capÍtulo ii. proyecto de trabajo presentado para...

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20 CAPÍTULO II. PROYECTO DE TRABAJO PRESENTADO PARA ACREDITAR EL DIPLOMADO DE PROMOCIÓN DE LA LECTURA 1 2.1 Introducción El presente proyecto tiene como objetivo principal capacitar al personal que fomenta la lectura en niños y jóvenes en las bibliotecas pertenecientes a la Red Estatal de Bibliotecas Públicas del Estado de Sonora. La importancia de formar promotores de lectura, no es sólo para orientar a los usuarios en los servicios bibliotecarios y el mostrarles libros, sino, en el despertarles, cimentarles y ampliarles el disfrute de la lectura, a través de actividades lúdicas y atractivas, de acuerdo a la edad para quien van dirigidas. 2.2 Diagnóstico y justificación El estado de Sonora cuenta actualmente con 129 bibliotecas públicas pertenecientes a la Red Estatal de Bibliotecas, donde laboran 175 bibliotecarios. Dos grupos de bibliotecas públicas con características propias conforman la entidad: el grupo urbano integrado por 72 bibliotecas, donde laboran 118 1 El presente capítulo se conforma por el texto original presentado como Proyecto de Trabajo para acreditar el Diplomado en Promoción de Lectura en 2004.

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CAPÍTULO II. PROYECTO DE TRABAJO PRESENTADO PARA ACREDITAR

EL DIPLOMADO DE PROMOCIÓN DE LA LECTURA1

2.1 Introducción

El presente proyecto tiene como objetivo principal capacitar

al personal que fomenta la lectura en niños y jóvenes en las

bibliotecas pertenecientes a la Red Estatal de Bibliotecas

Públicas del Estado de Sonora. La importancia de formar

promotores de lectura, no es sólo para orientar a los

usuarios en los servicios bibliotecarios y el mostrarles

libros, sino, en el despertarles, cimentarles y ampliarles el

disfrute de la lectura, a través de actividades lúdicas y

atractivas, de acuerdo a la edad para quien van dirigidas.

2.2 Diagnóstico y justificación

El estado de Sonora cuenta actualmente con 129 bibliotecas

públicas pertenecientes a la Red Estatal de Bibliotecas,

donde laboran 175 bibliotecarios. Dos grupos de bibliotecas

públicas con características propias conforman la entidad: el

grupo urbano integrado por 72 bibliotecas, donde laboran 118

1 El presente capítulo se conforma por el texto original presentado como Proyecto de Trabajo para acreditar el Diplomado en Promoción de Lectura en 2004.

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bibliotecarios y un grupo rural compuesto por 57 bibliotecas

con un bibliotecario en cada una de ellas. Sonora, según

información del censo poblacional efectuado por el INEGI en

el año 2000, cuenta con una población total de 2’216,969

habitantes, de los cuales 937,698 estaban entre los 0 y 19

años de edad y actualmente tienen entre 4 y 23 años, rangos

de edad que representan el 80% del total de usuarios de las

bibliotecas públicas en nuestra entidad. De los 175

bibliotecarios que existen para atender la demanda estatal de

los servicios de las bibliotecas públicas, sólo 15

bibliotecarios cuentan con plaza de base. El resto de los

bibliotecarios, es decir, 160 bibliotecarios tienen plaza de

confianza y en su totalidad trabajan en bibliotecas públicas

municipales. Es aquí donde se presenta la problemática

estatal, en lo que se refiere a los cursos de capacitación,

ya que estas plazas de confianza son otorgadas por las

administraciones municipales que, cada tres años, son

renovadas.

Aunque existen bibliotecarios que conservan sus plazas

de confianza y desarrollan su experiencia hasta en 20 años de

servicio ininterrumpido, la mayoría de los bibliotecarios con

este tipo de plazas son removidos de sus puestos.

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2.3 Objetivo general

El presente proyecto se originó con el fin de capacitar a los

bibliotecarios encargados de la animación a la lectura, en

las bibliotecas pertenecientes a la Red Estatal de

Bibliotecas Públicas del Estado de Sonora.

2.4 Objetivos específicos

En forma especial, este proyecto es para capacitar a los

bibliotecarios encargados de la promoción de la lectura que

no hayan tomado cursos de este tipo, y para todos aquellos

que consideren que requieren afianzar sus conocimientos ya

adquiridos en actividades de animación a la lectura. Este

proyecto, específicamente, va dirigido a los bibliotecarios

de la Comunidad Yaqui y sus alrededores.

