cáncer en la adolescencia vivenciando el diagnóstico
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Crianas e adolescentes com cncer: experincias com a quimioterapia
Objetivando compreender como a teraputica quimioterpica vista pelas crianas e
adolescentes com cncer, participaram deste estudo exploratrio de abordagem qualitativa
10 crianas e adolescentes, entre oito e 18 anos, em diferentes momentos da quimioterapia.
Para a coleta dos dados, utilizou-se como instrumentos a entrevista semiestruturada e os
pronturios. A anlise do material emprico seguiu a tcnica de anlise de contedo. O estudopermitiu compreender que, para as crianas e adolescentes, a quimioterapia lembrada,
principalmente, por seus efeitos colaterais, acompanhado de sofrimento. Passado esse
primeiro impacto, sobretudo das alteraes fsicas, as preocupaes dirigem-se recuperao
da doena, ou seja, cura. Com o tempo, relatam que a doena foi vista como algo a ser
vencido e, graas quimioterapia, passvel de tal desfecho.
Descritores: Neoplasias; Quimioterapia; Criana; Adolescente; Enfermagem Peditrica.
Children and Adolescents with Cancer: Experiences with Chemotherapy
This study aimed to comprehend chemotherapy from the perspective of children and
adolescents with cancer. Ten children and adolescents between eight and 18 years of age,
in different phases of chemotherapy, participated in this exploratory, qualitative study. Data
collection was carried out through semi-structured interviews and analysis of the patients
medical records. Analysis of the empirical material followed the content analysis technique.
The study allowed the comprehension that, for the children and adolescents, chemotherapy is
mainly remembered for its collateral effects and suffering. After the initial impact, mainly due
to physical changes, preoccupations are related to disease recovery, i.e. a cure. Over time,
they also mentioned that the disease was seen as something to be overcome and, due to the
chemotherapy, likely to be the outcome.
Descriptors: Neoplasms; Drug Therapy; Child; Adolescent; Pediatric Nursing.
Introduccin
A pesar de que es raro en nmeros absolutos, comparado
a las incidencias en adultos, el cncer infanto-juvenil viene
presentando aumento en las tasas de incidencia(1). Antes
considerada como una enfermedad aguda y fatal, el cncer
hoy tiene caractersticas de enfermedad crnica e inclusive
con buen pronstico la familia y el nio se sienten amenazadosde muerte cuando reciben el diagnstico(2).
Varias son las modalidades de tratamiento y, entre
ellas, la quimioterapia es la ms frecuente, asociada o no
a otras terapias. El protocolo de tratamiento es instituido
de acuerdo con el tipo de tumor, su comportamiento
biolgico, localizacin, extensin de la enfermedad, edad
y condiciones generales del paciente(1).
El tratamiento de quimioterapia promueve una serie
de transformaciones en la vida de aquellos que lo reciben,
altera su cuerpo y estado emocional y su rutina, as como
la de sus familiares. Los efectos colaterales pueden surgir
de acuerdo con la droga y la dosis usada, sin embargo, los
ms frecuentes son: apata, prdida del apetito, prdida de
peso, alopecia, hematomas, sangramiento nasal y bucal,
mucositis, nuseas, vmitos y diarrea. Otro efecto colateral
es la neutropenia, que aumenta signicativamente los riesgos
de morbilidad y mortalidad por procesos infecciosos(3)
. Enesta experiencia conviven con sentimientos de tristeza,
miedo, ansiedad y depresin, sin embargo, a pesar de los
efectos adversos, la quimioterapia es encarada como fuente
de vida(4).
En consecuencia de la gran interferencia de la enfermedad
y del tratamiento sobre la vida del nio y del adolescente
con cncer y de sus familiares, cuestiones relacionadas con la
calidad de vida se vienen presentando como prioridades. En
un estudio, cuyo objetivo fue identicar, en la perspectiva
de nios y adolescentes con cncer, cuestiones importantes
para su calidad de vida, a partir del anlisis cualitativo de
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entrevistas en profundidad, cuatro grandes temas fueron
producidos, siendo ellos: soledad, aislamiento y prdida
de una infancia normal; disminucin del placer por la
comida; incomodidad fsica e incapacidad; y, por ltimo,
respuestas emocionales para el cncer, especcamente
rabia y miedo(5).
La visin del enfermo se vuelve importante y debe
ser considerada, ya que es l el principal conocedor de sus
necesidades relacionadas con el bienestar y valores humanos(6).
En ese sentido, los profesionales de la salud necesitan conocer
la experiencia de la enfermedad, buscando como fuente
de informacin, en el caso de este estudio, al propio nio o
adolescente. Es preciso entender esta experiencia bajo la
perspectiva de quien la vive para que se pueda ayudarlo a
buscar nuevos modos de vivir bien(7).
