bosques formas de aprovechamiento
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Prof: Fuentes Luís
Agroforestal
En todo el mundo se ha hecho evidente la necesidad de la reforestación y
conservación de los bosques existentes, con la finalidad de minimizar los impactos
biológicos y ecológicos que ha ocasionado el desarrollo de los países
industrializados.
Venezuela posee aproximadamente 45 % de su superficie cubierta por
bosques. Sin embargo, el aprovechamiento de este ecosistema ha sido casi nulo y
no existen criterios establecidos para su manejo eficiente. Ejemplo de ello son: (a)
la selva de Turén en el estado Portuguesa, donde hubo una devastación casi total
del bosque para expandir la frontera agrícola, dando paso a lo que se ha
denominado el granero de Venezuela, y (b) la reserva forestal de Ticoporo,
ubicada en el estado Barinas, la cual ha sufrido invasiones y manejo inadecuado
con el propósito de fundar potreros para ganadería.
Ante esta tendencia de crecimiento de la agricultura y expansión de su
frontera a expensas del bosque, se plantea la agroforestería como sistema para el
cabal aprovechamiento del bosque, dándole el uso adecuado biológica, ecológica
y económicamente.
La agroforestería es un sistema complejo donde se asocian los árboles,
arbustos, cultivos, pastos y animales en determinadas áreas con fines de producir
bien sea carne, leche, madera o producción vegetal. Sin embargo, esta
conceptualización no ha sido desarrollada por los científicos, sino en respuesta a
las inquietudes y necesidades de los campesinos e indígenas, motivado a las
diversas necesidades de alimentación y sobrevivencia.
Es así que los investigadores agropecuarios y ecologístas del mundo
plantean el desarrollo agroforestal como un recurso importante para el futuro de la
humanidad.
Ventajas de los sistemas agroforestales
1. Aporte de nitrógeno al suelo, a través de la fijación biológica por las
leguminosas arbóreas y arbustivas.
2. Recuperación del suelo, mediante la incorporación de hojarasca y abundancia
de raíces.
3. Aporte de sombra a los animales y a otros cultivos como café y cacao.
4. Suministro de alimentos (frutos y hojas) a los animales durante el período de
escasez de pasto.
5. Mejoramiento de las condiciones ambientales.
6. Aporte de maderas finas, blandas y duras para el desarrollo agrícola e industrial
(botalones, estantillos, carpintería, carbón vegetal, leña, entre otros).
7. Diversificación de los sistemas de producción empleados por el productor.
Desventajas
1 .Desconocimiento por la mayoría de los productores agropecuarios.
2. En áreas totalmente deforestadas, la recuperación y reforestación para estos
fines es lenta y costosa.
3. Escasa información sobre integración de sistemas y la utilización y producción
de árboles forrajeros en la alimentación animal.
Bosques en áreas naturales protegidas con intervención de manejo y uso
económico.
Industrial
Cada vez se aprecia más la contribución de los productos forestales no
madereros para el desarrollo socioeconómico sostenible. A su vez, esto se traduce
en un importante incremento de la utilización y comercialización de estos
productos. Sin embargo, los riesgos de la sobre explotación, del daño a la base de
recursos y de la modificación de la distribución de los beneficios suscitan no pocas
dudas. D.D. Tewari y J.Y. Campbell examinan las consecuencias del
aprovechamiento más intensivo de los productos forestales no madereros,
centrando su análisis en la India.
La industria forestal requiere una mejor infraestructura de servicios
energéticos, metalmecánicos, repuestos e insumos pero actualmente esa
infraestructura está ociosa por la distancia donde se concentra la disponibilidad de
trozas.
Principales aspectos ambientales relacionados con las actividades
forestales
- Degradación del bosque, por el aprovechamiento de las especies más valiosas y mejor formadas.
- Destrucción de ecosistemas, algunos de los cuales pueden ser nichos ecológicos, afectándose la fauna silvestre principalmente.
- Pérdida de diversidad biológica.
- Daños al suelo por el movimiento de tierra para construcción de caminos forestales, patios de acopio y movimiento de trozas, y compactación del suelo debido al tránsito de maquinaria pesada.
- Contaminación de cursos y depósitos de agua por sedimentación al ser arrastrado parte del suelo removido.
- Contaminación por ruido, generado por las motosierras y maquinaria de transporte.
Las consecuencias o externalidades de estas actividades están
relacionadas fundamentalmente con los conflictos de uso, especialmente los de
sobreuso. La carencia de mapas con criterios unificados de uso actual y capacidad
de uso de las tierras, para el Area del Proyecto, limitó establecer y dimensionar
espacialmente dichos conflictos. Sin embargo, es evidente la necesidad de
desacelerar el proceso de cambio de uso de las tierras forestales con el fin de
mantener la actual cobertura vegetal.
