carpeta de acompaÑamiento del aspirante a salesiano … · 2019-04-04 · 5. ficha de seguimiento...

CARPETA DE

ACOMPAÑAMIENTO

DEL ASPIRANTE A

SALESIANO COOPERADOR

© Asociación de Salesianos Cooperadores – Región Ibérica

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Carpeta de Acompañamiento del Aspirante a

Salesiano Cooperador


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Motivaciones y breve descripción de los contenidos y propósito de este instrumento

Desde hace tiempo se viene demandando por quienes han acompañado a los grupos de

aspirantes en su proceso de discernimiento vocacional y por los Centros un instrumento que facilite la tarea del acompañamiento personal y grupal y que clarifique algunos aspectos de este tema. Para tal fin se elaboró un modelo de ficha de seguimiento, pero tras reflexionar el tema en la reunión de formadores celebrada en Granada el 18 de noviembre de 2001 se consideró más oportuno que fuera un instrumento de trabajo abierto, que deje posibilidad no sólo de “anotar” los aspectos esenciales de la evolución del aspirante, sino que también permita com-plementarlo con otros materiales, posibilite el seguimiento por el Centro, pueda intervenir el propio aspirante para plasmar sus impresiones acerca de su propia evolución y en definitiva recoja todos aquellos otros aspectos que el formador o el Centro estimen oportunos en relación con el acompañamiento del aspirante en su camino formativo. Por eso, más que una “ficha” os presentamos una CARPETA DE ACOMPAÑAMIENTO, que recogerá los contenidos que ahora pre-sentamos y cualquier otro que se estime de interés. Las partes o documentos que contendrá son los siguientes:

1. FICHA DE DATOS PERSONALES:

Es una breve ficha donde constan los datos esenciales de cada aspirante (nombre, domicilio, teléfonos, etc...).

Para facilitar una rápida consulta el formador puede optar por tener una copia fuera de cada carpeta, en un sitio más a mano.

2. FICHA DE EVALUACIÓN INICAL DEL ASPIRANTE

Es una breve ficha donde se puede constatar el punto de partida de cada aspirante al inicio de su formación y que recoge solo cuatro aspectos esenciales: el itinerario de su formación en la fe, cómo conoció la vocación específica de los cooperadores salesianos, qué motivaciones le llevan a querer empezar la formación inicial y los campos pastorales que desarrolla o ha desa-rrollado

3. FICHA DE INFORME ANUAL DEL FORMADOR

Estos informes anuales se plantean sobre todo para facilitar el seguimiento de la evolución del aspirante por cursos, dado que las fases o tiempos de la formación no necesariamente han de coincidir con esos cursos.

Otra finalidad esencial de estos informes es facilitar el seguimiento de los aspirantes por el Consejo Local de cada Centro, mediante una remisión de ellos o de un extracto por parte del animador, o bien de la transmisión verbal de esta información en una o varias reuniones, a cri-terio de cada Centro. No han de ser excesivamente extensos, aunque sí con la profundidad sufi-ciente para asegurar el cumplimiento de los fines del acompañamiento.


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4. FICHA DE AUTOEVALUACIÓN DEL ASPIRANTE POR FASES

Esta es una revisión exhaustiva que debe realizar el aspirante al final de cada fase sobre su proceso de formación y discernimiento vocacional. El proceso de formación se divide en tres momentos: fase de iniciación (un año por lo general), fase de profundización (dos o tres años) y fase de compromiso (de duración variable, por lo común un año). En las dos primeras fases se utiliza el formato de ficha, pero en la tercera, como se trata de dar el paso definitivo (o no) hacia la Promesa, se suelen emplear otros instrumentos, generalmente en el marco de un retiro o ejercicios espirituales, tales como revisión del Proyecto de Vida, confrontación con los criterios de admisión y de vida del PVA, redacción y presentación de la Carta pidiendo la admisión a hacer la Promesa y a integrarse como nuevo salesiano cooperador en el Centro. Es importante que al final de cada fase el mismo aspirante participe en su proceso de acompañamiento de una forma tan explícita como realizar una revisión personal, sea individualmente o conjunta con el forma-dor, pero, en todo caso, compartida con éste y con el grupo en los aspectos que se consideren necesarios.

