cardenio bedoya "derrida acerca de la universidad"
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Comentarios sobre conferencia de Jackes Derrida dictada en España.TRANSCRIPT
latinización de usa
October 24, 2010
Interpretando a Derrida: quizá.
Por Cardenio Bedoya
En Marzo del año 2002, Derrida fué invitado a dictar una conferencia en la Universidad de
Murcia en España sobre el tópico de la Universidad y su porvenir, dentro del marco de la
controversia y discusión generadas por su conferencia en la Universidad de Stanford acerca
del papel de las humanidades el año inmediatamente anterior. Me propongo hacer un
resumen comentado de las ideas expresadas por este pensador en su conferencia en Murcia.
El cuerpo de su conferencia está dividido en cuatro capítulos a los que me arrogaré la
facultad de titular.
Inicialmente plantea la idea de la universidad sin condición en el que va más allá de la
manida libertad académica que fué uno de los caballitos de batalla de las revueltas
estudiantiles de la década del setenta en toda América Latina. La universidad sin condición
deconstruye el concepto de la libertada académica para generar un nuevo espacio de
objetivo académico para la universidad postmoderna: la libertad incondicional de
cuestionamiento y proposición.
Creo que Derrida quiere plantear la capacidad que debería tener la universidad de criticar y
cuestionar el entorno social, politico y económico sin temor a represalias y persecución por
parte de los detentadores del poder y sus aparatos de seguridad. Agregaría, que la
universidad debería ser un campo de batalla intelectual permanente en esa búsqueda y lucha
implacable por encontrar e interpretar la realidad…En este punto la universidad debería
tener la libertad de cuestionar y deconstruir cualquier cosa e inclusive de proponer los
sustitutos necesarios para romper con su vigencia.
Derrida entonces adiciona más ingredientes a su manera de cocinar. A la libertad
incondicional de cuestionamiento y proposición le agrega el derecho que debería tener la
universidad a decir públicamente un pensamiento de la verdad. Aparece entonces un
término básico para entender el papel de la universidad: la verdad. Entiendo que Derrida
intenta darle esa fuerza de choque y fecundación que tiene la búsqueda de la verdad,
especialmente con el toque postmodernista que la devela como un producto social
cambiable, fragmentario, complejo y fluctuante. Con su estilo persuasivo concluye Derrida
quela universidad hace profesión de la verdad, frase simple y transparente que tiene la
fuerza y la potencia de ubicar el papel de la universidad en el ojo de la espiral del
conocimiento. Se inicia así un proceso iterativo dentro de una deconstrucción que se repite
y se repite cada vez que cambia el concepto de verdad. Yo las llamaría las revoluciones
llevadas a cabo por el cambio de la verdad. Dentro de este mismo parámetro Derrida
expresa que el compromiso de la universidad para con la verdad debería ser sin
límite: universidad sin condición y sin límite. Ese debería ser es un condicional que implica
la utopia de lo que se esperaría, pero me detendré en este tema al final.
Posteriormente Derrida nos introduce en el campo de la humanización mediante el
encadenamiento que hace de la relación de la verdad con el hombre. En mi opinión, y desde
el punto de vista deconstructivo, el acontecer del hombre define la verdad, el hombre
produce la verdad, y esa verdad al mismo tiempo es deconstruida por la duda de la verdad,
por el cuestionamiento que se hace del enunciador de esa verdad problematizada, del ser
humano social que define esa verdad. A este nivel Derrida cuestiona y asume que el
término globalización no abarca ni llena las expectativas humanísticas del hombre por lo
que rechaza su uso, y en su lugar utiliza mundialización como paradigma que si explica la
relación conceptual hombre-humanización. De acuerdo con Derridamundialización es
humanización, como un nuevo concepto de humanidades. Mundialización entendida de esta
manera entra a formar parte como último elemento constitutivo del cuerpo de la utopía
derridiana, que a la vez deconstruye: Esta universidad sin condición y sin límite no existe,
de hecho.
Si observamos la universidad postmoderna en cualquier punto del planeta, esta está
sometida a las presiones y dogmatismo ideológico de quienes detectan el poder. Remito al
lector a la lectura de Marc Zimmerman: Globalization, Privatisation, Americanization and
De-Nationalization: The Decline of Latin American Universities in the new World Dis-
Order en la que se explica claramente este tema. Para Derrida hay acciones de presión
externa a la vida universitaria que desencadenan una resistencia interna. Este campo de
conflicto es el intersticio donde Derrida busca la incondicionalidad. Para tal efecto, Derrida
dice que si la universidad fuera incondicional podría cuestionar y deconstruir todos los
poderes que la presionan a actuar con restricciones y limitaciones.
