesu gestión.

Las mujeres.en cantio, reproducenvidamantienenel estadode la misma generandovida so-cial hastaque los individuos gestados,al margendesu sexo. son autosuficientes.Esa situación generadapor las mujeresal mantenerla vida de los agentesso-ciales constituyeel primer ejemplo de grupo social.Al estarintegradopor mujeresautónomaspreocupa-daspor la vida social, en tantoqueéstaconstituyesupropia vida, mantendrány cuidaránoportunamenteel númerodehombresnecesarioparala germinacióndevida.

Estavida social quehemosimaginadocomomadrede todas las vidas está fuertementecondicio-nadapor el papel biológico de ambossexos.Dichopapelha armadosocialmentea los hombres ~‘ a lasmujeresen direccionesopuestas.auspiciandoque lasmujeresse autoafirmenencuantoa personassocialesy que los hombreslo hagancomo individuos a labúsquedade un inciertopapelenunasociedaddondesu intervenciónestárestringidaa un cometido pun-tual e intercambiabley que los ha armadopara lacompeticióncomo medio de reclamarloo imponerlo.La agresividadno se debeexclusivamentea causasbiológicas. sino que ha resultadoser una estrategiade reproducción individual necesariapara el sexomasculino.Por el contrario, la situaciónbiológica ysocial de la mujer.al no partirdela afirmacióncomopersonaen competicióncon otras,ha presupuestoundesarmefrente a las condicionescoercitivasque elotro sexoha impleinentadoparasobrevivir.

Fuera del umbral de estascondiciones,quedejande serbiológicasen cuantose manifiestanso-ciales. algunassociedadeshan articuladoformasderelaciónentrelos sexosquemantienenlos papelesdedominadores/dominadas,pero que reclaman condi-cionesde“igualdad” para los ámbitosajenosa la re-produccióny al mantenimientode la ~‘ida,dandolu-gar a un modelo social no sexuadopero creado aimageny semejanzadel modelode dominio masculi-no. Modeloque permitea los hombresreproducirseindividualmentey queaceptaa las mujeresa sumis-mo nivel si, ademásde susfuncionesbiológicas.asti-men esquizofrénicamentela competitividadmasculi-na. Estetipo de sociedadresponde.por tanto, al de-seoy a los interesesde los hombresen su temor pordejar de ser personassocialesy con ello perder losbeneficiosde losquedisfrutan,al volver a serúnica-mentemediospuntualesdeproducciónde i’ida.

La sociedaddel futuro tendríaqueauspiciaruna subversión de los papelesde autoafinnaciónasignadosa hombresy mujeres.Los primerosdebe-

rían autoafirmarsesocial y no sólo imídividualmentey, las mujeres,individual y no sólo socialmente.En

amboscasos. se asumiriany respetaríanlas aliena-cionesde raízbiológica y se evitarianlas de raíz so-cial que, hastael momento,han permitidoel despro-pósito de organizarla vida exclusivamentea partirdc sus trabajadoresno directosque, como talesy apesar de la buenavoluntad que puedanocasional-mentemanifestar,tiendena explotary oprimir a lastrabajadorasdirectasde la i’ida. Sólo así, la vida so-cial dejaráde tenersexo social y recuperaráel sexo

paralos individuos.Este equipo de investigación sospechaque

esemundodeseadode futuro raravez fite vigenteenlas formacioneseconómico-socialesdel pasadoy. portanto, en la mayoría de los casos,considera a lasprácticassocio-parentalescomoactividadesde explo-tación-sumisióny coerción que se establecen,no enel senode la globalidadsocial,sino en suscélulasdereproducción.En el casode quedesdeel ámbitopolí-tico se pretendala igualdadsin valorary asumir elcosto femeninode la reproducción.nos hallaremossiempreanteun simulacroque ocultará la diferenciasexualde partida. Nuestra decisiónde no incluir lasprácticassocio-parentalesen las socio-políticassede-be, pues. a quedebenser investigadaspor separadopara no confundir las situacionesde diferenciaciónsexual(marcadaspor condicionesobjetivas de explo-taciónen la producciónbásicade la vida y quesuelenproducirseen el seno de las prácticassocio-parenta-les) con las situacionesde disimetríasocial promovi-dasmedianteprácticassocio-políticas,las cualespre-suponena lo sumo situacionesde igualdadentrein-dividuos ocultandola explotaciónpropia de la disi-metriasocial.

3. LAS PRACTICASSOCIO-ECONÓMICAS

Las prácticas socio-económicasincluyenaquellasactividadesdestinadasa la obtención,proce-sadoi/o conservaciónde alimentosy a la fabricacióny mantenimientode implementos.cusodestinoorigi-nario se orientó a la satisfacciónde las exigenciasmínimasde la vida social: alimento y cobijo para losagentessociales4.Asi pues.en cuantomateriaobteni-da, aprovechada,tramísformaday/o mantenida, lascondicionesmaterialesu objetos cobran un sentidooriginario en las prácticas socio-económicas.Lasprácticassocio-económicasse establecenentre homn-bresy/o mujerese involucrany diíwensionanel Inun-do de los objetos.Éstosson reconocidosdesdela ar-queología cmi calidad de objetosarqueológicos.que

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comportantres planos de expresiónen cuantoarte-factos,arteusosy circundatosA.

El plano de los artefactospresuponela exis-tenciade materiatransformadaartificialmentey con-vertida en medio instmmentalde las sociedades.Apartir de la investigaciónde su materialidad,obten-dremosinformaciónacercade los procesostáctico-técnicosgraciasa los cualesfueron fabricados.Todoproducto artefactual es en cuanto desempeñaunafunción, es decir, en cuantocobra sentidoen algunade las tresesferasde prácticassociales.Todaactivi-dad destinadaa mantener esa función constituyetambiénuna actividad productiva, por lo que quedaenglobadadentro del dominio de las prácticassocio-económicas.Lavar la ropa. barrerla casa.limpiar lavajilla domésticao afilar un hachasonprácticasso-cio-económicas,en cuanto contribuyena manteneren funcionamientodeterminadosproductos(la ropa,la vivienda,la cerámicao el hacha).Un hachasin fi-lo o un automóvil sin carburante pierden su plano ar-tefactual,a menosque seanre-producidos(recicla-dos), es decir, utilizadosen otra función diferenteala desempeñadaoriginalmente,como,por ejemplo, lareconversióndel hachaen martillo o del automóvilen refugio. Así pues,la esferade lasprácticassocio-económicasincluye el mantenimientode las condi-ciones materialesproducidasy, eventualmente,lasoperacionesnecesariasparasudesecho.Resultacon-veniente recalcar la importancia del mantenimientocomo uno de los momentos de la producción que,desdeestaperspectiva,pasaa dotarsede unadimen-sión que podríamosllamar de continuidad.Así, laproducciónno finalizaa la salidadel taller (comoge-neralmente se tiende a asumir), sino que se prolongahasta la amortización (desecho) del artefacto. Estaconstataciónabretambién la posibilidad de analizarfenómenosde explotacióneconómicafrecuentementepasadospor alto, ya queel mantenimientode los ar-tefactosexige una inversiónde trabajoque. en oca-siones,puedeexcederincluso la que los conformó co-mo tales. Entre estos trabajos figuran en lugar desta-cado las llamadas “labores domésticas” (limpiar, la-var, barrer, etc.), cuyo peso en la actividad económi-ca es a menudo desestimado en favor de la ‘macroe-conomía” (o “economía política”), cuando, en reali-dad, aquéllas son en última instancia parte integrantede la infraestructuradeésta.

