cameron ann - el lugar mas bonito del mundo

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B lugar más bonito delmundo Ann Cameron Nació en Rice Lake;Wlsconsln, EEUU. Vive en Nueva York y pas!llargas temporadas en Guatemala Pertenece a la asociación "Amigos de la Biblioteca de Panajachel",Sololá La autora asegura que escribe para "captar la energía positiva de la vida". Este libro ha recibido el Premio de la Asociación de Estudio del Niño. Juan.es un nir'lo de siete años que vive en Guatemala Abandonado por su madre es acogido por _la abuela, que es muy pobre;aunque tiene una casita propia Juan aprende el oficio de limpiabotas, trabaja mucho y gana dinero, pero quiere hacer algo más que limpiar zapatos, es inte.ligente, q'uiere progresar, aprender a leer,ir a la escuela, quizá adelante ir a la universidad.la abuela se siente muy . orgulíosa de su nieto y le explica cuál es para ella el lugar más bonito 'del mundo. A

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B lugar ms bonitodelmundoAnn Cameron

Naci en Rice Lake;Wlsconsln, EEUU. Vive en Nueva York y pas!llargas temporadas en GuatemalaPertenece a la asociacin "Amigosde la Biblioteca de Panajachel",Solol La autora asegura que escribe para "captar la energa positiva de la vida". Este libro ha recibido el Premiode la Asociacin de Estudio del Nio.

Juan.es un nir'lo de siete aos que viveen Guatemala Abandonado por su madre es acogido por _la abuela, que es muy pobre;aunque tiene una casita propia Juan aprende el oficio de limpiabotas, trabaja mucho y gana dinero, pero quiere hacer algo ms que limpiar zapatos,es inte.ligente, q'uiere progresar, aprendera leer,ir a la escuela, quiz adelanteir a la universidad.la abuela se siente muy . orgulosa de su nieto y le explica cul es para ella el lugar ms bonito 'del mundo.

A

Ilustracin de cubierta:JUAN RAMN ALONSO

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Me llamo Juan y vivo en las montaas de Guatemala. Hay tres enormes volcanes cerca de mi pue-. blo, que se llama San Pablo y queest rodeado de montes escarpa dos. En las empinadas laderas hay campos muy verdes: son las plan taciones de maz, ajos y cebollas.. En los valles, los frutos rojosde los cafetales maduran a la sombra de grandes rboles.Hay muchas flores en mi pueblo y muchas aves: guilas, oropndolas, bhos, picaflores y

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bandadas de loros que se lanzan desde los rboles para robar nues tro maz parloteando en esa lengua suya que slo ellos entienden.San Pablo est al borde de u,.r gran lago y hay otros siete pueblos en sus orillas, alrededor de l. Lagente va de un pueblo a otro enlanchas con motor o en canoa. Hay una carretera, pero no es buena.Nunca he ido a los otros pueblos, siempre he estado en San Pa blo, En las noches tranquilas me gusta bajar hasta la orilla del lago y n1irar las. luces de las lanchas de los pescadores que se reflejan en las aguas oscurasVeo tambin las luces de lospueblos que estn al otro lado del lago y los miles de estrellas que b1illan all arriba en el cieloY me

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parece como si cada una de estas luces me estuviera diciendo: No ests solo. Nosotras estamos aqu contigo.En San Pablo hay perros sin amo y polvo en las calles, muy po cos coches y slo algunos autobu ses que vienen de las grandes ciu dades; hay unas pocas mulas que acarrean lea desde las montaas y hay mucha gente que tambin aca rrea cosas: cntaros de agua, gran des cestos de pan o de verduras colocados en la cabeza, nios suje tos a la espalda y, algunas veces, hasta pesadas vigas de madera lle vadas al hombro. Todo lo que ne cesitan transportar. Como no hay muchos coches, si alguien quiere algo tiene que cargar con ello pormuy pesado que sea.

