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255 CAPÍTULO VIII POSGUERRA Jueves Santo de 1940. Hoy he estado ayudando a mi padre en su taller de ebanistería, clandestinamente y con todo cerrado, evitando hacer ruido, para que el Párroco de la cercana iglesia de San Lorenzo, no nos denuncie, ya que está prohibido hacerlo en domingo, festivos y sobre todo en Semana Santa. Al salir hemos entrado en un bar, a los pocos minutos han llegado unos guardias municipales, han desalojado el local de clientes y obligado al propietario a cerrar el establecimiento, porque va a pasar la procesión, esto lo repiten en bares, tabernas y cafés. Los demás comercios ya han cerrado por la festividad del día, así como cines y teatros, a excepción de los que exhiban obras y películas de contenido religioso. Se obliga también a apagar los anuncios luminosos. La emisoras de radio solo emiten música sacra. Para controlar totalmente a la población de Madrid, las autoridades franquistas han creado una monstruosa espesa y complicada burocracia. Imposible tomar alguna iniciativa, y si tienes la osadía de querer realizar algún trámite o actividad; como la política y la iglesia oficial están estrechamente unidas, uno de los principales requisitos que te piden es el Certificado del Párroco, en el que conste tu «probada moralidad» y de «feligrés asiduo»,sobre todo los domingos. El llevar uniforme, supone poseer una bula, una patente y una preferencia para todo, y el individuo uniformado se hace merecedor de toda clase de prebendas; incluso para no guardar cola ante cualquier establecimiento o espectáculo público. Así que nunca se han visto tantos uniformes en la vía pública, falangistas de la Vieja Guardia, Sección Femenina, Margaritas, Pelayos, Flechas, militares de todas las graduaciones, religiosos regulares y seculares, policía armada, guardias municipales, guardia civil, ordenanzas de los Ministerios civiles, Ayuntamiento y demás organismos, guardas jurados de Parques y Jardines (celosísimos mantenedores de la moral pública). Nadie del estamento vencedor se quita el uniforme en ningún momento, aunque esté fuera de servicio; consciente de la enorme superioridad, y del sinfín de privilegios que garantiza su uso en la vida cotidiana, sobre el resto de los ciudadanos

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CAPÍTULO VIIIPOSGUERRA

Jueves Santo de 1940. Hoy he estado ayudando a mi padre en su taller de ebanistería,clandestinamente y con todo cerrado, evitando hacer ruido, para que el Párroco de la cercanaiglesia de San Lorenzo, no nos denuncie, ya que está prohibido hacerlo en domingo, festivosy sobre todo en Semana Santa. Al salir hemos entrado en un bar, a los pocos minutos hanllegado unos guardias municipales, han desalojado el local de clientes y obligado al propietarioa cerrar el establecimiento, porque va a pasar la procesión, esto lo repiten en bares, tabernasy cafés. Los demás comercios ya han cerrado por la festividad del día, así como cines y teatros,a excepción de los que exhiban obras y películas de contenido religioso. Se obliga también aapagar los anuncios luminosos. La emisoras de radio solo emiten música sacra.

Para controlar totalmente a la población de Madrid, las autoridades franquistas han creadouna monstruosa espesa y complicada burocracia. Imposible tomar alguna iniciativa, y si tienesla osadía de querer realizar algún trámite o actividad; como la política y la iglesia oficial estánestrechamente unidas, uno de los principales requisitos que te piden es el Certificado delPárroco, en el que conste tu «probada moralidad» y de «feligrés asiduo»,sobre todo losdomingos.

El llevar uniforme, supone poseer una bula, una patente y una preferencia para todo, y elindividuo uniformado se hace merecedor de toda clase de prebendas; incluso para no guardarcola ante cualquier establecimiento o espectáculo público. Así que nunca se han visto tantosuniformes en la vía pública, falangistas de la Vieja Guardia, Sección Femenina, Margaritas,Pelayos, Flechas, militares de todas las graduaciones, religiosos regulares y seculares, policíaarmada, guardias municipales, guardia civil, ordenanzas de los Ministerios civiles,Ayuntamiento y demás organismos, guardas jurados de Parques y Jardines (celosísimosmantenedores de la moral pública). Nadie del estamento vencedor se quita el uniforme enningún momento, aunque esté fuera de servicio; consciente de la enorme superioridad, y delsinfín de privilegios que garantiza su uso en la vida cotidiana, sobre el resto de los ciudadanos

discriminados, desafortunados que visten el civil desaliño, obligados por la gravísima escasezy el bajo nivel de vida, que solo a ellos afecta, y que casualmente la mayoría fueron tambiénlos que perdieron la guerra, y que paradójica e irónicamente son los «Voluntarios» forzosos,que tienen que acudir a cuantos actos y manifestaciones organiza la «autoridad competente»;pues en caso contrario les será descontado varios días de salario. Esto mismo les ocurre, enlas fabricas, a los jóvenes mayores de 18 años que no asistan a las prácticas de instrucciónpremilitar.

Siempre está latente el peligro del indiscriminado e imprevisto, y arbitrario registronocturno domiciliario, la posesión de un libro, publicación o impreso, que el corto y romointelecto de los esbirros de turno, les parezca subversivo, es suficiente para que el ciudadanosea declarado «desafecto al Régimen», y previo un «hábil interrogatorio», encarcelado.

En la Universidad y en las Escuelas Técnicas Superiores se impone el «AprobadoPatriótico», para todos aquellos estudiantes, que sin acabar la carrera en 1936, hayan luchadoal lado de los vencedores o demuestren ser afectos y haber apoyado al «Glorioso MovimientoNacional»; se les entrega el titulo académico oficial, y se les considera terminados sus estudios.

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Cédula personal de identificación, 1941

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Anverso y reverso de la cartilla de racionamiento

Niños saludando un cartel de Franco

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Cupones de Racionamiento de Agustina

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Anverso y reverso de la llamada Tarjeta Blanca, que servía como documento de identidad parapoder tramitar y renovar la Cartilla de Racionamiento

Ha dejado de ser válido cualquier titulo académico, puesto de trabajo, ascensos, odisposición legal, que haya tenido lugar durante los años de contienda; todo ha quedadoderogado y suprimido, así que mi hermana Antonia que se casó en 1937, y tiene un hijo nacidoen 1938, ahora resulta que es soltera, y no tiene derecho a algunos beneficios, como el«Subsidio Familiar», complemento de los salarios, aunque modesto, en estas circunstanciastiene su importancia. Para remediar esta situación ha acudido a la Parroquia de San Cayetano,para tramitar los documentos precisos para casarse por segunda vez; el párroco, montaraz ycerril, la ha tratado de manera grosera y brutal, aprovechándose de su influencia y del poderque goza en la España actual. Su comportamiento no ha sido evangélico, ni siquierahumanamente educado. Ha llegado a casa llorando de rabia e impotencia; mi hermana encircunstancias normales, le habría contestado debidamente, dada su facilidad de respuesta,

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Hoja cartilla de racionamiento

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Saludo de los Alcaldes de Arbúcies a los niños deMadrid en 1937, y 50 años después, en 1989

Carta de agradecimiento de Cuauhtémoc Cárdenas

certera, rápida e ingeniosa. Puede decirse que la iglesia católica oficial, vigila, regula y ordenala vida de los españoles, y contribuye eficazmente a la cruenta represión que sufren losvencidos.

Todos los domingos hay cuestación obligatoria de «Auxilio Social». En ningún bar, taberna,cine, teatro o en cualquier establecimiento o espectáculo público, no te despachan si antes nopresentas la insignia, que es diferente todos los domingos, de haber contribuido a esta colecta.Incluso en verano está prohibido circular por la calle en mangas de camisa, sin chaqueta, bajomulta de dos pesetas, y también la permanencia en la vía pública de los menores de 14 añosque no vayan acompañados de un adulto. Unos camiones les recogen y les llevan al «albergue»de Yeserías. Tampoco está permitida la circulación de grupos de personas de mas de trespeatones.

Hemos ido a visitar a nuestra antigua cocinera Maxi, que acaba de regresar de Francia consus hijos, y se ha instalado en casa de su hermana que vive en la calle Huertas. Ha sido un ratomuy agradable como siempre en estos casos, la conversación recayó sobre nuestra pasada vidaen la Colonia.