El plano de los arteusoshacealusióna ma-teria beneficiadaparael consumoalimentarioo bienmateria apropiadao desechadapara la consecucióíídc artefactos.En el primer caso figuran elementosbotánicos. faunísticoso minerales (granos. frutos.partesde animales,agua o sal). Los segundosse

contextualizadade su matriz geológica(mineral me-tálico,sílex. arcilla) o biológica(troncos,fibrasvege-tales), o bien como residuosde la materiatransfor-madapor la mediacióndeartefactos(escorias.lascas,carbonesde hogares).Si bien los artefactossiemprese encuadrandentrode la categoriade producto,uní-camentelos arteusosde tipo alimentarioy las mate-rias primas destinadasa la fabricaciónde artefactosson susceptiblesde ser incluidos en aquélla. En loque respectaa la producciónalimentaria,sólo se hatenido en cuenta,en general. la obtencióndel pro-duetoprimario,porejemplo la cebadao la carne. Sinembargo,se handejadode lado aquellasactividadesrelacionadas con la transformación del producto (mo-lienda, cocinado, extracción del veneno de la x’uca,despellejamiento, descuartizamiento, etc.) o la con-servación y/o el almacenamiento del mismo (salazón,ahumado,torrefacción), en el que incluimos el con-trol higiénico de los contenedoresparaevitar la pu-trefacción,la acciónde roedoreso insectos,etc.

Finalmente,el plano de los circundatoscon-lleva la presenciade elementosnaturalesconstituti-vos del objeto en cuanto indicadores de las condicio-nes medioambientales del espacionatural. Sin em-bargo, la noción de espacionatural resultaambiguaen lo que respecta a las prácticas sociales. Preferimosutilizar el término de espaciosocial, que constituyela esfera física relacional de la apropiación de la ma-tena por parte de hombres y mujeres. Este conceptointegra de manera dinámica las dimensiones de espa-cío natural y territorio, entendidoéste como la arti-culacióny/o gestión(ordenada/planificadao no) dela materialidadque las prácticassocialesexigen. Elterritorio suponeunaorganizacióndel espaciogene-rada por la reproducción económica y política de ungrupo social, de forma que supone una antropizacióndel espacio natural. El territorio presenta diversas di-mensiones, como mediador de información, espacíode subsistencia y espacio político de cohesión o coer-ción. Por otro lado, el universo simbólico con que lasociedadpercibeel espaciosocialy el espacionaturalconfiguraelpaisajesociat.

Los objetospuedenmanifestarde uno a tresplanos de expresión.En este sentido, los artefactossiemprepresentanlos tres, los arteusossólo dosy loscircundatosexclusivamenteuno. Su estudionos in-formaráde todos los procesosde trabajo implicadosen cada una de las ramasde la producciónque invo-lucran artefactosy arteusos.Además,estainvestiga-ción debesercompletadacon la que conciernea ladisposicióno situación de dichos objetos.Un objetoensu planoartefactualnosestáindicandoquesetra-ta del productode unasprácticaseconómicasespecí-ficas paralas cualeshan intervenidoestrategias.tác-muestrancomo materiaorgánica o inorgánicades-

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ticas y/o técnicas. Sin embargo.dicho objeto comoartefactopttedeindicarnos,en cuantoa su situacióncon respectoa otros objetos,quesu presenciano res-pondeúnicamentea prácticassocio-económicas.sinoquecobrasignificadoen las prácticassocio-políticaso socio-paretitalescomo gestoraso controladorasdelo producido.Al mismo tiempo, la producciónpropiade las prácticassocio-económicasexige saberesso-cialesespecíficamenteimplementadosparala gestióneconómica,cuyoaprendizajetiene lugaren las prác-ticas socio-parentaleso en las socio-políticas.Ade-más, la colonizaciónde las prácticassocio-económi-caspor las socio-políticaspuedellegar a enajenarlacondiciónde quienesparticipanen ellas.ocultandoelvalor de su presenciaen la vida social y su relacióncon las condicionesmaterialesde la existencia.Nosreferimosal fenómenoconocidocomoalienación.

4. LAS PRACTICASSOCIO-POLÍTICAS

Las prácticas socio-politicas son aquellasque. medianteacuerdoso imposiciones.estándesti-nadasa establecerformasde cooperacióno de distan-cia social, tantoen el seno de la reproducciónde losagentessociales(prácticassocio-parentates)como enel de las condicionesmaterialesde la vida social(prácticassocio-económicas).Dichas actividadesin-volucranigualmenteobjetosmateriatesy danun sen-tido especificoa la produccióneconómica,orientán-dola a la consecuciónde unosobjetivosqtme trascien-den tos productosy productores/asconcretos.Dc estamamíera,colonizanlas distintasproduccioneseconó-micasy las reordenany reconviertensegúninteresespolíticosespecíficosqueno existíanpordefiniciónenlas prácticassocio-económicas.

El primer contratosocio-político fue el con-trato sexualentrehombrespara regular la competi-ción masculinay garantizarel control sobre las mu-jeresy sudescendencia.De esteacuerdosurgió la or-ganizaciónfamiliar en cualquierade las formas enque la conocemos.siempreantagónicaa la solidari-dad y cooperacióngrupales.Estase orientó a mitigarla competición masculinapromoviendo un repartomás “democrático” de las mujeresentre los compo-nentesdel grupo de hombres,reduciendola competi-ción periódicaentreéstos y, al mismo tiempo, frag-mentandoel originario grupo de mujeresgermendevida social (es decir, socavandosu resistenciacomogrupo). La primera “paz social” fue, como la “Paxromana”, más bien una tregua impuestadesdeunaposiciónde fuerza. Los modeloshobbesianoy rou-sseauníanohan postuladola idea de un contratoso-

cial entreiguales quedecidenlibrementeo por nece-sidad comúncederpartede su libertad en favor delinterés general.interésquedesdeentoncespasaráaser gestionadopor una institución política. Desdeunaópticadistinta, oponemosque el primer germende institución politica 4to el surgidoentregruposdehombrescon un clarosentidode dominaciónsobreelsexo femneninot

La primera organizaciónpolítica (masculi-na) reorganizóla parentalidadoriginariaimponiendouna nueva(familiar), en la que los hombrespasarona desempeñarun papelcontinuoañadidoal quehastaentoncessc limitaba a su participaciónen la cópula.Regularla competiciónmasculinano significa hacer-la desaparecer,sino rearticularíamedianteotrosme-canismos.A partir de estemomento.la diferenciase-xual fue diferenciación y disimetría sociales, queadoptaronnuevasformasy rumbos a lo largo de lahistoria.Las organizacionespolíticas, institucionali-zadasen mayor o menor grado, aglutinaránindivi-duosprocedentesde distintasunidadesparentalespa-ra la consecuciónde finesvariados.Las institucionesde gobiernoreproducirána menudoel mismo esque-madedominio parentalen cl senodela familia, sóloquea una escalamás amplia. Sin embargo,ambosniveles. parental y político, no son necesariamenteisomorfos.Sus interesespodránllegar a ser contra-puestosen determinadosaspectos.sobre todo con eldesarrollode la división del trabajoy la aparicióndelEstado.Pesea ello, no resultaacertadooponerfami-ha,parentescoo lo que ha dado en llamarse“socie-dadci~-il” versuscl mundodela politica. en tanto es-ferascon orígenesindependientesy naturatezapro-pia conintersecciónen un puntomedio,dadoque lapropia familia fue enorigenunacreaciónfruto de unacuerdopolítico y desdeentoncessiempreha mante-nido abiertaunacapilaridadrespectoa esteámbito.