Otorgar voz al nio y al adolescente, sin embargo, no ha
sido una prctica comn en investigaciones y en la produccin
de cuidados en salud(8). As, considerando a la quimioterapiacomo fuente de preocupaciones, cuestionamientos
y dudas(2), el objetivo del presente estudio fue el de
comprender, a partir de sus propias declaraciones, como
nios y adolescentes con cncer experimentan esa
enfermedad.
Metodologa
El presente estudio es de naturaleza exploratoria, con
anlisis cualitativo de los datos.
Para cumplir con la legislacin que regula lainvestigacin con seres humanos, el protocolo de
investigacin fue aprobado por el Comit de tica en
Investigacin del Hospital de las Clnicas de la Facultad de
Medicina de Ribeirao Preto de la Universidad de Sao Paulo
(HCFMRP USP), proceso n 2399/2008.
La institucin seleccionada para el estudio fue un hospital
escuela, referencia en la asistencia en Oncopediatra, situado
en el interior del Estado de Sao Paulo. El servicio recibe nios y
adolescentes para acompaamiento en unidades de internacin
y ambulatorio y el tratamiento de quimioterapia ocurre en
la unidad de internacin y en la central de quimioterapia,
localizada en el ambulatorio.
Para escoger a los participantes del estudio, se
utiliz, en el caso de la central de quimioterapia, la lista
semanal de los nios y adolescentes que realizaran el
procedimiento. De pose de esa lista, en la cual constaban
informaciones como nombre, registro, edad, diagnstico,
protocolo y el da de la realizacin de la quimioterapia,
seleccionamos aquellos que atendan al criterio edad (entre
7 y 18 aos). Con relacin a los nios y adolescentes en
rgimen de hospitalizacin fue hecha una consulta diaria
en el servicio, buscando aquellos que cumplan con los
criterios de inclusin (edad y recibiendo tratamiento de
quimioterapia).
De esta forma, participaron del estudio, 10 nios y
adolescentes con edad entre 8 y 18 aos, predominando
el intervalo de edad entre 15 y 18 aos (7), con
diversos diagnsticos de cncer, todos en tratamiento de
quimioterapia en el perodo de recoleccin de datos. Vale
resaltar que los participantes se encontraban en diferentes
fases de tratamiento, lo que permiti que tuvisemos nios
y adolescentes en momentos iniciales, como en el ejemplo
de la adolescente que experimentaba el segundo ciclo de
quimioterapia y otros en fase de manutencin o de recidiva
de la enfermedad.
Nuestra opcin por nios y adolescentes en este
intervalo de edad, tiene como justicacin el hecho de
que ellos poseen habilidades para comunicacin no verbal
y consiguen comprender y expresar sus sentimientosverbalmente en funcin de la etapa de desarrollo en la cual
se encuentran(9).
Despus de identicar a los pacientes que atendan
a los criterios, fue necesario el establecimiento del vnculo
entre el investigador y el participante del estudio y su familia
para entonces presentarles la invitacin para participar del
estudio. La aproximacin con los nios y los adolescentes
ocurri de diferentes formas, dependiendo de las reacciones
de los mismos, sea por las conversaciones informales y
visitas frecuentes, sea por la realizacin de actividades
ldicas (juegos; como el juego de la memoria, juegos concartas, ajedrez, actividades de pintura, entre otras).
Para la recoleccin de los datos empricos, utilizamos
como instrumento la entrevista semiestructurada, grabada,
compuesta de dos partes: la primera con informaciones
sobre identicacin de los participantes de la investigacin
(sexo, edad, escolaridad, religin, diagnstico, esquema
teraputico, tiempo de tratamiento y protocolos de
quimioterapia) y la segunda, con cuestiones orientadoras
que buscaban entender la teraputica (cunteme lo que
sabe sobre la quimioterapia; cules son sus sentimientos
al someterse a la quimioterapia; hbleme sobre situaciones
que lo incomodan durante el tratamiento y lo que podra
ser hecho por el equipo de salud para ayudarte durante la
quimioterapia).
Las entrevistas ocurrieron en perodos entre los ciclos
de quimioterapias o inmediatamente antes de la infusin, ya
que, durante el proceso de administracin de la quimioterapia,
los nios y los adolescentes se mostraron menos dispuestos a
crear vnculos.