El cine sigue siendo importante para nosotros, pero vamos poco, los precios de laslocalidades son caros, la producción nacional de escasa calidad técnica y nivel bajo y cutre, detendenciosa ramplonería política; las películas extranjeras además de antiguas están mutiladaspor la censura, en tal medida y de manera tan burda e hipócrita que sus diálogos y argumentosquedan ininteligibles y absurdos. Los programas cinematográficos y de cualquier espectáculopúblico, son clasificados según la moral impuesta «apta para menores de 14 años», «3 paramayores, «3 con reparos» y «4 gravemente peligrosa», esta medida se cumple estrictamente porlos porteros de los locales. Tampoco nos hace gracia que al final de la proyección, al públicono le está permitido abandonar la sala hasta que no haya escuchado el correspondiente himno,mientras permanece en posición de «firmes» haciendo el saludo fascista. En los deportes ydesde luego en los partidos de fútbol, esto se hace al comienzo, aunque no asista ningúnjerarca.

Los comercios están vacíos de géneros, no se encuentra nada de lo mas preciso para unnivel de vida elemental. A consecuencia de esta general carencia y del escasísimo podereconómico de la inmensa mayoría de la población, todo el mundo vive haciendoinimaginables sacrificios, y trabajos múltiples tratando de mil maneras de remediar susnecesidades mas perentorias. En el «metro» y en la calle me han parado varias veces parapreguntarme donde me habían comprado la ropa que llevo puesta; les llama la atención sobretodo, mi impermeable; cuando les explico, ponen cara de entenderlo tarde, «¡Ah, ya decía yo!».

Febrero, 1940. Hoy se ha presentado en casa una vecina que tiene a sus dos hijos únicosen la cárcel, anarquistas condenados a muerte, va recogiendo firmas por toda la barriada paraevitar que sean ejecutados; aunque la actividad bélica de estos dos hermanos ha sido muyescasa, pues durante toda la guerra se limitaron a hacer guardia ante los restos de la Iglesia y las Escuelas Pías de San Fernando de la calle Mesón de Paredes, actuación que entonces fue

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muy criticada por los vecinos, porque consideraban que estaban escaqueándose para no ir alfrente. Como es de esperar, a pesar de la gran cantidad de firmas recogidas por esta madre,dentro de dos días serán fusilados.

Acaban de llegar repatriadas, Marieta y su cuñada María con sus respectivos hijitosJavierchu y Fernandito, que formaron parte de nuestro personal de servicio en la Colonia; sonde Tolosa, pero se han venido a vivir a Madrid, a la calle de la Santísima Trinidad. Las cogimoscariño porque su labor fue importante, así como su desvelo hacia todos; y acudimossaludarlas. Dentro de veinticinco años nos encontraremos de nuevo, en San Sebastián, conJavierchu.

Poco antes del amanecer, diariamente, pasa el «coche celular» procedente de la cercanacomisaría, en su interior debe llevar a los detenidos durante la noche para conducirlosdirectamente a la cárcel. Pienso en las personas que han tenido esa mala suerte. A la mismahora suele hacerlo también un anciano, que me llama mucho la atención, el pelo y la barbadescuidados y completamente blancos, magro y enjuto; su rostro me recuerda al cuadro «LasLágrimas de San Pedro», del Greco. Vestido con harapos, calzado muy deteriorado, sincalcetines, va tirando fatigosamente, haciendo un esfuerzo sobrehumano, de un carro cargadode grandes y pesadas cajas de sardinas y chicharros procedentes del Mercado de Pescados.Hoy cuando este anciano y su carro, lentamente han llegado al tramo mas estrecho de la calle,ha aparecido el siniestro y voluminoso «coche celular», el conductor ha tocado el claxonpidiendo paso; este hombre sin volver la cabeza, ignorando de quien se trataba, suelta unamano de la vara del carro, y hace ademán de que «espere un poco»; el acompañante y escoltadel conductor, un miembro de la Policía Armada, corpulento y de aspecto mas propio de lacaballería de tiro que está necesitando el rústico vehículo, desciende furioso, se dirige a él ycomienza a golpearle, mientras le hace objeto de toda clase de improperios. El anciano antela inesperada y bestial agresión, llora como un niño. El polizonte, para que le sirva deconsuelo, le dice que si hubiera sido mas joven le hubiera pegado mucho mas, al tiempo quelanza una desafiante y circular mirada, por si alguno tenemos algo que alegar. Ninguno de losescasos viandantes de ese momento que nos dirigimos al trabajo, nos hemos atrevido aprotestar, pues de hacerlo, en el mejor de los casos hubiésemos pasado a engrosar elcontenido del furgón policial. Madrid, vive y sufre inerme, ante esta brutalidad dictatorial yescalofriante.

El «estraperlo», este sucio, despiadado y lucrativo gran negocio, es explotado y controladoen sus orígenes por los mismos jerarcas del Régimen, en su propio beneficio y provechopersonal; ya que como es natural, solo ellos tienen acceso a los almacenes de víveres y de todaclase de artículos de primera necesidad para la población.

La «Tita Paz», se ha repatriado y hemos ido a verla, ha instalado una academia de Corte yConfección en la Puerta del Ángel. Nos ha dicho que su cuñado D. Vicente, nuestro antiguodirector en el «Nid Basque» de Anglet; ante el rápido desenlace que está teniendo la guerra enFrancia, ha logrado embarcar con toda su familia para la República Dominicana. Deseamosque por fin vivan tranquilos y felices en aquel país, y que se termine definitivamente su azarosa

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y prolongada peregrinación.En el año 2003, entraremos en contacto con Gabriel, el hijo mayor de D, Vicente y Lola,

que nos informará que lo anterior no es cierto, sino que al llegar las tropas alemanas, elGobierno de Vichy, internó a los exilados españoles otra vez en campos de concentración; ysu padre logró escaparse de uno de ellos. A su esposa Lola y sus cinco hijos la enviaron aEspaña, en pésimas condiciones. Una vez acabada la II Guerra Mundial, en 1947, lograronreunirse en Francia, definitivamente toda la familia.

Nos llegan noticias de la Colonia «Maison Yriberri» de Saint Pierre d´Irube (Bayona),donde estuvo mi hermano; su Director, D. Jerónimo y el profesor D. Eduardo, así como Juan,el conductor de la camioneta de reparto, han conseguido embarcar con destino a América.Viendo como los acontecimientos bélicos se precipitan para mal, nos hemos alegrado muchoque hayan podido ponerse a salvo con tiempo.

12 de junio de 1940. Con respecto a la marcha de la II Guerra Mundial, Franco cambia su«neutralidad» por la «no beligerancia».

13 de junio de 1940. París, ha caído en poder de las tropas alemanas. Este hecho aunqueesperado, nos desmoraliza y nos apena profundamente, pues la posibilidad de un cambiopolítico en España; en la forma que se está desarrollando la guerra en Europa, se aleja cadavez mas, y es impensable en un futuro próximo.

Según las noticias escritas que nos llegan de Francia, el pasado 29 de junio de 1940, todaslas Colonias Infantiles de niños republicanos españoles exiliados, que patrocinaba ysubvencionaba el «Sueriger Hjalpkomidern for Spanien», han sido disueltas.

El tabaco ha llegado a adquirir un valor astronómico en el «Straperlo», dado su escasez yla reducida ración por persona y día, que dan con la «Tarjeta del Fumador», exclusivamente alos varones mayores de 18 años –la mujer no debe ni tiene derecho a fumar– . El tabaco conel café, el aceite y el azúcar son los artículos mas apremiantemente demandados, y la masvaliosa moneda de cambio para adquirir otros no menos necesarios.

En las salidas del «metro», hay mujeres que en voz baja, casi susurrante, ofrecenprincipalmente tabaco y barras de pan, que llevan ocultos entre sus modestísimas ropas. Ellassaben que se juegan el corte de pelo al cero, la purga con aceite de ricino y la cárcel; sinembargo los grandes y poderosos distribuidores de los que estas mujeres se proveen, y que sellevan un abusivo beneficio, están a salvo, por su influencia política, de toda responsabilidad.Varias veces he presenciado la detención de estas mujeres por la policía, y me ha causadosiempre una penosa impresión, no exenta de indignación.

