cabeza y cuello
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Del Examen Físico Segmentario: Examen de la Cabeza
OJOS
Aspectos anatómicos:
Cejas: pelos ubicados en los arcos ciliares.
Párpados: membranas que cubren el polo anterior del ojo. Protegen, lubrican y regulan
la cantidad de luz que entra al globo ocular. El párpado superior se eleva por acción del
músculo elevador del párpado, que es inervado por el nervio oculomotor (III par
craneano)
Pestañas: pelos que nacen del borde de los párpados. Ayudan a proteger el ojo,
especialmente de la entrada de cuerpos extraños
Conjuntiva:
- bulbar: membrana que cubre la esclera.
- palpebral: membrana que cubre la cara interna del párpado.
Esclera: corresponde al blanco del ojo. Entre ella y la conjuntiva existe una red de
vasos sanguíneos.
Córnea: es la continuación de la esclera en el segmento anterior del ojo. Es curva,
transparente y no tiene vasos sanguíneos. La sensibilidad la provee el nervio trigémino
(V par craneano). El reflejo corneal es el pestañeo que se produce al tocar la córnea (la
vía aferente va por el nervio trigémino y la respuesta de parpadeo, por el nervio facial).
Limbo corneal: límite entre la esclera y la córnea.
Glándula lagrimal: produce las lágrimas. Se ubica detrás del párpado superior (en la
parte más alta y hacia lateral).
Lágrimas: lubrican el polo anterior del ojo con la ayuda del pestañeo. Drenan hacia el
ángulo interno del ojo donde pasan por dos pequeños canalículos hacia el saco
lagrimal y luego llegan al interior de la nariz (bajo el cornete inferior).
Iris: músculo circular, contráctil y pigmentado, que viene a continuación del cuerpo
ciliar y que deja un orificio al medio (pupila). Recibe inervación autonómica simpática
que dilata las pupilas (midriasis) y
parasimpática que las achica (miosis).
Pupila: orificio al centro del iris que variando
su diámetro modifica la cantidad de luz que
penetra en el ojo.
Cristalino: lente que se ubica detrás del iris y
está anclado circunferencialmente al cuerpo
ciliar. Tiene una formación biconvexa, es
transparente y puede modificar su curvatura por acción del músculo ciliar. Esta función
es muy importante para enfocar las imágenes en la retina.
Cámara anterior: es el espacio entre la córnea y el iris.
Cámara posterior: es el espacio entre el iris y el cristalino.
Humor acuoso: es un líquido transparente que circula desde la cámara posterior hacia
la anterior. La presión que ejerce el humor acuoso determina la presión intraocular.
Humor vítreo: líquido transparente, de mayor consistencia que el humor acuoso, que
ocupa la cavidad del globo ocular por detrás del cristalino y baña toda la retina.
Retina: membrana que cubre la cara interna del
globo ocular, en la que se ubican células
especializadas (conos, bastoncitos) que captan la
luz y la transforman en impulsos eléctricos que
viajan por el nervio óptico. Lateral a la entrada
del nervio óptico, existe un área de máxima
agudeza visual (fóvea) ubicada en una zona
llamada mácula lútea.
Nervio óptico, quiasma óptico, radiaciones
ópticas y corteza occipital: los nervios ópticos
están formados por fibras nerviosas que se
generan desde las células especializadas de la
retina (conos y bastoncitos). Las fibras de la mitad nasal de la retina se decusan en el
quiasma óptico y los impulsos llegan a la corteza occipital del hemisferio opuesto. Las
fibras de la mitad temporal de la retina no se decusan y los impulsos llegan hasta la
corteza occipital del mismo lado. Debido a esto, en la corteza visual de cada hemisferio,
está representada la mitad temporal de la retina del ojo del mismo lado y la mitad nasal
de la retina del ojo contralateral. Conviene tener esto presente para entender las distintas
hemianopsias o compromisos del campo visual que se verán más adelante.
Visión: depende del paso de la luz por los medios transparentes del globo ocular, el
estímulo que se produce a nivel de las retinas y la generación de impulsos nerviosos que
llegan a la corteza cerebral para finalmente configurarse imágenes. Si en alguna etapa
de todo este proceso existe una alteración, la visión se ve afectada. Por ejemplo, la
presencia de cataratas, una enfermedad
que afecte la retina, un daño neurológico
que bloquee el impulso nervios a las
retinas, un daño de la corteza occipital,
etc. Para gozar de una imagen nítida, es
necesario, además, que la imagen se
enfoque bien en la retina, y no por
delante o detrás de ella (en esto el
cristalino es muy importante).
Algunas alteraciones que
comprometen estructuras
externas y del polo anterior de los ojos:
En las cejas:
pérdida de la cola de las cejas en algunos pacientes con hipotiroidismo (es
necesario asegurarse que no sea por depilación)
En los párpados:
blefaritis: es una inflamación aguda o crónica de los párpados. Se puede deber a
infecciones, alergias o enfermedades dermatológicas.
chalazion: es una inflamación crónica de una glándula meibomiana (glándulas
que se ubican en el interior de los párpados y drenan hacia el borde de ellos). Se
encuentra un nódulo en el párpado.
ectropion: eversión del borde del párpado (especialmente el inferior). En estas
circunstancias es frecuente que la persona presente lagrimeo
entropion: es cuando el borde del párpado ha girado hacia el mismo globo
ocular y las pestañas topan e irritan la córnea y la conjuntiva.
edema de párpados (ej.: por una alergia)
lagoftalmo: es cuando el ojo no cierra bien (por ejemplo, en una parálisis del
nervio facial), y se alcanza a ver la esclera. Esta situación dificulta la lubricación
del ojo por acción de las lágrimas y se puede producir desde una irritación hasta
una úlcera.
orzuelo: se forma por inflamación del folículo piloso de una pestaña. Se produce
un aumento localizado, bastante doloroso. Es frecuente que se deba a una
infección por un estafilococo.
ptosis palpebral: cuando el párpado superior está más caído. Puede deberse al
compromiso del III par craneal (nervio oculomotor) o a una miastenia gravis.
xantelasmas: son lesiones solevantadas, de color amarillento, ubicadas en los
párpados (se ven en algunas personas con colesterol elevado)
En el polo anterior del ojo:
anillo de Kayser-Fleischer: es un arco que se observa en el margen de la córnea
en algunos pacientes que tienen un trastorno del metabolismo del cobre.
arco senil: es un arco que se observa en el margen de la córnea en algunas
personas mayores o que tienen un trastorno de los lípidos
cataratas: son opacidades que pueden afectar la cornea o el cristalino.
conjuntivitis: es una inflamación o infección de las conjuntivas. El ojo se ve
irritado, hiperémico (con más vasos sanguíneos) y con secreciones (serosas o
purulentas). Se asocia a bastante malestar.
dacrocistitis: es una inflamación del saco lagrimal. En el paciente se nota un
aumento de volumen en el ángulo interno del ojo junto a un lagrimeo constante
(epífora).
epicanto: es un pliegue de piel en el ángulo interno del ojo. Se ve en algunas
razas asiáticas (ej.: mongoles) y en personas con síndrome de Down
(mongolismo).
epiescleritis: es una inflamación de la epiesclera que es una capa de tejido que
se ubica entre la conjuntiva bulbar y la esclera. Es frecuente que se deba a una
causa autoinmune.
epífora: es el lagrimeo de los ojos.
