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Leonardo Castellani bOS PAPEbES DE BENJAMIN BENAVIDES

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Castellani - Papeles de Benjamin Benavides

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  • Leonardo Castellani

    bOS PAPEbES DE BENJAMIN BENAVIDES

  • Vara la seorita Providencia.El Autor

    Bueno* Aires, 15 d e octubre d e i 953.

  • Quid Romae faciam? Mentiri nescio. . . Librum!CQu har aqu en Roma? Mentir no sobo. . . Vn libro!")

    Juvenal, Stira III, 41.

  • \Captulo I : Don Benya

    \V

    He de escribir aqu, si Dios me da poder y vida, Io que conversamos con el judo Benjamn Benavides acerca del mundo moderno, el fin dei mundo, Jas profecas parusia- cas y el Apokalypsis, durante la primavera romana de 1947, o sea, del mes de abril al mes de julio de ese ao para mi adago. En julio las conversaciones terminaron bruscamente, como se ver despus.

    Don Benjamn o don Benya, como le llamaban los guardianes italianos era un judo sefard que estaba y estar eternamente preso en el campo de concentracin de Cinecitt, a 12 kilmetros de Roma; el Hollywood italiano soado por Mussolini y realizado en parte, que las tropas aliadas convirtieron en campamento de prisio* eros, criminales, vagos o repatriables: de evacuees, como los llamaban los soldados yanquis: pronunciar evei- cuys.

    Don Benya en qu categora estaba? Ni l, ni yo, ai nadie lo sabe. Agarrado por la oleada del vendaval contemporneo, haba sido arrojado a un rincn, cargado de cadenas y olvidado. Lo ms claro que se poda sacar de su caso era lo siguiente:

    Don Benya, por qu est usted preso?Porque no tengo papeles.Pdalos a Alemania.En Alemania los destruyeron por ser yo judo.Pdalos pues a los italianos.Los italianos aqu dependen de los norteamericanos.Pdalos a los norteamericanos.Los norteamericanos tienen otra cosa que hacer que

    ocuparse de un miserable como yo dijo el pobre Benya.En definitiva, don Benya estala preso, y lo que es

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  • . / ' peor, torturado, por el desnyo hecho de ser judo; cosa cruel, porque ese hecho n
  • manente. En esos das era ^ intil querer arrancarle palabras, a no ser semiinintelgibles y a modo de semiloco.

    Es posible que todas las desgracias de su vida, que fueron muchas, se amontonasen esos das sobre l como una montaa, por medio del recuerdo y de la aprensin de una imaginacin vivsima. Lo peor de todo era que el condenado viejo no sufra slo por su suerte sino por la suerte del mundo; como si le hubiera sido encomendada a l la salvacin del mundo Pero de esto hablaremos ms adelante, si viene el caso.

    Lo que origin nuestra relacin que me atrevo a llamar amistad y nuestras largas conversaciones, fue una frse que me llam vivamente la atencin una maana: No piensa usted vivir hasta 1963? me repuso al decir yo un da que no esperaba ver el fin del mundo. Despus de lo cual afirm categricamente que en esa fecha habra una gran guerra, en la que morira la gente como chinches, despus de la cual vendra el Anticristo, o bien inmediatamente, o bien despus de un perodo de florecimiento pasmoso de la Cristiandad europea, el cual no durara mucho tiempo.

    Don Benya era muy catlico, aunque un poco a su manera. Mantena no obstante relaciones con sus hermanos de la Sinagoga. Haba estudiado 3a carrera eclesistica, la cual dej no por su voluntad. . . como dir ms tarde, si a mano viene. Mi amigo el telogo aseguraba que dominaba la B ib l ia , la cual haba ledo entera cosa de 13 14 veces. E l A f o k a l y f s is lo saba de memoria. Ms an, conoca su relacin con todo el resto de la E s c b it u k a . Un caballo blanco que sale dos veces en el A p o x a l y p s is , nos dijo un da tranquilamente que era un smbolo que sala 6 veces creo en la B ib l ia y se puso a explicar qu significaba cada vez. Lo de la guerra en 1963, lo retir al da siguiente, diciendo que era una mera conjetura suya, pero insistiendo en la ne- cesariedacT de la guerra de los continentes, de la cual hablar en el prximo captulo.

    Llamo a esta exposicin Los p a p e l e s d e B e n ja m n B en a v id es y no Las pajabras, porque no podra hacerla sin cuatro gruesos cuadernos que me dej al despedmos, donde estn apuntadas todas las ideas y citas de nes-

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  • tras conversaciones, en medio de una mezcolanza de otras cosas, borradores de cartas; fragmentos de poemas, y notas escritas con letras griegas enteramente indescifrables* Me entreg los cuadernos porque crea que iba a morir pronto, como le suceda cada vez que estaba enfermo, aunque despus resucitase tan campante. Esto hada quo sus allegados no le hiciesen ya caso cuando se quejaba lgubremente. Pero yo creo que en realidad el tipo de tanto en tanto se senta verdaderamente morir. Hay com- plrfones as. '"Vita mortais seu potius mors vitalis" deca l. Hay esa especie de equilibrio inestable en la salud de cierta gente.. . sin salud.

    Nunca olvidar la ltima vez que lo vi, de pie contra uno de los balaustres o paramentos de mrmol falso, que se usaban antes para filmar los interiores palaciegos en Cipecitt: una barba gris descuidada, ojos profundos, nariz aquilina, melena leonada, alto y desmazalado, triste e impenetrable. Si ha muerto ya, no lo s; pero quiero cumplir con su memoria, y hacer una especie de expiacin de lo mal que lo trat el mundo, poniendo en limpio los caticos papeles en que l haba empleado los retazos activos de su vida y concentrado el fruto de sus empeosos estudios, sus lecturas desordenadas, la experiencia de sus desgracias, y lo que haba visto en sus malaventuradas andanzas por dos continentes.

    En aquel tiempo desearn los hombres morir y no podrn; llamarn la muerte y se les esconder. Llegar un tiempo en que aquellos que os quiten la vida pensarn hacer un servicio a la Deidad. 1

    Don Benya me dijo un da que estos dos lugares se cumplan a la letra en l, y en infinidad de mudos hermanos suyos; y que esto era para l una sea derta que ya haba llegado "Aquel Tiempo

    Y cmo pronunci Aquel Tiempo. . ," !

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  • Captulo II: La Guerra d e los Continentes

    El telogo Mungu Murray era un joven muy estudioso, con la vivacidad y brillantez de los argentinos inteligentes. No estaba de acuerdo con el judo en casi nada, pero deca que le era tilsimo y que le resolva muchas dificultades de interpretacin textual creo que deca- o literal, no recuerdo. Acab por fastidiarme, porque se enzarzaba en interminables discusiones; y por eso fui a ver al judio yo solo varias veces; y tambin con un padre jeromiano que se ocupaba de escribir vidas de santos.

    El da que don Benya mencion la Guerra de los Continentes que parece un ttulo de Wells se desvi la conversacin en una disputa sobre Unamuno, que no me interesaba. Mi joven amigo estaba furioso con el escritor espaol, afirmando que "no crea ni m Dios; desde luego, no cree en la Iglesia; resucita las herejas ms burdas, como el panpsiquismo y el "Dios alnm del mundo" de los estoicos, el agnosticismo, el idealismo, el calvinismo, el origenismo, mil veces refutadas; y se contradice de pgina a pgina".

    El judo interrumpi:Justamente porque se contradice, no resucita en

    realidad ninguna hereja. Es un mstico y no un telogo, Es un mstico informe, un mstico en estado salvaje; pero en el fondo catlico, aunque no clerical.

    No sabe filosofalSabe filosofa pero no es un filsofo. Es uno de

    esos filsofos non transcendentes imaginationem, que dijo el gran Alberto. No ha llegado a la abstraccin metafsica ni lgica; pero con su gran talento ha captado algunas ideas fundamentales de los filsofos contenipor-

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  • Captulo II: La Guerra -de los Continentes

    El telogo Muiigu Murray era un joven muy estudioso, con la vivacidad y brillantez de los argentinos inteligentes. No estaba de acuerdo con el judo en casi nada, pero deca que le era tilsimo y que le resolva muchas dificultades de interpretacin textual creo que decao literal, no recuerdo. Acab por fastidiarme, porque Se enzarzaba en interminables discusiones; y por eso fui a ver al judo yo solo varias veces; y tambin con un padre jeromiano que se ocupaba de escribir vidas de santos.

    1 da que don Benya mencion la Guerra de los Continentes que parece un ttulo de Wells se desvi la conversacin en una disputa sobre Unamuno, que no me interesaba. Mi joven amigo estaba furioso con el escritor espaol, afirmando que "no crea ni en Dios; desde luego, no cree en la Iglesia; resucita las herejas ms burdas, como el panpsiquistno" y el Dios alma del mundo de los estoicos, el agnosticismo, el idealismo, el calvinismo, el origemsmo, mil veces refutadas; y se contradice de pgina a pgina.

    El judo interrumpi:Justamente porque se contradice, no resucita en

    realidad ninguna hereja. Es un mstico y no un telogo. Es un mstico informe, un mstico en estado salvaje; pero en el fondo catlico, aunque no clerical.

    jNo sabe filosofa!Sabe filosofa pero no es un filsofo. Es uno de

    esos filsofos non transcendentes imaginationem, que dijo el gran Alberto. No ha llegado a la abstraccin metafsica ni lgica; pero con su gran talento ha captado algunas ideas fundamenta Jes de los filsofos contempor

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  • neos, y can ellas y con su ^an corazn, hace literatura y a veces retrica. Hace macaneo filosfico sincero.

    Pero es un hereje.No. Es un poeta mal poeta empachado de filosofa

    que se mete a pensar escribiendo, es decir, a escribir lo que tiene a medio pensar. Lucha contra un medio donde hay una desviacin religiosa que l aborrece, la socializacin de la religin; y se va al otro extremo, de modo que aparenta dar en protestante, sin serlo. No crea, Unamuno es aprovechable. Es un empachado de lecturas in- digeridas, pero es un gran talento vasco, es decir, un ta- lentocorazn. Vivi solo, sitie Deo m hoc mundo. O mejor sin Iglesia. Ustedes deberan leerlo, pero no leerlo so* lamente para polemizar. La nica hereja real que hay en Unamuno es filosfica, es el voluntarismo, que l ha asumido de la filosofa contempornea como principio, Ah! Cunto mal han hecho a la filosofa Escoto y Surez, que desviaron el tomismo hacia el voluntarismoI Sin saberlo, Uiuumino depende de Surez, to mismo que Balines. . .

    Mungn salt como una viborita, y comenz a panegirizar a Surez. Se enredaron en ergotsmos acerca del rnteLectualisma y el voluntarismo, cul era mejor. Yo estaba a oscuras, y a veces me hacan rer: no veo que esas sutilezas tengan la menor importancia. Voluntarismo es, segn me explicaron, la doctrina filosfica que pone la voluntad antes que el intelecto; no antes en el tiempo sino en la primaca. Qu consecuencia puede tener eso? Pero en fin, yo no se filosofa. Qu nos importa que fe. voluntad sea antes que el intelecto, sobre todo a m, qae no tengo voluntad?

    Al fin consegu desapartarlos y volver al tema que a m como periodista me interesaba. Los diarios italianos estaban llenos de la amenaza de guerra entre Rusia y Yanquilanda, a raz del incidente de fronteras en Yugoslavia, los cuatro aviadores fusilados. La gente discuta apasionadamente acerca de la bomba atmica: que no la tiene ninguno, que la tienen los dos, que Rusia no la tiene; y se decan acerca de ella, y de otros tales rayos de la muerte, las ms desaforadas fantasas.