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. Cuando llega la noche las gentes dejan de acarrear cosas; a esa hora salen de casa slo para pasear por el pueblo, divertirse, contar historias y charlar con los amigos. Todo el mundo anda por las calles, por el centro de las ca lles, y si un coche llega cuando al guien est hablando de algo ntere sante -o contando una buena historia, pues el coche tiene que esperar, porque nadie se apartar para dejarle paso hasta que la his toria se termine.Aqu las historias son impor- tantes; los coches, no.

Junto a la playa hay algo que es de verdad muy muy bonito: es una casa de un solp piso, pero muy grande, con muchas ventan.; est

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rodeada de flores y palmeras y. tiene pavos reales andando por elcsped y una puerta de hierro por la que se sale directamente al lago.All nac yo. Bueno, la verdad es que yo nac en una casitaque hay detrs de la casa grande. Mi padre era el guarda de la casa grande, y a l y a mi madre les ha ban dejado la casa pequea para que vivieran. Despus de nacer yo, mi padre quera salir por las no ches con sus amigos, igual que lo haca cuando todava no estaba ca sado con mi madre, y mi madre le deca que no tenan suficiente di nero para eso, as que se pelearon y un da mi padre se march.Me contaron que tom el autobs y se fue la capital, que no est muy lejos. t unca volvi para

vemos a mi madre o a m. La ver dad es que yo me acu rdo ms de los pavos reales que andaban por . el csped de la casa donde viva mos que de mi padre.Cuando mi padre se march,los dueos de. la casa grande con trataron a otro guarda y, claro, qui sieron que viviera en nuestra casita, as que mi madre tuvo que marcharse. Slo tena diecisiete aos y nada de dinero, ni saba cmo iba a poder cuidar de m, as que ella y yo nos fuimos a casa de mi abuela.

El abuylo se muri hace ya mucho tiempo, pero, por suerte, la abuela no es pobre. Tiene una casa hecha de bloques de cemento, las ventanas no tienen cristales, pero

tienen puertecillas de madera que la abuela cierra por las noches o cuando llueve. La casa tiene cuatrohabitaciones y en las paredes delas cuatro cuelgan muchos cuadrosque ha pintado mi to Miguel; sonmuy bonitos . y l dice que algn da los vender.En la parte de afuera, laabuela tiene muchas flores, as que la casa est muy bonita. Claro que lo mejor de todo es que la abuela es la duea de la casa y del terreno donde est. Guarda los documen tos que lo dicen en una caja de hie rro debajo de su cama; sabe muy bien lo que dicen porque una per sona de su confianza se los ley, y nadie, gracias a Dios, puede qui tarle a la abuela su casa ni el te rreno que la rodea.

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La casa de la abuela es grande, pero est bastante llena de gente, porque mis tres tos que no estn casados viven con nosotros, y tambin alguna de mis cinco tas casadas y sus hijos vienen a veces a quedarse durante un tiempo. Hasta los hijos de sus primos han vivido temporadas con nosotros.La cosa es que si alguien de la familia se queda sin trabajo o se pone enfermo, o no se lleva bien con su marido, o tiene cualquier otro problema, se viene a vivir con la abuela. Ella se ocupa de todo el mundo hasta que el que sea puede arreglrselas por su cuenta. Aun que algunas veces se ve clara mente que a ella le gustara que la gente no tardase tanto en arreglar sus cosas y marcharse.

La abuela se gana la vida vendiendo arroz con leche en el mercado grande, donde la gente va cada da a comprar cosas de co mer. El arroz con leche que hace la abuela es especial: no se come con cuchara, se bebe caliente en un vaso. Es un lquido espeso y dulce, y le pone mucha canela. Nadie en el pueblo sabe hacer un arroz con leche como el de la abuela. Se le vanta a las cinco de la maana para empezar a hacerlo. Ha hecho esto mismo casi todos los das de su vida desde que tena trece aos.Cuando nos vinimos a vivir con la abuela, yo dorma en la misma cama que mi n1adre y me despertaba cada maana oyendo los ruidos que hacan los que se estaban levantando.