Con relacin al local de realizacin de las entrevistas,
estas ocurrieron en los locales indicados por los nios y
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adolescentes, algunos en la unidad de internacin en las
situaciones en las cuales se encontraban hospitalizados y
otras en la central de quimioterapia o en las salas de espera
de los ambulatorios. En las diferentes situaciones fue
respetado el principio de la privacidad. Vale destacar que
no hubo comprometimiento de la calidad de la grabacin en
funcin del local de la recoleccin de datos. Los participantes
del estudio fueron entrevistados individualmente y,
conforme a su preferencia, con o sin la presencia de los
responsables, sin embargo, cuando estuvieron presentes,
la entrevista fue dirigida al nio o al adolescente. Tres
entrevistas tuvieron que ser complementadas, ya que, las
informaciones eran insucientes para la comprensin de la
experiencia de la quimioterapia para aquellos participantes
del estudio.
Para garantizar el anonimato de los nios y de los
adolescentes participantes del estudio, se substituy sus
nombres por letras de la A a la J, en el orden en que laentrevista fue realizada, seguida de la edad.
El material emprico producido a partir de la entrevista,
complementado por los datos de la cha mdica (protocolos
adoptados, cambios de tratamientos e interocurrencias), fue
digitado y organizado en archivos individuales, habindose
realizado, para el anlisis, las etapas preconizadas por
la tcnica de anlisis temtico de contenido, o sea, pre-
anlisis (lectura del material emprico buscando mapear los
sentidos atribuidos por los sujetos a las preguntas hechas);
anlisis de los sentidos expresados y latentes (identicacin
de los ncleos de sentidos); elaboracin de las temticas
(sntesis del material emprico); y anlisis nal (discusin
de las temticas). Optamos por no analizar estadsticamente
el material emprico, conforme preconizado originalmente
por la tcnica, pero tratarlo de manera comprensiva,
buscando descubrir lo que estaba por atrs de los contenidos
manifestados(10). De esa forma, los datos fueron agrupados
alrededor de tres temas: el itinerario diagnstico, la
quimioterapia, y la red de apoyo. Considerando el objetivo
del presente estudio, presentamos el segundo tema, o
sea, la quimioterapia, organizado a partir de los siguientestpicos: impacto de la quimioterapia y caractersticas de las
quimioterapias.
Resultados y Discusin
Impacto de la quimioterapia
Al dar voz a los nios y adolescentes con cncer
observamos que sus experiencias fueron diferentes
unas de las otras, pero todas ellas interconectadas por
una experiencia en comn, o sea, la vivencia con la
quimioterapia en momentos distintos.
En ese sentido, a partir del material emprico observamos
que la quimioterapia fue recordada por el corto tiempo
transcurrido entre el diagnstico y el tratamiento. Antes de
adaptarse a la enfermedad y comprender el proceso que
experimentaran, los pacientes ya se vieron obligados a realizar
el tratamiento:
Ya me internaron sin saber nada y ya colocaron remedio en
m. Ah fueron diciendo: Usted ya hace quimio? Yo no entenda
nada de eso (A. 16 aos). Me qued una semana con ebre y dolor
de garganta, entonces yo hice el examen de sangre, pensaron que
era mononucleosis, despus hicieron el mielograma. Vine derecho
para el hospital y en la misma hora que descubrieron, ms dos horas
despus yo ya estaba aqu haciendo quimioterapia (E. 15 aos).
Algunos manifestaron estar descontentos delante
de situaciones inherentes al tratamiento, como la
hospitalizacin y el sometimiento a procedimientos hasta
entonces desconocidos:
Yo no saba lo que era, yo me qued quieta, ah mi padre
fue a explicar que tena que hacer ciruga, que el cabello ira a
caer y que yo iba a quedarme ms en el hospital hasta acabar el
tratamiento, cinco aos. Yo comenc a llorar porque yo nunca me
intern, desde cuando yo era pequea, nunca tom suero, tomaba
suero por la boca mismo y despus dijo que yo iba a quedarme ms
en el hospital, ah acab, voy a tener que vivir en el hospital (C. 11
aos). Qu fue lo que yo pens? Nada bueno, no saba lo que era
eso. Me dijeron que tenan que agarrar la vena, yo no saba con que
la iban a agarrar, yo vi la aguja y comenc a llorar (D. 8 aos).
Buscar la atencin de salud era, hasta entonces,
espordico para los participantes del estudio. Sin embargo,
la quimioterapia trajo para ellos la necesidad de aislamiento
protector, lo que provoc la separacin de familiares y la
convivencia frecuente con unidades hospitalarias.
El aislamiento del nio y del adolescente fue intensicado
en ciertos perodos pos-quimioterapia. Adems de haber
limitacin de visitas, a n de prevenir posibles infecciones,
tambin dejaron de frecuentar determinados locales que
estaban acostumbrados, como la escuela. Muchas veces, los
nios son aislados debido a la neutropenias severas, tanto en los
hospitales cuanto en casa, lo que los lleva a tener sentimientosde soledad y a sentirse aburridos por tener, a veces, que
quedarse todo el da en la cama(5).