Setiembre de 1940. Superadas las pruebas de acceso, me he matriculado en la Escuela deOrientación Profesional, donde acudiré mañana y tarde, y en la Escuela de Artes y Oficios, ala que asistiré de noche; el ambiente académico (igual que en la Escuela Industrial, donde irédentro de tres años), es un trasunto del político-social y rígidamente impuesto actualmente;

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disciplina poco menos que castrense, basado en la coacción y el miedo. La relación de losprofesores con los alumnos es muy distante, y ninguno puede dirigirse a ellos si no te hanpreguntado antes, y cuando lo hacen es de manera seca y terminante, apuntándote con eldedo, con la mirada desparramada, mirando al infinito, sin hacerlo nunca a los ojos delalumno, dejando siempre bien sentado su superioridad intelectual y de mando; de absolutodesprecio hacia nosotros, haciéndonos ver nuestra insignificancia, humillando y ridiculizandoal estudiante que comete algún error, con comentarios pretendidamente ingeniosos paraprovocar las risas de los demás. La clase de «Gráfico-Tecnología», la componemos doscientoscincuenta alumnos, y aquí están los cinco profesores, amenazantes e imperturbables, en el altoestrado, ejerciendo su indiscutible autoridad; silencio absoluto a pesar de nuestro númeroexcesivo. Temor generalizado, estamos de pie, casi en posición de firmes, delante de nuestrostableros de dibujo. Tenemos las asignaturas teóricas Matemáticas, Física y Química, Geografíae Historia, Dibujo, Tecnología, Gramática, Seguridad e Higiene en el Trabajo y Religión. Lasclases prácticas son; Ajuste y Torno, Carpintería, Ebanistería, Fontanería y Hojalatería, Forjay Electricidad, la Gimnasia, pronto será sustituida por Instrucción Premilitar, a cargo delFrente de Juventudes, con sus castigos y matonismo. La primera práctica me ha tocado, hasido la de forja, es interesantísima, y muy curiosa la cantidad de cosas que se pueden hacercon un pequeño trozo de hierro cuadrado. Recuerdo que mi abuelo Higinio era forjador. Elmaestro de este taller, físicamente enjuto, es un profesional muy cualificado, de difícil trato,atrabiliario, agrio, está enfadado constantemente, me llama la atención como en una latagrande, la llena de agua, echa unos cuantos boniatos y los pone a hervir en una de las fraguas;cuando están a punto se la lleva a su mesa de despacho y se los come, en esos momentos sele dulcifica el gesto; ahora comprendo, este hombre tiene ¡HAMBRE!.

La falta de material escolar y de oficina es total, se encuentra algo en el «straperlo», perono está a nuestro alcance, por su precio, esto último pasa con los libros de texto, de los 250,solo dos chicos han podido comprar la Física y Química de Kleiber Karster, la Tecnología ylas Matemáticas de Rey Pastor y Puig Adam, los demás nos tenemos que conformar contomar apuntes de oído, cuando el profesor correspondiente lo permite, que no es siempre. Enel dorso de hojas de calendario, de impresos comerciales, o de papeles de lo mas heterogéneos,que nos procuramos como podemos. En el comercio no hay cuadernos ni cuartillas, y similagrosamente conseguimos alguno de estos artículos, los cuidamos y conservamos conexcepcional celo, y esto originará en nosotros un fetichismo que nos durará toda la vida. Yohe conseguido un solo libro, las Tablas de Logaritmos, de Vázquez Queipo, porque me las haregalado un tío mío; que me será utilísimo ahora e imprescindible en mis largos añosprofesionales, libro del que estoy orgulloso y agradecido.

Iniciar una carrera técnica universitaria, es impensable en nuestras circunstancias, por suelevadísimo coste, porque en el futuro todas las horas que dediquemos al trabajo serán pocas,y además de un manera mafiosa-corporativa, los mismos profesionales ya situados, hacen queel número de los admitidos sea muy reducido; son selectivamente escogidos, bien porparentesco o por influencias políticas.

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A pesar de tantas penalidades y de la brutal represión político-social y religiosa, había queser feliz por Decreto.

TODA MADRE TIENE LA OBLIGACIÓNDE SER UNA MADRE FELIZ

José María Cabodevilla, (Sacerdote), Hombre yMujer, prólogo del Excmo y ReverendísimoSeñor D. Casimiro Morcillo González,Arzobispo de Zaragoza

El prototipo que para la mujer ha dispuesto este régimen, es el de «modelo de esposa y demadre», «reina del hogar», «sumisa», «católica y española», «administradora del parco jornal delmarido». Además de la obligación de ser feliz.

La mujer en la actual situación política, no tiene derecho alguno, no puede comprar nivender ninguna propiedad aunque sea suya, no puede viajar, ni sacar pasaporte, sin permisode su marido, no es libre así mismo de realizar cualquier actividad, es considerada siemprecomo un ser inferior, e incapacitada para tomar decisiones propias.

7 de febrero de 1941. La exigua ración diaria de pan que corresponde a cada persona, y quevaría de 90 gr a 150 gr es de ínfima calidad, el color varía del negro-catafalco al amarillo-cadmio, el primero, salobre y apelmazado, el segundo, al partirlo, inevitablemente sedesmorona y queda reducido a un montoncito de miguitas, y es de general conocimiento queproduce diversos y muy molestos trastornos digestivos, los madrileños han dado en llamarle«PAN IMPERIAL».

Mi hermana está embarazada, y esta mañana mi madre ha comentado, «Antonia no seencuentra bien, y dice que debe ser el pan, que le ha sentado mal». Al regreso, al medio día enla calle, una vecina me dice «tu hermana ha tenido una niña». Como cuando tuvo a suprimogénito en zona de guerra, no ha contado con mas ayuda que la experta y eficacísima demi madre, que siempre que es preciso allí está ella, inteligente, imponiendo serenidad, segura,con una valentía admirable, posee un espíritu de trabajo y sacrificio excelso, silenciosa ydiscreta, no aparenta estas condiciones humanas excepcionales. La madre y la niña (que sellamará María) se encuentran perfectamente, aunque esta nos ha salido algo llorona, yo creoque la duele ver la luz por primera vez, en esta trágica y triste España, con una Dictadura,criminalmente nefasta. No se nos olvidará que el determinante de su nacimiento fue el «PANIMPERIAL».

Los juristas interpretando el Canon 1.240 del Derecho Canónico, consideran pecadorespúblicos a las actrices, ladrones profesionales, comediantes, arrendatarios de locales donde seexplota el vicio, los blasfemos conocidos como tales, y los habituales asistentes a cabarets ysalas de fiestas, etc.

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LUZ EN EL CAMINO,

Quintín de Casariegos, (Capuchino)

MADRID, es una ciudad de un millón de muertos

Comienzo de un poema de Dámaso Alonso

En la Escuela de Orientación Profesional, tenemos un profesor de Religión, que siempreestá alardeando de su pasado en el ejército de Franco, pues fue capellán de las baterías, quedesde el Cerro Garabitas de la Casa de Campo, bombardeaban el centro de Madrid; yo meacuerdo del miedo y el peligro al que estuve expuesto en tantas ocasiones, y este hombreempieza a caerme mal. Además me pregunto cual era su misión en esas unidades, cuyoscañones, como el mismo dice, estaban servidos por moros marroquíes mercenarios. Elprograma de la asignatura consiste; en que nos aprendamos de memoria el catecismo (losEvangelios ni mencionarlos) y las Encíclicas «Rerum Novarum», y «Cuadragésimo Anno», deLeón XIII; que a mi me parecen cosas de Perogrullo. Mi padre me dice que cuando salieronestas encíclicas, a la derecha española le pareció demasiado avanzadas socialmente y en excesoprogresistas.

Acabó expulsándome de clase.Ante el más leve gesto de disconformidad o la menor insinuación, de reclamación o

protesta, aunque esté justificada, expuesta, de manera temerosa y tímidamente educada en elorganismo correspondiente, público o privado, el reclamante es tachado de «rojo», abroncado,tratado groseramente y amenazado con llamar a los guardias; reducido al silencio no tiene masremedio que retirarse, humillado e indignado, procurando pasar inadvertido, y haciendo unesfuerzo sobrehumano para tratar de mantener su dignidad y su autoestima.

El personal de a pie, ahora no tiene ningún derecho, no hay mas salida que ser ciudadanosdóciles, resignados y sumisos al poder, con el peligro latente de la cárcel o el pelotón defusilamiento en el caso de que su actitud política sea activamente contraria al régimen.

En el «metro», mientras espero la llegada del tren, que lo hace a intervalos muy irregulares(lo que da lugar a grandes aglomeraciones de viajeros), me fijo como unos niños de diez odoce años, utilizando un bramante al que han atado a su extremo un canto rodado untado con«pez», con asombrosa habilidad, certera y rápida puntería «pescan» las colillas de los cigarrillosque los pasajeros arrojan a las vías, antes de acceder a los vagones. Asombra la experiencia deestos chicos en esta labor, con toda celeridad van engrosando el contenido del bote del quevan provistos. Este tabaco, lavado, es posteriormente vendido a granel en los puestos delRastro. El público lo adquiere enseguida, aunque el cartel advierte claramente «Tabaco decolillas».

Se recomienda al pueblo, sobriedad, y que dos veces al mes observe el «Día del PlatoÚnico» y el «Día sin Postre» y el «Día sin Tabaco». Indignante y cruel ironía, pues gran parte

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de la población se daría por muy satisfecha cumpliendo fielmente la recomendación oficial,pues supondría tener asegurado durante el resto del mes el «Plato Único», el postre y el tabaco.