Vale la penacomentarlo queocurre con laaparicióndel Estado.Este institucionalizólas nuevasfonnasde explotacióneconómicaque se añadieronhistóricamentea la sexual y las mantuvo gracias aluso de la fuerza o a la amenazade dicho uso. Aligual queocurríacon la faníilia, unadecisiónpolíticazanjóel conflicto consolidandounadesigualdad.Su-puso el armisticio, pero no el fin de la lucha. En loeconómicotal y como lo definimos aquí. eí Estadosancionótanto estrategiasde subsistenciaen funcio-namientocomo desigualdadessocialesprevias. Porun lado. potenció o introdtíjo en el ámbito socio-pa-rentalmovimientostendentesa regular(a la alza o ala baja) la reproducciónen tanto generadorade nue-vos/asagentesproductivos.La utopía imaginadaporA. Huxleyen Un 3’ft¡ndo Feliz expresael gradomá-rimo de inten’eiíciónestatalen el control de los mdi-

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viduos, describiendounasituaciónen la que ya no esposible hablarde lo parentalcomo esferadiferencia-da de prácticas. En el plano de las prácticassocio-económicas,el Estadofomentóeventualmentela im-plantaciónde nuevasestrategiasde subsistenciaqueincrementabanla dependenciade las basepoblacio-nal y/o la división del trabajo como estrategiaqueCuera en el mismo sentidode aumentode la depen-dencia individual. El Estado,entendidocomo instru-mentopolíticodela claseeconómicadominante,bus-caránuevasarticulacionesde la baseeconómicaco-mo medio para fortalecereste dominio. La manifes-tación fisica del territorio de cada Estadose acotamediantefronterasy, quieneslo habitanpasana sersúbditoso gobernados.CadaEstadoadquieresentidocomo garantede la explotacióneconómicasobre loshabitantesde un territorio concreto.Sobreestosúlti-mos ejercesu control económico,político e inclusoparental.En otrasocasiones,se sine de la guerrapa-ra extenderparcelasde este control, económicoy/opolítico, a otros espaciosgeográficosy poblaciones.La violenciade la guerra. entanto priva de las condi-cionesmaterialesnecesariaspara las prácticassocio-parentales(muerteo rapto de agentessociales;des-truccióno robo de alimentose implemenlos)hacealos hombres y mujeres supervivientesdependientesde las formas de abastecimientomaterial situadasauna mayor escala,es decir, propiasdcl ámbito quetrasciendela parentalidad:el político. Una de estasorganizacioneses precisamentela militar. Si la op-ción tomada es ésta, resulta factible convertirsedeatacados/asen atacantes,como forma de obtenerlosmediosmaterialesde que se fíe privado/a.La desi-gualdadbasadaenel liderazgomilitar perpetúala di-simetríaeconómica,ya seaen la poblaciónde partida(subordinados/as)o, en casode conquista.trasladán-dola a la poblaciónsometida(vencidos/as).Eventual-mente,saqueosy tributosalimentaránla desigualdadeconómico-políticadel estadoagresory favoreceránen ciertoscasosla aparición de nuevosestadossi lainfluencia en otraspoblacionesse traduceen la im-posiciónde formasde división del trabajoque incre-mentenla dependenciadelos/asproductoresdirectoshaciasusgestorespolíticosprevios.

El Estadopotenciae instituye formas de sa-ber (filosofía, religión. cosmovisión)que llevan apa-rejadaspropuestasde conocimientodel mundo(gno-seología), instruccionesconcretaspara su transfor-mación(lechné)y guias dc percepcióny sensibilidad(las “tecnologíasdel yo” descritaspor Eoucault).Ellono resultaunanovedadestricta.Las prácticassocia-les siemprehanrequeridode un sistemade significa-ción (lenguaje)a los tres nivelescitadosque permi-tiese la comunicaciónentre los agentessociales. El

juego de significaciónqueconstituyeel lenguajepo-sibilita la formaciónsocial de los individuos y sientalas basesparasim entendimiento.

La novedadquesobreestetema introducenlos estadosradicaen la creaciónde aparatosde con-trol sobreestecampo,necesariosdentrodeunaestra-tegia global de dominio sobre poblacionesamplias.Algunosestadosse handotadode aparatosinstitucio-nalesde creación, tipificación y transmisiónde lossaberes.Dichos cuerposde saberesreinterpretan(ac-tualizan) discursosy costumbresprevias según laoportunidado necesidadesdel momento. Ademas,tiendena simplificar y fijar susentido,estrategiaquetienesu máxima culminaciónen el Derecho.La ha-bilidad para aunar Conocimiento,Ética y Política,simplificandosusenunciadosen las ideasde Verdad,Bien y Justicia,constituyeuno de los “logros” másnotoriosde la produccióndiscursiva de los estadosdesarrollados.Queestasformasde control ideológicoy de comportamientoseanmás o menoseficacesde-pende,tanto de los mediosinstitucionalesde trans-misión del sabercomo (y lo que es más importante)de su capacidadparaqueestesaberseainculcadoenel contextode las prácticassocio-parentales.El iso-monismoentreéstasy el discursooficial suponeelgradomásalto de control politico. Porestemotivo, lavoluntadpolítica de fortalecer,retornaro rescatarlastradiciones populares” o la “institución familiar”

debeser contempladacomo un intento por “coloni-zar” (influir en) ámbitossocio-parentales.Sin embar-go, el citado isomorfismo,deseosupremodel Estado-máquina,cuenta con escasosejemploshistóricos.Yello no tanto por una “imperfección” de los mediosinstitucionalesdeaprendizajeni porun supuesto“in-nato espíritu indomabledel ser humano”, sino por-que las “palabras”,entendidascomo discursossobrelas “cosas” (entendidasa su vez como las condicio-nes materialesen las queviven los agentessociales)discurrenpor caminosesencialy materialmentedis-tintos. A unadeterminadamanerade fijar el sentidode las prácticassocialescabe esperarámbitosde re-sistenciaenuno/a u otro/adelos agentessociales.Enel momentoen que la resistenciadejade serun deseoindividual para cristalizar colectivamente,se produ-eirá la subversiónde los discursosqueprovocarontalreacción. Se rescataránentoncesviejos significantes/doso se girará el significado de los significantesin-culcados.El hecho de que determinadasdoctrinas,cosmovisionesy otros discursoshayanperduradoatravésde circunstanciashistóricasmuy diversas(elCristianismo, por ejemplo) prueba la “flexibilidad”de susenunciadosy, por tanto, su carácterantidog-mático y esencialmente“falible”, al contrario de loque postulansusactualescargosconevidentefaltade

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perspectivahistórica.

5. HACIA UNA ARQUEOLOGIA DELAS PRACTICAS SOCIALES

A travésde la arqueologíapodemosaccederdirectamentea las trescondicionesobjetivasde la ~‘i-da social —mujeres, hombresy mundode los obje-tos—, segúnel estadode conservacióndesusrestos.De ahí que, en principio, resulteposible llegar a lasprácticassocialesquecombinarontales condicionesen el pasado.Paraello debeestablecerseunarelacióntransitiva entrelas prácticassocialesy su expresiónmaterial, una relación a la que sóloes posible acce-der a travésde una combinaciónde y entrelos tipos,clases, condicionesy relacionesde la materialidadsocial, término enel cual incluimos las manifestacio-nesfisicasconcernientesa las trescondicionesobjeti-vas dela vida social.

