cáncer de estomag1
DESCRIPTION
Cáncer de Estomag1TRANSCRIPT
CÁNCER DE ESTOMAGO
El estómago es un órgano hueco en forma de letra ‘J’ o de gaita que se sitúa
en la zona más alta del abdomen y forma parte del aparato digestivo. Recibe el
alimento que ingerimos por la boca a través del esófago.
Cuando penetra la comida en su interior, los músculos del estómago
comienzan a contraerse rítmicamente y van poco a poco amasando y
mezclando la comida para conseguir una pasta fluida. A este movimiento se
añade la acción de los ‘jugos gástricos’: sustancias que son producidas por
células especiales que tapizan el interior del estómago.
Estos líquidos contribuyen a transformar el alimento hasta conseguir una masa
homogénea. Todo este proceso forma parte de la digestión de los alimentos.
Cuando el contenido del estómago ha sido procesado y mezclado
convenientemente como en una hormigonera, se abre una válvula llamada
píloro que permite que la ‘mezcla’ pase al intestino delgado para continuar su
tránsito a través del tubo digestivo.
El cáncer es una enfermedad en la que un grupo de células del cuerpo se
hacen independientes del resto del organismo. Estas células se descontrolan,
cambian su tamaño y su forma y lo que es peor, comienzan a multiplicarse y
crecer sin ningún tipo de orden ni freno. El estómago, como la mayoría de los
órganos del cuerpo, está formado por distintos tipos de células: un
recubrimiento interno de células que producen moco y ácidos para la
digestión, una capa intermedia a base de músculo y una más externa llamada serosa.
Los tumores aparecen cuando un tipo determinado de estas células (mucosa,
muscular o serosa) comienza a multiplicarse y crecer por su cuenta. Pueden
ser:
* Benignos: crecen lentamente y no destruyen los órganos cercanos ni se
extienden a otras partes del cuerpo. A veces no necesitan tratamiento o
pueden extirparse fácilmente.
* Malignos: las células crecen más agresivamente, invaden y destruyen lo que
tienen alrededor y son además capaces de alcanzar zonas distantes del cuerpo
(metástasis). Su tratamiento es difícil y puede llegar a matar: es lo que se llama
cáncer. Hay distintos tumores de estómago dependiendo del tipo de células
que se transformen en malignas.
Algunos factores relacionados con la aparición de cáncer de estómago son:
* Una dieta rica en sal y alimentos ahumados al tiempo que pobre en frutas y
vegetales.
* La inflamación (gastritis) crónica del estómago, el ser varón y la edad
avanzada.
El consumo de tabaco, un tipo de anemia llamada ‘perniciosa’ y algunos
trastornos genéticos como la poliposis gástrica.
* El tener algún familiar cercano (padres o hermanos) que hayan padecido
cáncer gástrico.
El cáncer de estómago es una enfermedad traicionera porque avisa demasiado
tarde. Puede no producir ninguna molestia durante largo tiempo y suele
estar muy avanzado cuando el paciente nota el
primer síntoma. Además, los problemas que
produce son tan comunes que no suelen alarmar
al principio
. El sujeto puede notar:
– ‘acidez’ de estómago o sensación de ‘gases’
– molestias vagas en el abdomen
– diarrea o estreñimiento
– pérdida de apetito y de peso
– sensación de cansancio o debilidad
– aparición de sangre en las heces o en un vómito.
Ante uno de estos problemas es aconsejable que consulte a su médico. Si él
considera el problema alarmante, le enviará al especialista de digestivo
(gastroenterólogo) para afinar más el origen de sus molestias. El oncólogo es el
especialista en tratar el cáncer y sólo interviene cuando está confirmado que se
trata de un tumor.
Para el diagnóstico de un cáncer de estómago es necesario investigar el
aparato digestivo. Son varios los estudios que pueden hacerse y cada uno de
ellos es más o menos molesto, al tiempo que aporta mayor o menor capacidad
para descubrir el tumor.
La historia clínica y la exploración cuidadosa del médico es el primer
paso cuando tenemos cualquier problema. Es un paso indispensable y
muy importante en el diagnóstico de cualquier enfermedad: incluso más
que las pruebas. El médico debe hacer una valoración cuidadosa de
esta información antes de decidir cuáles son los estudios más
recomendables para cada caso.
Los análisis de sangre en busca de signos de enfermedad grave son
también necesarios al comienzo del estudio. Se buscan datos de
anemia, enfermedad del hígado o sustancias presentes en la sangre en
excesiva cantidad que hagan sospechar la existencia de un tumor
maligno (marcadores tumorales).