El fin primordial del proyecto de capacitación es que

los bibliotecarios lleven a cabo reuniones para atraer a

lectores potenciales y conservar los ya cautivos, a través de

actividades recreativas que se realizarán en las bibliotecas

públicas de la región. También, pretende ser una ayuda para

que en el transcurso de las sesiones de preparación, el

bibliotecario-promotor de la lectura, desarrolle la capacidad

empática con el lector en potencia. La trascendental

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convivencia, donde es muy importante desarrollar nuestro lado

amable y sacar la buena vibra para convencer al niño y al

adolescente de que el disfrutar la lectura, no es nada del

otro mundo ni necesariamente ajeno a sus intereses. Todo es

expresado en un lenguaje accesible al público al que va

dirigido, desarrollando las actividades propuestas en forma

placentera, y cuyo enfoque esencial es la promoción de la

lectura. Veamos a continuación algunos aspectos que se

consideraron para la realización del proyecto.

2.5 ¿Por qué no leemos?

Aunque a la fecha es notorio el aumento de lectores en

nuestro país, todavía no alcanzamos lo que podríamos llamar

“un número aceptable de lectores constantes” o “lectores por

placer”. Y es que el problema de la falta de interés en la

lectura y de la incapacidad de convertirla en práctica

constante, radica en varias causas, entre las que podemos

mencionar las siguientes:

1. La promoción del hábito de la lectura intrafamiliar es

casi inexistente. La participación de los padres de

familia es primordial para fomentar la lectura entre los

infantes, inculcando una conducta que practicarán en su

propio beneficio, durante toda su vida.

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2. En la enseñanza primaria y secundaria no se le da la

importancia a esta práctica. Por años se ha reducido a

cumplir con algo que se denominaba lectura oral y

lectura en silencio, lo que originaba vicios de lectura

y fomentaba el horror hacia la lectura, ya de por sí

latente. Todo ello ha determinado que un porcentaje

increíble de la población estudiantil en los ciclos

medio y universitarios, sea incapaz de leer más de 10

minutos tratando de comprender un texto. Otra causa de

la falta de hábito por la lectura es que la enseñanza se

ha centrado, por tradición, en el aprendizaje de temas

apartados de la realidad del alumno, lo cual, de alguna

manera, ha hecho pensar que las personas que leen son

“ratones de biblioteca” o habitantes de otro planeta.

3. Excepto honrosos y aislados casos, la lectura no se

considera una experiencia vital, ya que se cumple,

generalmente, por compromiso y por salir del paso.

4. Incapacidad para concentrarse en la lectura, la cual

puede ser resultado de varios de los problemas aquí

mencionados.

5. Falta de vocabulario. En alumnos de enseñanza media, es

común observar que esta deficiencia les impide

comprender un texto cualquiera; desafortunadamente su

vocabulario es muy reducido y, por lo tanto, su

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experiencia lectora se circunscribe a un ámbito

minúsculo.

6. Falta de interés en la lectura, en gran parte motivada

por la dificultad que representa la lectura en

comparación con el cine, la televisión e Internet, que

proporcionan la información digerida y manipulada.

7. Falta de práctica de la lectura.

8. Desconocimiento de las ventajas de la lectura, entre

otras obstrucciones para aficionarse placenteramente a

la misma.

2.6 Propuestas para fomentar el hábito de la lectura

Para solucionar la problemática sobre el hábito de la

lectura, se han hecho propuestas, entre cuyas

consideraciones, están las siguientes:

1. Debe leerse de acuerdo con los intereses, aptitudes y

necesidades propias.

2. Es necesario fijarse objetivos precisos.

3. Es indispensable determinar los fines de la lectura y

seleccionar la clase de lectura adecuada a cada caso,

lo que a su vez permitirá seleccionar el texto

idóneo.

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4. Aumentar la capacidad de comprensión y la velocidad

por medio de técnicas adecuadas.

5. Adoptar hábitos de lectura adecuados:

• Estar en buenas condiciones oculares.

• Buena iluminación.

• Posturas cómodas.

• Utilizar obras de consulta.

La lectura puede emprenderse por diversas causas, entre

las cuales podemos mencionar:

• La necesidad de obtener información.

• La necesidad de esparcimiento.

• La necesidad de consulta.

• La necesidad de investigación.

El seleccionar el libro adecuado es importantísimo para

iniciarse en el hábito de la lectura. Al respecto, Kenneth

Goodman, dice:

“La escritura y la lectura son procesos dinámicos y

constructivos. Los escritores deben decidir cuánta

información proporcionar para que los lectores puedan

inferir y recrear lo que el escritor creó primero. Los

lectores se acercarán al texto con el bagaje de sus de

sus propios conocimientos, valores y experiencias, que

los ayudarán a otorgar sentido al texto de un escritor.

