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FANTASMAS Y SAMURÁIS Cuentos modernos del viejo Japón Okamoto Kidô Traducción del japonés: Isami Romero Hoshino

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Cuentos

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  • FANTASMAS Y SAMURIS Cuentos modernos del viejo

    Japn

    Okamoto Kid

    Traduccin del japons:Isami Romero Hoshino

  • Copyright 2013 Quaterni de esta edicin en lengua espaola.

    Quaterni es un sello y marca comercial registrado

    Traduccin del japons: Isami Romero Hoshino

    Fantasmas y Samuris. Cuentos modernos del viejo Japn. Reservados todos los derechos.Ninguna parte de este libro incluida la cubierta puede ser reproducida, su contenido est protegido por la Ley vigente que establece penas de prisin y/o multas a quienes intencionadamente reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artstica o cientfica, o su transformacin, interpretacin o ejecucin en cualquier tipo de soporte existente o de prxima invencin, sin autorizacin previa y por escrito de los titulares de los derechos del copyright. La infraccin de los derechos citados puede constituir delito contra la propiedad intelectual. (Art. 270 y siguientes del Cdigo Penal). Dirjase a CEDRO (Centro Espaol de Derechos Reprogrficos) si necesita fotocopiar o escanear algn fragmento de esta obra a travs de la web: www.conlicencia.com; o por telfono a: 91 702 19 70 / 93 272 04 47)

    ISBN: 978-84-941173-0-5EAN: 9788494117305BIC: FKC

    QUATERNICalle Mar Mediterrneo, 2 N-628830 SAN FERNANDO DE HENARES, MadridTelfono: +34 91 677 57 22Fax: +34 91 677 57 22Correo electrnico: [email protected]: www.quaterni.es

    Editor: Jos Luis RamrezDiseo de coleccin: QuaterniDiseo de portada: Manuel Dombidau Imagen de portada: Utagawa KuniyoshiMaquetacin: Grupo RCImpresin: Grficas Daz Tuduri, S.L.Depsito Legal: M-9248-2013Impreso en Espaa

    17 16 15 14 13 (05) El papel utilizado en esta impresin es ecolgico y libre de cloro

  • SEIAJIN:EL ESPRITU DE LA

    RANA AZUL

  • Personajes

    Ch, Kun: Guerrero chino.

    Esposa de Ch Kun: Mujer joven originaria de Koshu.

    General: Jefe de Ch Kun.

    Hoshizaki: Cincuentn, quien explic el origen de la rana azul a

    Umezaki. El narrador.

    Umezaki: El Amo del Lar de la Rana Azul. Excntrico exabogado

    y haikuista, quien organiz la fiesta para contar los cuentos de

    fantasmas.

    Y, Toku (): Amigo de Cho Kun.

  • 3I

    Correo expreso!El 3 de marzo, a medioda, una carta fue arrojada a la

    puerta de mi hogar.

    Maana del 3 de marzo

    Excelentsimo seor:

    Se est derritiendo la nieve de primavera.

    Esta noche quisiera tener la oportunidad de que me honra-

    rais con vuestra presencia. S que vos estis muy ocupado, pero

    os ruego que me complazcis y visitis mi humilde morada,

    a partir de las cinco de la tarde. Tambin, nos van a honrar

    con su presencia cinco o seis invitados ms. Os aviso que esta

    reunin no es nuestra habitual sesin de haikus.

    Quedando a vuestra disposicin me despido.

    Atentamente

    El Amo del Seiad ()

    Antes de comenzar con mi relato, es pertinente explicar-les un poco quin es el susodicho remitente. No es raro que alguien denomine a su morada como seia () utilizando los caracteres chinos de pozo () y de rana (), pero en

  • 4OKAMOTO KID QUATERNI

    realidad, no hay muchos que empleen el carcter de azul () para escribir seia () como lo hace esta persona. El apellido del Amo del Seiad es Umezawa. Es menor que yo, tiene cuarenta aos, quizs cinco o seis ms, pero es joven de espritu y muy activo. Es abogado de profesin, sin embargo, hace diez aos cerr su despacho. Ahora, es el consejero legal de un gran almacn cercano a Nihon-bashi. Adems, ostenta el puesto de asesor y de auditor en otras tres o cuatro empresas. Es como quien dice, un respetado caballero.

