carl schmitt, variaciones sobre el concepto de enemigo_gregorio saravia

7/27/2019 Carl Schmitt, Variaciones Sobre El Concepto de Enemigo_Gregorio Saravia

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Universitas. Revista de Filosofa, Derecho y Poltica, n 15, enero 2012, ISSN 1698-7950, pp. 149-172.

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CARL SCHMITT: VARIACIONES SOBRE EL CONCEPTO DEENEMIGO

Carl Schmitt: Variations on the concept of enemy

Gregorio Saravia*

RESUMEN: El objetivo de este trabajo ser analizar los cambios omutaciones que la idea de enemigo fue experimentando a lo largo de laproduccin intelectual de Schmitt, centrndonos en verificar los alcancesde tres instancias o propuestas: el enemigo poltico, el enemigo sustancialy el enemigo interno. La primera categora responde al objetivo que elautor persegua en su obra El concepto de lo poltico, es decir, ladeterminacin de una distincin que sirva para sealar la esencia de lopoltico. La segunda se refiere a un perodo en concreto, la dcada de1930, y a una serie de trabajos menores en los que Schmitt est alservicio de la ideologa nazi y propugna la persecucin de los judos. Latercera, por su parte, es el resultado de un ejercicio terico peculiar

incluido en su obra Teora del Partisano.

ABSTRACT: The aim of this work will be to analyse the changes ormutations that the idea of 'enemy' has experimented throughout Schmitt'sintellectual production, with a focus on verifying the reach of threeinstances or proposals: the political enemy, the substantial enemy, theinner enemy. The first category responds to the objective sought by theauthor in his work The concept of the political, that is to say, to establisha distinction useful to signal the essence of the political. The second refersto a concrete period, the 1930's, and a series of minor works in whichSchmitt serves the nazi ideology and promotes the persecution of jews.The third one is the result of a peculiar theoretic exercise included in hiswork Theory of the Partisan.

PALABRAS CLAVE: Concepto de enemigo, esencia de lo poltico,ideologa nazi.

KEY WORDS: Concept of enemy, political essence, nazi ideology.

Fecha de recepcin: 28-09-2011Fecha de aceptacin: 10-01-2012

I. Introduccin

El combate (plemos) es el padre de todas las cosas.De unos ha hecho dioses, de otros hombres.

Herclito

El enemigo es nuestra propia cuestin en figura y lnos precipita al mismo fin que nosotros a l.

Carl Schmitt, Nordlicht

Carl Schmitt (18881985) es considerado como uno de losjuristas y tericos polticos ms relevante del siglo XX. La calidad delos argumentos que emple para atacar al liberalismo y a lademocracia parlamentaria, ha sido subrayada incluso por autores que

*

Profesor Asociado de la Universidad Camilo Jos Cela. Investigador del Institutode Derechos Humanos Bartolom de las Casas de la Universidad Carlos III deMadrid.


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se encuentran en las antpodas del conservadurismo schmittiano,tales como Norberto Bobbio, Jrgen Habermas o Giorgio Agamben.Su pensamiento y su figura continan alimentando polmicas ycontroversias sobre todo a partir de su compromiso con el rgimennacional-socialista alemn.

En estas ltimas dcadas, analistas y estudiosos de su obra hanllegado a sostener que el empeo de Schmitt por acabar con laRepblica de Weimar fue ajeno a su compromiso con el nazismo,mientras que para otros no se podra cuestionar la continuidad queexiste entre la ideologa fascista y sus concepciones acerca de la ley,la soberana o la legitimidad del poder poltico.

Resulta indiscutible la importancia que adquiere el contextohistrico alemn a la hora de aproximarse al pensamiento de Schmitt,

porque cuando la Repblica de Weimar entr en un callejn sinsalida, en amplios sectores de la ciudadana fue creciendo la idea deque la Nacin necesitaba una mano fuerte, una forma de gobierno oun lder, que deje de lado las polticas de consenso y dilogo -quecaracterizan a la poltica representativa liberal- para comenzar unanueva etapa histrica. sta deba irrumpir gracias al impulso defuerzas espirituales que prometiesen un rejuvenecimiento yrenovacin del espritu alemn1. En este sentido, se trata de unmomento de mxima emergencia en el que el sistema monetariohaba colapsado, la inflacin se agigantaba y miles de personas

perdan sus bienes y posesiones. Filas interminables en las oficinasdel desempleo se convirtieron en el paisaje cotidiano y en el fielreflejo de una crisis terminal2.

El objetivo de este trabajo ser analizar los cambios omutaciones que la idea de enemigo fue experimentando a lo largode la produccin intelectual de Schmitt, centrndonos en verificar losalcances de tres instancias o propuestas: el enemigo poltico, elenemigo sustancial y el enemigo interno. La primera categoraresponde al objetivo que el autor persegua en su obra El concepto delo poltico, es decir, la determinacin de una distincin que sirva parasealar la esencia de lo poltico. La segunda se refiere a un perodoen concreto, la dcada de 1930, y a una serie de trabajos menores en

1Al respecto, resulta de sumo inters lo afirmado por Georg Lukcs acerca de queel irracionalismo no es en modo alguno un fenmeno puramente alemn, sinointernacional. Lo especfico es solamente que el irracionalismo se ha convertido enAlemania en ideologa del poder poltico reaccionario, del ms reaccionario delmundo, lo cual no se dio en otros pases. Vid. ABENDROTH, W., HOLZ, H. H.,KOFLER, L., Conversaciones con Luckcs, Traduccin de Jorge Deike y JavierAbsolo, Alianza Editorial, Madrid, 2da edicin, 1971, pp. 64 y 65.2 En Alemania, la crisis del parlamentarismo se manifest en la cada de la

Repblica de Weimar, pero su marco es ms amplio, pues deriva de una debilidadhistrica que el liberalismo poltico haba padecido a lo largo de la historia alemanade los ltimos dos siglos.


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los que Schmitt est al servicio de la ideologa nazi y propugna lapersecucin de los judos. La tercera, por su parte, es el resultado deun ejercicio terico peculiar incluido en su obra Teora del Partisano.

En la dcada de 1920, Carl Schmitt emprender una lucha

terica contra el liberalismo individualista y contra el sistemaparlamentario que, basado en la discusin pblica, sirve a susintereses. Se trata para nuestro autor de un perodo de ejercicio de ladocencia en la Universidad de Bonn y de su consolidacin intelectuala travs de la publicacin de relevantes obras como Teologa Poltica(1922), Situacin histrico-intelectual del parlamentarismo de hoy,Catolicismo y forma poltica(1923), Disolucin del Reichstag(1924),y Teora de la Constitucin (1928). No obstante, la obra mstrascendental de esta etapa es El concepto de lo poltico y sudistincin amigo-enemigo que le otorgara renombre a su autor a

nivel internacional. Dicho criterio o distincin estuvo lejos demantenerse inclume puesto que sufri importantes variaciones enobras posteriores. Muchos de los cambios provinieron de los reajustesque el mismo Schmitt fue aplicando respecto del concepto deenemigo. De hecho, El concepto de lo poltico es el nico trabajoschmittiano que ha experimentado modificaciones en sus diferentesediciones. stas tuvieron lugar en los aos 1927, 1928, 1932, 1933 y1963, y los cambios ms significativos se produjeron entre la terceray la cuarta edicin3. Sin perjuicio de ello, en el prlogo de la ltimaedicin mencionada, Schmitt sostendra que no resultaba necesario

tratar con exhaustividad las numerosas crticas que le haba dirigidoel mundo acadmico durante tres dcadas a excepcin de las que lehaban formulado Julien Freund y George Schwab4.

En un plano ms personal, los primeros aos de docenciauniversitaria en Bonn fueron para Schmitt especialmenteproblemticos debido al fracaso de su matrimonio con Pawla Doroti.En 1926 contrajo matrimonio con Duschka Todorovitsch,perteneciente a una familia serbia ortodoxa, con la cual tuvo a su hijanima en 1931. A partir de ese ao, se transforma en un acadmico

prominente del derecho pblico que es admirado por sus colegas queresaltaron siempre su sagacidad e inteligencia como as tambin suexagerada vanidad. Otro rasgo a destacar es su proximidad con los

3 Heinrich Meier ha interpretado que en la edicin de 1933, Schmitt intent darrespuesta -sin hacer explcito dicho objetivo- a las objeciones que Leo Strauss lehaba planteado en su ensayo de 1932 intitulado Comentario sobre el Concepto delo poltico de Carl Schmitt. Al respecto, vid. MEIER, H., Carl Schmitt, Leo Strauss yEl concepto de lo poltico. Sobre un dilogo entre ausentes, Traduccin de AlejandraObermeier, Katz Ediciones, Buenos Aires, 2008, pp. 133-170.4Ambos profesores haban coincidido en sealar que una importante deficiencia de

El concepto de lo poltico era la ausencia de una clara diferenciacin entre tres tiposde enemigos que son el convencional, el real y el absoluto.


