carpintero, i t! - ddd.uab.cat · ayudó: sabía y sabe mucho más ... mas,/nosdasunaprueba segura,...

1
¡Oh capitán, mi capitá!l!~_ . -1-- ==---_' / <,__ e AMDEN, New Jersey, 26 de - FrcfYi r ~tlCT1 rr 1, ,/. '\------- marzo de 1892. Acaba de -=:.J~.~ ~ morir el más alto poeta norteamericano, el padre de la poesía moderna de su país: Walt Whitman, carpintero, como su pa- dre, maestro de escuela, tipógrafo -ese oficio le enseñó muchas co- I sas-, director de varios periódicos, ~ . algunos excesivamente efímeros, i' ~ ~- '~~fl ., Á r--:-\: t! enfermero en Washington en un ..,?'o-, .,Ct li; •~ ~ r ~ ~ 1 .- hospital de guerra, empleado pú- ~ '=).,.. ~ 1. JJ.----. A. \ blico... Y siempre sin un dólar. En- ~ t -1 11 #1/ / //1 f, 1 ~~\ fermó de parálisis en 1873, y Y,~ '•• ' .#' <, ~ ~y 3 (\ f 11 ¡r ! é',.' .. \ aguantó sin quejarse casi veinte ,1 ~ .~~ J'. i años. Estoy mirando una fotografía 't:- '. 7 1 .: /.\ <. ~ .' "'-~. <-N suya, un daguerrotipo, vaya, en el y '-;,. ==-- que aparece a los treinta y seis ~ ) años: camisa abierta que muestra "? • . . . ) I la camiseta, barba con algunas ca- nas, sombrero negro ladeado, ojos algo tristes, rostro afinado y cuerpo flaco como el de un demonio. Miro otra foto, esa sí fotografía cabal, I ~ hecha poco antes de su muerte: r . '} k--~~, . tremenda mata de pelo que enlaza __ L' --;= . r. 'y.... f-y---;............ .' con la barba, ambas blanquísimas,' !. ojos muy duros, aspecto de león o I de profeta. /, 0~t;~q f: I ~.;01 ~y, vi di '¡JV~Tw.;¡YI ~.:<:e. t,., ~ 4'~~~1I R EGRESO a mis veinte años. Estudiante de Dere- cho en Madrid, cuando la Facultad estaba en San Bernardo. Yo paraba en el Colegio Mayor Guadalupe, entonces sito en la ca- lle Donoso Cortés, 65. Casi todos los residentes eran iberoarneríca- nos -escribo esto porque ·había al- gún brasileño, como el poeta Darcy Damasceno Dos Santos, reciente- mente fallecido-. Pero quiero des- tacar ahora a un increíble perso- naje, a un gran escritor y esplén- d í dotradu e tordel·ingIés aI castellano: el nicaragüense José . Coronel Ortecho. Su antología de la poesía norteamericana me des- lumbró. En ese libro leí por primera vez poemas de Walt Whitman. No encontré otras traducciones para ampliar mis lecturas del «viejo her- moso Walt Whitman» -como le llama Federico García Lorca-, y así es que compré su «Leaves of grass", y. muy penosamente me puse a traducirlo como Dios o el diablo me dieron a entender. Luego, en mis vacaciones en Bar- celona, mi novia - iJesús, mi mujer era mi novia y lo es todavía!- me ayudó: sabía y sabe mucho más inglés que yo, ha sido durante mu- chos años profesora de inglés para miles de estudiantes, y también para mí, que saqué desigual prove- cho. Recuerdo perfectamente que el primer poema de Whitman que tra- duje fue uno cuyo título llamó mi atención, [ayl, republicana. Se ti- tula «España, 1873-1874", y se re- fería a la I República Española, que duró sólo diez meses. En uno de los archivadores de mis papeles mi mujer ha encontrado, entre 2 otras, la traducción de este poema, lenta, adaptada a cada tema, varia- que he retocado ahora. Dice así: ble y riquísima. Dos poetas iberoa- «Desde la oscuridad de las más mericanos, José Martí y Rubén Da- densas nubes, / desde las ruinas