cark langebaek, cuántos eran

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COLOMBIA PREGUNTAS y RESPUESTAS SOBRE SU PASADO Y SU PRESENTE Diana Bonnett Vélez Michae! LaRosa Mauricio Nieto Universidad de los Andes Facultad de Ciencias Sociales Departamento de Historia-cESO

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Page 1: Cark Langebaek, Cuántos eran

COLOMBIA

PREGUNTAS y RESPUESTAS SOBRE

SU PASADO Y SU PRESENTE

Diana Bonnett VélezMichae! LaRosaMauricio Nieto

Universidad de los AndesFacultad de Ciencias SocialesDepartamento de Historia-cESO

Page 2: Cark Langebaek, Cuántos eran

PROGRAl"lA DE NACIONES UNIDAS PARA EL i\tLEmo AMBIENTE (PNUl\1A). GEO DataPortal. httpol/geodata.grid.unep.ch/ (acceso Junio 20, 2009).

RUlZ,Margarita Fiora. "Lineamientos para una historia agro-ambiental de la

sahana de Bogotá (1850-1999)", Historia ambiental de Bogotá y la Sabana,1850.2005, Germán Palacio, ed. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia e

Instituto Amazónico de Investigaciones (Imani), 2008, 48-7 L

TlIRIFT, NigeL "Space: the fundamental stuff of geography", Key concepts in geog.raphy, S, L. Holloway, S, P.Rice y G. Valentine, eds. Londres: Sage Publicalions,

2003, 95-107.

YEPES, Fabio. "Ganadería y transformación de ecosistemas: un análisis ambien-

tal de la política de apropiación territorial". Naturaleza en Disputa. Ensayosde historia ambiental de Colombia, ed. Germán Palacio, Bogotá: UniversidadNacional de Colombia, 2001, 117-172,

,6 COLOMBIA, PREGUNTAS Y RlSPUESTAS SOBRE SU PASADO '[ SU PR.ESENTE

¿Cuántos eran? ¿Dónde estaban? ¿Qué les pasó?Poblamiento indígena en la Colombia prehispánicay su transformación después de la Conquista

Carl Henrik Langebaek'

lnlroducción

A su llegada a lo que hoyes Colombia, los conquistadores españoles noencontraron fonnidables imperios como los que los habían sorprendido en Perú

yen México. Además, no existían monumentos que pudieran compet.ir con los

que se habían encontrado en estos territorios. Por lo tanto, no sorprende quela mayor parte de los textos sobre la prehistoria de América sólo dedique unas

pocas páginas al tema de las sociedades colombianas, que en su mayoría se refie-

ren a la magníflca orfebrería que se ha encontrado en entierros. Sin embargo,es cada vez más claro que esos intereses no hacen justicia a otros valores de la

arqueologia colombiana, que ponen de manifiesto la enorme importancia delpais en términos de su historia prehispánica. Múltiples sociedades, de las más

diversas tradiciones culturales y lingüísticas, ocuparon un territorio tan diverso

como ellas mismas. Algunas tenían lideres de carácter permanente y vhrÍan en

aldeas de considerable tamaño; otras eran más pequeñas y no tenian formas

establecidas de liderazgo durable. Los arqueólogos han encontrado evidencias

de doce mil aúas de transformaciones sociales que atestiguan una larga, rica y

compleja historia de ocupación humana.

Hace años. Gerardo Reichel.Dolmatoff, uno de los más destacados arqueólo-

gos con que ha contado el país, preocupado por entender por qué las sociedades

del norte de Suramérica no habían alcanzado el nivel de desarrollo de sus con-

trapartes anilinas o mesoamericanas, adelantó una hipótesis que trataba de dar

cuenta de la naturaleza política de las sociedades colombianas. de su adaptación

al medio ambiente y de sus características demográficas. Según su propuesta.

Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de los Andes. Correo: [email protected].

Page 3: Cark Langebaek, Cuántos eran

GeruIdo Reichel-Dolmatoff. "The Agricuitural Basis of lhe Sub-Andean Chiefdoms of

Colombia~. Antropologü:a Supplement n.O2 (1961).

en Colombia apenas se habían dado pasos para la conformación de pequeña')comunidades, relativamente inestables, que nunca pudieron alcanzar altos nive.les de población y que bajo elmando de caciques y especialistas religiosos teníanun precario control territorial. Estas sociedades se hahrían desarrollado primeroen la costa Caribe; luego, habrían colonizado las vertientes y eventualmente die-ron oriaen a sociedades como la muisca, en Cunclinamarca y Boyacá, y las de laoSierra Nevada de Santa Marta, que habrían logrado consolidar lma poblaciónalgo más grande y estable debido a las condiciones ecológicas que encontraronl,

La supuesta baja densidad de la población indígena en Colombia ayudaríaa entender algunas de las características de la población colombiana con-temporánea. Este país, en efecto, presenta la singularidad de un poblamientopredominantemente mestizo, con una abundante población andina campe-sina que ocupa especialmente el antiguo territorio muisca y una menos densapoblación en las tierras bajas que tiene considerables aportes afrodescendien-tes. Ese patrón, se argumenta, tiene una clara relación con la situación queencontraron los españoles: la abundante población campesina de los Andesorientales habría tenido su origen en la nutrida población muisca, mientrasque el escaso poblamiento de las tierras bajas ten"dría su antecedente en lapoca población nativa que encontraron los conquistadores. En ese mismo sen-tido, la población africana habría prosperado en las tierras bajas, ocupadaspreviamente por una población aborigen tan dismInuida que fue incapaz desatisfacer las demandas de mano de obra por parte de los coloniza~ores.

La hipótesis de Reichel-Dolmatoff utiliza aspectos ecológicos y demográfi-cos; en otras palabras, su propuesta asume cierta correlación entre el desarrollode cacicazgos, el aumento demográfico y las condiciones ambientales. En elcaso de los muiscas, pese a la ausencia de grandes monumentos, los estudiossugieren la presencia de una compleja organización social y cierto desarrollode la centralización política. Sin embargo, hasta hace poco era muy limitadolo que se sabía de otras sociedades. Ya Reichel-Dolmatoff alcanzó a conocercierta información que obligaba a pensar en una historia bastante más com-pleja. Por ejemplo, el hallazgo de cientos de miles de hectáreas cubiertas decamellones para la agricultura en el bajo río San Jorge permitía especular sobre

'9¿CUÁNTOS ERA.•"J? ¿VÓNDf. ESTABAN? ¿QUÉ LES PASÓ?