    Desde joven, Umezawa haba estado interesado en los haikus, pero han sido en estos ltimos siete u ocho aos, cuando profundiz su aficin por ellos. Cada vez que ha tenido un poco de tiempo, ha asistido a sesiones de poesa. En su casa tambin ha organizado reuniones. En el mundo de los haikus su pseudnimo es Kinka brillo dorado (). Por cierto, se me haba olvidado decrselo, pero l ya es todo un maestro en este arte.

    Bueno, hace cuatro o cinco aos, Umezawa recibi de una persona, que haba regresado de China, un obsequio: una artesana cantonesa hecha de bamb. Una pieza que en Japn era casi imposible de verse. Un sapo japons gigante hecho de una raz perorada de bamb. Era una vasija en forma de una rana de tres patas. No le haban roto por accidente una de sus extremidades, simplemente, desde el inicio tena tres. Umezawa pens que era algo raro y la persona que se la haba regalado, tampoco saba la razn. No le import mucho, como era una cosa tan interesante, decidi colocarla en el tokonoma para ador-nar su sala.

    Un da, un gran conocedor de China le dijo: Eso no es un sapo normal. Es una rana azul.

  • 5QUATERNI SEIAJIN: EL ESPRITU DE LA RANA AZUL

    Despus de decrselo, trajo un pergamino de la Dinasta Qing [1644-1912] titulado: Charlas ociosas acerca del t con los clientes, que haba sido escrito por Kuisheng Ruan. El documento deca en chino antiguo ms o menos lo siguiente:

    En Hangzhu existe una criatura llamada el general de

    Jinhua, se le conoce tambin como Rana Azul. Es casi similar

    a un sapo pero tiene solamente tres patas. Aparece mucho

    entre el verano y el otoo. En las casas en donde se aparezca,

    tendris que ponerle una bandeja de comida y sake como

    ofrenda. Ese animal se mantendr cerca pero no comer. Su

    piel cambiar de azul a amarillo y luego a rojo. Se habr

    embriagado con la ofrenda. Entonces, la tendris que poner

    en la bandeja y mandarla fuera del portal de Yong-Jin donde

    est el mausoleo del general de Jinhua. Si hacis lo anterior,

    la rana desaparecer. En los das siguientes esa casa habr

    obtenido la felicidad. Os lo garantizo. As ser.

    Gracias a ese texto, pudo comprender cul era el origen de esa rana de tres patas. Umezawa se alegr sobremanera. Ese espritu se llamaba Jinhua igual que l. Recuerden que su pseudnimo en el mundo del haiku era Kinka, en chino sera Jinhua. Era como si su doble, el general, hubiese entrado a su morada. Una coincidencia muy extraa. A partir de eso, Umezawa cuid con esmero a la rana y le pidi a un maestro de la caligrafa japonesa que le escribiera un lienzo que dijera: El Lar de la Rana Azul. Adems, l mismo se hizo llamar como el Amo del Seiad.

    Ahora bien, cuando recib la convocatoria de aquel personaje en cuestin, dud. Como estaba escrito en

  • 6OKAMOTO KID QUATERNI

    la invitacin, desde la maana haba estado nevando finamente. El Amo vio la nieve y se le ocurri organizar sbitamente la reunin en esta noche, pero el Seiad se encontraba en una arboleda muy profunda donde aun de da todo estaba oscuro y ttrico. Adems, haba que subir la pendiente de Kirishitan ubicada en el distrito de Koishikawa. Y, bueno, salir en una tarde como la de hoy y regresar por la noche, era un fastidio, tan solo imaginr-melo me daba terror. Si fuera nuestra habitual sesin de haikus no ira, pero como en su carta haba escrito que era una cosa distinta, a lo mejor vala la pena.

    Me pregunt por qu hacer una reunin justamente hoy, 3 de marzo? Umezawa no tena hijas. No creo que vayamos a festejar el Festival de Muecas para las Nias. Tampoco creo que nos vayamos a reunir para conmemorar a los ronines cados en el incidente del portal de Saku-rada. Mientras pensaba todas estas cosas, me di cuenta de que nevaba menos. Enhorabuena! Asistir. Prepar mis cosas. Eran ya las cuatro de la tarde pero al salir, la nieve se intensific. Al ver el paisaje nevado volv a dudar, sin embargo, me dije: Qu ms da! Vamos!. Finalmente, di un paso sobre el camino blanco.

    Baj del tren en el barrio de Takehayamachi, haba llegado al distrito de Koishikawa. Baj la pendiente de Fuji y sub la de Kirishitan. La nieve me haba dejado un camino con muchas adversidades, pero finalmente llegu sano y salvo al Seiad. Haba ya siete u ocho personas.