5. FICHA DE SEGUIMIENTO DEL FORMADOR

Es un documento en forma de ficha que también corresponde al final de cada fase, cuyos contenidos son los mismos de la autoevaluación pero que debe plantearse y plasmar el forma-dor, con todos los elementos necesarios y después de haber recogido todos los datos pertinen-tes, del propio aspirante y del grupo. Es importante que el formador haga partícipes al aspirante y al grupo de los aspectos que va observando, lógicamente de aquellos que por su naturaleza y contenido no sean especialmente sensibles o demasiado personales.

6. REVISONES DEL PROYECTO DE VIDA DE LOS ASPIRANTES

En un proceso de discernimiento vocacional como éste, es esencial que los aspirantes se planteen su Proyecto de Vida desde la fe y de acuerdo con el carisma salesiano, de manera que si no lo hubieran hecho ya, conviene que se les plantee desde el primer momento esta necesi-dad, junto con la de revisar este Proyecto con la periodicidad que el Centro y/o el grupo consi-dere oportuna. Para ayudar a los formadores en esta tarea y orientar también a los aspirantes se incluye a continuación (Anexo 1) un esquema de lo que podrían ser los puntos esenciales que debe plantearse el aspirante de cara a dar forma y sentido a su vida. Existen muchos otros mo-delos que incluso quizá puedan ser más completos, así que este que se incluye pretende simple-mente servir de orientación.

7. ANEXOS

A título orientativo y como referencia se incluirán en cada carpeta una serie de documentos que sirven para el mejor desempeño del acompañamiento de los aspirantes: un esquema de Proyecto de Vida, los criterios de admisión en la Asociación, un breve resumen del proceso de ingreso y un esquema orientativo del contenido y forma de la carta personal de petición de ingreso en la Asociación.

Este es un documento grande y profundo, pero es un instrumento que puede dar mucha calidad al acompañamiento de nuestros aspirantes, y su manejo es enormemente fácil, por el formato de carpeta abierta que tiene.




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Premisas Quien desea ingresar en la Asociación acepta un programa adecuado de preparación que

dura el tiempo necesario para comprobar la propia llamada (PVA/E. 27). Hacerse cooperador es una opción vocacional, libremente madurada como respuesta a la llamada del Señor (PVA/E, 2.1), entonces es necesario que quien quiera hacer esta opción se prepare a través de un camino de formación concebido y programado como camino de descubrimiento y maduración vocacio-nal.

La manera de encarar una formación sólida y de crear las bases para un verdadero coopera-dor la encontramos descrita claramente en el Proyecto de Vida Apostólica: el cooperador, sa-biéndose llamado a vivir la vida de fe, se distingue por “sentir a Dios como Padre y Amor que salva; encontrar en Jesucristo a su Hijo Unigénito, apóstol perfecto del Padre; vivir en intimidad con el Espíritu Santo, animador del Pueblo de Dios en el mundo” (PVA/E 2.2a)

En la formación inicial es donde hay que sentar estas bases, día tras día, puesto que no se trata de algo que se obtiene de la noche a la mañana, sino con un trabajo constante.

Si falta esta base, es decir, la condición de un cristiano que experimenta a Dios en su vida y siente la acción del Espíritu Santo no se puede construir un verdadero cooperador.

Para lograrlo ha de seguirse un programa adecuado de formación según tres exigencias: ser adecuado a la importancia del objetivo específico de este período, que no es otro que el de comprobar la propia llamada en vistas a una eventual ingreso en la Asociación; ser adecuado a las situaciones personales de edad, madurez, preparación profesional y eclesial de los aspiran-tes; y ser adecuado también a las situaciones culturales y eclesiales de la zona.