El hospital es encarado como un lugar no deseado,
aceptable apenas cuando no hay otra posibilidad para
mejorar su cuadro:
Yo no quiero nunca ms quedar internado, slo si es muy
necesario, en caso contrario, no me pida para quedarme en
el hospital, que yo no me quedo. Nunca ms me quedar en el
hospital (B. 13 aos).Es horrible, qued 42 das [internado] en
la primera vez y despus qued ms 12 despus que descubri
el tratamiento. Nosotros nos quedamos un da trancados en casa
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cuando llueve y caramba, hay personas que se queda internadas
por 42 das en un hospital tomando remedio, no puede ir para
ningn lado, entonces eso es difcil. Yo qued algunas veces, pero
a m no me gust quedar internado no (J. 18 aos).
La hospitalizacin es vista como una situacin
ansiognica, para el nio y la familia, que se podr
reejar en el futuro, dependiendo del tiempo y frecuencia
de la misma, de la gravedad de la enfermedad, de los
procedimientos mdicos, de la capacidad de adaptacin,
del nivel de desarrollo fsico, cognitivo y emocional y de la
relacin familiar. Para el nio y el adolescente, el hospital
tiene una caracterstica de dualidad, al mismo tiempo en
que trae sufrimiento, tambin representa un espacio de
cura, adonde van para hacer el tratamiento y los exmenes,
buscando salvar sus vidas y recuperar su salud(11).
El dolor sentido, durante los procedimientos invasores,
refuerza sentimientos de miedo, inclusive miedo de la
muerte:
Hice la biopsia de la mdula en el comienzo de la quimioterapia
y la biopsia de aqu [cuello], pero la de la mdula duele ms, duele
y quebr la aguja, doli bastante. Ahora yo me quedo pensando,
cuando yo me cure, voy a tener que hacer de nuevo la biopsia de
la mdula, yo ya quedo pensando si va a doler porque dola mucho,
tuve miedo. Tengo miedo de que suceda alguna cosa, yo morir all
en la mesa porque dola mucho (H.16 aos).
El objetivo de este estudio fue explorar y describir los
sntomas del cncer infanto-juvenil, en la perspectiva de
nios y adolescentes canadienses y sus familiares, el dolor
fue un sntoma presente en lo cotidiano de los mismos,sea el dolor causado por procedimientos invasores, por
el tratamiento o por el propio cncer, lo que refuerza el
sufrimiento natural de la enfermedad. El desgaste fsico
y mental, el desgaste que el proceso causa en los nios,
en los adolescentes y en los familiares, el miedo y la
intranquilidad refuerzan las dudas de la vida frente al
cncer, dejndola ms dolorosa(12).
Los juegos, en consecuencia de la teraputica
experimentada, se tornan limitadores y generalmente los
de mayor impacto fsico, como esconde-esconde y agarra-
agarra desaparecen de su da a da. Salir para jugar conlos amigos pasa a no hacer ms parte de la rutina del nio
o del adolescente:
Yo no puedo ms hacer educacin fsica, jugar con mis
amigos de la forma que yo jugaba, jugar de esconderse, yo no
puede correr o jugar de agchate muchacho, el cual nosotros
inventamos. Ella [madre] no me deja jugar en la calle, no me deja
jugar con mis amiguitos, ni dentro de casa, tampoco en la calle,
ella es inconveniente a veces (D. 8 aos).Lo que incomoda es que
yo no puedo hacer las cosas que me gustaban hacer como jugar a
la pelota, pasear, correr, esas cosas yo no puedo hacer! No estoy
yendo a trabajar, yo trabajaba (F 17 aos).
Algunos autores apuntan limitaciones provenientes
de la enfermedad y del tratamiento, tales como practicar
deportes, ir a la escuela y salir en compaa de amigos(5).
En otro estudio, los nios mencionaron el deseo de hacer
lo que otros nios hacen como ir a la escuela, hacer nuevos
amigos, ir al shoppingy graduarse con el grupo de ellos(13).
La frecuencia escolar, hasta entonces diaria en la rutina de
los nios y adolescentes, pasa a ser menos constante, ya
que los mismos dependen de autorizacin de los mdicos
para el retorno a las clases, dependiendo de la fase del
tratamiento en que se encuentran y de sus condiciones de
salud. La imposibilidad de frecuentar la escuela perjudica
el rendimiento escolar:
Yo tuve que parar la facultad y estoy lejos de todos, todos
mis amigos estn all y yo estoy aqu slo con mi madre, est todo
mundo a all (I. 17 aos).Slo estudio aqu en el hospital mismo.