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crculos intelectuales catlicos ya que la gran mayora de artculosque escribi en esa misma dcada fueron publicados por la prensa deese credo. A partir de 1928, Schmitt se trasladar a Berln paraocupar una plaza en la Escuela Superior de Comercio, lo cualpermitir acrecentar su reputacin acadmica y ser testigo de

primera mano de la debilidad y progresiva parlisis poltica queaqueja al rgimen de Weimar. Ante la depresin econmica y laviolencia poltica, se mostrar partidario del rgimen presidencialistaen el cual el presidente del Reich, Paul von Hindenburg, concentrarpoderes extraordinarios que vienen avalados por el artculo 48 de laConstitucin. Las elecciones del 14 de septiembre de 1930 fueron, sinlugar a dudas, un punto de inflexin para la Repblica y el principiodel fin de la forma parlamentaria de gobierno en Alemania. Dada lanueva distribucin de representantes en el Reichstag, con los naziscomo segunda fuerza poltica, resultaba imposible la conformacin de

una coalicin mayoritaria. Su obra de 1931, El defensor de laConstitucin, contendr una doctrina a favor de un gobiernoautoritario, encarnado en la figura del presidente. En el transcurso delao siguiente, la tensin poltica fue en ascenso y se registrarongraves incidentes en las calles, tales como violentos enfrentamientosentre nazis y comunistas, que deterioraron, an ms, el machacadocuerpo poltico alemn.

La colaboracin de Schmitt, a partir de 1933, con el rgimen deHitler ser bastante intensa y significativa, ya que ocup el cargo de

Consejero de Estado de Prusia, elaborando instrumentos jurdicos derelevancia, y colabor asiduamente con la Asociacin de Juristas delNacionalsocialismo. Si bien las dimensiones de la vinculacin deSchmitt con el nazismo contina siendo un foco de acalorado debate,en la actualidad los estudiosos de su figura y obra suelen coincidir enun aspecto importante. El jurista de Plettenberg habra sido algo msque un partidario del orden pero sin llegar a ser el ingenieroinstitucional del rgimen, al menos no durante los doce aos delmismo5. Teniendo en cuenta que su fama como jurista prestigioso fueganada en tiempos de la Repblica de Weimar, cabra preguntarse si

al atacarla Schmitt era consciente de que poda estar allanando elascenso de los nazis al poder. En todo caso, los trabajos que sevinculan ms directamente con el gobierno del rgimen nazi son de

5 Para dos visiones contrapuestas, pueden consultarse: BENDERSKY, J. W., CarlSchmitt. Theorist for the Reich, Princeton University Press, 1983, pp. 282 y ss., quesostiene que los trabajos de Schmitt deben ser juzgados a partir del contexto en elque fueron escritos ya que no comparti las creencias ideolgicas de los nazis, nitampoco aport los fundamentos legales para la constitucin de su rgimen.Mientras que, en sentido contrario, se situara, entre otros, KAUFMANN, M.,Derecho sin Reglas? Los Principios filosficos de la Teora del Estado y del Derecho

de Carl Schmitt, Traduccin de Jorge Malem Sea, Fontamara, Mxico D. F., 1991,p. 18. Para este autor, la interpretacin de Bendersky es de una ingenuidadinjustificada.


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mucho menor calado intelectual que los dedicados al momentohistrico previo.

Despus de la guerra, Schmitt no pudo adaptarse a la nuevasituacin poltica alemana como tampoco hizo nada por lograrlo, en

este sentido se neg lisa y llanamente a someterse a losprocedimientos que conducan a la normalizacin de quieneshaban estado vinculados al nazismo6. Por otro lado, Schmitt nuncamostr un espritu crtico frente al perodo nazi en Alemania, ms allde algunas de sus declaraciones en los juicios de Nuremberg7 o dealgunos pasajes del Ex captivitate salusen los que deja entrever unasuerte de mala conciencia.

II. El punto de partida: enemigo poltico

Tanto en el Eplogo a la edicin de El concepto de lo poltico de1932, como en Prlogo a la reimpresin de dicha obra en 1963,Schmitt afirma que el encuadramiento terico del concepto de lopoltico resulta inabarcable. Sin embargo, esta circunstancia norepresenta un obstculo insalvable para que el autor aspire adeterminar las categoras especficamente polticas y a establecer unadistincin ltima que resulte especfica de lo poltico. Desechando lasposibilidades de definir lo poltico a partir de las oposiciones que sepodran plantear respecto de conceptos tales como lo econmico, lojurdico o lo moral, y descartando, a su vez, la equiparacin entre lo

poltico y lo estatal, Schmitt buscar establecer una distincin simple-cuyo carcter y naturaleza sea independiente y autnoma de otras-a la que se puedan reconducir todas las acciones polticas. Dichadistincin es la de amigo y enemigo que seala el grado mximo deintensidad de una unin o separacin, de una asociacin odisociacin8. De esta manera, el autor presenta una serie decaractersticas que permiten definir el concepto de enemigo poltico.ste es existencialmente distinto, es el otro o el extrao desde elpunto de vista ntico. Es la alteridad que, por su mera existencia,supone un riesgo a la preservacin de la propia forma de vida. Eneste sentido, el enemigo polticoes la representacin de un conflictoconcreto, real e inevitable que no debe confundirse con el competidoreconmico, el malo desde la ptica moral o el feo desde un punto devista esttico.

6 Vid. SOSA WAGNER, F., Carl Schmitt y Ernst Forsthoff: Coincidencias yconfidencias, Marcial Pons, Madrid, 2008, p. 130.7 Al respecto, vid. BENDERSKY, J. W., Carl Schmitt's Path to Nuremberg: A Sixty-Year Reassessment, Telos, n 139, 2007, pp. 6-34.8 SCHMITT, C., El concepto de lo poltico. Texto de 1932 con un Prlogo y Tres

Corolarios, Versin e introduccin de Rafael Agapito, Alianza Editorial, Madrid,cuarta reimpresin, 2006, p. 57.


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La consistencia propia del enemigo poltico no depende defactores psicolgicos, privados, sentimentales o individualistas y porello el conflicto existente no puede ser resuelto apelando a una normageneral previa o a la oportuna intervencin de un tercero imparcialajeno a la contienda. En definitiva, en palabras de Schmitt, enemigo

es slo un conjunto de hombres que siquiera eventualmente, esto es,de acuerdo con una posibilidad real, se opone combativamente a otroconjunto anlogo. Slo es enemigo el enemigo pblico, pues todocuanto hace referencia a un conjunto tal de personas, o en trminosms precisos a un pueblo entero, adquiere eo ipsocarcterpblico9.