hemorragia subconjuntival: se produce por la rotura de un pequeño vaso
sanguíneo y la sangre se esparce entre la esclera y la conjuntiva. La zona de la
esclera comprometida se ve de un intenso color rojo. Esto no se extiende a la
córnea ya que no está cubierta por conjuntiva.
ictericia (vista en la esclera): se ve en pacientes con niveles elevados de
bilirrubina en la sangre (en la práctica se comienza a distinguir con
bilirrubinemias > 2 mg/mL). Conviene examinar al paciente con luz natural, ya
que las ampolletas frecuentemente dan un tono amarillento y el signo puede
pasar desapercibido.
pinguécula: es una especie de “carnosidad” amarillenta que aparece en la
conjuntiva bulbar, en el lado nasal o temporal. Es diferente a un pterigion.
pterigion: es el crecimiento anormal de un tejido que afecta la conjuntiva
bulbar, desde el ángulo interno del ojo en dirección a la córnea, pudiendo llegar
a invadirla. No siempre se encuentra un factor predisponente (podría ser más
frecuente en personas que trabajan expuestas a luz solar).
xeroftalmia: existe menor producción de lágrimas y los ojos se irritan. El
paciente siente sus ojos más secos. Es frecuente que esta condición se presente
en la enfermedad de Sjögren (de naturaleza autoinmune).
Pupilas.
Se debe examinar:
el tamaño
la forma
los reflejos (fotomotor y de acomodación).
Según el tamaño y la forma de las pupilas, se define:
isocoria: pupilas de igual tamaño (se acepta una diferencia máxima de 0,5 mm)
anisocoria: cuando las pupilas son de diferente tamaño
miosis: cuando las pupilas están pequeñas (contraídas)
midriasis: cuando las pupilas están grandes (dilatadas)
discoria: cuando la forma de la pupila está alterada, irregular (por ej.: después
de algunas cirugías oculares)
Reflejos oculares.
reflejo fotomotor: se refiere a la contracción que presentan las pupilas cuando se
iluminan. Es conveniente que el haz de luz llegue desde el lado y no apuntando
directamente al ojo. Este reflejo tiene una vía aferente que viaja por el nervio óptico y se
desvía hacia el mesencéfalo, y una vía eferente, que viaja por los nervios oculomotores,
hasta los músculos constrictores del iris. Se distingue un reflejo fotomotor directo, que
se percibe en el ojo que recibe el estímulo luminoso, y un reflejo fotomotor consensual
o indirecto, que se produce simultáneamente en el otro ojo.
reflejo de acomodación: se refiere a la constricción pupilar que ocurre cuando la
persona enfoca la vista a un punto cercano. Se busca solicitando al paciente que mire un
punto distante y que luego enfoque su vista hacia algún objeto (ej.: que mire el techo y
luego un dedo del médico). Al enfocar, las pupilas se achican, los ojos convergen y el
cristalino aumenta su curvatura. La vía eferente de este reflejo también está mediado por
los nervios oculomotores (III par
craneal).
Alteraciones de las pupilas:
pupilas mióticas: por exceso de
luz, colirios (ej: pilocarpina),
intoxicaciones (ej.: morfina),
algunos trastornos neurológicos
(ej.: lesiones neurológicas
centrales).
pupilas midriáticas: luz escasa,
con las emociones (descarga
simpática), colirios (ej: atropina),
medicamentos con efecto atropínico.
anisocorias: lesiones neurológicas que comprometen la inervación autonómica
de la pupila: síndrome de Horner, por compromiso del sistema simpático
cervical (miosis del lado comprometido); lesiones que comprometen un nervio
oculomotor (midriasis del lado comprometido).
síndrome de Horner (o de Claude-Bernard-Horner): se caracteriza porque en el
lado de la cara comprometido:
- miosis de la pupila
- ptosis del párpado superior
- enoftalmo (globo ocular más hundido)
- anhidrosis (falta de sudoración) de la mitad de la frente Se produce por una
lesión del simpático cervical (ej.: un cáncer bronquial que invade el plexo
braquial y la inervación simpática del cuello).
- pupila de Argyll-Robertson: se caracteriza porque es posible encontrar el
reflejo de acomodación, pero se ha perdido el reflejo a la luz (ej: en algunas
neurosífilis).
Cámara anterior del ojo.
Se de debe examinar:
que los medios (cornea y humor acuoso) estén limpios y transparentes
medir presión intraocular
La tensión ocular depende de la producción de humor acuoso y de su reabsorción. Se
puede apreciar la presión intraocular apoyando los dedos sobre los globos oculares,
estando el paciente con los ojos cerrados (se alterna la presión que se ejerce usando los
dedos anular y medio y se compara un ojo con el otro). Este no es un método muy
confiable, pero puede dar una idea si la presión está elevada. Lo ideal es efectuar una
medición con un tonómetro (lo normal son 12 a 22 mm de Hg).
Algunas alteraciones:
glaucoma: cuando la presión intraocular está aumentada. En el glaucoma agudo
se presenta dolor intenso, el ojo se ve enrojecido y la persona siente que le
molesta la luz (fotofobia). El glaucoma crónico puede pasar desapercibido
durante un tiempo antes de ser pesquisado.
hifema: es cuando existe sangre en la cámara anterior del ojo (ej.: por un golpe o
hemorragia).
hipopion: es cuando existe pus en la cámara anterior del ojo (ej.: por una
infección). Tanto en el hifema como en el hipopion las células pueden decantar
en el fondo y en ese caso se ve un nivel formado por la sangre o el pus
aconchado, según corresponda.
Cristalino.
Es otro medio transparente, pero que, al igual que la córnea, puede presentar opacidades
(cataratas). Cumple una función muy importante en la agudeza visual al ayudar a
enfocar las imágenes en la retina.
Otros signos oculares:
exoftalmo: es una condición en la cual los globos oculares protruyen de la órbita
(ej.: en un hipertiroidismo por enfermedad de Basedow-Graves).
enoftalmo: el globo ocular se aprecia más hundido en la órbita (ej: en
deshidrataciones intensas; en el lado comprometido del síndrome de Horner).
signo de Graefe: ocurre en algunos hipertiroidismos y consiste en que al
solicitar al paciente que siga con la vista el dedo del examinador que se desplaza
de arriba abajo, el párpado superior se va quedando atrás y se alcanza a ver la
esclera entre el límite superior del iris y el borde del párpado. En todo caso, es
frecuente que en cuadros de hipertiroidismo ocurra una mirada más expresiva,
que no es un signo de Graefe propiamente tal ni un exoftalmo, pero que refleja
una tendencia del párpado superior a estar discretamente retraído.
Visión y campo visual
Agudeza visual
Se evalúa:
visión cercana (ej: lectura)
visión lejana (mirar a la distancia).
Evaluación de la visión de cerca
Se solicita a la persona que lea textos con letras de distinto tamaño, a una distancia de
unos 35 cm (existen tablas estandarizadas). Se evalúa cada ojo por separado. Si el
paciente usa lentes ópticos, la prueba se puede hacer con y sin ellos, para ver el grado de
corrección que se logra.
Evaluación de la visión de lejos
Existen tablas con letras de distinto tamaño (ej.: tabla de Snellen). Lo tradicional es que
el paciente se ubique a unos 6 metros de distancia de la tabla y se examina cuáles son
las letras más chicas que es capaz de leer. Cada ojo se examina por separado. Si el
paciente usa lentes ópticos, la prueba se efectúa con y sin ellos. Los resultados están
estandarizados. Es frecuente referir un resultado normal como 20/20, lo que significa
que a 20 pies de distancia (aproximadamente 6 metros), la persona lee lo mismo que
haría una persona de visión normal. Si el resultado es 20/40, significa que la visión está
disminuida, ya que la persona sería capaz de leer a 20 pies lo que una persona con
visión normal leería a 40 pies.
