bolivar adriana analisis del discurso

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Prlogo

Es indudable que el estudio del discurso es una de las nuevas disciplinas que ms rpidamente se ha desarrollado en el campo de las ciencias humanas y sociales en los ltimos aos. Esto se observa no slo en la proliferacin de libros, revistas especializadas, congresos, y la influencia multidisciplinar alrededor del mundo, sino tambin, y de manera especial, en Amrica Latina, donde los estudios del discurso han adquirido gran popularidad. Este nuevo libro, editado por una de las figuras lderes y fundadoras del anlisis del discurso en Amrica Latina, Adriana Bolvar, es otro testimonio ms de la madurez de la nueva disciplina en Amrica del Sur en general, y en Venezuela, en particular. Si la excelente Introduccin de Adriana Bolvar no lo hiciera, este prlogo resaltara las numerosas razones del por qu y cmo los estudios del discurso pueden contribuir a nuestra comprensin del papel fundamental del lenguaje, los textos y el habla en la vida cotidiana y en la sociedad en general. Porque va ms all de la lingstica clsica, el campo mucho ms amplio de los estudios del discurso muestra cmo las personas concretas utilizan el lenguaje en la comunicacin y en las interacciones tambin concretas. As , por un lado, un enfoque basado en el anlisis del discurso proporciona un marco ms amplio incluso para el estudio tradicional de la gramtica, mientras que, por el otro, ofrece una base ms natural para los estudios del significado, los actos de habla, el estilo, la retrica, la interaccin y las sub-disciplinas asociadas. Adems, como el anlisis del discurso no se limita al estudio de las estructuras del texto y de la conversacin, sino que integra cada vez ms los anlisis multidisciplinarios y multimodales de los contextos cognitivos, sociales, polticos, histricos y culturales del discurso, esta joven disciplina proporciona un marco singular para su integracin con otras ciencias humanas y sociales. En realidad, no hay ninguna disciplina en las ciencias humanas y sociales donde el discurso no juegue un papel fundamental aunque debemos admitir que hay todava unas pocas (como las ciencias polticas) en las cuales todava se est descubriendo dicho papel. Para los lectores del mundo hispano-hablante, esta obra ofrece un excelente panorama del estado actual de algunas de l as principales tendencias en los estudios contemporneos del discurso, porque integra los desarrollos en el rea en el mbito internacional con los realizados en Amrica Latina. Puesto que Adriana

Bolvar presenta los respectivos captulos en su propia Introduccin, ofrecer, por mi parte una presentacin ms general del libro. El primer comentario elogioso que merece esta obra es que se trata, a la vez, tanto de un estado del arte de diversas lneas de investigacin, como de una excelente introduccin para los recin llegados a la disciplina. As, Adriana Bolvar aborda el importante problema que confrontan los estudiantes cuando se inician en la investigacin: Cul teora, mtodo o lnea es conveniente elegir para mi trabajo?. Como esta disciplina ha crecido enormemente en sus cuarenta aos de existencia, los estudiantes necesitan este tipo de sabio consejo por parte de los investigadores experimentados. Los captulos que le siguen introducen algunas de las nociones y reas que se han vuelto cruciales en los estudios contemporneos del discurso: los actos de habla, la valoracin (como un tpico importante en la semntica discursiva), el afecto, la narrativa, la ideologa, la interaccin y los desrdenes discursivos, as como su aplicacin, por ejemplo al estudio de la literatura, la escritura, la lectura y el aprendizaje de una segunda lengua. En segundo lugar, quisiera comentar positivamente una caracterstica de los artculos en este libro que para m tiene siempre una relevancia fundamental como criterio en los estudios acadmicos: su claridad y su transparencia. Es bien conocido que muchos desarrollos post-modernos en las humanidades en general, y en cierto tipo de anlisis del discurso en particular, han sido merecidamente criticados por su estilo esotrico, porque de este modo limitan el acceso a slo unos pocos iniciados y a muchos imitadores pasivos, en vez de abrirse a los estudiantes que provienen de todas las disciplinas. Desde la perspectiva de los estudios crticos del discurso, el obscurantismo en la redaccin acadmica es cuando menos antidemocrtico, si no una manifestacin de dudosos planteamientos. Los artculos en este libro, por el contrario, an cuando expongan nociones complejas, estn redactados en un estilo asequible que permite tambin a los recin llegados acceder a los desarrollos contemporneos en este campo. En parte esto puede deberse a una orientacin general inclinada hacia los desarrollos anglosajones en el estudio del discurso, que han sido tradicionalmente ms transparentes que aquellos inspirados por algunas direcciones (si bien no todas!) en la filosofa francesa. En verdad, se observa una clara preferencia en algunos de los artculos por el enfoque Sistmico-Funcional fundado por Michael Halliday, que ha influido tambin en gran parte del Anlisis Crtico del Discurso. Los numerosos y eminentes estudiosos del discurso que han estado (de manera ms o menos estricta) conectados con este enfoque han realizado importantes contribuciones al rea, como se desprende del reciente trabajo sobre uno de los tpicos ms interesantes en la semntica discursiva: el estudio de la expresin de las opiniones, las actitudes y la perspectiva o punto de vista. En mi trabajo ms reciente sobre el contexto, he enfatizado en ocasiones que los desarrollos inspirados en la lingstica Sistmica Funcional podran llegar a tener mayor relevancia si los investigadores que siguen esta lnea abandonaran su tradicional rechazo empiricista del anlisis cognitivo, as como su principal foco en la gramtica, e integraran de manera ms explcita la mente, el discurso y la

interaccin dentro de su perspectiva semitica. Efectivamente, el estudio de la formulacin y la (re)produccin discursiva de la opinin, la actitud y la ideologa no solamente involucra el significado de las palabras, sino tambin los significados globales del discurso as como las representaciones sociales compartidas por los usuarios del lenguaje en cuanto miembros de un grupo. De igual modo, esto tambin es obviamente cierto con respecto a la expresin del afecto y su relacin con el estudio de la emocin en la psicologa cognitiva y social y en la neuropsicosloga. Me complace ver que en esta obra esta extensin de los enfoques itmco-funale a la valoracin y al afecto se vislumbra claramente. En tercer lugar, los captulos de este libro merecen nuestro reconocimiento porque no se limitan exclusivamente a la teora. Aunque podamos estar de acuerdo en que nada es tan prctico como una buena teora, tambin necesitamos demostrarles a los estudiantes y a los recin llegados que nuestras teoras efectivamente funcionan. Muchos de los ejemplos de anlisis y aplicaciones presentados en esta obra muestran que nuestras teoras sobre gnero, narrativa, valoracin y argumentacin, entre otras varias nociones, pueden en verdad proporcionar una comprensin del uso real del lenguaje por parte de sus usuarios reales; por ejemplo, cmo los nios relatan cuentos de su vida diaria, cmo los autores literarios enfocan sus narrativas, cmo argumentan los polticos, cmo las personas reproducen las ideologas cotidianas, cmo los nios aprenden a leer y a escribir, o cmo los pacientes afsicos participan en conversaciones, entre otros. En resumen, esta obra es un excelente estado del arte para analistas del discurso experimentados as como una muy til introduccin para los investigadores noveles. En ella se refleja que los estudios del discurso se han convertido en una disciplina madura, y que los acadmicos latinoamericanos en general, y los venezolanos en particular, participan activamente en su desarrollo internacional. No hay duda de que esto se debe tambin al destacado papel que desempea Adriana Bolvar tanto como editora de este libro, como asimismo por ser la fundadora y mentora de los estudios del discurso en Venezuela, y una de las lderes de esta disciplina en Amrica Latina y el mundo. Teun A. van DijkBarcelona, enero de 2006

Introduccin Por qu y para qu

El inters sostenido por el anlisis del discurso desde hace ms de treinta aos ha resultado en una enorme proliferacin de libros, revistas especializadas, diccionarios, manuales, artculos, trabajos de grado y de postgrado. No obstante, muchas de estas publicaciones han aparecido por primera vez en otras lenguas, sobre todo en ingls, francs, y alemn, y es slo en aos recientes cuando hemos visto un aumento considerable en las publicaciones en espaol, tanto en Espaa como en Amrica Latina. La creacin de la Asociacin Latinoamericana de Estudios del Discurso en 1995, en Caracas, fue un momento importante para que los investigadores de nuestra regin se dedicaran con mayor entusiasmo al anlisis del discurso, con el resultado de que en estos momentos se puede decir que en nuestros pases la disciplina ha alcanzado un punto en que se cubren todos los temas estudiados en Europa y los Estados Unidos, y se hacen de manera creciente propuestas originales, pensadas para contribuir a solucionar grandes problemas sociales como las desigualdades y las injusticias, para develar la forma en que construimos nuestras identidades culturales, y para desarrollar las teoras sobre el lenguaje y la teora social. Por qu el anlisis del discurso genera tanto entusiasmo? Muchos de los que se inician en esta rea de estudio se sienten seducidos desde el primer momento porque aprenden a develar los secretos de los textos y de la interaccin entre las personas en contextos especficos. Estudiar discurso significa adentrarse en un mundo en el que el lenguaje es visto como el punto de unin con todas las disciplinas, porque todos tenemos que hablar, leer y escribir sobre nuestra vida y sobre nuestros hallazgos corno investigadores, y eso se hace mediante la construccin de textos, que explican los analistas del discurso con las herramientas que les proporciona la lingstica y otras disciplinas en las ciencias sociales. Por qu el eje central debe ser el lenguaje? Para ser ms precisos, tal vez deberamos decir "los lenguajes", pero es importante sealar primero que, aunque estemos conscientes de que los significados se construyen con distintos lenguajes y que el lenguaje verbal es uno de ellos, es ste el que nos permite construir los significados con los que representamos y entendemos el m undo, a otras personas, y la forma en que organizamos esos significados. Por lo tanto, el lenguaje no puede ser concebido slo como un cdigo lingstico sino como una prctica