A partir de estas coordenadas, el enemigo siempre es hostis yno inimicuspor lo que resulta vano albergar esperanzas de llegar conl a algn tipo de avenencia. Interpretado desde la esfera privada, elodio a un adversario o competidor podra llegar a convertirse en un

sentimiento de amor o en tolerancia, no obstante desde la esferapblica resultara absurdo, segn Schmitt, negar que los pueblossiempre se han agrupados como amigos y enemigos y que este tipode antagonismo es el ms intenso y extremo que puede llegar adarse entre grupos humanos. La nota caracterstica de este tipo deoposicin es que siempre est latente en su seno la posibilidad deque se desencadene el exterminio, la guerra. Antes de comentar lasestrechas vinculaciones que el autor estableci entre el concepto deguerra y el de enemigo, resulta imprescindible resaltar algunas de lasms importantes consecuencias que se desprenden de esta particular

forma de definir la especificidad de lo poltico.Diferentes estudiosos de la obra de Carl Schmitt han sealado

que su pesimismo antropolgico estara entre las principales causasque lo llevaron a optar por una visin de la poltica como conflicto y areconocer en la nocin de enemistad el nico pilar en el que se puedellegar a asentar un orden. Siguiendo esta interpretacin, slo sepodra acceder a la esencia de lo poltico si previamente se reconocela existencia de un conflicto perpetuo e inseparable de la propiacondicin humana. Por ello, cuando Schmitt afirmaba de forma

categrica que el concepto del Estado supone el de lo poltico estabaponiendo de relieve que la identificacin del enemigo es la nica quepermitira la unificacin de un pueblo. sta solo se alcanzara luego deun proceso de radicalizacin de las diferencias y conflictos que semantienen, de forma potencial o real, con el enemigo en comn. Ases como la nocin de amistad poltica se configura a partir de laposibilidad de sealar quien es el enemigo. Un corolario significativode esta interpretacin es que el conflicto, nocin clave del aparatoconceptual schmittiano, cumple una funcin instrumental en laconstitucin de la categora de lo poltico. Ahora bien, las razones olos motivos que pueden desencadenar el conflicto no son

9SCHMITT, C., El concepto de lo poltico, op. cit., pp. 57 y 58.


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especificados por Schmitt, cualquier elemento de la realidad puedepotenciarse hasta estar en condiciones de cumplir ese papel. Talcomo ha afirmado Jos Luis Villacaas, el formalismo propio de lascategoras amigo-enemigo estara diseado por una especie deespritu del mal de la historia que buscara siempre los motivos o las

ocasiones para identificar la razn del conflicto. El resto lo hara lapropaganda como tcnica de construccin y radicalizacin10.

Teniendo en consideracin que el enemigo poltico es siempreobjeto de una designacin a travs de una decisin poltica, resultalgico pensar que, justamente por ello, el enemigo no es absolutosino relativo. Relatividad que parece corresponderse con unadesignacin. Sin embargo, un estudio algo ms minucioso de la obrade Schmitt ha llevado a que se puedan caracterizar otras distinciones,por ejemplo la del enemigo sustancial.

III. Primera variacin: el enemigo sustancial

El contexto a partir del cual Schmitt habra desarrollado lacategora de enemigo sustancial, aunque sin mencionarla, es lainterpretacin que dio al contenido de las leyes sancionadas enNremberg el 15 de septiembre de 1935. A partir de la aparicin deestas leyes, Schmitt escribir un artculo y dar una conferencia parajustificar la necesidad de las mismas. No resulta superfluo recordarque el 10 de septiembre de 1935 se reuni en la ciudad de

Nremberg el Congreso del Partido Nacional-Socialista. Pordisposicin de Hitler el Reichstag se traslada all para llevar a cabosus sesiones parlamentarias y es en ese marco en el cual seaprueban una serie de leyes que conforman parte del corpus delegislacin racial. Entre las leyes decretadas, se encuentran unareferida a la Bandera del Reich, una de Derechos Civiles y otradestinada a la Proteccin de la Sangre y el Honor Alemanes.

El 1 de octubre de 1935 sala publicado en la Deutsche JuristenZeitung un artculo firmado por Schmitt cuyo ttulo era LaConstitucin de la libertad. En el mismo rechaza con fervor cualquieratisbo de liberalismo para llevar adelante una exagerada apologa delo alemn y de la importancia que tiene que el derecho por fin hayaacogido la proteccin de la sangre y el honor alemanes. Tambincelebra con jbilo que el Imperio alemn tenga, a partir de la sancinde las leyes mencionadas, un smbolo grande y verdadero, unsmbolo que conjura al pueblo: la cruz gamada11. Schmitt sostiene

10 VILLACAAS, J. L., Poder y Conflicto. Ensayos sobre Carl Schmitt, BibliotecaNueva, Madrid, 2008, p. 162.11SCHMITT, C., La Constitucin de la libertad, Traduccin de Juan Pablo Larreta

Zulategui, en ZARKA, Y. C., Un detalle nazi en el pensamiento de Carl Schmitt. Lajustificacin de las leyes de Nuremberg de 15 de septiembre de 1935, Traduccinde Toms Valladolid Bueno, Editorial Anthropos, Barcelona, 2007, pp. 61-64, p. 63.


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que los fundamentos jurdicos del pueblo alemn tienen en la cspideal Fhrerno slo como primer figura del poder ejecutivo sino tambincomo magistrado supremo de la nacin. El artculo finaliza con unllamado a los juristas para que estn atentos ante la advertencia deHitler respecto de que el Derecho no debe caer en las garras del

malvado demonio de la degeneracin (Entartung) y paraque sepanapreciar en su justa medida la importancia de estas leyes ya que apartir de ellas se determina qu es para nosotros moralidad y ordenpblico, a qu puede llamarse decencia (Anstand) y buenascostumbres12.

En una conferencia pronunciada el 28 de noviembre de 1935 enBerln con ocasin de la Asamblea de la International LawAssociation, Schmitt realizar una justificacin palmaria de la visindel mundo sostenida por el pensamiento racista del nacional-

socialismo. Situndose como un jurista que habla ante otros juristas,declara que lo hace desde la absoluta libertad cientfica; no habloaqu por mandato oficial, aunque siento la enorme responsabilidadque descansa en el tratamiento de un problema jurdico de talcomplejidad13.

Del texto mismo de la conferencia se desprende que el objetivoes medir el impacto de la legislacin racial nacionalsocialista en lacosmovisin europea que, en la mayor parte de sus ordenamientosjurdicos, rechaza o es indiferente ante las cuestiones raciales.

Reconociendo que el derecho positivo alemn establece unadiferenciacin entre judos pertenecientes al Estado y el resto de lossbditos alemanes con la clara intencin de proteger la sangre y elhonor, Schmitt afirma que el derecho nacionalsocialista no es underecho con vocacin universalista y dirigido a toda la humanidad, yno quiere serlo14. Esta ltima caracterstica es la que, segn Schmitt,resalta las enormes diferencias que lo separan del derechobolchevique que, adems de internacionalista, es imperialista yagresivo.

Recurriendo al principio de reciprocidad propio del DerechoInternacional por el cual habra que, supuestamente, respetar laidiosincrasia de los pueblos y con ello tambin el carcter popular desus propios ordenamientos jurdicos, Schmitt exige que los demspases no se entrometan con estas nuevas leyes alemanas. De lamisma manera que el derecho nacionalsocialista no se arroga

12SCHMITT, C., La Constitucin de la libertad, op. cit., p. 64.13SCHMITT, C., La Legislacin Nacionalsocialistay la Reserva del Ordre Publicen el Derecho Privado Internacional, Traduccin de Vctor Manuel Borrero Zapata,en ZARKA, Y. C., Un detalle nazi en el pensamiento de Carl Schmitt, op. cit., pp.

65-86, p. 65.14SCHMITT, C., La Legislacin Nacionalsocialista y la Reserva del Ordre Publicen el Derecho Privado Internacional, op. cit., p. 72.


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determinar quin es ingls, quin francs o quin japons; s insiste,sin embargo, en que la determinacin de aquello que es alemn, deaquello que es substancia alemana, de aquello que es necesario parala defensa de la sangre alemana, mientras entren en consideracinsbditos alemanes, es y sigue siendo asunto particular del pueblo

alemn15.

Siguiendo con la comparacin entre el derecho bolchevique y elnacionalsocialista, el jurista de Plettenberg sostiene que el segundo, adiferencia del primero, no busca destruir las instituciones europeastradicionales tales como el matrimonio, la familia, la propiedad o laherencia, ms bien el objetivo es reconstruirlas ya que se encuentranen un estado de ruina y degeneracin. Este tipo de expresionesforman parte de un abanico mucho ms amplio de trminos propiosde un lenguaje especfico creado en tiempos de Hitler y poblado de

eufemismos. El fillogo Victor Klemperer, vctima del nazismo, realizun minucioso estudio acerca de lo que l denomina LTI: Lengua TertiiImperii o lengua del Tercer Reich. En dicho trabajo afirma que elnazismo se introduca ms bien en la carne y en la sangre de lasmasas a travs de palabras aisladas, de expresiones, de formassintcticas que impona repitindolas millones de veces y que eranadoptadas de forma mecnica e inconsciente () el lenguaje no slocrea y piensa por m, sino que gua a la vez mis emociones, dirige mipersonalidad psquica, tanto ms cuanto mayores son la naturalidad yla inconsciencia con que me entrego a l () Las palabras pueden

actuar como dosis nfimas de arsnico: uno las traga sin darsecuenta, parecen no surtir efecto alguno, y al cabo de un tiempo seproduce el efecto txico16.

