cancer testicular
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monografía acerca del cáncer testicular y el impacto que tiene en los dominios de existencia de un paciente.TRANSCRIPT
Universidad de Chile
Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Psicología
Cáncer Testicular y Construcción de la Experiencia
Autor:
Aldo José Flores Colicoy
Santiago, 2013
Resumen
La presente monografía se realiza una descripción del impacto que tiene el “Cáncer
Testicular” en la construcción de la experiencia de los pacientes que padecen esta
enfermedad.
El abordaje del impacto se realizo desde los postulados del constructivismo
cognitivo de cara a la comprensión de las construcciones de experiencia . destacan los
planteamientos hechos por Humberto Maturana, El equipo de psicólogos Constructivistas
Cognitivos de la Universidad de Chile, Giampiero Arciero, Zlachevsky, entre otros.
Palabras Clave: Constructivismo cognitivo; Cáncer Testicular; Construcción de la
Experiencia, Narrativas, Lenguaje y Espacio Conversacional; Impacto Psicológico del
Cáncer Testicular; Masculinidad e Identidad
INTRODUCCION
“El hombre es mortal por sus temores e
inmortal por sus deseos ”.
Pitágoras 550 AC
En la actualidad y desde la implementación del modelo biopsicosocial, es que se han
abierto nuevas perspectivas al momento de comprender el proceso vivido por una persona
con cáncer testicular, esto es gracias a que bajo esta perspectiva la persona se entiende de
una manera integral, entregando importancia no solo a los aspectos inmediatos de la
enfermedad, si no que también analizando y comprendiendo la importancia de los aspectos
de la vida que se ven afectados por la enfermedad en su totalidad. (Fundación Anna
Vázquez, 2007)
Es por esa razón que en el siguiente trabajo monográfico busca poner en evidencia
el impacto del cáncer testicular como proceso de enfermedad en la construcción de la
experiencia en diversos planos de la vida de las personas.
El abordaje se hizo desde una mirada teórica Constructivista/Cognitiva.
Constructivista debido a que esta corriente teórica-filosófica plantea que las personas no
son meros resultados del factor biológico individual o de los factores ambiéntales
contingentes, en cambio, corresponden a un conjunto de construcciones individuales que se
producen en el continuo de la vida que vinculan tanto el factor biológico de la persona
como el factor ambiental. Lo cual nos permite de esta manera analizar y estudiar, desde sus
propios relatos, las construcciones que generan a propósito del proceso de esta
enfermedad. (Sanhueza, 2009)
Al hablar de Constructivismo Cognitivo, nos referimos a una propuesta teórica, que
pretende enfatizar que el sujeto humano, a través de estructuras cognitivas a propi,
establece una relación con al realidad, cuyo resultado son sistemas de conocimiento
organizados a partir de el lenguaje, que convertido en vehículo simbólico abstracto, le
posibilita la coordinación de sus experiencias internas con la comunidad de relaciones
interpersonales en que está sustentado (Yañez, J, et all, 2001)
A la luz de lo anterior, las narraciones acerca de los efectos que tiene el cáncer
testicular pueden entenderse desde lo que postula el chileno Humberto Maturana:
“las personas nos constituimos en el lenguaje y los dominios de co-existencia se definen en
el espacio de interacciones dentro del dominio conversacional, vale decir, se distinguen en
la conversación al referirse a un ámbito determinado del mundo de interacciones del
individuo” (Maturana, 1997)
DESARROLLO TEORICO
“Sólo el conocimiento que llega desde
dentro es el verdadero conocimiento”
(Sócrates)
Debido a que la presente monografía tiene por finalidad dar cuenta del impacto que
tiene el cáncer testicular en la construcción de la experiencia de un paciente. Este impacto
se grafica desde los hallazgos presentados por autores constructivistas, así como por
instituciones vinculadas con la enfermedad del cáncer. Es por este motivo que el presente
marco teórico privilegiara los conceptos psicológicos a la base (de cara a la construcción
de la experiencia) en desmedro de los conceptos más fisiológicos del cáncer como
enfermedad.
I. CANCER
El cáncer es un crecimiento excesivo e incordinado de una masa tisular anormal, que no
esta sujeta a los controles normales del organismo y que, además, posee la capacidad de
invasión, destrucción de estructuras vecinas y diseminación, por lo que acarrea la muerte de
la persona si se deja libre a su libre evolución. (buceta y bueno, 1996)
a. CANCER TESTICULAR
La OMS define esta enfermedad como una “neoplasia poco frecuente y con una alta
tasa de curación si es pesquisado a tiempo”(OMS, 2010)
En otras palabras, esta enfermedad corresponde a la presencia de un cáncer que se
esta desarrollando en uno o ambos testículos del paciente. Este tipo de cáncer se genera en
mas de un 90% de los casos en las células germinativas del hombre, las cuales son las
responsables de la producción de espermatozoides.
b. CONSECUENCIAS DEL CANCER TESTICULAR
Consecuencias Fisiológicas
Secuelas de la cirugía oncológica: como consecuencia de una extirpación del
testículo, se puede producir disminución del volumen seminal, disfunción eréctil y
descenso de la libido; si bien en un porcentaje muy reducido de pacientes.