Para adquirir, telas, paños, tejidos de cualquier clase hay que acudir también al «straperlo»,y pagarlos a precios exorbitantes, la gente agudiza su ingenio para aprovechar la ropa yvestidos que utiliza desde antes de la guerra, acudiendo a profesionales para «darles la vuelta»,o de otra forma tiñéndoles en casa, para así enmascarar el deterioro que el uso y el paso deltiempo ha ocasionado en estas prendas. El 80% de los madrileños civiles, van de luto o deazul marino.

Es histórico que cuando las naciones pasan por momentos graves de crisis, salen a relucirfenómenos extraordinarios en los medios de información, para distraer la atención del pueblo,como ocurrió durante el «Bienio Negro» con el «Duende de Zaragoza», y ahora con el «Gatocon Alas». El ABC, da la noticia de que un fraile ha descubierto la fórmula para convertir elplomo en oro.

En cuanto a las materias primas, como el cemento o el hierro, también están incluidos enla general escasez, algunos contratistas de obras e industriales importantes influyentespolíticamente, consiguen fácilmente un cupo oficial, que luego derivan al «straperlo», y enpoco tiempo hacen grandes fortunas.

El hecho de que se generen escasos residuos y desperdicios domésticos, indican ya el bajonivel de vida actual, pues se aprovecha todo, útiles, ropas, alimentos, materiales, calzado, hastalímites insospechados. Nunca las calles de Madrid han estado tan limpias, pues un papel o lapunta de un cigarrillo, caídos en suelo, desaparecen inmediatamente, milagrosamente.

Un importante colectivo madrileño vive de la recogida y reciclado de las basurasdomiciliarias que generan los habitantes de la capital; que dadas las circunstancias actuales, noson excesivos ni de mucha utilidad, pues todo el mundo exprime lo poco que tiene y lo utilizaexhaustivamente. Desde horas muy tempranas, lentas y largas caravanas de carros tiradospenosamente por escuálidas caballerías, cargados con los desechos domiciliarios, que una vezterminada su faena de recogida, se retiran hacia los barrios de Tetuán de las Victorias, Ventasdel Espíritu Santo y Carabanchel Bajo, realizando un trabajo público gratuito, cuando debíaser municipal, que es sustituido por estas «Brigadas del Amanecer», como denomina la gente,a estas interminables filas de traperos que se dedican a la busca. El trapero que tiene la suertede conseguir una zona del barrio de Salamanca, se considera muy afortunado, por que aquílos restos, son mayores y mas aprovechables, al contrario que en los barrios populares. Luegoproceden a la distribución y reciclado de lo recogido, la materia orgánica para alimentación degallinas y conejos, el papel, trapos y los metales –los mas apreciados– para su venta a loschatarreros, la madera como combustible doméstico propio, los restos de carbón a medioquemar para su venta directa al vecindario. Esta actividad hace innecesarios los vertederos.

Mucha gente tratando de prevenir futuras dolencias se han hecho con el «HongoMilagroso» que vacuna contra todos los males, también contra el hambre, tomandodiariamente una tacita del té, en el que está sumergido y del que vive. Se obsequia a familiaresy amigos con un pedazo, con la idea de que se les hace un regalo muy valiosos. Repitiendo la

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operación este trozo crecerá ininterrumpidamente hasta llegar a los 25 o 30 cm. de diámetro.Si se le saca del caldo se apergaminará, pero volverá a vivir y crecer si de nuevo se le introduceen el líquido, aunque haya pasado mucho tiempo. Su aspecto no es precisamente apetecible, ysupongo que su sabor tampoco debe de ser agradable.

En cuanto estuvieron a solas, Monasterio le preguntó alfiscal, ¿Qué son esos documentos que firma Francomientras desayuna en familia? ¿promociones? ¿ascensos?penas de muerte –respondió– firma entre 15 y 20 cadamañana, ¿cada mañana?

José Luis de Villalonga, El sable del Caudillo,pág. 291

Para abrir una cuenta corriente en un Banco, es preciso el aval de dos clientes del mismo,de reconocida solvencia, no solo económica, si no también política; como esto supone cierto«Status Social», se trata con esta medida, de impedir el acceso de los perdedores de la guerraa esta reducida sociedad, jerarquizada y hermética. Con el paso de los años el primer Bancoen suprimir estos requisitos, fue el de Santander, y en él abrimos nuestra primera cuenta.

«ADHESIÓN INQUEBRANTABLE A LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DELGLORIOSO MOVIMIENTO NACIONAL»; frase que era imprescindible destacar en«instancias», «declaración jurada», petición o solicitud, si quieres que esta te sea admitida ytramitada.

Con objeto de dar la apariencia de un pueblo próspero y feliz, y de que su nivel de vida yeducación son elevados, y disfrazar la miseria generalizada y la tragedia que viven y arrastrancomo pueden la mayoría de los ciudadanos, han promulgado una ordenanza para que toda lapoblación, aún en el mas tórrido de los veranos, está obligado siempre, a llevar chaqueta en lavía pública; el hecho de ir en mangas de camisa, es castigado con dos pesetas de multa. Lostaxistas son obligados a llevar gorras de visera –blanca en verano y azul en invierno–Cobradores y conductores de tranvías y «metro» –militarizados los segundos– y barrenderosmunicipales, van de riguroso uniforme, con gorra de plato y botones plateados. Los peatonesque crucen las calles con el semáforo en rojo, se les impone otra multa de dos pesetas y se lellama la atención de manera desconsiderada y grosera, y se le obliga a volver sobre sus pasosy cruzar de nuevo, cuando el artilugio esté verde, sabiendo que muchos de estos aparatos seinstalan en lugares innecesarios, en cruces en los que la circulación es muy escasa, y se reducede vez en cuando, al paso de un carro tirado por una caballería, de algún taxi desvencijado ode un vetusto y lento automóvil particular lleno de parches, pero eso sí, los semáforos son un signo de modernidad urbanística y cosmopolita.

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Agustina Marín MartínezMadrid, 1945

Pedro González JuarranzMadrid, 1944

Suelto de El Pais

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La policía franquista tiene perfectamente asumido el cometido y la conducta que lecorresponde en este nuevo orden político, y es perfectamente consciente, de que el arma maseficaz para someter y controlar a la población, es infundir terror, y amedrentar brutalmente asus victimas, a falta de la necesaria preparación profesional.

Toda la correspondencia es violada, censurada, y estampado en el sobre el sello delominoso organismo censor, así como la prensa, y toda clase de publicaciones, espectáculospúblicos y emisoras de radio. Prohibido celebrar reuniones en locales cerrados, sin elcorrespondiente permiso gubernativo y sin la presencia policial; aunque estos sean de índolelúdico o familiar. En los sobres de las cartas, además de la dirección hay que poner, «ArribaEspaña», «IV Año Triunfal», «Viva Franco», que garantizan su destino, y es obligatorio escribiral dorso las señas del remitente, que se hace responsable del contenido.

En la vía pública no se puede circular en grupos de mas de tres personas.Conseguir una conferencia telefónica provincial o nacional es muy difícil y complicado,

debido a una antigua y rudimentaria red, y al escaso número de teléfonos, nunca las dan almomento, y en muchas ocasiones hay que solicitarlas con «aviso», y en entonces la tardanzapuede ser de ocho o diez horas, incluso de un día –después de varias reclamaciones– si se tieneéxito, la conversación es intervenida por la censura, a la mas pequeña referencia o alusiónpolítica improcedente, o si se habla en otro idioma, es interrumpida la comunicacióninmediatamente.

Los comercios que tengan en su portada, algún titulo o anuncio en idioma extranjero, sonobligados a sustituirlo por otro en español.

Desde estos momentos «Caperucita Roja», será «Caperucita Encarnada».El plomo, el latón, el hierro, el cobre, el aluminio; han adquirido el valor de metales

preciosos, y los chatarreros se están haciendo ricos. Si se va a comprar una bombilla eléctricano te la venden si antes no entregas el casquillo de latón roscado de la fundida. En octubredel año 1934, durante la larga huelga general en Madrid, desaparecieron las moneditas decobre de uno y de dos céntimos, siguieron en circulación, las de cinco y diez céntimos,también de cobre, como estas dos últimas llevaban la efigie de un «león rampante», la gentelo interpretó como que era una perra, y dio en llamarlas, a la primera «perra chica», y a lasegunda «perra gorda». Hasta 1936, circularon el «real» (veinticinco céntimos) de cuproníquelcon un taladro en el centro; la monedita de cincuenta céntimos, que con la de una peseta y el«duro» de cinco pesetas, las tres eran de plata. En la actualidad, la moneda fraccionaria ha sidosustituida por discos de cartón, con un sello postal adherido que determina su valor, y que sonimprescindibles para utilizar los transportes públicos urbanos. Esta frágil moneda se deteriorarápidamente y llega un momento que no es posible identificarlo, cuando esto ocurre el usuarioes obligado a coger el cambio, sea cual sea su estado, pero no ocurre así cuando es al revés, elempleado no la admite (autoridad indiscutible) y este «dinero» finaliza su efímera vida en lasmanos del ciudadano, con la pérdida consiguiente para la escasa economía de la mayoría.