Recreacional
Comprende todas las bellezas naturales, conformada por ríos, montañas,
selvas, áreas con climas y especies silvestres vegetales o animales que necesitan
cuidados especiales para su conservación y se dividen o clasifican en: Parques
Nacionales, Monumentos Naturales y Zonas Protectoras con que cuenta el país
con el fin de preservarlas, protegerlas y darle un especial cuidado debido a las
características que presentan como tal.
Conservación y protección del ambiente
A pesar de la necesidad de utilizar en los bosques bajo aprovechamiento
sus recursos conforme a los principios ecológicos y de conservación de la
naturaleza, se han establecido áreas naturales protegidas en bosques, donde se
busca sean objeto de aprovechamientos sostenibles. Las áreas naturales
protegidas tienen una importancia insustituible para el mantenimiento de la
diversidad de la vegetación, flora y fauna boscosa, así como para asegurar los
espacios de vida de especies y poblaciones en peligro. Para ello, una condición
esencial es un trabajo conjunto y estrecho entre el ordenamiento forestal y la
conservación de la naturaleza, y así garantizar el cuidado del área natural
protegida en el marco de los objetivos de protección y administración de los
bosques bajo ordenamiento.
Un mundo sin bosques es impensable. Los bosques proporcionan una
amplia gama de beneficios a nivel local, nacional y mundial. Algunos de esos
beneficios dependen de que el bosque permanezca perturbado o sufra una
alteración mínima. Otros sólo se pueden conseguir explotándolo para extraer de él
madera y otros productos. Sena simplista presentar las actividades forestales, de
tan gran complejidad, como un enfrentamiento entre las fuerzas del bien, que
defienden la conservación del bosque y las del mal, que defienden su
aprovechamiento. El proteccionismo absoluto que rechaza el acceso a los
recursos y los deja desatendidos es tan pernicioso para el desarrollo sostenible
como el aprovechamiento incontrolado que no permite la regeneración de los
recursos.
La cuestión de la conservación y el aprovechamiento de los recursos
forestales ha de ser objeto de debate. El equilibrio entre ambos es la misma
esencia del trabajo de quienes administran los recursos naturales para el
desarrollo sostenible. Sin embargo, el debate no debe centrarse en las posiciones
extremas sino en la forma de conjugar armoniosamente las necesidades de
conservación y utilización, con el fin de obtener los máximos beneficios para las
generaciones actuales y futuras.
El debate público sobre esta cuestión ha evolucionado notablemente. Los
principales defensores del aprovechamiento del bosque admiten la necesidad de
tomar en consideración la conservación. Incluso los más acendrados grupos
ecologistas reconocen que los programas de conservación encaminados a
preservar los bosques deben incluir algunas actividades de aprovechamiento. La
cuestión que hay que dilucidar es si se deben conservar los bosques y qué grado
de utilización se ha de aceptar, o si, partiendo del supuesto de que se necesita
utilizar los bosques y hacerlo de manera sostenible, qué grado de conservación se
ha de garantizar.
Uno de los aspectos esenciales en el debate sobre la conservación y el
aprovechamiento es cómo reducir al mínimo el impacto ambiental negativo del
aprovechamiento forestal industrial, particularmente en las condiciones de
vulnerabilidad predominantes en la mayor parte de los bosques tropicales. J.J.
Gerwing, J.S. Johns y E. Vidal examinan las posibilidades de reducir los desechos
en las operaciones de explotación y elaboración industrial en la zona oriental de la
Amazonia y las posibles implicaciones para la conservación de los bosques. Un
breve artículo relacionado con este tema describe el nuevo Código Modelo de la
FAO de Prácticas de Explotación Forestal.
En las diferentes justificaciones ecológicas y económicas de la
conservación y aprovechamiento de los bosques como parte del desarrollo
sostenible global subyace una cuestión ética fundamental: ¿qué obligación hemos
contraído para con las generaciones futuras? o, en palabras del cómico Groucho
Marx, ¿hasta qué punto me importa la posteridad?; ¿acaso la posteridad ha hecho
algo por mí? En el último de los artículos, T. Hurka reflexiona sobre las
implicaciones del concepto de desarrollo sostenible, especialmente tal como se
formula en el informe de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo.
En este momento en que el grupo intergubernamental sobre los bosques se
apresta a concluir su trabajo y presentarlo ante la Comisión sobre el Desarrollo
Sostenible, este número de Unasylva aspira a proponer elementos y perspectivas
diversos sobre los aspectos esenciales de la conservación y el aprovechamiento,
planteándose como último objetivo el bienestar del ser humano.