Para Schmitt la idea de la raza es la gran aportacin que elderecho nacionalsocialista tiene para hacer al mundo jurdico17y lalegislacin racial no es ms que la administracin de un determinadoordre publicnacionalsocialista que tiene por objetivo la preservacinde las buenas costumbres y la proteccin de la sangre alemana entanto esta fluya por las venas de los sbditos alemanes18.

Luego de analizar en la conferencia los distintos supuestos quese pueden dar en la prctica respecto de matrimonios mixtos (alemn

15SCHMITT, C., La Legislacin Nacionalsocialista y la Reserva del Ordre Publicen el Derecho Privado Internacional, op. cit., p. 72.16 KLEMPERER, V., LTI. La lengua del Tercer Reich, [1947], Traduccin de AdanKovacsics, Editorial Minscula, Barcelona, 4 reimpresin, 2007, p. 31.17Schmitt se refiere a las leyes sancionadas en Nremberg el 15 de septiembre de1935 y sus respectivos reglamentos del 14 de noviembre del mismo ao cuyamateria fue la proteccin de la sangre y el honor alemanes.18SCHMITT, C., La Legislacin Nacionalsocialista y la Reserva del Ordre Public

en el Derecho Privado Internacional, op. cit.,p. 77. En aplicacin de este principioest prohibido para el ciudadano alemn contraer matrimonio con un judo, msall de la nacionalidad que ste posea.


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y judo) y exponer las respuestas que dara la legislacin racialvigente, Schmitt sostiene que la reserva del ordre public resultairrenunciable para el nacionalsocialismo y que una vez superada laagitacin y la turbulencia que ha producido en los dems pases elconocimiento de estas leyes, se podr llegar a una situacin de

respeto mutuo a partir de la aplicacin del principio de reciprocidad.

Deseando que la legislacin racial no sea una fuente deproblemas para las buenas relaciones internacionales, Schmitt finalizasu justificacin de las leyes de Nuremberg ante los juristas del mundoresaltando, una vez ms, que la legislacin nacionalsocialista hademostrado sentido para las fronteras, tambin sentido para laspropias fronteras, sentido para la medida y, en consecuencia,tambin sentido para la justicia19.

Una primera mutacin que puede ser sealada es la de,siguiendo a Zarka, el enemigo sustancial. En efecto, el profesor de laSorbona considera que existe un enemigo relacional y un enemigosustancial. Entendiendo por ste ltimo aqul que es independientede las circunstancias; menos designado por el otro queautodesignado por su misma naturaleza; permanente, irreducible enel sentido de que no puede ser reducido a otra cosa o transformarseen otra cosa, sino que slo puede disfrazarse u ocultarse20.

Mientras que el enemigo relacional no puede ser caracterizado

ni por su naturaleza ni por su sustancia y la hostilidad hacia l vienedeterminada por una decisin, el enemigo sustancial es el enemigode raza: el judo.

A mediados de la dcada de 1930, el derecho nacionalsocialistase encargar de identificar al enemigo sustancial a travs de unaserie de leyes que protegen la pureza de la raza aria y distinguen aquienes pueden ser portadores de la sangre y el honor alemanesTambin estas leyes permitieron despojar de la ciudadana alemana alos judos. Para lograr dicho objetivo, se prohiba el matrimonio entrejudos y ciudadanos de sangre alemana o afn, es decir, arios noalemanes. Se declaran nulos los matrimonios contrados en elextranjero. Se prohben las relaciones sexuales con los judos. Seproscriba el empleo en casas de judos de mujeres con sangrealemana menores de 45 aos. Los judos quedan excluidos de lautilizacin de la bandera y los colores del Reich. Todos losfuncionarios judos an en servicio eran cesados en forma inmediatacon la nica excepcin de los maestros de escuelas judas.

19SCHMITT, C., La Legislacin Nacionalsocialista y la Reserva del Ordre Public

en el Derecho Privado Internacional, op. cit., p. 86.20ZARKA, Y. C., Un detalle nazi en el pensamiento de Carl Schmitt, op. cit., pp.45 y 46.


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La pesadilla del exterminio de los judos europeos habacomenzado y pocos aos ms tarde, el enemigo sustancial hallar sumbito fuera del Derecho y de la sociedad en el trnsito que va desdeel campo de concentracin al de exterminio.

Una segunda transformacin del concepto de enemigo es lareferida al enemigo total. ste se caracteriza por ser el que participaen una guerra total. Tal como se desprende de la lectura de ElConcepto de lo poltico, el Estado es, para Schmitt, el titular nico yexclusivo del ius belli. Esta titularidad le permite determinar, a travsde su decisin soberana, quin es el enemigo y cmo se habr decombatirlo. Tener el ius bellisignifica, adems, que el Estado, en sucondicin de unidad poltica determinante, puede requerir por unaparte de los miembros del propio pueblo la disponibilidad para matary morir, y por la otra de matar a los individuos que son enemigos.

La guerra no puede ser justificada apelando a las normasjurdicas o morales porque la destruccin de la vida humana slopuede justificarse, segn Schmitt, como afirmacin de la propiaforma de existencia en una suerte de encrucijada que se podraexpresar como ellos o nosotros. Slo cuando se trata de unverdadero enemigo, tiene sentido el combate y este poder sobre lavida fsica de las personas eleva a la comunidad poltica por encimade todo otro tipo de comunidad o de sociedad21.

En el primer apartado de este trabajo, ya se ha podidoconstatar como Schmitt, en El concepto de lo poltico, intentresponder a la cuestin central de la especificidad de lo polticotomando como presupuesto la crtica de las ideas positivistas yliberales. Esta especificidad no poda estar basada en una concepcinuniversal ni neutral, tal como pretenderan los liberales, porque elconcepto mismo de humanidad oculta el conflicto y la lucha comomotores esenciales de lo poltico22. De ah que el jurista alemnrechace por liberales aquellas concepciones que se asientan en laidea de que la poltica debe encontrar soluciones universales yneutrales, que se adaptan a un concepto general de humanidad. Enerror en que incurren dichas concepciones consiste en no contemplarlas particularidades sociales, nacionales o culturales.

21 SCHMITT, C., El concepto de lo poltico, op. cit., p. 77.22Tal como afirma Rafael Agapito para comprender el conceptode lo poltico quepropone Schmitt es indispensable referirse al contexto histrico del que nace estaobra, por ms que sus anlisis no se limitan a l () Dentro de ese contexto tienenespecial relevancia su comprensin de las razones de la crisis del modeloconstitucional alemn heredado del XIX, su crtica a la insuficiencia del enfoque ylas categoras jurdico-constitucionales del positivismo jurdico, y finalmente su

respuesta al dficit de autoridad del Estado que se plantea a lo largo de la historiade la Repblica de Weimar. Vid. AGAPITO, R., Introduccin, en SCHMITT, C., Elconcepto de lo poltico, op. cit., p. 13.


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Ahora bien, la novedad conceptual aparece en un trabajo de1937 intitulado Enemigo Total, Guerra Total, Estado Total en el cualSchmitt se propone aportar cierta claridad respecto de trminos queestaba utilizando, no siempre de forma precisa, la doctrina deaquellos aos. Distinguiendo entre cuatro acepciones de la expresin

guerra total que seran las siguientes: a) el trmino total puedesignificar el despliegue extremo de las fuerzas y la movilizacin, enforma completa de todos los recursos blicos con los que se cuenta.Aunque tambin puede ser entendido como total en el sentido de losefectos que tiene para el enemigo, b) una guerra puede ser total porambos oponentes o slo por uno. Esto se debe a la facultad quetienen los contendientes de limitar, racionar y dosificar la intensidaddel enfrentamiento en virtud de su situacin geogrfica, tcnica blicao por cuestiones polticas, c) el carcter guerra total puede sobreveniren el curso de la guerra misma porque el mpetu de lucha puede

debilitarse o bien acrecentarse, d) por ltimo, la posguerra ha dadolugar a situaciones propias de guerra total tales como las represaliasmilitares, la imposicin de sanciones econmicas o la aplicacin deciertos mtodos para probar fuerzas en territorio ajeno al conflicto.

