carbono chile - la segunda

Huella de Carbono en Ch ile

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mitos y verdades sobre el rotulo “CarboNo Neutral”pabelloN ChileNo eN expo shaNghai mide su Co2

mi huella persoNal: maria igNaCia beNitez, miNistra de medio ambieNte

Huella deCarbono Chileen

MIERCOLES 28 dE abRIL dE 2010

encabezan esfuerzos por reducir emisiones

Agroexportadores

paginas Huella de carbono.indd 1 26-04-2010 19:05:36


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Activo verdel Agroexportadores se preparan para mejorar su competitividad

HistoriAs destAcAdAsl Pabellón chileno en Expo Shanghai neutraliza su huella l Natura imprime un sello sustentable a sus productosl Chilectra estimula el uso de energías ecológicas l May Day Network reúne a 20 empresas contra el cambio climático l Con autoabastecimiento energético Arauco reduce sus emisiones

entrevistAl Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores (Asoex)

reportAjel Mitos y verdades sobre el sello “carbono neutral”

innovAcionl U. Santo Tomás mide el carbono de las frutas de exportación l U. de Los Lagos desarrolla biocombustibles de “huiro”

Mi HuellA personAll María Ignacia Benítez, ministra de Medio Ambiente

Sumario

Editora: Carolina Mayorga Periodistas: Pamela Pinto / Cristián Arévalo / Felipe De Ruyt Diseño: Marisol Sandoval Fotos: Rodrigo Merino / Alvaro GonzálezDepartamento Comercial: Pilar Rodríguez: 3301484 / Carol Sánchez: 3301751

Directora: Pilar Vergara Tagle Vicepresidente Ejecutivo: Felipe Edwards del RíoRepresentante Legal: Jonny Kulka Fraenkel

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El packing es una de las fases críticas en las que los exportadores agrícolas pueden reducir significativamente su huella de carbono mediante nuevas tecnologías y mejores procesos.

Cuando el gobierno de Francia anunció que desde enero de 2011, a partir de la puesta en marcha de la Ley Grenelle 2, exigirá que la etiqueta de

cada producto que se comercialice en ese país informe sobre la cantidad de CO2 que genera-ron su producción y transporte, la campanada de alerta sonó fuerte entre los exportadores agrícolas y alimentarios chilenos.

Las señales, en todo caso, venían desde mucho antes. “Ya desde fines de 2007 reci-bimos varias alertas desde Europa de que el gran título era ‘consuma productos locales”’, reconoce Paola Conca, jefa de Medio Ambiente y Calidad de ProChile.

Los riesgos para los exportadores chilenos son diversos. El primero se basa en que entre las compañías de los sectores agrícola y de alimentos eran muy pocas las que habían cal-culado sus emisiones por tonelada de producto puesto en los anaqueles externos. El segundo es un condicionante impuesto por la geografía, ya que los productores locales tienen que cubrir las distancias más largas –miles de kilómetros de carbono por mar– para llegar a los países de destino. Por eso, “todo el que hoy día está llegando a mercados desarrollados con productos de calidad está preocupado”, confirma Ricardo Carrasco, director del Programa Bioenergía, Estudios y Competitividad del Area Bosques, Industria, Construcción y Servicios Sustentables en Fundación Chile.

“El nuevo Gobierno está pendiente de este tema y Odepa está intentando reunir a los actores que están empezando a participar en este importante asunto. Estamos tomando

mejorar su competitividad

iniciativas, pero de carácter voluntario (desde el punto de vista de los privados) y por ningún motivo regulatorio u obligatorio”, enfatiza Gustavo Rojas, director nacional de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) del Ministerio de Agricultura.

AvAnces en investigAcion

La urgencia, por lo pronto, se tradujo en que 2010 será el año de los estudios en este ámbito. Por estos días se darán a conocer los resultados de uno de los análisis más completos hasta ahora sobre qué metodología emplear para medir en el agro la huella de carbono, encargado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y realizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).

En paralelo, prácticamente todos los orga-nismos ligados al tema tienen gente “de cabeza” realizando investigaciones y preparando giras tecnológicas para agricultores y productores. Todo este esfuerzo, señalan expertos, debería producir este año un “salto” en la comprensión

ConsCientes de que este seCtor es uno de los más impactados por las crecientes exigencias ambientales de los mercados desarrollados, agricultores y empresas agroalimentarias avanzan en sus estrategias de medición y reducción de carbono.

Continúa en la página 4

más detallada del impacto de la huella de car-bono en este sector de la economía.

Sergio González, investigador del INIA a cargo del estudio, adelanta algunas líneas de acción a seguir, como la determinación de las “fases críticas” o puntos del proceso productivo donde se pueden disminuir las emisiones de CO2.

Dichas fases dependen del producto y de la tecnología que se use en el procesamiento. En algunos, por ejemplo, están a nivel de pac-king, mientras que en otros en la producción de campo o en la poscosecha.

“Uno de los elementos que a mí perso-nalmente me sorprendió mucho es que el transporte no es tan relevante en la huella como se podría haber supuesto. En el fondo, a nosotros se nos dice que dado que estamos tan lejos de los centros de consumo, la huella de nuestros productos al llegar a Europa está muy inflada producto del transporte marítimo. Sin embargo, esa distancia no se ve reflejada porque el transporte tiene una incidencia menor. Dicho en otras palabras, no porque un producto venga de un lugar remoto va a tener una huella de carbono necesariamente mayor que otro que haya tenido un transporte por distancias menos extensas por tierra”, apunta el investigador.

Este dato es corroborado por otros estudios a nivel internacional. Un análisis hecho por la institución australiana Carbon Reduction Institute muestra que el transporte terrestre es hasta 27 veces más emisor que el marítimo (0,011 kg de CO2-e por tonelada y kilómetro por mar, frente a 0,293 por tierra y en camión).

Agroexportadores se preparan para



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Equivalencias en CO2 (CO2-e) de gases en el agro

1 kg de CO2 1 kg de CO2

1 kg de metano (CH4) 21-25 Kg CO2

298-310 Kg. CO2

5.000-10.000 kg CO2

1 kg de óxidos de nitrógeno (N2O)

1 kg freón

2,10

0,49

5,30

30,90

25,10

4,02

Fuente: Carbon Reduction Institute.

Cuánto carbono se emite al producir distintos alimentos

En kg CO2/kg producto

Fuente: KWR Watercycle Research Institute/INIA.

Llevar una tonelada de uva por mar de Valparaíso a Hamburgo, por ejemplo, dejaría la misma huella que enviar una tonelada de fruta vía camión de España a Italia.

Puntos clave a intervenir

Entre las fases críticas identificadas por el estudio se cuentan los packing, en los que hay alto consumo energético y donde es importante el tipo de gas de refrigeración que se utiliza (ver gráfico). Los gases controlados por el protocolo de Montreal, y que deberían estar eli-minados a partir del 1 de enero de este año, tienen un potencial de calentamiento global (equivalencia o CO2-e) enorme en relación con el dióxido de carbono. “Una unidad de refrigera-ción que use freón en lugar de amoníaco, por ejemplo, evidentemente eleva la huella de carbono del producto”, apunta Sergio González.

Otro punto clave es la productividad, pues su incre-mento no necesariamente se traduce en aumento paralelo de emisiones. “El delta (variación) en producción no es igual al de emisiones: un predio puede arrojar cuatro veces más producción emitiendo sólo el doble de GEI. Por esa vía también se puede disminuir la huella”, precisa.

La investigación de INIA establece, además, que la eficiencia se correla-ciona, en tanto, con la capacitación del personal, que debe estar preparado en todos los niveles para ahorrar energía e insumos claves en este aspecto, como la fertilización nitrogenada, que también deriva en emisiones.

Otro aspecto importante de abordar

es el manejo de residuos vegetales, los que si se depositan en un relleno, producen metano –equivalentes a 21 o 25 veces de emisión en CO2 (ver recuadro)–, pero si se reciclan generan anhídrido carbónico que puede controlarse o compensarse con menor costo.

El estudio encargado por FIA abarcó una decena de productos provenientes desde Atacama hasta Magallanes, entre ellos uva de mesa, manzana, berries y ciruelas, junto a semilla de maíz, quesos y

carne de ovino, “que tienen un nicho muy importante en el exterior

y son el ‘producto estrella’ de una región extrema”, apunta González.