Robert Eidt,Asentamientos aborígenes de Ins chibchas en ÚJlomJJia(Tunja: Pato Marino. 1975). 14.

3 Jorge Orlando Melo, Historia de Colombia: La CÚJminación española, {Bogotá: Biblioteca

Familiar Presidencia de la República. 1996),47,53,66.

Jaime Jaramillo. ~La población indígena de Colombia en el momento de la Conquista y sus

transformaciones posteriores", Ensayos de Historia Social. Obras Completas de Jaime JaramiJkJUribe, (Bogotá: CESO. Universidad de los Andes, Bunco de la República. ICANH. Conciencias

y AJfaomega. 2001), 101.

la existencia de una sociedad de un tamaño considerable. Igual se podía afir-mar con respecto a los autores de estatuas y montículos en el ,AltoMagdalena,una región en la cual se han encontrado numerosos restos arqueológicos. Peroel problema es que algunas de esas sociedades -corno San Agustín y el propiobajo río San Jorge- parecían haber tenido su apogeo antes de la llegada delos españoles, y muchos asumieron que habían colapsado antes del siglo XVI.

En todo caso, la propuesta de Reichel-Dolmatoff significaba que la poblaciónprehispánica en Colombia no podía haber sido demasiado grande a la llegadade los conquistadores.

Esta idea de que la población indígena era pequeña fue corním entre losarqueólogos. Aun antes de que Reichel-Dolrnatoff adelantara su hipótesis,Robert Eidt había sostenido que en el antiguo territorio muisca habría unos643 mil hahitantes2, Sin embargo, sus ideas contrastaban con 10que los propiosconquistadores españoles habían transmitido: en su opinión, la población de laSierra Nevada de Santa Marta era tan abundante que el cacique de Pocigueicapodía reunir cerca de veinticinco mil guerreros contra los colonizadores; enel Valle del Cauca, los cronistas hablaron de comunidades de varios miles eincluso decenas de miles de individuos, y por supuesto en el caso muisca losconquistadores no se cansaron de alabar el crecido número de indígenas3• Ynosólo sus ideas reruan con las de los cronistas, sino también con las de los histo~fiadores, lo cual no es sorpresa, puesto que las nociones de éstos últimos sobreel poblamiento prehispánico se basaban en buena parte en las de los propioscronistas. Es cierto que algunos historiadores, notablemente Jaime Jaramillo, seinclinaron por aceptar los argumentos de Reichel-Dolmatoff; en su opinión, nila naturaleza ni la tecnología prehispánicas habrían sido propicias para el desa-rrollo de una población densa en ninguna parte de Colombia'!. Por lo tanto, lapoblación muisca difícilmente habría alcanzado trescientos rnUindividuos, y ladel conjunto de la costa Caribe apenas llegaría a los doscientos cincuenta mil.

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COLOMBIA. PR.£G1JNTAS YRESPUESTAS SOBRE SU PASADO Y SU PRESENTR"

Page 4: Cark Langebaek, Cuántos eran

Hermes Tovar, "Estado actual de los estudios de demografía histórica en Colombia", Anuario

Colombiano de Historia Socialyde la Cultura. n.O 5 (I970); 65-140.

6 Juan Fricde, Los chibchas bajo la dominación española. (Medellín; La Carreta Editores, 1974).

Germán Colmenares. ~La sociedad indígena y su evolución posterior a la Conquista", en La

nueva historia de Colombia. Darío juramilJo ed. (Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura.

1976),67-172.

8 Jorge Orlando Mela. Historia de Colombia.Herrncs Tovar. "Estado actual de los estudios", 65-140.

10 Andrés Etter, Clive McAlpine y Hugh Possingham, ~Historical Patterns and Drivers ofLandscape

Change in Colombia Since 1500:A Regionalized Spatial Approach~, Annals oJ the AssociaJ:Wno/American Geographers n.o 98 (2008): 6.

11 Andrés Etter, CUveMcAlpine y Hugh Possingham. "HistoricaI Patterns". 6.

Para todo el país se debería hablar de W1a población de apenas un millón dehabitantes. No obstante, otros defendieron la idea de una altísima poblaciónantes de la llegada de los españoles a lo largo y ancho de Calombias, e incluso elmismo Jaramillo se vio obligado a reconsiderar su posición original y adherirsea la opinión de sus colegas. Y es que si Friede calculaba en quinientos mil sólola población de Tunja6, Colmenares se inclinaba a considerar que los espaitoleshabían encontrado cerca de tres millones en todo el país', al tiempo que Melano dudaba en multiplicar por cinco la cifra más conservadora de JaramilloB,

Los historiadores también aportaron algu nas ideas sobre ladistribución de lapoblación. Según Tovar, el país habría tenido una población de cerca de 8.254.264habitantes'. La mayor parte se ubicaría en la Cordillera Central (3.170.160),seguida de la costa Caribe (2.565.376), los Andes orientales (2.423.728) y el Valledel río Magdalena (95.000). En general, la mayor parte de los autores se inclina-ron por proponer que la densidad de población era más alta en la región andina,donde se practicaban formas de agricultura más intensivasJo.

Lamentablemente, los estimativos de población prehispánica son muydiversosl1• La mayor parte de ideas sobre los muiscas y sobre los talronas se basaen documentos coloniales. Evidentemente, se cuenta con infinidad de testi-monios que aseguran que los muiscas eran muy numerosos y que sus caciquestenían gran poder. En el caso de los taironas, la documentación es menos rica,pero también hay evidencias de cierta complejidad social, así como descripcio-nes más o menos confiables sobre la gran céultidad de población que encon-traron los españoles. Sobre las sociedades de las tierras bajas, los documentostienen poc,o que ofrecer, pues no hay muchos testimonios escritos que ayuden La población en el momento de la Conquista

3'¿CUÁNTOS ERAN? ¿DÓNDE RSTABAJ.'1? ¿QUÉ I,ES p .••.s6?

a entender su organización social o económica. Llegar a conclusiones demo-gráficas e incluso relativas al nivel de complejidad en la organización poüticaa partir de las crónicas es muy riesgoso. En la mayor parte del país las descrip-ciones españolas se dan en un contexto de guerra que impide apreciar con pro-fundidad el carácter de la sociedad conquistada. Además, parece seguro que entodas partes la presencia del conquistador fue antecedida por enfermedadesque causaron un verdadero estrago demográfico, aun antes de que los conquis-tadores mataran un solo indígena.