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Oa a to Miguel que murmuraba entre dientes:-Dnde est mi zapato,m1. zapato, m1. zapato...?.Y a mi ta Mara que regaaba a su hijo Carlitos:-Otra vez te has meado en la cama?Y a Anglica, la regordeta hija pequea de mi ta Tina, quelloraba porque no quera meterse en la ducha.Y me llegaba el olor de lalea quemndose en la cocina, y el del arroz con leche hirviendo en el caldero grande y ahumado, y el de las tortillas que estaban hacindose para el desayuno. Entonces mi ma-. dre y yo nos levantbamos y nosbamos con nuestras toallas porque. era nuestro tumo de usar la ducha.

.J'

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La abuela tiene agua co rriente en su casa, pero la mayora del pueblo no la tiene. Ella dice que la necesita para mantener su negocio de h;;tcer arroz con leche; pero en casa de la abuela no hay electricidad ni agua caliente. Dice que la electricidad y el agua cali.ente son cosas caras. y no necesa-nas.

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As que mi madre y yo vivi-. mos juntos en casa de la abueladurante un tiempo; mi madre ga naba un poco de dinero limpiando por las casas y lavando la ropa de gente del pueblo en el lavadero que hay detrs de la casa de la abuela.Por las noches me llevaba con ella a dar un paseo por el pue blo y nos encontrbamos con sus amigos y hablbamos con todos y era divertido.Una noche, cuando estba-

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"-mos paseando, un hombre se acerc a mi madre, sonriendo muy alegre. Dijo:-Qu guapo es tu chico!Se parece mucho a ti!Y luego me compr un cara.. melo y se qued habl do cqn mi.. madre un rato. .,. Al poco tiempo, cadyezque salamos de paseo nps lo en contrbamos y se. venfa con noso tros. Despus, ura noche invit a mi madre a un baile; y desde la no che del baile ni madre empez a dejarme en casa cuando sala. Se guramente porque quera estar sola con l..Y, de repente, un da me dijo, que se iba casar con aquel hom bre que habamos encontrado en la cally. Se. iba a ir a vivir con l,

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pero yo no me podra ir con ella porque l no quera. l quera una familia, pero quera nios que fue ran hijos suyos, y, adems, no te na dinero para mantenerme a m.Y aquel mismo da, mimadre se fue de casa de la abuela para ir a vivir a casa de mi padrastro, que tena una casa con una sola habitacin. No tena cama, as que l y mi madre entraron en casa de la abuela y desmontaron la cama en que habamos dormido ella y yo y se la llevaron a su casa. La abuela no estaba en casa cuando ellos . se llevaron la cama; es. casi seguro que 'ella no les hubiera de.:. jado que se la -llevaran.Cuando se estaban llevandola cama yo les segu hasta la carreter, pero mi madre me dijo:

27 .

-T qudate ah, Juan.As que yo me volv a casa.

Despus que se fueron, yo no supe qu hacer, as que anduve de ac para all por la casa todo el da hasta que volvi la abuela y le en se la habitacin en que haba es- . tado nuestra cama.Se puso muy seria y dijo:-As que ahora no tienescama.Yo me ech _a llorar. Ya es bastante malo no tener padre ni n: dre, pero no tener siquiera un s1t1o donde dormir es todava peor..Cuando dej de llorar, le ped. a la abuela que me dejase dormir con ella, pero me dijo que no.-Tengo que trabajar muchsimo -me dijo-. Y necesito des-

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cansar. Demasiado tiempo he te nido que dormir con nios. Los ni os dan patadas.-Yo no doy patadas -le

dije.

-Eso dices t ahora, pero

cuando ests dormido dars patadas --dijo la abuela.Vio que yo iba a empezar alloraT otra vez.-Espera un momento -dijo--. Vamos a prepararte algo.Anduvo rebuscando por la casa y encontr un montn de sa cos de arroz vacos, los puso an1ontonados junto a su cama y m.e dio una de lJS mantas. Como a las cinco, antes de la hora de cenar, ya haba terminado de preparrn1elo todo. Creo que ella se haba dado cuenta de lo triste que yo estaba

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porque ya no tena a mi madre y me senta abandonado, y pens que si por lo menos tena un sitio donde dormir ya no estara tan asustado.Entonces me dijo:-Bueno, nieto, puedes quedarte aqu, pero ya conoces la regla acerca del portn de entrada.Ya sabes que hay que obedecerlasin falta. ..-Si, abuela -le contest.