Y aunque la distinción más fina debe esperar a la publicación del estudio, en general se confirma que los productos de origen animal tienen una huella sustancialmente mayor que los vegetales (ver infografía).

contraestacion favorece la Produccion nacional

A su favor, la fruta chilena de exportación tiene que, en general, llega fresca a sus mercados de destino, lo que la hace más competitiva. “Tenemos que comparar la huella de carbono que tiene una manzana europea producida localmente: probablemente tendrá un gasto alto en frigoríficos o en atmósfera modificada. La fruta chilena, en cambio, no requiere que se la guarde tanto tiempo para llegar en invierno a sus mercados”, apunta Rodrigo Echeverría, presidente

de Fedefruta.“La contraestación es nuestra for-

taleza”, recalca Monserrat Valenzuela, coordinadora general de Simfruit, organismo de inteligencia de mercado de la industria frutícola administrado por Asoex.

Esta misma entidad está preparando un desembarco en la Expo Shanghai y la Asia Fruit Logistic con un objetivo ligado a la huella: “Conocer lo que se está haciendo en huertos con energía a partir de celdas fotovoltaicas, que en Vietnam está muy desarrollado”, revela Valenzuela.

la vision de las emPresas locales

Una reciente misión tecnológica a Europa organizada por Corfo en la que participaron varias empresas chilenas exportadoras sirvió para que éstas inter-cambiaran experiencias con sus pares de ese continente. “Una de las sorpresas para nosotros fue que nos pudimos dar cuenta que estamos bastante bien, pues cumplimos con muchas cosas, gracias un poco a los protocolos que ya se nos exigen en términos ambientales”, indica Estefanía Gonzalez, miembro del direc-torio y gerente de Recursos Humanos de Fresh Land Chile, firma exportadora que realiza envíos de uva de mesa y cerezas a Europa y Asia.

Entre los avances que ya han imple-mentado, afirma, se encuentran el uso de bolsas biodegradables y cajas de papel reciclable, junto al empleo de agroquí-micos de bajo impacto ambiental.

“Ya hay clientes, sobre todo en Ingla-terra, que nos exigen ciertas condiciones que nosotros ya hemos incorporado”, afirma. “Esto implica mayores costos, pero también podemos cobrar más: el ser un producto limpio tiene ventajas, pues el cliente y el consumidor final están valorando cada vez más esta característica”, agrega.

Coincide Ricardo Carrasco, de Fundación Chile. “El mercado objetivo es un segmento de consumidores de Europa más culto, con mayor poder adquisitivo, que asciende a entre el 10% o 20% de los consumidores europeos, según muestran distintos estudios y lo que indican recibidores de fruta en Europa. Este es un segmento que presta atención a lo que consume e inclina decisiones y marca tendencias que luego siguen otros

En la busquEda dE nuEvos EstandarEsUno de los avances importantes en

esta materia, enfatiza Paola Conca, ocurrió en el marco de la mesa público-privada de huella de carbono que trabaja desde hace dos años en este tema. “Junto con Odepa y el Ministerio de Agricultura consideramos crucial que Chile estuviera representado en

la discusión de la norma ISO 14.067 (sobre huella de carbono), donde no tenía ninguna presencia. Se invitó al Instituto Nacional de Normalización (INN) y formamos el Comité Espejo en Chile para llevar nuestros plantea-mientos a la ISO internacional”, dice.

“Un tema en el que hay que avanzar

son los estándares. Necesitamos tener nuestros propios indicadores, porque nuestras condiciones no son las mismas que las de Europa. Esta es una oportunidad porque nos da tiempos de conversación y de reflexión para adaptar estos temas a nuestra realidad”, asevera.

Activo verde

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Equivalencias en CO2 (CO2-e) de gases en el agro

1 kg de CO2 1 kg de CO2

1 kg de metano (CH4) 21-25 Kg CO2

298-310 Kg. CO2

5.000-10.000 kg CO2

1 kg de óxidos de nitrógeno (N2O)

1 kg freón

2,10

0,49

5,30

30,90

25,10

4,02

Fuente: Carbon Reduction Institute.

Cuánto carbono se emite al producir distintos alimentos

En kg CO2/kg producto

Fuente: KWR Watercycle Research Institute/INIA.


Estefanía González, miembro del directorio y

gerente de Recursos Humanos de la empresa Fresh Land Chile.

mercados”, dice.Otra de las participantes en la misión

fue Agrosuper, que trabaja desde el año 2000 en este aspecto productivo con resultados como haber reducido su “firma” de carbono en 1 millón de toneladas anuales, “casi el 60% de las reducciones certificadas de Chile durante 2009”, apunta Carlos Andrés Vives, subgerente corporativo de esa empresa.

Ello se logró gracias a programas como la instalación de modernos biodiges-tores –actualmente 8 en total– aplicados a la producción de cerdos. “Y hemos mantenido nuestra competitividad. De hecho, en Asia estamos de igual a igual con los mismos productores europeos”, advierte.

Revela, sin embargo, que todavía falta estandarizar protocolos. “Conversé este verano con gente de la cartera de Agricul-tura de España y pude darme cuenta de que todavía falta mucho trabajo internacional para aunar criterios sobre qué medios usar y qué certificar”, apunta.

Importante elemento de dIferencIacIon

La delantera, por el momento, la lleva la industria del vino en cuanto a la determinar sus GEI, pero podría

ser seguida pronto por otra bebida emblemática para Chile: el pisco. “Una manera de diferenciar nuestro producto del originado en Perú y con otros licores sería que estamos haciendo bien las cosas, y la huella es un elemento importante de diferenciación”, enfatiza el director nacional de Odepa.

Los actores de esta industria se pre-pararían, así, a unirse al creciente número

de empresas agroalimenta-rias exportadoras que están comenzando a trabajar –en medio de gran reserva– para determinar su “línea base” de emisiones de carbono.

“La reticencia que existe acerca de los costos de rea-lizar la certificación no se justifica si se considera esto como una inversión”, explica Alejandro Sánchez, director de Proyectos para América Latina de Green Solutions, consultora que ha desarrollado proyectos para empresas del rubro vitivinícola, entre otras. “Una certificación puede cos-tar alrededor del 1% del costo

de producción de la empresa, así que la utilidad que se puede obtener es tremenda, sobre todo si se considera que incide en reducir costos como el de combustible, por ejemplo”, agrega Didier Vidal, gerente comercial de la consultora.

Por el momento, aún queda tiempo para que los agricultores y agroindustriales adopten las medidas necesarias, asevera Paola Conca, de ProChile, quien recuerda que el mismo Presidente Nicolas Sarkozy recientemente matizó el discurso acerca de las exigencias ambientales francesas –de hecho, retrasó a principios de este año la instauración de impuestos ligados a la huella de carbono–, instalando dudas sobre la final puesta en marcha de la misma Ley Grenelle. “No quiere perjudicar la competitividad de las empresas de su país. Esto nos favorece, en términos de tener más tiempo para avanzar en Chile”, explica.

Reducción de CO2 en procesos productivos: una tarea de todos

Cómo combatir el “calentamiento global” y reducir el “efecto invernadero” son inquietudes que actualmente rondan fuerte en toda la comunidad internacional. Sin embargo, la responsa-bilidad de reducir la canti-dad de dióxido de carbono –principal causante del efecto invernadero– recae en última instancia en cada uno de nosotros.

Situaciones tan simples como comer una manzana, tomar una bebida o utilizar una lavadora son decisio-nes que traen involucrada una cantidad específica de CO2 que se libera al medio ambiente. La cantidad total de CO2 emitida en su producción, transporte y comercialización es llamada la huella de carbono, y evidentemente hay productos que se diferencian por ser más amigables con el medio ambiente.

Por ello es vital pro-mover la entrega de información para que el consumidor –a través de su decisión de compra– incor-pore dentro de su ecua-ción de valor el cuidado medioambiental.

Energía limpia y renovable

Las distintas industrias de Chile ya están comprendiendo la importancia de bajar la cantidad de CO2 que emiten en sus procesos y los consumidores de países desa-rrollados están prefiriendo sistemáticamente aquellos productos y servicios que consideran en su cadena productiva una baja huella de carbono. Como botón de muestra, las viñas

nacionales han tomado una serie de medidas paliativas para bajar su consumo energético –y la consiguiente emisión de contaminantes–,

logrando eficiencias de hasta 20% del consumo promedio de energía en los últimos dos años, según datos obte-nidos en el Infor-mativo Energético de Chile.

Pero la energía no es necesariamente sinónimo de emisio-nes. La hidroelectrici-dad es una fuente de energía limpia y reno-vable que permite asegurar una matriz competitiva y acorde a las necesidades de consumidores más sofisticados. Es por eso que la responsabilidad de reducir la huella de carbono también involucra a empresas generadoras como Colbún, segunda compañía generado-ra de electricidad del Sistema Interconecta-do Central (SIC).