El objetivo, pues, es ayudar y acompañar a los aspirantes a discernir la propia vocación y a madurar la vocación seglar salesiana hasta asumir un compromiso responsable en la Iglesia a través de la Promesa.

El acompañamiento se convierte en un aspecto fundamental para la formación, pues se trata de un camino de maduración y discernimiento vocacional, de forma que es esencial que el aspi-rante sienta a la Asociación a través de su Centro muy cercana a su experiencia, nunca para presionar sobre su opción, sino para sostenerle humana y espiritualmente. El acompañamiento del Centro es esencial, prioritariamente a través del Consejo Local (que debe dedicar al menos una sesión monográfica al año para tratar la formación de los aspirantes y su seguimiento), es-pecialmente por el Coordinador y/o el Vocal de Formación y, en general, por todo el conjunto del Centro como una comunidad que les permita descubrir y madurar su sentido de pertenencia a la Asociación.

Aunque se trata de un proceso de discernimiento eminentemente personal, la formación inicial se desarrolla prioritariamente en grupos, con un formador que encarna la figura del acom-pañante más directo en este proceso de discernimiento vocacional.


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Datos iniciales

• Nombre y apellidos.

• Fecha de nacimiento.

• Fecha de confirmación.

• Estado civil.

• Trabajo y/o estudios.

• Domicilio(s).

• Teléfono(s).

• Código postal.

• Localidad.

• E-mail.




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• Cumpleaños.

• Santo.

• Foto reciente:


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Ficha 1

Situación inicial del aspirante Con esta primera parte se pretende únicamente plasmar tres o cuatro datos esencia-

les interesantes como punto de partida para conocer la situación personal del aspirante y su trayectoria hasta el momento en que llega a plantearse la vocación de cooperador.

Describir brevemente el itinerario de formación en la fe del aspirante.

Como conoció la vocación específica de los cooperadores salesianos.




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Qué motivaciones le llevan a querer empezar la formación inicial.

Campos pastorales que desarrolla o ha desarrollado.


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Ficha 2

Informes anuales del formador Estos informes anuales se plantean sobre todo para facilitar el seguimiento de la evo-

lución del aspirante por cursos, dado que las instancias de la formación no necesaria-mente han de coincidir con esos cursos. Otra finalidad esencial de estos informes es fa-cilitar el seguimiento de los aspirantes por el Consejo Local de cada Centro, mediante una remisión de ellos o de un extracto por parte del animador, o bien de la transmisión verbal de esta información en una o varias reuniones, a criterio de cada Centro. No han de ser excesivamente extensos, aunque sí con la profundidad suficiente para asegurar el cumplimiento de los fines del acompañamiento

Regularidad en la asistencia al grupo.

Participación en las reuniones de grupo.




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Asistencia a momentos comunes de Centro (reuniones del Centro, Ejercicios Espiritua-les, encuentros de Familias Salesiana...) y provinciales.

¿Conoce a más salesianos cooperadores del Centro o de la Provincia y es conocido por otros cooperadores?

Datos esenciales en relación con la evolución del aspirante referentes a relación con sus progresos en los campos esenciales del proceso de formación:

Madurez humana


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Madurez cristiana y vocacional

Madurez salesiana

Relación con la Asociación




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Maduración apostólica.


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Autoevaluación del aspirante por fases

Esta es una revisión exhaustiva que debe realizar el aspirante al final de cada fase sobre su proceso de formación y discernimiento vocacional.

El proceso de formación se divide en tres momentos: fase de iniciación, fase de pro-fundización y fase de compromiso; y su duración oscila, en función de la edad y demás circunstancias personales y formativas, entre 3 y 5 años. En las dos primeras fases se utiliza el formato de ficha, pero en la tercera, como se trata de dar el paso definitivo (o no) hacia la Promesa, se suelen emplear otros instrumentos, con un «momento fuerte» generalmente en el marco de un retiro o ejercicios espirituales, tales como revisión del Proyecto de Vida, confrontación con los criterios de admisión y de vida del PVA y con la redacción y presentación de la Carta, que culmina en la Promesa e integración del nuevo candidato en el Centro. Es importante que al final de cada fase el mismo aspirante par-ticipe en su proceso de acompañamiento de una forma explícita, como puede ser la rea-lización de una revisión personal, pero en todo caso compartida con el formador y con el grupo en los aspectos que se consideren necesarios.

