carlos esteban deive

9
Carlos Esteban Deive (1935). Novelista, dramaturgo, antropólogo e historiador dominicano. Es considerado un experto en culturas africanas Nació el 26 de diciembre en Sarria, Lugo, España. En 1955 llegó al país y se doctoró en Filosofía e Historia de América por la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ocupó los cargos de director del departamento de Antropología Social del Museo del Hombre Dominicano y profesor de altos estudios. Fue cofundador y decano de Humanidades y Educación de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Desempeñó el cargo de Consejero Cultural de la embajada dominicana en Madrid y durante cuatro años realizó investigaciones históricas en el Archivo General de Indias de Sevilla. Como resultado de estos años, escribió la novela La mala vida: delincuencia y picaresca en la colonia española de Santo Domingo, publicada en 1988 en forma de relatos que cuentan la vida de personajes de la época entre los que se encuentran gobernadores, arzobispos, mercaderes, esclavos, gente común. La obra, reflejo fiel de los documentos consultados, ofrece la oportunidad de conocer aspectos importante de la realidad colonial de Santo Domingo. Miembro de varias sociedades culturales, ha participado en numerosos congresos y seminarios nacionales e internacionales. Parte de su obra se encuentra dispersa en revistas especializadas de varios países. Ha publicado alrededor de 25 obras sobre temas literarios, antropológicos e históricos, la mayoría traducidas al inglés y al francés. Sus investigaciones han realizado aportes para mejorar la comprensión de las causas del cimarronaje. Las

Upload: josue-mejia

Post on 11-Jan-2016

215 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Biografia de Carlos Esteban Deive

TRANSCRIPT

Page 1: Carlos Esteban Deive

Carlos Esteban Deive (1935). Novelista, dramaturgo, antropólogo e historiador

dominicano. Es considerado un experto en culturas africanas

Nació el 26 de diciembre en Sarria, Lugo, España. En 1955 llegó al país y se

doctoró en Filosofía e Historia de América por la Universidad Autónoma de

Santo Domingo. Ocupó los cargos de director del departamento de

Antropología Social del Museo del Hombre Dominicano y profesor de altos

estudios. Fue cofundador y decano de Humanidades y Educación de la

Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Desempeñó el cargo de

Consejero Cultural de la embajada dominicana en Madrid y durante cuatro años

realizó investigaciones históricas en el Archivo General de Indias de Sevilla.

Como resultado de estos años, escribió la novela La mala vida: delincuencia y

picaresca en la colonia española de Santo Domingo, publicada en 1988 en

forma de relatos que cuentan la vida de personajes de la época entre los que se

encuentran gobernadores, arzobispos, mercaderes, esclavos, gente común. La

obra, reflejo fiel de los documentos consultados, ofrece la oportunidad de

conocer aspectos importante de la realidad colonial de Santo Domingo.

Miembro de varias sociedades culturales, ha participado en numerosos

congresos y seminarios nacionales e internacionales. Parte de su obra se

encuentra dispersa en revistas especializadas de varios países.  Ha publicado

alrededor de 25 obras sobre temas literarios, antropológicos e históricos, la

mayoría traducidas al inglés y al francés. Sus investigaciones han realizado

aportes para mejorar la comprensión de las causas del cimarronaje.  Las novelas

que ha escrito se han caracterizado por combinar la historia con la ficción.

En su carrera literaria ha obtenido numerosos e importantes premios entre los

que se encuentran en 1963 el Premio Nacional de Novela con la

obra Tendencias de la novela contemporánea, los premios Siboney de

Literatura otorgado en 1978 por su novela Las Devastaciones escrita en 1963, y

el de Ensayo por su obra Heterodoxia e inquisición en Santo Domingo en 1982,

el Premio Nacional de Historia por su obra Vodú y magia en Santo

Domingoescrita en 1976, el Premio Alonso de Suazo de Historia por Los

refugiados franceses en Santo Domingo, que data de 1980 y con el Premio

Page 2: Carlos Esteban Deive

Nacional de Ensayo por La esclavitud del negro en Santo Domingo, escrita en

1981.

Por el conjunto de su producción ha recibido reconocimientos entre los que se

encuentran el Premio Caonabo de Oro, Premio Academia Dominicana de

Ciencias, Premio Nacional de Literatura en 2001. En 2006 la Fundación

Rusconi, la Secretaría de Estado de Cultura y la Embajada de Italia otorgaron el

premio internacional de Narrativa Emilio Rusconi para la República

Dominicana, por la obra El festín de los generales. En 2009 recibió la cruz de

oficial del Orden del Mérito Civil otorgada por su labor en favor de las culturas

dominicana y española. Para la celebración de la XII Feria Internacional del

Libro de ese mismo año el Banco Central puso en circulación su obra Los

dominicanos vistos por extranjeros. Esta misma institución ya había

incorporado con anterioridad a su colección de autores dominicanos la

publicación de la obra Rebeldes y marginados. En el periodo de 2000 a 2004

fue presidente de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo.