Alteraciones de la visión
astigmatismo: es una condición en la cual la córnea del ojo está curvada
asimétricamente, ocasionando una visión desenfocada. Los ejes de los medios
refringentes no son equivalentes y se forma una imagen borrosa en la retina. Se
corrige con lentes que compensan las diferencias de curvatura.
hipermetropía: el globo ocular es muy corto y la imagen se forma por detrás de
la retina. El paciente tiende a compensar alejando el texto. Se compensa con
lentes convergentes (positivos).
miopía: el globo ocular es demasiado largo y la imagen se forma por delante de
la retina. El paciente tiende a acercar los textos y tiene dificultad para distinguir
objetos distantes. Se compensa con lentes divergentes (negativos).
presbicia: se debe a la incapacidad del cristalino para enfocar la imagen en la
retina por menor capacidad de convergencia. Se parece a la hipermetropía en
que el paciente tiende a alejar los textos para ver mejor y se corrige con lentes
convergentes.
amaurosis: es la ceguera de un ojo sin lesión aparente (ej.: por daño de la retina,
del nervio óptico o en la corteza visual del cerebro).
Campo visual.
El campo visual normal tiene en condiciones normales la siguiente amplitud, a partir de
la línea media de los ojos:
hacia arriba: 50�
hacia abajo: 70�
en sentido nasal: 60�
en sentido temporal: 90�
Los campos visuales de cada ojo se sobreponen y permiten una visión binocular. Hacia
las regiones más laterales, la visión es monocular.
La zona de la mácula en la retina es la que permite la visión más nítida. Se ubica un
poco lateral a la entrada del nervio óptico. Si la mácula se enferma, la visión se
compromete.
Conocer la extensión del campo visual es importante ya que puede reflejar trastornos
neurológicos que determinan compromisos como las hemianopsias.
Evaluación del campo visual por confrontación
Se basa en que el campo visual del examinador sirve como referencia de normalidad.
Este se coloca frente al paciente, a un metro de distancia, con los brazos separados y le
pide que lo mire a los ojos y le indique el momento en que mueve los dedos y a qué
lado lo hace. Si existe compromiso de la mitad del campo visual de un lado, el paciente
no va a distinguir los movimientos en el lado comprometido.
Otra forma más minuciosa de hacer lo mismo, es examinando cada ojo por separado. En
este caso el paciente se tapa un ojo y con el otro mira el ojo contrario del examinador
(ej.: el ojo derecho del paciente mira el ojo izquierdo del examinador). El examen debe
recorrer el campo visual en toda la periferia.
Para mediciones más finas, se solicita una campimetría.
Alteraciones del campo visual.
Las alteraciones del campo visual se definen según el lado comprometido (y no por el
lado de la retina comprometida): acordarse que las imágenes se invierten, de modo que
si el lado nasal de la retina de un ojo está comprometido, el déficit de visión es en el
hemicampo lateral.
Entre las alteraciones, destacan:
hemianopsia homónima de un lado: en cada ojo se compromete la visión del
hemicampo del mismo lado (ej.: hemianopsia homónima izquierda o derecha).
Este hallazgo apunta a una lesión en el hemisferio opuesto al hemicampo
comprometido (ej.: lesión en la radiación óptica o en la corteza occipital,
contralateral al hemicampo comprometido).
hemianopsia bitemporal: existe un compromiso de ambos hemicampos
temporales. Esto sugiere una lesión en la decusación de fibras a nivel del
quiasma óptico (ej.: un tumor de la hipófisis que ha crecido hacia arriba).
cuadrantopsia homónima: en cada ojo se compromete la visión en el mismo
lado en ambos ojos, pero parcialmente (abarcando una porción del hemicampo o
un “cuadrante”). La explicación es parecida al caso de la hemianopsia
homónima, pero con una lesión de menor extensión.
si la lesión afecta al nervio óptico, se producirá una amaurosis de ese ojo.
Movimientos de los ojos, estrabismos y nistagmo.
Movimientos.
Al examinar al paciente se le pide que mire en distintas direcciones o que siga con su
mirada el dedo índice del examinador mientras éste lo desplaza en forma vertical, lateral
u oblicua.
Los ojos se mueven en distintas direcciones gracias a seis músculos extraoculares, que
son:
recto interno
recto externo
recto superior
recto inferior
oblicuo superior (por las inserciones que tiene, produce una tracción de hace
girar el globo ocular hacia abajo en dirección nasal). Este músculo facilita mirar
al bajar una escalera o leer enfocando hacia abajo.
•oblicuo inferior (por las inserciones que tiene, produce una tracción de hace
girar el globo ocular hacia arriba en dirección nasal)
Estos músculos son invervados por los siguientes nervios craneanos:
III par (nervio oculomotor o motor ocular común): inerva los músculos:
- recto interno
- recto superior
- recto inferior
- oblicuo inferior
IV par (nervio troclear o patético): inerva el músculo oblicuo superior.
VI par (nervio abducente o motor ocular externo): inerva el músculo recto
externo
Resumen sobre los movimientos de los ojos:
El ojo se desvía hacia nasal: músculo recto interno; nervio oculomotor (3er. par)
El ojo se desvía hacia lateral: músculo recto externo; nervio abducente o motor
ocular externo (6º par)
El ojo se desvía hacia arriba: músculo recto superior; nervio oculomotor (3er.
par)
El ojo se desvía hacia abajo: músculo recto inferior; nervio oculomotor (3er. par)
El ojo se desvía hacia abajo y nasal: músculo oblicuo superior; nervio troclear
(4º par).
El ojo se desvía hacia arriba y nasal: músculo oblicuo inferior; nervio
oculomotor (3er. par)
¿Qué músculos actúan principalmente cuando un alumno copia al compañero sentado a
su derecha? Respuesta: en el ojo derecho participa el músculo recto inferior y en el ojo
izquierdo, el músculo oblicuo superior.
¿Qué músculos actúan principalmente al mirar a la izquierda? Respuesta: en el ojo
izquierdo participa el músculo recto externo y en el ojo derecho, el músculo recto
interno.
Estrabismos.
Consiste en una falta de congruencia de los ejes de los globos oculares de modo que la
imagen que se produce en la retina de un ojo no es en el lugar equivalente del otro ojo.
Esto puede dar lugar a una visión doble que se conoce como diplopia.
Estrabismos paralíticos.
Se deben a una parálisis o paresia de uno o más músculos extraoculares. Al examinar al
paciente, se ve que cuando trata de mirar en una determinada dirección, aparece un
estrabismo, debido a que la acción de un músculo no es normal, seguramente por
defecto del nervio que lo inerva. Al mirar en otras direcciones no se aprecia el
estrabismo. Ejemplos:
por parálisis del VI par craneal (nervio abducente): el ojo del lado
comprometido no logra incursionar más allá de la línea media cuando el paciente
trata de mirar hacia el lado. Si se trata sólo de una paresia, la diferencia será
menos acentuada.
por parálisis del IV par craneal (nervio troclear): el ojo afectado no se
desplaza bien cuando el paciente requiere moverlo hacia abajo y medial.
por parálisis del III par craneal (oculomotor): el ojo afectado presenta una
ptosis palpebral (debido a que también se compromete el nervio elevador del
párpado), algo de midriasis (por el compromiso del simpático-parasimpático que
viaja junto al III par) y el globo ocular tiende a estar, en condiciones de reposo,
desplazado hacia lateral (por el predominio del recto lateral inervado por el
nervio abducente). Cuando se le pide al paciente que mire con ese ojo hacia el
lado de la nariz, no logra hacerlo (por la parálisis de III par, propiamente tal).
