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    cuadernosde arquitecturamesoamer cana

    nmero 3 diciembre 1984

    UNAMDIVISIN DE ESTU D IOS DE POSGR DO F CULT D DE RQUITECTUR

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    cuaderno sde a rqui tecturamesoamericanaDIVISIN DE ESTUDIOS DE POSGRADOFACULTAD DE ARQUITECTURA, UNAMEditor: Paul GendropConsej o ed itoria l:Jess Aguirrc CrdenasAlberto Amador SellerierGeorge F. AndrewsAlfredo Barrera RubioMarvin CohodasBeatriz de la FuenteH. Stanley LotenHorst HanungMiguel Len PortillaJaime Litvak KingKarl Herbert MayerMary E. MillerErnesto Velasco LenRedaccin diseno grfico:Paul Gendrop, Rosa Moncayo, GerardoRamrez, Juan Antonio Siller y AlejandroVillalobos P.Impresin: Offset Comercial Policromo, S.A.Mdicos N 23, Col. Sifn CP. 09400, Mxico,D.F.Tiraje: 3000 ejemplaresDist ribucin:En las oficinas de la Direccin de la Facultadde Arquitectura y en el Seminario de Arquitectura Prehispnica vase abajo .En las libreras universitarias y otraslibreras.

    Precio del ejemplar: 400 pesos M. NExpedido por via de superficie; 480 pesos en laRepblica.500 pesos en elextranjero, 2.50U.S. do llars.Notas:Los artculos debern ser redactados en espailol y acompailados de un breve resumen eningls, o bien en ingls con resumen en espailol.Sern dirigidos al Seminario de ArquitecturaPrehispnica, Apartado Postal 20-442, SanAngel, Delegacin Alvaro Obregn, 01000,Mxico, D.F.El consejo editorial se reserva el derecho deseleccin. Autoriza la reproduccin parcial deartculos a condicin de que se cite la fuente.

    No se devolvern originales.

    nmero 3-diciembre 1984CONSERV ACIN DEL PATRIMON IO MO NUMENTAL l

    ndi eED ITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . English . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Fran;;ais . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .TERMINOLOGA GENERAL EN MATERIA DE CONSERVACINDEL PATRIMONIO CULTURAL PREHI SPNICOSalvador Daz-Berrio y Oiga Orive B . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .LA RESTAURACIN ARQUEOLGICA EN MXICOFernando Garcs F., Jos Mendiolea 0 .Guadalupe Zepeda M. y Patricia Fournier G . . . . . . . . . . . . . . . .LA PROTECCIN DEL PATRIMONIO CULTURAL EN TEOTIHUACN

    Ignacio Rodrguez Garca . . . . . . . . . .LOS PROBLEMAS DE CONSERVACIN ARQUITECTNICAEN TEOTIH UACN: ANLISIS Y CR ITE RIOSRubn Cabrera, Noel Morelos e Ignacio Rodrguez . . . . . . .TEOTIHUACN, PAT RIMONIO NACIONAL Y MUNDIALRal Arana, Noem Castillo Tejero,Ariel Valencia y Javier VillalobosYAXCHILN, C HIAPAS. UNA ALTERNATIVA EN LACONSERVACIN DE MONUMENTOSRoberto Garca Moll . . . . . . . . . . . . . . . . . .LA CONSOLIDACIN COMO PERSPECT IVA EN LA CONSERVACINDEL PATRIMON IO CULTURAL: RESTAURACIN EN HOCHOB,DZIBILNOCAC Y CHICANN, CAMPECHE

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    Ramn Carrasco. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69HISTORIC PRESERVATION IN THE MAYA AREA. HOCHOB,CAMPECHE, MEXICO: A CASE STUDYGeorge F. Andrews . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .ZAPOTAL: UN EJEMPLO INTERDISCIPLINAR IO DE CONSERVACINJaime Cama Villafranca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .CARTAS AL EDITOR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .RESEAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .EVENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .INVESTIGACIONES EN PROCESO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    PRXIMOS NMEROSARQUITECTURA DEL ALTI PLANO CENTRAL 1ARQUITECruRA MA YA 2ARQUITECTURA DEL GOLFO 1ARQUITECTURA DE OAXACA 1

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    NVESTG ONESEN PRO ESOEl estudio de los distimos tipos de asemamiemo delMxico prehispnico implica una construccin de ni veles diversos de complejidad en orden sucesivo. desdela unidad mnima de organizacin espacial que es elrea de actividad, pasando por la casa-habitacin, lasagrupaciones de residencias, hasta el estudio del ar.cntamiento como un todo y de su imegracin a redes regionales de relaciones.Rec1entememe se emreg a publicacin en el Instituto de Investigaciones Antropolgicas de la UNAMun libro que lleva por titulo:

    UNIDADES HABITACIONALESMESOAMERICANAS Y SUS AREASDE ACTIVIDADLinda Manzanilla (editora)

    Dra. en Antrop. Instituto de InvestigacionesAntropolgicas, UNAM.

    Este libro pretende reunir la informacin existentepara Mesoamrica en lo que atalle a los primeros dosniveles citados anteriormente: el rea de actividad y lacasa-habitacin. El ndice de este volumen es el siguieme:INTRODUCCIN Linda ManzanillaPRIMERA PARTE: EL REA DEACTIVIDAD

    l . La Qumica m d estudiode rc s de actividad Luis Barba2. Proposiciones para elestudio de talleres deproduccin cermica Giselle Canto) . reas de actividad ytalleres de piedra tallada Dolores Soto4. Ta ll eres de co ncha Lourdes SullrezS reas de actividad relacionadas con d trabajodel jade6. Sugerencias para laidentificacin y excavaCn de un rea de manufactura M canastas>petates7. Ejercicio de imerpretacin de actividades esun campamento de ca

    zadores-recolectores enel Bolsn de Mapimi

    Benina Olmedo yCarlos Gonz.lu

    Mari Carmen Serra

    Leticia GonzlezSEGUNDA PARTE; LA UNIDADHABITACJONAL8. Unidades habitacionales del Formativo en lCuenca de Mxico Mari Carmen Serra9. El concepto de unidadhabitacionat en el Altiplano Central (200a .C . - 7SO d.C.) Nocl MorelosJO. La unidad habitacionalen la Cuenca de Mxi-co: Periodo Postclsico Blanca Paredes

    11. Unidades habitacionales prehispnicas dePuebla y Tlaxcala12. Unidades habitacionales prehispnicas en Vcracruz. Un esbozo13 . Es tr ucturas habitacionales de Morelos y

    Guerrero14. Unidades habitacionales prehispnicas deOa:< 1013 aneralmente cerradas, escalones, calzadas pavimrntadas), fueron hechas en el basalto local (en bloqurs olajas) con un labrado minimo.

    En cuanto al tema de la cronologa, la importanciacuantitativa de los elementos tardos oculta parcialmente los restos ms antiguos; sin m b a r g o las primeras fechas de c t 4 procesadas por el Departamento dePrehistoria dellNAH aseguran una presencia humanaque se inicia por lo menos en el Preclsico superior.El estudio del uso del ex-lago de Zacupu necesitauna serie de investigaciones geomorfolgicas y geolgicas apane del trabajo propiamente arqurolgico. Yahemos comprobado la presencia de numerosos cementerios en las lomas, pero quedan por comprobar lasfunciones habitacionales y econmicas de rsta zona,en relacin con posibles actividades funerariasrituales.Los primeros datos conseguidos sobre la rxplotacin de los yacimientos de obsidiana en rl rea delcerro Zinparo han revrlado ya vari3S formas deextraccin, segn si se trata dr minas en galera o alaire libre, as como de la produccin a gran escala deartefactO$ especializados que correspondrn a toda unaeconoma regional y extra-regional de produccin drartefactos de uso cotidiano y sumuario.La primera fase de este proyecto terminar en dicicmbre de 198S .

    Centre d'Etudes Mexicaineset Centramericaines.

    UN I VERS IDAD NACIONAL AUTNOMADE MXICORECTORDr. Octavio Rivero SerranoSECRETARIO GENERALLi c . Ral Bjar NavarroSECRETARIO GENERALAD M INISTRATIVOC . P . Rodolfo Co eto MotaSECRETAR IO DE LA RECTORIADr . Luis F. Aguilar VillanuevaABOGADO G ENERALLic. Cuauhtm oc ~ z SnchezD IRE CT OR DE LA FACU LTAD DEAR QU ITECTU RAA rq. E rnest o Velasco Le nJE FE DE LA DIVISIN DE ESTUDIOSDE POS G RADOMt ro. Xavier Co rts Rocha

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    en este nmero:

    autores:

    ISSN 0185 5113

    CONSERVACIN DELPATRIMONIO MONUMENTALs. daz berrio o. orive b. f. garcs f j mendiolea o g. zepeda m. p. fournier g. i rodrguez g. r. cabrera n. morelos r. arana n. castillo t. a . valencia j villa-lobos r. garca moll r. carrasco g. f andrews j cama v

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    EDITORIAL

    Portiida Detalle de una de las cabezas de serpiente en la base de la alfarda de la estructura40A (primera fase) en l Conjunto Plaza Oestede Teotihuacn. Foto Netzahualcyotl GmezLpez. Arriba Excavacin de uno de los altares de Cocijo en Lambityeco, Oaxaca. FotoCentro de Estudios Oaxaqueos. Nota Salvoindicacin expresa, las ilustraciones de cadaarticulo son de los respectivos autores de stos.

    LA PROBI MTICA DE LA CONSERVACIN

    Trtese de la poca pehispnica, virreina o republicana, Mxico posee un patrimonio monumental de una riqueza excepcional, mi smo que - si bien es susceptible de ser aprovechado para fines tursticos u otros, segn el caso- entraauna enorme responsabilidad en lo que a su conservacin se refiere ... Cuando sehabla en particular del patrimonio prehispnico, se ha vuelto un lugar comnexaltar el papel que desempea ste en la afirmacin de una identidad nacional,el potencial que significa como fuente de divisas por medio del turismo, etctera ... Y numerosos son los gobernantes que, en algn momento de su mandato,se han lanzado en algn ambicioso, aparatoso y sonado proyecto arqueolgicoque, usualmente colocado bajo el signo de la reconstruccin masiva, arbitraria,sirve en ocasiones de escenario a un gualmente discutible- espectculo deluz y sonido. Ejemplos recientes de ello pueden hallarse, en los ltimos veinteaos, en el proyecto de reconstruccin a gran escala llevado a cabo en Teotihuacn de 1962 a 1964 y tachado con cierta razn de fachadismo ; el deCholula a fines de los sesenta, el de Teotenango a principios de los setenta, el deUxmal y, ms recientemente, el del Templo Mayor o, en menor escala, las obrasde reconstruccin realizadas en Palenque, Comalcalco, Kohunlich y la regin deRo Bec ... Conviene hacer hincapi en el hecho -muy sintomtico- de que,salvo contadas si bien honrosas excepciones como los trabajos de Yaxchiln, delas "Brigadas Volantes" del Centro Regional del Sureste, del propio TemploMayor o del Proyecto Arqueolgico Teotihuacan 80-82, se ha procedido en lamayora de los casos, por desgracia, con el ms olmpico desprecio hacia lasnormas internacionales de conversacin y an hacia las determinaciones a nivelnacional como las de 1974). De donde hemos sentido la necesidad de dedicar unnmero de estos uadernos a un problema de tan candente actualidad.Dejo a los especialistas en conservacin tericos, historiadores, restauradores y arquelogos- el discutir, a travs de sus respectivas contribuciones, sobrelos fundamentos legales, conceptuales y tcnicos de su posicin frente a esta angustiosa problemtica. Tan slo quiero por mi parte hacer algunas observaciones en torno a determinados aspectos de sta .