Mi madre siempre va a la escuela y busca las materias para m, trae
aqu y ah la profesora de aqu explica. All en mi ciudad no hayeso, si estoy internada, quedo sin escuela, pero aqu no, aqu ya es
diferente (C. 11 aos).
En la revisin de la literatura objetivando investigar
las ausencias escolares, los problemas de comportamiento
y las relaciones sociales de nios con cncer en el retorno
a la escuela, en el Reino Unido, fue observado que las
ausencias escolares son ms frecuentes entre nios con
cncer que entre nios saludables o con otras condiciones
crnicas, siendo un problema desde la fase de diagnstico
hasta despus de completado el tratamiento(14). Los nios
mencionan el deseo de hacer lo que otros nios hacencomo ir a la escuela, hacer nuevos amigos, ir al shoppingy
graduarse con el grupo de ellos(5).
Por ms que el tratamiento altere las actividades diarias
del nio y del adolescente, la familia debe tratar de mantener
la rutina anterior al diagnstico, para que el hijo enfermo no se
sienta incapaz, impotente y dependiente(2), ya que los sntomas
ocasionan en los nios la sensacin de cncer ms real en
sus vidas y suscita cambios en la rutina familiar, inclusive con
prdidas y limitaciones(12,15).
Caractersticas de la quimioterapia
La quimioterapia fue denida, por los nios y
adolescentes, de forma bastante resumida, enfatizndose
principalmente el objetivo de la eliminacin del tumor
para que suceda la cura, siendo marcada por los efectos
adversos que provoca. Para ellos, la quimioterapia es una
combinacin de drogas que tantomatan las clulas malas del
tumor, como las clulas buenas (A. 16 aos).
Son muchas drogas. Ella [quimioterapia] acaba destruyendo
las clulas buenas y las malas, ah tiene los remedios que
combaten las malas y las buenas tambin. No s muy bien! Yo s
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que cada remedio va curar una parte del cuerpo, parece que toma
una pastilla para combatir la quimioterapia (H. 16 aos). Es un
tratamiento qumico [risas]. No s ms, es un tratamiento qumico
y cada uno tiene un cierto tipo, tiene el tratamiento qumico para
leucemia, linfoma, muchas cosas, s que es un tratamiento qumico
(J. 18 aos).
Los participantes del estudio relatan, sin embargo,
que los primeros das de quimioterapia endovenosa son los
que presentan ms efectos colaterales y que, despus de
algunos das, ellos se encuentran mejor dispuestos:
Yo qued con nusea, vomit, fueron slo dos das y un da
que yo no qued muy buena, el resto no sent ms nada (I. 17
aos).Da vmito, esas cosas, pero luego despus yo ya no tengo
ms nada. El cuerpo queda dbil, bobo, en el sol los ojos quedan
mal, el estmago duele! Tomo remedio, pero no para, no hace
ningn efecto, tomo coca-cola. Antes yo coma bastante, ahora
est difcil para comer, pasa una semana y vuelvo a comer todo de
nuevo (B. 13 aos).Observamos que el efecto colateral es el aspecto
ms mencionado por los nios y adolescentes, siendo los
cambios fsicos, los ms referidos, en razn de la relacin
con la autoimagen y la integridad de todo el organismo.
Para ellos, los principales efectos colaterales son malestar,
nuseas y vmitos, indisposicin, falta de apetito, alteracin
de peso, dolor de cabeza, manchas en la piel y alopecia.
Como se demuestra con el siguiente ejemplo:
Ella [quimioterapia] tiene algunas complicaciones, unos
efectos que para mi fueron vmito, dolor de cabeza, ruido en el
odo. Yo estaba sintiendo el corazn latir ms despacio, yo hasta
vine aqu por causa de eso, porque yo estaba medio mal, yo me
senta medio raro, no s explicar lo que era. Despus y durante
[quimioterapia] yo no consigo comer nada, slo vmito, el dolor
de cabeza, son cosas que siempre suceden (A. 16 aos).Siento
nauseas, hace doler el estmago, caer el cabello. Algunas partes se
obscurecen un poco [piel] (G. 15 aos).
Observamos que los vmitos pueden ser encarados
como una de las peores manifestaciones, favoreciendo la
prdida del apetito, ya que cuando se alimentan, luego
presentan el vmito, lo que puede llevar a rechazar laalimentacin durante esa fase:
Yo pienso, es muy malo, los vmitos son lo que ms, es lo ms
malo porque yo trato de no vomitar, ah yo no como. Si comienzo a
hablar, aparece la nausea, sobre todo cuando comienzo a hablar en
comida, ah el estmago comienza a darse vueltas. En la hora que
me da hambre, que yo coloco una cosa en la boca, vuelve todo de
nuevo, ah yo pierdo el nimo y no como ms nada (C. 11 aos).