    En el diario ms serio de Roma LOra d' I t a l ia Fa*

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  • trizzi trataba de tranquilizar diciendo que la guerra era imposible porque los pueblos estaban cansados y agotados y que el mismo temor de la bomba atmica haca la guerra imposible por 100 aos y quiz para siempre. Su contrincante y antiguo jefe Giannini, en Luomo q u a lu n q u e , deca en el fondo lo mismo. Yo quera creerlo, aunque no las tena todas conmigo; pero el judo dijo gravemente:

    Esa guerra es posible, ms an, probable. Est en la lgica de los hechos actuales; y lo que es peor, est anunciada en el A p o k a l y p s is . En el ltimo libro de la E s c r it u r a , que es muy obscuro, est anunciada claramente una guerra descomunal, increble de puro enorme, y adems un perodo de guerras; que si no es el que estamos viviendo, yo no s cul puede ser. Por ventura estamos en paz? No le llaman a esto paz armada, que es lo mismo que decir guerra latente e inminente? No llaman a la guerra del 39 el segundo acto de la guerra del 14? es que no habr un tercer acto? ya est desenlazado el drama? A l contrario, los conflictos ideolgicos" como dicen, religiosos en realidad y por cierto religioso-herticos, han quedado intactos y ms fuertes que nunca...

    Y cmo sabe usted que ser para el ao 1963?No hagan caso de eso, es una conjetura ma, un

    simple clculo de Estado Mayor; el tiempo que necesitan las grandes bestias feroces para reabastecerse. Es la opinin del gran tctico e historiador ingls capitn Liddell Hart. Si es para el ao 2063, mejor para nosotros. Pero yo no lo creo. Es claro, Dios podra hacer un milagro.. . Pero lo que est anunciado, cumplirse ha.

    D o d s e s t a n u n c ia d o ?En tres luchares del A p o k a l y p s is . el Caballo Rojo, la

    Tuba Sexta, la Sexta Fiala; tres lugares paralelos clarsimos. Eso no se puede entender sino de una gran guerra, que ser a la vez un perodo blico, un suceso desos que mudan la historia y un castigo de Dios a la humanidad, es decir, un tiempo, una era y una plaga-. Caballo, Tuba y Fiala.

    El telogo mostr tomarlo a risa, y dijo:

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  • Segn el gran Bossuet, Billot, el padre Ali y Sco de San Miguel, la Sexta Trompeta significa una excursin de los parthios en el Imperio Romano en el tiempo del rey Sapor, que al frente de un ejrcito pas el ro Eufrates, demarcador entonces de las fronteras del Imperio . . .

    El judo se contrajo en un rictus:Era un ejrcito de 200 millones de hombres?Oh! exclam Mungu. Esa cifra es alegrica, es

    una cifra simblica, segn explica el padre Ali.Mat la tercera parte de la humanidad?jBah! Esa cifra tambin e s ... hiperblica, como

    interpretan varios comentadores...Ay, los comentadores! dijo el judo. Qu es

    lo que son capaces de hacer con 3a E sc r it u r a ? El comentador Pastorini conjetura "con fundamento", dice el obisptT Sco, que en los ltimos das del siglo permitir Dios que millones de demonios tomen forma humana para formar este espantoso ejrcito del Anticristo y obrar las cosas espantosas que profetiza San Juan.. . Ese Pastorini es un obispo ingls Charles Walmesley, que escribi un libro en francs explicando el A p o k a l y p s is con la clave de la Reforma de Lutero. Qu le parece de esta exge- sis, joven amigo?

    Sencillamente ridicula.Ms an que la de usted, la de que el Espritu

    Santo por el Apstol profetiz un vulgar y silvestre maln de los persas, que la historia ni siquiera ha recogido, describiendo un ejrcito envuelto en fuego, humo y azufre, con lorigas de llama y de jacinto, con caballos que matan con la boca y con las colas, y pone la cifra exacta y enorme de 200 millones de jinetes y dice que fue muerta la tercera parte de los hombres nada menos? Qu me dice usted, Delrey, de esta manera de profetizar?

    Yo me ech a rer y dije:El Espritu Santo parece bastante andaluz.. .Andaluz? Mentiroso sencillamente dijo el judo

    con desenfado. Si el A p o k a l y p s is es una profeca, como dice su ttulo mismo y siempre lo ha credo la Iglesia, sa es una guerra que an no ha acontecido y tan enorme que hasta ahora los comentaristas no osaban creer

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  • pudiese acontecer; por lo cual, inventaron todo eso de los nmeros simblicos o alegricos o hiperblicos. . . Pero nuestra desdichada poca ha hecho esa guerra posible y concebible: en la reciente guerra mundial han Juchado cerca de 200 millones de hombres, s contamos los obreros de los arsenales, que eran verdaderos combatientes de retaguardia.. .

    Luego ya se cumpli la profeca?o. No ve usted que el profeta habla de 200 mi

    llones de jinetes, de tropas de caballera, que eran en la antigedad las tropas que hoy llamamos de choque?

    Y cree usted que llegar a haber una guerra con esos millanares de caballos? En la guerra moderna ha desaparecido casi del todo la caballera...

    El judo me mir con una manera peculiar suya, entrecerrados los ojos como un gato.

    * Y las tropas motorizadas? Los ejrcitos modernos consisten por entero en aviones con infantera motorizada. Ha ledo usted L a c u e r k e m o d e r n e , del general Charles De Gaulle?

    Pero el profeta no dice tropas motorizadas salt el telogo.

    Cmo quiere usted que lo dijera? dijo el judo riendo, Quiere que San Juan en Patmos citara tambin al mariscal De Gaulle? No es as el gnero proftico. El profeta de Patmos tena delante alucinaciones visuales y auditivas como llaman hoy; y nos las trasmite volcndolas en el molde de la literatura esjatolgica juda, que toda ella desemboca maravillosamente en este libro; y que l se sabe de memoria.

    Usted se sabe de memoria?No. l, el Profeta, digo. No le han enseado en

    el seminario la existencia de los gneros literarios en la E s o u t u h a ? Y que el intrprete debe conocer sus le y e s para entender los diversos escritos?

    Usted es intrprete?Yo no. Pero tampoco soy imbcil. Quiere usted

    que el Visionario dijera: Vi un ejrcito compuesto de veinte mil divisiones motorizadas, solamente en jas tropas del frente, sin contar la retaguardia; y las torrecillas de los carros eran imponentes; y los tripulantes estaban

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  • defendidos por blindajes maravillosos de acero y cobre, que relumbraban como joyas; y usaban plvora trraituol y cordita, cosas que ahora no se conocen pero con el tiempo se inventarn; y tenan artillera por todas partes, potentes piezas de artillera delante y detrs, que sembraban el estrago y la muerte?".

    Yo me ech a rer.Esa es su traduccin de la Tuba Sexta, y el Ejr

    cito de los Cuatro ngeles?De los Cuatro Crandes si usted quiere dijo el

    judo muy serio. Y qul Cree usted que en el sigloI de nuestra era se puede describir ms exactamente un ejrcito moderno que con esa imaginera mgica que al buen Pastorini Walmesley le pareci cosa de demonios encamados? Cmo puede describirme usted mejor, vamos a ver, en estilo escriturstico, una pieza, de artillera que diciendo: Una cabeza de len, de cuya boca salen fuego, humo y azufre, que mata a los hombres? Ponga usted delante de ella por primera vez un piel roja, un berebere o un zul y le dar infaliblemente una frmula parecida, si es inteligente. Le dir esas o parecidas metforas . . .

    El telogo dijo:Luego usted interpreta tambin alegricamente.. .De ningn modo. Metfora no es alegora. La me

    tfora pertenece al sentido literal, es un modo natural de hablar: el ms natural de todos; la alegora pertenece al sentido figurado o traslaticio.. . Es un artificio potico,

    No entiendo interrump.A m lo que me interesa en la E s c r it u r a es el sen

    tido literal, el primario, el cual a veces puede ser doble, como Santo Toms anota continu el judo sin hacerme caso. Pero el sentido literal no significa el sentido crudo, que es el que entendi Pastorini, que a veces es absurdo, contradictorio o imposible. sa es la regla de oro que dio San Agustn: "Hay que interpretar literalmente a menos que nos sea imposible!. Cuando en el G n e s is se dice que Dios tom pieles y cosi vestidos a Adn y Eva, eso evidentemente no puede entenderse en el literal crudo. Cuando Nuestro Seor propone una parbola, ya nos dice que nos habla en alegora o seme

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  • janza, que eso significa parbola. . . Pero las mismas parbolas de Cristo son ms smbolo que alegora. La alegora es una invencin grecorromana, cosa posterior; de estilo escrito, no de estilo oral.

    Todo eso lo sabemos de sobra dijo Murray con suficiencia; pero el A p o k a l y p s is ya se cumpli enteramente en la destruccin del Imperio Romano. En donde usted yerra es en aplicarlo a nuestros tiempos, Millares de ilusos han hecho lo mismo, en diferentes tiempos de la humanidad. Cada vez que hay una crisis grave en la historia, y siempre las hay, nunca falta un loco que salga leyendo exactamente los sucesos del da en el Ap o k a l y p s is , que se presta a todo por su oscuridad y la vaguedad de sus smbolos. Joaqun de Flora hizo lo mismo, que como usted sabe fue hereje.

    No fue hereje el abad Joaqun dijo el judo- sino sus discpulos. En su interpretacin hay errores, como en la de todos los intrpretes los habr siempre; pero hay un principio capital, un aporte substancial, un verdadero descubrimiento: el de la interpretacin histrica, No ha ledo usted el libro de Schaumann?

    No. Lo tiene usted?No. Me lo quemaron en Alemania. Pero lo he ledo.El judo haba ledo de todo. Enseguida se enzar

    zaron otra vez en discusin incomprensible. El telogo deca que, segn la exgesis de Boussuet, la ms razonable de todas la ms racionalista], grit el otro, el A p o k a l y p s is era una descripcin alegrica de la prxima destruccin del imperio idolatra, sacrilego y persecutor, y del triunfo dej Cordero, que se verific por Constantino; que era una profeca ya cumplida toda ella, excepto una pequesima parte que se refera al fin del mundo: nominalmente, 26 versculos del Captulo XX. El judo gritaba que todo el A p o k a l y p s is era una profeca del fin del mundo, o mejor dicho, de la historia de la Iglesia enfocada desde el fin del mundo-, nominalmente, una profeca de la persecucin y el triunfo del Reino de Cristo. M jovea amigo, que era un memorin, citaba de memoria trozos de Bossuet y aseguraba qne el obispo galo, con la historia en la mano, haba ido aplicndola versculo por versculo al cifrado libro, venciendo toda

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  • dificultad y creando la conviccin en quienquiera lo leyere; que todos los autores modernos de ms fama aceptaban esa interpretacin; y que l tena de ella tres pruebas enteramente concluyentes. Pero el judo lo cort diciendo:

    -Y Renn?Renn? Renn es un apstata, un corrompido y

    un Judas dijo Murray.Renn adopt y adapt la exgesis de Bossuet, la

    pod de algunas pocas cosas, y sali un libro en efecto abominable, L A n t e c h w s t , en el cual San Juan o el presbtero Juan, como l dice aparece como un verdadero impostor: un hombre calenturiento, camandulero, fantico, mentiroso y delirante. Y la aplicacin a la historia romana est hecha versculo por versculo mejor an qup en Bossuet. Frgil barrera fueron para el apstata bretn los 26 versculos del Capitulo 20: la interpretacin racionalista del libro se la dio casi hecha un aguileno obispo de Me-a-x; no tuvo ms que transcribirla. Bendito obispo de Me-a-x\

    As que la leccin de Bossuet es hertica.. .La leccin de Bossuet, que no es de Bossuet sino

    de un telogo espaol, Ribeira, es buensima en cuanto no se la cierre y no se la haga exclusiva: es la interpretacin del typo que no excluye antes exige el antiiypo. Bossuet mismo lo indic, aunque por dems' sueltamente, cuando dijo que su sistema, aunque l lo tena por cierto, no exclua otro sentido ms p r o fu n d o Poda haber dicho que lo exiga. La interpretacin tradicional de la Iglesia es esjatolgica; y no sin causa, a fe ma, porque el sentido esjatolgico del libro salta a la vista; el Sexto Sello, la Sptima Tuba, la Sptima Fiala describen evidentemente el fin del mundo. La Pamsa o Segunda Venida, anunciada por los profeas y prometida por Cristo, que es un dogma de Fe y est en el Credo, no se puede decir con palabras ms claras que en esos tres pasajes.