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    Si bien en su sentido ms amplio forman parte del legado universal, estos monumentos prehispnicos constituyen desde el punto de vista legal un bien de lanacin, y tanto su conservacin como su estudio y puesta en valor competen alas autoridades fe derales respectivas, a travs de las decisiones de un Consejo deArqueologa del instituto Nacional de Antropologa e Historia I NAH) que depe nde de la Secretara de Educacin Pblica. Y cabe aadir que en este renglnMxico cuenta con una ley muy firme ... Pero ocurre por una parte que estepatrimonio es de tal env ergadura que rebasa - y con mucho- las posibilidadesdel presupuesto hasta ahora destinado a este fin, presupuesto que en generalapenas permite un mantenimiento mnimo de aquellas zonas arqueolgicas yaabiertas al pblico as como la vigilancia superficial y espordica de algunosotros sit ios, con un escassimo margen para proyectos de investigacin, exploracin, catalogacin estudio, etc ... Por otra parte, fuera del presupuesto mencionado, los ingresos por conceptos de cuotas de entrada a las zonas explotadasvan a parar ntegramente a la Secretara de Hacienda y Crdito Pblico y por lotanto no permiten que el lNAH disponga de un fondo adicional que pudieradestinarse esencialmente a programas de exploracin, estudio, catalogacinapertura progresiva de otros sitios hasta entonces intocados si bien de evidenteinters monumental; este ltimo rengln, naturalmente, planeado en armoniosacolaboracin con otras dependencias federales como la Secretara de Turismo,la Secretara de Desarrollo Urbano y Ecologa SEDUE, ex-SAHOP, SOP,SCOP...) y la Secretara de Comunicaciones y Transportes SCT), con organismos descentralizados como FONATUR y con las respectivas autoridades estatales y municipales, dentro de una adecuada programacin a nivel nacional, regional, etc ...

    Todo lo anterior se antoja lgico y coincide en teora, al menos con losplanes gubernamentales. Re sponde adems a una legtima demanda por partede los organismos y las empresas que, a diversos niveles, manejan aquella fuentede divisas que constituye el turismo, por lo cual podra esperarse que se le concediera una mayor atencin y ayuda... Pero por desgracia rara vez convergentodos estos factores tericos para producir una situacin que pudiera calificarsede ideal. El abrir nuevas zonas arqueolgicas, en efecto, implica a menudo unacompleja y dispendiosa serie de obras de infraestructura carreteras, red de servicios varios, faci lidades hoteleras, etc. ). que a corto plazo se antojan desmedidas que slo podran justificarse a largo plazo si se tuviera a bien planear realmente con amplias miras hacia el futuro.

    La realidad que se nos brinda por lo general dista pues mucho de esta si-tuacin tericamente ideal, y ta l parecera que es nuestra irremediable tendenciala de caer en dos extremos igualmente peligrosos. Uno es el de reconstruir deuna manera generalmente excesiva y por tanto arbitraria-, aquellos monumentos que se ha decidido abrir al turismo por consideraciones que a menudo obedecen a la decisin ien intencionada quiz, pero a final de cuentasms o menos caprichosa- de algn gobernante en turno, en vez de constituircomo se ra de esperarse) la sabia y mesurada decisin de un consejo multidisciplina rio ... El extremo opuesto consis te en dejar otras zonas arqueolgicas-que sin embargo pueden presentar un valor monumental de igual o mayor inters que los anteriores- en el ms completo estado de abandono, exponindolas no slo a una irremediable degradacin natural sino -cosa infinitamentems grave- a una incansable labor de saqueo practicada, sta s, con una constancia una saa verdaderamente sistemticas). El resultado, en un caso comootro, es nefasto, el dafio que -inconscientemente quizs- estamos dejandoque SJfra nuestro patrimonio monumental difcilmente es reparable: nicas ensu gnero son, en efecto, muchos de estos monumentos; si bien somos ante laley su s legtimos duefios en el sentido amplio de la palabra), no menos ciertaes nuestra responsabilidad frente a aquel concierto universal del arte y de la cultura -que nuestros monumentos enriquecen con sus incon fu ndibles acentos-2

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    Adjunto lchpich, Yucatn (o Campeche?) .Angulo del edificio 1 tal como subsista en1978 . Foto Paul Gendrop .

    Doctora d'Etat, Sorbonne,Miembro del ICOMOS mexicano,

    Catedrtico e investigador de la UNAM

    como nuestra responsabilidad para con nuestros propios herederos, a quieneshemos de transmitir la custodia de este patrimonio. Pero ante las barbaridadescometidas, cabe preguntarse: de seguir al paso que vamos ... qu quedar de es-te patrimonio a la vuelta de este sig lo? ...

    Acaso era preciso que en Cholula se hiciera una pirmide de concreto en msdel 900Jo de sus revestimientos exteriores? ... que Teotcnango fuera convertidoen una seca y despiadada maqueta de tamao natural? ... que en Comalcalco,las ruinas cuya originalidad se deba en gran parte al empleo de grandes ladrillosplanos, se vieran "complementadas" y hasta revestidas con ladrillo industrialmoderno? ... Era verdaderamente imprescindible para el progreso de Mxicoque los postes del tren-bala a Quertaro cruzaran precisamente por la zona arqueolgica de Tula? ...

    Al hablar de Teotihuacan , suelo decir a mi s alumnos que aquella portentosaciudad adolece de un grave defecto: se halla demasiado cerca de nuestra actualcapital, a tiro de picnic" ... y esto hace que, por lo general, el visitante no le dedique ni el inters ni el respeto que se merece... Tendr acaso que aadir, quizmuy pronto: ... Teotihuacan agoniza, devorada por el pulpo que es nuestra zona metropolitana? ... El valle de Teotihuacan, que por tantos siglos abriguno de los ms extraordinarios focos culturales del continente americano,tendr que alojar inevitablemente su parte de aquella explosin demogrfica dela vecina megalpolis de hoy (al igual que la zona arqueolgica de Tula estsiendo cercada peligrosamente por los nuevos y tentaculares conjuntos habitacionales de Tula de Allende, o que la gran Kaminaljuy est siendo roda inexorablemente por la expansin urbana de la ciudad de Guatemala)?...En tiempos de crisis como el que atravesamos pienso que, ms que nunca, losrecursos que hayan de ser destinados a salvaguardar nuestro patrimonio debenser empleados juiciosamente, como la lgica resultante de una dec isin multidisciplinaria de especialistas de toda ndole , y ya no slo como la manifestacindel capricho individual de algn gobernante, por "iluminado" que ste pretendaser ... Queda mucho por hacer en pro de la conservacin de nuestro patrimonio:dejemos sentadas cuanto antes unas bases ms slidas y ms operativas para quea corto, mediano y largo plazo este objetivo pueda ser cubierto en una proporcin muy apreciable ... Reunmonos con otros especialistas para determinar lo scriterios ms adecuados. Concienticemos a la gente con relacin a su propiopatrimonio cultural; motivmosla ponndola frente a ejemplos concretos,hablando de ello en torno nuestro ... gritando, si es preciso .. .

    Paul Gendrop

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    Because of its exceptional wealth , the monumental heritage of a ncient Mexicocauses acute problems of preservation. lf left unprotected, the si tes keep deteriorating more rapidly every day , or are systemat ically looted . . . l opencd to thepub lic, they tend to be converted into " scenaries" of doubtful authenticity byover-zealous archaeologists, who too often carry ou t restoration much furtherthan the evidence given by the archaeological data.Conscient of the grav ity and urgence of this problem, we decided to devotethe present issue o f uade os to analyze some of the bases -theoretical, legal,technical, etc.- which seem not only safer, but, more in accordance with theinternationa l determinations concerning preservation of the cultural heritage.With this idea in mind , we in vi tcd specialists in different fields, in order to stressthc multid isciplinary kind of approach which in most cases is advisable for abetter solution.

    The edi tor

    Du fait meme de son exceptionnelle richesse, le patrimoine monumental prcolombien du Mexique pose des problemes de conservation d'une ampleur vritablement accablante . D'une part, s'i ls sont laisss a l'abandon, la plupart dessites continuent ase dgrader de plus en plus rapidement, ou bien sout soumis aun sac systmatique . . Si d'autre part ils sont pris en mains par les autorits, ilsont tendance s u s prtexte d'attirer un plus grand nombre de touristes- aetre convert s en scnarios" d'une authenticit souvent douteuse, la restauration des sites officiellement ouverts au grand public tant trop souvent placesous le signe de la reconstruction a outrance.Devant la gravit et l'urgence du prob leme, nous avons dcid de consacrer cenumro des uadernos a l'analyse de certaines des bases -thoriq ues, lgales,techniques et autres- qui semblent non seu lcment compter parmi les plusviables, mais respecter les dterminations internationales en matiere de conservat ion du patrimoine culture . C'est dans ce but que nous avons fa it intervenirdes reprsentants de spcialits diverses, tenant asouligner le caracterc multidis-ciplinai re que doivent revetir les interventions dans ce domainc.

    L'diteur

    enfrente Parte superior del dintel 6 deYaxchiln M.N.A. Foto Luis Lpez del Paso.

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    TERMINOLOGA GENERAL EN MATERIA DE CONSERVACINDEL PATRIMONIO CULTURAL PREHISPNICO

    Salvador Daz-Berrio y Oiga Orive B. This artic/e presents a thoroughful discussion of he principal terms used in Spa-nish n the field ofpreservation of the cultural heritage in general and restora-tion in particular as applied to Mesoamerican monumental art

    Con motivo de la recienteREUNIN TCNICA CONSULTIVA SOBRE CONSERVACINDE MONUMENTOS Y ZONAS ARQUEOLGICAS 1 y de anterioresplticas con el arquologo y arquitecto Augusto Malina Montes, durantela elaboracin de su tesis de Maestrasobre este mismo tema2, advertimosla necesidad de precisar nuevamenteaspectos de la terminologa utilizadaen materia de Conservacin y Res tauracin de Monumentos Arqueolgicos.La tesis de Augusto Malina representa ya un adelanto de gran importancia en este campo particular, quedesde hace tiempo hemos consideradodesprovisto de fundamentos tericosslidos, como lo demuestran diversasintervenciones en nuestro patrimoniocultural prehispnico3 A pesar de es-tas interesantes tesis, an vemos quese llega a afirmar que existe confusinen los trminos y conceptos utilizadosen la conservacin de monumentos.Pensamos entonces que sera tilresumir y presentar, en forma sinttica, algunas precisiones sobre los trminos que ms frecuentemente seusan en materia de conservacin demonumentos arqueolgicos mesoamericanos. Sin embargo, para aplicar adecuadamente una terminologa

    en un rea especfica como la arquitectura prehispnica mesoamericana, creemos necesario encuadrarnuestro enfoque desde la perspectivade la terminologa general, elaborada, definida y aceptada universalmente.El primer conflicto surge al mane

    jar los dos trminos aparentementems amplios, y tambin aparentemente, contradictorios: CONSERVACIN Y RESTAURACIN . Endiversas ocasiones hemos sostenidoque ambos trminos implican unamisma actitud y son semejantes ensu objetivo ; puede afirmarse que larestauracin es el caso lmite de laconservacin y nos lleva a intervenirfisicamente en el objeto cultural. Podemos decir tambin que la conservacin es una restauracin preventiva, Este trabajo fue escrito en 1974 y presenta

    do como ponencia en el XLI Congreso Internacional de Americanistas que tuvo lugar en la ciudad de Mxico en j ulio de aquelailo

    Salvador Diaz-Berrio, Arquitecto, obtuvosu doctorado en Restauracin de Monumentos en la Escuela Tcnica Superior de laUniversidad de Madrid; es actualmente Jefede Proyectos Tcnicos dellNAH. Oiga Orive B., graduada en Arquitectura, obtuvouna maestra en Restauracin de Monumentos en la Facultad de Arquitectura deRoma.