social que nos permite construir realidades y a nosotros mismos. Y esto lo pueden explicar tambin los analistas del discurso con herramientas lingsticas. Por qu los analistas del discurso van ms all de la oracin gramatical? Los analistas del discurso comprendieron hace mucho tiempo que las unidades de la gramtica por s mismas son insuficientes para explicar cmo funcionan los textos en contextos. La gramtica, aunque es el nivel de las formas, por s misma no construye textos y, por eso, se necesitan los niveles de la semntica, la pragmtica y el discurso para explicar mejor la interaccin humana. Cada uno de los niveles de anlisis se aborda con sus propias categoras, la oracin en la gramtica, las proposiciones semnticas en la semntica, los actos de habla en la pragmtica, los enunciados y los textos en el discurso. La gramtica ofrece la base formal para explicar cmo se codifican los significados y, aunque podamos creerla innecesaria, es la clave para obtener evidencia lingstica y lograr credibilidad en la investigacin. Por qu los analistas van ms all de la pragmtica? La pragmtica, o el estudio de lo que los hablantes hacen con las palabras, ha explicado muchos aspectos de la relacin entre textos y contextos, pero tambin resulta insuficiente cuando hay que analizar la dinmica social y/o problemas sociales tomando en cuenta los cambios en esta dinmica. Por eso, los analistas del discurso tienen que trabajar con estudiosos de otras disciplinas y ampliar sus mtodos para dar cabida al anlisis crtico y a la reflexin que marca los estudios en las ciencias sociales en la actualidad. Por qu los analistas del discurso se ocupan de explicar el funcionamiento de las ideologas? Porque ellas se construyen fundamentalmente con y en el lenguaje, y es posible identificar en los textos las estructuras y estrategias discursivas que los hablantes emplean para presentar sus visiones de mundo, sus creencias, sus valores. Por eso, los estudiosos del discurso tienen una gran responsabilidad en despertar conciencia crtica del lenguaje, para que los hablantes se den cuenta de que las palabras tienen un valor referencial, un valor expresivo y un valor ideolgico. Por qu dar atencin a la afectividad en el discurso? Porque as como se explican las ideologas lingsticamente, tambin es posible identificar los elementos verbales (y no verbales) que marcan los enunciados con afectividad. A menudo observamos que el apelativo retrico a los afectos tiene mayor capacidad de convocatoria o de movimiento que la razn. De ah que estudiar cmo se expresa la afectividad discursivamente sea tan importante para comprender mejor las interacciones en diferentes contextos, sean polticos, acadmicos o familiares. Todos estos por qu muestran solamente algunos aspectos seleccionados de lo que puede hacer un analista del discurso en sus intentos por comprender cmo funciona el lenguaje en la interaccin social. Hablar de los para qu podra parecer redundante, pero es importante que dejemos claro cules son nuestras metas al presentar este volumen. Una de las primeras razones para ofrecer un libro como ste es registrar la experiencia de un grupo altamente calificado de analistas del discurso en Venezuela. Cada uno de los autores y autoras han dedicado muchos aos a la investi-

gacin en este campo, con distintas motivaciones y apoyados en orientaciones tericas, a veces diferentes, pero siempre de manera rigurosa. El libro muestra algunos de los aspectos en los que han estado trabajando en las universidades venezolanas, formando grupos de investigadores, y abriendo lneas novedosas con grandes aplicaciones prcticas. Cada uno de los captulos en este libro ha sido escrito por investigadores comprometidos con su sociedad. Este compromiso se caracteriza, por un lado, por su inters en estar al da en los adelantos en la disciplina y, por otro, en las temticas tratadas. Adems de sealar cules son las orientaciones tericas que estn abrindose en otros pases, en el libro se abarcan temas de gran inters como es el caso del discurso narrativo que se examina tanto en la vida cotidiana como en la literatura; tambin se muestra cmo se entienden e interpretan diferentes tipos de textos con un enfoque semntico-pragmtico; se explica e ilustra cmo funciona la argumentacin retrica en la poltica; se analizan las ideologas de la vida cotidiana; se muestra cmo el anlisis lingstico se puede extender ms all de lo interno de los textos para comprender procesos sociales y cognitivos; a partir del anlisis de la conversacin en poblaciones especiales, se dan valiosas orientaciones para evaluar problemas del lenguaje y del discurso; y se da una visin fundamentada en la teora y en la prctica sobre la mejor manera de leer y construir textos escritos. Los autores cubren diferentes mbitos de la interaccin humana: la vida cotidiana, la poltica, la literatura, la educacin, los medios de comunicacin, las festividades religiosas, las aulas escolares y universitarias. Los para qu de este libro pueden resumirse brevemente con algunas oraciones muy cortas, pero con mucho significado: para mirar el lenguaje de otra manera; para ampliar el espectro de las descripciones; para tomar conciencia crtica del lenguaje; para entender mejor los textos; para leer y escribir mejor y calibrar los efectos que producimos con las palabras; para entender que el anlisis del discurso es ms que una tcnica porque tambin es teora del lenguaje; para comprender que el anlisis del discurso nos hace tomar conciencia del papel fundamental del lenguaje en nuestras vidas. Los por qu y los para qu del anlisis del discurso pueden leerse mucho mejor en cada uno de los captulos de este libro, que ha sido estructurado en tres partes con el fin de mostrar focos de inters diferentes. La primera parte, denominada Sobre avances en la teora, consiste de cuatro captulos cuyo objetivo global es introducir a los lectores en algunos de los problemas que se plantean los investigadores en anlisis ciel discurso y mostrar cmo, a partir de desarrollos en la filosofa del lenguaje, se han propuesto teoras e investigaciones que nos permiten analizar el discurso cada vez con mayor precisin. Adriana Bolvar, en Los primeros problemas del analista: Qu teoras? Qu mtodos? Por dnde empezar?, ofrece una orientacin terica y metodolgica a los que se inician en la investigacin sobre los estudios del discurso. Aborda el problema de la complejidad de unos estudios que, por ser de naturaleza multidisciplinaria, exigen al analista ponerse en contacto con diversas teoras y mtodos en las ciencias sociales, de las cuales la lingstica forma parte. Su meta es ubicar los

estudios lingsticos en el contexto de las ciencias sociales y destacar algunas de las nociones centrales que deben tomarse en cuenta: contexto, texto, ideologa, sujeto, interaccin, gnero discursivo, gramtica, conocimiento, anlisis crtico. El captulo sirve como una primera mirada a lo que significa iniciar estudios o investigaciones en este campo. Nancy Nez, desde el rea de la filosofa, en La teora de los actos de habla y la delimitacin de los usos lingsticos, expone la teora de actos de habla propuesta inicialmente por Austin, y luego complementada por Searle. En su argumentacin plantea que aunque es indudable que Wittgenstein nos ense cmo responder a la pregunta en qu consiste el significado de las expresiones lingsticas? fueron Austin y Searle quienes trazaron la va para comprender los significados del lenguaje en contextos. Advierte, no obstante, del peligro de caer en generalizaciones por cuanto los actos de habla son especficos de cada cultura. El captulo permite ver cmo se inici el giro lingstico en la filosofa y de qu manera se plante la discusin entre los filsofos. Nora Kaplan, en La teora de la valoracin: un desarrollo de los estudios sobre la evaluacin en el lenguaje, se concentra en la presentacin y explicacin de una de las teoras ms recientes en el campo de la lingstica, conectada con la gramtica sistmica funcional en la corriente iniciada por Halliday y desarrollada por sus colaboradores en Gran Bretaa y Australia. Esta teora ofrece a los analistas del discurso grandes posibilidades para llevar a cabo estudios rigurosos sobre el lenguaje evaluativo e ideolgico porque se dedica a profundizar la nocin de evaluacin, que tradicionalmente se ha estudiado como expresin de la subjetividad. Mara Jess Nieto y Otero, en Discurso y afectividad, dedica su atencin a otro de los temas en desarrollo en el campo de la lingstica. Despus de exponer varias formas de aproximarse al estudio de la afectividad, se concentra y evala una propuesta en particular haciendo notar que el anlisis puede todava precisarse ms con las herramientas de la lingstica. El captulo sirve de inicio para sistematizar los estudios de la afectividad en el discurso y ofrece sugerencias sobre categoras y modos de anlisis. La segunda parte del libro, titulada Sobre teoras, mtodos y aplicaciones, est dedicada a distintos enfoques, que han ido surgiendo y consolidndose entre los lingistas venezolanos. Las referencias bibliogrficas que cada uno incorpora son un indicador de sus otras facetas en este campo. Martha Shiro, en El discurso narrativo oral en la vida cotidiana: gneros y procesos, recoge parte de su experiencia en el estudio de la narrativa oral y el desarrollo de la habilidad narrativa. Muestra que no es suficiente examinar las caractersticas de rasgos textuales de los gneros, sino averiguar cmo stos se caracterizan en la produccin de dicho gnero. El captulo significa un aporte importante para el estudio del desarrollo de la narrativa en nios y nias en las edades comprendidas entre 6 y 11 aos. El captulo promueve la reflexin sobre el aprendizaje de las destrezas narrativas y los procesos cognitivos y sociales que lo afectan. Luis Barrera Linares, en Aplicacin del anlisis del discurso al estudio de textos literarios narrativos, sistematiza y resume la propuesta terica, los lineamientos