PRIMERA FASE. INICIACIÓN

Madurez humana

• Cualidades personales: Aspectos a mejorar.

Ficha 3




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Madurez cristiana

Oración.

Vida sacramental.

Contacto con la Palabra de Dios.

Clarificación de temas básicos de la vida cristiana (Jesucristo, Biblia, Iglesia...).

Coherencia fe-vida

Conocimiento y vivencia progresiva del PVA.

Relaciones fraternas.

Madurez salesiana

Identificación personal con la espiritualidad salesiana.

Conocimiento de los grupos de la Familia Salesiana.

Participación en los encuentros de Familia Salesiana.


Conocimiento de la Asociación.

Progreso en su integración en el Centro.

Participación en encuentros del Centro.

Maduración apostólica

Campos en el que desarrolla su compromiso apostólico.

Sentido de Iglesia.


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Otros datos

SEGUNDA FASE. PROFUNDIZACIÓN

Esta fase se debe abrir con la entrega del Proyecto de Vida Apostólica, en una Euca-ristía junto con los cooperadores del Centro, siendo este un momento fuerte en que el aspirante debe sentirse respaldado por todo el Centro. Es el momento inicial para que el aspirante conozca y profundice los rasgos esenciales de la vocación.

Madurez humana

Cualidades personales: Aspectos a mejorar.




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Madurez cristiana

Oración.

Vida sacramental.


Clarificación de temas básicos de la vida cristiana (Jesucristo, Biblia, iglesia...).

Coherencia fe-vida

Conocimiento y vivencia progresiva del RVA.


Madurez salesiana




Relación con la Asociación.





Campos en el que desarrolla su compromiso apostólico.

Sentido de Iglesia.

Otros datos


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TERCERA FASE. OPCIÓN

En esta fase es donde debe manifestarse claramente tanto el descubrimiento de la propia vocación como cooperador del aspirante como la respuesta que éste da a la lla-mada. Además, por su propia configuración en el proceso formativo es una fase de me-nor duración que las anteriores. Por tanto, ya no se trata tanto de expresar una evolu-ción, sino de plasmar la propia opción con los siguientes medios:

Revisión de los criterios de admisión en la Asociación de Cooperadores

Revisión en profundidad del Proyecto de Vida, conteniendo la opción vocacional del salesiano cooperador.

Carta de solicitud de la Promesa.




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Ficha 4

Evaluación del formador por fases o momentos

Este es un documento en forma de ficha que también corresponde al final de cada fase o momento del proceso formativo, cuyos contenidos son los mismos de la autoeva-luación, pero que debe plantearse y plasmar el formador con todos los elementos nece-sarios y después de haber recogido todos los datos pertinentes, del propio aspirante y del grupo. Es importante que el formador haga partícipes al aspirante y al grupo de los aspectos que va observando, lógicamente de aquellos que por su naturaleza y contenido no sean especialmente sensibles o demasiado personales.

PRIMERA FASE. INICIACIÓN

Madurez humana

Cualidades personales: Aspectos que mejorar.

Madurez cristiana

Oración.

Vida sacramental.



Coherencia fe-vida.



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Madurez salesiana

Progreso en el conocimiento de Don Bosco.









Campos en que desarrolla su compromiso apostólico.

Sentido de Iglesia.

Otros datos.




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SEGUNDA FASE. PROFUNDIZACIÓN

Esta fase se abre con la entrega del Proyecto de Vida Apostólica, en una Eucaristía junto con los salesianos cooperadores, siendo este un momento fuerte en que el aspi-rante debe sentirse respaldado por todo el Centro. Es el momento inicial para que el aspirante conozca y profundice los rasgos esenciales de la vocación.