    Qu es rmtitypo? pregunt yo, que me haba perdido, Y en qu queda lo de la guerra?

    Pero al judo lo llamaban de la enfermera: era ayudante enfermero, ayudante cocinero y ayudante camarero, es decir, lavaplatos y barrendero universal. Lo haca todo

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  • mal, por supuesto; pero no lo maltrataban demasiado, porque hablan acabado por tenerle lstima; y quiz una especie de vago recelo misterioso, que si respeto no era, poda pasar por tal El Judo nos dej y se march a sus ocupaciones.

    En el camino vuelta a la Piazza Espaa, donde vivamos, apur a mi amigo sobre la cuestin de la guerra. Me concedi que si el libro de Patmos haba de leerse literalmente, entonces sin duda all estaba designada una enorme guerra y que esa guerra no se haba dado an en la humanidad...

    Luego debe darse; y es muy posible que se d ahora le dije.

    Se atrincher en Bossuet: dijo q u e el A p o k a l y p se s no poda entenderse literalmente, que eso no caba en una mente moderna, que la interpretacin literal llevaba a verdaderos delirios. Que era clarsimo que el cpite nueve, verso trece, se refera a la derrota de Valeriano en la frontera persa, donde est el Eufrates y la clebre caballera partha, derrota que llamando a los emperadores a la frontera oriente, abri el acceso del Imperio a los godos, vndalos, longobardos y francos, los cuatro ngeles o conductores que lo llevaron a su ruina; destruyendo ms o menos la tercera parte de sus fuerzas. . . Esta es la interpretacin obc-ui". No hay que buscarse cosas raras.

    Yo no quise discutir con l. Era demasiado discutid or. Como les ensean la teologa disputando, muchos telogos parecen ms abogados que hombres de ciencia; es decir, crgotizadores aptos para buscar y hacer argumentos, a veces sutilsimos, en pro de una tesis que les dan a defender o la contraria, ms bien que pensadores sedientos de la Verdad. Pero quiz asi tiene que ser. No de balde son los defensores del dogma". Les dan un dogma a defender y el oficio de ellos es defenderlo de cualquier forma.

    Pero me qued pensando que si acaso ese ltimo libro de la B ib l ia es u n a profeca y a cumplida, es raro que la Iglesia no lo haya declarado; es raro que haya todava sistemas, disputas y divergencias entre los doctores, pues una profeca ya cumplida, debera ser muy

  • clara; y es raro que recin un obispo francs del siglo XVIII (el siglo del Auffdaerung) se haya dado cuenta clara de ello, cosa de 12 siglos despus de su cumplimiento; y no los exegetas que siguieron de cerca a su supuesta verificacin histrica.

    Me dorm con estos pensamientos. Decid volver solo al otro da. Haca tiempo que andaba yo leyendo cosas religiosas mescoladas, libros rusos que me prest Ramn Dol, un tal Merejkowsky, y un tal Solovieff, y L v a n g il e t e r n e l d e J o a c h em d e F l o r e , por un Emmanuel Aegerter, y Ramakrihsna, y otros.

    Decid volver solo porque el telogo Mungu me enredaba.

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  • Captulo t i l : Guerras y rumores de guerra

    A] otro da encontr a] judo escribiendo febrilmente una carta y sin querer hacerme caso.

    Viva solo en una especie de galpn, donde se almacenaban antes atrezzos de cine, y todava estaba escombrado de telones, bambalinas, muebles falsos, bustos, cacharros y columnas de yeso. El desorden era maravilloso. Entre ese terremoto tena don Benya infinidad de papeles, y una cantidad de biblias en todas las lenguas,

    Una de sus manas era escribir cartas vehementes, pidiendo su libertad, unas veces abyectas y otras altivas, a cuanto personaje sonara en el mundo. Y qu hara el infeliz con la libertad? Yo creo que era incapaz de ganarse la vida.

    Un mismo da escribi a De Gasperi, a Fiorello La Guardia, que estaba en Pars, y a un rico hebreo de Buenos Aires. Por supuesto, nadie le responda. Y cuando alguno le responda por frmula que "haba tomado de su solicitud la conveniente nota se pona hecho una furia; y sufra ms con eso que con el mutismo de los dems.

    Un da le una carta, que estaba llena de desesperada imploracin y de amenazas bblicas: justicia sin misericordia a los que no hicieron misericordia sepaS. E . que hay un Dios, que hay un Soberano Juez, que nos fuzgpr a todos, grandes y chicos.. Le dije la verdad, que me pareca un prodigio de falta de tino y de tctica, y que por esa va no conseguira un cuerno. Dijo que eso era su verdad", que l as lo senta, y que no poda escribir de otro modo, Qu hombre! No era via

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  • ble para vivir en este m un co. Pero por desgracia para l, v iva.., o semiviva.

    Acab la carta con un suspiro, la cerr, y se dispuso a contestar lo que yo fastidiosamente requera: la Guerra de los Continentes. Quera yo hacer un artculo sensacional para m diario, titulado: Un profeta en Roma.

    Qu macaneadores somos los periodistas! El periodismo es una porquera. Pero entonces yo no lo senta as. Me lo hizo sentir el judo, que tambin haba sido cofrade de la cofrada. Una vez periodista, por siempre periodista.

    Tom su Buslia y me dijo:E l A fo k a ly p s is es muy oscuro. Pero existe a su

    lado una cosa clara, que debe servir de clave, y en la cual apoyando hay que avanzar cuanto se pueda en todo lo dems: el sermn esjatolgico de Cristo en los Evan- c e u o s , lo que llaman Apokalypsis Sucinto o Sinptico.

    Yo haba ledo ya el sermn esjatolgico en los tres Sinpticos; francamente no me pareca muy claro.

    Cristo predijo perentoriamente su Segunda Venida; dijo que sera incgnita en cuanto al da y la hora, y que cuando fuese no la esperaran los hombres; y sin embargo se puso de intento a dar seales de ella. Para qu dar seales entonces? Qu le parece?

    S, la venida de Cristo ser del todo imprevisible; ni el Hijo del Hombre ni los ngeles del cielo la saben, dijo Cristo, exagerando la nota, Y entonces por qu estamos usted y yo, don Benya, queriendo fijarla? Creo que hay un concilio de la Iglesia que excomulga al que fije el da del fin del mundo. . .

    La Venida Segunda es imprevisible y es previsible a la vez dijo el judo, Y si no para qu demonios dio el Salvador sus seas y exhort que abrisemos los ojos? De la higuera aprended un parangn; cuando vei3 los brotes y las hojitas tiernas, sabis que viene el verano; asi cuando veis estas cosas, sabed que estoy cerca a las puertas. . Es imprevisible desde lejos y en cuanto al tiempo exacto; pero a medida que se aproxime se ir haciendo.. . no dir cierta, pero s, como dicen, inminente. Se oler en el aire, como las tormentas; pero no por todos ciertamente, sino por muy pocos. Exacta

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  • mente coma nuestras sendas muertes, que vienen cuando menos pensamos, como ladrn nocturno.

    Y ust ahora ya la huele?"Oiris guerra y rumores de guerra dijo sibilina

    mente pero no entonces enseguida ser l fin.Siempre ha habido guerras y rumores de guerra

    en toda la historia de la humanidad. vJams como ahora y como antes de la destruccin

    de Jerusaln dijo l. Nuestra poca ha visto a la guerra instalarse tranquilamente como institucin permanente y normal de la sociedad humana", como la defini el papa Benedicto XV cuando lo de] 14, con clarividente ojo. Repare usted en que desde entonces todo gira en torno de la guerra: relaciones internacionales, poltica, economa y literatura; de tal modo que las paces no sor sino treguas, y llaman a esta falsa paz con razn paz armada. Paz 'armndose, deban decir. Y aun dentro de ella funciona una guerra interna atroz que es la llamada lucha de clases-, millones de vidas cost la llamada revolucin rusa; un milln de muertos se calculan en la guerra civil de Espaa. El anhelo ms profundo de toda la humanidad actualmente es la paz; y en ese anhelo justamente har palanca el Anticristo. Aquel dspota gigantesco, aquel plebeyo satnico, dar al mundo la paz: una paz sacrilega y embustera, durante la cual se perseguir a sangre y fuego casi hasta la extirpacin a la Iglesia de Dios,

    Pero aunque fuese ahora ese tiempo de guerras dije yo, segn Nuestro Seor, ''todava no es el fin*

    Pero es el principio del dolor" dijo el judo implacable, de los dolores de parto, como dice el texto griego, arj oodnoon. Es el primer dolor, como dicen las mujeres. .

    Sin embargo insist yo eso de que todava enseguida no es el fin no significa una interrupcin de los dolores? No habr entre el Anticristo y la Guerra un perodo entero de gran paz y prosperidad de la Iglesia, como nunca se ha visto, en el cual se predicar el E v a n g e l io en todo el mundo y se convertir. . . su gente de usted, el pueblo judo? As lo he odo de nuestro joven amigo Murray.

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  • '-Ay! dijo Benavides, jall El tiempo del Papa Anglico y del Gran Eey, de las visiones medievales. Infinidad de profecas privadas lo han anunciado, pero y o .. . Ay], temo que esa esperanza sea una especie de milenarismo temporal, una humana escapatoria al temeroso vaticinio: porque los dolares puerpricos una vez que empiezan ya no se interrumpen por un tiempo largo de bienestar. No veo cmo encajar esas profecas privadas en el riguroso testo bblico.

    Y tomando el E v a n g e lio griego empez a traducir y a comentar palabra por palabra el XXIV de Mateo en su castellano sefardita, arcaico, un poco raro pero sabroso. Ya no recuerdo el comento, y mucho menos las disgrasiones en que el hombre se me perda a cada paso: recuerdo las lneas generales. La pregunta de los apstoles n secreto de cundo sera la eversin del templo y qu signo habra de la liquidacin del siglo y tu Venida, todo lo cual ellos crean sera simultneo; la primaria respuesta sumaria con los pseudoprofetas, las guerras y desastres mundiales, la persecucin religiosa a muerte y el odio entre los hombres; otra vez los seductores religiosos y la predicacin universal del E v a n g e l io ; y entonces vendr el acabamento. Despus la explanacin de esta percopa, repitiendo el anuncio de los males con ms encarecimiento, mechado de avisos y recomendaciones urgentes y paternales. La descripcin de los ltimos das con el gran aparato astronmico, csmico y anglico: sol, luna, estrellas, nubes, clangores, trompetas y el signo del Hijo del Hombre, que vern todos como se ve el relmpago, y congregar a todos los elegidos. E l juramento de Cristo y la intimacin de que nadie fuera del Padre sabe el da, con la monicin de la higuera y la rbrica del perentorio vigilad. Yo interrump al exe- geta porque mi atencin desfalleca. Me acord una cosa que haba ledo en Renn.