Los objetosarqueológicosproporcionanin-formaciónsobreel espaciogeográficoy social (planodeloscircundatos).la gestióndel espaciosocial (pla-no de los arteusos)y la nuplementaciónque dichagestióno la mismasociedadexigeparadeterminadosobjetivos (plano artefactual). Así pues, retomamosaqul el mismopuntode partidaqueconsideraquelosobjetos arqueológicosinforman de las condicionessocialesde un grupo humano y de las condicionesmaterialesen las queestáinmerso,ya queen losob-jetosarqueológicosscconcentraun reductodel senti-do de la gestiónsocial dela materia.

Si el estadode consen’aciónde la materiali-dadsocial del pasadolo permite, podemosasimismoaveriguarcuálesfiteron los agentessocialesque pro-curaron, implementarono decidieronunascondicio-nes materialesdeterminadas.No obstante,si bien re-sulta posibleaccedera los objetos.en la mavoriadelos casos sólo podemos suponer la existencia deagentessocialesindeterminados,puesto quesu sexoy edadse desconoce.En la actualidad,únicamenteatravésdel estudiode los restosóseosresultaposiblesexuar las prácticassocialesinferidasde los objetos.excepto,por supuesto,las de la reproducciónbiológi-ca, cuyo protagonismofemeninoes evidente.En con-secuencia,los análisis antropológicoscobran un ca-rácterexcepcionalparala investigaciónde la distan-cia social,puestoqueconstituyenel únicocriterioob-jetivo quepermitela determinaciónde la variablese-xual —mujery hombre—parahuir de lo masculino,consideradosupuestamenteneutro.

Más arriba hemosestablecidoque toda so-ciedadse manifiestamediantetres tipos de prácticas(socio-económicas,socio-políticasy socio-parentales)

quearticulanespecíficamentelas condicionesobjeti-vas de la vida social. Desdela arqueologíaresultamássencillo otorgarsignificadoa las prácticassocio-económicas,porque constituyen la infraestructuramaterialdel resto de las prácticassocialesy porquehistóricamentehanrequeridode una implementaciónevidentede materialidadsocial. El primer nivel dcagrupaciónquedebemosestablecerresideen los ob-jetosen cuantoa productosy en cuantoa la relaciónqueentreellos puedaestablecerse.La categorizaciónde los objetosartefactualespermitedefinir teenomor-fotipos. queconstituyensíntesisde parámetrosdeha-bilidad, gustos’función, realizadosa partirdc datoscuantificablesy cualificablesde forma y tamaño.asicomo la consideraciónde la materiaprimaempleada.Al respecto.convieneno olvidar quelos productosfi-nalesnosinformaránde un procesoeconómicoespe-cífico. Cadateenomorfotiporesultade unaexigenciasocial que transformóciertas propiedadesde la mate-ria medianteunadeterminadaimplementacióntecno-lógica y dispusoagentesproductivos,recursos,tiem-pos y espaciospara el aprendizajey la producciónefectiva. Podemosdictaminarque los teenonuorfotí-posexpresanlasforníasde serde los objetos.

Sin embargo,las formasde serde los obie-tos arqueológicosno permitenpor sí solas entenderel sentidode su presencia.Esta no puedeservislum-brada analizandounidadesaisladas,sino a partir dela relaciónentrelas mismas, es decir, en categoríasde sentido relacionalancladasen primera instanciaen la naturaleza,propiedades,analogía,oposiciónovecindaddc los propiosobjetosmateriales.Las situa-cionesde relaciónde los objetosconstituyensusma-nerasde esta¿lo queequivaleal cómo se manifies-tany podrianarticularsetodoslos objetosen una rea-lidad dada. Estasmanerasde estarincluyen unaplu-ralidadde ámbitospara cada uno de los objetos: elestarcotuo producto, el estarcomo medio, el estarcomo expresiónsimbólica, el estarcomo bien deusoo decambio,etc.

Las situacionesde relación entreobjetosde-finen o se expresanenespaciosestructuradosporar-tefactos,aneusoso por ambos, que sustentanlas re-lacionesde tratísitívidadentreobjetos. Los espaciosestructuradosson el resultadode la existenciadeáreasde actividad social, espaciosespecializadosdematerialidadsocial.

La reunión fundamentadaen criterios detransitividadentreáreasde actividadpermitiráesta-blecer,a su vez, la ubicaciónde los lugaressociales,espaciosde convergenciade áreasde actividad. Loslugaressocialesse concibencomo reunión de áreasdeactividad, de maneraque,segúnsu recurrenciav/o singularización.cobraránsignificadociertasprácti-

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cassocio-parentalesy socio-politicas.respectivamen-te, Las áreasdeactividadsocial y los lugaresdc reu-nión de áreasconstituyenel eslabónnecesarioparaelucidar las prácticassociales. Según tales áreassearticulenen lugaresespecíficoso no (espacializaciónde las áreasde actividad)y de acuerdocon el sentidode la singularizacióny recurrenciade los espacios,contaremos con un criterio empírico-social paraaproximarnosal conocimientode las prácticassocia-les, ya queéstashandeterminado,segúnsu naturale-za, que las áreasde actividad social se solapen,dis-tancieno yuxtaponganen espacializacionesespecífí-cas&

Asumimos también la necesidadde propo-nerámbitos o ¡ramas sociales queconectenlosdiver-sostipos deprácticassocialesinferidasen funcióndelas áreasde actividadesy lugaresreconocidosen elespaciosocial. Desdeestaperspectiva,podremosin-terpretarla distanciasocial,queconteruplalos facto-rescrucialesque expresanlas disimetriassocio-eco-nómicasinter e intragrupales.asi como la diferencia-ción social según el sexo. Los ámbitoso tramasdelas prácticassocialeshan de entendersecomo laspropuestas de lectura histórica globalizadora deaquellasactividadesy concatenacionesde actividadessocialespropuestase inferidasa partir de la determi-nación de los lugares sociales.En los ámbitos deprácticassocialesse interconectanactividadessocia-les queinvolucran tanto las prácticassocio-economí-cas, como las socio-políticaso socio-parentales.en lamedidaquese constituyencomo respuestasapregun-tas sobre la organizaciónde las sociedadesy susfe-nomenologíasconcretas,es decir, sobreprácticasso-cialesfinitas e históricametítedeterminadas.

El desarrollode la investigaciónsobre lastramas o ámbitos sociales deberá permuñir la deteruimí-nación de las formaciones económico-sociales pre-sentes en una situación histórica. Concebimos la mis-ma como el horizonte de sincronía que contempló lacoexistenciade diversasformacioneseconómico-so-ciales.las cualespudierono no habermantenidore-lacionesde contacto.El puntodeencuentropotencialentreformacioneseconómico-socialescorrespondien-te a una situación histórica puedemarcarrupturasoconvergencias,ignorancia mutua o conflicto, cir-cunstanciasque influirán en los caucesdel cambiohistórico global, de la dinámicade las formacioneseconómico-socialesy de la transformaciónde lasprácticassocialesdecadacomunidad.