Madurez humana

Cualidades personales: Aspectos que mejorar.

Madurez cristiana

Oración.

Vida sacramental.



Coherencia fe-vida

Conocimiento y vivencia progresiva del PVA.


Madurez salesiana





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Conocimiento de la Asociación...



Maduración apostólica.

Campos en los que desarrolla su compromiso apostólico.

Sentido de Iglesia.

Otros datos




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TERCERA FASE. OPCIÓN

En esta fase es donde debe manifestarse claramente tanto el descubrimiento de la propia vocación como salesiano cooperador del aspirante, como la respuesta que este da a la llamada. Además, por su propia configuración en el proceso formativo es una fase o tiempo de menor duración que las anteriores. Por tanto, ya no se trata tanto de expresar una evolución, sino de plasmar la propia opción con los siguientes medios:

Revisión de los criterios de admisión en la Asociación de Salesianos Cooperadores

Revisión en profundidad del Proyecto de Vida, incluyendo la opción vocacional del cooperador.

Carta de solicitud de la Promesa.


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Ficha 5

Revisiones del Proyecto Personal de Vida del aspirante

En un proceso de discernimiento vocacional como este, es esencial que los aspirantes se planteen su Proyecto de Vida desde la fe y de acuerdo con el carisma salesiano, de manera que, si no lo hubieran hecho ya, conviene que se les plantee desde el primer momento esta necesidad, junto con la de revisar este Proyecto con la periodicidad que el Centro y/o el Grupo considere oportuna.

Para ayudar a los formadores en esta tarea y orientar también a los aspirantes se incluye a continuación (Anexo 1) un esquema de lo que podrían ser los puntos esenciales que debe plantearse el aspirante de cara a dar forma y sentido a su vida. Existen muchos otros modelos que hasta puedan ser, quizá, más completos o estar mejor orientados según la edad o las necesidades del aspirante, así que este que se incluye aquí pretende simplemente servir de orientación.




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CÓMO REALIZAR UN PROYECTO DE VIDA SEGÚN EL EVANGELIO y con el carisma del salesiano cooperador

Punto de partida.

1 MI MADUREZ COMO PERSONA

En este momento se trata solo de hacer un análisis, simplemente constatar cómo soy y lo que me sucede, pero sin entrar en posibilidades de cambio ni avanzar hacia objetivo alguno: eso lo dejamos para más adelante.

PERCEPCIÓN DE MÍ MISMO.

Rasgos típicos de mi carácter: ¿En qué estoy satisfecho y en qué no?

Cuáles son mis preocupaciones fundamentales actualmente.

En qué ambientes me muevo.

Sobre qué valores se asienta mi vida.

PERCEPCIÓN QUE LOS DEMÁS TIENEN DE MÍ

Para analizar este aspecto debes hablar con dos o tres personas que te conozcan muy bien, y ser objetivo a la hora de consignar aquí lo que los demás consideran de ti. Es fundamental que al menos una persona sea de tu familia y otra no.

¿Cómo me ven los demás?

¿Qué piensan los demás que debería cambiar?


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2 HORIZONTE

Este apartado se encuentra al principio de la elaboración del Proyecto, y antes de entrar en cada una de las dimensiones, pero tampoco hay inconveniente en redactarlo al final, siempre que, al menos, se tenga una idea intuitiva de lo que se quiere. Se trata de intentar responder a la pregunta:

¿QUÉ CREO QUE DIOS ME PIDE?




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3 VALORES E IDEAS QUE INSPIRAN MI VIDA

Relación de mi escala de valores.

4 CONSTRUYENDO

las dimensiones de mi Proyecto de Vida

ESQUEMA DE TRABAJO:

Para realizar un trabajo fructífero es importante partir de nuestra realidad actual, analizarla a la luz del Evangelio y nuestros valores y adoptar compromisos concretos y graduales. Así pues, en cada apartado hay que realizar las siguientes operaciones:

VER Y JUZGAR:

• ¿Cómo ando en este tema?