Nuestra fuerte vocación hidroeléc-trica (el año 2009 representó el 69% de su generación), sumado a un com-plemento térmico

eficiente, nos permite tener un índice de intensidad de emisiones de CO2 un 50% inferior al de la Unión Europea, OCDE, Norteamérica y el mundo. De esta manera, se genera un beneficio directo para las industrias productivas adheridas al SIC, al proveerles energía limpia, sustentable y competitiva.

Escribe: Carlos Abogabir, gerente de Asuntos

Corporativos de Colbún.

Distintas empresas chilenas ya han adoptado medidas para reducir la cantidad de CO2 que liberan en su cadena productiva. En el caso de Colbún, la fuerte

presencia de energía hidráulica en el mix de generación, sumado a

un complemento térmico eficiente, le permite tener un índice de emisiones de CO2 un 50% inferior al de la Unión Europea, OCDE,

Norteamérica y el mundo.

una InvestIgacIon realizada por el Instituto de Investigaciones agropecuarias (InIa) a petición de la Fundación para la Innovación agraria (FIa) establece una metodología para calcular la huella en productos agrícolas de exportación en la que identifica a los packing, el manejo de residuos vegetales y el capital humano como áreas fundamentales de abordar para lograr una reducción efectiva de geI.

Paola Conca, jefa de

Medio Ambiente y Calidad de

ProChile.



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Un importante acuerdo firmó este lunes SCX, Bolsa de Clima de Santiago, y Arauco para medir y neutralizar la huella de carbono del pabellón chileno que se presentará en la Expo Shanghai 2010, importante muestra internacional que se desarrollará por seis meses y que servirá de vitrina al mercado asiático.

El acuerdo fue posible gracias a la convergencia de los objetivos que persiguen las instituciones que lo sus-cribieron: la SCX, Bolsa de Clima de Santiago, por su parte, busca diseñar un sistema privado de reducción de emisiones de GEI en Chile y América Latina para mitigar los efectos del cambio climático, mientras que los encargados del pabellón chileno simpatizaron desde el inicio con esta iniciativa, que permite a Chile presentarse en la exposición como el primer país que participa con una muestra completamente neutralizada en su huella de carbono.

Durante la firma, Hernán Somerville, comisionado general de Chile ante la Expo Shanghai, señaló que se encontraba muy satisfecho por esta iniciativa, “que representa claramente los estándares y preocupación de los chilenos en materia medioambiental”.

Arauco, en tanto, tiene por objetivo convertirse en “un referente mundial de desarrollo sustentable de productos forestales”, de manera que es de su máximo interés promover a Chile como una plataforma de sustentabilidad regional en el ámbito económico,

social y ambiental.“Como parte del acuerdo, todos

nos hemos comprometido a desarrollar acciones conjuntas tendientes a pro-mover al pabellón de Chile como líder en responsabilidad ambiental y social, lo que es muy bueno para la imagen país”, señaló Charles Kimber, gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales de Arauco, uno de los patrocinadores principales del pabellón chileno en esta feria mundial.

Conforme a la modalidad de ope-ración suscrita en el acuerdo, la SCX, Bolsa de Clima de Santiago, patrocinará, a su costo, la medición de la huella de carbono bajo protocolos internacionales, derivada de la preparación, transporte e instalación de personas, infraestructura

y equipos del pabellón chileno, así como la verificación independiente de dicha medición por parte de una institución nacional o internacional de prestigio.

Juan Andrés Camus, presidente de Celfin Capital, comentó que “la SCX es una iniciativa pionera a nivel latino-americano que no podía estar ausente de este evento de impacto mundial. Junto con Arauco, estamos orgullosos de estar posicionando a Chile como líder en temas de sustentabilidad”.

Arauco, en tanto, patrocinará a su costo la compensación de la huella de carbono con certificados de reducción de emisiones provenientes de proyectos registrados bajo metodologías recono-cidas internacionalmente.

Juan Andrés Camus, presidente de Celfin Capital; Oscar Guillermo Garretón, presidente de Fundación Chile; Hernán Somerville, comisionado general ante la Expo Shanghai, y Charles Kimber, gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales de Arauco.

Un acUerdo firmado por los encargados de la muestra nacional con ScX, Bolsa del

clima de Santiago, y arauco, permitirá a chile

posicionarse como el primer expositor carbono

neutral de esta feria mundial.

Historias destacadas

Ubicado entre los principales fabrican-tes mundiales de cosméticos, productos de higiene y perfumería, Natura tiene presencia en Chile desde 1993, pero en los últimos cinco años ha registrado un importante crecimiento en el mercado nacional. Con un sistema de venta directa y con énfasis en el desarrollo sustentable de sus productos, la marca brasileña rea-liza continuos esfuerzos para mejorar la relación con el medio ambiente.

Desde 2007 la empresa desarrolla un programa de Carbono Neutro que involucra a toda su cadena de negocios, desde la extracción de materias primas hasta la disposición final de los envases posconsumo, puntualiza Marcos Vaz, director de sustentabilidad de Natura Brasil. “Con esta iniciativa asumimos el

compromiso de ser una empresa carbono neutro y ofrecer a nuestros clientes pro-ductos con sus emisiones de gases efecto invernadero totalmente neutralizadas en todos nuestros procesos y actividades”, señala el ejecutivo.

El proyecto busca reducir sus emisio-nes de GEI en 33% respecto del inventario

de emisiones de 2006, en un plan que culmina en 2011.

En esta línea de sustentabilidad, Natu-ra introdujo en los años '80 el concepto de repuesto en el mercado de higiene y cosméticos, priorizando los procesos de reciclaje. En 2007 inició la sustitución de alcohol común por alcohol orgánico, medida que apunta a reemplazar insumos químicos por recursos naturales que tengan un menor impacto ambiental y sean más adecuados para la salud humana.

Vaz indica que ese mismo año se incorporó a los envases la tabla ambiental, la que presenta datos técnicos sobre el producto y su embalaje, y busca sensi-bilizar al consumidor sobre los efectos que tienen sus elecciones de consumo y el cuidado del medio ambiente.

Natura imprime un sello sustentable a sus productos a Una Serie de iniciativas amigables con el medio ambiente, la compañía brasileña suma un proyecto que busca reducir en 33% sus Gei hacia 2011.

en Expo Shanghai neutraliza su huella Pabellón chileno


Ubicada entre las principales empresas de distribución y comercialización de energía eléctrica y servicios relacionados, Chilectra lleva varios años realizando acciones que apuntan a la protección del medio ambiente y el uso racional de

los recursos naturales. Con más de 1,5 millón de clientes repartidos en 33 comunas de la Región Metropolitana, esta firma ha puesto en marcha diversas iniciativas para reducir las emisiones de CO2 por parte de sus clientes, como también mecanismos de control de los consumos energéticos de la empresa.

Jean Paul Zalaquett, gerente de Sostenibilidad de la compañía, especifica que la generación de CO2 no está dada en la operación de la red eléctrica, sino que está asociada al mantenimiento de ésta, producto de la utilización de vehículos motori-zados para el traslado del personal.

“El cálculo de las emisiones de carbono está relacionado con el establecimiento necesario de un mecanismo de control de los consumos energéticos de la empre-sa, ya sea directo, como vigilar el consumo de los combustibles fósiles para los

vehículos motorizados destinados a la zona de concesión de la compañía, o indirecto, regulando el consumo eléctrico interno”, enfatiza el ejecutivo.

Desde 2004, Chilectra cuenta con una política ambiental que ha sido incorporada al quehacer habitual de la empresa, cuyo Sistema de Gestión Ambiental ha sido certificado bajo la norma ISO 14.001.

soluciones domesticas y comerciales

En paralelo, la compañía ha puesto a disposición de sus clientes, tanto para su uso doméstico como comercial, soluciones de energías alternativas, las cuales apuntan a la utilización de energías renovables no convencionales (ERNC), denominadas Ecoenergías, que permiten el calentamiento

de aguas, fluidos y calefacción. Entre las soluciones de energías ecológicas destaca Solar Electric, que se basa

en el uso de electricidad durante el invierno y de energía solar captada por paneles solares en el verano. Este sistema facilita el calentamiento de aguas, fluidos y calefacción, alcanzando ahorros energéticos de hasta 85%. También sobresale la tecnología Ecotermia, que captura la energía de fuentes naturales, como la tierra (geotermia) y el aire (aerotermia) para usarlas con fines de calefacción, calentamiento de agua y fluidos. Viviendas Full Electric, en tanto, permite utilizar exclusivamente electricidad para cubrir todas las necesidades energéticas del hogar, generando ahorros que pueden alcanzar el 25% de la cuenta.

Gracias al uso de estas alternativas, dice Zalaquett, “el cliente satisface su necesidad inicial, gozando de beneficios técnicos y económicos, accediendo a un valor agregado adicional, de contar con productos y servicios que contribuyen a disminuir el CO2”.