río, fueron los primeros que, en feudales y desde los amontonados castellano, se ocuparon de su esqueletos de los reyes, / desde obra. Aquí llegó mucho más tarde. los viejos restos de Europa, desde Por supuesto que una legrón de las rotas -mascaradas,/desde las puritanos «rnade in USA" se es- catedrales destruidas, desde los candalizó por la forma y el conte- palacios caídos, desde las tumbas nido de sus «Hojas de hierba". de los sacerdotes, / asoman las Pero también hubo gente sensible facciones frescas y claras' de la li- - Y valiosa que sí le leyó, gente que bertad, asoma el mismo rostro in- no ocultó haber recibido su influen- mortal / (visión fugaz el rostro de tu cia: Emerson, Ingersoll, Burroughs, madre, América, / destello claro Thoreau, y el propio Lincoln. Su fe como el de una espada, / cuando " en la democracia empapa casi to- lanza sus rayos hacia ti). / No dos sus. escritos: una demo..cracia creas que te olvidamos, madre que comporta la libertad total del nuestra; / ite has retrasado tanto! individuo, «que le devuelve las IIa- ¿Se cerrarán de nuevo las nubes ves del reino". sobre ti? / [Ah, pero ahora te apa- Fueron sus referencias al amor reces ante nosotros y te reconoce- entendido sólo. como sexo las que mas, / nos das una prueba segura, más ampollas levantaron. Amor he- la visión muy fugaz de ti misma,/tú terosexual y amor homosexual, por esperas allá lejos, y eCltodas par- supuesto. Pero, ¿quién de los IIa- tes, a que suene tu hora." Curioso: mados justos podía tolerarle que llama a España «madre nuestra" .. dijera a una prostituta: «Mientras el Muy bien. sol no te repudie, no te repu- Oigan, ya sé que ninguna traduc- diar é »? Y poemas como «Cá- ción es buena. ¿Pero vieron su lamo», «Hijos de Adán", o «Una técnica en el empleo del verso li- mujer me espera» le trajeron pro- bre? Esta innovación formal fue blemas, ceses en los periódicos, algo que influyó en todos los poe- injurias y anatemas. Pero él escri- tas norteamericanos posteriores, bía a favor del viento. aunque muy pocos alcanzaron su Walt Whitman es el cantor vital perfeccción y su musicalidad vio- de la aleqría, de la transparencia, del optimismo en medLo de un mundo' que sabe cruel y muchas veces sórdido, con aires de des-. gracia. Críticos hay que consideran que «Hojas de hierba" propone una utopía, pues la democracia que canta y propone para América brilló y brilla aún por su ausencia. Pero los que esto opinan olvidan que sin un ideal utópico la vida de hombres y mujeres es deprimente, derrotista y catastrófica. Una' per- sona sin proyecto vital, sin proyec- ción hacia la utopía, se convierte en un ser mutilado, rencoroso y ra- biosamente intolerante. Entonces, ahora y en el futuro. Y a los que creemos en la democracia y por ella he- mos sufrido persecución por la justicia y pérdida de la líber- . tad, nos conforta y ayuda a volver a arriesgarnos, si algún día peli- grara la democracia, leer estos ver- sos de Whitman: «Democracia, cuando por todas partes los fusiles te apuntaban al pecho, / vi cómo impávida alumbrabas hijos inrnorta- les, vi en sueños cómo tu figura crecía, / vi cómo, con tu amplio manto, amparabas al mundo." Viejo hermoso Walt Whitman: [Oh capitán, mi capitán! José Agustín GOYTISOLO 21