Conel fin deque la propuestateórico-meto-dológica esbozada pueda ser más fácilmente com-prendida, hemos estimado oportuno ejemplificaríamedianteun casodeestudioideal,siendoconscientesque la realidadarqueológicasuelepresentarsede una

Fig. 1.- Planta esquen~áticadel yacimientoque ejcntpliflcanuestraproptiesta.

maneramuchomás fragmemítaria.Además,no hemospretendidoagotartodaslas lecturasposibles.Nuestrodeseo es que cl incremento en calidad y cantidad dela publicacionesarqueológicaspuedafacilitar en elfuturo el recursoa ejemplosreales.

6. UN EJEMPLO DE ARQUEOLOGÍADE LAS PRACTICAS SOCIALES

Imaginemosquehemosexcavadocompleta-mente un asentamientocerradoen cuyo interior sedocumentan doce estructuras. Además, en cada unode los ángulos del recinto se adosa una estructura cir-cular semejante a una torre. Por último, fuera delasentamiento se localiza una necrópolis de tumbasindividuales (fig. 1). Pasemos a describir las caracte-rísticas fisicas y el contenidomaterial de todasestasestructuras.

LasestructurasA. E. C. O. G y 1-1 presentanuna plantacircular de tamañosimilar con zócalo depiedray paredesy techumbrede materialesperecede-ros. Todasellas presentanun hogar, en cuyo interiory alrededoresse registraronrestosde faunadomésti-ca y cerealescarbonizados;un ajuarcerámicocom-puestopor vasijasde almacenamientoparacerealesyaguay recipientesmáspequeñosdestinadosal proce-sadoalimentarioy al consumo; flisavolasy pesasdetelar; hojas y dientesde hozde sílex con señalesdeusoy variasplataformasalargadassin ningún tipo deobjeto encimade ellas.

crópolis

itt

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La estructuraE presentalas mismascaracte-rísticasque las anteriores,con la salvedadde queenesteespaciose registraroncrisoles, moldesy unaes-tructurade combustióncongotasdecobre fundido.

La estructuraF ofrecelas mismascaracíeris-ticas arquitectónicasque las anteriores,aunquesusdimensionessonalgomayores.En su interior sólo sehalló unagrancantidadde molinos, muelasy’ granosdecereal.

La estructura1 presentalas mismascaracte-rísticasarquitectónicasque las estructurasA, 8, C.D. E, O y H. Sin embargo.en su interior no se halla-ron pesasde telarni dienteshoz utilizados. En cam-bio, destacauna granabundanciade lascasy núcleosde sílexjunto a pequeñashojasy dientesde hoz sinseñalesde uso. Cabedestacar,en estesentido, la au-senciade fuentesde aprovisionamientode estamate-ria prima enun radiode unos50 km. Además.el nú-merodevasijas destinadasal almacenamientode ce-realesduplica al de las halladasen las estructurasarriba mencionadas.Por lo demás,compartecon és-tas la presenciade un hogar, plataformasalargadas,vasosde medianoy pequeñotamaño,y restosde ce-realescarbonizadosy de faunadoméstica.

La estructuraX poseeuna planta rectangu-lar queocupatina superficiemayorquelas descritas.Las paredeserande piedray, el techo, de tapial. Ensu interior se recuperaronvatiosídolos de piedra,ungranhogarcon restosalimentarios(cerealesy faunadomésticay salvaje)y abundantesrecipientespeque-ños destinadosexclusivamenteal consumo.Junto alos murosseadosabanplataformasde piedraa modode banquetas.

La estnmcturaY presentatina plantaovaladasin zócalode piedraconun depósitodc arcilladecan-tada situadojunto a una estructurade combustiónque conteníarestos de recipientescerámicosdefor-mados.

La estrncturaZ consisteen tina oquedadex-cavadaen el suelo natural y’ revestidainternamentepor un revoqueimpenneable.No se halló ningúnob-jeto en su interior. La presenciade concrecionescal-cáreasen sus paredesindica claramentesu funcióncomocisterna.

Las estmcturas1. 2, 3 y 4 constituyentorresde piedracircularesadosadasa la parteexternadelos ángulosdel recinto amurallado.Ocupanuna su-perficie ligeramentemayorque la de las estructurascircularesdel interior del asentamientoy susparedes,más gruesasquelas de la estructuraX. sustentanuntecho también realizado con piedras. En cl interiorde cadaunade ellas se batIóun hogar,en cuyo inte-rior y alrededoresse registraronrestosde faunado-mésticay cerealescarbonizados;un ajuar cerámico

compuestopor vasijas de almacenamientopara ce-realesy agua.y recipientesmáspequeñosdestinadosal procesadoalimentarioy al consumo;una platafor-ma acondicionadasin ningúntipo de objetos; gran-des puñalesy puntasde flecha de sílex y puntasdejabalinadecobre.

Porúltimo, en la necrópolisse excavó unaseriede sepulturasen fosacorrespondientesa indivi-duosde ambossexosy’ diferentesedades,todas ellassin ajuar.

Estesucinto inventariomaterial,aúnsiendomuy esquemático,puedeservirnosparaejemplificarlas nocionesclave aquí presentadas.Con objeto deagilizar la exposiciónalgunospuntosde nuestrapro-puesta, en especiallos referentesal establecimientode tecnomorfotiposy a la investigaciónsobrelas ca-racterísticasdel espaciosocial,se suponenya realiza-daso envias de serlo.

El primer paso de nuestroanálisis consisteen proponerlas relacionesde transitivídadentrelosartefactosy arteusospresentesen las distintasestmc-tumns con el fin de definir áreasde actividad. Las es-tructurasA, 3. C. D, O y’ H compartenun conjuntode materialessimilar. La asociaciónentrelos artefac-tos hogar, hojas de sílex y recipientescerámicosdemedianoy pequeñotamaño,y los arteusoscerealescarbonizadosy restosde fauna doméstica,permitenestablecerla realizaciónde las aclividadesde proce-sado final y de consumoalimentario. El almacenajede cerealestambién quedagarantizadopor la asocia-ción entregrandesvasijas y las semillasque conte-nían. A éstehay’ que añadirel testinioniadopor lapresenciade timíajas paracontenerlíquidos.Los dien-tes de hoz,en tantoinstrumentosagrícolas,sugierenquequienesocuparonestasestructurasfueron prota-gonistasde la actividadde producciónagrariavincu-ladaa la obtención(al menossu cosecha)de los ce-realesde cuyoprocesadofinal tenemosconstancia.Asu vez, la presenciade fusavolasx’ de pesasde telarhacesuponerque la produccióntextil corrió a cargode las mismasgentes.Por otro lado, losanálisismi-cromorfológicos mostraron la presenciaoriginal deesterassobrelas plataformasalargadaslibres de obje-tos, lo cual permiteinterpretarlascomo espaciosdes-tinadosal descanso.Finalmente,cabeapuntarqueeltamañode estasestructurashace suponerque esta-rian ocupadaspor un máximode cinco o seis perso-nas,lo quecoincideconel númerode pequeñosreci-pientesdeconsumohalladosensu interior.

La estnieturaE compartecon las anterioresla realizaciónde las acti~’idadesde almacenaje,pro-cesadofinal y- consumoalimentario,así como el des-canso.Sin embargo,en estecaso, se registranvariasnovedadesdestacables.La primera la brinda la reía-

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ción transitiva entre los artefactoscrisol, moldes yestructurade combustión,y el arteusogotasde cobrefitndido. lo cual indica la producciónde objetosme-tálicos. Por otraparte,la ausenciade fusavolas.pesasde telar y dientesde hoz permite asegurarquequie-nes ocuparonla estmcturaE estabandesvinculadosde las actividadesdeproduccióntextil y agrícola.