• ¿Por qué estoy así?

• ¿Cómo puedo mejorar para ser más coherente?

ACTUAR:

• ¿A qué me comprometo? (Una o dos cosas concretas a corto y medio plazo)

• ¿Qué medios concretos voy a emplear?


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4.1. LAS RELACIONES CONMIGO MISMO

Este aspecto ha debido quedar bastante analizado en el Punto de partida del Pro-yecto, así que ahora hay que hacer hincapié en la construcción del Proyecto, es decir: juzgar y actuar.

Cuerpo (salud).

Carácter.

Cualidades y defectos.

Responsabilidad. Fuerza de voluntad y constancia.

Autonomía (capacidad de decisión personal y dependencia de los demás)

Capacidad de diálogo y escucha.

Capacidad de colaboración.

4.2. LAS RELACIONES CON LOS DEMÁS.

EN GENERAL

Preocupación sincera por los demás.

Calidad de mis relaciones.

EN CONCRETO...

Con la familia.

Relaciones con ella.

Concepto de familia.

Planteamientos futuros de familia.

Con los compañeros.

Actitudes con ellos.

Valores que comparto con ellos y en los que me distingo.




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Con los amigos y los demás miembros del grupo.

Actitudes con ellos.

Valores que comparto con ellos y en los que me distingo.

Apertura a los jóvenes, especialmente a los más desfavorecidos.

Conocimiento de la realidad, sensibilidad.

Mi estilo de vida (gastos, diversiones...) ¿me acercan o me alejan de ellos?

Mis criterios respecto a mi profesión ¿los tengo en cuenta?

Acciones concretas de compromiso (dedicación de tiempo y/o dinero)

4.3. LAS RELACIONES CON DIOS

Palabra de Dios.

Ritmo personal de lectura.

Compartir y celebrar la Palabra de Dios

Oración.

Ritmo de oración personal.

Participación en la oración comunitaria (Parroquia, Grupo, Centro, etc...)

Celebración de la fe: los Sacramentos.

Conocimiento del sentido y significado de los Sacramentos.

Eucaristía.

Reconciliación.

Experiencia y vivencia de los otros Sacramentos.

Coherencia fe-vida.


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4.4. MADURACIÓN VOCACIONAL

Premisa:

¿Me planteo mi vida como una respuesta a la llamada de Jesucristo?

Actitudes fundamentales:

Identificación y seguimiento de Cristo.

Sentido profundo de Iglesia.

Presencia de María.

Carisma y espiritualidad salesiana.

Como Salesiano Cooperador

Revisión de la llamada personal.

Relaciones fraternales con los miembros del Centro.

Aportación al Centro (en lo personal y en lo material).

Preocupación por la formación.

Participación en los momentos del Centro (reuniones, asambleas, encuentros, campamentos...)

Relaciones con las demás ramas y grupos de la Familia Salesiana.

4.5. ESTUDIOS. TRABAJO. MI DESCANSO Y TIEMPO LIBRE.

Responsabilidad con la que afronto el trabajo o estudio y calidad del mismo.




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Enfoque cristiano de mi trabajo o estudio.

Actitud ante las injusticias.

¿Renuncio a lo que me perjudica en mi tiempo libre?


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¿Cómo aprovecho mi tiempo libre? (Buscar experiencias formativas, compartir el tiempo libre).

Utilización del dinero.

Medios o actividades de distensión, distracción, diversión y relajación (muy necesarios).




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4.6. COMPROMISOS PASTORALES

Este es un aspecto del Proyecto de Vida que tiene que estar sujeto a cambios fre-cuentes en las acciones concretas, pero no en cuanto a los valores de fondo.

Opción por el compromiso en favor de los demás: valores que la sustentan:

¿Por qué creo necesario desarrollar un compromiso por los demás?

Relaciones con la comunidad/equipo de animadores/monitores.

Mis compromisos pastorales concretos para este año (parroquia, grupos, asociaciones, colectivos, actividades, etc...)