Estrabismos no paralíticos.
Se deben a un desbalance o defecto de inserción
de los músculos extraoculares de los ojos. En
condiciones basales los ejes de cada ojo no
coinciden: un ojo mira, en mayor o menor
medida, en otra dirección. El paciente puede
enfocar indistintamente con uno u otro ojo, pero
no con ambos en forma simultánea. A veces, a lo
largo del tiempo ha usado predominantemente
uno de los ojos, y cuando quiere enfocar con el
otro, no distingue tan claramente.
Este estrabismo no paralítico puede ser:
- convergente: cuando el ojo desviado mira
hacia el lado nasal
- divergente: cuando el ojo desviado mira hacia el lado temporal
Estrabismos leves se descubren iluminando las pupilas con una linterna desde una cierta
distancia y mirando el punto dónde se refleja la luz (en condiciones normales deberían
ser puntos equivalentes). Otra maniobra es cubrir y descubrir cada ojo en forma
alternante, fijándose si en cada movimiento existe un desplazamiento del ojo que pasa a
enfocar.
Nistagmo.
Son sacudidas repetidas de los ojos, con una fase lenta en una dirección y otra rápida, en
la dirección opuesta. La dirección del nistagmo se define según la fase rápida. Puede ser
hacia los lados, vertical, rotatorio o mixto. Se encuentra en afecciones del cerebelo y del
sistema vestibular. Con frecuencia se acompaña de vértigo, náuseas y vómitos. En el
examen se tratan de evitar miradas laterales muy extremas por la posibilidad que
aparezca nistagmo por paresia muscular.
EXAMEN DEL FONDO DEL OJO
Consiste en mirar el ojo por dentro aprovechando la transparencia de los medios. Se
trata de distinguir:
los vasos sanguíneos (arterias y venas), y los cruces que ocurren al azar entre
ellos
la entrada del nervio óptico (que se conoce como papila óptica)
las características de la retina (color, presencia de exudados o hemorragias)
la mácula lútea
Para esto se usa un oftalmoscopio que es un instrumento provisto de una fuente de luz y
un juego de lentes con distintas dioptrías que sirven para enfocar la retina.
El examen se efectúa en un ambiente oscuro. Si es posible, conviene dilatar las pupilas
con un colirio midriático.
Para efectuar el examen la cabeza del examinador y del paciente deben estar a la misma
altura. La persona que es examinada debe mirar hacia adelante y no mover sus ojos. Se
trata primero ver el “rojo del ojo” que es el reflejo de la luz en la retina e indica que los
medios refráctiles están transparentes. Luego se enfoca la retina y se van identificando
las distintas estructuras:
disco óptico o papila óptica: corresponde a la entrada del nervio óptico y se ve
como una formación redonda, amarilla o rosado-crema, de bordes nítidos
(especialmente en el lado temporal). Ocasionalmente es posible encontrar algún
grado de pigmentación en el borde. En cuadros de hipertensión endocraneana los
bordes tienden a perderse (“disco de bordes difuminados”).
arterias, venas y cruces arterio-venosos: los vasos sanguíneos se dirigen desde
la papila óptica, hacia la periferia, en los cuatro cuadrantes. Las arterias son de
un rojo más intenso y algo más delgadas que las venas (que son más gruesas y
más oscuras por la sangre desaturada). En los cruces arterio-venosos se logra
distinguir cada vaso por transparencia, sin estrecheces. En cuadros de
hipertensión arterial importante las arterias se ven más delgadas (y cambia la
relación de grosor entre arterias y venas) y los cruces arterio-venosos se
estrechan.
retina: normalmente es de color rosada o amarillenta, sin exudados ni
hemorragias. En enfermedades como la diabetes mellitus, con frecuencia
aparecen alteraciones como microaneurismas, exudados, hemorragias, vasos de
neoformación.
mácula lútea: se busca hacia el lado temporal del disco óptico (cuesta ver ya
que el paciente se encandila con la luz).
Glosario: limbo corneal, blefaritis, chalazion, ectropion, entropion, lagoftalmo, orzuelo,
ptosis palpebral, xantelasmas, arco senil, cataratas, conjuntivitis, dacrocistitis, epicanto,
epiescleritis, epífora, pinguécula, pterigion, xeroftalmia, anisocoria, miosis, midriásis,
discoria, enoftalmo, exoftalmo, glaucoma, hifema, hipopion, astigmatismo,
hipermetropía, miopía, presbicia, amaurosis, hemianopsia homónima, hemianopsia
bitemporal, estrabismo, diplopia, nistagmo.
Preguntas:
1. ¿Cómo examina el segmento anterior del ojo?
2. ¿Cómo se examinan las pupilas?
3. ¿Cómo examina el campo visual?
4. ¿Cómo examina la visión de cerca y de lejos?
5. ¿Qué músculos y qué nervios participan en el movimiento de los ojos?
6. ¿Cómo efectúa el fondo de ojo?
Del Examen Físico Segmentario:
Examen de la Cabeza
NARIZ
Conceptos de anatomía y fisiología:
La nariz cumple varias funciones:
permite el paso del aire al respirar
oler
condicionar el aire que se respira (humidificar, filtrar, calentar)
como órgano de resonancia de los sonidos generados por la laringe
Aspectos anatómicos:
En la parte anterior están los orificios nasales, luego hacia atrás se encuentran los vestíbulos y
en la parte más posterior están las coanas. Detrás de ellas se ubica la nasofaringe. En el medio
de la nariz está el tabique o septo nasal. En el techo, se encuentra la placa cribiforme, a donde
llegan las terminaciones sensoriales del nervio olfatorio. En la pared lateral, a cada lado,
existen 3 proyecciones óseas que son los cornetes: superior, medio e inferior. Por debajo de
cada cornete se ubica su respectivo meato. En el meato inferior drenan las lágrimas de los
ojos, desde el saco lagrimal. En el meato medio drenan los senos paranasales. En la región más
alta y anterior del septo existe una zona rica en vasos sanguíneos, conocida como el plexo de
Kiesselbach, que puede ser sitio de origen de epistaxis (hemorragia nasal).
Los senos paranasales son cavidades tapizadas por mucosa y cilios que drenan a los meatos
medios, a cada lado. Se distinguen los senos maxilares (en el hueso maxilar, a los lados de las
cavidades nasales), los frontales (en el hueso frontal, por encima de la nariz), los etmoidales y
esfenoidales (más profundos).
Examen de la nariz.
Se debe observar:
si existen deformaciones, zonas con eritema, equímosis, etc.
cómo está la permeabilidad de cada fosa nasal
cómo es el aspecto de la mucosa
si existen secreciones, costras, pólipos, cuerpos extraños, etc.
Para examinar el interior de la nariz conviene ayudarse de una linterna. Se puede obtener una
mejor visión si se dispone de un espéculo nasal. Se logra ver el aspecto de la mucosa, las
características de las secreciones, si existen pólipos, la alineación del tabique, el aspecto de la
parte anterior de los cornetes medio e inferior. Personas de inhalan cocaína pueden llegar a
desarrollar úlceras que perforan el tabique.