metodolgicos y los resultados obtenidos en la aplicacin del anlisis del discurso a la literatura. Plantea que es posible integrar en una sola metodologa los aportes de las corrientes contemporneas del anlisis del discurso con lo propuesto por conocidos enfoques de la literatura, y lo muestra mediante ejemplos relacionados con el acercamiento general a la cuentstica de tres autores (Quiroga, Carpentier, Uslar Pietri). El captulo recoge su experiencia en la formacin de estudiantes de postgrado, y sugiere nuevas investigaciones a travs de la integracin de la lingstica discursiva y el anlisis de textos literarios. Irma Chumaceiro, en El anlisis lingstico del texto literario, presenta una metodologa que conjuga y sistematiza los planteamientos ms relevantes de los estudios sobre el discurso desde una concepcin lingstico-pragmtica, con los conceptos bsicos de la teora y del anlisis literario. Su propsito es "facilitar la comprensin plena del texto, as como de conocer el entramado lingstico que lo constituye y los aspectos pragma-retricos que le confieren, precisamente, ese discutido carcter "literario". La metodologa es ilustrada con la lectura minuciosa de un texto, que ofrece en realidad un esquema muy completo de los aspectos a tomar en cuenta en la lectura de cualquier texto. Lourdes Molero de Cabeza y Julin Cabeza L., en El enfoque semntico-pragmtico en el anlisis del discurso: teora, mtodo y prctica, presentan los esquemas tericos y metodolgicos que utilizan en sus investigaciones del discurso; siguen un enfoque basado en la semntica lingstica y en la pragmtica "con la finalidad de lograr un acercamiento lo ms objetivo posible en los anlisis, las interpretaciones y comprensin del texto". Ellos definen el discurso como un hecho comunicativo resultado de operaciones cognitivas, lingsticas e intencionales realizadas por el hablante. Cada una de estas operaciones es analizada minuciosamente a travs de categoras lingsticas, y el enfoque se ilustra con ejemplos tomados de diferentes tipos de discurso. El captulo resume de manera muy detallada los pasos a seguir en este enfoque. Frances D. de Erlich, en La retrica argumentativa en el discurso poltico: anlisis de textos orales y escritos, aborda estudios realizados en su prctica como investigadora enmarcados en el rea de la retrica argumentativa. Primero nos presenta algunas de las principales tendencias en los estudios de la argumentacin, y luego se dedica a desentraar algunos procesos argumentativos del discurso, aplicados a textos orales (el debate) y textos escritos (el artculo de opinin). En el debate, su atencin se concentra en las estrategias argumentativas producidas por los participantes, y en los artculos observa la construccin lingstica de razonamientos basados en posiciones polarizadas y valores contrapuestos. El captulo ofrece orientacin a los interesados en estudiar la argumentacin en la interaccin oral y escrita. Adriana Bolvar, en El anlisis interaccional del discurso: del texto a la dinmica social, presenta una visin general de la investigacin que ha desarrollado, a lo largo de varios aos, tomando la evaluacin como categora central en la interaccin. Plantea la necesidad de colocar el nfasis en la dimensin interpersonal del significado, y extiende las categoras de la lingstica ms all del texto mediante

la descripcin de micro y macro-intercambios. En este captulo nos lleva en un recorrido que presenta las nociones fundamentales del anlisis interaccional e ilustra la funcin de la evaluacin en la construccin de patrones textuales e intertextuales, as como de patrones de interaccin social en el dilogo poltico. Su trabajo llama la atencin sobre el discurso a travs de la prensa, el uso de la palabra ofensiva en la poltica, sus efectos en la cognicin de mujeres y hombres, y la necesidad de fortalecer el dilogo democrtico. Alexandra Alvarez Muro, en Las ideologas de la vida cotidiana. Rituales religiosos en el habla de una regin, se traslada a la construccin del mundo mgico religioso y se dedica al anlisis de la forma en que los hablantes de la regin de los Andes venezolanos expresan verbalmente sus creencias y rituales particulares de la regin. Su propsito es analizar con una metodologa cualitativa los distintos discursos con los cuales se asocia la ideologa religiosa. El captulo se concentra en las festividades religiosas tpicas del estado Mrida y muestra cmo, al hablar con sus entrevistadores, los hablantes expresan sus creencias y valores. Se trata de un aporte al conocimiento de las ideologas lingsticas de la regin. Lourdes Pietrosemoli, quien cierra esta segunda parte con Anlisis del discurso en poblaciones especiales: la conversacin con afsicos, presenta una visin panormica de las aplicaciones del anlisis del discurso al estudio de la conversacin en poblaciones especiales aunque, como ella misma lo dice, la metodologa propuesta puede emplearse para cualquier tipo de hablantes. Este estudio muestra de qu manera el anlisis del discurso puede contribuir a activar la conversacin en poblaciones especiales, incluso en casos muy severos. El captulo presenta los conceptos que pueden dar fruto en el anlisis lingstico y muestra su aporte para la evaluacin y rehabilitacin de personas que ban padecido o padecen de alguna alteracin en su capacidad lingstica. La tercera parte del libro, Sobre lectura y escritura, se dedica a la lectura y a la escritura de textos en el mbito escolar y acadmico. En primer lugar, Luca Fraca de Barrera, en La cultura escrita y la pedagoga integradora en el desarrollo de la discursividad infantil, presenta un aspecto importante de su experiencia como investigadora en el desarrollo de competencias para la lengua escrita en la educacin de Preescolar y Bsica. Su objetivo es ofrecer orientacin a los docentes en cuanto a la implementacin de estrategias que favorecen la comprensin y la composicin de textos. Ella propone una "Pedagoga integradora", y describe cmo esta pedagoga se concreta en proyectos educativos integradores. Presenta de manera detallada las estrategias que pueden promover el desarrollo del discurso a travs de proyectos de grupos. Luego, Rebecca Beke y Elba Bruno de Castelli, en La lectura y la escritura en el contexto universitario: teoras y exigencias institucionales, resumen ms de veinte aos de investigacin sobre el tema de la lectura, y describen su experiencia en la enseanza de la lectura a estudiantes universitarios del rea de Educacin. En este captulo nos muestran su desarrollo terico y la forma en que fueron adaptando y/o cambiando los enfoques a medida que cambiaban las exigencias institucionales. Dividen su presentacin en tres momentos de lo que ellas han llamado el-

Proyecto ECOLE (Programa de Entrenamiento en Estrategias de Comprensin de Lectura). El captulo ofrece a los profesores de lenguas una visin de las teoras y mtodos adoptados para enfrentar los problemas de diseo de cursos tomando en cuenta las dificultades de los estudiantes y los cambios en la planificacin educativa. Finalmente, Elizabeth Arcay Hands, en La transferencia de la lengua extranjera a la lengua materna en el discurso acadmico escrito, se ocupa de la forma en que los acadmicos e investigadores escriben sus textos cuando han estado expuestos a una lengua extranjera. Ella presenta resultados de sus trabajos en una lnea de investigacin novedosa que ha iniciado en el campo de la "bilingualidad acadmica". Su enfoque es multidimensional y compara textos producidos por acadmicos monolinges y bilinges. Este captulo llama la atencin sobre "nuevos caminos para explorar con mayor precisin la riqueza y complejidad humana que permite el manejo simultneo de dos o ms cdigos lingsticos". Tambin promueve la reflexin sobre las exigencias del discurso acadmico escrito en espaol y otras lenguas y sus implicaciones para la internacionalizacin de nuestros investigadores a travs de sus publicaciones. Como se ha podido notar, estamos ante trabajos que tocan temas y problemas que abren muchas posibilidades de estudio. La invitacin queda abierta a estudiantes e investigadores de las ciencias sociales para unirse a la tarea porque, adems de reflexionar sobre los problemas del discurso, se necesita poner en prctica acciones concretas, de modo que con el discurso llevemos a la prctica el resultado de las investigaciones, y as logremos, por ejemplo, que nuestros nios desarrollen mejor sus habilidades discursivas en la conversacin, la narracin, la argumentacin, la lectura y la escritura de cualquier tipo de texto; que podarnos formar personas mejor preparadas para enfrentar los retos de la sociedad, y con mayor conciencia del valor de las palabras en la interaccin cotidiana. Una mayor atencin al discurso redundar en ventajas que se reflejarn en un mejor entendimiento de nosotros mismos y de los otros, con quienes compartimos una cultura y un pas.

Primera parte Sobre avances en la teora

Los primeros problemas del analista: Qu teoras? Qu mtodos? Por dnde empezar?Adriana BolvarUniversidad Central de Venezuela

INTRODUCCINCuando los interesados en investigar en el campo de los estudios del discurso se plantean problemas de investigacin encuentran a su disposicin un amplio abanico de posibilidades para seleccionar teoras y mtodos. Algunas de las preguntas ms comunes que hacen los estudiantes del rea de lingstica y de otras disciplinas son: Qu orientacin terica debo seguir? Por qu esa y no otra orientacin? Qu implicaciones metodolgicas tiene la escogencia de una(s) teora(s)yno tras?Eselanlis deldiscursoteoraomtod ,oambascosa ? Qu significa hacer anlisis crtico? En este captulo me propongo analizar brevemente el por qu de los problemas, con referencia especial a las condiciones del discurso, las teoras de base, los enfoques y las disciplinas implicadas, y a la complejidad que se encuentra en la lingstica y otras disciplinas en las ciencias sociales. La meta es hurgar en cuestiones epistemolgicas que preocupan a los estudiantes de postgrado, tales como: la actitud ante el conocimiento (cmo concebir "discurso"), las generalizaciones (cmo se llega a generalizar), la legitimacin de la investigacin (cmo se obtiene credibilidad), el papel de los investigadores (la responsabilidad social y la tica), as como destacar algunas nociones centrales y procedimientos. 1.

EL POR QUE DE LOS PROBLEMAS

Las interrogantes antes referidas se originan en distintas situaciones. Primero, nos encontramos con que el anlisis del discurso es practicado por lingistas y no lingistas y as tenemos que, aunque a los lingistas les interesa el discurso desde la perspectiva de la teora lingstica para averiguar cmo funciona el lenguaje, a los no lingistas les atrae el discurso para comprender procesos, analizar contenidos,

Este captulo es una versin extendida de la ponencia "El problema de la seleccin de teoras y mtodos en

del Discurso, celebrado en Maracaibo anlisis del discurso", presentada en el V Coloquio Nacional de Anlisis entre el 20 y el 23 de ju nio de 2005, auspiciado por la Universidad del Zulia y la Asociacin Latinoamericanade Estudios del Discurso.