Afortunadamente, recientes investigaciones arqueológicas han empezadoa llenar el vacío. Gracias a estas investigaciones, llevadas a cabo en varias par-tes del país, es posible proponer que se habían alcanzado niveles de población,comparables con los que se alcanzaron en la primera parte del siglo xx, lo cualquiere decir que la población humana en esta parte del Nuevo Mundo tardó cercade cuatrocientos años en recuperarse del desastre demográfico que implicó laConquista. En la misma línea, la información demográfica es congruente conestudios paleoambientales, que sugieren una profundf.l;intervención humanaen el paisaje antes de la llegada de los españoles. Por otra parte, la informaciónarqueológica revalúa la idea de que los muiscas fueron la población más densay establece algunos contrastes regionales importantes, los cuales permiten ade-lantar algunas hipótesis con respecto a las razones por las cuales la dinámicademográfica posterior a la Conquista siguió patrones diferentes en cada regiónde lo que hoyes Colombia.

II N. R. Mesa ct ál., ~Autosomal. mtDNA. and Y-Chromosome Diversity in Amerindias: Pre- and

Post-Colwnbian Patterns 01' Genetic Flow in South America". Americai journaL oJ HumanGenetics 67. n." 5 (2000): 1277.1286.

Los estudios arqueológicos sugieren que los primeros humanos entraron aSudamérica procedentes del Norte por lo menos hace WlOS doce mil años, y querápidamente se instalaron en lo que hoyes Colombia, aprovechando las másdiversas ecologías. Las investigaciones lingüísticas y genéticas sugieren, tam-bién, que desde entonces entraron poblaciones muy diversas, y que esa diver.sidad se mantuvo gracias a continuos intercambios genéticos y culturales entredichas poblacionesl:!. Hasta el momento, los sitios ocupados por estos primeros

COLOMBIA. ¡>REGUNT..••S y RESPUESTAS SORRE SU PASADO Y SU PRESENTE30

Page 5: Cark Langebaek, Cuántos eran

16 Robert Drennan, ~Chicfdoms of Southewestern Colombia'., en Handbook ofSouth American

ArchaeoÚJgy, Helaine Silverman y William Isbell eds. (Nueva York: Springer, 2008), 381-403.

17 Cad Henrik Langebaek, ~The Preruspanic Populations oC the Santa Marta Bays. Contribution

to the Study of the Development oCNorthern Colombian Tairona Chiefdomsn, Universíty ofPittsburgh Latín American ArchaeoÚJgy Reports n.O 4 (2005).

la Carl Henrik Langcbaek. ~Secuencia5 y procesosn, 223.

19 Clemencia Plazas et ál., La Sociedad Hidráulica Zenú (Bogotá: Banco de la República, 1993).

:m Carl HenrikLangehaek. "Dos teorías sobre el poder político entre los rnuiscas. Un debate a favor

del diálogo~, en Los Muiscas en los siglos XVI y XVI!-Miradas desde la arqueología, la antropología vla historia. Jorge Augusto Gambou ed. (Bogotá: Universidad de los Andes, 2008), 64-93. •

de complejidad social. La orfebrería, por ejemplo, aparece en la costa Pacíficameridional en el siglo IVantes de Cristo, y en los primeros siglos de nuestraera se construían complejos fúnebres y estatuaria en el alto Magdalena; porla misma época, en la región calima se identifican enterramientos con lujososajuares de cerámica y orfebrerÍa16,

Losmismos fenómenos aparecen en otras partes tiempo después, especial-meo te en elnorte delpaís.En las tierras bajas aledañas al aSierra Nevada de San taMarta, elpoblamiento de agricultores con alfareríaquizáse remontaal500 a. c.,pero eso sólo ocurrió en la porción del litoral, porque la sierra sólo vino a coloni-zarse gradualmente apartir del siglo VI d. e.,hasta que en el siglo XVI la po blaciónindígena ocupaba todo el rango de alt.uras que ofrece la regiónl?, modificandoampliamente una vegetación que hacia el siglo Xparece haher sido de bosquenatural, e intensificanqo no sólo la construcción de grandes sitios, sino tambiénde una aún desconocida cantidad de terrazas para la agricultura y la de unaextensa red de caminos arqueológicos IS, En el bajo San Jorge, aprovechando lasáreas periódicamente inundables, la población construyó hacia el siglo II d. e,sistemas de camellones que alcanzan a cubr.ir hoy más de seiscientas milhectáreasl9, pero aparte de lujosos enterramientos que duraron hasta el año1000 d. C. aproximadamente, no se sabe mucho sobre su nivel de compleji-dad social. En el territorio muisca existen evidencias de pueblos alfareros y

agricultores desde cerca del 400 a. C., época a partir de la cual se registra uncontinuo proceso de crecimiento demográfico y de establecimiento de formascada vez más jerarquizadas de organización sociaJ2°.

No es sorprendente que las trayectorias de cambio social desembocaran encacicazgos de naturaleza muy variada. Desde sociedades donde el liderazgo se

COLOMBIA. PREGUNTAS Y RF.SPUI::STAS SOBRE 511 PASADO Y SU PRESENTE

pobladores, que han sido mejor estudiados, se encuentran en los Andes orienta~les, lugar donde la población más temprana vivía de la cacería y la recolección;así mismo, está documentada una creciente ampliación de recursos animales yvegetales a través del tiempo, hasta que la población comenzó a experimentarcon la domesticación de algunas especiesl", Por supuesto, la imagen que permitereconstruir las investigacioncs en las tierras altas no corresponde al modo devida que debieron tener las primeras poblaciones de otras partes del país. Laidea de que los primeros habitantes de Colombia debieron ser siempre cazado-res llevó incluso a especular sobre la posibilidad de que las regiones de selvatropical no fueran ocupadas durante cientos de años, debido a sus condicionesrelativamente-hostiles para la caza. Hoy se sabe que esos primeros pobladoresocuparon el más amplio espectro de medios ambientes y que se adaptaron amodos de vida que difirieron mucho entre sí. Sbbre los aspectos demográficos deestos pobladorcs poco se puede afirmar, excepto que se trataba de poblacionesmucho más pequeñas que las que se desarrollaron después con la agricultura.