Ha comenzado sorprendentemente la venta libre de un producto alimenticio que sedenomina «PURE DE SAN ANTONIO», su presentación, rudimentaria, con la sencilla

imagen del Santo, se hará popularísimo. En su modesto envase no figura el fabricante ni sudomicilio ni sus componentes. Se trata de una especie de harina de color gris, de composiciónsospechosa, que induce a una justificada desconfianza, su sabor inquietantemente dulzón(cuando no hay azúcar ni sucedáneos), disuelto y hervido, está resultando un complementoimportante en la dieta de los madrileños, dado la escasez del racionamiento semanal oficial. Apesar de su ignorado origen, desconocer sus condiciones dietéticas y su valor nutritivo yenergético, sin garantía alguna de que se haya fabricado con las debidas medidas higiénico-sanitarias; quizás por la intercesión del Santo titular, está resultando milagroso, y viene enayuda de los boniatos cocidos o asados y de los chicharros, que es el único pescado que entraen la Capital. Mientras, todos los días, atraviesan la frontera francesa trenes con destino aAlemania e Italia, repletos de cereales, ganado, materias primas y artículos de primeranecesidad; ya que ahora en la posguerra, el pueblo español, con su sacrificio tiene que pagartodo el material bélico, que estas naciones entregaron a crédito a Franco, y que fuedeterminante y fundamental para que este ganase la guerra.

La falta de jabón es otra de las necesidades esenciales que se sufren, y no digamos nada delas pastas dentífricas, eso ya es un lujoso sueño; el único sucedáneo para acompañar al cepillode dientes es el «asperón», que se utiliza para limpieza de los utensilios de la cocina, que estácompuesto de arena de río y sosa cáustica, que resulta ser un eficaz abrasivo, lo menosapropiado para este delicado uso.

En cuanto a las medicinas se limitan a las inyecciones balsámicas, para los catarros, las decalcio, las de hígado, aspirina, y algunos jarabes, «aceite de raíz del traidor», para las heridas yungüentos para los diviesos, pomadas de uso general y para los sabañones, y la sarna, lo demásson formulas magistrales.

He ido al Pardo a consultar con el Generalísimo, a suderecha un elevado montón de expedientes, con una manomojaba bizcochos en una taza de chocolate, con la otracogía de esta expedientes, y uno lo colocaba encima de unasilla, y otros los dejaba en la mesa.Al salir le he preguntado a su ayudante que eranaquellos documentos –son condenas a muerte, los de lasilla son para revisar, los de la mesa para su firmainmediata.

Pedro Sáinz Rodríguez, Ministro de Educaciónen el primer gobierno, franquista

Hace tres años que terminó la guerra, y el conde CIANO (yerno de Mussolini, jerarcafascista y Ministro de Asuntos Exteriores italiano), dice que en Madrid, todavía hoy, seproducen doscientas «sacas» diarias de las cárceles para su fusilamiento posterior en las tapias

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del cementerio.Al reducido, obsoleto, y destartalado parque móvil de Madrid, ahora le ha sobrevenido las

restricciones de gasolina, a este conjunto de vehículos –que ninguno de ellos conserva piezaoriginal alguna– les ha surgido en la trasera una excrescencia, que aumenta aún mas su aspectoesperpéntico, que es el «gasógeno», una caldera de construcción artesanal que se alimenta deleña y carbón, combustibles que tampoco abundan.

En los barrios populares, proliferan las «Casas de Empeño», que son regidas por individuossin escrúpulos, legalmente establecidos, donde la gente acude, –dada la miseria imperante– aempeñar sus objetos personales, ropas y enseres, a cambio de cantidades muy por debajo desu valor verdadero, y que dado su abusivo interés, hace casi imposible su rescate.

Se está extendiendo el ejercicio de la usura, por parte de particulares desaprensivos. Hacenprestamos personales al 25% y al 30% de interés ¡mensual¡, y estos intereses hay que abonarlospor anticipado, antes de conseguir el préstamo.

La normalidad actualmente, es la degeneración política, religiosa y social, y comoconsecuencia, la sordidez, la mezquindad, la usura, y la miseria moral y económica, un ejemploes la de los que no tienen mas salida que vender su sangre a hospitales y clínicas, sin ningúncontrol médico ni garantía sanitaria, pues estos vendedores, complementan sus ingresos conla mendicidad, viven a la intemperie, carentes de una mínima higiene personal y de unaelemental alimentación adecuada, es de suponer que su forma física no es la mas idónea,cuando además estas ventas, las repiten cada vez con mayor frecuencia.

Mi hermano Manolo nos ha enviado diversos objetos que primorosamente ha realizado enla cárcel de Baza, son de un gran valor teniendo en cuenta, los escasos y rudimentarios útilesempleados, y su perfección y acabado. En la carta adjunta nos insiste mucho en que ledigamos si nos ha gustado la «sorpresa»; consideramos que esto tiene un doble sentido, y losexaminamos con minuciosidad, hasta dar con la casi invisible cabeza de un alfiler de losllamados de plomo, al tirar de ella aparece un papel de fumar enrollado a un mondadientes, yen él nos comunica, que por medio de un plan ingenioso y con la ayuda de los compañeros,en breve piensa abandonar la cárcel, y que le tengamos preparado un lugar seguro dondepermanecer una temporada. A los pocos días ha llegado a Madrid –yo hacía cinco años queno le veía– mi padre ha preparado una habitación interior del taller para su alojamiento. Yosoy el encargado de facilitarle lo que necesite y de llevarle comida y cena, fuera de las horasde trabajo.

La noche está muy avanzada, hace frío y los peatones son muy escasos, al llegar a la alturade la calle de la Fe, me doy de frente con una pareja de guardias de la temible Policía Armada,con sus «tercerolas» al hombro, me paran «…chico, ¿que llevas en ese capacho?»; «la cena parami padre que está trabajando…» lo registran y me dejan seguir; con un tremendo susto, doyun par de vueltas a la manzana hasta asegurarme que no me vigilan, y me dirijo directamenteal taller; con una llamada convenida, mi hermano me abre. Me quedo con él mientras cena,pero no le digo nada para no preocuparle. Los compañeros de la clandestinidad le facilitanuna documentación falsa, y al poco tiempo comienza a llevar una vida normal, e incluso se

coloca en las oficinas de una importante compañía de transportes ferroviarios, cuyos patronosson significados cargos políticos de este régimen, y así consigue un documento oficioso, quele permite viajar a cualquier lugar de España, con su nueva identidad, sin necesidad delsalvoconducto obligatorio para los demás civiles.

Manolo sigue en comunicación con un grupo de guerrilleros que operan en la sierragranadina –que no aceptaron la forma en que finalizó la guerra– y les ha facilitado la mismay privilegiada documentación de la que él goza en su lugar de trabajo. En una emboscada estegrupo ha sido aniquilado, llevando estas credenciales; les relacionan con mi hermano, y lapolicía político-social se presenta en la oficina para detenerlo, oportunamente un compañerode trabajo le ha avisado previamente. Vuelve a un refugio clandestino. A las que si handetenido ha sido a su novia Julita, y a la madre de esta, Dª. Asunción (viuda de CayetanoRedondo Aceña, que fue Alcalde de Madrid, y Diputado Socialista, fusilado por Franco), lashan llevado a los calabozos de la Dirección General de Seguridad en la Puerta del Sol; allípermanecerán un mes, mientras su domicilio estará vigilado y ocupado por la policía.

Dª. Asunción ya estuvo en los primeros meses de la posguerra en la cárcel de Burgos, porser la mujer de su marido. Yo soy el enlace entre los compañeros, la familia y Manolo; en díay hora determinada mi hermano pasea por el final de la calle Alcalá, yo acompaso mi marchaa la suya, y sin mirarnos ni saludarnos, intercambiamos información, al terminar. retraso elpaso y me voy distanciando poco a poco, él continua sin alterar el ritmo del suyo. Llevasombrero, se ha puesto gafas, dejado bigote y teñido el pelo de rubio.

