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Sant’Ivo della Sapienza , 1642-60Roma
Cap a finals del segle XVI, Pirro Ligorio i Giacomo della Porta havien portata terme una bona part dels edificis del conjunt: amb Pau V (Camilo Borghese,pontificat 1605-21) es van interrompre les obres.
Quedaven pendents la biblioteca, l’església i la seva façana posterior ipart de la de l’oest
Sant’Ivo della Sapienza, 1643-60.
1632 Borromini es nomenat arquitecte de La Sapienza gràcies a larecomanació de Bernini i a petició d’Urbà VIII (Maffeo Barberini,pontificat 1623-44); continuaran les obres amb Innocenci X i Alexandre VII
1643 primera pedra de l’església
1648 s’acaba l’estructura i es cobreix la cúpula amb plom
1652 creu i esfera que rematen la llanterna
1659 inici decoració interior
1660 s’acaba el paviment i es consagra l’església
S. SEBASTIÁN. Contrarreforma y Barroco. Madrid Alianza, 1981, p. 43
«Hasta hace un decenio, la história del arte no había advertido el profundosimbolismo de esta iglesia, pero con motivo del tricentenario de la muertede Borromini (1599-1667) Hans Ost le dedicó un estudio monográfico. Sugénesis se relaciona con el número tres, símbolo de la SantísimaTrinidad, patrona de la Sabiduría; pero aquí tenemos el hexágonoestrellado, formado por dos triángulos equiláteros superpuestos, queconstituyen una estrella de seis puntas, uno de los símbolos másuniversales, y que en la cultura judeocristiana es conocido como el sello deSalomón, uno de los personajes que más prestigio de sabio ha tenido a lolargo de la historia.
»La relación con el templo bíblico de Salomón vienen a subrayarla otroselementos decorativos como flores, coronas reales, etc. La combinaciónen la cúpula de serie de estrellas de seis y de ocho puntas implicabarendir homenaje no sólo al rey Salomón, sino también al papa AlejandroVII, de la familia Chigi, que tenía como emblema la estrella de ocho puntas;la estrella más alta es la de seis puntas y se remata con una cruz paraindicar que Salomón no sólo fue un antepasado de Cristo, sino también unaprefiguración de Él. En el interior se reitera el simbolismo señalado en elexterior»
G.B. Montano. Reconstrucció d’un antic edifici romà (c. 1570)
Temple de VenusBaalbek, Líban
Remat dels contraforts = detalls de la Porta Pia de Miquel Àngel
BorrominiLlanterna de Sant’Ivo alla Sapienza1643-60Roma
Martin Van HeemskerckFar d’Alexandria, 1572
Minaret de la mesquita aljama847Samarra, Iraq
BorrominiOratorio dei Filippini, 1637-49Projecte abandonat, Roma
Francesco Maria RicchinoCol·legi Suïs, façana 1627Milà
Opus Architectonicum(ca.1650)Borromini o el seu portaveu,Virgilio Spada Roma, ed.1725, p. 11:«...nel dar forma a dettafacciata mi figurai il corpoumano con le bracciaaperte, come che abracciognuno che entri, qual corpocon le braccia aperte sidistingue in cinque parti,cioè il petto in mezzo e lebraccia ciascheduno in duepezzi...»
Borromini fue uno de los primeros hombres de su siglo por la altura de su genio,
pero uno de los últimos por el uso ridículo que hizo de él. Fue en arquitectura el
equivalente de Séneca en literatura y de Marino en poesía (dos escritores que se
entregaron en su estilo a un ingenio excesivo. Al principio, cuando siguió a otros,
fue por el buen camino; pero cuando se puso a obrar por su cuenta, empujado por
un deseo incontrolable de superar a Bernini, se deslizó, podríamos decir, a la
herejía. Y eligió la originalidad para conseguir la excelencia. No comprendió los
elementos esenciales de la arquitectura. Y se abandonó, por ello, a su modo de
trazar, curvilíneo y en zig-zag, y a su gran deseo de ornamentación, tan
contrario a los principios de la sencillez; dio rienda suelta a toda su fantasía de
utilizar tarjas, columnas curvas, frontones partidos y otras formas
extravagantes. Y, con todo, hay hasta en sus mayores engendros algo que es …
Francesco MILIZIA (Brindinzi, 1725 — Roma, 1798)
Memoria de los arquitectos antiguos y modernos, 1768
… indefiniblemente grandioso, armonioso y sutíl, algo que revela su excelso
talento. Pues este genio, si simplemente hubiera penetrado en el secreto de la
arquitectura; si se hubiera dedicado a corregir los abusos que no reconocían
tantos perspicaces expertos, cegados por la costumbre; si hubiera buscado
proporciones verdaderas, desconocidas hasta ahora; las adecuadas al carácter
de cada edificio y al perfeccionamiento de los elementos de los órdenes —que
pueden perfeccionarse—, entonces hubiera descubierto cosas nuevas que
habrían sido beneficiosas para la posteridad, y habría superado a los más
notables de sus predecesores, así como a Bernini. Pero tomó el sendero
equivocado y ello fue la causa de que arquitectos corrientes, deslumbrados por
su falsa brillantez, siguieran su estilo, y lo hicieran con más torpeza en cuanto
que eran inferiores a él en talento. Y de este modo se formó la “secta”
borromioniana ¿Y cómo atacarles, que es lo peor de todo? Borromini observó con
precisión todas las normas que buscan desagradar a la mirada; fue totalmente …
insensible a la parte de la arquitectura que interesa a la belleza, y como esa
parte es más importante que las demás, si se le condena en ello, se le condena
más aún en las otras cosas, es decir en la espaciosidad y estabilidad de la
construcción, para lo cual estaba dotado de una gran destreza. Cuando lo
verdadero se coloca junto a lo falso, o bien se rechaza lo segundo o se aprueba
lo primero. Es un espacio de contagio. Pues que difícil es distinguir lo bueno de lo
malo en un asunto. Y así, desgraciadamente, se sigue lo malo y se rechaza lo
bueno.
Transcrit a BLUNT, A. Borromini, “Alianza Forma, 24”, Madrid, Alianza (1979) 1982, p. 233.