Upload: dangthien

Post on 30-Sep-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: carpintero, I t! - ddd.uab.cat · ayudó: sabía y sabe mucho más ... mas,/nosdasunaprueba segura, ... del optimismo en medLo de un mundo' que sabe cruel y muchas

¡Oh capitán, mi capitá!l!~_ .-1-- ==---_' / <,__eAMDEN, New Jersey, 26 de - FrcfYi r ~tlCT1rr 1, ,/. '\-------marzo de 1892. Acaba de -=:.J~.~ ~morir el más alto poeta

norteamericano, el padre de lapoesía moderna de su país: WaltWhitman, carpintero, como su pa-dre, maestro de escuela, tipógrafo-ese oficio le enseñó muchas co- Isas-, director de varios periódicos, ~ .algunos excesivamente efímeros, i' ~ ~-'~~fl ., Á r--:-\: t!enfermero en Washington en un ..,?'o-, .,Ct li; • ~ ~ r ~ ~ 1 .-hospital de guerra, empleado pú- ~ '=).,.. ~ 1. JJ.----. A. \blico ... Y siempre sin un dólar. En- ~ t -1 11#1/ / //1 f, 1 ~~ \fermó de parálisis en 1873, y Y,~'•• ' .#' <,~ ~y3 (\ f 11 ¡r ! é' ,.' . . \aguantó sin quejarse casi veinte ,1 ~ .~~ J'. iaños. Estoy mirando una fotografía 't:- '. 7 1 .: /.\ <. ~ .' "'-~. <-Nsuya, un daguerrotipo, vaya, en el y '-;,. ==--que aparece a los treinta y seis ~ )años: camisa abierta que muestra "? • . . . ) Ila camiseta, barba con algunas ca-nas, sombrero negro ladeado, ojosalgo tristes, rostro afinado y cuerpoflaco como el de un demonio. Mirootra foto, esa sí fotografía cabal, I ~

hecha poco antes de su muerte: r . '} k--~~, .tremenda mata de pelo que enlaza __ L' --;= . r . 'y.... f-y---;............ .'con la barba, ambas blanquísimas,' !.ojos muy duros, aspecto de león o Ide profeta. / ,

0~t;~q f: I ~.;01~y,vidi '¡JV~Tw.;¡YI ~.:<:e. t,., ~ 4'~~~1I

REGRESO a mis veinteaños. Estudiante de Dere-cho en Madrid, cuando la

Facultad estaba en San Bernardo.Yo paraba en el Colegio MayorGuadalupe, entonces sito en la ca-lle Donoso Cortés, 65. Casi todoslos residentes eran iberoarneríca-nos -escribo esto porque ·había al-gún brasileño, como el poeta DarcyDamasceno Dos Santos, reciente-mente fallecido-. Pero quiero des-tacar ahora a un increíble perso-naje, a un gran escritor y esplén-d í d o t r a d u e t o r d e l· i n g I é s a Icastellano: el nicaragüense José. Coronel Ortecho. Su antología dela poesía norteamericana me des-lumbró. En ese libro leí por primeravez poemas de Walt Whitman. Noencontré otras traducciones paraampliar mis lecturas del «viejo her-moso Walt Whitman» -como lellama Federico García Lorca-, yasí es que compré su «Leaves ofgrass", y. muy penosamente mepuse a traducirlo como Dios o eldiablo me dieron a entender.Luego, en mis vacaciones en Bar-celona, mi novia - iJesús, mi mujerera mi novia y lo es todavía!- meayudó: sabía y sabe mucho másinglés que yo, ha sido durante mu-chos años profesora de inglés paramiles de estudiantes, y tambiénpara mí, que saqué desigual prove-cho.Recuerdo perfectamente que el

primer poema de Whitman que tra-duje fue uno cuyo título llamó miatención, [ayl, republicana. Se ti-tula «España, 1873-1874", y se re-fería a la I República Española,que duró sólo diez meses. En unode los archivadores de mis papelesmi mujer ha encontrado, entre