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    como actividad tendiente a evitar lainte rv encin f sica en el objetocultural4 Siguiendo la similitud frecuentemente evocada con la medicina, sabemos que la ciruga es un recurso extremo y entendemos fcilmente que el

    objetivo de la intervencin quirrgicaes el de salvaguardar , y mantener yprolongar la vida del paciente; mismoobjetivo de la propia medicina. Conla mi sma facilidad podemos entenderque la restauracin ser a la conservacin, como la ciruga lo es a la medicina: una parte o rama especial por suforma material de verificarse y queparticipa de los mismos objetivos,principios generales y fundamentosticos5 6 Aunque nos parezca igual, entendiendo as ambos t rminos, el uso delos dos, puesto que comparten el mismo objetivo, consideramos ms conveniente situar el trmino CONSERVACIN en un primer lugar porimpl icar un nivel ms general que enla propia Carta de Venecia encontramos claramente expresado:La conservacin implica una actividad permanente (Art. 4o.) mientrasque La restauracin es una operacin excepcional. (Art. 9o.)7.Partiendo de otro enfoque es posible que ambas -medicina yciruga- tienen como objetivo restablecer la salud (o el mximo gradode salud posible, segn cada paciente)y ello lleva implcito el concepto derestaurar. Cada una segn sus normas restaura la salud o el funciona miento de un organismo. Ambasconservan la vida y restablecen o restauran la salud, pero ninguna de lasdos restablece o restaura la vida: noreviven , re sucitan ni reconstruyen ...Utilizando otras palabras, podemos afirmar que no puede volverseatrs en el tiempo real d e loshombres ni de los monumentos- yno es posible pensar en revivir ,resucitar o reconstruir organismos producto del tiempo y caracterizados sustancialmente por perteneceral pasado y al futuro, no a nosotros...

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    De ah que la similitud, aparentemente lejana entre la salud humana y losbienes culturales, se aproxima tantoen su esencia, como ya ha sido manifestado en diversos Acuerdos Internacionales (UNESCO, La Haya, Ginebra, Cruz Roja, etc.)s.Nuestros derechos sobre lo que nospertenece deben pues ser limitados almismo tiempo que nuestras obligaciones sern las de conservar y, en caso necesario, restaurar el patrimonioque transitoriamente heredamos ytransmitiremos con toda la riquezade su autenticidad 9; autenticidadque nosotros no podemos conferirpuesto que procede del pasado, y quea toda costa debe mantenerse para noempobrecer o falsificar este patrimonio comn.l CONSERV CINLa conservacin comprender entonces un conjunto de actividadesdestinadas a salvaguardar y mante-ner prolongar l permanencia de losobjetos culturales para transmitirlosal futuro.Con base en la Convencin deUNESCO de 197210 podemos citarlas siguientes actividades: IDENTIFICACIN, CALAGOCIN, PROTECCIN (fsica o legal,) VIGILANCIAy RESTAURACIN.Normalmente no surgen dudas enlo que se refiere a los trminos deidentificacin , catalogacin ,proteccin y vigilancia , que parecen simples y desprovistas de interpretaciones conflictivas, pero ya en

    el terreno de la aplicacin puedencausar tantos o ms daos que larestauracin , aunque no sea msque por omisin: es decir, no vigilar,no proteger, no catalogar y no identificar. Conocemos adems diverso stexto s legales de pseudo-proteccinque favorecen la destruccin, vigilantes que despojan a los monumentos en lugar de conservarlos, y graveserrores en materia de catalogacin :sin embargo, limitndonos por ahoraa la terminologa, la claridad de estostrminos no parece estar en duda; lasdudas suelen surgir al tocar el tema dela restauracin .

    2 REST UR CINEntendiendo a la RESTAURACIN como una operacin especialde CONSERVACIN, podemos definirla como la actividad u operacinque se realiza fsicamente sobre el ob-jeto cultural destinada a sa lvaguar

    darlo, mantenerlo y prolongar supermanencia para transmitirlo al futuro.Las dems operaciones ya enumeradas no se realizan necesariamentesobre el propio objeto.Podemos recordar otras defini ciones de RESTAURACIN, pero dela misma forma que sera insuficiente, en 1970, definir a la ciruga, porejemplo, con una definicin de 1840,las definiciones de Viollet-le-Duc oRuskin deben tomarse en cuenta solamente como datos histricos, independientemente de su intersconceptual 11 La definicin de Cesare Brandi,posterior a la Carta de Venecia, y generalmente aceptada, aun siendo msexplcita, encaja completamente en lafrase propuesta, si aceptamos que ladoble instancia o polaridad histricoesttica quedan incluidas en el concepto de objeto cultural o biencultural , trminos tambin universalmente aceptados: La restauracin constituye el momento metodolgico del reconocimiento de la obrade arte en su consistencia fsica y ensu doble polaridad esttico-histrica,con objeto de transmitirla alfuturo 12 Tradicionalmente se han venidomencionando operaciones de carcterdiverso realizadas sobre los bienesculturales - operaciones de restaura

    cin por lo tanto- y que se han denominado, desde la poca de CamilloBoito, tipos de intervencin . Algn autor como C. Perogalli llega aenlistar once tipos , pero en laCarta de Venecia encontramos claramente cuatro. Sera posible hacer una lar ga enumeracin de casos pero esmuy posible reducir y asimilar las distintas operaciones a los cuatro ti pos aceptados

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    Por ejemplo, las llamadas res-tauracin de daos de guerra orestauracin de anteriores restaura-ciones 14 no pueden tomarse en cuenta como tipos de intervencin porque se refieren a las causas de los daos o deterioros por restaurar y no alas caractersticas de la propia intervencin: si aceptramos los anteriorestipos , igualmente podra hablarsede ' 'restauracin por daosssmicos , o por inundaciones , opor cada del techo , etc., etc.Por otra parte, la restauracin ur-bana o la restauracin arqueolgi-ca nos parecen admisibles como temas o captulos de un libro el de C.Perogalli en este caso), pero sera posible elaborar una lista interminablede casos equivalentes: restauracin de cermica , restauracin deesculturas , restauracin de puentes , restauracin de fortificaciones . etc ... Son evidentes las diferencias de tratamientos para los distintos objetos culturales, pero el concepto de restauracin y los tiposde intervencin'' no pueden dependery variar con cada tipo de objeto porrestaurar.Ya que hemos adquirido el concepto de bien cultural , para incluir enl a la miniatura y al conjunto urbano, la zona arqueolgica y la vasija,la obra arquitectnica y la pinturamural, sera intil y excesivamente laborioso inventar una restauracindiferente para cada bien culturalcon una filosofa o una terminologadiferentes para cada caso de deterioroo cada clase de objeto15En resumen, si tratamos de referirnos simplemente a las caractersticasde las intervenciones es s mismas, yen la forma ms general posible, llegamos a los cuatro tipos aceptados yestablecidos en Venecia en 1964, vlidos hasta la fecha:LIBERACIN, CONSOLIDACIN, REINTEGRACIN E INTEGRACIN

    Sera posible definir, de la formams general posible, estos cuatro tipos de intervencin fsica en objetosculturales, esencialmente histricos yartsticos:

    3. LIBERACINSupresin de elementos agregadossin valor cultural o natural que afecten a la conservacin o impidan el co nocimiento del objeto.4. CONSOLIDACINIntroduccin de elementos que aseguren la conservacin del objeto.5. REINTEGRACINRestitucin, en su sitio original, departes desmembradas del objeto, para asegurar su conservacin.6. INTEGRACINAportacin de elementos claramente nuevos y visibles para asegurar laconservacin del objeto.Sera posible incluir ms palabrasen la definicin de cada uno de lostrminos; en varios artculos de lapropia Carta de Venecia se fijan condiciones y lmites bastantes claros deestos tipos de intervencin, sin establecer lo que podemos llamar unadefinicin; aqu tratamos sin embargo de precisar los trminos en la forma ms sinttica posible para su aplicacin general.Creemos conveniente apuntar adems algunas precisiones sobre otrostrminos que suelen usarse en estamateria:7. RECOMPOSICINDebemos sealar que en el caso dela reintegracin se utiliza tambinen el texto de la Carta el trmino re-composicin , con el claro sentido de

    restitucin o recoleccin de partes en sus lugares originales (anastilosis) y no con el sentido de nuevacomposicin ; aun siendo equivalentes estos tres trminos consideramosms adecuado manejar restitucino recolocacin por evitar la posible implicacin de creatividad oaportacin nueva que traera la in terpretacin de ''nueva composicin .

    8. REPOSICINPuede aceptarse el trmino reposicin como equivalente a los tresanteriores (restitucin, recolocacin yrecomposicin) en cuanto tenga elsentido de colocar en su posicin

    anterior o volver a poner el mismoelemento. Sucede sin embargo que seaplica a veces este trmino con el sentido de sustitucin o cambio de unelemento por otro. En este caso nopuede hablarse de reintegracin yaque por tratarse de elementos nuevoscaemos en una operacin que perteneceal rea de la integracin .9. RESTABLECIMIENTOPuede entenderse en forma seme

    jante a reposicin , tanto en su sentido de restitucin , que nos lleva ala reintegracin como en el desustitucin , que nos conduce a laintegracin .10. REPARACINEs equivalente a restauracin encuanto implica una operacin que serealiza fsicamente sobre un objeto(cultural) con objeto de conservarlo ,

    pero sucede que se aplica a cualquierobjeto, sea cultural o no. Brandi, alestablecer la distincin entre objetosculturales (artsticos e histricos) yobjetos utilitarios, precisa quemientras reparacin puede aplicarse a cualquier objeto, el trmino restauracin se aplica nicamente a losobjetos caractersticos reconocidoscomo bienes culturales (obrasartsticas e histricas} 6Conviene sealar que el trminoreparacin tiene una significacinimportante de carcter histrico, especialmente en nuestro idioma, yaque es el trmino que Torres Balbsutiliz en Espaa, para oponerlo al derestauracin en la acepcin ex-puesta por Viollet-le-Duc y en la forma en que lo entendan Lamperz ysus seguidores La concepcin de lareparacin de Torres Balbs seasemeja ms en realidad a la de restauracin expuesta despus por

    7

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    oito , Giovannoni, Brandi, Pane ,Philippot , Gazzola, y afirmado en lostex tos de Atenas, de Venecia, del lcomos y de la UNESC0 18.