En consecuencia de los vmitos y de las alteraciones
del paladar, la aceptacin de los alimentos es fuertemente
disminuida. Adems, tambin, la incorporacin en la
prctica domiciliar de cambios en lo que se reere a la
preparacin y eleccin de los alimentos a ser ofrecidos,
es difcil que sea aceptada, lo que incentiva la inclusin de
alimentos ms bien aceptados como helados, refrescos,
frutas y otros:
La fruta tiene que lavar bien y ser cocida o asada. Un dulce
que est abierto hace das en el refrigerador o un alimento que no
tenga la cara buena, que no sabe de donde vino, yo no como. Yo
coma esas bacterias, hoy que yo estoy viendo lo que yo coma,
coma una fruta sin lavar la mano, sin lavar la fruta, coma en el
supermercado [risas]. Voy a cambiar eso de aqu para delante,
son muchas bacterias que las personas ingieren sin percibir (H.
16 aos).Yo consigo tomar refrescos, comer helado, slo eso que
yo acepto, el resto, todo lo que yo pongo, vuelve. No me gusta la
comida del hospital, el olor es fuerte. Yo quera que tuviese una
cantina slo para los nios con cncer, necesita tener una comida
ms ligera porque la comida de aqu es muy fuerte, aquellas vasijas
tambin dan mucho olor (C. 11 aos).
En concordancia con los datos de esta investigacin,algunos autores mencionan la ocurrencia, por parte de
los nios y adolescentes, de la prdida del placer por la
comida debido a la prdida del apetito, cambios en el
gusto e inclusive en el olor de los alimentos. Segn los
autores, los nios describieron la comida del hospital como
mala y provocadora de vmitos, sugiriendo alimentos sin
olor e inclusive algunos en particular, no cocidos, como
manzanas, sndwiches y pizzas(5).
Percibimos que los perodos de quimioterapia son
comnmente de indisposicin. En este momento, el pedido
por el silencio, por la no comunicacin y por dormir o asistir
a la televisin, de forma pasiva, es lo que sobresale:
Me quedo mirando televisin [en cuanto realiza la quimio].
Cuando yo no estoy mirando [televisin], yo me quedo durmiendo
(C. 11 aos). Slo duermo para pasar el tiempo ms rpido (R. 15
aos).
La fatiga es un sntoma comn, complejo y
multidimensional experimentado por la mayora de los
pacientes con cncer durante el tratamiento(16). En otro
estudio, la fatiga es relatada por adultos jvenes con
cncer como el ms angustiante sntoma que experimentandesde el diagnstico hasta el trmino del tratamiento(17),
inuenciando en la calidad de sus vidas.
Con relacin a la imagen corporal, los participantes del
estudio destacan, principalmente, aspectos relacionados a
la alteracin de peso y a la alopecia. El adelgazamiento,
ms frecuente en el inicio, muchas veces, adems de
incomodar al propio adolescente se torna ms destacado,
a partir de los comentarios de otras personas, comentarios
estos que coneren al adelgazamiento un signicado de
desgaste proveniente del tratamiento. Son alteraciones
que inuyen en la autoimagen de los nios y adolescentes
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y permiten que las personas perciban que algo est
sucediendo e interriendo en su cuerpo:
No era tan gordita, yo pesaba 35 kg, pero despus los otros
me fueron mirando, no me conocan ms porque yo fui adelgazando,
qued con 26 kg. Los otros me vean y decan que yo estaba
aquita y yo deca que era la quimio. Ellos decan: Caramba, Pero
la quimio derrumba tanto as? Cuando comenc el tratamiento,
yo no coma nada porque las frutas tenan que ser cocidas y a
m no me gustaban, a m no me gustaba la fruta y despus que
tena que cocinar la fruta, entonces yo no coma mismo. Yo qued
bien aquita, yo me hallaba tan fea aca. Me quedaba llorando
porque antes, cuando yo suba en la balanza, yo siempre estaba
ms gorda, slo suba el peso, ah despus yo suba en la balanza y
slo iba disminuyendo, era muy malo (C. 11 aos).