y explicar problemas cognitivos, sociales y culturales ms que lingsticos. En segundo lugar, nos encontramos con analistas que traen diferentes concepciones de lo que significa discurso, y eso nos lleva a comprender por qu se habla de discurso como "tcnica", "mtodo" y/o "teora del lenguaje". Esto nos conduce directamente a la definicin de lenguaje que los analistas manejan, porque el concepto de lenguaje puede incluir lo verbal y tambin otros lenguajes como el gestual, el visual, el musical, etc. La discusin puede tocar el terreno de la multimodalidad donde se trabaja con textos complejos en los que se mezclan y entrecruzan distintos tipos de lenguajes. Todo ello requiere un aparato descriptivo ms complejo y de mayor alcance. De ah que el problema se complique cuando se trata de estudiar un problema social en el que el criterio para la escogencia de textos son las acciones realizadas y no slo los tipos de textos en s mismos. En tercer lugar, los problemas de la seleccin de teoras y mtodos surgen porque, adems de tener objetivos diferentes, los analistas del discurso se han formado en disciplinas distintas en las que se favorecen teoras y mtodos basados en supuestos sobre la realidad desde variados ngulos y con sustentacin en saberes diferentes (vase Titscher et al., 2001) en los que las categoras de anlisis pueden ser predeterminadas o emergentes (el dilema de lo tico y lo mico), con diferentes actitudes ante el conocimiento, porque para algunos puede ser una realidad "objetiva", esttica, y para otros "subjetiva", dinmica y cambiante, o ambas cosas. La situacin se complica cuando agregamos a lo anterior que todos los analistas tienen una visin de mundo que difcilmente pueden evadir, particularmente si se dedican al anlisis crtico del discurso. 2. LAS DIMENSIONES DEL DISCURSO No obstante lo anterior, es posible visualizar el discurso en funcin de ciertas condiciones que lo definen. Primero que nada, el discurso es interaccin social porque los significados se crean, se retan, se transforman, mueren y renacen en sociedad y no en compartimientos aislados fuera de contexto. Los grupos sociales y las instituciones son vitales para el anlisis del discurso. Segundo, el discurso es cognicin porque las personas construyen su conocimiento del inundo y adaptan sus representaciones a los contextos en los que viven segn las opciones y/o limitaciones que se les ofrezcan. Tercero, el discurso es historia porque para interpretar los significados del presente es necesario conocer la dinmica en que se crearon, saber cules fueron los eventos que los moldearon y qu valores culturales se involucraron. Cuarto, y sobre codo, el discurso es dilogo porque para que existan las interacciones se necesita un yo, un t, un nosotros, y un otros. Por ltimo, el discurso es accin porque con la palabra se construyen y transforman las realidades (vase MacDonell, 1986; Bolvar, 1997). Aunque los analistas del discurso estn conscientes de estas condiciones para el anlisis, por lo general colocan el nfasis en un aspecto ms que en otro; de ah que nos encontremos con teoras cognitivas, socio-cognitivas, histricas, histrico-cognitivas, interaccionales, y otras. Quienes se

inician en los estudios del discurso pueden, con razn, considerar que ningn anlisis podr cubrir todos estos aspectos, pero en la prctica el foco de la investigacin ser determinado por los objetivos y las preguntas que cada uno/a se haga. 3. LAS TEORAS DE BASE Una primera mirada a las grandes teoras y mtodos en discurso nos acerca al libro Titscher et al (2001) que rene un total de doce enfoques en las ciencias sociales, unos desde el punto de vista de la sociedad y la cultura y otros desde la fosical lingstica. Por un lado, las teoras sociolgicas, antropolgicas, psicolgicas, y, por otro, las teoras lingsticas. A su vez las teoras lingsticas ofrecen un amplio marco de opciones que, en s mismas muestran diferentes enfoques. Por ejemplo, bajo lingstica estructural se incluye al estructuralismo cultural de Levi-Strauss, la lingstica estructural de Saussure, el formalismo ruso de Todorov y Propp, y la Escuela de Praga representada por Jakobson. Todas ellas sirven de base para el mtodo de la semitica narrativa (Greimas) (vase Titscher at al., 2001:51). Tambin encontramos los aportes de la lingstica cognitiva, representada por Shank y Abelson, que sirve de apoyo a la lingstica textual y a una vertiente del anlisis crtico del discurso (Wodak, van Dijk). Adems de lo anterior, en este cuadro se incluye a la lingstica sistmica propuesta por Halliday, que sirve de fundamento a otra vertiente del anlisis crtico (Fairclough, y en parte Wodak). Como hemos visto, no todas las teoras sobre el discurso tienen una base lingstica. Despus de realizar una investigacin bibliomtrica, Titscher et al. (2001:217), reportan que los mtodos ms citados por los investigadores en las ciencias sociales, segn el Social Science Citation Index (SCCI) de 1991 a 1998, fueron los siguientes, en orden decreciente: la teora fundamentada ("G rounded Fairclough Theory"), la etnografa de la comunicacin, el anlisis crtico liderado por , el anlisis de contenido estndar (cuantitativo), el anlisis de la conversacin y el MCDA ("Membership Categorization Device"), ambos ubicados en la etnometodologa. Tambin se mencionan otros como el SYMLOG ("System for the Mltiple Level Observation of Groups"), el anlisis de contenido abierto (cuantitativo), la semitica narrativa, la hermenutica objetiva, el anlisis crtico en la corriente de Wodak, y la pragmtica funcional. Es interesante notar dos cosas sobre la fuerza de las teoras y los mtodos en el mundo acadmico. Primero, que estos datos llegan hasta el ao 1998 y, por lo tanto, no se conoce el estado de la cuestin en los ltimos aos. Segundo, que algunos nombres no aparecen mencionados, tal vez porque se trata del SCCI, o porque se han dejado afuera por otras razones. Vale la pena destacar, en todo caso, que en cualquiera de las disciplinas de las ciencias sociales se debe tomar en cuenta, desde el inicio, que la seleccin de textos para el anlisis puede abordarse con diferentes propsitos y, al menos, desde tres perspectivas: a) como objetos de estudio en s mismos, cuando se estudian,

por ejemplo, las conversaciones, las entrevistas, las noticias, etc.; b) como rasgos de grupos investigados, y los textos pasan a ser enunciados en un contexto particular o "componentes manifiestos de una comunicacin" que permiten decir algo sobre las personas que los produjeron; y c) como rasgos de una situacin particular que se documenta mediante textos (vase Titscher et al., 2001:32). 4. LO QUE CONTIENEN LOS MANUALES SOBRE ANLISIS DE DISCURSO Otro aspecto muy importante que contribuye a la (des)orientacin de los investigadores novatos es lo que dicen los manuales sobre anlisis del discurso, que incluyen copiosa informacin sobre nociones bsicas as como temas o artculos sobre el estado del arte. Si examinamos algunos de los ms influyentes en nuestro mbito acadmico, debemos tomar en cuenta, por lo menos, los que no faltan en las bibliografas dadas a nuestros alumnos: Schiffrin (1994, 2001); van Dijk (1997a, 1997b, 2000a, 200b); Calsamiglia y Tusn (1999); Charaudeau y Maingueneau (2002); Wetherell et al., (2001); Wodak y Meyer (2001, 2003). El libro de Schiffrin (1994), Approaches to Discourse, incluye la teora de los actos de habla, la sociolingstica interaccional, la etnografa de la comunicacin, la pragmtica, el anlisis de la conversacin, y el anlisis variacionista. Se trata de un manual escrito en ingls y pensado para personas de habla inglesa, y ofrece buenas definiciones y orientaciones. Deja afuera el anlisis y referencias a los estudios sobre gnero, discurso poltico, y otros temas que la misma autora seala. Estas omisiones se compensan, posteriormente, en Schiffrin et al., ([2001] 2003) cuando se expande el espectro con cuarenta y un artculos de mayor alcance, muy ricos en bibliografas. Es notorio que ni entre los autores de estos artculos, ni en las bibliografas, se encuentran nombres que representen a la corriente francesa o alemana, para no mencionar a los analistas de habla hispana, que tampoco figuran. Los dos volmenes publicados ms tarde en ingls por van Dijk (1997a, 1997b), traducidos rpidamente al espaol (van Dijk, 2000a, 2000b), llenaron un vaco muy esperado porque abordan el discurso desde dos grandes perspectivas, como estructura y proceso (volumen 1) y como interaccin social (volumen 2). Cada volumen cubre una gran variedad de temas. En el primero, la historia del anlisis del discurso, discurso y semntica, discurso y gramtica, estilos del discurso, retrica, narrativa, argumentacin, gneros y registros, cognicin, cognicin social y discurso; en el segundo, el discurso y la interaccin en sociedad, discurso y pragmtica, anlisis de la conversacin, dilogo institucional, discurso y gnero, discurso etnicidad, cultura, y racismo; discurso organizacional, anlisis crtico del discurso, discurso y poltica , y aplicaciones del anlisis del discurso. Estos dos volmenes amplan considerablemente el alcance del primer manual de van Dijk que, en su momento, tuvo la funcin de mostrar que el anlisis del discurso haba alcanzado ya su madurez como disciplina (van Dijk, 1985). La traduccin al espaol de la publicacin de 1997 es probablemente uno de los

textos ms consultados por estudiantes de postgrado en Amrica Latina, aunque tambin en este manual, las referencias a autores del mundo hispano son escasas. El manual de Calsamiglia y Tusn (1999), escrito en espaol, con ejemplos en espaol, convertido en "la biblia" de estudiantes universitarios de pregrado y postgrado, ampla el horizonte y da cabida a una mayor cantidad de corrientes en el campo del discurso. Por ejemplo, se da ms atencin a la corriente francesa (se incluyen a Adam y a Charaudeau que casi no aparecan en otros manuales), y se refuerzan las referencias a estudios en alemn (Weinrich, Werlich). Se mencionan muchos nombres de investigadores espaoles, pero las referencias a analistas de Amrica Latina son casi nulas (aparece Ciapuscio de Argentina). En el primer captulo, Calsamiglia y Tusn (1999:15-26) ponen especial cuidado en destacar las disciplinas implicadas en el anlisis del discurso: la antropologa lingstica (Duranti), la etnografa de la comunicacin (Gumperz y Hymes), el interaccionalismo simblico (Goffman), la etnometodologa (Garfi nkel), la sociolingstica interaccional (Bordieu, Foucault), y as ubican al estudiante en el mundo de las teoras y mtodos. Tambin resaltan el giro lingstico que han tomado los estudios a partir de cambios en el pensamiento filosfico, de modo que se puede visualizar cmo se estudia el lenguaje en el contexto social y cultural a partir de la teora de actos de habla y de la pragmtica, en especial el principio de cooperacin y la teora de la relevancia. Despus de la aparicin de este manual se han dado desarrollos interesantes en el campo de la socio-pragmtica cultural (Spencer-Oatey, 2003), que tambin han sido abordados en espaol (Bravo y Briz, 2004), y valdra la pena explorarlos. Es importante destacar que el manual de Calsamiglia yTusn (1999) permite al estudiante una visin amplia de los abordajes desde la lingstica. Aqu se toma en cuenta la lingstica funcional (Praga, Malinowski, Firth, Halliday, Martin, Eggins); la lingstica textual (Beaugrande, van Dijk, Adam); la teora de la enunciacin (Bajtn, Benveniste, Kerbrat-Orecchioni, Charaudeau); la retrica clsica y la nueva retrica (Perelman). A los libros anteriormente mencionados, se debe agregar el diccionario de anlisis de discurso editado por Charaudeau y Maingueneau en francs en el ao 2000, ya traducido al espaol en 2005. En este diccionario se encuentra una definicin de los trminos ms usados en el anlisis del discurso, especialmente en la orientacin francesa. Complementa y ampla muy bien aspectos del manual de Calsamiglia y Tusn (1999). 5. LA PERSPECTIVA DE LA PSICOLOGA SOCIAL Uno de los manuales ms tiles desde el punto de vista de los mtodos y tcnicas para practicar el anlisis del discurso se encuentra en el campo de la psicologa (Wetherell et al., 2001). Estos autores incluyen en sus enfoques preferidos al anlisis de la conversacin, la lingstica interaccional y la lingstica de