Actualmente es miembro de la Academia Dominicana de la Lengua.

Al final del registro

Por su obra ¿Y tu abuela dónde está?, obtuvo el Premio Nacional de Ensayo

2012. En la obra aborda un tema altamente sensible, los vínculos históricos

entre Haití y la República Dominicana; en el  ensayo analiza el nacimiento de

ambas naciones desde la época colonial y su separación histórica, así como la

presencia del negro en este proceso.

Honor y gloria. Los dominicanos en las guerras de independencia de Cuba, es

un merecido homenaje a  la generosa reciprocidad de cientos de dominicanos

hacia la causa liberadora de la vecina isla de Cuba

Fue merecedor del Premio Nacional de Literatura en el 2001

Page 3: Carlos Esteban Deive

Josue Mejia S. 1065721

Ser humano y Sociedad

Aportes de la cultura africana a la cultura actual

Atreves de los africanos se preservaron una gran cantidad de tradiciones y costumbres tainas como son:

1. El cultivo de la yuca y la fabricación del casabe, El cultivo de roza2. La fabricación de instrumentos como la canoa y la hamaca3. Técnicas para la pesca usadas por los tainos denominada barbasco

La mayor influencia de los africanos se puede observar en la música y el baile:

1. Los palos, que es el nombre que se le da tanta al ritmo como los instrumentos utilizados en el baile.

2. Ritmos nacionales como: la zarandunga, los congos, la jaiba, el chenche matriculado, entre otros.

3. Instrumentos de origen africano como: los palos, el balsié, la gallumba, etc.

4. También se encuentra las “fiestas de santos” que está ligada a la cultura religiosa y es conocida también como “velaciones” o “noches de vela”.

La cultura africana también ha influenciado en la cultura de hoy en día:

1. El vudú2. La mágia que es una mezcla de creencias y ritos africanos3. Ritos funerarios como es el “baquini” o velorio del angelito

En lo económico:

1. Diversas instituciones de ayuda mutua que reciben el nombre de juntas o convites

2. Un sistema de crédito rotativo llamado “San” que consiste en el establecimiento de una caja común a la que cada participante del san contribuye con una suma mensual o semanal

En la gastronomía de la cultura de hoy en día:

1. Productos y platos como son: el gandul, el ñame, y el funde.2. Platos típicos africanos como el “mofongo”3. Una bebida de caña de azúcar llamada “guarapo” que era muy común

entre esclavos negros

Page 4: Carlos Esteban Deive

Josue Mejia S. 1065721

Ser humano y Sociedad

El pesimismo, el nacionalismo y la externalidad en la identidad dominicana

Entre las ideas incluidas en el Informe Nacional de Desarrollo Humano publicado en República Dominicana en el 2005 sobre el pesimismo, el nacionalismo y la externalidad en la identidad dominicana cabe destacar:

1) El pesimismo contribuyo a la externalidad en los dominicanos, ya que como somos pesimistas en casa imposible valorar a nosotros mismo y a los demás. El concepto de externalidad se define como la percepción de que no podemos ejercer control sobre las condiciones de nuestro destino y nuestra vida.

2) La externalidad y el pesimismo dio paso a gobiernos déspotas y autoritarios. Ya que los dominicanos pesimistas no se preocupan por lo que ocurra a su alrededor ya que piensan que no pueden controlar o regular lo que pasa dio paso a que surgiera una figura “fuerte” como constructor del orden y la externalidad entrego el destino de la sociedad en manos de un autócrata o dictador

3) El pesimismo dominicano constituye un obstáculo en el desarrollo ya que esto no permite que el pueblo dominicano piense por sí mismo y no forme parta activa de las actividades que contribuyan al desarrollo de la nación, la externalidad convierte a los dominicanos en sujetos limitados

4) El pesimismo encaja con los problemas de identidad étnica y racial del dominicano, el dominicano pesimista no sabe distinguir y aceptar sus raíces ya que no tiene la posibilidad de darse una identidad propia y por lo tanto le es casi imposible aceptar el principal componente de la cultura de hoy en día que es el componente africano ya que este está asociado con los haitianos y la esclavitud

5) La externalidad y el pesimismo creo una desconfianza en la democracia debido a que el sujeto pesimista es incapaz de tomar acción en los procesos democráticos de la nación, la democracia se conoce como el gobierno del pueblo para el pueblo, pero si el pueblo no le interesa ni valora lo propio y tampoco a ellos mismo esto da paso a prácticas autoritarias como el paternalismo y el clientelismo