Chilectra estimula el uso de energías ecológicas

DesDe 2004 la compañía mantiene una política ambiental

incorporada al quehacer habitual de la empresa.

Paralelamente, promueve el uso de

energías renovables no convencionales (eRNC)

en el ámbito doméstico y comercial.

Este tipo de recurso energético permite considerables ahorros en el consumo. “La huella de carbono ya es

una importante herramienta de competitividad”

El cambio climático ha acelerado en los últimos años su impacto sobre distintos aspectos de la economía mundial. Diver-sos países, especialmente aquellos que constituyen mercados importantes para nuestras expor-taciones agrícolas, ali-mentarias y forestales, están estudiando o se disponen a adoptar medidas relacionadas no sólo con la medición de la huella de carbono de los productos que se comercializan, sino también con su reduc-ción, de modo que el CO2 sea un atributo tan relevante como el precio o la calidad del producto al momento de informar al consumidor. Ello se verifica en algunos casos por iniciativas legales (Francia y Gran Bretaña), mientras que en otros por políticas específicas de demanda de reducción del impacto ambiental “aguas arriba”, lideradas por grandes cadenas de retail, que responden a la demanda de sus consumidores (EE.UU.).

Por eso, hoy un productor agrícola o alimentario chileno, particularmente si forma parte de la cadena exportadora, no puede mantenerse al margen del conocimiento de cómo medir y compensar su huella de carbono sin estar incorporando un riesgo que puede significarle una importante merma de competitividad.

Cómo empezar

Una buena manera de comenzar es hacer el diagnóstico de en qué situación se encuentra la propia empresa en emisiones de anhídrido carbónico equivalente (CO2-e). A partir de esta información es necesario determinar en qué puntos del proceso productivo se pueden introducir mejoras en cuanto a aspectos como la eficiencia energética, procedimientos ade-cuados de fertilización, mayor eficiencia en las operaciones que involucren uso de vehículos o combustible y manejo adecuado de residuos para reducir o eliminar la emisión de metano, gas de efecto invernadero que equivale a emisiones mucho mayores de CO2.

El análisis también debe considerar aspectos

del proceso de producción que constituyan una ventaja frente a posibles competidores. Un ejemplo ilustrativo es el uso de secado al sol de frutas u hortalizas. Aunque es un procedimiento aparentemente menos “desarrollado” que los que utilizan máquinas secadoras, finalmente es menor emisor de CO2, debido a que usan la energía renovable del sol.

Otro aspecto cru-cial es la capacitación. Todos los trabajadores y colaboradores de la empresa deben conocer y aplicar las medidas que apuntan a la eficiencia energética y el control de emisiones.

Fundación Chile ha liderado el tema del carbono en Chile con distintas iniciativas que van desde cómo medir la huella de carbono hasta desarrollar en forma conjunta con Celfin Capital la primera Bolsa de Clima del Hemisferio Sur (SCX). En el ámbito

agrícola, alimentario y forestal, esta institución cuenta con las mayores capacidades para asesorar y ayudar a las empresas desde la medición y determinación de la huella de carbono, pasando por incorporar mecanismos y herramientas de eficiencia energética que reducen de manera costo-eficiente dicha huella, hasta los procedimientos de compensación, a través de los mercados de carbono o la obtención de certificaciones de “carbono neutral” para productos y procesos. Relacionar la huella de carbono con la competitividad de la empresa es uno de los objetivos que buscamos desarrollar en conjunto con las entidades con las que colaboramos.

La huella de carbono, lejos de constituir una amenaza para nuestras exportaciones agroalimentarias, puede convertirse en una útil herramienta de competitividad, siempre que los productores comiencen a entender cómo y en qué dirección se está moviendo esta tendencia. El mensaje principal es que conozcan sus mercados, participen en misiones tecnológicas en el exterior y pregunten a sus mismos clientes externos para incorporar este aspecto como una de las variables importantes de su negocio.

En el ámbito agrícola, alimentario y forestal,

Fundación Chile cuenta con las mayores capacidades para asesorar y ayudar a las empresas desde la

medición y determinación de la huella de carbono

hasta los procedimientos de compensación, a

través de los mercados de carbono o la obtención de

certificaciones”, escribe Ricardo Carrasco, director del Programa Bioenergía, Estudios y Competitividad

del Area Bosques, Industria, Construcción y Servicios Sustentables

en Fundación Chile.



� Historias destacadas

reúne a 20 empresas contra el cambio climático

May Day Network

Rafael Quiroga, gerente general Acción RSE; Pedro Pablo Errázuriz, presidente de Essbio; Rodrigo Rivas, gerente de Asuntos Corporativos de Barrick; David Halley, head of International Partnerships de BITC; Janet Spröhnle, presidenta de Acción RSE; Isabel Rincón, jefa de Proyectos de Acción RSE, y Flavio Angelini, gerente de Cultura Organizacional y Comunicaciones Internas de Minera Los Pelambres.

“E l cambio climático es, sin duda, el desafío más apremiante de nuestros tiempos y dependemos de los

talentos individuales de los líderes empre-sariales para trabajar mancomunadamente. Sólo puedo animarlos, empresarios líderes de Chile, a que compartan las lecciones y desafíos que el cambio climático presenta en su país”. Esa fue la invitación que el Príncipe Carlos, fundador de May Day Network, hizo a las compañías chilenas para que se unan a esta red empresarial internacional que busca expandir la lucha contra el cambio climático en el ámbito de los negocios.

El programa, nacido en el Reino Unido en 2007, es encabezado en Chile por Acción RSE. El “estreno en sociedad” del capítulo chileno fue en septiembre del año pasado, en el IX Encuentro Internacional de la organización, en el cual participaron las tres empresas que hasta entonces se habían integrado (Barrick, Minera Los Pelambres y Essbio). Desde entonces la red ha invo-lucrado a 20 miembros en el país.

May Day Network es organizada por la entidad británica Business in the Community (BITC). Busca unir a las empresas para que emprendan acciones que apunten a reducir las emisiones de carbono y, al mismo tiempo, encuentren en ese impulso oportunidades de negocios. El modelo en red permite que unas inspiren a otras con ejemplos de buenas prácticas empresariales.

RecoRRido peRsonalizado

Sus participantes deben seguir el “May Day Journey” o recorrido de seis pasos: medir las emisiones de carbono; manejarlas y administrarlas; reducirlas; comprometer a sus empleados y colaboradores; a sus proveedores, y a los clientes.

“Se trata de un trabajo en diferentes etapas que las empresas adoptan en torno a la reducción de los GEI. El ciclo completo tiene estos seis pasos, pero para integrarse no es necesario comenzar por el primero o seguir estrictamente la secuencia. Cada una construye un recorrido personalizado. Así, una empresa puede entrar tanto si ya midió o está mitigando sus emisiones, como

Esta rEd intErnacional, liderada en chile por acción rsE e impulsada por el Príncipe carlos de inglaterra, congrega a compañías para que aborden el desafío de reducir emisiones, y, al mismo tiempo, encuentren en ese impulso importantes oportunidades de negocios.

si está en la etapa de sensibilización al interior de la compañía. Lo importante es que ninguna se quede fuera”, explica Rafael Quiroga, gerente general de Acción RSE.

La iniciativa está abierta a empre-sas de todos los tamaños. Del mismo modo, aunque Acción RSE lidera la red en nuestro país, pueden sumarse las compañías que son sus miembros como las que no.

A fines de este mes está prevista la primera reunión formal de trabajo entre los integrantes de la red. “Creemos que el recorrido que propone Business in the Community con esta iniciativa es muy integral, una herramienta muy potente que permite a las empresas enfocarse en los puntos que consideren estratégicos para avanzar en la gestión de sus emisiones”, precisa Isabel Rincón, jefa de Proyectos de Acción RSE y quien coordina este proyecto asociativo.

Este año está previsto realizar cuatro encuentros y la generación de un programa de capacitación como un apoyo para las firmas que tomaron estos compromisos, para que tengan elementos que les permitan hacer inventarios de gases de efecto invernadero y planes de gestión de cambio climático en la empresa.

“Las empresas chilenas se están dando cuenta de que si quieren seguir exportando o creciendo tendrán que incorporarse a temas como el control de las emisiones y el cambio climático. Es algo que con seguridad va a marcar una diferencia en los negocios en el futuro”, prevé Quiroga.

el caso de BaRRick

Barrick fue una de las primeras en integrarse a May Day Network y lo hizo al nivel de sus operaciones en Sudamérica, cuya base regional está en

Santiago. “La experiencia ha sido muy positiva. Nuestra empresa está siempre interesada en participar en iniciativas que busquen no sólo demostrar el real com-promiso con la problemática del cambio climático, sino también compartir buenas prácticas”, explica Fernando Rodríguez, director regional de Medio Ambiente de Barrick Sudamérica.