    . REESTRUCTURACINEste trmino, que puede entenderse

    como dotar e una nueva estructura , se ha uti lizado a ve ces en el casoespecfico de la arquitectura para referirse a la estabilidad es t tica del objeto y a su estructura portante. Creemos que este aspecto queda incluidoen la consolidacin , trmino msamplio como tipo de intervencin .Por otra pa rte, los bienes culturalesen general poseen otras estructurasadems de la que, como soporte, asegura la estab ilidad y aun en el caso dela arquitectura nos referimos normalme nte a estructuras formales, espaciales, cromticas , luminosas, num ricas, geomtricas, etc. El aspecto dela estabilidad se limita a una de Iscomponentes de diversos bienes culturales, mientras que los trminos" es tructura , estructuracin" y

    reestructuracin" , se utilizan enforma mucho ms amplia para cualquier actividad humana como laeconoma, la vialidad, la habitacin,etc. 9

    12. REANIMACIN Y REVITA LIZACINEstos trminos se han utilizado recientemente al referirse especialmentea elementos arquitectnicos y urba

    nos abandonados, deshabitados o.desprovistos de nima o vida yms se refiere por lo tanto a las condiciones de la poblacin, usuarios y habitaciones que a las condicionesfsicas de lo s bienes cul t urale sinmuebles20 No se trata por lo tantode operaciones o actividades de res-tauracin, sino de conservacinque pueden en ocasiones llevar consigo intervenciones fsicas o restauraciones" de los diversos tipos mencionados . Es posible que, al tratarsede intervenciones destinadas a da rnueva actividad ( nima" o vida

    s t mulos fin an cieros, d ispo siciones legales, facilidades de acceso,8

    etc.- ) a los usuarios o la poblacin,se llegue ms frecuentemente a operaciones de integracin al aportarnue vos elementos para las nuevasactividades21 22.

    Como tipo de res tauracin esevidentemente imposible su aplicacin a elementos arqueolgicos en elsentido de volver a dar n ima" ovida actual a esos ob jetos.13 . ADAPTACIN ADECUA CIN Y ACONDICIONA-MIENTOTrminos utilizados prcticamente

    en forma semejante a los anteriores yque seran igualmente, en caso de intervenir fsicamente en los BienesCul turales, operaciones de " integracin , pero con respecto a los an teriores no llevan implcita la componente de nima o vida que trasciende a lo meramente fsico y utilitario y es componente esencial de losBi'enes Culturales. Siguiendo el planteamiento de Brandi podra situarseen el mismo plano que la reparacin , aplicable a cualqu ier otro objeto y no slo a los objetos culturales,lo que llevara implcito un enfoqueinadecuado si predom inan en estasoperaciones los intereses utili ta riossobre los culturales, sobre todo cuando los tres trminos implican notoriamente la idea de cambio omodificacin 23 24

    No consideramos adecuado el usogeneral de estos trminos y menosan su aplicacin a elementos arqueolgicos, si contamos con trminosms claros y que implican en menorgrado la idea de cambio , como habilitacin " o " rehabi litacin .

    14 . REHA BILITACIN Y HA BILITACINEl trmino " rehab ili tacin ha venido adquiriendo cada vez mayor vi-gencia hasta figurar for malmente

    como uno de los aspectos fundamentales de la conservacin, y en el textode la Convencin de UNESCO de 1972sustituye prcticamente al trmino" restauracin". Puede equ ipararse al

    trm ino reparacin por aplicarse acualquier ob jeto, no slo a los objetos culturales, siguiendo el planteamiento de Brandi, pero lleva implcitauna fuerte componente funcional quepermite establecer la equivalencia conel vo lver a poner en funcionamiento o en eficiencia" (repitiendo palabras de Brandi), lo que llevara a suaplicacin especialmente en el campode la arquitectura y el urbanismo 25

    Puede tambin considerarse semejante y an ms amplio que los trminos de " revitalizacin" y reanimacin" por implicar el restablecimiento de una gama mayor de posibilidades funcionales, ya que no slo serefiere a nima o vida .. . sin embargo , al igual que en el caso de lare animacin" y la "revitalizacin",

    no podemos aplicar el trmino - vo lverponer en funcionamiento- para elcaso de elementos arqueolgicos oprehispnicos, por ser imposible re suci tar actividades o funciones deuna cultura anterior.

    Habilitacin , sin embargo, alentenderse como ''po 1er en funcionamiento , implica actividades y aportaciones, con menor incidencia fsica,cambios o modificaciones que los trminos de adaptacin , adecuacin o ac ondicionamiento .a habilitacin" - poner en funcionamiento- y no ya la "rehabilitacin ' ' volver a poner enfuncionamiento- puede aplicarse aoperaciones y actividades actuales enzonas arqueolgicas, conjuntos de arquitectura prehispnica o sus entornos, en apoyo de la conservacin, conocimiento, visita y estudio de los inmuebles culturales.

    15. PUESTA EN VALOR VALORIZACIN Y REVALO-RIZACIN

    La expresin puesta en valor nodebe tomarse en consideracin, enprimer lugar por tratarse de un galicismo ("mise en valeur ), por implicar aspectos mercadotcnicos -posicin ... en funcin de oferta y demanda?- ajenos a la sustancia de losbienes culturales, y por ltimo parece

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    expresar algo incompleto.. . pu estaen valor . .. n .. . en dnde? . . .

    Si entendemos que no se trata deponer al ob jeto cultural en un mercado de valores, como objeto de uso,con sumo o explotacin, sino de apreciar o incrementar sus valores propiosconvendra usar e n espaol- lostrminos de valorizacin y revalorizacin ; en tal caso, las accionesse dirigirn sobre todo a la poblacin,pblico en general o usuarios, en forma pedaggica y de difusin, en apoyo de la conservacin de los objetos.

    Con el mismo fin de conservar ypara apoyar una mejor o mayor apreciacin del valor cultural de esos ob jetos, se puede llegar a intervenirfsicamente en ellos, realizando operaciones de restauracin de cual-quiera de los cuatro tipos ya sealados . Estas operaciones y actividadespueden realizarse en cualquier objetocultural, incluyendo a los elementosarqueolgicos y prehispnicos26 27

    16. REMODELACINSe trata de otra expresin que no

    debe aceptarse ni tomarse en consideracin en materia de Conversacin deBienes Culturales, por ser un claroanglicismo (re-model) y se ha puestode moda aplicarla ltimamente a elementos arquitectnicos y urbanos enforma inadecuada e indiscriminada2s

    Si entendemos por remodelar elcambiar o dar una nueva forma o vo-lumen envolvente, manejamos un trmino aplicable a lo superficial y escultrico, pero insuficiente o incompletopara lo arquitectnico o urbano quecontiene elementos esenciales msall de la forma o volumen envolvente . Independientemente de este carcter, restringido a una parte superficialde las formas arquitectnicas o urbanas, no puede admitirse su aplicacina objetos culturales -sustancialmente histricos y estticos- a loscuales no podemos cambiar o daruna nueva forma sin alterarlos odestruirlos , trtese de escultura, arquitectura o urbanismo de cualquierpoca.

    Si entendemos que no se trata deintervenir modificando la envolventeformal de los objetos, sino que hacemos referencia , de manera ms general, a realizar un nuevo modelo o

    cambiar el modelo actual de cualqu ier objeto, es tambin inadmisiblerealizar ese cambio o nuevo mode-lo con los elementos fsicos de unobjeto cultural, sustancialmente histrico y esttico: no podemos modificar la historia ni la esttica.

    17. INNOVACIN Y RENOVA -CIN

    Si con innovacin hacemos referencia a operaciones fsicas que aportenelementos nuevos para la conservacin de un objeto cultural, debemossituar esos elementos en armona ysubordinados al objeto por conservar, realizando as una operacin de' 'integracin' ' .

    Si con innovacin o renovacin nos referimos a alguna operacin fsica para hacer nuevo , hacer de nuevo o modificar un objeto cultural (histrico y esttico),caemos en lo inadmisible; por estemotivo se ha rechazado el uso del trmino renovacin , y la acepcinadmisible de la innovacin , seexpresara ms adecuadamente como

    integracin .

    18. RECONSTRUCCINSealamos ya en un principio la im

    posibilidad de hacer una nuevaconstruccin de un objeto productode un tiempo anterior, lo que seraequivalente a una renovacin ; siexiste la construccin anterior, comounidad o en partes y tratamos de conservarla, podremos reunir partes dispersas y al situarlas en su lugar haremos una reintegracin ; si se requiere introducir un nuevo elementoharemos una integracin , pero nopodemos pensar en agregar partes antiguas que parezcan nuevas o nuevasque parezcan antiguas. Si el objeto oconstruccin anterior no existe comounidad o en partes, no podemos ya

    hablar de conservacin ni restauracin de lo inexistente. .. y menes de querer reconstruir fsicamen te en este tiempo un objeto quepretenda ser de ot ro tiempo29.

    Consideramos po r lo tanto evidente la necesidad de evi tar el uso de estetrmino y ms an la ejecucin deoperaciones de es te gnero en el campo de los Bienes C ulturales, especialmente en el rea de lo prehispnicoJo JI

    No pretend emo s haber ago ta doaqu la serie de trminos que han aparecido y pueden aparecer en el campode la conservacin del PatrimonioCul tural, sino haber menciona dosimplemente los ms usua les.

    Podemos concluir precisando queexi sten, naturalmente , prob lema sparticulares en reas tropicales , en re-giones hmedas, secas o muy fras, enzonas ssmicas o altamente contaminadas . Son tambin par ticulares losproblemas espec ficos de ciertos materiales : adobe, madera, estucos , cermica vidriada, cera, metales , etc .. .y por supues to, como ya lo sealamos, son particulares los pro blemas ,mtodos y tcnicas aplica bles a objetos de mu y diversas escalas .. J2. n . J4

    Ser muy til part icularizar y profundizar en los problemas y casosespecficos de la arquitectura prehispnica en el rea mesoamericana , porejemplo , pero no creemos posible irde lo particular a lo general en estecampo, cuando podemos disponer deuna estructura de conceptos generales, ya elaborada, experimentada y dinmica, que es de utilidad indudablepara orientar y normar una act ividadcientfica .

    Por supuesto, es posible y necesario que la experiencia particular en elcampo de la arquitectura prehispnica enriquezca y aporte nuevos elementos al panorama general en un futuro prximo, pero parece ms eficazy lgico partir de las bases conceptuales de un marco general, como instrumentos ms seguros para lograrmejores soluciones de nuestra problemtica particular.