De acuerdo con la opinin de Schmitt los enfrentamientosblicos que haban tenido lugar en las primeras tres dcadas del sigloXX, incluyendo claro est a la Primera Guerra Mundial, tenan elcarcter de guerra total. En el marco de una guerra as resultaridculo seguir pensando que el soldado desempear el mismo rol

que histricamente le haba sido asignado. La idea principal deSchmitt respecto de la existencia de un enemigo totales que si lamovilizacin total anula la diferencia entre el soldado y el paisano, deigual modo el soldado puede convertirse en paisano, el paisano ensoldado o ambos en un tercer tipo nuevo. En realidad todo dependedel carcter general de la guerra23. As es como surge el concepto deenemigo totalcomo aquel que participa en un conflicto blico sin suconsentimiento y sin ser siquiera un soldado ya que se encuentrainmerso en una guerra total que no reconoce lmites de ningn tipo.Tal como se ha podido apreciar este tipo de conflictos son, para

Schmitt, los caractersticos del mundo contemporneo.En otro trabajo de aquellos aos, Schmitt volver a tratar el

concepto de enemigo por considerar que ste es primordial en uncontexto poltico que es la antesala inmediata al desencadenamientode la Segunda Guerra Mundial. Separando analticamente dos formasde aproximacin al fenmeno de la guerra por intermedio de lasnociones de guerra como acciny guerra como status, se desprenden

23SCHMITT, C., Enemigo Total, Guerra Total, Estado Total, [1937], Traduccin de

Angelika Scherp, en Carl Schmitt, Telogo de la Poltica, Prlogo y seleccin detextos de Hctor Orestes Aguilar, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2001, pp.141-146, p. 143.


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dos tipos de enemigos cada uno de ellos correlativo a ambasnociones. As, en el caso de guerra como accin el enemigo esentendido como el adversario presente y visible en el campo debatalla y en las operaciones militares. Mientras que en la guerra comostatus el enemigo persiste aunque hayan finalizado las hostilidades.

En este ltimo supuesto, la enemistad es condicin de que exista elestado de guerra. Si bien Schmitt distingue estas dos nociones deguerra, es consciente de que en la realidad de los conflictos blicosambas suelen presentarse de forma entremezclada ya que ningunaguerra puede consumarse por completo en la simple accininmediata, ni tampoco ser slo estado sin accin de formapermanente24. De hecho, la denominada guerra total, a la que sehaca referencia en prrafos anteriores, alcanza esta intensidad comoaccin y como status. De esta forma, la guerra es todo aquello quesurge de la enemistad. Tal como se puede apreciar, el concepto de

guerra total forma parte de una cosmovisin (o Weltanschauung)mucho ms amplia que se extiende como una red de ideasentrelazadas mediante la cual Schmitt busca captar la totalidad delmundo poltico. A su vez, la idea de guerra total fue funcional a losobjetivos del rgimen nacionalsocialista que pretenda que todasituacin y manifestacin de la vida estuviese impregnada de unespritu combativo. Tal como ha sealado Victor Kemplerer, durantedoce aos, el concepto y el vocabulario propios del herosmo seaplicaron de manera creciente, ms y ms exclusiva, a la actitudintrpida de desprecio a la muerte demostrada en alguna accin

militar. No en vano el lenguaje del nazismo puso en circulacingeneralizada y convirti en una de sus palabras preferidas un adjetivonuevo y raro utilizado por los estetas neorromnticos: combativo[kmpferisch] () Designa de un modo ms general una actitud detensin del alma, de la voluntad, reacia a cualquier renuncia ycentrada en autoafirmarse, sea mediante la defensa, sea mediante elataque, en cualquier situacin de la vida25.

La doctrina de la guerra total convierte a la vida entera enescenario blico, el herosmo -antes reservado a las glorias militares-

se practica en las fbricas, en el trabajo cotidiano, a travs de lasmuertes de nios, mujeres y ancianos.

En este mismo trabajo, el autor explora las races de lostrminos amigo y enemigo desde la estructura lgico-lingstica a laque responden en diferentes lenguas. En un principio, la voz amigo,en lengua alemana y en otras, slo haca referencia a los miembrosde la familia, aqul que con el cual se comparte la sangre. Con el

24SCHMITT, C., La relacin entre los conceptos Guerra y Enemigo, [1938],

Traduccin de Angelika Scherp, en Carl Schmitt, Telogo de la Poltica, op. cit., pp.147-154, p. 147.25KEMPLERER, V., LTI. La lengua del Tercer Reich, op. cit., pp. 16 y 17.


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paso del tiempo el concepto de amigo adquiri un carcter cada vezms privado y psicolgico. Respecto del concepto de enemigo -enalemn feind- su etimologa resulta ms difcil de rastrear peroparece aplicarse a aquel contra quien se entabla un duelo del latnduellum- reto o desafo. Mientras que en otros idiomas, afirma

Schmitt, el enemigo slo se define de forma negativa en trminoslingsticos, o sea como el no amigo. As sucede en las lenguasromances desde que con el advenimiento de la pax romana universaldentro del imperio romano el concepto de hostis se debilit o seconvirti en un asunto de poltica interna: amicus-inimicus; ami-ennemi, amico-nemico, etc.26.

La conclusin preliminar a la que llega el autor, luego delanlisis lingstico, es que cuando la guerra y la enemistad esfcilmente observable todo lo que no es guerra puede llamarse paz y

todo aquel que no es enemigo, puede considerarse un amigo. Coneste argumento aborda el anlisis jurdico, en el plano internacional,de si son los actos militares violentos, en particular las represaliasmilitares, compatibles o no con la paz; y, de no ser as, constituyenpor esta razn un estado de guerra?27. La respuesta dada por eljurista de Plettenberg es que existe la posibilidad de una tercerasituacin, de carcter anmalo, intermedia entre la guerra y la paz28.Vale recordar que este tipo de cuestiones eran planteadas porSchmitt en 1938 cuando ya se haba producido la anexin de Austriaa Alemania (elAnschluss) y sta pretenda, por otro lado, el territorio

checoslovaco de los Sudetes. Para finales de octubre de ese mismoao, el ejrcito alemn se preparaba activamente para la invasincompleta de Checoslovaquia.

La sensacin que produce la lectura de este trabajo es queSchmitt intenta una serie de piruetas o acrobacias tericas paraterminar justificando algunas de las acciones llevadas a cabo porAlemania en la etapa previa a la Segunda Guerra Mundial. stas porms disfraz tcnico-jurdico que las cubra, no pueden ser entendidasms que dentro del marco de un imperialismo arrogante que se iba

cobrar la vida de miles de personas.La ltima parte de La relacin entre los conceptos Guerra y

Enemigo est dedicada al concepto de guerra total para sealar

26SCHMITT, C., La relacin entre los conceptos Guerra y Enemigo, op. cit.,p. 149.27 SCHMITT, C., La relacin entre los conceptos Guerra y Enemigo, op. cit.,p. 150.28Esta situacin intermedia tiene, para el autor, tres causas: en primer lugar, losdictados de la paz de Pars; en segundo lugar, el sistema de prevencin de laguerra surgido en la Posguerra con el Pacto Kellogg y la Sociedad de Naciones, y,

en tercer lugar, la extensin del concepto de guerra a actos no militares deenemistad (econmicos, propagandsticos, etc.). Vid. SCHMITT, C., La relacinentre los conceptos Guerra y Enemigo, op. cit., p. 151.


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que al estar eliminada la distincin entre combatientes y nocombatientes, ambas partes y la guerra se desarrolla en un planoincrementado completamente nuevo, como una ejecucin ya nomeramente militar de la enemistad. La totalizacin consiste en que elenfrentamiento hostil tambin abarca asuntos extramilitares

(economa, propaganda, energas psquicas y morales de los nocombatientes). El paso ms all de lo meramente militar no sloprovoca una expansin cuantitativa sino tambin un incrementocualitativo29. Como resultado de dar un paso ms all de lo militar apartir de una lgica totalizadora surgir, en la teora schmittiana, unnuevo concepto de enemigo que conlleva una enemistadincrementada, exacerbada. Queda rota toda vinculacin que losconceptos de amigo y enemigo podan mantener con la esferaprivada.