Alrededor de la casa de la abuela hay una verja muy alta que tiene un portn de madera con una cerradura qne ella cierra todas las noches. Los nicos que tienen lla ves, adems de la abuela, son mis tos. Todos los dems tenemos que entrar antes de las ocho y media.

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Despus de esa hora, la abuela no se levanta para abrir a nadie. Por muy fuerte que alguien llame a la puerta, da igual, ella se hace la sorda. Y tampoco deja que nadie vaya a abrir.Yo le haba dicho a mi abuela que haba entendido muy bien lodel portn, pero como yo era muynio entonces, probablemente no lo entend muy bien del todo.Despus de la marcha de mi madre, empec a salir solo cuando terminaba de cenar. Nadie se preo cupaba por m, as que yo haca todo lo que quera.Una noche, pocos das des pus de que mi madre se tnarchara, di un paseo muy largo hasta el lago. Para cuando volv a casa de la abuela haca ya n1ucho tiempo

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que se haba hecho de noche y el portn estaba cerrado.No saba qu hacer y,. adems, empezaba a tener fro. Yo slo llevaba pantalones cortos y una camiseta9 y, aunque por el da hace calor en San Pablo, por las noches hace fro, porque estamos a mucha altura y entre montaas.Lo nico que se tne ocurri fue ir en busca de mi madre. Yo saba dnde estaba la casa de mi padrastro, as que decid ir all. Cuando llegu, vi a travs de la ventana una vela encendida. Nadie se acuesta o sale dejando una vela encendida porque puede arder toda la casa, as que yo estaba seguro de que haba alguien des

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borde de la ventana y no poda ver quin era el que estaba dentro, as que puse una piedra bajo la ven tana y me sub enci.ma. Vi a mi madre; estaba sola.Llam en la puerta una vez, tan suavemente que no me oy,luego llam otra vez nis fuerte.Mi madre abri la puerta,slo una rendija, y me vio. No dijo ma/ s que:-T! Ella saba desde siempre lacostumbre que tena la abuela con lo del portn, y tambin lo tardeque era, as que comprendi que no haba podido entrar en casa.Se qued un momento en la puerta; luego me dijo:

pierto dentro.

-E.

ntra.

No llegababien hasta el

Vio que yo estaba temblando;

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algunas veces no se tiembla slo de fro.

Dentro de la casa haba una mesa con la vela, dos banquitos, dos platos, dos tazas y unos plta nos. Haba unas pocas ropas colga das de clavos en la pared y una al fornbrilla en el suelo, y la cama, claro. Eso era todo. La habitacin estaba muy vaca; lo que ms me hubiera gustado es que tuviera otra puerta por la que yo pudiera esca par si mi padrastro entraba por la puerta delantera.--Te puedesquedaraqu-me dijo mi madre-, pero si tu padrastro te ve cua.ndo vuelva, se pondr furioso y te pegar. Tienes que esconderte debajo de la camay dormir ah.

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As que me arrastr debajo de la catna bien pegado a la pared para que no se me viera, y mima dre sacudi la alfombrita para lim piarla un poco y me tap con ella.No poda dorminne, me daba

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miedo pensar en lo que podra ocurrir cuando mi padrastro vol VIera.Despus de un rato, son ungolpe muy fuerte en la puerta y mi madre descorri el cerrojo. Desde donde yo estaba lo nico que pude ver fueron las piernas y los pies de rni padrastro entrando en la casa. Luego o que besaba a mi madre.-El tipo ese apareci por finy me pag el dinero que me deba

..1--dijo mi padrastro-; as que ma ana puedes ir a comprar las cosas que :necesites.-Ah, muy bien! -dijo mi madre.Luego hablaron un poco sobre las cosas que iban a comprar para la casa.-La vela se est acabando

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--dijo mi padrastro---, es hora de echarse a dormir.Vi cmo sus pies se acerca ban y se acercaban; la cama cruji cuando se sent encima. Se quit los zapatos y puso los pies descal zos sobre el suelo.-Dnde. est ta alfombrita?-pregunt.-La he lavado, est fuera-contest n1i madre-. A,n.no est seca.-Bueno, no importa -:dijo mi padrastro y los dos se acosta- ron.Yo me dorm.