    Ustedes son increbles. Pens que con este clima solamente vendran tres o cuatro personas, pero con usted ya son ocho. Y parece que an falta gente, otros tres o cuatro, ser una gran reunin despus de todo con estas

  • 7QUATERNI SEIAJIN: EL ESPRITU DE LA RANA AZUL

    palabras me recibi el Amo del Lar de la Rana Azul. Su cara estaba sumamente complacida.

    Sub al primer piso. Pas a una sala de diez y de ocho tatamis. Al ver a los invitados que haban llegado antes, me di cuenta de que salvo tres, los dems eran personas desconocidas. Haba alguien que pareca un profesor uni-versitario, otro, un industrial; tambin estaba una anciana refinada con su peinado al estilo kirigami; y un muchacho joven, que pareca un estudiante. Es una reunin miste-riosa, pens. Salud brevemente y me sent. Mientras intercambiaba unas palabras con los que conoca, apare-cieron cuatro personas ms. Uno era nuestro anfitrin, los otros tres no saba quines eran.

    Despus de un rato, finalmente, el Amo nos salud alu-diendo un poco sobre el clima y present a cada uno de los asistentes. Una vez terminado el protocolo, sirvieron el sake y la cena. Cada uno estbamos con nuestra pequea mesita. La nieve se haba debilitado pero segua sin cesar, desde la ventana del primer piso pareca que pequeas sombras blancas volaban en la oscuridad. Como no a todos les gustaba beber, pronto se llevaron las botellas de sake. Fum un cigarro y sorb un t de limn caliente para reposar un poco. Nadie hablaba. En ese momento, nuestro anfitrin tosi para romper el silencio y dijo:

    La razn por la que os he convocado, mis honorables invitados, es la siguiente. ltimamente, adems de los haikus, tengo un inters por un nuevo gnero literario: los kaidanes. Estoy haciendo una investigacin. Por eso, he decidido organizar esta sesin nocturna y quisiera escu-char vuestros maravillosos cuentos de fantasmas. Hoy estamos en primavera y est nevando, s que el mejor

  • 8OKAMOTO KID QUATERNI

    clima para contarlos es bajo la lluvia, pero se me ocurri que la nieve le daba otro toque. Por eso, os he convocado. Tenemos una concurrida audiencia, os pido que cada uno de vosotros nos honre con un cuento extrao. Qu os parece?

    El amo seal el tokonoma. All, estaba en cuclillas esa rana de tres patas hecha de bamb. Frente a ella, haba una vasija de sake de cermica china como ofrenda. Encima del tokonoma haba un lienzo que deca escrito en grande Seiad. Por lo tanto, el Amo y esa rana azul seran nuestros espectadores. Cada uno tendramos que contar un kaidan. Era un poco raro organizar una sesin de cuentos de fantasmas en pleno Festival de Muecas para las Nias, pero ms extravagante era hacerlo frente a un general de Jinhua.

    Todos los presentes nos miramos en silencio a los ojos, pero no hubo nadie que se animara a hablar. Nuestras miradas trataban de alentar al otro para que contara el primer kaidan. Entonces, nuestro anfitrin decidi desig-nar quin iba a ser el primero

    Seor Hoshizaki. Don Hoshizaki. Por qu no empieza vos? Contadnos Vos fuisteis el que me ense la historia de la rana azul, hacednos el honor. Para esta sesin tan especial eleg a varias personas que tienen experiencias nicas, pero nadie quiere hablar, son dema-siado humildes. Para salir de este silencio, sed el primero.

    Don Hoshizaki, era un distinguido caballero de ms o menos cincuenta aos. Mientras se tocaba su barba con algunas canas, sonri ligeramente y dijo:

    Entendido. Si insiste tanto. Parece que esta pieza que est en su tokonoma y yo estamos ligados a un mismo des-tino. Cuando era joven, por mis negocios, tuve que trabajar

  • 9QUATERNI SEIAJIN: EL ESPRITU DE LA RANA AZUL

    durante cinco aos en una sucursal en Shanghi. Despus viajaba dos veces al ao a China. Conoc as todo el pas, de norte a sur. Por esa razn, s algo sobre su historia. Y como ha dicho el Amo, fui yo quien le cont el origen de esa rana azul.

    Por favor, por esa misma razn honradnos. Sed el primero insisti nuestro anfitrin.