Recapitulando, en este apartado se ha podido apreciar como elconcepto de enemigo desarrollado en El Concepto de lo Polticose fuetransformando, dentro de la filosofa poltica schmittiana, de enemigopoltico a enemigo sustancial, luego a enemigo total y an restaexplorar una tercera mutacin del sentido de este concepto que es laque surge de la lectura de Teora del Partisano. El mismo subttulo dela obra,Acotacin al concepto de lo poltico, resulta ser un fiel reflejode los objetivos que llevaron al autor a escribirla.

IV. Segunda variacin: el enemigo interior

Tres dcadas despus de la publicacin del primer trabajo en elcual se desarrollaba el concepto de lo poltico, Schmitt retoma ladistincin de amigo-enemigo como eje para la reflexin en su obraTeora del Partisano. Acotacin al concepto de lo poltico. En dichoensayo, Schmitt define al partisano como el que toma partido, esdecir, el que es un partidario y lucha de acuerdo con determinadascaractersticas. Entre stas, las cuatro principales seran: a)irregularidad (no forma parte de ejrcitos regulares), b) movilidadacentuada (se mueve con rapidez y mediante imprevistas tcticas deataque y retirada), c) intensidad de engagement poltico, d)carcter telrico (los partisanos tienen una relacin directa con elsuelo, con la poblacin autctona y con las condiciones geogrficasdel pas. Es un tipo de combatiente especficamente terrestre.

De ah que la nocin se aplique a muy diferentes supuestos quevan desde el guerrillero de la poca napolenica hasta el partisano

29SCHMITT, C., La relacin entre los conceptos Guerra y Enemigo, op. cit.,p. 153.


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bien equipado del presente, desde el Empecinado, pasando por MaoTse-Tung y Ho Chi-Minh, hasta Fidel Castro30.

El anlisis de Schmitt se centra en los aspectos histricos, enparticular los siglos XIX y XX, y en los avances bibliogrficos que la

ciencia militar ha experimentado en la materia. Sin embargo, la parteque aqu interesa resaltar es la dedicada a la reformulacin delconcepto de enemigo. sta supone un vuelco de gran magnitud en losplanteamientos sostenidos por el autor en todo el resto de su obra.

Tomando como punto de partida la idea de que la declaracinde la guerra conlleva siempre una declaracin de quien es el enemigoy que ello supone la identificacin de dos frentes, al autor le interesavolver la mirada sobre esta concepcin del conflicto para preguntarquin es el verdadero enemigo. Si bien el partisano se caracteriza por

luchar de manera irregular, ciertas categoras de combatientesirregulares pueden ser equiparadas con el status de los combatientesregulares en lo que atae a derechos y privilegios. La actividad blicade los mismos no podra ser considerada ilegal puesto que susituacin jurdica vendra determinada por el Convenio relativo a lasleyes y costumbres de la guerra terrestre, firmado en La Haya el 18de octubre de 1907, y su respectivo reglamento. Por otro lado,Schmitt menciona a los Convenios de Ginebra de 194931, que seencargan de proteger a las personas que no participan en lashostilidades o bien que ya no pueden seguir participando (porque han

sido heridos, estn enfermos o son prisioneros), como tratadosinternacionales que renen las principales normas destinadas alimitar la guerra. No obstante, en dicha regulacin jurdica no estaracomprendido el partisano ni la evolucin que esta categora haexperimentado a partir del desarrollo de la guerrilla moderna. En estesentido, el partisano al ser un combatiente irregular no tiene losderechos y privilegios del combatiente; es un criminal, segn elDerecho comn, y se puede neutralizar con procesos sumarsimos ycon represalias32.

Para Schmitt, el partisano no slo arriesga su vida comocualquier otro combatiente en una guerra sino que est dispuesto aquedar fuera de la ley y el honor. En virtud de ello, su figura puedeser anloga a la del combatiente revolucionario. Si bien existenprofundas diferencias entre la defensa de la patria que lleva a cabo el

30SCHMITT, C., Teora del Partisano. Acotacin al concepto de lo poltico, [1963],Traduccin de nima Schmitt de Otero, Instituto de Estudios Polticos, Madrid,1966, p. 32.31 Vale recordar que todava no se haban firmado los Protocolos adicionales de1977 cuando Schmitt public su obra.32

SCHMITT, C., Teora del Partisano. Acotacin al concepto de lo poltico, op. cit.,p. 38.


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partisano y un plan revolucionario de alcance mundial, el contraste seha ido diluyendo despus de la Segunda Guerra Mundial. De acuerdocon la argumentacin de Schmitt, la segunda parte del siglo XX hasido testigo de la criminalizacin del adversario blico en su totalidad,tanto cuando la guerra se convierte en guerra civil como cuando la

lucha es entre enemigos de clase. Desde esta ptica, el partisanorevolucionario deja de ser una figura marginal incapaz de modificar elmarco estructural de los conflictos blicos, para convertirse en el granprotagonista o figura central de la guerra. Ms all de los intentos pordesarrollar un vigoroso derecho humanitario, encarnado en losConvenios de Ginebra, Schmitt considera que las distinciones sobrelas que ste se asienta han entrado en una fase de agudodebilitamiento. El acotamiento de la guerra propugnado por dichostratados -con base en la beligerancia estatal y las distinciones guerra-paz, enemigo- criminal, militar-civil- no son ms que frgil puente

sobre el abismo que supone el cambio trascendental de los conceptosde guerra, enemigo y partisano33.

Desde finales de la dcada de 1950, Schmitt comenz aexplorar el complejo fenmeno de la violencia revolucionaria. As escomo en este ensayo que se est analizando, expone la teora de Carlvon Clausewitz y el reconocimiento de los partisanos como un factoresencial de la guerra moderna. No obstante, seala Schmitt, no serhasta la adopcin de la filosofa hegeliana por parte de Marx y Engelscuando la revolucin se convierta en el motor de la historia, al menos

en el mbito de las ideas. El encargado de llevar al terreno de lapraxis los postulados del pensamiento marxista fue Lenin. Para ellder de la revolucin rusa, la guerra partisana resulta inevitable,tanto desde el punto de vista tctico como estratgico, como formade lucha en pos de la instauracin mundial del comunismo. En virtudde ello, afirma Schmitt, los partisanos dirigidos por la centralcomunista luchan por la paz y son hroes gloriosos; los partisanosque escapan a esta direccin son chusma anarquista y enemigos dela humanidad34.

La accin comunista revolucionaria se vera fortalecida por lostrabajos de Mao Tse-Tung. Segn el jurista alemn, la Gran Marchaque comenz en 1934 puede ser vista como una serie de hazaas yexperiencias en las que se forj el partido comunista chino, unpartido conformado por campesinos y soldados cuyo ncleo es elpartisano. Sin perjuicio del anlisis histrico incluido en su obra, lapublicacin de la Teora del Partisanocoincide temporalmente con unperodo histrico de exaltacin y efervescencia del herosmo que

33SCHMITT, C., Teora del Partisano. Acotacin al concepto de lo poltico, op. cit.,

p. 48.34SCHMITT, C., Teora del Partisano. Acotacin al concepto de lo poltico, op. cit.,p. 72.


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encarna el guerrero revolucionario. Una figura ejemplar como la deErnesto Che Guevara y la mstica que despert la revolucincubana, revelan que la guerra es ms que una serie de hbitos oprcticas porque puede convertirse en un modo particular deexistencia, una suerte de ethos. En cuanto a los mtodos empleados

por el partisanismo, se debe resaltar la prctica del terror como uninstrumento que trasciende el mero fin de la guerra contra losenemigos de la revolucin e impone un programa de pedagoga delmiedo. De ah que pueda afirmarse que un buen nmero de lasempresas revolucionarias del siglo XX justificaron el empleo del terroren las condiciones de excepcin. Se puede constatar que diferentesgrupos guerrilleros que actuaron en la segunda parte del siglo pasadotransitaron un camino d radicalizacin armada que abra la posibilidadde un imaginario de guerra total. Una forma de combate que esbifronte desde el momento en que rene a la destruccin completa

del enemigo con la figura del combatiente consagrado de formaabsoluta a una causa. Entre los escritos de Guevara, puede leerse elsiguiente pasaje como buen ejemplo de lo afirmado:

Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleve: a sucasa, a sus lugares de diversin; hacerla total. Hay que impedirletener un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de suscuarteles y an dentro de los mismos: atacarlo dondequiera que seencuentre; [] Entonces su moral ir decayendo. Se har ms bestialtodava, pero se notarn los signos de decaimiento que asoma35.