corpus (mencionada muy poco en otros manuales), el modelo de accin discursiva (Edward y Potter), el anlisis crtico del discurso (Fairclough) y el anlisis genealgico (Faucault). Lo atractivo de este libro es que, junto con cada enfoque, se presentan investigaciones que lo ilustran y muestran el mtodo y las tcnicas de investigacin empleadas. Los analistas pueden encontrar respuestas a sus preguntas sobre cmo generalizar, cmo legitimar la investigacin en discurso, cmo abordar datos en el plano micro y macro. Como se puede inferir rpidamente, no se contemplan algunos de los enfoques incluidos en Titscher et al., (2001), pero se presenta un mtodo para aplicar los principios de Foucault, con el foco en la historia (que tampoco se ven con esta precisin en otros textos). Queda claro en este libro que la meta no es desarrollar la teora lingstica, pero s ofrece herramientas lingsticas fundamentales para interpretar los textos. En espaol tambin se han publicado manuales que resumen en parte esta perspectiva (vase Iiguez Rueda, 2003). Para complementar el anlisis de datos vale la pena consultar a Silvermann (2001). Lo que nos queda claro de este libro es que la psicologa discursiva reconoce el papel fundamental del anlisis lingstico y, aunque los autores expresan en la introduccin que "our book is intended for social scientists but surely language is the province of linguists" (Whetherell et a1., 2001:i) 2 , tambin admiten que el nuevo foco en el lenguaje ha hecho que se introduzcan transformaciones importantes en la teora social. 6. LA SELECCIN DE LOS ENFOQUES Y/O MTODOS La decisin sobre los enfoques a escoger es difcil y, como ya hemos expresado antes, depender de la pregunta de investigacin que cada investigador se haga. Dentro de las ciencias sociales, tambin se encuentran manuales que enfrentan esta decisin y toman partido por algunos para poder armar una propuesta propia. Tenernos el caso de Phillips y Jorgensen (2002) quienes, con la visin de los estudiosos de la comunicacin, seleccionan solamente tres enfoques centrales en el anlisis del discurso: la teora del discurso (segn Laclau y Mouffe), el" anlisis crtico del discurso (Fairclough) y la psicologa discursiva (Potter y Wetherell). Estos autores se enfocan en el problema de la relacin entre discurso e ideologa y revisan varias posturas, desde Marx, Althusser, Gramsci, hasta llegar a Laclau y Mouffe. Se plantean el problema de la definicin y alcance de discurso comando en cuenta la forma de aproximarse al concepto de ideologa, y discuten el problema de la construccin del sujeto en la dinmica social. Se trata de un libro que puede crear una interesante polmica en el debate epistemolgico que est siempre en marcha en las universidades.Trad. de la autora: nuestro litro est dirigido a los cientficos sociales pero sin duda el lenguaje es el campo lingistas. de los

Corno hemos visto, todos los manuales favorecen algunas teoras ms que otras y dan cabida a algunos nombres, pero n.o a todos. En este libro de Phillips y Jorgensen (2002) se hace patente cmo el conocimiento se construye en el mundo de la academia. Por ejemplo, ellos hacen una diferencia entre el anlisis crtico del discurso (originalmente propuesto por Norman Fairclough en 1985) y un "movimiento crtico" en el que, segn ellos, se encuentran una variedad de enfoques "no siempre muy bien definidos". Se hace muy evidente la crtica a los manuales de anlisis crtico del discurso que no incluyen a la psicologa discursiva, a pesar de que "cumple con todos los requisitos para pertenecer al club" (Phillips y Jorgensen, 2002:60), pero se reconoce que esta "exclusin" puede deberse al hecho de que la psicologa discursiva se basa ms en la retrica que en la lingstica (algo que supuestamente practican los analistas crticos). La razn por la que Fairclough es escogido como el analista crtico ms completo es que, segn ellos, su propuesta se basa en premisas filosficas, propone un mtodo y tcnicas especficas de anlisis lingstico. Es evidente que en la decisin de teoras y mtodos opera un componente personal o individual en el que se cruzan diversos factores: la formacin en cada disciplina, el acercamiento o alejamiento de las lneas existentes o disponibles, el grado de relevancia que se otorgue al lenguaje y al uso de los textos como material de investigacin y, tambin, la forma de concebir el compromiso social.7. EL ANLISIS CRTICO DEL DISCURSO

El anlisis crtico del discurso (ACD) es uno de los desarrollos del anlisis del discurso que ha tomado mucha fuerza en los ltimos aos porque los analistas reconocen abiertamente su compromiso social y poltico, lo cual genera discusin en el campo de las ciencias sociales y la lingstica, especialmente en cuanto a los mtodos empleados. Por consiguiente, debernos abordarla discusin sobre lo que significa practicar el anlisis crtico con el propsito de orientar a aquellos que deseen incursionar en el estudio y anlisis de los textos desde esta perspectiva. El ACD se ha extendido de tal modo que ya existen varias publicaciones y manuales traducidos al espaol, en los cuales se recogen los orgenes, los principios y los enfoques ms empleados por autores europeos (e.g.Wodak y Meyer, 1997, 2001). En dichos manuales casi no se mencionan los estudios llevados a cabo en Amrica Latina, lo que genera un gran vaco en el momento de proponer un proyecto de investigacin en nuestro contexto social, poltico y cultural. Las obras que dan atencin al anlisis crtico de problemas en el mundo hispano y Amrica latina son raras excepciones (van Dijk, 2003). Los estudios en Amrica Latina s existen, como se puede constatar en los artculos de este libro, pero son menos conocidos y menos aplicados porque muchos de ellos tienen sus orgenes en las teoras imperantes, de modo que los investigadores prefieren volcar sus esfuerzos en las teoras originales. No obstante,

creemos que muchos de estos trabajos aportan una mirada diferente y pueden servir de base para desarrollos del ACD en Amrica Latina.

con el papel del discurso en la constitucin del mundo nos encontraramos con que unos se inclinan ms hacia un lado o hacia otro, como se ve en el diagrama 1 que sigue, adaptado de Phillips y Jorgensen:

7.1 Qu necesitamos saber primero sobre el ACD?

Se puede considerar que todo anlisis cientfico social que cuestiona la pura descripcin de los eventos como objetos, y que se concentra ms en la forma en que se construyen los significados en la interaccin social, es crtico, en el sentido de que toma en cuenta la dinmica social y las luchas por el poder, sea este poder econmico", "poltico", "coercitivo" (militar), o "simblico" (Thompson, 1998:35). Por eso, tal vez, cuando se quiere conocerla historia del anlisis crtico, se empieza por incluir a Carlos Marx como uno de los primeros que plante eI problema de las luchas sociales y los efectos de la dominacin del poder econm i co en la vida de las personas, en su concepcin del mundo y en sus acciones. Lo econmico es indudablemente un aspecto clave, pero en las consideraciones de lo que significa ideologa nos encontramos con diferentes aproximaciones al concepto, que inciden en la forma de concebir el discurso y los textos, as corno los mtodos escogidos. Phillips y Jorgensen (2002) son dos de los autores que se han ocupado de examinar la forma en que el concepto de ideologa es manejado por varios autores en la filosofa, principalmente Althusser, Gramsci, Foucault, Laclau y Mouffe, y analizan las similitudes y diferencias entre las propuestas y la forma en que han Fairclinfluido en el anlisis del discurso en las ciencias sociales, especialmente en ough y en Potter y Wetherell. El concepto de ideologa no puede darse por sentado porque es importante conocer en qu espacio epistmico se encuentran o ubican los analistas. Phillips y Jorgensen (2002:20), aunque con ciertas reservas por temor a simplificar, colocan los enfoques en un continuum en el que en un extremo se encuentra el materialismo histrico (Marx, Althusser), en el que todo est supeditado a lo econmico, y en el otro la teora discursiva que todo lo ve a travs del discurso (Lauclau y Mouffe). Entre estos dos polos, estaran ubicados Gramsci, Foucault y la psicologa discursiva. Lo que se quiere mostrar es que, por un lado, est la creencia de que existe una ideologa dominante (la de la burguesa) que acta sobre los dominados (el proletariado) y, por el otro, el planteamiento de que no existe una sino varias o muchas ideologas que se construyen en la cotidianidad. De hecho, la palabra ideologa no sera necesaria porque nos encontraramos ante ideologas que se construyen en un discurso en constante cambio, en una lucha discursiva cuya meta es lograr la hegemona de una perspectiva particular. Ambos extremos estn cargados de premisas filosficas sobre el significado de ideologa y poder, pero no son enfoques analticos discursivos sino filosficos. Si colocamos los enfoques filosficos en una lnea en que se vea la relacinLos captulos que sigilen recogen una amplia bibliografa de las investigaciones realizadas en Venezuela, especialmente los trabajos de Barrera Linares, Adriana Bolvar, Irma Chumaceiro, Frances D. De Erlich, Lourdes Molero y Julin Cabeza, Maritsa Montero, Marra Fernanda Madriz.