El ejecutivo señala que la minera ha enfocado fuertemente su participa-ción en la eficiencia energética. “Como estrategia organizacional, Barrick apunta a que sus nuevos proyectos tengan una búsqueda de oportunidades en el uso de energías alternativas con aplicación de nuevas tecnologías”, precisa. Cita como ejemplos la instalación de una turbina eólica en la operación minera de Veladero, en Argentina-San Juan, y la futura construcción de un parque eólico en Punta Colorada, como parte del proyecto Pascua-Lama.

La turbina eólica situada a mayor altura del mundo, instalada por Barrick en la operación minera Veladero (Argentina), a 4.110 metros.


Un total de US$ 69 millones invirtió Arauco durante 2009 en diversos pro-cesos de mejoramiento ambiental de sus unidades productivas de Chile, Brasil y Argentina. “Todos los proyectos de Arauco incorporan con fuerza las variables ambientales y en las instalaciones antiguas buscamos las formas de elevar los estándares ambientales más allá de lo que la propia legislación señala”, apunta Charles Kimber, gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales de Arauco.

El ejecutivo explica que la empresa adoptó la decisión de medir su huella de carbono hace dos años como parte de su política medioambiental.

El trabajo de medición fue realizado en conjunto con Fundación Chile y la consultora estadounidense AECOM Environment. El estudio abarcó desde el suelo forestal hasta productos terminados (incluyendo aquellas emitidas por faenas de cosecha, transporte de materia prima y productos).

En total, el proceso consideró 7.800 trabajadores directos, 28.000 trabajadores indirectos, 35 fuentes de emisiones, 4 áreas de negocio (forestal, celulosa, madera ase-rrada y paneles) y 1 millón de hectáreas de plantaciones.

Los GEI medidos totalizaron 1,96 millo-nes de toneladas de CO2-e, considerando emisiones y capturas directas, indirectas y de terceros. Además se suman 0,2 millones de toneladas de CO2-e en las operaciones estrictamente forestales.

Como parte de su política ambiental, Arauco introdujo en su gestión una política de autoabastecimiento eléctrico que permitió el año pasado que el 74% de sus necesidades

energéticas fueran cubiertas por la quema de biomasa y licor negro (subproducto de la celulosa).

ColoCaCion de CeRs

Una de las características de esta industria es que las plantaciones forestales bien manejadas son “secuestradoras” (captadoras) de GEI. Y es en sus primeros años de vida cuando los bosques captan la mayor cantidad de estos gases, señala Kimber. De hecho, gracias a sus plantaciones forestales, Arauco registra capturas por 12.2 millones de toneladas de CO2-e y 0,3 millones de toneladas retenidas en sus productos. Como saldo neto, en 2008 la empresa no emitió GEI, sino que permitió que 10,3 millones de toneladas de CO2-e de emisiones fueran “evitadas” o “capturadas”.

Desde hace tres años Arauco ha incursionado también en la venta de bonos de carbono. Kimber relata que entre 2007 y 2009 la forestal ha emitido y colocado en tres ocasiones Certificados de Reducción de Emisiones (CERs) acogidos al Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto, sumando a la fecha más de un millón de bonos de carbono (1.070.851 de CERs), equivalentes a igual cantidad de toneladas reducidas de emisiones de CO2.

Con autoabastecimiento energético Arauco reducesus emisiones

HidroAysén permitirá al país disminuir su huella de carbonoEl uso de las energías renovables y las

exigencias de reducción de GEI ponen a nuestro país frente a un gran desafío res-pecto del fenómeno del cambio climático y el calentamiento global. En contra de la tendencia mundial que privilegia el uso progresivo de energías menos contaminantes por sobre aquellas derivadas de combus-tibles fósiles y que aumentan la huella de carbono, en Chile se prevé que durante las próximas décadas aumente la “carboniza-ción” de nuestra matriz energética.

Así se desprende del Plan de Obras indicativo de la Comisión Nacional de Energía 2008-2015, cuyo resultado señala que, del total de pro-yectos eléctricos que incorporarán energía al Sistema Interconectado Central (SIC), la mayor parte provendrá de fuentes térmicas.

De hecho, estudios de organismos inter-nacionales apuntan a que Chile es el país latinoamericano que más ha aumentado sus emisiones de carbono, siendo el incremento de la generación termoeléctrica un aporte relevante a esta situación.

El estudio del Banco Mundial “Desa-rrollo con Menos Carbono: Respuestas Latinoamericanas al Desafío del Cambio Climático” confirma que el uso de la hidroelectricidad podría reducir significa-tivamente las emisiones de CO2 y, de esta manera, disminuir la concentración de GEI en la atmósfera.

Alternativa sustentable

Los países con mejor desempeño ambiental en el mundo se caracterizan por el uso de la hidroelectricidad como fuente primaria de energía. Tal es el caso de Islandia, Suecia y Canadá, que sustentan su matriz energética en la utilización de recursos limpios y renovables a través de importantes proyectos hidroeléc-

tricos, como la central Karahnjukar, inaugurada en 2007 en Islandia.

Aquellas naciones que tienen abundantes reservas de agua –como es el caso de Chile– las utilizan intensivamente, tanto por su menor costo comparativo con los combustibles fósiles como por ser una energía limpia y renovable.

Por esta razón, el Proyecto HidroAysén se

perfila como una alternativa sustentable que produce energía limpia y renovable. De hecho, la hidroelectricidad que generará HidroAysén será capaz de reemplazar la emisión de GEI equivalentes a 7 centrales térmicas y evitar la emisión de 16 millones de toneladas anuales de CO2 a la atmósfera.

Su diseño, además, no agota el agua al utilizarla y permite devolver la totalidad del recurso hídrico a los cauces naturales de los ríos.

De esta manera, HidroAysén representa aporte concreto y relevante a la cruzada contra el cambio climático y permitirá a Chile disminuir la huella de carbono de nuestra economía en desarrollo.

La energía que producirá reemplaza

la emisión de GEI equivalentes a 7

centrales térmicas y evitará las emisiones

de 16 millones de toneladas anuales de CO2 a la atmósfera.

La empresa desarrolla un programa medioambiental que ha significado la medición de su huella y la venta de bonos de carbono, entre otras acciones.

Charles Kimber, gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales de Arauco.

El caudaloso río Baker, en la Undécima Región, es uno de los que abastecerán la generación hidroeléctrica de este proyecto.

Más de un millón de bonos de carbono ha transado hasta la

fecha la compañía.



10

De todos los sectores que pueden resultar afectados con las cre-cientes exigencias sobre huella

de carbono y reducción de gases con-taminantes de importantes mercados internacionales, los exportadores deben ser sin duda los más directamente invo-lucrados. Consciente de este escenario, Ronald Bown, presidente de la Asocia-ción de Exportadores (Asoex), señala que se trata de un requerimiento que es necesario asumir, pero que al mismo tiempo abre nuevas oportunidades para los productos nacionales.

Y no se trata sólo de una declaración de intenciones. Bown destaca que todo este énfasis medioambiental que se está propagando en los puntos de destino de las exportaciones chilenas debe incluir también cambios en la matriz energética del país, mejoras en la comunicación con los productores y encaminar al sector hacia un uso más racional de los recursos naturales y energéticos.

–¿Qué significa para Asoex avan-zar en este tema?

–La importancia de la reducción de huella de carbono radica en varios aspectos. En primer término, en dar una

respuesta adecuada a este requerimiento proveniente desde el mercado, el que refleja el interés de consumidores exi-gentes y preocupados. En la medida en que nuestros productos puedan dar respuestas a estas exigencias podremos continuar ampliando los mercados para nuestra fruta.

–¿Cuáles son los productores que mayores avances han registrado en la materia?

–En el sector de fruta fresca, el de mayor avance es el de las manzanas, que ya ha sido analizado en términos de huella de carbono. También uva de

mesa, ciruelas, paltas y arándanos han sido estudiados a través de un proyecto INIA.

–¿Cómo juega en contra la distan-cia que existe entre nuestro país y los principales mercados de destino?

–En los estudios de emisiones efec-tuados no sólo en Chile, sino también en otros países, queda claramente demos-trado que la distancia con los países de consumo no es de alta incidencia en la huella de carbono. La razón de ello es que el transporte naviero es muy efi-ciente en términos de emisiones respecto del tonelaje transportado. Estudios

Cambios en la matriz energética chilena, mejorar la comunicación con los productores y encaminar al sector hacia un uso más racional de los recursos naturales y energéticos son los principales desafíos que debe hacer frente el país para avanzar en materia ambiental, señala bown.