Secuelas de la quimioterapia: las células germinales (precursoras de
espermatozoides) en división son muy sensibles a la acción de la quimioterapia
dando lugar a alteraciones en el semen del varón.
Secuelas de la radioterapia: efectos sobre la fertilidad en pacientes jóvenes
constituyen una preocupación, por lo que es preciso establecer estrategias para
conservar su capacidad reproductiva igual que con la quimioterapia.
Consecuencias Psicológicas
Los diversos estudios sobre el cáncer testicular muestran que las consecuencias
psicológicas en los pacientes, no solo abarcan el ámbito individual de cada uno de ellos, ya
que se debe considerar su impacto no solo en este tópico, si no que también en el ámbito
familiar, social, laboral y de pareja del paciente, debido a que esta enfermedad produce una
gama de diversos malestares. Estas consecuencias repercuten en las distintas áreas en donde
se desenvuelven los pacientes, es decir, social, laboral, familiar y de pareja, y, pueden
variar en sus manifestaciones e impacto, debido a que en su mayoría corresponden a
trastornos ansiosos y de ánimo en conjunto a creencias irracionales, los cuales afectan el
desempeño de los pacientes en cada una de ellas (Instituto nacional del cáncer, 2011)
Dentro de estos procesos que se pueden generar en un paciente que padece cáncer
testicular, se puede encontrar el temor a las recaídas, la sensación de culpabilidad, los
trastornos de sueño, las disfunciones cognitivas y sexuales, la ansiedad y las dificultades
para establecer una relación. Estos trastornos afectan de una manera directa cada una de las
áreas en donde se desenvuelve el paciente, destacando las dificultades para desenvolverse
en el mundo social a causa de la ansiedad y las dificultades para establecer relaciones,
dificultades en el ambiente laboral a causa de las disfunciones cognitivas y trastornos de
sueño, dificultades en el ámbito familiar a causa de las sensaciones de culpabilidad y
ansiedad, y en la esfera de pareja debido a las disfunciones sexuales, dificultades para
establecer relaciones y la ansiedad que sufren. (Hayes B. 2010).
Hoy sabemos que las altas tasas de depresión en cáncer se deben mayormente al
estigma, temores, percepciones y síntomas asociados con la enfermedad. Para la mayoría de
personas, el temor principal es morir de manera dolorosa; a esto se suma el temor de
volverse incapaces y dependientes, tener alteraciones en su apariencia, experimentar
cambios en las funciones de su cuerpo y perder la compañía de las personas allegadas.
(Instituto nacional del cáncer, 2011)
Esto muestra que a la base de los trastornos que se pueden producir en estos pacientes,
se encuentran construcciones y creencias idiosincráticas de la enfermedad, debido a que los
pacientes comienzan a significar e interpretar su realidad, destacando la influencia de esta
enfermedad en todos los ámbitos de la persona.