    Me rindo, est bien. Damas y caballeros, les ruego que me disculpen. Ser yo el que empiece la sesin. La leyenda sobre la rana azul no es exclusiva de la ciudad de Ksh. Parece que tambin en Cantn existe la tradicin de venerarla. Por ende, desde antao han quedado muchas leyendas sobre la rana azul. Por supuesto, la mayora son kaidanes. Justo, los cuentos idneos para la sesin de esta noche. Les voy a contar uno de los ms extravagantes.

    Don Hoshizaki hizo temblar una de sus rodillas y vio en silencio la cara de los presentes. Indicaba que estaba acostumbrado a este tipo de reuniones. Atrajo mi atencin. Me hizo observarlo en posicin rgida.

    II

    S que muchos de ustedes no estn familiarizados con los nombres de los lugares y de las personas de China, puede que eso distraiga su atencin, voy a eliminar los nombres propios don Hoshizaki advirti como introduc-cin:

    Eran las postrimeras de Dinasta Ming [1368-1644], lo nico importante que tienen que saber ustedes aqu, es que nuestra historia ocurri en un momento de gran confusin en el Imperio. En el sur del ro Yangts, en Kinry, es decir, en Nanjing, haba un castillo. Un da, uno de los genera-

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    OKAMOTO KID QUATERNI

    les que custodiaba el castillo organiz un banquete. A l asistieron oficiales del ejrcito y miembros del gobierno. A cada uno se le obsequi con un abanico, en ellos estaban trazados unos poemas y unos dibujos que el general mismo haba dibujado.

    Los presentes se sintieron agradecidos y abrieron sus abanicos. Un guerrero llamado Ch Kun hizo lo mismo, pero por alguna razn, el suyo era el nico que estaba en blanco. No haba nada escrito ni delante ni detrs. Se sinti terriblemente decepcionado, pero consider que aun as tendra que agradecerle este gesto a su superior. Despus de hacerlo inconscientemente se retir junto con los otros invitados. Sin embargo, sinti que no era nada divertido y se lo coment a su esposa.

    El general escribi muchos abanicos. Por eso, se le olvid poner algo en el mo. Eso debe ser! Yo tuve la mala suerte de llevarme el que no tena nada. Me toc bailar con la ms fea.

    Mientras suspiraba aburrido, su esposa puso una cara de preocupacin. Ella tena diecinueve aos y estaba casada desde haca tres con Ch. Era una mujer bonita, pequea, de piel blanca. En una parte alejada de la ceja derecha tena un gran lunar. Sin embargo, al escuchar lo que le contaba su marido, volvi su cara tierna de siempre y para conso-larlo dijo:

    Debe ser como dices. No creo que tu general lo haya hecho por maldad. De tantos abanicos, seguramente se le olvid uno. En cuanto se acuerde, te lo cambiar. Es ms, estoy segura de que te lo va a cambiar.

    Pero crees que se dar cuenta?

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    QUATERNI SEIAJIN: EL ESPRITU DE LA RANA AZUL

    Se acordar. Cuando tu general te pregunte sobre el abanico, no seas humilde y contstale honestamente lo que ha pasado.

    Umm S claro.El marido contest desganado y se durmi esa noche. Dos das despus Ch Kun fue llamado por el general. Dime, qu deca en el abanico que te di la otra

    noche? Contesta!Al ser interrogado, Ch Kun contest honestamente.Para seros franco, no deca nada, mi general. No deca nada?El general se qued pensando y asinti en silencio.Entonces, te hice pasar un mal rato. A cambio te voy

    a dar esto. El general le regal un abanico que era superior al que

    le haba obsequiado, le escribi un poema de siete slabas. Ch Kun estaba muy feliz y lo recibi. Se lo mostr a su mujer. Ella tambin se mostr contenta.

    Ya te lo haba dicho. Tu general es una persona con muy buena memoria.

    S, tiene buena memoria. Pero cmo ha sabido que un abanico estaba en blanco? Haba tantos. Adems, cmo supo que este haba terminado en mis manos?

    Aunque era una situacin extraa, no indag ms. El asunto qued concluido ah. Pasaron seis meses y un grupo de rebeldes llamados Chin organizaron una revuelta. La regin norte del ro Yangts entr en caos y en el sur tambin comenzaron a estar alerta. Se haba mantenido la paz por mucho tiempo y nadie estaba preparado an para combatir. Entonces, el general les dio a cada uno de sus

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    OKAMOTO KID QUATERNI

    subordinados una armadura. Ch Kun recibi la suya pero de nuevo defectuosa. Estaba vieja y rota. La llev a su casa y se volvi a quejar con su esposa.