Examen con linterna Examen con espéculo
Algunos cuadros clínicos:
rinitis alérgicas: los pacientes presentan picazón en la nariz y en los ojos, estornudos,
obstrucción de las fosas nasales por congestión y secreciones. En el examen físico la
mucosa se aprecia pálida o enrojecida y puede haber descarga acuosa (rinorrea).
fractura anterior de la base del cráneo: puede comprometer la lámina cribiforme y
dar un signo clínico que consiste en un goteo de líquido claro que corresponde a
líquido cefalorraquídeo (licuorrea). Frecuentemente se encuentran equímosis en las
órbitas oculares dando una facie característica (ojos de mapache).
epistaxis: nombre que se le da a las hemorragias nasales.
sinusitis agudas: cuadro infeccioso que compromete las cavidades paranasales. El
paciente refiere muchas veces dolor facial, sensación de nariz cerrada, presencia de
secreciones mucopurulentas que elimina por la nariz y, también, una sensación de
estar tragando secreciones en forma constante (se conoce como “descarga
posterior”).
“aleteo” nasal: es un movimiento de las alas de nariz con cada inspiración que se
observa con mayor frecuencia en niños con insuficiencia respiratoria.
Glosario: cornetes nasales, epistaxis, senos paranasales, sinusitis.
Preguntas:
1) ¿Qué se debe examinar en la nariz?
2) ¿Qué manifestaciones presentan las rinitis alérgicas?
3) ¿Qué manifestaciones presentan las sinusitis agudas?
Del Examen Físico Segmentario: Examen de la Cabeza
BOCA Y FARINGE
Conceptos de anatomía y fisiología
La boca y la faringe cumplen varias funciones, ya que participa en:
la modulación de las palabras
la ingesta, masticación y deglución de alimentos
detección de sabores
a este nivel comienza la digestión de algunos alimentos (mediante procesos
enzimáticos mediados por amilasas)
es posible respirar por esta vía cuando la nariz no lo permite.
En la boca se encuentra la lengua, los dientes, las encías. A continuación de ella, viene la
faringe. Entre los dientes y la mucosa interna de las mejillas se identifica el vestíbulo. El techo
de la boca está formada por el paladar duro y más atrás, el blando. Del borde del paladar
blando cuelga la úvula. La lengua está recubierta por una gruesa membrana mucosa en la que
se encuentran las papilas (responsables del gusto, tacto y detección de temperatura).
Las glándulas salivales son:
parótidas: ubicadas detrás del ángulo de la mandíbula y drenan en la cara interna de
las mejillas por el conducto de Stenon, a la altura del 2º molar superior.
submandibulares: ubicadas en el piso de la boca y drenan por el conducto de
Wharton, a cada lado del frenillo de la lengua.
sublinguales: ubicadas en el piso de la boca.
La saliva lubrica y contiene enzimas digestivas y factores que participan en la inmunidad
natural. Los dientes en un adulto son 32, distribuidos en un arco dentario superior y otro
inferior. En cada uno de ellos se identifican: 4 incisivos, 2 caninos, 4 premolares y 6 molares
(incluyendo las muelas del juicio).
La boca está separada de la faringe por los pilares palatinos anteriores y posteriores. Entre
ambos pilares se ubican las amígdalas o tonsilas.
Examen de la boca y la faringe
Labios
Se examina su aspecto y simetría. Entre las posibles alteraciones, destacan:
aumento de volumen por edema (ej.: reacciones alérgicas)
cambios de coloración (ej.: palidez en anemia; cianosis en ambientes fríos, por
poliglobulia o hipoxemia)
lesiones costrosas (ej.: herpes simple)
si están inflamados, secos y agrietados (queilitis)
si existen "boqueras" (queilitis angular o estomatitis angular)
fisuras (ej.: labio leporino)
lesiones pigmentadas (ej.: síndrome de Peutz-Jeghers que se asocia a poliposis
intestinal)
Mucosa bucal
Se examina la humedad, el color y si existen lesiones:
xerostomía: sequedad bucal por poca producción de saliva
candidiasis bucal o muguet: infección por el hongo Candidaalbicans(se presentan
múltiples lesiones blanquecinas)
aftas: son úlceras superficiales, habitualmente ovaladas, muy dolorosas, que están
rodeadas por eritema y evolucionan frecuentemente en forma recurrente (aftas orales
recurrentes)
inflamación de la desembocadura del conducto de Stenon en parotiditis
infecciosa (paperas). En estos casos, además, la glándula duele y está aumentada de
tamaño
melanoplaquias: son unas manchas hiperpigmentadas que se encuentran en
insuficiencia suprarrenal (enfermedad de Addison)
leucoplaquias: son lesiones blanquecinas, planas, ligeramente elevadas, de aspecto
áspero, que pueden ser precancerosas.
Dientes
Conveniente fijarse si están todas las piezas dentales, si existen caries o prótesis (de la arcada
superior o la inferior). Un paciente está desdentado o edentado si ha perdido sus dientes.
La mordida se refiere a la oclusión de los dientes. La forma cómo la persona mastica tiene
directa relación con las fuerzas que se ejercen y esto repercute en las articulaciones témporo-
mandibulares. Normalmente, los molares superiores deben apoyarse directamente sobre los
inferiores, y los incisivos superiores deben quedar delante de los inferiores. El movimiento de
abrir y cerrar la boca debe ser libre, sin dificultades. Las alteraciones de la mordida pueden
llevar a un trastorno doloroso a nivel de las articulaciones témporo-mandibulares.
Encías
Se observa el aspecto, la coloración, si existe acumulación de sarro en el cuello de los dientes.
La gingivitis es una inflamación de las encías. Algunos medicamentos, como la fenitoína,
producen una hipertrofia de ellas. En cuadros hemorragíparos se ven hemorragias o petequias.
Una línea azulnegruzca en el borde de la encía puede deberse a una intoxicación crónica por
plomo o bismuto. En las gingivitis crónicas o periodontitis se encuentra inflamación y
retracción de las encías, quedando a la vista parte de la raíz de los dientes.
Lengua.
Se debe observar el aspecto, el color, si existen lesiones, los movimientos y cómo protruye
fuera de la boca. Normalmente la lengua presenta una capa blanquecina en su superficie
(saburra), la que en cuadros febriles o por falta de aseo, es más abundante.
Existen dos variaciones del aspecto de la lengua que se consideran normales:
lengua geográfica: se presentan zonas depapiladas (libres de papilas) en la superficie,
pero en forma irregular, de modo que al mirarla impresiona como un “mapa” (alternan
zonas lisas con otras papiladas)
lengua fisurada: se presentan fisuras profundas que son parte de la lengua y que no
molestan ni duelen.
Otras alteraciones son:
glositis: es la inflamación de la lengua. Se aprecia roja y depapilada. Puede deberse a
deficiencia de vitaminas (especialmente del complejo B)
en relación a uso de antibióticos, en forma muy ocasional, se puede presentar una
coloración negruzca en el dorso de la lengua
se pueden encontrar úlceras, aftas, leucoplaquias
como parte del examen neurológico se examina la protrusión de la lengua y sus
movimientos. En las parálisis del nervio hipogloso (XII par craneal), la lengua protruye
hacia el lado del nervio paralizado. Esto se debe a la forma como se insertan los
músculos de la lengua (al contraerse el lado sano, se desvía la lengua hacia el lado del
nervio comprometido).