Los textos deben ser reales, y no artificialmente

ensamblados para que se adecuen a un vocabulario

27

predeterminado o una secuencia grafo-fónica. Los

escritores deben tener conciencia de la audiencia y los

lectores conciencia del escritor. Los escritores reales

tiene algo que decir y los lectores reales saben cómo

comprender y reaccionar.”2

La lectura es un proceso mental mediante el cual se

interpreta el significado de los símbolos impresos sobre un

material cualquiera. Dicho proceso, según los especialistas,

sigue un complejo mecanismo en el cual se ha observado que:

Los ojos se mueven de izquierda a derecha –para los

que tienen esta forma de escritura- a lo largo de la

línea con movimientos breves y pausas, regresando

rápidamente desde el final de la línea, principio de

la siguiente.

Generalmente los ojos hacen de cuatro a diez pausas

en una línea de longitud corriente. La primera pausa

se da casi siempre al principio de la línea, y la

última, al final de ésta (para la lectura veloz hay

variaciones).

El número de pausas varía por diversas razones:

• De acuerdo con la rapidez con que se lea.

• Por la dificultad que presenta el texto leído.

• Por el conocimiento del tema tratado.

2 Kenneth Goodman, El lenguaje integral. Buenos Aires, Aique Grupo Editor, 1986, p. 40.

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• Por el interés en el tema.

• Por el conocimiento del vocabulario empleado.

Se lee cuando el ojo se detiene, no cuando se mueve;

la lectura se realiza por grupos de palabras con

valor semántico, frase y oraciones.

La lectura es un proceso siempre perfectible, y gran

parte de su dificultad radica en compaginar la rapidez con

que se lea, con la óptima comprensión del texto.

2.7 Ventajas que brinda la lectura

Quienes llegan a formar un hábito de la práctica de lectura,

corroboran que esta práctica es fundamental, porque además de

mantenerse informados sobre todas las áreas del conocimiento,

saben que la lectura es un instrumento de aprendizaje y de

disfrute. Asimismo, permite la reflexión, el razonamiento, el

discernimiento para encarar los problemas a que se enfrenta

el ser humano y el poder viajar por la creatividad

inconmensurable de la imaginación humana.

La lectura es indispensable en la vida, ya que

posibilita resolver las necesidades prácticas de la vida

cotidiana; comprender los problemas personales y colectivos;

entender los conflictos sociales y sus causas, así como las

tradiciones, instituciones, etc. También es posible conocer

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el origen y la historia de los pueblos antiguos y modernos;

ampliar el horizonte cultural; enriquecer la vida espiritual;

conocer el devenir histórico; obtener información sobre

cualquier tema; comprobar opiniones, enfoques e informaciones

sobre el mismo tema o asunto; organizar y jerarquizar ideas y

conceptos; relacionar los conocimientos adquiridos con los

obtenidos anteriormente y enriquecer el vocabulario, entre

otras ventajas.

2.8 ¿Por qué fomentar el hábito de la lectura en los niños?

La lectura influye, moldea. Posee la posibilidad de instruir,

educar, divertir; debe ser un acto gozoso por el simple

placer de leer; hay que convertirlo en un acto enriquecedor,

placentero y permanente en la vida de los niños.

La literatura para niños es una de los géneros

encargados de formar lectores. Todo niño necesita casi

siempre del impulso y orientación hacia los libros, dando

libertad de que el niño lea lo que quiera, donde quiera y

como quiera, recordando que sólo con la práctica y los

placeres obtenidos por el pequeño lector se logrará

facilitarle el hábito de la lectura.

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A propósito de las formas de persuadir a los pequeños

para fomentarles el hábito de la lectura, Bruno Bettelheim y

Karen Zelan observan que:

“Lo que se necesita para hacer que el niño desee

aprender a leer no es el conocimiento de la utilidad

práctica de la lectura, sino la firme creencia de que

saber leer abrirá ante él un mundo de experiencias

maravillosas, le permitirá despojarse de su ignorancia,

comprender el mundo y ser dueño de su destino. Porque es

la fe la que enciende la imaginación y nos da fuerza

para emprender las tareas más difíciles, aunque de

momento uno no entienda cómo, por ejemplo, la lectura

puede proporcionarle todas estas oportunidades

maravillosas.”3

2.9 Cómo seleccionar los libros para niños

Algunos autores que escriben literatura para niños, como

Bruno Bettelheim y Karen Zelan, autores ya citados, hacen

notar que algunos autores de literatura para niños,

plenamente conscientes de la importancia que tiene el hacer

que la lectura resulte atractiva para ellos, expresan ideas

muy estrechas y simplistas sobre lo que cautiva a los niños:

“Al parecer, creen que lo único que hace falta es evocar

3 Bruno Bettelheim y Karen Zelan, Aprender a leer. México, Grijalbo, 1981, p. 56.

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pensamientos y sentimientos agradables cuya naturaleza sea

esencialmente poco profunda”.4

Sobre la misma temática, Nicholas Tucker en El niño y el

libro, dice “Para ser justo, en verdad puede que nunca haya

respuestas seguras para este y otros problemas…”5 pero tiene

en consideración la importancia de la historia, el lenguaje,

los personajes o la atmósfera de cierta literatura favorecida

por los pequeños. Subraya la importancia de facilitar al

niño, desde la edad más temprana, la experiencia del contacto

directo con los libros. En esta primera etapa, que el autor

ubica de los cero a los tres años de edad, sugiere libros de

material no tóxico, figuras grandes y colores vivos y, por

supuesto, que se los lean. En cuanto a las rimas, Thucker

asevera que “Así como disfrutan de las estampas, los niños

también reaccionarán al sonido y al ritmo del lenguaje

mismo”.6

Los libros de historias y estampas los recomienda para

niños de tres a siete años, debido a que en el desarrollo ya

empiezan a entender las leyes de causa y efecto. Los libros

de cuentos y tiras cómicas también se encuentran en las

lecturas recomendables para esta edad.

4 Ibid., p. 110. 5 Tucker, Nicholas, El niño y el libro. México, Fondo de Cultura Económica, 1985, p. 46 6 Ibid., p. 58

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Sobre la lectura de libros de cuentos de hadas y las

leyendas, recomienda se reserven para la infancia tardía más

que la temprana, debido a que esta literatura se origina en

mitos más complejos que requieren de mayor conocimiento

previo y de más esfuerzo de concentración e imaginación.

La literatura de ficción e historietas infantiles son de

gran atracción para los niños de 7 a 11 años. Dependiendo de

su experiencia lectora será la complejidad de estas

narraciones.

A partir de los 11 o 12 años, los niños exigen una

literatura menos predictiva y con profundizaciones

psicológicas y sociales. Además, los niños se inician en el

análisis y la crítica literaria y empiezan a diferenciar

personalidades; hacen juicios morales y se fijan metas

individuales.

A esta ampliación de la comprensión se le puede ayudar

recomendando literatura donde se desarrollen historias donde

se involucren sentimientos, relaciones interpersonales con

tramas sencillas.

2.10 Animación a la lectura

El método de la Animación a la Lectura parte de la idea

central de que el niño necesita ser educado para poder leer.

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Aquí conviene diferenciar la didáctica de lo que es

educación. La didáctica es enseñar. La Real Academia de la

Lengua Española lo define como “el arte de enseñar”, la

animación es educar. La animación a la lectura es un proceso

educativo. Este método da por supuesto que la escuela enseña

a leer y desde los conocimientos que tiene el niño de esa

enseñanza de la lectura parte la animación. Cuando hablamos

de ella, hablamos de educar para leer.

¿Razones? La escuela se dedica primordialmente a

enseñar, a impartir conocimientos. La lectura requiere una

educación. El niño tiene en sí un lector potencial que

permanece inactivo; para desarrollarlo, se necesita la

educación. Si bastara sólo con promocionar el hábito de la

lectura, ya se habría desarrollado esta capacidad entre los

niños y también los adultos serían lectores autónomos. La

realidad social nos demuestra que no es así; los adultos, y

podemos incluir en este grupo a muchos profesores, no son

lectores. Se les escapa la profundidad de un libro, el

contenido de un artículo, incluso la explicación de algún

medicamento. Eso nos demuestra que la enseñanza es

insuficiente. Hay que poner en juego otros elementos que

solamente se logran actuando sobre la voluntad, educando al

niño para el descubrimiento del libro y todo cuanto está

escrito, valiéndose de la interiorización de lo que lee para

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que le ayude a formar sus propios esquemas de lector,

conduciéndole a ejercitar el pensamiento, llevándole al

sentido crítico para que el discernimiento sea para él una

ayuda en su vida.

Podrá darse el caso de que luego, lea o no, se aficione

o no a la lectura, estará capacitado para leer en cualquier

circunstancia. Por eso no debemos caer en el engaño de

cultivar al niño para la afición a la lectura. La habilidad

lectora, según los especialistas que han profundizado en esta

actividad humana, desarrolla todas las funciones del cerebro.

Por supuesto que teniendo la facultad de leer bien, tendrá

más inclinación a usar lo que esta escrito y valorará el

libro como un medio importante para penetrar más en la vida,

pero no ha de ser la afición el principal objetivo de la

animación a la lectura.

2.11 La animación a la lectura: un método, una aportación

La animación a la lectura pretende ser una solución al

problema de la educación del lector. Hay que tener en cuenta

que leer es un ejercicio intelectual arduo, ejercitado

difícilmente por sí mismo si no se reciben estímulos y

orientaciones para ser buen lector.

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Hay niños que por sí mismos llegarán a ser magníficos

lectores. Tienen predisposición, hay en la familia un clima

propicio: leen la prensa, tienen biblioteca y la usan, suelen

adquirir nuevos libros, los padres favorecen la lectura de

los hijos, secundan las iniciativas escolares en torno al

libro y la lectura.