Estas creencias no solo hacen referencia al nivel individual, si no que también al nivel
social, ya que, como lo plantea Pérez C, este problema de salud se tiene un estereotipo muy
negativo. Existen prejuicios y creencias en la población que hacen más difícil la aceptación
de la enfermedad por parte del individuo al que se le diagnostica, así como a su evolución,
lo que generalmente hace que sea visto por los que lo rodean y por sí mismo, cuando tiene
algún conocimiento de su diagnóstico, como un condenado a muerte. Es una enfermedad
que crea y fomenta el terror y es concebida como un símbolo de dolor, desgracia y
aislamiento
II. MASCULINIDAD E IDENTIDAD PERSONAL
En la historia se han utilizado un sinfín de definiciones referentes al concepto de
masculinidad, cada una de ellas, varia en diversos aspectos dependiendo la mirada teórica
que se utiliza a la base. Para fines del presente trabajo monográfico, se utilizo una mirada
desde los enfoques semióticos, los cuales abandonan el nivel de la personalidad y definen
la masculinidad mediante un sistema de diferencia simbólica en que se contrastan los
masculino y femenino. Masculinidad es, en efecto, definida como no-femineidad. (Connel
R., 2003)
Este enfoque sigue la fórmula de la lingüística estructural, donde los elementos del
discurso son definidos por sus diferencias entre sí. Por ende, la masculinidad corresponde al
lugar de autoridad simbólica que se le atribuye al hombre en la sociedad. (Connell R. 2003)
Según Marqués los varones recibirían dos consignas; “ser varón es ser importante” y
“debes demostrar que eres hombre”. Desde estudios realizados en Chile, Olavarría y
Valdés dan cuenta de los atributos necesarios que conlleva hacerse hombre, destacando
principalmente: ser heterosexualmente activo, se el hombre de su casa, jefe, proveedor y
responsable de su familia, recalca la autonomía personal y por último ser varón es ser
fuerte, no tener miedo, no expresar sus emociones ni llorar. (Marquéz, 1997; Olavarría y
Valdés, 1998)
De esta forma la masculinidad dominante tiende a identificarse con la mente, la razón y
la conciencia, asociando también estos aspectos con el orden del poder. Esto tiende a
exacerbar el autocontrol y deja de lado aspectos del emocionar íntimo, sobre todo aquellos
que signifiquen vulnerabilidad y dolor. Marqués señala, que todo individuo varón parece
haber sido informado de la importancia/superioridad que goza, a través de prácticas
cotidianas como son; la importancia del padre en la casa, el refuerzo sexual del niño, los
medios de comunicación e incluso Dios es percibido como un personaje masculino.
(Marquéz, 1997; Olavaria y Valdés, 1998) La virilidad, por tanto, es histórica, construida
socialmente y creada en la cultura. (Connell R., 2003)
Para Arciero, siguiendo los itinerarios de la hermenéutica del Sí Mismo, se dan dos
modos de permanecer en el tiempo, cuya relación genera una serie de problemas
interrelacionados: por un lado, el sentido “de permanencia de mí mismo”, en la
multiplicidad de las situaciones de mí acontecer, por otro, el sentido de “constancia de mí
mismo”, que se produce a través del ordenamiento de mis experiencias en una
configuración narrativa coherente. Una, casi una carga, la otra ciertamente una tarea.
(Arciero, 2005)
Y aporta al esclarecimiento con el siguiente ejemplo:
“En la realización de un proyecto de vida; mientras en el primer caso, la identidad se deja
percibir bajo la apariencia de la estabilidad organizacional en el tiempo, y se deja por lo
tanto inscribir en una visión categorial, es sólo en el segundo caso que el “quién” de aquel
carácter aparece en su individualidad, en su estabilidad autónoma con respecto del fluir de
la vida” (Arciero, 2005)
En honor al análisis de los discursos y el privilegio del cual goza el lenguaje desde lo
social y el peso que tienen las construcciones sociales de masculinidad en la identidad
personal de un paciente con cáncer testicular, es que se vuelve sino obligatorio realizar el
abordaje de la temática con base teórica constructivista, la cual se centra en las
construcciones que realiza cada persona sobre su experiencia y el ambiente que lo rodea
III. CONSTRUCTIVISMO COGNITIVO
El vocablo constructivismo es reciente, pero la problemática que expresa es un
asunto antiguo con profundas raíces en la filosofía. Designa en lo fundamental una posición
sobre el problema del conocimiento que concibe al sujeto que conoce y al objeto conocido
como entidades interdependientes (Lopéz, 2005). De esta forma el constructivismo enfatiza
la manera en que los seres humanos otorgan un significado personal a las experiencias en
curso
El aspecto cognitivo hace hincapié en que los procesos de conocimiento son el resultado del
emparejamiento continuo entre la información que llega y los esquemas contextuales que
resultan del nivel tácito y explícito del conocimiento (Guidano y Liotti en Yañez, et all
2001)
De esta forma los seres humanos son entendido como actores proactivos de su
realidad, no un simple recipiente de experiencias, si no que agentes creadores de
significados que también impactan el medio.
Peggy A. plantea que:
“los seres humanos crean significados, no los adquieren. Dado que de cualquier
experiencia pueden derivarse muchos significados posibles, no podemos pretender lograr
un significado predeterminado y correcto”.