Los arqueólogos han determinado que los habitantes de los alrededoresde Cartagena ya conocían la alfarería hacia el año 3000 a. C., pero que seguíansiendo cazadores-recolectores, Sin embargo, los estudios de polen demuestranque varios siglos antes de Cristo la mayor parte de las sociedades conocía el cul-tivo de plantas. En casi todas las secuencias estudiadas en el país se reconoceuna dinámica de crecimiento demográfico aunque con ritmos e intensidadesdiferentes, lo cual implicó que a la llegada de los españoles algunas comuni-dades continuaran siendo cazadoras y recolectoras, mientras que para otrasla caza y la recolección eran actividades francamente margin:ilesI4• En efecto,importantes transformaciones del paisaje relacionadas con la agricultura sereportan en varias partes del país hacia el siglo 1 d. C.15• En el Suroccidentese reconocen significativos cambios sociales al inicio o con anterioridad a laera cristiana, los cuales se tradujeron en evidencias relativamente tempranas

13 Gonz~o Correal. "Evidencia •• culturales durante el Pleistoceno y Holoceno de Colombia".

Revista de Antr0poÚJgía Americana n.O 1 (1990): 69-90.H Cad Henrik Langebaek. ~Secucncias y procesos. Estudios comparativos del desarrollo de

jerarquías de asentamiento prehispánicas en el norte de Suramérica~, Revista de Arqueología

del Área Intermedia 6 (2006): ¡99-248.

15 WarwickBray, "¿Adónde han ido los bosques? El hombre yel medio ambiente en la Colombia

prchispánic:{,Boletin !v[useo del Oro n.O30 (1995): 43-66.

¿CUÁ."lTOS ERA."I? ;.DÓNDE ESTA1IA.N? ;.QuÉ LES P!\.SÓ? 33

Page 6: Cark Langebaek, Cuántos eran

~I Robert Orennan, ~Chiefdoms ofSouthwestern~, 381-403.

T- Cad Henrik Langebaek, Arqueología Regional en el territorio mllÍ8ca. Estudio de los Valles

de Fúquene y Susa. University of Pittsburgh Memoirs in Latin American Archaeology n." 9

(PittsbLUgh~ University of Pittsburgh y Universidad de los Andes, 1995).

:!3 Robert Drennan, Regional Archaeology in the Valle de la Plata, Colombia: A Preliminary ReparE

al! the 1984 Season ofthe Proyecto Arqueológico Valle de la Plata (Ann Arbor: Museum of

Anthropology. University ofMichigan y Technical Reports y N." 16, 1985), 177.

basaba en elementos religiosos con una pobre diferenciación económica, comose puede inferir en el alto Magdalena para el período de la construcción de esta-tuas y montículos:!l, hasta cacicazgos donde las evidencias de monumentalidadson muy exiguas, pero en cambio existe información sobre cierto desarrollode la desigualdad económica, como es el caso de .los muiscas del siglo XV]22.

Ahora bien, aunque las regiones donde se ha estudiado el tema de la demografíaindígena son aún pocas, existe un creciente número de éstas que aporta infor-mación valiosa. En particular, se debe destacar que estudios .lIevados a caboen Fúquene y el Valle de Leiva, en los antiguos dominios muiscas; en el Vallede Aburrá (Antioquia), Yaeuanquer (Nariño) y las bahías del Parque Tairona(Magdalena), Tierradentro y San Agustín. tienen la virtud de permitir hacersealguna idea sobre el poblamiento en los diferentes períodos antes de la llegadade los espafloles, y en algunos casos evaluar el impacto de la llegada europea entérminos del tamaño de la población. Por supuesto, el tema de las reconstruc-ciones demográficas es complejo y no está libre de cierta incertidumbre, peroigual podría afirmarse del uso de documentos coloniales o de algu.na otra formade llegar a estimativos demográficos con cierta certeza en cua'lquier población.

Ahora bien, ¿de cuánta población estamos hablando para el momento dela llegada de los españoles?, ¿qué tan grande o tan pequeña era esa población'comparada con la que hoy tiene el país?, ¿cuáles regiones estaban más habi-tadas que o~ras? Con el fin de responder esas preguntas, las regiones mencio-nadas más arriba fueron estudiadas tratando de determinar cuál fue el áreaocupa~a por los indígenas en el último período prehispánico, ya qué cantidadde población pudo haber correspondido. En el siguiente ejercicio se presentanalgunos resultados de cálculos de población, basándose en un estimativo deentre cinco y diez personas por hectárea ocupada, un guarismo relativamenteconservador proveniente de estudios realizados en sitios formativos en Méxicoy que ha probado su valor en el caso colombiano23. Teniendo en cuenta que

24 Robert O.Drennan et ál., ~Regional Oynamics ofChiefdoms in the Valle de la Plata, Colombia".

foumal ofFieldArchaeology 18 (.1991): 313.

1~ Carl Henrik Langebaek y Alejandro Oever. Arqueologia. en el bajo Magdalena: un.estudio de los

primeros agricultores del Caribe colombiano (Bogotá; Instituto Colombiano de Antropología

e Historia y Universidad de los Andes. 2000).

35¿CUÁNTOS fRA..•••? OOÓNDE ESTAllAN? ¿QUÉ LES PASÓ?

los estudios regionales logran establecer el número de hectáreas ocupadas y

tienen definido un número particular de kilómetros cuadrados en los cualesse determinó la presencia O ausencia de ocupación humana, se puede estimartentativamente la densidad de población. Los casos de la costa Caribe se pue~den resumir así: en las bahías del Parque Tairana (al oriente de Santa Marta) seestaría hablando de una ocupación de entre doce y veinticuatro personas porkilómetro cuadrado, mientras que en el bajo Magdalena se hablaría de entrediecisiete y treinta y cuatro habitantes por kilómetro cuadrado. En los Andesorientales los datos son éstos: en Fúquene la densidad estaría entre dieciséis ytreinta y tres personas por kilómetro cuadrado, mientras que en el vecino Vallede Leiva la cifra estaría apenas entre siete y dieciocho. En las regiones andi-nas los datos son los siguientes: en el Valle de Aburrá la densidad de poblaciónhabría sido entre veintiocho y cincuenta y cinco personas por kHómetro cua-drado; en Yacuanquer entre veinte y cuarenta personas por kilómetro cuadrado.En la región de La Argentina, en el alto Magdalena. la densidad de población seencuentra entre treinta y cinco y setenta personas, dato que hay que comple-mentar con la observación de que en la parte más alta de la región, donde seconcentran las evidencias de monumentalidad, la densidad parece haber sidomayor4• En Tierradentro, Cauea, se reconstruyó una secuencia de poblamientodesde cerca de mil años antes de Cristo hasta nuestros días. El cálculo que sehizo para la última ocupación indígena, basado en el estimativo entre cinco ydiez personas por hectárea ocupada, arrojaría entre 3755 y 7510 personas enuna región de 211 km2, lo cual significa una densidad entre dieciocho y 35,6habitantes por kilómetro cuadrado25•

COLOMBIA. PREGUNTAS Y llESPUESTAS S08RE SU PASADO Y SU PRESENTEJ'