    Esta porquera no me va a servir cuando la necesite. Es mejor una armadura de papel!

    Su esposa busc consolarlo y le dijo:No creo que tu general te la haya dado adrede. Una

    vez que se d cuenta, seguro que te la cambiar.Puede que tengas razn, sucedi lo mismo la otra

    vez con el abanico.Pasaron dos o tres das y de nuevo el general mand

    llamar a Ch Kun y le pregunt sobre la armadura. Res- Kun y le pregunt sobre la armadura. Res- Kun y le pregunt sobre la armadura. Res-pondi de nuevo con honestidad. El general alz un poco la ceja y vio la cara de Ch, le pregunt de nuevo:

    En tu casa veneras a algn dios?No, no creemos en ninguno. No hemos puesto

    ningn altar.Qu raro.Las arrugas de la frente del general se profundizaron

    ms. Se le ocurri algo y volvi a preguntar:Qu tipo de mujer es tu esposa?No se esperaba esta pregunta. Ch Kun estaba con- Kun estaba con- Kun estaba con-

    fundido, pero como no haba que esconder nada, dijo honestamente la edad de su esposa y cmo era fsica-mente. El general le pregunt otra vez:

    No tiene un gran lunar cerca de una ceja?Vos sabis todo se espant Ch Kun.Uff La conozco asinti el general. Tu esposa

    ha venido a mi habitacin dos veces. Ch Kun qued anonadado y atnito, vio difuminada la

    cara de la persona con quien hablaba. El general tambin se mostr muy sorprendido y le explic lo siguiente:

  • 13

    QUATERNI SEIAJIN: EL ESPRITU DE LA RANA AZUL

    Te acuerdas que hace unos seis meses os llam a todos y os di un abanico a cada uno? A la noche siguiente, vino a mis aposentos una mujer. Me dijo: Gracias por darle el abanico a Ch Kun, pero por favor cambidselo por uno que tenga su honorable pluma. Despert. Todo haba sido un sueo. Por eso te mand llamar esa vez para constatarlo. Era verdad! Esa vez pens que era algo raro pero lo dej pasar. Sin embargo, ayer por la noche, vino esa mujer y me dijo: La armadura que le dio a Ch Kun est rota y no sirve. Por favor cambidsela. Por eso te volv a preguntar y result verdad. Es demasiado raro que pase esto. As, por eso te pregunt cmo era tu esposa. La edad, la apariencia y el lunar junto a la ceja, no tengo la menor duda. Es ella! No s quin es tu mujer, pero todo esto es demasiado raro.

    Al escuchar la explicacin, Ch Kun volvi a quedar atnito.

    Es muy extrao, mi general. Voy a investigarlo y os informo.

    Independientemente de esto, te voy a dar una nueva armadura. Llvate esta!

    El general le dio una armadura preciosa. Ch Kun se la llev y regres a casa. Mientras caminaba, su cabeza daba vueltas. Llevaba tres aos casado con ella y nunca haba sucedido algo tan extrao. El general no poda haberle mentido, pero cmo habra logrado su mujer aparecer en sus sueos? Pens miles de cosas en el trayecto a su hogar. Encontr unos puntos en comn. Hace seis meses, como ahora, con el problema de la armadura, su esposa siempre lo haba consolado dicindole lo que pasara como si lo supiera. Eso era algo raro. Era extrao sin duda alguna, pero tena que hablarlo con ella. Ch Kun

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    OKAMOTO KID QUATERNI

    regres de manera precipitada. Al llegar, su esposa vio la armadura y sonri.

    Esa sonrisa tan tierna no era la de un demonio ni la de un espectro maligno disfrazado de mujer. Ch Kun estaba confundido, pero no desaparecieron sus sospechas. Para su bien, y en nombre del general, tena que resolverlo fuera como fuera. Llam a su esposa a uno de los cuartos y le habl sobre los sueos del general. Su esposa lo mir extraada y dijo:

    Como en el caso del abanico, esta vez vi que estabas disgustado y quera que sanara tu dolor. Yo ped con toda mi alma. El Cielo oy mis plegarias y de manera natural aparecieron esas cosas raras que cuentas. Estoy muy agra-decida de que mis plegarias hayan sido escuchadas.