Lo lamentable es que este tipo de familia no abunda y el

contrapeso social es muy numeroso y pasivo. A esos niños de

familias donde no hay ningún tipo de estímulos para fomentar

la lectura son a quienes puede favorecer la animación a la

lectura.

Pero, antes de entrar de lleno en el tema, es necesario

aclarar algo muy importante. Cuando se habla de la lectura

debe pensarse de qué lectura hablamos. Son diversos los

campos. El primero que encontramos es el campo del

aprendizaje, cuando el niño aprende los signos. Casi siempre

se encuentra en la escuela, pero hay niños que ya saben leer

cuando llegan a ella, porque la familia se ha ocupado de su

iniciación. Viene luego el campo de la lectura al servicio de

la lengua y la literatura.

Últimamente, para esas clases, han entrado en la escuela

los libros de ficción, los que llamamos recreativos. Los

niños trabajan con la literatura infantil. Otro campo es

cuando el niño se sirve de los libros de conocimiento y de

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reportaje. Sin embargo, es en el campo de la lectura en

libertad donde se apoya la animación a la lectura, la que no

requiere una calificación ni está supeditada a un servicio

utilitario de la enseñanza, pero consigue que el niño

descubra el libro. Podríamos considerarla una lectura de

carácter extraescolar.

2.12 Elementos que intervienen en la animación a la lectura

Para lograr la educación lectora que pretende, el método de

animación a la lectura usa las estrategias en forma de juego

recreativo y estimula la interioridad, que se apoya en el

silencio y la reflexión individual. Dicho método también

estudia y tiene en cuenta las condiciones del educando,

generalmente del niño y el adolescente. Necesita la

programación, sin la cual toda la labor sería mera

dispersión. Y cuenta con el mediador, al que llamamos

animador, el verdadero impulsor de la educación lectora.

2.12.1 Las estrategias

La evolución de la pedagogía ha mejorado en muchos aspectos,

entre ellos, está la aceptación de las estrategias y, por

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consiguiente, el desarrollo de las mismas como prácticas en

la animación a la lectura.

La estrategia es un término de reciente difusión, que ha

recibido el impulso de la teoría actual del juego recreativo,

que combina acciones con el fin de alcanzar algo concreto y

que es, o puede ser, una planificación a largo plazo.

Según la opinión de los pedagogos actuales, las

estrategias son habilidades que pueden regir el

comportamiento. Para la animación, es el elemento que se

emplea para educar al niño en la lectura. Son estrategias

creadas especialmente para contribuir al desarrollo de la

capacidad lectora que tiene el niño, cultivar su inteligencia

y buscar la perfección de la lectura.

Hay estrategias para diferentes estadios: Educación

Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. En cada caso,

será el animador el que empleará unas u otras, según sea la

capacidad lectora de los niños o de los adolescentes. El

objetivo de estas estrategias es ayudar al lector a superar

los obstáculos que encierra la lectura, de forma ágil,

accesible y lúdica, comprometiendo su inteligencia. Es dar

vías de comprensión, agrado e interés por la lectura, a fin

de que alcance autonomía como lector y le independice de la

necesidad del otro.

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Las estrategias son progresivas en sí mismas. Para

usarlas debe conocerse profundamente el alcance de cada una,

seleccionándolas según las necesidades del destinatario. No

se debe ahogar al niño o al adolescente con una estrategia

profunda si su preparación intelectual y lectora no puede

responder a ella, pero tampoco dejarlos siempre en

estrategias sencillas que no le dejan crecer.

La fuerza de la estrategia está en la involucración de

los participantes. La convocatoria del animador, el dinamismo

del grupo, el valor del diálogo y la respuesta de cada uno de

los integrantes logran el progreso lector del niño.

Cada estrategia ha de tener el tiempo que necesite para

su realización. No se puede atrofiar por la falta de tiempo

ni dormirla por lentitud del animador.

Las estrategias necesitan una labor continuada, con

repetición de ellas en muchos casos, respondiendo a una

programación hasta que los interesados terminen su proceso

lector.

2.12.1.1 Lectura en voz alta (estrategia universal para

fomentar la lectura)

Todo acto de habla, además de tener un sentido, tiene un

propósito. Cuando hablamos decimos cosas con sentido y lo

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hacemos con un propósito. El hablar y el escribir han

desempeñado funciones diferentes. Se afirma que en las

sociedades donde se conoce la escritura, el habla se emplea

para establecer y mantener las relaciones humanas, mientras

que el lenguaje escrito está reservado para la elaboración y

transmisión de la información , así como para organizar y

reorganizar el pensamiento.