    Aqu hay una dificultad tremenda, porque Cristo prometi que aquella generacin no pasara sin ver todas esas cosas; y aparentemente se equivoc, porque ninguno de los apstoles vio el fin del mundo.

    De eso, otro da me dijo el zahori secamente. La objecin de los racionalistas es nula: no consideran el

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  • estilo proftico. No se enga Cristo, ni tampoco hizo una mescolanza arbitraria del fin de Jerusaln y del universo, como dicen muchos. Estilo proftico: typo y antitypo.

    Me gustara que me explcase eso; yo nunca he visto la solucin.

    Basta dijo el hebreo con tono de maestro a un nio. Usted vino hoy a preguntar de la Guerra.

    Y de los signos de la Parusa insist yo.Bien. El primer signo es ese estado excepcional de

    guerra, acompaado de caresta y pestilencias; el cual como vimos no es signo inmediato. Los signos inmediatos que Cristo aade enseguida son tres:

    1. La crueldad sacrilega, es decir, el odio entre los hombres y la persecucin religiosa homicida.

    2. La complecn del anuncio evanglico en todo el mundo,

    3. La desolacin abominable en el lugar santo, es decir, la profanacin extrema, sea ella en concreto lo que fu ere ... Siendo de advertir que las tres cosas ya comenzarn en el perodo de la Guerra Grande, puesto que proceden de la seduccin de los pseudo-cristos, que el Seor planta en el comienzo mismo de su apolcalyp- sis abreviado. Estas cosas no tienen comienzos absolutos, sino que son culminaciones y liberaciones de elementos ya vigentes desde el principio del cristianismo, de la cizaa de la parbola que crece hasta el fin en medio del trigo. San Juan ya en su tiempo dijo: "Yo os digo que ya existe el Anticristo, el espritu que rechaza a Cristo".

    Dgame le interrump yo bruscamente--. Ghandi no ser un pseudo-Cristo?

    Quin?El judo emiti su risita seca. . .Pobre Ghandi! rio. Djelo. No me distraiga.Pero es un santo o no es un santo? insist. Si es

    un santo, cmo est fuera de la Iglesia?; si no es un santo, cmo es que tiene el lustre, el poder, el influjo, todas las caractersticas de los santos catlicos de otras pocas? En la India ese hombre es un San BemardolY sin embargo, creo que es protestante, o algo as.

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  • El problema de la mstica fuera del cuerpo visible de la Iglesia sentenci el judo lo discutiremos otro da.

    Explqueme. pues, esos tres signos. Qu puede ser esa desolacin, abominable?

    Se lo explicar a su tiempo, con los lugares paralelos del Apokalypsis explanado. Ahora estamos en la Guerra.

    El judo era ms ordenado de lo que pareca. Era mi amigo el telogo con sus contradicciones quien lo haca derramarse.

    La Guerra Grande est anunciada en tres lugares de la Revelacin; principalmente en la Sexta Tuba, que es lo que leimos ayer, el Captulo Ocho: el enorme ejrcito de caballera hecho para matar un tercio de los hombres; si eso no predice una guerra, hay que abandonar alf el sentido literal y por ende lcitamente en todas partes, cosa que no es lcita al exegeta catlico. Despus, en la Sexta FiaJa, Captulo Diecisis, donde se describe la remocin del obstculo de esa guerra, la supresin de una barrera, figurada por el ro Eufrates, que impeda invadir a los reyes orientales y la aparicin de las Tres Ranas, que congregan a esas reyes...

    Las Tres Ranas! Lo m s raro del A p o x a l y p s is ! Qu puede ser eso? No he encontrado un solo intrprete que me satisfaga...

    Pues son tres demonios, allf lo dice; mejor dicho, tres espritus m alos...

    Tres demonios en forma visible, que salen de las sendas bocas del Anticristo, del Antipapa y d e l... demonio mismo? Cmo puede ser eso?

    Se 3o explicar otro da; pero repare usted que el texto sacro nu dice demonios, sino espritus malignas y espritus inmundos . cort el hebreo. Djeme ahora. Por ltimo o mejor dicho en primer lugar est indicada la Guerra Grande en el Caballo Rojo, en el proemio del Apoxaiapsis propiamente dicho, Captulo Sexto, el Sello Segundo. Esc smbolo es indubitable. Significa la guerra en toda la literatura apocalptica; y en general en la oriental literatura toda. Por lo dems, lo dice ex* presamente el texto sacro: ale fue dada una Espada Gran

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  • de significando guerra no comn sino extraordinaria para que quite la paz de la tierra.. " La paz ha colado al cielo, ha dicho en estos mismos das en una alocucin nuestro santsimo padre Po XII.

    Estamos entonces nosotros actualmente en el Segundo Sello? Mire que slo el Sexto Sello, como la Sptima Tuba y la Sptima Fala son claramente el fin del mundo.. . usted mismo me lo dijo.

    Segn creo estamos en el Tercer Sello, acabando el Segundo y empezando el Cuarto y el Quinto dijo l. Oiga mi interpretacin de los Siete Sellos.. . El Primer Sello, el Caballo Blanco, es la Monarqua Cristiana, desde Constantino hasta la Revolucin Francesa; o si quiere usted hasta la Reforma, en cuya gran lucha poltico- militar empat, como dice Belloc, la Monarqua Cristiana con la Gran Revolucin Religiosa, que desde entonces no ha cesado de avanzar, de hacer guerra a los santos y vencerlos, Es un caballo albo; y a su jinete se le ha dado un arco, y lleva una corona y sale "vencedor para vencer; es decir, vencedor una y otra y otra vez. Esas victorias repetidas son la predicacin evanglica apoyada por la Reyeca Cristiana, predicacin que debe extenderse por todo el mundo antes de su fin. Hasta la Reforma venci siempre la Monarqua Cristiana; civiliz la Europa, sofren y convirti a los brbaros, aplast las herejas, contuvo al Islam, con su corona que se vea de todas partes y su arco que alcanzaba lejos; es decir, el poder de sus armas expedicionarias, que a su misma Amrica de usted llegaron, y hasta los rincones del Asia y el Africa. Despus del empate de la Reforma comienza la Monarqua Cristiana a ser vencida en todas partes y el Imperio Espaol de los Austras y el Sacro Imperio Romnico Germnico se dividen y comienzan a disgregarse. No ha reflexionado usted sobre este hecho?

    Cree usted que sa es la leccin del versculo que dice Te fue dado poder para guerrear contra los santos y vencerlos? Es el 7 del XIII, y se refiere directamente a la Bestia, es decir, al Anticristo.,. .

    Existe por un lado ese versculo; y existe allende este hecho clarsimo en la historia de la Cristiandad. Justamente la percepcin de este hecho inici mis me-

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  • ditacioo.es sobre Jas profecas parusacas; mi mana, como dice su amigo Murray. Tena 24 aos y enseaba historia contempornea en el liceo de Segovia. Yo era un literato y lo que ms me gustaba era hacer versos, achaque que no he perdido sino empeorado, siendo as que no soy poeta. Explicaba un da la guerra de los Chuanes, la sublevacin de la Vende contra la Revolucin Francesa. Me exaltaba y haca elocuencia con la sublimidad de esa revuelta de honrados campesinos que defendan su hogar, su fe y su rey, con la imagen del Corazn de Cristo sobre el pecho y en sus banderas: la santidad del buen Cathplineau, el hidalgo honor del seor de Bon- champs, la gallarda caballeresca de La Roche-Jacque- lein y los otros jefes. Fue una guerra catlica ms pura que las Cruzadas, ms necesaria que la empresa de Simn de Montfort, contra la sedicin parisina regicida y atea.' Y fueron denotados y aplastados como chinches por el genio militar de un teniente de artillera inmensamente ambicioso, un corso petizo y regordete llamado Buonaparte; el cual les aplic tranquilamente la guerra de exterminio y los enga como a chinos con un tratado maquiavlico.. . En la clase reinaba un silencio profundo, el corazn de los jvenes sangraba, yo me senta elocuente... por primera vez en la vida. De repente un cadete levant la mano (el ms inteligente de la clase, hoy da hombre ilustre: si lo nombrara se asombrara usted) y pregunt con esa terrible y directa ingenuidad de los nios: "Por qu fueron tan desdichados, si defendan la causa de Dios?. Yo balbuce que Dios no ha prometido a los suyos el triunfo en este vida; que recordasen la Armada Invencible. Pero el muchacho respondi con ira: Tampoco es ha prometido la derrota.Y actualmente la causa catlica es siempre derrotada. . . . Negu resueltamente ese adverbio siempre; pera sal preocupado y meditabundo...

    Usted siempre fue meditabundo le dije riendo.Desde aquel da dijo el sefardita.Quedamos un momento silenciosos.El Caballo Rojo continu l es la guerra, no

    cualquiera, sino el Gladio Magno, la guerra endmica en el mundo, cuyo preludio fueron las guerras napole

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  • nicas y esa feta en maa de 1* Revolucin Francesa, comienzo de lo que hoy llaman la guerra total-, guerra que no perdona a nade; ni a los civiles, ni a los ancianos, ai a las mujeres y nios, tan distinta de las guerras medievales, hechas por profesionales, mercenarios o caballeros, que son a la presente lo que las infecciones locales son a una septicemia. He aqu la Espada Magna, el principio de los adores, la remocin del Obstculo de San Pablo, el signo inmediato de una nueva era: la ltima.. .

    La era atmica! le dije riendo,. .Si existe la bomba atmica dijo el judo.Duda usted de que exista?Si existe la bomba atmica, los hombres tienen en

    sus roanos el medio de destruir "la tercera parte de los hombres. Y si tienen ese medio, cree usted que dejarn de emplearlo? Quin los atajar? La democracia, la fraternidad, la misericordia? La misericordia tambin con la paz ha volado al cielo, se ha refugiado en la Iglesia, en el corazn de la Iglesia: en el santuario, no en el atrio. Porque en el atrio, Dios de mi alma!. . . exclam el judo ensombrecindose.

    La Iglesia ha sido cruel con usted en una ocasin le dije, queriendo tirarle de la lengua.. .

    No la Iglesia sino algunos eclesisticos dijo, cayendo en la trampa.

    Pero esos sacerdotes gobernaban la Iglesia, y, por lo tanto, la representaban.