Si bien ha existido siempre en Occidente una consolidadatradicin de admiracin al guerrero y sus virtudes, la gesta guevaristaser tenida como ejemplar para las guerrillas del Tercer Mundo en loque respecta a la moral del sacrificio de la propia vida. La muerteheroica de un lder guerrillero como Ernesto Guevara ayud aimplantar en el imaginario de las izquierdas radicales de los aos `60y `70 del siglo XX la sacralizacin del combatiente revolucionariocado en el campo de batalla. Consignas tales como hasta la victoriasiempre, vencer o morir, patria o muerte exigen el sacrificio de los

mejores, de los ms valientes e instauran una suerte de escatologarevolucionaria. As es como Norman Cohn ha estudiado eldenominado milenarismo revolucionario que se caracterizara por lacoexistencia, en el marco de un movimiento radical contestatario, deluchas limitadas en funcin de objetivos especficos con un combatede otra naturaleza: sagrado, esencial, desmedido, lanzado a laprofeca de un cataclismo del que surgir un mundo y un sujeto

35

GUEVARA, E., Crear dos, tres, muchos Vietnam es la consigna, (1967), enObras Completas, Ed. Andrmeda, Buenos Aires, 2002, pp. 351-352.


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nuevo36. Se trata de una reedicin del consabido mito del hombrenuevo, aquel individuo regenerado que est en condiciones dedesplegar una energa liberadora que provoca una ruptura en lahistoria e inaugura el horizonte utpico de la revolucin o, incluso, eladvenimiento de una nueva era.

La respuesta no resulta fcil desde el momento en que Schmittconsidera que la pregunta misma implica una suerte de fractura oquiebre en quien la formula. En efecto, no es sntoma de escisininterior el tener ms de un verdadero enemigo? El enemigo esnuestra propia pregunta como persona. Si la propia persona estdeterminada sin equvoco, de dnde viene la duplicidad deenemigos? Enemigo no es algo que tiene que ser eliminado porcualquier razn y aniquilado por su desvalor. El enemigo est a mipropio nivel. Por esta razn, tengo que luchar con l, para encontrar

la propia medida, los propios lmites y la propia personalidad37

.

La cita precedente resulta desconcertante a tenor de loscontenidos de una filosofa poltica, la schmittiana, que se haba idoconstruyendo, a lo largo de tres dcadas, a partir del eje amigo-enemigolo que en principio supone el enfrentamiento de dos fuerzasque no habitan en el interior de un mismo ser.

Este nuevo concepto de enemigo al que resulta complicado,incluso, calificarle, representa un giro terico que ataca de lleno las

bases de un pensamiento que, hasta ese momento, se basaba en unalgica de conflicto existencial entre dos individuos o dos grupos. Elrumbo seguido por esta nueva nocin de enemigo parecieraresponder a un solipsismo de corte psicolgico ajeno al cuerpo deideas desarrollado por Schmitt. Lo cierto es que este nuevo enemigopone en jaque o, al menos en aprietos, a las formas de entender laidentidad, el ser y sus propias contradicciones. A su vez, presenta aun Schmitt templado, moderado que contrasta con aquel autor dedcadas anteriores cuyo sello distintivo haba sido la radicalidad desus planteamientos. Gmez Orfanel ha sostenido que Schmitt optapor un enfoque algo ms dulcificado, pero mantenindose en sumbito existencialista38cuando elabor el concepto de enemigo en laTeora del Partisano.

36 Al respecto, vid. COHN, N., En pos del milenio: revolucionarios milenaristas yanarquistas msticos de la Edad Media, Traduccin de Ramn Alaix Busquets,Alianza Editorial, Madrid, 1989, pp. 281 y ss.37SCHMITT, C., Teora del Partisano. Acotacin al concepto de lo poltico, op. cit.,p. 118.38

GMEZ ORFANEL, G., Carl Schmitt y el decisionismo poltico, en VV.AA.,Historia de la Teora Poltica, 5. Rechazo y desconfianza en el proyecto ilustrado,Editado por Fernando Vallespn, Alianza Editorial, Madrid, 2002, p. 255.


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V. Conclusiones

Tal como se afirmaba en la introduccin de este trabajo, CarlSchmitt pertenece, sin ningn gnero de dudas, al selecto de grupode tericos polticos y juristas ms influyentes del siglo XX. Sus ideas

se han hecho familiares para muchos intelectuales europeos yalgunos de los ms grandes entre ellos han dedicado bastanteesfuerzo para responderle de forma crtica. En el mundo anglosajn,las ideas polticas y jurdicas de Schmitt no han dejado de traducirsey difundirse, a la vez que las monografas dedicadas a su figura semultiplican. No obstante, no debera exagerarse la novedad de estainfluencia por cuanto la misma se vena ejerciendo de forma mssilenciosa y sutil a travs de la recepcin que haban hecho de supensamiento figuras intelectuales de la talla de Schumpeter, Hayek oMorgenthau.

En todo caso, lo cierto es que Schmitt ha seguido siendoestudiado porque muchos de los asuntos centrales que preocupan almbito de la reflexin jurdica y poltica encuentran una perspectivaprofunda y original en sus escritos. En este sentido, no deberaresultar demasiado sorprendente que, desde ciertos sectores delpensamiento de izquierdas contemporneo, las obras schmittianashayan sido empleadas como instrumento de anlisis acerca de lasafinidades que existen entre el liberalismo econmico y elautoritarismo poltico39.

Infinidad de veces se ha afirmado que en el Concepto de lopoltico, Carl Schmitt se pregunta cul es el criterio que define laesencia de lo poltico en todo tiempo y lugar. La verdad de lo polticose halla en el sentido ltimo que explica la actividad poltica y talcriterio es una distincin: la de quin es el amigo y quin el enemigo.Entendiendo a la amistad como un sinnimo de homogeneidadpblica, y por enemistad, una heterogeneidad que impide la vidacolectiva, Schmitt considerar que la independencia de lo polticorespecto de otros dominios del pensar y hacer humanos no encuentrasu fundamento en la posesin de un mbito de accin acotado, sinoen la tenencia de unos criterios autnomos. En otras palabras, encriterios no derivados de ninguna otra esfera a la hora de explicar suactividad.

A su vez, la definicin de quin es el amigo y quin el enemigoencuentra su razn de ser en una decisin, una voluntad del quetiene el poder soberano. No obstante, cabe resaltar, siguiendo aHabermas, que la respuesta schmittiana se parece ms a la pregunta

39 Uno de los ejemplos ms significativos de ello, lo constituye la recuperacin delpensamiento schmittiano llevada a cabo por la prestigiosa revista de izquierdasestadounidense Telos.


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por la esencia de lo estratgico que de lo poltico. En efecto, lopoltico no se revela en el carcter vinculante de las decisiones deuna autoridad estatal, sino que se muestra ms bien en laautoafirmacin colectivamente organizada de un pueblopolticamenteexistente contra los enemigos externos e internos () el pueblo

fundido en la lucha a vida o muerte afirma su propia peculiaridadtanto contra los enemigos externos como contra los traidores en laspropias filas40.

Las posturas de Schmitt acerca de la soberana y los poderes ensituaciones de emergencia son vistas en la actualidad como un buenfundamento terico para los que reclaman un poder ejecutivo fuerteno constreido por limitaciones legales41. Finalmente, tampoco debequedar al margen la enorme influencia que Schmitt ha ejercido en elmbito acadmico del Derecho Internacional Pblico a partir del

diseo de un orden en las relaciones internacionales explicitado enobras tales como Tierra y mar, Una reflexin sobre la historia[1942]o El Nomos de la Tierra en el Derecho de Gentes del Jus publicumeuropaeum[1950]. En estas dos obras, se puede apreciar como louniversal no tiene cabida en lo poltico, porque lo poltico presuponeactores particulares en lucha por mantener su modo de ser. Unaguerra humanitaria resulta imposible, porque la humanidad no puedetener enemigo alguno ni identidad poltica. Del mismo modo, laaspiracin a construir un Estado mundial representa para Schmittuna contradiccin en los trminos: si es mundial, no puede ser

Estado, es decir, no puede encarnar una identidad poltica particular.De ah que el mundo poltico presupone un pluriverso, no ununiverso. Lo que hay en l es una pluralidad de Estados, y laexistencia de cada Estado presupone la presencia de otro, contra elcual se define la propia identidad. Y cabe la posibilidad de que eseotro deba ser combatido, si amenaza mi homogeneidad, mi unidadpoltica42.