Con relacin a la prdida de cabello, los participantes
mencionan no aceptarlo en el comienzo, ya que altera
fuertemente la autoimagen y permite que todos la perciban,
causando sufrimiento para estos nios y adolescentes. Enesta fase, utilizan frecuentemente, como fue observado
entre muchachos y muchachas, sombreros, gorros y
pauelos, accesorios que de alguna forma esconden la
ausencia del cabello, ya que para ellos, la alopecia deja
sobresalir una imagen que no es saludable:
Es lo peor, la peor parte es el cabello que est cayendo
dems. Yo tena el cabello bien grande, ya cort bastante, est
cayendo bastante. Yo no estoy pasando muy mal y el cabello para
las personas, para las chicas, perder el cabello no es fcil. Est bien
que va a crecer, pero demora. Es malo tambin usted mirar y se ve
sin cabello, es malo (I. 17 aos).Antes yo era ms bonita, ahora
estoy fea porque yo estoy pelada. Cuando yo tena cabello, mi ojo
era as, bonito, colocaba el cabello aqu y l iba as, ahora peladita
no se puede poner. Yo coloco hasta pauelo en el cabello para ngir
que es mi cabello. Mi madre me llama de coquito pelado, mi prima
me llama de pelada, slo mi primo que me agrada, me llama de
cabelluda (D. 8 aos).
El prejuicio causa incomodidad, ya que, las personas
muchas veces se alejan de aquellos que no se encuadran en
los patrones de normalidad, est actitud puede acentuar
los sentimientos de aislamiento experimentados por niosy adolescentes(2). Despus de un tiempo, cuando ellos
comienzan a preocuparse con otros aspectos del tratamiento,
pasan a aceptar la cada del cabello, percibiendo que es un
evento pasajero y temporario:
Normal, despus crece de nuevo! Caa todo, usted pasaba la
mano as y sala aquel mechn de cabellos en la mano (B. 13 aos).
El cabello es lo de menos. Si yo lo tuviese, yo estaba cuidando de
l, yo tena mucho lujo con mi cabello, pero se perdi es porque el
tratamiento que hace tiene que perder mismo, entonces el cabello
es lo de menos, precisa salud, despus cabello (C. 11 aos).
Segn la literatura, la alopecia tiene implicaciones
psicosociales, ya que el cabello es importante en la
comunicacin social y sexual, siendo smbolo social,
cultural y poltico. La prdida de cabello ha sido asociada
a dejar de ser atractivo y a la prdida de la individualidad.
As, las reacciones de los pacientes en cuanto a la alopecia
pueden variar segn la importancia que le dan al cabello,
grado de prdida, preparacin e informaciones recibidas,
mecanismos fsicos y psicolgicos(18).
Muchas veces es en ese momento de realizacin de la
quimioterapia y principalmente a partir del aparecimiento
de sus efectos colaterales que el nio o el adolescente
se percibe realmente enfermo, lo que es intensicado al
quedar limitado entre los perodos de hospitalizacin y
domicilio, dicultando todava ms el proceso que estn
viviendo:
Es mismo fuerte, ah es que yo entro en la realidad que yo
estaba enfermo mismo, cuando comenz a caer el cabello, pero
ah yo vi que es para curarme, que es necesario (H. 16 aos). Una
experiencia muy mala, muy mala mismo. Se sufre el tratamiento
entero, es doloroso. A veces es fsico tambin, pero a veces, sabe,
yo veo todos mis amigos saliendo, yendo a divertirse y yo sin
cabello. A veces yo me quedo sin cabello, eso me deja medio triste
(E. 15 aos).
Los efectos colaterales de las drogas hacen que los nios
se perciban realmente como enfermos, necesitando colocar en
prctica mecanismos de enfrentamiento para vivir esa nueva
situacin(19).
Los adolescentes participantes del estudio ven a la
quimioterapia como algo que provoca diversas reacciones
en el organismo, algo que ciertamente podra ser ms
ameno y causar menos efectos indeseables:
La quimio no poda hacer ese dao todo, poda ser slo en el
lugar en que ella se encuentra y ya, iba a ser mejor (F. 17 aos).
Al mismo tiempo, los efectos colaterales tambin
pueden llevar al adolescente a pensar que la quimioterapia
est eliminando lo que hay de malo, que el tratamiento est
teniendo un buen resultado rumbo a la cura, estimulndolo
a continuar:Para hacer y nunca desistir porque todo lo que sucede es
para su cura. Todas las veces que yo vomitaba yo pensaba que
ahora estaba saliendo, quera curarme, que iba a salir todo el
mal, fue as. Los remedios son fuertes y por ellos ser fuertes
ellos van a curarme, si yo no sintiese nada, como yo iba a saber
si estaba siendo curado, yo iba a quedar en la duda. Hoy yo veo
que de la reaccin ellos tiene el efecto y ellos dando el efecto de
yo vomitar yo ya s que est teniendo un efecto all adentro.