En enfermedades asociadas a denervación (por destrucción de unidades motoras) se
pueden ver contracciones de fibras musculares (fasciculaciones) que dan un aspecto
como una “bolsa de gusanos”.
Paladar
Entre las alteraciones del paladar duro, destacan:
hendidura en el paladar duro como parte del labio fisurado.
torus palatino: es una prominencia ósea en la línea media, que no tiene mayor
significado patológico.
otras lesiones: petequias, úlceras, signos de candidiasis, tumores (ej.: tumor de Kaposi
en pacientes con SIDA).
En el paladar blando se debe examinar si se
puede contraer, o sea, que se eleve cuando
la persona emite un sonido (ej.: cuando se
le solicita decir “AAAHH...”). Cuando existe
un compromiso de los nervios glosofaríngeo
y vago de un lado, sólo se eleva la mitad del
paladar que está sana. Al elevarse una
mitad y la otra no, se desvía la úvula hacia el
lado sano.
Faringe
Se le pide al paciente que abra la boca y se
ilumina la cavidad oral con una linterna. Con
frecuencia es necesario usar un bajalenguas
(conviene apoyarlo entre el tercio medio y
posterior de la lengua, y se le pide al
paciente que relaje la lengua y no la saque
fuera de la boca). Algunas personas son
muy sensibles a estas maniobras y
reaccionan con arcadas.
Al mirar la faringe, se aprovecha de
examinar las amígdalas. Entre las
alteraciones que se encuentran, destacan:
amigdalitis pultácea o purulenta: se debe a infección y se aprecia aumento de
volumen y exudados blanquecinos. El paciente presenta dolor al tragar (odinofagia),
fiebre, mal aliento, adenopatías submandibulares y cefalea. La causa más frecuente es
una infección por estreptococos, pero otros agentes también la pueden producir (ej.:
mononucleosis, difteria).
tonsilolito: es una formación blanquecina, a veces con concreciones calcáreas (cálculo
o concreción en la amígdala). Se debe a la acumulación de desechos celulares y restos
de comida en criptas de las amígdalas. Habitualmente no producen molestias y al
desprenderse dan salida a un material de mal olor.
Glándulas salivales
Se distinguen las parótidas, las submandibulares y las sublinguales. Entre las alteraciones,
destacan:
litiasis salivales: se presentan en las glándulas parótidas y submandibulares. Pueden
obstruir el conducto principal y generar dolor y aumento de volumen.
infecciones: se produce aumento de volumen de la glándula que se asocia a dolor.
Puede ser parte de una infección sistémica (ej.: parotiditis infecciosa, que corresponde
a la conocida “paperas”), o infecciones bacterianas por invasión local (ej.: en pacientes
deshidratados, con mal aseo bucal y, eventualmente, inmunodeprimidos).
hipertrofia parotídea: es un aumento de volumen de las glándulas parótidas que se
observa en pacientes con cirrosis hepática. Se observa un abultamiento detrás de las
ramas de la mandíbula y se puede levantar un poco el lóbulo de las orejas.
Glosario de términos: queilitis, xerostomía, muguet, aftas, melanoplaquias, leucoplaquias,
gingivitis, periodontitis, lengua geográfica, lengua saburral, lengua fisurada, glositis, torus
palatino, amigdalitis pultácea, odinofagia, tonsilolito, litiasis salivales, hipertrofia parotídea,
parotiditis.
Preguntas:
1) ¿Qué nombre reciben las “boqueras”?
2) ¿Qué es la xerostomía?
3) ¿A qué corresponden las aftas orales recurrentes?
4) ¿Qué son las melanoplaquias?
5) ¿Qué es una gingivitis?
6) ¿Qué es una glositis?
7) ¿Qué pasa con la lengua cuando existe una parálisis del XII nervio craneal del lado derecho?
8) ¿Qué pasa al examinar la faringe cuando existe una parálisis del IX y X nervio craneal del
lado derecho y se le pide al paciente que diga “AAAHH...”?
9) ¿Qué es un tonsilolito?
10) ¿Cómo reconoce que la “mordida” del paciente es adecuada?
Del Examen Físico Segmentario Examen de la Cabeza
Oídos.
Algunos aspectos de anatomía.
El oído está formado por el oído externo, el medio y el interno.
Oído externo
Está formado por el pabellón auricular (orejas) y el conducto auditivo externo, el cual, en su
tercio externo, tiene pelos y glándulas sebáceas que secretan cerumen. El segmento más
interior no tiene pelos y es más sensible al dolor, lo que conviene tener en cuenta al momento
de examinar.
Oído medio Es una cavidad llena de aire que contiene una cadena de tres
huesecillos: martillo, yunque y estribo, que transmiten el sonido desde la membrana
timpánica hasta la ventana oval del oído interno. El oído medio se comunica con la nasofaringe
a través de la trompa de Eustaquio. Mediante el bostezo o al sonarse la nariz (maniobra de
Valsalva), se abre este conducto y se iguala la presión del oído medio con la del ambiente. El
tímpano es una membrana tensa, que tiene una inclinación oblicua y una forma algo cónica
por la tracción que ejerce el mango del martillo. Ese punto de contacto entre el tímpano y el
mango del martillo se llama umbo. El oído medio también se comunica con celdas llenas de
aire ubicadas en el hueso mastoides.
Oído interno
Está esculpido en el interior del peñasco del
hueso temporal. Está formado por:
la cóclea, que participa en
la audición. Contiene el órgano de Corti que
transmite los impulsos sonoros a través de la
rama auditiva del VIII par craneal.
el sistema vestibular, que participa en
el equilibrio. Está formado por los canales
semicirculares, el utrículo y el sáculo, y está invervado por la rama vestibular el VIII par
craneal.
Audición.
Los sonidos externos hacen vibrar el tímpano y esta vibración se transmite a través de la
cadena de huesecillos al oído interno, en donde se encuentra la cóclea y el órgano de Corti. En
esta estructura se generan impulsos eléctricos que viajan finalmente a la corteza del lóbulo
temporal. Las vibraciones sonoras también pueden llegar al oído interno por transmisión
directa a través de los huesos del cráneo (esto se verá más adelante al examinar la audición
con un diapasón).
Equilibrio.
El sistema vestibular participa en detectar cambios de posición o movimientos de la cabeza.
Cuando su función se altera se produce vértigo (con las náuseas y arcadas correspondientes) e
inestabilidad.
Examen del oído.
Oído externo
Se examinan los pabellones auriculares. La implantación normal de las orejas se verifica
trazando una línea imaginaria desde el canto externo del ojo a la prominencia del occipucio: el
borde superior del pabellón auricular debe pasar más arriba de esta línea (en algunos
trastornos cromosómicos, la implantación de los pabellones auriculares es más baja).
El color y la temperatura de las orejas dependen de distintos factores:
están frías y pálidas, en ambientes fríos
rojas o hiperémicas, en caso de existir una inflamación
cianóticas, cuando existe una mala oxigenación (hipoxemia, mala perfusión)
Otras alteraciones, son:
presencia de tofos: son unos nódulos en la región del hélix (borde externo), formados
por cristales de ácido úrico en pacientes con gota
condritis: es la inflamación del cartílago del pabellón auricular. La oreja se ve roja e
inflamada
por el uso de aros, algunas personas desarrollan una reacción inflamatoria en el sitio
de la perforación (posible alergia a metales); también se pueden presentar infecciones.
inflamaciones o infecciones por múltiples causas: reacción al litre, picaduras de
insectos, etc.