".:".'

......... - ---

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3

Por la maana, mi madre me despert muy temprano, antes de que se despertase mi padrastro. Sal arrastrndome de debajo de la can1a sin decir nada y con todo cuidado para no hacer ningn ruido. Mi madre descorri el ce rrojo y yo camin de puntillas hasta la puerta.-Acurdate -me dijo mi madre en un susurro--, no debes volver aqu nunca ms!Cerr la puerta y yo me fui corriendo por la carretera hasta casa de mi abuela.

,.,-Dnde has -estado? Dednde vienes? -me pregunt la abuela.-De casa de m.i madre.-Y qu ha pasado? ---qui-so saber ella.-Nada-l.e dije-, slo queno. puedo volver all nunca ms.Y yo crea de verdad quenunca volvera; pero al lie.gar lanoche mi abuela me agarr de la mano y me dijo:-Ven conmigo.Y los dos fuimos hasta casade mi madre.La abuela llam a la puerta,despacio, tres veces.Mi madre abri la puerta. Vimos a mi padrastro detrs de ella, sentado en la cama; se puso de pieen cuanto vio a la abuela.

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-Hola, madre, cmo ests?-dijo mi madre.Ella y mi padrastro parecanmuy nerviosos, pero la abuela estaba tan tranquila.-Yo estoy bien, como siempre -dijo la abuela-, pero el chi co necesita una cama, y a vosotros os toca consegursela.Se dio la vuelta, me puso una mano en el hombro y nos fui mos.Y me consiguieron unacama; a la semana siguiente, ellos mismos me la trajeron a casa de la abuela. Era de madera, estaba un poco coja porque las patas no eran igual de largas, pero mi to Luis pidi prestada una sierra y n1e la arregl.

Despus de eso yo slo vea a mi madre algunas veces por ca sualidad en la calle. Ella me deca siempre:- Hola, Juan, cmo ests?--como si yo le importara algo.Yo slo le contestaba: Estoy bien, madre- ynada ms.

Un da, cuando me la encon tr, me di cuenta de que estaba es perando un nio y unos pocos me ses despus el nio naci. As que tuve un n1edio hermano, claro que l ni siquiera se enter de que yo

na a mi madre y yo no la tena; pero nunca le pegu. Era slo un nio pequeo y yo saba que l no tena la culpa de nada.1Bueno, y de todas formas mivida no era tan mala. Jugaba al ft

4243bol en la calle con mis primos y los otros chicos de la vecindad. Mi to Rodolfo me ense a dar saltos mortales hacia adelante y hacia atrs y mi to Miguel.; me dejaba algunas veces pintar con sus pintu ras. Algunas pocas veces sala por las noches a pasear con mis tas como antes hacia con mi madre, Y otra cosa que tambin hiceexista.

. . .

Y otra cosa .que tan1bin hice

Cuando le VI una vez JUgan-do en un lado de la calle me entraron ganas de pegarle y tirarle alsuelo y darle patadas, porque l te-

fue ayudar a mi abuela a vender arroz con leche en el mercado. Aprend a servirlo, a cobrarlo y a devolver el cambio, y tambin a

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vigilar que nadie se fuera sin pagar cuando la abuela estaba distrada.

Despus que trabaj unos cuantos dascon la abuela ella me dijo que crea que ya estaba prepa rado para tener un negocio por mi cuenta. Me compr un equipo de limpiabotas y una banqueta para

que se sentaran los clientes y me ense a lustrar zapatos. Entre los dos pensamos dnde me conven dra instalarme para conseguir mstrabajo, y decidimos que sera junto a la Oficina de Turismo y la

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enorme foto de San Pablo que tena cosas escritas debajo.Los primeros das la abuela me vigilaba. Los zapatos de los dos primeros clientes los lustrmuy bien, los del tercer cliente mequedaron un poco menos bien.-Bueno, no importa -me dijo el hombre-, estn bien as-y ya iba a pagarme.Pero la abuela dijo:-. No, no estn bien. Tiene que hacer un buen trabajo cada vez y todas las veces. Si no lo hace, no ser capaz de ganarse la vida.-Tiene usted razn --dijo el cliente.