Page 7: Cark Langebaek, Cuántos eran

MAPA1. Promedio en el rango de densidad estimada de población indígena durante elúltimo período prehispánico para las diferentes regiones estudiadas mediante recono-cimientos regionales

Fuente: El mapa básico de Colombia es cortesía de Robert Drennan

COLOMBlA. PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE SU PASADO Y SU l'RESENTE

TABLA l. Estimativos de población indígena del último período prehispánico en dife-rentes regiones estudiadas mediante reconocimientos arqueológicos sistemáticos

Tamaño estudio Área ocupada Población Densidad de

(km') último período (ha) estimada población (km~)

Parque Tairona 90,8 217,4 1087-2174 12.24

Bajo Magdalena 5,5 1S,8 94-188 17-34

Aburrá 98,3 545 2725-5450 28-55

Yacuanquer 73 287,4 1437-2874 20-40

Tierradentro 211 75'1 3755-7510 18-36

La Argentina187 13.000 6500-13,000 35-70

(alto Magdalena)

Fúquene 60 195,2 976-1952 16-33

Valle de Leiva 182 307,3 1537-3074 9-18

Fuente; aut.oría Carl Langebaek R,

Los resultados de las reconstrucciones demográficas logradas hasta elmomento contrast~ con las ideas sostenidas de antemano, Basta apreciarel mapa 1para hacerse una idea intuitiva de ello. En primer lugar, las diferencia"entre las densidades alcanzadas por las poblaciones costeñas no parecen habersido mucho menores a las que se lograron en las regiones andinas. De hecho, lasdensidades que se pueden inferir para el Bajo Magdalena y para las bahías delparque Tairona resultan comparables con la" de Fúquene y muy superiores a lasdel Vallede Leiva.No obstante, la ocupación de estas dos regiones andinas pareceinferior a las de otras partes de los Andes. Incluso Tierradentro, que tendría ladensidad má" baja de las regiones andinas por fuera de los Andes orientales, con-taría con una población ligeramente más concentrada que la de Fúquene.

Por otra parte, se puede hacer una observación de carácter ecológico:las densidades más altas de población se encuentran sobre rangos de alturamedias: el Valle de Aburrá o el alto Magdalena, y no sobre la costa o los friosvalles andinos del territorio muisca (mapa 1).

¿CUANTOS ERAN? ¿nóNDE ESTAlI¡\N'! ¿QUÉ LES PASÓ'? 37

Page 8: Cark Langebaek, Cuántos eran

fuente: autoría Cad Langebaek R.

La población después de la Conquista

TABLA2. Estimativos de población humana después de la Conquista española en dife-rentes regiones estudiadas mediante reconocimientos arqueológicos sistemáticos

39

Es interesante comparar los resultados anteriores con la distribución ytamaño de la población de épocas más recientes, Hoy en dia la mayor parte de

Parque Tairona

¿CUÁNTOS l!.RA>"-~¿DÓNDE ESTABAN? ;.QUE lES PASÓ?

iVWA2. Promedio en el rango de densidad estimada de población después de laConquista española para las diferentes regiones estudiadas mediante reconocimientosregionales

Fuente: El mapa básico de Colombia es cortesía de Robert Drennal1

COLOMHlA. PREGUNTAS Y RESPUESTAS SODRE SU PASADO Y SU PRESF.NTE,8

Los anteriores resultados sugieren de antemano que no existe una buenarelación entre la densidad de población antes y después de la Conquista:!f', Deacuerdo con los cálculos, las áreas de mayor densidad de población despuésde la llegada de los españoles son precisamente aquellas de los Andes arien.taJes, que sorprendieron por no ser las de mayor poblamiento indígena, mien-tras las densidades más bajas corresponden a.la costa Caribe, donde el colapsoparece haber sido dramático, regiones a las cuales se suman Tierradentro yYacuanquer. ElValle de Aburrá ocupa una posición intermedia, aunque se tratade una región bastante más cercana a la dinámica seguida en el antiguo terri-torio muisca. La zona de La Argentina, en el alto Magdalena, se excluye de lacomparación por carecer de información sobre el poblamiento posterior ala Conquista. Para apreciar visualmente los datos demográficos se puede obser-var el mapa 2.

Tamaüo Área ocupada Densidad de Área ocupada . Densidad deestudio después de población en el después de población(km') la Conquista último período la Conquista después de

(ha) prehispánico (ha) la Conquista(km') (km')

Parque Tairona 90.8 I 217,4 12-24 5,9 0,3-0.6

Bajo Magdalena 5,5 18,8 17-34 2 2-4

Abllrrá 98.3 545 28.55 413 21-42

Yacuanquer 73 287,4 20-40 35 2-4

Tierradentro 211 751 18.36 88,8 2-4

Fúquene 60 195,2 16.33 468 39-78

Valle de Leiva 182 307,3 9-18 996 27-54

lb Carl Henrik Langebaek. ~Más allá de la región: ensayo de análisis demográfico antes y des-

pués de la Conquista espaJiola en Colombia~, Escalas menores-Escalas maY(Jres-ljna perspec.tiva arqueológica desde Colombia y Panamá. L.G. Jaramíllo ed. (Bogotá: Universidad de losAndes, 2007), ,109-20.

Page 9: Cark Langebaek, Cuántos eran

COLOMBIA. PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE SU PASADO Y SU PRESENTE

los colombianos vive por encima de los 1500 msnro, con una ,fuerte concentra-ción entre los 2500 y 3000 msnm que obedece al importante tamaño de Bogotá,ubicada sobre los 2600 msnm17• Por cierto, la región andina, pese a q'ue gra-dualmente ha perdido su importancia demográfica, conserva un peso enorme:cerca del 70% de los habitantes del país vive en ella28• Estos datos coincidencon la información de la distribución de la población prehispánica, la mayorparte de la cual parece haberse concentrado en la región andina. aunque sedebe hacer la salvedad del poblamiento de los Andes orientales, cuya densidad,desproporcionada hoy en día con relación al resto del país, sería un fenómenooriginado después de la Conquista y no atribuible a la base demográfica nativa.Ahora bien, lo interesante es que las densidades de población reconstruidaspara los últimos períodos prehispánicos son inferiores a las que se reportan enColombia en tiempos recicntes2'l. Por ejemplo, en Boyacá se hablaba en 1993 de

-;)' una densidad de 56,7 habitantes por kilómetro cuadrado, en comparación conlos 8-18 o 16-33habitantes que se estiman en Fúquene o el Valle de Leiva. En eldepartamento del Magdalena se estimó en 1993 una densidad de 48,63 habitan-.tes, en contraste con los 12.24 que se estiman en el estudio arqueológico de lasbahías del Parque Tairona. En Nariño se habló de una- población de 43.4 habi-tantes por kilómetro cuadrado, en contraste con [os 20-40 que se calculan paraYacuanquer. En otras palabras, hacia J 993 la población era ya superior a la quese calcula para las regiones estudiadas arqueológicamente, pero no demasiado.Un caso interesante es el de Tierradentro, porque de acuerdo con estudiosrecientes, la densidad de población actual en la región, entre mestizos, afro-descendientes e indígenas, es de 13-20 personas por kilómetro cuadrado, pordebajo de los niveles estimados para el último período antes de la Conquista30.