Segn este diagrama, podernos interpretar que en el extremo derecho, el discurso es determinado por la economa y, aparentemente, no valdra la pena analizar el discurso sino la economa. Alejndose del materialismo histrico encontrarnos a los que se apartan en diferentes grados del determinismo de la filosofa de Marx. Segn Phillips y Jorgensen (2002:31), el principal problema con el materialismo histrico es "la falta de cualquier explicacin para la transformacin de la conciencia: Cmo va a reconocer la clase trabajadora su verdadera posicin en la sociedad y sus verdaderos intereses si su conciencia est determinada por una ideologa capitalista?" (mi traduccin). Justamente ah reside el problema porque las crticas al materialismo histrico y al determinismo han conducido a rechazar la idea de una sociedad gobernada por una sola ideologa y un solo discurso y a inclinarse por el argumento de que la sociedad es plural y que el sujeto se construye en discursos diferentes e incluso contradictorios. Como ya hemos mencionado antes, Phillips y Jorgensen (2002) se concentran solamente en la teora discursiva de Laclau y Mouffe, en el anlisis crtico de Fairclough y en la psicologa discursiva de Potter y Wetherell. Desde su punto de vista, estos tres enfoques tienen en comn que se ubican en el construccionismo social, y que rechazan las "teoras universalizantes como el marxismo o el psicoanlisis" (2002:6). Para ellos, estos enfoques analticos discursivos se fundamentan en la teora estructuralista o post-estructuralista del lenguaje con variantes en cuanto a la forma en que se aplica el trmino post-estructuralista. Ernesto Laclau y Chantas Mouffe representan el post-estructuralismo ms extremo porque se basan en la idea de que "el discurso construye el mundo social en el significado y que, debido a la inestabilidad fundamental del lenguaje, el significado nunca puede ser fijado de manera permanente. Ningn discurso es una entidad cerrada,

sino ms bien se transforma constantemente en contacto con otros discursos. Por lo tanto una palabra clave en la teora es la lucha discursiva" (Phillips y Jorgensen, 2002:6). Norman Fairclough tambin coloca el nfasis en el papel activo del discurso, pero es evaluado como menos post-estructuralista porque distingue encre prcticas discursivas y no discursivas, razn por la que generalmente se le ubica como neo-marxista. La psicologa discursiva comparte con el anlisis crtico de Fairclough el inters emprico en el anlisis del lenguaje en la interaccin social, pero se diferencia de l en que su inters est en "explorar las formas en que el yo, los pensamientos y las emociones se forman y transforman en la interaccin social y en arrojar luz sobre estos procesos en la reproduccin social y cultural y el cambio" (Phillips y Jorgensen 2002:7, mi traduccin). Segn estos investigadores, en la psicologa discursiva el nfasis est en los individuos como productos y productores del discurso en diferentes contextos, mientras que en la teora de Laclau y Mouffe los individuos son solo sujetos del discurso (Ibd.). Escogen solamente a estos tres autores porque su objetivo es acercarse al anlisis del discurso desde la perspectiva construccionista y porque, aunque los enfoques muestran diferencias en cuanto al alcance del discurso y el foco del anlisis, consideran que los enfoques son similares en que parten del construccionismo, comparten las misma visin del lenguaje, vienen del estructuralismo y post estructuralismo, y su comprensin de los sujetos se basa en una versin del marxismo estructural (vase Phillips y Jorgensen, 2002:3). El artculo de Fairclough y Wodak, publicado en 1997, en el segundo volumen de Discourse Studies. A Multidisciplinary Introduction, editado por Teun van Dijk, dedicado al discurso corno interaccin social, figuran explcitamente los siguientes enfoques crticos: el anlisis del discurso francs (Pcheux , 1982), la lingstica crtica (Fowler et al., 1979; la semitica social (Hodge y Kress, 1988; Kress y van Leeuwen, 1990); el cambio socio-cultural y cambio en el discurso (Fairclough, 1989; 1992a, 1994); estudios socio-cognitivos (van Dijk, 1980, 1985, 1987, 1991, 1993a); el mtodo histrico-discursivo (Wodak, 1975, 1986; Lutz y Wodak, 1987; Wodak et al., 1990; Wodak y Matouschek, 1993); el mtodo de lectura, y la escuela de Duisburg (Jager y Jager, 1993). Las investigaciones en el campo del ACD estn marcadas por la necesidad de reflexionar qu.e tiene todo analista comprometido con su sociedad. El manual de Wodak y Meyer (2003) comienza con una cita de van Dijk, quien llama la atencin sobre la diferencia entre ciencia no crtica y crtica: Ms all de la descripcin o aplicacin superficial, la ciencia crtica de cadaesfera de conocimiento plantea nuevas preguntas, como las de la responsabilidad, los intereses, la ideologa. En vez de centrarse en problemas puramente acadmicos o tericos, su punto de partida se encuentra en los problemas sociales predominantes, y por ello escoge la perspectiva de quienes sufren ms para analizar de forma critica a quienes tienen el poder, a los responsables, y a los que tienen los medios y la oportunidad de resolver dichos problemas (van Dijk, 1986:4, en Wodak y Meyer, 2003:17).

Por esta razn, en este campo las propuestas son variadas, como puede verse en Wodak y Meyer (2001, 2003) donde se incorporan nombres como Wodak, van Dijk, Fairclough, Jager, Meyer, y Scollon, quienes proponen enfoques desde una perspectiva cognitiva, histrica, social y cultural. Los investigadores que se acercan a esta lnea de investigacin pueden encontrarse abrumados ante la variedad de definiciones. Una rpida revisin de los trminos empleados por los autores en este manual nos muestra que el anlisis crtico es identificado mediante el uso de las siguientes palabras: paradigma enfoque mtodo analtico ni mtodo ni teora perspectiva crtica una actitud teora y mtodo momento (elemento) agenda programa programa de anlisis social Esta variedad de definiciones y enfoques obliga al analista a tomar decisiones importantes (y a leer mucho). Por eso, es recomendable buscar primero los conceptos que unen a todos los analistas crticos quienes, a pesar de los enfoques diferentes, tienen en cuenta las condiciones del discurso, una definicin de discurso como prctica social, y ofrecen explicaciones en las que se repiten palabras clave como: poder, control, acceso, ideologa, legitimidad, ilegitimidad, abuso de poder, tica(s).

8.

LAS NOCIONES CENTRALES

Ante los problemas que presenta la seleccin de teoras y mtodos, se debe recalcar la necesidad de trabajar con rigor sobre la definicin de nociones fundamentales en el anlisis del discurso. A continuacin presento algunas de las que generan mayor inquietud entre los investigadores y las razones por las que hay que considerarlas.

La nocin de contextoPuesto que el objeto de estudio del discurso son los textos en contexto, lo primero que hay que hacer es definir el alcance del contexto. La definicin determinar en muchos casos si el estudio ser de tipo micro (como en el anlisis de la conversacin) o macro (por ejemplo, en el anlisis crtico cuando se trabaja con el

cambio social o poltico). Es importante tambin tener claro de qu tipo de contexto se est hablando: fsico, cognitivo, social, cultural, poltico, histrico.

La nocin de texto

De lo anterior se deriva que es necesaria una definicin de texto, que depender de la teora sobre los textos y de la concepcin de lenguaje que se adopte. En todo caso, se debe pensar si al hablar de texto se trata de: el objeto fsico texto, de un constructo terico, de un producto de la interaccin social, o de ambas cosas.

La nocin de ideologa

fora de contenido, podemos decir que cada mbito de la esfera humana se llena de textos creados, recreados y transformados por las personas que conforman ese mbito. Por ejemplo, en el mbito acadmico, podernos identificar textos como la clase, el seminario, la charla, la ponencia, el artculo de investigacin, el ensayo; mientras que en el mbito poltico podemos hablar de textos tales como reunin de gabinete, rendicin de cuentas, discurso electoral, alocucin presidencial, etc. En todos los casos se debe describir la estructura interna de los textos porque ella refleja las acciones sociales y culturales que les dan su estructura. Tambin hay que obtener informacin lingstica sobre los modos de organizacin o bases textuales (narracin, argumentacin, descripcin, explicacin, dilogo).

Esta es una definicin difcil, pero ineludible, incluso para quienes solamente se deciden por describir modos de organizacin de los textos o tipologas, sin hacer referencia explcita al aspecto ideolgico. Es as porque las definiciones ms generales de ideologa la describen como un sistema de creencias y valores compartidos por un grupo. Es difcil, entonces, interpretar cualquier texto sin tom ar en cuenta lo que los actores involucrados piensan o sienten en un contexto y cultura particular.

La gramtica de base

La construccin del "sujeto"

Este es otro punto que est muy relacionado con lo anterior y con la definicin de discurso porque, a pesar de que en los anlisis generalmente no se dice cmo se representa a los participantes en la interaccin social, es posible inferir visiones que favorecen a un sujeto o actor social pasivo, afectado o "vctima" de lites dominantes, o activo y dinmico, responsable de sus actos y co-constructor de la sociedad y de las instituciones. Este es un punto polmico que puede discutirse desde la dimensin histrica, cognitiva, poltica, y otras.

Los analistas necesitan usar una gramtica de base para poder analizar los textos, obtener credibilidad, y hacer generalizaciones con base emprica. Hay que tener cuidado con la gramtica escogida pues cada gramtica se basa en supuestos tericos sobre como funcionan las lenguas. No es lo mismo una gramtica que busca universales lingsticos pensando en hablantes homogneos, que una gramtica que busca explicar los significados en distintos contextos, de acuerdo con lo que los hablantes mismos dicen y hacen con los textos. Por eso es importante seleccionar una gramtica que tome en cuenta el lenguaje en contexto de situacin y de cultura. La gramtica sistmica funcional (Halliday, 1994) es a menudo escogida en diferentes mbitos (enseanza de lengua y literatura, traduccin, inteligencia artificial, anlisis crtico) porque permite explicar el significado tom ando en cuenta tres grandes dimensiones: la experiencia del mundo, las relaciones interpersonales y la organizacin de los textos. Para algunos autores, esta gramtica es esencial en el anlisis crtico del discurso, como lo plantea Wodak (2003:7):Tanto si los analistas con un enfoque critico prefieren centrarse en las caractersticas microlingsticas, las macrolingsticas, las textuales, las discursivas o las contextuales, como si su ngulo de aproximacin es fundamentalmente filosfico, sociolgico o histrico, en la mayora de los estudios se hace referencia a la gramtica funcional sistmica de Halliday. Esto indica que una comprensin de las afirmaciones bsicas de la gramtica de Halliday y de su enfoque del anlisis lingstico resulta esencial para una adecuada comprensin del ACD.