“Hay que aprovechar las oportunidades provenientesRonald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores (Asoex):

EntrEvista

de la reducción de las emisiones”

En la medida en que el país sea

capaz de responder a las exigencias

internacionales, los mercados para los

envíos de fruta seguirán ampliándose, indica el

dirigente gremial.


internacionales han demostrado, además, que trans-portar en camión 30 toneladas de fruta entre un país productor en Euro-pa y el mercado de consumo emite más gases de efec-to invernadero, por unidad de peso, que hacerlo desde Chile hacia ese mercado por barco.

–¿Qué cambios propone Asoex para lograr un mayor avance?

–Se trata de aprovechar las oportunidades provenientes de la reducción de emisiones en distintas temáticas, tales como implementación de un programa de modernización de maquinaria agrícola; el desarrollo de sistemas de información y transferencia

a productores, de forma tal que cada productor pueda efectuar su auto-diagnóstico respecto de su propia reali-dad, y plantear la necesidad de contar con un inventario público de emisio-nes para todos los insumos agrícolas, ya sea importados o nacionales.

Otro factor importante es que, conociendo aquellos aspectos donde se efectúa un uso excesivo de energía o de insumos, se pueda establecer las oportunidades de reducción de costos. Por último, es evidente la necesidad de mejorar la comunicación y la preparación de nuestros colaboradores en todos los aspectos que se relacionen con la reducción del uso de energía a fin de disminuir emisiones.

Mirando el modelo neocelandésDiversificar la matriz energética

chilena y estimular el desarrollo de energías renovables es una necesidad para nuestro país, afirma Ronald Bown. Al respecto, cita el estudio preliminar que Asoex encargó sobre la posición de la huella de carbono en la manzana, tomando como modelo un estudio neocelandés efectuado en 2006.

Los antecedentes técnicos esta-blecen que el proceso productivo (producción primaria) y transporte de las manzanas chilenas emitiría

más que el proceso equivalente de las manzanas producidas en Nueva Zelandia. Parte de esa diferencia se encuentra en que la matriz energética de ese país es más favorable a la reducción de emisiones que la que tenemos en Chile. En la isla oceánica, la matriz energética está constituida en 30% por energías renovables, a lo que se suma que la industria del vino y alimentos neocelandesa ya está crean-do grupos de trabajo específicamente focalizados en el tema.

Productos de consumo masivo se preocupan de

su huella de carbonoLa medición y certi-

ficación de la huella de carbono en productos de consumo masivo está avanzando rápidamente en todo el mundo, por lo que la incorporación de esta variable en la agenda corporativa ha aumentado su valor para las compañías.

Aunque muchas empresas han desarro-llado iniciativas para mitigar y compensar su huella, aún existen oportunidades para elaborar estrategias de carbono más amplias, destinadas a fortalecer el posicionamiento de sus productos en distintos mercados.

Para implementar efec-tivamente la estrategia de carbono en la empresa, es recomendable considerar dos medidas básicas. La primera consiste en realizar una planificación de escenarios asociados a la huella de carbono en productos masivos. Esto ayuda a evaluar los impactos de las nuevas regulaciones, protocolos internacionales, preferen-cias de los consumidores o el aumento en la participación de mercado, entre otros factores.

Mediante esta proyección se obtendrá, al mismo tiempo, una mayor comprensión de las oportunidades para la creación de valor en productos de consumo masivo.

En segundo lugar, es necesario evaluar la capacidad de la organización para poner en

marcha con efectividad una estrategia de carbono. Ello implica considerar la cultura organizacional, el nivel de participación de los trabajadores, los procesos y la tecnología, identificando las oportu-nidades y necesidades cruciales para la apli-cación de una iniciativa como ésta.

Ventajas en el modelo de negocio

Bajo este punto de vista, el concepto de ciclo de vida del producto tendrá una nueva dimen-sión, que considerará el análisis de las emisiones de CO2-e (equivalencia en dióxido de carbo-no) en materias primas, fabricación, envasado, distribución, reciclaje, reutilización y disposición final de cada producto. Las empresas internacionales de consumo masivo que se han unido a esta tendencia, incorporando dichas estrategias y per-cibiendo adecuadamente los nuevos requerimientos

de sus clientes, han generado valor para sus accionistas y, a la vez, avanzan en su posicionamiento como líderes en la lucha contra el cambio climático. Por esta razón, abordar acciones de este tipo en el nivel local podría generar ventajas significativas en el modelo de negocio de la empresa que las adopte.

Escribe: David Falcón, consultor de Sustentabilidad

y Cambio Climático de Deloitte.

Las empresas internacionales de consumo masivo que se han unido a esta tendencia

han generado valor para sus accionistas

y avanzan en su posicionamiento como líderes en

la lucha contra el cambio climático.

Muchas compañías han descubierto que abordar el problema del cambio climático fortalece el posicionamiento de sus productos.

La distancia con los países de consumo no es de

alta incidencia en la huella de carbono”.

Principales mercados de destino* Temporada 2008

Fuente: Asociación de Exportadores.

EE.UU.35%

Europa35%

Latinoamérica16%

Lejano Oriente10%

Medio Oriente4%



12 RepoRtaje

“Carbon cowboys” o “greenwash” son algu-nos de los términos que representan parte de los

peligros y riesgos inherentes al nuevo mercado del carbono. El camino para llegar a convertirse en una empresa con el rótulo de “carbono neutro” no sólo puede atraer el interés de nuevos inver-sionistas y abrir puertas en los mercados internacionales, sino también convertirse en un itinerario complejo.

“Tener la condición de carbono neutro implica calcular el total de las emisiones de carbono, reduciéndolas donde sea posible y neutralizando las restantes con la compra de bonos de carbono verificados”, explica Daniela Ramírez, gerenta de Desarrollo de Negocios-Chile de CarboNZero, un

reconocido programa a nivel mundial impulsado por el gobierno de Nueva Zelandia.

A simple vista, obtener esta condi-ción no parece una tarea sencilla o fácil de lograr. Sobre todo porque la mayor parte de las actividades productivas generan emisiones de gases efecto inver-nadero (GEI) en sus diferentes etapas y están encadenadas a variables –como la matriz energética que utilizan o los productos y servicios que les brindan sus proveedores– que muchas veces están fuera de su supervisión.

La fórmula para conseguirlo, sin embargo, no sería inalcanzable. El geren-te de Bosques, Industrias, Construcción

y Servicios Sustentables de Fundación Chile, Aldo Cerda, describe que si

la empresa conoce la huella de carbono –registro de cuánto

CO2 liberan al ambiente– de sus procesos productivos, logísticos y administrativos, y adquiere certificados de proyectos de reducción de emisiones (CERs, por su sigla en inglés), estará produciendo un balance en que pueden “netear” sus emisiones con las capturas o reducciones de emisiones de otros pro-

yectos, adquiriendo así la característica de neutralidad.

Pasos que dan garantia de seriedad

Llegar a ser carbono neutral implica seguir una serie de pasos. Declararse con este rótulo tan sólo a partir de la compra de bonos de carbono no es aceptado entre los conocedores del tema. Tanto así que muchos países ya han establecido regulaciones y guías sobre qué es lo que se debe hacer para alcanzar esta identificación.

Rodrigo Valenzuela, gerente de Carbon Management de la consultora Deuman, especializada en estas materias, detalla que la idea es que una compa-ñía salga a comprar al mercado bonos de carbono cuando ya no es “costo efectivo” reducir; es decir, cuando disminuir una o dos toneladas de CO2 en la compañía o producto cueste más caro que comprar la misma tonelada de CO2 en el mercado.

“Es muy difícil llegar a la denomina-ción de carbono neutral sólo con medidas de mitigación”, dice el ejecutivo.

Aldo Cerda agrega que no existe una organización internacional única o un sello dominante que entregue un reconocimiento sobre carbono neutral. A escala internacional, sin embargo, existe un grupo de certificadoras que se dedican a este tema, cuyos nombres concitan respaldo por su seriedad. Tal es el caso de Carbon Trust, de Gran Bretaña; CarboNZero, de Nueva Zelandia, y TÜV Süddeutschland, de Alemania.

Con todo, para que el rótulo de carbono neutro sea válido y efectivo, es necesario que la empresa interesada

“carbono neutral”

Compañias Chilenas y extranjeras que se atrevieron

En el extranjero existen empresas de los rubros alimentario, cosmético y textil que se declaran como carbono neutral.