4.7. FORMACIÓN

Medios que voy a utilizar para conseguir una formación plena y coherente en cada uno de las dimensiones de mi Proyecto de Vida:

Lectura de libros.

Cursos de formación.

Palabra de Dios.

Documentos eclesiales.

Pertenencia a grupos y colectivos.

Formación profesional.

Formación teológica.

Lecturas salesianas.

Otros.


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5 REVISIÓN DE MI PROYECTO

¿Cada cuánto tiempo voy a revisar mi Proyecto?

¿Con quién lo voy a hacer? (Si deseo que me ayude u oriente alguna persona de mi confianza)




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CRITERIOS DE ADMISIÓN EN LA ASOCIACIÓN DE SALESIANOS COOPERADORES

SENTIDO Y VALOR DE LOS CRITERIOS DE ADMISIÓN

Son un instrumento que se ofrece a quienes solicitan entrar en la Asociación, al Grupo o Centro que los acompaña en su camino formativo y a los Consejos locales y provincia-les, a quienes incumbe la responsabilidad de pronunciarse sobre la admisión, a fin de ayudarles a contrastar, discernir y valorar la idoneidad de los candidatos.

Su interpretación y aplicación serán amplias y flexibles, teniendo siempre en cuenta las características y exigencias de la Asociación.

Se trata de orientaciones generales para crear en esta importante cuestión lazos de identidad y comunión entre todos los Centros.

Son unas pistas que sugieren elementos para una adecuada maduración personal y grupal.

Son propuestas que, a partir de las experiencias locales se deben ir concretando o ampliando.

CRITERIOS PRIORITARIOS

1. ACERCA DE LA VOCACIÓN:

Todos los responsables de la admisión han de discernir, en primer lugar, si existe en el candidato verdadera vocación (llamada-respuesta) a este tipo de vida y de compro-miso.

No basta que el candidato sea «buena persona», o cristiano ferviente y apostólico.

Ha de conocer a Don Bosco, su vida y su espíritu, el sentido de vivir comprometidos como «salesianos externos», en el mundo y en la Iglesia, siendo conscientes de «ser


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llamados» y estando dispuestos a vivir este camino en grupo (Centro), en su calidad de comunidad cristiana de referencia.

2. ACERCA DEL CAMINO REALIZADO:

Haber seguido y asumido el plan de formación que se desarrolla en las carpetas de formación inicial o, en su caso, un plan similar que asegure los mismos objetivos, sobre todo, la asimilación del PVA.

Haber vivido la experiencia de grupo, vinculado a un centro, participando en su vida y misión. Mostrar sentido de corresponsabilidad y pertenencia a la Asociación, y no sólo al centro local. Específicamente, haber participado en los momentos fuertes de la for-mación: ejercicios espirituales y, al menos, en dos campamentos.

Conciencia clara de formar parte de la Familia Salesiana, expresada en el interés por ella y participando en sus actividades.

Haber recorrido el camino formativo con el seguimiento y la orientación de los res-ponsables de su formación y de los del Centro.

Equilibrio de carácter, madurez humana y afectiva para el desempeño de las respon-sabilidades familiares, profesionales y civiles.

Maduración en la fe y en la caridad, manifestada en la vida de oración personal y comunitaria, en la práctica sacramental, la unión con Dios y el celo apostólico. En esta maduración influirá decisivamente el acompañamiento espiritual libremente buscado por el futuro cooperador.

Vivir y dar testimonio de los rasgos característicos del espíritu salesiano, especial-mente:

el amor a los jóvenes y a los destinatarios preferidos por este espíritu;

suficiente caridad apostólica, educativa y pedagógica;

motivación en la calidad pastoral;

trato afable y cordial, talante optimista y alegre;

conocimiento y práctica del sistema preventivo;

actitudes y capacidad para el trabajo en equipo.

Estar cristianamente comprometido en su profesión, en su familia y en las tareas de apostolado.