    Los sacerdotes pueden ser crueles dijo don Benya desentendindose y hundindose en sus recuerdos- como cualquier otro hombre nacido.. . o ms. El resentimiento! El sacerdote por su estado es vulnerable a esa pasin temible, lo mismo que la solterona. Cuando le el aforismo de Nietzsche: Algunos dellos han sufrido demasiado; por eso quieren hacer sufrir a otros, cre que se trataba de una simple contumelia dese gran impo: pero la vida me ense que hay all apuntada una verdad psicolgica. La crueldad, al menos inconsciente que llamamos dureza d e corazn, est en la lnea de las Virtudes sacerdotales cuando se corrompen o simplemente se secan. Como tiene que huir de lo camal, el sacer-

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  • f ote puece pasarse de la raya y distanciarse de to fiu- f m a n o... como excepcin lo digo, y como aberracin, J naturalmente. Lo humano es principalmente cama); el

    hombre no es espritu puro.Y usted cree que actualmente.. .Que Dios me libre de la religin descarnada

    -dijo l. Porque abund la iniquidad, se resfri la caridad en muchos, en los ms. La crueldad, ms que la liviandad de costumbres, ha escrito Belloc, es la caracterstica ms temible de la poca que viene. Por lo dems, las dos cosas siempre andan juntas, la crueldad y la lujuria. . . K

    El Caballo Negro dije yo.El Caballo Oscuro dijo el judo es el tiempo os

    curo 3e la Posguerra, el tiempo de la caresta y la crisis econmica, de la oscuridad que ha cado sobre la tierra, como dijo su santidad hace tres aos. Corresponde al*hambre, -pestes y terremotos* del sermn esjatolgico, que Cristo Nuestro Salvador adjunta a la guerra. El texto es tan claro que casi todos los intrpretes han ledo la escasez, excepto los desaforadamente alegoristas, como Luis de Alczar, que pretende que el Caballo Negro es "la pobreza voluntaria de los religiosos!. . . El jinete tiene una balanza, que significa cuidados y restricciones el famoso racionamiento de hoy da y la libra de trigo a un denario (que era el jornal de un da de un pen) significa un tiempo en que los pobres y Jos honestos ganarn estrictamente para comer. Es tremendo que el trabajador, sobre todo en la clase media, no pueda hoy comprarse un traje y gane lo justo para sustentarse", deca hace poco el cardenal Siri, obispo de Genova, en una de sus admirables homilas.. .

    Y qu significa: no daes el orno nt el leo?No lo s dijo pensativo el judo. Le dir lo

    que sospeeho: el trigo y la cebada representan el nutrimiento de los pobres; el aceite y el vino los manjares de los ricos. Usted sabe que las carestas actuales no las sufren los comerciantes, sobre todo si son bolsanegreros o estraperlistas. Hay de todo, incluso lo ms exquisito, para quien pueda pagarlo; y estos tales, lejos de sufrir privaciones se enriquecen con la caresta.. -

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  • Usted la tiene contra los pobres bolsanegreros; sin los cuales, mucha gente no podra comer.. .

    Es que eso mismo, justa mate, representa un signo terrible de nuestra poca. Es algo literalmente negro. Representa en los que gobiernan al mundo la invasin de la tica del comerciante. Hasta nuestros tiempos, los reyes tenan la tica sacerdotal o la tica del guerrero. . . Hoy da los Estados son comerciantes.

    Pero la moral es una sola le dije. Tambin los comerciantes pueden tener moral. Su gente son todos comerciantes.

    El judo enrojeci.La tica es una -dijo pero los ethos son mochos;

    y estn subordinados unos a otros. Cada uno tiene la moiaJ que la capacidad de su estado comporta. Y la Iglesia siempre ha distinguido estados y ha puesto unos por endma de otros, como el estado clerical sobre el estado seglar. Mas ahora se ha producido la confusin de las Jerarquas, y los estados inferiores se han subido arriba, , . la rebelin de las masas, la confusin de las personas. . . " ,

    Lo que pasa es que no hay tica de ninguna clase. Eso es lo que pasa le dije yo cortndole el discurso.

    Cierto dijo el otro resignado. Y por eso viene el Caballo Amarillo.

    El caballo bayo, o barcino... dicea en mi tiara .O doradillo dijo el judo. Ni mujer, m caballo,

    ni gato desa color. .Tambin sabe usted el argentino...FigreseI Ocho aos en Buenos A ires...Habla usted un idioma curioso; medio castellano

    antiguo, medio argentino y medio italiano...S siete idiomas y ninguno bien dijo l. Pero

    lo bastante para leer libros. El Caballo Amarillo, el color del ort>, de la envidia, y de la muerte, es la persecucin a la Iglesia desatada y cruenta, la ltima persecucin, que ser peor que la de Dioclecano; como la de Nern y la de Juliano juntas. El jinete de este Caballo su nombre es muerte, y el infierno lo sigue, dice el texto sacro. Le fue dada potestad de trueidar a cuchillo, hambre, muerte y con las bestias de la tierra, es decir,

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  • coa todos los medios anteriores aadido el de las fieras terrestres, es decir, los hombres encruelecidos y bestializados, como los rojos de Espaa en 1936, como las masas que se apiabas en el anfiteatro de Roma. Las verdaderas fieras eran all, ms que los leones, los que gritaban "Christianos ad leones. .

    Pero eso ha sucedido en todas las persecuciones.. .Si; pero aqu se habla de la ltima, porque advier

    te el profeta que le fae dado poder sobre las cuatro partes de la fierra''. Es la persecucin universal y omnmoda. de las almas a la vez y de los cuerpos, el fanatismo anticristiano desencadenado y polticamente triunfante en todas partes, bajo la impulsin omnipotente de un tirano perverso.

    Por eso el Quinto Sello muestra a los mrtires pidiendo a su Dios la resolucin del conflicto mortal y el despertar de su venganza, que es su justicia, porque la justicia de Dios es ms temible que las venganzas de los hombres; y el Sexto describe en resumen el tiempo de la Parusa. Mas el Sptimo devela los particulares de ella, despus de un silencio de meda hora, que es la expectacin de la humanidad ante lo que se viene encima; y lo que se viene es nada menos que la ltima intervencin directa de Dios en ella.

    Call el judo, todo espeluznado y nervioso, como se pona siempre que hablaba largo.

    De modo que segn eso el fin del mundo est a las puertas?

    Puede que s. Pero no necesariamente.Si estamos ya en el tiempo del Caballo Oscuro. . .

    Pero pudiera darse dijo don Benya una restauracin pasajera, de la durada de una generacin, de la Monarqua Cristiana en Europa, que corresponda al tramo entre el finis y el inrtki dclorum de Nuestro Seor; es decir, lo que pudiramos llamar el perodo Nondum Statim. A ello puede acogerse usted si le tiene demasiado miedo al fin del mundo. En la coleccin de profecas privadas que reuni el doctor Mirakles de Buenos Aires encontrar usted muchas que describen una especie de breve edad de oro de la Iglesia en medio de dos furiosas tempestades. Es na antigua tradicin de profecas

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  • de triunfo, que se remonta a la Edad Media, y cuya historia sera interesante.. .

    Usted se acoge a ellas?Francamente, no dijo el judo. Pero me alegra

    ra equivocarme. *Su temperamento de usted lo inclina a la catstro

    fe cuanto antes le dije riendo.Se sinti un poco. Despus rio:Puede. Para vengarme de De Gasperi? Pero qu

    culpa tiene el pobre De Gasperi! dijo.Con esto nos despedimos aquel da.

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  • Captulo IV: Las Tres Ranas

    A partir de este captulo tengo en mi diario y en los cuatro cuadernos del rabino casi todas nuestras entrevistas da a da. De modo que puedo abandonar el tiempo pasado y escribirlas como fueron acaeciendo, lo cual har quiz de este libro un desbarajuste, pero sin duda ms vanado y verdadero. No me interesa hacer una obra de arte, para regalo de ociosos. Esto es serio; para m, al

    Mi cuaderno dice as:18 de abril. Hoy fui solo al campamento a buscar

    el Mtodo y doce de la exgesis del Atokatpos que me dijo el judo pasara en limpio y me entregara. No lo haba escrito. Estaba con la cara hinchada y con un tremendo dolor de muelas, echado en la cama y con un humor de perros.

    Me tuve que quedar todo el da con l porque a] volver al Vale Bruno Bozzi a tomar el mnibus, me anuncian que haba huelga y paro de todos los automotores; de modo que volv al campamento. Creo que me alegr

    -- en el fondo. Tuve lstima del viejo. Aunque me recibi con facha feroche y monoslabos implacables, adivin en sus ojos la muda imploracin de su enorme soledad. Me sent a su lado y me puse a leer d librte de Agustn Cochin L e s socnrrs d e p e n s e e t l a d e m o c h a h e : formidable monografa. Al medio da eJ viejo se alivi con aspirinas que le di y comenz a hablar. >

    No prob bocado. La comida que trajo Temi la engull yo. Me di cuenta que aquella bazofia (macarrones color sucio, pan de carruba), que para mi poda pasar, para un nervioso y disppsico como el rabino de-

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  • bfa ser un tormento; es decir, uno de los elementos de su multiforme tormento. Cualquier cosita lo llevaba a la exasperacin y lo sitala en plena tormenta as como tambin cualquier consuelillo lo calmaba porque tenia una imaginacin estructural de novelista, y tormentosa por aadidura, que construa una torre de Babel de fantasmas, sobre un mnimo cimiento de realidad; torre que lo apenaba y espantaba como si fuera real, cuando en realidad solamente poda llegar a serlo. "Sensibilidad dolorosa a las imgenes' deca L

    Pero loco no era. Se engaaban en el campamento, empezando por el mdico.

    El mdico me tiene por loco me dijo con amargura. Ya me ha diagnosticado tres veces. Primero dijo que tena un surtnenage crnico, actualmente agudizado. Despus dijo que tena delirio melanclico cicloide. Ahora ha rebajado un poco y afirma que tengo una psico- neuicsis afectivo-depresiva. Pataratas! Etiquetas! Anda probando en m todas las inyecciones que le mandan de muestra todos los inventores de inyecciones. Tengo los brazos hechos una criba. Vea!

    Qu es lo que siente? le dije yo.Horrores. Un cuadro de horrores que no se lo he

    dicho al mdico, ni se lo voy a decir. Es un infierno. Lo peor de todo es la congoja. Es decir, peor es el espritu de vrtigo; pero eso me la dado dos veces solamente. La melancola somtica con deseo vehemente de acabar de una vez es algo.. . Pero en fin, no debo pensar en eso. Hoy, dolor de muelas, nada entre dos platos sonri desmintindose risueamente. Pero su cara no desmenta nada.

    En realidad lo que tengo, ponga usted la etiqueta que quiera, es una cruz muy pesada para mis fuerzas, con Ja cual caigo a veces, y entonces sufro horrores. Es decir, siempre sufro horrores, pero cuando caigo es ms humillante porque tengo que pedir auxilio a todo el mundo, quejarme como un nio, dejarme maltratar de palabra y sufrir las cosas ms mortificantes. .

    Y na cree usted que todo eso puede ser.. . imaginacin?

    En efecto. Imaginacin real.

  • Cmo, cmo? Imaginacin real?S. Imaginacin real y corazn desollado y enve

    nenado. Una especie de imaginacin de epilptico mental.Dios mfol exclam yo. Don Benya! Nos per

    demos . . . -Dolor de muelas. Nada! concluy l sorbiendo

    otro buche.Y las Tres Ranas del A p o k a l y p s is en el estmago. . .Me mir con seriedad y dijo:Ha dicho usted ms que quera y que saba. . .Lo niego dije yo. Lo s perfectamente. S que

    lo que a usted atormentan son las Tres Ranas, que yo no s qu representan, pero usted me prometi decrmelo . . .

    Don Benya se incorpor con los ojos brillantes, olvidado ya d sus achaques.

    Las Tres Ranas dijo son el liberalismo, el comunismo y el modernismo, tres herejas vocingleras, sal- trinas, pantanosas y tartamudas.

    Yo me ech a rer. Era una mana del viejo despotricar contra esos tres enemigos ideolgicos, de los cuales deca que le haba arruinado, fsicamente, la vida; "para m no han ido ideologas, sino literalmente plagas deca.

    Las Tres Ranas surgen en la Plaga Sexta, Captulo16, versillo 12 dije.

    Y dice el Profeta que son tres espritus inmundos capaces de hacer prodigios para congregar a los reyes de toda la tierra a la ltima batalla contra Dios, Para preparar esa batalla cae el veneno del Sexto Frasco sobre el ro Eufrates y lo suprime, para dejar paso a los reyes de la pare oriental. Se seca el Eufrates.. .