Didier Vidal, gerente comercial de Green Solutions, representantes en Chile de la australiana Carbon Reduction Institute, indica que en el plano local, declararse con este rótulo o bajo en carbono es todavía poco común y sólo algunas empresas

chilenas, como las del sector vitivinícola y silvoagropecuario, promueven sus productos con esta identificación.

El listado incluye a vitivinícolas como Viña Emiliana, Undurraga, Casa Lapostolle y De Martino, además de medios de comu-nicación, como Radio Zero, y empresas del sector hotelería, como el Hotel Awasi de San Pedro de Atacama, entre otras firmas.

alCanzar esta Categoria, cada día más valorada en las principales economías del mundo, requiere de protocolos mínimos a seguir, aun cuando no exista un sello dominante o una institución internacional única que certifique este reconocimiento.

Mitos y verdades sobre el rótulo


La conciencia “verde” parte por casa

La toma de conciencia de la generación de gases de efecto invernadero (GEI) y sus consecuencias es un fenómeno que, lentamente, ha permeado tanto a las esferas del Estado como a las de la clase política, el mundo empresarial y también la sociedad civil. Así, entender que todos –ciudadanos, autoridades y también las empre-sas– tenemos una cuota de responsabilidad y, por lo tanto, parte de la solución en nuestras manos, parece ser el punto de partida para enfrentar el problema.

Los políticos que no asuman una posición al res-pecto perderán elecciones y las empresas que no se hagan cargo de su propia huella de carbono y de la que generan sus productos, perderán clientes y restarán valor a la vinculación que cada uno de sus públicos de interés tiene en ellas.

Si como empresa no ponemos el aspecto medioambiental en el centro de nuestras prioridades, si insistimos en no reconocer que nuestro quehacer genera GEI y no revisamos exhaustivamente toda nuestra operación y cadena de producción, estamos afectando la cadena de valor de nuestros clientes y, en consecuencia, perdiendo competitividad.

Impresora multifunción sustentable

En Xerox hemos asumido este compromiso y lo estamos demostrando con hechos con-cretos. Puertas adentro, hemos disminuido el

uso de energía en nuestras instalaciones e invertimos en diseñar productos que conservan la energía, redu-cen las emisiones de GEI, tienen una vida útil más larga y ofrecemos a nues-tros clientes impresoras multifunción digitales y soluciones de impresión eficientes en el uso de energía.

De hecho, el 22 de abril, coincidiendo con el Día de la Tierra, lanzamos en Chile la nueva ColorQube serie 9.200, la primera impresora multifunción de tinta sólida orientada al segmento cor-porativo, cuyo diseño libre de cartucho –que utiliza barras de tinta no tóxicas, semejantes a lápices de cera– genera 90% menos de desperdicios de insumos que las impresoras láser color comparables. También reduce los efectos de la elaboración y transporte sobre el medio ambiente, y se estima que utiliza 9%

menos energía en su ciclo de vida, por lo cual reduce en 10% la huella de carbono respecto de un dispositivo láser comparable.

Así, con ColorQube estamos aplicando nuestra tecnología exclusiva de tinta sólida a hacer más eficiente, simple y sustentable la operación de nuestros clientes.

Pero el desarrollo de productos y soluciones de impresión “verdes” es sólo una parte de nuestra tarea. El segundo desafío consiste en crear conciencia en el mercado respecto de que los sistemas de impresión también representan una oportunidad para reducir la emisión de GEI y, por lo tanto, para agregar valor a su cadena productiva.

Con ColorQube nuestros clientes podrán reducir

en 10% la huella de carbono respecto

de una multifunción láser comparable.

ColorQube genera 90% menos de desperdicios de insumos que las impresoras láser color comparables.

Escribe: Claudio Ortiz, director ejecutivo Office Business Group Xerox

de Chile.

mida su huella de acuerdo con los protocolos interna-cionales, verifique si el cálculo está hecho por organis-mos reconocidos y luego compense sus emisiones, utilizando certificados aceptados internacionalmente, coinciden los especialistas consultados.

“Siguiendo estos pasos, el ‘claim’ de carbono neutral es reconocido en cualquier mercado de destino”, señala el experto sectorial de Fundación Chile.

Ventajas competitiVas

La valoración que existe en el extranjero respecto de la etiqueta de carbono neutro conlleva para quienes la ostentan diversos beneficios asociados al reconocimiento y la aceptación de las mayores economías mundiales. La ejecutiva de CarboNZero indica que entre ellas sobresalen:

l Dar confianza a accionistas, clientes y consumidores en las decla-raciones o aseveraciones ambientales de la empresa.

l Reducir los costos operativos. Esto es beneficioso para el medio ambiente y para la rentabilidad del negocio.

l Confrontar el debate de “Food miles”, referido a la distancia de los ali-

mentos que son transportados desde que fueron producidos hasta llegar al consumidor.

l Garantizar la tranquili-dad con respecto a programas de regulación sobre el cambio

climático.l Evitar acusaciones de “greenwash”

(declaraciones ambientales erróneas o engañosas).

l Ganar ventaja competitiva y mejora del acceso a mercados.

l Demostrar un liderazgo empre-sarial proactivo.

Riesgos latentes

Aunque en una primera mirada buscar este ansiado rango pareciera ser un proceso simple, dice el experto de Fundación Chile, el desconocimiento que existe en general sobre este mercado y la opacidad de muchos operadores han encarecido este proceso de diferenciación comercial, que tiene alto valor en los mercados desarrollados.

Y es que detrás de todos estos esfuerzos confluyen importantes intere-ses económicos. Calcular la huella, por ejemplo, abre oportunidades de manejar ineficiencias del proceso productivo y aumentar los retornos financieros, aspec-tos que son atractivos para potenciales inversionistas. En el mundo, de hecho, la variable de emisiones de CO2 ya está siendo incorporada a los análisis de inversión. El Indice Dow Jones de Sustentabilidad y el Indice de Susten-tabilidad Empresarial de Bovespa, por ejemplo, están echando mano a este tipo de información.

Tal es el dividendo que pueden generar este tipo de acciones, que a nivel internacional ya se han reportado casos de la existencia de “carbon cowboys” u operadores que usan el atractivo que tiene el estatus de carbono neutral como enganche para únicamente intentar vender bonos de carbono. También se conocen acusaciones de “greenwash” o “lavado verde”, cuyo trasfondo apunta a declaraciones ambientales erróneas o engañosas.

“En Australia, por ejemplo, las mul-tas para este tipo de situaciones pueden llegar al millón de dólares”, enfatiza Daniela Ramírez, de CarboNZero.

Para que este rótulo sea válido y efectivo, es necesario que la empresa interesada mida su huella de acuerdo con los protocolos internacionales, verifique

si el cálculo está hecho por organismos reconocidos y luego compense sus emisiones, utilizando

certificados aceptados internacionalmente,

coinciden los especialistas.

Rodrigo Valenzuela, gerente de Carbon

Management de Deuman.

Daniela Ramírez, gerente de Desarrollo

de Negocios-Chile, de CarboNZero.



14 InnovacIón

La Facultad de Recursos Naturales de la Universidad Santo Tomás se encuentra desarrollando el Proyecto Fondef “Carac-terización del balance de carbono: El caso de la fruticultura chilena de exportación y posibilidades de mitigar las emisiones de CO2”. Específicamente, el objetivo de esta investigación es determinar cuánto CO2 emite cada kilo de uva y manzana que sale desde Chile hacia el mercado europeo.

En este proyecto también participan la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), la Federación Gremial Nacional de Produc-tores de Fruta (Fedefruta), la exportadora de frutas GESEX y la empresa consultora Deuman, las que aportan recursos y tienen involucrados a sus equipos técnicos.

El director de Investigación y Postgrado de la Escuela de Agronomía de la Univer-sidad Santo Tomás, Anthony Wylie, explica que esta iniciativa pretende:

l Generar información relativa a la huella de carbono útil para el sector exportador.

l Establecer la huella de carbono del proceso productivo y de comercialización para el mercado europeo de manzanas y uvas.

l Evaluar posibles acciones de miti-gación de las emisiones.

l Establecer el balance del carbono y la biomasa en relación con la huella.

l Generar información sobre lo que

está sucediendo en los mercados en este tema.

Wylie enfatiza que “este es el único proyecto que considera medir las captaciones de carbono que hacen los árboles; datos que podrían, en el futuro, ser utilizados para compensar, aunque sea parcialmente, las emisiones generadas en todo el proceso productivo”.

Este proyecto se desarrollará durante 30 meses y en la actualidad se está terminando la primera temporada de mediciones de las parcelas experimen-tales. “En su ejecución, la U. Santo Tomás se está coordinando con la Comisión de

Medio Ambiente del Ministerio de Agri-cultura y la Comisión de Medio Ambiente de ProChile, además de otros grupos que están trabajando en el tema. Tenemos una estrecha colaboración con Carbon Trust, organización inglesa que es líder en el tema a nivel mundial”, puntualiza.

