canción de navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes....

33

Upload: others

Post on 21-Apr-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu
Page 2: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

Canción de Navidad

00-Cancion de navidad_I-XLVI_INTRO 24/11/15 09:58 Página i

Page 3: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

Aula de Literatura

Director

Francisco Antón

Asesores

Manuel Otero

Agustín S. Aguilar

Rebeca Martín

Canción de NavidadCharles Dickens

IntroducciónSecundino VilloriaJuan José Lanero

Gabriel Casas

NotasGabriel Casas

TraducciónFrancisco Torres Oliver

ActividadesGabriel CasasEmilio Sales

IlustraciónP. J. Lynch

00-Cancion de navidad_I-XLVI_INTRO 24/11/15 09:58 Página ii

Page 4: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

Introducción

El novelista de los humildes . . . . . . . . . . . . . . . . . viiEl cronista de la época victoriana . . . . . . . . . . . . . . xxiiUn cántico a la Navidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xxv

Canción de Navidad

Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3Primera estrofa. El espectro de Marley . . . . . . . . . 5Segunda estrofa. El primero de los tres espíritus . . . . 41Tercera estrofa. El segundo de los tres espíritus . . . . 75Cuarta estrofa. El tercero de los tres espíritus . . . . . 125Quinta estrofa. El final del relato . . . . . . . . . . . . . 155

Actividades

Textos auxiliares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3Análisis literario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

ÍNDICE

00-Cancion de navidad_I-XLVI_INTRO 24/11/15 09:58 Página iv

Page 5: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

INTRODUCCIÓN

El novelista de los humildes

Cuentan que una vendedora ambulante del mercado londi-nense, al enterarse de la muerte de Charles Dickens, exclamódesolada: «¿Ha muerto Dickens? Entonces, ¿morirá tambiénPapá Noel?». La misma desazón debieron sentir muchas gen-tes humildes de la Inglaterra victoriana en cuyos hogares se leía,en reunión familiar, el relato de tema navideño, breve, tierno yhondamente emotivo, que el escritor publicaba año tras año acomienzos de diciembre. En esos relatos, el pueblo llano veíareflejados sus sufrimientos y penurias, pero también sus másnobles anhelos de bondad y altruismo, reavivados en torno alfuego entrañable de la Navidad. Por eso Dickens era una parteesencial de esa festividad en que el amor y la ilusión se reno-vaban y se renuevan cada año en torno a la conmemoracióndel nacimiento de Cristo. Dickens fue el primer escritor ingléscuyas obras entraron en los hogares de los ricos y de los hu-mildes, el primero que se esforzó por inspirar en sus lectoressentimientos de compasión y generosidad, a la vez que lesmostraba con cruda desnudez las lacras más vergonzantes deuna sociedad muy engreída y gobernada por un capitalismoferoz. Sus conmovedoras historias, leídas por el propio autor aun público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel,el espíritu vivo de la Navidad. Por eso su muerte provocó unaconmoción nacional, pues con él parecía, en efecto, que hu-biera fallecido el auténtico Papá Noel.Charles Dickens (1812-1870)

00-Cancion de navidad_I-XLVI_INTRO 24/11/15 09:58 Página vi

Page 6: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

las primeras fantasías, y su afán de ensoñaciones le llevó a leer,a una edad muy temprana, numerosos libros de la pequeña bi-blioteca de su padre; entre ellos, Robinson Crusoe, Don Quijotey, sobre todo, Las mil y una noches, su obra favorita.

En 1822 la familia se trasladó a Camden Town, un tranquilosuburbio a las afueras de Londres que, pasado el tiempo, Dic-kens recordaría como un lugar «cochambroso, sórdido, sucio yhúmedo». En su sombría evocación del barrio, quizá pudo in-fluirle el recuerdo del estado anímico que padeció cuando eraniño a causa de las muchas privaciones. Su padre, abrumadopor las deudas, acudió en más de una ocasión a parientes yamigos para pedirles dinero prestado, y en 1822, sin mediospara pagar la educación de sus hijos, los sacó de la escuela. Lainterrupción de sus estudios entristeció al curioso e inquietoCharles, pero aún le apenó más que unos meses después lospadres enviaran a su hermana Fanny a estudiar música a uninternado, mientras que a él lo dejaban en casa para ayudar enlas tareas domésticas. Esta discriminación le hizo sentirse muydolido y abandonado por su padre, al que percibía cada vezmás distante y malhumorado.

La situación económica de la familia sufrió un duro golpecuando el 20 de febrero de 1824 John Dickens fue encarceladoen Marshalsea, una prisión para personas con deudas no sal-dadas. Pocos días antes, Charles, que apenas contaba doce años,había sido enviado a trabajar diez horas diarias en una fábricade betún para contribuir al mantenimiento familiar. Los do-mingos, él y Fanny iban a la cárcel a visitar no solo al padre,sino también a la madre y a sus otros hermanos, que se habíaninstalado en una habitación alquilada en el mismo presidio.Estas visitas, sus contactos con los compañeros de la fábrica ysu conocimiento de los barrios y ambientes pobres de Londresdejaron una imborrable huella en el niño, experiencia que elescritor trasladaría más adelante a sus novelas con toda crude-za y realismo.

el novelista de los humildes ix

El duro aprendizaje de la infancia

Charles John Huffam Dickens nació en la localidad costera dePortsmouth el 7 de febrero de 1812. Era el segundo de ocho hi-jos de una familia de clase media. Su madre, Elizabeth, mujerinquieta, aficionada a la danza y al teatro, se encargó de ense-ñar las primeras letras a sus hijos. El padre, John, era funcio-nario de la Armada, y con ese empleo ganaba un sueldo sufi-ciente como para llevar una vida más que digna; pero sus an-sias de grandeza lo movieron a endeudarse una vez tras otrahasta el punto de provocar la desgracia de los suyos.

En la infancia de Dickens, la familia se mudó con la mismafrecuencia que el padre cambiaba de destino o veía menguadossus recursos. En 1817 se trasladaron a Londres, y poco despuésa Chatham. En esta última ciudad, que al pequeño Charles leparecía un lugar «mágico», transcurrieron sus años más felices.Los cuentos que le narraba la doncella despertaron en el niño

viii introducción

El padre del autor, John Dickens (a la izquierda), era un hombre alegre y aficionado alas letras que ejerció esporádicamente el periodismo. La madre, Elizabeth, admiraba asu marido, pero sufrió lo indecible por la enfermiza tendencia de John a endeudarse.

00-Cancion de navidad_I-XLVI_INTRO 24/11/15 09:58 Página viii

Page 7: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

periencia adquirida en el despacho de abogados y su conoci-miento de la taquigrafía le valieron para que se le encargara dela información sobre los tribunales de justicia, y, al cumplirlos diecinueve años, fue nombrado cronista parlamentario.Como tantos otros novelistas de la época, Dickens iba apren-diendo el oficio de escritor en el taller del periodismo.

Y si temprana fue su dedicación a la prensa, no menos pre-coces fueron otras de sus inquietudes y pasiones: así, mientrasse ejercitaba como actor, tomando cursos de declamación, co-menzó a escribir breves piezas teatrales y se enamoró perdida-mente de Maria Beadnell, una muchacha hermosa y coqueta ala que cortejó por todos los medios durante tres años. Los pa-dres de Maria no veían con buenos ojos esa relación porque elpretendiente pertenecía a una clase social inferior, pero la pro-pia joven tampoco estaba muy segura de sus sentimientos. Fi-

el novelista de los humildes xi

Gracias a una herencia materna, las dificultades económi-cas de los Dickens conocieron un respiro. En 1825 el padre fuepuesto en libertad y Charles pudo matricularse en la Welling-ton House Academy, una escuela de pomposo nombre cuyodirector solía azotar a los alumnos y a quien Dickens describi-ría más adelante como «el hombre más ignorante y de peortemperamento que he tenido el placer de conocer». Pero estabonanza no duró mucho, ya que dos años después, y esta vezdefinitivamente, Dickens hubo de abandonar los estudios pa-ra trabajar en un despacho de procuradores, donde copiabadocumentos o ejercía de chico de los recados. Tenía quinceaños, pero era un joven ambicioso que aspiraba a ser periodis-ta. Esta afición al periodismo era estimulada por su tío mater-no John Barrow, director del semanario The Mirror of Parlia-ment, donde Dickens publicaría sus primeras crónicas. La ex-

x introducción

La experiencia de trabajar en la fábrica de betún (el edificio de la derecha) fue humi-llante y traumática para Dickens. «Hasta que no la derruyeron», escribiría años mástarde, «no tuve el valor de regresar al lugar donde empezó mi servidumbre».

A la izquierda, dibujo de Robert Ingpen que representa a Dickens envolviendo botes debetún en papel y añadiéndoles una pegatina con la marca del fabricante. A la derecha,la humilde casa de la calle Bayham, en Camden Town, donde vivieron los Dickens.

00-Cancion de navidad_I-XLVI_INTRO 24/11/15 09:58 Página x

Page 8: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

se por entregas e ir acompañada por unos dibujos del conoci-do artista Robert Seymour. Fue así como nació Los papelespóstumos del Club Pickwick, la primera obra en que Dickensdemostraba su extraordinario poder de observación y su talen-to para recrear el lenguaje coloquial. Mientras tanto, en abrilde 1836 se casó con Catherine Hogarth, hija del director deldiario The Evening Chronicle donde Dickens colaboraba, y, co-mo si el matrimonio fuera un buen augurio, a partir de en-tonces su éxito literario alcanzó cotas de popularidad y ventasjamás conocidas en la literatura inglesa.

El escritor se lanzó entonces a una actividad desenfrenada:a la vez que trabajaba en la redacción de Pickwick, continuócolaborando con artículos y esbozos en diversos periódicos,dirigió una revista y comenzó a publicar, a partir de 1838 ytambién por entregas, la novela con la que alcanzaría renom-bre en los círculos literarios, Oliver Twist. En esta obra, la iro-

el novelista de los humildes xiii

nalmente, tras varias muestras de «cruel indiferencia», en mar-zo de 1833 Dickens escribió a Maria para romper con ella yconfesarle que había sido «mi primero, mi último amor». Conveintiún años recién cumplidos, el escritor sufrió un amargodesengaño, pero aquella experiencia lo estimuló más aún para«salir de la pobreza y la oscuridad» —como escribiría des-pués— y espolear su ambición. Pasado el tiempo, Dickens tras-ladaría ese amor frustrado, al igual que otras dolorosas viven-cias, a novelas como David Copperfield y La pequeña Dorrit.