Le dije que s, y entonces ella se march otra vez al mercado a vender su arroz con leche.Lustr muchsimos zapatos, ymuy pronto ya me estaba ganando un dlar diario. Los hombres slo ganan dos dlares al da, de modo que yo no lo estaba haciendo nadamaL.Mientras lustraba sus zapatoshablaba con mis clientes, les pre guntaba que dnde vivan y lo q e hacan, y si tenan hijos. TrabaJar era divertido. Todo el dinero que ganaba se lo entregaba a la abuela, y siempre que lo haca ella me

'As que lustr sus zapatoshasta dejarlos perfectos.-Sers capaz de hacerlo as siempre? -me pregunt la abuela.

Abrazaba sonriendooY me daba un beso y diez

/-.

centimo

s para mt/.

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Slo haba una cosa que, a veces, me haca sentirme un poco triste, y era cuando vea que pasa ban cerca de m chicos que iban a la escuela. Yo me pasaba el da sentado entre el polvo, manchado de betn, y ellos iban limpios y bien peinados con sus lpices y sus cuadernos camino de sus clases.Hay muchos chicos que novan a la escuela porque sus padres:quieren que trabajen. La ley diceque todos los chicos tienen que ir a la escuela hasta que cumplan doce

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aos; pero la verdad es que en 1escuela no hay sitio para todos, asique nadie obliga a los chicos a ir.La mayor parte de los chicosque trabajan lo hacen en el campo:en las plantaciones de cebollas, as1que yo me senta uy solo c ando vea pasar a los chicos que Iban a la escuela. . .Despus de un tiempo, empe-c a preguntarme por qu mi abue la no me habra mandado a m a la escuela. Y se me ocurri pensar en que si me quisiera de verdad me habra mandado a la escuela en vez de tenerme limpiando zapatos..Quera pedirle que me dejara ir a la escuela, pero me daba mie. do decrselo. Tema que me dijeraque no. Porque entonces yo me dara cuenta de que no me quera por

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m, sino porque estaba ganando dinero para ella.Y si ella era como mi padre y mi madre y mi padrastro, que nunca se preocuparon por m11' , y yo me daba cuenta de que no me que ra y slo estaba fingindolo?Despus acab por decirmeque mi abuela era buena; que ella no tena la culpa de tener ms ne cesidad de dinero que yo de escue la; al final decid que no necesita ba la escuela para nada, que yo solo aprendera a leer.Preguntaba a mis clientes qu letras eran las que aparecan en losletreros de !os carteles; muy pronto ya pude leer: COCA-COLA, BANCO DE GUATEMALA, OFICINA DE TURISMO, y hasta lo que estaba escritodebajo de la foto de San Pablo.

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Cuando se me acabaron los carteles de los alrededores, alguien me dio un peridico y los clientes me ayudaron.Cort el peridico y siemprellevaba una pgina en el bolsillo de atrs de mi pantaln cuando i,.ba a trabajar. Poco a poco empece a

/ /ser capaz de leerlas casi todas. Cuando no estaba leyendo y estaba solo all sentado esperando a los clientes 1ne pon1a a pensar en que estaran haciendo los chicos en la escuela, y si mi abuela me querra de verdad, y era como si la vida se parase, porque todo eso era lo ni co en que poda pensar.Y finalmente decid que notena ms remedio que hacerlo, quiero decir, preguntarle a mi abuela lo de ir a la escuela. Le

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ped a un amigo mo, Roberto, un hurfano que vive en la calle, que me guardase 1ni caja de limpiabo tas, y me fui al mercado para ha blar con la abuela.Se qued muy sorprendida cuando me vio porque crea que a aquella hora yo estaba trabajando.-Qu pasa, Juan? -me pregunt.Y yo le dije: -Abuela, quiero ir a la es:... cuela.-A la escuela? -me dijo, tan asornbrada como si yo le hu-. hiera dicho que quera irme a Marte-. No puedes ir.-S que puedo! -dije yo--.Todo lo que tienes que hacer es llevarme.Yo haba pensado que si ella

...t f ... :..-' .