    As es dije yo. Ese pasaje es de lo ms extravagante. No tiene atadero. Pero he ledo en los exegetas que las Tres Ranas son herejas, en efecto. Solamente que no entiendo qu hace all el ro Eufrates. . .

    El ro Eufrates dijo don Benya era el lmite que separaba primero al pueblo de Dios y mo de los grandes imperios idoltricos; y despus fue la frontera oriental del Imperio Romano. El ro Eufrates es la barrera entre Europa y Asia, religin e idolatra, civilidad

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    'i

  • y barbarie.. . Ahora biety, caro amigo, no ha sido anillada manifiestamente en'huestros tiempos alguna inmensa barrera internacional?

    Pens un momento y no di con ello.Qu significa la entrada del Japn, China y Rusia

    en el concierto internacional, como dicen ahora? jEI Japn gan la guerra del 14, China es hoy uno de los Cuatro Grandes! Rusia ha estado confinada o por lo menos contenida durante mucho tiempo por la barrera de una poltica europea preventiva cuyo representante ms grande fue Eaunitz, pero en la cual coincidieron todos los grandes estadistas europeos, incluso Bonaparte. . .

    Incluso el Kaiser dije yo.Incluso Hitler -dijo imperturbable el judo.Incluso Tram an.. , brome yo, y Churchill. . .

    al principio,La profeca de Mirabeau se ha cumplido sigui

    el judo. En su M e m o r ia l a l b e y d e P r u s ia , F e d e r ic o G u il l e r m o , audaz programa que el joven orador francs, entonces-el estadista mayor de Europa, dirigi al novato sucesor de Federico II, hay estas palabras profticas respecto de Rusia:

    Rusta es el gran peligro de Occidente. Es in vencible en la guerra. Cuando triunfa aferr, sus objetivos; si es derrotada se retira. Y quin podr seguirla en una extensin indefinida y un clima que ellos solos soportan? Dominar sucesivamente a todos sus vecinos, multiplicar sus puntos de presa en Europa, si no es alzada ante ea una barrera. Es insensato quien no prefiera armar y fortificar a Turqua y a Polonia, en lugar de tener que luchar con Rusia. Rusia apresta los mejores soldados del mundo, y los diplomticos ms sinuosos y flexibles de Europa. .

    Pero entonces dije yo no sera el ufrates, seria el Danubio, el Dnieper y el Volga los que se han secado ahora. . .

    Llmele hache dijo el otro. Gog y Magog, las inmensas masas del Oriente hormigueante, encabezadas por Rusia, han entrado ruidosamente en el escenario de la poltica mundial, han entrado con un sentido irreligioso y hertico, y han entrado en virtud del liberalismo y sus

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  • dos hijos. El liberalismo deshizo la barrera que el sentido instintivo y tradicional del europeo haba creado. Lea la fina H is t o r ia d e F ranclA de Bainville.. . La pulseada diplomtica entre Rusia y Estados Unidos, con la amenaza de una enorme guerra, no es actualmente el suceso dominante de la vida poltica del mundo? Pues bien, es el liberalismo en pugna con su hijo el comunismo, el espritu batracio que li de la boca de la Bestia y el otro que sali de la boca del Dragn.. .

    Y el modernismo qu hace?El modernismo coaligar a los dos dijo el rabino

    muy cierto; los fusionar a! fundente religioso. El modernismo es el fondo comn de las dos herejas contrarias, que algn da -que ya vemos venir las englobar por obra del Pseudo-profeta.

    Qu es el modernismo? pregunt yo.El judo se rasc la cabeza. Pareca agotado.*No se puede definir brevemente dijo con voz pla

    idera, s una cosa que era, y no es, y que ser; y cuando sea, durar poco. Tcnicamente los telogos llaman modernismo a*la hereja aparentemente complicada y difcil que conden el papa Po X en la encclica P ascend; pero esa hereja no es ms que el ncleo explcito y pedantesco de un impalpable y omnipresente espritu que permea el mundo de hoy. Su origen histrico fue el filosofismo del siglo XVni, en el cual con certero ojo el padre Lacunza vio la hereja del Anticrsto, la ltima hereja, la ms radical y perfecta de todas. Desde entonces ac ha revestido diversas formas, pero el fondo es el mismo, dice siempre lo mismo:

    "Cu cu cantaba la ranacu cu debajo del ro"

    Y qu dice?Cualquiera interpreta lo que dice una ranal dijo

    riendo el rab: es ms un ruido que una palabra. Pero es un ruido mgico, arrebatador, demonaco, Deno de signos y prodigios... Atrae, aduerme, entontece, emborracha, exalta, _

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  • Pero al menos as aproximado, a bulto.. . ; nimo, don Benya, no se achiquer

    El cu - cu del liberalismo es libertad, libertad, libertad; e] cu - cu pe comunismo es justicia social el cu - cu del modernismo, de donde nacieron los otros y los reunir un da, podramos asignarle ste: "Paraso en Tierra; Dios eS el Hombre; el hombre es dios.

    Y la democracia? pregunt yo,Es el coro de las tres juntas: democracia poltica,

    democracia social y democracia religiosa:

    Dem cantaba la rana craci debajo del ro.

    Y la democracia cristiana? le dije sonriendo. Nunca he entendido del todo lo que entienden

    los entendidos por ese compuesto, aunque entiendo que se puede entender por l varias cosas buenas barbot l, a saber: amor del pueblo, representacin popular", participacin de todos en lo poltico, o simplemente gobierno bueno gru el judo. Con este mixto no me meto; con el simple me meto yo [con el simple! Con la cancin de la rana, que significa un rgimen poltico religiosamente salvfico y por tanto necesario y hasta obligatorio para todos los pueblos nbiles que deca Vctor Hugo. Lo cual es una simpleza. Y una hereja definitiva contra el vero Salvador, contra el nico hombre que puede salvar al hombre", que dijo San Pedro. Las nuevas herejas ponen el hacha no en las ramas fino en la misma raz" dijo Po X en la encclica Pascendi.

    Pero herejas siempre las ha habido, y algunas muy extremadas y perversas. . . por qu estas tres de ahora han de ser las Tres Ranas o Demonios; y no quiz otras tres cualesquiera.. . por ejemplo, otras tres que surjan en el futuro de aqu a mil aos, pongamos por ejemplo?

    Eche aos! dijo el hebreo con un rictus. No, stas son las tres primeras herejas con efecto poltico y alcance universal; y son las tres ltimas herejas, porque no se puede ir ms all en materia de falsificacin del cristianismo. Son literalmente los pseudocristos que pre-

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  • dijo el Salvador, En el ondo depilas late la uabominacin de ia desolacin' . . , \

    Qu es la 'abominacin de la desolacin0? Tengo entendido que los Santos Padres entienden por esa expresin semtica la idolatra.. . '

    La peor idolatra. Pues en el fondo del modernismo est latente la idolatra ms execrable, la aposta- sa perfecta, la adoracin del hombre en lugar de Dios; y eso bajo formas cristianas y aun manteniendo tal vez el armazn exterior de la Iglesia. Ha ledo usted T he s o u l o f S p a in del psiclogo ingls Havelock Ellis?

    No, Qu dice?Es un libro de viajes por Espaa, Lea usted el

    captulo titulado Una misa cantada en Barcelona y ver lo que quiero decir cuando hablo del modernismo.

    -y,Ridiculiza la misa cantada?[Qu! Al contrario! La cubre de flores, la colma

    de elogios. , . estticos. Dice que es un espectculo imponente, una creacin artstica y que no hay que dejar caer esa egregia conquista del patrimonio cultural de la humanidad, sino procurar que se conserve y perfeccione . . . podada eso s de la pequea supersticin que ahora la informa, a saber, la presencia real de Cristo enel Sacramento__ Anulada esa pequea supersticin,todo lo dems.. .

    Pero si eso es el alma de la ceremonia, es el ncleo central que le da sentido y, por tanto, la vuelve imponente! exclam yo riendo. Cmo- se puede podar eso? Quite usted eso y la ceremonia queda vaca! Podar en este caso significa mutilar, aniquilar...

    En efecto, queda vaca. . . dijo el judo, queda vaca hasta que otro ocupe el lugar de Cristo en el Sacramento.

    Se estremeci. Yo ]o mir un rato en silencio, y vien- do que l volva a sus buches y el sol se ocltala detrs

    de la lejana copa azul de San Pedro, sal en busca del- tren, del mnibus o de lo que encontrase, muy meditar bundo. Por suerte, encontr un coche.

    4?

  • Captulo V : Diseo de interpretacin

    t21 de abril. Fuimos hoy con Mungu'y el jeromiano a Cinecitt, El judo no estaba. Faltaba desde el da anterior. Por cierto que estaban irritados y un poco preocupados en el campamento; le haban dado permiso de salida por un da y no haba vuelto. El sargento italiano que se fiaba de su palabra de honor, y se ablandaba a veces a una pequea maneta o a un paquete de Luclty Strike, estaba afamadsimo y no quera que nadie se enterara de la infraccin, que poda costarle cara. Con la promesa que le lucimos de buscarle al rabino por Boma yo conoca sus lugares de merodeo me entreg un sobre ancho y basto, con papeles irregulares escritos en una caligrafa endiablada. Era el prometido Mtodo y clave de la exgesis del Af o k a l y p s is , que voy a copiar aqu tal como lo desciframos, menos las digresiones extravagantes y , . . las lagunas.

    1 escrito tena justo 52 pginas de las cuales copio unas 25 y estaba dividido en tres prrafos, titulados1, Diseo; 2. Bases y 3. Definicin y divisin, con innumerables notas al dorso escritas en tinta colorada, que tengo que omitir, lo mismo que algunos pasajes tan mal escritos que el judo mismo no me los pudo leer, porque tena tal mano que l mismo no entenda su letra pasado un tiempo de escrita. Corrijo un poco el estilo o lo empeoro.

    L Disefio

    Me propongo exponer aqu, de la manera ms simple y lmpida posible, una interpretacin literal de la profeca

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  • de San Juan Apocalepta que sea coherente, razonable y fundada. Primero coherente; es decir, que d un significado nico y seguido desde el principio al fin a las diversas y extraas visiones del oscuro libro; despus; razonable, es decir, basada en los principios de la Fe, de la tradicin, de la ciencia oxegtica y de la realidad histrica; por ltimo, fundada, es decir, teniendo en cuenta y aprovechando en lo posible el sentir de los santos, y los descubrimientos que han hecho sucesivamente los grandes intrpretes.

    La base de esta interpretacin es el llamado sistema scatolgico, que considera el ultimo libro de la E sc r it u r a como una profeca del fia del siglo y la Segunda Venida de Cristo; combinado empero con los otros dos sistemas, el kistrco, que ve en las visiones joanneas un panorama simblico de toda la historia de la Iglesia; y el preteriste que interpreta el libro como una descripcin proftico* alegrica de la lucha - de la primera Iglesia con el Imperio tnico y la cada de Roma pagana. Este sistema recib de labios de mi venerado profesor Silvio Rosadini, en la Universidad Gregoriana de Roma, donde estudi teologa . . .