Unido a lo anterior, todo hablante sabe que el énfasis

que emplee para decir algo, el léxico y la gramaticalidad de

las proposiciones, determinan o pueden determinar las

respuestas del otro, dependiendo de los efectos y afectos que

provoquemos en ellos.

Cuando hablamos hay que cuidar también la gestualidad,

toda es expresión corporal que acompaña, que alienta o niega

la palabra que la boca pronuncia. Todos estos conocimientos

forman parte de la competencia comunicativa y lingüística que

adquirimos en el uso mismo de la lengua.

El hablante sabe que existen diferencias de forma entre

el lenguaje escrito y el lenguaje hablado, incluso la

intuición lo lleva a admitir que un cuento no se escribe como

una receta de cocina; percibe que cada tipo de texto

pareciera tener algunas características que les son propias.

Este conocimiento lo adquieren los niños tempranamente,

siempre que ellos puedan interactuar libremente con distintos

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tipos de materiales escritos y participen en ambientes de

lectura.

La adquisición y desarrollo de competencias

comunicativas y lingüísticas es un proceso que ocurre a lo

largo de la vida. La escritura y la lectura son producto de

una práctica sociocultural. Dichas prácticas varían según

sean los distintos propósitos: para buscar información de lo

cotidiano, para estudiar o para recrear o recrearse.

Hay varios autores que hablan de diferentes maneras de

leer, según sean los propósitos y usos que la gente haga de

lo escrito. Pero hay una cuestión que es común a la práctica

de la lectura: su funcionalidad, por lo tanto, todo lector

seleccionará el material de lectura con el cual puede

satisfacer sus propósitos e intereses, circunstanciales y no

circunstanciales. Esto no ocurre cuando somos niños y nos

vemos sometidos a procesos de enseñanza de la lectura y la

escritura. Por lo tanto, la formación de lectores es un

proceso social en el que participan la familia, la escuela,

la biblioteca escolar, la biblioteca pública, así como otras

instituciones del sector cultural.

La lectura en voz alta tiene como característica

primordial la de realizarse a través de la mediación de un

lector que lee a los demás, ésta establece una relación de

41

interdependencia y de coparticipación entre el lector y los

oyentes.

La lectura en voz alta, en todas las fases de la vida

del hombre, asume una importancia decisiva desde los primeros

años de la vida hasta los umbrales de la adolescencia, en la

educación de la lectura, y para introducir al niño o al joven

en el mágico mundo de los libros. Todos los componentes de la

lectura en voz alta deben estimular al oyente a no quedarse

estancado y, a través de la imitación o por la causa que sea,

sientan el deseo de acercarse directamente a los libros.

Al escoger libros para ser leídos en voz alta, debemos

atender a la experiencia que proporciona el estar conviviendo

con los pequeños que asisten a nuestras bibliotecas para

satisfacer lo mejor posible sus expectativas y formar un

repertorio personal. Por supuesto, esta actividad debe

realizarse con previo conocimiento de nuestra colección

infantil.

Algunas indicaciones generales que podemos tomar en

cuenta, son:

• Cuanto más pequeño sea un niño, tanto más breve

deberá ser la historia.

• Una historia grande, si es demasiado larga,

deberá ser transformada en una serie de

historias breves.

42

• Una historia o un pasaje tristes no deben ser

nunca largos; una historia poética debe contener

un rasgo de humor que dé un breve respiro a la

tensión.

• Una historia para niños no debe tener

necesariamente una moraleja; debemos tener

presente que cuando la historia se narra tan

sólo por sí misma es cuando produce el máximo

resultado.

A partir de la lectura en voz alta realizada por

promotores de la lectura, se espera que el niño desarrolle

curiosidad e interés por hacer, él mismo, la lectura en voz

alta, además que muestre su interés por la narración, la

descripción, la dramatización y las formas sencillas de la

poesía.

En la lectura en voz alta, es el lector quien decide el

ritmo, el timbre y el tono, sin desatender las exigencias que

tiene cada narración. Tiene que promover la sugestión

evocadora de los oyentes, motivar la atención mediante el

cultivo de la voz, unido a la mímica del ademán y el gesto, y

así lograr que el niño escuche, piense y vea con los ojos de

la imaginación, ya que con ellos crea las imágenes.

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2.12.1.2 Lectura gratuita

Cada lapso de tiempo libre lo podemos aprovechar haciendo una

buena lectura, que generalmente ha sido una recomendación de

alguien que leyó un buen libro o supo de la existencia de un

insigne escritor, por lo que está seguro que llamará nuestra

atención. La trama del texto debe atrapar al lector o al

oyente desde el inicio de la lectura, según sea el caso en

práctica. Se recomiendan textos como cuentos o novelas

cortas.

Por otra parte, es necesario que el bibliotecario ponga

en práctica el conocimiento que tiene del acervo

bibliográfico bajo su responsabilidad, seleccionando aquellos

libros que en rápidas revisiones llaman su atención. Entre

sus compromisos como promotores de lectura está la revisión

de las novedades bibliográficas, para seleccionar el material

que utilizarán en sus actividades de difusión de la lectura.