IV) DOMINIOS DE EXISTENCIA (Coexistencia)
Los dominios de existencia se definen en el espacio de interacciones dentro del
dominio conversacional, vale decir, se distinguen en la conversación al referirse a un
ámbito determinado del mundo de interacciones del individuo (Familia, Trabajo, Amigos,
Pareja, etc). De esta manera, la realidad que el ser humano construye en la conversación
acerca de los diferentes ámbitos en que interactúa sus diferentes dominios de coexistencia
no cuenta con una coherencia en el espacio físico, sino que tiene relación con su dinámica
de interacciones. Por ejemplo, el dominio de coexistencia laboral de un individuo no se
encuentra en su lugar de trabajo, ni en el accionar de su trabajo, sino que tiene que ver con
las conversaciones que este individuo establece acerca de su situación laboral, en otras
palabras en la forma particular como construye su experiencia (Maturana, 1997)
Para Maturana, la identidad de cada ser humano como miembro de una red
particular de conversaciones, se constituye en la medida que se realiza en su participación
en esa red, entonces cada ser humano existe en el flujo de su vivir como una configuración
particular de identidades que se intersectan en su corporalidad” (Maturana, 1997)
La vida de cada persona es una historia que se encuentra construida, en donde el
actor primordial para realizar este relato es la misma persona que se encuentra relatando
los acontecimientos. White y Epson en Zlachevsky 2003 sostienen que “en un esfuerzo
por dar sentido a sus vidas, las personas se enfrentan con la tarea de organizar su
experiencia de los acontecimientos en secuencias temporales, a fin de obtener un relato
coherente de si mismas y del mundo que los rodea. Las experiencias especificas de
sucesos del pasado y del presente, y aquellas que prevén ocurrirán en el futuro deben estar
conectadas entre si en una secuencia lineal. (Zlachevsky, 2003)
Debido a esto se debe entender bajo esta mirada que el relato de cada persona se
considera único, y por ende todos los significados que le atribuye a los acontecimientos
van a depender de la forma particular en que cada persona significa los acontecimientos.
Esta forma particular que cada uno posee de significar los acontecimientos depende, en
gran medida, del sistema u organización de significados que fue adquiriendo a lo largo de
la vida. El convivir, sea esporádico o de un nivel mas constante y estable en el tiempo, nos
obliga de una cierta manera a estar siempre coordinándonos conductualmente para poder
actuar. (Zlachevsky, 2003)
Al momento de referirnos a la autoimagen (propia visión que posee un individuo de
si mismo), se hace referencia a un conjunto de significaciones que no se construyen en
solitario, si no que va emergiendo en la convivencia conjunta entre personas y situaciones
particulares, las cuales tendrán distintos grados de importancia entre si. (Zlachevsky,
2003).
Así el modo en que los individuos recuentan sus historias, moldea lo que pueden
declarar de sus propias vidas, las historias personales son los medios a través de los cuales
las identidades pueden ser moldeadas. Al mismo tiempo, al utilizar estas convenciones
narrativas, se genera un sentido de coherencia y de dirección en las vidas
CONCLUSIONES
La realidad es cosa de Fé (Bateson, 1972)
A la luz de la evidencia teórica expuesta anteriormente podemos dar cuenta que la
enfermedad de Cáncer Testicular tiene un alto impacto en la forma en la cual las personas
construyen su experiencia, marca un antes y un después. Al momento de revisar el impacto
psicológico encontramos una concordancia con lo expuesto por cabrera y Ferra, en el
sentido que estos autores plantean que las consecuencias psicológicas en los pacientes, no
solo abarcan el ámbito individual de cada uno de ellos, ya que se debe considerar su
impacto en el ámbito familiar, social, laboral y de pareja del paciente, debido a que esta
enfermedad produce una gama de diversos malestares, los cuales se manifiestan en estas
áreas en donde se desenvuelven las personas. (Cabrera A., Ferra R.)
Al no existir o no ser identificados en la bibliografía modos particulares de hacerle
frente a la enfermedad confirmamos que las personas construyen su experiencia en la
relación con el cáncer como agentes activos, interpretan y generan significaciones
constantemente. López, plantea que en síntesis, el conocimiento y las narrativas acerca de
la enfermedad no es más que una propuesta que responde a una forma de situarse frente a la
experiencia, forma que puede y debiera ser presionada por la introducción de narrativas
mas flexibles que busquen el alivio psíquico del paciente (Lopéz, 2005)
Al momento de examinar resultados sobre las implicancias de la enfermedad con la
construcción social de masculinidad y como esta afecta la identidad de los pacientes,
encontramos que pese a las múltiples opciones de rehabilitación y altos porcentaje de éxito
al atravesar por este proceso de enfermedad, la construcción social predominante sobre la
masculinidad aun es muy sesgada y más allá de los avances médicos, los pacientes ven en
el cáncer testicular una clara amenaza a su masculinidad, dañando su autoimagen y con esto
su identidad. En este punto Humberto Maturana ayuda a la compresión cuando describe que
la identidad de cada ser humano como miembro de una red particular de conversaciones, se
constituye en la medida que se realiza en su participación en esa red, entonces cada ser
humano existe en el flujo de su vivir como una configuración particular de identidades que
se intersectan en su corporalidad” (Maturana, 1997)
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