    Mxico, D.F . , septiembre de 19749

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    REFERENCI S A PUHLIC CIONES

    NOTA: Todas las citas, con excepcin de la nmero 14 se refieren atextos publicados en es paol .

    l . Instit uto Nacional de Antropologa e H is toria (INAH), Sociedad Mexicana de Antropologa (S.M.A .) e Instituto de InvestigacionesAntropolgicas (UNAM), Pr imera Reunin Tcnica Consultivasobre Conservacin de Monumentos Zonas Arqueo lgicas ",Conclusiones, Mxico, Agosto de 1974.2. MOLINA MONTES, Aug usto, Consideraciones sobre la resta uracin arquitectn ica en la arqueologa , Tesis de Maestra, INAHMx ico, 1974.3. LORENZO BAUTISTA, Jos Luis, Sitios Culturales y trabajos ar queolgicos", Curso de Actualizacin: "Conservacin y Restauracin de Monumentos , Ed . Mimeogrfica, Divisin de Estudios Superiores, Esc uela Nacional de Arquitectura , UNAM, Mxico, 1971.4. DAZ-BERRIO FERNNDEZ, Salvador, "Evolucin de las Teorasde Conservacin Restauracin , Curso de Actualizacin: Conservacin y Restauracin de Monumentos , op . cit.5. BONFl L CASTRO, Ramn M., Apuntes sobre Restauracin deMonumentos . Cuadernos de Lectura Popular, Serie Cultura Mexicana, S.E.P ., Mxico, 1971.6. DAZ-BERRIO F., Salvador, Lmites de las operaciones de Restauracin . ler. SERLACOR (Semina rio Regional Latinoamericanode Conservacin Resta uracin , INAH-UN ESCO Centro de Roma) Mxico, 1973.7. UNESCO-ICOMOS, Carta Internacional sobre la Conservacin yla Re stauracin de los Monumentos los Sitios , Venecia, 19641966 .8. DAZ-BERRIO F., Salvador, Algunas ideas sobre la enseanza dela Restauracin", INAH, Boletn No. 6, Mxico, 1974.9. UNESCO-ICO MOS Carta Internacional. .. , op . cit. (Int roduccin).

    10. UNESCO, Convencin para la proteccin del Patrimonio MundialCul tural Natural , Pars, 1972.11. VILLAGRN GARCA, Jos, " Arquitectura Restau racin deMonumentos , Mem:Jria del Colegio Nacional, Tomo VI, N? 1, Mxico, 1966 .12 . BRAND, Csare, " Principios de Teora de la Restauracin . Traducc in de S. Daz-Berrio F., Ed . Mimeogrfica, Divisin EstudiosSuperiores, Escuela Nacional de Arquitectura, lJ NAM, Mxico,1971.13 . D A Z-BERR IO F., Salvador, Evolucin de las teoras .. . " op . cit.

    1

    14. PEROGALLI, Cario, La progetazzione del restauromonumentale y "monument i e metodi i valorizzazione", Ed.Tamburini, Miln, 1954 1955.15 . DAZ-BERRIO F., Salvador, Comentarios a la Carta Internacionalde Venecia", Ed. Universidad de Guanajuato, Guanajuato, 1968 .16 . BRANDI, Csare , Principios de Teora .. " op. cit.17 . TORRES BALBS, Leopoldo, La reparacin de Monumentos Antiguos en Espaa , Comunicacin en la Conferencia Internacionalde Atenas, 193 1, Ed . Mimcogrfica, Escuela de Arquitectura, Universidad de Guanajuato, 1968 .18. P HI LIPPOT, Paul, Restauracin: Fi losofa, Criterios, Pautas(ler. SERLACOR), Seminario Regional Latinoamericano .. op . cit.19 . DAZ BERRIO F., Salvador, El templo de la Compaa de Jess enGuanajuato-Apndice" , Ed . Uni versidad de Guanajuato, 1969.20. ICOMOS-INAH-INBAL, Co loquios sobre Reanimacin de Ciudades Histricas , Conclusiones Recomendaciones, Mxico, 1972.21. DAZ-BER RIO F ., Sa lvado r , Integracin en CiudadesHistricas", Co loq uios sobre " Reanimacin de ciudades ... , op. cit.22. BONFIL CASTRO, Ram n M., Ca mpo de accin y trabajo en materia de Conservacin y Restauracin de Monumentos , Curso deActualizacin Conservacin Restauracin de Monumentos .. .,op. cit.23. BONFIL CAS TRO , Ramn M., " Apuntes sobre Restauracin ..."op. cit.24. DAZ-BERRIO F., Salvador, Ordenacin y Adaptacin de los

    centr os histricos urbanos , Revista Universidad de Guanajuato,No . 5 1968 .25 . DAZ-BERRIO F., Salvador, "Bases para la rehabilitacin de poblaciones ciudades hi stricas en Mx ico , ler. SERLACOR (Seminario Regional. .. ), op. cit.26. LORENZO BAUTI STA, Jos Luis, "Sitios Culturales TrabajosArqueolgicos", Curso de Actualizacin .. , op. cit.27. CAMACHO FAHS EN, Ri cardo, Parque Arqueolgico CentroTurstico Qui r iga , Tesis Pro fesional, Facultad de Arquitectura,Universidad de San Ca rlos de Guatemala, 1973.28. SANCH EZ SANTOVEA, Man uel, Es tudios bases histricoestticas", Curso de Actualizacin .. . , op. cit.29 . LORENZO BAUTISTA, Jos Luis, Si tio s Cultu ra les yTrabajos .. " , op. cit.30. MOLINA MONTES, Augusto, "Consideraciones sobre la Restauracin , op. cit.31. INAH-SMA-UNAM, l . Re unin Tcnica Consultiva .. , op . cit.32 . UNESCO, La Conservacin de los Bienes Culturales", Serie Museos

    Monumentos, XI, 1969.33 . GO NZLEZ POZO, Alberto, E l dominio del entorno , Cuadernos de Lectura Popular, Serie Cultural Mexicana, S.E.P., Mxico,1971.34. DAZ-BERRIO F., Salvador, " La fotogrametra su aplicacin a laArquitectura Histrica , Revista Devenir No. l. Escuela Nacional deArquitectura, UNAM, 1980.

    Enfrente: Taladrando una de las piedras paraco locar las varillas en el proceso de reconstitucin del a ltar 1 de Cholula. Segn Jo rge R.Acosta.

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    Fernando Garcs F. Jos MendioleaO. Guadalupe Zepeda M y PatriciaFournier G.

    LA RESTAURACIN ARQUEOLGICA EN MXICO

    Archaeology and restoration should be considered s different jields which sha-re n ultimate common goal: preserving and protecting the cultural heritage.This article presents severa/ opinions and proposa/s concerning the past pre-sent ndfuture state ojarchaeo/ogica/ restoration . In Mexico changes have oc-curred during the l st fifteen ye rs in the practica/ work oj archaeologists andrestorers. Thus recognizing limits between archaeology preservation and res-toration in p/anned investigations interdisciplinary actions have only begun tobe widened coordinated and fui/y understood to be succesfu//y applied.

    Aqu presentamos un breve anlisispreparado por alumnos de la Licen-ciatura en Restauracin de BienesMuebles de la Escuela Nacional deConservacin Restauracin yMuseografa Manuel del CastilloNegrete del INAH quienes estn in-teresados en que cesen las anomalasque se manifiestan actualmente en elmbito de la restauracin y laarqueologa.La intencin de este trabajo es ex -poner de manera general las causaspor las cuales consideramos que larestauracin arqueolgica se en-cuentra en estado crtico. Paranuestro propsito presentaremos lasrazones que a nuestro parecer incidendirectamente en la falta de cooordina-cin entre los campos de la restaura-cin y la arqueologa; posteriormentedefiniremos qu es la restauracin suobjetivo y algunos de los principiosque la norman; por otra parte deli-mitaremos a la arqueologa con res-pecto a la restauracin y establecere-mos su interrelacin. Para ejemplifi-car este ltimo aspecto y los cambios

    que se han operado en la accin prc-tica de estos campos en los ltimosquince aos nos serviremos de dosinvestigaciones arqueolgicas concre-tas realizadas en Mxico es decir losproyectos Cholula y Templo Mayora travs de los cuales es posiblecomprender diferentes particularida-des de la problemtica de la restaura-cin arqueolgica en nuestro pas.Deseamos aclarar que este artculotiene como nico fin formular propo-siciones que ayuden a erradicar algu-nas de las dificultades que emanan deltrabajo conjunto de restauradores yarquelogos teniendo en mente quelas acciones de ambas clases de profe-sionales aun cuando varen en lasestrategias particulares en la prcticatienen una misma meta: salvaguardarel patrimonio cultural.

    Los tres primeros son estudiantes de la licen-ciatura en Restauracin de Bienes Muebles enla Escuela Nacional de Conservacin Re s-tauracin y Museografa Manuel del CastilloNegrete; la ltima es pasante de Arqueologa einvestigadora del INAH.

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    Hasta cie rto punto la restauracinen Mxico ha sido obstacu lizada en elmbito arqueolgico, ya que no ha sido reconocida como una profesinindependiente de la arqueologa, siendo las principales causas las siguientes:

    l . El arquelogo no reconoce las limitaciones marcadas por su campo deaccin, invadiendo el terreno de laconservacin y de la restauracin.

    2. El personal dedicado a la investigacin arqueolgica por lo generalcarece de conocimientos y experienciasobre conservacin y restauraci n yfrecuentemente, tanto restauradorescomo arquelogos no han sido capaces de plantear la relacin interdisciplinaria entre las dos reas que lescompeten.

    3 En muchos casos es patente eldesconocim iento y la falta de aplicacin de las bases jurdicas que reglamentan la conservacin y la restauracin en Mxico, por parte tanto de arquelogos como de restauradores .

    Para encontrar respuesta a es ta situacin creemos pertinente hacer algunas aclaraciones acerca de lo que esla restauracin y su objetivo.La sociedad, al tomar concienciade la unidad de Jos valores culturales,entiende por patrimonio histrico todas las manifestacio nes concretas eideolgicas que de ella emanan entrelas cuales podramos mencionar costumbres, tradiciones y las mismascreaciones artsticas y descubrimientos cientficos, que son resultado deuna herencia social). As, el sistemasocial da lugar a la cultura y a susexpresiones y es . responsabilidad social la preservacin, conservacin,promocin y difusin de la cultura,de tal manera que cada individuo participe en la apropiacin de su pasadohistrico y en la produccin y conservacin de valores de los bienesculturales2 los cuales identifican auna sociedad con su origen y realidad.

    De acuerdo al planteamiento anterior, podemos pensar en la existenciade dos disciplinas afines, dado queuna sociedad no slo se preocupa pordescubrir, describir y finalmente12

    explicar los vestigios de su pasado , sino tambin por la conservacin material de los mi smos.

    As la restauracin, entre otras desus caractersticas, debe visualizarsecomo una actividad interdisciplinaria, por lo cual resultar positivo queel restaurador est consciente de quetendr que trabajar paralelamentecon el arquelogo, en el sitio mismodonde se efecte la exploracin o excavacin arqueolgica, para darle tratamien to preventivo a los restos materiales encontrados, tanto muebles como inmuebles, y as evitar posiblesdeterioros los cuales pueden ser, porejemplo, desde una simple fractura decierto artefacto , hasta la desintegracin total del mismo. Por otra parte,las estrategias de restauracin que seimplementen en la investigacin dependern de la problemtica de estaaccin interdisciplinaria .

    De igual manera la arqueologa esuna actividad interdisciplinaria, en lacual se debe tomar en cuenta la participacin de personal capacitado quecuente con los conocimientos necesarios para llevar a buen trmino lostrabajos, tanto en campo como en gabinete. Entre estos especialistas resulta de primordial importancia que intervenga el restaurador, pero no como un mero auxiliar, sino que participe en las exploraciones arqueolgicasen su campo especfico de accin, yaque los trabajos de restauradores yarquelogos se complementan. Alimplementar los proyectos de investigacin, en el programa de trabajo deber contemplarse la intervencin activa y coordinada de restauradores yarquelogos, adems de especialistasen tcnicas, disciplinas y ciencias afi nes.Ahora bien, entre los conveniosque norman la restauracin en Mxico y que son de trascendencia mundial, podemos mencionar entremuchos otros la arta de Venecia enDaz-Berrio 1976: 121 -125), la cualfue elaborada en 1964 y constituye undocumento indispensable en lo referente a los lineamientos de la restauracin y actividad arqueolgicarealizada en nuestro pas. En ella se

    definen y contemplan importantesconceptos y criterios concernientes ala relacin entre restauracin yarqueologa a nivel internacional, loscuales consideramos no deben limitarse exclusivamente a los bienes inmuebles sino que tambin deben aplicar se a los muebles, puesto que tantolos unos como los otros son evidencias de actividades sociales y constituyen, en ltima instancia, el patrimonio cu ltural.