Vocación literaria y primeros éxitos

El creciente prestigio de Dickens le abrió las puertas de otrosdiarios de mayor difusión, como el liberal Morning Chronicle.Su puesto de observador de la actividad parlamentaria le en-señó todos los entresijos de la política, pero, particularmente,la inutilidad de la retórica huera. Pronto se ocupó también dela crítica teatral y de la información sobre las campañas elec-torales, y poco tiempo después empezó a recorrer Inglaterra y a escribir artículos divertidos, ingeniosos e incisivos sobreasuntos y personajes de ámbitos sociales distintos. La extraor-dinaria acogida que tuvieron esos artículos le movió a reunir-los en un volumen y publicarlos en 1836 con el título de Esbo-zos de Boz («Boz» era el seudónimo con que firmaba Dickens).

El esbozo era un texto literario breve, de carácter levemen-te satírico, sobre aspectos variados de la vida inglesa. El textoiba siempre acompañado de dibujos caricaturescos. Pero enDickens, la caricatura de costumbres, personajes y modas delmomento estaba salpicada de comentarios personales, tocadosde un leve humorismo, que constituían verdaderos bocetos dehistorias. Del esbozo al relato novelístico solo quedaba un pa-so, que el escritor no tardaría en dar. La editorial Chapman yHall, visto el éxito de los esbozos, le propuso escribir una no-vela humorística sobre la vida inglesa, que habría de publicar-

xii introducción

Dickens se enamoró de Catherine Hogarth porque era una muchacha hermosa, tran-quila y cordial, muy distinta a la veleidosa y coqueta Maria Beadnell. Estos dibujos dela pareja, al carboncillo y pastel, fueron realizados en 1837 por Samuel Laurence.

00-Cancion de navidad_I-XLVI_INTRO 24/11/15 09:58 Página xii

Page 9: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

nía y el humor propios de los esbozos dejaron paso a una acti-tud crítica ante problemas sociales tan lacerantes como los ni-ños abandonados y los bajos fondos del crimen. La fuerza y laexpresividad con que el novelista pintaba ahora ambientes ypersonajes brotaban de una realidad padecida en sus carnescuando trabajó en la fábrica de betún. Pero su verdadero acier-to residía en el retrato de personajes miserables, víctimas de lainjusticia social, por los que el escritor mostraba su simpatía.

Con el paso del tiempo, la preocupación social de Dickensfue en aumento. A primeros de 1838 decidió visitar de incóg-nito unas escuelas de Yorkshire donde se internaba a niños re-chazados por sus padres, y, movido por las deplorables condi-ciones de las aulas y la nefasta educación impartida en ellas,escribió Vida y aventuras de Nicholas Nickleby (1839), obra enque la denuncia contra la crueldad y la injusticia adquieren untono más dramático aún que en la novela anterior.

La incontenible pasión que el novelista sentía por la prensale hizo emprender, simultáneamente a su labor creativa, dis-tintos proyectos periodísticos que se saldaron con sendos fra-casos. Esos reveses lo obligaron a volver a la novela por entre-gas, y, en 1840, publicó Almacén de antigüedades, la terceraobra de protagonista infantil y de denuncia social. Pero en es-ta historia sobre un abuelo arruinado y su nieta Nell, Dickenscargó las tintas del melodrama y del maniqueísmo tan carac-terísticos de los folletines.

Tras una incursión poco afortunada en la novela histórica(Barnaby Rudge), el escritor presintió que necesitaba un des-canso y emprendió un largo viaje a los Estados Unidos, acom-pañado por su esposa Catherine. Su recorrido por aquel vastopaís, en el que el novelista era tan admirado como en Inglate-rra, estuvo jalonado de clamorosos recibimientos y homena-jes. Pero las actividades del escritor no se limitaron a los actosoficiales ni a los encuentros con los más afamados escritores;como deseaba conocer a fondo aquella joven nación, visitó

el novelista de los humildes xvxiv introducción

La historia del huérfano Oliver Twist se convirtió en uno de los libros más popularesde todos los tiempos en Inglaterra. Con este retrato de los bajos fondos, Dickens preten-día denunciar que la delincuencia es el resultado de la pobreza y la ignorancia. En estaimagen, el ingenuo Oliver saluda a Fagin, el jefe de la banda de rateros. Ilustración deChristian Birmingham para una adaptación de la novela publicada por Vicens Vives.

00-Cancion de navidad_I-XLVI_INTRO 24/11/15 09:58 Página xiv

Page 10: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

segunda estrofa

El primero de los tres espíritus

Cuando se despertó Scrooge, había tal oscuridad que, al aso-marse desde la cama, apenas pudo distinguir la ventana tras-parente de las opacas paredes de la habitación. Y estaba tra-tando de penetrar la oscuridad con sus ojos de hurón, cuandolas campanas de una iglesia vecina dieron los cuatro cuartos.1

Así que prestó atención a la hora.Para asombro suyo, la pesada campana siguió de las seis2

a las siete, de las siete a las ocho, y así hasta las doce; enton-ces paró. ¡Las doce! Eran pasadas las dos cuando se acostó.Ese reloj andaba mal. Se le había debido de meter un carám-bano3 en la maquinaria. ¡Las doce!

Apretó el resorte de su reloj de repetición4 para desmen-tir el absurdo del otro. Su rápido y leve pulso dio doce lati-dos, y se detuvo.

«¡Cómo!», se dijo Scrooge, «no es posible que me hayapasado durmiendo un día entero hasta bien entrada la no-che del otro. ¡No es posible que le haya pasado algo al sol yque sean ahora las doce del mediodía!».

1 Antes de que el reloj dé la hora en punto, suenan las cuatro campanadas co-rrespondientes a los cuartos.

2 Se sobreentiende que Scrooge se levanta cada día a las seis de la mañana.3 carámbano : pedazo de hielo que queda colgado al helarse el agua que cae o go-

tea de algún sitio.4 El reloj de repetición, inventado en 1767, marcaba las horas cuando se apretaba

un resorte.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:07 Página 40

Page 11: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

sita cuando el reloj diese la una. Decidió quedarse en la ca-ma despierto hasta que pasase la hora; y, considerando quevolverse a dormir le sería tan difícil como entrar en el Reinode los Cielos, esta fue, quizá, la resolución más sensata a sualcance.

El cuarto de hora fue tan largo que más de una vez tuvo elconvencimiento de que se había adormilado sin darse cuen ta,y por ello no había oído el reloj. Por fin, empezó a tronar ensu oído atento:

«¡Din, don!»—El cuarto —dijo Scrooge, contando.«¡Din, don!»—¡La media!«¡Din, don!»—Menos cuarto —dijo Scrooge.«¡Din, don!»—La hora —dijo Scrooge, triunfal—, ¡y nada más!Lo dijo antes de que sonase la campana de las horas, que

dio ahora una profunda, oscura, cavernosa y melancólica una.En ese instante se produjo un súbito resplandor en la habita-ción, y se descorrieron las cortinas de su cama.

Os aseguro que fue una mano la que apartó las cortinasde la cama. No las de los pies, ni las de la cabecera, sino aque -llas hacia las que Scrooge tenía vuelta la cara. Las cortinas sedescorrieron; y Scrooge, medio incorporándose de súbito, se encontró cara a cara con el sobrenatural visitante que lashabía apartado: tan cerca de él como lo estoy yo ahora de ti,aquí de pie, en espíritu, a tu lado.

Era una figura extraña, como de niño; aunque más queun niño, parecía un viejo visto a través de algún medio so-brenatural que le diera aspecto de haberse alejado y, por tan-to, de haber disminuido de tamaño hasta adquirir las pro-

el primero de los tres espíritus 43

Dado que la idea era alarmante, salió a gatas de la cama yse dirigió a tientas a la ventana. Tuvo que quitar el hielo delcristal frotando con la manga de la bata antes de que pudieraver; y aun entonces pudo ver muy poco. Todo lo que consi-guió discernir fue que aún había mucha niebla y hacía mu-chísimo frío, y que no se oía a la gente ir de aquí para allá, niarmar bullicio, como indiscutiblemente habría sido el caso sila noche hubiese barrido al radiante día y se hubiese adue-ñado del mundo. Era un gran alivio, porque si no hubiesedías que contar, el «A tres días vista de esta primera de cam-bio, pagaré al Sr. Ebenezer Scrooge o a su orden»,1 etc., sehabría convertido en un mero título de crédito de los Esta-dos Unidos.2

Scrooge regresó a la cama y se puso a pensar, y a pensar, ya pensar, una y otra vez, y no podía explicárselo. Cuanto máslo pensaba, más perplejo se sentía; y cuanto más se esforzabaen no pensar, más pensaba. El espectro de Marley lo turbabatremendamente. Cada vez que concluía en su fuero interno,5

tras sesudas reflexiones, que todo había sido un sueño, suimaginación volvía a saltar, como un muelle al soltarse, a suposición primera, y le planteaba la misma cuestión que dilu-cidar: «¿Era un sueño o no?».

Scrooge siguió en la cama en este estado hasta que lascampanas dieron tres cuartos más; entonces recordó, de re-pente, que el espectro le había prevenido que tendría una vi-

42 canción de navidad

5 en su fuero interno : para sus adentros.

1 Esta es la fórmula utilizada en un pagaré o letra de cambio, documento segúnel cual alguien se obliga a pagar cierta cantidad o a devolver un préstamo.

2 Hacia 1830, algunos estados de los Estados Unidos pidieron créditos a bancosextranjeros para financiar obras públicas. La crisis financiera americana de 1837provocó que muchos de estos estados se desentendieran del pago de sus deu-das, actitud que fue muy criticada por la prensa inglesa. El sentido del texto es,pues, que Scrooge emitiría letras que después no podría cobrar.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:07 Página 42

Page 12: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

porciones de un niño. Su pelo, que le caía alrededor del cue-llo y por la espalda, era blanco como por la edad avanzada;sin embargo, su cara no tenía una sola arruga y su piel mos-traba un rubor de lo más tierno. Tenía los brazos muy largosy musculosos, y también las manos, que parecían dotadas deuna fuerza extraordinaria. Iba con las piernas y los pies, deformas delicadas, al aire, igual que las extremidades superio-res. Vestía una túnica de un blanco purísimo, y alrededor dela cintura llevaba un luciente cinturón de hermoso resplan-dor. En la mano traía una rama verde de acebo, y, en singu-lar contraste con este símbolo invernal, adornaba su vestidocon flores estivales. Pero lo más extraño de todo era que dela coronilla le brotaba un radiante haz de luz por el que eravisible todo esto, el cual le daba ocasión de utilizar, sin duda,en los momentos en que permanecía a oscuras, un gran apa-gavelas,6 que ahora llevaba bajo el brazo, a modo de gorro.