Producción energética
La producción de energía con biomasa forestal mejorará la gestión de los bosques
La disminución de incendios y plagas serán dos de los beneficios directos
derivados de la producción de energía con biomasa forestal, siempre que dicha
actividad se incorpore en las ordenaciones de montes y se realicen planes
técnicos de aprovechamiento. Es una de las conclusiones del documento Los
montes y la crisis energética, presentado en el Congreso Nacional de Medio
Ambiente que ha concluido hoy.
Aplicaciones energéticas
La transformación de la biomasa puede dar origen a distintas energías:
Energía térmica. Agua o aire caliente, vapor. Es la aplicación más
extendida de la biomasa natural y residual. Los sistemas de combustión
directa se pueden utilizar directamente para cocinar alimentos, para
calefacción o secado. Además, es posible aprovechar el vapor que se
desprende para producir electricidad o para procesos industriales.
Energía eléctrica. Se obtiene, sobre todo, a partir de la transformación de
biomasa procedente de cultivos energéticos, de la biomasa forestal primaria
y de los residuos de las industrias. En determinados procesos, el biogás
resultante de la fermentación de la biomasa también se puede utilizar para
la producción de electricidad. La tecnología a utilizar para conseguir energía
eléctrica depende del tipo y cantidad de biomasa. Así tenemos:
Ciclo de vapor: está basado en la combustión de biomasa, a partir de la
cual se genera vapor que es posteriormente expandido en una turbina.
Turbina de gas: utiliza gas de síntesis procedente de la gasificación de un
recurso sólido. Si los gases de escape de la turbina se aprovechan en un
ciclo de vapor se habla de un ciclo combinado.
Motor alternativo: utiliza gas de síntesis procedente de la gasificación de
un recurso sólido o biogás procedente de una digestión anaerobia.
Energía mecánica. Son los biocombustibles, pueden sustituir total o
parcialmente a los combustibles fósiles, permitiendo alimentar motores de
gasolina con bioalcoholes y motores diesel con bioaceites. En muchos
países, este tipo de combustibles son ya una realidad, por ejemplo, en
Brasil ya son millones los vehículos propulsados con alcohol casi puro
obtenido de la caña de azúcar.
La forma de transformar la biomasa en energía depende, fundamentalmente,
del tipo de biomasa que se esté tratando y del uso que se quiera dar a esta
energía. Los sistemas comerciales para utilizar biomasa residual seca se pueden
clasificar en función de que estén basados en la combustión del recurso (hay gran
número de calderas para biomasa en el mercado) o en su gasificación. Los
sistemas comerciales para aprovechar la biomasa residual húmeda están basados
en la pirólisis. Para ambos tipos de recursos, existen varias tecnologías que
posibilitan la obtención de biocarburantes.
El documento, elaborado por un grupo de expertos multidisciplinar, señala
que potenciar la biomasa forestal con fines energéticos es una oportunidad de
gestionar bosques en los que se ha abandonado el aprovechamiento tradicional o
no están gestionados, lo que supondría disminuir los riesgos de debilitamiento de
esas masas, de incendios y de plagas o enfermedades, y un beneficio para los
propietarios rurales como al conjunto de la sociedad.
Otra de las conclusiones más relevantes es la que define a los sistemas de
producción de biomasa como generadores importantes de empleo e ingresos, al
producirse una demanda de mano de obra, por lo que podrían desempeñar un
papel importante en el esfuerzo que se hace para impulsar el desarrollo rural,
sobre todo en comunidades donde el despoblamiento ha sido más acusado.
Un dato importante que apuntala esta última consideración es que la
biomasa forestal es la que más empleos directos crea (8,9) por megavatio
instalado, muy por encima de los 2,5 de la co-combustión, el 0,8 del biogás y la
hidroeléctrica y el 0,3 de la eólica.
De igual modo, el grupo de expertos apunta la necesidad de desarrollar
un mercado que ayude a la sostenibilidad de la explotación de la biomasa como
recurso energético, instaurando estándares de calidad y de producción, así como
certificados de cultivo sostenible para evitar la deforestación, la sobreexplotación
de tierras y otros problemas derivados.
Entre las medidas más importantes que proponen para superar las
dificultades destacan las siguientes: fomento de la agrupación de montes de
propiedad privada en unidades de gestión más efectivas, incremento de la
superficie gestionada con implantación de instrumentos de gestión y previsión de
cortas, investigación y desarrollo de maquinaria adecuada a las características de
nuestros montes e investigación de métodos y logística idónea.
El grupo de trabajo que ha elaborado el documento lo ha coordinado Raúl de
la Calle Santillana, del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, y ha
contado con la aportación de destacados expertos de la industria forestal, el
mundo científico y asociaciones sectoriales.