Page 5: Carlos Esteban Deive

A diferencia de lo que ocurrió en Hispanoamérica y las Antillas, en donde la esclavitud fue abolida una sola vez y para siempre, en la colonia española de Santo Domingo el régimen esclavista tuvo que ser abolido dos veces.  Las dos aboliciones de la esclavitud que se llevaron a cabo en Santo Domingo no resultaron tampoco de ninguna campaña abolicionista como las que iniciaron entonces varias sociedades humanitarias, europeas y norteamericanas, que querían poner fin al comercio de esclavos.  Por el contrario, ambas aboliciones fueron el resultado de dos invasiones militares ejecutadas por los gobernantes haitianos Toussaint Louverture, en  1801, y Jean Pierre Boyer, en 1822. La primera de estas invasiones tuvo como propósito unificar la isla bajo un solo gobierno que protegiera la libertad de los esclavos adquirida después de una larga y sangrienta guerra contra Francia e Inglaterra.  La segunda invasión buscó igualmente unificar la isla con la intención de salvaguardar la independencia de Haití, amenazada por un grupo de aventureros franceses que buscaban reimponer en Haití en orden esclavista colonial.

A diferencia de otros países en donde la esclavitud fue abolida como resultado de pugnas internas o por la presión de las sociedades abolicionistas de la época, en Santo Domingo la esclavitud fue liquidada por invasores extranjeros amparados en la fuerza militar. La primera abolición de la esclavitud efectuada por Toussaint Louverture en 1801, se llevó a cabo en medio de grandes tensiones con los refugiados franceses procedentes de la vecina colonia de Saint-Domingue que se habían mudado a la colonia española con sus esclavos. Cuando Toussaint llegó con sus tropas a Santo Domingo a finales de enero de 1801, no sólo tuvo que enfrentar cierta resistencia militar, sino también la negativa de muchos dueños de esclavos que escondieron a sus sirvientes en varias naves y una fragata surtas en el puerto para evitar darles la libertad.  Toussaint Louverture había llegado a Santo Domingo como representante de Francia y con el propósito de tomar posesión de la colonia española pues ésta había sido cedida por España a Francia en 1795. Amparado en esa autoridad, Toussaint exigió al gobernador español que impidiera que esas naves zarparan e hiciera desembarcar a todos los esclavos para darles inmediatamente la libertad, cosa que el gobernador Joaquín García Moreno se vio precisado a ordenar.  García trató de favorecer a algunos dueños de esclavos solicitando a Toussaint que dejara embarcar con sus amos a los esclavos domésticos, pero la documentación disponible sugiere que Toussaint no accedió a esa petición.  

Page 6: Carlos Esteban Deive

Algunos historiadores dicen que Toussaint Louverture dictó una proclama decretando la abolición de la esclavitud en Santo Domingo, pero el texto de esta proclama no se conoce y parece haberse perdido. Aun cuando no hubiera habido proclama, lo cierto es que todo el mundo en Santo Domingo entendió que la llegada de Toussaint significaba la terminación de la esclavitud, y así fue aceptado.  Esta abolición fue formalizada en el Título Segundo, Artículo Tercero de la nueva Constitución Política de la Colonia de Saint-Domingue, decretada en agosto de 1801, en donde se hizo constar que “en este territorio no pueden subsistir esclavos, la servidumbre esta abolida para siempre, todos nacen, viven y mueren libres y franceses”. Para siempre no quedó abolida la esclavitud en esa ocasión pues apenas seis meses después, en febrero de 1802, llegó a Santo Domingo una enorme flota francesa conduciendo 60,000 soldados con el propósito de derrocar a Toussaint Louverture y restituir en orden colonial esclavista en toda la isla. Los franceses lograron tomar el control de la antigua colonia española de Santo Domingo y aquí restablecieron la esclavitud.  En la parte occidental de la isla, los antiguos esclavos rebelados derrotaron a los franceses y se separaron de Francia proclamando la independencia de Haití el 1 de enero d 1804. A pesar de que en las dos décadas siguientes hubo varios intentos de rebelión por parte de los esclavos de la parte española, el orden esclavista no fue alterado hasta el 9 de febrero de 1822.  En esa fecha el Presidente de Haití Jean Pierre Boyer llegó a Santo Domingo encabezando un imponente ejército de 12,000 hombres y, luego de recibir los honores correspondientes en el Ayuntamiento y en la Catedral, lanzó una “Proclama al Pueblo” en la cual decretó que “sobre este suelo de libertad ya no hay esclavos”.  

Fuente: http://www.historiadominicana.com.do/historia/colonial/289-frank-moya-pons-qlas-dos-aboliciones-de-la-esclavitudq.html