La asociaciónentrela grancantidadde mo-linos, muelas y semillas de cereal mineralizadasconstatadaen la estnicturaF sugiereque la únicaac-tividad desarrolladafue la de molienda.El mayor ta-maño de este espaciorespectoa las estructurasdes-critasy lapresenciaen suinterior dedocemolinos depiedraenestadooperativo,hacenpensarqueéstede-bió serel númeromáximode individuosquepudo al-bergarla estructuraF.

La estructura1 presentatambiénpeculiari-dadespropias. Por un lado. manifiestala realizaciónde las actividadesde almacenajede cerealesy líqui-dos, procesadofinal y consumode alimentos,y des-canso.Respectoal almacenaje,convieneno olvidarel mayor volumen del mismo observadoaquí. Porotra parte. la estructura1 es la únicaen la que se do-cumentaronlos arteusoslascasy núcleosde sílex, asícomo varios objetos inacabadosy dientesde hoz y

hojas del mismo material manuThcturados,pero sinhuellasde uso. Ello autorizaa hablarde produccióndeartefactoslíticostallados.

La estructuraX destacadel resto en primerlugar por su forma y susdimensiones,circunstanciaquecabriainterpretaren función de unanecesidaddeacogera un númeroimportantede personasque po-dnacoincidir con el númerode habitantesdel asen-tamiento. En cuantoa las actividadesdesarrolladasen su interior, hay queseñalarla asociacióntransiti-va entreel granhogar, la grancantidadde pequeñosrecipientesy los restosalimentarios(cerealesy fau-na), lo cual nos adviertesobrela realizaciónde acti-vidadesde procesadofinal y consumoalimentario.Porotro lado, la presenciade varios objetos (“ido-los”) sin posibilidad de conexióntransitiva con nin-gÉn otro deja a la esperadel análisisposteriorla pro-puestade su función social.

El depósitode areilla, la estructurade com-bustióny los desechoscerámicosdocumentadosenlaestructuraY hacensuponerque la producciónde re-cipientesde estematerial fue la únicaactividadreali-zadaaquí.Porsuparte,la flincionalidadexclusivadela estructura7 comocisternahasido ya señalada.

El examen conjunto de las estructuras1-4revelasuscaracteristicascomunes.Por unaparte,do-cumentanlas actividadesde descansoy dealmacena-miento, procesadofinal y consumoalimentario.Otrohechodestacadoes la presenciade armasde metal y

sílexy la ausenciade indiciosquehaganpensarenlafabricaciónde otrosobjetos.

En cuantoa la necrópolis,el análisisde losrestoshumanoscemítradoen el establecimientode laestructurademográficade la población entenada,laincidenciade patologíasy la composiciónde sudietaha permitidorecabardatosde relevanciasocial. Co-mo conclusionesmásdestacadasse informa, en pri-mer lugar, de grupos de individuos con diferenciasnotablesen cuantoa los parámetrosnutricionales.Lamayoria de los hombres disfrutaron de una dietaequilibraday rica en proteínas,al menos en edadadulta.A la inversa,sóloun reducidogrupo demuje-rescomparteestacaracteristica,va que la mayoríadeellas presentandéficits nutricionalesderivadosdeunaalimentaciónsobrecargadaen hidratosde carbo-no. En el capitulopaleopatológico,las diferenciasob-servadasse expresantambién a nivel intra e interse-xual. Así, mientrasunospocos hombresmanifiestanun cuadro generalde buenasalud, fortalezafisica yprolongadaesperanzade vida (tan sólo empañadopor la constanciade algunasfracturasóseassolda-das). la mayoríade individuos masculinospresentaprocesosartrósicosachacablesal transportede pesos,a actividadesmanualesreiteradasy a marchaspro-longadas.Su esperanzade vida eramenory algunosde ellos muestrantraumatismosóseosque no fueroncapacesde superar.La población femeninapresentarasgosdiferenciales.El más llamativo es la menoresperanzade vida general motivada por el elevadonúmerode fallecimientosenedadadolescentey adul-ta. coincidiendoconel periodofértil. Estehecholla-mala atenciónsobrela incidenciade una importantemortalidad durante el parto y el post-parto. Otracuestiónremarcableestribaen la constataciónde de-formacionesen las articulacionesde falangesde lospies,rodillas, codosy muñecasde todaslas mujeresapartir de la adolescencia,como consecuenciade unaactividad repetitivaefectuadaen posiciónforzada,talquela moliendade cereales.

Trasla constataciónde diversasáreasde ac-tividaden cadauna de las estructurasexaminadasre-sultaposibledefinir unaseriede lugaressociales. Elprimero de ellos agrupa aquellas estructurasquecompartenla realizaciónde las actividadesagrícola(cosecha),de almacenamientoalimentario(cereales,agua),culinaria (procesadofinal dc alimentosdesti-nados al consumo inmediato), textil y de descanso(estructurasA, E. C, D, G y H).

Un segundotipo de lugar incluye aquellasestructurasdondese han documentadopartede lasactividadesanteriores(concretamentelas de almace-naje. procesadofinal de alimentos,consumoy des-canso)y que también incluyen artefactosy arteusos

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cuyasrelacionestransitivassugierenáreasde activi-dad vinculadasa la producciónde otros artefactos.En estetipo figuranlas estructurasE e 1.

En el tercertipo de lugaressituamoslases-tructuras 1-4, que compartencon las anterioreslasactividadesde almacenaje,procesadofinal de ali-mentos,consumoy descanso.peroquemuestranunaserie de artefactossingularessin relación transitivacon ningúnotro: las armasde sílexy de metal.

La estructuraX representapor si sola unnuevo tipo de lugar. tantopor sus peculiaridadesar-quitectónicascomo por el rango deactividadesdesa-rrolladas,entrelas cualesfigura el consumoalimen-tario y las relacionadascon los artefactossingularesconocidoscomo “ídolos’.

A continuación, podemos agmpar en unquinto tipo a aquellasestructurasen las que no seconstataningunade las actividadesanterioresy don-de la transitividadentrelos objetosaparecidosapuntahaciasu especializaciónen tareasespecíficas:la es-tructura F centradaen la molienda,la Y en la pro-ducción cerámica y la 7 en el almacenamientodeagua. Por último, la necrópolisconstituye un lugarque testimonia una actividad de ‘desecho”de sereshumanos,cuyas implicacionescomentaremosmásadelante.

Es el momentode definir las prácticasso-cialesdesarrolladasen nuestrahipotéticacomunidady’ deproponersu articulaciónen términosde distan-cia social. Las actividadesde almacenamientoali-mentario(cereales,agua)y procesadoculinario cons-tituyen prácticassocio-económicasconnotadastam-bién como socio-parentales.Todaséstasactividades,añadidasal descansoy al consumoalimentarioinfe-rido, conformanun conjuntodeprácticasque se ma-nifiestan en casi todas las estructurasdel asenta-miento(lugaresde los tipos 1, 2 y 3) y quese vincu-lan directamenteconel mantenimientode la vida delos agentessociales.De ahí su orientaciónbásica-mentesocio-parentaly quepuedanmerecerla deno-minaciónde ‘unidadesde habitación” o “viviendas”.dadosucarácterrecurrente.