Habría que recordar que buena parte de la densidad de población en lasdiferentes regiones está alterada por el crecimiento urbano, el cual ha sido deenorme importancia desde mediados del siglo xx. Si sólo se tuviera en cuenta

:n Eley Corrales, ~Transl;ormaciones socioeconómicas y situación de la biodiversidad en los

Andes Colombianos. desde el período prehíspánico", Cuadernos de Desarrollo Rural n.O49(2002),119.

7.Il Elcy Corrales. "Transformaciones socioeconómicas". 120.

2'J Rocío Murad, Estudio sobre la distribución espacial de fa población en Colombia, Población.Y

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.)l) Carl Henrik Langebaek y Alejandro Dever. "Arqueología regional en Tierradentro, Cauca.

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¿CUÁL'ITOS ERAN? ¿PÓrroF. ESTABAN? ¿QUÉ LES PASÓ?

las poblaciones rurales de cada región, es posible que los estimativos de pobla-ción del último período prehispánico y las densidades actuales se acercaranconsiderablemente. Es más: si se aceptara la población urbana y se mirara unpoco más atrás en el tiempo, se podría afirmar que únicamente en el siglo XX

Colombia volvió a tener densidades de población comparables con las queexistían en la alborada de la llegada de los españoles. Por ejemplo, en 1938 el -¿Magdalena apenas contaba con una densidad de población de 6,4, mientrasBoyacá tenía 11,4y Nariño 15,5.En todos los casos se trataba de una poblaciónmuy inferior a la que se puede inferir en estudios arqueológicos.

Por cierto, las altas densidades de población que sugieren los estudios regio-nales coinciden con investigaciones de carácter muy diferente, que demuestranuna considerable transformación del medio amb.iente antes de la llegada de losespañoles. En efecto, densidades de población como las que se sugieren a par-tir de datos arqueológicos llaman la atención sobre la necesidad de pensar enel paisaje que encontraron los conquistadores, no como la id11icatierra inal.terada, sino como un territorio profundamente intervenido con el fin de ali-mentar a sus habitantes. Los pioneros estudios realizados por Thomas van derHamrnen en los Andes orientales, indican que las actividades agrícolas comen-zaron hace unos tres mil años, y que con ellas se iniciaron procesos de defores.tadón, así como inundaciones más frecuentes y serias31• Estudios más recientesen esa misma región demuestran que las actividades humanas prehispánicasimplicaron unadisminución en los elementos forestales yun aumento depastos32,e incluso existe evidencia de que hacia el siglo 11 d. C. ocurrieron procesosde erosión33• Los estudios realizados en la región Calima sugieren que en esazona de Colombia el último periodo prehispánico coincide con amplias trans-formaciones del paisaje, y no sólo eso, sino también que los bosques repo-blaron la región después de la Conquista34• En el alto Magdalena la ocupación

31 lhomas van der Hammen, ed ..Historia. Ecología y Vegetación (Bogotá: Fondo FEN Colombia.

Corporación Araracuara y Fondo de Promoción de la Cultura. 1992),226-228.

:n T. A. Wijmstra y Thomas van der Hammen. ~Palynological data on the history of tropical

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33 B. Van Geell y Thomas van der Hammen. KUpper Quatemary vegetational and cli-

matic sequence in the Fúquene Area (Eastern CordHlera, Colombia)", Palaeogeography.

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.l4 Warwick Bray, ~¿Adónde han ido los bosquesT, 45. 46.

Page 10: Cark Langebaek, Cuántos eran

Razones del cambio demográfico después de la Conquista

el alto Magdalena, se menciona una amplia recuperación de los bosques despuésde la Conquista. o un poco antes de ella.

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./ll Sherburne Cook yWoodrow Borah, Ensayos sobre la historia de la pohlaci6n: México y el Caribe

(Ciudad de México: Siglo XXI,19í7). 388-403.41 Hermes Tovar. -Estado actual de los estudios-.

"¿CUÁNTOS ERAl'lf? ¿oÓNDf; ESTABA.."If? ¿QUÉ LES PASÓ?

No1:abe dnda de que todas las poblaciones indigenas del país declinaronen tamaño después de la Conquista, pero unas lo hicieron más dramáticamenteque otras, e incluso los cambios no ocurrieron en toqas partes al mismo tiempo.Hay diferencias en el tiempo y en el modo en las secuencias de cada catástrofedemográfica de la población nativa, que han tratado de ser explicadas acudiendoa la más amplia variedad de razones. Afortunadamente los historiadores yantro-pólogos han sido fecundos a la hora de mostrar estos procesos en aquellas partesdel país donde se encuentran documentos españoles que se refieran al tema, esdecir, en aquellas partes donde se pudo establecer un sistema de encomiendas,y donde la tributación y la mano de obra hicieron de la demografía indígena unaspecto clave de la dominación coloniaP'}.Una de las propuestas mejor conoci.das sobre este aspecto fue la de Cook y Borah4(), quienes a partir de ,losestudiosde Colmenares y Friede en Pamplona, Iunja y la Cordillera Central, propusie-ron que el decrecimiento de la población indígena fue mucho menor en las tie-rras altas que en las bajas. Tovar41, por su parte, consideró importante distinguirvarias clases de contacto entre los conquistadores y las poblaciones nativas, deacuerdo con las cuales el decrecimiento pudo haber seguido dinámicas distintas.Otros han preferido atribuir los cambios al diferente impacto de las plagas. aun-que a su vez esta variable se asocia frecuentemente a la cuestión del clima. Otros

más temprana no se relaciona con alteraciones del paisaje, pero ya después dela era cristiana algunos cambios se pueden asociar con actividades antr6picas,yen particular la necesidad de despejar áreas cada ve~ mayores de bosque conel fin de cultivar". Además, los análisis de polen en la '''''"!lna La Magdalena, enel páramo de las Papas, ratifican esta Uúormación: hace cerca de dos mil añoslos cambios que sufrió la vegetación se pueden explicar al menos en parte por la

intervención humana36•En el otro extremo del país, en la Sierra Nevada de Santa Marta, los estu-

dios hasta ahora realizados sugieren que la ocupación humana también alteró elpaisaje: en el sitio de Buritaca 200, por ejemplo, aparecen evidencias del cultivode maíz, aguacate y posiblemente yuca, así como de una considerable, aunqueno total, reducción de la vegetación arbórea37• Habría que agregar que en regio-nes que tradicionalmente se asumen como poco pobladas, y que aún no hansido estudiadas arqueológicamente, como los llanos orientales, la AmazonÍa y elChocó, existen evidencias de transformaciones en el paisaje gradas a la actividadhumana. Por ejemplo, en todas ellas hay indicios de que hace unos cuatro milaños los indígenas incrementaron la presencia de ciertas palmas311•