Sin embargo, al mirarlo Scrooge con creciente fijeza, noera este el detalle más extraño. Pues así como unas vecescentelleaba y brillaba una parte de su cinturón, y otras vecesotra, y lo que estaba iluminado un instante se oscurecía al si-guiente, así también fluctuaba la nitidez de la propia figura,y tan pronto era un ser de un solo brazo como de una solapierna o de veinte, o bien con dos piernas pero sin cabeza, obien era una cabeza sin cuerpo; partes de las que, cuando sedesvanecían, no quedaba visible silueta alguna en la densaoscuridad en que se fundían. Y no se había Scrooge recupe-rado del asombro cuando la figura volvía a aparecer de nue-vo, clara y nítida como antes.

—¿Eres el espíritu cuya llegada me han anunciado? —pre -guntó Scrooge.

44 canción de navidad

6 apagavelas : instrumento en forma de cucurucho que sirve para apagar las velas.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:07 Página 44

Page 13: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

el primero de los tres espíritus 4746 canción de navidad

—Lo soy.La voz era dulce y amable. Singularmente apagada, como

si en vez de estar junto a él se hallase muy lejos.—¿Quién y qué eres? —preguntó Scrooge.—Soy el espíritu de las Navidades Pasadas.—¿Pasadas hace mucho? —preguntó Scrooge, observan-

do su pequeña estatura.—No. Las que tú pasaste.Quizá, si alguien le hubiese preguntado por qué, Scrooge

no habría sabido responder; pero lo cierto es que sentía ver-daderas ganas de ver al espíritu con el gorro puesto, así quele rogó que se cubriera.

—¡Cómo! —exclamó el espectro—. ¿Tan pronto quieresapagar con mano mundana la luz que doy? ¿No te basta conser uno de esos cuyas pasiones7 formaron este gorro y meobligaron a llevarlo encasquetado hasta las cejas duranteaños y años?8

Scrooge rechazó reverentemente todo deseo de ofenderlo,o de haber «encapuchado» intencionadamente al espíritu enetapa alguna de su vida. A continuación se atrevió a pregun-tar qué asunto le traía.

—¡Tu bien! —dijo el espectro.Scrooge le dio las gracias, aunque no pudo por menos de

pensar que una noche de descanso ininterrumpido habríacontribuido más a tal fin. El espíritu debió de oírlo pensar,porque dijo inmediatamente:

—Así que protestas. ¡Ten cuidado!Alargó su mano vigorosa mientras hablaba y le cogió sua-

vemente del brazo.

7 pasiones : inclinaciones, gustos o apetitos desordenados, como la avaricia.8 La luz que produce el espectro sirve, pues, para iluminar y revivir escenas del

pasado que personas como Scrooge no desean recordar.

—¡Levántate! ¡Y ven conmigo!Habría sido inútil alegar que ni el tiempo ni la hora eran

a propósito para andar por ahí, que se estaba caliente en lacama y el termómetro marcaba muy por debajo de cero, queestaba con poca ropa, en zapatillas, bata y gorro de dormir, yque ahora precisamente se encontraba resfriado. Pero, aun-que suave como la de una mujer, la fuerza de esa mano erairresistible. Así que se levantó; pero, al ver que el espíritu sedirigía hacia la ventana, se agarró, suplicante, a su túnica.

—Yo soy mortal —protestó—, y me puedo caer.—Deja que mi mano te toque aquí —dijo el espíritu,

poniéndosela en el corazón—, y estarás a salvo de si-tuaciones peores que esta.

Y, mientras decía estas palabras, traspasaronla pared y se encontraron en un camino, enpleno campo, con sembrados a uno y otrolado. La ciudad había desaparecido porcompleto. No se veía ni rastro de ella.La oscuridad y la niebla se habíandisipado también, porque era undía despejado y frío de invierno,con el suelo cubierto de nieve.

—¡Válgame Dios! —dijoScrooge juntando las manosal tiempo que miraba a sualrededor—. En este lugarme crié yo. ¡Aquí viví deniño!

El espíritu lo mirócon dulzura. Aúnparecía perdurarel roce suave de

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:07 Página 46

Page 14: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

río serpeante. A continuación vieron venir hacia ellos, al tro-te, unos cuantos caballitos peludos montados por chiquillos,los cuales daban voces a otros que iban en rústicas calesas11 ycarros guiados por campesinos. Parecían todos muy conten-tos y no paraban de gritarse unos a otros, llenando de tal mo -do los campos de alegría que hasta el aire fresco se regocija-ba al oírlos.

—Esas no son sino sombras de seres que existieron —di-jo el espectro—. Ignoran nuestra presencia.

Siguieron acercándose los joviales12 viajeros; y, al llegar asu altura, Scrooge los reconoció y dijo el nombre de todos.¿Por qué se alegró tanto al verlos? ¿Por qué le brillaron susfríos ojos y le latió el corazón con violencia al cruzarse conellos? ¿Por qué le llenó de contento oírlos desearse unos aotros feliz Navidad, al separarse en los desvíos y encrucija-das13 para regresar a sus casas? ¿Qué significaba «feliz Navi-dad» para Scrooge? ¡Al diablo las felices navidades! ¿Qué bienle habían reportado a él?

el primero de los tres espíritus 49

su mano, aunque había sido breve y ligero, en la sensibilidaddel viejo Scrooge. ¡Y mil olores flotaban en el aire, cada unorelacionado con mil pensamientos y esperanzas y alegrías ycaricias olvidadas hacía mucho, mucho tiempo!

—Te tiemblan los labios —dijo el espectro—. ¿Y qué eseso que tienes en las mejillas?

Scrooge murmuró, con un inusitado tono de voz, que erauna espinilla;3 y suplicó al espectro que lo llevara a dondequisiera.

—¿Recuerdas el camino? —preguntó el espíritu.—¿Que si lo recuerdo? —exclamó Scrooge con ardor—.

Podría recorrerlo con los ojos vendados.—¡Qué extraño, haberlo tenido olvidado durante tantos

años! —comentó el espectro—. Sigamos.Echaron a andar por el camino. Scrooge reconocía cada

portillo,9 cada poste y cada árbol, hasta que, al fin, apareció alo lejos un pueblecito ferial10 con su puente, su iglesia y su

48 canción de navidad

9 portillo : puerta de una cerca o cancela.10 pueblo ferial : pueblo donde se celebran ferias o mercados de ganado al aire libre.

3 En realidad, Scrooge tiene una lágrima en el rostro, la primera señal de que sussentimientos se están reavivando.

11 calesa : carruaje de dos o cuatro ruedas, con asientos y capota.12 joviales : contentos, alegres.13 encrucijada : cruce de caminos.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:07 Página 48

Page 15: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

50 canción de navidad

—La escuela no está completamente desierta —dijo el es-pectro—. Todavía queda un niño allí, abandonado por susamigos.

Scrooge dijo que ya lo sabía. Y se le escapó un sollozo.Dejaron el camino real,14 siguieron por un sendero que él

recordaba bien, y no tardaron en llegar a una mansión deoscuro ladrillo rojo, con una pequeña cúpula coronada poruna veleta y una campana debajo. Era una casa grande, perode gastado esplendor: sus espaciosas dependencias apenas seutilizaban, sus muros estaban húmedos y mohosos, las venta-nas rotas y las verjas herrumbrosas.15 Las gallinas cloqueabany se contoneaban por las caballerizas, y la hierba invadía lascocheras y los cobertizos. En su interior tampoco conservabamuchos vestigios de su primitivo estado, pues, al entrar en sulúgubre vestíbulo y mirar a través de las puertas abiertas demuchas habitaciones, las encontraron escasamente amuebla-das, frías e inmensas. Había olor a tierra en el ambiente y unafría desnudez en aquel lugar que, de alguna forma, se asocia-ban con madrugar demasiado y no comer demasiado.

El espectro y Scrooge atravesaron el vestíbulo y se dirigie-ron hacia una puerta del fondo. Se abrió la puerta ante ellosy dejó a la vista una habitación larga, desnuda, melancólica,cuya desnudez acentuaban varias filas de sencillos bancos ypupitres de madera. En uno de ellos, junto a un débil fuego,estaba sentado un niño solitario leyendo un libro; y Scroogese sentó en un banco, y lloró al verse a sí mismo, pobre niñoolvidado, tal y como lo había sido siempre.4

14 camino real : camino principal.15 herrumbrosas : oxidadas.

4 El niño en que está inspirado este personaje es el propio Charles Dickens en suinfancia, y la descripción de la escuela se corresponde con la Wellington HouseAcademy, donde el autor estudió durante año y medio.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:07 Página 50

Page 16: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

el primero de los tres espíritus 5352 canción de navidad

—¡Pero si es Alí Babá! —exclamó Scrooge, extasiado—.¡El viejo y querido Alí Babá!5 ¡Sí, sí, lo conozco! Así llegó porprimera vez, exactamente, unas navidades en que dejaronaquí, completamente abandonado, a ese niño solitario. ¡Po-bre chico! ¡Y ahí van Valentín —añadió Scrooge— y su sal-vaje hermano Orson!6 Y ese, como se llame, que dejaron encalzoncillos, dormido, a las puertas de Damasco, ¿no lo ves?Y el criado del sultán, puesto cabeza abajo por los genios:¡ahí está con los pies para arriba! Se lo tiene merecido. Mealegro. ¡Quién le mandaría a él casarse con la princesa!7

Oír a Scrooge hablar de tales asuntos con toda la seriedadde su carácter y una voz extraordinaria que estaba entre larisa y el llanto, y ver además su cara animada y excitada, ha-bría sido una verdadera sorpresa para sus colegas del centrofinanciero de la ciudad.