En estas ocasiones voy en el «metro» hasta las Ventas, haciendo trasbordo en Sol, dondetomo una línea contraria a mi propósito, en el momento que las puertas se cierran,repentinamente salto al andén, si queda alguien en él, espero al siguiente tren y repito laoperación, hasta que quede desierto, entonces ya me dirijo a la dirección adecuada. Este juegole repito un par de veces al ir y al volver. Tomo estas precauciones porque me preocupamuchísimo, incluso me altera el sueño, que la seguridad de mi hermano dependa de mi, y quepor algún descuido mío pueda poner en peligro incluso su vida.

Los «18 de julio», el Sindicato Vertical, organiza una concentración obrera, porque estafecha ha quedado constituida como «Fiesta del Trabajo». Parece ser que se han dado cuentadel poco acierto en la elección, y el escaso entusiasmo que despierta, y han decidido trasladarlaal 1º de mayo, y a ese efecto la Iglesia Oficial, declara ese día, «San José Obrero», que tampocotendrá aceptación popular, ni el sentido lúdico-familiar ni de reivindicación social de los 1º demayo de mi infancia, de los que guardo maravillosos y felices recuerdos, solo comparables alas Navidades. La asistencia a estas concentraciones es obligatoriamente «voluntaria», cadaempresa pasa lista a sus empleados. La ausencia se castiga, con el descuento de dos días desalario, sanción excesiva, pues los sueldos que son fijados oficial y uniformemente, el mismopara cada categoría profesional, distan mucho de cubrir las necesidades mas imprescindibles.

El año pasado nos reunieron en las inmediaciones de la Castellana, una vez pasada lista,emprendimos la marcha para desfilar delante de la tribuna de la máxima jerarquía del Estado,antes de llegar me escabullí por una de las calles laterales, muchos compañeros fueron haciendo

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lo mismo. Este año nos han concentrado en la Plaza de Oriente, y sorprendentemente nosintroducen en la Plaza de la Armería, y cierran las grandes cancelas de hierro y proceden alrecuento. Las terrazas sobre los arcos que bordean esta plaza, están tomadas por numerososguardias con fúsiles ametralladores conocidos como «naranjeros» (durante la guerra seimportaron a cambio de naranjas). Después de larga espera, aparecen los jerarcas políticos,militares y eclesiásticos que con la «Máxima Autoridad», voz atiplada y sonsonete monocorde,suelta larga perorata. Me hago sitio y me siento en el suelo, inadvertido, me ahorro al final,cantar el himno y dar los gritos de ritual. Una vez en la calle, hago el propósito de no volver aasistir nunca mas a estos actos, aunque me descuenten los dos días de sueldo.

De nuevo la eficaz actuación y ayuda de los compañeros de clandestinidad de mi hermanoManolo, han hecho posible que consiga llegar a Francia. Después de un primer intento fallido,lo han realizado embarcados en una lancha, saliendo del puerto de Barcelona. Allí loscompañeros del exilio le acogieron muy bien, y está trabajando para la U. G. T. en Toulouse.Alegría y tranquilidad familiar.

Según una instrucción, los jefes de casa están obligados a clasificar en cuatro grupos a losinquilinos sospechosos:

1 Ex-militantes rojos2 Indeseables3 Extranjeros4 Simpatizantes de los rojos

…jamás ni los niños ni los hombres deben leer novelasdetectivescas…

Antonio Fernández Rodríguez, EnciclopediaPráctica de Grado Medio, Maestro Nacional

–No dice nada de las mujeres

Cuando ocurre algún acontecimiento o conmemoración político-religiosa-militar, pornimio que este sea, es ensalzado y elevado hasta lo inconmensurable y sublime.

Aprovechando las primeras circunstancias favorables del transcurso de la Segunda GuerraMundial para Franco, este ordenó al ejército español la ocupación por sorpresa de la plazanorteafricana de Tánger, hasta ese momento de gobierno internacional. Paseando por la calleAlcalá, vemos que debido a este «glorioso hecho» la policía va recorriendo la calle por ambasaceras, obligando a los vecinos a poner colgaduras en los balcones; a una joven que estáasomada a uno, de un primer piso, la ordenan colocar la bandera bicolor o la de Falange;…«no tengo banderas…», …«pues ponga un mantón o una colcha…», «es que esta casa no

es mía…», «pues al regreso quiero ver en ese balcón aunque sea una sábana».No había amanecido todavía cuando salgo del «metro», para dirigirme a mi trabajo (en la

oficina técnica de una fábrica), la temperatura bajísima, la helada dificultaba la respiración, yen la puerta del Monte de Piedad de la calle de Bravo Murillo, un numeroso grupo depersonas, encogidos y arrebujados en sus humildes y escasas vestimentas, hacen cola parapignorar sus modestísimas pertenencias, y así tener alguna posibilidad de cenar estaNochebuena. Hoy es 24 de diciembre de 1946.

Nos hemos desplazado hasta Alcázar de San Juan a visitar una obra, y nos hemos cruzado con ellamentable y triste espectáculo de una larga cuerda de presos, conducida por la guardia civil; el arquitectoal que acompaño, le ha preguntado a un conocido «¿oye que esto?», «pues que todavía no se haterminado la guerra»; lo ha dicho en voz alta, creo que uno de los guardias civiles le ha debido oír.

Nosotros a diferencia de muchas viviendas, tenemos la suerte de disponer de suficienteleña para cocinar, gracias a los restos de madera del taller de mi padre. Los vecinos, con esefin, ha llegado a quemar muebles e incluso las puertas interiores de sus casas. Yo soy elencargado de traerla a casa, en un saco grande de arpillera, la gente a mi paso hace algúncomentario, unos tratan de comprármelo, otros en mas de una ocasión intentan arrebatármeloinfructuosamente. Cuando llego a casa, cansado por el esfuerzo, y porque las astillas se meclavan en la espalda, no me quejo, ni digo nada de lo que me ocurre en el trayecto.

Los niños de la guerra

A lo largo de novecientos setenta y ocho días de lucha declases, los niños de la guerra quedaron como principalestestigos del horror y la barbarie. El miedo era libre y lacuriosidad también. Huérfanos o evacuados por suspadres para su mayor seguridad, muchos de ellos salieronen expediciones hacia la Unión Soviética, Bélgica,Francia y México. …en el que se podía morir por elsimple hecho de pisar las calles. Durante los grandesbombardeos de Madrid y Barcelona, la mayoría de lasvictimas fueron mujeres y niños. Bajo el pretexto dealcanzar objetivos militares se bombardeaba de formaindiscriminada. En esta guerra de exterminio, los niñosmaduraron a una velocidad de vértigo. Conocieronalbergues improvisados, refugios, hambre, evacuaciones ysufrimientos. Durante este aprendizaje vivencial losniños españoles tuvieron su propio protagonismo.

Rai Ferrer

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Sin embargo, aquellos niños no pudieron ser neutrales.No les dejaron ser neutrales……los niños tuvieron quese beligerantes porque los bombardeos, el éxodopermanente, la ausencia del padre soldado, preso,fusilado o «paseado»; el hambre el frío. El pánico, todoen su conjunto o por separado se ensañaron con millonesde españolitos que habían nacido en la víspera o durantela República que España se dio el mes de abril de 1931.Aquellos niños no olvidarán jamás.

Teresa Pámies, Los niños de la guerra

Cualquier ciudadano, se arriesga a ser llevado ante el Tribunal de Represión de la Masoneríay el Comunismo, o al de Orden Público, y aplicarle la ley de Peligrosidad Social o la de Vagosy Maleantes; muchas veces por la caprichosa y arbitraria denuncia –sin comprobación previa–de cualquier autoridad menor, la del empresario de su lugar de trabajo, o por interesespersonales de un simple vecino, y ser internado en Nanclares de Oca indefinidamente.

La preocupación, la angustia y la tristeza, retornan a la familia; nos llega la noticia de quemi hermano Manolo ha sido detenido de nuevo en Pamplona. Regresaba a España comoenlace, con una misión política determinada y con nueva documentación falsa. Le hantrasladado a la cárcel de Carabanchel, y aquí ha recuperado su verdadera identidad, para queno le relacionen con sus actividades anteriores. Las autoridades franquistas se toman un largotiempo, pero no logran averiguar cual era su misión, ni imputarle nada, después de variosmeses, todo queda en un arresto gubernativo por pasar la frontera clandestinamente, ¡comosi hubiera otra forma de hacerlo!, le ponen en libertad, y vuelve a casa.

Manolo, acompañado de su novia Julita y de la madre de esta Dª. Asunción, con lacolaboración de los habitantes, de un caserío a orillas del Bidasoa –donde han logrado llegarcon muchas dificultades– los hijos pequeños del casero les avisan cuando hacen el relevo delos centinelas, y las garitas quedan abandonadas por unos minutos, los que necesitan paraecharse al agua los tres, y cruzar a nado el río hasta la orilla francesa. No volveremos a verloshasta dieciocho años mas tarde. Al mes, hemos tenido noticias de ellos, están en Paris, yManolo trabaja para el Gobierno Republicano Español en el exilio.

