carta del parroco
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DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIOTRANSCRIPT
« ¡Todo lo ha hecho bien!;
¡Hace oír a los sordos y hablar a los mudos!»
DISCIPULOS MISIONEROS, Y DE LA PAZ PREGONEROS
LA VOZ DEL PASTOR
PALABRA DE DIOS Y MISIÓN
Queridos hermanas y hermanas: en la última semana de septiembre celebramos la
Semana Bíblica como ocasión privilegiada para renovar nuestro interés y cercanía
a la Sagrada Escritura. Oportunidad también para renovar nuestro sentido de
escucha de la Palabra de Dios, su celebración y estudio.
Pero, cómo es de importante ir el sentido profundo de lo que significa la Palabra de
Dios en nuestra vida y en la vida de la iglesia. El prólogo del evangelio según San
Juan es sin lugar a dudas, una clave importante para entender lo que Jesús nos dice acerca de su
manifestación a la humanidad. “Al principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la
Palabra era Dios… la Palabra se hizo carne y habitó que entre nosotros” (Jn 1,1.14). La Iglesia
proclama que Jesucristo “con su presencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y
milagros, sobre todo con su muerte y resurrección gloriosa, con el envío del Espíritu de la verdad,
lleva a plenitud toda la revelación” (D.V.7).
Quiere esto decir que Jesucristo mismo es la Palabra de Dios con quién estamos invitados a
encontrarnos para anunciarlo cada vez más por todo el mundo. Comunicar la alegría que se produce
en ese encuentro con la persona de nuestro Señor Jesucristo, Palabra de Dios presente entre
nosotros, es un don y una tarea fundamental en la vida de la Iglesia. Es la gran tarea misionera.
Por otra parte, es muy importante entender que la gran novedad de la revelación bíblica consiste en
que Dios se nos ha dado a conocer en el diálogo que desea tener con nosotros. Dios Padre movido
por su inmenso amor, nos habla como amigos para invitarnos a entrar en comunión con El. Dios se
nos da a conocer por su amor infinito en su Hijo Jesucristo, por el don del Espíritu Santo.
También es importante entender que Dios ha comunicado su palabra en la historia de la salvación,
pues “habló por los profetas” (Credo). Por tanto la palabra divina se expresa a lo largo de la historia y
tiene su momento cumbre en la encarnación, muerte y resurrección de Jesucristo. Por otra parte, la
palabra anunciada por los Apóstoles, enviados por Jesús a predicar al mundo entero, y en
obediencia a Él, es también Palabra de Dios. Por ello la Palabra de Dios se transmite en la Tradición
viva de la Iglesia.
Por las razones anteriores, nos recuerda la Iglesia, el sentido de nuestra veneración tan grande por
la Sagrada Escritura, entendiendo que nuestra fe cristiana no es una “religión del Libro” sino de la
Palabra de Dios, que no es una palabra escrita y muda sino el Verbo encarnado y Vivo. (Cf.V.D.7).
Como una aplicación y un propósito especial para este mes y para la Semana Bíblica, sería muy
importante seguir profundizando y aplicando cotidianamente la “Lectio Divina”, o lectura meditada y
orada de la Palabra de Dios. Que el Señor a todos los bendiga. Fraternalmente.
† ISMAEL RUEDA SIERRA
Arzobispo de Bucaramanga
PRIMERA LECTURA Lectura del libro de Isaías 35, 4-7a
Digan a los cobardes: ¡valor! ¡No tengan miedo! Miren: ya llega su Dios a hacer justicia, viene a dar a cada cual su merecido; viene en persona y les da la salvación. Entonces los ciegos recobrarán la vista, los oídos del sordo se abrirán, los cojos tendrán agilidad de venados, los mudos cantarán. Brotará el agua en el desierto, lo regarán torrentes; entonces se volverá un lago el arenal, el yermo se llenará de manantiales. Palabra de Dios.
Salmo responsorial 146 (145) R/. Alaba, alma mía, al Señor.
El Señor hace justicia a los oprimidos, y da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos. R/.
El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos. R/.
Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.
SEGUNDA LECTURA Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 1-5
Hermanos míos, no enturbien con discriminaciones la fe en nuestro Señor Jesucristo glorificado. Supongamos que llega a la asamblea cristiana un hombre con anillo de oro y elegante vestido, y llega también un pobre con ropa sucia; y al de vestido elegante lo atienden y le ofrecen un buen asiento, y en cambio al pobre le dicen: « Tú quédate ahí de pie » o «Siéntate aquí a mis pies» ¡Estarían haciendo discriminaciones, basados en criterios injustos! Escuchen, hermanos míos queridos: ¿No son acaso los pobres a los ojos del mundo los que Dios escogió para hacerlos ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que lo aman? Palabra de Dios.
EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 31-37
Al volver Jesús de la región de Tiro, pasó por Sidón y se fue al lago de Galilea, en pleno territorio de la Decápolis. Allí le presentaron un sordo y tartamudo; y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo apartó de la gente. A solas con él, le metió los dedos en los oídos, y con el dedo untado en saliva le tocó la lengua; y mirando al cielo suspiró y le dijo: «Effatá» (que quiere decir: Ábrete). E inmediatamente se le abrieron los oídos y se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad. Entonces les mandó que no se lo dijeran a nadie. Pero mientras más les mandaba, más lo pregonaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: « ¡Todo lo ha hecho bien!; ¡Hasta hace oír a los sordos y hablar a los mudos!» Palabra del Señor.