Por otro lado, la visin positiva de Schmitt en el marco delperodo de la Repblica de Weimar al presentarlo como un defensor

del rgimen liberal ha sido fuertemente rebatida por autores que hanconsiderado que es dable identificar una lnea comn que une las

40 Vid. HABERMAS, J., Carl Schmitt: los terrores de la autonoma, en Identidadesnacionales y postnacionales, Traduccin de Manuel Jimnez Redondo, EditorialTecnos, Madrid, 3 edicin, 2007, pp. 67-82, p. 68.41 Sirvan como referencia todos aquellos trabajos doctrinales que en los ltimosaos han aparecido para justificar acciones de gobierno que no respetaronlimitaciones legales a la hora de enfrentarse, por ejemplo, a un fenmeno como eldel terrorismo internacional o en red.42

En virtud de esta concepcin, y tal como se ha podido comprobar en este trabajo,resulta indispensable definir al enemigo en las diversas variantes que se han podidoanalizar.


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concepciones schmittianas de ley, soberana y democracia con unaideologa claramente antiliberal43.

Una vez cada la Repblica de Weimar, el centro poltico deideas de Carl Schmitt durante el rgimen nazi se vio inmerso en un

profundo antisemitismo. Dicha tendencia se puede observar conclaridad a partir de dos conferencias que imparti entre enero y abrilde 1938 y que serviran como base para la posterior publicacin delensayo El Leviathan en la Teora del Estado de Tomas Hobbes 44. Yadesde comienzos de 1933, tras la toma del poder el nazismo, eljurista de Plettenberg apel a un oportunismo camalenico quetraera consecuencias muy graves no slo para su integridad moralsino tambin para la coherencia interna de su pensamiento poltico.Slo as puede explicarse el carcter inslito de la tesis que sostuvoen El Leviathan en la Teora del Estado de Tomas Hobbes acerca de

que los judos son los culpables de haber herido de muerte al mito delLeviatn hobbesiano. En efecto, Schmitt se inventa una genealogaantisemtica de los adversarios del poder absoluto y seala al filsofojudo Spinoza como el culpable de haber introducido un elementoextrao en la teora del Estado y la sociedad como es la libertadindividual de pensamiento.

Aplicando en su ensayo sobre Hobbes la pauta de sealar elorigen de los autores judos cuando fuera inevitable citarlos, y que lmismo haba sugerido en su trabajo intitulado La ciencia del derecho

alemana en su lucha contra el espritu judo, se pueden encontrar lassiguientes referencias: Un erudito judo, Leo Strauss, Muy pocosaos despus de publicado el Leviathan, la mirada del primer judoliberal [Spinoza] acert a descubrir, Pero el filsofo judo lleva acompleta madurez, el judo Moses Mendelssohn, con grandesposibilidades de xito, En el siglo XIX otra vez la mirada agudade un filsofo judo, Friedrich Julius Stahl Jolson, desde elCongreso de Viena irrumpe, formando un ancho frente, en lasnaciones europeas, la primera generacin de jvenes judosemancipados. Los jvenes Rothschild, Carlos Marx, Bnne, Heine,

Meyerbeer

45

. De esta forma, Schmitt llegaba al extremo de afirmar43Para esta interpretacin, vid. SCHEUERMAN, W. E., Carl Schmitt. The end of law,Rowman & Littlefield Publishers, Maryland, 1999.44La primera de las conferencias fue dictada por Schmitt el 21 de enero de 1938 enla Sociedad Filosfica, presidida por Arnold Ghelen, en Leipzig. La segunda tuvolugar el 29 de abril en la Sociedad Hobbes, presidida por el barn Cay vonBrockdorff, en la ciudad de Kiel.45El listado de autores que viene acompaado con el calificativo de judo es mslargo, sin embargo con estos ejemplos queda claro el empeo de Schmitt porsealar la condicin cultural de los autores y de esa manera proceder a la

purificacin de la literatura jurdica y poltica alemana. Vid. SCHMITT, C., El

Leviathan en la Teora del Estado de Tomas Hobbes, [1938], Traduccin deFrancisco Javier Conde, Edicin y estudio preliminar de Jos Luis Monereo Prez,Editorial Comares, Granada, 2004, pp. 8, 51, 52, 55, 63 y 65 respectivamente.


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que el infatigable espritu de los judos sera el autor del menoscaboen el poder del Estado con el fin de paralizar a los pueblos extraos yemancipar al propio pueblo judo.

En relacin con su vinculacin al nazismo, tambin cabe

resaltar que ninguno de los escritos de Schmitt posteriores a laSegunda Guerra Mundial sugiere algn tipo de arrepentimiento osentido de responsabilidad de su parte en la catstrofe alemana. Porel contrario, Schmitt se consideraba as mismo no slo como unavctima del nazismo sino tambin de los intentos de reeducacin a losalemanes despus de la guerra. Entre 1945 y 1947, estuvo ms deun ao en una prisin militar a cargo de los estadounidenses. Fueinterrogado y su biblioteca fue desmembrada. No fue admitido comoprofesor en las universidades despus de la guerra y siempreconsider que este castigo no era merecido. Irnicamente, el jurista

alemn se vio favorecido de no ser juzgado en Nuremberg gracias ala jurisprudencia liberal que garantiza que la definicin de los actoscriminales sea clara y especfica.

Los defensores de Schmitt han tratado de sacar provecho de lacomparacin que realizaba el autor de su situacin con la de BenitoCereno protagonista de la novela de Herman Melville de 1855 quellevaba por ttulo el mismo nombre. En esta historia, los esclavos sehacen con el control de un barco espaol matando a su capitn yparte de su tripulacin. Los esclavos obligan bajo pena de muerte a

uno de los espaoles sobrevivientes del motn, Benito Cereno, a quedesempee el rol de capitn para evitar ser descubiertos por unanave estadounidense que se aproxima. De acuerdo con lainterpretacin seguida por los defensores de Schmitt, ste al igualque Benito Cereno no tuvo poder real entre los nazis despus de1936. Alemania, al igual que la nave espaola de esclavos, habasido tomada por un grupo de irracionales tiranos Hitler y los nazis- ySchmitt tal como Benito Cereno- utilizado, a partir de 1936, comoun ornamento por el rgimen a fin de ganar respetabilidadintelectual. l mismo ha sugerido una interpretacin de este tipo pero

a la luz de sus contribuciones en la era nazi no puede haber dudas deque sta representa un intento desesperado de auto exculpacin.

En definitiva, la obra y la figura de Carl Schmitt no puede serescindida de la vinculacin que mantuvo con el que fuera el ms atrozrgimen poltico de la Modernidad en Occidente: el nacionalsocialismoalemn. Sin embargo, este hecho no agota las posibilidades dereflexionar a partir de las ideas de quien puede ser sealado comouno de los juristas y filsofos polticos ms importantes del siglo XX46.

46Tal como ha sealado Chantal Mouffe, ms all de sus defectos morales, es un

importante pensador poltico cuyo trabajo sera un error ignorar en virtud de suapoyo a Hitler en 1933. Sin duda, Schmitt es un adversario pero de una calidadintelectual notable de la que pueden obtenerse beneficios. No tener en cuenta sus


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Gregorio Saravia

La intensidad de su influjo intelectual no se puede explicar slo por laimportancia de sus discpulos en Alemania o Europa, sino tambin porotros factores de relevancia como son la calidad de su obra -enparticular la ligada al constitucionalismo-, la contundencia conceptualde sus posiciones tericas y la belleza esttica del lenguaje que

empleaba, capaz de aunar la erudicin filosfica y una imaginacinsorprendente.

puntos de vista, nos privara de anlisis que pueden ser utilizados para repensar elliberalismo. Vid. MOUFFE, C., Introduction: Schmitts Challenge, en MOUFFE, C.(ed.), The Challenge of Carl Schmitt, Ed. Verso, Londres, 1999, pp. 1-6, p. 1.

carl schmitt, variaciones sobre el concepto de enemigo_gregorio saravia

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