En el Estudio de Arquitectura, donde realizo mi jornada diaria laboral nocturna de cuatrohoras como mínimo –la diurna de ocho horas transcurre en la Oficina Técnica de una fábrica–cuando el trabajo lo requiere, estamos toda la noche de los sábados, en ocasiones he llegadoa trabajar dos noches seguidas enteras, con gran enfado de mi padre. Acompañado deAgustina, he llegado a dormirme en el tranvía. Estoy completamente agotado físicamente.

En plena autarquía el material y los útiles profesionales con los que contamos, son deescasa calidad el primero, y anticuados, toscos, sin precisión los segundos. El papel vegetal,áspero con infinidad de impurezas, que aumentan su opacidad, y dificulta el conseguir copias

de alguna calidad y uniformidad. Solo con enorme paciencia, habilidad y un gran esfuerzo,logramos un trabajo de excelente presentación; proyectos de edificios singulares, distribuidospor varias provincias españolas.

Se ha presentado en el Estudio una señora muy elegante, sombrero, enjoyada, muyperipuesta, con modales aristocráticos, en contraste con la general y modesta indumentaria dela mayoría de la gente, y nos enseña una muestra de papel vegetal francés, de maravillosatransparencia, satinado y de grueso conveniente, quedamos admirados de su excelente calidad,que es la primera vez que vemos. A pesar de su precio abusivo, le compramos un rollo,entonces abre la puerta de la escalera, y hace entrar a una joven, impecablemente vestida de«doncella», como si fuera a servir la mesa, uniforme negro, guantes y delantalito blancos, cofia,cintas, puntillas y demás perifollos, y que es la porteadora de los rollos de papel vegetal, y queesta señora utiliza como «chivo expiatorio», ya que si la denuncian, a la que cogen con lamercancía ilícita, es a la pobre chica.

La fábrica donde trabajo de día –48 horas de lunes a sábado– me coge al otro lado deMadrid y tengo que hacer cuatro largos desplazamientos diarios en «metro», siemprecorriendo para enlazar convenientemente en los trasbordos, los viajeros van materialmenteprensados en los vagones, el calor es sofocante. Me he enterado que en «Mengemor» (después«Sevillana de Electricidad»), convocan una plaza, esta entidad situada en la calle del Marquésde Cubas, me permitiría incluso acudir andando. Durante ocho días he realizado la pruebapreceptiva, en el despacho del ingeniero jefe, y este ha quedado muy satisfecho con mi trabajo,y me envía al jefe de personal para acordar el salario, pues él no tiene atribuciones en esteaspecto. Acudo al despacho de este que resulta ser un comandante del ejército, aunque supuesto es civil, acude al trabajo de uniforme, con todos sus méritos, distintivos y atributos.Aparenta interés en el único papel que tiene en la mesa, no levanta la cabeza ni me indica queme siente, tampoco contesta a mis «buenos días», silencio, hace como que ignora mi presencia.Empiezo a enfadarme. Repentinamente, me interroga, «¿Qué actuación tuvo Vd. En laguerra?», estupefacto, le contesto, «cuando comenzó yo tenía nueve años de edad», insiste, «¿ybien, que actuación tuvo?», «pues NINGUNA». Me enfado del todo, y le digo que el sueldoque me ofrece es insuficiente y me marcho. Es corriente que en compañías, entidadesimportantes e industrias, elijan para jefe de personal, a militares de graduación o jerarcas deFalange para intimidar a empleados y obreros.

Al norte de Madrid están construyendo la Colonia de chalets, Mirasierra, hoy he idoacompañando al aparejador de estas obras, y me ha sorprendido la llegada de un camión conpresos políticos de la cárcel de Carabanchel; custodiados por la guardia civil, vienen a trabajaraquí. El salario de estos obreros se lo reparten entre el nuevo Estado y el contratista, y unapequeñísima parte se la entregan al trabajador-preso. El promotor de esta colonia es JuanBanús, y la cabeza visible es Juanito Banús, hermano y sobrino respectivamente de José Banús;que durante la guerra fue activista de la «Quinta Columna» franquista, en la retaguardia deMadrid, y que al finalizar, Franco le recompensó, con toda clase de prebendas privilegios.

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Setiembre de 1947Con la mayoría de edad (21 años), llega el temido momento de mi incorporación forzosa

a filas, lo hago con profundo disgusto, entre otras muchas cosas, porque es una enormepérdida de tiempo; hasta ahora se sabe la fecha del ingreso del correspondiente reemplazo,pero no la de su licenciamiento, hay momentos que han llegado a juntarse tres quintas, cuandotenían que haber sido sucesivas. Previamente llevo una temporada apartando una pequeñacantidad de lo que ingreso, por mis trabajos particulares, que me vendrá muy bien durante eltiempo que permanezca en el ejército, ya que el salario de un soldado es de 50 céntimos depeseta, diarios.

He sido destinado a la Escuela de Aplicación de Caballería y Equitación del Ejército,situada en el Campamento de Carabanchel (Madrid), zona militarizada, en la que existennumerosos cuarteles de las distintas armas. Me integran en el llamado pomposamente«Gabinete Topográfico», compuesto únicamente por un maestro del C.A.S.E. (CuerpoAuxiliar al Servicio del Ejército), que creó la Republica, y que el régimen franquista harelegado a la condición de «a extinguir», este hombre afortunadamente para mi, además derepublicano, es respetuoso, afable y educado. Ya somos dos en este «Gabinete».

Este ambiente castrense no es ninguna sorpresa, pues es del dominio público, salvorarísimas excepciones, que predominan, la brutalidad, la ignorancia y la petulancia estúpida delos oficiales y sargentos que hacen uso de su inseparable fusta con contundente facilidad yfrecuencia, sobre los soldados, pues consideran que al incorporarnos hemos perdido lacondición de personas.

Cuando los caballos gozan de un excelente trato sanitario preferente, los soldados disfrutannada mas que de un solo medicamento, es una pastilla blanca con las letras F.M. (FarmaciaMilitar) impresas, se desconoce su composición e indicaciones, pero al que acude al Botiquín,el encargado le entrega una como remedio a todos sus males, sean los que sean. He oídocomentar a los oficiales que si un soldado se muere, se le reemplaza por otro, y ya está; perosi eso le sucede a un caballo, este puede ser irremplazable, y en todo caso el valor material esmucho mayor que el del primero.

La comida, repelente, voy al comedor solo por el «chusco» de pan; Agustina me resuelveeste problema, ya que todos los domingos me provee de comestibles para toda la semanasiguiente, y que yo tengo que defender enérgicamente contra las ratas, empeñadas en querercompartirlos conmigo, y a pesar de mi denuedo y coraje, estos feroces roedores, a veces loconsiguen, con gran indignación de mi parte.

La corrupción es práctica natural que se ejerce por jefes y oficiales con absolutadesfachatez, unas veces a costa del rancho de los soldados, en otros casos se dedican a lacompra y venta de caballos, que traen al cuartel para que estos los cepillen, los mantenganpresentables y les den el mismo pienso que a los de esta Escuela, y que los veterinarios delC.A.S.E cuiden de su salud. Pasada una temporada, traen aquí a sus clientes, y a la vista detodos hacen sus transacciones a su exclusivo beneficio personal, sin ningún coste por su parte.

En cuanto a la ignorancia, hay un sargento veterano que ha aprendido aquí el abecedario,

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recientemente, y la mayoría de los oficiales no saben leer un plano topográfico.Un alférez (ruso blanco), que luchó en el bando franquista, y que no se explica que

continúe en activo, pues es «Caballero Mutilado» –anda con alguna dificultad–, al poco denuestra incorporación, estando el escuadrón en el comedor, inesperadamente, ha comenzadoa golpear brutalmente con la fusta al soldado que reparte el pan; luego lo ha justificadodiciendo, «…es que me ha mirado mal…», este chico hace poco que tuvo un accidente en estecuartel, y perdió la visión de un ojo y se le ha quedado fijo, no parpadea.

Lo mas importante y fundamental de nuestro aprendizaje castrense, es que al saludar a unsuperior, nuestras espuelas tienen que sonar, al golpearse entre si, el que nos sabe hacer estoperfectamente, no sale a la calle, y cuando el escuadrón está formado, todas tienen que hacerloal unísono, después de muchos ensayos lo hemos conseguido, esto es imprescindible, comoel saberse los himnos patrióticos al uso; el 10% de los reclutas, son analfabetos y me hanentregado unas fotocopias de los mismos, para que yo se los lea y ellos se lo aprendan dememoria, pasarán muchos años y todavía seguirán esperándome.