    Ante esa respuesta, el marido no pudo preguntarle ms. Haba que agradecer los buenos sentimientos de su esposa. Finalmente, no pas nada pero Ch Kun no estaba convencido. Despus de aquello, vigil con cuidado los movimientos de su mujer, pero para ese momento, como ya les he contado, se aproximaba el caos. El general estaba ocupado con los asuntos militares, no tena tiempo de pensar en el asunto de la esposa de Ch Kun. Este tambin estaba atareado con sus ocupaciones. Por la maana sala temprano y regresaba a la noche. Pasaron seis meses y en mayo comenz la poca de lluvias. Llova diariamente pero aquel era un da raro. A medioda la lluvia haba cesado y por la tarde se vea ya un cielo azul plido.

    Ch Kun pudo terminar rpido su trabajo, algo inusual tambin, y regres antes del anochecer. Al volver a casa, siempre lo reciba su esposa pero en esta ocasin no estaba. Entr en la casa y al contemplar el jardn, vio que en la esquina haba un rbol de granadas. Su flor era roja como el

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    QUATERNI SEIAJIN: EL ESPRITU DE LA RANA AZUL

    fuego. Su esposa estaba en cuclillas viendo algo. Ch Kun se acerc sigilosamente al jardn y cuando se encontraba junto a ella se dio cuenta de que haba un gran sapo en cuclillas junto al rbol de granadas. Su mujer haba puesto una vasija de sake como ofrenda y estaba pidindole algo. Ch Kun qued sorprendido con esta extraa escena y al verla detenidamente, se dio cuenta de que esa rana era azul como el musgo. Adems, tena solamente tres patas.

    Si hubiera sabido qu era aquella rana azul, no hubiera pasado nada, pero Ch Kun era un guerrero. No saba nada del Espritu de la Rana Azul ni del general de Jinhua, para l solamente estaba la imagen de su esposa orando frente a una extraa rana de tres patas. Ya no tena dudas, ella era un bruja. Sac su espada y atraves la espalda y el pecho de su joven esposa. Ella no pudo decir nada y cay debajo del rbol de granadas. Bajo su cuerpo inerte se esparcieron ptalos rojos.

    Ch Kun estuvo un rato parado como en un sueo, pero al darse cuenta, vio que la rana de tres patas ya no estaba, solamente quedaba el cadver de su esposa frente a sus pies. Fij su vista en ella y se lament de su conducta est-pida. El comportamiento de su esposa era raro, no caba duda, pero si la hubiera interrogado, podra haber tomado una decisin distinta. Podra haberla dejado viva o haberla matado con motivo. Lo que haba hecho, haba sido una estupidez. Sin embargo, ya no poda hacer nada, as que se deshizo del cuerpo de su esposa y al da siguiente inform al general de lo sucedido.

    El general asinti. Tu esposa era, en efecto, una especie de demonio.

  • Del mismo autor

    HANSHICHI. Un detective en el Japn de los Samuris

    Autor: Okamoto Kid / Traductora: Maril Rodrguez del Alisal y Yuko Fujimura336 pginaslSBN: 978-84-940301-3-0Precio: 20,00

    Una visin fascinante de la vida feudal en Edo, en compa-a de uno de los personajes ms queridos de la literatura popular japonesa.

    Las historias del detective Hanshichi, personaje inspirado en Sherlock Holmes, se desarrollan entre 1840 y 1860, una poca en la que tradicin y supersticin van de la mano y son el verdadero enemigo del racional y poco ortodoxo Hanshichi.El lector asistir fascinado a una vibrante y colorista descripcin de la ciudad de Edo, se colar en las mansiones de los samuris que sirven al shgun, en los baos pbli-cos, en las modestas nagaya o casas de vecinos, pasando por innumerables talleres artesanos y modestos restaurantes en los que reponer fuerzas comiendo fideos soba o anguila asada. Un apasionante recorrido por la futura ciudad de Tokio, desde sus barrios ms opulentos y respetables a aquellos ms humildes, habitados por persona-jes del hampa.Escrita con una sutil irona y gran sentido del humor, Okamoto Kid consigue que el lector disfrute con los casos del astuto inspector, trasladndolo a un perodo extico incluso para los japoneses. Una era plagada de aparecidos, de hechizos de zorros, de criaturas kappa y de fantasmas. Misterios a los que el detective se enfrentar, armado nicamente con su ingenio y sus hbiles e incisivos interrogatorios.

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