.::-....-::' !

1

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me deca que no, yo lo aceptara, pero no lo hice... -Eres muy pequeo -mediJo-, slo tienes cinco aos.-Abuela, no tengo cincotengo siete! 'ramos tantos los que viva mos con ella, que haba perdido la cuenta de los aos que yo tena., -Que tienes siete? y por que no me lo has dicho antes? Sois muchos Y no puedo acordarme de la edad que tiene cada uno debiste habrmelo recordado en su momento. ?Y cunto tiempo hace que tienes Siete aos?Y me lo pregunt como si sospechase que yo le haba jugado una mala pasada cumpliendo siete anos.-Seis meses -le dije.

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-Y_ has dejado pasar todo ese tiernpo sin decirme nada!-Era tan importante para m que no poda hablarte de ello.-Justamente porque es im portante para ti es por lo que de beras haberme hablado de ello!-dijo la abuela-. Tienes que lu char por tus cosas, y no importa si pierdes. Lo que importa de veras es que no dejes nunca de batallar por conseguir lo que de verdad quieres. Desde luego -continu-, hablo de cosas importantes, no de algo como agua caliente o electricidad. Bueno, y si es verdad que ya tienes siete aos, debes ir a la escuela. Tendras que haber estado yendo desde hace ya mucho tiempo.

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A la maana siguiente, cuan do me vest, no me puse mi ropa de limpiabotas, sino mi ropa ms limpia, y, antes de que empezase la escuela, la abuela y yo fuimos a ver a la maestra de primero, doa Irene.-Quiero entrar en la escuela-le dije.-Cuntos aos tienes? -me pregunt.-Siete y medio.-Pues s, ya tienes la edad, pero no puedes en1pezar ahora. En-

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trars el prximo curso -dijo doa Irene.Me despidi con una sonrisay se puso a mirar unos papeles quetena sobre la mesa.Mi abuela no se movi.--Tiene grandes deseos deentrar en la escuela --dijo.Doa Irene levant los ojoseducadamente y la mir como para reprocharle que no se hubiese en. terado de lo que haba dicho y queno nos hubiramos retirado ya.-Tiene un retraso de tresmeses. Los otros chicos estn ya estudiando aritmtica.-Mi nieto sabe aritmtica,ha trabajado conmigo en el mercado!-Los otros ya empiezan aleer un poco --dijo doa Irene-.

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Este chico nunca podr alcan-zarlos.-Est preparado para entrar en la escuela, les alcanzar -afir m mi abuela.Doa Irene estaba seria y miraba a mi abuela fijamente, como, para hacerle comprender que eraella y no mi abuela la que mandaba en la escuela.-No -dijo doa Irene.-Yo s leer! -dije.Saqu una pagina de peridi co de mi bolsillo de atrs y empe c a leer en voz alta.Doa Irene me mir muy sorprendida-Bueno, en ese caso... --dijo.

As que me admitieron en primero. Iba a la escuela desde las

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ocho de la maana hasta las dos de la tarde. Despus limpiaba zapatos.

Tena dinero para comprar li bros y cuadernos y todo lo dems que necesitaba, porque la abuela haba guardado para m, en su caja de hierro, todo lo que haba gana do como limpiabotas.

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Al cabo de dos meses, doa Irene me dio una nota para que se la llevase a la abuela. Se la ense despus de la cena y ella le pidi a

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do un alumno como yo, que hubie ra aprendido a leer solo antes de empezar a ir a la escuela. Deca que sera una tragedia que un alumno como yo tuviera que dejar los estudios, y que si en algn mo mento mi abuela no pudiera seguir mandndome a la escuela_, los maestros me costearan los estu dios.