—¡Ahí está el papagayo! —gritó Scrooge—. ¡Ahí está, conel cuerpo verde y la cola amarilla, y algo así como una lechu-ga encima de la cabeza! «Pobre Robinson Crusoe», le dijo alregresar este después de navegar alrededor de la isla. «PobreRobinson Crusoe, ¿dónde has estado, Robinson Crusoe?». Y

Ni un eco recóndito de la casa, ni un chillido y rumor fur -tivo16 de ratones tras el enmaderado de las paredes, ni unagota del canalón medio helado del sombrío patio trasero, niun suspiro del aire entre las ramas peladas del álamo abati-do, ni el ocioso oscilar de la puerta de un almacén vacío, nisiquiera un chasquido del fuego, dejó de llegar al corazón deScrooge con suave influjo, pues dio rienda suelta a sus lágri-mas.

El espíritu le tocó el brazo y le señaló a él mismo, de niño,absorto en la lectura. De repente, se detuvo junto a la venta-na un hombre vestido con ropas exóticas, asombrosamentereal y claro a la vista, con un hacha sujeta al cinturón, y lle-vando del ronzal17 a un asno cargado de leña.

5 «Alí Babá y los cuarenta ladrones» es uno de los relatos más famosos de Las mily una noches, el libro más citado y estimado por Dickens, después de la Biblia ylas obras de Shakespeare.

6 Orson y Valentín son dos hermanos gemelos de una antigua leyenda francesa.El primero fue raptado por un oso y criado como un animal salvaje en los bos-ques, mientras que el segundo fue educado en la corte como un caballero.

7 Scrooge alude a incidentes tomados de «Historia de Nuredin-Alí y su hijo Be-dredin Hasan, y de Chemsedin y su hija», narrada en las noches decimonovenaa vigésimo cuarta de Las mil y una noches. En este relato, la hija de Chemsedines pretendida por el sultán de Egipto, pero Chemsedin prefiere reservarla paraBedredin, el hijo de su hermano Nuredin. Airado por la negativa de Chemsedin,el sultán ordena que la muchacha se case con un lacayo feo y jorobado, pero lanoche de bodas un genio lleva volando al hijo de Nuredin hasta la cámara nup-cial y pone al jorobado cabeza abajo. Al día siguiente, un hada se lleva volandoa Bedredin en paños menores y lo deja a las puertas de la ciudad de Damasco.

16 furtivo : que se hace a escondidas.17 ronzal : cuerda que se ata a la cabeza de las caballerías.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 52

Page 17: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

el primero de los tres espíritus 5554 canción de navidad

vez, cuando todos losdemás chicos se habíanido a casa a pasar estu-pendamente las vaca-ciones.

Ahora no estaba le-yendo, sino que pasea -ba desesperado arriba yabajo. Scrooge miró alespectro y, tras movertristemente la cabeza, sevolvió a mirar con an-siedad hacia la puerta.Cuando esta se abrió,entró corriendo una ni-ña mucho más pequeñaque el chico, le echó losbrazos al cuello y, be-sándolo repetidamente,le decía: «Hermano, que -rido hermano».

—¡He venido parallevarte a casa, mi que-rido hermano! —dijo lacriatura, palmoteandocon sus manitas e incli-nándose para reír—. ¡Pa -ra llevarte a casa, a casa,a casa!

—¿A casa, pequeñaFan? —replicó el mu-chacho.

el hombre creía que estaba soñando, pero no lo estaba. Era elpapagayo, ¿sabes? ¡Allá va Viernes, corriendo hacia la calapara salvar su vida!8 ¡Eh! ¡Oye! ¡Eh!

Seguidamente, con una rápida transición muy ajena a sucarácter habitual, dijo, compadeciéndose del niño que fue:«¡Pobre chico!», y se puso a llorar otra vez.

—Me gustaría… —murmuró Scrooge, metiéndose la ma -no en el bolsillo y mirando a su alrededor, tras enjugarse losojos con el puño de la camisa—; pero ahora ya es demasiadotarde…

—¿Qué es lo que deseas? —preguntó el espíritu.—No, nada, nada —dijo Scrooge—. Es solo que anoche

vino un chiquillo a cantar villancicos a la puerta de mi casa.Me habría gustado darle algo. Eso es todo.

El espectro sonrió pensativo e hizo un gesto con la mano,diciendo al mismo tiempo:

—¡Veamos otra Navidad!Nada más pronunciar estas palabras, creció la figura in-

fantil de Scrooge, y la habitación se volvió un poco más os-cura y más sucia. Se encogieron las tablas del enmaderado,se agrietaron las ventanas, del techo cayeron fragmentos deyeso y quedaron al descubierto las vigas desnudas; pero decómo ocurrió todo esto tenía Scrooge tanta idea como po-déis tenerla ahora vosotros. Solo sabía que todo aquello eracierto; que había sucedido así; que allí estaba él, solo otra

8 Dickens alude a dos episodios de Robinson Crusoe (1719), la novela del británicoDaniel Defoe. En el primero de ellos, el náufrago regresa un día a su choza yoye asombrado la voz del papagayo que se dirige a él con las palabras que men-ciona Scrooge. Dieciocho años después, y al cabo de veinticuatro de vida solita-ria, Robinson ve cómo unos caníbales desembarcan en la isla con el propósitode devorar a dos hombres que llevan presos en sus canoas. Mientras asesinan auno, el otro huye corriendo. Robinson ataca a los caníbales, salva la vida del fu-gitivo y decide llamarlo Viernes, porque lo rescató en ese día de la semana.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 54

Page 18: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

—Sí —dijo la niña, rebosante de alegría—. A casa, y parasiempre.9 A casa para siempre jamás. Papá es mucho másamable que antes; tanto, que la casa es como el Paraíso. Mehabló con tanta dulzura una noche cuando me iba a acostar,que no me dio miedo preguntarle otra vez si podías volver; ydijo que sí, que debías volver; y me ha enviado en un cochepara llevarte. ¡Y vas a ser un hombre! —dijo la niña, abrien-do mucho los ojos—, y no vas a volver nunca más aquí; peroantes vamos a pasar las navidades juntos, y a divertirnos másque nadie en el mundo.

—¡Eres ya toda una mujer, pequeña Fan! —exclamó el mu -chacho.

Ella aplaudió y rio, y trató de tocarle la cabeza; pero erademasiado pequeña y no la alcanzaba, así que volvió a reír yse puso de puntillas para abrazarlo. Luego empezó a tirar deél, con infantil impaciencia, hacia la puerta; y él la acompa-ñó de buena gana.

Una voz terrible gritó en el vestíbulo: «¡Bajad el baúl delseñorito Scrooge, venga!»; y apareció el propio maestro, quemiró al señorito Scrooge con feroz condescendencia, y le su-mió en un espantoso estado de ánimo al estrecharle la ma-no.10 A continuación condujo al chico y a su hermana a lasala de visitas más helada y vetusta18 que haya visto nadie ensu vida, donde los mapas de la pared y los globos terráqueos

56 canción de navidad

18 vetusta : muy vieja.

9 Fan o Fanny era el nombre de la hermana preferida del propio Dickens, unamuchacha muy dotada para la música, como la sobrina de Scrooge.

10 Fruto de su desdichada experiencia como escolar, Dickens tenía una pésimaopinión del sistema educativo inglés y de los maestros: a muchos de ellos los ca-lificó de «hombres ignorantes, brutales y sórdidos, a los que pocas personas consentido común hubieran confiado el cuidado de su caballo o su perro». De supropio maestro llegó a escribir que era «el hombre más ignorante […] y de peortemperamento que jamás ha existido».

el primero de los tres espíritus 57

y celestes de las ventanas estaban ateridos de frío. Entoncessacó una licorera con un vino sospechosamente claro y untrozo de bizcocho tremendamente amazacotado, y sirvió alos jóvenes una porción de estas exquisiteces, al tiempo quemandaba a un escuálido criado que trajese un vaso de «algo»para el postillón,19 el cual respondió que se lo agradecía, pe-ro que si era de la misma espita20 que el que había probadoantes, prefería no tomar. Dado que, entretanto, habían atadoel baúl del señorito Scrooge en lo alto del coche, los herma-nos se despidieron contentísimos del maestro, subieron, y sealejaron alegres por la curva del camino que atravesaba eljardín: las veloces ruedas levantaron salpicaduras de la escar-cha y la nieve de las hojas ennegrecidas de los aligustres.21

—Siempre fue una criatura delicada a la que el menor so-plo de aire podía marchitar —dijo el espectro—. ¡Pero teníaun gran corazón!

—Sí que lo tenía —exclamó Scrooge—. Es verdad. No lovoy a negar, espíritu, ¡Dios me libre!

—Murió siendo ya mujer —dijo el espectro—, y tuvo hi-jos, según creo.

—Un niño —replicó Scrooge.—Cierto —dijo el espectro—. ¡Tu sobrino!Scrooge pareció desasosegado, y contestó escuetamente:—Sí.Aunque acababan de dejar atrás la escuela, ahora se en-

contraban en las calles concurridas de una ciudad donde os-curos viandantes iban de un lado para otro, donde luchabanpor abrirse paso oscuros carruajes y coches, y donde reinaba

19 postillón : mozo que iba montado en una de las caballerías delanteras del tiro deun carruaje para guiarlo.

20 espita : canuto de la cuba por el que sale el vino que aquella contiene.21 aligustre : arbusto de flores blancas que se emplea en setos de parques.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 56

Page 19: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

—¡Pero si es Dick Wilkins! —dijo Scrooge al espectro—.¡Válgame Dios! ¡Dick en persona! Me tenía mucho cariño.¡Pobre Dick! ¡Mi querido Dick!

—¡Ea, chicos! —dijo Fezziwig—. Se acabó el trabajo porhoy. Es Nochebuena, Dick. ¡Navidad, Ebenezer! ¡Vamos aechar el cierre en un santiamén! —exclamó el viejo Fezzi-wig, dando una fuerte palmada.

¡No os podéis imaginar con qué presteza se pusieron losdos jóvenes manos a la obra! Salieron a la calle cargados conlos postigos24 —uno, dos, tres—, los colocaron en su sitio —cuatro, cinco, seis—, pusieron las barras y los pasadores—siete, ocho, nueve— y volvieron a entrar, antes de contardoce, resoplando como caballos de carreras.