Esto se logra mediante la lectura en silencio o en voz alta,

al sugerirle un texto al usuario.

En esta estrategia, el compromiso del bibliotecario

promotor de lectura es doble: por un lado, el compromiso que

tiene es el de conocer el acervo bibliográfico que posee su

biblioteca para recomendar las lecturas adecuadas a cada uno

de sus usuarios; y, por otro, el de tener un trato más

44

personal con los usuarios para llegar a conocer sus posibles

gustos y siempre tener a la mano el libro indicado. Esta

actitud propicia la confianza necesaria que requiere el acto

de sugerir un determinado texto o autor.

2.12.1.3 Los cuentos (otra estrategia universal para fomentar

la lectura)

Hay cierta magia especial cuando los padres o cualquier

persona cuentan cuentos… el relato transcurre con una dosis

de ternura, locuacidad, complicidad y entusiasmo. Y la misma

relación afectiva contribuye a dotar a la narración de una

esencia que el oyente percibe, disfruta y más adelante será

capaz de imitar para contar sus propias historias.

Desde tiempos lejanos, en todos los lugares de la

tierra y en todos los idiomas, la humanidad ha utilizado los

relatos como medio para transmitir sus valores, sus hechos

históricos, su día a día individual o colectivo. Los cuentos,

relatos, fábulas, cantares, poemas épicos, leyendas y mitos,

son parte de la identidad misma de los pueblos.

Escuchar o leer cuentos influye notablemente en la mente

de los individuos. No importa la edad que uno tenga o el

nivel de estudios o cualquier otra característica que nos

distinga de los demás. Cuando los niños escuchan una

45

historia, se ven involucrados en una actividad emotiva e

intelectual, en tanto que surgen ecos, relaciones y

correspondencias que los conducen de la expectación a la

duda, del asombro a la invención. El hecho es que los niños y

adultos, todos, cada vez que escuchamos una historia

asociamos los sucesos y los personajes del relato con nuestra

propia experiencia. El cuento que se narra o se lee,

contribuye a fomentar el gusto por la lectura y a crear

intimidad, al tiempo que alerta la atención y la

sensibilidad.

Es a partir de esos relatos que habría que motivar a los

niños a adquirir capacidades como receptores de historias,

como intérpretes de textos, y a desarrollar habilidades

narrativas.

2.12.2 El juego en la animación a la lectura

Debemos de poner el mayor empeño en que la animación a la

lectura produzca óptimos resultados. Por eso se apoya en el

juego para lograr sus objetivos. Pero aclaremos cómo se

entiende aquí el juego. Ya los pedagogos de la década de los

30 del siglo XX afirmaban que el niño cuya actividad

educativa ha participado de los elementos del juego, será el

hombre que pondrá en el trabajo serio de la vida la alegría

46

estimulante que hace de la existencia un eterno juego. Con el

tiempo, el concepto de juego en la pedagogía ha ido

avanzando, de tal forma que, al momento, se concede suma

importancia en diversas disciplinas al fenómeno lúdico porque

éste se entiende de forma rigurosa como un acontecimiento

creador, no como mera diversión o entretenimiento.

El juego lo vive el niño desde que nace, y con juegos la

madre le transmite los primeros conocimientos a sus hijos. El

juego sigue siendo la vida del niño cuando se encuentra con

otros niños crean sus propios juegos. El juego tiene un valor

educativo que no podemos despreciar, y las estrategias –

aunque hay que tener tacto y aplicarlas con rigor- no tienen

por qué dar la espalda a la alegría. Para renovar las

actividades de promoción a la lectura que realizan los

bibliotecarios especializados en esta área, la Dirección

General de Bibliotecas de CONACULTA, año con año edita una

obra que contiene divertidas y didácticas estrategias

dirigidas para este fin.

2.12.3 El animador

El niño necesita un mediador que lo eduque para leer; que

sirva de puente entre él y el libro; le descubra el valor de

la lectura y tenga con él un seguimiento hasta que termine el

47

proceso lector, hasta que alcance su autonomía. Dicho

mediador puede ser el maestro, un bibliotecario capacitado y,

si queremos remontar la importancia de la lectura a su

verdadero lugar, incluimos a los padres, desde que el niño es

bebé y durante todo el tiempo posible.

Puede ser un animador cualquier persona que se prepare

para ello, que tenga una base cultural que le permita valorar

la lectura y actuar a favor de la educación y el progreso

lector del niño.

2.12.4 Es necesario tener un programa

Una animación hecha esporádicamente no pasa de ser una

superficialidad. Cuando se acepta un proceso, ya sea de

enseñanza o de educación, lo normal es elaborar un programa y

seguirlo. Con la animación ocurre lo mismo.