SlCuando mi ta Tina dejo de

mi ta Tina que se la leyese, aun

leer me mr ro"

como *

antes

meL_:J10

que yo le haba dicho que yo podra lersela.-No,Juan -medijo la abuela-, habla de ti, as que noeres t el que debe leerla.

hubiera visto bien en su vi da y como si quisiera descubrir hora qu era lo que yo tena de eSpecial y no pudiera verlo, as que e rin-

.La nota deca que los maes-tros queran, si a la abuela le pare

di. \-Bueno, pues enhor abuena-diJo...t.

ca bien, pasarme a segundo. Doa

Pens que la abuela

\t[\iotambin

Irene deca que nunca haban teni-

me iba a felicitar, pero lo qu e hizo- - 't1i, -

-----------------

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fue echarse a llorar y abrazarme. ydijo:::

. -Cuando yo tena siete aos, los maestros iban de casa en casa para apuntar a los nios en la escuela, pero al llegar a mi casa no me vieron porque mis padres me

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haban escondido en la leera. Yo miraba por entre las rendijas de la madera y escuchaba. Mis padres dijeron a los maestros que no te nan ningn hijo en edad escolar,. ninguno Lo hicieron porque te man que si yo iba a la escuela no aprendera a trabajar. Lo hicieron por mi bien, y yo no me quej nunca, aunque siempre he sabido que fue un error.Se sec los ojos y me asegur que me ayudara en mis estudios, incluso si yo llegaba a ir a la Universidad de la capital. Mientras ella viviese, me ayudara, siempre que yo hiciera todo lo posible por mi parte.Me mir como si yo ya fuera un hombre y me dijo que quiz a fuerza de estudiar llegara yo algn

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da a descubrir por qu algunas personas eran pobres y otras ricas, y por qu algunos pases eran ricos y otros pobres, porque ella haba pensado mucho en ello y nunca ha ba conseguido comprenderlo.Me sent muy orgulloso, perotambin algo asustado, porque la.verdad era que haba llegado casi por casualidad a aprender a leer yo solo, pero eso no significaba que yo fuera tan listo.Le dije a la abuela:-A lo mejor no soy siem pre capaz de hacer algo fuera de lo corriente.-No ..tienes que hacer siem pre cosas fuera de lo corriente; io que tienes que hacer es hacerlo todo de la mejor manera que pue das, eso es todo.

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Estaba satisfecho de m mis mo, pero no estaba seguro de si me iba a gustar hacerlo todo siempre de la mejor manera posible. Se me ocurri pensar que aquello poda llegar a ser bastante fastidioso. Si la gente empezaba a esperar dema siado de m, iba yo a tener que tra bajar ms y ms cada vez.-Creo que me pides msque doa Irene y los otros maestros. Ellos no esperan tanto de m-le dije.La abuela me mir muy se-\na.-Ellos no te quieren tantocomo yo. Luego aadi:-Ven, vamos a dar un pa-seo.Se puso su mejor rebozo y

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nos fuimos juntos a la calle. Ella caminaba como lo hace siempre, ms alta y ms derecha que nadie, y yo iba a su lado con mi brazo al rededor de su cintura.Fuimos hasta la Oficina deTurismo. All nos paramos delante de la foto de San Pablo donde se vean las casas de nuestro pueblo, unas rosas, otras azul turquesa y algunas verde plido, y detrs de ellas el lago azul y los volcanes y los escarpados montes.La abuela mir lo que estaba escrito debajo de la fotografa, lue go lo toc con su mano.-Qu dice aqu? -pre gunt.Se lo le:-El Lugar Ms Bonito delMundo.

derse.

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La abuela pareci sorpren

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-S -asent.Pero me qued pensando que

Y yo empec a pensar si deverdad San Pablo sera el lugarn1s bonito del mundo. No estaba seguro de si la abuela habra estado en algn otro lugar, pero aun

all donde hay alguien a quien se quiere muchsimo y donde hay al guien que nos quiere de veras, se s que es el lugar ms bonito del

astJ, penseJ

que ella sabra si lo era.

mundo.

-Abuela, lo es? -pregunt.-Es qu?-Es San Pablo ellugar msbonito del mundo?La abuela me mir pensativa:-El lugar ms bonito delmundo puede ser cualquiera -me respondi.-.Cualquiera? -repet.-Cualquiera en el que pue-

das llevar la cabeza alta y en el que te puedas mostrar orgulloso deti mismo.Fin