No sobra recordar que lo anotado para la región calima no es en modo algunouna excepción: en varios de los estudios ya citados, como los de la Sierra Nevada y

~5 Robert Drennan. Luis Fernando Herrera y Fernando Piñeros, "El Medioambiente y la ocu-pación humana", Prehispanic Chie/dams in the Valle de la Plata, Volumen 1, Luisa Femanda

Herrera, Robert Ofennan y Carlos Vribe eds. (Pittsburgh: University of Pittsburgh y

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Chenevo and Mozambique: a transect synthesis~, 7he Holt:ene 12, n.O1 (2002): 35.48.

COLOMBIA. PREGUi'lTAS y RESPUESTAS SOBRE SU PASADO Y SU PRESENTE

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'¡1 Juan VUlamarín y Judith Villamarín, ~Native Colombia".

';3 Cad Henrik Langebaek. ~Patologias de la población muisca y la hipótesis de la economía

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autores han destacado que incluso el estado de salud de la población indígena,en el momento del contacto, puede ser una variable importante para entenderpor qué unas poblaciones decayeron más rápidamente que otras42,

Algunos de los anteriores temas pueden ser discutidos haciendo abs.tracción de la información empírica. Por ejemplo, las enfermedades que másparecen haber afectado a las poblaciones nativas generalmente involucraroncomplicaciones pulmonares, que son mucho más comunes en las tierras altas.Además, muchas de las enfermedades tropicales que hoy se asocian con lastierras bajas fueron introducidas desde el Viejo Mundo, especialmente desde

... ,,7 el África, en épocas que parecen posteriores al descenso demográfico. Otrostemas pueden o no ser relevantes, pero simplemente no cuentan con respaldo;es el caso de la sociedad rnuisca, que ha sido con frecuencia descrita como unapoblación sujeta a serios problemas de nutrición, pero a partir de informa-ción ampliamente debatida43• Una propuesta del mayor interés es la de ElmanService44• Para dicho autor resultaha intrigante que a pesar de que lo que hoyes América Latina había sido conquistada por la misma sociedad, cuyos miem-bros seguían los mismos intereses, el resultado había sido completamente dife-rente: en algunas partes la poqlación indígena había sido e.:ct:erminadapor com-pleto, como fue el caso del Cono Sur, mientras en otras la población se mezcló(Colombia incluida), y en algunas otras buena parte logró sobrevivir al colapso,como es el caso de Bolivia, Perú o México, donde hoy los indígenas constituyenun porcentaje importante de la población. A partir de esa observación, Senrjceconcluyó que cuanto más parecidas la sociedad conquistada y la sociedad con-quistadora, la primera tuvo más posibilidades de sobrevivir. Concretamente,propuso que donde existía una población sedentaria y numerosa, con múlti-ples articulaciones políticas y sociales más allá de la comunidad autónoma, sedjo una mayor posibilidad de éxito para sobrevivir a los principales factores

45 Linda Newson. Mlndian Population Patterns in Colonial Spanish America~, Larin American

Research Review 20. n.o 3 (1985): 41-72.

45¿cuÁN'!'os ERAN? i,DÓNDF. ESTA8AN'~ ¿QuE LES PASÓ?

que ocasionaron el descenso demográfico: la enfermedad, la violencia de laConquista y la explotación colonial. En contraste, las sociedades que eran másdiferentes a su conquistador, por ejempl9 los cazadores-recolectores, menosdensos y más autónomos, no estuvieron en capacidad de generar excedentesni eran fáciles de controlar en núcleos de población sedentarios. Fueron sim-plemente, más que un reservorio de mano de obra explotable, competencia portierras, por lo general resultaron exterminados.

Más recientemente, Newson45 complementó la propuesta de Service, agre-gando que además de la naturaleza de la sociedad indígena, era importanteentender las formas de trabajo colonial y la distribución de recursos; segúnesta propuesta, las poblaciones se recuperaron más rápido en aquellas regio-nes donde los trabajadores tuvieron las mejores condiciones, mientras queen aquellas partes donde la población fue sometida a la .esclavitud, ésta tuvopocas oportunidades de sobrevivir: en general, donde se desarrollaron formasde trabajo libre y los españoles contaron con la capacidad de acumular riquezay aceptar mejores condiciones de vida de los trabajadores, la población tuvo laoportunidad de recuperarse más rápidamente.

En el esquema de Service, Colombia se clasifica como América mestiza,vale decir, como una región donde el descenso demográfico después del sigloXVI no fue tan brutal como en el Cono Sur, pero donde la población indígenano sobrevivió, biológica y culturalmente, con el éxito con el que lo hizo en Perú,Bolivia o México. No obstante, Colombia es un país complejo porque no eshomogéneamente mestizo: en algunas partes sobrevivió la población indígena,en otras se mezcló y en otras fue exterminada. Colombia, por así decirlo, parecepresentar varias de las alternativas que Service explora en su trabajo, annquesiga siendo cierto que en relación con otros países del continente el mestizajeavanzara considerablemente. Es indudable que la mayor parte de las sociedadesque encontraron los conquistadores en lo que hoyes Colombia se encontrabanen un nivel intermedio entre los cazadores-recolectores, y que generalmentesobrevivieron al embate colonizador en un rango intermedio entre las socie-dades más sencillas y las grandes civilizaciones. No obstante, el panorama que

COLOMBIA. PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE SU PASADO Y SU PRESENTE44

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-'6 Hermes Tovar, ~Estado actual de los estud.ios~; Nancy Morey y Robcrt Morey, ~Foragers and

F'armers: Differential Consequences ofSpanish Contactfl, ElhnohLswry 20. n.O 3 (1973): 229-246.

se presenta en Colombia fue de mayor diversidad. Aunque es verdad que encomparación con otros países no sobrevivió un porcentaje alto de poblaciónindígena, y que tampoco fue arrasada del todo. existen procesos diferentes:unas regiones donde la Conquista diezmó a la población sin que ésta se recupe-rara, y otras donde el impacto fue seguido por un considerable aumento de lapoblación a largo plazo. Sin duda, las razories para ello son muy diversas.