Cuando se tenga en claro a quien va dirigido el proceso

de educación en la animación a la lectura, preparamos el

Programa: periodicidad de las animaciones, estrategias que

utilizaremos, libros que usaremos y el material necesario de

acuerdo con el tiempo que durarán las sesiones.

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2.13 La animación a la lectura es tarea de todos

Últimamente, ha crecido la conciencia de que algo debe

hacerse para remediar la falta de lectura y la capacidad

lectora, para analizar y a quién compete o podría ayudar con

la solución a esta problemática, y quiénes estarían más o

menos comprometidos en subsanar las carencias lectoras.

A simple vista, parece que la lectura está supeditada

al valor que le atribuye la familia, que de momento, al menos

aparentemente, no se ha planteado la importancia de la

lectura; la sociedad, que en conjunto vive tan

despreocupadamente sin leer y sin descubrir el valor que la

lectura tiene; la escuela, aunque en pequeña escala algunos

profesores se dan cuenta de que los niños no leen ni

comprenden lo que leen cuando lo hacen; y al gobierno, aunque

se han implementado buenos proyectos –Biblioteca Pública,

Biblioteca Escolar, Biblioteca de Aula y Salas de Lectura,

entre otros-, queda mucho por hacer.

La responsabilidad es de todos, unos actuando

directamente con los niños; otros abriendo camino para que se

pueda actuar; aquellos quienes tienen medios aportándolos

para hacer posible la realización de programas. Sobre todo,

la responsabilidad es especialmente de los padres de familia,

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dando importancia a la lectura y enmendando sus esquemas

mentales y actitudes para mejorar la situación.

2.14 Programa de trabajo

El curso de capacitación se llevó a cabo en cuatro sesiones

de 5 horas cada una, según la calendarización y actividades

siguientes:

PRIMERA SESIÓN: 15 DE OCTUBRE DE 2004

De 9:00 hrs. a 9:15 hrs. Presentación (fiesta de

presentación).

De 9:15 hrs. a 10:00 hrs. Experiencia lectora de los

participantes y objetivos del Taller.

De 10:00 hrs. a 12:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en

voz alta: técnicas).

De 12:00 hrs. a 14:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en

voz alta: lectura gratuita).

SEGUNDA SESIÓN: 22 DE OCTUBRE DE 2004

De 9:00 hrs. a 12:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en

voz alta: técnicas).

De 12:00 hrs. a 14:00 hrs. Animación a la lectura

(estrategias).

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TERCERA SESIÓN: 29 DE OCTUBRE DE 2004

De 9:00 hrs. a 12:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en

voz alta: técnicas).

De 12:00 hrs. A 14:00 hrs. Animación a la lectura

(estrategias).

CUARTA SESIÓN: 5 DE NOVIEMBRE DE 2004

De 9:00 hrs. a 12:00 hrs. Animación a la lectura (lectura en

voz alta: técnicas).

De 12:00 hrs. a 14:00 hrs. Animación a la lectura (lectura

gratuita y Jugando con la poesía).

De 14:00 hrs. A 14:30 hrs. Conclusiones y despedida.

Este proyecto de trabajo, con adecuaciones pertinentes, sirve

como base para los cursos de capacitación que imparto

actualmente en diferentes localidades de la entidad.

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BIBLIOGRAFÍA

Bettelheim, Bruno/Zelan, Karen. Aprender a leer. México, D.F. 9ª. Ed. Grijalbo, 1981. Cavallo, Guglielmo. (1998). Historia de la lectura.1ª. Ed. Madrid. Santillana, 1998. CONACULTA, Historia de las bibliotecas en Sonora. 1ª. Ed. México, D.F., 1992. Gardner, Howard. Educación Artística y Desarrollo Humano.1ª. Ed. México, D.F. Paidós. 1994. Goodman, Kenneth. El lenguaje integral. 3ª. Ed. Buenos Aires.Aique Grupo Editor., 1986. Jean, George. Los senderos de la imaginación infantil. 2ª. Ed. México, D.F. Fondo de cultura Económica. 1994. León Penagos De, Jorge. El libro.5ª. Ed. México, D.F. Trillas. 1980. López Roblero, Rubén. Cómo familiarizar al niño con los libros. 2ª. Ed. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas. 1999. Material del Diplomado en Promoción de Lectura de IBBY- México. 2004. Piaget, Jean. Psicología del niño. 9ª. Ed. Madrid. Ediciones Morata. 1980. Tucker, Nicholas. El niño y el libro. 1ª. Ed. Mexico. Fondo de Cultura Económica. 1985. Zaid, Gabriel. La poesía en la Práctica. 4ª. Ed. México, D.F.

Fondo de Cultura Económica. 1985.