    Fueron muchos los esfuerzos que seconjugaron en la arta de Venecia ymuchas las opiniones que en ellaquedaron fundidas en un acuerdo comn . As, son claras y determinanteslas definiciones y principios que formulan una serie de pautas comunesentre arquelogos y restauradores;por otra parte se plantean los principios para definir los monumentos histricos, que comprenden los bienesculturales inmuebles representadospor estructuras arquitectnicassimples o complejas que tienen signi-ficado cultural y pueden o no contener, en su espacio fsico, bienesmuebles .

    As mismo, las acciones concretasque se efecten en materia de conservacin y restauracin tendrn unlmite dictado por los valores propiosde los bienes mueb les e inmuebles, demanera que se preserve al mximo laoriginalidad de ello; nicamente sejustificarn agregados cuando est enjuego su estabilidad y equilibrio , quedando vedada en definitiva la reconstruccin a excepcin de la anastilosisPor otra parte, se seala que los monumentos pueden adecuarse a usossociales siempre y cuando se posibili tesu conservacin.Adems, en la arta se hace un llamado al trabajo conjunto de arquelogos y restauradores en la prctica,aplicando tcnicas nuevas debidamente demostradas y experimentadasque estn garantizadas por la experiencia, en caso de que las tcnicastradicionales no cubran los objetivosde trabajo necesarios. Por otra parte,cuando un monumento histrico posea diferentes etapas constructivas omanifestaciones culturales, se respe-

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    tarn stas, o bien se justificar la liberacin o intervencin en alguna deellas. Cuando se hace referencia a loselementos faltantes indispensablespara la preservacin de los bienesmuebles e inmuebles, se estipula quela reintegracin de dichos elementosdeber efectuarse de manera tal quese distingan de las partes originales,adems de que no se altere el valor delbien cultural y de ste con su entorno.Con respecto a estos puntos, en Mxico se ha llegado al abuso irresponsable y en algunos casos a la falsificacin no slo del bien cultural sino dela informacin que contiene.

    Las intervenciones que se han realizado en materia de conservacin yrestauracin en nuestro pas sonmuchas y se llevaron a cabo con diversos procedimientos, muchos de loscua les tuvieron lamentables resultados y consecuencias, tal vez debido ala falta de conocimientos de cmo,cundo y por qu aplicar ciertas tcnicas. Nos referimos en particular a Jostrabajos realizados en el mbito arqueolgico frente a la conservacin.

    La arqueologa y la restauracinson disciplinas independientes perointerrelacionadas , en cuanto que serequiere de ambos oficios para proteger el patrimonio cultural a travs dela accin conjunta de especialistas. Esdecir, el arquelogo se encarga dedescubrir, analizar y explicar su objeto material de estudio -esto es losbienes culturales-, para difundir losconocimientos derivados de ellos, ypor su parte el restaurador los conserva y los restaura para su preservacinmaterial. Por esto, ambas disciplinasse complementan, dentro de este marco una no puede ni debe trabajar sinla otra, aun cuando es necesario distinguir lmites fundamentales entreambas, los cuales consideramos sonlos siguientes:

    l. Cuando la accin del arquelogoen el transcurso de la investigacin encampo represente un riesgo para lapreservacin material del bien cultural, deber intervenir el restauradorpara determinar los materiales y procedimientos ms adecuados para suconservacin, tanto en campo como

    para su transporte en caso de que serequiera una intervencin y restauracin ms compleja en laboratoriosdebidamente equipados.2 No necesariamente la labor delrestaurador marca el fin a la intervencin del arquelogo en campo, ya que

    puede ser necesario conjuntar esfuerzos para la extraccin y conservacinsimultnea de los materiales.3 En el desarrollo de los trabajosarqueolgicos puede suceder que serequiera jerarquizar los datos quehan de conservarse en un artefactoparticular e inclusive un inmueble determinado, en el caso de que se veaimposibilitada la salvaguarda de sutotalidad, lo cual determinar el arquelogo justificando la accin deacuerdo al valor histrico-interpretativo de las evidencias arqueolgicas, de tal manera que el restaurador se encargue de llevar a cabo lostratamientos pertinentes.

    A continuacin presentamos un caso donde estos lineamientos no se si-guieron: nos referimos al proyectoCholula, iniciado en 1966 por elINAH, y el cual mostr en su desarrollo las siguientes deficiencias:l. La intervencin en los edificios yelementos asociados fue en sumayora reconstruccin, en algunos

    casos por anastilosis, y en otros poranaloga con slttos previamenteexplorados y reconstruidos quemostraban similitudes estilsticas encuanto a arquitectura. No es posiblejustificar esta ltima modalidad dereconstruccin puesto que a pesar deque en otros sitios existan datos similares no pueden emplearse como argumento ya que se pierde la autenticidad de la evidencia arqueolgica. Porotra parte, muchos de los trabajos secaracterizaron por aadir elef\lentosinnecesariamente, con lo cual se modific el aspecto original de los edificios. Tomaremos como ejemplo alEdificio F, localizado en el lado oestede la gran pirmide a manera de unadosamiento fig. l y al cual se hizoun ncleo de concreto, sustituyendolas piedras rotas por otras labradasdel mismo tipo de roca, mismas quese fijaron con varillas de acero. Ya

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    que se consider que se contaba condatos para su reconstruccin se prolong la totalidad del friso y se revisti el talud con placas de cemento delas mismas dimensiones que las originales, marcndose con el ao- 1968- para distinguirlas Marquina 1970: 41-44).

    l Aspectos de los trabajos realizados en el edificio F de Cholula, segn Ignacio Marquina; aInicio de la restauracin del primer cuerpo enel ngulo superior derecho se ve el tnel deexploracin que condujo al descubrimiento derestos de tableros labrados de este edificio); bReconstruccin del resto de los cuerpos del edificio a base qe placas de cemento que imitan lossillares originales .

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    Aspectos de la restauracin de los altares 1 y 2,segn Jorge R. Acosta. 2. Restos del zcalodonde descansaba el altar l . 3. Rec onstitucindel a ltar al embonar sobre el suelo las partesencontradas. 4. El altar 1 totalmente restaura-do. S. Datos originales del basamento del altar2. 6. El mismo despus de los t rabajos .

    2. El altar 1 fue debidamente res- urado por profesionales fig. 2 deacuerdo a los procedimientos ade-cuados al caso fig. 3), sin quesufriera daos o se modificara su apa-riencia fig. 4 y Acosta 1970a: 102).No se conoce con precisin quinesrealizaron la reconstruccin de msdel 700Jo del basamento del altar 2figs. 5, 6), aunque en las fotografiaspresentadas en la publicacin Acosta1970b: foto 43 puede observarse queal parecer fue personal no cali ficado.El altar 3 fue hallado y restauradopor el arquelogo, sin que se indiqueel procedimiento que se efectuContreras 1970: 111- 11 7 .De acuerdo a io anterior presenta-mos el siguiente anlisis crtico en ba-se al proyecto Cholula, en donde losarquelogos in tervinieron en la res- uracin:

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    l. En las intervenciones realizadaspor parte del arquelogo a los artefactos y restos encontrados, fue patente que estaba consciente de la necesidad de conservarlos. No obstantelleg a olvidarse que se requiere de es-pecialistas para efectuar dichos trabajos, ya que el arquologo en algunasocasiones careca de los conocimientos y preparacin adecuados para realizarlos. Consideremos que habra si-do preferible dejar la pieza tal comose haba encontrado n situ que alterarla con intervenciones mal efectuadas.

    2 Al parecer, en muchos casos larestauracin que se consider adecuada para estructuras arquitectnicas con faltantes, fue usada como si-nnimo de reconstruccin por partedel arquelogo, con lo cual se lleg ala falsificacin tanto de los materialescomo de su aparienda y a la alteracin de datos de inters para el pbli- sco en general y en ltima instancia pa-ra el turismo que tanto se ha deseadopromover en nuestro pas . De talsuerte, la restauracin debera haber-se realizado como una labor conjuntade arquelogos y restauradores teniendo en mente las necesidades y medidas propias al caso, ya que la con-servacin es un asunto grave, pero... 6[la] invencin es an ms grave (DelMoral, en Tern 1970).

    3. En el caso de los altares, la restauracin del 1 fue realizada adecuadamente por personas capacitadaspara esta labor, es decir restauradores, pero lamentablemente en losotros dos altares este ejemplo no se sigui. De tal modo nos cuestionamospor qu en es tos ltimos casos no sucedi lo mismo que en el primero; sifue por falta de presupuesto habra si-do ms conveniente promover unaampliacin del mismo o buscar mejores condiciones, o en caso contrariose habra solicitado la asesora de restauradores profesionales, evitandoas intervenciones que afectaran a losbienes culturales. Adems hay queconsiderar que la falta de criterio uniforme de restauracin rompe el as pecto general de los bienes que es necesario conservar .

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    En contraposicin al caso del proyecto Cho lula expondremos a continuacin lo que hasta el momento es elrepresentante ms avanzado del trabajo interdisciplinario.

    En 1978 se descubri la esculturamonoltica Coyolxauhqui, hallazgoque favoreci que se emprendiera engran escala el proyecto Templo Mayor, a cargo del INAH respondiendoa condiciones socio-polticas circunstanciales. Este proyecto se enfrent aserios problemas derivados del contexto histrico-u rbano de la ciudad deMxico, es decir donde y cmo serealizaran las excavaciones.

    Los trabajos arqueolgicos se iniciaron en terrenos baldos en loscua les se determinaron las dimensiones del templo mexica, dando aspauta para definir los lugares a excavar y las estructuras por demoler paraproseguir con las exploraciones. Deesta manera se demolieron trece edificios, nueve de los cuales databan de losaos treinta y cuarenta de este siglo ycuatro del sigl o pasado aunque presentaban agregados modernos (Matos1982: 12-14) . Este hecho dio lugar a lapolmica que cuestionaba la validezde demoler edificios que formabanparte del Centro Histrico de la Ciudadde Mxico (fig. 7 para dejar expuestaslas construcciones prehispnicas subyacentes, o bien conservar los primerossin la extraccin de las segundas; estasdemoliciones quedarn como un puntocontroversia del trabajo efectuado a lolargo del proyecto, ya que no se hanpodido justificar.