La nocin de interaccin

Casi todos los analistas hablan de interaccin. As tenemos referencias a la interaccin entre los niveles de anlisis (por ejemplo, gramtica, semntica y pragmtica), la interaccin entre hablantes, entre lectores y textos, entre escritores y lectores, para no seguir mencionando otros usos. Es de gran relevancia no usar el trmino de manera general porque la decisin sobre qu tipo de interaccin se estudiar tiene consecuencias en los modelos de anlisis para explicarla. Por ejemplo, no es lo mismo explicar cmo un lector interpreta un texto que cmo un(a) escritor(a) compone un texto, porque se trata de dos tipos de interaccin que ameritan conceptos de base y mtodos especficos (vase Bolvar, 1998).

La nocin de gnero discursivo

La seleccin de una gramtica impone una tarea adicional al analista de discurso, porque debe aprender a interpretar los textos mediante el uso de categoras lingsticas.

Esta es tal vez una de las nociones ms estudiadas desde la lingstica en anlisis del discurso. El analista necesita saber con qu tipos de texto se enfrenta y cmo se organizan. Esta necesidad es evidente porque los textos son la materializacin de procesos cognitivos y sociales que quedan estampados en "gneros" o textos relativamente estables, reconocidos institucionalmente. Si usamos una met-

La nocin de conocimiento

Hablamos permanentemente de conocimiento sobre el mundo, sobre materias, sobre fenmenos, sobre eventos, sentimientos, etc. Es necesario, entonces, comprender qu significa "conocimiento", cmo se construye en la interaccin

social, de qu manera los factores sociales, culturales, ideolgicos, afectan el conocimiento del mundo, y cmo este conocimiento opera en la construccin de realidades en la vida cotidiana, en las instituciones. Todava ms, se necesita saber de qu manera se usa el conocimiento en la lucha por eI poder, en cualquier contexto.

porque entonces se corre el riesgo de invalidar los resultados. ste es uno de los errores que muchos cometen; el anlisis mezcla criterios de distintos modelos sin una argumentacin slida, y el proceso invalida la investigacin. Esta confusin puede conducir a anlisis no confiables y a que no se concluya la investigacin.

La nocin de "crtica"Esta nocin necesita un estudio profundo, particularmente en el caso del anlisis crtico, porque la teora crtica se manifiesta en las ciencias sociales, donde la lingstica ha hecho aportes importantes con la lingstica crtica (Fowler et al, 1979). Por eso, se hace necesario aclarar el trmino desde una perspectiva inter y multidisciplinaria. Los estudios crticos, por consiguiente, deberan realizarse en grupos multidisciplinarios de manra que los lingistas y los no lingistas cornpartan teoras y mtodos para analizar los problemas que se planteen.

Escribir los resultadosCada vez que se haga un anlisis se deben escribir los resultados obtenidos. No se puede confiar en la memoria ni en los esquemas que uno guarda. Adems, poner en blanco y negro lo ya hecho da una gran satisfaccin de progreso y de logro (sobre todo si los resultados se presentan en un congreso, en un seminario, o ante un grupo para quien la investigacin es pertinente).

Pasar a otra teora

Despus que se ha agotado una teora, se debe pasar a otra y se reinicia el proceso con nuevas preguntas o preguntas ms complejas.

9. CMO PROCEDER?Esta es la pregunta ms frecuente, junto con por dnde debo empezar? No hay receta posible porque la investigacin es biogrfica (en el sentido de que cada persona trae su visin de mundo, sus propsitos y metas), pero s es posible sealar algunos pasos necesarios para iniciar el anlisis.

Aplicar un mtodo a la vezLo mismo que aplica a las teoras sirve para los mtodos. No se deben mezclar y confundir. Esto no quiere decir que los analistas no puedan proponer mtodos sino que, antes de hacerlo, hay que conocer bien los mtodos ya existentes.

Evaluar /escribir los resultadosSe repite el ciclo anterior. Se evala el mtodo y se escribe sobre sus ventajas y desventajas.

Plantearse un problema de investigacin y, al menos, una pregunta

No es suficiente decir "yo quiero analizar el discurso de los medios" o "me gustara estudiar el discurso poltico venezolano" sino explicitar qu exactamente se quiere estudiar, por qu y para qu. La pregunta es clave para decidir despus sobre las teoras y los mtodos que ayudarn en la investigacin. Un estudiante de postgrado en el nivel de maestra puede replicar investigaciones previas o aprender a aplicar rigurosamente una teora y un mtodo, pero se espera que tina) estudiante de doctorado haga avances en la teora y en los mtodos.

Pasar a otro mtodoSe exploran y aplican tantos mtodos como sean necesarios (sin perder de vista los objetivos de la investigacin).

No olvidar que el analista del discurso trabaja con textos en contextosEste es un requisito fundamental para poder entender las teoras y los mtodos, porque los textos mismos se encargan de mostrar el mundo que se materializa en ellos. El papel del analista, entonces, consiste en hacer la lectura minuciosa y rigurosa que arroje la mayor cantidad de significados para poder hacer afirmaciones con el aval de la evidencia que proviene de los textos (sean orales, escritos, mixtos, grficos).

Estudiar profundamente una teora a la vezLa abundancia de teoras y mtodos promueve la lectura de muchas propuestas pero, si un investigador o estudiante de postgrado desea alcanzar su meta, debera estudiar una sola a la vez para poder conocerla a fondo y hablar de ella con autoridad.

Poner a prueba la teora y evaluarlaEl siguiente paso es aplicar la teora estudiada, tal vez no toda pero s los aspectos que sean necesarios para la pregunta de investigacin. Como resultado se podrn evaluar las ventajas y desventajas del modelo escogido. Cuando se est en esta etapa, hay que ser paciente y no pasar a otra teora en la mitad del trabajo

Construir nuevas teoras y proponer mtodosSlo entonces, cuando se ha visto cmo funcionan las teoras y los mtodos en el anlisis del discurso, tanto en la lingstica como en otras disciplinas, podremos proponer nuevas teoras y mtodos. Ese es nuestro gran reto en Amrica Latina.

CONCLUSIONES

Esta breve introduccin en los primeros problemas que enfrentan los investigadores en estudios del discurso nos hace ver que el anlisis del discurso va ms all de ser UNA tcnica o UN mtodo para estudiar la comunicacin humana, porque hemos vislumbrado que existe una amplia variedad de teoras y mtodos en las ciencias sociales y en la lingstica. En consecuencia, la primera tarea es ubicarse en este campo de conocimiento para tener una idea ms clara de lo que se quiere hacer, por qu y para qu, porque de otro modo se estaran desconociendo los avances en esta disciplina y los debates epistemolgicos que se dan en su seno (vase Taylor, 2001). En esta introduccin tambin se hace evidente el papel central del lenguaje en las investigaciones sobre el discurso porque, aunque los intereses de los filsofos, psiclogos, socilogos, comunicadores sociales, historiadores, antroplogos, y otros interesados en la comunicacin humana, puedan ser diferentes, ninguno puede prescindir de los textos y del habla para explicar los problemas que estudia. Es por esta razn que la contribucin de los lingistas se hace fundamental para comprender e interpretar mejor los problemas sociales, cognitivos y culturales. REFERENCIAS BIBLIOGRFICASBolvar, A. (1997). El anlisis crtico del discurso: teora y compromisos. Episteme NS, 17(1/3), 23-45. Bolvar, A. (2005). DCaracas: Consejo de Desarroiscuroentalxscrito. llo Cientfico y Humanstico, Facultad de Humanidades y Educacin. Universidad. Central de Venezuela (segunda edicin). Bravo, D. y Briz, A. (eds.) (2004). Pragmtica sociocultural: estudios sobre el discurso de k cortesa en espaol. Barcelona: Ariel Lingstica. Calsamiglia, H. y Tusn, A. (1999). Las cosas del decir. Manual de anlisis del discurso. Barcelona: Ariel. Chareaudeau, P. y Maingueneau, D. (2002). Dictionaire D' Analyse du Discours. Paris: Seuil. Charaudeau, P. y Maingueneau, D. (2005). Diccionario de Anlisis del Discurso. Buenos Aires: Amorrortu editores. Fairclough, N. (1989). Language and Power. London: Longman. Faircough, N. (1992). Discourse and social change. Cambridge: Polity Press. Fairclough, N. (1994). Conversationalization of public discourse and the authority of the consumer. En R. Keats, N. Whiteley y N. Abercrombie (eds.). The Authority of the consumer. London: Routledge. Fairclough, N. y Wodak, R. (1997). Critical Discourse Analysis. En T van Dijk (ed.). Discourse as social Interaction, Discourse Studies 2. A Multidisciplinary Introduction,(258-284). London: Sage

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delimitacinde los actos de habla y la La teora de los usos lingsticosNancy NezUniversidad Central de Venezuela

INTRODUCCIN Es indiscutible que la teora del lenguaje ha jugado un papel primordial en la filosofa del siglo XX, lo cual se debe, en gran parte, a la complejidad y a las diferentes maneras que ella ha adoptado en las diferentes propuestas que han intentado determinar y dar una explicacin sobre qu es el lenguaje, qu queremos decir cuando expresamos que una oracin o un enunciado es significativo o que tiene un cierto significado; es por ello que se dice que la tarea ms importante de la filosofa es el anlisis conceptual. Tambin tendramos que aadir que las diferentes tendencias de la lgica, la esttica, la sociologa, la antropologa, las cuales tienen un carcter marcadamente lingstico, han contribuido a esta relevancia del lenguaje, al destacar su importancia como capacidad que define al ser humano y al descubrir correlaciones entre formas de lenguaje e imgenes del mundo; lo mismo pasara con la tica, que se ocupa de las formas de lenguaje propias de enunciados ticos frente a enunciados descriptivos. De lo anterior se deduce que el estudio filosfico del lenguaje est centrado en el concepto de significado, el cual involucra estudiar el problema de las relaciones que tendra el lenguaje con la lgica, la realidad y el sujeto hablante. Sin embargo, el concepto de 'significado ' ha resultado ser bastante complicado; por lo que muchos lingistas y filsofos han preferido ignorarlo y se han ocupado ms bien de las palabras, aunque no han podido dejar de ver que los problemas que conlleva el significado son precisamente los problemas bsicos de la filosofa del lenguaje, que se han convertido en la preocupacin fundamental del filsofo del lenguaje. De all entonces que la conclusin de que la teora del lenguaje deba posicionarse slidamente dentro de la filosofa es considerado corno el producto de

Dentro de la filosofa del lenguaje no puede hablarse de la teora del significado; hablarnos de diversas teoras que intentan definir qu es el significado y especficamente, nos referimos al significado lingstico, en el cual confluyen diversas interpretaciones, concepciones y teoras. Es por ello que hablamos de una teora estrucali del significado, cuando nos referimos a la de Umberto Eco, por ejemplo; de una teora conductista , en referencia a Quine, una teora verificacionista en Carnap y ocras .