2

otras, la traducción de este poema, lenta, adaptada a cada tema, varia-que he retocado ahora. Dice así: ble y riquísima. Dos poetas iberoa-«Desde la oscuridad de las más mericanos, José Martí y Rubén Da-densas nubes, / desde las ruinas río, fueron los primeros que, enfeudales y desde los amontonados castellano, se ocuparon de suesqueletos de los reyes, / desde obra. Aquí llegó mucho más tarde.los viejos restos de Europa, desde Por supuesto que una legrón delas rotas -mascaradas,/desde las puritanos «rnade in USA" se es-catedrales destruidas, desde los candalizó por la forma y el conte-palacios caídos, desde las tumbas nido de sus «Hojas de hierba".de los sacerdotes, / asoman las Pero también hubo gente sensiblefacciones frescas y claras' de la li- - Y valiosa que sí le leyó, gente quebertad, asoma el mismo rostro in- no ocultó haber recibido su influen-mortal / (visión fugaz el rostro de tu cia: Emerson, Ingersoll, Burroughs,madre, América, / destello claro Thoreau, y el propio Lincoln. Su fecomo el de una espada, / cuando " en la democracia empapa casi to-lanza sus rayos hacia ti). / No dos sus. escritos: una demo..craciacreas que te olvidamos, madre que comporta la libertad total delnuestra; / ite has retrasado tanto! individuo, «que le devuelve las IIa-¿Se cerrarán de nuevo las nubes ves del reino".sobre ti? / [Ah, pero ahora te apa- Fueron sus referencias al amorreces ante nosotros y te reconoce- entendido sólo. como sexo las quemas, / nos das una prueba segura, más ampollas levantaron. Amor he-la visión muy fugaz de ti misma,/tú terosexual y amor homosexual, poresperas allá lejos, y eCl todas par- supuesto. Pero, ¿quién de los IIa-tes, a que suene tu hora." Curioso: mados justos podía tolerarle quellama a España «madre nuestra" .. dijera a una prostituta: «Mientras elMuy bien. sol no te repudie, no te repu-Oigan, ya sé que ninguna traduc- diar é »? Y poemas como «Cá-

ció n es buena. ¿Pero vieron su lamo», «Hijos de Adán", o «Unatécnica en el empleo del verso li- mujer me espera» le trajeron pro-bre? Esta innovación formal fue blemas, ceses en los periódicos,algo que influyó en todos los poe- injurias y anatemas. Pero él escri-tas norteamericanos posteriores, bía a favor del viento.aunque muy pocos alcanzaron su Walt Whitman es el cantor vitalperfeccción y su musicalidad vio- de la aleqría, de la transparencia,

del optimismo en medLo de unmundo' que sabe cruel y muchasveces sórdido, con aires de des-.gracia. Críticos hay que consideranque «Hojas de hierba" proponeuna utopía, pues la democraciaque canta y propone para Américabrilló y brilla aún por su ausencia.Pero los que esto opinan olvidanque sin un ideal utópico la vida dehombres y mujeres es deprimente,derrotista y catastrófica. Una' per-sona sin proyecto vital, sin proyec-ción hacia la utopía, se convierteen un ser mutilado, rencoroso y ra-biosamente intolerante. Entonces,ahora y en el futuro.

Y a los que creemos en lademocracia y por ella he-mos sufrido persecución

por la justicia y pérdida de la líber-. tad, nos conforta y ayuda a volvera arriesgarnos, si algún día peli-grara la democracia, leer estos ver-sos de Whitman: «Democracia,cuando por todas partes los fusileste apuntaban al pecho, / vi cómoimpávida alumbrabas hijos inrnorta-les, vi en sueños cómo tu figuracrecía, / vi cómo, con tu ampliomanto, amparabas al mundo."Viejo hermoso Walt Whitman:

[Oh capitán, mi capitán!

José Agustín GOYTISOLO

21