    Por lo dems, en lo concerniente aaspectos positivos se efectu un trabajo interdisciplinario durante las excavaciones (fig. 8); s decir colaboraron permanentemente restauradores yarquelogos adems de otros especia listas , lo cual permiti que la investigacin se efectuara de manera eficiente y de acuerdo a los criterios deconservacin y restauracin adecuadostanto para bienes muebles como inmuebles. As, a manera de ejemplo deestas acciones conj untas podemos mencionar los sigu ientes casos:

    l. Dada la problemtica de investigacin y puesto que se conocan las

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    caractersticas del contexto arqueolgico de la ciudad de Mxico, se consider de primordial importancia el trabajo paralelo del arquelogo y delrestaurador . As, se instal un laborator io en el sitio mismo de la excavacin en donde se trataron los materiales arqueolgicos recuperados quelo requeran, sin importar qu tan importantes fueran, y en consecuenciafue posible efectuar su conservacinen campo fig. 9), como es el caso delas jambas del templo de Tlloc Santaella 1982: 298, 308).2. ara los materiales en ofrendasfigs . lO y 11 el arquelogo y el restaurador llenaron cdulas queincluan los datos propiamente arqueolgicos adems de datos concernientes a su historia clnica, con la finalidad de tener una relacin detallada delas caractersticas contextuales y delos tratamientos n stu Ibdem: 309).

    or lo aqu expuesto es evidenteque en Mxico se ha iniciado el trabajo interdisciplinario del arquelogo ydel restaurador, dado que existen lascondiciones materiales y humanas y enparticular a que se ha desarrolladouna conciencia clara en torno a esteproblema.

    De tal manera, han surgido investigaciones que muestran avances en es-te aspecto, como el proyecto TemploMayor entre otros, con el cual sonmanifiestos Jos excelentes resultadosproducto del trabajo conjunto, desarrollado con asesoramiento mutuocon el cual se posibilita la determinacin del aspecto documental, informativo y del patrimonio cultural delbien en cuestin.

    or lo tanto, es necesario, importante y fructfero que los trabajosfuturos se realicen de manera interdisciplinaria, siendo entonces indispensable que se implemente la difusinde la restauracin dentro de la preparacin profesional de los arquelogos, ya que cualquier excavacinimplica un proceso destructivo de lamatriz y de los objetos contenidos enella si no son adecuadamente recuperados, registrados y finalmente conservados. Aunque es importante elhallazgo, es an ms importante su

    7. Dos de los edificios del Centro Histrico dela Ciudad de Mxico que fueron afectados porlas excavaciones del Templo Mayor, segnEduardo Matos. 8. Extraccin de restos de madera del adoratorio de Tlloc en el Templo Ma-10

    a byor, segn Mercedes Gmez Mont. 9. Dos aspectos del tratamiento n s tu de la esculturamonoltica Coyolxauhqui, segn Mara LuisaFranco. 10 . y 11 . Tratamiento n s tu de materiales en ofrendas, segn Yolanda Santaella.

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    NOT Srascendencia al futuro, por lo quesurge la interrogante de para qu sedejan expuestos si no los podemosconservar adecuadamente en suestructura material; definitivamentees preferible que permanezcan en elcontexto donde fueron encontradoshasta que se cuente con los mediosadecuados - humanos materiales-para su preservacin.

    Dado que muchos de los problemasde conservacin a corto y mediadoplazo radican en una intervencinapropiada en el momento en el que seextrae un objeto de su matriz, proponemos la participacin activa delrestaurador en las investigaciones arqueolgicas.

    l. Los que aqu aparecen como autores realizaron la comp ilacin, sntesis y comple-mentacin de una serie de investigacioneselaboradas en el curso de Introduccin a laArqueologa, impartido en 1983 por la pasante de Arqueologa Patricia Fournier enla Escuela Nacional de Conservacin, Res tauracin y Museografa Manuel del Castillo Negrete del INAH . En la bibliografaadjunta se encuentran los ttulos de cadauno de los trabajos que se tomaron en consideracin para la estructuracin del presente artculo, en los cuales partici paron lossiguientes estudiantes:

    Jos Manuel Mendiolea 0., Ezequiel PrezH., Roberto Pliego M., Vera Reye s A.,Luis Gabriel vera M., Mara Ins TorresMara Gabriela Vzquez R., Mara Guada-lupe Zepeda. Finalmente agradecemos a lapasante de Arqueologa Rosalba Nieto C.sus comentarios que enriquecieron los contenidos de este artculo.2. Las bienes culturales incluyen a la mayorparte de los objetos materiales asociados alas tradiciones cu lturales... yJ seclasifican... en dos categoras ...a. Los bienes muebles, ya sean obras dearte, libros, manuscritos u otros objetos de caracter artstico o arqueolgico y, en particular, las colecciones cientficas.irginia Carrasquel, Brenda Cruz F.,Eduardo Flores V., Fernando Garcs G.,Juan Hernndez J., Rosa Martha LehneC., Jos Claudio Maldonado R., Mara Ro

    sa Martnez F., Jos Antonio Martnez Q.,Arturo Mata G., Adriana Manchaca V.,

    b. Los bienes inmuebles, tales comomonumentos arquitectnicos, artsticos o his tricos, lugares arqueolgicos y edificaciones de inters histrico o artstico (Daifuku 1969: 21).

    BIBLIOGR F

    ACOSTA, Jorge R.1970a El altar 1 en Proyecto Cholula 1, Marquina,coord. Serie Investigaciones 19 : 93-102, INAH, Mxico.1970b El altar 2 en Proyecto Cholula 1, Marquina,coord. Serie Investigaciones 19: 103-110 , INAH,Mxico.

    CONTRERAS, Eduardo1970 El aitar 3 en Proyecto Cholula 1, Marquinacoord. Serie Investigaciones 19: 111-119, INAH,Mxico.CARRASQUEL, Virginia, A. OLIVER, R. PLIEGO, V. REYES y G.RIVERA 1983 El proyecto Templo Mayor Texto mecanografiado.CRUZ, Brenda, E. FLORES, C.F. GARCS, R.M. LEHNE, M.R.MARTNEZ, A. MENCHACA y J .M. MENDIEOLEA1983 Exposicin del Proyecto Cholula Texto mecanografiado.DAIFUKU, Hiroshi

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    Templo Mayor: excavaciones y estudios: 313 -348, E.Matos, coord., INAH, Mxico.GMEZ M., Mercedes1982 Restos de madera del adorator io de Tlloc en El

    Templo Mayor: excavaciones y estudios: 233-244 E.Matos coord. INAH Mxico.

    HERNNDEZ, Juan, J.C . MALDONADO, J .A. MARTNEZ, A.MATA y E. PREZ1983 La relacin del arquelogo y el restaurador en los

    trabajos de campo. Texto mecanografiado.MARQUINA, Ignacio1980 Pirmide de Cholu la en Proyecto Cholula 1:31-45, Marquina, coord., Serie Invest igacionesINAH, Mxko.MATOS, Eduardo

    1982 Las excavaciones del proyecto Templo Mayor enEl Templo Mayor: excavaciones y estudios: 11-16,E. Matos, coord., INAH, Mxi co.SANT AELLA, Yolanda1982 Informe de la seccin de restauracin en ElTemplo Mayor: excavaciones y estudios: 295-312,E. Matos, coord., INAH, Mxico .TERN, Jos Antonio1975 Anlisis de la restauracin de la pirmide de Cholu

    la Texto mecanografiado , Biblioteca de la Direccin de Restauracin del lNAH, Mxico.TORRES, Ma. Ins, G. VZQUEZ y M.G. ZEPEDA

    1983 Comentarios sobre la Carta de Venecia Texto mecanografiado.

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    LA PROTECCIN DELIgnacio Rodrguez Garca**

    El objetivo del presente ensayo estorientado a servir de base para unadiscusin sobre los criterios de intervencin en el sitio arqueolgico, y para fundamentar los principios constitutivos de un eventual Departamentode Investigaciones permanentes enTeotihuacn, en el seno del INAH.Condiciones actuales en Teotihuacn

    Es ampliamente conocida la importancia de Teotihuacn. Como manifestacin del pasado del actual Mxico, ofrece un excelente atractivo parael turismo nacional e internacional y,como todo lo prehispnico, ha sidodestacado como una de las races dela mexicanidad.El significado de Teotihuacn parala sociedad actual reviste varios aspectos:a para el Estado significa un argumento retrico en sus cclicos llamados a la unidad;b) para la economa nacional significa ingresos directos e indirectos alser un poderoso atractivo del turismogenerador de divisas;e para las poblaciones del Valle

    PATRIMONIO CULTURAL EN TEOTIHUACN.

    Our concern about the deterioration sujjered by Teotihuacn leads us to propa-se the creation of a permanent Project for planned research nd conservation ofthis archaeological site sponsored by the Mexican Government through the Ins-tituto Nacional de Antropologa e Historia.

    This paper ojjers a definition of Cu ltural Heritage nd n analysis of socialand urban problems ajjecting the Archaeo/ogica/ Zone. In this analysis ob-tained through our experience during the Teotihuacn Archaeo/ogica/Project 1980-82 we underline the danger of destruction faced by this world major historica/center.

    significa una constante fuente de ocupacin a travs de la venta deartesanas o prestacin de servicios;d para los investigadores antropolgicos representa un rea rica en informacin que, segn los intereses,aporta elementos para la construccin de la Historia o son un pretextopoltico o acadmico para justificarposiciones;e finalmente, el uso actual del sitiosignifica para su Valle una degradacin del medio ambiente y un crecimiento urbano e industrial anrquico.Los dos primeros incisos generanun contexto cuya incidencia es evidente en las decisiones que sobre Teotihuacn se toman en los diferentesniveles administrativos del pas. Losotros tres inciden directamente sobreel patrimonio cultural de la regin,afectando las polticas de intervencin e investigacin en el sitio yrestringiendo las posibilidades de estudios integrales que cada vez se hacen ms remotas. No est en dudaque todos estos aspectos estn igualmente presentes en otras zonas arqueolgicas con mayor o menor grave-

    dad) , pero es consenso general de losespecialistas que, arqueolgicamente,Teotihuacn es el sitio ms importante del Pas; este hecho, por s solo, des taca con mayor urgencia la necesidadde tomar medidas contra el deteriorodel patrimonio cultural en T eotihuacn.

    Arriba: Detalle de una de las cabezas de serpiente al pie de la alfarda de la estructura 40Aprimera fase) en el Conjunto Plaza Oeste deTeotihuacn vase tambin portada , y p. 35).Foto Netzahualcyotl Gmez Lpez.

    Este trabajo originalmente fue una colaborac in al Foro para la Defensa del Patrimon io C ult ural organizado por la Delegacin sindical de investigadores del INAHD-11-345 Seccin 10 del SNTE) durante losdas 14 y 15 de julio de 1983, en el MuseoNacional de Ant ropologa . Investigador del Proyecto ArqueolgicoTeotih uacn, Direccin de MonumentosPrehispnicos, INAH.9

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    El patrimonio culturalCualquier medida o accin que in

    tente proteger el patrimonio cultural,tiene que estar normada por unos criterios operacionales de definicin quesistematicen los argumentos destinados a orientar su poltica. Un criteriooperacional, adems, debe ser sencillo y abierto para permitir una ac cin inmediata y eficiente ante cadacaso dado . As, para establecer unadefinicin operante, podra usarse como base la explicacin de la culturcomo el conjunto de normas extrasomticas de comportamiento, aprendizaje y transmisin socialmente tiles,cuyas caractersticas y resultados materiales son producto del desarrolloevolutivo de los grupos humanos. Esta operacin, si bien es totalizadora,permite destacar el carcter compartido y universal de la cultura (con susparticularidades regionales) y su trascendencia temporal, que integra en lacultura en que vivimos los productosde los grupos que nos anteceden.