—¡Hale! —exclamó el viejo Fezziwig, saltando del altopupitre con asombrosa agilidad—. Despejad esto, chicos, yhaced sitio aquí. ¡Hale, Dick! ¡Vamos, Ebenezer!

¿Despejar? No había nada que no hubiesen despejado ono hubiesen podido despejar, bajo la mirada atenta del viejoFezziwig. Terminaron en un minuto. Arrinconaron todo lomovible como si lo eliminasen de la vida pública para siem-pre; barrieron y fregaron el suelo, avivaron las lámparas, echa -ron un montón de carbón al fuego, y el almacén quedó con-fortable, cálido, seco e iluminado como os gustaría ver unsalón de baile en una noche de invierno.

Entró un violinista con un libro de música, se subió al al-to pupitre, lo convirtió en orquesta y comenzó a afinar suinstrumento, que sonó como si tuviese cincuenta dolores detripa. Entró la señora Fezziwig con amplia y digna sonrisa,entraron las tres señoritas Fezziwig, radiantes y encantado-

el primero de los tres espíritus 5958 canción de navidad

24 postigo : tablero sujeto con bisagras en el marco de una puerta o ventana paracubrir cuando conviene la parte acristalada.

todo el tráfago22 y bulliciode una verdadera ciudad. Se ad -vertía claramente, por los ador-nos de las tiendas, que en aquel

lugar era Navidad también; peroera de noche, y las calles estaban iluminadas.

El espectro se detuvo ante la puerta de cierto almacén, ypreguntó a Scrooge si lo conocía.

—¿Que si lo conozco? —dijo Scrooge—. ¡Aquí fui apren-diz!

Entraron. Al ver a un señor viejo tocado con una pelucagalesa,23 y sentado detrás de un pupitre tan alto que, de serlodos centímetros más, el hombre se habría dado con la cabe-za en el techo, Scrooge exclamó, presa de gran excitación:

—¡Pero si es el viejo Fezziwig! ¡Bendito sea Dios, Fezziwigvivo otra vez!

El viejo Fezziwig dejó su pluma y miró el reloj, que seña-laba las siete. Se frotó las manos, se ajustó su amplio chaleco,se estremeció de risa, desde los zapatos hasta su órgano de labenevolencia,11 y exclamó con voz sosegada, meliflua, sono-ra, espesa y jovial:

—¡Eh, vosotros! ¡Ebenezer! ¡Dick!El Scrooge del pasado, ahora convertido en un joven mo-

zo, acudió apresuradamente junto con su compañero, el otroaprendiz.

22 tráfago : tráfico.23 peluca galesa : gorro de lana.

11 Término tomado de la frenología, una seudociencia que postulaba que era posi-ble conocer el carácter intelectual o moral de una persona por la forma del crá-neo. Los frenólogos dividían el cráneo en unas cuarenta secciones u «órganos»,a cada uno de los cuales atribuían el asiento de una facultad mental o moral. Elórgano de la benevolencia estaba localizado en la parte superior de la frente, y enél residían la bondad y el deseo de sacrificarse por hacer felices a los demás.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 58

Page 20: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

el primero de los tres espíritus 6160 canción de navidad

Hubo más bailes, y juegos de prendas, y nuevos bailes, yhubo tarta, y vino especiado,25 y una gran pieza de carneasada, y otra de carne cocida, y hubo pasteles de carne pica-da, y cerveza abundante. Pero el gran golpe de efecto de lanoche vino después de las carnes asada y cocida, cuando elviolinista —¡un viejo zorro: la clase de hombre que sabe loque tiene que hacer, mejor de lo que vosotros o yo podría-mos haberle indicado!— atacó la tonada para la danza «SirRoger Coverley».12 Entonces salió el viejo Fezziwig a bailarcon la señora Fezziwig. Se colocaron a la cabeza, lo que eraarduo cometido para ellos, pues les seguían detrás veintitréso veinticuatro parejas: gentes que no se iban a amilanar, quese habían propuesto bailar y no sabían siquiera caminar.

Pero aunque hubieran sido el doble, o el cuádruple, elviejo Fezziwig les habría igualado, y lo mismo la señora Fez-ziwig. En cuanto a ella, era una digna pareja de su marido,en toda la extensión de la palabra. Si no es este un gran elo-gio, decidme otro mejor, y lo emplearé.

Una clara luz parecía emanar de las pantorrillas de Fezzi-wig. Le resplandecían como lunas en cada parte de la danza.No habríais podido predecir, en un momento cualquiera,qué iban a hacer al siguiente. Y cuando el viejo señor Fezzi-wig y la señora Fezziwig hubieron ejecutado toda la danza—avanzar y retroceder, coger a la pareja de la mano, saludary hacer la reverencia, el “tirabuzón”, el “paso de la aguja”26 y

25 vino especiado : vino de oporto o de jerez mezclado con agua caliente, azúcar,zumo de limón, nuez moscada y otras especias.

26 tirabuzón : movimiento en que los bailarines, dispuestos en una fila, se cogen delas manos con los brazos estirados, y entonces las parejas avanzan una tras otrapor entre las demás; paso de la aguja : movimiento consistente en que la mujer,con las manos unidas al hombre, pasa por debajo de un brazo de él.

12 «Sir Roger Coverley» era un famoso baile popular que el propio Dickens solíadan zar en las fiestas con el mismo entusiasmo que Fezziwig.

ras. Entraron los seis jóvenes pretendientes cuyos corazoneshabían roto las tres muchachas. Entraron todos los jóvenesde uno y otro sexo empleados en la empresa. Entró la criadacon su primo el panadero. Entró la cocinera con el lechero,amigo personal de su hermano. Entró el mozo de enfrente,de cuyo amo se sospechaba que no le daba bastante de co-mer, tratando de ocultarse detrás de la doncella de dos por-tales más allá, cuya señora se sabía que le tiraba de las orejas.Todos entraron, uno tras otro: unos con timidez, otros condescaro; unos con gracia, otros con torpeza; unos empujan-do, otros empujados; todos entraron, de todas las formas ymaneras. Y salieron a bailar veinte parejas a la vez, dandomedio giro con las manos, luego otro medio al revés, incli-nándose la mitad y volviéndose a incorporar; dando vueltasy revueltas en diversas fases de afectuosa agrupación: des-viándose siempre la primera pareja, y tomando la cabezauna nueva al llegar a ese punto, hasta que todas figuraron enel puesto delantero y no quedó una sola detrás que acudieseen su ayuda. Una vez terminado esto, el viejo Fezziwig diounas palmadas para que parase el baile, y dijo en voz alta:«¡Ha estado muy bien!», y el violinista hundió su cara acalo-rada en una jarra de cerveza negra, especialmente preparadapara ese fin. Pero, sacrificando el descanso por sus ansias dereaparecer, volvió a empezar en seguida, aunque aún no ha-bía bailarines, como si se hubiesen llevado a casa, exhausto,encima de un postigo, al anterior violinista, y fuese él unhombre totalmente nuevo, dispuestoa superarlo o perecer.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 60

Page 21: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 62

Page 22: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

volver al sitio—, Fezziwig hizo un entrechat 27 con tal destre-za que pareció que parpadeaba con las piernas, y volvió a caersobre sus pies sin tambalearse.

Cuando el reloj dio las once, concluyó este baile domésti-co. El señor y la señora Fezziwig ocuparon sus puestos, unoa cada lado de la puerta, y, a medida que sus invitados salían,fueron estrechándoles la mano a cada uno de ellos y deseán-doles feliz Navidad. Cuando se hubo marchado todo el mun -do menos los dos aprendices, hicieron lo mismo con ellos. Yse apagaron sus voces alegres y dejaron que los muchachosse fueran a sus camas, situadas debajo de un mostrador de latrastienda.

Durante todo este tiempo, Scrooge había estado comoenajenado. Tenía el corazón y el alma puestos en la escena yen su antigua persona. Lo corroboró todo, lo recordó todo,disfrutó de todo y experimentó la más extraña agitación. Ysolo en aquel momento, al alejarse las caras radiantes deaquel muchacho que él había sido y de Dick, se acordó delespectro, y se dio cuenta de que este lo estaba mirando, entanto la luz de su cabeza resplandecía muy clara.

—Cuesta poco —dijo el espectro— hacer que estas gen-tes sencillas se sientan llenas de gratitud.

—¿Poco? —repitió, como un eco, Scrooge.El espíritu le hizo señas para que escuchase a los dos apren -

dices, que colmaban de alabanzas a Fezziwig, y dijo:—¡Cómo! ¿No te parece poco? No se ha gastado más que

unas libras de vuestro dinero mortal; tres o cuatro, quizá.28

¿Tanto es, para que merezca esos elogios?

64 canción de navidad

27 entrechat : figura de baile que consiste en dar un salto y entrecruzar las piernasvarias veces en el aire, antes de volver a poner los pies en el suelo.

28 libra : ‘unidad monetaria del Reino Unido’. En la época, el sueldo mensual deun empleado no excedía las tres o cuatro libras que menciona el espíritu.

el primero de los tres espíritus 65

—No es eso —dijoScrooge, molesto por elcomentario, y hablandoinconscientemente co-mo si él fuese el Scroo-ge del pasado, no comoel de ahora—. No es eso,espíritu. Está en manosde Fezziwig hacernosdichosos o desdichados;hacer que nuestro tra-bajo sea ligero o pesado,un placer o una carga.Digamos que su fuer zaconsiste en palabras ymiradas, en cosas tan le -ves e insignificantes queno se pueden sumar nicontar; ¿y qué? La dichaque proporciona es tangrande como si costaseuna fortuna —Scroogeadvirtió la mirada delespectro, y se calló.

—¿Qué pasa? —dijoel espectro.

—Nada de particu-lar —dijo Scrooge.

—Algo pasará, ¿no?—insistió el espectro.

—No —dijo Scroo-ge—, nada. ¡Que ahora

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 64

Page 23: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

66 canción de navidad

me gustaría poder decirle una o dos palabras a mi escribien-te! Nada más.

El joven Scrooge apagó la lámpara mientras él manifesta-ba este deseo; y Scrooge y el espectro volvieron a encontrarseel uno junto al otro al aire libre.

—Se me acaba el tiempo —comentó el espíritu—. ¡Va-mos deprisa!