Si se desencadena dolor al mover la oreja, podría existir una otitis externa; en cambio, si el
dolor se desencadena al presionar sobre el proceso mastoides, podría tratarse de una otitis
media.
Otoscopía.
Es un examen para examinar el conducto
auditivo externo y el tímpano. De acuerdo al
aspecto que pueda tener la membrana
timpánica, se puede obtener información
respecto al oído medio (ej.: en una otitis
media, el tímpano se ve eritematoso y
abombado).
Para efectuar el examen, se usa un
otoscopio, que es un instrumento con una
fuente de luz y un juego de conos (o espéculos) de distinto diámetro. Antes del cono, se ubica
una lente magnificadora (lupa), que permite ver mejor. Se usa el cono de mayor diámetro que
calce bien en el conducto auditivo externo y se introduce con una leve inclinación hacia
adelante y abajo.
Para facilitar la introducción del cono y tener una mejor visión del tímpano, se “endereza” el
conducto auditivo externo traccionando la oreja hacia arriba y hacia fuera. La cabeza del
paciente se inclina un poco hacia el lado contrario.
En la parte más externa del conducto se observan pelos y frecuentemente alguna cantidad de
cerumen. En ocasiones el cerumen tapa
totalmente la visión (tapón de cerumen).
La membrana timpánica, en condiciones
normales, se ve de color gris perlado, algo
translúcida. Con la iluminación del otoscopio se
proyecta sobre el tímpano un reflejo de la luz, en
forma de triángulo, desde el punto medio (donde
está el umbo), hacia delante. También se logra
visualizar en forma tenue el mango del martillo (en el dibujo se muestra la proyección del
mango del martillo, el umbo y la proyección del cono de luz, hacia delante, tratándose del oído
derecho)
Al mirar la membrana timpánica, se puede encontrar:
un aspecto deslustrado (algo opaco) o enrojecido del tímpano, por una inflamación del
oído medio
un abombamiento hacia el canal externo por acumulación de líquido en el oído medio
una succión de la membrana al colapsar el oído medio si está tapado el conducto de
Eustaquio
perforaciones, que pueden ser secundarias a antiguos procesos inflamatorios, muchas
veces ocurridos en la niñez, o como parte de una otitis aguda del oído medio
cicatrices de antiguos procesos inflamatorios
si el paciente tuviera una otitis media purulenta se quejaría de dolor (otalgia), podría
escuchar menos y tener algo de fiebre. Al mirar el tímpano, se vería enrojecido,
abombado, deslustrado, y no se distinguirían las referencias anatómicas habituales (el
cono de luz, el mango del martillo)
Evaluación de la audición.
Si el paciente requiere que le hablen más fuerte durante la conversación, habría que pensar
que la audición está comprometida. Para detectar compromisos más leves se le hace escuchar
el roce de los dedos o el tic-tac de un reloj. Si se requiere una información más completa,
habría que recurrir a una audiometría.
La audición podría estar afectada por:
compromiso de la transmisión aérea: trastorno de conducción, en el que el problema
está en el conducto auditivo externo (ej.: tapón de cerumen) o en el oído medio (ej.:
daño en la cadena de huesecillos).
daño del órgano de Corti o del nervio auditivo: trastorno sensorial.
Usando un diapasón se podría tratar de diferenciar si el defecto es de la conducción o es
sensorial. Se recomiendan usar un diapasón que vibren entre 500 y 1000 ciclos por segundo
(Hertz o Hz). El oído normal puede reconocer vibraciones entre 300 y 3000 Hz.
Test de Weber:
Si se apoya el diapasón vibrando el la mitad de la frente (o
en la línea media del cráneo) en una persona con audición
normal, ésta va a sentir la vibración de igual intensidad en
ambos oídos. Si en ese momento, se tapa un oído con un
dedo (o sea, altera la transmisión aérea), va a notar que la
vibración se hace más intensa en el oído que se tapó. De
esto podemos concluir, que la vibración se lateraliza hacia el
lado en el que existe un trastorno de la transmisión aérea
(trastorno de conducción). En personas con compromiso
simétrico de la audición, debidos a una misma causa, la
vibración no se lateralizará.
Si la persona escucha menos por un oído debido a una
enfermedad del órgano de Corti o del nervio auditivo, al
efectuar el test de Weber, va a sentir el sonido lateralizado al
oído sano (trastorno sensorial).
Test de Rinne:
Consta de dos etapas. Primero se hace
vibrar el diapasón y se apoya sobre el
proceso mastoides del oído que se esté
evaluando: el sonido se va a escuchar
durante un tiempo (transmisión ósea). A
continuación, mientras el diapasón todavía
sigue vibrando (aunque ya vibra más suave),
se evalúa cuánto tiempo la persona es capaz
de seguir escuchando el sonido al poner el
diapasón frente al oído. Lo normal es que
por transmisión aérea se escuche un tiempo
adicional, más allá de lo que duró la transmisión ósea.
Si existe un defecto de la transmisión aérea (conducto auditivo externo tapado, daño del oído
medio), ese tiempo adicional se pierde. En cambio, si la hipoacusia es de tipo sensorial (daño
del órgano de Corti o del nervio auditivo), la relación se mantiene (aunque la persona escucha
menos y los tiempos son más cortos).
Sobre la base de estos dos test, puede
ocurrir:
hipoacusia de un lado que lateraliza con el
test de Weber al mismo lado: probable
defecto de transmisión aérea (en el test de
Rinne del oído enfermo no habría el tiempo adicional de transmisión aérea).
hipoacusia de un lado que lateraliza con test de Weber al lado sano: probable defecto
sensorial (en el test de Rinne del oído enfermo, la persona escucharía menos, pero se
mantendría un tiempo adicional de transmisión aérea).
Glosario: umbo, cóclea, sistema vestibular, tofos, condritis, otitis externa, otitis media
Preguntas:
1) ¿Cómo es la anatomía del oído?
2) ¿Cómo se efectúa una otoscopía?
3) ¿Cómo se evalúa la audición?
4) ¿En qué consiste la prueba de Weber y para qué sirve?
Del Examen Físico Segmentario:
Cuello
Anatomía. Entre las estructuras del cuello destacan la columna vertebral, músculos (ej.:
trapecio, esternocleidomastoídeo), hueso hioides, cartílagos (ej.: tiroides, cricoides), tráquea,
ganglios linfáticos, glándula tiroides, arterias (ej.: carótidas), venas (ej.: yugulares).
Examen del cuello.
Se debe examinar:
forma y movimientos.
ganglios linfáticos.
glándula tiroides.
pulsos carotídeos.
pulso venoso yugular.
Los cuellos largos y delgados son más fáciles de examinar, a diferencia de los cuellos cortos y
gruesos. Normalmente, las personas deben ser capaces de mover el cuello en las cuatro
direcciones (arriba, abajo, lados) y efectuar movimientos de rotación. En presencia de una
discopatía cervical o de lesiones musculares, es frecuente que se produzca dolor y se limite el
rango de movimientos.
Ganglios linfáticos. Respecto a los ganglios, se debe describir su forma, tamaño, número,
consistencia, ubicación, si son sensibles, si comprometen la piel, si se desplazan sobre los
planos profundos, etc. La descripción misma de ellos puede quedar en la sección del examen
físico general (cuando el compromiso es generalizado), o en el examen del cuello (si sólo en
este lugar se encuentran los ganglios alterados). No ese necesario repetir lo mismo en las dos
partes.