    En el contexto que nos interesa,una definicin operante de p trimo-nio descansara en el carcter de valorque se les otorga a los bienes de utilidad social que hemos heredado de diversas fuentes. As por ejemplo, elpatrimonio acutico incluira los recursos alimenticios y energticos demares y ros, etctera. Todos los grupos humanos le han dado valor a supropia historia y han considerado deutilidad social el registro y el estudiode los eventos de ella para situarse a smismos en la evolucin social. Loselementos que permiten el estudio y elregistro de la historia (que incluyenrestos materiales y documentos escritos) constituyen el patrimonio histrico de la sociedad y actualmente, debido a convenciones internacionales, seha reconocido que los patrimoniosartsticos e histricos de todos lospases no pertenecen nicamente a s-tos sino a la humanidad toda, siendoresponsabilidad irrenunciable de losgobiernos respectivos su preservacin.La historia, en tanto que es producto de normas ex trasomticas de com-20

    portamiento de los grupos humanos,se integra a la Cultura en general, integrando a la vez en el p trimoniocultur l a todos los documentos,escritos o materiales, que son de relevancia en la construccin histrica.El contexto nacional

    Mxico se ha adherido a cuantas resoluciones internacionales sobrepatrimonio cul tural se han suscrito, yha creado los organismos respectivospara la atencin de la responsabilidadcreada en su territorio. El Estado me xicano tambin prepara sus especialistas en los diversos aspectos delPatrimonio Cultural y los emplea enlos problemas que de ello se derivan.Sin embargo, hasta ahora el Estadono ha tomado en cuenta la opinin desus propios especialistas en la polticacultural que sigue. La cultura, en elconcepto del Estado, no representauna entidad bsica para el funcionamiento del pas, sino un mero recursoideolgico al que se recurre dependiendo del objetivo que se quiere alcanzar: reafirmacin nacional, prestigio internacional, captacin de divisas, etctera.

    Lo anterior explica la carencia deun criterio uniforme en la intervencin estatal en el patrimonio cultural;en el aspecto sociohistrico las decisiones de intervencin, en la granmayora de los casos, estn sujetas acondiciones que no consideran el valor intrnseco de este Patrimonio sinoque se guan por intereses ideolgicoso econmicos. Ejemplo de esto son ladestruccin y o inadecuada investigacin de sitios arqueolgkos originadapor labores de infraestructura econmica como presas, caminos, gasoductos, etc.; la alteracin en el uso y eldesvirtuamiento de edificaciones coloniales por razones mercantilistascomo el uso de conventos como restaurantes y hoteles; el irracional cambio del contexto geogrfico de obrasartsticas e histricas para llenar museos elitistas; la alteracin de la formade vida de grupos tnicos minoritarios , con la consiguiente destruccinde sus costumbres y lenguaje, en aras

    de la integracin nacional como unade las razones menos oscuras; etctera .El Instituto Nacional de Antropologa e Historia es el organismoantropolgico ofic ial a travs del cualel Estado mexicano ha sometido a susveleidosas necesidades el patrimoniohi strico nacional, mediante unapoltica amorfa cuya culpa contrae alalimn con sus especialistas que, tradicionalmente, no han sabido hacerrespetar su materia de trabajo nimucho menos establecer un criterioacadmico irrefutable por el Gobierno. Desgraciadamente, la imposicinde quehaceres enmarcados por cuestiones polticas o econmicas no slono ha sido sometida ni siquiera a unacrtica acadmica por los especialistas, sino que incluso ha sido aceptadacon beneplcito o, en el mejor de loscasos, con un resignado fatalismo cuyo mejor argumento es " ...si no lohacemos, no nos dan dinero .Los problemas especficos

    Teotihuacn ha sido objeto de laatencin de muchos interesados en laarqueologa. Desde el siglo pasado hamerecido menciones por investigadores destacados y multitud de trabajosde recorrido, recoleccin (nacionalesy extranjeras) y con diversos fines. Entiempos recientes el INAH ha efectuado dos grandes temporadas en elsitio, en 1962 64 y 1980 82. Ambas com-parten algunas caractersticas: hansido proyectos con amplios recursoseconmicos y humanos, han mereci-do entidad administrativa especial,sus perodos de mayor actividad seenmarcan dentro de rigurosas fronteras sexenales y, sobre todo, surgen sincriterios justificantes de orden acadmico. Son proyectos de origen poltico-administrat ivo, son proyectoscoyuntur les que, para el caso de latemporada 80-82, hemos analizado enotro documento**.

    LOS PROYECTOS ARQUEOLOG ICOSCOYUNTURALES, Ponencia del P.A .T.al le r. Congreso Na . de Investigadores delINAH , Texto me canografiado, 1982.

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    El origen no acadmico del Proyecto 80-82 no ha sido obstculo para revestir gran parte de sus labores deproblemas especficos de investigacin . Sin embargo, la inconformidadsubsiste: todos los proyectos de investigacin deben ser originados por razones acadmicas y no aprovechandocoyunturas comprometedoras de otrandole. Las caractersticas del EstadoMexicano apuntadas anteriormente,hacen utpica a corto plazo la desaparicin de este tipo de coyunturasque, aunadas a las presiones originadas por las obras de infraestructura,obligan a los especialistas a establecerun programa acadmico que preveaafectaciones de sitios e integre las labores en stos dentro de un marcopreestablecido, y a conformar unaPoltica de Investigacin que fu ndamente que las decisiones en materiaantropolgica son responsabilidadprimordial de los antroplogos.

    El contacto inmediato con la problemtica del Valle de Teotihuacn, observada al colaborar en el Proyecto80-82, ha mostrado que urge una seriede medidas tendientes a preservar lasposibilidades de investigacin antropolgica. El principal problema loconstituye la mancha urbana de lospueblos en derredor de la zona arqueolgica. La delimitacin de sta en losafios sesenta se circunscribi a la zonamonumental del sitio dejando fuerala periferia de la Ciudad y grandes extensiones semi-rurales prehispnicas.Esto origina un acelerado proceso dealteracin provocado por las obras decimentacin y servicios efectuadospor los pobladores de la regin que,adems, no tienen otra alternativa. Alo anterior se agrega el cada vez mayor nmero de fbricas que, aprovechando la abundante mano deobra, se instalan en los alrededoresocasionando problemas como la disminucin de tierras de labor y el drstico abatimiento del nivel fretico quepermite prever a corto plazo una catstrofe ecolgica.

    Los propios problemas de destruccin del sitio, as como los cada vezms agudizados problemas socioeconmicos, imponen la necesidad de un

    programa de rescate a largo plazo queestudie las reas en proceso de desaparicin (sin descartar la zona monumental) y los problemas sociales y etnolgicos de la poblacin actual.Acadmicamente, Teotihuacn es

    el sitio ms importante de la arqueologa mexicana; presenta datos defundamentacin para la comprensinde otras culturas como la Olmeca, laTolteca y la Mexica. La periodificacin del Mxico prehispnico gira enbase a la situacin sefiera de Teotihuacn, hecho que se manifiesta alidentificarlo con el Perodo Clsicomesoamericano. Parecera indudableque el sitio ya debiera tener un programa continuo de investigacin queasegurara el aprovechamiento de todassus cargas de informacin y el cumplimiento de la obligacin tica por partedel Gobierno de respetar el patrimoniocultural. Sin embargo, no es as. Teotihuacn se ha visto sometido a decisiones no acadmicas y a bastantes investigaciones desconectadas entre sen cuanto a objetivos y metodologa.El argumento que alguna vez se ha escuchado en el sentido de que al sitiose le han dedicado muchos recursosmuchas veces, se hace insostenible ante la no lejana posibilidad de su prdida y/ o alteracin irreversibles.Una solucin

    La preocupacin acadmica y moral ante el problema expuesto imponebuscar soluciones que trasciendan lasinstancias sexenales, que garanticencontinuidad en los estudios que se emprendan, que establezcan un programafundamentado acadmicamente por laya consciente y activa comunidad antropolgica y, ante todo, que permita elmximo aprovechamiento de los datosnodales de la historia precolombina nacional. Igualmente, en las poblacionessatlites de la zona arqueolgica se estgestando un proceso socioeconmicocuya trascendencia es imperioso investigar; los problemas agrcolas, de ocupacin, de falta de agua, de injerencia porla cercana Ciudad de Mxico, etc.,abren un amplio campo de investigacin.

    Aqu se propone, como una solucin, el establecimiento de un Departamento permanente de investigaciones que estara inscrito en laorganizacin del INAH. Competeraa este Departamento la puesta enprctica de los programas acadmicosaprobados por los especialistas en base a una poltica de investigacin y auna amplia discusin democrtica delos objetivos pretendidos. Ante todo,debe garantizarse que este Departamento se formara en base a un reglamento interno que permita la participacin colectiva de investigadores ytrabajadores, impidiendo su conversin a feudo privado y posibilitandola captacin de los recursos de cualquier situacin coyuntural futura.El Proyecto Arqueolgico Teotihuacn 80-82 fue dotado desde su inicio de grandes recursos que actual mente constituyen una slida baseinfraestructura para la creacin deeste Departamento. Situaciones polticas especiales en 1981 permitieron labasificacin de aproximadamente 30trabajadores; adems, existen 8 investigadores 7 arquelogos 1 antroplogo fsico) que continan en elP A .T. La existencia de equipo (oficinas, mobiliario, vehculos) y de personal hara poco oneroso asegurar larealizacin continua de investigaciones en el rea. La conformacin deeste Departamento se incrementaraposteriormente con la inclusin de especialistas en otras ramas (antroplogos sociales, lingistas, historiadores,etc.) y en otras disciplinas (bilogos,gologos, etc.).

    Los problemas son graves, las necesidades son insoslayables, las soluciones se han planteado y las accionesno son muy dficiles. La creacin deun Departamento de Investigacionespermanente en Teotihuacn significara la cristalizacin de una preocupacin empezando a ser resuelta porel Estado y por sus especialistas. Teotihuacn, sociedad parmetro de lasculturas mesoamericanas, lo requiere .

    Teotihuacn, julio de 19832

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    Investigadores respons ables del Proyecto r-queolgico Teotihuacn Direccin de Monu-mentos Prehispnicos N H

    Aba Dos fases de construccin de la s truc -tura 40A en l Conjunto Pla za Oeste de Teo-tihuacn. Enfrenle Detalle de una de lascabezas de serpiente. Dibujo Paul Gendrop.

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    LOS PROBLEMAS DE CONSERVACIN ARQUITECTNICA EN TEOTIHUACNANLISIS Y CRITERIOS

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    Rubn Cabrera, Noel Morelos,Ignacio Rodrguez*

    IntroduccinTeotihuacn es considerado uno delos sitios arqueolgic0s ms importantes para la cultura universal; comotal, ha sido sometido a numerosasexploraciones grandes y pequeas)que reflejan el inters de los investigadores y, tambin, las tendencias tcnicas, ideolgicas, polticas y hasta fi-nancieras de las diferentes pocas enque se efectuaron.A diferencia de otros pases, el tratamiento en Mxico a los monumentos arqueolgicos ha estado siemprevinculada a las disposiciones e intereses gubernamenales que se apoyansobre el dominio y el derecho inaleniable de la nacin sobre tales bienesOliv 1980; Litvak 1980). As, las intervenciones en Teotihuacn y otrossitios arqueolgicos se enmarcandentro de la preocupacin de los gobiernos mexicanos por rescata r y difundir el pa