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investigaciones y reflexiones que permitieron enfocar su atencin hacia el lenguaje, como una forma de solventar muchos de los problemas que se haban mantenido en la filosofa a travs de los siglos, puesto que un gran nmero de estos problemas tradicionales estaban ntimamente ligados a cuestiones referentes al lenguaje. Dentro de este panorama se vislumbr la posibilidad de disolver estos `problemas filosficos' al girar la atencin hacia el lenguaje. Por otra parte, tambin podra decirse que el inters despertado por el estudio del lenguaje en los ltimos tiempos se debi a razones filosficas que, ms que relacionadas con los problemas del lenguaje, se manifestaron en las actividades de los filsofos, ya que algunos de ellos consideraron que el lenguaje ordinario era deficiente y, por tanto, no poda considerarse como un instrumento adecuado para su funcin primordial, esencialmente verbal. Como consecuencia, esta atencin en el estudio del lenguaje origin dos corrientes: una que consideraba que el lenguaje ordinario o natural era vago, impreciso, ambiguo, por lo cual no poda considerarse apropiado para los intereses filosficos, y se haca necesario que se creara un lenguaje artifi cial, ideal, que permitiera, desde su misma estructura derivar o inferir los hechos relativos bsicos a la estructura metafsica de la realidad; entre esta corriente estaran las propuestas de Russell y la que sustentaba Wittgenstein en el Tractatus (Wittgenstein, 1973); por otra parte, estaban los que pensaban que el lenguaje ordinario era perfectamente adecuado para los propsitos filosficos y que lo que deba explicarse era el por qu de ese rechazo; entre los que defendan esta posicin estaran Wittgenstein en las Investigaciones Filosficas (1958), Austin (1962 ), Searle (1971, 1974) y otros.4 Por ejemplo: En la metafsica , los modos com o se producen los problemas que tienen que ver con el lenguaje se manifiestan a travs de los intentos de algunos filsofos de descubrir algunos de los hechos ms profundos y generales del m undo, basndose en la consideracin de los rasgos ms tpicos del lenguaje que usamos para hablar acerca del mundo; en la lgica, al ocuparse de lenguajes artificiales as como de anlisis lgicos de los lenguajes naturales, por consiguiente, trata del estudio de las inferencias, es decir, de cules inferencias son vlidas y cules no, razonamiento que se efecta por medio del lenguaje; en la epistemologa o teora del conocimiento, donde los problemas del lenguaje estn ntimamente relacionados con el problema del conocimiento a priori, y se ha pasado de la crtica de la razn a la crtica del lenguaje. Entre los problemas de la filosofa que ms se encuentran en conexin con aspectos que estn relacionados con el lenguaje, podemos mencionar el problema de los universales con la explicacin de los trminos generales; el problema de la identidad del yo, que puede relacionarse con el anlisis del uso de los nombres propios y los trminos singulares; el problema de la verdad con un estudio de las frases indicativas, etc. Como lo deca en la nota 1, hablar de una teora del significado involucra una serie de factores condicionan tes tanto histricos como sistemticos que han determinado que podamos hablar, por un lado, de los precedentes de una teora del significado en Stuart Mill y de su fundacin por Frege; la concepcin del atomismo lgico de Russell y del primer Wittgenstein com o la primera forma consolidada de una teora del significado; la filosofa del segundo Wittgenstein como una versin digamos opuesta de su anterior teora del significado, y su prolongacin a travs de la teora de los actos de habla de Austin y de Searle. Por otra parte, nos encontramos con una teora verificacionista del significado en Carnap; para Tarski pasa a ser una semntica formal; con una teora 'conductista' en Quine, la cual se convierte para Davidson y Lewis en teora veritativa, que en Kripke se enlaza con una teora de la referencia.4

En este captulo nos va a interesar especialmente la corriente que defenda este segundo grupo, es decir, la explicacin del significado desde una perspectiva pragmticas 5.As,nuetroicaspelmntcoxdeus, puesto que consideramos que el lenguaje adquiere su sentido como tal en cuanto est asociado a actos especficos, situaciones, personas; por lo tanto, el lenguaje no va a adquirirse a travs de un aprendizaje terico sino con la prctica, con el uso; en la medida en que se abstrae una palabra de un contexto, vale decir, del acto en que se da, la palabra deja de ser significativa; de esta manera, las palabras slo adquieren significacin desde un contexto metalingstico cuando ya se ha adquirido la destreza de un lenguaje. Tal como lo mencionamos anteriormente, entre los que se adhieren a esta propuesta pragmtica estaran Grice, Wittgenstein, Austin, Searle y otros 6,aunqepodrmscilteoqums han influido directamente en esta concepcin del 'uso lingstico' y de la 'accin verbal', en la determinacin del significado en un lenguaje corriente u ordinario son, sin lugar a dudas, Wittgenstein y Austin, ambos lderes respectivamente en Cambridge y Oxford7. En este sentido, y en torno a la funcin de la filosofa, son ellos quienes primero realzan que la pragmtica est ntimamente relacionada con la semntica. As, Wittgenstein introduce la nocin del significado como uso, a fin de evitar los problemas filosficos que se suscitan en el lenguaje por su. mal uso', mientras que Austin y Searle intentan una clasificacin y una delimitacin de los usos del lenguaje como una respuesta a Wittgenstein, quien sostena que los usos lingsticos eran imposibles de enumerar so pena de caer en falacias verbales. De esta manera tenemos, por una parte, a Wittgenstein, quien introduce la idea de uso lingstico o juegos de lenguaje como l los llam, y por otra, a Austin, quien se va a trazar como objetivo la tarea de introducir orden y limitacin en esta idea de uso lingstico, pues creta que no se haba tocado explcitamente su descripcin. Su tarea primordial es la de intentar delimitar y precisar de una manera clara esos 'mltiples e ilimitados usos del lenguaje' wittgenstenianos porque tena la conviccin de que, con dedicacin y tiempo, era posible enumerar todos esos posibles usos lingsticos.

Cuando consideram os al lenguaje desde una perspectiva pragmtica, renemos que considerar como objeto un modo de actuar, es decir; un comportamiento que se realiza por intermedio del lenguaje, una interrelacin que genera uta serie de actos lingsticos, en los cuales hay que tomar en cuenta no solamente lo que se dice , sino una serie de aspectos que determinan esa relacin entre hablante-oyente que consisten en cmo se dice, dnde, para qu y para quin; todos estos aspectos son los que fundamentara la determinacin del significado en una teora del lenguaje que est basada en el uso que hagamos de l.6 La pragmtica siempre ha sido a modo ele entender de Camps (1976)- la cenicienta de las tres reas de la semitica, por cuanto era relativamente simple costar una teora de las relaciones entre las unidades sintcti-

cas, que son piezas palpables, que estn ah y an cuando la cuestin se complicaba un poco ms cuando se intentaba dar una significacin a los signos, el panorama se volva ms oscuro cuando en la pragmtica se trataba de desplazar el inters desde el lenguaje en abstracto hasta el lenguaje usado por cada persona, ya que esto equivala a abrir un mbito de posibilidades especulativas que llevan fcilmente al desvaro. A pesar de que ya antes Carnap haba entendido la importancia de la pragmtica en el estudio del lenguaje, sin embargo, la dej sujeta a ser un complemento simple de la semntica.

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Corno lo seal supra, nuestro inters principal en el presente captulo est relacionado con la propuesta que hace Austin de una teora de los actos de habla 8 , ya que ella ha resultado ser una herramienta muy importante para los que practican el anlisis del discurso. La contribucin de Austin a la filosofa del lenguaje, as como a la lingstica, ha sido de primordial importancia, puesto que su preocupacin fundamental estuvo en velar por el funcionamiento sintctico, por las prcticas lingsticas y por las reglas, as como en mantener que los estudios sobre el lenguaje deben referirse tanto al mundo como a la comunidad lingstica (la comunicacin), es decir, a las convenciones sociales. Este inters era plenamente compartido por Ludwig Wittgenstein y, por esta razn, hemos considerado interesante para el lector introducir algunas nociones previas sobre este autor, las cuales creemos que pueden resultar muy convenientes para entender el clima filosfico y el momento histrico en el que se insertan estas propuestas, e incluso entender el `por qu' de algunos postulados austinianos. Entonces, antes de abordar propiamente a Austin, comenzaremos por presentar un bosquejo ele la teora del significado corno uso, sustentada por Wittgenstein, en lo que algunos han llamado su segundo perodo (aunque hoy existe un movimiento fuerte que se ha creado alrededor de la premisa de que no hay dos Wittgenstein, sino que su obra debe verse como un continuum). WITTGENSTEIN Y LA TEORA DEI. SIGNIFICADO COMO USO

Philospcanvetg

Wittgenstein, en una de sus obras ms representativa, las (1958), sostiene que el lenguaje es el que determina nuestra realidad, porque `vemos' a travs de l y que la diversidad de formas o usos lingsticos revela la estructura profunda del lenguaje, el cual no tiene una esencia comn o, en caso de que la tuviera, sera aleatoria y no nos permitira explicar las conexiones entre estas diversas formas. Esto le va a permitir desarrollar una tesis que se conoce corno teora del significado como uso, donde introduce los conceptos juego de lenguaje; forma de vida ', juego de 'aires de familia' y otros. Aunque no da una descripcin general de lo que es un juego de lenguaje ni un criterio para sealar la presencia de un juego de lenguaje particular, ni en qu consiste una `forma de vida', hace algunas observaciones generales acerca de ellos, dando una serie de ejemplos como una forma de ilustrar el concepto (1958:23); as tenemos que juegos de lenguaje pueden ser cosas corno relatar un suceso, suplicar, agradecer, maldecir, saludar, rezar, hacer conjeturas sobre un suceso, y otros. Estos juegos de lenguaje no tienen un determinado elemento o una forma en comn. En efecto, Wittgenstein niega que exista una esencia del lenguaje; niega qu