Esto no iba dirigido a Scrooge, ni a nadie a quien este pu-diera ver; pero tuvo un efecto inmediato. Porque otra vezvolvió Scrooge a verse a sí mismo. Ahora era mayor: un hom -bre en la plenitud de la vida. Su cara no tenía los rasgos ás-peros y acartonados de los años posteriores, pero en ella yaempezaban a asomar signos de preocupación y de avaricia.Había un movimiento ansioso, ávido e inquieto en sus ojos,que delataban la pasión que en él había arraigado, y dondeiba a caer la sombra del árbol que en él estaba creciendo.

No se hallaba solo, sino que estaba sentado junto a unahermosa joven vestida de luto, en cuyos ojos había lágrimasque brillaban a la luz que difundía el espectro de las Navida-des Pasadas.

—Poco importa —dijo ella suavemente—. Para ti, muypoco. Otro ídolo me ha suplantado; si puede traerte alegría yconsuelo en los días futuros, como yo habría procurado ha-cer, no tengo motivos para apesadumbrarme.

—¿Qué ídolo te ha suplantado? —replicó él.—Uno de oro.13

—¡Ese es el trato imparcial de la gente! —dijo—. No haynada con lo que sea más cruel que con la pobreza, ¡y no hay

13 La muchacha alude al pasaje bíblico en que los israelitas fundieron sus pen-dientes de oro para moldear un becerro, ídolo que había de sustituir al verdade-ro Dios, Yahvé, del que se sentían decepcionados (Éxodo, 32). La joven se queja,pues, de que Scrooge ha cambiado el amor por ella por el amor al dinero.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 66

Page 24: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

ojos. Si no hubiese existido nunca eso entre nosotros —dijola joven, mirándolo dulcemente, pero con firmeza—, dime:¿me buscarías y tratarías de conquistarme? ¡Por supuesto queno!

Él pareció rendirse, a pesar suyo, a la evidencia de tal su-posición. Pero dijo, con un esfuerzo:

—¿De verdad piensas así?—Me alegraría muchísimo pensar que no es así —con-

testó ella—. ¡Bien lo sabe Dios! Al darme cuenta de una ver-dad como esta, he comprendido lo fuerte e irresistible quedebe de ser. Pero si fueses libre hoy, mañana, ayer, ¿puedocreer que elegirías a una muchacha sin dote,30 tú que lo mi-des todo en función de las ganancias, incluso tu intimidadcon ella? O, en caso de elegirla, si es que por un momentotraicionases tus principios hasta el extremo de hacer una co-sa así, ¿no sé yo que en seguida te vendría el arrepentimientoy el pesar? Claro que lo sé; y por eso te dejo en libertad. Detodo corazón, por amor al que fuiste en otro tiempo.

Él fue a hablar; pero ella, con la cabeza vuelta, prosiguió:—Puede que esto (el recuerdo de lo pasado casi me hace

esperar que así sea) te produzca dolor. Pero dentro de poco,de muy poco tiempo, rechazarás de buena gana este recuer-do como un sueño poco provechoso del que tuviste la suertede despertar. ¡Que seas feliz en la vida que has elegido!

Ella lo dejó; y los dos se separaron.—¡Espíritu! —dijo Scrooge—. ¡No me enseñes nada más!

Llévame a casa. ¿Por qué te complaces en torturarme?—¡Una sombra más! —exclamó el espectro.—¡Más, no! —gritó Scrooge— ¡Más, no! No quiero verla.

¡No me enseñes más!

el primero de los tres espíritus 69

nada que proclame condenar con más severidad que la per-secución de la riqueza!

—Temes demasiado a la gente —respondió ella suave-mente—. Todas tus otras esperanzas se han fundido en la deponerte fuera del alcance de sus sórdidos29 reproches. He vis -to desvanecerse una tras otra tus más nobles aspiraciones,hasta que se ha apoderado de ti esa pasión dominante: ganardinero. ¿No es así?

—¿Y qué? —replicó él—. ¿Y qué, si me he vuelto más jui-cioso? No he cambiado respecto a ti.

Ella negó con la cabeza.—¿Crees que he cambiado? —preguntó él.—Nuestro compromiso viene de muy atrás. Lo hicimos

cuando éramos pobres y estábamos conformes con serlohasta que, con el tiempo, pudiésemos mejorar nuestra fortu-na material con nuestro paciente trabajo. Tú has cambiado.Cuando nos prometimos eras otro hombre.

—Era un jovenzuelo —dijo él con impaciencia.—Tu propio interior te dice que ya no eres el mismo —re -

plicó ella—. Yo sí. Lo que prometía ser felicidad cuando nues -tros corazones eran uno solo, se ha cargado de desdicha aho-ra que han vuelto a ser dos. No voy a decirte cuántas veces ycuán intensamente he pensado en esto. Basta que sepas quehe pensado en ello, y que puedo liberarte del compromiso.

—¿Acaso he pretendido yo que me liberes?—Con palabras, no. Nunca.—¿Cómo, entonces?—Con un cambio de carácter, con una actitud diferente,

con otro modo de vida, otra esperanza como meta suprema.Con todo lo que hacía de mi amor algo digno y valioso a tus

68 canción de navidad

29 sórdido : mezquino, miserable. 30 dote : bienes o dinero que aportaba la mujer al matrimonio.

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 68

Page 25: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

el primero de los tres espíritus 7170 canción de navidad

contemplar las pestañas de sus ojos entornados sin provo-carle un rubor; soltar las ondas de sus cabellos, de los que unsimple centímetro habría sido un recuerdo inestimable. Enfin, confieso que me habría gustado gozar de las alegres li-bertades de un niño, y ser lo bastante mayor para apreciar suvalor.

Pero de pronto llamaron a la puerta, y se produjo inme-diatamente tal revuelo que la joven, con el rostro sonriente yel peinado maltrecho, fue arrastrada hacia el centro de aquelgrupo arrebolado y bullicioso, a tiempo de saludar al padre,que regresaba acompañado por un mozo cargado con jugue-tes y regalos de Navidad. ¡Y qué gritos y forcejeos y acometi-

das al indefenso mozo hubo a continuación! ¡Cómolo asaltaron trepando por las sillas como si fue-

ran escalas, para registrarle los bolsillos, learrebataron los paquetes de papelmarrón, le sujetaron por la corba-

ta, se colgaron de su cuello, le apo-rrearon la espalda y le dieron

patadas en las piernas conafecto irreprimible! ¡Con quégritos de sorpresa y alegría

acogieron la abertura de cadapaquete! ¡Y el anuncio terri-

ble de que el más pe-queño había sido sor-prendido metiéndose

en la boca la sartén deuna casa de muñe-

cas, y la sospechamás que fundadade que se había

Pero el implacable espectro le sujetó los dos brazos y loobligó a mirar lo que ocurría a continuación.

Estaban en otro escenario y otro lugar: una habitación nomuy amplia ni elegante, pero llena de comodidades. Junto alhogar se encontraba una hermosa joven, tan parecida a laanterior que Scrooge creyó que era la misma, hasta que lavio, ahora convertida en una gentil madre de familia, senta-da frente a su hija. El bullicio en la habitación era realmentetumultuoso, porque había allí más niños de los que Scrooge,con su agitado estado de ánimo, podía contar; y, a diferen-cia del célebre rebaño del poema,14 no eran cuarenta niñoscomportándose como uno solo, sino que cada uno se com-portaba como cuarenta. El resultado era un alboroto increí-ble; pero a nadie parecía importarle; al contrario, madre ehija reían de buena gana y disfrutaban lo indecible; y esta úl-tima, al incorporarse al juego poco después, fue asaltada sinpiedad por los pequeños forajidos. ¡Qué no habría dado yopor ser uno de ellos! Aunque jamás habría sido tan desconsi-derado, ¡de ningún modo! Ni por todo el oro del mundo ha-bría estropeado aquel peinado de trenzas, ni lo habría deshe-cho. ¡Dios mío!, ni para salvar mi vida le habría quitado suprecioso zapatito. En cuanto a rodear su cintura jugando,como hacía la prole31 atrevida, no habría podido; habríatemido que se me quedara el brazo curvado para siem-pre, en castigo, y no poder volverlo a enderezar. Sinembargo, cómo me habría gustado, lo confieso, rozarsus labios; hacerle preguntas para que los abriese;

31 prole : descendencia, hijos.

14 Alusión al poema de Wordsworth «Escrito en marzo»(1802), en el que aparecen los siguientes versos: «Elganado está pastando / no levantan nunca sus cabezas;/ ¡comen cuarenta como si fueran uno!».

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 70

Page 26: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

Scrooge se volvió hacia el espectro; y, al ver que lo mirabacon una cara en la que, de alguna extraña manera, había ras-gos de todas las caras que le había mostrado, se puso a force-jear con él.

—¡Llévame! Devuélveme a mi casa. ¡No me atormentesmás!

En la lucha —si puede llamarse lucha, puesto que el es-pectro, sin resistencia visible por su parte, seguía impertur-bable a los esfuerzos de su adversario—, Scrooge observóque la luz de su cabeza brillaba intensamente; y, relacionan-do esto vagamente con su influjo sobre él, cogió el gorro apa -gavelas y, con súbito movimiento, se lo encasquetó al espec-tro en la cabeza.

El espíritu se achicó bajo el gorro, de manera que el apa-gavelas lo cubrió por entero; pero, aunque Scrooge se lo apre -taba con todas sus fuerzas, no podía sofocar su luz, que salíapor debajo y se extendía por el suelo como una inundación.

Se dio cuenta de que estaba exhausto y vencido por unasomnolencia irresistible, y, además, de que se encontraba ensu propio dormitorio. Dio un último apretón al gorro y sol-tó las manos; apenas tuvo tiempo de llegar tambaleante a lacama antes de sumirse en un sueño profundo.

el primero de los tres espíritus 73

tragado un pavo de juguete pegado a una fuente de madera!¡Y el inmenso alivio de descubrir que había sido una falsaalarma! ¡Qué alegría, qué gratitud, qué éxtasis! Sería imposi-ble describirlos. Baste decir que, poco a poco, los niños y susemociones fueron abandonando la habitación y, uno trasotro, subieron por la escalera a la parte superior de la casa,donde se acostaron y al fin se apaciguaron.