A mi parecer aquí Derrida plantea un nuevo paradigma para la universidad con el concepto
de mundialización. Si pienso en las consecuencias de la humanización de la universidad
dentro del marco mundial de mundialización, le estoy dando un papel más universal a la
universidad. Es quitarle el ropaje o tatuaje local, regional o nacional a la universidad para
vincularla con la mundialización, o mejor dicho con la humanización, con el hombre
mundial, con la universidad sin condiciones y sin límites. El reto que realmente plantea
Derrida es el de sacar a la universidad de su recinto.
Para Derrida el nuevo concepto de humanidades incluye: el derecho, las teorías de
traducción, teoría literaria, filosofía, linguística, antropología, psicoanálisis y los principios
de libertad, autonomía, resistencia, y desobediencia o disidencia. Mi interpretación es que
el derecho adquiere una connotación especial debido a la vigencia que tendrán en el futuro
los cambios jurídicos, en especial desde el punto de vista jurisdiccional e internacional o
planetario. Derrida pone como ejemplos la declaración de los derechos del hombre y la
mujer y Yo agregaría en esta discusión el papel que cumplirá el derecho ante el nuevo rol
del estado, los cambios en el plano de la soberanía nacional, las leyes de inmigración, las
relaciones laborales a nivel mundial, los derechos de autor, marcas y patentes, regulación
de las comunicaciones, declaratorias de guerra, en fin, toda una serie de paradigmas que
tendrán que ser resueltos en el ámbito internacional, o para estar de acuerdo con Derrida en
el campo de la mundialización. La teoría literaria entendida como humanización o
desarrollo histórico de la humanidad. El hombre como centro real y ficción al del
imaginario narrativo. El desmonte de mitos tan arraigados como el de la extraterritorialidad
del campus universitario, que tienen un orígen más teológico que laico. El Vaticano goza de
extraterritorialidad y autonomía dentro de la nación italiana. ¿Es esta la solución para la
universidad? En cuanto a la capacidad de resistencia y disidencia de la universidad,
entiendo que su orígen esta moldeado por el papel vanguardista que siempre se le ha dado a
la universidad. Vanguardia política e intelectual que genera rupturas de pensamiento para
darle nuevas formas de vida a la sociedad. Avanzada que defiende a los que no tienen
representación o voz ante el poder. Vanguardia científica que abre el camino para el
asentamiento de nuevos paradigmas y verdades. Vanguardia investigativa para desarrollar
nuevos campos del saber. ¿Cómo va a actuar y ejercer la universidad su profesión de la
verdad en este medio caótico, transnacionalizado, hipermercantilizado?
Para explicar el término profesar, Derrida hace una genealogía de esta palabra apoyado en
la tesis de Austin, quien define dos campos específicos: el performativo y el constatativo.
El trabajo performativo produce algo, un acontecimiento un producto, y siempre está
acompañado de una promesa, de un compromiso. El hombre es el único en capacidad de
prometer algo. De otro lado el trabajo constatativo es teórico, es la doctrina.
Parte I Como sí.
Esta proposición subordinada, con el condicional sí, implica diferentes intrepretaciones, y
maneras de abordar y ver un problema. Incluye además la duda. La misma duda de los
“juicios reflexionantes” de Kant y la “duda metódica”de Descartes. Como si Derrida se
hubiera propuesto plantear el porvenir de la universidad bajo unos condicionantes que son
más bien deseos e imposibles de la duda. Este como sí metódico va a servir a Derrida como
punta de lanza para explicar la profesión de la verdad en el futuro.
La universidad como sí de lo virtual. Para Derrida la virtualización del trabajo universitario
ha desestabilizado su hábitat, al tiempo que deja un camino abierto para la deconstrucción
puesto que ya toda acción o evento tiene una huella, y donde quiera que existan huellas
habrá deconstrucción. La no presencia del trabajador, del trabajo y del resultado de ese
trabajo en el mismo sitio de trabajo ha llevado a una reconsideración del papel
del profesor en el campus universitario. Según Derrida se trastorna la topología tanto en sus
fronteras disciplinarias como en los lugares de discusión. Me parece que Derrida hace
alusión al cambio drástico que ha sufrido la universidad en cuanto a la transparencia para
ofrecer y buscar información. Es una especie de democratización de la información por su
fácil acceso y distribución que esta afectando la comunicación del saber en todos los
niveles. Para Derrida el trabajo es ahora teletrabajo o trabajo virtual, cibermundo. Apoyado
en Rifkin, Derrida habla de la tercera revolución industrial. Esta no es la época de la
electricidad, el automóvil y el petróleo, es la era del ciberespacio, con una caracterización
muy específica: los empleados que pierden su trabajo por culpa de la mutación científico-
tecnológica no pueden ser absorbidos por otros sectores. Parece ser que Derrida es
pesimista en su diagnóstico de la capacidad que tienen los sectores productivos de generar
empleos. Más bien generan desempleo, desempleo permanente. Esa es la diferencia con las
anteriores revoluciones industriales.