Sangre oculta en heces: un cáncer de estómago puede sangrar en
pequeñas cantidades que no son visibles a simple vista. Con una
pequeña muestra de las heces del paciente y mediante una reacción
química en el laboratorio es posible saber si estamos perdiendo sangre.
Sirve sólo como método de sospecha porque también las úlceras y otras
enfermedades diferentes al cáncer pueden sangrar.
Estudio radiológico gastroduodenal: se obtienen radiografías del
esógafo, estómago y duodeno una vez que el paciente se ha bebido una
papilla que contiene bario, una sustancia opaca a los rayos X. Es una
manera de ‘fotografiar’ al estómago. Esta prueba se usaba mucho
antiguamente pero es menos eficaz que la gastroscopia.
Endoscopia: consiste en la introducción de un tubo flexible por la boca
hasta el estómago. Este dispositivo va provisto de una luz en su extremo
y un sistema óptico que nos permite ver el interior del tubo digestivo. El
médico puede así buscar directamente el cáncer y recurrir a la biopsia
cuando observa alguna lesión en el interior del estómago. A la hora de
hacerse una endoscopia pueden surgir dudas o preocupación sobre el
tiempo que dura el procedimiento, si es dolorosa la biopsia o el tiempo
que tardaremos en recibir los resultados. No dude en consultar con el
médico que le solicite este tipo de estudio para que despeje todas sus
incertidumbres. En cualquier caso, no se preocupe demasiado: es un
procedimiento muy habitual, en general poco molesto y, aunque
posibles, son excepcionales los problemas serios derivados del mismo.
Una biopsia gástrica consiste en la obtención de un pequeño trozo de
la pared del estómago para analizarlo luego al microscopio. Este análisis
es capaz de confirmar que la lesión observada a simple vista es en
realidad un cáncer; también nos dirá el tipo y el grado de invasión de la
pared del estómago. La biopsia se realiza introduciendo un diminuto
bisturí a través del tubo que puede ser accionado desde el exterior
mediante un cable.
Estadiaje: cuando la biopsia ha confirmado que existe cáncer en el
estómago es necesario saber cuánto de extendido está y cuál es su
agresividad. Esta evaluación es imprescindible para saber cuál es el
tratamiento apropiado de cada paciente: se llama ‘estadiar’ o conocer el
estadio de un cáncer. Para ello se recurre a diferentes pruebas:
1. La tomografía axial computerizada (TAC) permite ver si la enfermedad
afecta a órganos cercanos al estómago como el hígado, el páncreas o
los ganglios linfáticos y también otras zonas más distantes como el
pulmón. Requiere la inyección de contraste por la vena para resaltar las
imágenes.
2. La ecografía abdominal es una prueba más rápida, sencilla e indolora
que proporciona buena información sobre el hígado y el páncreas
aunque las imágenes son a veces más difíciles de interpretar por el
médico.
3. Laparoscopia o cirugía: a veces es necesaria la inspección directa del
interior del abdomen para conocer con exactitud la afectación del
estómago y sobre todo de los ganglios linfáticos cercanos. El cirujano
extrae todos los ganglios próximos al estómago que son analizados al
microscopio por un patólogo. El número de ganglios invadidos por el
tumor está directamente relacionado con la gravedad de cada caso y
con el tipo de tratamiento que precisa.
Una versión simplificada de los diferentes estadios del cáncer gástrico y su
tratamiento podría ser la siguiente:
Estadio 0: el tumor se localiza sólo en la capa más interna del estómago
llamada mucosa. Son los que se encuentran por casualidad, cuando el
paciente se hace una endoscopia por otro motivo. Se llama también carcinoma
‘in situ’.
Estadio I: el tumor afecta a la totalidad del grosor de la capa mucosa.
Estadio II: afecta a la mucosa y a los ganglios linfáticos cercanos al estómago.
También son de este estadio los que afectan a las tres capas del estómago
(mucosa, muscular y serosa), aunque no haya ganglios invadidos por el cáncer.
Estadio III: el cáncer afecta a varias capas del estómago y a los ganglios
linfáticos o bien no a los ganglios pero sí se ha extendido a órganos cercanos
como el hígado.
Estadio IV: el cáncer afecta a más de 15 ganglios o bien se ha extendido a
órganos cercanos y lejanos al estómago (huesos, pulmón…).
Cáncer recurrente: es el que tras haber sido tratado vuelve a reproducirse,
bien en el propio estómago, ganglios linfáticos u otros órganos.