Y ahora Scrooge miró con más atención que nunca aldueño de la casa, que se sentó junto a la chimenea con su es-posa y su hija, la cual se había reclinado cariñosamente en él.Y, al pensar que una criatura como aquella, tan graciosa yprometedora, podía haberle llamado padre, y haber sido unaprimavera en el sombrío invierno de su vida, se le enturbia-ron los ojos.

—Belle —dijo el marido, volviéndose hacia su mujer conuna sonrisa—, esta tarde he visto a un antiguo amigo tuyo.

—¿A quién?—¡Adivínalo!—¿Cómo voy a adivinarlo? ¡Ah, ya sé! —añadió a conti-

nuación, riendo como él—. El señor Scrooge.—Efectivamente, el señor Scrooge. He pasado por delan-

te de la ventana de su oficina; y como no estaba cerrada y te-nía una vela encendida, no he podido por menos de verlo.Su socio se está muriendo, según he oído, y estaba allí él so-lo. Está completamente solo en el mundo, según creo.

—¡Espíritu! —dijo Scrooge con voz quebrada—, ¡sácamede este lugar!

—Ya te he dicho que estas eran sombras de cosas que hanpasado —dijo el espectro—. ¡No me culpes de que sean co-mo son!

—¡Sácame de aquí! —exclamó Scrooge—. ¡No puedo so-portarlo!

72 canción de navidad

02-Cancion de Navidad_040-073_AULA DE LITERATURA 23/11/15 16:08 Página 72

Page 27: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

Actividades

06-Cancion de Navidad(ACTIV)_1-26_Nueva maqueta activ.Aula 2003 23/11/15 16:17 Página 1

Page 28: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

TEXTOS AUXILIARES

1.1 Infancia y creación literaria

«Hay aspectos de la experiencia de un escritor que contribuyen deci-sivamente a conformar el sesgo que toma su concepción creativa. Enel caso de Dickens, son sus experiencias a temprana edad las queparecen haber sido de especial relevancia. […] Es de destacar la fre-cuencia con que las novelas de Dickens se desvían de lo que podríaser una situación familiar normal y se centran, en cambio, en huér-fanos a los que se ha privado de todo vínculo o ayuda familiar: elcontraste entre un mundo de seguridad afectiva y otro que compor-ta un descenso a un estado de abandono y soledad.»

George H. Ford, «Charles Dickens», en M.H. Abrams y otros,The Norton Anthology of English Literature, Norton andWarburg, New York, 1974, p. 1211.

1.2 El trauma de la infancia de Dickens

«El almacén de betún era un viejo edificio sucio y ruinoso de Hun-gerford Stairs. Para el chico fue como si, al igual que su padre, fueraencarcelado por algún oscuro delito que no comprendía. Este reba-jarse a una labor servil fue un trauma horroroso que lo sumió en unatristeza desconcertante. Su padre le había hecho creerse un jovencaballero; y ahora sus compañeros de trabajo eran muchachos ba-rriobajeros vestidos con harapos y de acento vulgar. “No hay pala-bras”, escribió más tarde, “que puedan expresar la profunda angus-tia de mi alma cuando me vi rodeado de semejante compañía […];sentí que las esperanzas de convertirme en un hombre sabio y distin-guido se habían desmoronado por completo”.»

Edgar Johnson, «Dickens: The Dark Pilgrimage», E. W. F.Tomlin, ed., Charles Dickens: 1812-1870, Weidenfeld andNicolson Ltd., Londres, 1969, p. 44.

TEMAS1 TEMAS1

06-Cancion de Navidad(ACTIV)_1-26_Nueva maqueta activ.Aula 2003 23/11/15 16:17 Página 2

Page 29: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

1.5 Miseria y aumento de población

«El hombre que viene a un mundo ya ocupado, si no consigue quesus padres puedan mantenerlo y si la sociedad no necesita de su tra-bajo, no tiene derecho a reclamar la más mínima cantidad de ali-mento y, de hecho, no tiene ningún derecho a estar donde está. Re-sulta, pues, que en virtud de las leyes de la Naturaleza, algunos sereshumanos deben necesariamente sufrir escasez.»

Robert Malthus, Primer ensayo sobre la población [1803],Alianza, Madrid, 1981, p. 168.

1.6 Actitud social del liberalismo inglés

«[El liberalismo inglés de la época victoriana consideraba que] el ca-pitalismo era el marco imprescindible dispuesto por Dios para el pro-greso de la raza humana. El dolor y la pena han sido siempre partesprincipales en el plan misterioso de la divinidad, y como tal debenser aceptados para ser aliviados por la caridad cristiana […].

»[El hombre de negocios] predicaba el ahorro, el trabajo y la cari-dad como bases morales del nuevo capitalismo y amasaba su rique-za, no como decían los utilitaristas, para lograr el máximo de sus pla-ceres, sino con el rígido sentimiento del deber.»

R. H. S. Crossman, Biografía del Estado moderno, Fondo deCultura Económica, Madrid, 1982, p. 172.

1.7 La caridad: ¿un planteamiento erróneo o insuficiente?

«La impresión que su obra deja en el lector [es que] todos los malessociales han de remediarse mediante la bondad y la entrega de dine-ro de los ricos a los pobres. Esto, sin duda, es esencial, pero solo unaparte. Los pobres necesitan justicia, no caridad, es decir, limosnas. Sialguien necesita limosnas es porque está en la miseria. Acabad con lamiseria a base de una rigurosa formación a temprana edad de hom-bres y mujeres, y la enfermedad será erradicada, y aquello que solosirve para aliviar los síntomas, es decir, la limosna, no será necesario.»

R.H. Horne, reseña de Canción de Navidad en WenstminsterReview (junio 1844), en P. Collins, Dickens. The Critical He-ritage, Routledge and Kegan Paul, Londres, 1971, p. 150.

TEXTOS AUXILIARES 5

«Solo trabajó en el almacén de betún seis meses, pues su padre losacó de allí al enfrentarse con el gerente de la fábrica. Pero su madreintentó limar asperezas de modo que pudiera volver al trabajo. Esafue una herida que nunca cicatrizó. Años más tarde Dickens escribió:“Nunca pude olvidar, nunca olvidaré ni podré olvidar que mi madrese sintió reconfortada al verme volver al trabajo”.»

Walter Allen, The English Novel, Penguin, Harmondsworth,1980, p. 165.

1.3 Liberalismo y riqueza de las naciones

«Cada individuo en particular pone todo su empeño en buscar elmedio más oportuno de emplear con mayor ventaja el capital de quepuede disponer. Lo que desde luego se propone es su propio interés,no el de la sociedad en común: pero estos mismos esfuerzos hacia supropio beneficio le inclinan a preferir, sin que se lo haya propuesto,el empleo más útil a la sociedad como tal. […]

»Ninguno por lo general se propone primariamente promover elinterés público, y acaso ni siquiera sabe cómo de hecho lo está fo-mentando cuando no era esa su intención. Cuando prefiere la indus-tria nacional a la extranjera solo piensa en su propio interés: y cuan-do dirige la primera de modo que su producto sea del mayor valorque pueda, solo piensa en su propia ganancia; pero en este y enotros muchos casos es conducido como por una mano invisible apromover un fin que nunca formó parte de sus propósitos.»

Adam Smith, Investigación sobre las causas de la riqueza delas naciones [1776], en M. Artola, Textos fundamentales pa-ra la historia, Alianza Universidad, Madrid, 1982, p. 433.

1.4 Educación y justicia social

«Dickens creía firmemente en esta época que todo el crimen, la mi-seria, la desigualdad, la violencia que tanto temía y odiaba en la so-ciedad en que vivía, eran el resultado de la falta de educación. Siem-pre creyó en la educación (un hombre que desea tener fe en el futu-ro debe pensar así).»

Angus Wilson, The World of Charles Dickens, Granada Pu-blishing, Londres, 1983, p. 143.

4 ACTIVIDADES

06-Cancion de Navidad(ACTIV)_1-26_Nueva maqueta activ.Aula 2003 23/11/15 16:17 Página 4

Page 30: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

rastrearse en todos los púlpitos y confesonarios de la Cristiandaddesde 1842.»

Lord Jeffrey, carta a Dickens (23 diciembre 1843), en P. Phi-lip, ed., obra citada, p. 148.

1.10 La obsesiva presencia de la muerte

«La mezcla de juego y terror […] es un tema axial en todo el mundode fantasía de Dickens […]. Ese mundo nunca se aleja demasiado dela sombra de la Muerte; ciertamente, algunas de las escenas más bri-llantes y divertidas basan su humor y su patetismo en esa conscien-cia permanente de la mortalidad.»

Angus Wilson, The World of Charles Dickens, Granada Pu-blishing, Londres, 1983, p. 13.

2.1 Los personajes planos y en relieve de Dickens

«Los personajes de Dickens son casi todos planos […]. Casi todospueden sintetizarse en una frase, y, sin embargo, todos ellos produ-cen esa sensación maravillosa de profundidad humana. […] Partedel genio de Dickens consiste en que maneja tipos y caricaturas, per-sonajes a los que reconocemos apenas aparecen de nuevo en esce-na, y, a pesar de ello, consigue […] una visión de la humanidad na-da superficial. […] Su extraordinario éxito con los personajes planosnos da a entender que algo de mayor enjundia debe haber en ellosde lo que los críticos más severos están dispuestos a admitir.»

E. M. Forster, Aspects of the Novel, Penguin, Harmonds-worth, 1982, p. 76.

2.2 Entretenimiento e instrucción

«[Forster] decía que [en Dickens] la intención moral y la enseñanzaprevalecían sobre el mérito puramente literario. Esto podría parecer-nos pasado de moda… si no cayéramos en la cuenta de que, entre

PERSONAJES Y ESTILO2 PERSONAJES Y ESTILO2

TEXTOS AUXILIARES 7

1.8 La Navidad: consumismo e insolidaridad

«¿Puede decirme alguien qué ha llegado a ser una conmemoracióncuyo entresijo fue el del recogimiento frente al frío, la reunión entorno al hogar, el epílogo de las tareas campesinas? La Navidad essolo de boquilla una fiesta de concordia y de generosidad. O ni si-quiera de boquilla, porque la gente se ha desenmascarado. Si hubie-ra que elegir la mayor exaltación del egoísmo y del consumismo, yoelegiría la Navidad. A mí, que soy poco dado a escandalizarme, meescandaliza y repugna la avidez y el derroche de lo innecesario, laespantosa discriminación entre quien tiene y quien no, el malditoclasismo, el lujo desbocado y la inmisericorde indiferencia con que secontempla la miseria ajena, y se tira como mucho a la cara a losmendigos un mendrugo de pan para no privarse ni de este otro es-pumillón, ni de ese otro mazapán de la fiesta entrañable, del espíritunavideño y de los humanitarios sentimientos.»