Glándula tiroides. Se ubica en la parte anterior y baja del cuello, por debajo del cartílago
cricoides. Conviene acordarse de que a nivel de la línea media anterior, desde arriba hacia
abajo, se palpa primero el cartílago tiroides (donde se ubica la llamada “manzana de Adán”),
más abajo se palpa el cartílago cricoides y un poco más abajo se palpa el istmo de la glándula
tiroides. A ambos lados de esta estructura se palpan los lóbulos laterales de la glándula, que en
condiciones normales, pueden ser del tamaño de una almendra grande. Si se le pide al
paciente que trague saliva, ambos lóbulos laterales ascienden, y esto ayuda para reconocerlos.
Su superficie debe lisa o ligeramente irregular, y de consistencia entre blanda y relativamente
firme.
Al examinar la glándula tiroides se debe identificar el tamaño de los lóbulos laterales, su
superficie, su consistencia. En forma muy dirigida, se debe buscar si se palpan nódulos. La
presencia de nódulos preocupa por la posibilidad que alguno de ellos pueda corresponder a un
cáncer.
La glándula se pueden examinar de distintas formas, que incluso se complementan entre ellas:
con el paciente en decúbito dorsal: se buscan, mediante la inspección y la palpación,
aumentos localizados de volumen en la región supraesternal y hacia ambos lados de la
tráquea.
con el paciente sentado o de pié:
-el examinador se pone por delante del paciente para efectuar la inspección y la palpación.
Con una mano se desplaza ligeramente la glándula hacia el lado contrario y con la otra mano
se palpa el lóbulo del lado que queda más prominente.
- el examinados se ubica detrás del paciente y con sus dos manos, especialmente los dedos
índice y medio, palpa la glándula: desliza sus dedos sobre la superficie, capta el tamaño y la
consistencia, busca si existen nódulos, etc.
Se llama bocio al aumento difuso de la glándula. En bocios muy grandes, como puede ocurrir, a
veces, en la enfermedad de Basedow, es posible auscultar sobre la glándula un soplo suave
(debido a una mayor vascularización y flujo sanguíneo).
Arterias carótidas. Su recorrido se logra identificar desde la región del extremo interno de las
clavículas (por abajo), subiendo en dirección oblicua en dirección del ángulo de la mandíbula,
quedando inmediatamente por delante o por debajo del borde anterior del músculo
esternocleidomastoídeo, a ambos lados.
A la inspección, especialmente en personas delgadas, se distingue el latido de las arterias. Otra
forma de examinarlas es mediante la palpación. En personas mayores se debe efectuar con
más delicadeza para evitar lesionar placas de ateroma y generar pequeñas embolías de
colesterol y plaquetas. También es conveniente auscultarlas buscando soplos. Si estos se
ubican inmediatamente por arriba de las clavículas, pueden corresponder a soplos irradiados
desde el corazón (ej.: en una estenosis aórtica o en estados hiperdinámicos). Si se ubican en la
parte más alta del cuello, donde la arteria carótida común se bifurca, pueden deberse a una
estrechez por placas ateromatosas que generan flujos turbulentos.
Pulso venoso yugular. Las venas yugulares se notan en mayor o menor grado según el largo
del cuello, el grosor del panículo adiposo y la presión venosa. Normalmente, en una persona
reclinada en la cama, las venas se ven algo ingurgitadas, llegando hasta la mitad del cuello. En
la inspiración, se colapsan (influido por la presión negativa intratorácica que se genera), y en la
espiración, al toser o pujar, se ingurgitan. En pacientes deshidratados están colapsadas y en
una insuficiencia cardíaca que compromete al ventrículo derecho, están ingurgitadas, e incluso
se palpan tensas. Las venas yugulares externas son las que se ven con más facilidad; las
internas, que se ubican por debajo del músculo esternocleidomastoídeo, en la práctica no se
distinguen.
Para observar el pulso venoso, conviene que el paciente esté semisentado, en un ángulo de
45º respecto al plano horizontal (totalmente acostado, se ven más ingurgitadas y sentado o de
pie, se notan menos). En la vena se distinguen unas leves oscilaciones (u ondas) relacionadas
con el ciclo cardíaco (pulso venoso yugular). Para lograr una mejor visión conviene que el
cuello esté despejado y la cabeza girada hacia el lado opuesto. Una luz tangencial ayuda a
distinguir mejor las oscilaciones que ocurren en la vena. Es frecuente que estas ondas sean
difíciles de notar o sencillamente, no se vean.
Mirando la ingurgitación de las venas yugulares se puede estimar la presión venosa central, o
sea, la presión de la sangre a nivel de la aurícula derecha. Si es alta, la vena se ve más
ingurgitada; si existe hipovolemia, está colapsada.
Descripción pulso venoso yugular
Se distinguen fundamentalmente dos ondas, la "a" y la "v". La primera, la onda "a", ocurre
justo antes del sístole, y se debe a la contracción de la aurícula derecha (al final del diástole,
cuando se termina de vaciar al ventrículo derecho). El colapso de la vena después de la onda
"a", es el descenso "x" y se debe a la relajación de la aurícula.
La onda "v" se debe al llene pasivo de la aurícula derecha debido al retorno venoso normal,
mientras la válvula tricúspide permanece cerrada durante el sístole. Por lo tanto, es una onda
que ocurre al mismo tiempo del sístole y que se vería sobre el vena yugular. El colapso que se
observa después de la onda "v", se denomina el descenso "y", que corresponde al paso de la
sangre de la aurícula al ventrículo durante el diástole, después que se abre la válvula
tricúspide.
Con registros muy finos, se describe una pequeña muesca ubicada en el descenso de la onda
"a", que se ha llamado la onda "c", atribuida al cierre de la válvula tricúspide, después que se
ha terminado de contraer la aurícula derecha y está comenzando el sístole, pero no es posible
de ver a simple vista.
En resumen, la secuencia de las ondas del pulso venoso yugular son:
la onda "a", que ocurre antes del sístole (dato mnemotécnico: contracción auricular).
y la onda "v", que ocurre durante el sístole (dato mnemotécnico: llene venoso pasivo o
contracciónventricular).
Para diferenciar si una determinada onda que se ve sobre la vena yugular es antes o durante el
sístole, conviene estar palpando al mismo tiempo una arteria (ej: pulso radial). La onda "a"
antecede al pulso arterial y la "v" coincide con él. El descenso "x" sigue a la onda "a" y el
descenso "y" sigue a la onda "v".
En condiciones patológicas estas ondas presentan alteraciones, que pueden ser:
•onda "a" grande: cuadros de hipertensión pulmonar, estenosis de la válvula pulmonar,
estenosis de la válvula tricúspide (debido a la resistencia que encuentra la aurícula derecha
para vaciarse al ventrículo).
•onda "v" muy grande: en insuficiencia tricúspide (debido al reflujo de sangre durante el
sístole).
•ausencia de onda "a": en fibrilación auricular (la aurícula no se contrae al unísono).
Glosario: bocio.
Preguntas:
1. ¿Cómo se palpa la glándula tiroides?
2. ¿Cómo deben describirse las adenopatías?
3. ¿Qué puede significar un soplo que se ausculta en la zona de la bifurcación de la
arteria carótida común?
4. ¿A qué se debe la onda "a" y la "v" en el pulso venoso yugular?
5. ¿Cómo es el pulso venoso yugular en una insuficiencia de la válvula tricúspide?