Abordemosahorala posiciónde las prácti-cassocio-económicasinferidasa partir de otrasacti-vidadesde transformaciónde la materia.La produc-ción textil presentaun fuerte componentesocio-pa-rentalal habersido constatadaen la mitad de las “vi-viendas”(lugares de tipo 1). Sin embargo,aparecetambién teñida de direccionalidadpolítica, puestoque, debidoa estaproporción,cadaviviendacon ac-tividadtextil deberíahaberproducidoel doble de susnecesidadesconobjetode vestira toda la comunidad.Similar conclusióncabeextraerpara la producciónagrícola (cosecha),pues sus indicadores(dientesde

hoz-cereales)se localizan en las mismasviviendas(lugaresde tipo 1). En amboscasos,nos hallamosposiblementeante situacionesde explotacióneconó-mica (disimetríasocia»,pues,a excepciónde un ca-so que comentaremosmásadelante(estructura1), nohan podido detectarsecontrapartidasmaterialesha-ciaquienesse encargaronde talesproducciones.

La prácticasocio-económicade moliemídadecerealpuedeser caracterizadatambién como socio-política, ya que su realizaciónse centralizó en uncontextoajeno al de las viviendas (estnicturaF). Esde esperarque tal y como indican los análisis paleo-antropológicos,ciertasmujeresse desplazaranperió-dicamentehastala estructuracolectiva F para obte-ner un producto (harina) que luego seriaconsumidoen cadauna de las unidadesde habitación. Laspro-pias mujeres podrian también hallarse a cargo delmantenimientooperativode las superficiesactivasdelosmolinos.

Por su parte. las prácticassocio-económicasqueatañena la produccióncerámica(estructuraY) y

al almacenamientode aguaa granescala(estructura7) compartenunamisma interpretación.Al parecer.el accesoa la materiaprima y a los mediostécnicospara la fabricaciónde cerámicasería,a priori, librepara cualquier miembro de la comunidad.Esta cir-cunstancia,unida a la presenciade peculiaridadesdecorativasen la vajilla de cada vivienda. ayala laideade un saberpráctico notablementeeMendidoenla comunidady quehabríasido transmitidoen el se-no de las prácticassocio-parentales.Así mismo, lafalta de restriccionesa un bien tan imprescindibleco-mo el aguaquedapatenteen la ausenciade trabasparaaccedera la cisterna,su propia tíbicaciónen unespacioabierto y, sobretodo, la presenciaen todaslasviviendasdetinajas desimilar capacidad.

Las prácticassocio-económicasde produc-ción de instrumentosde sílexy de metal nosintrodu-cenen nuevasproblemáticas.La producciónde obje-tos de sílex se realizó en la vivienda correspondientea la estructura1, donde,recordemos,no se constata-ron los objetos ligados a la producciónagrícola nitextil y donde.cmi cambio,se aprecióunacapacidadde almacenamientocerealistasuperiora la comun.Ello puedeser leído en clave de la existenciade almenosun/a especialistacon su unidad parental des-vinculado/ade las dos actividadescitadasy dedica-do/a en exclusivaa talla del silex. Cabepensarquelosbienesagrícolasy textilesprocedierande las uní-dadesenglobadasen los lugaresde tipo 1. Éstas acambio.obtendriandientesde hoz para la cosechayhojas destinadas,por ejemplo, al descuartizamientode los animalesconsumidos.En estecaso,noshalla-riamos ante unas relacionesde reciprocidadque no

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TEORíA DE LAS PRACTICASSOCIALES 47

implicarían explotación,ya que la mayor capacidadde almacenamientocerealísticoen la estmctura1 po-dnaconstituiruna acumulaciónde bienesconvalorde cambio destinadosa la adquisiciónde la materiaprima (nódulosde sílex) a otrascomunidadescerca-nasa las fuentesde aprovisionamiento.La preseneta.en cambio,deotrostiposdeartefactoslíticos, concre-tamentepuntasdeflecha y grandespuñalesen las es-tructuras1-4 (lugares3) revelarelacionesde disime-tría, puestalesobjetoshabríansido usadospor indi-viduosqueno efectuaroncontrapartidasmateriales.

La disimetría apuntadaen la produccióndesílex puedeextendersea la de objetosmetálicosdo-cumentadaen la estructuraE. Quien o quienesseocuparonde ella no estuvieronimplicadosen las pro-duccionesagrícola ni textil, pero se beneficiarondeellas sin revertir enlas mismasel resultadode la pro-ducciónmetálica. Ésta se orientó a la fabricacióndearmamento<jabalinas)que, como en el casode losgrandescuchillos y puntasde flecha, se destinóalusode determinadosocupantesde los lugaresde tipo3 (estructuras1-4).

Resta por comentarel lugar ejemplificadopor la estructuraX. Susdimensionesy áreasde acti-vidad permiten interpretarlacomo un lugar de reu-nión y de consumoalimentarioa nivel colectivo, enel cual se desarrollaríanactividades(ritos) en las quehallaríansentidolos llamados“ídolos”. Sus rasgossingularesconviertena estelugarencentrodeprácti-cassocio-políticas,dondequizásse exaltasenideoló-gicamentevaloresde colectividadpor encimade ladisimetría económica,que, de nuevo, quedapatentesi consideramosqueuno de los principalesproductosconsumidoscolectivamente,el cereal, fue producidopor un sectorconcretodepoblación.

Los datos proporcionadospor el estudiopa-leoantropológicopermitenmatizary definir las rela-cionesde distanciasocial apuntadasen el estudiodelas prácticas. Las diferencias nutricionales entrehombresy mujeresapuntana una diferenciaciónse-xual producidaen las viviendasen el seno de lasprácticassocio-parentales,puestoqueen estatesituratime dondese realizóel consumodiferencialde proteí-nas. Desdeesta perspectiva,la diferenciaciónpuedeser leída en clave de explotación.Sin embargo,la si-tuación de diferenciaciónsexualen cuantoa la ali-mentaciónno se cumpleentodoslos casos,ya queunreducido grupode mujeresaccedióa unadieta simi-lar a la habitualentreloshombres.Estegrupo feme-nino privilegiado en estesentidono lo fue en otrosaspectos,ya quemuestrandeformacionesóseasdebi-dasal trabajo de la molienday aparecenigualmenteafectadaspor una alta mortalidaddebidaa la gesta-ción. De lo dicho,puedeinterpretarsequeestasúlti-

masmujeresprocederiande los lugaresde tipo 4 (es-tructuras14). En estasunidadesdomésticashabita-rian tambiénlos hombresquepresentabanun mayorestadode saludgeneralexplicable por su no partici-paciónen los procesoslaboralesbásicos.La relaciónde parentalidadestablecidaen estos lugaressupon-dnaciertasventajasmaterialesparalas mujeres,perosin evitarunadiferenciaciónsexual.

Comoya seha comentado,la totalidadde lapoblaciónmasculinagozabade unadietaequilibrada.Sin embargo,el estadode salud de esta poblaciónmuestraalgunasvariaciones.La mayoríade los hom-brespresentapatologíasrelacionadascon la realiza-ción de tareasarduasy algunosde ellos lesionesdetipo traumáticono superadas.En el polo opuesto,loshombresde los lugares de tipo 4 se habríanbenefi-ciado de su desvinculacióncon talestareasy. dadoqueposeenlas armas,pudieronser los causantesdelas lesionesantesconstatadas.En el casode que lostraumatismosidentificadosentoda lapoblaciónmas-culina fueranaccidentales,está claroquela supervi-vencia de unosy no de otros implica unadiferenciaenla posibilidadde los cuidadosrecibidos.