(H. 16 aos)
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A pesar de lo desagradable de la situacin, hay una
actitud positiva frente a la quimioterapia por pensar que
sta terapia puede ser la oportunidad de recuperacin de la
vida(4,20). Contrastando con esta idea, el adolescente apunta
el sufrimiento proveniente de los momentos de mayor
intensidad de los efectos colaterales de la quimioterapia
como responsable por tambin desestimular la continuidad
del tratamiento:
Cuando yo paso mal da una cosa, a veces da ganas de parar.
Ah yo pienso mejor, digo: No, tengo que luchar. Pero si eres
un dbil mismo, realmente desanima en la hora (I. 17 aos).La
primera noche yo pens que yo no iba a vivir ms, quera parar el
tratamiento, slo pens, le dije a mi madre que yo ira conversar
con el mdico, que no quera ms hacer nada. Yo imaginaba que
si fuese todas las noche as, yo no iba a aguantar, ira renunciar
(H. 16 aos).
En un estudio de caso para conocer la experiencia
diaria de una adolescente en tratamiento de quimioterapiacontra el cncer, ella mencion que la falta de control sobre
los efectos adversos del tratamiento es generadora de
preocupacin, ansiedad y depresin, adems de inducir a un
cuestionamiento sobre la continuidad del tratamiento(21).
En el cuidado al nio y al adolescente con cncer y a
su familia, el plan de cuidados de enfermera debe llevar en
consideracin que ellos sern sometidos a un tratamiento
largo y complejo, que manejaran numerosas informaciones
acerca de la enfermedad, que necesitaran adaptarse
a nuevas personas - equipos de salud - que les dicen
lo que hacer, que comer y como actuar. Las enfermerasresponsables por el cuidado de esa clientela deben estar
en constante capacitacin, buscando instrumentos para
atender las necesidades fsicas, emocionales, sociales y
culturales del nio, del adolescente y de sus familiares.
Consideraciones fnales
Buscamos, en este estudio, comprender como los nios
y adolescentes con cncer experimentan la quimioterapia
con la nalidad de, y partiendo de sus demandas y
sentimientos, identicar las intervenciones que pueden ser
incorporadas al plan de cuidados de enfermera dirigido amejorar la calidad de sus vidas y de sus familiares.
Observamos la ocurrencia de la ruptura en lo cotidiano
de los nios y de los adolescentes participantes del estudio,
dada por ejemplo por la convivencia con situaciones
desconocidas, muchas de ellas dolorosas y limitadoras.
A pesar del tratamiento agresivo, los participantes del
estudio reconocen su importancia en la garanta de la
sobrevivencia y cura.
Recordada principalmente por sus efectos colaterales,
la quimioterapia provoc de inmediato un fuerte impacto,
dejando sobresalir el miedo. Con el comienzo de las
infusiones de quimioterapia, comienzan a entender mejor
el proceso, permitiendo que deniesen la teraputica
resumidamente, prevaleciendo conceptos sobre la funcin
principal y su importancia para la tan deseada cura.
Hbitos fueron modicados, limitaciones fueron
impuestas, aislamiento de parientes y amigos, ruptura
inesperada de la rutina familiar y el da a da modicado.
Hasta inclusive la escuela, pas a ser apenas frecuentada
espordicamente, dependiendo de la fase del tratamiento
y de las condiciones del nio y del adolescente. La imagencorporal fue otro punto de impacto, principalmente la
alopecia y la prdida de peso, ya que se destacaron
visualmente, para las otras personas, algo diferente
de lo habitual. Con el transcurso del tratamiento, las
preocupaciones principales salieron de las dimensiones
fsicas y alcanzaron una etapa dirigida a la evolucin y
recuperacin de la salud, una preocupacin conectada a
su pronstico.
Los efectos colaterales fueron vistos como
responsables por demonstrar el suceso de la teraputica
sobre la enfermedad y entonces estimular la continuidad
del tratamiento, pero tambin por desestimular, debido
al intenso sufrimiento que provocaban. Los perodos de
infusin de drogas del tratamiento de quimioterapia y los
primeros das que siguieron fueron de destacada indisposicin.
Mencionaron fuerte deseo por reposar, permitiendo observar
la fatiga resultante de lo que estaban experimentando, sea de
la enfermedad, de la quimioterapia o de la hospitalizacin.
As, el profesional de enfermera, al conocer esta
demanda y necesidad del nio y adolescente y al saber que
la enfermedad, en ltima instancian, es vista como algo a servencido y, gracias a la quimioterapia, pasible de tal resultado,
ciertamente podr realizar una asistencia de enfermera ms
calicada y orientada.
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URL
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mes abreviado con punto
ao
Recibido: 18.7.2009
Aceptado: 3.3.2010