Indudablemente, algunos grupos indígenas sobrevivieron física y cultural-mente porque se encontraban apartados del dominio españolo colombiano. esdecir, lejos de la enfermedad y la explotaciónoll

" pero esto sólo aplazó su tragedia

hasta épocas más recientes. En la mayor parte de los casos las comunidadesindígenas y los españoles no pudieron evitarse, así que las explicaciones debenser más complejas. Los casos arqueológicos hasta ahora investigados permitenespecular sobre las causas de las diferentes historias demográficas después dela Conquista española. En primer lugar, parece obvio que no existe una correla-ción con la densidad de población en el momento de la Conquista: las regionesmás densamente pobladas sufrieron descalabros considerables, mientras quesi lo que se argumenta en este artículo sobre los muiscas es cierto, su densidadde población no era la más alta cuando arribaron los españoles, y a la postre larecuperación demográfica fue la más notable del país. En este sentido no sobrarecordar que la organización social muisca era compleja y que en su territoriolos españoles lograron no sólo establecer importantes centros políticos, sinotambién un sistema de encomiendas relativamente exitoso que favoreció unnutrido mestizaje. En este caso la hipótesis de Service y Newson tendría sen-tido, pero quedaría por explicar el caso de los taironas o de otras sociedades,incluyendo las del alto Magdalena, que sin duda también tenían cierto grado dejerarquización política. Lo cierto es que en esas regiones los españoles fracasa-ron al tratar de imponer un sistema de encomiendas viable.

Otra posibilidad se refiere a la relación entre las condiciones ambien-tales y la recuperación: las poblaciones de la costa parecen haber sufrido eldescenso más dramático. En contraste, las de Fúquene y del Valle de Leiva,ambas sobre valles fríos andinos, tuvieron una robusta recuperación. Aburrá,

,6 COl.OMBL4.. PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE SU PASADO Y SU PRESE.'ffE ¿CUÁ,'l"TOS ERA.,"'? ¿DÓNDE ESTABA.V? ¿QUÉ LES P.-\Só?

que corresponde a un valle de clima templado (l600 msnm), también tuvo unabuena recuperación. aunque no tan amplia como la de los Andes orientales. LoscasOS de Tierradentro y Yacuanquer son más difíciles de evaluar, puesto quelas regiones estudiadas corresponden a quebradas y cuencas que abarcan unaamplia gama de zonas climáticas, desde tierra caliente por debajo de los 1000msnm hasta cerca de los 3000 msnm. Quizá lo anterior ofrezca illla pista impor-

tante sobre los tres casos donde la recuperación parece más generosa: ademásde ser valles andinos. son planos, bien delimitados y fértiles, y están ubicadosa una considerable altura sobre el nivel del mar. Por cierto, también en los treshay evidencias de cacicazgos consolidados a la llegada de los españoles, peroesa no parece ser la diferencia fundamental con otras partes del pais.

Por ahora existen más preguntas que respuestas. Se puede plantear como

hipótesis que las condiciones ambientales no ayudan a explicar por qué enciertos lugares se desarrollaron sociedades más complejas que en otras, perosí ayudan a comprender por qué algunas regiones se recuperaron del desastredemográfico más rápido, teniendo en cuenta que esas regiones donde la recu-peración fue más notable estaban habitadas todas, y quizá especialmente enel caso de los muiscas, por sociedades con Wl grado de jerarquización polí-tica importante. Al menos, un punto de partida legítimo consiste en recono-cer que el tamaño de la población indígena a la llegada de los españoles fue

bastante alto al menos en las regiones estudiadas, tanto que sólo se habriarecuperado hace no más de cien años. En fin, los resultados arqueológicosrespaldan las ideas de algunos de los cronistas, tomados muchas veces comoautores que exageraban el número de indígenas para engrandecer sus propiasconquistas. Desde luego no se trata de hacer honor a los conquistadores, sinode poner de manifiesto el enorme impacto de su obra en términos de la pobla-

ción que desapareció como resultado de los procesos que, voluntariamente ono, iniciaron ellos mismos.

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5" COLOMBtA. PREGUNrAS y R£SPUESTAS SOBRE SU PASADO Y SU PR£Sf.,,'nE ¿cuÁNTos ERAN~ ¿oÓND£ ESTARAN~ ¿Qui LES PASÓ~ 5'

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COLOMBIA. PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE SU PASADO Y SU PRESENT,E

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Evangelización o conquista espiritual. La Iglesia colombiana en laConquista y la Colonia

Fernán González"

Introducción

La historia política colombiana se ha caracterizado. durante casi todo elsiglo XIX y la primera mitad del xx, por intensos conflictos en tomo al papel dela Iglesia católica en la sociedad colombiana: estas tensiones llegaron a consti-tuirse, según algunos, en la frontera divisoria entre los partidos conservador y

liberaL En esos conflictos no estaba en juego la adhesión a la fe católica, com-partida por la mayoría de los miembros de esos partidos, sino el papel socialy político de la Iglesia, especialmente en el campo educativo yen el control dela "ida familiar. Para entender la importancia de este papel hay que remon-tarse a los comienzos de la implantación de la Iglesia católica en el continenteiberoamericano, los procesos de evangelización de la población aborigen y delos esclavos traídos del África, lo mismo que a la contribución de la Iglesia enla configuración de la sociedad criolla. Estos procesos constituyen el origendel peso social, económico, político y cultural del estamento eclesiástico en la

historia colombiana.Por otra parte, esta mirada a la historia colonial plantea, desde el principio,

la necesidad de una reflexión sobre el sentido del trabajo histórico, comoencuentro de temporalidades y cosmovisiones: en todo trabajo histórico hay undiálogo implícito entre dos culturas, entre dos concepciones del mundo. Paranuestro caso particular, no es fácil para una mentalidad del siglo xx, muchomás secular y pluralista, al mundo del siglo XVI, cuya sociedad era estática. tra-dicional, sacralizada, donde la presencia de la Iglesia era muy importante. La

Director del Observatorio Colombiano para el Desarrollo Integral, la ConvivenciaCiudadana y el Fortalecimiento Institucional. Correo: [email protected].