De acuerdo con Derrida para que el como sí ocurra se requiere que se interrumpa el orden y
la lógica de ese como sí, el evento que quizáocurra en el futuro. La utopía.
Parte II. Profesor y trabajar.
Me llamó la atención que Derrida hiciera referencia a los teaching assistant en los Estados
Unidos como ejemplo de personas que por mucho que trabajen como profesores no van a
ser considerados como tales sino como estudiantes. Al estudiante no se le considera un
trabajador. Luego Derrida afirma que se puede trabajar mucho sin que el efecto o el
resultado del trabajo sea reconocido como un trabajo (en el sentido de lo que queda después
del trabajo) Cabe preguntarse entonces, ¿Qué es lo que hace un profesor? ¿Produce una
obra? Solo los artistas firman sus obras. Y ¿Qué ocurre cuando el profesor escribe un libro?
¿Una poesía? ¿Una pintura? Y ¿Qué pasa con el profesor que profesa saber o produce
conocimiento, pero no escribe libros? De todas maneras es un producto, una obra
intelectual que debe estar protegida por una especie de inmunidad. Al Derrida tratar de
darle forma a este concepto de inmunidad o intocabilidad de la obra o el trabajo del
profesor, hace referencia a la inmunidad parlamentaria, la inmunidad diplomática y la
inmunidad biológica. Es la vacuna para el profesor para protegerlo en el uso de su libertad.
Es la tenencia que asegura la permanencia del profesor. Es la inmunidad que le da al
profesor poder de profesar públicamente y de escribir libremente.
Parte III. El Fin del Trabajo.
Este es el título del libro de Jeremy Rifkin al que tan reiterativamente se refiere Derrida en
su conferencia y que retoma para explicar el fenómeno actual de la mundialización que es
incapaz de ofrecer un trabajo para todos. Por el contrario los recorta de acuerdo al avance
desenfrenado de las comunicaciones. Se ha caido dice Derrida en un olvido de los
olvidados del mundo, de las víctimas excluidas de tener derecho a un empleo. Las víctimas
del desempleo. Yo diría que es una deshumanización de la mundialización que de alguna
manera afecta a la universidad. Al menos en los paises latinos la afectación es mayúscula
porque se dan ejércitos de profesionales desempleados o subempleados. ¿Cuál es la moral o
motivación de los estudiantes universitarios cuando no ven la posibilidad de emplearse en
el mercado laboral en el futuro? ¿Cuál es el costo social-generacional para un pais en el que
su educación superior pertenece a un grupo social amenazado por el más alto desempleo?
Derrida finaliza esta parte llamando a un estudio deconstructivo de la historia de las
humanidades. Aunque no reconoce positivamente a los estudios culturales, Derrida los
incluye como modo confuso de la interdisciplinariedad para ser tenidos en cuenta en esta
tarea deconstructiva de las humanidades.
Parte IV Proposiciones. Estudiar la Historia. La propuesta de Derrida:
1. La historia del hombre. Empezar con dos performativos jurídicos: Las declaraciones de los derechos del hombre y de la mujer y el concepto de crímen contra la humanidad.
2. La historia de la democracia y de la idea de soberanía.
3. Historia del profesar, de la profesión y del profesorado. Idea teológica de soberanía y del trabajo.
4. Historia de la literatura y del concepto de literatura. 5. Historia de la profesión de fe. El fin de una determinada figura del profesor y
de su supuesta autoridad. 6. Vuelco en la historia del como si y de la distinción entre actos performativos
y constatativos. 7. Quizá revolucionar o arruinar la autoridad misma que en la Universidad en
las humanidades se atribuye: al saber, a la profesión de fe, los actos performativos.