Del análisis previo se desprendeque los/asocupantesde las estructuras1-4 se apropiarondepartede la producciónagrícola,textil, del sílexy dela totalidadde la metalúrgicasinbrindarcontraparti-das tangibles.Ni siquiera suponiendoque susocu-pantesmasculinos fuesen“especialistasen la gue-rra”, cabe entenderel disfrutede beneficiosque seextendierona todos los ámbitosde la vida material.La guerra, como actividaddestructorade individuosy condicionesmaterialesy, en tanto transformadorade materia,esclasificable dentrode las prácticasso-cio-económicas;sinembargo,se hallacolonizadaporprácticas socio-políticas en tanto que su ejerciciocontribuyea institucionalizarunadisimetría.Secon-vierte pronto en estrategiade los gruposdominantesparaperpetuarsu podergraciasa la crecientedepen-dencia material que la destrucciónocasionaen laspoblacionessubordinadas.

El espaciofunerario y la estructttraX sonlos únicos lugaresde reunión colectiva en los que,pesea reuniratodoel mundo,el grupodominantesi-guesin brindar contrapartidasmateriales.De haber-las, en el mejorde loscasos,las “contrapartidas”se-rian intangibles(representaciones,discursoso quizáslo queLyot.ard denomina“metarrelatosemancipato-rios”, es decirpromesasde bienestarfuturo de cum-plimiento siempreaplazado).No dejade serparadó-jico el hechode que la arqueología,la más materialde las cienciassociales,haya conseguidorecuperarrecientementetalesconstruccionesmentalesy nos lasofrezcabajola formade “prestigio” o “estatus”. Val-

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48 PEDROV. CASTROETALII

ga esta críticaacrítica (es decir, crítica sin acritud) discernirlo verdaderamenterelevanteen nuestravi-para contribuir a re-enfocar nuestramirada como da social de lo que, bien mirado,tan sólo son“con-científicos/associalesa la materialidadsocial del pa- trapartidasintangibles”.sado. Cuandomenos,este esfuerzonos servirápara

NOTAS

llablar de personas o de individuos como entes sociales mientras ase-xuados, oculta en realidad la consideración dcl sexo masculino comoequivalente al género humano y diluye el principio de diferemíciacióntmniversal establecido por la categoria sexo, la cual determina que lacapacidad de la reprodticeión es pren-ogatita de las mujeres. En estesentido. la níaterialidad humana, parafraseando a Luce lrigarav. es“cama mínimo dos, lo masculina y lo femenina” (lrigaray. 1..(t992): .1 ‘aúne á lvi. (irasset. Paris.’ 65). Los individuos, por tanto,no constituyen una condición objetiva sino en cuanto a mujeres yhombres.

‘Para un repaso de priníera mano acerca de las principales teorías afi-nes a Lina u otra de las citadas opciones argumentativas, pueden con-sultarse: Cali. P.; Saxe, A. (1977): The ecological evolution otcultu-re: fle State st predamor in succession iheorv. Exohange Systems inPrehistorj.’ (J. i-?rieson y 3. K. Earle, eds.) Academie Press. NuevaYotk; Gilman. A. (1981): ‘fha development ofsocial stratitication inBronze Age Europe. Cmtrrent Aníhropalagy. 22: 1-23); llarris. Nt.(1987): Confbales y Reyes. Los Origenes de las estilaras, Aiiansa,Madrid; l{athje, XV. L. (1971): The Origin asid Developn,cnt of Low-latid Clastie Maya Civilization. A,nericon Antiquity. 36-3: 275-285;Rentiew. C. (1973): The Essmergenceof Civilization. The Gycladesond ¡he Aegean in tIte ThirdA’Iillennimnn HG. Methuen, Londres: Sa-blott J. A.; Lamberg-Karlovskv. C. C. (ada) (i975): Anciení Ciulíl-zation aud Trade. Albuquerque; Senice. E. (1984): Los origenesdel Estadoy lo civilización. Aiianza, Madrid); Wittfogel, It (1966):Despotis,na oriental Estudio comporatií’o del poder totalitario.Guadarrama. Madrid.

‘Este texto se ha beneticiado de las retiexiomíes de ‘leresa Sanz acercade las prácticas socio-parentales. Tales reflexiones fornían parte deuna propuesta teórica en preparación a cargo de Mi F.ncarna Sanahtm-ja YII y ‘leresa Sanz articulada en torno a los origenes de la difrren-cia sexual.

La conceptualización dc las prácticas socío-econonncas que aquipresentamos debe mucho a la aportación teórica de R. Risch. amplia-mente desarrollada en su tesis doctoral titulada Recursos matosa/esy

sistemas de producción en el Sudeste de/a Peninsula Ibérica entre3000 j.’ 1000 antes de nuestra ero. Liiíiversitat Atitónonía de Barce-ana. 1995.

hall. Y’. (1988): Hacia una teoría de la representación en arqueolo-gía. Revista de Occidente. 81: 62-76

Li, i,,ayoria de estos conceptos frieron esmuciados por vez primera enCastro. 1’. Y’.; Coloníer. E.; Chapman. kW.; Gili, S,; González Mar-cén. P.; hill. Y’.; Micó. R.; Montón. 5.; Picazo. M.; Rihtieie. C.;Riad,. R.; Ruiz Parra. Nl.; Sanahuja XII. Mi E.; Tenas. Nt (1993):Galas. Sociedad y economia en el Sudeste de Espafia e’ 2500-800ana, Investigaciones Arqueológicas en .dndalucia 1985-/992.Pro-y-actos. Junta de Andalucia, Iluelva: 40i-4i 6. En su reciente tesisdoctoral. 5. Gili ha completado la definición de dichos conceptos. de-sarrollando adenmás la noción cobertora de espacio social (Territo-rialidades de la Prehistoria Reciente .Alallorquina. tJni”ersitat Au-tónoma de Barcelotia. 1995).

En este punto, convergemos con una lítica de pensamiento potencia-da desde la crítica al androcentrismo. en este caso el imnpenmnte en lasdisciplinas sociales. Sirva corno ejemplo de esta postura el recientearticulo de Rosa cobo (1995): Lo democracia moderna y la exclusiónde las mujeres. Mientras tonto. 62: 107-119.

E. colomer ha desarrollado recienieníente los conceptos deformasde ser y formas de estar de los objetos en su tesis doctoral tituladaPáctiques social» de manufactura cerámica. Análisis morfomérri-ques i teenológiques al sud-así da la península Ibérica. 2200-1500cal AY/E. Universital Autónoma de Barcelona. 1995. ‘lambién algu-nos dc los comicepítis que aparecen en este artículo han sido discutidoscomí E. colomer, P. González Marcén, 5. Montón, Nl. Rtmiz Parra y M.Tenas, a quienes expresarnos nuestro a~’adecittiíenio por stis comen-tarios y aportaciones: sin embargo. la responsabilidad de lo aquí es-etilo es sólaniente nuestra.

Lector/lcciora. no te pongas nervioso/a. coní’, diría Manolo. tJiias lí-neas más adelante trataremos de ejenípliticar lodos estos conceptos.