Reflexión
JESÚS: ¡CURA NUESTRA SORDERA!
La curación de un sordomudo en la región pagana de Sidón está narrada por Marcos con una
intención claramente pedagógica. Es un enfermo muy especial. Ni oye ni habla. Vive encerrado en sí
mismo, sin comunicarse con nadie. No se entera de que Jesús está pasando cerca de él.
También la actuación de Jesús es especial. No impone sus manos sobre él como le han pedido, sino
que lo lleva a un lugar retirado de la gente y allí, en el trato personal, lo toca, primero sus oídos y
luego su lengua. Quiere que el enfermo sienta su contacto curador. Porque solo un encuentro
profundo y sincero con Jesús podrá curarlo.
Al parecer, no es suficiente todo aquel esfuerzo. La sordera se resiste. Entonces Jesús acude al
Padre, fuente de toda salvación: mirando al cielo, suspira y grita una sola palabra: “Effatá”, es decir,
“Abrete”. Esta palabra que pronuncia Jesús no está dirigida a los oídos del sordo sino a su corazón
y como en el día de la creación, el dedo de Dios, y su Palabra hacen de este hombre enfermo, un
hombre nuevo.
Sin duda, Marcos quiere que esta palabra de Jesús resuene con fuerza en las comunidades
cristianas que leerán su relato. Conoce a más de uno que vive sordo a la Palabra de Dios. Cristianos
que no se abren a la Buena Noticia de Jesús ni hablan a nadie de su fe. Comunidades sordomudas
que escuchan poco el Evangelio y lo comunican mal.
Tal vez uno de los pecados más graves de nosotros los cristianos es esta sordera y el cerrar las
puertas del corazón. No nos detenemos a escuchar el Evangelio, no vivimos con el corazón abierto
para acoger sus palabras. Por eso, no sabemos escuchar ni comprender a tantos que sufren sin
recibir el cariño ni la atención de nadie.
Por eso muchas veces escuchamos decir que la Iglesia, nacida de Jesús para anunciar la Buena
Noticia del Reino, va haciendo su propio camino, lejos de la vida concreta de preocupaciones,
miedos, trabajos y esperanzas de la gente. Si no escuchamos bien las llamadas de Jesús, no
pondremos palabras de esperanza en la vida de los que sufren. Se seguirán diciendo grandes
verdades y se proclamaran mensajes muy positivos, pero no tocaran las fibras el corazón de las
personas.
La sordera y la mudez en la Biblia no son solamente enfermedades físicas, sino símbolo del ser
humano cerrado a la Palabra de Dios, a la experiencia del Dios de la vida. Dios es comunicación, por
tanto, no poder comunicarse ni comunicarlo son signos de una vida sin Dios, encerrado en sí mismo.
Jesús hace oír a los sordos. Este pagano, después de un encuentro personal con Jesús puede
oírlo, mientras sus propios discípulos parecen sordos a su mensaje. También hoy Él puede hacernos
oír su Palabra, su mensaje salvador .De escucharlo a Él depende la vida y la fe. Pero es preciso que
nos acerquemos y nos dejemos tocar por el Señor.
Jesús hace hablar a los mudos. Tanto el que fue sordo como las gentes que lo contemplan se
desatan en alabanzas al Señor. También hoy, quien ha escuchado con fe la palabra de Señor ha de
anunciar su mensaje con diligencia y esperanza. El evangelizado ha de convertirse en
evangelizador. El discípulo ha de ser misionero.
PARA MEDITAR EN EL AÑO ARQUIDIOCESANO DE LA FAMILIA…
“La peor prisión es un corazón cerrado”. Beato Juan Pablo II
AVISOS PARROQUIALES
Septiembre campaña Arquidiocesana del diezmo; agradecemos su generosidad y que
Dios siga bendiciendo a sus familias.
El próximo Viernes 14 de septiembre, Eucaristía Comunitaria en honor del Señor de los
Milagros, favor inscribir sus intenciones en la oficina de la parroquia.
El próximo 29 de septiembre nuestra parroquia realizará la Acción significativa, el
festival parroquial, y el concierto por la paz a través de un Bingo de integración
familiar, LOS ESPERAMOS.
LITURGIA DE LA SEMANA
FECHA SANTO LECTURAS
Lunes 10 San Nicolás de Tolentino 1 Co 5,1-8/ Sal 5/ Lc 6, 6-11
Martes 11 San Rodrigo 1 Co 6,1 -11/ Sal 149/ Lc 6, 12-19
Miércoles 12 SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA 1 Co 7,25-31/ Sal 45(44)/ Lc 6, 20-26
Jueves 13 San Juan Crisóstomo 1 Co 8,1b-7.11-13/ Sal 139(138)/ Lc 6, 27-38
Viernes 14 SEÑOR DE LOS MILAGROS 1 Co 9,16-19.22b-27/ Sal 84(83)/ Lc 6,39-42.
Sábado 15 Nuestra Señora de los Dolores 1 Co 10,14-22/ Sal 116(115)/ Lc 6,43-49.