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3. ACERCA DE LAS MOTIVACIONES:

Constancia de que hace la petición por motivos personales y personalizados.

Por libre elección y decisión, por motivos coherentes, a la luz de la vocación salesiana; madurados y contrastados, bajo la acción del Espíritu, por medio del discernimiento per-sonal y de Centro.

4. OTROS CRITERIOS QUE SE HAN DE TENER EN CUENTA.

(Atendiendo a las circunstancias que cada persona):

Conocimientos teológicos, pastorales, educativos y salesianos proporcionados y suficientes para desempeñar dignamente la misión del salesiano cooperador y participar responsablemente en la vida de Iglesia.

Estudio y asimilación del PVA.

Conocimiento del magisterio eclesial sobre los temas más importantes: familia, trabajo, doctrina moral y social, etcétera.

Experiencia de iglesia local y de relación positiva con otros movimientos, asocia-ciones y grupos.

Participación en encuentros, jornadas, retiros, ejercicios espirituales, etcétera, para Salesianos Cooperadores y Familia Salesiana.


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PROCESO DE ACEPTACIÓN E INGRESO

Supone los siguientes pasos:

Unos meses antes de finalizar el período de formación inicial (cinco o seis meses, al menos) el Animador o formador del grupo de aspirantes informa al Consejo Local acerca de la próxima finalización del proceso de formación inicial.

1. El Consejo Local, junto al Formador de los aspirantes que están finalizando su pro-ceso de formación inicial, mantendrá una reunión de motivación, aclaración y de animación con el aspirante o grupo de aspirantes.

2. El candidato, cuando ha alcanzado una maduración suficiente y tiene la edad mar-cada por el PVA presenta por escrito su solicitud de admisión al Coordinador de su Centro. Esta solicitud se hará en forma de carta personalizada (ver Anexo 4).

3. Lectura de las cartas de los aspirantes y del informe del animador–formador corres-pondiente por parte del Consejo Local.

El Consejo Local se pronuncia acerca de la admisión de los aspirantes y elabora su propio informe que, unido a la documentación anterior, remite al Consejo Provincial.

4. El Consejo Provincial procede a la lectura y consideración de las cartas e informes remitidos por los Consejos Locales, y les remite por escrito los acuerdos adoptados por él.

8. El Consejo Local acuerda con los aspirantes y el animador – formador todos los de-talles relativos a la celebración de la Promesa (celebrantes, día, hora, circunstancias, etc.).

9. Realización del acto de la Promesa, formulada pública-mente y recibida por el Coor-dinador Provincial o por el cooperador en quien delegue expresamente. Es deseable que en la celebración estén presentes el Inspector SDB o la Inspectora FMA.

10. Inscripción oficial en la Asociación de los nuevos Salesianos Cooperadores.

11. Participación plena en la vida de la Asociación.




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FORMA Y CONTENIDO DE LA CARTA SOLICITANDO EL INGRESO EN LA ASOCIACIÓN

Al final del proceso de formación, una vez que el aspirante ha realizado su discerni-miento vocacional y está decidido a vivir su fe como Salesiano Cooperador, solicitará su ingreso en la Asociación. Esta solicitud se realiza mediante una carta personal que debe tener los siguientes contenidos mínimos:

1) Expresar la vivencia y personalización tanto del proceso de fe que ha seguido la persona en su conjunto como del proceso formativo y de discernimiento voca-cional,

2) Solicitar el ingreso en la Asociación por motivos personales y personalizados, ex-presando cuáles son estos motivos.

3) Manifestar que se solicita el ingreso en la Asociación por libre elección y decisión y por motivos coherentes, a la luz de la vocación salesiana, madurados y contras-tados bajo la acción del Espíritu por medio del discernimiento personal y de grupo o Centro.

4) Expresar el deseo de hacer la Promesa según el Proyecto de Vida Apostólica.

Al ser personal, esta carta no puede tener ningún formato o modelo y por tanto quedan a la libre expresión del aspirante tanto el contenido concreto como su forma.

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