Agrega que “la alianza con Carbon Trust es un logro importantísimo, pues es la institución que certifica a los eventuales certificadores”.

AlternAtivAs de mitigAcion

Este proyecto también contempla el estudio de alternativas de mitigación de las emisiones de carbono que se generan en estos procesos productivos. Wylie señala que “estamos trabajando en este tema, ya que en el manejo del huerto (plantas y suelo) existen importantes oportunidades para reducir las emisiones de carbono. Lo mismo sucede con las plantas de proceso y frigoríficos”.

“Esperamos que al término del proyecto podamos tener recomendaciones concretas sobre este tema”, aclara.

Este proyecto contempla también el estudio y la determinación del sumidero del carbono que representa la biomasa estable de los huertos, así como el carbono del suelo.

U. Santo Tomás mide el carbono de las frutas de exportación

EspEcificamEntE, la investigación de la facultad de Recursos naturales apunta a establecer cuánto cO2 se libera en cada kilo de uva y manzana que se envía a Europa.

Los biocombustibles están ganando cada vez mayor protagonismo a nivel mundial. Se dice que son “el futuro” ante la necesidad de buscar sustitutos o complementos para los combustibles fósiles. Esto hace que el atractivo de recursos no tradicionales, como desechos forestales o algas, siga aumentando.

Siguiendo esta tendencia, la Universidad de Los Lagos formó un consorcio con BAL Chile S.A.; Bioarchitecture Lab de California, EE.UU., Enap y otras universidades y empresas nacionales y extranjeras para producir biocom-bustibles de segunda generación a partir de la Macrocystis pyrifera, el conocido “huiro” que prolifera en las costas chilenas.

La idea es generar etanol a partir de esta macroalga no comestible, con miras a que en el futuro pueda mezclarse con otros combustibles (bencinas).

A cargo de la investigación está el doctor en Biología Alejandro Buschmann, director del Centro de Investigación y Desarrollo de Recur-sos y Ambientes Costeros I-Mar de esa casa de estudios. El académico especifica que los objetivos principales de esta iniciativa son:

l Producir una materia prima con una

eficiencia tal que sea atractiva para ser utilizada; es decir, que la producción de biomasa por hectárea sea competitiva con otros productos alternativos como la caña de azúcar de Brasil.

l Transformar eficientemente esta materia prima en etanol, para lo que es necesario realizar pruebas piloto.

l Convertir el etanol en productos que se puedan distribuir, sin problemas, en la matriz

de combustibles. l Sacar valor a los subproductos.Buschmann señala que, como todas las

plantas, las algas marinas requieren y consu-men CO2 al crecer. “Por ello, al realizarse un balance, este consumo compensa las emisiones que generan, fenómeno que no sucede con los combustibles fósiles porque el proceso de fotosíntesis ocurrió hace miles de años. Además, los biocombustibles son renovables en contraposición a los fósiles”, aclara.

El proyecto de I-Mar está iniciando sus actividades demostrativas de producción piloto y comenzando la instalación de prácticas de fermentación del alga.

El investigador estima que “por ahora Chile puede producir al menos entre 5% y 10% de los combustibles requeridos. Nuestro país podrá transformarse, además, en un exportador de tecnología, lo que es otro componente relevante en este análisis”.

El proyecto creará más de 700 empleos, desde producción hasta cargos de alta cali-ficación tecnológica. En la primera etapa, se cultivará huiro en la Región de Los Lagos (Chiloé) para luego continuar más al sur.

U. de Los Lagos desarrolla biocombustibles de “huiro” El pROyEctO apunta a generar etanol a partir de esta macroalga no comestible, que tiene una amplia presencia a lo largo de la costa del país.

Alejandro Buschmann.

Anthony Wylie.


15mihuellapersonal

como Gobierno debemos procurar”

“La definición de políticas de mediano plazo en materia energética y su compatibilidad con el cuidado ambiental son medidas que

La secretaria de Estado plantea que en los países en desarrollo como el nuestro, mitigar significa “limitar, en alguna medida, el crecimiento espe-

rado de nuestras emisiones para el futuro”, y destaca que la compensación de GEI “es un instrumento, junto con otras opciones que estamos evaluando, con el que quizás podríamos lograr que las emisiones no aumen-ten en la misma forma que la demanda por energía”.

Y agrega que “la definición de políticas de mediano plazo, especialmente en materia energética y su com-patibilidad de desarrollo con el cuidado ambiental, son el tipo de medidas que como Gobierno debemos procurar”.

–¿Está el país prepara-do para enfrentar con más fuerza el tema del cambio climático?

–Desde que ratificamos la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático y su Protocolo de Kyoto, el país ha estado trabajando para enfrentar este tema. Pero es evidente que en el último tiempo se ha profundizado muy rápidamente en el análisis sobre el crecimiento de nuestras emisiones en el pasado, las proyecciones para los próximos 20 o 25 años y las opciones de mitigación más adecuadas para Chile.

–¿Qué sector productivo tiene más camino adelantado en esta materia?

–Los principales emisores de GEI son la industria de la energía, el transporte, el sector industrial y la agricultura, por tanto han sido estos sectores los que han sido también más proactivos. Desde el punto de vista de las políticas públicas, los sectores de Agricultura y Energía han liderado los esfuerzos sectoriales. El sector

fabril, en tanto, no ha estado ajeno a este esfuerzo, en todo caso, a través –por ejemplo– de su participación activa en el mercado del carbono internacional, la

huella de carbono y la aplicación de energías renovables en sus

procesos, como también en la identificación de oportunidades de reduc-ción de sus emisiones de GEI.

–Economía baja en emisiones de car-

bono: ¿una moda o una necesidad?

–Para poder estabilizar la concentración de GEI a un

nivel que cause el menor impacto posible, el Panel Intergubernamental

sobre Cambio Climático ha dicho que se necesita disminuir las emisiones antes del año 2015 y que se reduzcan, aun más, a menos del 50%, las emisiones actuales para el año 2050. Para alcanzar este objetivo, los países industrializados, como grupo, deberían hacia 2020 reducir las emisiones en una escala de 25% al 40% por debajo de los niveles registrados en 1990. El mundo desarrollado se está moviendo hacia allá y nosotros debemos analizar las oportunidades que eso representa para nuestro país, cautelando que lo que se acuerde en materia internacional no afecte nuestro crecimiento y que, por el contrario, forme parte de nuestro desarrollo sustentable.

–Mitigar emisiones: ¿voluntarias o regu-ladas?

–En cuanto a futuras regulaciones internas, no debe olvidarse que Chile sigue siendo un país en desarrollo. Considerando esta realidad, debieran priorizarse regulaciones que permitan reducir GEI, pero que a la vez impliquen mejoras en eficiencia y, por tanto, en competitividad. También debiéramos impulsar medidas que reporten beneficios, como por ejemplo, iniciativas que disminuyen contaminantes locales y, a la vez, nos permitan mitigar nuestras emisiones de GEI.

–Al finalizar el actual Gobierno, ¿estará nor-mada la huella de carbono en Chile?

–Actualmente se está trabajando en la elaboración de una norma internacional (ISO 14.067) que establezca cómo cuantificar la huella de carbono de productos y servicios, además de las exigencias para la comunica-ción de la huella, a otras empresas y a la comunidad.

–En el ámbito familiar, ¿qué medidas ha tomado para reducirla o compensarla?

–Lo primero que uno debe hacer, y que he tratado de inculcarles a mis hijos y familia, es lograr la eficiencia energética en el trabajo y en la casa. He fomentado la racionalización en el uso de los medios de transporte. Mis hijos hacen sistema de turnos con sus amigos, lo que es una buena medida. Yo misma, antes de asumir como ministra, usaba continuamente el Metro y caminaba mucho. En definitiva, con medidas como un control en el uso de energía y un menor uso del automóvil se puede contribuir, y ésa es mi idea.

“El cambio climatico es un problema que afecta a toda la sociedad, de manera que cada persona debe asumir el rol que le corresponde en esta materia”.

con esta afirmación, la ministra de medio ambiente, maría ignacia benítez, se introduce en los temas relacionados con la tarea que desde el 11 de marzo le corresponde liderar. De hecho, en su vida

privada ya ha iniciado acciones concretas, principalmente relacionadas con la

eficiencia energética.

“He tratado de inculcarles a mis hijos y familia el

lograr la eficiencia energética en el trabajo y en la casa. He fomentado la racionalización en el uso de los

medios de transporte”.

María Ignacia Benítez,ministra de Medio Ambiente.


carbono chile - la segunda

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