    No es ste el nico ttulo que alego para disculparme de osar una empresa tan arriesgada y dificultosa, que parecera en m temeraria; sino ante todo un inters, lectura y meditacin de largos aos, con plegarias y llanto, sobre las tremendas visiones de Patmos, que la Iglesia pone en manos de todos los fieles, y que atraen poderosamente la atencin de los afligidos fieles de nuestros tiempos. De modo que podra decir al excelso vidente de Patmos lo que el poeta italiano a Virgilio:

    O Maestro e Signore. . .O degli (diri profeti onor e lume, vagliami il lungo studio e l grande amore che tnhan fatto cercar nel tuo volume. ,

    Lei el Apokaixpsis por primera vez siendo muy nio; y conservo vivsima la impresin de aquella lectura. Tendra de 10 a 13 aos, y saba ya que ese descomunal cuento de hadas significaba la lucha entre Cristo y el

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  • demonio, entre el biec y el mal, el fin del mundo y e Anticristo; pero nada ms que so saba de l. Naturalmente, en mi fantasa de lectorzuelo incansable, aquella aturdidora procesin y batalla de ngeles, bestias, monstruos, santos, langostas, estrellas, ejrcitos, dragones y catedrales celestes, no poda tener ms significado que el crudo literal, ni configurar otra cosa que un vasto y fastuoso espectculo mental de milagros y hechiceras; nica forma con que el nio y el vulgo y algunos intrpretes se representan lo divino. Yo haba visto la catedral de Sevilla; en mi Andaluca, haba visto imgenes mucha^ para sustanciar ese cuento de magia.

    A la edad de 15 aos, otro libro apocalptico dej en mi mente una impresin indeleble: la novela pico- teolgica E l se o b d e l m u n d o d e monseor R o b e r to Hugo Benson. La obra maestra del gran convertido ingls, que hube prestada de] cura d e mi pueblo, m e absorbi profundamente, y fue mi primer texto de teologa. Particip en espritu de la oa tas trfica lucha de la Fe contra el mundo moderno y la ltima hereja, que parablicamente evoca all en poeta-psiclogo y telogo con tan sombra y poderosa energa; la particip alineado temblorosamente entre los fieles como un confesor y un mrtir imaginario. Estas dos primeras experiencias mentales despertaron sin duda para siempre mi inters y curiosidad hacia las cuestiones esjatolgicas; que, si bien se mira, encierran la clave d e todas las cuestiones teolgicas.

    En 1924, siendo profesor de historia contempornea en el liceo militar de Segovia, empec a estudiar formalmente las profecas parusacas. Despertaron este sentido las insinuaciones del filsofo Jacques Maritain en sus primeros libros, acerca de la probable inminencia de los eventos parusacos. Este aserto concordaba con una idea insistente y amarga que surga en m de la consideracin de la historia moderna; a saber, que si J Iglesia Catlica era verdadera, el mundo moderno andaba muy mal. Me desazonaba en particular el ver que la Antiglesia organizada triunfaba aparentemente en la vida poltica universal, como si ya fuese el tiempo en que le ser dado poder "paro hacer guerra a los santos y nencedos. Triunfo militar de la Revolucin Francesa, aplastamiento de la Ven-

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  • de y del carlismo, la brecha de Porta Pa, la paz masnica de Versalles, el triunfo de la Revolucin Rusa, predominio de las naciones protestantes y avance del socialismo y la apostasa en las naciones catlicas... En este tiempo, recluido en cama por una operacin quirrgica, le el prolijo comentario de Comelio Alpide, y trac en un N u e v o T e s t a m e n t o que siempre me ha acompaado un rudo esquema de interpretacin del A p o k a - l y p s is d acuerdo a las opiniones preferidas por el erudito flamenco; sobre la base del sistema histrico del espaol Ribera y el presupuesto de que la Parusa no puede ya estar touy lejos. Vengo pronto" dice repetidamente Cristo.

    De los 29 a los 35 aos, estudiando teologa y luego psicologa y literatura en Europa, le todos los comentadores que pude haber a la mano, principalmente Billot, Ali, Swete, Renn, Wouters, y estudi los breves y en- jundiosos A p u n te s de Rosadini, a cuyas clases concurr dos aos. Mi rudo esquema histrico fue echado al aire por la vehemente argumentacin de Billot en pro de la interpretacin bossuetiana. Por primera vez o del mile- narismo, y lo despreci, siguiendo a mi maestro Billot, como "conjunto d fbulas judaicas y groseras imagina- dones de fanticos, afortunadamente cado en desuso en toda la Iglesia desde el siglo IV". En 1931, le todo lo que pude recoger sobre mi asunto en San Agustn, San Jernimo y Santo Toms. En 1933, la lectura de Ali, que me asombr por su erudicin portentosa, me desanim profundamente, cegando algo en lo hondo de m mismo, y haciendo en mi mente el efecto de una cruda escarcha. El A p o k a ly p s is sera pues una profeca ya cumplida en el caer del Imperio Romano, segn A li , que tendra, s, otro cumplimiento en la cada del Imperio del Anticristo, pero absolutamente lejana, arcana e ininvestigable. Nada que buscar por ese lado, a no ser reflexiones filosficas acerca del fenmeno de la eterna persecucin y el eterno sobrevivir de la Iglesia, significados all con diversos smbolos orientales, bastante extraos y repelentes a nuestro gusto grecotatino", como aprecia Renn y no est lejos de aceptar el padre Ali. En suma, un libro como E l f a h a s o p e rd id o o L a di

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  • v in a c o m e d ia , con la desventaja del hermetismo y la desfactura literaria: til para investigaciones eruditas. Su lectura continu sin embargo atrayndome y apasionndome. Le con desgano el libro de Eyzaguirre A p g k a - l t p se o s p t e r p r E t a t io l i t t e h a is , que sigue a Lacunza roas no est como l en el Indice de Libros Prohibidos, Es un intento un poco pueril, y a veces santuln y desgraciado, de superponer el Ap o k a l y p s is a los tiempos modernos; no carente de inters y de iluminaciones parciales, sin embargo.

    En 1944 le a Arniz y Lacunza, a Holzhauser y a Bossuet y nf inters renaci vivsimamente. Cre ver de un golpe la clave, haber resuelto las principales dificultades y armonizado lo que de positivo hay en las sucesivas iluminaciones, diverssimas y aparentemente contrarias, de los grandes hermeneutas y los santos. El grande y desdichado libro del genial ex jesuta chileno me dio una nueva idea del milenarismo,. una nueva perspectiva y un inters absorbente por las profecas de la Es- chitcra; lo que vale decir, simplemente, por Ja Escsitu- k a . . . Toda ella es, si bien miramos, profeca.

    {Aqu hay una laguna, es decir, un largo fragmento en que el judo, con una letra que [a entienda Mandinga, habla al parecer del milenarismo de Lacunza: que me parece negligible).

    Confieso que, aun habindome informado dlo principal en la materia, no he podido haber a las manos algunos libros importantsimos, como los Ap u n t e s del padre Mariana y los comentarios antiguos de Victorino, Beda y Alberto el Magno. Pero mi intencin no es hacer un centn con todo lo que se ha dicho y un trabajo de taracea sobre los otros libros; obra relativamente fcil, trabajo de alemn, teniendo tiempo, paciencia y una biblioteca a mano; y para in absolutamente intil, ante todo, porque ya est hecha, por Alpide, Ali, Wouters, Swede, y otros. . . Lo que me interesa no es relatar, sino interpretar. No soy un profesor de E sceutoha sino tina fe qne busca inteligencia. La erudicin es provinciana.

    Todos estos libros no son sino instrumentos menta-

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  • Ies qu deben enfundarse cuando se toma en las manos el Libro Santo y se pide a Dios que, conforme a su voluntad, nos d gracia par entender lo que quiso decir ea l, que sea de edificacin a la Iglesia y de ilustracin, consolacin, exhortacin, alegra y esperanza del nima propia.. .

    (Otro fragmento incomprensible).

    2. Bases

    Las bases de la exposicin literal que hemos de intentar son las ms sencillas y primordiales, y, por tanto, innegables. Podemos reducirlas a siete puntos:

    1. El A p o k ax y p sis es una profeca, Lo ha credo siemprfc la Iglesia; y para no creerlo hay que amputar el ttulo mismo y someter el libro a una escardacin parecida a la que aplican le racionalistas a los E v a n g e l io s para eliminar de ellos el milagro. No es, pues, filosofa de la historia, ni poesa trascendental, ni un modo de ensear moralidades o dogmas por medio de imgenes, o de 'adivinanzas" como dice Alczar; aunque no se niegue que alguna de estas cosas pueda prestar tambin en forma mediata el libro.

    2. Es tana profeca esjatlogica-histrica. Se refiere a la Parusa o Segunda Venida de Cristo, como claramente lo advierte el profeta desde el principio hasta e! fin. Pero la Parusa comienza en cierto modo con la Ascensin, ya que no es sino la presencia oculta de Cristo Vap ouaicc) en su Iglesia y en la historia, presencia vuelta visible en el desenlace de la larga lucha y profunda aspiracin al Reino, que es la historia de la Iglesia, De donde se puede decir que la parusa de Cristo, como la del Anticristo, han tenido anticipos parciales, realizaciones analgicas, a manera de bosquejos; de los cuales los principales son la cada y destruccin de Jerusaln y la cada de Roma despus de Constantino. As pues, el Profeta antes de predecir los tiempos propiamente pa- nisacos profetiza en esquema toda la preparacin de

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  • ellos y su germinacin histrica latente en tres primeras visiones que resumen toda la historia de la Iglesia en forma simblica: el Mensaje a las Siete Iglesias, los Siete Sellos y las Siete Tubas Vengo tu Reino" decimos cada da al orar: quiere decir que no ha venido todava.

    3. El tema central es la Persecucin y el Triunfo de la Iglesia, segn el fin inmediato y la ocasin del libro, segn textos patentes y reiterados, y segn el unnime sentir de los intrpretes, los cuales difieren solamente en la discriminacin de la persecucin profetizada. Este tema central da unidad al libro y coordina las diversas y divergentes visiones, que se desenvuelven en tres planos: en el celo, en la tierra y en el mundo del tiempo histrico y de las realidades morales; expresadas estas ltimas en smbolos plsticos; como ser la Bestia,* la Mujer Coronada, la Gran Prostituta, los Dos Testigos,

    4. El modelo inmediato o *typo que tena San Juan delante, es la lucha con el Imperio Romano tnico y su cada y destruccin; pero l *anttypo> u objeto principal

  • tilo comn de la historia; y en este sentido hay que entender la. palabra de Maldonada, que con su equilibrio y videncia soberana indica o barrunta ia regla de interpretacin moderna, refirindola al Agustino y a Jernimo. Est al comenzar la exgesis del sermn esjatolgico de M a teo , XXTV, 5 . Dice as:

    Los autores antiguos lo refieren totalmente al fin del mundo; como Ireneo, Hilario, y Gregorio;

    Otros, lo que se dice hasta el versili o 23 lo quieren entender slo del asedio sotmitano, como el Crisstomo, Teofylacto y Eutymio;

    'Prefiero la sentencia *media, que veo ser de Agustn y Jernimo: Cristo ^confusamente [es decir, ambivalentemente] respondi de ambos, como confusamente los apstoles interrogaron, .

    Cuanto a la razn que aade Maldonado, que a su vez Cristc hizo tal para que ignorsemos el tiempo exacto del fin del mundo", es excusada. Lo hizo primordialmente, es de creer, porque est en la naturaleza de las cosas, porque se y no otro es el modo de conocer proftico; y por ende el modo de expresarse y la caracterstica esencial del estilo proftico. No lo veo a Cristo hablando confuso a propsito, con perdn de Maldonado. Habl as como debi hablar.