Derrida retoma a Nietzsche para explicar la posibilidad de su imposible, de su
utopía. Para ello dice que los acontecimientos dependen de un quizá que concuerdan
no con lo posible sino con lo imposible. En este manejo sintáctico, el quizá, esa
denotación de la duda de lo que puede ocurrir, lo relaciona Derrida con el sí de
como sí.Quizá es sí. Puede ocurrir. Y ¿Qué puede ocurrir? ¿La utopía? Muchas
cosas. Pero Derrida identifica el afuera y el adentro de la universidad. Los pone en
conflicto, y en esa nueva frontera es donde busca la respuesta que la universidad y
las humanidades deben dar. Organizar una resistencia en alianza con fuerzas extra-
académicas contra las fuerzas culturales, políticas, ideológicas y económicas
externas. Para Derrida la universidad tiene que pensar en salirse del recinto, de su
ubicación física. Romper con esta limitante y tener presencia en todas partes donde
sea posible legitimar su discurso de incondicionalidad. Virtualizarse en su papel es
lo que se esperaría de la universidad. Para Derrida la universidad debería buscar
aliados en todos los sectores para pensar, repensar, poner a pensar y ser pensada por
otros. Yo creo firmemente que la universidad debería someterse a una constante
auditoría por parte de la sociedad para mantenerla viva, actuante y vigilante con
respecto a su relación con el hombre, la sociedad, el pasado, el presente y el futuro.
Evitar a toda costa su burocratización y enclaustramiento docente con profesores
que profesan la pedantería, la subvaloración de los estudiantes y la apropiación
arrogante de la ciencia y el conocimiento. Una universidad que difiere del concepto
de democracia que cada dia restringe, limita y condiciona más la vida mundial, la
humanidad.
Finalmente y como especie de conclusión trataré de comentar las propuestas que hace
Derrida con respecto al porvenir de la universidad. Estas propuestas o proposiciones son un
plan de trabajo académico e investigativo para los intelectuales dedicados a las
humanidades en las universidades y que prácticamente tiene alcance desafiante para este
nuevo siglo.
Los performativos jurídicos que históricamente han encajado la vida del hombre en
regulaciones y convenciones. Los derechos del hombre y los crímenes contra la humanidad
harían parte fundamental para el desarrollo y contraste de la historia de la historia del
hombre como habitante de este planeta. ¿Qué es la vida? ¿Es la vida una definición
jurídica? Es una tarea que se relaciona con muchísimas cosas que definen la vida del
hombre, pero que entra a deconstruir el papel del estado y su esencia de garante de la
soberanía, la libertad, la justicia y la igualdad.
Como efecto de lo anterior, la deconstrucción de la democracia como acontecer diario, que
pasa, que vivimos, que sentimos. Deconstruir las condiciones que hacen de la democracia
un cuerpo destrozado y carcomido por los grupos de poder. La historia de la democracia
mostraría entonces las distorsiones y monstruosidades de su permanente manipulación. Qué
de la democracia en la actualidad, en el desarrollo de la tercera revolución industrial. ¿Cuál
es el papel de la democracia en la actualidad? No podemos seguir aceptando el concepto de
democracia en el que las minorías siguen detentando el poder.
La historia del profesor, del profesar y de la profesión. Una universidad sin condiciones y
sin límites no existe de hecho, dice Derrida. El nuevo profesor virtualizado que se mueve
igual al interior o al exterior de la universidad buscando alianzas y formando disidencias.
Profesar la verdad como un compromiso de la vida docente. Es la profesión de profesor que
profesa la verdad la que necesita de una inmunidad que la proteja de los ataques certeros de
la moral de los grupos enquistados en el poder. El derecho a pensar.
La literatura entendida como humanidad. La vida es la literatura. La vida que tuvimos, la
que tenemos y la que vamos a tener. La vida real y ficcional. La vida y la utopía. Lo posible
contra lo imposible o viceversa. La expresión libre del hombre, su mente al servicio de la
mente.
Quizá todo esto se pueda dar si logramos que el hombre use su capacidad intelectual para
deconstruir el mundo distorsionado en que vivimos. Como si de todas las posibilidades
existentes escogiéramos la más difícil de lograr: la utopía.
Bibliografía
Derrida, Jacques. La Universidad sin Condición. Traducción de Cristina Peretti y Paco
Vidarte. Derrida en Castellano. 30 Nov 2004. Online.
Http:/www.personales.ciudad.com.ar/Derrida/universidadsincondicion.htm
Peters, Michael. Derrida, Pedagogy and the Calculation of the Subject. Journal of
Educational Philosophy and Theory, Vol 35, Número 3, 2003 (314-331)
Zimmerman, Marc. Globalization, Privatisation, Americanization and
De-Nationalization: The Decline of Latin American Universities in the New World
Dis-Order. University of Houston. 2002
Posted by cardenio bedoya at 6:49 PM
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