Antonio Gala, «Magia Negra», El País Semanal (6 de enerode 1990), p. 62.

1.9 Un acontecimiento literario

«Canción de Navidad pronto se convirtió en una institución nacio-nal, como proclamó Thackeray, un libro de valor extra-literario, cuyaimportancia relega a un segundo plano los juicios críticos, un libro“del que no se debe hablar o escribir siguiendo las normas ordina-rias” [Blanchard, 1844].»

Philip Collins, ed., Dickens. The Critical Heritage, Routledgeand Kegan Paul, Londres, 1971, p. 144.

«Por lo que respecta a Canción de Navidad […], más vale que el crí-tico profesional se reserve su opinión […]; la obra de Dickens estátan extendida por toda Inglaterra en este momento, que ningún es-céptico […] podría hacer una crítica desfavorable.»

W. M. Thackeray, «A Box of Novels», Fraser's Magazine (fe-brero 1844), en P. Collins, ed., obra citada, p. 148.

«Debería estar contento, ya que puede estar seguro de que ha he-cho más bien con esta pequeña publicación —alentando sentimien-tos de bondad y propiciando actos de beneficiencia— del que puede

6 ACTIVIDADES

06-Cancion de Navidad(ACTIV)_1-26_Nueva maqueta activ.Aula 2003 23/11/15 16:17 Página 6

Page 31: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

ANÁLISIS LITERARIO

1.1 Primera estrofa

La novela comienza con la confirmación de que, tiempo atrás, seprodujo la muerte de un anciano personaje que tendrá una impor-tancia decisiva en el desarrollo de los acontecimientos.

a ¿Quién era este personaje y qué le unía a Scrooge? (pp. 5-6)¿Cuándo falleció? (p. 15)

Tras describir el odioso carácter de Scrooge, el narrador nos conducehasta el despacho del protagonista.

b ¿En qué día del año se sitúa el inicio de la acción? (p. 8) ¿Quié-nes trabajan en el despacho y en qué condiciones? (p. 9)

Por tratarse de una fecha tan señalada, el viejo avaro recibe tres visi-tas en su oficina.

c ¿Quiénes acuden a verlo y con qué distintos propósitos? ¿Cómoreacciona el prestamista ante los buenos deseos o las peticionesde sus visitantes? (pp. 9-22)

El mal carácter y la avaricia de Scrooge se evidencian también en elmodo en que el personaje trata al escribiente.

d ¿Con qué lo amenaza y qué le escatima? (pp. 12 y 22-23) Sin al-terar su rutina diaria, ¿adónde se dirige el protagonista tras cerrarsu oficina, y cómo se «distrae»? ¿Cómo contrasta su actitud antela vida con la de su empleado? (p. 23)

Con la soledad como única compañera, Scrooge se retira a su «de-primente» morada, donde presencia extraños fenómenos.

e ¿Qué le ocurre a la aldaba de la puerta? (pp. 24-25) Tras el so-bresalto inicial, ¿qué precauciones toma el viejo avaro para ven-

GUÍA DE LECTURA1 GUÍA DE LECTURA1

algunos de nuestros críticos actuales, la literatura es considerada co-mo depositaria de los “valores de la civilización”, y en esa expresiónlo ético ha sido absorbido por lo literario […] [De hecho, en aquellaépoca] muchos lectores no solo se percataban de que estaban sien-do instruidos, sino que asumían que la instrucción, bajo el disfrazplacentero del entretenimiento, era parte de la tarea del escritor.»

E. W. F. Tomlin, «Dickens’s Reputation: A Reassessment», enTomlin, obra citada, pp. 248-249.

2.3 Creación de ambientes

«Es muy característico de Dickens que sus ambientes sean más im-portantes que sus historias. El ambiente navideño es más importanteque Scrooge o que cualquiera de los fantasmas; en cierto sentido, eltrasfondo es más importante que las figuras.»

G. K. Chesterton, Charles Dickens, Methuen and Co. Ltd.,Londres, 1906, p. 122.

2.4 Arte y sentimentalismo

«Para leer a Dickens como es debido tendríamos que desterrar nues-tros prejuicios del siglo XX contra la explotación del patetismo y delsentimentalismo, ya que lo patético no es necesariamente arte maloni tampoco el sentimentalismo es necesariamente empalagoso.»

Trevor Blount, Dickens: The Early NoveIs, Longman (Writersand their Work, 204), Londres, 1978, p. 6.

2.5 Melodrama y literatura

«[En el melodrama se combinan las escenas trágicas y cómicas, queson presentadas con una alternancia regular. Sobre ello comentóDickens]: “Semejantes cambios pueden parecer absurdos; pero noson tan artificiales como a primera vista parecen. En la vida real, lastransiciones de una situación de bonanza al lecho mortuorio, y delluto a la ropa festiva, no son en absoluto sorprendentes”.»

George H. Ford, «Charles Dickens», en M.H. Abrams y otros,The Norton Anthology of English Literature, Norton andWarburg, New York, 1974, p. 1211.

8 ACTIVIDADES

06-Cancion de Navidad(ACTIV)_1-26_Nueva maqueta activ.Aula 2003 23/11/15 16:17 Página 8

Page 32: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu

acude a buscarlo y con qué intención? (p. 55) ¿Por qué pasaba elmuchacho la Navidad lejos de su casa? (p. 56)

La alusión a la muerte posterior de la «pequeña Fan» (p. 57) resucitalos olvidados afectos de Scrooge y enlaza con el tono amable de laescena siguiente, la más jovial en este regreso al pasado. De la manodel espectro, el protagonista se desplaza hasta el almacén del señorFezziwig.

d ¿Qué oficio desempeñaba Scrooge en ese establecimiento? (p.58) ¿Cómo se comportaba el patrón con sus empleados? (pp. 59y 64) Desde la perspectiva de su infancia, ¿cómo valora el prota-gonista al señor Fezziwig? (p. 65) Al rememorar a su antiguo pa-trón, ¿qué lección aprende el viejo avaro? (pp. 65-66)

A punto de agotarse su tiempo, el espíritu de las Navidades Pasadashace presenciar a Scrooge dos últimas escenas, claramente conecta-das. El protagonista de la primera de ellas conversa con una joven.

e ¿Quién es esta muchacha? ¿Qué le recrimina a Scrooge? (pp.66-69) Desengañada, ¿qué decisión adopta? (p. 69)

f En la siguiente escena, ¿qué notables diferencias advertimos en-tre el destino que la vida le reserva a cada uno de estos persona-jes? (pp. 70-72) ¿Cómo se siente el viejo al constatarlo? (p. 73)

1.3 Tercera estrofa

Scrooge se queda dormido y, cuando poco después despierta y sue-na la una en el reloj, se ve envuelto por un resplandor rojizo queprocede de la habitación contigua.

a ¿Qué descubre el avaro al otro lado de la puerta? (pp. 76-78)¿Qué aspecto tiene el espíritu que lo aguarda? (pp. 78-79) ¿Quéactitud adopta Scrooge ante el nuevo espectro? (pp. 79 y 82)

El espíritu de las Navidades Presentes inicia un fantástico viaje que,desde el primer momento, se contagia de su cordial talante.

b ¿Cómo contrasta el tiempo atmosférico con el ambiente que serespira en calles y tiendas? (pp. 82-85) ¿Qué comentario de Scro-oge nos revela que el personaje se está trasformando? (p. 88)

ANÁLISIS LITERARIO 11

cer su desconfianza? (pp. 25-27) ¿Quién se materializa ante susojos y qué insólitos fenómenos han precedido esa aparición? (pp.27-29) ¿A qué atribuye Scrooge las visiones que experimenta?(p. 31) No obstante, ¿cómo le afectan? (pp. 25 y 32)

El espectro del antiguo socio de Scrooge lleva arrollada una gruesacadena con la que se ve obligado a vagar como alma en pena.

f ¿Qué simboliza la cadena que arrastra? ¿En qué consiste su casti-go? (pp. 32 y 34) ¿De qué se arrepiente? (pp. 34-36) ¿Con quéintención visita al protagonista? (pp. 36-37)

Cumplida su misión, el espectro de Marley abandona la casa por unaventana y se reúne con otros fantasmas como él.

g ¿Qué sonidos emiten los espectros? ¿A qué obedece la tristeza eimpotencia de estos personajes fantásticos? (pp. 38-39)

1.2 Segunda estrofa

Scrooge despierta en mitad de la noche y se pregunta si el fantasmade Marley lo ha visitado de verdad o es más bien el producto de unaterrible pesadilla.

a ¿A qué curioso fenómeno no le encuentra explicación? (p. 41) Aldar la una de la madrugada, ¿quién visita a Scrooge y con quépropósito? ¿Qué aspecto ofrece el intruso? (pp. 43-46)

El dulce y benevolente espectro conduce a Scrooge a un nostálgicoviaje al pasado.

b ¿Qué cambios se observan en el ánimo del protagonista cuandoreconoce a las primeras «sombras» del pasado? (pp. 48-49)

En su fantástico viaje, el viejo avaro tiene la oportunidad de contem-plarse a sí mismo en diversas etapas de su vida.

c ¿Cómo es la escuela a la que asistió cuando era pequeño? ¿Có-mo entretiene el niño su soledad? (pp. 50-54) ¿Qué dos efectosobra en Scrooge esta triste imagen? (p. 54) La idea del desampa-ro de la infancia se reitera a través de un nuevo salto temporal.¿En qué han cambiado el lugar y el niño? (pp. 54-55) ¿Quién

10 ACTIVIDADES

06-Cancion de Navidad(ACTIV)_1-26_Nueva maqueta activ.Aula 2003 23/11/15 16:17 Página 10

Page 33: Canción de Navidad - vicensvives.com · un público entregado, arrasaban los ojos de los oyentes. El es-critor formaba parte del alma común y era, como Papá Noel, el espíritu