    S. La accin y movimiento del libro procede por recapitulacin. Las numerosas visiones que componen la revelacin de Patmos se encadenan entre s, y marchan al trmino en forma espiraloide, no en forma lineal ni concntrica; es decir, el libro no es un relato seguido, como pens por ejemplo Nicols de Lyra y como es propio de la poesa narrativa; ni es tampoco una repeticin del mis me suceso en diferentes formas o figuras, como sistematiza por ejemplo Joaqun de Flora, y es propio de la poesa lrica; es el mismo tema visto desde diferentes enfoques, sinfonizado por visiones que lo van explicando cada vez ms hasta la visin del Beino Milenario y la jerusaln Celeste, que es el objeto y foco de las otras. A este modo de expresin se designa con el teen-

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  • cismo recapitulacin, cado por Tyconio Donatsta (ao 380) en una de sus Siete Reglas, pero vislumbrado ya por Tertuliano, D e fesurkecck>ne carne, 25, y definido por Victorino Mrtir, el primer comentador del Apoxa-LYFSIS,

    Dice Tyconio: Advertendum proeterea est . . . na- rrationis genus, quod Spirifus Sanctus in isto libro in omni pericopon servavlt: vsque ad sextum enim mimerum, ordinem servat; et proeetemsso sptimo, recapitulat. Sed ipsa recapitulado pro locis iniellegenda est. Tomen fixum servat, ut a sexto recapit-ulet. . l.

    Dice Victorino: "Licet repetat per pkialns, non quasi bis factum dicitur,. . Nec aspiciendus est ordo dictarum, quoniam saepe Spirtm Sanctus, ubi ad novissimi tem- poris finen percucurrer, rursum ad eadem tmpora cedit et .supplet ea quae minas dixerit. Nec requrendm est ordo n A p o k a l y p s is , sed inteectus.. t.

    Sn Agustn formula la regla en forma breve, aunque no sin evitar el riesgo de 3a interpretacin concntrica: Sic eadem nudtU verbis repetit, ut alia atque alia dicere videatur, cum aliter atque aliter haec ipsa dicere veatigatur. .

    En su m a, e l proceder literario del A p o k a l y p s is no es e l de la epopeya ni el de la oda sino m s bien el de la poesa dramtica. Una tragedia est toda contenida en e] primer a c to ; y los actos siguientes la hacen caminar a l desenlace, pero con saltos atrs frecuentes que ilum-

    1 "Hay que advertir adem s la manera d e narrar que e l Espritu Sanio en este libro y en cada percopa mantiene, a taber: guarda el orden cronolgico hcsta ei nmero seis; y saltando l sptimo, recapitula [vale decir, comienza de acera desde el principio es forma diferaite], Mas esta recapitulacin d eb e ser interpretada segn los lugares. Sin embargo, esto es firme, que despus del seis recapitula. .

    2 Aunque repita en as falas, no significa hecho dos v eces .. . Ni hay que parar en el orden del relato; porque muchas veces elEspritu Sdnto, despus d e haber recorrido hasta e l fin d e los ltimot tiempos, d e luteoo vuelve a los mismas tiem posr y aade lo que dej d e decir. Na hay que buscar en el Apo c a lipsis elorden [cronolgico] sino e l sen tido.. ,**,

    5 "As con muchas palabras repite la misma cosa, tal que parece decir otra, cvaado p ro ov a decir lo mismo otram ente..

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  • nan ms y ms el sucinto planteo o marco del principio, Juan vio temticamente en Pateaos el drama de la historia de mundo en los tiempos parusacos y su desenlace ex machina sobrenatural y catastrfico.

    6. El libro tiene dos sentidos literales; na literal lite- ralsimo sino literal simblico. E n la E sc r it o r a hemos de salvar primero de todo el sentido literal, que es el fundamento ce los otros4. Esta regla de oro de Santo Toms nunca es tan necesaria como en el A f d k a l y p s is , donde la oscuridad del texto permite a los intrpretes el dar libre vuelo a la fantasa alegorizante; que una vez suelta, se atreve a todo. En esto se ha ido tan lejos, que la lectura de las diversas interpretaciones de los pasos difciles, tal como las expone por ejemplo Comelio o Alczar, causa mareo, y al cabo nusea y desaliento. jFIay que ver a los intrpretes mediocres haciendo poesa falsa y exge- sis conjetural! Un comentador ha dicho que los Tres Angeles del Evangelio Eterno son la fe, la esperanza y la caridad! Alczar ha sostenido que el A f o k a l y p s is es u n conjunto de adivinanzas, dado por Dios a los hombres a la manera de los autores de crucigramas para que aprendan religin en forma amena! La E scrttdha pierde toda su dignidad si se puede hacer della un rebus o un

    L conjunto de jeroglficos. Mas es evidente al contrario que el A p o k a t t p s is es un conjunto de smbolos plsticos, como usan todas las literaturas primitivas,, boy da tan estudiadas, como ignoradas a los doctores antiguos..i

    (Siguen ejemplos de literatura simblica y de poesa o recitados de estilo oral tomados de todos los rincones del mundo y escritos en caracteres horripilantes, que omitaos).

    Llamo smbolo a una cosa o imagen concreta que significa otra cosa concreta, aunque invisible, como el comulgar significa la comunicacin fraterna de los Beles, y el anillo del obispo su dignidad paterna; a difaencia de la aiegortoj imagen concreta que representa una cosa

    * Encclica P hovtobn'I ibsim tjs.

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  • abstracta, como a barquilla de Lope de Vega representa la vida humana. ] smbolo es usa metfora, ia alegora es como una comparacin.

    Es evidente que las visiones del A t o k a ly p o s son metafricas y no pueden entenderse en sentido Hteralsi- mo, como, por ejemplo, las Langostas de la Tuba Quinta no pueden ser animales nuevos y monstruosos que respondan en crudo a la imposible descripcin del Apstol, co-, mo expuso Ribera, ni tampoco demonios, que tomaran esal forma inconcebible para atormentar a los hombres, como entendi Alpide; sino los heresiarcas, como expone Wo l i tera; y en particular, la hereja de los enciclopedistas y modernos sofistas, como proponemos nosotros. Este sentido literal-simbico queda determinado por el hecho de

    que el sentido recto es imposible y el alegrico no es inmediato. El nico sentido literal posible es se. (

    Y en razn det typo y de antitypo, este sentido es doble. As verbigracia la Bestia de la Tierra puede significar a la vez Nern y el Anticristo, la Mujer Lunicalza la Iglesia y el pueblo de Israel, la Gran Ramera a Roma pagana y luego la ciudad que ser la metrpoli del Anticristo, sea ella la misma Roma, sea otra urbe como Londres o Mosc, sea la entera Europa.. .

    ^ 7. La clave de todo el libro es la Guerra como plaga mundial y como institucin permanente del mundo moderno**. Cristo mismo ha dado esa clave cuando dijo: Oiris guerras y rumores de guerras. ste es el principio de los dolores. Pero no an en seguida ser el fin. La Guerra Mundial, de la que hemos sufrido ya dos actos despus del ensayo general de las guerras napolenicas, la Paz Armada, que constituye un entreacto terrorfico, y la posible Guerra de Continentes que parece prepararse, marcan a nuestra poca de un sello enteramente propio suyo e inician una tribulacin como no se ha visto desde el principio dei mundo ac por su vastedad, su atrocidad y sus terribles consecuencias morales y religiosas. .Ahora bien, en el Ap o k a l y t s is tres veces en tres distintas visio

    * Cf. M arita in , Sic n e r r S n B O L E .< Benedicto XV.

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  • nes est marcado un lugar para la guerra como fenmeno universal y catastrfico, en el Caballo Rojo, en la Sexta Tuba, en la Sexta Fala; despus de los cuales sigue inmediata mee te e terremoto de la Gran Persecadn y el Advento Parusaco.

    Colocando a nuestra poca histrica en esos lugares, quedan fijadas por el mismo hccho las otras Tubas y las otras Fialas sobre ese punto de apoyo exegtico, y t^do el libro se estructura lgicamente y es susceptible de investigacin y aun de prueba; en cuanto el gnero la comporta.

    (Aqu el manuscrito apante a una regla de cmo se puede probar una profeca, que dejamos por parecemos demasiado abstrusa y confusa).

    En resumen, estas siete bases de la interpretacin se pueden resumir en la siguiente proposicin indiscutible:

    Es un libro de profecas que debe interpretarse como todas ellas a la luz de otras profecas y a la luz de la historia; ya que toda profeca es necesariamente oscura al ser formulada, y se hace clara a medida que se aproxima su cumplimiento; y paladina despus de su cumplimiento.

    Lo nico discutible en nuestra interpretacin es que el A p q k a l y p s is sea rigurosa y totalmente esjatolgico; y que las guerras mundiales de hoy correspondan al estado mundial de guerra que el Profeta designa y que Cristo predice como antesala de la Parusa.

    Estos dos hechos son discutibles, cierto, porque de hecho no los admiten intrpretes modernos catlicos; pero son demostrables. Afrontaremos su discusin al final de nuestro comento. Baste indicar ahora que testifica en favor del primero el mismo texto y la tradicin comn de la Iglesia, resumida en estas palabras de Agustn: 'Totttrn hoc tempus, qvod lber iste complecttw, a primo adventu Ckristi usque ad saecul ftnem, quo erit secundas Efus adventus. . . extenditur 7.

    7 De Civitate Dei, L. XX, Cap. 8: " Todo este tiempo que este libro abraza se xtiende desde la primera llegada d e Cristo hasta e l fin del siglo, en que ser su segunda venida.

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  • A avar de segundo, testifica la angustia y la presura de la Iglesia actual, razonada y erplicitada por la boca de los ltimos papas y la pluma de los ms grandes pensadores cristianos y los grandes contemplativos modernos. El misterioso "Obstculo de que habla San Pablo parece haber sido retirado o poco menos; y las fuerzas del maJ. poder de Ja hereja y medios de destruccin de que dispone la humanidad, parecen no tener ya limites. La Iglesia gime impotente y los miasmas de la corrupcin contempornea se insinan incluso dentro de ella; y no en la forma en que siempre se han insinuado, cizaa en medio del trigo, reconocible y condenada, sino en la forma ms terrible de la sal que pierde salazn, el farisesmo, y la corrupcin especiosa del dogma, que llamamos modernismo.

    3, Definicin y divisin

    El A p o k a l y p s is es pues una profeca referente a la Segunda Venida de Cristo dogma de fe que est en el Credo fon todo cuanto la prepara y anuncia, que es ni ms ni menos que el desarrollarse en continua pugna J e las Dos Ciudades, la Ciudad de Dios y la del Hombre. Es una explanacin en forma de alucinaciones visuales inspiradas del Sermn Esjatolgico en que Cristo mismo prenunci su Venida y los signos que la precedern, llamado por eso Apokalypsis Sinptico-, del cual constituye la exgesis autntica, hecha nada menos que por el mismo Espritu Santo. Es por tanto la cspide y clave de todas las profecas del A v n e d o y N u e v o T e s t a m e n t o , as como de la Metafsica de la Historia de la Iglesia; y del Mundo por extensin. Eso explica por qu: ningn libro de la E sc h it u r a ha tenido tantos comentadores ni dado lugar a tantas disputas y tantas extravagancias; ninguno como l ha suscitado tantas curiosidades.

    Ha sido puesto por el Tridentino en el Canon de los Libros Sagrados, como fue reconocido desde el principio por la Tradicin de la Iglesia. Su autor, Juan, ha sido reconocido por la tradicin como el Apstol, el discpulo dilecto, autor de otro libro muy diverso en estilo, pero

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  • parejo en profundidad teolgica, el C u a r t o v a n g e t i O ; tesis sta que parece haber confirmado, contra las dudas de la crtica racionalista, a su manera laboriosa y pesada, la crtica histrica ms segura. Su estilo pertenece a un gnero conocido, el de los apokak/psis o revelaciones, que tiene un representante cannico en la Profeca de Daniel, un rep