Nuestra indumentaria militar es de circo, inapelable, no se puede solicitar una talladeterminada o número de calzado adecuado, el capote que me han entregado está tandeteriorado y tiene una dura y gruesa costra de grasa que indica la cantidad de reemplazos quehan pasado por él.

La primera vez que hemos ido al «tiro», me sorprendió un grupo principalmente de mujeresniños y ancianos, que nos están esperando; al final de nuestro ejercicio, he sabido a que iban,cuando el trompeta ha tocado «alto el fuego», estas personas se han precipitado sobre elterraplén donde se colocan los «blancos», y con pequeñas herramientas escarban, buscandolas balas que luego venderán en las chatarrerías.

Son muy escasas las viviendas que tienen receptores de radio, solamente los que losadquirieron antes de la guerra, y han sabido conservarlos, y han tenido la suerte de que no seles fundiese ninguna válvula, la «rectificadora», que es la mas importante, y la primera enaveriarse, no hay manera de hallarla. Yo he construido uno de galena, que nos permiteescuchar Radio Madrid y Radio España, los condensadores variables y las bobinas deinducción, los he comprado en el Rastro, los demás componentes los tenía ya en casa. La cajade madera la he construido en el taller de mi padre, y me ha quedado muy bien. Dentro deunos meses comenzarán a salir los primeros aparatos de radio, de formato pequeño y defabricación nacional, nosotros compraremos un «Telefunken» (1.000 pts), a plazos, que meacompañará en mis largas noche de trabajo en casa, escuchando, la B.B.C., Radio Dominicanay Radio España Independiente, que me serán de mucha ayuda.

He tenido la osadía de solicitar mi pasaporte, y después de pasar un verdadero calvario,en el recorrido legal burocrático, deliberadamente enrevesado, sinuoso e interminable, parareunir la ingente cantidad de «instancias», «declaraciones juradas», «avales», «comprobantes»,«justificantes», «autorizaciones», «certificados debidamente timbrados» y cartilla militar, porfin lo he entregado todo en las siniestras dependencias de la Dirección General de Seguridadde la Puerta del Sol.

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Llevo ya seis meses acudiendo a diario a este tenebroso edificio, y se prolonga el goteo deinconvenientes de lo mas peregrino, y me siguen solicitando mas documentos. Todas lastardes guardo la larga fila delante de la única ventanilla (de personas con la misma pretensiónque yo) que bajando la escalera llega hasta la calle. Siempre somos los mismos, y nosintercambiamos nuestros casos y frustraciones en voz baja; durante este tiempo, no he vistoa ninguno de estos asiduos que haya conseguido tan codiciado documento. Esta tarde me handado una negativa definitiva; lo justifican diciéndome que es debido a que mi hermanoManolo ha pasado por dos veces, clandestinamente la frontera francesa; le contesto que yo notengo nada que ver con eso, ni siquiera me mira,…«¡el siguiente!».

El «Bar Chicote», de la Gran Vía madrileña, se ha convertido en la guarida de los grandes«straperlistas», jerarcas del régimen, nuevos ricos, rufianes e individuos de toda laya, esto esdel dominio público y de las autoridades que lo toleran. Allí se ha instalado, entre otros, el mascriminal y execrable comercio, la venta de PENICILINA, a precios tan elevados que solo estáal alcance de los asiduos clientes de este establecimiento, todos de alto nivel económico;naturalmente el gran público no tiene acceso a tan importante antibiótico. Lo mismo ocurrirácon la ESTREPTOMICINA.

Mis hermanos que están en América, nos han enviado unas ampollas de penicilina, enprevisión de que tuviéramos necesidad de ellas; lo hemos comentado con nuestro médico decabecera, y se las hemos entregado, pues tiene un paciente en el Puente de Vallecas, de muyescasos recursos, en estado muy delicado y que le van a venir bien, y que nunca podría pensarsiquiera, en poder adquirir este medicamento. Quedamos muy satisfechos con el destino deaquellas ampollas.

Agustina y yo hemos decidido casarnos, sin atender a la opinión familiar, y a la de nuestroentorno, que consideran que somos muy jóvenes, nosotros pensamos que eso no es malo, sino conveniente, lo importante es que estamos seguros de nuestros profundos sentimientosmutuos, y de nuestra formación responsable, por encima de la de muchas personas mayoresque nosotros, y el determinante de nuestra inapelable decisión, es que se nos presenta laoportunidad de tener una vivienda exclusivamente para nosotros; algo muy importante y unverdadero lujo, aunque sea modesta, ahora lo normal es que dos o tres familias convivan enuna, con los graves problemas domésticos que acarrea esa incomoda situación. En cuanto alos preparativos, los veníamos haciendo desde hace varios años. Nos insisten también muchosobre las carencias y dificultades actuales, que desoímos; nuestra experiencia adquirida juntos,desde el 16 de febrero de 1937, hace que estemos mejor preparados, para enfrentarnos a lasfuturas contrariedades e inconvenientes que se nos puedan presentar,. Aunque nuestraeconomía será muy justa, yo con mucho esfuerzo y sacrificio, sumo dos sueldos, cuando enestos tiempos existe un considerable y elevado paro laboral, no reconocido oficialmente.

Hoy entregamos en la iglesia de nuestra Señora de Covadonga, nuestras Partidas deBautismo, el «Permiso Paterno» (aunque somos mayores de edad), y asistido en este mismotemplo a los «Cursillos de Preparación Prematrimonial», consistente únicamente enaprenderse de memoria el catecismo vigente, así como también cumplido con la «Toma de

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Dichos», se han leído las tres «Amonestaciones» (en domingos consecutivos), en estaParroquia, por Agustina, y en la de San Cayetano, por mí, y en estos momentos vamos a fijardía y fecha para nuestro enlace. Yo tengo mucha prisa, porque todavía me falta cumplir conmi jornada diaria nocturna en el Estudio de Arquitectura, y estoy impacientándome, porqueel novio de la pareja anterior, quizás por temor o timidez, no acaba de decidirse de una vez,en la elección de la modalidad de su ceremonia.

–…mira hijo, tenemos: coro, órgano, cuatro violines, flores en altar mayor, y alfombra hasta la calle, por3.000 pts

–¿ padre…no serán muchos cuatro violines…?

Este memo me está alterando.

Hay otras tarifas: 2.000 pts, órgano, alfombra y flores; 1.000 pts, órgano y alfombra; 300pts, altar lateral y a las 8 de la mañana. Luego hay una tarifa para pobres, pero esimprescindible presentar el «Certificado de Pobreza», expedido por el Ayuntamiento; pueseste Régimen ha «institucionalizado», la pobreza.

Por fin nos llega el turno, y rápidamente acordamos, el 8 de junio a las diez de la mañana,pues no es cosa de hacer madrugar mas, a familiares y amigos.

Los dos, siempre de acuerdo, no regatearemos esfuerzos y desvelos, –que serán siempreprioritarios– para constituir una familia gratificante que nos compense de tantas desventurastrágicas infantiles pasadas, así como de las dificultades y contratiempos futuros, que no seránpocos. Nuestra primogénita, Esperanza, será Médico–Psiquiatra, de bien ganado y merecido

Invitación a la boda de Pedro González Juarranz y Agustina Marín Martínez,Madrid, 8 de junio de 1949

POSGUERRA

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prestigio; la segunda, Susana, –once años menor– alcanzará el grado de Doctora en FilologíaClásica; nuestra nieta mayor, Carmen, el de Médico, su hermano Pedro, el de Economista, ysus primos Julia y Juanito, por sus excepcionales condiciones personales, pueden llegar tanalto como quieran. La simpatía, la inteligencia y el cariño de todos, serán fundamentales paranosotros.

En el año 2005, haremos recuento y repaso de todo lo realizado, para conseguir una familiacon estas cualidades, y consideraremos que efectivamente lo hemos hecho bien; que ha sidoalgo importante, y que nuestro paso por esta vida, se ha notado, que está justificado, y quetambién es acertado; y que podemos estar satisfechos, incluso orgullosos.

…miles de niños vivieron un siglo de clandestinidades…

Vázquez Montalbán

Voy a seguir con mis recuerdos, pues de ellos vivo, lo cuales lo mismo que vivir de esperanza, ya que quien no tienepasado carece de futuro, y quien no ha hecho nada, nopuede saber lo que va a hacer.Mi esperanza es la resurrección de mis recuerdos«.

Miguel de Unamuno, El Sol, 4 de junio de 1931,Discurso en el Hotel Nacional de Madrid

TESTIMONIO

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B I B L I O G R A F I A

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Fondos Consultados:Hemeroteca Municipal de MadridArchivo Histórico de Salamanca (Sección Guerra Civil)Archivo Municipal de Arbúcies (Girona)